A lo largo del siglo XX, los sistemasagropecuarios convencionales sehan vanagloriado de los incremen-

tos de las producciones generados a partirde nuevas tecnologías, que en muchos ca-sos ha supuesto duplicar o triplicar las pro-ducciones. Las aportaciones de abonos mi-nerales, especialmente los fertilizantes ni-trogenados, el uso generalizado deplaguicidas y el uso de tecnologías de ma-nejo del suelo con una gran capacidad detransformación han posibilitado estos apa-rentes hitos en la producción (ofreciendo enlos mercados productos con una excelenteimagen, pero con unas cualidades organo-lépticas y nutricionales más ambiguas).Una evaluación más exhaustiva de las me-joras aparentes de estos sistemas producti-vos nos permite detectar una serie de re-percusiones que acarrean dichos sistemassobre todo el entorno, entendido de una for-ma amplia. Estas repercusiones se sitúan a

distintos niveles, desde aspectos que inci-den directamente sobre las personas comoconsumidoras a otros que se manifiestan enel deterioro de las cualidades medioam-bientales.Entre los aspectos que repercuten sobre elmedio ambiente son destacables los pro-blemas de erosión hídrica generados porprácticas agrícolas inadecuadas, lo que su-pone la pérdida del recurso suelo (se estimaque, por este motivo, se pierde cada año al-rededor del 0,8% de las tierras cultivadas),pérdida del potencial de fertilidad de las tie-rras, desajustes en los ciclos hidrológicos,aumentando los problemas generados porlas escorrentías superficiales y reduciéndo-se la capacidad de captación de los acuífe-ros. El coste energético de la producción seha incrementado, también, de forma im-portante. En particular, los fertilizantes ni-trogenados han supuesto uno de los facto-res más destacables para aumentar las pro-

ducciones agrícolas, pero han acarreadoproblemas ambientales notorios: la conta-minación de los acuíferos por nitratos y elalto coste energético de la síntesis de estosfertilizantes.El uso de plaguicidas ha supuesto otra apor-tación importante, argumentando sobre suuso en la necesidad de combatir los ene-migos de los cultivos, pero generando nue-vos problemas ocasionados por la crecien-te aparición de resistencias, los desequili-brios y roturas de las redes tróficas y losriesgos de incorporar substancias peligrosasen el medio ambiente y los alimentos.

El crecimiento reciente delsector de la agriculturaecológica

La producción ecológica ha seguido avan-zando más rápido de lo esperado en el pa-

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La agricultura ecológica ofrecemuchos beneficios■ VÍCTOR GONZÁLVEZ

Director técnico. Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE)

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Fábrica de piensos ecológicos en Teruel.

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sado año 2008. Esto es lo que se desprendede la información disponible procedente de141 países del mundo. El porcentaje relati-vo de superficie agraria ecológica y en nú-mero de fincas continúa creciendo en mu-chos países. Los principales resultados de laencuesta global presentada en Biofach (Wi-ller et al., 2009) en febrero de este año re-flejan este avanceHay 32,2 millones de hectáreas de superfi-cie agraria que se maneja con métodos decultivo ecológico, por más de 1,2 millonesde pequeños y grandes productores (2007).Además existen otras 400.000 hectáreas cer-tificadas donde se practica la acuiculturaecológica.Los continentes con la mayor cantidad deáreas de cultivo ecológico son: Oceanía, Eu-ropa y América Latina. Por países, Australia,Argentina y Brasil son los países con las ma-yores superficies agrícolas manejadas enecológico. La proporción más alta de tierrasde producción ecológica está en países eu-ropeos: Liechtenstein, Austria y Suiza. Lospaíses con el mayor número de productoresa nivel mundial son Uganda, India y Etiopía,Al menos la mitad de los productores eco-lógicos se encuentra en ÁfricaAlrededor de un tercio de la superficie ma-nejada de forma ecológica en el mundo (ca-si 11 millones de hectáreas) está situado enlos países en desarrollo. La mayor parte deestas tierras se encuentra en países de Amé-rica Latina, con Asia y África en segundo ytercer lugar. Existen casi 31 millones de hec-táreas declaradas como áreas de recolecciónsilvestre o dedicadas a la apicultura. Alre-dedor de dos tercios de la tierra bajo ma-nejo ecológico son pastos y praderas (20 mi-llones de hectáreas). La superficie agraria útil(tierras de labor y cultivos permanentes)abarca 7,8 millones de hectáreas, un cuar-to de la superficie cultivada en ecológico.Comparado con anteriores años, existe unatendencia clara a incrementar la superficiede cultivos ecológicos. Se han conseguidoincrementos en la superficie relativa en al-gunos cultivos; por ejemplo, la superficie decultivo de cafetos y de olivar alcanza másdel 5% del total del área con cultivos, y enalgunos países las proporciones son aún ma-yores: el 30% del café mexicano es ecoló-gico. A nivel global, el área de tierra ecoló-gica se ha incrementado en casi 1,5 millo-nes de hectáreas respecto a los datos de2006.En cuanto al mercado, los productos eco-lógicos están resistiendo bien la crisis eco-nómica. La comercialización de este tipo de

artículos acumula aumentos de dos dígitosanuales. Las estimaciones sitúan el creci-miento entre un 15% y un 20% y con lasprevisiones apuntando al alza. En cincoaños la facturación de esta actividad se haduplicado, hasta los 600 millones de eurosal año.Por ejemplo, una importante cadena de su-permercados apunta que en sus centros elcrecimiento de las ventas en número de ar-tículos fue del 22% en el pasado año 2008respecto al anterior, mientras que su factu-ración creció un 21,5%. La cadena cuentacon 600 referencias de productos ecológi-cos que introdujo en sus lineales hace yauna década. Además esta cadena acaba delanzar al mercado productos no alimenta-rios de limpieza ecológica bajo su propiamarca.El crecimiento se produce a pesar de que es-tos productos son entre un 20% y un 30%más caros de media que el resto. Si bien am-bos artículos, ecológicos y no ecológicos,no son comparables. Y ahí está la clave. Loscompradores de estos artículos son un pú-blico fiel que a pesar de la crisis sigue dis-puesto a pagar más por la diferencia. La fac-turación de otra tienda especializada se du-plicó en 2008. Lo mismo apunta otra cadenade tiendas especializadas de alimentos eco-lógicos italiana que se instaló en España ha-ce ya siete años con la intención de abrirfranquicias. En los dos primeros meses delaño, las ventas de sus locales en Madrid hancrecido un 15%.El sector de los alimentos ecológicos tieneque crecer porque aún tiene mucho por re-correr en España. El consumo de este tipode productos representa cerca del 1% fren-te a más del 5% que supone en países co-mo Alemania, Italia o Francia. Un dato quecontrasta con el hecho de que España es elsegundo país europeo en superficie ecoló-gica que exporta alrededor del 85%. Los da-tos del Ministerio de Medio Ambiente, y Me-dio Rural y Marino (MARM) correspondien-tes a 2008 hablan de un crecimiento delárea certificada con el método ecológicohasta superar el millón de hectáreas y másde 20.000 operadores.Los alimentos ecológicos también han sidouna oportunidad para las grandes superfi-cies. Al menos cuatro de ellas (Carrefour,Eroski, Alcampo y El Corte Inglés) han idoaumentando sus referencias en artículos deeste tipo, tanto con marcas propias como deterceros. Algunas de estas grandes superfi-cies cuentan con unas 900 referencias de ar-tículos ecológicos, incluso con espacios ex-

clusivos dedicados a ellos. Otras tienen unamarca propia que cuenta con más de 100referencias.

Los beneficios ambientales dela agricultura ecológica

La agricultura ecológica conlleva un re-planteamiento del sistema productivo, sien-do los efectos más destacables la produc-ción de unos alimentos libres de sustanciasbiocidas y la amortiguación de los impactosnegativos que se generan sobre el medioambiente.Se prioriza conseguir una tierra fértil capazde mantener una actividad biológica propiay que posibilite el desarrollo equilibrado dela vegetación que sustenta en vez de reali-zar unas aportaciones de abonos dirigidas alas necesidades inmediatas de unos cultivosimplantados sobre el “soporte” suelo.La materia orgánica constituye el principalrecurso para alcanzar el nivel de fertilidadfísica, química y biológica óptima del sue-

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lo. Los estiércoles, el compost, los abonosverdes, los restos de cultivos..., son materiasprimas primordiales en las granjas ecológi-cas para generar humus.La mejora del nivel de materia orgánica re-percute directamente en el aumento de lareserva de elementos minerales necesariospara el crecimiento de los cultivos y la mi-croflora, suministrando dichos nutrientes deforma gradual gracias a la acción de los mi-croorganismos edáficos que actúan de for-ma sinérgica a los requerimientos de los ve-getales, reduciendo así los riesgos de pér-didas de nutrientes por lixiviación.Las substancias húmicas desempeñan un pa-pel fundamental en la estructuración delsuelo, favoreciendo una porosidad equili-brada que facilita la circulación del aire y elagua. De este modo se incrementa la infil-tración de agua, reduciendo los riesgos deescorrentía superficial y por ende el riesgode erosión hídrica. Por otro lado, las mayo-res tasas de infiltración de agua se tradu-cen en un aumento del agua del suelo y sefavorece, también, la recarga de los acuífe-

ros, contribuyendo a la regulación del ciclohidrológico.Al prescindir del uso de fertilizantes mine-rales nitrogenados se evita el uso de unosabonos que requieren de un alto consumode combustibles fósiles (se requiere, apro-ximadamente, la energía equivalente a 1,5ó 2,0 litros de petróleo para sintetizar unaunidad fertilizante de nitrógeno). Tambiénse reducen considerablemente los riesgos decontaminación por nitratos de las aguas sub-terráneas, ya que los fertilizantes nitrogena-dos inorgánicos constituyen la principalfuente.Evitar el consumo de energía fósil en la sín-tesis de fertilizantes y, en menor medida,plaguicidas supone para la agricultura eco-lógica una reducción manifiesta de las emi-siones de dióxido de carbono causante delefecto invernadero. Por otro lado, la mate-ria orgánica del suelo constituye un sumi-dero importante de carbono, por lo que alrealizar una agricultura basada en mantenerun nivel elevado de materia orgánica delsuelo se contribuye en la reducción de los

gases causantes del efecto invernadero en laatmósfera.La aplicación de técnicas de control de pla-gas dirigidas, específicamente, a favorecerla presencia de depredadores naturales setraduce en el mantenimiento del equilibrionatural de las redes tróficas y constituye laestrategia básica de gestión del agrosiste-ma en agricultura ecológica. Este incre-mento de la diversidad biológica se mani-fiesta, también, a nivel de la vegetación es-pontánea que, en algunos casos, puedefavorecer la fertilidad del suelo o la presen-cia de artrópodos, polinizadores, etc. Alprescindir de plaguicidas que afectan a lavida del suelo y disponer en la mayoría delos casos de niveles de materia orgánica máselevados se favorece el aumento de la po-blación de fauna edáfica, especialmente laslombrices, indicadores por excelencia de lacalidad del suelo. En general, el incremen-to de diversidad biológica a nivel vegetal einvertebrados favorece una mayor partici-pación de niveles tróficos superiores comoel que representan las aves.

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Actualmente se están desarrollando estudiosdirigidos a cuantificar en términos econó-micos los costes de los impactos (externali-dades) de la agricultura sobre el entorno. Enestos estudios se pone de manifiesto la tras-cendencia del coste de algunas acciones co-mo la contaminación de los acuíferos, lacontribución al incremento de los gases delefecto invernadero, la pérdida de suelo fér-til a través de los procesos erosivos, el con-sumo de combustibles fósiles, la pérdida dediversidad biológica o los efectos sobre lasalud humana.Frente a los sistemas convencionales, apa-rentemente muy productivos pero con unelevado coste de las externalidades, la agri-cultura ecológica es una alternativa que po-sibilita una reducción significativa de los im-pactos negativos. Uno de los más claros serefiere a que la eficiencia de la energía norenovable de la agricultura ecológica es ma-yor que la de la agricultura convencional yel gasto de energía fósil es menor, siendo losaspectos más influyentes en estos resultadosel empleo de materia orgánica en bruto, lasestructuras semipermanentes (en cultivosbajo abrigo), el consumo de energía eléctri-ca en el riego con agua elevada, la utiliza-ción de maquinaria agrícola y la energía in-herente en las producciones obtenidas.

Agricultura ecológica,desarrollo rural y empleorural

Los resultados de un estudio reciente reali-zado en el Reino Unido, por Soil Associa-tion (2006), ponen de manifiesto las venta-jas socioeconómicas de la agricultura eco-lógica frente a la agricultura convencional.Este estudio señala concretamente que lasfincas ecológicas del Reino Unido dan un32% más de empleos por hectárea que lasconvencionales (50% más por finca). La ca-lidad de los empleos creados es mejor en losque crea la agricultura ecológica. Estos em-pleos se crean casi todos en el área rural yson en general más rentables.Además, señala que la agricultura ecológi-ca atrae a más agricultores jóvenes y pre-parados que la convencional, que potencianel desarrollo rural, tanto en la produccióncomo en la transformación y elaboración dealimentos, entre otros factores. Los nuevosagricultores que se incorporan a la actividadagraria lo hacen mayoritariamente en pro-ducción ecológica. Los agricultores ecoló-gicos, además de mantener una mayor di-

versificación de la producción, son tambiénmás activos en comercialización, distribu-ción al por menor, elaboración casera ycreación de relaciones de confianza con losconsumidores. Si se convirtiera toda la agri-cultura del Reino Unido a ecológica, secrearían 93.000 empleos.Otro estudio realizado en España (Alonso etal., 2006) para conocer la contribución di-ferenciada al desarrollo rural de la agricul-tura ecológica, respecto a la convencional,apunta que pese a los menores rendimien-tos por área y los mayores costes de la pri-mera, los precios obtenidos son más altos,ofreciendo mayores ingresos y un balanceeconómico más favorable a los agriculto-res ecológicos y concluye que la agricultu-ra ecológica contribuye a incrementar larenta agraria en el medio rural respecto ala agricultura convencional.En este sentido, la agricultura ecológica, gra-cias a su enfoque holístico, contribuye al de-sarrollo rural de las siguientes formas:◆ Mejora la gestión local o gobernanza.

Coloca al productor en el centro de la es-trategia de producción agrícola restable-ciendo la función de toma de decisionesde las comunidades locales, garantizan-do su derecho a controlar sus propios re-cursos y dedicando su participación ac-tiva en una cadena alimentaria de valoragregado.

◆ Crea un espacio económico dinámico.Al reducir la mecanización y evitar el usode agroquímicos, crea puestos de traba-jo y aumenta los retornos de la mano deobra. La producción diversificada de pro-

ductos de calidad disminuye los impac-tos de las malas cosechas y aumenta lasoportunidades de comercialización. Ladiversidad es el medio para alcanzar laseguridad de ingresos y alimentaria.

◆ Mantiene un ambiente saludable. Pormedio de su enfoque ecológico, mantie-ne la integridad del ecosistema y la pro-ductividad de los recursos naturales.Conserva los paisajes naturales y las es-pecies silvestres, devuelve la vitalidad alos suelos y mantiene la biodiversidad pormedio del uso y desarrollo de semillas lo-cales. Al reducir el uso de insumos agro-químicos, la agricultura ecológica pro-porciona un ambiente de trabajo más sa-ludable para los productores.

◆ Cuida el capital social de las áreas rura-les. La agricultura ecológica se caracteri-za más por la intensidad de conocimien-to que por la intensidad de capital o derecursos; por lo tanto, hace uso del co-nocimiento tradicional y promueve el in-tercambio campesino a campesino. Pro-porciona las herramientas necesarias pa-ra la inspección y el control, tal es el casode los Sistemas de Control Interno y deGarantía Participativos que fortalecen laorganización social y empoderan a lascomunidades rurales.

Por esta razón, la Sociedad Española deAgricultura Ecológica (SEAE) ha puesto enmarcha el proyecto Agricultura Ecológica,Fuente de Empleo Rural (AEFER), que con-siste en la realización de una serie de ac-ciones encaminadas a promover el estable-cimiento y la conversión de agricultores ysus empresas a la producción y elaboraciónagraria ecológica. El objetivo del proyectoes contribuir a una mayor sostenibilidad(ecológica, económica y social) de los sis-temas agrarios, mejorando la calidad de vi-da de los agricultores, promoviendo la con-versión a la agricultura ecológica, diversifi-cando y ampliando las actividades agrarias.El proyecto se está desarrollando en cincocomunidades autónomas cofinanciado porel Fondo Social Europeo (FSE) a través de laFundación Biodiversidad (FB) como entidadgestora en el marco del Programa Emplea-verde. Además, cuenta con la colaboraciónde varias entidades situadas en las comu-nidades autónomas donde se ejecuta, queson la Coordinadora Asturiana para el De-sarrollo de la Agricultura Ecológica (CA-DAE), en Asturias; la Red de Semillas “Re-sembrando e Intercambiando” (RdS), en An-dalucía; la Sociedad Gallega deAgroecología (SOGA), en Galicia; la Red de

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Agroecología y Ecodesarrollo Región deMurcia (RAERM), en Murcia, y la FundaciónInstituto de Agricultura Sostenible y Ecoló-gica (FIAES), en Comunidad Valenciana.En los primeros meses del proyecto, quese puso en marcha en noviembre de 2008,se desarrolló una campaña de sensibiliza-ción dirigida a los agricultores convencio-nales donde se explicó cuáles son losprincipales beneficios y ventajas de laagricultura ecológica para ellos. Paralela-mente se han desarrollado cinco cursosformativos presenciales en Valencia,Almería, Galicia y Murcia sobre métodosde asesoramiento en agricultura ecológi-ca, protección vegetal, diseño y manejode agrosistemas sostenibles, y control bio-lógico de plagas y enfermedades en agri-cultura ecológica, que han tenido muybuena acogida por parte de los técnicos,especialmente de cooperativas y SAT.Cabe destacar también el curso on-line deagroecología que estamos desarrollando,donde participan 30 alumnos de las 5comunidades autónomas del proyecto.También se han puesto en marcha los tres

estudios del proyecto sobre el uso de semi-llas y recursos genéticos locales en agricul-tura ecológica en las zonas del proyecto, asícomo la guía sobre paisajes culturales yagrícolas en Tierra de Iberos (Murcia) y elestudio sobre propuestas agroecológicas degestión de los recursos naturales, con énfa-sis en el uso eficiente del agua en Lugo. Elproyecto contempla además la construcciónde una página web AEFER, el estableci-miento de un observatorio de precios y em-pleo verde y el establecimietno de una pla-taforma e-learning para la enseñanza a dis-tanciaUna de las acciones más destacadas delproyecto AEFER es el servicio de asesora-miento directo al agricultor que se haabierto recientemente, contando con unasesor en Asturias, Galicia, Murcia yValencia que acompañará a los agriculto-res en el proceso de conversión a la pro-ducción ecológica.Con este proyecto se pretende contribuir auna mayor sostenibilidad del sector agro-pecuario en todas sus esferas (ecológicas,económicas y sociales).

Conclusiones

La agricultura ecológica sigue creciendo abuen ritmo, aun en tiempos de crisis finan-ciera mundial, y se ha convertido en un mo-delo de agricultura que ofrece beneficiosambientales y socioeconómicos, impulsan-do un desarrollo rural sostenible. Esto ya sepuede observar en distintos casos de la vidareal en el ámbito de la sostenibilidad eco-nómica, social y ambiental. No solamentelas poblaciones rurales disfrutan ya de esosbeneficios de la agricultura ecológica, sinoque también llegan a los habitantes urbanosque están en mejor situación.Por lo tanto, los gobiernos locales, regio-nales y nacionales deberían asumirla co-mo una estrategia para conseguir un desa-rrollo rural más sostenible, involucrando alas comunidades y a los consumidores ensus decisiones. Las autoridades locales pue-den crear condiciones positivas para su de-sarrollo de diversas formas, tales como la or-ganización de mercados diarios y semana-les de productores ecológicos en lasciudades, el ofrecer alimentos locales y eco-lógicos en los comedores públicos (escue-las, hospitales, etcétera), promover el esta-blecimiento del agroturismo ecológico yapoyando la educación de las generacionesjóvenes sobre los vínculos entre agricultura,ecología y alimentación diaria. ■

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BIBLIOGRAFÍA

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La agricultura ecológica sigue creciendo a buen ritmo,aun en tiempos de crisis financiera mundial, y se haconvertido en un modelo de agricultura que ofrecebeneficios ambientales y socioeconómicos,impulsando un desarrollo rural sostenible

Granja de porcino ecológico. Teruel.

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