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` ^^dBá ".GfiID ^. U.a^eicp ®.° de als 1S4. Nuíinera 9. f OLETI1N ENCICLOPEIlICO Dfl N I OBLES 4I1TES^ ïcecioen legisbtti4-a. M. OSIMQIX100 que A47*6,, cl"cm°óç ®sa .1K. 103 ca^cpmci- IecOos ide Tia78a1ca1ic8 • cí COI#Rc- c ececicii, cd'c la •u0e aicc o'a e e 199 cic' Ocfie a j c're eacwaso 1(1 O4svaas 1.#úepcieiaw. SEÑORA: Los Arquitectos que abajo firman, veci- nos de esta Ciudad, P. A. L. R. P. de V. M. con el debido respeto exponen: haber visto con el mayor dolor la Instruccion para promover y egecutar las obras públicas, mandada observar de Real órden en 10 de Octubre del ario próximo pasado y publica- da en Febrero del presente, por cuanto de su recta inteligencia se desprende que labee- nemérita clase, fi que se honran de pertene- cer, habrá de liinitarse en lo sucesivo fi la triste condicion de dirigir los edificios de uso Ir ivado costeados por los particulares , ieiu- Iilizandose de este modo el objeto prek. -rente de sus estudios y destruyendo e los derechos, que ó la sombra de repetidas le- yes tienen adquiridos, de dirigir y egecutar toda clase de edificios públicos €asi thiles como Iudróulicos Sin restriccion alguna. No 13

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    NIOBLES 4I1TES^

    ïcecioen legisbtti4-a.

    M. OSIMQIX100

    que A47*6,, cl"cm°óç®sa .1K. 103 ca^ • cpmci-Iec•Oos ide Tia78a1ca1ic8 • cí COI#Rc-c ececicii, cd'c la •u0e aicc o'a e e 199cic' Ocfie aj c'reeacwaso • 1(1 O4svaas 1.#úepcieiaw.

    SEÑORA:Los Arquitectos que abajo firman, veci-

    nos de esta Ciudad, P. A. L. R. P. de V.M. con el debido respeto exponen: habervisto con el mayor dolor la Instruccion para

    promover y egecutar las obras públicas,mandada observar de Real órden en 10 deOctubre del ario próximo pasado y publica-da en Febrero del presente, por cuanto desu recta inteligencia se desprende que labee-nemérita clase, fi que se honran de pertene-cer, habrá de liinitarse en lo sucesivo fi latriste condicion de dirigir los edificios de usoIr ivado costeados por los particulares , ieiu-Iilizandose de este modo el objeto prek.

    -rente de sus estudios y destruyendo e losderechos, que ó la sombra de repetidas le-yes tienen adquiridos, de dirigir y egecutartoda clase de edificios públicos €asi thilescomo Iudróulicos Sin restriccion alguna. No

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    BOLETIN ENCICLOPIDICO

    extrañará el magnánimo corazon de V. M.las multiplicadas quejas que arrancan á losArquitectos de toda la Península las disposi-ciones contenidas en la referida Instruccion:son los lamentos de una multitud de fami-lias que se encuentran repentinamente priva-das de su único medio de subsistir. Muy le-jos de los exponentes la idea de que esta ha-ya sido la voluntad deliberada del Gobiernode V. M. al dictar la expresada real órden,dirigida en apariencia solo á regularizar elservicio de las obras de comunicacion del Es-tado. Pero el interés individual que vigilamas de cerca y aprecia con mayor exactitudlos obstáculos que se oponen á su bien estar,se ha alarmado, y no sin fundamento, al verlas disposiciones en aquella contenidas; por-que examinada su letra y estudiado su espí

    -ritu claramente se descubre el firme propó-sito con que el cuerpo de Ingenieros Civilesintenta sobreponerse á la respetable clase deArquitectos y monopolizar la direccion en ge-fe de todas las obras públicas del Reino.Para demostrarlo basta leer el artículo 1.0que enumera las obras públicas , objeto dela citada instruccion, el cual contiene las si-guientes palabras «y cualesquiera otras cons-trucciones que se egecuten para satisfacerobjetos de necesidad ó conveniencia gene-ral» : tambien el artículo 2.° que dice «ba-jo el nombre genérico de obras públicas secomprenden las del Estado, las provincialesy las municipales» ; y finalmente el 3. 0 y 4.°por los que «se declara que las primeras seegecutarán bajo la inmediata inspeccion y vi-gilancia del gobierno por medio de la direc-cion general y el cuerpo de Ingenieros delramo» y las segundas que «estarán al in-mediato cuidado de las respectivas autori-dades administrativas y se egecutarán bajo ladireccion de Ios Ingenieros destinados á losdistritos y á las provincias.» En efecto: laspalabras citadas del artículo 1.° por su estu-diada vaguedad, despues de otras en que ni-miamente se expresa lo que constituyó hastaahora el objeto especial del referido cuerpo,comprende todas las fábricas públicas imagi-nables así civiles como hidráulicas, porquetodas ellas se hallan destinadas á objetos (lenecesidad y conveniencia; ni puede ocurrirsea ninguna persona sensata pro yectar ó cons-

    truir lo que carezca de utilidad, que es el finprimordial de la edificacion. Tampoco dejaduda alguna el tenor de los artículos siguien-tes de que, tanto las obras costeadas con losfondos del Estado, como con los de las pro-vincias, partidos y ayuntamientos, aunquepor su naturaleza fuesen de uso privado, sehallarian á cargo de los Ingenieros civiles,viniendo de este modo el referido cuerpo áapoderarse de todas las obras de alguna im-portancia: las unas en concepto de ser de usopúblico, y las otras, aunque privadas, porhallarse costeadas con fondos de la Nacion,provinciales, ó municipales.

    Ni puede creerse sea otra la mente de lacitada Real órden ni que los Arquitectos,dando toda la fuerza que en sí tiene el senti-do literal, desconocen el verdadero espíritucon que ha sido dictada. Cabalmente por queuna experiencia dolorosa, aunque de pocos,años, les ha hecho conocer la marcha invaso-ra del nuevo cuerpo, han descubierto que enuna Real órden reglamentaria, y al parecerde interés secundario, se halla implícita la de-rogacion de las leyes 7.' título 22, libro 8.°de la Novísima Recopilacion, 5 • 0 título 2.°,libro 1. 0 del mismo código, de las Reales cé-dulas de 30 de Mayo de 1757, 14 de Fe-brero de 1768, 18 de Noviembre de 1792,5 de Enero de 1801, 9 de Octubre de 1807y 21 de Abril de 1828, mandadas observarestrictamente de Real órden en 7 de Febre-ro de 1835, á cuya sombra adquirió la Ar-quitectura española un grado de esplendor,aun hoy dia envidiado de los extrangeros.Por que tal ha sido, Señora, la táctica segui-da por el cuerpo de Ingenieros civiles en lasdisposiciones, que sucesivamente ha presen-tado á la aprobacion de V. M. En ningunase ha atrevido á pedir con franqueza la de-rogacion explícita de las leyes que garanti-zan á los Arquitectos el libre egercicio de suprofesion ; pero en todas ellas paulatinamen-te ha ido ensanchando el círculo de sus atri-buciones á expensas de las que confiaron álos profesores de Arquitectura las referidasleyes. Al siguiente dia de creado el cuerpo deIngenieros civiles, en 30 de Abril de 1835y en él una seccion destinada á dirigir y con-servar los caminos , canales y puertos del Es-tado, solicitó y obtuvo el mismo que nece-

  • DE NOBLES ARTES. 5y

    sitasen la aprobacion del inspector generalde caminos, no solo las obras puestas á car

    -go de sus subordinados, sino las que estu-viesen al de los Gobernadores civiles y de–mas autoridades y corporaciones : por Realórden de 15 de Abril de 1843 consiguió quetodas las obras públicas de caminos, cana-les y puertos, asi generales como provincia-les, de partido ó municipales quedasen á sucargo: extendióse despues por Real órden de31 de Octubre del mismo año , sopretex-to de economía , á apoderarse de la direc-(ion de los edificios penales, viniendo á com

    -pletar finalmente , con la citada instruccionde 10 de Octubre último, el monopolio detodas las obras públicas por su naturalezacualquiera que sea la procedencia de los fon-dos con que se costeen, y el de todas las quese egecuten con fondos del presupuesto delEstado , ó de las provincias, ó de los ayun-tamientos, ya sea su uso público ó privado.

    Tal no es seguramente, Señora, la volun-tad deliberada del gobierno de V. M. ; porque, aun prescindiendo de que, con arregloála legislacion existente, no se derogan deesta suerte las leyes del Reino; aun no con-tando para nada el respeto que se merecenlos intereses legítimamente creados; aun su-poniendo que fuera posible hacer con pro-vecho de la sociedad, una reforma que tancuantiosos intereses afecta , sin recoger yexaminar préviamente los datos numéricosque representen el déficit que habria de cau

    -sarse al Erario por el doble motivo de no in-gresar en él la crecida contribucion de losArquitectos y haber de extraerse cantidadesenormes para los sueldos de los Ingenierosciviles, cuyo crédito es ya desproporcionadoal número y calidad de las obras que tienená su cargo, todavia se prueba con otras dis-posiciones de V. M. que no ha sido nunca suReal ánimo mancillar en lo mas mínimo ellustre de la Arquitectura y sumergir en lamiseria á sus profesores. La Real órden de6 de Abril da 1844 declara explícitamenteque se hallan en su fuerza y vigor las leyes,decretos, reglamentos y Reales órdenes queestablecen y fijan los derechos que corres-ponden á los que bajo cualquier título entien-den en el noble arte de la edificacion: el artí-culo vigésimo quinto del Real Decreto de 1.0

    de Abril del presente, confirmando la Realórden de 22 de Marzo de 1786, comete á laAcademia de S. Fernando el exámen de losproyectos de las obras públicas y finalmenteel cuadro de asignaturas señalado para laclase de Arquitectura en el reglamento or-gánico de la misma, decretado en 25 de Se-tiembre de. 1844, expresa los conocimien-tos de que han de hallarse adornados losprofesores, revelando que su destino es, co-mo siempre fué, proyectar y dirigir todo gé-nero de edificios públicos, así civiles comohidráulicos. Estas soberanas resoluciones,coetáneas por decirlo así , á las que se handado á propuesta del cuerpo de Ingenierosciviles, estan ya directa, ya indirectamenteen palmaria contradiccion con los artículoscitados de la instruccion de 10 de Octubreúltimo y con las Reales órdenes de 1.°de Ma

    -yo de 1835 y 15 de Abril y 31 de Octubre de1843, sin que haya otro medio posible deconciliarlas que limitar las atribuciones delos Ingenieros civiles, como empleados queson del gobierno, á la direccion de las obrasde su peculiar instituto , únicas comprendi-das en sus estudios , á saber , las de cami-nos, canales, y puertos del Estado.

    Por tanto , á Y. M. rendidamente su-plican : se digne declarar el verdadero sen-tido de la Real Instruccion de 10 de Octu-bre de 1845, mandando que los Ingenierosciviles no puedan por ningun concepto pro-yectar, dirigir, reconocer ni egecutar otrasobras que las de caminos, canales y puertos,costeadas en su totalidad por el Estado, éintervenir , en representacion del gobierno,en las que se costeen en parte con los fon-dos del mismo Estado ; prohibiendoles porpunto general que puedan tomar á su car

    -go la direccion de obras particulares , mu-nicipales, de partido ó provincia, ni de cor

    -poraciones , así eclesiásticas , como secula-res aunque reunan, como sucede á alguno delos individuos actuales de dicho cuerpo , eltítulo de Arquitecto ; por cuanto para de-sempeñar las atribuciones de tales profesoreshabrán de hallarse matriculados y satisfacerla contribucion del subsidio. Asi lo esperande la maternal solicitud de V. M. en pro-mover los adelantamientos de las NoblesArtes.

  • 100

    BOLBTIN BICLCL0Pl DIC0

    i)ios guarde la importante vida de V. M.muchos años para bien de esta Monarquía.

    Valladolid 30 de Mayo de 18!.6.

    Señora :

    A. L. R. P. de V. 31

    Siguen las firmas

    Real órden en que se establecen los estudios quedeben hacer los que aspiran al título de lila es-trode obras y los derechos y prerogativas deesta clase de Profesores.

    Ilhno. Sr. Examinados detenidamente lostrabajos presentados por esa Academia paradar complemento á la reforma de estudios delas nobles artes, prescrita en el real decreto de25 de Setiembre del año próximo de 4 844 , laReina ha tenido á bien aprobar el a Reglamen-to para la escuela de nobles artes de la Acade-mia de San Fernando» , sirviéndose al mismotiempo dictar las disposiciones siguientes:

    4 . Los maestros de obras que obtengan eltítulo de tales podrán egercer en todas las pro-vincias y quedan habilitados para la construc-cion de edificios particulares, bajo los planosy direccion de un arquitecto, y para la medi

    -cion, tasacion y reparacion delós mismos edifi-cios, siempre que en este último caso no se al-tere la planta de ellos, pues entonces deberánsugetarse á las expresadas condiciones.

    2. a Podrán sin embargo los maestros deobras proyectar y dirigir por sí solos edificiosparticulares en los pueblos que no lleguen á`-000 vecinos, y en los demas en que no hubie-re arquitecto.

    3. a Los actuales maestros de obras conserva-rán los derechos que les conceden sus respecti

    -vos títulos.4 • ' No podrán obtener los maestros de obras

    las plazas titulares de capitales, iglesias mayo-res, corporaciones y tribunales, las cuales sep roveerán precisamente en arquitectos aproba-dos,.ccuyo egercicio no tiene limitacion alguna.

    5a Los aspirantes á la clase de maestros deobras que estudiaren en las Academias de pro-vincia se sugetarán, tanto para hacer sus estu-dios, como para obtener el título correspon

    -diente á lo prevenido en los arts. 7, 14, 42,28, 29, 30, 34, 33, 34, 63, 61, 65, 66,

    68, 69, 74, 72, 73, 76, y 77, del reglamentode la escuela de esa Academia (*).

    6. a Las cátedras de los dos años de estudios,exigidos á los alumnos maestros de obras, ha-brán de ser desempeñados por profesores ar-quitectos.

    7.' Los alumnos maestros de obras de las en-señanzas establecidas en las Academias provi n-ciales podrán hacer el exámen de carrera en lasmismas ante una junta compuesta por lo me-nos de tres profesores arquitectos; y si en al-guna no los hubiera, acudirán los expresadosalumnos á cualquier de las otras Academias endonde se complete dicho número.

    8a En las Academias de provincia, en quepueda darse mayor extension á la enseñanza dearquitectura, se establecerán, prévio laaproba-cion del Gobierno, las cátedras correspondien-tes al primero y segundo año de la carrera dearquitectos, cuyos estudios, mediante la pre-sentacion de las competentes certificacionesse admitirán á incorporacion en la enseñaiiz^ide la escuela de esa Academia.

    De Real órden lo comunico á Y. I: para co-nocimiento y gobierno de la misma y para losdemas efectos correspondientes. Dios guarde áV. 1. muchos años. 111adri;l 28 de Setiembrede 41845.-Pidal. -Sr. Secretario de la. Acade-mia de nobles artes de San Fernando.

    4ecciaod cientític:

    AGRIMENSURA — AGRIMENSORES.

    Esta ciencia tan necesaria á los hombresreunidos en sociedad enseña á medir con exac-titud el área de los terrenos y á representarcon precision su figura: es la aplicacion de laGeometria á la medida de la extension y divi-sion de las tierras y á la fijacion de sus límites.El origen de la Agrimensura se pierde en lamas remota antigüedad , pues es evidente queapenas se formaron las sociedades, debió (leaparecer la necesidad de fijar para cada unode los asociados la porcion de tierra que se leseñalára; de aquí data probablemente el usode los mojones ó límites. Pero como estos sig=nos de dèmarcacion se hallan sugetos á serquitados ó cambiados de lugar en diferentes

    (*) Véase el n. o t, pág. 51.

  • DE NOBLES ARTES: 101

    circunstancias, se hubo de imaginar algunmedio para volverlos á colocar en su posicionverdadera, siempre que llegase este caso. Se-mejante investigacion , segun opinan variosautores, dió origen á las mas sencillas prácti-cas de la Agrimensura, perfeccionandolas des-pues insensiblemente á medida que el repartoele la propiedad iba haciendo mas necesario suauxilio.

    Los progresos de la Agrimensura han sidoindudablemente mas rápidos que los de otrasciencias menos indispensables; su conocimien-to era tan necesario, tan esencial para el órdensocial, que muy pronto habrá merecido el nom

    -bre de ciencia. Jamblico lleva el taso de medirlas tierras en Egipto á las primeras edades delmundo; nosotros tiernos hallado establecida laAgrimensura en aquel pais antes del arrivo de.Ioseph; es decir, mas de 4700 años antes de laEra cristiana. Tambien se lee en Herodoto yStrabon, que no pudiendo reconocer los lindesde las piezas de tierra confundidos por lasinundaciones del Nilo, los Egipcios inventa-ron el arte de medir y calcular el área de losterrenos, junto con la representacion de losmismos por su figura. Sea como fuere, es muyprobable que de la época en que se hicieronaquellas aplicaciones de la Geometría á laAgrimensura, data tambien el conocimientode la Trigonometría rectilínea , al paso que laTrigonometría esférica no empezó á conocersehasta la mitad de nuestra Era.

    Las oi;eraciones del Agrimensor son de tresclases; la primera consiste en tomar las medi-das y hacer las observaciones necesarias sobreel terreno ; la segunda se reduce á trasladarsobre el papel aquellas medidas y los resul-tados que se deduzcan de estas observaciones;la tercera, en fin, tiene por objeto calcular elárea del terreno que se ha medido. Las opera-ciones de la primera clase constituyen el le-vantamiento de planos; las de la segunda sudibujo y lavado ; las de la tercera el cálculcde su área. En el levantamiento de planos semiden las líneas accesibles con la cadenilla, 11cuerda, la medidera, el compas ó reglon devaras , y para los croquis con el odómetro rpedómetro; y se observan los ángulos con e.grafómetro, el pantómetro, la plancheta, esextante, octante ó cuadrante, el recipiángu-lo , el eclímetro, el douglás, el teodolito, ecírculo repetidor, el precisivo, etc. El dibuj((le los planos se egecuta sobre papel vitela pomedio de los compases, la regla, la plantilla diescuadra ó cartabon de delineantes, el semi-círculo graduado, el lapiz-plomo, el tiralí-

    leas, etc. ; y el lavado de los mismos planos;e verifica con la tinta de china, los colores yos pinceles. Por fin, se hace el cálculo delírea del terreno , descomponiendo comun-nente su figura en triángulos ó trapecios rec

    -Lángulos, si cs un polígono irregular ó unaigura curvilínea ó mistilínea, .ó practicandola regla geométrica correspondiente, cuando.a determinacion de su área depende de al-una de las reglas que sienta la Geometría.De esta rápida reseña fácil es deducir cua

    -les son los conocimientos que deben adornar átodo Agrimensor: en primer lugar ha de po-seer á fondo la aritmética y lo geometría, nosolo la parte práctica ó de aplicacion, sinotambien la que es puramente teórica. Y á laverdad, el que no sabe mas que la práctica dela ciencia que profesa , es esclavo de las re-glas; si le falta la memoria ó se le presentaalguna circunstancia imprevista, su saber leabandona y queda expuesto á graves errores.No sucede así al que está bien provisto de unabuena teoría, es decir, que conoce á fondolos principios y el porqué de todas las opera-ciones que practica ; siempre encuentra re-cursos y en todas ocasiones ve claramente, siel nuevo camino que va á seguir, conduce di-rectamente al fin y hasta qué punto puede ale-jarle de él. Tambien consideramos indispen-sable que el Agrimensor tenga las nocionesalgebraicas necesarias para comprender elorigen y aplicacion de las fórmulas de la Tri-gonometría rectilínea, de este ramo de lasMatemáticas puras tan útil á los que se vencada dia en el caso de tener que medir líneasy alturas inaccesibles en todo ó en parte, comoles sucede á los Agrimensores. Finalmente,un conocimiento bastante minucioso de lossignos naturales y convencionales empleadosen el dibujo topográfico , junto con un regu-lar número de egercicios de copias sobre estaclase de dibujo, podrán á nuestro modo de verconstituir un Agrimensor que mediante al-gunos años de práctica sobre el terreno, llegueá formarse una regular reputacion entre suscomprofesores.

    A continuacion copiamos el Programa deexámenes para agrimensores, redactado porlos beneméritos catedráticos D. Onofre JaimeNovellas y D. Pedro Mártir Armet y aprobadopor la Excma. Diputacion de Barcelona. Inú-til es hablar de su mérito ; los simples nom

    -bres de los profesores que lo han extendido,dicen muchísimo mas de lo que podría expre-sar nuestra tosca y humilde pluma. -

    J.O.yB.

    1M r

    detifl1 Hememc Ge^ei

  • 102

    BOLLTIN ENCICLOPÉDICO

    PROGRAMA

    de exiínienea para Agrimensores,vigente en la Provincia de

    Barcelona.

    Conformándose esta Diputacion provincia.con el parecer de los señores examinadores, hsvenido en adoptar el siguiente programa de losconocimientos de que han de ser examinadosrigurosamente en esta Provincia los que aspi-ren al título de agrimensor, añadiendo que ála solicitud para el exámen deberá acompañar-se la partida de bautismo del aspirante y unacertificacion de haber estudiado un curso dematemáticas puras en alguno de los estableci-mientos públicos y aprobados.

    1.° La aritmética; esto es, definiciones pre-liminares, numeracion y . operaciones de su-mar, restar, multiplicar y dividir con los nú-meros enteros, quebrados, decimales y núme-ros complexos.

    2.° La elevacion al cuadrado y cubo de lascantidades numéricas, y la estraccion de lasraíces cuadrada y cúbica de las mismas.

    3.° La teoría de las razones y proporciones,tanto aritméticas como geométricas, con susaplicaciones á la regla de tres simple y com

    -puesta, directa é inversa y sus dependientes.4.° El manejo de las tablas de los logarit-

    inos y sus usos para facilitar las operacionescomplicadas contenidas en los artículos ante-riores.

    5.° La geometría: esto es, nociones genera-les de la extension, línea recta, sus propieda-des relativas á la posicion perpendicular, obli-cua y paralela, explicacion y uso de los instru-mentos que sirven al modo de trazarla y me-dirla en todos casos sobre el papel y sobre elterreno.

    6.° Líneas curvas, circunferencia y su rec-tificacion, rectas y ángulos considerados en elcírculo, sus propiedades, sus valores, reduc-cion de estos al centro de la estacion cuandoconvenga, y la explicacion y uso de los instru-nnentos inventados para obtener el modo detrazarlos sobre el papel y medirlos sobre elterrèno.

    1

    7•0 Figuras planas y su clasificacion, tríán-gulos , cuadriláteros y polígonos, sus cuadra-turas, division de sus áreas, sus transforma-ciones y reducciones gráficamente y por cálcu-lo, si así conviene.

    8.° Líneas proporcionales y semejanza defiguras, construccion de escalas para el levan-tamiento de planos y su delineacion por lossis-temas de perpendiculares y triangulaciones ,el modo de orientarlos con precision y de fijarlos lindes con exactitud.

    9. 0 Nomenclatura de los sólidos y valuacionde sus volúmenes, con sus aplicaciones al afo-ro de los líquidos contenidos en vasos de for-mas y figuras diferentes.

    40.0 Práctica de la nivelacion simple y com-puesta, instrumentos con que se practica para

    conocer el desagüe y declive de los terrenos ydeterminar sus proyecciones horizontales; y fi-nalmente,

    41. 0 La trigonometría plana; esto es, defi-nicion y descripcion de las líneas trigonomé-tricas, uso de las tablas de sus logaritmos apli-cados á la completa resolucion de los triángulosrectilíneos rectángulos y oblicuángulos, á fin

    de calcular confacilidad y prontitud las distan-

    cias tanto accesibles como inaccesibles , hori-zontales, verticales ó inclinadas.

    Lo que se inserta en los periódicos de estaciudad y en el Boletín oficial de la Provincia

    para conocimiento y gobierno de los intere-sados.

    Barcelona 26 de Octubre de 4 844. —ElPresidente, Francisco Fulgosio. —Por acuer-do de S. E. —Ramon Busanya, secretario.

    (

  • DE NOBLES ARTES: 103

    cirse.directamente por el suelo conforme hayasó-tanos ó deje de haberlos.

    Siempre será ventajoso para la salubridad (lelos edificios habitados, que se hallen construidossobre sótanos y es fácil concebir que este género(le fábrica ha de disminuir considerablemente lasprobabilidades de humedad y ha de allanar los me-dios de combatirla. En un edificio elevado sobresótanos se tienen ciertas ven ajas atendibles, loque no admite duda; pero á pesar ele hallarseaquellos perfectamente ventilados, la humedad quecontienen sus bóvedas se transmite hasta los pavi-mentos y es muy importante perseverarse de ella.

    En el piso ele un plan-terreno sin sótanos, la hu-medad se manifiesta constantemente en la superfi-cie, si no se aplica á esta un eficaz remedio; elmas conveniente, segun nuestro entender, será elde cubrir el suelo natural con una capa de hormi-gon hidráulico de 6 pul. tilín. de espesor por lo. me-nos, y extender encima otra capa ele asfalto de 3líneas sobre este nuevo suelo ; de tal modo com

    -puesto, podrán sentarse con toda seguridad lascarreras y los tablones que hayan de constituir elpavimento de madera , en el caso ele tenerse queformar de este material el piso del plan-terreno. Lopropio se entenderá con los embaldosados ele már-inol ó ele piedra y los enladrillados; sí bien que seráconveniente tal vez que en lugar de poner la capahidrófuga sobre el hormigon, se cubran ele aquelmaterial las baldosas ó ladrillos , como lo aconse-jan los Sres. Theaard y d'Arcet. Tocante al hor-migon que debajo de los pavimentos de maderapodría suprimirse, es indispensable conservarlodebajo de los embaldosados de piedra ó de már-mol , á fin de evitar los asientos desiguales y ob-tener un perfecto nivel.

    La experiencia ha mostrado que el suelo de losplan-terrenos, aunque elevados sobre sótanos no sehalla enteramente exento de humedad y he aquílas observaciones que sobre el particular hemoshecho. Para nivelar el piso del plan-terreno se tie-ne la costumbre de llenar los senos de las bóvedasde los sótanos , con cascote , tasquiles, etc., sinmortero y se ponen inmediatamente las baldosassobre estos terraplenes; se ha notado que en losvestíbulos, escaleras y en general en todos lossitios que no están bien cerrados y donde puedepenetrar la humedad del aire exterior, los embal-dosados construidos de tal modo , nunca se en-cuentran en un estado de sequedad perfecta yconservan manchas húmedas. Por esto aconsejamo,que aun en el caso de existir sótanos se sientensobre el hormigon las baldosas. En los sitios ma,,expuestos á la humedad de la atmósfera, indepen-dientemente del hormigon podrá emplearse unacapa hidrófuga; y es conocida de tal modo la bu-

    medad que se introduce por las bóvedas de los só-tanos, que recomendamos el que no se emprendala construccion ni siquiera ele un simple tabiquesobre un plan-terreno , sin tomar las mismas pre-cauciones que para las paredes que tienen sus ci-mientos en el terreno; es decir , sin interponer de-bajo de estos tabiques ó uns, plancha de plomo 6una preparacion hidrófuga.

    Hay otro modo de establecer los embaldosadosú los pavimentos de madera sobre el plan-terrenoy consiste en elevar sobre el suelo ó sobre lasbóvedas de los sótanos varias paredes paralelasequidistantes, formadas con sillarejos , asperonó ladrillos, y colocar sobre ella el pavimentoele madera y hasta el embaldosado, si se hubiesefijado para este objeto la distancia entre dichasparedes. Para mayor economía bastará contentarsecon asegurar algunos puntos de apoyo aislados,procurando en uno y otro caso cubrir la parte su-perior de dichas paredes ó puntos de apoyo conuna capa hidrófuga.

    Cuando el plan-terreno se halla bastante ele-vado sobre el suelo exterior, puede utilizarse elpiso subterráneo el cual por su disposicion deja ver-daderamente de ser un sótano; en tal caso las pre-cauciones que deben tomarse para evitar los efec-tos de la humedad han de ser diferentes de los queliemos indicado. Asi cuando quiera hacerse habi-table un piso subterráneo despues de haber hechoele hormigon los cimientos, será conveniente opo-ner á la humedad que penetrará en las paredes porsu base, ya sea plomo, ya sea una capa hidrófugainterpuesta en el mismo nivel del suelo de dichopiso. Despues de haber tomado para el establecí-miento de aquel suelo las dos precauciones indica-das y con preferencia la que consiste en practicarun aislamiento, será preciso procurar los mediospara preservarse de la humedad que penetrará altravés de las paredes que tienen en contacto con elterreno uno de sus paramentos. A este efecto, paralas construcciones monumentales y de sillería, acon-sejamos que por aquel lacio se eleve una contra-pared de asperon, susceptible de admitir una capahidráulica impermeable corno la de los algibes.

    Otro mediomas económicoy tan seguro sin duda,consistiría en cubrir el paramento exterior de lapared con una capa hidrófuga ó bituminosa. Si lapared fuese de mampostería, de ladrillo ó de as-peron, la contra-pared resultaría inútil, puesaquella capa podría extenderse directamente so-bre estos materiales. Construyendo una contra-pared muy delgada de ladrillo, se podría igual-mente aislarla de la superficie de la pared que sedesease preservar O. Si el piso en cuestion exi-

    (`) En Inglaterra donde se construyen las obras co-

  • 104

    BOLETIN ENCICl,OP13DlCO

    giese en fin un estado de sequedad perfecta, sepondría cuidado en establecer un buen sistema deventilacion y en aplicar sobre los paramentos inte-riores de las piezas de este piso, ya sea algunapreparacion hidrófuga, ya sean unos arrimaderosde madera.

    En fin hay una disposicion que henos mencio-nado y tocante á la cual es necesario tomar pre-cauciones particulares contra la humedad; tal esla de un edificio elevado en un terreno inclinado yarrimado en parte al terraplen de la pendiente,de modo que de una fachada á su contigua haya ladiferencia de un piso. En semejante caso, se de-berá construir previamente con buenos materialesun muro de sostenimiento destinado á contener lastierras y las aguas de la parte superior. Entre estemuro, (cuyo espesor y talud han (le ser convenien-tes, hallándose atravesado con sus barbacanas (ledistancia en distancia) y la pared de la habitaciou,se construirá un espacio abovedado de 4 ó 2 va-ras, en forma (le corredor que tenga en su suelo ycontiguo al muro ele sostenimiento una pendientearreglada para d.tr curso á las aguas. Tal es lapráctica que se sigue para preservar á los naran-jales é invernáculos ele los efectos de la humedady del frío. Las paredes de terraplen destinadas ásostener las tierras que han de servir para jardinse hallan tambien en igual caso y si no se tomanprecauciones particulares, sus paramentos serviudeteriorados prontamente por la humedad que lescomuniquen dichas tierras; lo mejor fuera puesconstruirlas (le asperon trabado con buen mortero,y no siendo esto posible, elevar una contra-paredcon la misma clase de piedra, pero jaharrada conla preparacion hidrófuga. Por este medio, no solose libraría la pared exterior de los efectos de lahumedad, sino que se podría combinar al propiotiempo un sistema de desagüe para las aguas quefiltran al través de las tierras. (*)

    munmente de ladrillo, con frecuencia se recorre á unacontra-pared semejante con aislamiento. En algunoscasos , sobre el paramento de las paredes que se que-rian preservar se lis aplicado con éxito un revesti-miento de tejas muy duras, cubiertas perfectamentecon buen cimento. Y añadirémos que para atajar lahumedad que proviene del terreno, los ingleses hanreemplazado el plomo por una capa de pizarra cubiertacon mortero; pero debe dudarse de la eficacia de estemedio. Por lo demas, los cimientos y los macizos dehormigon son adoptados generalmente en Inglaterra, lo.mismo que el uso de la plancha de plomo en el espesorde sus paredes.

    (*) Una capa de betun aplicada sobre el paramentointerior de la pared de terraplen, mas una contra-pa-red do piedras en seco, cuyas cavidades facilitarían la

    Si bien los principios que acabarlos de sentar sonaplicables en general á todo género ele construc-ciones, para satisfacer al programa propuesto,creemos del caso decir algunas palabras tocante álas obras rurales é industriales.

    Las obras rurales se componen de edificios elehabitacion y de explotacion. Los primeros, comoes fácil de comprender, se encuentran en las mis-mas con;liciones que todos los demás; por esto lostrabajos que hayan de hacerse contra la humedadserán análogos á los que hemos detallado antes.Por lo que respeta á los edificios ele explotacion,tales conto los destinados á las coladas, las leche-rías, etc., que á consecuencia del empleo abun-dante ele agua, no pueden considerarse cono ex-puestos á ser perjudicados por la humedad, con elauxilio (le embaldosados ó de capas bien construi-das y procurando con cuidado la salida ele lasaguas, será fácil evitar las filtraciones, ya sea porel suelo ya sea por el pié y los paramentos de lasparedes. Los demás edificios de explotacion comocaballerizas, vaquerizas y apriscos, están expues-tos á los inconvenientes que resultan del vapor quese desprende del cuerpo de los animales y va ácondensarse sobre la superficie (le las paredes ydel techo; este vapor es muy perjudicial para laconservacion de las maderas, que acaban por pu-drirse. Pero cuales son los medios que deben em

    -plearse para combatir esta influencia? Creemosque el mas eficaz estriba en el establecimiento deun buen sistema de ventilacion, dispuesto (le nodoque no pueda dañar al régimen higiénico ele losanimales. Para mayor abundamiento convendrá de-jar los maderos de suelo aparentes, mas bien quecubrirlos con yeso, y si el gasto no fuese un obs-táculo, será bueno reemplazar los sucios comunescon suelos de fierro y alfarería.

    Las habitaciones de los labradores merecen unaatencion particular; puessi á su construccion debepresidir la teas estricta economía, la salubridades para ellas una condicion no menos esencial.Para preservarlos de la humedad, recomendamoslos medios que dejamos mencionados, á saber:obstáculo interpuesto en el espesor de las paredescontra la humedad del terreno; capa hidrófuga ócubierta con aislamiento sobre los paramentos ex-puestos á la lluvia, salvo la eleccion y el valor delas substancias que deban emplearse segun los

    libre circulacion de las aguas, que fluirían en » seguidapor las barbacanas . dejadas al través de la base (le laprimera pared, serian mucho menos costosas que lasprecauciones que señala el autor de la memoria. —Notade M. H. J.

  • DE NOBLES ARTES.

    105

    países en que haya de construirse, pero como es-tus medios son dispendiosos y de una ejecuciun di-fícil, creemos que se llegará al resultado que sedesea tanto por la disposicion de las obras comopor las formas que para las mismas se adopten.Asi aconsejarémos á los labradores que no habiten.los pisos bajos, que abriguen las fachadas de sus.casas con aleros muy salientes, que empiedren elcontorno de las mismas , procurando fácil decliveá las aguas, y que escojan en fin una exposicionconveniente, ocupando con preferencia las piezasde la parte de Levante, etc. No nos fuera dado ex-plicarmejor nuestra idea, que ofreciendo por ejem-1)10 las queseras de la Suiza, en las cuales se ha-han muy bien satisfechas las condiciones que aca-hamos de enumerar, y que por su construccioningeniosa y pintoresca merecen ser tomadas pormodelos de habitaciones rurales.

    Entre las construcciones industriales las que solotienen que temer la humedad del suelo ó ele la ad-mósfera se encuentran en las condiciones ordina-rías y les son aplicables los preservativos que he-mos indicado. Tocante á los establecimientos quepor el uso á que están consagrados, se ltallauiexpuestos á una humedad que proviene de otrascausas, creemos que fuera mucho mas fácil pre-servarlos ele ella. Asi las fábricas de papel, loelavaderos de lana, las oficinas de tintorero, de pu-rilic acion del azúcar . etc. , en las cuales debe cir-culai el agua y permanecer en ellas, serán fácil-mente preservadas de la humedad accidental quepuede ocasionar la necesidad de agua. Los medio:^lue deban emplearse dependerán de la maneracuino estén dispuestos los edificios para la fácilpronta salida de aquel liquido y del sistema de em

    -baldosadlo que se adopte para evitar los desvíos )las liltraciones. El agua que se introduce volunta-rianiente en los edilicios no debe causar nunca emenor recelo , porque puede disponerse de ella iarbi(rio; mientras que la humedad inherente aterreno, lo mismo que la ele la admósfera, tienenuna acccion constante que no debe descuidarse ^rontra la cual es preciso reunir todos los esfuerzos

    En los establecimientos en que el empleo dovapor expondría las obras de fábrica á otro género de inconvenientes, se llegará á evitarlos poinedio de una ventilacion bien entendida.

    (La conciusion en el próximo número.)

    MEMORIA

    pobre el claro-obscuro de la PINTURA MONOCROMA,

    deducido de las leyes de la óptica,

    POR

    §). JOSÉ ORUOL Y $ 'ADE`€ ,

    Arquitecto por la real Academia de S. Fernando, doc-tor en ciencias, individuo de varias corporaciones ar-tisticas, científicas, literarias y económicas, etc., etc•

    Las leyes de la Óptica constituyen la base de lasartes del diseño; sin ellas los esfuerzos del artista sonsiempre vanos. Las Bellas Artes tienen por princi-pal objeto la imitacion de las bellas formas de lanaturaleza y esta imitacion solo puede ser exactacuando se halla sugeta á los principios de la cien-cia de 1a luz. En estos principios estriban los fun-(lamentos de la perspectiva lineal y aérea, de laperspectiva de las sombras y de la simetría y eu-ritmia de los cuerpos arquitectónicos. El artistaque se desentienda de tan interesante estudio, ja-más producirá obra alguna caracterizable con elnombre de bella, antes al contrario convertirá sunoble arte en un arte mecánico y servil, y siendosolo guiado por la ciega práctica, se estrellará sinremedio en los escollos de'una ilusion engañadora.

    Grandes ventajas pues deben sacar los artistasde la aplicacion de las leyes ópticas á las artes deldibujo, ya que con el auxilio ele estas leyes les hade ser mas fácil la adquisicion de los principiosque constituyen la teoría de su arte, la única quepuede conducirles al grado de saber y perfeccionque alcanzaron los Murillos y Velazquez, los Be-cerras y Alvarez, los Rodriguez y Nillanuevas. Noes nuestro ánimo insistir mas sobre la necesidadde dedicarse al estudio de la óptica los que aspiraná ocupar un buen lugar en la .serie de nuestroseminentes artistas; todos los que tienen la suertede poderse condecorar con tan honroso título, sa

    -ben por experiencia propia los poderosos recursosque aquella ciencia les lla ofrecido en cada uno delas obras que su genio ha realizado. La mira quellevamos al publicar esta memoria es tan solo reu

    -nir en un cuerpo de.doctrinalos principios ópticosque componen en su totalidad la teoria del claro-obscuro monócronlo (*), ele esta parte iuleresante (le

    (') El claro-obscuro n, ,ocromo 6 de un solo color,constituye una de las dos partes en que se divide laperspectiva aérea y se ocupa de la distribucion de lassombras y claros, segun la mayor ó menor intensidad

    de la luz directa y refleja ; el claro-obscuro policromo ó

    de varios colores, determina la misma distribucion de

    14

  • 106

    BOLETIN ENCICLOPIDICO

    la pintura y del lavado en arquitectura sin la cuallas concepciones del genio figuradas sobre eI pa-pel ó el lienzo perderían aquel atractivo que nosdespierta la apariencia corpórea de un dibujo cu-yas líneas se hallan trazadas todas sobre una sim-ple superficie. A los que estudian alguna de losnobles artes nos dirigimos especialmente en esteescrito : si conseguimos aclararles los preceptosque por falta de correlacion y órden suelen versebastante confusos durante los primeros años de lacarrera, uno de los objetos de nuestro Iloletinquedará satisfecho en este punto:

    PRELIMINARES.

    I. Todos los cuerpos visibles (le la naturaleza,considerados con relacion al fluido luminoso pue-den dividirse en tres clases diferentes: Primera:Cuerpos luminosos naturales, que son los que tie-nen la luz propia, como el Sol .,y las estrellas; Se-gunda : Cuerpos luminosos artificiales, que son losque deben su luz á un aumento de temperatura,como una vela encendida, una madera inflama-da, etc. ; y Tercera : Cuerpos no luminosos, queson aquellos que en su estado natural no iluminaná los demás cuerpos; tales son los planetas y saté-lites y todos los cuerpos sub-lunares. Entre estosÚltimos cuerpos los hay de tres especies diferentes,á saber: transpárentes, diáfanos y opacos: losprimeros son los que dejan pasar la luz al través(le sus poros y con bastante intensidad para quesea fácil percibir claramente los objetos entre loscuales se hallan interptiestos; tales son el aire, loscristales de una ventana , etc. ; los segundos sonlos que dejando pasar la luz al través (le sus poros,su intensidad no es bastante para que puedan dis-linguirse con claridad los objetos situados en laparte opuesta, como una hoja de papel vegetal óde calcar, una. hoja de talco, el alabastro, etc., etc.;los cuerpos opacos, en fin , son los que se oponeninsensiblemente al paso del fluido luminoso, recha-zándolo ó reflejándolo en todo ó en parte segunsea la naturaleza de dichos cuerpos y el grado depulidez de sus superficies; tales son por ejemplolas piedras empleadas en la construcción, la ma-yor parte de maderas y metales, etc.

    II. La luz reflejada por los cuerpos opacos . es laque saliendo de todos los puntos iluminados (le losmismos cuerpos y pasando al través del aire ad--mosférico, va á caer sobre la córnea transparentedel ojo, atraviesa luego el humor acuoso y llegando

    sombras y claros, pero atendiendo al color local de loscuerpos y á la degradacion que les corresponde por lainterposicion del aire admosférico ó por otro accidentecualquiera.

    aI cristalino es refractada de tal modo, que sus va-rios rayos van á unirse en un focus sobre la retintay allí (*) pintan las imágenes directas (**) de loscuerpos expuestos á nuestra vista.

    III. Ahora, la tuayor ó menor intensidad con quelos rayos directos hieren á los cuerpos expuestosá nuestra vista, la mayor ó menor fuerza, con quelos mismos rayos una vez reflejados impresionanel mismo órgano; el grado de obscuridad y la mag

    -nitud de los espacios privados de luz directa ó seanlos sombras propias y de esbatimento, y por últimolas ilusiones que padece nuestro ojo por los con-trastes (le luces y sombras : tales son los elementosque constituyen la ciencia del claro-obscuro mo-nocromo, (le aquella parte interesante de la pers

    -pectiva aérea que tiene por objeto presentar comocorpóreos á diferentes distancias del espectador,

    (*) Esta era la opinion generalmente recibida hastaque Alariotte hizo el curioso descubrimiento que labase del nervio óptico era incapaz de transmi tir al cé-rebro la impresion de una vision distinta. Aquel céle-bre físico conjeturó que la membrana coroide, situadainmediatamente debajo de la retina, era la que llenabalas funciones que hasta entonces se habian atribuido á

    esta última membrana y varios experimentos delicadosque hizo le confirmaron en su idea. Un escritor francésMr. Lehot , quince años atrás publicó una obra parademostrar que el sitio de la vision se halla en el humorvítreo y que en lugar de ver una imágen fiel del objeto,vemos la imágen de cada una de sus dimensiones lon-gitud, latitud y profundidad. Tanto la opinion (leMr. Mariotte como la de Mr. Lehot tienen su viso deprobabilidad y sus dificultades , por cuya razon Iremos

    empleado arriba la opinion adoptada por casi todos losfísicos.

    (**) El verse directos los objetos sin embargo depintarse inversos en nuestra retina ha sido un fenóme-no que ha excitado en todos tiempos la curiosidad delos físicos. Se han inventado mil hipótesis diversaspara explicar esta contradiccion aparente con las leyesde la refraccioir lenticular , pero hasta ahora no se haemitido explicacion alguna que sea completamente sa-

    tisfactoria. La que lo es mas , á nuestro humilde en-tender , es la que da M. Brewster en su Manual de óp-tica traducido al francés por Mr. Vergnaud. Aquelcélebre óptico establece por experimentos , que la lí-nea de direccion visible no depende de la direccion delos rayos luminosos, sino que siempre es perpendicu-

    lar á la retina; de donde concluye : que cruzándose enel centro de direccion visible los indicados rayos, la

    parte inferior de la imágen viene de la superior delobjeto y la superior de aquella de la inferior (le este; ypor consiguiente que una imágen inversa produce ne-cesariamente un objeto directo. En esto nos hemosfundado cuando liemos dicho arriba que los rayos deluz pintaban sobre la retina las imágenes directas delos cuerpos.

  • bE ÑOBLÈS ARTÉS. 1 O'7

    los objetos dibujados sobre una superficie cual-quiera. Tratarémos por consiguiente 1.° de la luzdirecta; 2.° de la luz refleja; 3.° de la privacion(le luz directa ó sea de las sombras; y 4.° de loscontrastes. Y como en pintura se hace uso tanto delas luces naturales como de las artificiales, expon-dremos las leyes de unas y otras que tengan rela-cion con nuestro objeto. (Se continuará).

    5ecclou bibliografca.

    COMPENDIOSA BIOGRAFÍA

    de los arquitectos, pintores , escultores , tallistasy grabadores que han florecido en España

    desde el siglo octavo.

    Estractada de las obras del Excito. Sn. D. EuGENIoLLAGUNO Y AMIIOLA, D. JUAN AGUSTIN CEAN-BEnnIUDEZ y de otros autores españoles y extran-geros.

    YúR D. JOS IJLS,

    Arquitecto por la Real Academia de San Fernando.

    Siglo Y'III.

    Año 800. — FIODA ó TIODA , arquitecto del reyD. Alonso el Casto , edificó para este un palacio ,al mismo tiempo que la Basílica de San Salvador yotras dos á sus lados , por cuyas obras merecióuna distincion honorífica del rey. Al propio arqui

    -lecto se atribuyen clos iglesias de bastante méritoen aquel tiempo que mandó edificar D. Ramiro 1á media legua de Oviedo.

    Siglo IX.

    Año 892. — VIVIANO , arquitecto, construyó yrestauró algunas iglesias y castillos para el reyD. Alonso el Magno, al mismo tiempo que las igle-sias que erigió San Cenadlo. Floreció en aquellaépoca, conservandose memoria por una inscripcionen verso esculpida en caractéres góticos sobre unat

  • 108 BOLETIN ENCICLOPÉDICOconcluyó la fachada principal de la iglesia de San-tiago en Oviedo.

    Año 1190— BENITO SANCnEZ en 1 190 construyóla catedral de Ciudad-Rodrigo y dos galerías delclaustro , siendo las otras dos del arquitecto PEDROGuEMEZ, agraciado por su mérito por el rey donFernando Il.

    Siglo XIII.•

    Año 1214. — El maestro TomÉ, acabó de edificaruna iglesia en Sanlúcar en el año 1214.

    Año 12 ,17. — M:kTEO PARADISO, arquitecto, en1217 construyó una torre en el famoso puente lla

    -mado de Alcántara por antonomasia, el cual estásituado sobre el Tajo fuera de las puertas cle To-ledo.

    Año 4218. — En este año GALTERIO edificó porórden del rey D. Alonso IX una iglesia para el mo-nasterio del Valle de Dios, que es una de las masgrandes que se cuentan en Asturias.

    Año 1226. —PEDRO PEREZ, arquitecto, edificó lafamosa catedral de Toledo, despues (le haber colo-cado en 1226 la primera piedra.

    ( Se continuará)

    Seccion umbauss.

    BANDO

    DE BUEN GOBIERNO DE BARCELONA

    ARTICULO SEGUNDO. (-`)

    El artículo 2. a de esté bando dice así:(Los cimientos de cuálquieraedilicio que se cons

    -truya de nuevo deben tener la profundidad sufi-ciente para descansar en terreno firme, y la pared4 palmos de grueso hasta el plan-terreno, desdeeste al techo del primer piso 3 palmos, y de este alextremo superior del edificio 2 y 6 dozavas, siendode piedra ó 1 y 6 dozavos si fuere cle ladrillos pues-tos de punta, bajo pena de (lemolicion y reposicionde lo edificado, á costas del director cle la obra,que á mas incurrirá en la multa de 250 rs. en casocle hacerse lo contrario.

    Obse•vacion I.3

    En el mero hecho de no ser permitido edificar sinprevia clireccion de un profesor aprobado por la

    (*) Véase el núm 1. , pág. 12 , y en la pág. l i , lín.7 subiendo donde dice: En caso de estar ar reglado, léa-se: En caso de no eatar arreglado.

    Real Academia de nobles artes de S. Fernando, pa-rece irregular prevenir el sistema y modo de hacerlos cimientos y demás paredes de fachada, por lomismo que tanto sus dimensiones como las reglasdel arte y método particular de construir inc'.imheú los inteligentes en la materia , autorizados cualcorresponde por una Academia española cle noblesartes que está al frente cle las obras que se cons-truyen; no obstante juzgo prudente, que para evi-tar lo que puede á veces una mal en-tendida eco-nomía, se prevenga el mínimum que podrá darsecle profundidad á los cimientos , é igualmente el clesu espesor y por último la precisa obligacion deque los cimientos c,)rran en toda la línea de su pa-red respectiva, á pesar de los vanos que ofrezcanlos arcos, y puertas de todas clases.

    Observacion a.a

    Seria muy conveniente que una vez abiertas lagzanjas de las paredes de fachada de cualquier edi-ficio y construidos sus cimientos conforme á. las li-neas designadas ó trazadas por el arquitecto maes-tro mayor del Excmo.Ay untamiento, antes de ele-var sobre ellos dichas paredes, pasase este ;i ins-peccionarlas al saludable fin de corregir, si en alhuudefecto ó mala inteligencia se hubiese incurrido,averiguando de nuevo si por las líneas emprendi-das se desprende haberse entendido el director dela obra con el citado maestro mayor, librando en laafirmativa el correspondiente documento de haberintervenido y de hallarse conforme con su cliclíumenfacultativo que tenia emitido sobre el particular ycontinuándolo en la solicitud que por duplicadopresentó al interesado.

    0bservacion 3 0.

    Por lo que toca á los gruesos de dichas paredesen sus distintas alturas, lijados en el expresadoartículo, es inoportuno por lo que llevo probado enla primeraobservacion; sin embargo no seria pordomas fijar aquellos mismos gruesos como un tér-mino mínimo, permitiéndose por lo tanto aumen-tar solamente y no disminuir , segun el saber yentender de cada director en su respectiva obra.

    En vista pues de las observaciones que antece=den, conceptuo que deberia redactarse el artículo2.° del bando de buen Gobierno de Barcelona enestos ó semejantes términos-:

    AItT. 2.°

    Los cimientos de cualquiera edificio que se cons-truya deberán tener por lo menos la profundidad de

  • DE NOBLES ARTES.

    109

    6 palmos catalanes y 4 de grueso amb , s en toda lalínea, é igualmente por mínimo 5 palmeos gruesolas paredes hasta la altura del nivel del piso prin-cipal, así como la restante 2 y medio si fuese demampostería y 1 palmo y medio si de ladrillo, has-ta su mayar altura, bajo apercibimiento de demoli-cion y reposicion (le lo edificado á costas del directorde la obra , cargándole además con la multa de 250rs. cuando falte á estos requisitos.

    El artículo 3.° del bando que nos ocupa dice así:,,Los edificios podrán constar a lo mas de cuatro

    pisos, sin entresuelo, á la parte exterior, prohi-biendo la construccion de habitaciones inferiores alnivel de la calle, bajo las mismas penas conmina-das en el artículo próximo precedente.»

    Observación 1.°

    Si bien nos hallamos conformes con la idea emi-tida en este artículo con respecto al prohibir la ma

    -yor altura á los edificios que se construyen en estaciudad , mientras se permita la menor tanto paradar la mayor salubridad posible, ofreciendo mascantidad de aire libre á sus moradores, como porel saludable fin que sin duda se propuso su autorde evitar directa ó indirectamente la excesiva al-tura que años atrás se ciaba caprichosamente á lamayor parte de las casas de inquilinos, existiendotodavía alguna que otra en distintas calles de estacapital, á cuyas elevadas y mezquinas habitacio-nes se sube por estrechas y pesadísimas escaleras,algunas ele caracol que parecen insultar la posicionreducida y humilde ele las clases proletarias, sepa-rándolas de la sociedad, trato y conveniencia quedisfrutan las demás. Sin embargo, en la prohibi-cion que se hace en dicho artículo ele construir ha-I,ilaciones inferiores al nivel de la calle no estamosacordes, cuando no sea condicionalmente ó con laprevisora idea ele no tropezar con las infinitas ca-ïlerias antiguas y modernas , cuya traslacion , re-composicion ó indemnizacion, seria motivo de re-judas disputas entre los particulares, atendida lafalta de un plan general de todas las obras subter-ráueas, tan imperiosamente reclamado, como no-tablemente reconocida su indisputable existencia.

    Observacion I.'

    Hemos dicho de paso que solo podria venir ad-mitido condicionalmente el caso ele prohibir la:construcciones inferiores al nivel del plan terrenoy ahora añadimos que las condiciones de prohibi-cion deberian ser las siguientes : 1.' 1 con respecteá la insalubridad que ofrecen los sitios inmediatoal mar , y terrenos húmedos donde fluyen aguas }

    3ausan fiebres, dolores reumáticos, etc. etc. ; 2."cuando por respeto á los incalculables interesescomprometidos hoy dia en el laberinto de tantisimasobras subterráneas que parecen hechas al acasoentre cloacas, conductos, cañerías, depósitos, es-tancias, etc. etc. , no se hallase en vista del expre-sado plan y secciones tomadas en distintas direccio-nes de dichas obras subterráneas ot ro medio parasalir del paso.

    Bajo este concepto opino que seria ventajoso

  • 110

    BOLETIN ENCICLOPÉDICO

    culares se sigan demarcando líneas de ca-lles enteras, con ángulos entrantes y salien-tes y hasta formando tortuosidades, como tris-temente se nota en las calles de la Tapinería,Basea, Ciudad , Baños, etc. Si no nos hace-mos ilusion , creemos que seria sumamenteventajoso para el público, que en vez de seguiren la calle de la Bora del Rech arriba citada lalínea que marcan los mojones plantados , seprolongase la misma calle por la línea exteriorde los antiguos soportales de las casas restan-tes, conservando en estas, si bien que de me-jor gusto , los expresados soportales. De estemodo se lograrla que á medida que se irianreedificando las casas del norte de la sobredi -cha calle, se extenderia la línea de los sopor-tales que hemos mencionado , resultando unamejora de consideracion para el público, nomenos que un bien para los particulares , enrazon á la comodidad é importancia que porsemejante disposicion adquirirían sus tiendas.Otro dia nos ocuparemos de las líneas del localde la antigua Cárcel.

    Miguel Garriga y Roca.

    ADVERTENCIA.Por involuntario olvido dejaron de conti

    -nuarse en la lista de Profesores de Arquitec-tura de la pág. 78 de este Boletin, los nom

    -bres de los arquitectos y maestros de obrasde Cataluña que se expresan en seguida:

    EN BARCELONA:

    D. Vicente Zulueta, , maestro de obras.EN EL HOSPITALET.

    .D. Mariano Tomás , maestro de obras.EN REUS.

    D. Antonio Molner, arquitecto.EN TORTOSA.

    D. Juan Rom, arquitecto.

    Va.riedadeig.

    CORRESPONDENCIA.

    Al ir entrar en prensa este n.° hemos reci-bido de uno de nuestros apreciables suscrito-res y compañeros el siguiente remitido, quenos apresuramos á insertar por hallarnos en-teramente conformes con las ideas que en élse emiten. En el próximo n.°, como lo deci-mos mas abajo, despues de insertar el artí-culo del apreciable Boletin español de Arqui-

    tectura que ha dado lugar á esta comunicacion,expondrémos algunas razones que en nuestroconcepto corroborarán las que alega justa-mente nuestro compañero de Valencia. lNues-tro título es de la real Academia de S. Fer

    -nando; pero como nuestro lezna es el de igual-dad para todos los arquitectos de España , ,ípesar de sernos ventajosa la base 1. a del re-ferido artículo, como la creemos contraria alespíritu del siglo y á la justicia, esta es larazon por la cual no podemos admitirla. Heaqui el remitido.

    Señores Redactores del Boletin enciclopédicode nobles artes: á los del Iloletin español deArquitectura digo con esta fecha lo siguiente:

    Muy señores mios y apreciables compañe-ros; con la mayor satisfaccion recibo y leo elexpresado Boletin que Vds. tan cuerdamenteredactan , y cuyas únicas miras se encaminanal engrandecimiento de la profesion y defensade los derechos que con justicia hemos adqui-rido. Esta idea general que merecia las mayo-res atenciones de nuestros comprofesores , hasido desvirtuada en su mayor parte con lasimple lectura de las bases 1.' y 2." que enconcepto de Vds. se debian establecer para.«mejorar el estado de la arquitectura y el delos arquitectos.

    Antes de entrar en el análisis de semejan-tes bases y presentar las razones por las quepretendemos probar la equivocacion involun-taria que en ellas lían padecido , nos es detodo punto indispensable manifestar: que aldarnos el título nuestra Real Academia deSan Cárlos establecida en el Reino de Va-lencia, adquirimos la facultad para «proyectary dirigir todo género de obras aun las masmagníficas suntuosas sin excepcion alguna,dejándose ver tambien que al expedirse el deacadémico de mérito se honra al individuo«con todos los honores, privilegios y prero-gativas concedidas por S. M. á los de suclase» ().

    Fundados en estos precedentes que Vds.,no se atreverán ái poner en duda , pasamosá exponer las razones por las que pretende-mos combatir el artículo en cuestion, en laparte que liemos citado.

    Muy lejos de nosotros los que tenemos nues-tros títulos por las academias provinciales,

    como modernamente se dice, en creer cual-quiera idea exclusivista, postergando por ella

    () Reales órdenes de 14 de Febrero, 1768 y 22 eleJunio de 1777 y artículo 31 de los estatutos ble laAcademia de San Fernando.

  • DE NOBLES ARTES.

    111

    á los que no hemos tenido la suerte de habernacido y estudiado en Madrid; pero que sinembargo nos creemos bastante autorizadospara demandar el cumplimiento de la Ley be-néfica, libre y protectora que ha puesto nues-tras facultades á cubierto de los embates de laépoca y al nivel de los conocimientos adqui-ridos en otras escuelas, al parecer mas res-petables que las que hemos citado.

    Se dice en la base 4 ." de aquel artículo,« deberán ser proyectadas y dirigidas en todoel Reino solo por los arquitectos de la Acade-mia de San Fernando todas las obras denue-va planta asi públicas como particulares.»

    Semejante proposicion envuelve tras si unaporcion de consecuencias , todas funestas paralos antiguos profesores como vamos á demos-trar. Los arquitectos para quienes los estable-cimientos científicos se han encontrado á me-nos distancia de sus domicilios, proporcio-nándoles mas ventaja en la enseñanza, hanadquirido sus títulos bien sea por la Acade-mia Real ele San Cárlos, bien por la de SanLuis; y de ello egercen su profesion indistin-tamente en los Reinos de Valencia, Aragon,Cataluña, Murcia y parte de los de Anda-lucía y Castilla, sin género de oposicion porparte de los de San Fernando. Ahora bien ;¿qué se pretende de todos aquellos profeso-res diseminados unos en los pueblos de sunaturaleza , llenos de canas y cargados deobligaciones, y otros en las ciudades quemas les han garantido su subsistencia? ¿Lacontestacion se podría dejar á la ilustraciondel redactor del artículo que comentamos, peronosotros diríamos que con la admision de se-mejante base se privára completamente á losantiguos arquitectos del uso ele su facultad;disposicion que no tiene cabida bajo nin

    -gun concepto, pues hasta la moral se resisteal imaginar los efectos que debia causar enaquellos arquitectos que á imitacion de los deSan Fernando y con igualdad de circunstanciashan adquirido sus facultades en las academiasque liemos citado.

    Mas caritativo se encuentra el mismo señorredactor en la base segunda de su proyectocuando dice : «podrán los arquitectos apro-bados hasta el dia por las academias de lasprovincias , proyectar y dirigir las mismasobras indicadas en la base anterior , siempreque estas se hayan de egecutar dentro del ter-ritorio de cada provincia respectiva, en dondehubieren recibido el exámen académico etc.

    ¿Se habrá propuesto el Sr. redactor en estabase recogernos á todos los que nos halla-

    mos diseminados en los citados Reinos y en-cerrarnos dentro los muros de Valenciay Za-ragoza, ó distribuirnos entre los pueblos de susprovincias como á otra carga concegil ? Esta-mos bien seguros que no habrá sido tal supensamiento , pero que al menos trata de ar-rancarnos de los pueblos que nos han vistonacer , interin bajan á tomar posesion los deSan Fernando. ¿Podrán ocultarse á los ojos deaquellos señores redactores las consecuenciasde esta variada disposicion de intereses?

    Y por último , admitiendo en toda su lati-tud el principio sentado en esta segunda base,se verá que no puede tener cumplido efecto,pues atendiendo á que no todas las obras sonde uso particular de una provincia, y que al-gunas de ellas se encuentran en contacto conotra , corno por ejemplo cuando se estableceun canal de riego y otras vias de comunicacionespeciales de aquellas provincias, y que nadatienen que ver los fondos generales de la Na-cion para su realizacion , en este caso la di-reccion de estas obras no podrá cometerse soloá un arquitecto que merezca la confianza de lacorporacion ó empresa encargada de su cons

    -truccion , si que se habrá de contar con (los ómas individuos , segun sea el terreno por elcual se trata de establecer, admitido el prin-cipio de no poder traslimitar.

    Estas sencillas pero justas indicaciones na-cidas de los buenos deseos que nos animan porel engrandecimiento de la arqLitectura y ellustre de sus profesores , sobre lo cual existensuficientes pruebas, será bastante á los seño-res redactores para que despojándose de esemal entendido orgullo que engendra la yarie-dad de escuelas , y trasladándose por un solomomento á una de las cuarenta y nueve partesen que se divide la España , sabrá apreciary disimular los defectos en que involuntaria-mente hayamos incurrido : suprimiendo en lasbases primera y segunda las voces de arquitec-tos de San Fernando y de las provincias,y subs-tituyendo el nombre de Arquitectos aprobadoshasta la fecha por las Academias nacionales.

    Valencia 26 de Junio de 4 81t•6.JOlt7E GISBEBT.

    PLANOS DEL TEATRO DE TRINITARIOS IIECIIOS POR EL

    ARQUITECTO SR. GARRIG.. — Del 2. 0 n•0 del Boletin es-

    pañol de arquitectura, copiamos lo siguiente:« I-lomos visto los planos formados por el Sr. Gar-

    ri ga , arquitecto de Barcelona, para el teatro que enla misma ciudad se está eaecutando , y sentiríamosque en esta obra no se siguieran dichos planos, y par-ticularmente leas plantas , que son muy lindas y en

  • 112 BOLETIN ENCICLOPÉDICOlas cuales el Sr. Garriga ha sacado con mucha maes-tría y gusto , todo el partido posible en un terreno

    tan irregular.Nosotros que liemos visto tambien los ímprobos tra-

    bajos que tocante á dicho teatro hiciera el Sr. Gar-riga, que hemos podido ver de cerca el inmenso par-tido que habia sabido sacar este arquiteccto de lasirregularidades que ofrece el terreno destinado al edi-licio, no podemos menos de agradecer á nuestros có-legas de la Corte la justicia con que han hablado delos referidos planos. Demasiado amigos nosotros delautor de estos dibujos, no nos liemos atrevido á elo-

    g iar como se merece un trabajo que tantos sin sabo-

    res le ha causado y que para mengua de Barcelonahabrá quedado estéril en su mayor parte. Para no-sotros, es mucho el mérito que ha contraido el Sr.

    Garriga con las plantas que ha presentado; pero ánuestro modo de ver, no le queda en zaga el que lo

    ha valido el buen gusto de algunas de las fachadasque para el mismo teatro tenia estudiadas. La obrase está construyendo conforme á los planos de Gar-riga en lo que toca á la distribucion interior, sal-vas algunas modificaciones de todo punto extrava-gantes. La fachada que mira á la calle de S. Pablotoca ya á su conclusion ; tiene todas las aparienciasde una fábrica de vapor. La que da á la Rambla,es decir la principal, se va egecutando ahora bajo los

    • planos que no lia visto la real Academia de S. Fer-nando, que no ha dibujado ningun arquitecto español y

    que se están realizando bajo la direcion real y efectivade quien no se halla autorizado para ello. No es de es-te lugar el análisis de esta fachada ;.por ahora sepanlos Sres. Redactores del Boletín español de arquitectu-ra que ni en esta fachada ni en la de la calle de S. Pa-

    blo para nada ha intervenido el Sr. Garriga. Un gustonuevo, por lo extraño, ridículo y hasta raquítico, es el

    que preside en la ereccion de las fachadas del nuevoteatro ; á su tiempo probaremos con razones la exacti-tud de este juicio. Entre tanto nos permitirán nuestros

    cólegas ele la Córte que les roguemos se sirvan hacerun exámen imparcial y concienzudo de las fachadasque presentó el Sr. Garriga , ya que la amistad que leprofesamos nos impide tomar por cuenta nuestra esta

    tarea. Nuestros encómios podrían tacharse de oficiosos:los elogios de los Redactores del Boletín español de ar-quitectura, su censura misma, serán paya nuestro com

    -panero la mejor recompensa que podia esperarse, des-pues de habérsele negado la proteccion de que se Babiahecho digno.

    ANOMALIAS EN LAS SUBASTAS SOBRE C1MI\OS, —Ell el Fo-mento correspondiente al 23 del finido Junio se leen lassi guientes líneas

    «Hemos observado que casi constantemente en lassubastas que se celebran en este distrito para la cons

    -truccion de carreteras provinciales sufre una gran-diosa rebaja el importe calculado y presupuesto por losIngenieros civiles.

    La carretera de Tarrasa cuyo importe se habia fi-jado por estos en tres mil y pico de duros , acaba deser rematada con una rebaja de cerca una cuarta par-te , y es mas que probable que esta proposicion serámejorada en el otro remate.

    Para la carretera de Calaf á Cervera cuya construc-cion se sacó á subasta durante la administracion delseñor de Gispert, se habian señalado ochenta mil reales;y aquel pueblo la tornó de su cuenta por doce mil.

    En algunos otros tipos para diferentes subastas lie-mos observado lo mismo.

    Comprendemos que se obtenga alguna ventaja pormedio de la competencia , mas que nias cuando la di-

    putacion de esta provincia tiene adquirido gran cré-dito por lo que mira á Ja religiosidad de los pagos ;pero tantas y tan considerables rebajas no pueden ser

    hijas sino de exageracion en los cálculos de los presu-puestos.

    Y ya que de carreteras hablamos y de empre-sas, croemos de nuestro deber advertir que se nosha asegurado que la construccion de la carretera deVich no es tan sólida ni tan conforme con las bue-nas reglas del arte , como fuera ele desear. NuestraDiputacion provincial y los señores ingenieros deldistrito podrán averiguar lo que tenga de cierto lanoticia que transmitimos. Si las empresas de carrete-ras contasen con que habia de consentirse que la obrafuese mala ; entónces tendríamos otro medio para ex-plicar esas considerables rebajas de que llevamos ha-blado en el apartado anterior.

    En el diario de Brusi del mismo dia , se leen estasotras lineas:

    « La subasta que se verificó el sábado último para laconstruccion de. la carretera de Olot, dió una ventajade mas de 50,000 reales al presupuesto presentado á la

    Excma. Diputacion provincial ; siendo de esperar queen el acto de la admision de las pujas aun presentarámas beneficiosos resultados.

    Pocos comentarios necesitan los hechos denunciadospor el Fomento y Diario de Brusi en las líneas que aca-bamos de copiar: ó hay exageracion en los cálculos delos Ingenieros y entonces han de verse perjudicados losintereses públicos; ó siendo exactos dichos cálculoslas rebajas ele que habla aquel periódico han de condu-cir á la falsificacion de la obra, en perjuicio de los inte-reses públicos y en descrédito del Cuerpo de Caminos.Tenemos fundados motivos para asegurar que hay dotodo.

    CARRETERA DE TARRASA. — Tenemos en nuestro podertodos los datos necesarios para ocuparnos del proyectode esta carretera hecho por el ingeniero D. IldefonsoCerdá. Tampoco nos falta lo conveniente para emitirnuestra humilde opinion sobre la carretera de Vichproyectada al parecer por el Sr. de Arriete y efectuadoslos planos por los ingenieros Sr. Lopez y Sr. Cerdá. En

    los próximos números nos ocuparemos de estas dos in-teresantes vias de comunicacion.

    MEDIOS DE MEJORAR EL ESTADO DE LA ARQUITECTURA YDE LOS ARQUITECTOS. —Bajo este epígrafe el Boletín es-pañol de arquitectura contiene un razonado articuloque copiaremos íntegro en nuestro próximo número, ha-ciendo sobre las bases propuestas en el mismo las ob-servaciones que nuestro buen deseo nos sugiera.

    IMP. DE LA AGENCIA GENERAL DE BARCELONA ,

    Á CARGO DE D. JOAQUIN SARDAÑONS.

    Calle del Hospital, núm. 20. — /846.

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