Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

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  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

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  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

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  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

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    como el

    religioso

    occ¡dental, le colocan

    en el

    centro del

    Universo.

    Las

    palabras

    de

    Wheeler,

    *iqué

    valor

    tiene un

    Univer-

    so sin

    la

    conciencia

    de

    que

    existe?",

    nos

    comunican la necesidad

    de

    un

    ser inte-

    ligente

    que

    justifique

    este

    Universo,

    La

    cosmogonía

    cristiana

    muestra

    a Dios

    creando

    el

    mundo

    para que

    sea

    habita-

    do

    por

    su

    creación

    más

    perfecta,

    .hecha

    a su

    imagen

    (carne)

    y

    semejanza

    (alma)", surgida

    del

    hálito

    del

    Creador

    como sinónimo de vida. Es

    este

    alma,

    definida

    por.la

    Enciclopedia

    Católica

    como

    la

    "fuente

    de

    la

    actividad

    pensan-

    te"

    la

    que

    reúne las

    características

    de lo

    que

    hoy llamamos mente,

    esa sustancia

    escurridiza

    que

    "constituye

    el

    material

    del

    que

    están hechos nuestros sueños"

    y

    que

    necesita

    para

    animarse de

    esa

    aportación de la divinidad,

    de ese

    soplo,

    de

    esa

    palabra

    mágica

    que

    despierta

    la

    inteligencia

    como

    el

    símbolo

    cabalÍstico

    animaba

    al

    Gólem.

    Proyecto

    cósmico

    Un cierto sentido

    religioso

    contiene

    la

    tesis

    de

    que

    tanto el

    hombre

    como

    la

    in-

    teligencia forman

    parte

    de

    un

    gran

    pro-

    yecto

    cósmico

    que

    escapa a

    nuestra

    comprensión,

    del

    mismo modo

    que

    una

    célula del cerebro actúa

    con sus

    mensa-

    jes

    químicos

    e

    impulsos

    eléctricos sin

    te-

    ner

    conciencia

    de

    que

    forma

    parte

    de

    un

    pensamiento

    más vasto.

    El

    adalid

    de

    esta

    grandiosa perspectiva para

    la

    hu-

    manidad fue

    el

    paleontólogo

    iesuita

    Thei-

    lard

    de

    Chardin,

    y

    se ha

    visto

    potencia-

    da

    por

    teorías

    científicas

    como

    la

    del

    "principio

    antrópico,

    que

    asegura

    que

    el

    Universo está

    pensado

    para

    ser

    habita-

    do

    y

    tanto

    las leyes

    de

    la

    física como

    las

    condiciones iniciales

    están dispuestas

    de tal

    forma

    que quede

    asegurada la

    aparición

    de organismos

    vivos.

    Queda

    asíabierto

    elcamino

    para

    la

    aparición

    de

    una

    humanidad

    compuesta

    por

    indivi-

    duos conscientes

    tocados

    por

    ese

    don,

    casi divino,

    de

    la

    inteligencia,

    puesto

    que

    un Universo

    que

    no

    admite observadores

    conscientes

    carece

    de sentido. Aunque

    surgida

    de

    la

    biologia,

    esta

    teorí¡a

    ha

    al-

    canzado sus

    seguidores

    más

    apasiona-

    dos entre

    los físicos

    y

    cosmólogos como

    Paul Davies

    y

    Stephen

    Hawking.

    No

    está lelos esta

    propuesta

    de

    la

    concepción

    holística del

    Universo,

    en

    que

    todo está

    conectado con todo

    y

    for-

    ma

    parte

    de una conciencia

    cósmica,

    que

    desde

    siempre

    han

    predicado

    las fi-

    losof[as orientales,

    es decir,

    que

    todo

    está

    vivo

    y

    consciente en un

    Cosmos

    in-

    finito.

    "El

    espíritu es

    la

    última

    sublimación

    de

    la materia

    y

    la materia, la

    cristaliza-

    ción

    del

    espíritu",

    reza

    el Ku-Te,

    un cu-

    rioso

    libro

    tibetano. Sócrates

    afirmaba

    QU€

    «poSeemos

    inteligencia

    y

    esta

    pose-

    sión tiene

    que

    estar contenida

    en

    la

    cau-

    sa

    que

    creó

    el

    mundo".

    Talvez

    ni cientÍficos ni teólogos

    estén

    en

    lo

    cierto

    y

    el

    origen

    de

    la inteligencia

    sea

    muy distinto

    a

    lo

    que

    unos

    y

    otros

    nos

    han

    contado.

    En

    desacuerdo

    con

    las

    hipótesis

    darwinistas,

    hay

    quien

    susten-

    ta

    qúe

    el hombre fue

    .ayudado»

    ert

    su

    evolución

    por

    extrahumanos

    que

    nos

    fa-

    cilitaron

    el

    primer paso

    evolutivo,

    Se

    in-

    sinúa

    que

    la

    inteligencia

    ni

    siquiera

    es

    originaria

    de este

    planeta,

    sino

    que

    llegó

    aquí, icomo

    caída

    delcielol,

    procedente

    de otros

    mundos.

    Pudo

    tener su

    origen

    en

    un

    planeta

    desaparecido,

    como

    rela-

    ta

    la leyenda

    de

    Faetón,

    un mundo ago-

    nizante

    que

    obligó a

    una avanzada

    civi-

    lización

    al exilio terrestre,

    donde

    una

    vez

    aposentada

    se

    vería

    diezmada

    por

    los

    cataclismos

    de

    la

    aún

    inestable Tierra

    que

    redujeron

    a aquellos

    seres

    inteligen-

    tes a condiciones

    neandertalienses

    o

    austrolopitecinas.

    El hombre

    ha

    podido

    sufrir

    adelantos

    y

    retrocesos,

    tanto técnicos como

    socia-

    les,

    pero

    la racionalidad

    y

    la reflexión

    la

    alcanzó

    hace

    mucho

    más

    tiempo

    delque

    estamos dispuestos

    a

    aceptar.

    Además,

    esta

    transformación

    no

    se

    produjo

    sino

    en

    algún

    tiempo no

    recogido

    en la

    me-

    moria

    humana. No

    somos la

    primera

    hu-

    manidad. Todos

    los hallazgos lÍticos

    que

    tratan

    de

    demostrar

    el

    proceso

    de

    con-

    versión

    del Homa

    erectus

    en Homo

    fa-

    ber

    o

    habilis

    señalan

    que

    en determina-

    da

    época

    alguien o algo

    utilizó

    esos

    ins-

    trumentos. Pero

    no

    sirven

    para

    demos-

    Louls

    Lekey

    (abajo

    t la Equlerda)

    con

    Rtymond

    Darl

    dos

    llustres

    paleontólogos

    ante

    sus

    hallazgos.

    Scgún clcrtas

    teor[as,

    la

    palabra

    y

    la

    comunlcaclón

    lueron

    laclorcs

    detonantec

    que

    orlginaron

    la

    lntellgercla.

    a/

    tÑo

    cEno

  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

    4/10

    ¿I¡f,

    INTETIGENCIA

    E§ HIIA

    DE

    SU

    TIEIVIPO?

    a

    Los años

    cincuenta

    muca¡on el inicio

    de

    la

    Ean

    expansión tecnológica. Curiosamente,

    a Io largo de

    esa

    década

    se dejó senti¡

    un

    Ean

    interés

    por

    la

    teorÍa de

    la fabricación

    y

    utilización inteligente

    de her¡amientas

    como

    motor

    de

    la evolución

    humana

    y

    la

    inusitada

    expansión

    intelectual

    gue generó.

    La célebre

    ftase

    de

    Kenneth Oakley, «las henamientas

    hicieron

    al hombre»,

    ganó

    la

    categorfa de

    t&

    pico para

    desc¡ibir

    los

    orígenes

    de Ia

    inteli-

    gencia

    humana.

    ¡

    Sin

    duda

    hay

    algo

    más

    que

    una coinci-

    dencia en

    el

    hecho de

    que

    Ia teorfa

    gue

    añr-'

    ma

    que

    los seres

    humanos

    son

    aEesivos

    por

    natualeza

    y gue

    su

    estado natual

    es

    la

    guena,

    surgiera en la

    tensa

    alnósfera

    gene

    rada

    por

    Ia

    guena

    frÍa

    y

    la

    polÍüca

    de blogues

    llevada

    a

    su culminación

    en

    Ia década de los

    sesenta. Surge Ia hipótesis de

    la

    caza

    y

    Ia no

    ción del hombre

    cazador,

    presentada

    por

    el

    arEopólogo Sherwood V[ashburn, como expli-

    cación de la

    ¡adical

    evolución

    humana.

    o

    No es de

    exüañu

    que

    a Ia

    «hipótesis

    machista»

    del

    hombre cazador sucediera la

    de

    Ia recolección

    con

    una unidad

    social cen

    trada

    en

    la hembra.

    Tampoco

    lo

    es

    que

    fuera

    auspiciada

    por

    la antropóloga Sally Slocum

    y

    desarrollada

    por

    sus colegas Adrienne Zihl-

    man

    y

    Nancy Tanner,

    justo

    en la época

    en

    que

    se

    afi¡maba el

    movimiento

    feminista

    más

    ra-

    dical.

    ¡

    El

    fin

    de

    siglo contempla cómo

    «toda

    una

    bate¡fa

    de

    ciencias

    apunta

    a

    las

    cuestiones

    abiertas sob¡e

    los

    orfgenes

    del

    ser

    humano»:

    geologda,

    paieoecologÍa,

    primatologÍa,

    biolo

    gÍa

    molecular, neurofisiologla

    y

    muchas

    otas

    disciplinas

    cientÍficas.

    En este

    cuácter

    multi-

    üsciplinar

    existe

    hoy en dÍa una tendencia

    qresiente,

    tal

    vez

    reflejo

    del

    pragmatismo

    so

    cial,

    que

    rehúye

    «reflexionar

    sobre Io impon-

    de¡able,

    para

    contestar a

    preguntas

    especÍfi

    c¿lri,

    con respuestas especlficas»

    como forma

    verdade¡amente cientÍfica de abordar los

    pro

    blemas.

    trar

    que

    esos

    seres no fueran descen-

    dientes

    de una raza

    superior caída

    en

    desgracia,

    de otras humanidades

    casi

    exterminadas

    por

    cataclismos,

    ni

    que

    fueran

    seres

    extraterrestres reducidos

    a

    la

    supervivencia.

    El

    hombre

    y

    con él

    la

    in-

    teligencia han

    sufrido

    avances

    y

    retroce-

    sos,

    pero

    es

    preciso

    recordar

    QUe

    «0s

    más fácil

    retroceder

    a

    la

    condición de

    si-

    mios

    que

    avanzár hacia la

    condición

    de

    dioses".

    En

    la

    actualidad,

    los

    estudios

    cientÍfi-

    cos

    acerca

    de la

    evolución del

    cerebro,

    del

    proceso

    de encefalizacón,

    siguen

    dos

    frentes.

    Por

    un

    lado

    se

    investigan

    las

    posibles

    correlaciones

    entre eltama-

    ño

    del

    cuerpo

    y

    el

    cerebro

    y, por

    otro,

    las

    características

    de

    las

    impresiones

    cere-

    brales

    contenidas

    en

    los

    cerebros

    fósiles

    de

    las

    especies

    estud¡adas.

    El

    alemán Heinz

    Stephan

    y

    su equipo

    del

    lnstituto

    Max Planck

    para

    la

    lnvesti-

    gación

    Cerebral,

    en

    Frankfurt,

    han

    reali-

    zado

    una

    meticulosa

    tarea

    comparativa

    del tamaño y peso de

    las

    diferentes

    par-

    tes

    cerebrales

    de

    muchas

    especies ac-

    Las

    más etrevidas

    hipótesis

    sugieren

    que

    el hombre

    fue

    dotado

    de

    inteligencia

    por

    seres

    ertrabrrestres,

    como

    recrea

    esta ilustración de

    Peter

    Goodlellow.

    tuales con sus

    respectivos

    pesos

    corpo-

    rales.

    Su detallado

    estudio

    ha

    permitido

    desterrar una idea

    que

    impresionó

    du-

    rante mucho

    tiempo a

    los

    teóricos

    de

    la

    evolución: ese rápido crecimiento

    del

    ta-

    maño

    cerebral se ajusta a

    la

    sencilla

    re-

    gla

    de

    quq

    a

    mayor

    cuerpo corresponde

    mayor

    cerdbro

    y,

    así, una

    gran parte

    del

    aumento

    del

    cerebro

    se

    debe

    simple-

    mente al mayor

    desarrollo

    corporal

    expe-

    rimentado en la

    línea

    evolutiva

    humana.

    üEra

    inteligente

    el

    Australopithecus?

    Produjo

    aún

    mayor

    sorpresa la

    teoría

    de

    Ralph

    Holloway,

    de la

    Universidad

    de

    Columbia,

    Nueva

    York,

    que

    desde

    princi-

    pios

    de

    los años

    setenta

    penetró

    en

    la

    or

    ganrzación

    cerebral

    de

    los homínidos

    pri-

    mitivos

    con

    sus

    trabajos

    pioneros

    de aná-

    lisis

    de

    las huellas

    que

    dejaron los

    cere-

    bros

    alojados

    en los

    cráneos fósiles

    ex-

    cavados.

    Aunque

    con

    pocos

    detalles,

    és-

    tos

    guardan

    una oscura

    impronta

    de

    los

    cerebros

    que

    un

    diia

    albergaron; suficien-

    te

    para

    determinar

    si

    los homínidos

    fósi-

    les

    poseían

    cerebro humano,

    antropo-

    morfo,

    o algo

    intermedio

    (ver

    recuadro).

    ,fflo

    czno/z

  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

    5/10

    El

    sorprendente

    descubrimiento

    efec-

    tuado

    por

    Holloway

    reside

    en

    que

    la

    or-

    ganización

    de

    los

    cerebros homínidos

    primitivos

    presenta

    una

    estructura

    carac-

    terísticamente

    humana.

    Es

    difícileludir

    su

    conclusión

    de

    que

    "la

    forma

    básica

    del

    cerebro humano

    aparece

    ya

    con toda

    claridad

    en los

    homínidos

    de hace

    al

    me-

    nos

    dos millones

    de

    años...

    El Australo-

    pithecusy

    algún

    otro

    primate

    africano

    de

    entre

    tres

    y

    un millón

    de

    años

    tendrían

    cerebros

    con

    una organización

    esencial-

    mente

    humana".

    Por

    consiguiente,

    si

    el

    rasgo

    que

    nos

    confiere

    peculiaridad,

    el

    desanollo

    del

    cerebro

    y

    con

    el de

    la in-

    teligencia,

    ya

    estaba fijado hace

    tres

    mi-

    llones

    de años, hay

    que

    buscar

    los

    he-

    chos

    claves

    de

    la

    emergencia

    de

    la

    línea

    evolutiva

    que

    conduce

    hasta

    el

    Homo

    sapiens

    sapiens;

    es

    decir, hasta

    noso-

    tros,

    Es

    así

    como

    a veces

    las

    ideas

    más

    para

    infiltrarse,

    como confirmando

    la fra-

    se del

    jesuita

    Teilhard de

    Chardin

    de

    que

    se

    deljesuita

    Teilhard de

    Chardin de

    que

    "en

    la

    escala

    de

    lo

    cósmico,

    sólo lo fan-

    tástico

    tiene

    probabilidades

    de ser

    ver-

    dadero,,

    ¿Qué

    decir

    si

    no

    de la

    propuesta

    de

    que

    nuestros

    antepasados

    pasaron

    una

    parte

    significativa

    de

    su historia

    evolutiva

    como

    animales

    acuátieos

    o semiacuáti-

    Período

    de

    tiempo

    Medio

    millén de

    años.

    Tipos

    de homínidos

    Volumen

    del

    cerebro

    (cm1

    Alrededor

    de cuatro millones

    {omínldos

    alricanos

    de Hadar

    (Etio-

    4QO

    de

    años.

    pí4

    y

    La¡toli

    (fanzania).

    Tres millones de años.

    Dos

    millones de

    años.

    Aushropirecrn*

    t

    *i',i§ii.

    33

    Especies

    inte¡medias¡

    Homo

    habllis

    6St -7S0

    (el

    Homo

    más.primitivo).

    Un

    millón

    y

    medio

    de

    años.

    Formas

    más

    prlmiüvas

    de

    Homo

    Boo-qn

    erectus.

    Poblaciones

    más

    tardías

    de

    Homo

    erectus.

    De

    cien

    mil

    años

    a

    lreinla

    y

    Homo

    sapiens neanderthalis.

    cinco

    mil.

    Desde hace

    cien mil años. Homo

    saplens sapiens.

    *

    Nq

    se dlspone

    de

    ningún

    cráneo

    intacto,

    pero

    los restos

    de

    neandertales

    revelan

    ac-

    tiv¡dades

    de

    una

    criatura

    muy inteligente,

    ingeniosa

    y

    esplrlt¡almente elevada. La

    ca.

    pagi+d

    cerebral

    mayor_con

    respecb

    al Homo sapieñs

    sápiens

    es

    probable que

    fuera

    debidaalanecosidaddecontfolafunm8yofvoldmencorporal.

    cos

    que

    moraban

    en

    las

    aguas

    de

    ma-

    res y

    lagos

    poco

    profundos

    y

    que

    bucea-

    ban

    en

    busca

    de

    alimento? La

    idea

    sur-

    gió

    hacia

    1960

    y

    se debe

    al zoólogo

    sir

    Alister

    Hardy,

    pero

    fue

    divulgada

    veinte

    años más

    tarde

    por

    Elaine

    Morgan

    en

    su

    libro The

    Aquatic

    Ape

    ("ll

    mono

    acuáti-

    co,).

    Como

    argumentos

    se

    presentan

    la

    probada

    e

    inaudita

    facultad

    del

    hombre

    para

    bucear

    eficientemente

    en

    compara-

    ción con

    cualquier

    otro mamífero

    tenes-

    tre, la

    falta

    de

    pelo

    en nuestros

    cuerpos

    y

    la

    distribución

    de

    grasa

    bajo

    la

    piel,

    que

    recuerda

    más

    la

    grasa

    de

    los

    delfines

    que

    la

    de

    los

    primates.

    Pero

    lo

    que

    aquí más

    nos

    interesa

    es

    la

    sugerencia

    lanzada

    recientemente por

    el británico

    Michael

    Crawford,

    del Labo-

    ratorio

    Nuffield

    de Medicina

    Comparada,

    de

    que

    el

    tamaño

    del

    cerebro

    humano

    evolucionó

    en

    respuesta

    a

    una

    dieta de

    pescado,

    .alimento

    que

    contiene

    las

    gra-

    sas

    poliinsaturadas

    que proporcionan

    la

    materia

    prima

    para

    la

    construcción

    de

    t.'t00

    t.500*

    1.360.1.4m

    Los

    paleontólogos

    Louis

    y

    f,ichard

    Lakey,

    padre

    e

    hijo,

    durante

    unas

    excavaciones

    en

    Etiopía

    tratando

    de

    encontrar

    el

    eslabón

    perdtdo

    que

    con*ta

    al

    simio

    con

    el

    hombre.

    Abajo,

    el

    uáneo

    de

    Petralona,

    de

    dlfícil

    clasificación

    entre

    los

    prlmeros

    humanos.

    U

    @

    d

    =

    O

    i

    U

    o

    o

    8

    /

    AITO

    CERO

  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

    6/10

    ¿soMos

    HIIos

    DEI

    HIETO?

    ñ

    I no hubiera sido

    por

    los

    cam-

    ,, \

    Dros arnDlemales ietacronaoos

    \\

    P

    con

    ei cirma,

    rociaua

    senamos

    antopomorfos

    viviendo

    en

    los

    á¡boles». Bien

    puede sintetizarse

    asf la

    hipótesis, desarrolla-

    da

    por

    J.

    y

    M. Gribbin,

    que

    relaciona

    este

    chamente

    Ia

    inteligencia

    humana

    con las

    gla-

    ciaciones

    sufridas

    por

    nuestro

    planeta

    duran-

    te

    los

    cinco ütimos

    millones

    de

    años.

    Hoy sabemos

    que

    desde

    hace

    dos

    millones

    de

    años,

    la Tiena ha

    soportado

    una docena

    de

    glaciaciones,

    intemmpidas

    por

    otsos tan-

    tos

    perfodos

    interglaciues.

    En el corazón de

    Africa,

    Ias sucesiones

    de

    invasión

    y

    retirada

    de los hielos

    septentrionales se corespon-

    den

    con

    épocas

    de

    segufa

    e

    intervalos

    más

    húmedos.

    Serfa

    este ¡eite¡ado

    pendular

    cü-

    máüco

    el

    acelerado¡ del desanollo de

    la

    lf-

    nea humura, aI hace¡

    que

    un antopomorfo

    ergruido

    e inteügente, ingenioso

    y

    sumamen-

    te

    adaptable,

    ascendiera

    con éúto

    la

    diflcil

    cuesta

    de un

    mundo

    en

    ca¡nbio.

    Un

    mundo

    en

    el

    gue

    habfa

    gue

    sobrevivir

    o

    morir,

    un

    seve

    ro mundo en

    el

    que

    sólo

    los más astutos

    pre

    valecfan.

    En estos

    ciclos

    repeüdos

    de

    edad

    glaciar

    o desertización/perfodo interglaciar

    o

    inter-

    valos himedos,

    numerosos

    individuos

    desa-

    parecen

    en cada una de las etapas

    glaciares

    o de

    sequla;

    algrunas

    especies se

    transfor-

    m͡n,

    pero

    sólo sobreviven los representantes

    más

    inteligentes

    y

    adaptables

    de

    los

    antopo

    morfos. Estos

    tansmiti¡án

    sus

    genes

    de éri-

    to

    a

    sus descendientes,

    que prosperan

    y

    se

    extienden

    duante

    Ios

    interglaciares

    o

    perlo

    dos de

    humedad.

    Este

    patón

    de conducta

    se

    perpetúa y

    asf,

    en

    la sigruiente

    glaciación

    o

    desertización,

    úricamente los

    más capacita-

    dos

    para

    afrontar

    con éxito

    las

    duras

    y

    cam-

    biantes condiciones climáücas,

    perseveruán

    en

    la

    llnea

    evoluüva.

    «Asf

    nuestos

    antepasa-

    dos

    sobrevivieron

    y

    nosotros estamos

    hoy

    aguf,

    debido

    a

    las

    pautas

    poco

    conientes

    de

    ca¡nbios climáticos a

    que

    se vieron someti-

    dos»,

    gue

    acabaron tansformando

    a

    una

    sriatu¡a

    antropomorfa

    en

    Homo

    sapiens

    en

    menos de

    tres millones

    de

    años.

    Un

    «esfuer-

    zo supremo

    instutáneo»

    en

    el

    á:nbito de los

    ca¡nbios evolutivos.

    los

    grandes

    cerebros".

    Pero,

    aquién de

    nuestros

    antecesores

    pudo

    ser este an-

    tropomorfo acuático? Existen

    pruebgs

    de

    que

    el

    gran

    valle

    de fractura

    de

    Africa

    oriental, al

    que

    se

    identifica

    con la cuna

    dela humanidad,

    estuvo

    inundado

    has-

    ta su desecación

    hace

    unos seis

    o

    siete

    millones

    y

    medio

    de

    años. Según

    esta

    datación

    geológica,

    los

    austrolopitecinos

    bien

    pudieron

    ser

    los

    primeros

    antropo-

    morfos

    desnudos,

    asícomo

    los

    primeros

    en

    poseer

    ese

    cerebro de

    Holloway

    "con

    una

    organización

    esencialmente huma-

    na,

    puesto

    que

    fueron

    ellos

    quienes

    se

    vieron fozados

    a

    abandonar

    el

    agua

    y

    dirigirse

    a

    las llanuras

    de

    Africa

    oriental,

    cuando

    comenzó

    a

    desecarse

    la

    región",

    óConstituye

    un

    recuerdo

    ancestral de

    este

    remoto

    origen acuático el

    mito

    su-

    merio

    de

    Oannés, el ser anfibio

    que

    ac-

    tuó de

    dios

    civilizador? Y

    qué

    decir de

    la

    tajante

    aseveración

    de

    Anaximandro

    de

    Mileto

    sobre

    que

    "las

    criaturas

    vivientes

    surgieron

    del

    l'riquido

    elemento

    cuando

    éste fue evaporado por

    el

    Sol.

    Al

    princi-

    pio,

    el

    hombre

    fue

    como

    todo

    otro

    ani-

    mal,

    o sea uñ

    peZ».

    Más

    de dos

    mil

    años

    separan

    óla

    misma

    teoría?

    No

    parece que

    un

    simple cambio

    en

    R*onstruc¡tón

    flcücla de

    cómo

    pudleron

    ser

    llslca

    y

    soclalmente los

    prlmeroshomo

    erectus

    con

    obletode

    completar

    su

    estudlo

    paleontológlco.

    los

    mecanismos de

    locomoción, elandar

    erguido

    y

    bípedo,

    pueda

    haber

    provoca-

    do

    el tipo de cambios originar¡os de esta

    especial organización cerebral.

    Actual-

    mente, incluso

    se disocia

    de

    la fabrica-

    ción de

    herramientas de

    piedra,

    que

    no

    se inició

    hasta varios millones

    de años

    después de brotar el

    linaje homínido. El

    surgimiento

    y

    primer

    desarrollo de la

    in-

    teligenci{

    parece

    más

    bien estar

    relacio-

    nado con la

    complejidad

    del

    comporta-

    miento

    y

    las

    relaciones

    sociales incipien-

    tes

    entre sus miembros.

    Altruismo

    dietético

    El

    paso

    de

    la

    manutención individual

    a compartir

    la

    comida

    con

    los demás en

    una

    morada

    constituyó una alteración

    profunda

    del estilo de

    vida

    en

    los

    homí-

    nidos.

    Glynn

    lsaac, arqueólogo

    de

    la

    Uni-

    versidad de

    Harvard,

    construyó un

    mo-

    delo explicativo

    de este hecho

    que gozó

    de amplia

    popularidad

    durante

    la déca-

    da

    pasada:

    la hipótesis del

    alimento

    compartido.

    Propone

    que

    el

    hecho

    revo-

    lucionario de compartir

    los

    alimentos

    en-

    tre

    los

    homínidos

    primitivos,

    cosa

    que

    nunca

    se

    había

    producido

    entre

    los

    an-

    tropomorfos,

    introduio conceptos

    tales

    >

    0

    E

    f

    É

    Árlo cERo/g

  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

    7/10

    como

    la

    división

    del trabajo

    y

    una

    fuerte

    interdependencia

    social

    y

    económica,

    generadas

    por

    una intensa

    presión

    se-

    lectiva

    en favor

    de la

    capacidad

    intelec-

    tual

    y

    comunicadora.

    Sin embargo,

    cla

    complejidad

    social

    desarrolla

    la

    inteligencia

    o es la

    posesión

    de ésta la

    que

    lleva

    a

    una

    mayor

    com-

    plejidad

    social?

    Esta

    pescadilla

    que

    se

    muerde

    la

    cola

    (denominada

    cientÍfica-

    rnente

    proceso de

    retroalimentación

    po-

    sitiva), maneiada

    por

    lsaac,

    establece

    que

    la necesidad.de

    hacer

    frente

    a

    pau-

    tas de

    subsistencia

    más

    exigentes

    y

    a

    estructuras

    e

    interacciones

    sociales

    cada vez más

    desarrolladas

    e

    imprede-

    cibles,

    constituye

    la

    principal

    presión

    se-

    lectiva

    en favor

    de

    un

    mayor

    desanollo

    de

    la

    inteligencia,

    que

    a

    su

    vez

    seleccio-

    na

    y

    potencia

    aquellas

    cualidades

    que

    hagan

    más

    efectiva

    la relación

    social.

    Esta

    acción retroalimentadora

    origina un

    cerebro flexible

    y

    ágil

    que

    fomenta,

    por

    un

    lado,

    nuevas

    y

    más

    complejas

    estruc-

    turas

    sociales

    y,

    por otro,

    un

    órgano

    cada

    vez

    más

    "humano",

    debido

    al

    constante

    perfeccionamiento

    que

    estas

    prácticas

    llevan

    emparejado.

    Hablar

    hizo

    al

    hombre

    Aparte

    del comportamiento

    que

    nos

    hace

    civilizados,

    existen

    dos

    rasgos

    ca-

    racterísticos y

    dispares

    del

    Homo

    sa-

    pr'ens

    que

    marcan

    la

    diferencia

    evolutiva

    respecto

    de los

    demás

    mamíferos.

    Uno

    es de

    orden físico:

    el

    hombre

    presenta

    un nacimiento quizá prematuro, un largo

    período

    de desarrollo

    y

    una longevidad

    sorprendente,

    todo

    ello unido

    a

    una rara

    habilidad

    para

    aprender

    que

    se

    prolon-

    ga

    hasta

    una

    edad muy

    avanzada. El

    otro

    es

    un

    instrumento

    de naturaleza

    casi

    impalpable:

    sólo

    el

    ser humano

    posee

    un

    lenguaje

    hablado,

    que

    es razonable

    su-

    poner

    jugó

    un

    papel

    fundamental

    en

    el

    contexto

    evolutivo

    de la

    especie

    y

    en el

    desarrollo

    de

    la

    inteligencia.

    Pero

    si

    la

    cuestión

    de

    cuándo

    surgió

    el lenguaje

    es

    prácticamente

    imposible

    de aclarar,

    el cómoy

    el

    porqué

    son aún

    más impenetrables.

    Tanto

    R.

    Holloway

    como

    G.

    lsaac,

    que

    han

    analizado

    el

    pro-

    greso

    de

    fabricación

    de

    útiles

    de

    piedra

    en los

    últimos dos millones

    y

    medio

    de

    años, vinculan

    el

    lenguaje

    hablado

    con

    la

    fabricación

    de herramientas,

    debido

    a

    que

    "los

    procesos

    cognitivos

    que

    subya-

    cen

    a

    ambos son muy

    similares",

    Esta misma

    analogía

    entre habla

    y

    ela-

    boración

    de utensilios

    ha

    sido sugerida

    por

    Gordon

    Hewes,

    antropólogo

    de

    la

    Universidad de Colorado, para

    derivar

    el

    nacimiento

    del lenguaje

    de

    los

    movi-

    mientos

    de

    la

    boca

    y

    la lengua

    asocia-

    dos, de

    manera

    inconsciente,

    a

    las

    ta-

    reas

    artesanales

    que

    implican

    una

    espe-

    cial destreza manual. Tan

    ingeniosa

    hi-

    pótesis

    ha

    sido contestada

    por

    Alexan-

    der Marshack,

    quien

    aduce

    que,

    aunque

    fabricar

    utensilios

    complejos

    exige

    una

    gran

    capacidad intelectual,

    no requiere

    necesariamente

    la

    elaboración

    de

    un

    len-

    guaje

    articulado. En

    cambio,

    .el

    simbo-

    lismo

    y

    las imágenes

    artísticas

    desarro-

    lladas

    desde hace

    treinta mil

    años

    seña-

    lan

    con

    certeza la

    capacidad

    de

    lengua-

    je

    desarrollado,

    incluso

    la

    capacldad

    para

    construir

    ideas

    abstractas

    comple-

    jas".

    Aunque

    ninguna

    de

    estas

    especu-

    laciones

    prueba

    nada

    sobre

    el

    origen

    del

    lenguaje,

    no

    cabe duda

    de

    que

    ofrecen

    sugerencias

    fascinantes.

    La ventaja

    del uno

    por

    c¡ento

    Las modernas

    técnicas de

    biología

    molecular

    que

    permiten

    comparar

    direc-

    tamente

    dos

    moléculas

    de

    ADN

    de

    es-

    pecies

    diferentes,

    parecen

    mostrar

    im-

    placablemente

    que

    sólo

    existe

    un

    uno

    por

    ciento

    de

    diferencia

    entre el material

    genético

    de

    un ser

    humano

    y

    el

    de

    un

    chimpancé.

    Desde

    el

    punto

    de

    vista

    de

    la

    sociobiología,

    es

    probable

    que

    ese

    uno por ciento de

    ventaja

    que

    tenemos

    sobre los

    antropomorfos

    sea

    lo

    que

    nos

    convierte

    en seres humanos,

    Tal. vez,

    como

    sostienen

    John

    y

    Mary

    Gribbin,

    las

    diferencias

    fundamentales

    que

    privile-

    gian

    a nuestra

    especie residan

    en nues-

    tros

    genes

    que

    controlan

    el

    desarrollo,

    directamente

    conectado

    con

    la

    evolución

    cerebral.

    La

    conducta

    de numerosas

    especies

    animales

    está

    determinada

    genética-

    mente,

    lo

    que

    hace

    que

    durante

    su

    de-

    sarrollo,

    corto

    por

    lo

    general,

    tengan

    es-

    casa

    necesidad

    de

    aprender

    comporta-

    miento alguno. Poco después de su

    na-

    cimiento,

    sus actitudes

    son

    ya

    semejan-

    tes

    a

    las

    de

    sus congéneres

    adultos.

    Pero

    otros animales

    soportan largos

    pe-

    ríodos de

    aprendizaje

    hasta

    llegar

    a

    la

    edad adulta, lo

    que

    supone distintos

    gra-

    dos de atención hacia

    las

    crías

    hasta

    que puedan

    valerse

    por

    mismas.

    Cránco

    de

    niño

    australopitecino

    hailúo

    por

    Baymond

    Dañ

    en

    1924.

    Beio

    átas

    líncas,

    rcconstrucción

    clentlllca de uno

    de

    los

    primeros

    seres

    humanos

    intellgentes,

    hace

    casi dos

    millones

    de

    años.

    :

    t0

    /

    rÑo

    cERo

  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

    8/10

    DEI DUODÉCIMO

    PI,ANETA

    I

    se

    considera

    posible que

    Ia

    aparición

    de la

    vida

    en

    la

    Tiena

    pueda

    tener un

    origen

    extatenestre,

    y

    basta reco¡dar

    la

    hipótesis

    de

    la

    panespermia

    sugerida

    a

    principios

    de siglo

    por

    el

    qufmico

    sueco

    S. A.

    Ar¡henius

    (ver

    Ario Cero,

    núm.

    I l),

    ¿por

    qué

    no considerar

    que

    el

    Homo sapr'ens fue,

    cuando

    menos,

    instruido

    por

    seres

    proceden-

    tes

    del

    espacio exterio¡?

    Los

    mitos de

    los

    «dioses

    civilüadores»

    (Ostis,

    Agni,

    Quetzalcóatl,

    Viracocha,

    Oan-

    nés)

    se

    encuenüan en todas

    las antigtas

    cul-

    tuas,

    y

    esta

    prevalencia

    ha llevado a

    nums.

    rosos investigadores

    a

    postular

    un

    contacto,

    en tiempos

    prehistóricos,

    con civilüaciones

    extaterestes avanzadas causantes

    de

    acele

    ra¡ la

    evolución de

    la

    raza humana.

    A

    fundamentar esta teorfa ha dedicado lar-

    gos años

    Zechuia

    Sitchin

    (ver

    A¡io

    Ce¡0,

    núm,

    l7), un erudito

    en lenguas

    muertas,

    me

    diante

    la reinterpretación de

    testimonios

    es-

    critos

    procedentes

    de

    las

    culturas

    sumeria,

    babilónica,

    caldea,

    egipcia

    y

    hebrea. La

    cél+

    bre

    cosmogonla

    sume¡ia

    contenida

    en

    la

    Epe

    peya

    de

    la

    Crcación ofrece, a su

    parecer,

    una

    vlvida descripción de

    cómo

    fue

    acelerada

    Ia

    evolución

    del Homo e¡ecfus

    por

    los

    ,{¡u¡¡a-

    kl,

    procedentes

    deI

    incógrnito

    duodécimo

    pla-

    neta, más allá de Plutón. Y de cómo estos sc

    ¡es,

    identificados

    con los

    lVe.ñlim hebreos

    (Aguellos

    que

    Habían

    Descendido),

    insuilaron

    el conocimiento

    a

    los

    homÍrudos

    primitivos

    media¡te técnicas

    de

    ingenierÍa

    genética,

    ta-

    les como

    Ia

    reimplartación

    y Ia

    fertilización in

    vito.

    Mientras

    que

    los

    animales

    que

    nacen

    con

    un alto

    grado

    de

    madurez biológica

    poseen

    ya

    la

    mayor

    parte

    de

    sus

    con-

    ductas

    previamente

    determinadas,

    los

    inmaduros

    desarrollan

    una

    innata capa-

    cidad

    para

    aprender,

    puesto que

    de

    ello

    depende

    su

    supervivencia,

    Todas

    las es-

    pecies

    que

    tienen

    una infancia larga,

    un

    prolongado

    período

    de inmadurez,

    con-

    siguen

    desarrollar

    conductas más

    flexi-

    bles, bien porque son más

    inteligentes,

    bien

    porque

    poseen

    una

    mayor

    capaci-

    dad

    de

    adaptación

    a

    situaciones

    nuevas

    y

    cambiantes.

    La

    especie humana no

    sólo tiene

    el más largo

    período

    de

    inma-

    durez,

    sino

    que

    éste viene

    ya

    precedido

    por

    un nacimiento

    sumamente

    especial.

    El nacimiento

    plantea graves proble-

    mas

    físicos

    a

    las

    madres

    de la

    especie

    humana.

    Si

    las

    criaturas

    permaneciesen

    en

    su

    seno

    el tiempo necesario

    para

    completar

    su

    desanollo

    -unas

    tres

    se-

    manas

    más-,

    el

    parto

    seria

    imposible.

    Los

    cambios

    evolutivos

    que

    han forzado

    a

    las crías humanas

    a

    este "nacimiento

    prematuro"

    son consecuencia

    directa de

    las

    modificaciones

    que

    han

    conducido

    a

    un inusual

    aumento

    del tamaño

    cerebral.

    Por

    eso,

    al

    nacer,

    nuestro

    cerebro

    sólo

    alcanza

    una

    cuarta

    parte

    de su

    volumen

    definitivo,

    albergado

    en

    un cráneo blan-

    do

    formado

    por

    huesos aún

    no

    fundidos

    para

    que

    pueda

    seguir creciendo.

    Así,

    mientras

    que

    los

    cerebros de

    nuestros

    «primos

    carnales,, chimpancés

    y gorilas,

    alcanzan

    el

    70

    por

    ciento

    de

    su

    peso

    fi-

    nal,

    en el ser

    humano

    esa misma

    propor-

    ción

    se

    alcanza

    en

    el

    doble de

    tiempo,

    dos

    años.

    En

    nuestro

    gran

    cerebro reside,

    sin

    duda, una de

    las

    claves

    que

    nos

    sepa-

    ran

    y

    diferencian

    de

    los demás antropo-

    morfos

    y

    no es imposible

    que

    esta

    neo-

    fenia,

    este

    retraso

    en

    el

    desarrollo, cons-

    tituya

    la

    explicación

    .de

    cómo

    nuestra

    especie ha llegado

    a convertirse en

    el

    mono desnudo

    de

    gran

    cerebro".

    Hacia

    una

    inteligencia

    global

    El

    hecho

    de

    que

    ese

    gran

    cerebro no

    siga expansionándose,

    tras un

    millón

    de

    años

    de crecimiento explosivo,

    parece

    sugerir

    que

    la historia

    de

    la

    evolución

    hu-

    mana ha llegado a

    su

    fin.

    Pero, ¿esto

    in-

    dica

    que

    la

    evolución de la inteligencia

    también ha tocado fondo?

    Nada más

    lejos

    de

    la rea'rdad.

    Asípa-

    rece

    desprenderse

    de

    lo

    escuchado el

    pasado

    mes

    de

    marzo

    en

    Art

    Futura,

    el

    festival

    de

    arte

    y

    nuevas

    tecnologías ce-

    lebrado en

    Barcelona

    (ver

    Año

    Cero,

    núm.25), donde

    se habló

    de

    una nueva

    inteligente

    planetaria,

    una

    mente

    global,

    mente superior o

    mente

    cósmica,

    surgi-

    da de

    la interconexión

    de

    millones

    de

    re-

    des

    informáticas

    y

    miles

    de

    millones

    de

    cerebros

    Claro

    que,

    obviamente,

    esto es

    ya otra

    historia

    Q

    IO§

    DEMIURGOS

    El

    tr?bejo

    sobrc la

    piedn

    ügnlficó

    el

    comlenzo dc

    E

    en

    ¡ntellgente

    peru el

    ser humano,

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  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

    9/10

    SECRETO

    Ar'IocEno

    Dlnc,to: Eroique de

    Vicente. D¡-

    nctq

    .druto:

    Salvador Hernáez.

    n.drct¡oru

    rcf.:

    josé

    León Cano

    (Secciones),

    Vicente

    F. de Bobadi.

    üa

    (Edición).

    ¡.drsdóE

    Yolanda

    Bejarano.

    SGctülr d.

    ncd.c

    clóu

    Inés

    Cerezo.

    DüEtor

    d.

    trLr Tito

    Cilazo.

    Dlrcior

    d.

    F.

    bllcldrd:

    José

    Luis

    Calvo, hblld-

    drd

    M¡d¡l¿

    Montse

    Cumia.

    fot6

    gr.fil;

    Eiligue Balili, Cillos

    Bu-

    l]ejos,

    Oscd Buriel, Daniel Font,

    Paco

    Higuera, Kim

    Pedrós.

    Dl¡q.

    lut

    * F¡ancisco

    L, Frontán,

    Raúl

    Mdtfn,

    furgel

    Navas,

    J,

    M, Ponce.

    Gol¡lo¡rdcu:

    A.lejandro Agosti-

    nelli,

    Rafaei Alilcótr, Miguel Blan-

    co,

    Manuel Carballal, Gabriel

    Cürión, Raiael

    Casiles,

    José

    Ca-

    talán, Michel

    Coquet, Sebastián

    D'Arbó,

    Hilary

    Evans,

    Miguel

    G.

    fuacü, Angeles

    G, Estalayo,

    Jesús

    Gdcfa,

    Francisco Gavilán,

    Mary-

    sol

    González Sterling,

    Miguel

    Gua-

    1lu,

    Josep

    Guijero, Abelardo Her'

    nández,

    Isabela Herranz, Guüer-

    mo

    Herrera,

    Thamara

    Hormae'

    chea,

    A¡tonio

    Huneeus,

    Stanley

    K¡ippne¡, Ralael Lavilla, Francisco

    López-SeiYile; Luis Maggi,

    José

    A¡tonio

    Mayo, A¡tonio Medruo,

    Piotr Melnikov, Vicente

    Moros,

    C¡i§1il

    Page, Rmos Pe¡e¡a,

    Luis

    Racionero,

    A¡toruo Ribera,

    Cme

    lo fuos, Ariel Rosales,

    Jaüer

    RuE,

    Alelildro Saq]§ár Miguel Seg"¿

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    C/

    Miguel Yuste,

    26, 28037

    Madrid.

    Tel

    (91)

    3045542. Fill

    (9t)

    327

    2402.

    ilN4E?rC^.

    ÉilI3E?rc/\

    Edltr

    América

    lbérica.

    Praüo'

    i.:

    Germán

    Sánchez

    Ruipérez.

    Prúldllt

    E Btlw:

    GustaYo

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  • 8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2

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