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PÁGINA INTRODUCCIÓN 1 SECCIÓN DE ARQUEOLOGÍA SECCIÓN DE ETNOGRAFÍA AGRICULTURA 5 GANADERÍA Y PASTOREO 6 CAZA Y PESCA 7 TRANSFORMACIÓN DE RECURSOS 9 OFICIOS CARPINTERÍA 10 ORFEBRERÍA 11 MANUFACTURA TEXTIL 12 ALFARERÍA INDUMENTARIA AJUAR DOMÉSTICO CREENCIAS MÚSICA SECCIÓN DE BELLAS ARTES EN CONSTRUCCIÓN

Exposición permanente del museo de cáceres

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Page 1: Exposición permanente del museo de cáceres

PÁGINA

INTRODUCCIÓN 1

SECCIÓN DE ARQUEOLOGÍA

SECCIÓN DE ETNOGRAFÍA

AGRICULTURA 5

GANADERÍA Y PASTOREO 6

CAZA Y PESCA 7

TRANSFORMACIÓN DE RECURSOS 9

OFICIOS

CARPINTERÍA 10

ORFEBRERÍA 11

MANUFACTURA TEXTIL 12

ALFARERÍA

INDUMENTARIA

AJUAR DOMÉSTICO

CREENCIAS

MÚSICA

SECCIÓN DE BELLAS ARTES

EN CONSTRUCCIÓN

Page 2: Exposición permanente del museo de cáceres

Se aloja en dos edificios históricos del Casco Antiguo de Cáceres,

declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La Casa de las

Veletas alberga las Secciones de Arqueología y Etnografía; se trata de

un edificio cuyo aspecto tiene su origen en las obras realizadas en 1600

por su propietario Don Lorenzo de Ulloa y Torres en un solar que tal vez

pudo haber sido ocupado por el desaparecido Alcázar musulmán. De

aquella intervención data el bello patio de planta cuadrada sostenido por

ocho columnas toscanas; en el siglo XVIII, sin embargo, la Casa es

reformada por Don Jorge de Cáceres y Quiñones, que introduce las

gárgolas y los bellos remates de cerámica esmaltada de la cubierta

además de los grandes escudos de la fachada principal.

La colección de Bellas Artes se puede contemplar en la Casa de los

Caballos, que fue una caballeriza y posteriormente vivienda hasta su

conversión en espacio museístico; tras su rehabilitación, fue abierta al

público en 1992.

Aunque el primer Patronato de Museo se constituyó en 1917, la

idea de su creación surge en 1899 cuando un grupo de estudiosos de la

Historia cacereña comienza a recogerobjetos de interés arqueológico y

artístico depositándolos en el Instituto de Segunda Enseñanza. En 1931

se arrienda el Palacio de las Veletas para albergar el Museo, que tras

una intervención arquitectónica, es inaugurado el 12 de febrero de

1933. Tras la posterior adquisición del inmueble, es rehabilitado en

1971 y se reforma la exposición permanente, tarea que se repite en

1976 en la Sección de Etnografía. En 1989 el Ministerio de Cultura

transfiere la gestión del Museo a la Junta de Extremadura, conservandola titularidad del edificio y de parte de sus fondos.

Casa de las Veletas. Fachada principal

Detalle de fachada. Gárgola

Casa de las Veletas. Patio

INTRODUCCIÓN

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Page 4: Exposición permanente del museo de cáceres
Page 5: Exposición permanente del museo de cáceres

AGRICULTURA

La agricultura y la ganadería siguen siendo, en gran medida, la base de la economía cacereña,

ocupando a la tercera parte de la población activa; las fincas agrícolas son pequeñas en las áreas montañosas

y del norte de la provincia, mientras que los grandes latifundios dominan el llano. Tradicionalmente los cultivos

dominantes han sido el olivo y el viñedo, junto a los cereales de secano, aplicando el sistema de año y vez,

dejando las tierras en barbecho en año alternos. La introducción del regadío y los abonos industriales permitió

un aprovechamiento intensivo de las nuevas especies, como el tabaco, la cereza, el pimiento pimentonero, el

arroz o el maíz.

Mención aparte merece el espacio de la dehesa, que supone una

explotación racional del bosque mediterráneo combinando la agricultura de

secano con la ganadería extensiva y el aprovechamiento forestal.

Los aperos o utensilios de la labranza se han mantenido con escasas

variaciones desde la época romana hasta la mecanización del campo. Para

remover la tierra se usaba la azada o zacho, la podadera para limpiar el

matorral, el arado de palo -posteriormente metálico- para hacer los surcos, la

hoz para segar el cereal y las zoquetas o dediles para proteger los dedos de

los segadores, quienes en gran número bajaban del norte de la Meseta cada

año para hacer su trabajo. El trillo de pedernal o de ruedas servía para

separar el grano de las espigas, rastrillos y aparvaderas se utilizaban para

separar la parva, horcas y bieldos para aventar el grano y la criba para

limpiarlo.

En la Sala 9, dentro de vitrina se expone

un arado de vertedera metálico, así como rejas

y otras piezas del arado tradicional, junto a otras

herramientas de las utilizadas en la agricultura,

como una podadera y varias hoces, zoquetas y

dediles, horcas, bieldos, palas y una aparvadera

para juntar el grano. Junto a estos objetos,

pueden verse otros elementos propios de la

agricultura tradicional como el trillo de pedernal

(tipo tribullum), fiambreras o un costal de lino.

Fuera de las vitrinas, puede observarse

un trillo de ruedas, de tipo plostellum,

Trillo de pedernal

Arado de vertedera metálico y rejas del arado tradicional

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GANADERÍA Y PASTOREO

Extremadura tiene desde antiguo un marcado carácter ganadero; el

modelo tradicional es una ganadería extensiva en que predominan la cabaña

ovina y porcina, basada en el aprovechamiento de los pastos estacionales y

económicamente viable gracias al bajo coste de la mano de obra; sin embargo,

la mecanización del campo, la irrupción de piensos elaborados y la importación

de razas alóctonas, llevaron desde la década de 1960 a una transformación

radical de la explotación ganadera en la región. En la actualidad se ha producido

una intensificación generalizada de las explotaciones y un considerable aumento

de la cabaña vacuna y orientación hacia especies caracterizadas por su elevada

producción de leche y carne.

El corcho se utiliza para la elaboración de colmenas al menos desde

época romana, según recomienda Columela por su escasa conductividad del

calor. En Extremadura, ha venido siendo la forma predominante de

fabricación colmenera hasta la imposición de otros tipos como los sistemas

Langstroth o Dadant, que permiten extraer los panales sin destruir la

colmena. Pueden ser de una sola pieza o enterizas, de dos piezas (de dos

paños o con hija), de tres y hasta de cuatro paños.

Algunas comarcas cacereñas, como Las Hurdes o Las Villuercas,

destacan por la cantidad y calidad en la producción de miel. Allí aún se sigue

practicando una apicultura artesanal basada en métodos y conocimientos

tradicionales.

Aún persiste una cierta proporción de ganado trashumante, que cada año baja de Castilla para pasar la

invernada en los campos de Plasencia, Cáceres o Navalmoral, arrendando para ello los pastos de las dehesas.

En muchos casos, los movimientos trashumantes todavía se realizan a pie, lo que obliga a llevar a los pastores un

precario equipaje personal y a obtener del entorno, en particular de las reses, lo necesario para sobrevivir. La

vivienda, en esas condiciones, es también precaria, predominando los chozos de diferentes tipos; sin embargo,

en los últimos decenios la incorporación de vehículos a motor permite a estas personas mantenerse en contacto

con las poblaciones y abastecerse de todo lo necesario.

Es bien conocida la abundancia de la cabaña ovicaprina cacereña, formada

por reses que pastan en los campos adehesados y en las alturas de los Valles del

Jerte, Las Hurdes, Sierra de Gata, etc. Tradicionalmente, la lana se llevaba a

lavaderos como el de Malpartida de Cáceres y se exportaba o se utilizaba en la

confección de paños y lienzos.

Zurrón de cuero

Carranca o collar para perro

Colmena de corcho

En la sala 9, la ganadería está representada con dos yugos (boyero y de

caballerías), una collera y otros elementos; sobre el pastoreo y apicultura se

exponen varios enseres, como el zurrón, cayado, gancho, tijeras del esquileo,

campanillos o el curioso collar de perro (carranca) y un modelo a escala de chozo

de pastor.Tijeras del esquileo

Page 7: Exposición permanente del museo de cáceres

CAZA Y PESCA

La colocación de cepos y lazos para conejos y liebres o de trampas para perdices, tordos y otras

aves ha sido una práctica habitual en las áreas rurales cacereñas. Al mismo tiempo, también se han

utilizado este tipo de técnicas de caza para controlar la población de alimañas o de especies dañinas para

la agricultura o el ganado. El uso de la escopeta ha estado escasamente extendido a causa del elevado

coste tanto del arma como de los cartuchos y de las dificultades para conseguir una licencia. Por otro lado,

el desigual reparto de la propiedad de la tierra ha hecho que muchas de las personas que se dedicaban a

la caza, aun ocasionalmente, fuesen furtivos a quienes no les interesaba alertar a los guardas con el ruido

de los disparos.

Cepo ibérico

El cepo utilizado en nuestra provincia corresponde al tipo

llamado ibérico, formado por la traba y el rabo, siendo su plancha

de disparo en forma de tambor; especialmente concebido para la

caza del conejo, se fabricó masivamente en Don Benito (Badajoz)

según un modelo desarrollado en 1900.

Un modo de vida ya prácticamente desaparecido ha sido la pesca fluvial, que en nuestra provincia

tuvo sus puntos más importantes en las cuencas de los ríos Tajo y Alagón. Garrovillas, Ceclavín,

Torrejoncillo y Plasencia han sido las poblaciones donde esta actividad alcanzó mayor importancia. El tipo

de barca más utilizado en el Tajo posee una característica forma triangular y se usaba tanto para

desplazarse por el río como para lanzar las redes, recoger y trasladar las capturas.

Los aparejos de pesca más frecuentes

son el trasmallo, red triple en que la

malla central tiene los rombos mucho

más pequeños que las dos exteriores o

albitranas, la traviesa, red similar al

trasmallo pero de una sola pieza, o la

tarraya, que es una red de forma

circular. Tradicionalmente se utilizaba

para la confección de redes el hilo de

torzal, si bien desde la década de 1960

se popularizó el nylon; las agujas

apuntadoras son de diferentes tamaños

según su finalidad, ya sea para coser

desperfectos, montar el trasmallo o tejerla albitrana.

La sala 9 alberga diferentes piezas relacionadas con la caza, tanto de

pequeños animales, como ratones o páajaros, como de alimañas y

conejos. Destacan los dos cepos ibéricos, fabricados en Don Benito y los

polvorines de cuerno, ricamente decorados en un fino trabajo propio de

pastores.Polvorín de cuerno

Barca del ríoTajo

Page 8: Exposición permanente del museo de cáceres

La tarea de tejer la red fue casi siempre patrimonio de las mujeres,

mientras que los hombres se reservaban la faena de armar las redes con las

corchas de la parte superior y los plomos de la inferior. Las técnicas de pesca

con red eran variadas: de cerco, participando tres o más embarcaciones; de

rastreo, empalmando varios trasmallos a lo ancho del río, de costana en las

orillas, con tarraya, de atranque, etc. Con ellas se capturaban bogas, barbos,

carpas, tencas o lampreas entre otras especies.

Ocupando una posición principal en la sala 10 se expone una de las últimas barcas del Tajo, con su

tradicional forma triangular, acompañada de una completa red (trasmallo) de nylon y tres agujas para su

reparación.

Agujas

Page 9: Exposición permanente del museo de cáceres

TRANSFORMACIÓN DE RECURSOS

Queso, aceite y vino

Los productos procedentes de la caza, pesca, recolección, agricultura, ganadería y actividades

extractivas, requieren un proceso de transformación para su conversión en alimentos o bienes de

consumo. Hasta la industrialización, estos procesos de manufacturado se realizaban aprovechando como

fuentes de energía la fuerza animal, humana o del agua en movimiento. Todas estas actividades de

transformación dieron lugar a la especialización en el trabajo y al surgimiento de oficios y talleres, a veces

familiares, y en otras ocasiones organizados a través de gremios y hermandades. Pero muchas de ellas

siguieron realizándose de forma casera como medio de autoabastecimiento de alimentos básicos para el

consumo familiar.

El queso, elaborado principalmente por los pastores, requería

la utilización de una sencilla tecnología pero de un complejo

conocimiento del proceso químico de fermentación láctea con cuajo

natural. La importante cabaña ovicaprina de la provincia fue siempre

una excelente materia prima para la generación de una gran variedad

de quesos artesanos que aún pervive.

El aceite de oliva continúa siendo uno de los pilares de la

alimentación humana además de otros usos presentes y pasados,

como la iluminación. Su prensado en la almazara se hacía usando

grandes capachos de esparto superpuestos. El vino casero o de

pitarra, se sigue elaborando en numerosas localidades de la

provincia, utilizando para ello la característica prensa artesanal.

La fabricación de queso se representa en la sala 10

con la mesa utilizada para ello (esprimijo) junto a cinchos de

diferentes materiales, como el esparto, la madera y la

hojalata, además de una paleta de madera. La elaboración

del aceite se ilustra con un capacho de esparto, de los

utilizados para el prensado de la aceituna en las almazaras,

un modelo a escala de una almazara propia del sur de la

península, dos cántaras para contener aceite y una medida

de las utilizadas tradicionalmente en el comercio de este

producto. Una prensa de vino, procedente de Arroyomolinos

de la Vera, y de las utilizadas en los hogares tradicionales

para la elaboración del vino de pitarra sirve para representar

la transformación de la uva en vino.

Cántara de aceite

Prensa de vino

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OFICIOS

Carpintería

A pesar de ser tan necesario, y de que ha sido practicado desde

muy antiguo, el oficio de carpintero en nuestra provincia es mucho

menos conocido que otros que han atraído la atención de los

estudiosos.

La riqueza forestal del territorio cacereño ha permitido la existencia de

una tradición de buenos artesanos de la madera, que se han empleado

tanto en tares auxiliares de la construcción, realizando vigas, marcos,

puertas y ventanas como en la confección de mobiliario y otros

elementos necesarios para la vida cotidiana, tales como carros, aperos

de labranza o utensilios domésticos de todo tipo.

Históricamente han destacado los carpinteros de Ceclavín por su maestría en la elaboración de

sillones, escaños, arcas y arcones, mientras que es bien conocida la destreza de los artesanos de

Garrovillas en la realización de las artísticas puertas de la localidad, además de barcas y todo tipo de

muebles así como en la talla de elementos auxiliares como especieros o soportes de almirez. Más

recientemente, Hervás se ha erigido en un importante centro productor de muebles, incorporando ya

nuevos métodos industriales en la fabricación de los mismos.

Otras localidades, como Villanueva de la Vera, Ahigal o Plasenzuela se caracterizaron por la

elaboración de sillas, bien torneadas o bien con asiento de enea, mientras que la talla de pequeños

elementos de madera la podemos encontrar por toda la provincia.

Puertas de alacena

Fuera de las vitrinas de la sala 10 se reserva un pequeño

espacio para presentar algunos objetos representativos de la

carpintería en la provincia, como un gran sierro metálico de los

utilizados en Brozas tanto para la tala de árboles como para la

elaboración de tablones, y las puertas de una alacena casera fabricada

por carpinteros de Garrovillas. En una vitrina plana se exponen

diferentes herramientas de carpintero, utilizadas en las diferentes fases

de la transformación de la madera y fabricación de muebles y enseres;

entre estas piezas destacan la azuela metálica, la segureja para el

descortezado, el gramil, para confeccionar espigas o el garlopín para

hacer rebajes.

Azuela

Garlopa para hacer molduras

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Orfebrería

El de orive ha sido un oficio muy arraigado en poblaciones como

Zarza la Mayor, Ceclavín y Torrejoncillo, y más recientemente Trujillo y

Cáceres. Allí, los orives o filigranantes han desarrollado su labor siempre

de forma artesanal, transmitiéndose los conocimientos de padres a hijos

mediante libros de recetas y plantillas para la confección de las joyas; los

propios artesanos salían a vender sus mercancías por los pueblos de

alrededor en las vísperas de las fiestas patronales.

Los metales trabajados han sido el oro y el cobre, imponiéndose últimamente

la plata, todos ellos en forma de hilo. Los hilos de oro se obtienen pasándolo por el

banco de estirar, donde se les da el grosor deseado tirando con el timón del hilo

sujeto por la tenaza. Existe también un torno de mano que se usa para obtener un

hilo aún más fino.

Con las pinzas se va dando forma al hilo y el volumen de la pieza se obtiene

martilleando con el vástago en la embutidera. Cuando se tienen todas las piezas

hechas, se sueldan con fuego de candil, y posteriormente se lava el oro con arena y

agua. Las piezas de cobre y plata se doran y se bruñen.

Hay una gran variedad de joyas realizadas a base de

filigrana, pero destacan la Cruz de pebas, llamada de

Pingayo en Montehermoso, la tembladera de origen

salmantino y el galápago, de aspecto macizo. Además, se

trabajan pendientes de media luna y arracadas, gargantillas,

alfileres para el pelo y las cruces llamadas veneras.

OFICIOS

La vitrina 40 exhibe un taller de orive prácticamente completo,

procedente de Ceclavín. Se pueden ver desde la mesa de trabajo hasta el

banco de estirar, incluyendo el tas o bigornia, crisoles para la fundición, tenazas

y martillo de fragua o el fuelle utilizado para avivar el fuego. Por su parte, la

vitrina 20 alberga algunos objetos también propios del orive, como los libros de

modelo, que pasaban de generación en generación, el barreño cerámico para el

abrillantado de las piezas y una selección de joyas tradicionales, entre las que

destacan las cruces de Pebas o pingayo, los pendientes de penderique, etc.Fuelle de fragua

Pendientes de cinco picos

Collar de galápago

Tas o bigornia

Libro de modelos

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Manufactura textil

La obtención del tejido requiere una tarea previa de transformación

de las materias primas básicas, que son el lino y la lana. A finales del

siglo XVIII funcionaban en la provincia de Cáceres 229 telares de paño de

lana y 560 de lienzo de lino, destacando las poblaciones de Casatejada,

Torrejoncillo, Hervás, Torremocha y Villa del Campo entre los pañeros, y

Plasencia, Alcuéscar, Almoharín, Casar de Cáceres o Garganta la Olla

entre los de lienzo. También se fabricaron medias de seda en

Arroyomolinos, y cordón en Casas de Millán, pero sólo en algunos de

aquellos talleres, como Hervás o Torrejoncillo, podía hablarse de una

organización industrial del trabajo, siendo en los demás un negocio

puramente doméstico que sólo ocupaba a los miembros de la familia.

Particularmente, la fabricación de lienzo solía estar destinada al

autoconsumo familiar en forma de toallas, ropa interior, manteles, sacos y

alforjas.

OFICIOS

Tanto la fibra del lino, una vez limpia, machada y rastrillada con la

rastra, como la lana, después de esquilada, lavada, escarmenada y cardada

con las cardas, se hilan colocando el copo en la parte superior de la rueca y

arrollando una de sus hebras al huso, el cual se hace girar para ir formando el

hilo. La husada o hilo así obtenido se pasa al madejador y posteriormente se

guarda en forma de madejas que se devanarán en la devanadera o en el torno

de hilar, quedando listas para formar en el telar la urdimbre o armazón del

tejido o bien la trama del mismo.

En la sala 11 se expone una rastra para el lino, consta de una tabla

rectangular de madera con una especie de cepillo de puntas de forma circular en el

centro, ceñido por dos aros metálicos. El orificio del extremo servía como

agarradera y para introducir el pie cuando se trabaja en el rastrillado. Cinco ruecas

de distintos tipos, instrumentos formados por una varilla larga y fina de madera que

es coronada en su parte superior por un abultamiento llamado rocador en el que se

coloca el copo de fibra; el rocador puede ser fijo, a menudo formado por la propia

vara que ha sido rajada longitudinalmente o por labor de cestería, o móvil (de

cobertura) con una pieza a modo de caperuza troncocónica realizada en cartón, tela

o fibra. La vitrina aloja también tres husos, útiles que constan de un palo cilíndrico

con una ranura en espiral en la parte superior por donde pasa el hilo, y un rodete o

tortera más ancho en la parte inferior. Uno de ellos lleva en su parte inferior un

pequeño gancho metálico destinado a trenzar una segunda hebra, ya que pertenece

a un telar mecánico que elaboraba hilo de dos hebras.

Madejador

Rastra para el lino

Huso

Lanzadera

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Fuera de vitrinas, se puede ver un madejador o

aspa cruciforme procedente de Montehermoso; el hilo

se colocaba en la parte exterior de los brazos, siendo

abatible uno de ellos para poder sacar la madeja al

finalizar el trabajo. Además, se expone una devanadera

formada por un armazón de seis varas verticales que

unen dos aspas estrelladas en los extremos; se asienta

sobre un cajón destinado a guardar los ovillos que se

iban formando. Junto a ella, podemos ver un torno

canillero, que servía para hacer canillas (ovillos de hilo

para la trama del tejido); para ello se colocaba un eje

metálico en la parte opuesta a la rueda y en él se

encajaba la canilla sobre la que se iba enrollando el hilo

con el movimiento manual de la rueda. Algunas de

estas canillas pueden verse en la cajita de madera que

se expone en la vitrina; en la misma vitrina también hay

cuatro ovillos de hilo de lino dispuestos para formar la

urdimbre, así como un rollo de lienzo de lino.

La pieza que reviste quizá mayor interés es el telar manual, procedente de Torrejoncillo. En él, los

hilos que formaban la urdimbre se disponían en el enjulio o rollo de la parte posterior para, pasando a través

de los lizos y peines, como los que cuelgan en la pared de la sala, ser tejidos con el hilo de la trama que el

tejedor pasaba de lado a lado mediante la lanzadera en la que se alojaba la canilla. Algunas de estas

lanzaderas pueden verse en las vitrinas, siendo la más grande procedente de un telar mecánico de Hervás, y

las restantes de Campillo de Deleitosa.

Telar manual