Extracción del aceite por maceración

Ha llegado a mis manos un libro: Cannabis Alquimicum : extracciones caseras de cannabinoides . R.B. sancho (editorial Phantastica)No hay un párrafo que no sea interesante, en el se describen desde los métodos tradicionales de fabricación de hachis hasta los métodos mas modernos como el descrito en el FAQ de disolver el TCH en Butano.En sus días yo me dispuse a hacer una tintura de Marihuana dejándola macerar en alcohol de 96º (y ojo que esto no se bebe) durante un tiempo considerable, con el resultado de que lo más que extraes es la clorofila de no sabor muy agradable y poca cosa más.Intentare resumir los procedimientos que describe el autor para extraer aceite con un 99,73% de TCH 0,27 % CBN y 0,0% CBD (análisis cromatografico).El método que intentare resumir se basa en lo mismo pero disminuyendo significativamente el tiempo de maceración (contacto de la Maria con el alcohol) y a cambio aumentar el numero de veces que se usa el alcohol)

Aclaraciones previas:

* El material que utiliza en los métodos es material de laboratorio, pero se puede hacer un apaño con cosas de casa.* El alcohol que se utiliza es etanol, alcohol etílico (espíritu del vino), el de farmacia. Hierve a 78,4ºC. No se debe confundir con alcohol metilico o alcohol de madera o alcohol de quemar, generalmente mas barato ( hoy se hace sintético) ya que es muy toxico. El metilico se suele comercializar teñido de azul para evitar confusiones.En algunas recetas de libros americanos se usa alcohol metilico. “Lo nuestro”* Es soluble en metilico, pero por la diferencia de precio es mucho mas seguro el etílico, entre otras razones porque el metilico al no ser para uso de boca o tópico, nadie nos asegura que las impurezas que pueda contener no sean nocivas para nuestro organismo.

Hoy por hoy el alcohol etílico se acostumbra a obtener por destilación de melazas o harinas fermentadas. El único problema radica en los impuestos con los que esta gravado para su uso en la fabricación de bebidas, que aquí supera con creces el precio del producto.Para uso como antiséptico y domestico, el impuesto sobre bebida no se aplica, y sale más económico. Como los de Hacienda no se fían del uso que uno le va a dar, lo desnaturalizan, es decir le añaden una o mas sustancias que lo inutilizan para la bebida( generalmente productos muy amargos y que destilan junto(misma temperatura de ebullición) con el alcohol, siendo así más difícil de separarlos). Para nuestros fines, el alcohol desnaturalizado nos sirve ( lo hay las tiendas de todo a cien)

Normalmente el alcohol se presenta como de 96º, o lo que es lo mismo de 100 partes 96 son alcohol y 4 agua, es la máxima pureza que se consigue por destilación.

Citar también que para nuestros fines también se puede usar alcohol isopropilico, que al igual que el metilico, es muy utilizado en USA, por que allí resulta complicado conseguir alcohol etílico ( y más si tienes menos de 21 años).

Sus usos son los mismos que los del etílico y hierve a 82,3 º C

* En España no se acostumbra a encontrar alcohol isopropílico con facilidad. Así que habría que comprarlo en un almacén de productos químicos, con lo que saldría más caro que el de farmacia. No vale la pena salvo que, dispongas de él por otros motivos ( andar a sus anchas por el laboratorio de la universidad )

Se puede extraer aceite tanto de la Maria como del hachis. Para mejorar el proceso, cualquiera de los dos tienen que estar triturados o desmenúzados previamente. Se puede usar Mariahuana que antes haya sido utilizada para obtener hashis.

El método que describe es el siguiente:

“Si solo disponemos de un embudo, se coloca un filtro de cigarro( un poco desecho) entre el cono y el cuello a modo de filtro, podemos usar papel de filtro lógicamente.Colocamos el material en el embudo (vidrio) de tal modo que no llenamos más de las dos terceras partes. Fijamos el embudo con ayuda de una pinza y un soporte.Situamos un vaso debajo del embudo.Ponemos el alcohol suficiente para mojar en material, María o costo, y a continuación añadimos una cantidas igual a la anterior. El filtro comienza a gotear un liquido que será entre verde amarillento a verde oscuro según las cantidades de Maria – alcohol.El liquido es mas marron si lo hacemos con costo.Volvemos a pasar el liquido filtrado por la Maria /costo y repetimos la operación.

Hemos pasado por tanto tres veces un primer alcohol. Un segundo se pasara otras tres veces y un tercero también. Guardamos cada alcohol por separado. Al final pasamos una media carga de alcohol para acabar de limpiar.

Pueden parecer muchas pasadas y mucho alcohol. Si tenemos cierta cantidad siempre es preferible partirla en dos.

Para empezar. Procesamos la mitad del material; la otra mitad es tratada primero con el primero con el primer alcohol obtenido por las tres pasadas de la primera mitad, en vez de alcohol nuevo; la segunda pasada con el segundo alcohol , ect.De este modo aunque aumenta el número de pasadas, con un mismo alcohol podemos pasar dos o tres cargas de principios activos.Si hay material para tres embudos o más, llega un punto donde, el primer alcohol no nos disolverá gran cosa más.A partir del tercer embudo de material, reserva el primer alcohol para secar, poniendo en su lugar el segundo alcohol, corriendo los alcoholes de lugar. En este punto se usa la media carga de alcohol de limpieza con una tercera carga que queda corta. No añadir alcohol limpio al de la tercera pasada, es mejor luego con otra cantidad que teníamos pensada añadir de alcohol limpio.Por tanto, todos los alcoholes pasan tres veces por cada carga con un máximo de tres cargas por alcohol.”

Esto puede parecer un poco lioso, si lo volvéis a leer seguro que lo pilláis mejor. Pero se basa en saturar cada porción de alcohol con el máximo de cannabinoles y

asegurarnos de que en la Marihuana no queda nada. El primer alcohol será el más concentrado y más puro.

Para evaporar el alcohol lo ponemos en un plato vitrificado o similar del que sea fácil rascar el fondo con una espátula, pues se quedara pegado. Se puede poner el aire libre, en casa(abriendo un poco la ventana) encima de un radiador o si tienes prisa encima de una pota con agua caliente, cuidado que el alcohol es inflamable.

Una cosa que se debe pensar es que al triturar la Maria facilitamos que la clorofila se disuelva en el alcohol pero al triturarla la remojamos en menos alcohol. Habrá que mirar que compensa más.

Si habeis leido asta aqui espero hayais sacado algo en claro. Otro día mássaludos y buenos humos. by babylon

Referencias: Cannabis Alquimicum : extracciones caseras de cannabinoides . R.B. sancho (editorial Phantastica)Extracción de aceite con gasIntroducción

Se emplean ingredientes asequibles: el gas butano o el propano (sirven las botellas de recarga de mechero, por ejemplo) es el solvente principal y no necesita ningún producto sospechoso o difícil de conseguir. Otro método es el uso de CO2, pero esto necesita de otro artículo para su explicación.

Materiales

* Tubo de PVC de unos 50cm de longitud y 4 ó 5cm de diámetro y con roscas en los dos extremos.* Dos tapones con rosca para los extremos y aptos para el diametro del tubo anterior.* Botellas de gas para recarga de mecheros.* Restos de la manicura o cogollos de cannabis.

Por algún motivo desconocido para los que investigamos estas cosas "extraoficialmente", el butano y el CO2 (y tal vez otros gases con un punto de ebullición igualmente bajo) disuelven selectivamente los principios activos del cannabis, extrayendo sólo un bonito y ambarino de "aceite meloso" y dejando los indeseados aceites vegetales, ceras, clorofila, etc., como residuo junto con los del resto de la planta. Se pueden utilizar también, los restos de la manicura, junto a algunas hojas que tambié, contengan tricomas. Esto funcionaría de maravilla para extraer un aceite de la más mediocre hierba y, por descontado que, cuanto mejor sea la calidad del cannabis o marihuana, mejor será el aceite resultante.Método

* En uno de los tapones hacer un único agujero en el centro, éste debe calcularse

correctamente para que entre la válvula de salida de la bombona de gas.* En el otro tapón, hacer unos 5 o 6 agujeritos agrupados en el centro (como los de un salero.* Colocar esta última tapa en un extremo del tubo. Enroscarla para que quede muy apretada. Está será la parte inferior.* Llenar el tubo con la marihuana un poco desmenuzada (el tubo está calculado para unos 30 gramos, pero el cálculo se hace a ojo).* Colocar la tapa superior del tubo, enroscándola lo mejor posible.* Buscar un sitio exterior bien aireado. Se trata de que los gases, que son inflamables, se vayan lo antes posible; mucho cuidado en este punto.* Montar el tubo (el agujerito solitario hacia arriba) sobre una vasija que pueda recoger 300ml o más, un bol de desayuno puede servir. Para mantener el tubo suspendido sobre el vaso, se utilizará una abrazadera o con los dedos, pero para esto, hay que forrar el tubo con un buen aislante térmico (los de espuma negra para aislar los tubos de calefacción sirven), eso si no quieres dejar la piel de los dedos pegada en el tubo, por el efecto del frio. Posicionar el extremo inferior del tubo justo encima del vaso o bol, para evitar salpicaduras.* Invertir la bombona de gas e introducir el gas en el tubo a trabes del agujero superior. Una bombona pequeña puede tardar hasta 10-12 segundos en vaciarse. Hay que ser firme, rápido y cuidadoso. Una chispa en este momento provocaría un desastre, pues básicamente hemos creado un dispositivo explosivo e incendiario que tiene fugas de gas. Recalcamos en este punto, la necesidad de hacerlo en un sitio ventilado, para evitar sorpresas indeseables.* Cuando la bombona se vacíe en el tubo hay que dejar que el proceso siga solo. El gas desciende por el tubo, en forma líquida, actuando como solvente y, va extrayendo los principios activos del cannabis, según pasa. Cuando llega al final del tubo, tardará unos 30 segundos, empezará a gotear en el vaso o bol utilizado como receptor. Nótese el tono pálido y brillante, entre amarillo verde y dorado, del extracto. Es evidente que no se ha arrastrado nada de clorofila de la hierba. Pasados de entre 5 a 8 minutos, el extracto del gas terminará de caer al vaso, por gravedad. Pero cuidado con el tubo, pues aún contiene gas evaporándose (se puede apreciar un hilillo de humo saliendo por arriba).* Cuando ya no gotee más que, una vez cada varios segundos, se puede tapar el agujero superior con un dedo para ayudar a empujar los últimos restos de butano líquido ( o se puede soplar cuidadosamente por el agujero. Pero ¡¡NUNCA ASPIRAR!!). Al ser muy volátil y de bajo punto de ebullición, el gas depositado posiblemente se evaporará a temperatura ambiente. El vaso receptor se irá congelando gradualmente, por el efecto de la rápida evaporación del gas (es el principio del funcionamiento de una nevera a gas), al rato, va disminuyendo la velocidad de evaporación, pero se puede acelerar el proceso, simplemente hay que introducir el receptáculo con el gas licuado, al baño maría. En este punto recalcamos que, cuando se caliente el agua, para el baño maría, no sea en presencia del precipitado, las llamas del fogón haría arder el gas; este, empezará a burbujear como loco con el incremento de temperatura. Es importante recordar que todo esto debe hacerse en el exterior y con buena ventilación. introducir y retirar el vaso en el agua caliente para evitar que salpique el líquido fuera del recipiente.* Cuando la mayor parte del butano se haya evaporado, pero antes de que el aceite empiece a endurecerse, se tiene la oportunidad de meter el líquido en un vial, o bien

dejarlo en el vaso. Si se elige lo del vial, es importante dejar espacio de sobra, hasta varias veces el volumen del líquido, para permitir que al reaccionar por el aumento de temperatura (simplemente por tenerlo en las manos) no se desborde. El producto final es un aceite amarillo-ámbar de la máxima calidad, increíblemente pura y potente.

Nóta: este aceite tiene un punto de fusión/vaporización algo mayor que los aceites de hashis tradicionales.

La forma de administración ya dependerá de los gustos del usuario. En el uso recreativo se puede utilizar como con los aceites provenientes del mercado negro, mojando una aguja o una tira de papel en el aceite, pero en este, nuestro caso, extremando las precauciones para no deteriorar el aceite. Este aceite resultante se utiliza tomando una gota con una aguja o similar, y calentándola con la aproximación, y digo aproximación, de una llama, para que se vaporice dentro de una pipa especial a tal efecto), se funde tan rápido como puede arder y quemarse en la misma aguja. Así que cuidado.Tintura de aceite de cannabis

Para los que prefieren preparar una tintura, por supuesto que pueden diluir el aceite en un poco de alcohol de alta graduación, ligeramente caliente, como Everclear o isopropyl al 90%. Con este producto es importante calentar primero un poco el alcohol (sin llama), para que después disuelva sin problemas el aceite.

How to make Hashish

A summary of the methods for making hashish and making hash oil.

There are five primary approaches to making hashish, or making hash oil, or related concentrated products of medical marijuana.

Anyone who attempts to make hash, or make hashish, or make hash oil should know up front that the end product can often be quite sticky. Some products have about the consistency and stickiness of road asphalt. If the process of making hash or making hash oil produces a mess, then plain old drug store rubbing alcohol will do a good job in cleaning up.

1) Solvents

The active ingredients in marijuana dissolve in alcohol and other solvents, such as butane. You can make hashish and hashish oil by soaking marijuana in alcohol, or by running butane through it.

The simplest of these methods involves just soaking the marijuana in alcohol for a period of time. The active ingredient will be dissolved in the alcohol. Once the alcohol evaporates off, the result is a rather sticky hashish.

Another method is to force butane through the marijuana and collect the outflow. There are simple methods to do this that are described elsewhere.

It should be noted that the use of solvents to make hash or make hash oil can be extremely hazardous if not used properly. Alcohol is highly flammable and butane can be explosive.

2) Rubbing

One of the oldest methods of making hashish is to simply take the marijuana plant and rub it between the hands until the hands become coated with the residue. Then simply scrape the newly made hashish off of the hands.

It should be noted that this produces some really sticky hands.

3) Filtering

Another simple method to make hashish is simply to run the marijuana through a series of fine filters. The marijuana trichomes, which contain the active ingredient, are quite small and will pass through fine mesh, while the non-medical plant material will be trapped.

4) Ice water

Another method used to make hashish is to soak the plant in ice water while the filtering process is done. This makes the active nuggets harden up and separate from the rest of the marijuana plant easier. This is the idea behind such products as the ice-o-lator.

5) Vaporization

People don't usually think of vaporization as a way to make hashish, but that is, in effect, what it is doing. The active ingredients in marijuana vaporize at under 200 degrees. When the marijuana is heated, the active ingredients boil off before the plant material actually burns. This provides a very pure form of hashish, even if the hashish is in a vaporous form.

Provided you have some means of cooling the vapor back into a solid, there is no reason you could not use this method to make hashish. This could be achieved with a very simple arrangement similar to a still used to make whiskey. All that is needed is a medium-temperature heating source to heat the marijuana, and some way to cool the resulting vapor.

How to Make Hash Oil The Easy Way

How to make hashish, increase the potency of your marijuana, and salvage bad weed that was unfit to smoke.

Do you want to know how to make hash the easiest way? It is very simple, and this method works for just about any grade of marijuana/cannabis, even clippings, trim, and plain old bunk.

Do you have some weed laying around that wasn't good enough to smoke? This method will salvage whatever can be salvaged from lousy weed, greatly improve its potency, and even turn bunk into something that is useful (for emergencies, anyway)..

Step 1. Get some alcohol

The active ingredients in marijuana dissolve readily in alcohol. You can find rubbing alcohol (isopropyl alcohol) at any drug store. It is cheap -- usually about a dollar per bottle.

BE SURE YOU DO NOT GET DENATURED ALCOHOL. Denatured alcohol contains ingredients that can be POISON. "Denaturing" is a process where they add ingredients to make the alcohol unsuitable for human consumption. If you use "denatured" alcohol, you will wind up with hashish that is unsafe to consume, and it will probably taste terrible, too.

If you cannot find alcohol in your drug store, you can also use any high-alcohol content rum or vodka, such as Everclear. If you are going to use rum or vodka you should note that the alcoholic beverage may contain additional ingredients that may modify the flavor of the resulting hashish, or make it harsher to smoke. Plain alcohol is to be preferred, and plain alcohol is cheaper.

Please be extremely careful when you are handling alcohol. Do not smoke or get near open flame while you are doing this process. Alcohol can be extremely flammable, and it burns with a flame that is often hard to see until it is too late. Some methods elsewhere recommend evaporating the alcohol off by heating the mixture on a stove. I would NOT recommend that. For one thing, the alcohol vapor can be extremely flammable and, because the flames are hard to see, you can have a big problem (like the whole house burning down) before you know it. For another, the alcohol vapor can get you very seriously drunk in a hurry. Seriously. You can a couple of good whiffs and be staggering.

Step 2. Grind up your weed.

You will get the most out of this process if your cannabis is ground as finely as possible. You can just soak the leaves whole and get satisfactory results, but grinding the weed will allow the alcohol to get to all the plant fiber to get the most out of it. Just put the weed in a blender and let it run until the material is thoroughly pulverized.

Step 3. Soak the marijuana in alcohol

Put the marijuana in a jar that can be sealed tightly and pour the alcohol over it. Put enough alcohol in so there is enough to cover the marijuana completely, and then some. Let it sit for about 24 hours. By the end of 24 hours, the alcohol will have turned distinctly green. (If you have real bunk, the alcohol may turn brown.)

Step 4. Filter out the plant fiber

Pour the liquid through a coffee filter into another jar. This will remove the plant fiber and give you a green alcohol mixture that contains alcohol and the active ingredients from the marijuana.

Step 5. Let the alcohol evaporate.

The final step is to pour the mixture into a bowl and let it evaporate. Depending on the amount of alcohol in the mixture, it might take a day or so.

Some other methods recommend heating the mixture on the stove to evaporate off the alcohol. This can be dangerous, as described above. It is far better to just be patient and let the alcohol evaporate naturally. It takes a little longer, but it is far safer and a lot less work.

This will leave you with a form of hashish. The result will be a thick green kind of tar. It can be difficult to work with or smoke, just because it is so concentrated and sticky, but it is useable at this point.

Step 6. Enjoying the result

Smoking it in a pipe.

If you put this hash oil in a pipe, it will bubble and cook like road tar. Because of this, getting a good high from it may be difficult with conventional smoking methods. It is not that you can't get high -- you can -- it will just be more work than smoking a joint and you may wind up with a clogged pipe. Think of how difficult it is to work with road tar and you will get some idea of what it is like.

Vaporizing it

An alternative method is to put the hash oil in a spoon or on a piece of tin foil. Then heat the spoon or tin foil from below and inhale the smoke that comes off it by using a straw. Using a conventional vaporizer is not recommended unless you use something to protect the vaporizer from the hash oil melting down into it. Hash oil can be difficult to clean up, and you could just wind up ruining an expensive vaporizer.

Pouring it over other marijuana

An alternative method is to pour the liquid onto another batch of marijuana, and let the alcohol evaporate from that. The end product will be easier to smoke if you do this, because it has the plant fiber to help it burn. You probably don't want to pour it over really good grades of weed, because it will probably change the flavor for the worst. However, if you have some marijuana laying around that is only of mediocre quality, it can improve the quality significantly and make it acceptable for smoking in desperate times.

Guide To The Different Types Of Hash From Around The World

Harder types of resin - mostly from Morocco and Lebanon are made by sifting mature cannabis flowers through a series of sieves until only a resinous powder remains. This powder is compressed and heated to allow the resins to melt and stick together forming blocks.

The resin is then compressed into blocks and sealed with cellophane or cloth. The result is a hard, brittle hash, usually light yellow to brown and sometimes even reddish brown. Generally, the really hard and yellow stuff which is cerebral is old Lebanese on the whole, and the slightly darker brown hash is usually Moroccan. Apparently, new Lebanese is often also malleable.

The method used in Southern Asia involves rubbing the living flowers of the cannabis plants with hands, a leather apron or other implements. The aim is to get the soft and sticky resins to stick to a surface which can be taken somewhere to be processed and collated.

These are then scraped off the skin or leather and rolled into lumps of various sizes and compressed into blocks. The color is usually dark-brown to black on the surface and lighter on the interior - air contact makes this hash go darker in color. The consistency is normally soft and a lump can usually be moulded into various shapes or sausages.

Usually, the potency of seized hash varies from under 1% THC to 26% THC. Typically the strength is 3% to 8% THC, with the rest being vegetable matter. Remember that THC is not the only drug in cannabis - there are various others such as CBD and CBN which all add to the effect.

Strain: Afghani (Afghanistan)

Cultivation: Hashish is produced practically everywhere in and around Afghanistan. The best kinds of Hash originate from the Northern provinces between Hindu Kush and the Russian border (Balkh, Mazar-i-Sharif). As tourist in Afghanistan it will be very difficult to be allowed to see Cannabis-Fields or Hash Production.

Production: The plants which are used for Hash production are very small and bushy Indicas. In Afghanistan Hashish is pressed by hand under addition of a small quantity of tea or water. The Hashish is worked on until it becomes highly elastic and has a strong aromatic smell. In Afghanistan the product is stored in the form of Hash-Balls (because a round ball has the less contact with air), however, before being shipped, the Hash is pressed in 100g slabs. Good qualities of Afghani are signed with the stem of the producing family. Sometimes Hash of this kind is sold as Royal Afghani.

Color: Black on the outside, dark greenish or brown inside. Can sometimes look kind of grayish on the outside when left in contact with the air.

Smell: Spicy to very spicy.

Taste: Very spicy, somewhat harsh on the throat. Afghani can induce lots of coughing in inexperienced users.

Consistency: Soft, can be kneaded very easily.

Effect: Almost narcotic, produces a very physical and stony high.

Potency: Potent, sometimes very potent. It's easy to underestimate the potency of Afghani since the high takes about 5 minutes to reach it's full potential. (1.7%-6.5% THC)

Availability: Quite rare, especially good qualities. Beside Moroccan Hash, Afghani is the most common kind of Hash on the European market. The price is usually higher than Moroccan but quality differs greatly. If I have the choice of Moroccan or Afghani then I would go for the stonier and more narcotic Afghani.

Various: The softest Afghani isn't always the best - coconut or other oils are often added in the originating country. There is also some Hash-Oil which is being produced from Afghani, usually the quality is excellent. Most people I know are bored of Afghani if they have to smoke it for a long time, on the other side there are people who love this stuff. Beware: Turkish Hash is sometimes offered under the name of Red Afghani.

Strain: Charas (India)

Cultivation: Cannabis is cultivated nearly everywhere around India.

Production: In India Hash is produced by carefully rubbing the female buds between the hands. The resin is rolled in Hash-Balls, before shipment it's pressed in the usual slabs.

Color: Black on the outside, dark greenish/brown inside.

Smell: Spicy to very spicy. Distinctive aroma.

Taste: Very spicy, somewhat harsh on the throat but definitively less so than Afghani.

Consistency: Very soft, can be kneaded easily like Afghani. Sometimes quite powdery though always dense.

Effect: Very stony and physical high. Cerebral.

Potency: Potent to very potent. Like Nepali, Charas is almost always good smoke. (10-26% THC)

Availability: Very rare, from time to time very small quantities become available. Most Hash of this kind is imported by private travellers to India. As expected the price is very high, in the range of Nepali. Charas is usually sold as a 'finger', which is a sausage shaped piece of hash.

Strain: Kashmiri (Kashmir/India)

Cultivation: No information available.

Production: Kashmir is the only Moslem country where Hashish is produced by hand like in Nepal and Afghanistan. Usually the producers in Kashmir aren't able to press the slabs decently.

Color: Black on the outside, brown-greenish inside. White lines usually present.

Smell: Very spicy and aromatic.

Taste: Quite an acquired taste, however not harsh on the throat.

Consistency: Somewhat harder than Afghani with less resin content. Natural oils are often added to render the Hash soft.

Effect: Physical and stony high.

Potency: Potent to very potent. (10-12% THC)

Availability: Very rare.

Strain: Lebanese (Lebanon)

Cultivation: The most important Cannabis-Fields are located in the valley of Baalbek. The fields are cultivated on very large scale, many of them using modern machinery. The production is very industrially oriented, tradition is not very involved in the Hash-Business.

Production: The Cannabis-Plants are left on the field until they are nearly dry. By this time they will have acquired a brown-reddish color (some Chlorophyll is destroyed by the UV-Rays of the Sun). Finally the plants are brought in a barn to be dried completely.

Hashish is produced in the same way as in Morocco, basically the buds are carefully rubbed over a fine silk-cloth, the resulting powder can be pressed together. Than finer the mesh used, than better the resulting Hashish.

The Hash-Powder is stored inside 35kg plastic bags, in this form it can be kept for a long time without losing much potency (because the resin glands are still closed).

In the winter months the pressing begins. Hash-Powder is filled in linen or cotton bag and pressed under great pressure. On the surface of the Hashish the structure of the tissue which was used can be clearly seen. Usually the Hash is pressed in slabs of 100g, 200g (usually) or 1000g (1kg).

There is some Hash which is pressed by hand like in Afghanistan, unfortunately it's usually not exported.

Color: There are two kinds of Lebanese-Hash: Yellow Lebanese, which is yellowish and Red Lebanese which is reddish-brown (very similar to standard Morocco in color). The Red-Lebanese is made from riper plants.

Smell: Spicy to very spicy, refreshing smell.

Taste: Very spicy, harsher than Turk or Morocco. Some Lebanese-Hash is harsher than Afghani, especially when smoked in a Bong. Lebanese is quite an acquired taste.

Consistency: Usually the slabs are very thick (about 2-3cm) and not elastic. However when you cut it, you can clearly see that it contains big quantities of resin and that it can be cut easily. Some kinds of Lebanese, like Afghani have the family stem on them. Very good Lebanese can be re-pressed by hand like Afghani due to it's high resin-content.

Effect: Compared to most other Hash varieties the High is quite cerebral, however more stony than Morocco or Turk. Of course, the yellow kind produces a more cerebral high than the red kind (which is riper and contains more CBN than THC).

Potency: Usually not very strong, somewhat stronger than Morocco. However there are also very good varieties of Lebanon which are very strong. As already mentioned the high resin content of the better varieties can be clearly seen and it can be re-pressed by hand. (1.0%-18% THC)

Availability: Quite rare, good qualities are very rare. However Lebanese is the third most common kind of Hash in Europe (after Morocco and Afghani). Unfortunately most of the Lebanese which is sold is quite old and dry, fresh and resinous Lebanese is very rare in the last years. Usually the price-range can be compared to that of Afghani. I noticed that Yellow-Lebanese is somewhat rarer than the red.

Various: I'm told that the best Lebanese-Hash is called Zahret el Kolch. The availability of Lebanese is likely to increase since the crop substitution programs run by the UN have been severely under funded, and farmers are returning to more traditional crops to make a living.

Strain: Manali (India/Himalaya Region)

Production: The Hash is produced by hand like in Afghanistan and Nepal. From what I heard the Hash production is organized by Europeans.

Color: Black on the outside, greenish-brown inside.

Smell: Reminds somewhat of Weed.

Taste: Reminds somewhat of Weed.

Consistency: Hard to very hard (when older).

Effect: Not as physical and stony as the other black kinds.

Potency: Medium to potent.

Availability: Very rare. When available usually in the form of sticks, unfortunately often quite old.

Sonstiges: Pieces of stems and seeds can sometimes be found in the dope. This was tried by ZZ in Amsterdam, and was the most disappointing of the gear we got. High quality varieties are probably available though - watch out for the really old stuff.

Strain: Moroccan (Morocco)

Cultivation: Cannabis is cultivated in the Northern regions, especially in the province of Ketama. In 1992 Morocco cultivated at least 30'000 acres of Cannabis. This produces about 15'000 tons of Hashish, which are exported to Europe (especially Spain, France, Belgium, Holland, Germany, Switzerland and Italy).

Color: Greenish to brown. Due to the relatively short growing season the plants retain a quite green color at harvest.

Smell: Lightly aromatic, not spicy.

Taste: Compared to other kinds of Hash the taste is very mild. Personally speaking the taste of Morocco is one of my favorites, it's very soft on the throat (especially in good varieties like Pollen or Zero-Zero) and reminds of Weed.

Consistency: Quite variable, however generally quite hard. Usually Morocco is sold in 0,5 - 1,5cm thick slabs. Pollen is less pressed than normal Morocco, ZeroZero is very soft, almost like Afghani.

Effect: Compared to other kinds of Hash it produces a quite cerebral and active high.

Potency: Light to medium, only rarely potent. Even very good Morocco can't be called particularly strong. (0.9%-10% THC)

Availability: Moroccan is the most common kind of Hash on the European market, only recently it became possible for the average consumer to find other kinds of Hash on the

street. Morocco is sold under many names: Standard, Melange, Premier, Zero, Zero-Zero, Sputnik, Pollen, Chocolate and probably many others.

Unfortunately these names aren't very useful, dealers sell everything which is slightly better than Standard under a variety of names. Real Pollen is light-brown in color, sold in thick, lightly compressed slabs. When heated it expands much more than other Moroccan's.

I should add that botanically speaking the definition Pollen is completely wrong. Of course the Hash is produced from Female resin glands and not from male pollens (which contain virtually no THC).

Various: Even though the locals will offer you hash at very, very good prices, be very careful. Don't tell them where you're staying, don't let the hotel staff catch you with a spliff. Paranoia is a useful tool when it saves you from a five year prison sentence!!!

Strain: Moroccan Hash Oil.

Cultivation: Moroccan hash oil is made from unpressed resin.

Production(Self instruction): Use the smallest alcohol molecule, methanol, to perform a cold solvent extraction. The resin needs only to be soaked for an hour or two with a stir or three; wash the resin three times with at least a 4:1 ratio of methanol to resin, condensing the methanol driven off by heat from the filtered mixture each time.

Boil down to a 1:1 ratio and after the third wash set fire to it, immediately give this a final methanol wash, fire it again; the flames will subside on their own, if your resin was pure, and your filter papers were fine, and then it will bubble up to the top of your pressure cooker; it is now super-hot (close all the windows) will cool slowly but needs to be poured to easily separate the crust which can be recycled.

Big warnings: methanol will rot your brain and send you blind if you regularly inhale (luckily good hash oil contains none) and methanol fires are deceptively fierce, you need good practical chemistry lab habits. Incidentally, the washed residue looks exactly like hash still, but will not get you stoned at all (guess what happens to that!)

Color: Dark brown as unwarmed solid, yellow and brown on rizla paper.

Smell: Very little, slightly toasted; if it smells strongly of anything, just say no.

Taste: Slightly acrid, not pleasant unless disguised.

Consistency: When frozen will shatter; at room temperature is solid but sticky; will drip from spatula when heated gently, quickly solidifies to sticky solid again.

Effect: Same as the hash you made it from, but will not deteriorate as quickly with time.

Potency: Again, same as the resin you used, though the oil is clearly more concentrated so less equivalent oil is needed than the original hash.

Availability: there's always resin in Morocco, but users need to love it to handle it with total success. This is the combustible that will be used in medical inhalers because it contains at least 75% less vegetable matter.

Strain: Nepalese (Nepal)

Cultivation: There are small Cannabis cultivations everywhere in the Highlands of Nepal.

Production: The resin is collected by carefully rubbing the buds between both hands. Later the collected resin is pressed to homogenous Hash-Balls (Temple Balls). Before shipment these balls are pressed in slabs.

Color: Black on the outside, dark-brown inside.

Smell: The aroma is very spicy, heavy and quite sweet. It is particularly potent if a piece of Hash is broken-up.

Taste: Highly aromatic and sweet, more so than Afghani but still less harsh on the throat.

Consistency: Usually somewhat harder than Afghani but still soft enough to be kneaded at body temperature.

Effect: Very physical and stony high.

Potency: Potent to very potent.(11%-15% THC)

Availability: Very rare.

Sonstiges: The best Hash comes from Nepal. This stuff is simply the best - if it really is Nepalese and not some Afghani sold as Nepalese. Usually Nepalese is very expensive, in Amsterdam the best Hash in many Coffee-Shops is nothing else than Nepalese. Personally I think it's always worth the money, at least if you like the stony high it produces. Unfortunately Nepali has been very rare around here in the last years. From time to time small quantities become available.

Strain: Nether-Dope (Netherlands)

Cultivation: This Hash is produced from Cannabis plants grown in the Netherlands. Plants are usually cultivated Indoors but there are also small Outdoors and Greenhouse cultivations.

Production: The manufacture method varies with the producer. Most of the Hash is produced thru screening like in Morocco, however there is also a small quantity of hand-

rubbed Hash produced using the Afghani method (which of course is much better). However only a very small quantity of the Weed is transformed in Hashish.

Color: Usually quite green, however this varies with the kind of Weed used and the producer.

Smell: Usually quite grass or skunk - like, but depends from the kind of Weed.

Taste: Same as above.

Consistency: A lot of the Dutch Hashish is not pressed correctly (that's an art) and usually beaks apart too easily. However recently the consistency improved, they seem to learn quickly. The above of course doesn't refer to hand-rubbed Hash which is very soft like Afghani. Often the hash is simply the female heads crushed and pressed under huge weights to form a solid lump which very easily powders up.

Effect: The kind of High depends from the strain of Weed which was used, however usually the high is quite active and cerebral.

Potency: Potent to very potent, this stuff is better than any other kind of Hash available to the average user. It even beats most Nepali's and nearly every kind Afghan. (Up to 59% THC)

Availability: Very, very rare outside the Netherlands and surrounding countries. I wouldn't hold your breath waiting for this stuff to appear on the British market.

Sonstiges: The quality varies widely however the price is always high. There isn't any standard denomination for the Dutch Hash. High quality powder can come under the name Sensi-Hash which is simply highly compressed THC crystals.

Strain: Oil

Cultivation: Hash-Oil can be (and is) produced from any kind of Hash, so the cultivation method varies with the origin country.

Production: Hash-Oil is very simple to make: the dried and powdered Buds are soaked in a (preferably Non-Polar) solvent for a couple of weeks, then the solvent is evaporated and what remains is Hash oil.

Color: Extremely dark green to nearly black.

Smell: Highly aromatic and spicy.

Taste: Highly aromatic and spicy, taste however varies considerably with the source material.

Consistency: Hash-Oil (even a highly pure one) is quite thick and hard at room temperature. At body temperature it becomes extremely sticky, when heated it becomes a liquid.

Effect: Very physical and stony high. Most stony and physical high you can find.

Potency: Potent to very potent.

Availability: Quite rare but becomes available from time to time, probably a lot is produced in someone's kitchen.

Sonstiges: I should add something about the solvents, nearly always some form of Alcohol is used as solvent. While this works quite well (especially if the source material is already good) there is a lot of Chlorophyll and other inactive substances in the product.

A purer form of Hash-Oil, usually called Honey-Oil, is produced by extracting the material with Petroleum-Ether (or some other non-polar solvent) and separating the water soluble substances from the insolubles. Unfortunately in the origin country usually low quality Dope is used in the production of Oil.

It is also quite easy to be ripped off when buying oil since it's very easy to adulterate.

Strain: Pakistani (Pakistan)

Cultivation: Cannabis is especially cultivated in the North-West-Frontier- Province which isn't under government control. This region is considered tribal area. Drugs of every kind are produced, as well as weapons. Every man is permitted (and should) bear a firearm. The best Hashish is produced in the regions of Citral, Swat and Khaibar, however many of the field were converted to Opium fields.

Production: The hash is produced quite exactly like in Afghanistan.

Color: Black on the outside, dark-brown inside. Sometimes even kinds of greenish color can be found.

Smell: Spicy to very spicy.

Taste: Very spicy, quite harsh on the throat (like Afghani).

Consistency: Soft, like Afghani.

Effect: Very physical, somewhat stonier than Afghani.

Potency: Medium to potent (2.4%-15% THC)

Availability: Very rare.

Sonstiges: Until 1979, when the Islamic Rule (of life) was introduced, one could purchase Opium and Hash of various qualities in the so called Government Opium Shops.

Strain: Turk (Turkey)

Cultivation: Cannabis is produced in the rural regions like Anatolia.

Production: The manufacture method (and the resulting product) is very similar to Morocco, the Hashish is pressed from Resin-Powder.

Color: Greenish-brown.

Smell: Slightly spicy.

Taste: Not especially aromatic or spicy, very soft on the throat.

Consistency: When pressed correctly Turk is hard like a rock. Sometimes it can look like over aged Moroccan Hash. Sometimes Turkish hash is encountered as brittle thin wafers which crumble and powder easily.

Effect: Highly cerebral compared to other kinds of Hash. Probably the most cerebral high of any kind of Hash.

Potency: Light to medium, rarely potent.(3.5%-8.8% THC)

Availability: Very rare.

Sonstiges: Turk can be recognized by the typical crack sound it makes when a slab is broken. Hashish use isn't very common in Turkey, Hash is available but you need to have contacts and be very careful.

Making Marijuana Cannabis Honey Oil Like A Pro,

It does not matter how you started making marijuana honey oil,if you have done this your not done ! If its Butane , Iso , or grainif you have not taken these simple steps than you are not finished yet,one more thing to do now, to get those impurities out , & Havethose yummy Flavor's locked in and oh that Golden magic color.

by Master Thai

Isomerization of Raw Plant Extract

Supply list

1.) Large Glass Beaker (500 to 1000 mils.)

2.) Large eulmeyer Flask (500 to 1000 mils.) With vacuum filter and funnel.

3.) #50 filter papers

4.) Length of clear hose ( to connect to vacuum )

5.) Charcoal / norit (activated charcoal, must be lab-grade only )

6.) 100% Grain alcohol ( Everclear )

7.) Sulfuric or Hydrochloric Acid ( bye in small quantities, a little goes a long ways)

8.) Scale ( triple beam or lab-jewlery scale only , perfer Triple Beam, No batteries to run down and give a mis-reads of weight's )

9.) Calculater

10.) Pencil & Note Pad

Method

1. Using raw extract weigh mass and take note.2. Add 10 times this amount of grain alcohol & mix with raw extract in beaker.3. Take a pH reading & write this down.

4. Using a small dropper, Add 1 drop of Acid, (slowly , this will react & get warm, SO BE CAUTIOUS) for each gram of raw extract & stir with glass rod.5. Using a volume of charcoal / norit equal to the solution ( raw extract/ alcohol mix ) Add this to the solution and agitate for 2 or 3 minutes.6. Take a second pH reading subtracts from first reading.The difference is a good starting point to add Bicarbonate of Soda at a 1 to 1 ratio, Or 1 gram of Soda to 1 drop of Acid.Add Soda slowly ( this too will react ).Take a third pH reading ; then adjust the pH according to the first reading using Soda or Acid to match the first reading.You should achieve a pH of 6.5 to 7.5 The sweet stuff is at a range around 6.6 or 6.8 range.7. Set up the eulmeyer flask with filter and vacuum source ( tap water is your source ) Then turn water on & pour solution slowly into funnel portion of the flask. At this point when you have pulled the solution into the flask, rinse the beaker with a small amount of alcohol to get the remainder.8. At this point the alcohol can be evaporated if necessary or reduced to the desired consistency depending on intent of use.The infra red lite Master uses works well - very good here.(A must do-have)9. Clean up all equipment and put away and now enjoy :REAL HONEY OIL, its not fake or halfway like ALL other methods shown here in this section.Like Master Thai's Grandfather said to him a long time ago :If your going to do it half way than just dont do it at allBe a pro not a poser GrasshopperAdvise well taken.So now you know how it works ( Real Honey Oil ) enjoy your efforts, and relax with the REAL Stuff and see what you all been missing.

peace ,Master Thai ;-)

Master Vaporiser's Oil with a Real Oil Pipe ( not a dope pipe)

Raw extracts where it all has to start , does not matter if Butane or alcohol its not real or finished until you followthese easy steps. Water Purging or dried Butane samples are not Honey Oil, until then --------------------its just pot oil that's the difference Grasshoppers. I hope Master was a help and now we will Have Oil for Peace foreveryone !

Tras cosechar y secar nuestras plantas, con los cogollos ya curando en sus tarros de cristal, llega el momento de decidir lo que haremos con nuestra hierba. En esto cada cual tiene sus propias preferencias y mientras hay quienes optan por fumarse los cogollos tal cual, otros gustan más de paladear un buen costo casero.

Por norma general, los más entendidos prefieren fumar este tipo de hachís, pues es un producto de gran calidad y es mucho más potente que la hierba o el costo comercial. Para la elaboración casera de hachís se suelen emplear los restos secos de la manicura y los cogollos bajos de las plantas, más pequeños y fofos, pero conviene recordar que el mejor hachís siempre se obtiene de los cogollos más hermosos de las puntas. Cuanta más potencia tenga la matera prima que usemos, mejor será el hachís que obtendremos. Por orden de potencia, las partes que más resina contienen de una planta y por tanto las que más colocan son: los cogollos de las puntas, el resto de cogollos, las pequeñas hojas que envuelven los racimos florales, las hojas más grandes y el tallo. El resto de la planta (la raíz y las semillas), así como las plantas macho no contienen cantidades significativas de THC por lo que no pueden ser usadas para hacer costo.

a grandes rasgos, se puede decir que el hachís es el producto que resulta de recoger, amasar y prensar las cabezas de los tricomas, esas glándulas resinosas que recubren los cogollos y gran parte de las hojas de nuestras plantas. La psicoactividad de la resina depende de su origen. Si la materia de la que se extrae la resina es poco potente, el preparado será poco potente. El hachís es un concentrado por lo que sus efectos varían en función de la marihuana de la que se extrae. Las variedades con predominancia sativa tienen tricomas más pequeños que las variedades con predominancia índica y cada una produce unos característicos efectos. Así pues el hachís resultante de las variedades sativas será más eufórico, energético y psicoactivo que el costo elaborado a partir de plantas de variedades con predominancia índica, con un efecto mucho más narcótico y sedante. Los componentes principales del hachís son los cannabinoides, los más importantes son tres: el THC (que da el efecto del colocón), CBD (que degrada a THC cuando se descarbolixa) y CBN (que es el THC degradado). Tanto el CBD y CBN son psicoactivos, pero en menor medida que el THC y tienen un efecto claramente narcótico. El hachís de calidad debe tener un porcentaje elevado de THC, y poco de CBD y de CBN. En la mayoría de los países productores de hachís, el producto se cuida poco y se deja secar al Sol directamente por lo que una gran parte del THC de las plantas se

degrada transformándose en CBN mucho más sedante y narcótico, efectos característicos producidos por el hachís comercial. Las plantas de exterior al estar sometidas al aire y el viento, el Sol, la lluvia, el polvo y la contaminación ambiental (sobre todo en las grandes ciudades) producen glándulas de resina de menor tamaño que las de las plantas cultivadas en interior bajo un ambiente controlado y protegido.

Un Poco de Historia Históricamente la elaboración del hachís, al igual que el cultivo de la planta, han sido siempre procesos artesanales ligados a la vida de las gentes que trabajan la tierra, como ocurre aun hoy en algunas zonas de Asia o Nepal, donde el hachís se sigue extrayendo de las plantas frescas (sin cortar o causar daño a las plantas) frotando con las manos suavemente los cogollos y hojas. El proceso usado es simple pero resulta muy eficaz. Cuando los dedos están llenos de resina, se frotan sobre un plato para obtener bolitas o churritos de costo que luego serán amasados hasta formar una bellota más grande que después se prensa hasta quedar lista para fumar. Dependiendo de las pasadas que se den frotando a las plantas, se pueden obtener diferentes calidades de charas en función de un mayor o menor contenido de materia vegetal.

En Pakistán, se utiliza un método muy similar durante la recolección de las plantas, pero en lugar de las manos se usan unas vestimentas de cuero especialmente ideadas para pasearse entre las matas y que las resinas de estás queden pegadas al cuero. Después sólo hay que rascar el hachís, amasarlo y prensarlo hasta que esté listo para ser consumido. Estos tipos de hachís reciben generalmente el nombre de “Charas” y son de menor potencia y calidad que el hachís tamizado o extraído al agua ya que contienen más impurezas. Durante la cosecha de nuestras plantas podemos sacar unos porros de charas utilizando unos guantes de latex durante la recolección y el manicurado para que la resina de los cogollos se quede pegada a los guantes mientras los manipulamos. Después sólo hay de dar la vuelta a los guantes y dejarlos enfriar en el congelador un rato para que el costo solidifique y se despegue sin problemas. No suele salir más de uno o dos porros por guante, pero merece la pena hacerlo en lugar de tirar la resina como muchos hacen.

El “tamizado” es el sistema típico usado en países como Marruecos, Líbano y Afganistán para elaborar el hachís más comercial. El proceso básicamente consiste en sacudir las plantas en seco sobre unos tamizes para que caigan las glándulas de resina seca que recubren los cogollos. Después, el polvo o polen resultante del tamizado es o bien amasado y prensado en frío para obtener el llamado “polen marroquí, o bien es amasado y prensado en caliente para elaborar el

clásico costo marroquí. En Marruecos, Líbano, Holanda o Pakistán el prensado se realiza de forma mecánica utilizando prensas accionadas por gatos hidráulicos de entre 10 y 20 toneladas de presión. El resultado son esas tabletas de 100gr de hachís tan características y conocidas por todos. Estos sistemas de extracción están más orientados a la producción comercial y en ellos se inspiran gran parte de los modernos sistemas de tamizado y de extracción con agua y hielo aparecidos durante la década de los noventa en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y Holanda.

Tamices, Mallas y Cedazos

Sin duda, la parte más importante de todo sistema de extracción de resina es el tamiz, la malla o el cedazo que usemos para separar las diferentes calidades de resinas de la materia vegetal. Por lo general, se emplean como mínimo dos mallas para hacer el hachís, ya que dependiendo del grosor de la malla o tamiz (micraje) que usemos durante la extracción obtendremos diferentes calidades o tipos de resina siguiendo un principio muy simple: a menor micraje (grosor) de la malla mayor calidad de la resina. El micraje del polvo de resina doble cero extraído en seco es diferente que el de la resina extraída con agua, así para el tamizado en seco emplearemos mallas de un micraje de entre 50µ y 150µ, y para la extracción al agua de entre 38µ y 220µ.

En nuestra Grow Shop de confianza encontraremos Kits en los que se incluyen diferentes bolsas

de extracción tanto para hierba de interior como para hierba de exterior, y en diferentes tamaños en función de la cantidad de costo que queramos hacer. Los migrajes más comercializados son, de menor a mayor: 25µ, 45µ, 73µ, 90µ, 100µ, 120µ, 160µ, 190µ, y 220µ. Además de estas bolsas para la extracción, en nuestra Grow Shop habitual encontraremos diversos sistemas de tamizado manuales y mecánicos para la extracción de hachís, más o menos baratos y muy sencillos de usar, tanto para la extracción en seco como al agua. Si queremos comprar el tamiz suelto o ya enmarcado deberemos buscar en otras tiendas como las de serigrafía, imprentas y tiendas de arte y manualidades. Las mallas usadas para serigrafía están fabricadas en un tejido sintético o metálico, muy fino, resistente y homogéneo que las hace ideales para el tamizado en seco.

Antes del cribado, tanto sí este es en seco como si es usando agua, debemos secar bien las plantas y dejarlas al menos un par de días en el congelador para que el frío endurezca las glándulas de resina y nos ayude a desprenderlas con mayor facilidad. Normalmente, primero se desprenden las glándulas más grandes y maduras, seguidas por las cabezas de resina más pequeñas y las glándulas menos maduras, así como pistilos, trocitos de hoja y otros restos de materia vegetal. Cuando tamicemos (especialmente en seco) debemos tener cuidado para no forzar la materia vegetal a través del cedazo, ya que las glándulas de resina se rompen y adhieren al tamiz y a los restos de materia vegetal sin opción a poder ser recuperadas.

Sistemas de Tamizado o Extracción en Seco

Entre los diferentes sistemas de extracción de resina en seco podemos diferenciar dos tipos: los sistemas manuales y los mecánicos. Las mallas enmarcadas para serigrafía resultan perfectas para el cribado y tamizado de la resina a mano. Se componen de una malla bien estirada fijada a un marco de madera o de metal. Cuando compremos una de estas mallas de serigrafía, debemos fijarnos bien en el tamaño de los poros para asegurarnos de elegir el adecuado, entre 50µ-60µ para una primera calidad, y entre 135µ-150µ una segunda. El mejor lugar para tamizar nuestra hierba es sobre una mesa de cristal o una superficie lisa y poco porosa donde no pueda quedar pegada la resina.

Una vez hayamos elegido el lugar donde hacer el hachís y tengamos nuestra malla lista, procederemos a desmenuzar los cogollos y el follaje sobre la misma malla. Después sólo tenemos que hacer que esta vibre golpeando el tamiz o frotando los cogollos con suavidad durante 5 ó 6 segundos, cambiando los cogollos y repitiendo la operación hasta que se nos acabe el material para cribar. De ésta primera pasada obtenemos una calidad equivalente a un “primera” marroquí o a un doble cero. Para recoger este “polvo dorado” que ha quedado debajo del tamiz conviene ayudarse de una tarjeta de crédito o una espátula de plástico. Cuando lo hayamos amontonarlo todo podremos amasarlo y prensarlo en una pieza de hachís. El polvo de resina potente tiene un color entre blanco cremoso y dorado, los tonos de colores verdosos nos indica la presencia de impurezas y restos vegetales en el polen.

El Polmmaker o Hash Maker es un invento similar, pero por su sencillez, pequeño tamaño y bajo costo, se ha ganado la simpatía de muchos de los amantes de la resina. El aparato consiste en un par de tubos de PVC que encajan el uno en el otro con dos tapas para cerrar los extremos y un

cedazo bien tensado en el interior. El sistema es muy sencillo: se introduce la hierba por uno de los lados (normalmente el lado con tapa de rosca) junto con una pieza pequeña sin aristas como una moneda o una canica, y se mueve enérgicamente todo de arriba a bajo con las manos para obligar al polen a caer en el otro compartimento. Dependiendo de la fuerza que empleemos para batir el Polmmaker y del tiempo que lo hagamos obtendremos un producto de mejor o peor calidad. Después se recoge el polvo que ha quedado en el compartimento de debajo del tamiz y amontonamos todo en la palma de nuestra mano para amasarlo y prensarlo en una pieza de hachís, una tarea simple y que no requiere más de media hora de trabajo, tal y como se explica un poco más abajo.

Los modernos sistemas de extracción mecánica que mencionábamos anteriormente facilitan mucho el trabajo y reducen el tiempo de extracción. El Pollinator, inventado y popularizado por “Mila Pollinator” en la década de los noventa en Holanda es quizás el más conocido de todos ellos. Mila es una de las personas que más tiempo han dedicado a investigar, aprender y enseñar a otros sobre la extracción de la resina y la elaboración del hachís. Fruto de esa dedicación y esfuerzo son los diferentes sistemas y aparatos patentados y comercializados por Pollinator Company como el Pollinator, el Ice-o-Lator, o más recientemente el Bubleelator para la extracción mecánica al agua.

El Pollinator, que da el nombre a la empresa, es básicamente un tamiz motorizado con forma cilíndrica que usa la fuerza centrífuga que le confiere su pequeño motor eléctrico para separar el

polen o resina seca en polvo de las hojas y los cogollos. La malla que hace de tambor cilíndrico en el Pollinator tiene un grosor 150µ y gira dentro de una caja de plástico especialmente ideada para poder rascar después todo el polen de las paredes.

El principio de funcionamiento es simple: cuanto más tiempo gire el tambor o más velocidad lleve este, menor calidad tendrá la resina que atraviese la malla y más restos tendrá de materia vegetal. Por lo general se deja funcionar el aparato entre dos y cinco minutos para obtener una primera calidad, y entre cinco y seis minutos para una segunda. Una vez finalizado el proceso podemos recoger el material para amasarlo y prensarlo como es debido. A parte del Pollinator de Mila, podemos encontrar en el mercado diferentes sistemas y modelos basados en el tamiz motorizado, como el sistema alemán Top Zeef. Este, es quizá el más parecido al Pollinator, pero tiene la ventaja de ser un aparato totalmente plegable y ocupa mucho menos espacio. Para más info sobre estos sistemas consultar en las páginas de: www.pollinator.nl, y en www.top-zeef.com/body.html. Los restos que nos han quedado de la hierba tamizada se pueden volver a congelar para usarlos más tarde y sacar parte de la resina que aun queda en ellos con un sistema de extracción con agua fría.

Sistemas de Extracción al Agua El hachís al agua se basa en un sencillo principio físico: enfriar la resina para endurecer las glándulas de tricoma (más densas y pesadas que el agua) y poder separarlas fácilmente de la materia vegetal con la ayuda de un tamiz. Este sistema garantiza la extracción de un producto de máxima calidad y pureza, un hachís limpio que burbujea característicamente al ser quemado en pipa de cristal y que arde sin dejar apenas residuos por lo que recibe el nombre de Bubble hash (hachís de burbuja) o hachís de fusión completa.

La extracción moderna del hachís al agua comienza en los años noventa con la publicación en 1998 de “Hashish” (Robert Connell Clarke) un libro versado en las diversas y novedosas técnicas de extracción de hachís en el que se detalla el “secreto de Sadu Sam”. Este celebre californiano fue uno de los primeros cannabicultores en utilizar el agua fría para separar la resina de los restos de materia vegetal. El método de extracción de hachís al hielo ideado por el propio Sadu Sam funciona siguiendo un principio muy simple: enfriar las glándulas de resina (tricomas de ahora en adelante) para que se endurezcan y se hundan mientras los restos de material vegetal (hojas y palos) quedan flotando en el agua.

Para que el sistema funcione correctamente debemos usar agua por debajo de 5º C, sino las glándulas se volverán pegajosas y quedaran adheridas a los restos vegetales. Las bolsas de nylon donde están las mallas o cedazos son las encargadas de separar la resina de hoja y los restos vegetales, que quedan atrapados en la red microscópica formada por el tamiz de la bolsa de extracción. En función del grosor de esta malla se obtienen las diferentes calidades de hachís al agua. Los grosores o micrajes más utilizados son: 38-45µ, 60µ-75µ, 90µ-120µ, 150-180µ y 220µ. Los Kits de extracción holandeses de Ice-o-lator medianos al igual que los canadienses de la marca X-tractor traen tres mallas de 70µ, 185µ y 220µ. Aunque se pueden comprar otros cedazos de 38µ, 45µ, 120µ y 150µ. En cambio los australianos Bubblebag y los canadienses Pay Load ofrecen kits de tres (220µ, 73µ y 25µ), cuatro (220µ, 160µ, 73µ y 25µ), cinco (220µ,160µ,120µ,75µ,20µ), y ocho bolsas (25µ, 45µ, 73µ, 90µ, 120µ, 160µ, 190µ, y 220µ) y comercializan todos estos micrajes por separado para que cada cultivador elija o complete su kit de extracción al gusto. El diseño de estas bolsas también es distinto al de otros incorporando malla hasta los laterales de la bolsa para facilitar la extracción, y anillas de metal para su sujeción.

El proceso de extracción al agua es bastantes sencillo: lo primero es colocar en un cubo las bolsas de extracción empezando siempre por la de menor grosor (generalmente viene indicado en una pequeña etiqueta en la parte superior de la bolsa) hasta colocar la más grande donde quedan atrapados los restos de materia vegetal. Cuando se colocan las bolsas hay que cuidar que estas queden bien ajustadas al cubo y vigilando que entre ellas haya suficiente separación. Una vez colocadas las bolsas es el momento de añadir los restos vegetales, el hielo y el agua fría (lo más fría posible) dejando el cubo unos 10-15cm sin rellenar, y dejamos reposar 15 minutos. No conviene llenar las bolsas con muchos restos vegetales pues los tricomas necesitan espacio suficiente para poder pasar y caer en las otras mallas. Con ayuda de un termómetro se comprueba la temperatura del agua para asegurarnos que esta entre +1°C y +4°C, entonces es el momento de comenzar a batir con la ayuda de una batidora o taladro.

Remover entre 10 y 15 minutos, dependiendo de la cantidad de hierba (esto podemos repetirlo otra vez luego) a velocidad baja y dejar reposar otros 15 minutos para que los tricomas puedan hundirse hasta el fondo de las mallas. Las bolsas se sacan una a una empezando por la más grande de 220µ que es la encargada de separar los restos de materia vegetal de las glándulas. Hay que sacar y escurrir con cuidado las demás bolsas cogiendo cada una por los extremos con ambas manos, moviendo suavemente de arriba a abajo y de un lado para otro la masa de tricomas para dejar pasar mejor el agua por el cedazo. También se pueden dar pequeños golpes con la palma de mano en el la malla para ayudar al agua a pasar mejor entre las glándulas de resina. Cuando la bolsa termine de escurrir quedará llena de un material pastoso color pardo o dorado (los ansiados tricomas).

Después se dobla la malla y acaba de escurrir con ayuda de un poco de papel de cocina para secar al máximo la masa de tricomas. Retiramos el hachís del cedazo sirviéndonos de una cuchara o cualquier utensilio similar que nos pueda ayudar a rebañar la malla, y lo dejamos secar en un lugar seco, fresco y oscuro. Es importante tener distintos recipientes preparados para dejar secar cada tipo de resina por separado. Repetir estos pasos con el resto de las mallas más finas del sistema hasta extraer la resina de todas las bolsas.

Dependiendo de la calidad de la materia prima podemos volver a batir los restos una o dos veces más para extraer la mayor cantidad posible de resina. Una vez hallamos finalizado el proceso debemos pasar el hachís por un colador para deshacerlo en pequeños granitos que faciliten el secado del producto. Después sólo nos queda esperar que seque bien antes de comenzar con el prensado para que las glándulas de resina no se estropeen o dañen por la humedad. Uno de los errores más comunes cometido por los novatos es prensar la resina antes de que esta se haya deshidratado del todo. Lo adecuado es esperar entre siete y diez días para asegurarnos de que las resinas quedan realmente secas antes de proceder a amasar y prensar para transformar el material en hachís. Amasado y Prensado del Hachís Cuando se trata de prensar pequeñas cantidades de hachís, la mejor opción es recurrir al prensado manual. Para prensar a mano, se reúnen de uno a cuatro gramos de resina en polvo sobre la palma de una mano y con la otra se aplica presión y se trabaja para que las pequeñas glándulas de resina queden cohesionadas. La mezcla, ha de amasarse con las manos limpias para poder conseguir una consistencia y texturas uniformes. Se debe presionar también con el pulgar en la palma de la mano llena de polen para conseguir darle forma a una pequeña pieza de hachís con forma de bola o bellota.

Continuamos amasando y presionando con el pulgar hasta que el hachís quede completamente cohesionado y sea maleable. Esto nos llevara entre veinte minutos y media hora como poco. Recuerda que contra más puro sea el hachís antes se compactara y podrá fumarse. Al prensar el polvo de resina para unirlo y trabajarlo con las manos se rompen y oxidan las glándulas de resina haciendo que el costo se vuelva de color más oscuro. Si el polvo extraído en seco prensa fácilmente y permanece cohesionado con poca presión significa que estamos ante un producto de gran pureza.

El hachís que contiene impurezas como restos vegetales, polvo, tierra, sudor o ceniza de un porro es más difícil de prensar y suele ser necesario el uso calor para que la masa tome la forma y texturas adecuadas. Como ya mencionamos anteriormente, debemos asegurarnos antes de prensar nuestra resina al agua, de que esta esté completamente seca, o de lo contrario la humedad quedará atrapada en el hachís.

También podemos realizar el prensado a mano ayudándonos de un envoltorio de plástico o de celofán. La técnica consiste en introducir el polvo de resina en una bolsa de plástico (a ser posible transparente para que no deje restos de cloro o pintura) o en un envoltorio de celofán para contenerlo durante el prensado. Una vez está el polen en el celofán hacemos una bola sujetando el plástico por un lado y girándolo por el otro extremo tal y como se muestra es las fotografías. La presión ejercida por el plástico al girarlo sobre si mismo prensa el polvo lo bastante como para transformarlo en hachís, tarea que no nos llevará más de una hora.

Otra versión de esta técnica consiste en meter la pequeña bolita de polvo de resina en un envoltorio de celofán dentro de uno de nuestros zapatos y caminar con ella durante una hora al menos. El resultado es muy similar al anterior. Cuando se trate de prensar cantidades más grandes podemos usar un rodillo o una botella (a modo de rodillo) para amasar y prensar el polen hasta que este adquiera la consistencia adecuada. La resina extraída al agua no reacciona igual al prensarse que el polvo de resina tamizado y por norma general requiere algo más tiempo para ser prensado. Usando un trozo de celofán y envolviendo la pieza de hachís conseguimos una textura final limpia y

brillante, y una consistencia homogénea y gomosa. Cuando el hachís está bien trabajado (sobretrabajado) adopta una consistencia blanda y pegajosa a temperatura ambiente, debido a la gran cantidad de resina liberada por las cabezas de los tricomas. Conservación del Hachís Al igual que hicimos con nuestros cogollos, para poder conservar intactas todas las propiedades del hachís que hemos elaborado debemos protegerlo de la luz, el calor, el aire y la humedad. La luz y el calor son dos de los factores que más degradan los principios activos de la resina. La luz, al igual que el aire degrada rápidamente los compuestos activos del hachís, y el calor acelera los procesos químicos (incluida la oxidación) por lo que hay que evitar que el hachís quede expuesto a la luz directa del Sol. Además, la combinación del calor y la humedad pueden producir mohos, hongos y estropea el sabor y olor del hachís. Si queremos conservar nuestras resinas largos periodos de tiempo sin que estas pierdan sus propiedades, olores y sabores deberemos tener en cuenta todos estos factores.

Por norma general el hachís en polvo se estropea antes que el hachís prensado, pero es recomendable envasar ambos tipos en recipientes con cierre hermético, aunque tengamos pensado consumirlo en poco tiempo, y guardarlo en la nevera de casa para evitar la luz y los cambios bruscos de temperatura. En el caso del hachís al agua de alta calidad podemos usar tubos de cristal con tapón de corcho como los utilizados en los laboratorios durante los ensayos clínicos. De esta forma podemos guardar los diferentes tipos de resinas o calidades intactas hasta que vallan a ser consumidas.

Apunta siempre la fecha de producción y la de envasado, así como la variedad o variedades empleadas en la elaboración usando una etiqueta autoadhesiva para distinguir luego los tipos, variedades o calidades. Cuando llegue el momento de consumirlas sólo habrá que sacarlas del congelador cinco minutos antes para trabajarlo un poco y adquiera su consistencia habitual. Si queremos almacenar mucho tiempo nuestras resinas el sistema más adecuado es el envasarlas al vacío, ya que así protegemos el hachís sin que este pierda sus propiedades y su frescura, en estos casos el mejor lugar para almacenar el costo es el congelador, sino la nevera es suficiente.

Extracción de hachis y resina de marihuana

Este es un tema que interesa a a todos los cultivadores, poder extraer de forma pura el hachis y la resina de las plantas que han cultivado ellos mismos.De tu marihuana puedes hacer hachis y resina a pequeña escala.Se puede hacer con cogollos o con restos de hoja con resina de después del manicurado

La forma mas natural y con la que podrás aprovechar los cogollos para fumar, consiste en tamizar tu hierva y de esta manera extraer los cristales de resina, una vez trabajada tendrás un exquisito hachis.Para tamizarla existen unos aparatos a la venta que consisten en un bote con dos tapas y una malla en el medio, en en extremo se mete la hierva y en el otro después de agitar caerá el preciado tesoro.

La segunda forma de hacerlo sería usando etanól o alcohol. Se deja la marihuana en un bote col alcohol que la cubra durante 20m, pasado este tiempo se filtra la marihuana picada con un pedazo de tela y el líquido se vierte en un bote de metal. Se pone una olla con agua a calentar (que no pase de 70g) y al baño maría se pone en bote de metal con el alcohol en su interior, el alcohol se ira evaporando y al final quedara una pasta negra verdosa que será resina pura.

Por último esta la forma de extracción con agua y hielo.Se pica la marihuana bien seca y se mezcla en un cubo con agua, se añaden hielos y se bate bien todo, cuando se derritan los hielos la materia vegetal flotará y la resina ira a parar al fondo.Separar primero la marihuana que flota, después el agua y por último la resina, dejarla secar y depués trabajarla con calor y las manos hasta hacer una pelota negra con textura de chicle.

Para realizar el hachis y la resina es mejor que la planta se cure antes durante unos meses, así el producto resultante tendrá mejor calidad.

La resina de marihuana son esas bolitas pegajosas que aparecen en los cogollos y las hojas mas cercanos a estos, esto se produce al mes de empezar la floración.

La parte realmente psicoactiva de la planta son esta especie de glándulas de resina, que contienen THC ademas de otras sustancias. Estas glándulas de resina son las que se tendrán que ver antes de recolectar la planta, si tienen un color transparente o blanquecino esperar a que se cambien a un tono ámbar o marrón amarillento.

Hachis

En los fríos meses del invierno cuando la cosecha está bien seca, llega el momento tan esperado de fabricar nuestro hachís. Como alquimistas cannábicos, extraeremos la quintaesencia de nuestras plantas para formar un pedazo de resina oscura y aromática que hará las delicias de nuestro paladar.

El hachís es la resina de la planta del cannabis. Desde hace siglos, culturas más cannábicas que la nuestra se dedican cada año a extraer por medio de técnicas depuradas a lo largo de generaciones, las glándulas de resina que cubren las flores hembra de la marihuana. El hachís se inventó como una forma de almacenar y conservar el cannabis. Ocupa mucho menos espacio que la marihuana y concentra sus efectos. Las culturas que hacen hachís suelen encontrarse en zonas áridas con poca humedad ambiental donde resulta fácil secar bien las plantas para poder extraer la resina. Las plantas suelen tener mucha resina y, una vez secas, se pasan por un tamiz para separar la materia vegetal de la resina. Esta es la técnica más habitual para hacer hachís. En las zonas tropicales, más húmedas, no suele fabricarse hachís por dos razones. Por un lado, el buen clima permite que haya plantas en floración durante todo el año por lo que siempre hay un suministro constante de marihuana fresca. Por otra parte, el clima húmedo del trópico impide secar bien la hierba y extraer la resina.

En algunas zonas como Nepal, donde se cultivan variedades sativas poco apropiadas para hacer hachís tamizando la marihuana, hacen charas, que es un hachís extraído de las plantas vivas frotando los cogollos entre las manos. La resina que queda pegada a las manos se rasca y forma el hachís. En tiempos clásicos la resina para charas se recogía en ocasiones corriendo entre las plantas vestidos con trajes de cuero. La resina se pegaba al cuero de donde luego se extraía. El charás es un hachís muy cerebral y activo porque se forma con resina en maduración, muy baja en el cannabinoide CBN responsable del efecto narcótico del hachís extraído tamizando la maría.

Aparte de estos dos métodos clásicos de fabricación de hachís consistentes en tamizar el cannabis seco o frotar los cogollos frescos, hay otra técnica, desarrollada mucho más recientemente que extrae la resina por medio del agua. A principios de los años ochenta, un californiano llamado Sadu Sam desarrolló, a partir de una idea de Neville famoso criador de semillas de cannabis, una técnica para extraer la resina en un baño de agua. El sistema se basa en una peculiar propiedad de las glándulas de resina, no flotan en el agua. Si metemos marihuana troceada en agua, las glándulas de resina caen al fondo mientras que los restos vegetales como trocitos de hoja, tallos o estigmas quedan flotando en la superficie y se pueden retirar fácilmente. La técnica es bien sencilla y permite obtener resina de gran pureza. Algunos inventos como el Baba Bob Aqua-X-Tractor o el Ice-O-Lator están basados en este principio.

Hachís de cedazo

En función del material cannábico con el que cuentes deberías usar un sistema u otro. Si tienes cogollos bien resinados y quieres sacar un poco de hachís, lo mejor es usar el sistema del tamiz. Para ello puede hacerte con un Polm Maker que es como una coctelera con un tamiz en medio. Caben unos cuantos cogollos y puedes sacar resina para tres o cuatro porros cada vez. Es uno de los mejores sistemas para pequeñas cantidades.

Si tienes una bien surtida despensa, tal vez quieras un tamiz mayor. Pueden comprarse hechos o fabricárselo uno mismo con la malla adecuada. La malla adecuada es la de 135 a 150 m y si quieres purificar la resina

después necesitarás otra de 50-60 m. Las mallas se pueden conseguir de nylon o de metal. Las de nylon son más baratas y aguantan bastante bien siempre que no se les dé un trato intensivo. Las metálicas son mucho

más caras pero casi eternas.

Cuanto más seca esté la hierba más fácilmente se desprenderán las glándulas de resina. Es una buena idea sacar la hierba al sol un par de horas o colocarla cerca de un radiador antes de tamizarla. En Marruecos ponen la hierba en el cedazo y la cubren con un plástico. Después golpean el plástico con una par de palos para que la resina se vaya desprendiendo. Este es uno de los mejores sistemas en cuanto a producción y rapidez aunque la resina suele salir más contaminada por pequeños restos vegetales. Sin embargo, es la opción recomendada para la mayoría. Conforme vayamos golpeando más y más la hierba, cada vez saldrá menos resina y más materia vegetal. Si queremos producir dos o más calidades de hachís tendremos que separar la primera de la segunda y así sucesivamente.

Caspeando los cogollos

La técnica marroquí de hacer hachís es un tanto destructiva ya que los cogollos quedan reducidos a trocitos de poca utilidad para fumar. Sin embargo, si aplicamos esta técnica muy ligeramente obtendremos lo que se

denomina el “caspeado” de los cogollos. Es una técnica famosa por su utilización en los coffee shops holandeses donde casi siempre comprar cogollos perfectamente redondeados, muestra indudable de que les

han quitado la caspa. Pero ¿qué es la caspa del cogollo? Pues las mejores y más grandes glándulas de resina que se desprenden al más leve golpeo del cogollo. Si coges los cogollos y los pasas muy ligeramente por el cedazo, apenas los estropearas y obtendrás una módica cantidad de glándulas inmejorables. Podrás

seguir fumándote los cogollos y podrás catar hachís de producción propia.

Curación y envejecimiento

En todas las culturas donde se fabrica hachís tradicionalmente, la resina extraída se deja envejecer durante meses e, incluso, hasta uno o dos años, antes de prensarla para formar la pieza de hachís. De este modo, al envejecer la resina, la clorofila que pudiera quedar en la resina se degrada y mejora el sabor. Por otro lado, se evaporan los aromas más volátiles y ganan cuerpo los aromas de fondo. La mayoría de los cultivadores no extraemos más que unos pocos gramos de resina que prensamos y fumamos enseguida. Aunque esté hachís está también muy bueno, sabe y coloca más como marihuana que como hachís. Si haces hachís y no sabe como esperabas, mételo en un bote y fúmatelo dentro de un año, ya verás lo bien que te sabe.

No todos los cultivadores están dispuestos a destrozar sus cogollos para hacer un poco de hachís. Si tienes una cosecha justita y quieres que te dure, hacer hachís tal vez consuma demasiadas de tus reservas. En este caso puedes optar por aprovechar todos los desechos. Las hojas que cortaste al limpiar las plantas, los cogollitos más pequeñitos, aquella planta que no llego a madurar o cuyo sabor no te convence. Con todo esto, también se puede hacer hachís. Si el material tiene bastante resina se puede pasar por el tamiz. Si no, el mejor sistema es pasarla por agua.

Hachís al agua

La extracción con agua es fácil y barata. Consigue un vaso alto o una jarra y pon la hierba bien desmenuzada en el fondo. No llenes más de un cuarto de la jarra de hierba. Añade agua bien fría hasta llenar la jarra y agita

o remueve insistentemente hasta que toda la hierba quede bien mojada. Deja reposar la jarra durante diez

minutos y verás como las glándulas de resina van cayendo al fondo mientras que la materia verde flota.

Con cuidado de no agitar el fondo quita toda la materia vegetal que flota y apártala. Puedes repetir el proceso de nuevo con toda esta hierba para sacar lo que quede. Ahora tendrás una jarra con un poco de agua y la resina en el fondo. Coge un filtro de papel para cafetera y vierte el agua para que se filtre y quede la resina. La resina se debe secar perfectamente para evitar que se estropee y enmohezca. Dobla el filtro de café y prensa la resina. Puedes envolver el filtro en papel de cocina para que absorba el agua. Cuando ya no absorba más agua, saca la resina del filtro rascándola con una cuchara. Puedes dejarla al aire en un sitio seco y cálido hasta que se seque del todo o bien trabajarla y amasarla entre tus manos. De este modo también se secará pero tendrás que amasarla hasta que esté completamente seca

Hachihuana o Mariachís

Una producto que une las ventajas del hachís (fácil de almacenar y transportar) con las de la marihuana (se aprovecha todo el THC) es el prensado de cogollos. Para ello, se recomienda limpiar a conciencia la maría, eliminando todos los troncos, semillas y hojas no resinosas hasta dejar un montoncito de pequeños cogollos resinados. Después introduciremos los cogollos en una bolsita y dentro de un molde. Sirve bastante bien un botecito de carrete de fotos siempre que le hagamos previamente un agujero en el fondo para luego poder sacar la hierba prensada. Pues bien, metemos la bolsita con los cogollos en el molde y la prensamos. No es necesario ejercer una presión muy grande, se puede poner un peso y dejarlo unos días que se vaya prensando lentamente. La Hachihuana es fácil de llevar, huele muy bien y se conserva estupendamente ya que al estar prensada le da menos el aire.