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AQVILA LEGIONIS Cuadernos de Estudios sobre el Ejército Romano 6 2005

F:AQVILA 6 (2005)AQVILA 6 DEFINIT - SIGNIFER Libros · 1 A pesar de que medio siglo an tes ya se habían producido inte resantes hallazgos en Cremona y Lyon, no se habían identificado

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  • AQVILA LEGIONISCuadernos de Estudios sobre el Ejército Romano

    6 2005

  • SIGNIFER v Libros

    AQVILA LEGIONISCuadernos de Estudios sobre el Ejército Romano

    CONSEJO DE REDACCIÓN - EDITORIAL COMMITTEE - CONSEIL DE LECTURE

    En orden alfabético - In alphabetical order - Par ordre alphabétique

    Prof. Dr. Gonzalo BRAVO (Universidad Complutense de Madrid) — Prof. Dr. AntonioCABALLOS (Universidad de Sevilla) — Prof. Dr. José Joaquín CAEROLS PÉREZ (UniversidadComplutense de Madrid) — Prof. Dr. José d'ENCARNAÇÃO (Universidade de Coimbra) — Prof.Dr. Joaquín GÓMEZ-PANTOJA (Universidad de Alcalá) — Prof. Dr. Cristóbal GONZÁLEZ ROMÁN(Universidad de Granada) — Prof. Dr. Enrique GOZALBES CRAVIOTO (Universidad de Castilla-La Mancha; Cuenca) — Profª. Drª. Christine HAMDOUNE (Université de Montpellier) — Prof.Dr. Yann LE BOHEC (Paris, Sorbonne IV) — Prof. Dr. Patrick LE ROUX (Université de Lille) —Prof. Dr. Jerzy LINDERSKI (Dept. of Classics, University of North Carolina, Chapell Hill) —Prof. Dr. Julio MANGAS (Universidad Complutense de Madrid) — Prof. Dr. José ManuelROLDÁN (Universidad Complutense de Madrid) — Prof. Dr. Narciso SANTOS YANGUAS(Universidad de Oviedo)

    CONSULTORES DE ARQUEOLOGÍA MILITAR:Prof. Dr. Cesáreo PÉREZ (Universidad SEK, Segovia) — Prof. Emilio ILLARREGUI (UniversidadSEK, Segovia)

    CONSULTOR DE ARMAMENTO:Prof. Dr. Fernando QUESADA (Universidad Autónoma de Madrid)

    CONSULTOR DE ARTE MILITAR ANTIGUO:Prof. Dr. J. Jacobo STORCH (Universidad Complutense de Madrid)

    DIRIGE: Prof. Dr. Sabino PEREA YÉBENES (Universidad de Murcia)

    © SIGNIFER LIBROSApdo. 52005 - MADRID (ESPAÑA - SPAIN)

    ISSN: 1578-1518 Dep.Legal: BA-360-01mail: [email protected]

    http://sapiens.ya.com/ signiferlibroshttp://sapiens.ya.com/AQVILA-LEGIONIS

  • AQVILA LEGIONIS 6 (2005) 6

    AQVILA LEGIONIS

    6

    2005

    ARTÍCULOS :

    –– Luis AMELA VALVERDE : App. BCiv. 3, 81, 333. Unas batallas navales delaño 43 a.C. perdidas en la historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7-17

    ––José María BLÁZQUEZ : Las res gestae de Trajano militar. Las guerras dácicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19-56

    ––Eduardo PITILLAS SALAÑER : Lucius Terentius Rufus [CIL II, 2424], un oficial de origen hispano (Bracara Augusta , Tarraconensis) de época del emperador Trajano . . . . . . . . . . . . . . . . . 57-67

    ––Rubén SÁEZ ABAD : La maquinaria bélica en Hispania. Un siglode investigaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69-100

    HISTORIOGRAFÍA :

    Franz ALTHEIM : Das Auftreten der Hunnen in Europa (“La aparición de los hunos en Europa”) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101-117

    CRÍTICA DE LIBROS - REVIEWS :

    Yann Le Bohec, EL EJÉRCITO ROMANO (por A.-R. Menéndez Argüín) (pp.119-126) — M. Pastor Muñoz, VIRIATO (por S. Perea Yébenes) (pp. 127-131) — S. Perea Yébenes: HISPANIA ROMANA Y EL NORTE DE ÁFRICA.EJÉRCITO, SOCIEDAD Y ECONOMÍA (por C.M. Cerdá Mondéjar) (pp. 132-135) — RÉMA. Revue des Études Militaires Anciennes. Nº 1 - 2004 (porS. Perea Yébenes) (pp. 135-137)

    INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138-140

  • 1 A pesar de que medio siglo antes ya se habían producido interesantes hallazgos en Cremonay Lyon, no se habían identificado como correspondientes a catapultas.

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    La maquinaria bélica en Hispania. Un siglo de investigaciones

    Rubén SÁEZ ABAD

    (U.N.E.D. Madrid)

    RESUMEN : Los hallazgos arqueológicos relacionados con el uso de máquinas de asedioen España son muy importantes para el estudio de las primeras piezas de artillería de que dispusoel ejército romano. En nuestro territorio podemos encontrar materiales de cuatro catapultas (dos enAzaila (Teruel), una en Ampurias (Gerona) y otra en Caminreal (Teruel). Ésta es la más importanteque ha aparecido en todo el mundo mediterráneo. Todo tipo de proyectiles han sido encontradosen España que demuestran el uso de estas máquinas.

    ABSTRACT: Archaeological evidence relationed with siege ingenies in Spain are veryimportant for study the first artillery pieces that roman had. In our territory we can find materialsof four catapults (two in Azaila (Teruel), one in Ampurias (Gerona) and other in Caminreal(Teruel). This is the most important that had appeared in all Mediterranean world. All kind ofprojectiles had been found in Spain that demonstrated the use of this machines.

    Desde que allá por 1912 se encontraran los primeros restos de catapultaen un depósito de armas de la ciudad de Ampurias (Fig. III), han sido muchoslos hallazgos que han situado al territorio español entre los más prolíficos detodo el Mediterráneo, por encima de Grecia o Italia, cuna de estas máquinas.

    Sin embargo, este material arqueológico encontrado junto a la puerta surde la Neápolis, inicialmente, no fue considerado como parte integrante de unacatapulta. La primera revisión llevó a que los investigadores los definierancomo pertenecientes a un carro de municiones (BOSCH GIMPERA,1913). Peromuy poco después, y tras un exhaustivo análisis de las fuentes documentales,se procedió a la revisión de la hipótesis de partida y a su consideracióndefinitiva (BARTHEL,1914; PITOLLET,1920; REINACH,1914)).

    El privilegio de constituir oficialmente la primera catapulta encontradaen el territorio grecorromano quedaba para el hallazgo de Ampurias1. Se habíaabierto una línea de investigación que estaba destinada a dar nuevos frutos a lolargo de todo el siglo XX.

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    Al material de Ampurias se fueron añadiendo nuevos restos como lospertenecientes a las dos catapultas de Azaila (GARCÍA DÍEZ,2002) o los másrecientes de Caminreal (Fig. II), que constituyen el bastidor metálico mejorconservado de los que se han encontrado hasta hoy en todo el territorio de laAntigüedad (VICENTE et ALII,1997). La escasez de hallazgos y su excesivafragmentación por todo el territorio que ocupaba el Imperio Romano, con untotal de 20 descubrimientos desde España hasta Georgia (Mapa II), concedentodavía una importancia mayor al material hispano a causa de su concentraciónen el espacio y en el tiempo.

    Teniendo en cuenta que, salvo el hallazgo de Mahdia (BAATZ,1985),todo el material arqueológico para el estudio de las máquinas de la Repúblicase ha encontrado en Hispania, se hace obligatoria su consulta para lacomprensión de las primeras piezas de artillería de que dispuso el ejércitoromano.

    Numerosos proyectiles tanto pétreos como metálicos han venido areforzar las evidencias arqueológicas del empleo de máquinas de asedio en elterritorio hispano. Significativos resultan por su cantidad y estado deconservación los hallados en yacimientos como Numancia (Soria), ContrebiaBelaisca (Botorrita, Zaragoza) o Calagurris (Calahorra, La Rioja), ciudades enlas que se sitúan asedios de gran entidad. Pero, tampoco se pueden olvidar losencontrados en los campamentos romanos y yacimientos indígenas delNoroeste peninsular y que se enmarcarían en las operaciones de conquista delNorte de la Península, último foco de resistencia frente al poder romano.Completan el conjunto de proyectiles una serie de restos bajoimperiales.

    La mayoría de estos materiales proporcionan una cronología muy biendefinida extendiéndose desde el periodo republicano romano hasta la época deAugusto, enmarcándose a la perfección en su contexto histórico, primero en lasGuerras Celtibéricas y posteriormente en las operaciones de pacificación delNorte de la Península. Las fuentes documentales (Tabla I) corroboran lainformación aportada por los materiales arqueológicos y permiten ubicar en elespacio y en el tiempo las operaciones militares romanas en la Península.

    NOTICIAS HISTORIOGRÁFICAS

    Las fuentes documentales nos han dejado algunos testimonios acerca dela presencia de los ejércitos romanos en la Península y de la utilización de lasmáquinas de asedio por ellos (Tabla I, Mapa I). Sin embargo, las referencias

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    2 Liv. XXI, 11; Apiano, I, Iber., 10.3 Liv. XXI, 61, 10.4 Liv. XXVI, 43 – 49; App. I, Iber., 20 – 23.

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    suelen ser muy vagas y sólo nos permiten hacernos una idea global de suempleo, sin proceder en ningún momento a la descripción pormenorizada de lasmáquinas o de las labores de asedio.

    Según los textos clásicos, el primer uso de la maquinaria bélica en elsolar hispano se produjo de la mano de los cartagineses que asediaron la ciudadde Sagunto el 219 a. C., rompiendo con esta operación el Tratado del Ebro. Esteepisodio a la postre desencadenaría la Segunda Guerra Púnica. Aunque lasfuentes documentales citan este asedio como el primero en el que se usaron lasmáquinas de asedio en Hispania, lo más probable es que fueran puestas enmarcha antes, ya que las tropas cartaginesas llevaban operando más de veinteaños en el territorio hispano.

    El asedio se prolongó cerca de nueve meses y para llevarlo a cabo elejército cartaginés movilizó en torno a los 50.000 soldados. Los sitiadoresemplearon como principal máquina de asedio una gran torre móvil dotada conpiezas de artillería. Por medio de esta máquina lograron barrer los muros paraque un grupo de zapadores abriera brecha en la muralla. En ella se ubicaronbaterías de catapultas para dominar la ciudad2. Los saguntinos, tras nuevesmeses de asedio, se suicidaron y abandonaron la ciudad en manos de loscartagineses.

    Roma reaccionó enviando a Hispania a dos de sus mejores generales(Publio y Cneo Escipión) para cortar la línea de abastecimiento de Aníbal. Trassu desembarco pronto recibieron la ayuda de los pueblos costeros indígenas,pero no la de los pueblos del interior que resultaron hostiles por su apoyo a lacausa cartaginesa. Uno de los territorios más complicados de pacificar fue el dela tribu de los ilergetes, situado entre Lérida y Huesca. También se vieronobligados a asediar la capital de los ausetanos en el 218 a. C.3

    Con la muerte de los dos generales romanos en batalla, otro Escipión denombre Cornelio se hizo cargo de las operaciones en Hispania el 210 a. C. Suobjetivo era evitar que los recursos económicos y los contingentes de tropasreclutados en este territorio pudieran reforzar el ejército de Aníbal.

    En el 209 a. C. Escipión inició el asalto de Carthago Nova (Cartagena),pues ésta era la principal plaza de Hispania y allí se encontraban todos losarsenales de los cartagineses. La toma de la ciudad en muy poco tiempo supusoun duro golpe para los intereses púnicos4.

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    5 Liv. XXXIV, 17, 12. 6 Liv. XXXIX, 42.7 Liv. XL, 49. 8 Liv. XL, 47.9 Val. Max., V, I, 5.

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    Tras pasar el invierno intentando reconciliarse con algunas de las tribushispanas más belicosas, Escipión marchó con su ejército para enfrentarse algeneral cartaginés Asdrúbal en Baecula donde logró una amplia victoria. Losrestos del ejército perdedor se agruparon y cruzaron los Pirineos para ayudar aAníbal en Italia. En lugar de perseguirlo, el general romano se centró en vencera los dos ejércitos que aún se movían por Hispania. En Ilipa (Sevilla) cayeronderrotados los últimos contingentes cartagineses, con lo cual quedabaneliminadas todas las tropas púnicas de la Península.

    Tras su victoria en la Segunda Guerra Púnica, pronto comenzaron lasinjusticias por parte de los romanos, lo que ocasionó los primeroslevantamientos de los pueblos indígenas. En el 195 a. C. fue asediada la ciudadde Segéstica que se había rebelado5 a la que siguió en el territorio suesetanoCorbión atacada el 184 a. C.6 Tiberio Sempronio Graco, gobernador de laCiterior para el año 180 a. C., intervino en la toma de la ciudad de Alca7.También tomó Cértima a lo largo del año siguiente8.

    Pero, la incorporación de la mayor parte del territorio hispano se produjoa raíz de las guerras lusitanas y celtibéricas que duraron alrededor de veinteaños entre el 154 y el 133 a. C. Los lusitanos atacaban la vega del río Betisdesde el año 155 a. C. en rápidas incursiones de guerrillas en las que habíaninfringido severas derrotas al ejército romano. Tras la matanza sobre lusitanosllevada a cabo por Galba el 151 a. C., Viriato dirigió a los lusitanos derrotandoa los ejércitos romanos durante más de diez años hasta su muerte el 139 a. C.

    Las Guerras Celtibéricas comenzaron el 154 a. C. cuando la ciudad deSegeda se negó a destruir sus murallas, tal y como exigían los romanos. Esteprimer año un ejército romano de 30.000 hombres se dirigió hacia el corazónde la Celtiberia sufriendo severas derrotas a manos de las tropas refugiadas enNumancia.

    Quinto Metelo fue enviado a Hispania el 143 a. C. para sofocar larebelión. En su misión tuvo éxito en todas las ciudades menos en Termancia yNumancia. Una de las ciudades atacadas fue la de Centróbriga9.

    Marcelo sustituyó a Nobilior al frente de las tropas hispanas. Nada máshacerse cargo de las tropas atacó varias ciudades celtíberas, pero ante las bajastuvo que abandonar esta empresa. Los habitantes de la ciudad de Nertóbriga,

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    10 App. I, Iber., 48.11 App. I, Iber., 81.12 App. I, Iber., 92.13 Plut. Sert. 6.14 Ps. Caes. Bell. Hisp. 7 – 19.

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    tras pactar con los romanos les tendieron una emboscada, motivo por el cual laciudad fue asediada10. Emilio Lépido también inició una campaña contra losvacceos, que estaban apoyando a la ciudad de Numancia11.

    En el 134 a. C., Escipión Emiliano, el destructor de Cartago fuenombrado gobernador de la Hispania Citerior, haciéndose cargo de la situaciónnumantina. Tras preparar al ejército y aumentar su moral marchó haciaNumancia. Toda la ciudad fue rodeada por obras de circunvalación y sietecampamentos romanos. La suerte de la ciudad estaba echada12.

    Los numantinos intentaron como última esperanza hacer salidas y aunquealguno pudo escapar para pedir ayuda a las tribus vecinas nadie se atrevió ahacer frente a los sitiadores. Tras nueve meses de asedio la ciudad caía. Conello se abría la puerta para el acceso de Roma a la Meseta.

    A lo largo del siglo I a. C. Hispania tuvo un papel muy significativo enlas luchas por el poder personal que habían sostenido Mario y Sila. En el año83 a. C. Sertorio se hizo nombrar pretor para la provincia hispana. Por elpeligro que se cernía sobre él en Roma marchó hacia el territorio que le habíasido asignado, donde preparó un fuerte ejército13.

    El ejército de Sertorio fue derrotado por las tropas de Pompeyo,desapareciendo completamente la amenaza el 72 a. C. Durante la Guerra Civilentre César y Pompeyo, Hispania volvió a desempeñar un importante papel,siendo necesaria la presencia del primero para eliminar los últimos focos deresistencia.

    En un principio, las operaciones se centraron en la zona de Corduba,teniendo como principales escenarios la plaza cesariana de Vlia y Corduba yAtegua en manos de Pompeyo. El resultado de esta primera parte delenfrentamiento favoreció a César que levantó el asedio de Vlia y logró tomarAtegua tras un durísimo asedio14. La ciudad cayó el 19 de febrero del 45 a. C.,con lo que los pompeyanos perdían una de sus principales plazas en la zona. Lavictoria total de César en la batalla de Munda abría una etapa de gobiernounipersonal y ponía fin a la Guerra Civil.

    Bajo el gobierno de Augusto comenzaron las campañas contra loscántabros y astures que suponían el último territorio peninsular sin conquistar.Iniciadas las hostilidades el año 29 a. C., en tres años fue pacificado el

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    territorio. Un nuevo levantamiento se habría de producir durante el año 19 a.C. en el que fueron derrotados definitivamente por Agripa. Con este últimoepisodio quedaba definitivamente conquistado el territorio hispano.

    Uso de la maquinaria bélica en Hispania según las fuentesPERIODO LUGAR DE EMPLEO MÁQUINA

    UTILIZADAFUENTE

    219 a. C. Sagunto Mantelete, ariete,torre de asedio,

    catapulta, ballesta.

    - Polibio, Historias, XXI,7 - 11.

    211 a. C. Carthago Nova Catapulta, ballesta,escorpión.

    - Tito Livio, Historia deRoma desde su fundación,

    XXVI, 43 - 50.195 a. C. Segéstica Mantelete. - Tito Livio, Historia de

    Roma desde su fundación, XXXIV, 17, 12.

    184 a. C. Corbión Mantelete - Tito Livio, Historia deRoma desde su fundación,

    XXXIX, 42.180 a. C. ALCA Maquinaria bélica. - Tito Livio, Historia de

    Roma desde su fundación, XL, 49.

    179 a. C. Cértima Máquinas de asedio. - Tito Livio, Historia deRoma desde su fundación,

    XL, 47, 3.143 a. C. Centróbriga Máquinas. - Valerio Máximo, Hechos

    y dichos memorables, V, I,5

    152 a. C. Nertóbriga Máquinas de asalto yplataformas.

    - Apiano, HistoriaRomana, I, Iber., 48

    137 a. C. Emilio Lépido sedefiende desde un

    fortín cerca de Pallantia

    Máquinas de guerra. - Apiano, HistoriaRomana, I, Iber., 81

    134 a. C. Numancia Catapulta, ballesta ypedrero.

    - Apiano, Iberia, 92.

    83 a. C. Osca Máquinas. - Plutarco, Vidas paralelas,Sertorio, VI.

    45 a. C. Ategua Vinea, ballista, torrede asedio.

    - La Guerra de Hispania,7, 13, 19.

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    RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE CATAPULTAS

    — CATAPULTA TIPO SCORPIO DE AMPURIAS (GERONA)

    Los restos (Fig. III) corresponden al bastidor de una catapulta tiposcorpio con sus placas de refuerzo en los frontales y laterales. También seconservan los cuatro modioli con sus clavijas de sujeción de los resortes. Pero,sin duda alguna, lo más significativo es la presencia de refuerzos en forma deplaca en la parte superior e inferior para encajar a la perfección los modioli.

    Por las armas asociadas en este depósito, la máquina puede datarse entorno a la primera mitad del siglo II a. C. (BOSCH GIMPERA,1913).

    Sin embargo, es escasa la información de que disponemos, ya que todaslas publicaciones datan de principios de siglo. Se hace necesario un trabajo deinvestigación al estilo del de la catapulta de Caminreal (VICENTE ETALII,1997) que aporte nueva información a los datos ya conocidos.

    — CATAPULTAS TIPO SCORPIO DE AZAILA (TERUEL)

    Además de los restos de una rampa de ataque, Beltrán tomando los datosde Cabré menciona el hallazgo arqueológico de seis modioli quecorresponderían a dos catapultas del tipo scorpio (BELTRÁN,1976a y 1976b).Una de ellas fue encontrada en 1925 en la estancia que Cabré consideró comoel Templo y la otra, 17 años más tarde en el estrato que él mismo definió comoinferior ibérico, dentro de lo que podría ser la casa de un jefe local.

    En el interior del Templo Cabré encontró los primeros restos en la zonaderecha de la cella (CABRÉ,1925). Él mismo consideró que pertenecían a unacatapulta carbonizada con el armazón de hierro y bronce muy estropeado. Losrestos estaban muy dañados porque habrían caído al suelo desde el muro en elque se encontraría ubicada la máquina para la defensa de la ciudad. Años mástarde menciona el hallazgo de los restos correspondientes a otra catapulta,aunque la descripción es muy breve.

    Gran parte de los elementos pertenecientes a estas dos catapultas seperdieron durante la Guerra Civil, sin que se conozca su ubicación actual. Laspiezas restantes fueron depositadas en el Museo Arqueológico Nacional comoun solo bloque en los años 40 por lo que es imposible separar los materialescorrespondientes a las dos máquinas.

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    Actualmente, en esta institución quedan más de doscientos fragmentosde lo que debían ser las dos catapultas. La mayoría de estos restos son láminas,pletinas y placas de diferente grosor que, junto a los clavos de cabeza redonday sección cuadrada, servirían de refuerzo y sujeción para las estructuras demadera situadas en los cabezales. En algunos casos las placas aparecen unidasentre sí por medio de clavos, dejando el hueco correspondiente a la maderaperdida.

    Otras piezas que, a priori, pueden tener una gran importancia pero quese hallan fragmentarias y de las que no se han encontrado paralelos serían unfragmento del engranaje del torno y parte de los brazos de ese torno, de formacuadrangular como ya apuntaba Heron (GARCÍA DÍEZ,2002).

    Los restos de grandes dimensiones y más interesantes conservados hoyen día son un modiolus, un anillo de hierro así como fragmentos de otros. Elmodiolus, deformado y con pérdida de parte del material, correspondería a losmateriales hallados en la casa del jefe mientras que los anillos pertenecerían alos restos de la estructura del Templo. Sus dimensiones son de 94 mm. dediámetro interior, 166 mm. de diámetro exterior y con una altura total de 62mm.

    El anillo más completo tendría, junto a su borde externo, dispuestosnueve clavos de cabeza circular y aplastada, de los que se conservan ocho. Enel centro de la superficie tiene doce perforaciones para alojar los pasadores quefijaban el modiolus, lo que dejaba un ángulo medio de separación entre ellos de30º. El diámetro exterior del anillo sería de 286 mm., 122 mm. de diámetrointerior y con una altura total de 34 mm.

    Además de los restos de catapultas, en este yacimiento también se hanencontrado bolaños arrojados por las ballistae. El número de ejemplareshallados llega a doce con un diámetro que oscila entre los 12, 4 y los 19,4centímetros. Todos están tallados en piedra caliza y su peso oscila entre 1,9 y6,3 kilos. Entre los proyectiles se aprecia una concentración clara en dosgrupos, uno cercano a las ocho minas de peso y el otro en torno a las doce.

    — CATAPULTA TIPO SCORPIO DE CAMINREAL (TERUEL)

    Los restos más completos y que proporcionan la mayor información parala comprensión de la maquinaria bélica antigua son los de Caminreal. Elhallazgo se produjo durante las excavaciones arqueológicas realizadas entre losaños 1984 y 1985 en el poblado ibérico de La Caridad situado en Caminreal(Teruel). La pieza estaba a la entrada de uno de los cubicula, dentro de la

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    conocida como Casa de Likine, la más importante del yacimiento con unaextensión de 915 metros cuadrados.

    La pieza hallada está formada por placas de hierro y se encontraba unpoco deformada a causa de un fuerte impacto recibido y su choque posteriorcontra el suelo (Figs. I y II). De la presencia de los modioli en su situaciónoriginal se deduce que la catapulta se encontraba montada con los haces entensión en el momento de ser destruida. Los elementos conservados quecompondrían el capitulum de esta máquina serían (VICENTE et ALII,1997):

    - 2 placas de hierro para reforzar la tabula superior.

    - 2 placas de hierro de la tabula inferior.

    - 1 placa central rectangular para cubrir la columna central (parastasmedia). Adherida a esta lámina hay otra con escotadura central y dos clavosrelacionada con el cañón o corredera del arma.

    - 2 placas de hierro que recubrían las columnas laterales (parastatica),cada una con tres elementos con resalte semicircular.

    - 4 anillos de hierro con 12 perforaciones y 4 aletas de sujeción a latabula.

    - 4 modioli de bronce con sus clavijas de ajuste. Todos los cilindros soniguales con alguna modificación por los retoques de fundición y lasdeformaciones del uso.

    - 4 palancas de hierro, asociadas a los modioli. Están estranguladas en losextremos para evitar el deslizamiento lateral de las fibras y estrechadas en subase para encajar las ranuras de los modioli.

    - Clavos, clavijas, pasadores y elementos de unión a las placas delarmazón de madera.

    - 2 piezas cónicas con una anilla en el extremo que, a pesar de ladificultad de su interpretación, podrían corresponder a refuerzos del arco de lacatapulta.

    Del resto de los elementos de la catapulta como eran los dispositivos dedisparo o elementos de la base no se halló nada. La conservación de loselementos no es muy buena, estando muy mineralizados con una gruesa capade corrosión.

    Del análisis de los diversos objetos se pueden extraer con bastanteprecisión las fechas de fundación y destrucción del yacimiento. Los orígenesdel yacimiento se remontarían a finales del siglo II a. C. y su destrucción y

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    abandono total en torno al 80 - 72 a. C., probablemente derivado del conflictosertoriano.

    Lo más significativo en la pieza de Caminreal es la presencia de dosaberturas de forma rectangular en el puntal central. La primera más alta sinduda es para el resbalador mientras que el bajo es más problemático y a priorifue considerado como una característica especial de la catapulta de Caminreal.Serviría para fijarla al bastidor de forma segura y a la vez desmontable.

    PROYECTILES

    Los restos de proyectiles se han ido prodigando sobre todo por el espaciode la mitad Norte de la Península Ibérica, ya que en este espacio fue en el quese produjeron los mayores enfrentamientos y la mayor resistencia frente a laromanización. Es necesario destacar su abundancia en el territorio de la antiguaCeltiberia, enmarcados en el marco histórico de las Guerras Celtibéricas y elconflicto sertoriano. Sin embargo, la cronología de los proyectiles de esteespacio alcanza hasta el siglo III d. C.

    El asedio de la ciudad de Numancia fue el más significativo de nuestroterritorio y corrió a cargo del general Escipión el Africano. Tras cercarampliamente la ciudad procedió a su asedio con un gran fuego de artillería. Elhecho está atestiguado por el hallazgo de un elevado número de proyectiles depiedra en la excavación del campamento principal del asedio. Estas piezas nose corresponden con un módulo determinado variando mucho en cuanto a susdimensiones. Resulta muy difícil el estudio de este material ya que se conservafuera de nuestras fronteras.

    El yacimiento de Contrebia Belaisca se ubica en el Cabezo de las Minas,en la actual Botorrita (Zaragoza). Son varios los puntos del yacimiento en elque han aparecido bolaños para ballista de diferentes dimensiones. La presenciaen algún sector de un elevado número de piedras indica que la ciudad fuedestruida de forma violenta, con un ataque muy intenso por parte de lossitiadores. A tenor de los hallazgos, las baterías de máquinas se ubicarían al Surde la ciudad (BELTRÁN MARTÍNEZ,1982 y 1986).

    Incluso en las excavaciones de 1985 fue descubierto el cadáver de unniño cuya cabeza había sido arrancada de forma violenta por el impacto de unproyectil. Sin duda alguna, se trata de un caso muy excepcional que confirmala potencia de las máquinas de torsión y algunas de las descripciones dadas porlos autores clásicos y que, en principio, parecen exageradas.

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    El proyectil más interesante (Fig. IV) hallado hasta la fecha es de piedraarenisca y se encontró durante unas obras efectuadas en 1996 en el cascourbano del actual pueblo de Botorrita. A pesar de no haber sido hallado dentrodel yacimiento, procede sin duda de Contrebia Belaisca. Tiene 97 cm. deperímetro, 30 cm. de diámetro, y presenta una inscripción excisa en signarioibérico que ocupa un espacio de 10 cm. de altura y 21 cm. de longitud. Lainscripción parece decir n-a-i. y se trataría de un caso de propaganda militar.

    Resulta difícil datar este proyectil a causa del elevado número dedestrucciones producidas en el yacimiento durante los acontecimientoshispanos. Una primer acontecimiento violento parece corresponder al periodocomprendido entre el 190 y el 151 a. C. Tras la reconstrucción, elenfrentamiento de Sertorio en torno al 76 a. C. dañó de nuevo el sistemadefensivo del poblado. Pero será entre el 48 y el 29 a. C., con posterioridad ala batalla de Ilerda, cuando la zona de adobe sea destruida, lo cual estáatestiguado por el hallazgo de proyectiles en ese punto. El resto de bolaños sincontexto arqueológico pueden corresponder a cualquiera de las fases dedestrucción (BELTRÁN MARTÍNEZ,1983).

    También es necesario señalar, por su interés histórico, los restos halladosen el territorio del Noroeste de la Península Ibérica, enmarcados en el contextode las Guerras Cántabras.

    Al Norte de la Cordillera Cantábrica se encuentra la fortaleza de laEspina del Gallego. Se trata de un yacimiento que dispone de una ubicaciónexcelente, en un estrechamiento que controla la vía natural de acceso desde elAlto Ebro hasta la zona costera de Cantabria. En la acrópolis entre dos piedrasde los muros de fortificación se encontró una punta de hierro de pilumcatapultarium.

    El hecho de que estas punta se haya encontrado clavada entre dos piedrasindica que el poblado fue tomado mediante asedio por los romanos. Por elhallazgo de un denario de la familia de los Mussidia en los alrededores podríafecharse en torno al 42 a. C. El interés de este hallazgo radica en que se trata dela primera evidencia arqueológica de las guerras cántabras.

    El yacimiento de Andagoste (Cuartango, Álava) se ubica en unaelevación en el centro del valle de Cuartango, en la confluencia del río Bayasy el Vadillo. Cuartango se ubica, por tanto, en un punto estratégico clave parael control entre la franja costera de Bizkaia y la cuenca del Ebro.

    El hallazgo consiste en varias puntas de dardo en hierro de formapiramidal y sección cuadrada. En su base, todas ellas tienen una pequeña espigacuya función era la de introducir el proyectil en el enmangue. Así mismo se ha

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    hallado otra punta con enmangue tubular que, por sus dimensiones, correspondetambién a un proyectil para catapulta.

    Junto a los proyectiles de catapulta se ha hallado un abundante númerode armas. Todas estas piezas se ubican en un estrecho espacio en torno a unafranja de 60 metros, lo que podía ser considerado como el escenario de unabatalla. El conjunto habría que datarlo en el periodo de las guerras quecondujeron a la ocupación de las cordilleras del Cantábrico oriental entre el 26y el 19 a. C. (OCHARÁN LARRONDO y UNZUETA PORTILLA,2002).

    También resulta significativa la información obtenida en loscampamentos militares de este espacio. El establecimiento de AquaeQuerquennae está ubicado en la provincia de Orense, formando parte delayuntamiento de Bande y más en concreto de la aldea de Portoquintela. Elasentamiento es un campamento que albergó a la Cohors I Gallica EquitataCivium Romanorum y que habría que datarlo en época altoimperial, entre elprincipio de la dinastía Flavia (69 - 79 d. C.) y la conclusión del reinado deAdriano (117 - 138 d. C.).

    Los restos hallados corresponden a tres puntas de dardos para catapultaen mal estado de conservación y que responden a la tipología más usual conforma cuadrangular en la punta y circular en la zona de enmangue. Su tamañooscila entre 7,8 y 11 centímetros de longitud con 1,4 centímetros en elenmangue (RODRÍGUEZ COLMENERO y VEGA AVELAIRA,1996).

    El campamento de Herrera de Pisuerga (Palencia) fue la sede principalde la Legio III Macedonica. En este yacimiento se ha identificado una cabezarobusta de pilum catapultarium con forma de triángulo isósceles de seccióncuadrada y un fino pedicelo circular. Este modelo de proyectil es muy típico yestá atestiguado desde la época republicana hasta la bajoimperial(FERNÁNDEZ IBÁÑEZ,2002).

    Si bien la mayor parte de los restos hallados pertenecen al periodo deconquista y primera ocupación de Hispania, también aparecen materiales delperiodo imperial y bajoimperial, aunque resultan mucho más escasos.

    En la ciudad de Arcóbriga (Soria), la torre n º 36 fue la que resistió elmayor ataque por parte del ejército romano. Esta construcción fue ampliamentebatida por las ballistae. En su base se han encontrado incrustados, entre losrestos de los muros, 23 proyectiles en piedra. Sus dimensiones varían mucho,oscilando entre los poco más de 6 kilos de peso de los más pequeños y los 29kilos de los de mayores dimensiones (BELTRÁN LLORIS,1987).

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    Estos elevados calibres nos hablan de la presencia de máquinas de variosmetros de altura para el asedio de la ciudad. Resulta indudable, a la luz de loshallazgos, que la ciudad fue tomada de forma violenta y que el grueso de lasoperaciones se concentraron en la torre en la cual han sido hallados losproyectiles. Esta destrucción es tardía y podría datarse durante el siglo III d. C.

    La ciudad romana de Iruña/Veleia está situada a 10 Km. al este deVitoria-Gasteiz (Álava). Durante el siglo III d. C. la crisis que rodeaba alimperio romano se hizo sentir con la reducción en la extensión de la ciudad ysu protección con un muro defensivo. Tras el siglo IV d. C. de estabilidad, ladestrucción final de la ciudad llegó en la primera mitad del siglo siguiente.

    Los restos hallados consisten en un cerrojo, cuatro proyectiles de máquinaslanzaflechas y dos fragmentos dentados. Las puntas de las flechas son pesadasaunque podrían corresponder a la máquina conocida como manuballista oarcuballista.

    Los fragmentos son semicirculares y tienen trece dientes triangulares deforma simétrica. La pieza se unía a otras piezas de madera por medio de tresclavos circulares, el central doblado. Por su forma, se trata, sin duda alguna, deun engranaje de algún tipo de máquina.

    Por otro lado, se aprecia que los restos de 23,5 mm. son fragmentarios,por lo que la pieza completa tendría en torno a los 42 mm. Gracias a un par depiñones y a las piezas halladas se podría constituir un mecanismo básico deelevación para una máquina compleja que, en cualquier caso, tal vez fuera unaballesta estática que se elevaría por medio de una manivela. El ángulo demovimientos de esta máquina con la utilización de las piezas halladas es elhabitual dentro de las catapultas. Sin embargo, lo limitado de los restos halladossólo sirve para aportar algunas hipótesis que futuros hallazgos deberánesclarecer (GIL, FILLOY e IRIARTE,2000).

    ESTRUCTURAS CONSTRUCTIVAS VINCULADAS A LAUTILIZACIÓN DE LA MAQUINARIA BÉLICA

    Vía Marsella, llegaron a la colonia griega de Emporion (Ampurias,Gerona) las innovaciones poliorcéticas surgidas en la Magna Grecia. El primertrazado amurallado de la ciudad de Emporion habría que datarlo en la segundamitad del siglo V a. C. Medio siglo después se desarrollaron las murallas quedelimitaban la ciudad en sus lados oeste y sur y que constituían un sistemacomplejo de defensa. La parte oeste estaba protegida por una cortina encremallera con codos continuos. Por el contrario, en el lado sur de la muralla

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    se optó por torres intercaladas a igual distancia (30 metros). Completaba elconjunto una puerta acodada protegida por una torre que obligaba a recorrer unacceso difícil para poder acceder hasta la ciudad.

    Las obras de proteichisma y de epikampion, situadas delante de estaúltima torre, habría que datarlas a finales del siglo III a. C. y quizás estaríanvinculadas con las últimas operaciones cartaginesas en territorio hispano. Seráya en el siglo II a. C. cuando la construcción de los templos de Serapis yAsclepios obliguen a tirar una parte de las murallas y a recrecer el conjunto.Esta muralla lineal se protegerá con torres cuadrangulares avanzadas.

    La influencia de Emporion fue notable en los núcleos indígenas cercanosa esta ciudad y en los más próximos a la costa, que adoptaron las concepcionesdefensivas observadas en sus construcciones, como es el caso del poblado delPuig de Sant Andreu (Ullastret, Gerona) y el Castellet de Banyoles (Tivissa,Tarragona).

    El Castellet de Banyoles disponía de una puerta protegida por dos torrespentagonales con base de piedra y superestructura de ladrillo y adobe. Mientrasque la base, construida directamente sobre la roca, proporcionaba mayorresistencia frente al minado, el ladrillo absorbía mejor los impactos. Sin dudaalguna, la finalidad de estas torres era puramente defensiva, puesprobablemente en ningún momento pudieran disponer de piezas de artillería ensu interior.

    La importancia de este yacimiento reside en la construcción de unsistema defensivo avanzado (proteichisma) delante de las torres y la ubicaciónde una poterna detrás de la torre sur. También resulta de interés la aplicaciónde módulos sicilianos en la construcción de los ladrillos empleados a lo largodel muro y en la presencia de una alcantarilla interior para evacuar el agua delluvia y que no dañara el adobe de las murallas. Pero, es en el oppidum del Puigde Sant Andreu (Ullastret) donde es posible apreciar el sistema defensivoindígena más complejo de toda la Península Ibérica. Sobre unas construccionesdel siglo VI a. C. se produjeron al menos tres modificaciones de granimportancia para la mejora del conjunto: la reestructuración de la murallaFrigoleta, la construcción de la zona del Istmo y la remodelación de la puertan º 1 con continuas intervenciones durante los siglos IV y III a. C.

    En la reestructuración de la muralla del lado Este del oppidum, tambiénconocida como muralla Frigoleta - Sagrera, se añadieron cinco torres circularesy una cuadrangular a la primitiva muralla del siglo VI a. C. Todas ellasresponden al mismo módulo y poseen unas dimensiones que varían tan sóloligeramente, así como el tramo de muralla situado entre ellas.

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    En la zona del istmo se optó por la solución que aportaba la defensa concortinas en cremallera que proporcionaba un sistema de continuasfortificaciones avanzadas. Todo este conjunto reposaba sobre una torrecuadrangular hueca y se completaba con una poterna de pequeñas dimensiones.Las puertas también se modificaron con la transformación de torres circularesen pentagonales o el añadido de edificios anexos como cuerpos de guardia.

    La disposición de pequeños baluartes o muros avanzados, ubicadosdelante de los ángulos de las torres circulares de la muralla, respondía a unafunción de contrafuertes que evitaban que la torre se fuera hacia delante por elimpacto de los proyectiles. De interés son las proteichismas que aparecendelante de las puertas n º 1 y 2, y que obligan a una entrada en zig - zag bajo elfuego directo de una torre en la primera de ellas, y encaminadas a una defensaactiva en el segundo caso con la presencia de dos poternas laterales y sistemade doble puerta. Las complejas obras del oppidum de Ullastret se podrían fecharen el siglo IV a. C., aunque las proteichimas puedan corresponder al siglosiguiente, en el que también se añadieron en Emporion.

    Al hilo de las modificaciones realizadas en el trazado amurallado de estosdos espacios urbanos, su influencia debió extenderse por el territorio cercano.Así encontramos también algún elemento poliorcético de primer nivel enyacimientos próximos como L´Illa d´en Reixac (Ullastret), Turó del Montgròs(El Brull) y Mas Castellar (Pontòs). En el primero de ellos está constatada lapresencia del paramento propio del Puig de Sant Andreu, de una muralla encremallera y una torre saliente, todo ello datado el siglo IV a. C. Por elcontrario, en el Turó aparece una cortina con casamatas a cierta distancia paralos cuerpos de guardia, una poterna asociada a ella, la entrada principal enembudo y unas obras exteriores que podrían ser consideradas como unaproteichisma. Todo el conjunto se puede datar entre la primera mitad del sigloV a. C. y el fin del siglo III a. C.

    En la Serreta de Alcoy también se aprecia una torre pentagonal,semejante a la de Banyoles, en la puerta de entrada con el sistema de brazosparalelos que funcionaba como una defensa avanzada. Su datación es en elprimer cuarto del siglo II a. C., en un espacio totalmente dominado por losromanos e influenciado por ellos.

    En la Picola (Santa Pola, Alicante) volvemos a encontrar obras deproteichisma, además de torres rectangulares de grandes dimensiones y un fosoprofundo reforzado en su estructura para poder contener agua.

    Pero no sólo encontramos fortificaciones adaptadas a la poliorcética enla zona costera mediterránea. En algunos yacimientos puntuales del interior

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    como el Castro de Capote (Higuera del Real, Badajoz), datado entre el siglo IVa. C. y el I a. C. se observan estructuras defensivas complejas. Así es posiblereconocer torres poligonales, una entrada en embudo, cortinas en cremallera,foso con caballos de frisia y una proteichisma.

    Si esto sucedía en la zona costera muy influenciada por la colonizaciónexterior, más en el interior, ya en territorio ibérico, los núcleos indígenasfortificados no respondían inicialmente a este esquema complejo. Hay que teneren cuenta que resulta significativo el escaso desarrollo del urbanismo en esteespacio.

    El asedio de Sagunto del 219 a. C. marcará un antes y un después en eldesarrollo de las fortificaciones hispanas. Ante sus muros fueron puestas enfuncionamiento, por primera vez en Hispania, máquinas de asedio como torres,arietes o catapultas. A pesar de que en la construcción de sus muros se habíanaplicado algunos de los principios poliorcéticos que se estaban desarrollandoen el ámbito del Mediterráneo, las defensas cayeron. Esta experiencia demostróque las murallas de las ciudades hispanas no estaban preparadas para hacerfrente a un ejército dotado de máquinas de asedio.

    La influencia romana se plasmó, en primer lugar, en las modificacionesde los paramentos que se redujeron y se trabaron con argamasa además de lacreación de accesos secundarios para operaciones rápidas y la aparición demurallas con sistemas de cajones y trazados cóncavos de los muros.

    Si el sistema defensivo de los sistemas ibéricos era de carácter muysimple, con una torre dentro del recinto amurallado y una línea de fosoalrededor, por influencia de la zona costera se produjo una evolución.Comenzaron a aparecer sistemas dobles de fosos además de aumentar tanto elnúmero de torres como su configuración, algunas incluso con comparti-mentación interior. Un buen ejemplo de este sistema los constituye el pobladode San Antonio de Calaceite con una torre curva que se protege por un foso alque antecede un grueso muro (ROMEO,1998).

    Los sistemas de fosos dobles y triples apenas aparecen en territoriohispano. Estas construcciones complejas iban encaminadas a impedir el uso dela artillería. Si tenemos en cuenta que el uso de la artillería fue muy tardío enel territorio hispano y llegó de manos de los cartagineses y romanos, todos loscasos hallados corresponden a un periodo posterior a la Segunda Guerra Púnica.

    Con la aparición de Roma y su parcial aceptación por parte de las éliteslocales es posible apreciar una transformación en el mundo de la poliorcéticahispana. Los fosos aumentaron ostensiblemente de tamaño, pasando de entre

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    cuatro y ocho metros hasta un espacio entre veinte y veinticinco. Este aumentoiba encaminado a evitar el lanzamiento de armas arrojadizas.

    El yacimiento de Los Castellazos de Mediana de Aragón resulta de graninterés para la poliorcética hispana. En él es posible apreciar un sistema de sietefosos. Sin duda alguna el objetivo de esta compleja articulación era aislar cotasy mantener alejadas las piezas de artillería y la maquinaria pesada de asedio. Enél es posible apreciar claramente la influencia de los sistemas defensivosromanos.

    Sin duda alguna, estos elementos expuestos en los yacimientos anterioresson los más típicamente mediterráneos dentro del territorio hispano y noshablan de la presencia de algún arquitecto foráneo para su diseño yconstrucción. A pesar de todo esto, las fortificaciones hispanas, salvo lasconstruidas según patrones griegos, romanos o cartagineses, en ningúnmomento disponían de elementos defensivos para poder resistir un asediocontinuado con maquinaria bélica.

    Junto a los restos hallados en yacimientos indígenas, también aparecenevidencias arquitectónicas en los campamentos romanos y en las obras deasedio encaminadas a tomar alguna ciudad. Es el caso de Numancia. Segúnapunta Apiano, para su circunvalación se utilizaron abundantes máquinas deasedio al mismo tiempo que se construían torres defensivas de dos pisos a lolargo de todo el perímetro. En ellas se ubicaron tanto catapultas tipo scorpiocomo ballistas. En el caso del campamento III de la Gran Atalaya estabadefendido por 27 torres y muchas de ellas tenían rampas para admitir máquinasde artillería, tanto pesada como ligera. Prueba de la resistencia de los sistemasdefensivo ibéricos resulta el yacimiento del Cabezo de Alcalá de Azaila(Teruel). Durante el conflicto sertoriano esta ciudad sufrió un importanteasedio. A pesar de la fragilidad constructiva de los sistemas defensivos, lossitiadores fueron obligados a la construcción de una rampa de asedio a travésde la que desplazar una torre con la que superar las defensas del enclave.

    Se localiza aprovechando la prominencia natural que se encuentra al surde la acrópolis, que es la zona de más fácil acceso. La cima del promontoriosobre el que se sitúa la rampa, que alcanza los cinco metros en algunos puntosestá tan sólo ocho metros por debajo de la cota de la acrópolis. A continuaciónse construyó un agger de opus caementicium de 26 metros de anchura por 75de longitud que llegó en su punto de partida hasta una altura de 4,14 metros.Este agger formaría parte del plan de asalto a Azaila. La pendiente de la rampaes del 0,4 % hasta el borde de la muralla. Todavía se encuentran restos demortero en el lugar donde se construyó esta obra de ingeniería. En este lado surde la muralla se abrió un boquete de grandes dimensiones, aproximadamente

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    15 Los restos de esta catapulta son los que se han descrito con anterioridad y se conservanen el Museo Arqueológico Nacional.

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    de 8 metros que debió ser provocado por el ariete situado dentro de una torrede asedio. Para defender este lugar por el que se rompieron las defensas, loshabitantes de la ciudad dispusieron una catapulta tipo scorpio en el templo inantis, medida que resultó insuficiente15. La ciudad fue tomada y totalmentedestruida entre el 76 y el 72 a. C.

    Las torres de asedio utilizadas frente a Azaila habían sido construidas porSertorio en el año 77 a. C. para la toma de Contrebia Belaisca (botorrita). Conellas destrozó las murallas tras un asedio de 44 días. Esto está documentadoarqueológicamente pues en la muralla de esta ciudad se conservan las huellasde los impactos producidos por los proyectiles de las catapultas (BELTRÁNLLORIS,1995).

    El campamento de Cildá (Corvera de Toranzo y Arenas de Iguña,Cantabria) se encuentra en la cima del monte Cildá, a 1066 metros de altitud ypresenta todas las características adscritas a los campamentos militares romanosde campaña como eran los terraplenes de tierra y los fosos.

    En este acuartelamiento, justo sobre el agger se observa una especie decamino de ronda nivelado. Detrás de él hay una plataforma nivelada que sevincularía con la presencia de máquinas de guerra del tipo scorpio o ballista,que se situaban separadas por un trecho a lo largo de las líneas defensivas delos campamentos romanos. Las obras de este campamento habría quevincularlas con el episodio de las Guerras Cántabras (PERALTALABRADOR,2002).

    ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL

    El interés por la poliorcética de la Antigüedad ha llevado a que durantelos últimos años los investigadores nacionales hayan orientado susinvestigaciones hacia la arqueología experimental, para intentar solucionaralgunos problemas técnicos que ni los restos arqueológicos ni las fuentesdocumentales aclaran.

    En esta línea de investigación merecen ser señalada la labor de AitorIriarte, especialista en maquinaria y que ha orientado sus trabajos hacia lareproducción de máquinas de pequeño tamaño, destacando su quiroballista. Por

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    medio de ella ha tratado de aportar nuevas teorías como la de que los brazosbatían por el interior en las máquinas palintonas. También hay que reseñar lalabor del grupo de reconstrucción arqueológica Arqueódromo de Zaragoza consu reconstrucción de una catapulta tipo scorpio.

    Al mismo tiempo, en algunos yacimientos, de forma paralela a lasexcavaciones se están realizando representaciones teatrales vinculadas a lahistoria del enclave. En ellas toman parte tanto grupos de investigaciónnacionales como internacionales. Es el caso del festival “Tarraco Viva”(Tarragona) al que acude el grupo inglés Ermine Street Guard o la “Vulcanalia”en Ségeda (Mara, Zaragoza) con la presencia de Arqueódromo y el grupo deAitor Iriarte.

    Sin embargo, y a pesar de estos esperanzadores comienzos en el campode la arqueología experimental, es necesario un esfuerzo mayor para alcanzarlas cotas de investigación de otros países como Inglaterra, Francia o Alemania.Hay que tener en cuenta que las primeras investigaciones serias en este campocomenzaron en Europa durante las primeras décadas del siglo XX, aún a pesarde no conocerse apenas restos arqueológicos. Nos queda, por tanto, un largocamino que recorrer para estar a la altura que los estudios acerca de lapoliorcética merecen en nuestro país.

    CONCLUSIONES

    En primer lugar es necesario señalar la escasez y parquedad de lasfuentes documentales que describen el uso de la maquinaria bélica en territoriohispano. Apenas se menciona la intervención de máquinas de asedio y cuandose hace resulta muy confusa su identificación.

    Por el contrario, esta falta de información de las fuentes es compensadapor los interesantes hallazgos arqueológicos para el periodo de la RepúblicaRomana. La presencia de restos de cuatro catapultas y su excelente estado deconservación, a pesar de la pérdida de parte del material de Azaila, sitúa elterritorio español entre los más prolíficos en lo que a restos materiales serefiere.

    Quizás los restos de proyectiles no sean tan significativos en cantidadrespecto a los de otros espacios vecinos como es el de la Galia. Sin embargo,hay que decir que en muchos casos el problema no reside en la escasez dehallazgos sino en la falta de su publicación, pues se hace necesario un estudioque recoja todo el material hallado. Son muchos los proyectiles que no se han

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    identificado por su pertenencia a excavaciones antiguas o que permanecen enlos fondos de museos de toda España esperando ser publicados.

    Lo más probable es que en el aspecto en el que menos destace el interésde la poliorcética antigua resida en la escasez de restos arquitectónicosvinculados con el uso de la maquinaria bélica. Salvo algunos yacimientospróximos a la costa en los que aparecen defensas preparadas para la protecciónfrente a las máquinas de asedio y a los posteriores de construcción romana, enel resto de poblados indígenas no se aprecia la influencia de la maquinariabélica. Completan esta información los elementos defensivos de campamentosromanos y las obras de asedio de algunos yacimientos como Azaila.

    En cuanto a la arqueología experimental se ha abierto un interesantecamino de investigación que ha de dar sus frutos en los próximos años, mercedal buen hacer de los nuevos investigadores. Es necesario compensar los años deretraso respecto a los países vecinos.

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    FOTOS

    A) Restos arqueológicos

    Fig. I. Catapulta tipo scorpio de Caminreal (Teruel) en el momento de ser hallada. Fuente:VICENTE (1997).

    Fig. II. Catapulta de Caminreal (Teruel) una vez restaurada. Fuente: VICENTE (1997).

    Fig. III. Catapulta tipo scorpio de Ampurias (Gerona). Fuente: BAATZ (en línea).

    Fig. IV. Proyectil con inscripción ibérica hallado en el yacimiento de Contrebia Belaisca(Botorrita, Zaragoza). Fuente: Botorrita (en línea).

    b) Arqueología experimental

    Fig. V. Catapulta tipo scorpio del equipo Arqueódromo.

    Fig. VI. Quiroballista de Aitor Iriarte.

    Fig. VII. Torre de asedio de la Ciudadella de Calafell.

    Fig. VIII. Reconstrucción de un ariete en el pueblo de Garray, cerca de Numancia

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    Fig. I. Catapulta tipo scorpiode Caminreal (Teruel)en el momento de ser

    hallada. Fuente:VICENTE (1997).

    Fig. II. Catapulta de Caminreal (Teruel) una vez restaurada.

    Fuente: VICENTE (1997).

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    Fig. III. Catapulta tipo scorpio de Ampurias (Gerona).

    Fuente: BAATZ (en línea).

    Fig. IV. Proyectil con inscripción ibérica hallado en el yacimiento de Contrebia Belaisca

    (Botorrita, Zaragoza).

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    Fig. V. Catapulta tipo scorpio del equipo Arqueódromo.

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    Fig. VI. Quiroballista de Aitor Iriarte.

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    Fig. VII. Torre de asedio de la Ciudadella de Calafell.

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    Fig. VIII. Reconstrucción de un ariete en el pueblo de Garray, cerca de Numancia.

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    Mapa I. Uso de la maquinaria bélica en Hispania según las fuentes.

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    Mapa II. Hallazgos arqueológicos de maquinaria bélica en el mundo grecorromano.