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Tratado sobre idolatría en Israel, sus dificultades y sus aplicaciones en la vida diaria
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LA REFORMA DE JOSAS
2 Re 23, 4-15
RIDER ROVALINO MACAS GUTAMA
FUNDACIN UNIVERSITARIA SAN ALFONSO
PROGRAMA DE TEOLOGA
BOGOT D.C.
2014
LA REFORMA DE JOSAS
2 Re 23, 4-15
RIDER ROVALINO MACAS GUTAMA
TRABAJO DE GRADO
Tutor
MBA. ELIZABETH R.
FUNDACIN UNIVERSITARIA SAN ALFONSO
PROGRAMA DE TEOLOGA
BOGOT D.C.
2014
Nota de aceptacin
___________________________
___________________________
___________________________
___________________________
___________________________
Firma del Presidente
___________________________
Firma del Presidente del Jurado
___________________________
Firma del Jurado
___________________________
Firma del Jurado
___________________________
Bogot D.C. 18 de Noviembre de 2014
DEDICATORIA
A
Mis Padres:
Jorge Macas
Angelina Gutama
AGRADECIMIENTOS
A
Yahv,
CssR,
Elizabeth R,
Andrea R,
P. Samuel Torres.
Cuando Dios desaparece del horizonte el hombre cae en la esclavitud de las idolatras,
como han demostrado en nuestro tiempo los regmenes totalitarios, en la esclavitud de
diversas formas de nihilismo que hacen al ser humano dependiente de dolos.
(Benedicto XVI)
INTRODUCCIN
El estudio de la Biblia est pasando por un periodo de agitacin y cambios rpidos. Cada
vez aparecen ms mtodos de estudio que enriquecen la investigacin, pues la lectura
inteligente de la Biblia requiere una serie de pasos metodolgicos que permiten analizar y
entender el sentido profundo del mensaje de Dios en la vida humana. Hoy en da, los
crticos histricos se dirigen al estudio de la Biblia tal como haran al estudio de Homero,
Tucdedes, Dante o Shakespeare, descubriendo en el camino las peculiaridades de la
literatura bblica1. Sin embargo, el estudio de la Biblia no se agota a pesar de la vieriedad
de mtodos, ya que la Biblia sigue siendo un libro lleno de mensaje para ayer, hoy y
siempre.
En este sentido, este trabajo se aproxima al estudio del texto de (2 Reyes 23, 4 15) desde
el / la:
Contexto histrico, sociocultural, poltico y religioso,
Contexto literario y semntico de (2 Re 23, 4 15),
Teologa deuteronomista de la historia de los libros de los reyes.
Para plantear:
Hermenutica de 2 Re 23, 4 15.
Y como se sabe la Biblia ms all de ser sobrenatural, es la historia de un pueblo que
reconoce la presencia de Dios. Al respecto, bien dice el Santo Concilio en la Constitucin
Dogmtica Dei Verbum N. 12; habiendo, pues, hablando dios en la Sagrada Escritura por
hombres y a la manera humana, para que el intrprete de la Sagrada Escritura comprenda lo
1 K. Gottwald Norman, La Biblia Hebrea; Una Introduccin Socio-Literaria, Edit. Fortress Press, Filadelfia
(EUA) 1992. 6
que l quiso comunicarnos, debe investigar con atencin lo que pretendieron expresar
realmente los hagigrafos y plugo a Dios manifestar con las palabras de ellos2.
Ahora bien, el relato acerca de la llamada del rey Josas, que se habra
llevado a cabo a nivel concerniente a la reorganizacin del culto a Yahv y tiene el carcter
de una accin especial y nica. A ello se refiere los textos de (2 Reyes 22, 3. 23, 3; 23, 8. 9.
21-23. 24. 25; par. 2 2 Crnicas 34, 8-35,19).
La investigacin en cierta manera pretende responder: Cules son los motivos de la
reforma? Los criterios utilizados por Josas para llevar a cabo? y Cul es la finalidad de la
misma? Para qu sirvi entonces la ? Ahora bien, los objetos que haban sido
fabricados tanto para Baal, Aser y a los ejrcitos de los cielos Por qu son importantes en
la actual investigacin? Antes de decir que son representaciones de dioses son formas de
deshumanizacin, pues el culto puede liberar, pero tambin puede esclavizar (coartar la
conciencia crtica).
Captulo 1, consiste en la aproximacin al contexto religioso, poltico de la reforma de
Josas para descubrir el rol de los profetas, sacerdotes, de las divinidades y el culto en la
poca aproximada de la reforma de Josas. Adems, se hace una aproximacin a los
aspectos literarios y a las fuentes.
Captulo 2, consiste en la aproximacin al contexto literario exegtico, para descubrir en
el texto las lneas teolgicas de la reforma de Josas.
Captulo 3, consiste en la aproximacin a la teologa deuteronomista de la historia de los
libros de los reyes, para descubrir la teologa del templo, las implicaciones teolgicas de la
adoracin, la teologa de la alianza y por ultimo dejar claro que la nica imagen de Dios es
el mismo hombre.
Captulo 4, consiste acercarse a las categoras descubiertas del estudio anterior para aplicar
a la actualidad, donde an los dolos residen en el gran templo tierra.
2 Constitucin Dogmtica, Dei Verbum; Sobre la Divina Revelacin II, Roma 1965, 12
JUSTIFICACIN
Teniendo en cuenta lo anterior, la presente investigacin pretende reconocer a partir de un
anlisis crtico y exegtico del texto bblico de la reforma de Josas, una lectura teolgica
desde la toma de conciencia crtica para ser capaz de reconocer a Dios de la vida. Por otro
lado est la extirpacin de los dioses como signo de renovar la alianza con Dios. Para ello,
se ha de tener en cuenta que la extirpacin es consecuencia de una formacin de la
conciencia y no de una ejecucin jurdica. Adems, reconocemos la dura tarea de sacar
estas deidades del pueblo. Parece no haber logrado con la reforma, pues hasta los das de
Jess aun existan personas que acudan a sus deidades para consultar y no decir hasta
nuestros das cuando no es extraordinario ver gente que acude a sus deidades en bsqueda
de sus intereses.
As entonces, extirpacin de objetos religiosos, adoracin, culto, alianza, profanar y el
mismo contexto histrico se vuelven categoras fundamentales en el estudio de la reforma
religiosa. Desde luego, la Biblia no es sino el proceso de descubrimiento del rostro de Dios
y para ello la pedagoga utilizada con frecuencia es ir aclarando lo qu no es Dios.
Pregunta
Cul es la comprensin que Josas tiene del rollo de la Ley para emprender la reforma
religiosa? 2 Reyes 23, 4 15.
Objetivo General
Realizar un estudio histrico exegtico teolgico - hermenutico de la reforma religiosa
de Josas a partir de una fundamentacin bblico-teolgica para entender su propsito en el
pueblo de Israel. Para la contribucin cientfica a la formacin teologa bblica en estos
tiempos de idolatra y muerte.
CONTENIDO
JUSTIFICACIN ........................................................................................................................ 8
Objetivo General .......................................................................................................................... 8
CAPITULO I ............................................................................................................................... 13
1. CONTEXTO SOCIOCULTURAL DE LA REFORMA DE JOSAS .................................... 13
1. Contexto religioso y poltico ............................................................................................. 13
1.2 Contexto poltico de la poca ........................................................................................ 14
1.3 Contexto religioso de la poca ...................................................................................... 21
1.3.1 Los Profetas .......................................................................................................... 23
1.3.2 Sacerdotes ............................................................................................................. 25
1.3.3 Divinidades ........................................................................................................... 26
1.4 Canan ......................................................................................................................... 26
1.5 Algunas Divinidades ..................................................................................................... 27
1.5.1 Astart .................................................................................................................. 27
1.5.2 Moloc/Milkon ....................................................................................................... 28
1.5.3 Cams (Kamos o Kemosh) .................................................................................... 28
1.5.4 Asher .................................................................................................................. 29
1.5.5 Tammuz ................................................................................................................ 30
1.5.6 Dagn ................................................................................................................... 30
1.6 El culto de Baal en Israel .............................................................................................. 30
1.7 Elementos balicos de Yahv ........................................................................................ 31
1.8 Presencias de divinidades en Jerusaln .......................................................................... 32
1.9 Culto domstico, local y oficial ..................................................................................... 33
1.10 Josas (641/640-609 A. C.) ............................................................................................ 35
1.10.1 Poltica .................................................................................................................. 36
1.11 Fuentes del libro de los reyes ........................................................................................ 38
1.12 Aspectos literarios ........................................................................................................ 39
1.12.1 Material redaccional Deuteronomista .................................................................... 39
1.12.2 Fuentes histricas oficiales .................................................................................... 40
1.12.3 Otras fuentes histricas ......................................................................................... 40
1.12.4 Fuentes profticas ................................................................................................. 41
1.13 Los libros de los Reyes son documentos histricos? .................................................... 41
1.14 Cundo se escribi el relato de la reforma de Josas? ................................................... 42
CAPITULO II .............................................................................................................................. 44
2. CONTEXTO LITERARIO ................................................................................................... 44
2.1 Delimitacin ................................................................................................................. 44
2.1.1 Indicaciones de tiempo .............................................................................................. 44
2.1.2 Indicaciones de lugar ................................................................................................ 45
2.1.3 Indicaciones de personajes ........................................................................................ 48
2.1.4 Indicacin por tema................................................................................................... 49
2.2 Texto ............................................................................................................................ 50
2.3 Contexto remoto ........................................................................................................... 56
2.3.1 Ezequas (715-687) (2 Re 18, 1-20, 21) ................................................................. 57
2.3.2 Manases (687-642) y Amn (642-640) (2 Re 21, 1-26) .......................................... 58
2.3.3 Josas (640-609) (2 Re 22, 1-23, 30) ...................................................................... 59
2.3.4 Joacaz (609) y Joaquim (609-598) (2 Re 23, 31-24, 7) ........................................... 59
2.3.5 Jeconas (598-597) y Sedesas (597-587) (2 Re 24, 8-25, 30) ................................. 59
2.4 Contexto inmediato ....................................................................................................... 60
2.5 Previo a la estructura interna de la percopa ................................................................... 62
2.6 Macroestrutura.............................................................................................................. 63
2.1.1 Restablecer la alianza (2 Re 23, 1-3) ...................................................................... 69
2.1.2 Purificacin del culto ............................................................................................ 69
2.7 Anlisis semntico ........................................................................................................ 70
2.7.1 Casa de Yahv ...................................................................................................... 70
2.7.2 El templo de Salomn ........................................................................................... 71
2.7.3 Los lugares altos ................................................................................................... 73
2.7.4 Profanar - ........................................................................................................ 75
2.7.5 Adoracin ................................................................................................. 76
2.7.6 Quemar ........................................................................................................... 78
2.7.7 Cortar .............................................................................................................. 80
2.7.8 Monte ................................................................................................................... 80
2.7.9 Piedra ................................................................................................................... 81
2.7.10 Carro..................................................................................................................... 83
2.8 Conclusiones del analices semntico ............................................................................. 83
CAPITULO III ............................................................................................................................ 85
3. TEOLOGA DEUTERNOMISTA DE LA HISTORIA DE LOS LIBROS DE LOS REYES . 85
3.1 La centralidad de la teologa deuteronomista de la historia de libro de los reyes ............ 86
3.2 La estructura teolgica de la obra histrica dentro de los libros de los reyes .................. 88
3.3 Teologa del templo ...................................................................................................... 91
3.3.1 El templo, sede la presencia divina ........................................................................ 91
3.3.2 El templo, signo de eleccin .................................................................................. 92
3.3.3 Simbolismo del templo? ...................................................................................... 93
3.3.4 Oposicin contra el templo .................................................................................... 94
3.4 El rey como mediacin ................................................................................................. 95
3.5 Adoracin ..................................................................................................................... 98
3.5.1 El celo de Dios en el corpus deuteronmico .......................................................... 98
3.5.2 La prohibicin de adorar a dioses extranjeros ........................................................ 99
3.5.3 Prohibicin de imgenes ..................................................................................... 100
3.6 Alcance teolgico del ..................................................................... 101
3.7 El culto como mediacin ............................................................................................. 103
3.8 Alianza ....................................................................................................................... 105
3.8.1 El Deuteronomio ................................................................................................. 106
3.8.2 Pentateuco .......................................................................................................... 107
3.8.3 Los profetas ........................................................................................................ 108
3.9 La alianza renovada: el Deuteronomio ........................................................................ 108
3.9.1 Las dos alianzas .................................................................................................. 109
3.9.2 La alianza de Horeb ............................................................................................ 110
3.9.3 La alianza en el pas de Moab .............................................................................. 111
3.9.4 La articulacin teolgica de las dos alianzas ........................................................ 111
3.10 Reflexiones teolgicas sobre el mandamiento y la alianza ........................................... 112
3.11 La resistencia relacionalidad de Yahv: alianza pathos ............................................... 113
3.12 Sanciones de la alianza ............................................................................................... 114
3.13 Hacia una alianza nueva .............................................................................................. 114
3.14 La obligacin de escuchar y hacer justicia ................................................................... 117
3.15 El hombre imago Dei .................................................................................................. 118
CAPTULO VI .......................................................................................................................... 119
1. A MANERA DE CONCLUSIN: HERMENUTICA DE 2 RE 23, 4 - 15 ........................ 119
4.2 El capitalismo como religin (Walter Benjamn) ............................................................. 120
4.2 El neoliberalismo como sistema de creencias (Juan Jos Tamayo) ................................... 121
4.3 Los antiguos dioses salen de sus tumbas (Frank Hinkelammert) ...................................... 123
4.4 Baal; una realidad engaosa (Joseph Ratzinger) .............................................................. 124
4.5 Consecuencias de la idolatra en Amrica Latina ............................................. 125
BIBLIOGRAFA ....................................................................................................................... 129
FUENTES ................................................................................................................................. 129
1. Fuentes del contexto histrico ......................................................................................... 129
2. Fuentes del contexto literario .......................................................................................... 129
3. Fuentes del contexto teolgico ........................................................................................ 130
4. Fuentes del contexto hermenutico ................................................................................. 131
13
CAPITULO I
1. CONTEXTO SOCIOCULTURAL DE LA REFORMA DE JOSAS
El contexto sociocultural de la reforma de Josas tiene el objetivo de ubicar en la historia en
relacin con la historia, la sociedad y la cultura de la poca.
1. Contexto religioso y poltico
Para los arquelogos y los historiadores, el ao 1200 a.C. marca el final de la Edad de
Bronce, el siguiente perodo, la Edad de Hierro 1200-900, es decisivo. Como escribe J. B
Humbert, 3. Los primeros
reinados de los que habla la Biblia: Sal y David, corresponden ms o menos al cambio del
milenio, las fechas aproximadas son 1030-1010 para el reinado de Sal, y 1010-970 para el
de David, por lo tanto, el periodo monrquico, que tiene su fin con la toma de Jerusaln en
el 587, se extiende, aproximadamente en un periodo de cuatros siglos y medio4.
La historia de los reinos de Israel y de Jud se cruza necesariamente con la de sus vecinos y
con la de los grandes imperios, los relatos de campaas, los anales y las crnicas de los
soberanos asirios y babilonios permiten excelentes comprobaciones de los datos bblicos,
aunque numerosos datos an siguen siendo oscuros, el perodo monrquico de Israel y de
Jud aparece como uno de los mejores documentados de la historia bblica.
3 Citado por Noel Damien, En Tiempo de los Reyes de Israel y de Jud, a , en Archologie, Art et Histoire de la Palestine (Cerf, Paris 1988) 71. 4 Noel Damien, En Tiempo de los Reyes de Israel y de Jud, Cuadernos bblico 109. Edit. Verbo Divino, Estella
2002, 5
14
1.2 Contexto poltico de la poca
A la vista del hundimiento del estado de Israel, Jud estaba condenado a la inactividad
poltica, de lo contrario correra la misma suerte del reino vecino, por esta razn, qued
propenso a la intervencin de los asirios. De esta manera, la poca subsiguiente a la cada
de Samaria hasta el final del siglo VII se vio conmovida por toda una serie de movimientos
levantiscos y coaliciones anti asirias, en las que finalmente tambin se vio afectado
Ezequas de Jud5. Esto motiv al gran rey asirio a intervenciones, que sustancialmente se
desarrollaron con xito, pero debi de ser grande la tentacin, en especial para los estados
pequeos, de sumarse a coaliciones contra los asirios, y Jud tampoco se mantuvo al
margen de tales seducciones. Esto lo observ y enjuici el profeta Isaas en Jerusaln desde
muy cerca.
Isaas estaba profundamente convencido de que con las conspiraciones Jud no hara otra
cosa sino llamar la atencin y al fin nadie podra prestarle ayuda. Por eso, antes que
conspirar l, reforz la guardia con decisin y calma. Fue tal vez en esta poca de gran
actividad poltica y diplomtica6 cuando l pronuncio las famosas palabras: (Is 30, 15). Se observa adems que Jud tena tambin
a su favor su situacin geogrfica, ya que, se encontraba apartado de los principales
escenarios blicos (interesante este punto, pues Josas muere fuera de su territorio), en zona
montaosa, no en las llanuras costeras. Se encontraba suficientemente al sur para no
despertar sospechas de hallarse implicado en la poltica coalicionista siria. Adems, el gran
rey pudo darse por plenamente satisfecho con los tributos judaicos.
Jud quedara a salvo aun durante los levantamientos de Jamat y Gaza en el ao 720 y de
Asdod en 713-711; slo cuando manifest sus sentimientos antiasirios, tuvo que pasar
calamidades a propsito de las sublevaciones acaecidas el ao 701 en Ascaln y Ecrn7. En
5 Herrmann Siegfried, Historia de Israel; en la poca del Antiguo Testamento., Edit. Sgueme, Salamanca
1979, 327. 6 Ibd., 327.
7 Ibd., 328.
15
el ao 720 se sublev el centro-sirio Jamat, o mejor dicho, el residuo estatal que haba
quedado tras la reduccin de ese estado realizado en el ao 738. De esta manera, todo el
territorio pas a formar parte del imperio asirio como provincia de . Adems se
sublev el rey Hann (Hanno) de Gaza, desde luego con la ayuda de los egipcios. Por su
parte, el rey de Gaza en alianza con los egipcios perdi la beligerancia y se convirti Gaza
en provincia de asiria.
En los aos 713-711 se produjeron otras sublevaciones, que partieron de la ciudad filistea
Asdod, inicio suspendiendo sus tributaciones y supo estimular a otros estados a formar
coaliciones anti asirias. Se dice Sargn que en las hostilidades tambin participaron 8. Egipto apoyo las sublevaciones de los
pases que tomaban la iniciativa, con la finalidad de defender su propio territorio y por ende
detener a los asirios. El rey egipcio de esta poca fue el rey Schabaka, famoso tambin por
otros documentos (712-698 a. C), que perteneca a la XXV dinasta, ms conocida por la
dinasta de los 9. Eran los tiempos en que en Egipto predominaban los
soberanos del lejano sur, procedentes de la regin de Sudn. Al parecer, tambin Ezequas
sinti la tentacin de aliarse con esos reyes.
En (Is 18, 1-6) se hace referencia a ciertos emisarios, que sin duda haban llegado a
Jerusaln para negociar una alianza, entre Egipto y el reino de Jud. As pues, en la poca
de la sublevacin de Asdod, Isaas proclam su opinin de forma totalmente drstica,
cuando l, descalzo y con la parte superior del cuerpo desnuda, correteaba de un lado para
otro, para indicar que el rey de los asirios se llevara desnudos y descalzos a los egipcios y a
los etopes, precaviendo as a todos aquellos que aprestaran a pactar con Egipto (Is 20, 1-6).
Finalmente Asdod fue derrotado y huyo a Egipto, pero fue entregado a los asirios10
. Jud,
Edom y Moab, a pesar de sus sentimientos hostiles, se libraron una vez ms, pero al parecer
tan slo esperaban el momento oportuno para levantarse nuevamente contra los asirios. En
8 AOT, 351; ANET, 287.
9 Ibd., 329.
10 AOT, 350 s.; ANET, 286; TGI, 63S.
16
el ao 705 a. C. muri Sargn II y su hijo Senaquerib (705-681) vino a ocupar el trono, por
entonces aun el rey judaico Ezequas suspendi sus tributaciones; adems, parece que
elimin tambin los smbolos clticos asirios que haba en Jerusaln y que estaban
ordenados a representar all la supremaca asiria. Destroz adems otro smbolo, que hasta
entonces haba permanecido en Jerusaln, , ante la cual los israelitas quemaban incienso y a la que llamaban
(2 Re 18, 4).
Ambas acciones, la eliminacin de los objetos culticos asirios y la del Nejustn, suelen
denominarse la del rey Ezequas, reforma que a su modo anticip lo que ms
tarde realiz Josas a escala mucho ms amplia. Ezequas parece haber desempeado un
papel rector en el movimiento contra Asiria. (2 Re 20, 12-19) informa que Ezequaz haba
recibido una legacin del rey babilnico Merodac-Baladn (Marduk-apla-iddin II), de un
prncipe, que bajo Sargn II de 722-711 y ms tarde una vez ms bajo Senaquerib en 703
fue rey de Babilonia. Ezequas les ensea en Jerusaln a los babilonios los arsenales.
Tambin esta visita cuadra con los planes comunes contra Asiria.
Pero sobre todo se sublevaron, despus de subir Senaquerib al trono, las dos ciudades
filisteas de Ascaln y Ecrn. Senaquerib estuvo primeramente muy ocupado con las
numerosas rebeliones acaecidas en el interior de su reino. Hasta el 701 no se puso en
camino con intenciones blicas hacia Siria y Palestina. Haba conseguido recuperar el
mando aun en Babilonia y expulsar a Merodac-Baladn (Marduk-apla-iddin II). Acerca de
la campaa de Palestina poseemos mayor documentacin, sobre todo procedente del mismo
Antiguo Testamento. Entran en consideracin (2 Re 18, 13-37; 19), en gran parte idntico
con (Is 36. 37).
Senaquerib recorri rpidamente y sin resistencia el territorio sirio-fenicio e
inmediatamente se dirigi con mayor mpetu contra las levantiscas ciudades filisteas de
Ascaln y Ecrn, al mismo tiempo hozo su aparicin desde el sur un ejrcito egipcio, que
los reyes de Egipto habran acaudillado, como dice Senaquerib, aunque probablemente se
17
trataba tan slo de prncipes egipcios de ciudad y de distrito. Senaquerib bati a los
egipcios aproximadamente a la altura de Jerusaln y a continuacin reprimi a las ciudades
filisteas de Ascaln y Ecrn, sin embargo, Senaquerib no permaneci como sus
predecesores en la llanura costera, sino que, realiz un viraje lgico directamente hacia el
este, especialmente a Jerusaln, ah atac a Ezequas que era uno de los tributarios que se
resista a pagar.
Senaquerib, primeramente, ocup la tierra de Jud, 11
, aunque algunas fortalezas a sus inicios ofrecieron
resistencia, entre ellas Laquis, pero Senaquerib mand representar en los relieves de Nnive
el asedio y la conquista de Laquis12
. Senaquerib ocupa esa zona primeramente
prescindiendo de la capital, evidentemente como podra creerse, para hacer de esa zona una
provincia asiria. Pero curiosamente Senaquerib sigue entonces una poltica distinta: separa
las comarcas de Jerusaln y las distribuye entre los prncipes filisteos vecinos, que esta vez
se han mantenido leales, a saber: los reyes de Asdod, Ecrn y Gaza13
, pero en fin no se
constituye ninguna provincia de Jud. Adems, es posible que el gran rey mediante este
afianzamiento del poder filisteo se prometiera una ms eficaz proteccin de su reino contra
Egipto, como si all hubiera l creado una provincia asiria segn un patrn totalmente
propio. Herrmann propone que tal vez no quiso Senaquerib acercar demasiado hacia Egipto
con su sistema provincial, para no volver a provocar a los egipcios.
La ciudad de Jerusaln con su rey Ezequas fue cercada por las tropas asirias, esta situacin
de aislacin esta expresada con no menor claridad en (Is 1, 4-9), cuando el profeta dice que
. Se
alude a la situacin del restante pas de Jud al decir: . Sin embargo, Jerusaln qued a salvo y no fue conquistada, por consiguiente 11
Herrmann Siegfried, Historia de Israel; en la poca del Antiguo Testamento, o. c., 331. 12
AOB, 137-141; ANEP 372/3; Barnett-Forman, Palastreliefs, 44-49. 13
A. Alt, Die territorailgeschichitliche Bedeutung von Sanherbs Eingriff in Palastin a, 1930, en Kl. Shr. II, 242-249.
18
Ezequas permaneci en el gobierno. La razn de que la ciudad se salvara es un problema
especial, al que hasta hoy no se ha dado una respuesta satisfactoria, ya que el Antiguo
Testamento contiene noticias contradictorias y el cotejo con los textos asirios no permite
ninguna solucin segura14
.
Segn la versin de (2 Re 19, 35-37), muy conocida por cierto, el ngel de Yahv habra
descendido de noche sobre el campamento de los asirios matando a muchsimos hombres.
Por otra parte, se ha pensado en una epidemia quiz, esta postura ha sido probada
recientemente por W. Von Soden basndose en textos asirios y otros paralelos,15
pero
adems de esto el Antiguo Testamento nos habla de un gran tributo que Ezequas pag a
Senaquerib. Estas tres posturas no se excluyen, sino que se complementan. Ahora bien, en
cuanto a la ltima postura, la recuperacin despus que Senaquerib haba impuesto la
soberana filistea sobre la zona de Jerusaln, tuvo lugar posiblemente durante el largo
reinado de Manass, que sucedi en el trono a Ezequas.
El final de Senaquerib (2 Re 19,37) al parecer poco despus se su campaa palestinense,
fue asesinado por sus hijos. Este relato puede interpretarse como indicio de que alguna
especial situacin en la lejana Mesopotamia oblig a Senaquerib regresar a su patria. Ya
que, Senaquerib fue asesinado, pero slo veinte aos despus, en el ao 681. Aun cuando,
el narrador considera esta muerte violenta como castigo de Dios y precisamente es
asesinado en el templo de su propio dios, que no es capaz de librarlo16
. Con la muerte de
Senaquerib inici la decadencia del imperio asirio.
Hasta este punto, es posible inferir que existe noticia suficiente sobre el reino de Jud, pero
son mnimas las noticias que poseemos acerca del ulterior desarrollo de la historia de Jud
despus del 702 a. C. Hasta la subida del rey Josas al trono, o dicho ms exactamente,
14
Cf. Las reflexiones y referencias, formuladas teniendo en cuenta las noticias de Herodoto (libro II, 141), en W. Rudolph, Sanherib in Palastina: PJB 25 (1929), 75-80. 15
W. Von Soden, Sanherib von Jerusalem, 49-51. 16
Schokel Luis Alonso, Reyes, Edit. Cristiandad, Madrid 1973, 262.
19
hasta la realizacin de sus acciones clticas consideradas como , no
disponemos de ms noticias que las del captulo 21 de 2 Reyes.
Ahora bien, el reinado de Josas (640-639 a 609-608) tanto los acontecimientos nacionales
e internacionales fueron de una extraordinaria envergadura no slo para Jud y el territorio
de Israel ocupado por los asirios desde 722-721, sino para todos los pueblos de aquella
poca implicados en tales acontecimientos. Se inici el ascenso de Babilonia hacia su
ltima grandeza independiente con el comienzo del llamado dominio neo babilnico; en
esta poca se produjo el gran avance de los medos y de los umman-manda, pueblo escita de
conquistadores procedentes de las zonas montaosas del norte de Mesopotamia. Ante este
concentrado poder acabara por sucumbir el imperio asirio que de todas formas ya
empezaba a desmoronarse.
Al mismo tiempo, Egipto se haba fortalecido desde el advenimiento de la XXVI dinasta
de Sais, especialmente bajo sus primeros y enrgicos reyes Psamtico I y Nek II. Este
contexto ser determinante para Josas, pues todas sus empresas de rey, de un modo
voluntario o involuntario, se encontraban en relacin directa o indirecta con la coyuntura de
la poltica internacional de aquella poca. Tales empresas le abrieron posibilidades para una
nueva poltica independiente en el interior y el exterior; pero esta poltica decidi al mismo
tiempo la grandeza y lo trgico de este rey.
La llamada de Josas no slo se explica atendiendo a las circunstancias de la
poltica interior, sino que tiene sus races muy principalmente en las realidades de la
poltica internacional y en la situacin cultural de la poca. Aunque, conviene hablar
primeramente de los grandes movimientos que se producen en el mundo internacional de
entonces.
El imperio asirio desde Assurbanipal, pero especialmente desde Aschuretil-ilani y su
hermano Sin-schar-ischkun, se encontraba en vas de debilitamiento y finalmente de franca
decadencia, se fue haciendo cada vez ms difcil controlar el amplio sistema de provincias
y sujetarlo al territorio central. Las provincias se iban desgajando o se lanzaban a acciones
20
independientes, cuando surga alguna iniciativa en tal sentido. En la desembocadura del
ufrates se haba establecido nuevos elementos demogrficos y Nabopalassar logr
apoderarse del trono babilnico que se ubica en esta zona, fue proclamado rey el 625 a. C.,
y est considerado como fundador del llamado imperio neo babilnico. Es el padre de
Nobucodonosor quien influir en el rumbo posterior de Jud.
El imperio asirio se encontraba asediado por todos sus extremos. Mientras Nabucodonosor
pretenda la independencia de Babilonia desde los montes iranes; los medos irrumpieron
hacia la regin del Tigris y amenazaron directamente al territorio central asirio. Se
desprende aproximadamente el periodo que va de 616 a 609, cmo Asiria se fue debilitando
con guerras anuales y, cmo Babilonia de ao en ao se iba separando de Asiria, hasta que
por fin a los asirios no les qued sino su territorio medular y algunas regiones limtrofes por
el oeste.
La misma ciudad de Asiria parece haber sido tomada y destruida tan slo por los medos,
mientras que Nnive, donde reinaba el rey Sinschar-ischkun, sucumbi al avance conjunto
de babilonios y medos, la ciudad fue destruida el 612, pero a pesar de todo, la potencia
asiria todava no estaba extinguida totalmente. En Jarn, en la Mesopotamia occidental, un
cierto Aschur-uballit se elev a rey de Asiria, su reinado se sita ordinariamente en 611-
606, contra l se aliaron los ummannanda y el rey de Babilonia y tomaron la ciudad de
Jarn, ms tarde intent -Aschur-uballit apoyado extraamente por los egipcios-,
reconquistar pero fue impedido por los babilonios.
Es interesante la relacin entre los egipcios y los asirios en este tiempo, pues es evidente
que la decadencia del poder asirio estimul a los faraones de la fortalecida dinasta XXVI a
tomar nuevamente las posiciones que en otros tiempos ellos haban posedo. Los egipcios
apoyan por intereses propios, pues sus miradas iban principalmente dirigidas al puente
geogrfico palestino-sirio, que ellos trataban de controlar no slo por motivos de
expansionismo egipcio, sino tambin como proteccin contra los asirios y contra sus
nuevos adversarios.
21
Ahora bien, este apoyo de Aschur-uballit coincide cronolgicamente con la aparicin
atestiguada tambin en el Antiguo Testamento sobre el faran Nek en Palestina. Nek II
(610-595) fue el sucesor de Psamtico I. Ante l cay el rey Josas de Jud en el ao 609.
Aqu se engranan directamente noticias bblicas con los acontecimientos de la historia
universal. El imperio asirio, que 60 aos antes representaba todava la mayor potencia del
cercano oriente, quedaba definitivamente eliminado. A partir de este hecho Nek se
consider soberano de Siria y de Palestina, esta poca posterior a la muerte de Josas se
caracteriz por la extraordinaria transformacin de los complejos de fuerza en un marco
poltico-internacional17
.
1.3 Contexto religioso de la poca
Para reunir los datos anteriores hay que seleccionar con paciencia en los libros de los reyes
y en fuetes extra bblicas. En cambio, los datos sobre la poltica religiosa de los reyes judos
son abundantes. Dice -Jos Luis Sicre- antes de recogerlos hay que insistir en una cuestin
que ya indicamos a propsito de Israel: los editores de los libros de los Reyes se inventaron
una idea que aplicaron anacrnicamente, pero con toda desfachatez: . Cualquier otro lugar es inadecuado, aunque se encuentre en el
lugar ms tradicional y sagrado18
.
Por lo anterior, no extraa que de los veinte reyes judos, solo se exprese un juicio positivo
sobre ocho, entre ellos a Josas. Negativo sobre diez, sin embargo, de Robon y Atala no se
dice nada expresamente, pero se sobre entiende que el juicio es malo. En este orden de
ideas Sicre clasifica a los reyes en cinco apartados:
Reyes buensimos: el prototipo es David, que solo dio culto a Yahv y los dos
nicos reyes que se pueden poner a su nivel son Ezequas y Josas. Gracias a los
17
Herrmann Siegfried, Historia de Israel; en la poca del Antiguo Testamento, o. c., 327-240 18
Sicre Jos Luis, Introduccin al Antiguo Testamento, Edit. Verbo Divino, Navarra 2011, 415-416.
22
elogios que reciben por su entrega al Seor y las reformas religiosas que llevaron a
cabo (2 Re 18, 3-8; 22, 2ss; 23, 25)
Reyes buenos; En este grupo se encuentra As, Josafat, Jos, Amasas, Azaras,
Yotan. Solo dieron culto a Yahv, aunque toleraron el culto en las ermitas. Por
ejemplo, As en (1 Re 15, 12-15) es elogiado por su trabajo.
Reyes malos: Son aquellos que emiten los pecados de sus padres (tolerando el culto
fuera de Jerusaln), y no siguen lo bueno (la entrega plena a Yahv). Aqu est
Abas, Amn, etc.
Reyes malsimos: los que emparentan con la dinasta de Omr y la imitacin en su
culto a Baal: ; . Se
trata de Jorn (2 Re 8, 18), Ocozas (2 Re 8, 27) y Acaz (2 Re 16, 2-4).
Dos casos de maldad extrema, que imitan (Acaz, Manass). Acaz, ya apareci en el apartado anterior por su culto
a Baal; aqu se aade el sacrificio de su hijo: (2 Re 16,3). Pero el caso ms grave es el de
Manass, con todas sus idolatras, se esfuerza por irritar al Seor. Su pecado es tan
grave que vuelve a mencionarse en los reinados posteriores (23, 26-27; 23,3.4) y
justificar la catstrofe final de Jud19
.
Despus de Ezequas sucedi Manass, de l encontramos en (2 Re 21) y slo nos dice
cosas desagradables acerca de este rey: introdujo cultos extraos, derram sangre inocente
y como resultado los profetas se alzaron contra l, todo esto se explica muy bien en el
trasfondo de una poltica entregada totalmente a Asiria, que estuvo vinculada tambin al
reconocimiento de los cultos asirios. De la poca del reinado de Josas se nos dice
posteriormente que en Jud y en los alrededores de Jerusaln existieron cultos religiosos de
signo asirio, que ejercieron sus funciones sacerdotales extranjeros, y que all quemaron
19
Ibd., 416
23
perfumes en honor de Baal, del sol y de la luna, de los planetas y de toda la milicia celeste
(2 Re 23, 5).
Todo esto cuadra perfectamente con el culto astral de los asirios, Josas los suprimi, pero
tambin se dice que fueron reyes judaicos quienes lo instituyeron. Esto tuvo que ocurrir a lo
largo de aquella poca propiamente asiria en Jud, despus de 701. En ello tendra
Manass una intervencin esencial. No deja de ser curiosa una noticia trasmitida en (2
Crn 33, 11-13). Los asirios se habran llevado a Manass cargado de grillos a Babilonia;
pero l habra regresado posteriormente a Jerusaln.
Para concluir, resulta muy interesante el anlisis que ofrece Claburn (1973). A partir de (Dt
12, 3-6, 14, 24-26) y otros textos, deduce que la obligacin que tena el pueblo de ofrecer
los diezmos al templo de Jerusaln. Claburn sugiere la idea que entre otros objetivos, el rey
persegua la centralizacin de los fines fiscales. No es por tanto, casual que precisamente
en esta poca, aparezcan centenares de sellos grabados en aforas con las siglas lmlk, es
decir, o 20
.
1.3.1 Los Profetas
Cuando se lee el libro de los Reyes sin conocer la historia del profetismo, se tiene la
impresin de que todos los grandes profetas provienen del Norte (Israel), mientras que en
Jud hay pocos, pero cuando se lee con detenimiento el relato se advierte que es una figura
ms simblica que real. Solo hay dos personajes importantes: el profeta Isaas, en tiempo
del rey Ezequas, y la profetisa Hulda (Juld) en tiempos de Josas. Curiosamente, en los
libros de los Reyes no se menciona a profetas contemporneos y posiblemente el motivo de
que no se les conceda especial inters, es quiz la importancia capital concedida al templo
de Jerusaln y a su sacerdocio. Entre tanto, Hulda (Juld) una mujer desconocida por los
20
Soggin Alberto, Nueva Historia de Israel, Edit. Descle de Brouwer, Bilbao 1997, 305.
24
dems, era esposa del guardarropa real Sullam, el cual gozaba de una reputacin que
todava no tenan los profetas cannicos: Jeremas y Sofonas21
.
Un aspecto central en el pensamiento de los profetas empieza a crecer durante este tiempo
de enfrentamiento de Israel con los grandes imperios: la idea del designio divino que
alcanza el conjunto de las naciones22
. As pues, Yahv no se contenta con juzgar a cada una
de las naciones segn sus mritos, como en Am 1-2, ni con utilizar a tal o cual pueblo en su
intervencin en la historia de Israel. Antes bien, los profetas incansablemente anunciaban la
paz universal, siempre y cuando no sea aceptado el pluralismo religioso.
Hay que sealar entonces que otro desarrollo importante en este perodo, que acabar
reduciendo a su nivel ms bajo el pluralismo religioso, es la negacin de otros dioses,
prohibicin de dar culto a otros dioses distintos de Yahv e incluso en (Jer 2, 11) dice
. Se subraya hasta aqu el grado de madurez que el
universalismo religioso haba alcanzado en su poca por la intervencin de los profetas pre
exlicos.
La cada del Reino de Israel y los propios problemas y fracasos de Jud pedan
urgentemente un cambio, una reforma, buscaron crear una nueva conciencia en el pueblo
para que fuera fiel al proyecto de Dios y a su propio pasado; se revaloriza la ley, los valores
de la alianza y la solidaridad en la poca de Josas. Los profetas que ms se distinguieron en
el reino del sur son Isaas, quien evit que Jud se aliara con Egipto para combatir contra
Asiria, pues probablemente hubiera corrido la misma suerte que el reino de Israel. l
tambin combati el culto vaco y encubridor de injusticias. Adems, de Isaas se habla de
otros profetas; Sofonas, Habacuc y Jeremas. Jeremas luch mucho para que Jud no se
aliara a Egipto contra Babilonia, sin embargo, no fue escuchado y Jerusaln despus de tres
aos de sitio es tomada y destruida: Templo, murallas, es decir, todo23
.
21
Brown Raymond, Comentario Bblico , Edit. Cristiandad, Madrid 1971, 564. 22
Dion Paul-Eugene, Universalismo religioso en Israel, Edit. Verbo Divino, Navarra 1976, 65. 23
CLAR, La Perspectiva Histrica-Bblica, Edit. Seminarios CLAR, Bogot, 35.
25
Como se indic antes, se tiene muy pocos datos sobre la vida y actividad del profeta
Jeremas en estos aos. Sicre anota a pie de pgina la tesis de Rowley quien concede capital
importancia a la invasin escita. Para Rowley este hecho fue el que motiv la vocacin de
Jeremas y sus primeros orculos. Al no cumplirse sus predicciones, el profeta atraves una
profunda crisis (cf. Jr 15, 10-20); adems qued desprestigiado, y por eso no lo consultaron
el ao 622, al descubrirse el Libro de la Ley, aunque, se supone que Jeremas apoy
inicialmente la reforma de Josas24
.
Es importante fijarse en esta poca la relacin entre el rey y el profeta, pues en este caso el
rey consulta, pero no a un profeta cannico, sino a una profetiza poco conocida. Se vuelve
ms interesante cuando la profetiza enva a decir a Josas que , en realidad el mensaje no es tan alentador para ejecutar la reforma,
puesto que, sin o con reforma de igual manera caer el reino. Al respecto, el Comentario
Bblico Internacional dice Es muy posible que el mensaje fuera aadido y habra sido
efectuado al perder toda esperanza con la muerte prematura de Josas y la subsiguiente
desgracia del destierro25.
1.3.2 Sacerdotes
En la poca del reinado de Josas se encuentra la presencia del sacerdote Jilquas y de
algunos encargados del santuario de Yahv. Jilquas es quien descubri con ocasin de la
restauracin del templo el y juntamente con los encargados del umbral
fueron los que sacaron del Santuario de Yahv todos los objetos que se haban hecho para
Baal, para Asra y para todos los ejrcitos del cielo.
24
Sicre Luis Jos, Profetismo en Israel, Edit. Verbo Divino, Estella 1998, 312. 25
Farmer William, Comentario Bblico Internacional; para el siglo XXI, Edit. Verbo Divino, Estella 2005, 588.
26
1.3.3 Divinidades
En poca de Josas exista un elenco de estatuillas, dolos, santuarios, altares y objetos de
culto26
. Frente a esta situacin religiosa, Josas lleva a cabo la . El
estudio de la religin de Israel, en particular del -la relacin con Yahv,
Dios Uno-, depende de la manera en que se interprete la historia de Israel, algunos estudios
recientes han modificado la percepcin de los orgenes de Israel, la compresin del reino
unido de David y Salomn, y la relacin entre los reinos de Israel y Jud. A su vez, han
demostrado la importancia de conocer el siglo VII a. C27
, porque existe una cierta unin
entre la historia universal y la historia contada por el historiador deuteronomista de la
monarqua. Ahora bien, es necesario sealar sobre las divinidades, pues una de las
finalidades de la reforma religiosa es extirpar del santuario y de las casas todos los objetos
dedicado a culto pagano. Ahora bien, es necesario conocer cules fueron las divinidades de
aquella poca y cmo se renda culto.
1.4 Canan
Nombre bblico de la tierra , conquistada por los israelitas. Los libros de
Samuel y de los Reyes mencionan de forma bastante general a los dioses de los pueblos
vecinos de Israel y de Jud, cuyo culto se practicaba en el territorio israelita y judata, igual
que el culto de Yahv poda practicarse fuera de Israel. En (1 Re 11, 5-7) encontramos un
discurso condenatorio de Salomn caracterstico de autor deuteronomista, ofrece una
indicacin realista sobre las divinidades que rodeaban a Israel y Jud en la poca
monrquica. Yahv es presentado all como una divinidad tutelar y nacional entre otras:
27
David. En el monte que hay frente a Jerusaln erigi un altar a Cams, dolo de Moab, y
otro a Moloc, dolo de Amn>>28
.
Aunque este pasaje contenga algunas dificultades cronolgicas, refleja perfectamente la
realidad multirreligiosa de las cortes regias, en las que se practicaba lo que los autores
llaman un 29
. En historia de la religiones, Eliade manifiesta
que entre los aparece por doquier la creencia en un ser supremo, creador y
todopoderoso, que tiene su morada en los cielos y se manifiesta por epifanas urnicas; no
obstante, ese ser supremo no desempea casi ningn papel en el culto, en el cual es
remplazado por otras fuerzas religiosas (totemismo) culto a los antepasados, mitologas
solares y lunares, epifanas de la fertilidad, etc.30
Las caractersticas de estas divinidades no
siempre son conocidas.
1.5 Algunas Divinidades
1.5.1 Astart
El nombre de la diosa, de oscura etimologa, est atestiguado en varias formas, y se
encuentra tanto en singular como el plural: Ashtarot. El trmino, otro nombre femenino de
Istar, se encuentra en los textos de Ugarit (como divinidad masculina, Ashtart) y en Egipto,
en el combate entre Horus y Set. En el plano iconogrfico, la diosa es presentada de pie
sobre un len, lo cual la identifica con Anat. Astart tiene un carcter belicoso y asume una
funcin protectora junto al rey y su dinasta. En Fenicia, el sarcfago de Tabnit de Sidn
(siglo VI a. C.) muestra que la diosa era la patrona de la ciudad, cosa que corrobora la
28
Ibd., 11. 29
Ibd., 11. 30
Eliade Mircea, Tratado de Historia de las religiones; Morfolgicas y dinmica de lo sagrado, Edit. Cristiandad, Madrid 1981, 47
28
tradicin bblica. Las otras menciones bblicas de Astart en plural, frecuentemente
asociada a Baal, se convirtieron en una metfora de la apostasa contra Yahv31
.
1.5.2 Moloc/Milkon
Cuyo nombre procede de la raz mlk, , es el dios tutelar de los amonitas desde
el siglo IX al V a. C. Las atestaciones de este nombre se encuentran ya en nombres teforos
en Ebla, ciudad de Siria del II milenio; Mikom es asimilado a Nergal, el dios del reino de
los muertos. Esta asociacin hace de Milkon un dios de los antepasados, de los muertos.
Las relaciones entre el nombre Moloc (o Molek) (Lv 20, 3-5; 2 Re 23, 10; Jr 32, 35) y el
nombre Milkom (1 Re 11, 33; 2 Re 23, 23; 1 Cr 8, 9) son difciles de definir: designar al
mismo dios? Sin embargo, el sacrificio de nios est siempre asociado a Moloc (no a
Milkon). La raz ms evidente para Moloc es mlk, ; tambin se relacionado con los
trminos pnicos mulk o molk, que designa una ofrenda durante el culto sacrificial de nios.
Moloc sera tambin un dios del mundo subterrneo al que se ofrecan nios con una
finalidad adivinatoria32
.
1.5.3 Cams (Kamos o Kemosh)
Cuyo nombre podra provenir de una raz que significa o ,
est presente en nombres teforos desde Ebla bajo la forma Kamish. Pero es sobre todo
gracias a la estela de Mesh, rey de Moab, (conocido como el dios tutelar de los moabitas).
La lectura de la estela hace que aparezcan paralelos sorprendentes con la literatura bblica
en lo que concierne a la emprendida por el propio Cams. Se puede ver
all en accin al dios tutelar, de carcter marcial, que protege al rey y le asegura la victoria
31
Ibd., 12 32
Nocquet Dany, El Dios nico y los otros dioses; Esbozo de la evolucin religiosa del Antiguo Israel, o. c., 12.
29
sobre Israel y Yahv. En (2 Re 23, 13) menciona un cierto ecumenismo de los cultos a
Yahv y a Cams en Jerusaln. Adems, a Cams se menciona en (Nm 21,29), antes de los
episodios del vidente Balan, (Nm 22-24).
El personaje recibi cierta influencia histrica a partir del descubrimiento de Deir llah
(lugar de Penuel, siglo VII a. C.) de una sorprendente inscripcin referida a un vidente
Balan asociado al dios Shamash33
.
1.5.4 Asher
En la literatura de Ugarit es la gran diosa y la esposa de dios El, el soberano del panten
ugartico. Como diosa es madre y goza de un papel en el culto de la fecundidad, est
representada por un rbol verde flanqueado por dos machos cabros levantados comiendo
de sus ramas, las investigaciones recientes muestran que debe ser considerada como la
de las hilanderas y del tejido (2 Re 23,7). La mencin de Asher en la
tradicin bblica es siempre polmica, por ejemplo en 1 Re 18 se la asocia sistemticamente
al dios Baal, pero no desempea ningn papel y su mencin desaparece durante el
desenlace final. Existen dos posibilidades de la asociacin Baal/Asher a saber:
a. La mencin de Asher en (1 Re 18, 19) sirve para criticar la monarqua de Ajab,
esposo de una sidonia, Jezabel, responsable de la introduccin del culto a Baal en
Samaria.
b. En la Biblia hebrea pertenece al trabajo redaccional de los escribas deuteronomistas,
que polemiza con el culto balico y lo rechazan. Entre las diosas que ocupaban el
primer lugar en el panten cananeo era: Asherah sentada al lado de El y de Baal34
.
33
Ibd., 13. 34
Ibd., 87
30
1.5.5 Tammuz
Es el tipo del dios que muere y resucita, adems es la personificacin de las fuerzas de la
Naturaleza que muere con los calores del verano y renace con la primavera, este dios es
originario de Sumer donde lo encontramos desde el ao 3000, pas luego a Siria y a
Palestina donde su culto se haba infiltrado incluso hasta en el templo de Jerusaln (Ez 8,
14). Por ltimo, en Fenicia se le conoce ms con el nombre de Adonis35
.
1.5.6 Dagn
El Antiguo Testamento habla como dios filisteo (Jue 1, 23; 1 Sam 5, 2-7) que pas del
oeste a Mesopotamia, donde se encuentra particularmente en buen rango en el panten de
Mari, no era, como dice una tradicin que se remonta hasta san Jernimo, un dios-pez, sino
un dios de la vegetacin cuyos atributos deban ser sensibles, parecidos a los de Tammuz36
.
1.6 El culto de Baal en Israel
En Israel, en el siglo IX a. C., la tradicin bblica conserva las huellas de una presencia del
culto a Baal con los relatos de Elas en (1 Re 17 - 2 Re 1) y la revolucin de Jeh en (2 Re
9-10), (golpe de Estado militar y religioso contra Jorn, rey de Israel). El desafo de estos
sigue siendo el dominio del fuego y del pas: quin es el baal (palabra que significa
) en Israel? Baal o Yahv? En el origen del conjunto 1 Re 17.2 Re 1, algunos
suponen la existencia de un primer relato que contaba la cada del dios Baal y de la dinasta
de Omr. Habra servido posteriormente como relato propagandstico para legitimar la
monarqua de Jerobon II (787-747 a. C.), surgida de la dinasta usurpadora de Jeh tras su
35
Von Allamen Jean-Jacques, en Vocabulario bblico, Edit. Madrid 1968, 87 36
Ibd., 87
31
golpe de Estado (841). El historiador deuteronomista, en el siglo VI, seguramente
transform esta historia en una condena religiosa general del reino del norte37
.
El carcter balico de Yahv de Samara perdura a lo largo de la monarqua israelita y se
enriquece con toda una simbologa vegetal, solar y astral. Un grabado sobre hueso del siglo
VIII a. C. hallado en Jasor representa una variante egipcia del joven dios Baal con dos pares
de alas. El dios no se muestra agresivo, sino que sujeta vegetales con sus manos, mediante
los cuales asegura la vida de la naturaleza. Placas como esa pertenecan a adoradores de
Yahv, esto hace pensar que los dioses representados son, bien Yahv o bien Bal38
.
La iconografa de Baal del siglo VIII a. C., recuerda las primeras
representaciones de Baal, dios climtico del crecimiento, la funcin climtica y
fecundadora del dios, que ella principalmente representa, a partir de ahora es integrada y
queda englobada en una representacin ms amplia de Baal Shamem en cuanto dios del
cielo y de la vegetacin.
1.7 Elementos balicos de Yahv
La impregnacin balica del culto no tiene nada de sorprendente, ya que, si consideramos
su origen madianita, Yahv es una divinidad de la tormenta y la tempestad. La apropiacin
de los atributos balicos no plantea cuestiones teolgicas insuperables para los autores
bblicos posteriores, a su vez, la polmica del profeta Oseas contra el culto a Baal (siglo VII
a. C) no versa sobre su funcin, sino sobre el lugar que ocupa en Israel. Oseas pretende que
nicamente Yahv ocupe la funcin climtica y, desde esta perspectiva, (Os 2, 10-11) ha de
ser ledo como una inversin de funciones entre Yahv y Baal39
.
37
Nocquet Dany, El Dios nico y los otros dioses; Esbozo de la evolucin religiosa del Antiguo Israel, o. c., 18 38
Ibd., 19 39
Ibd., 20
32
En esta medida, en el libro de (Dt 11, 11-15) se menciona de un reciclaje yahvista de la
tradicin balica en el contexto de una exigencia exclusivista con respecto a Yahv: , (Dt 11, 14-15). Adems, el ttulo de Yahv es
conocido en textos de Elefantina40
, tambin se encuentra en varas menciones postexlicas
(Gn 24, 7; Esd 1, 2; Neh 1, 4-5)41
.
1.8 Presencias de divinidades en Jerusaln
La tradicin cultual de Jerusaln, -ms antigua que la de Samara-, se despliega desde el II
milenio, en la encrucijada de varias influencias. El mismo nombre de Jerusaln contiene la
indicacin de un culto al dios Shashar (divinidad de la tarde) y su pareja Shashar
(divinidad de la maana). En el documento de Ugarit se encuentran atestaciones de estas
divinidades gemelas, donde las dos divinidades estn ligadas a la diosa Ashirat y vinculadas
a un antiguo culto solar42
.
Las cartas de El-Amarna43
son parte de la correspondencia entre el prncipe de Jerusaln
Abdi-Heba, , con lo cual hace suponer que en Jerusaln haba entonces
una diosa de tipo Heba -Ashirart, siendo Heba una diosa- madre de Mesopotamia44
. A partir
de la poca monrquica el culto a Yahv se caracteriza por la expresin
33
sobre los querubines>>: (2 Sam 6, 2; 1
Sam 4, 4; 2 Sam 6, 2; 2 Re 19, 15; Sal 80, 2; 99, 1). El trasfondo de esta representacin de
Yahv que encontramos hasta el siglo VII a. C. hay que buscar en el arte iconogrfico
fenicio de los tronos en forma de esfinge45
.
Los kerubin (Ex 25, 17-22; 1 Re 6, 23-28; Ez 10, 20-21) son criaturas hibridas de animales,
medio humanas, una especie de esfinge con cabeza humana o de guila, algunos
investigadores creen que la funcin era proteger no el arca de la alianza, sino la esfinge de
Yahv, adems, las imgenes de Yahv en las tradiciones estn ligadas a Jerusaln
marcadas igualmente por el uso especfico de metforas solares (Sal 84, 12; Mal 3, 20),
entre ellas la de su , alusin a la salida del sol (Dt 33, 2; Is 60, 1). Estas
representaciones son heredadas del Prximo Oriente antiguo, en las que el lenguaje solar
sirve para expresar las apariciones luminosas de Marduk o de Asur.
En la teologa real, los reyes son comparados con el 46
, El faran tambin es
saludado con el o ,
34
perodo monrquico, la vida religiosa en aquella poca se viva de diferentes maneras en el
plano familiar, regional y oficial o nacional, por tanto, la religin oficial concerna al
pueblo y a la ciudad donde habitaba el rey, mientras la religin local era de las aldeas y los
clanes en torno a los santuarios locales, en cuanto a la piedad personal, se viva en familia y
en el seno de la casa familiar, no obstante, cuando exista una reforma religiosa o cambios
polticos bruscos, estos diferentes niveles de prcticas interferan y entraban en tensin los
unos con los otros48
.
Gracias a un descubrimiento en Meguid de una capilla domestica con dos altares con
cuernos, postes cultuales, copas para libaciones y vasos, se puede conocer las
caractersticas de la piedad domestica con una abundante estatuaria y de nichos cultuales en
casas individuales, estas prcticas tambin se reflejan en texto bblicos: (Jue 17; Ex 21, 6) y
el culto a la en (Jr 7, 18). Esta piedad era de manera sincrtica, puesto
que, la practica familiar estaba centrada en torno a la adoracin del dios familiar, divinidad
protectora, y adems estaba ligada al culto a los antepasados y los muertos. A este culto
familiar se aaden actos de piedad que variaban segn las familias y el caso, por ejemplo,
en caso de urgencia, la familia apelaba en l vidente para la curacin de un nio (1 Re 14);
la familia de Samuel haca una peregrinacin familiar al santuario de Sil (1 Sam 1)49
.
En este sentido, no es casual que la oposicin proftica, la de Oseas, no se dirigiera
solamente al culto a Baal, sino al culto sincrtico oficial y domstico (Os 4, 17; 8, 4; 11, 2).
En las prcticas religiosas familiares a ms del culto domstico se encuentra la adivinacin,
el encantamiento y la consulta a los muertos, por eso, la dureza de la ley deuteronmica de
(Dt 13, 7-12) indica claramente la distancia que pudo separar al culto yahvista, oficial de la
religin privada y domstica bajo el reinado de Josas.
La reforma deuteronomista y el esfuerzo religioso en centralizar y unificar tena mucho
sentido, de esta manera, la reforma repens la relacin individual con Yahv mediante una
48
Nocquet Dany, El Dios nico y los otros dioses; Esbozo de la evolucin religiosa del Antiguo Israel, o. c., 25. 49
Ibd., 25
35
reformulacin teolgica nueva en (Dt 6, 4) con la afirmacin de la unidad de Yahv y el
exclusivismo de su culto, reorient las relaciones entre la casa individual, la aldea y
Jerusaln mediante las leyes sobre las peregrinaciones y la nuevas reglas sacrificiales50
. A
pesar que fue en vano, ya que despus de la reforma vuelven a las mismas prcticas, porque
en la poca babilnica esta tensin aun es palpable51
.
1.10 Josas (641/640-609 A. C.)
Fue el decimosexto rey de Jud, hijo y sucesor de Amn, subi al trono a los ocho aos (2
Re 22, 1), rein 31 aos y fue contado por la tradicin deuteronomista junto con David y
Ezequas entre los mejores y ms piadosos reyes de Jud. En el ao 609 a.C., muri Josas
por las heridas que recibi en la batalla de Meguid contra el faran Necao, pues Josas
trat de cortar la marcha de Necao hacia el norte, porque saba que ste se diriga en ayuda
de Asiria; la gran enemiga de Israel y del yahvismo monoltrico que haba apoyado la
poltica 52
.
Fue el soberano reformador por excelencia y, como tal, capaz de hacer cristalizar en
opciones polticas la fidelidad al Dios de Israel de los distintos grupos vinculados con los
profetas y parece que estos grupos encontraron con el tiempo su expresin ms completa en
el Deuteronomio, poco despus en la obra deuteronomista53
.
50
Ibd., 26. 51
Ibd., 26 52
Sacchi Paolo, Historia del Judasmo en la poca del Segundo Templo; Israel entre los siglos VI a.C., y I d.C., Edit. Trotta, Fernndez Ciudad 2004, 37. 53
Soggin Alberto, Nueva Historia de Israel, Edit. Descle de Brouwer, Bilbao 1997, 305.
36
1.10.1 Poltica
Es evidente en el marco de la reforma religiosa, Josas volva a poner en primer plano la
ideologa davdica y a tratar de reincorporar los territorios del Norte al reino de Jud,
territorios convertidos por entonces en provincias asirias, el plan resultaba factible, pues el
imperio se estaba descomponiendo lenta pero indefectiblemente bajo la presin de los
pueblos sometidos en el interior y de los distintos enemigos que atacaban desde el
exterior54
. Josas conoce la realidad de los dems reinos y sabe qu momento es el ms
oportuno para extender su reino, adems reconoce que las prcticas religiosas tienen
implicaciones sociales y polticas, quiz por eso inicia restableciendo y centralizado el
culto.
En (2 Re 22, - 23 y 2 Cro 34-35, 19) se informa de la vida y la reforma religiosa, estos dos
textos, aunque con elementos comunes, no son estrictamente paralelos: revelan diferencias
significativas en cuestiones de importancia primordial. Su principal y comn preocupacin
se centra en el culto y en su reforma, un elemento que 2 Reyes relaciona con el hallazgo en
el templo, durante las obras de conservacin y restauracin, de un documento al parecer
escondido all y llamado . El lector de 2 Reyes manifiesta sutil
impresin de que ha pasado muy poco tiempo entre el hallazgo del libro y la reforma, de
que el primer acontecimiento ha sido el causante de la segunda, hechos ambos acaecidos en
el ao XVII del rey, algo como una relacin de causa a efecto55
.
En 2 Cro es ms detallado y al mismo tiempo, ms impreciso, por ejemplo, en el libro de
las Crnicas habla de la piedad que demostr ya a partir del ao VIII de su reinado y del
comienzo de la reforma en el ao XII, es decir, todava bajo la influencia de la susodicha
regencia, por otra parte, la reforma no se limit slo a , sino que se
extendi (2 Cro 34, 5-6).
54
Ibd., 305. 55
Ibd., 306.
37
Si comparamos la reforma de Josas -con las precedentes- se caracteriza por su radicalidad;
al menos en el plano pragmtico, le falta cualquier alternativa y cualquier forma de entente,
haba que suprimir cualquier gnero de culto pagano, cualquier tipo de sincretismo; el culto
deba estar centralizado en el santuario de Jerusaln, oportunamente purificado del
instrumental, de las personas y de los cultos relacionados con el mundo cananeo, adems,
se deba terminar con la destruccin de los santuarios locales y de sus cultos. Por las
excavaciones arqueolgicas sabemos que en Arad, en el Negueb algunos santuarios no
fueron eliminados56
, por ejemplo, exista un santuario desde la poca de Salomn.
Despus de siglo y medio de estudios crticos, todava se sigue discutiendo sobre la
naturaleza del , sin que podamos decir que el problema se encamine
hacia su solucin. Si nos atenemos a las medidas que segn 2 Reyes se tomaron tras su
descubrimiento, el libro revela evidentes contactos con el Deuteronomio, tambin la
reforma de Josas tuvo evidentes relaciones con el Deuteronomio57
especialmente en la
pretensin de eliminar los cultos paganos y sincretistas y, centralizar el culto en Jerusaln.
Hay que decir, que resulta arriesgado afirmar que ambas obras nacieron en el mismo
ambiente, puesto que son dos historias bien definidas58
.
Tampoco podemos determinar si la lista de los objetos y las personas retiradas del templo
se basan en documentos o al menos en tradiciones autnticas, en recuerdos de hechos
realmente acaecidos, es probable que el culto anterior a la reforma estuviera probablemente
mucho ms de cercana al paganismo cananeo de lo que estn dispuestos a admitir las
fuentes posteriores; por tanto, las susodichas listas podran permitirnos un interesante
anlisis de lo que pudo haber ocurrido en realidad.
Por otra parte, es seguro que Josas y los reformadores tenan que justificar de algn modo
una intervencin tan desmesurada en el culto tradicional del Estado, instituido con David y
56
Ibd., 307. 57
Como fue puesto de relieve hace siglos por algunos Padres de la Iglesia. 58
Soggin Alberto, Nueva Historia de Israel, o. c., 308.
38
Salomn, por lo que se comprende que en las descripciones existen juicios buenos, malos e
incluso de rechazos59
.
1.11 Fuentes del libro de los reyes
Los dos libros de los Reyes continan la historia de la monarqua comenzada con Sal y
David, y la conducen, -en movimiento paralelo de los dos reinos-, a la catstrofe sucesiva
de ambos60
. Durante unos cuatro siglos, se narra en los libros que la Biblia hebraica llama 1
y 2 de los Reyes, que corresponden a 3 y 4 de los Reinos (LXX) o de los Reyes (Vulgata).
El libro en sus inicios formaba uno slo, a esto dan fe; Orgenes (PG 12, 1084), Eusebio
(PL 20, 581) y San Jernimo (PL 28, 558-559)61
, la divisin es artificial, la segmentacin
en dos partes iguales aproximadamente empez con D. Bomberg (Venecia 1517), a los
pocos renglones de lectura cae el lector en la cuenta de que el libro tiende a probar que
todos los males que han azotado a Israel y Jud son efecto de la infidelidad de los reyes y
del pueblo al pacto de la alianza (2 Re 23, 27).
El fin del autor sagrado no consiste en hacer una simple cronologa de los reinados, sino
ms bien entresacar de la historia de Israel y Jud de aquellos cuatro siglos, algunos hechos
caractersticos que son sostn y base de la tesis religiosa-histrica para legitimar la relacin
entre el pueblo, rey y Dios, por eso, en la inauguracin del santuario tiene lugar un gran
discurso de Salomn (1 Re 8), en el que ste insiste en el cumplimiento de la promesa de
una dinasta hecha a David (2 Sm 7), pero simultneamente, considera ya el final del culto
en el templo (cf. 1 Re 8, 20. 46. 48 - 49. 45)62
, adems, aunque la finalidad de los libros de
los reyes sea eminentemente teolgica, -la obra presenta como historia-, sirve para la
59
Ibd., pg. 308. 60
Schokel Luis Alonso, Reyes, Edit. Cristiandad, Madrid 1973, 13. 61
Profesores de Salamanca, Biblia Comentada, Edit. B.A.C, Madrid 1961, 364. 62
Quesnel Michel, La Biblia y su cultura; Antiguo Testamento, Edit. Sal Terrae, Santander 2000, 195.
39
reconstruccin histrica, a pesar de resultar un tanto acrtico y parcial, no podemos negarle
el valor histrico.
1.12 Aspectos literarios
Conforme se adentra en la lectura de los libros de los Reyes y la historia Deuteronomista,
se encuentra una serie de rasgos peculiares, tanto a nivel literario, como a nivel teolgico. A
nivel literario encontramos con repeticin constante de un esquema fijo en la presentacin
de los distintos reyes, fraseologa muy similar al libro de Deuteronomio en determinados
discursos y reflexiones, a nivel teolgico, encontramos afinidad con las ideas
fundamentales del Deuteronomio, importancia del templo como nico santuario legtimo,
papel estelar de libro de la ley, (2 Re 22-23), etc63
. Todos estos datos han llevado a
formular la hiptesis de que los libros de los Reyes, junto con Josu, Jueces y los libros de
Samuel, formaran parte de una gran obra histrica, denominada convencionalmente
Historia Deuteronomista (HDtr), que abarca desde la muerte de Moiss hasta el indulto
concedido al rey Jeconas en su prisin de Babilonia (2 Re 25, 27-30).
Las fuentes de los libros de los Reyes utilizadas por el autor, no cabe duda que ech mano
de algunas fuentes histricas preexistentes para componer su libro. Es de sobra conocida
que la aportacin Deuteronomista a su obra histrica fue ms redaccional que creativa, el
conjunto de todos los materiales y fuentes que conforman los libros de los Reyes pueden
catalogarse, en los siguientes puntos:
1.12.1 Material redaccional Deuteronomista
Este material es el ms fcil de identificar, incluye todo lo que es creacin y aportacin
propia de los redactores deuteronomistas, y generalmente se concreta en tres tipos de
63
Menchn Joaqun, Libros de los Reyes; Sgueme, Salamanca 1997, 431.
40
textos; los sumarios redaccionales que enmarcan los informes de cada uno de los reyes de
Israel y Jud; los discursos o reflexiones deuteronomista, puestos en boca de algn
protagonista o expresados impersonalmente por el redactor annimo; glosas y retoques
Deuteronomista, generalmente se trata de breves incisos donde los redactores introducen
sus comentarios retrospectivos a acontecimientos que ms tarde tendrn un significado
determinante para los destinos de Israel y de Jud (1 Re 13, 2; 2 Re 13, 3-5; 14, 6)64
.
1.12.2 Fuentes histricas oficiales
Entre el material previo a la redaccin Deuteronomista destacan tres fuentes citadas
explcitamente en los libros de los Reyes: el libro de la historia de Salomn (1 Re 11, 41),
el libro de los anales de los reyes de Israel (1 Re 14, 19) y el libro de los anales de los
reyes de Jud (1 Re 14, 29).
1.12.3 Otras fuentes histricas
No todo el material previo que utilizaron los redactores preceda de fuentes oficiales, entre
los que cabe destacar; la Historia de la Sucesin (1 Re 1-2); Historia de Salomn (1 Re 3-
11); Crnica del Templo (2 Re 12; 16; 22-23); otros relatos menores, como la rebelin (2
Re 9-10), la historia de Atala y Jos (2 Re 11), la historia del cisma (1 Re 12-14), o las
guerras arameas de Ajab (1 Re 20; 22).
64
Quesnel Michel, La Biblia y su cultura, o. c., 433.
41
1.12.4 Fuentes profticas
En los libros de los Reyes las caractersticas ms relevantes es la existencia de las amplias
secciones literarias protagonizadas por distintos profetas65
.
1.13 Los libros de los Reyes son documentos histricos?
Menchn presenta algunos rasgos para defender la validez como documento histrico;
- Su objetivo material es la historia de Israel y de Jud y, ms en concreto, de sus
reyes, desde Salomn hasta los ltimos reyes de Israel y Jud.
- Los materiales utilizados, son en su mayor parte de carcter histrico.
- La metodologa empleada es predominantemente histrica: disposicin de los
acontecimientos en su rigurosa sucesin histrica, uso generalizado de la cronologa
absoluta y relativa, recurso y cita de fuentes, referencia a personajes y
acontecimientos de la historia universal.
- Cierto rigor histrico: aunque los autores seleccionan parcialmente los
acontecimientos que le interesan para su fin teolgico, no alteran ni manipulan
aquellos datos que parecen contradecir sus tesis fundamentales66
.
Si la historia de Israel se limitaba a hechos particulares, ahora en el libro de los Reyes
los grandes imperios y los pueblos vecinos, entran a formar parte de la historia de Israel,
pero as tambin la historia de Israel es citada por la historia de otros pueblos.
65
Menchn Joaqun, Libros de los Reyes, o. c., 434. 66
Ibd.,
42
1.14 Cundo se escribi el relato de la reforma de Josas?
Hoy en da, la exegesis est ms de acuerdo que el Antiguo Testamento en su forma final es
producto del y respuesta al exilio babilnico, pues la Tora (Pentateuco) probablemente fue
completada al exilio, y la posterior formacin del corpus proftico y de los
como cuerpo de literatura religiosa (canon) ha de ser comprendida como un producto del
judasmo del segundo templo. A este fenmeno Brueggemann llama 67
.
Para fijar la fecha de composicin se dispone de criterios internos del texto se entresacan
indicios que sugieren la composicin del libro antes del exilio (2 Re 8,22; 16,6), adems, la
insistencia con que los profetas anuncian que no faltar nunca una lmpara en el trono de
David se comprende mejor en tiempos anteriores al exilio (2 Re 8,19). Por otra parte, otros
textos suponen un origen posterior a la cautividad (2Re 24-25)68
.
Una antigua tradicin hebraica (Baba Bathra 15)69
atribuye a Jeremas a causa de las
afinidades literarias e ideolgicas del libro con la profeca de Jeremas. A esto supone que
el profeta inaugur sui ministerio el ao 13 de Josas (627), de lo que se infiere que hacia el
ao 561 contaba con una edad que oscilaba entre los noventa y los cien aos. Segn De
Vaux70
, la composicin se hizo por etapas; una primera redaccin tuvo lugar entre el ao
621 (2 Re 22, 8ss) y el primer sitio de Jerusaln en 598 y, su autor resida en Jerusaln; era
probablemente sacerdote y entusiasta de la reforma religiosa. La segunda redaccin del
67
Brueggemann Walter, Teologa del Antiguo Testamento: un juicio de Yahv, Edit. Sgueme, Salamanca 2007, 90. 68
Profesores de Salamanca, Biblia Comentada, Edit. B.A.C, Madrid 1961, 365. 69
Talmud Babilnico, Baba Tractate Bathra, en el Folio 15, 1. Dice: . 70
De Vaux Roland, Les libres des Rois: , Paris 1949.
43
libro se hizo durante el exilio, o bien despus del ao 562 (2 Re 25, 22-30) o algo antes s el
libro termina con (2 Re 25, 21).
Durante el exilio se hicieron al libro otros retoques, tales como, (2 Re 25, 22-30) y despus
del exilio se ampli la oracin de Salomn (1 Re 8, 41-51) y, por ltimo, pequeos detalles
son posteriores a la traduccin griega 200-150 a. C.
De lo dicho se infiere que es opinin comn entre los catlicos que la composicin del libro
y especialmente el relato de la reforma de Josas se efectu durante el exilio, y ms
probablemente despus del mismo, pues la finalidad histrico-religiosa del autor lo
confirma.
44
CAPITULO II
2. CONTEXTO LITERARIO
Despus de una aproximacin preliminar del segundo libro de Reyes, la cual permiti
conocer el contexto y la situacin histrica en que se desarroll el libro y al tener como
base dicho contexto para hacer una aproximacin a la exgesis, anlisis y acercamiento de
la percopa de estudio, en este segundo captulo, se realizar una aproximacin exegtica
detallado, al igual que un anlisis de la estructura literaria de la percopa de (2 Re 23, 4-15).
2.1 Delimitacin
Para establecer la delimitacin de la percopa de estudio (2 Re 23, 4-15) se tuvieron en
cuenta las siguientes indicaciones: tiempo, lugar, personajes y temas.
2.1.1 Indicaciones de tiempo
Los captulos (22-23) mencionan tiempos explcitos e implcitos, en la introduccin del
reinado de Josas (cf. 2 Re 22, 1), inicia narrando que el rey tiene ocho aos cuando
comenz a reinar y rein treinta y un aos en Jerusaln, despus a los dieciocho aos de
reinado, el rey Josas enva al secretario Safn a la Casa de Yahv con una orden de
entregar el dinero para las reparaciones (cf. 22, 5), y regresa con el (cf.
22, 8) que haba sido encontrado en la Casa de Yahv. Desde ah no hay fechas explicitas,
sino hechos sucesivos;
a. Consulta a la profetisa (cf. 2 Re 22, 11-20),
45
b. Lectura de (cf. 2 Re 23, 1-4),
c. Ejecucin de la reforma (cf. 2 Re 23, 4-15)
La mencin del tiempo volver a parecer de modo explcito cuando se refiere al ao
dieciocho, despus de hacer la reforma, celebra la pascua (cf. 23, 23), por cierto, despus de
muchos aos y para ser ms exactos desde los das de los Jueces (cf. 23, 22). Ahora bien,
dicho aspecto se podr entender con mayor claridad.
23, v. 3e: Todo el pueblo confirm la alianza. Sin duda, es expresin de
conclusin a los versculos anteriores, para dar paso a un nuevo tema. En v. 4 a: El
rey orden a Jilquas, ciertamente es expresin de inicio a un nuevo tema, por
tanto, segn las indicaciones del tiempo se puede concluir diciendo que inicia desde
23, 4.
23, 15 a: Tambin el altar que haba en Betel y el alto que hizo Jeroboam
(derribar), es una expresin de aadidura, es decir, podra terminar en el v. 14,
claramente, sin embargo, se extiende el relato hasta el v. 15, pero el v.16 Volvi la
cabeza Josas y vio los sepulcros, es expresin distinta en tiempo al tema que se
estaba tratando en el v. 15, en conclusin la percopa en cuestin termina en 23, 15.
2.1.2 Indicaciones de lugar
El siguiente cuadro ofrece los lugares en relacin con las acciones de los captulos 23-24, el
objetivo es afirmar la delimitacin de la percopa de estudio segn el cambio de sitio.
Lugares Temas Citas
En Jerusaln y rein treinta y aos en Jerusaln. 2 Re 22, 1a
Boscat el nombre de su madre era Yedid, hija de
Adas, de Boscat. 2 Re 22, 1b
Jerusaln fueron donde la profetisa Juld para consultar 2 Re 22, 14
46
sobre el que viva en
Jerusaln
Israel Dios de Israel 2 Re 22, 15
Jud
voy a traer el mal sobre este lugar y sobre sus
habitantes, segn todas las palabras del libro que ha
ledo el rey de Jud
2 Re 22, 16
Jud y Jerusaln El rey hizo convocar a su lado a todos los ancianos
de Jud y de Jerusaln. 2 Re 23, 1
Jerusaln y subi el rey a la Casa de Yahv con todos los
habitantes de Jerusaln. 2 Re 23, 2
Fuera de
Jerusaln/Cedrn
Los objetos fabricados a Baal, Aser y para todo el
ejercito de los cielos; los quem fuera de Jerusaln en
los yermos del Cedrn
2 Re 23, 4
Betel las cenizas (de los objetos) fueron llevadas a
Betel 2 Re 23, 4
Los altos en las ciudades de Jud y en los contornos de
Jerusaln 2 Re 23, 5
Gueba desde Gueba a Berseba (profan los altos) 2 Re 23, 8
Berseba desde Gueba a Berseba (profan los altos) 2 Re 23, 8
A la entrada de
la puerta de
Josu
(all) derrib los altos
2 Re 23, 8b
A la entrada de
la Casa de
Yahv, cerca de
la habitacin del
eunuco Netn
Suprimi los caballos que los reyes de Jud haban
dedicado al sol y quem el carro del Sol.
2 Re 23, 11
47
Mlak.
En los dos patios
de la casa de
Yahv.
el rey los derrib (los altares que estaba sobre el
terrado de la habitacin de Ajaz), los rompi all y
arroj sus cenizas al torrente de Cedrn.
2 Re 23, 12
Los altos que
estaban frente
Jerusaln, al sur
Monte de los
Olivos.
El rey profan los altos (Salomn rey de Israel haba
construido a Astart, Kems y a Milkom.
2 Re 23, 13
Betel Derrib este altar (hecho por Jeroboam) y rompi las
piedras, las redujo a polvos y, quemo el cipo. 2 Re 23, 15
Como se evidencia en el cuadro, la mayora de las acciones se realizaron en Jud
especialmente en Jerusaln, la lectura de las palabras del libro de la alianza por parte del
rey (cf. 2 Re 23,2), indican la ubicacin exacta 23, v. 3 a.
El rey estaba de pie junto a la columna 23, v. 3 a.
Sacaron del santuario de Yahv todos los objetos 23, v 4b.
Rompi el altar que haba en Betel 23, v. 15 a.
El rey subi a la Casa de Yahv para leer el libro de la alianza (cf. 23, v. 2 a), y cuando hizo
la alianza con Dios, estaba de pie junto a la columna (2 Re 23, v. 3 a), despus ordena sacar
los objetos de la casa de Yahv (2 Re 23, v 4b) y por ltimo, rompe el altar que esta fuera
del templo e incluso fuera de Jerusaln, ciertamente son lugares diferentes pero sucesivos.
48
2.1.3 Indicaciones de personajes
Personajes Acciones personajes Referencia
El rey (Josas cf.
22, 1)
hizo convocar a:
Ancianos
Todos los hombres de Jud y de Jerusaln.
Sacerdotes.
Profetas.
2 Re 23, 1.
El rey (Josas cf.
22, 1)
orden a:
Jilquas.
Encargados del Umbral.
2 Re 23, 4
Jilquas el rey le orden sacar los objetos de la Casa de
Yahv. 2 Re 23, 4
Josas Volvi la cabeza Josas y vio los sepulcros que
haban 2 Re 23, 16
El personaje central claramente es el rey (cf. 2 Re 23, 1),