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í na CXXXT Barcelona 30 de Junio de 1926 Mm. 13 E L R E S T A U R A D O R " F H R M A e É ü T i e © » Redacción y AdminUtración t Paseo de Gracia, 75, pral., 2.a aluadCAXsio • Extracto de mi última lección de cátedra.-Asambleíi farmacéutica catalano-balear. Discurso inaugural leido en la Universidad de Bar- celona.—Nuevo método de determinar la acetona y su aplicación a la orina,—Taxonomía de los medicamentos. —Revista de Revistas.— Bibliografía.—Tarifas de Farmacia y laboratorios según la nueva tarifa contributiva.—Noticias. REDACTORES A. Borrel!, C. Castells, A. Colomer, R. Cusí, A. Forteza-Rey, R. Gavalda, J. Isa- mat, J. Pascual, ,S. Punsoda, I. Ranric, R. Rogerío-Sánchez Martínez, N. Vergés COLABORADORES J. R, Carracido, J. Casares, F. de Castro, R. Casamada, C. Chicote, O. Fernández, F. Finestres, R. Folch, P. Font Quer, G. P. Forrester, j . Goizueta, J. B. Gomis R., Herrero de la Orden, J. Martínez Salas, N. Miret, L. Narbona, S. Pagés Maruny, F.J.Paloma'?, L. Pérez de Albeniz, J. M.Remis de Prado. J. Rogerii Sánchez, E. Soler, S. Tayá, L. Torres Canal, O. Utande, T. Zúñiga Cernido. Extracto de mi última lección de cátedra Mis primeras palabras han de ser de gratitud a los queridos compañe- ros y estudiantes y a las distinguidas e ilustres personas que me acompa- ñan en este último momento de mi vida docente oficial. En este instante siento un deseo invencible de volver la vista atrás para poner en cotejo el concepto de la Química biológica al encargarme de su enseñanza y el con- cepto actual. Por este deseo no explico hoy la lección del programa que correspondía en el desarrollo del curso, y voy a presentar muy sumaria- mente el anunciado cuadro comparativo. A fines del siglo último pasado la Química biológica estaba consti- tuida por una serie de conocimientos, principalmente analíticos, que ex- presaban todas las mutaciones materiales que se efectúan en los organis- mos y la naturaleza de las sustancias que los forman. Pero todo esto se presentaba como una manifestación, aunque importante, de orden secun- dario en el proceso de la vida. Esta era en lo fundamental considerada como obra de la organización, y la Química biológica era un asunto mera- mente adjetivo, a semejanza del estudio catalogado de las manifestaciones Aeido aeetilo - salieílieo - B P . Andreu Tubos de 20 tabletas de 0l60 RTimo«.

Extracto de mi última lección de cátedra

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í n a CXXXT Barcelona 30 de Junio de 1926 Mm. 13

E L R E S T A U R A D O R " F H R M A e É ü T i e © »

R e d a c c i ó n y A d m i n U t r a c i ó n t Paseo de Gracia, 75, pral., 2.a

aluadCAXsio • Extracto de mi última lección de cá tedra . -Asamble í i farmacéutica catalano-balear. Discurso inaugural leido en la Universidad de Bar­celona.—Nuevo método de determinar la acetona y su aplicación a la orina,—Taxonomía de los medicamentos. —Revista de Revistas.— Bibliografía.—Tarifas de Farmacia y laboratorios según la nueva

tarifa contributiva.—Noticias.

R E D A C T O R E S A. Borrel!, C . Castells, A . Colomer, R. Cusí, A. Forteza-Rey, R. Gavalda, J. Isa-mat, J. Pascual, ,S. Punsoda, I. Ranric, R. Rogerío-Sánchez Martínez, N . Vergés

C O L A B O R A D O R E S J. R, Carracido, J. Casares, F. de Castro, R. Casamada, C. Chicote, O. Fernández, F. Finestres, R. Folch, P. Font Quer, G . P. Forrester, j . Goizueta, J. B. Gomis R., Herrero de la Orden, J. Martínez Salas, N . Miret, L . Narbona, S. Pagés Maruny, F.J .Paloma'?, L . Pérez de Albeniz, J. M . R e m i s de Prado. J. Rogerii Sánchez,

E. Soler, S. Tayá, L . Torres Canal, O. Utande, T. Zúñiga Cernido.

Extracto de mi última lección de cátedra Mis primeras palabras han de ser de gratitud a los queridos compañe­

ros y estudiantes y a las distinguidas e ilustres personas que me acompa­ñan en este último momento de mi vida docente oficial. En este instante siento un deseo invencible de volver la vista atrás para poner en cotejo el concepto de la Química biológica al encargarme de su enseñanza y el con­cepto actual. Por este deseo no explico hoy la lección del programa que correspondía en el desarrollo del curso, y voy a presentar muy sumaria­mente el anunciado cuadro comparativo.

A fines del siglo último pasado la Química biológica estaba consti­tuida por una serie de conocimientos, principalmente analíticos, que ex­presaban todas las mutaciones materiales que se efectúan en los organis­mos y la naturaleza de las sustancias que los forman. Pero todo esto se presentaba como una manifestación, aunque importante, de orden secun­dario en el proceso de la vida. Esta era en lo fundamental considerada como obra de la organización, y la Química biológica era un asunto mera­mente adjetivo, a semejanza del estudio catalogado de las manifestaciones

Aeido aeetilo - salieílieo - B P . Andreu Tubos de 20 tabletas de 0l60 RTimo«.

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324 Él KesiHuiador Fasmaceutico

térmicás o eléctricas que se presentan como resultado de los actos funcio­nales. La vida con su organización era lo sustantivo, y los fenó nenos quí­micos producidos en su desarrollo eran lo adjetivo. , .',

La penetración analítica en la materia formadora de la organización y en los actos vitales fué dando cada vez mayor importancia a la constitución material de los seres vivos y a las transformaciones que se producen en el curso de su actividad. Entre los varios hechos anunciadores de la gran re­volución que había de operarse en el campo de la Biología, figura en pri­mer término el de la «merotomía celular». Conceptuábase la vida como resultante de la organización, siendo ésta indispensable en toda su integri­dad para que la vida se produjese; pero habiendo conseguido la división

la Célula en fragmentos, se ha visto que basta la asociación de partícu­las citoplásmicas y nucleares para que la vida continúe su curso regene­rando?! organismo mutilado. Infiérese de esto lógicamente que la vida no es resultado de la organización celular en toda su integridad y con la es­tructura que a cada especie corresponde, sino de la coexistencia de las dos sustancias heterogéneas que constituyen los elementos principales del complexo celular. Con este descubrimiento se fué sustituyendo el concepto de la ineludible individualidad del ser vivo por el concepto genérico de la «materia viva*. Claro es que esta representa una generalización, un con­cepto abstracto como el de la energía, la cual en la realidad sólo la vemos en fenómenos concretos/lo mismo que la vida sólo la vemos en seres indi­viduales; pero abstrayendo lo sustancial del fondo de todos los casos par­ticulares, se llega al concepto de la materia viva, como se llega en Física al concepto de la energia. Con este nuevo concepto lo morfológico de la organización viene a ser sustituido por las diferencias químicas de la cons­titución material del mecanismo celular.

Esta nueva manera de concebir la génesis de todo proceso vital exige lógicamente tantas diferencias materiales cuantas sean las diferencias es­pecíficas, y esto hoy puede afirmarse como una realidad positiva después de los trabajos de Fischer, que han puesto en evidencia la posibilidad de millones de materias albuminoideas.

Si de la organización pasamos a considerar los actos funcionales, és­tos también son reducidos en último análisis a un fenómeno químico, que es el «cambio material*. Antes la respiración se atribuía fundamentalmente a los órganos respiratorios; pero hoy no es necesario que los organismos tengan pulmones, ni bronquios, ni tráqueas, para afirmar que respiran. En la célula aerobia se observa el cambio del oxígeno absorvido por el ácido carbónico exhalado, y sin que en ella se señalen órganos respiratorios, se dice, sin embargo, que la célula respira. El incesante cambio material y la reproducción en serie, es decir, la síntesis continua de la materia viva es­pecífica, es lo que hoy caracteriza a la vida. De tal manera es en la vida todo fundamentalmente químico, que la única energía inmediatamente uti-lizable por los organismos para los trabajos funcionales es la energía química. - -

Este conjunto de observaciones fué elevando la importancia de la Química biológica desde el carácter meramente adjetivo que antes se le atribuía al carácter sustantivo de doctrina fundamental del sistema produc-

Hexametilentetramina - B F . Hndpeu Tato» de Si tableta» de 0*60 gramot.

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El Restaurador Farmacéutico 325

F""31> r¡ ca de Prod netos Q«_iírr»icos y R a r m a c é u i t i o o s Fundaria en el uño 1874. 1] Inventores dei fistfma <ie fabricnr Acido

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Muestras y literaturas por J. PAUSS. Aviñó 20, i • • . • •

VChemisc l i e ^ HEYDEN, A. G., Rabedeul-Dresden (fllemaiiia)j Barcelona

tor de todas las manifestaciones vitales, y por esta transformación ha cam­biado su nombre, llamándose «Bioquímica». No es esta palabra un sinóni­mo de Química biológica, sino un concepto diferente, opuesto, que expresa una doctrina de la vida por las diferenc as químicas de la materia viviente y por la variedad de los fenómenos químicos que se producen en los diferentes casos específicos.

Realmente se ha mostrado la Química biológica muy ambiciosa en su brillante desarrollo, colocándose en primer término desde la condición ac­cesoria en que había tenido origen. El cambio de Química biológica en Bioquímica es el efectuado en los años transcurridos desde que yo empecé la enseñanza de dicha disciplina hasta el momento actual.

¿Está justificada la absorbente aspiración de la Bioquímica? Creo que se ha excedido en sus anhelos, y lo demuestra las constantes rectificacio­nes que se imponen a su nuevo concepto. La vida siempre va resultando mucho más compleja de como la presentan las doctrinas fisicoquímicas, por mucha elasticidad que estas den a sus ideas. Para no citar más que un hecho de los de índole puramente material, recuérdense las rectificaciones de que ha sido objeto la teoría de la alimentación. ¡Cuánto ha ilustrado la

-Química su conocimiento! Pero ¡cuántos disparates se han dicho también en nombre de la Química respecto a la condición de los alimentos!

No obstante las criticas y rectificaciones de que es objeto la expresada transformación de la Química biológica en Bioquímica, ella resume la mu-

Hexamotilentetpamina - D P * Aodpei? Tubos dft % U b et&s de 0.60 «eramos .

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326 El Restaurador Farmacéutico

íación efectuada en los veintiocho años en que estuve encargado de su en­señanza.

En ta! punto lo dejo, y con tristeza en el aspecto sentimental del aban­dono de la amada función docente; pero reflexivamente la dejo, no resig­nado, sino conforme, porque creo que, como deben sucederse las ideas, deben sucederse también las personas en el curso de la obra científica para que el progreso no se interrumpa. Cuando se llega a la edad que yo tengo, por mucho que sea el deseo de informarse de las novedades cientí­ficas, siempre hay algo de resistencia para aceptarlas, por la rigidez del sistema mental ya definitivamente constituido. Un hombre de edad avanza­da es como un poliedro cristalino, que ya no cambia de forma, y conviene que otros elementos más blandos y más flexibles vengan a impresionarse por las nuevas ideas, que dificilmente penetran en los sistemas rígidamente estatuidos.

Me retiro en la creencia de haber cumplido con mi deber, y, además, satisfecho de que mi obligación hubiese sido conforme con mi vocación" Si volviese a nacer con el conocimiento que hoy tengo de la vida, intenta­ría ser lo que he sido, porque creo que si sirvo para algo es para difundir las enseñanzas científicas. Me marcho traquilo y sereno, dejando paso a las nuevas generaciones que han de colaborar en el progreso de la Ciencia y de la Patria, y nos basta a los que dejamos la cátedrá que nuestra con­ducta sea recordada con respeto y que seamos estimados como ejemplos dignos de ser seguidos.

DR. JOSÉ R. CARRACIDO De! Bole t ín de F a r m a c i a M i l i t a r

s amble a farmacéutica catalano-balear Ei domingo, día 20 del actual a las doce y media, tuvo lugar, en el

salón de sesiones del Ayuntamiento de Tarragona, la solemne inauguración de la Asamblea de la Mancomunidad farmacéutica catalano-balear, siendo presidida por el Rector de la Universidad Dr. Martínez Vargas, el alcalde señor Segura, el doctor Ramón Sabaté representante del señor Cardenal y representaciones de las autoridades civil y militar y de las corporaciones farmacéuticas de Cataluña y Baleares.

Abierta la sesión, el señor Segura, en nombre de la ciudad, saludó a los asambleístas, agradeciéndoles el honor de su visita. Seguidamente el señor Brú, en nombre de los farmacéuticos, correspondió a ías palabras del señor alcalde, haciendo a continuación la presentación del doctor Deu-lofeu, ilustre catedrático de la Facultad de Farmacia de Barcelona a quien estaba confiada la conferencia inaugural.

El Dr. Martínez Vargas, en un brillante discurso, se congratuló de presidir una reunión tan importante de farmacéuticos, cuya misión ensalzó en cálidas frases. Se ocupó también de la relación estrecha que ha de existir entre el médico y el farmacéutico, y del estado floreciente de la pro-

Hexametilentetramina - Dr. Hndreu Tuboi de 20 tableta» de 0*60 gramo*.

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E l Restaurador F a r m a c é u t i c o 327

M A F E R S A N N U E V O Y RADICAL T R A T A M I E N T O D E LOS T U M O R E S M A L I G N O S

(CARCINOMA, EPITELIOMA, S A R C O M A , ETC. )

Director clínico: Dr. Fernández Gasas Médico Militar y Profem d« la Academia del C«crp«.

Director técnico: Dr. R. Sánciiez Martínez Solamente la palabra cáncer causa verda­

dero horror a los enfermos; así, no es de ex­trañar que desde la m á s remota ant igüedad pe hayan venido estudiando diferentes teoríaa y preparados para combatir el terrible azote. Hasta ahora, el enfermo sólo tenía dos solu-

. c ones para su curación o pasajero alivio; la extirpación quirúrgica, llena siempre de difi­cultades, y la mayor parte de las veces a coéta de mutilaciones graves y sin gran resultado práctico, o el emp'reo de los agentes físicos» cuyos efectos todos conocemos,

Al proponer hoy el tratamiento por el MA­FERSAN no pretendemos hacer un reclamo pues no se trata de uno de tantos productos qi e se expenden sin fundamento científ ico ni base práctica exactamente determinada. A l cabo de a ñ o s de experimentos constantes con enfermos atacados de cáncer de diversos tipos, hemos podido encontrar una fórmula que, aun en los casos m á s graves, ofrece re­sultados satisfactorios,haciendo innecesarias las aplicaciones de morfina y d e m á s sustan* cías anes tés icas ; en los menos graves, la cura, «ión cl ínica es total, siempre que el enfermo esté asistido convenientemente.

Cuando la t u m u r a c i ó n no desaparece con las inyecciones, basta una pequeña interven­ción quirúrgica, evitando la mut i lac ión de ór­ganos próximos y la ext irpación de ganglios infartados. Con nuestro tratamiento se evita Ja recidiva del cáncer , cosa hasta ahora no conseguida por ningún otro procedimiento.

Nuestro producto es completamente inocuo, pudiéndose inyectar a cualquier edad y en 'Mialquier caso; la rnnyor parte de los ele tien-tos que le integran son nuevos en tenvpéutica, por lo que aconsejamos a los señores médicos se atengan en absoluto a las instrtKciones l1«das por el Dr. Fernández Casas en la direc-n ó n clínica que acompaña al medicamento.

De la fórmula se desprende fáci lmente su manera de actuar en el organismo: el sulfuro •té c Icio, sulfuro magnés ico , e! arrhenal, tie-'•en una acción por todos hien conocida, y no hemos de insistir sobre ella.

I>e los pirrolaios cá lc ico y magnés i co y <"<ierpos iposolubles nos ocupar-iinos princi­

palmente. Del estudio químico de la célula cancerosa, cotejándola con una célula normal del mismo tejido, se induce el descenso gran­de en sus elementos primordiales constituti­vos, como el calcio y el magnesio; en cambio, se observa que los elementos sodio y potasio están notablemente elevados.

Al inyectar nuestro producto se nota que el coeficiente calcio-magnesio se eleva, y el que podíamos denominar coeficiente excitativo del cáncer , sodio potasio, disminuye, advir-t iéndose entonces la mejoría, que progresa conforme la célula reorganiza su estabilidad química . En la orina se aprecia, antes de tratar a los enfermos por el MAFERSAN, que los elementos potasio y sodio están dismi­nuidos, mientras que al cabo de diez o veinte inyecciones aumentan en su proporción en la orina.

De estos datos se desprende: 1. * Que en el cáncer hay siempre una des­

integración química, e l iminándose gran can­tidad de magnesio y calcio.

2. * Que nuestro producto reorganiza la c é ­lula cancerosa y ataca a la causa que pro­duce la dolencia.

3. * Hace innecesario el tratamiento físico-terápico.

4. ' La recidiva del cáncer no se presenta, siempre que se siga el tratamiento bajo una dirección adecuada.

5. * El tumor, aun en los casos más graves, al ser tratado por el MAFERSAN, queda lo­calizado.

Muy agradecidos serán cuantos detalles se nos comuniquen acerca de los resuitudon obtenidos por el MAFERSAN.

Para todas las referencias, al Labo­ratorio del Dr. D. Rafael Sánchez Mar­tínez, Avenida de Pi y Margall, 5, prin­cipal. Madrid; en Barcelona, Dr. Vallés y Ribó, Paseo de Gracia, 75, pral. 2.a — Depositario: Juan Martín, Alcalá, 9, Madrid, y Consejo de Ciento, 341, Bar­celona. -Venta en Farmacias.

Acido aeetii© - safieílieo - Div Hndroo Tubo» de at) Ubieta» de Ü'ÍW gramos.

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328 • ül Restaurador farmacéutico

ducción de preparados españoles, los cuales—dijo—pueden competir con ventaja con los extranjeros/Fué muy aplaudido.

A las cinco de la tarde tuvo lugar la visita colectiva a la Fábrica de Tabacos, donde los asambleístas fueron recibidos con exquisita amabilidad por el señor Tulla y alto personal de la casa, con quienes recorrieron los diversos pabellos construidos, y visitaron el museo, la cripta y los valiosos sarcófagos que allí se encuentran, haciéndose grandes elogios de la impor­tancia de lo visitado.

Conferencia del Dr. Deulofeu

A las siete y media se celebró esta conferencia, presidiendo los seño­res Segura, Guasch Monravá y representante de la autoridad militar.

Con gran facilidad de palabra, y mayor aun claridad de conceptos, se mostró el sabio conferenciante un firme devoto de las teorías de aquella grandiosa figura, capaz por sí sola de llenar un siglo, que se llamó Pasteur, y que sin ser médico, ni farmacéutico, ni veterinario, supo sentar de ma­nera tan firme, sobre unos cimientos tan sólidos, y sobre verdades tan in­conmovibles, sus grandiosas concepciones biológicas que han quedado como base imperecedera de los estudios médicos y farmacológicos.

A l poner el Dr. Deulofeu de relieve el sello que en las Ciencias de la vida supo imprimir el gran biólogo francés, trata de su obra con una rique­za de detalles y de datos históricos, que podemos decir hace revivir en la mente del auditorio los principios de la segunda mitad del siglo X I X , épo­ca en que debían caer, derrumbándose estrepitosamente, las ideas tan arraigadas de la generación expontánea y del transformismo o mutación darviniana de las especies. Pasteur demostró claramente y por medios que no pueden admitir engaño, que donde hay vida, donde no se han des-ruido cuantos organismos vivientes puedan haber, no íe es dado al hom­bre, ni hay fuerza posible para infundir el soplo de la vida a tales medios. Con la sola materia mineral, sin el concurso de esta fuerza ignota a c|ue llamamos vida, no podremos nunca pasar al estado de materia organizada. Lo mismo sucede con la mutación de las especies, negada rotundamente por las pruebas de las diversas fermentaciones, porque el germen produc­tor de cada una de ellas es siempre especificóles decir;que el micoderma cerevisiae que tan admirablemente transforma los azúcares desdoblados eft alcohol, anhídrido carbónico y siempre pequeñísimas cantidades de glice-rina y ácido succínico, no es de ninguna manera apta a producir ni la fer-fermentación butírica, la viscosa, ni la láctica, debido, precisamente, a esta propiedad tan característica de los seres inferiores de la especialidad de la reacción.

Siguiendo paso a paso la tarea del genio francés, va citando y extra­yendo todo lo que referente al proceso biológico presentó en la Academia de Ciencias de París desde el año 1861, en que ya tenía hechos sus gran­des trabajos cristalográficos y se proponía entrar de lleno en el campo de la investigación biológica.

Entra, luego de estudiadas con el mayor detenimiento las diversas fer-

Aeldo acetilo-salieílioo ' ]>p. Andpeu Tuboa de 20 tabletas de 0'50 «ramo».

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El Restaurador Farmacéutico 329

mentaciones, a ocuparse de los fermentos solubles y de las acciones a dis­tancia que ie llevan a la que nosotros creemos la parte más interesante de la hermosa conferencia: la teoría quimica de la alimentación con las suce­sivas transformaciones a que están sometidos los alimentos entrados en el laboratorio humano y a beneficio de los fermentos solubles a que ahora aludimos, para acabar como final del desmoronamiento del complicadísimo edificio de la molécula albuminoide y su tranformación en amino ácidos relativamente sencillos, única forma de asimilación posible de las subs­tancias alimenticias, amino-ácidos que con todo y ser tan pocos los existentes, están unidos en formas tan diversas y en proporciones tan diferentes, que dan lugar a esta inmensidad de cuerpos o substancias aíbuminóideas tan diferentes. Del mismo modo que los fenómenos de des­composición de las materias nitrogenadas requieren el auxilio del factor vital para su escisión en moléculas de composición más sencilla, la síntesis química de ellas no puede tampoco en manera alguna, ser lograda sin el auxilio de este factor. Podrá llegarse a saber casi todo el proceso de des­composición de los cuerpos vivos, pero llegarse a la síntesis de las albú­minas, no se llegará; seria como tener en la mano el soplo vital de que os hablaba y convertir a la hormiguilla humana en Dios, y ya sabemos que entre Dios y el hombre media la inmensidad y la eternidad.

El lunes día 21, como continuación de los actos de la Asamblea Far­macéutica, los asambleístas dedicaron la mañana a visitar los principales monumentos y museos.

A las diez de la mañana visitaron la Catedral, siendo recibidos por el director del Museo diocesano Rdo. señor Bofarull, quien con gran amabi­lidad les acompañó en la visita, así como por las diversas salas de que se compone el Museo. Visitaron también eí Museo provincial.

Por la tarde.—Se celebró larga sesión de asamblea, desarrollándose las distintas ponencias que figuraban en el programa, a cargo de los doc­tores Deulofeu, Fabregat y Comas y la encomendada al doctor de La Calle, vicepresidente de la Unión Farmacéutica Nacional.

Por la noche, y a las diez, tuvo lugar en el Teatro Principal, el anun­ciado concierto del «Orfeó Tarragoní>, estando el local rebosante de se­lecta concurrencia. Nos complace hacer constar que los comentarios de los asambleístas fueron extremadamente favorables para nuestro benemé-rito Orfeó, produciendo la ejecución del programa grata impresión al auditorio.

El martes, 22; a las ocho de la mañana, como estaba anunciado, salie­ron los congresistas en dirección a los monasterios de Santas Creus y Po-blet, celebrándose en este último un espléndido banquete, homenaje del Colegio de Farmacéuticos de esta provincia y en el que la Diputación pro­vincial obsequió a los asistentes con champagne y habanos.

El banquete transcurrió con gran fraternidad, terminado el cual el se-

Hexa me til ente tora mina - DP, Androi? Tubos de 30 Ubielas de 0,50 «rram-o*.

Page 8: Extracto de mi última lección de cátedra

330 El Restaurador Farmacéutico

ñor Moníeverde hizo el ofrecimiento en nombre del Colegio de Tarragona y por los señores Deulofeu, de la Calle y Segalá se hicieron entusiastas brindis en pro de la confraternidad profesional.

Terminó el banquete y con él la Asamblea con una audición de sar­danas que fueron bailadas con gran entusiasmo por buen crecido número de concurrentes.

Por la noche salieron para sus respectivas poblaciones los señores que han asistido a esta Asamblea farmacéutica.

DISCURSO INAUGURAL LEÍDO E N L A

S O L E M N E A P E R T U R A D E L C U R S O A C A D É M I C O DE 1925 A 1926

A N T E E L C L A U S T R O D E L A

UNIVERSIDAD DE B A R C E L O N A POR EL DOCTOR . . . . . • ' Ü D. JOSÉ DEULOFEU Y POCH

CAT r. n R A T i c o 13 K X A F A C: U L T A D D K FAR M. AGIA

(CONTINUACIÓN)

tro cúbico de una einulsión a l 3 por 100 de p u l p a cerebral actioal): Por esta razón deseaba completar este estudio provocando la contamina-nación de los perros en condiciones parecidas a las naturales, ya haciéndo­les morder por un perro rabioso durante los accesos de furia, ya escarifi­cando la piel y embadurnando las heridas con saliva lísica, a fin de deter­minar el mínimo de virus ñ j o que debe adininistrars? en tales casos p a r a conseguir el efecto preoentwo; pero habiendo cesado en la Direc­ción de la Esc'uela. el señor Rodríguez me vi obligado a suspender está in­vestigación en espera de tiempos mejores, toda vez que no me faltaban motivos para recelar del que le sucedió en el cargo.

, * * *

F ó r m u l a s que he empleado en la v a c u n a c i ó n humana Apoyado en estas experiencias y después de una serie de tanteos en

los que siempre presidió la mayor prudencia, adopté en un principio como fórmulas definitivas de tratamiento las que se especifican en los cua­dros VIH y IX del Apéndice. Cierto es que con ellas sólo se administra­ban 122 ¿/ 122,5 mi l ig ramos de virus f i jo , es decir, una canttidad toda­vía inferior a los 123 miligramos que ya resultaron insuficientes para prevenir el estallido de la enfermedad después de aquella tan severa ino­culación de prueba; pero teniendo en cuenta que en La infección natural ,

Heido aeetilo - salieílieo - Dr. Andrea Tubo* de 20 tabletu de 0'50 gramos.

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El Restaurador Farmacéutico 331

por extensas e intensas que sean las mordeduras, no es probable que se inocule una cant idad de virus tísico equioalente a la entonces em­pleada, y observando, además, que en el método intensivo de H6gyes? sancionado por la experiencia en millares y miliares de casos, fto llegan a inocularse en conjunto 96 mil igramos de virus J i jo , creí prudente no forzar por el momento aquellas dosis, pues no podía ignorar, por haberlos experimentado conmigo mismo, que la vacunación antirrábica puede ser causa de determinados trastornos que imponen una cierta cautela en el manejo del virus vacunante.

Desde octubre de 1918 a diciembre de 1922 fueron vacunados con arreglo a dichas fórmulas 207 mordidos, muchos de los cuales siguieron el tratamiento en sus respectivas localidades (1). Según los datos que obran en mi poder figuran entre ellos 9 n iños menores de cuatro años , otros 50 comprendidos entre cuatro y catorce años , 79 entre j óvenes y adultos, y 11 personas mayores de cincuenta a ñ o s ; y por referen­cias cuidadosamente recogidas cabe afirmar la hidrofobia del animal mor-dedor en 46 casos, hidrofobia que ha sido confirmada experimeníalmente en mi laboratorio en 11 perros y 2 gatos. Pues bien, sólo tengo que lamen­tar el siguiente caso desgraciado que me creo obligado a someter a vuestra consideración:

(1) Señores Médicos que hasta la fecha me han dispensado la atención de aplicar mis vacunas antirrábicas en sus respectivas localidades: D. Manuei Alvarez Lobo, de Puenteáreas (Pontevedra); D. Aurelio Alvarez Velón, de Orense; D. Jesús Aparicio, de Mesía (Coruña); D. José Araujo Lüces, de La Estrada (Pontevedra);. D. Eulogio Astray? tie San Cosme de Portomeiro (Coruña); D. Alejandro Barcia, de Santa Eugenia de R¡-beira (Coruña); D. Germán Caamaño, de Negreira (Coruña); D . Alejandro Cadarso, de Noya (Coruña); D. José Calviño, de Betanzos (Coruña); D . Aurelio Cardaida, de Cée (Coruña); D . Francisco Carrera, de El Rosal (Pontevedra); D. Antonio Coira, de Begonte (Lugo); D .José Cortázar, de Cée (Coruña); D . Jaime Costas, de Villanueva de Lorenza-na (Lugo); D . Dositeo Díaz Añilo, de Villalbá (Lugo); D . Manuel Domínguez, de Puen­teáreas (Pontevedra); D. Victoriano Fabeiro, de Negreira (Coruña); D. Emilio Fernández Moreiras, de Monforte (Lugo); D. Enrique Fociños, de Touro (Curuña); D . Julio García,, ue Orense; D. Joaquín García Fajardo, de Valdoviño (Coruña); D . Domingo Goas Cantoy de Villalba (Lugo); D . José Gom»z de la Iglesia, de Carral (Coruña); D. Manuel Gonzá­lez, de Riotorto (Lugo); D. Enrique González Añón, de Sierra de Outes (Coruña); D. Pe­dro Legtren Campos, de Caldas de Reyes (Pontevedra); D. Benigno López, de Boiro (Coruña; D. Salvador Madriñán Teijeiro, de Lalín (Pontevedra); D . José Malvar Yáñez, de Perlío (Coruña); D . Manuel y D . Ramón Mariño Neu, de Noya (Coruña); D . Emilio Martin Sánchez, de Curtís (Coruña); D . J o s é Martínez, de Sobrado (Coruña); D. Ernesto Martínez de la Riva, de Padrón (Coruña); D. Javier Meruéndano, de Ribadavia (Orense); D. Jesús Mazaira Montero, de Mel l id (Coruña); D. Jesús Novoa Suso, de Boimorto (Co ­ruña); D . Carlos Ogando Stoüe, de San Mamed de Camota (Coruña); D . José Padín, de Cambados (Pontevedra); D. Humberto Pautoja, de La Estrada (Pontevedra); D. Miguel Pereíro Cuesta, de Los Angeles (Coruña); D . Juan Penas, de Santa Cristina de Viso (Lugo); D . Carlos Pérez, del Son (Coruña); D. Juan Poch Ester, de Figueras (Gerona); D. Roberto J . Pomarés Santos, de Cambados (Pontevedra); D. Tomás Raviña Turnes, de Teo (Coruña); Señores Roca hermanos, de Lugo; D. Eulogio Rosón, de Becerreá (Lugo); D. Alfonso Saavedra Carril, de Arzúa (Coruña); D . J e s ú s Salgado, de Toques (Coruña); D.Joaquín Seoane, de Mell id (Coruña); D . Héctor Sieiro de la Riva, de Arnés (Coruña ; D. Manuel Soto Veiga, de Mondoñedo (Lugo); D. Bernardino Temes, de Orense; D . Ri ­cardo Tobío Rama, de Esteiro-Muros (Coruña); D. Juan Torrado Baliño, de Boiro (Co-niña); D . Lucio Ramudo Martínez, de Orol (Lugo); D. Luis Várela, de Betanzos (Com ña); D. Rafael de Vega Barrera, de Lugo, y D. José Vieitez Castro, de Puentedev.t <Orense).

Hexametilentetramina - DP, Hndrau Tubo* de SO tableta» de 0,50 «-ramo*.

Page 10: Extracto de mi última lección de cátedra

332 El Restaurador Farmacéutico

A n á l i s i s de un caso desgraciado El día 26 de octubre de 1921, se personaron en mi laboratorio y co­

menzaron el tratamiento antirrábico Vicenta R., de cuarenta y dos años; su hijo Ramón G., de cinco años, y Francisca P., de sesenta años, tía de am­bos; todos ellos vecinos de Gerdiz, ayuntamiento de Orol, partido judicial de Vivero (Lugo). Habían sido mordidos el día anterior por el perro de un vecino suyo que se lanzó inopinadamente sobre el niño produciéndole dos heridas en l a frente, una mordedura extensa e intensa en el brazo derecho, y otra t ambién de importancia en l a pierna izquierda. La vieja presentaba mordeduras en ambas manos y una muy profunda y con desgorro en la pierna izquierda, recibidas al acudir en defensa del sobrinito. La madre es la que salió mejor librada; sólo tenía una mor­dedura poco intensa en La pierna.

Ya me impresionó desagradablemente que el pequeño Ramón, a los tres días de tratamiento, s o ñ a r a aterrorizado con el perro; esto unido a la indudable importancia de las lesiones, me decidió a intensificar la fór­mula que venía empleando, por manera que recibieron las tres en el trans­curso de veinte días 198,5 mil igramos de virus J i jo repartidos en 24 in­yecciones. Las emulsiones vacunantes fueron preparadas con medula del pase núm. 126,, que también sirvió para inocular en el día 24 dos conejos de 1760 y 1800 gramos destinados al pase subsiguiente; y es de notar que dichos conejos murieron el 31 de octubre y l . 0 de noviembre respectiva­mente, o sea a los siete y ocho días después de la inoculación, de modo que quedaba asegurada la eficiencia de la substancia vacunante.

Terminado el tratamiento recomendé muy mucho a la madre que me escribiera así que observase alguna anormalidad en el niño, y como ño recibí carta suya creí fundadamente que podía anotar este caso como un éxito indudable. ¡Imaginad, pues, cuál sería mi sorpresa cuando en el vera­no siguiente me enteré por casualidad de que el infeliz Ramón había falle­cido con síntomas muy sospechosos! Para informarme debidamente me dirigí al médico que le asistió, don Lucio Ramudo Martínez, quien en carta de 8 de agosto de 1922 tuvo la amabilidad de comunicarme lo que sigue:

«...regresaron bien aparentemente, aunque el pequeño parecía como asustado; tenía miedo a todos los animales, pero muy singularmente a los perros cuyos ladridos eran motivo bastante para sobresaltarle. El día 4 de enero—o sea, setenta y dos días después de aquel en que fué mordido— le visité por vez primera encontrándole con fiebre de 38°, y aun cuando presentaba anginas en supuración no dejó de sorprenderme la intensa agi­tación que manifestaba; en delirio casi constante, se acordaba del tratamien­to a que había estado sometido, a la vez que divagaba hablando indistin­tamente de perros, cerdos, culebras y otros animales. En el día 6 sus alu­cinaciones ya se concretaron al perro que le había mordido, siendo de notar que a la única persona que no quería ver y cuya presencia le causaba evidentes sufrimintos, era el dueño del can morüedor a quien quería mucho antes del suceso; a pesar de haber cedido la inflamación de las amígdalas no podía beber ni comer, y como la excitación iba en aumento decidí apli­carle una inyección de pantopón que le calmó durante unas horas. En la

Hcido aoetilo - salieíiieo - Bp. Andpeu Tuboi de 20 tableta» de 0*50 gramos.

Page 11: Extracto de mi última lección de cátedra

El Restaurador Fírmacéutico 33 ?

tarde de este día murió con los síntomas, característicos de la rabia furiosa.»

El 17 de septiembre la madre de tan desgraciado niño me confirmó por carta las anteriores referencias, y en contestación a preguntas mías relacionadas con el estado de su tía Francisca me facilitó los siguientes informes: «La herida de la pierna tardó todavía unas dos meses en cica­trizar por completo, quedando en el sitio de la mordedura una sensación de hormigueo que al cabo de otros cinco meses se intensificó y fué exten­diéndose hasta alcanzar la cintuia para descender luego por la otra pierna, y después de transcurridos otros quince días acabó por invadir todo el cuerpo hasta la nuca en donde se detuvo; a partir de este momento fué cediendo lentamente y llegó a desaparecer, dejando un quebrantamiento general con falta de apetito que aun persistía en el día de Ja fecha».

Ante este cuadro sintomático, ¿quién no recuerda los fenómenos ob­servados por Di Vestea y Zagari en una de las experiencias que realizaron para demostrar la propagación del virus lísico por vía nerviosa? En efecto, habiendo inoculado dicho virus en uno de los nervios ciáticos de varios conejos, después de los indispensables días de incubación observaron que se iniciaba la parálisis de la extremidad correspondiente al nervio inocula­do; seccionaron entonces la medula por la región dorsal, y ello fué-sufi­ciente para que la rabia no se propagara al bulbo ni al cerebro, pero las lesiones consecutivas se hicieron extensivas a la extremidad posterior del lado opuesto, dando a entender que el virus rábico al encontrar intercep­tada la vía ascendente, se propagó en sentido descendente por el otro lado del neuroeje.

. . Y si a esto se añade que en los pródromos de la rabia en el hombre se presentan con gran frecuencia sensaciones p a r e n t é s i c a s , de ho rmi ­gueo, que partiendo dersitio de la mordedura tienden a irradiar y a exten­derse a lo largo de los troncos nerviosos de la región, no creo que sea muy desacertado el atribuir aquellas perturbaciones sensoriales experimentadas por Francisca P. a un ataque de rab ia abortado por efecto del t ra­tamiento. Y si esto es así, ¿puede sostenerse razonablemente qué la muerte del niño Ramón constituya un fracaso del tratamiento empleado? ¿No es más lógico considerarla como una consecuencia fatal y lamentable de la localización cefálica de algunas de aquellas lesiones?

Porque conviene no olvidar que las mordeduras en la cara han sido calificadas siempre de muy peligrosas, pues su proximidad a los centros nerviosos no da tiempo para que estos se encuentren debidamente prote­gidos por los anticuerpos formados durante y por efecto de la vacunación. Y no cabe objetar que bien protegidos quedaron en los perros núme­ros 4 y 7 de la experiencia antes detallada, ya que entonces la inoculación de prueba tuvo lugar dias después de terminado el tratamiento, y como es consiguiente con tiempo bastante para que dichos anticuerpos hubiesen podido desenvolver todos sus efectos inmunizantes. Piecisamente el éxito de dicha experiencia estriba en haber demostrado que administrando en total 237 miligramos de virus fijo se consigue proteger a los centros ner­viosos contra la acción morbosa de dosis masivas de virus natural.

(CONTINUARÁ)

Hexametilentetpamina - Dr. Hndreu Tnboi de 90 tableUt de 0,60 gramos.

Page 12: Extracto de mi última lección de cátedra

334 E l Restaurador Farmacéutico

Muevo método de determinar la acetona y su aplicación a la orina Por los Drcs. P. Fcury y Yacoub Awad

(De J o u r n a l de P h a n n a c i e et de Chímié)

(CONTINUACIÓN)

«Según los caracteres analíticos y su composición centesimal, este compuesto parece estar principalmente constituido por óxido de mercurio (47,3 por 100) acompañado de las sales halógenas del mercurio (ioduro y cloruro) estando en fuerte proporción el ioduro mercúrico, y la acetona en muy débil cantidad, un 4 0/o en la combinación. Esto explica precisamente la sensibilidad de la reacción.» (1)

Bougault y Gros han dosificado volumétricamente la acetona en este precipitado, simplemente con el objeto de establecer su fórmula, por adición de solución titulada de iodo y de carbonato sódico, tratar por un ácido para poner en libertad el exceso de iodo, y dosificación al hiposulfito. Pero solo han podido encontrar el 98 p. 100 de la cantidad teórica de acetona, aun manteniendo el contacto durante 36 horas. Hemos ensayado, nosotros, de dosificar la acetona en el precipitado, igualmente por el iodo, pero en medio alcalinizado por la sosa.

Después de habernos asegurado de que las trazas de reactivo que queda después de la centrifugación, si no se lava el precipitado, no dificulta nada, hemos podido comprobar que si se trata el precipitado directamente por el iodo y la sosa, hay transformación de la acetona según la reacción clásica pero que los resultados tienen siempre un error por exceso, que pue e alcanzar un 10 a un 15 p. 100.

La experiencia nos ha demostrado entonces que este error por exceso desaparece si antes de tratar el precipitado de acetona-mercurio, por el iodo y la sosa, se le disueLoe pi-eoicunente en el ác ido clorhídr ico y et ioduro po tá s i co .

He aqui la técnica adoptada:

Técnica.—Se precipitan 5 ce. de una solución acuosa de acetona conteniendo a l m á x i m u m 5 miligramos de acetona por un exceso (30 ce.) de reactivo de Nessler. Se deja veinte minutos en contacto, se centrifuga, se decanta y se disuelve el precipitado en 2 ce. de ácido clorhí­drico 5 N y 5 ce. de solución de ioduro potásico a 20 p. 100. Se añade un exceso de iodo valorado (10 ce. de solución de iodo decinormal) y 10 ce. de solución de sosa a 27 p. 100. Se deja diez minutos en contacto, se acidifica por 15 ce. de ácido clorhídrico 5 N y se dosifica el exceso de iodo con hiposulfito. La diferencia corresponde a la cantidad que ha reaccionado sobre la acetona según la fórmula:

(l) Gros. Tesis doctoral d¿ la U liversidad. (Farmacia). Paris, 1924.

R e í d o aoatiio - saüeílieo - ]>p. Andreu Tuooi de 20 tabletas de 0*50 gramos.

Page 13: Extracto de mi última lección de cátedra

El Restaurador Farmacéutico 335

C F F - C O - CH3 - f 61 - f 4 NaOH = CHI3 + GH3COONa + 3 Nal + 3 H20

Según esta ecuación 1 ce. de iodo N/ÍO corresponde a 0 miligrs. 9666 de acetona, los resultados obtenidos son comparables a los obtenidos titulando ja misma solución de acetona directamente por iodometría.

Nosotros hemos comprobado además que el precipitado puede ser lavado sin pérdida sensible de acetona pero entonces precisa tomar la precaución de ejecutar los lavados con una solución salina (por ejemplo una solución de cloruro sódico a 5 p. 100) para evitar que al fin del lavado el precipitado no adquiera el estado coloidal.

2. —Combinac ión formada en caliente por una so luc ión ác ida de sulfato de mercurio.

En 1893 Deniges demostró que cuando se calienta a la ebullición en refrigerante ascendente, durante algunos minutos, la acetona con un gran exceso de reactivo mercúrico (1 ce. de acetona por 250 ce. de reactivo al sulfato de mercurio) se forma un compuesto insoluble o muy poco soluble en el agua, soluble en el ácido clorhídrico.

Este precipitado puesto en suspensión en el agua y tratado por una corriente de hidrógeno sulfurado regenera la acetona, y la relación de la acetona liberada al precipitado es de l a 17,03. Deniges aconseja para dosificar la acetona en su precipitado pesar este y multiplicar por el factor empírico 0,06 ó más exactamente 0,0584. Propone también dosificar volu­métricamente el mercurio en el precipitado, por una solución decinormal de cianuro potásico y de solución deci-normal de nitrato de plata.

Como en el caso de Nessler, hemos procurado dosificar directamente la acetona tratando el precipitado por el ácido clorhídrico que le disuelve; al mismo tiempo la acetona se encuentra liberada cuantitativamente y es posible dosificarla iodométricamente siguiendo la técnica siguiente:

Técnica.—A 5 ce. de solución de acetona, añadir 20 ce. de agua des­tilada y 25 ce. de reactivo de Deniges. Introducir la mezcla en un pequeño Erlenmeyer y calentar suavemente a fuego desnudo durante 25 minutos bajo un refrigerante a reflujo provisto en su extremidad superior de un burbujador. Después de enfriamiento, filtrar para separar el precipitado. Lavado éste se trata por 2 ce. de ácido clorhídrico puro que lo disueve enteramente. Diluir con 5 a 7 ce. de agua, añadir 5 ce. de ioduro de potasio a 20 p. 100. En la solución dosificar la acetona por el iodo como ordinariamente.

Los resultados obtenidos son satisfactorios como lo demuestra esta tabla que compara los resultados con los suministrados por dosificaciones directas por el método clásico sobre el mismo volumen de solución acetónica.

Aeido acetilo-salioílico - Dr. Andrau Tubos de 20 tmbletas de 0 50 pr&raoi.

Page 14: Extracto de mi última lección de cátedra

336 E! Restaurador Farmacéutico

SOI.ÜCION

I...".

n . .

n i . .

i v . .

V . .

V I . .

MÉTODO CLASICO

I N710. A ce ton a en ii.iíi".

2,90 cut3

4,00 —

7,90 —

16,00 —

26,50 -

32,20 —

2,80

3,87

7,64

15,47

25,63

31.14

nOSIPCAClÓN S O B R E E L P R E C I P I T A D O

I N/lf>. Acetona1 en mgr.:

2.60 cm3

3.60 —

7,50 —

16,00 -

26,50 -

32,20 —

2,51

3,48

7,25

15;47

25,63

31,14

Observac ión . —Con auxilio de este método hemos determinado el tanto por ciento de acetona del precipitado al que Deníges atribuye la fórmula 2 HgSO4, 3 HgO, (CH3)2 CO. Este autor no ha hecho la determi­nación (que nosotros sepamos) íi/recía de la acetona en el precipitado. Para esto hemos preparado cierta cantidad de esté precipitado de la ma­nera siguiente:

Acetona . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 GC. A'gtia destilada . . . . . . , . . . 300 ce. Reactivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300 ce.

Después de 25 minutos de ebullición, el precipitado ha sido recogido, lavado y secado. Se ha determinado la acetona como hemos dicho anterior­mente. Los resultados han sido los siguientes:

Poco

500 mgr. 200 — 100 —

I N/IO »i.corvi.Í( 25,4 10,2 4,9

A^etonn v. _____ 4,8 4,7

Téorivia

4,47

La cantidad hallada se aleja poco del porcentaje teórico. Se ve, pues, que el reactivo de Nessler y el reactivo de Deniges se

prestan muy fácilmente no sólo al aislamiento de la acetona sino también a su valoración por vía iodométrica.

' Además, el reactivo de Nessler permite, como vamos a verlo, la valoración separada del aldehido y de la acetona contenidas en una misma solución acuosa operando sobre la misma muestra.

3 —Dosif icación de la acetona del aldehido y rec íprocamente con auxilio del reactivo de Nessler.

Se sabe que el acetaldehido, como la acetona, forma con el iodo en

Hexametilentetramma - ]>p. Andreu Tubu» de 30 taijletaa de 0*50 «ramos

Page 15: Extracto de mi última lección de cátedra

Kl Restanrador Farmacéutico 337

solución alcalina, ¡odoformo. El método directo es pues defectuoso, cuando1 se trata de valorar separadamente estos dos cuerpos existentes simula íáneamente en tína solución. Diferentes autores han propuesto métodos para valorar uno en presencia de otro. Pero en general estos métodos son-müy complicados y muy largos de ejecutar. Uno de los más sencillos es el recomendado por Karl Hoefner. Oxida el aldehido por el bicromato de potasa1 en medio ácido, destila la acetona que no sufre cambio alguno y en el destilado, la valora por el clorhidrato de hidroxilamina. La valoración del ácido clorhídrico liberado, da la cantidad de acetona. Trata enseguida una nueva cantidad de la solución primitiva por el clorhidrato de hidroxilamina, que forma en este caso la aldoxima y la acetoxima con liberación de ácido clorhídrico. La diferencia entre las cantidades de ácido cforhídrico liberado en las dos operaciones corresponde a la cantidad de aldehido.

El método que nosotros proponemos es más sencillo y más exacto. Este método es una modificación del método Bougault y Gros parala valoración del aldehido por el reactivo de Nessler que lo oxida cuanti­tativamente en ácido correspondiente. La sal mercúrica reducida por el aldehido es reoxidada por el iodo. Este no interviene sino como inter­mediario. Todo sucede como si el iodo oxidara directamente el aldehido.

R - C H O + H-'O - f 21 - 2HI + R.COOH,

2 átomos de iodo corresponden a una molécula de aldehido. En el método de estos autores se trata el reactivo de Nessler, después

de sü reducción por el aldehido y acidificación, por un exceso de iodo decinormal, y cuando el iodo ha desaparacido se determina la cantidad de aldehido oxidado.

En el caso de aldehido y de acetona, se añade a la solución un exceso de reactivo de Nessler, suficiente para precipitar la acetona y para oxidar

aldehido en ácido correspondiente. Se deja en contacto tres cuartos de hora, se centrifuga, y se trata el precipitado por ácido clorhídrico. Este descompone el complejo liberando la acetona y dejando el mercurio redu­cido insoluble, se filtra la acetona y después se la valora iodométricámente. El mercurio reducido que queda sobre el filtro es tratado por ácido clorhí­drico 5 N y una solución de iodo decinormal en exceso. Después de diso­lución se valora con el hiposulfito el exceso de iodo desaparecido equiva­lente a la cantidad de aldehido de la muestra.

He aquí la técnica seguida. A la solución acuosa conteniendo el aldehido y la acetona, añajir un exceso de reactivo de Nessler, agitar, dejar en contacto 45 minutos, centrifugar, añadir sobre el depósito 2 ce. de ácido clorhídrico 5 N y diluir convenientemente.

Filtrar sobre un pequeño filtro, lavar tres veces, cada vez con 2 ce. de agua destilada, añadir al filtrado 5 ce. de solución de ioduro potásico a 20 p. 100 y 5 ce. de solución decinormal de iodo y después 5 ce. de NaOH a 27 p. 100. Dejar cinco minutos y por fin acidificar por 15 ce. de ácido clorhídrico 5 N . Titular con una solución de hiposulfito 50 N . Por otra parte, el precipitado recogido sobre el filtro (de reducción) se coloca en -uña cápsula con algunos ce. de agua destilada (si es difícil desprender

Hexametilentetramina - DP« Andreu Tnboi de Á) tabletas de 0,60 ¿framus.

Page 16: Extracto de mi última lección de cátedra

338 El Restaurador Farmacéutio

enteramente el precipitado del filtro, se coloca éste en la cápsula), y se añaden 20 ce. de ácido clorhídrico 5 N y 10 ce. de solución decinormal de iodo. Hace disolver y titular por una solución de hiposulfito 50 N el exceso de iodo.

Hemos operado con una solución de aldehido dosificada por el método de Bougault y Oros de la cual 1 ce. equivale a 3,50 ce. I N/50 y una solu> ción de acetona titulada por iodometría que 1 ce. equivalía a 3,75^ ce. I N/50.

ENSAYO I Solution ensayadn TPOH^H Cantidad encontrada

De acetona 1 ce. 3,75 3.75 De aldehido 5 c e . . . . . . . . . 17,50 17,20

ENSAYO II De acetona 5 ce. .18,75 18,8

, De aldehido, 1. c e . . . . . . 3,5 3,4

Conclus ión .—El empleo simultáneo del método Bougault y Gros y de nuestro procedimiento permite, pues, sobre una muestra de ensayo, la dosificación de la acetona y del aldehido.

S E G U N D A PARTE.^DOSIFICACIÓN DE LA A C E T O N A EN LA ORINA

El método utilizando el reactivo de Nessler descrito antes puede ser aplicado a la orina bajo tres formas:

1. ° Directamente sobre la orina. 2. ° Por absorción en el vacío. 3. ° Sobre el destilado.

(CONTINUARÁ)

Taxonomía de los medicamentos Los medicamentos clasificados por grupos farmacodinámicos

(CONTINUACIÓN)

PARASITICIDAS Y T Ó P I C O S C U T Á N E O S A N T I H E L M I N T I C O S , M E D I C A M E N T O S E S P E C Í F I C O S , A N T I S É P T I C O S ,

T Ó P I C O S R E V U L S I V O S , A S T R I N G E N T E S Y V E S I C A N T E S

I. - A n t i h e l m í n t i c o s

Estos medicamentos están destinados a librar el tuba digestivo d e s ú s parásitos. Hay costumbre de dividirlos en tenífugos (contra los gusanos

Heido aeetilo - salieílieo - B F . Hndreu Tubo» de 20 labietaa de 0'CO (rramos.

Page 17: Extracto de mi última lección de cátedra

El Restaurador Farmacéutiro 339

planos) y en vermifugos (contra los gusanos redondos); pero los tenífugos, más activos, obran a la vez sobre las dos clases de gusanos.

Generalmente ios antihelminticos JIO son tóxicos p.'ira los parási tos sino a dosis no­civas para el paciente; asi es q ie se les utiliza a dosis más débiles que sólo provocan un letargo de los parási tos (tenífugos) o a veces excitación motriz (santonina); en los dos casos los parási tos se desprenden de la pared intestinal y su expulsión debe realizarse por un purgante apropiado. Para evitar sn acción tóxica sobre el organismo, precisa emplear productos poco solubles en el agua (timol, naftalina, esencias, extractos e téreos) o mejor formas poco solubles (por ejemplo, la peleterina al estado de tanato) y evitar ios vehículos capaces de disolverlos (aceite, alcohol, etc.).

Vermífugos, Semen Contra. Capítulos de las flores de Ar t emi s i a m a r í t i m a

(Synanteraceas), que tienen la apariencia de pequeñas semillas (semen). Olor característico. Dosis usuales: 5 a 20 gramos en confitura o miel. Su principio activo es una lactona, la Santonina, insoluble en el agua. Dosis usual: 2 a 5 centigramos en tabletas de 1 centigramo o en paquetes.

Tanaceto. Flores amarillas,5 a 10 gramos en infuso en 100 c e d e agua.

Zenifugos. Helécho macho (Asp i d i u/n F / V ^ x w ^ x ' ) , Heléchos (Rizoma).

ir>a€i0~'etéfeú.---&QSks-'4miki a 8 gramos en cápsulas gelatinosas de 50 centigramos.

Granado (Puntea granatum), Mirtáceas (corteza de la raíz). Dosis usual: 60 gramos en decoción en 750 c. c. de agua, que se reducen a 250 c. c. Contiene diversos alcaloides entre los cuales la peletierina (mez­cla de dos isómeros ópticos) Dosis usual: 30 centigramos de sulfato aso­ciado a 40 centigramos de tanino en 25 gramos de jarabe simple. El tanato de peletierina es insoluble en el agua.

Semillas de Calabaza. (Semillas de Cucúrb i t a Pepo y n iáx ima t (Cucurbitáceas), Dosis usual: 50 gramos de semillas descorticadas, pulveri­zadas con azúcar y diluidas en el agua.

T i m o l . Bellos cristales de olor de tomillo, insoluble en el agua. Dosis usual: 1 a 2 gramos en cachets de 50 centigramos.

Esencia de Quenopodio (Quenopodiaceas). Dosis usual: 10 a 30 cen­tigramos en cápsulas gelatinosas.

Tetacloruro de carbono. Líquido análogo al cloroformo; insoluble en el agua. Dosis usual: 2 a 10 gramos en cápsulas de 50 centigramos.

Musgo de Córcega (Alga) Flores de cousso (Rosaceas).

II.—Medicamentos e s p e c í f i c o s

Estos medicamentos son generalmente introducidos en la circulación general por vías seguras y rápidas, principalmente por las vías parenterals, y son llamados a ejercer el electivamente su acción nociva sobre los gér­menes patógenos contenidos en el medio humoral o en todas las partes del organismo.

Comprenden principalmente la quinina (paludismo), los arsenabenzo-

Hexametilentetramina - DP. Rndrau Tubos de 20 tabieUu de 0.60 «rratnoa.

Page 18: Extracto de mi última lección de cátedra

340 E l Restaurador Farmacéutico

les (sífilis y enfermedades debidas a Protozoarios), la hemeíina (amibiasis), el bismuto y el mercurio (sifílis).

La mayor parte de estos medicamentos han sido descritos anteriormen­te, de modo que ahora sólo examinaremos los medicamentos mercuriales.

Jtíedicamenfos mercuriales anfisifilíticos. A . Sales solubles o solubilicables. Bicloruro de H g . (HgCl2) Polvo

blanco soluble en el agua, sabor estíptico intenso. Dosis usual: 1 cenáigramo. L i c o r de W a n Swieten 1/1.000. Dosis usual: 1 a 2 cucharadas de las de caié. P i l d o r a s de Dupuytren: \ centigramo por pildora con 2 centigra­mos de opio.

Bioduro de mercurio. (Hgí2). Polvo rojo vermellon, soluble en ei agua solamente en presencio de KI. Dosis usual: 1 centigramo en un 1 cen­tigramo de agua. Jarabe de Gilbert Dosis usual: Una cucharada de las de sopa conteniendo 50 centigramos de Kl y 1 centigramo de Hgí.

Cianuro de H g Hg. (CN)-. Dosis usual: 1 centigramo en 1 c.c.deagua. B. Sales o productos iii^ülubles y no solubilisables. Mercurio

me tá l i co , (mercurio extinguido) Ace/íe .^r/s Dosis usual: 1/4 c. c. = 10 centigramos de mercurio. Ungüento napol i tano: Manteca y mercurio p. i . U n g ü e n t o g r i s : 1/8 Hg.

P/ 'o¿oc/«n¡ro. (Hg2Cl2) (Calomel). Acei te a l c« /ome/ ; Dosis usual: I c. c. centigramos HgCl. Pomada profiláctica al calomel: 1/3 HgCl.

Protoioduro (Hg2!2): Polvo verdoso. Dosis usual: 5 centigramos (Pil­doras de R i c o r d con dos centigramos de opio.

III. - A n t i s é p t i c o s

Medicamentos prescritos generalmente en aplicación local, y ordinaria­mente destinados a impedir la penetración y desarrollo de los gérmenes patógenos, ya al nivel de los patógenos, ya al nivel de los tejidos y de las mucosas de los órganos externos, ya, más raramente, en cavidades limita­das. Se les divide en antisépticos estables e instables según su grado de estabilidad en el curso de su acción.

A. Ant isépt icos instables.—Estos antisépticos comprenden sobre todo los cuerpos oxidantes o reductores que se transforman o se destru-en el curso de su acción antiséptica, a lo que es debida su instabilidad y la poca duración de sus efectos, por cuyo motivo necesitan emplearse sobre todo en irrigaciones o en lavajes.

/. Oxidantes. Hipoc lo r i ío de sosa ClONa. Ex t r ac to de Jacel(30o clorométricos)

y A g u a de Jewel ( 1 0 ° clorométricos). Líquidos amarillo-verdosos, olor clorado, conteniendo exceso de sosa (irritantes para las úlceras y las mu­cosas). Empleada de soluciones diluidas (por litro de agua: 30 gramos de extracto y 100 gramos de agua de Javel). U c o r ele Uiba r raque (2o clo­rométricos) menos alcalina; Líquido de Dakin (1/2 o clorométrico) neutro y no irritante.

A g u a oxigenada. H202 (a 12 volúmanes, es decir, capaz de despren­der doce veces su volumen de gas oxigeno). Líquido incoloro, sabor me-

Heido aeetilo - salieílieo - Or. Hndrau Tubo» de 20 tableta* de ü ' ^ «rramoa.

Page 19: Extracto de mi última lección de cátedra

El Restaurador Farmacéutico 341

tálico, reacción netamente acida (neutralizar si es conveniente). Empleo en dilución en 3 o 5 volúmenes de agua hervida.

Pernianganato de K MnC^K. Cristales violeta oscuros; solubles en 20 gramos de agua. Dosis usual: 0'25 1 %. Efectuar esta solución, después decoloración del liquido o de las manos por el bisulfito de sosa.

(CONTINUARÁ)

£ a s esencias sin terpenos, por M . Vía rd . LES PARFUMS DE FRANGE, enero 1926, pág. 10.

Se sabe que muchas esencias contienen, junto con una gran cantidad de terpenos y de sesquiterpenos, una pequeña cantidad de productos oxi­genados, a los que en general es debido el olor (alcoholes, éteres, aldehi­dos, cetonas, etc.).

Así las esencias de limón y naranja contienen un 92-95 0/0 de terpenos y sesquiterpenos por un 4-8 % de productos olorosos.

La supresión de los terpenos y sesquiterpenos no producirá, pues, un cambio notable del olor de la esencia; la experiencia ha demostrado que en ciertos casos se nota una mejora, al paso que en otros el olor pierde algo.

La supresión de los terpenos y sesquiterpenos puede interesar al per­fumista en muchos casos por la poca solubilidad de estos cuerpos en el alcohol y disolventes análogos.

Los terpenos y sesquiterpenos suelen suprimirse mediante destilación fraccionada, cuidadosa y subsiguiente reunión y separación de las fraccio­nes. Ciertas esencias desterpenadas no son, con todo, bastante solubles aún; para lograrlo suele añadírsele un disolvente.

En cambio parece ser que la conservación de las esencias deterpena-das es delicada; principalmente aquellas que contienen alderidos, fáciles de descomponer. Para evitar la descomposición se les añade alcohol.

€7 Jjromuro sódico en gasfro-terapéutica, por el D r . L . R o u x . {Concours Medíca le , n.0 19. 9-V-26).—Contra el dolor dispéptico pro­piamente dicho, que es, según el Dr. Leveu «una manifestación de hipereste­sia del plexo solar», el Dr. Roux aconseja se haga una terapéutica sintomá­tica y tratar particularmente la hiperexcitabilídad gástrica. Aparte de la atropina y de la eserina, y hasta mejor aun que estos, el medicamento a escoger, en este caso, del sistema nervioso, el más activo, y el menos tóxico es el bromuro sódico. El Dr. Leveu nos ha demostrado lo útil e indicadísi­mo que es este medicamento «en los casos en que hay que emplear alcali­nos, en las preparaciones calmantes, medicamentos opiáceos y belladona-dos». En efecto, el bromuro sódico tiene, además de una acción antiespas-módica muy patente, de aquí su empleo en los accidentes aerofágicós, por ejemplo, con espasmos pilorico o cólicos, una propiedad sedativa que hace

ü^xametilentetpamina - Dr. An dren Tubos de 20 tabietAt de 0,50 ffTaxooi.

Page 20: Extracto de mi última lección de cátedra

342 E l Restaurador Farmacéutico

desaparecer con mucha rapidez el dolor. Además, es sabida ya su acción reguladora de la secreción gástrica. En fin, tiene la ventaja, sobre el bro­muro potásico, de ser bien tolerado por el estómago (Arnozan y Caries). Pero es para el médico muy molesto el prescribirlo dado el gusto que tiene tan desagradable; por otra parte la prescripción en cachets no es posible hacerla dada la delicuescencia del producto. La mejor forma de adminis­trar este medicamento es el Sedobrol «Roche» el cual tiene la ventaja, no solamente de esconder al enfermo el nombre real del medicamento que toma, y de ser absorvido bajo la forma de caldo agradable al gusto sí no que, además, por su sabor, permite soportar lo desagradable del régimen declorurado. Administrado a la dosis de 2 a 3 tabletas por día, antes de las comidas, el Sedobrol ha dado siempre buenos resultados al autor sacando ia conclusión de que el bromuro sódico bajo esta forma especializada, es el medicamento al cual hay que recurrir en terapéutica gástrica en la mayoría de casos de dispepsia flatulenta o dolorosa que el examen de los enfermos atribuye a una solaralgia.

••y—> «<|B» »«»M»i»afc vya mema jf^i ««|MW»^ /V "T?1! mTm / \

^/bl/ofeca del doctorado en Jtfedicina A . Gilbert y L . F o a m i e r . T E R A P E U T I C A o arte de formular, medicaciones generales, por los doc­tores P. Car not, F . Rathery y P. Heroier. Barcelona. Salvaí Editores, S. A , 41-Calle de Mallorca.

€1 Compedio de terapéut ica cuyo traducción publica la casa Sa¿--vat Editores, está dividido en tres partes.

El primer volumen, que es el que ha salido ahora, comprende el a/'tó de f o r m u l a r y las medicaciones generales.

En el primero se indican sumariamente los principales agentes tera­péuticos, las formas medicamentosas utilizadas por las diversas vías y su prescripción, la posología y la dosis máxima del Codex, las leyes y los de­cretos sobre las substancias tóxicas y los estupefacientes, etc.

Las medicaciones generales deben ser, primero, y ante todo, pato­génicas ; la terapéutica causal se dirige contra los mismos agentes morbífi­cos. Sucesivamente se estudian las mrUcaciones ant iparas i tar ias ; las medicaciones anti-infecciosas, ora por medio de medicamentos quími­cos {quimioterapia an t i s ép t i ca ) , ora por medio de medicamentos mi­crobianos {bacteriorerapias, vacunas, sueroterapias). Luego se estudian las medicaciones antito.jcicas, las medicaciones contra los agentes f í s icos , etc.

Heido aeetilo - salieílioo - Dr. Andrau Tubo» de 20 tabletas de U'50 grramns.

Page 21: Extracto de mi última lección de cátedra

El Restaurador Farmacéutio 343

Sigue a continuación el estudio de las medicaciones de los transtor­nos de l a nu t r i c ión y el de la opoterapia, que le está intimamente ligado.

Es una obra de mucha utilidad que recomendamos a nuestros lectores.

biblioteca del J)octorado en Jtfedicina, A . Gilbert y L . Fourn ie r . MEDICINA LEGAL. Salvat Editores S. A. 41, Calle de Mallorca, Barcelona.

Al igual que se hizo con ia primera edición de esta obra, se ha adap­tado a España reemplazando la legislación francesa por la española y ame­ricana, como la casa Salvat ha efectuado acertadamente en otras publica­ciones. Las modificaciones más importantes de esta nueva edición se rela­cionan con la exposición de ios descubrimientos de antes y después de la guerra.

Se consagra un nuevo capítulo al estudio de la a s f i x i a po r el ó x i d o de carbono. . •

Se relatan con más detalle las investigaciones acerca de la ident if ica­ción de los proyectiles de revólveres y pistolas automáticas, por entrañar numerosas aplicaciones.

Figura además un capítulo nuevo sobre el exámen de los vestidos, sus­ceptible de proporcionar las indicaciones preciosas en los peritajes crimi­nales. Del mismo modo se dearrollan los diversos capítulos relativos a los procedimientos técnicos aplicados o las investigaciones policíacas, cuya importancia se afirma d€ día en día.

No dudamos que esta segunda edición tendrá el mismo éxito qué la primera. ~. :

Tarifas de Farmacia y Laboratorios según la nueva tarifa contributiva

Tarifa 2.a - Clase 1.a

FARMACÉUTICOS Y MÉDICOS

1.° Poblaciones de más de 500 mil habitantes,—Cuota para el Te­soro, 776 Pías.

Hexametilentetpamina - Dp, Andreu Tubos de 20 tabletas de 0,50 gramos.

Page 22: Extracto de mi última lección de cátedra

344 El Restaurador Farmacéutico

2. ° De más de 100.000, sin pasar de 500.000 habitantes y puertos de más de 40.000.-Cuota para el Tesoro, 708 Ptas.

3. ° De 40.000 a 100.000 y puertos de más de 30.000 sin pasar de 40.000.—Cuota para el Tesoro ,536 Ptas.

4. ° De 30.001 a 40.000 habitantes. — Cuota para el Tesoro, 428 Pías. 5. ° De 20.001 a 30.000 habitantes. — Cuota para el Tesoro, 384 Ptas. 6. ° De 16.001 a 20.000 habitantes. — Cuota para el Tesoro, 352 Ptas. 7. ° De 10.001 a 16.000 habitantes. — Cuota para el Tesoro, 276 Ptas. 8. ° De 5.001 a 10.000 habitantes. — Cuota para el Tesoro, 208 Ptas. 9. ° De 2.301 a 5.000 habitantes.— Cuota para el Tesoro, 132 Ptas. 10. ° De 2.300 a menos habitantes. — Cuota para el Tesoro, 118 Ptas.

LABORATORIOS

Tarifa 3.a « Clase 5.a-ft.0 61 A

Laboratorios químicos o farmacéuticos en donde se obtienen productos o específicos medicinales que se expenden al comercio o suministran ai mayor a los farmacéuticos.—Cuota para el Tesoro, 1.692 Ptas.

Tarifa 3.a - Clase 5.a - N.0 62 A

Laboratorios farmacéuticos anejos a las oficinas de farmacia donde se obtienen productos de composición no definida o específicos medicinales que se expenden al mayor.

Nota: Como laboratorio anejo o anexo a farmacia se considerará únicamente el instalado en la misma oficina de farmacia o en su contigüidad siempre que comunique directamente con ella. — Cuota irreductible para el Tesoro, 420 Ptas.

Tarifa 3.a-Clase 5.a-N.0 63 A

Laboratorios donde se practican ensayos y análisis químicos para el público—Cuota para el Tesoro, 336 Pías.

Heido aeetilo - saiieílieo - DP. Andreu Tuboi de 20 t&bleUt de 0l50 gramos.

Page 23: Extracto de mi última lección de cátedra

El Restaurador Farmacéutico 345

De E l Monitor de l a Fa rmac ia y de l a Te rapéu t i ca .

«J/jferprefacióq del epígrafe farniacéuticos.—Pot sentencia de 20 de abril próximo pasado, el T r i ­bunal contencioso administrativo de La Coruña declara que los brague­ros, vendajes de goma, sondas, cá­nulas, son artículos para cuya venta sólo es exigible a los farmacéuticos la cuota industrial impuesta a su profesión, porque asi lo establece claramente la nota a) de la Tari­fa 4.a, en relación con el artículo 12 de las Ordenanzas de Farmacia; y no desvirtúa este criterio el hecho de que los mencionados artículos fi­guren incluidos en el epígrafe 2.° de la clase 8.a, Tarifa 1.a, lo cual sólo quiere decir que su venta es libre, pero con relación a los farmacéuti­cos no altera esa inclusión el régi­men tributario establecido en la re­ferida nota.

Que están en igual caso el petró­leo Gal, el agua La Carmela, el agua de Colonia Añeja Gal, la Loción Núñez Piroto y las cremas dentífri­cas con sus cepillos; pues todos es­tos artículos cuya venta ha declara­do libre el Real decreto de 9 de fe­brero de 1924, tienen indudable­mente aplicaciones terapéuticas, y por tal pueden venderlos los farma­céuticos, lo mismo que el alcohol y las aguas minerales, teniendo en cuenta los preceptos citados ante­

riormente y la Real orden de 19 de julio de 1901.

En el número próximo publica­remos la sentencia completa.»

D e l mismo colega: «Confereqcia del doctor Carra-*

cído eq parís-—Según Ios telegra­mas recibidos en Madrid, ante nu­meroso auditorio, ha dado el doctor Carracido su anunciada conferencia en la Sociedad de Química acerca del tema «Las transformaciones bio­químicas de las materias proteicas»¿

El público siguió con creciente interés la disertación del ilustre es­pañol, quien se excusó por la ima­ginación con que pudiera tratar el asunto. Reivindicó cierta clasifica­ción suya anterior a otras similares del extranjero. Fué muy aplaudido en el curso de su interesante trabajo.

El doctor Carracido ostentaba la medalla de la Sociedad de Química y además la banda roja de la Legión de Honor. El ilustre farmacéutico se muestra muy agradecido a las aten­ciones recibidas por parte de los químicos franceses.»

farmacéut i cos del hospital Civil de Sevilla.—Después de bri­llantes oposiciones han sido elegidps para las plazas de Farmacéutico jefe y Farmacéutico segundo nuestros jóvenes compañeros D. Miguel Gerez

Hexametilentetramina - DP. Andpeu Tubo» de 20 tabletas de 0'50 gramos.

Page 24: Extracto de mi última lección de cátedra

346 El Restfurador Farmacéutico

Olmedo y D. Manuel Lora Tamayo. Nuestra enhorabuena.

J/uevo laboratorio.—Con toda solemnidad se inauguró el día 10 del actual el nuevo laboratorio instalado por la conocidísima casa Juan Mar­tín, sucesora de Pérez, Martín y Cía., en Madrid, calle de Fuencarral, 137.

Asistieron ai acto el excelentísimo Sr. Ministro de la Gobernación, el Inspector de Sanidad interior, en funciones de Director general, el Jefe técnico de Servicios farmacéuticos, el Inspector provincial de Sanidad, catedráticos, subdelegados y otra distinguidísima y numerosa con­currencia a la que obsequiaron con suma delicadeza y esplendidez don Juan Martín y sus hijos los jóvenes farmacéuticos D. Jósé y D. Eduardo.

, Reciban la enhorabuena más cor­dial nuestros queridos amigos don Juan Martín y sus hijos D. José y D . Eduardo por la magnífica instala­ción de este laboratorio.

Colegio oficial de f a r m a c é u t i ­cos de Vizcaya—En la elección reglamentaria celebrada el día 6 del corriente, se proveyeron los cargos vacantes y los que debían renovarse, quedando constituida la Junta de Gobierno como sigue:

Presidente, Dr. Luis de Artaza

(reelegido); Vocal 1.°, D. Pedro Gra­cia Salazar; vocal 2.°, D. Francisco Murillo (nuevo); Vocal 3.°, D. José María Arrilucea; Tesorero, D. T o ­más Echave (nuevo); Contador, don Pablo Basañez (nuevo); Secretario, D. Jósé Domerq (reelegido).

Colegio provincial de farma­céuticos de Barcelona.—La direc­tiva de esta entidad oficial la cons­tituyen los señores siguientes.

Presidente, D. José Fabregat Re­vira; Contador, D. Ramón Baríomeu Martore 11; Tesorero, D. Pedro Viñas Dordal; Secretario, D. Guillermo de Benavent Camps; Vocal 1.°, D. Aure­lio Calvo Giher; Vocal 2.°, D. Ramón Burguet Badía; Vocal 3.°, D. Jaime Ferrer Calbetó; Vocal 4.°, D. Ramón Durán Canal; Vocal 5.°, D. B. Roig Perelló,

l e g i s l a c i ó n de farmacia vi­gente en € s p a ñ a , por el doctor D . M a c a r i o B l a s y M a n a d a , Far­macéutico y Abogado, Ex-jefe téc­nico de Farmacia en el ministerio de la Gobernación. Precio 12 pese­tas; por correo 12*50.

En la Administración de esta re­vista puede encargarse tan impor­tante obra.

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Page 25: Extracto de mi última lección de cátedra

El Restaurador Farmacéuth o 347

J)oce Conferencias de Jtínálisis de .jTlimentos. Quia práctica de Jfnál is is por el doctor Mestre Jbañez.—lJn volúmen de 453 pági­nas, encuadernado en tela e ilustra­do con 91 grabados. Obra útilísima. Precio 25 pesetas. Puede adquirirse en la Administración de esta revista.

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Hoido aeetilo-s&lieílico - Dr. Andren Tubos de 20 Ubletai de 0*50 gramo»,

Page 26: Extracto de mi última lección de cátedra

348 El Restaurador Farmacéutico

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Page 27: Extracto de mi última lección de cátedra

Hi Kesiaurador farmacéut ico 349

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Page 28: Extracto de mi última lección de cátedra

350 El Restaurador Farmacéutico

MEDICACION F O S F A T A D A

D E V E A L Kl VINO D E VIAL es un mo­

dif icador poderoso del organis­mo en todos los casos de debil i ­dad general, desarreglos d i f í c i l e s , largas convalecencias, anemia, fal­ta de apetito y p é r d i d a de fuerzas,

agotamienLo nervioso.

A la dosis de una coplta de las da l lccr , antes do c a d a c o m i d a , c o m p l e ­ta la n u t r i c i ó n insuficiente de los en­

fermos y de los convalec ientes .

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Pericarditis, Defenerucion grasienta del corazón, Angina de pedio y Disnea.

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