90

FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Dibujos de arte ibérico II, original de Francisco J. Pajares Gutiérrez, se compone de una selección de dibujos al grafito y a la sanguina representando figuras, torsos y animales procedentes de hallazgos arqueológicos de arte ibérico. Pajares, arquitecto, dibuja desde hace años las valiosísimas piezas de arte ibérico de la colección del Museo Provincial de Jaén, donde se custodian gran cantidad de obras íberas de primer orden. Editado por la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí-Diputación de Córdoba.

Citation preview

Page 1: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 2: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

Fundación Provincial de

Artes Plásticas “Rafael Botí”

Presidente

Francisco Pulido Muñoz

Vicepresidente

José Mariscal Campos

Consejo Rector

Rafael Botí Torres

Isabel García García

José Guirao Cabrera

Reyes Lopera Delgado

María José Montes Pedrosa

Mercedes Mudarra Barrero

Ana María Romero Obrero

Juan José Sastre Pérez

Josefa Soto Murillo

Juan Vicente Zafra Polo

Comisión Técnica

Rafael Botí Torres

Jesús Cantero Martínez

Magdalena Cantero Sosa

Mónica Carabias Álvaro

Francisco Javier Flores Castillero

Nieves Galiot Martín

Manuel Muñoz Morales

Mariano Navarro Herranz

Diego Ruiz Alcubilla

Teresa Sánchez Alberti

Exposición

Coordinación General

Vicente Rabasco Bravo

Diego Ruiz Alcubilla

Coordinación del Proyecto

Óscar Fernández López

Producción

Fundación Provincial de

Artes Plásticas “Rafael Botí”

Montaje e Iluminación

Emilio Calderón Márquez

Daniel Egea Peña

Juan Marín Gil

Francisco Rubio Rodríguez

José Antonio Ruiz Caballero

Transporte

Fundación Provincial de

Artes Plásticas “Rafael Botí”

Seguro

IB International Broking

Catálogo

Edita

Fundación Provincial de

Artes Plásticas “Rafael Botí”

Textos

Luis Berges Roldán

José Luis Chicharro Chamorro

Pedro A. Galera Andreu

Fco. Javier Pajares Gutiérrez

Iván Pajares

Arturo Ruiz

Diseño de la Colección

Zum Creativos, s.l.

Fotomecánica y maquetación

Fotograbados Casares, s.l.

Fotografía

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Imprime

Imprenta Luque, S.L.

I.S.B.N.

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Depósito Legal

CO-………………xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx……………………

Agradecimientos

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

xxxxxxxxx

© de los textos: sus autores

© de las fotografías: sus autores

© de la presente edición: Fundación Provincial de Artes

Plásticas “Rafael Botí”

Page 3: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

Dibujos arte ibérico IIFrancisco Javier Pajares Gutiérrez

Colabora:

Organiza:

Fundación Provincial Artes Plásticas "Rafael Botí"Diputación de Córdoba

Page 4: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

Contenidos

Page 5: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

PresentaciónJosé Mariscal Campos

PresentaciónFco. Javier Pajares Gutiérrez

Javier Pajares o la paciencia en el dibujo escultóricoJosé Luis Chicharro Chamorro

Ligero de equipajeIván Pajares

La pasión del dibujoPedro A. Galera Andreu

Dibujos de Javier PajaresLuis Berges Roldán

Otra mirada para la escultura iberaArturo Ruiz

Catálogo

Biografía

7

9

11

13

15

21

25

29

87

Page 6: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 7: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

7

José Mariscal CamposDiputado - Delegado de Cultura y Vicepresidente de la Fundación Provincial de Artes Plásticas "Rafael Botí"

Presentación

Apenas están separados por unos centímetros en el corte estratigráfico, aparecen casi solapados con los primeros pasos de la civilización clásica. Sin embargo los restos del arte ibérico no han corrido una suerte análoga a la de sus vecinos del pasado. Es difícil esbozar una sola causa de este agravio comparativo, pero el hecho es que variados intereses y una cultura científica demasiado embelesada en la tradición greco-rromana como ideal de perfección han dejado fuera de juego a lo ibérico durante décadas. Tan sólo las damas de Elche y Baza sobrevivían en un pequeño apartado del Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

Sin embargo, en la actualidad la valoración del arte ibérico parece que ha crecido. No se trata de un aspecto baladí el que reciente-mente la emblemática efigie ilicitana ocupe un lugar protagonista en el Museo Arqueológico, ni lo es tampoco que su imagen se haya convertido en signo de identidad de la sociedad y la cultura levantinas. No es accesorio por cuanto que refleja un interés mucho mayor del que disfrutara antaño.

Es desde esta perspectiva revalorizada que Javier Pajares se aproxima también a la f iguras, torsos y animales procedentes de hallazgos arqueológicos de arte ibérico. Y lo hace desde el mismo rigor y el mismo sentir clásico desde el que lo hiciera, por ejemplo, Jacques Carrey cuando en el siglo XVII dibujó los frisos y el frontón del Partenón. Con una técnica de dibujo exquisita, Pajares nos aproxima a lo ibérico desde su perspectiva personal, dejando claro que el pasado se actualiza cada vez que el arte posa su mirada sobre él.

Page 8: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 9: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

9

Fco. Javier Pajares Gutiérrez

Presentación

Los dibujos que podéis contemplar y que forman parte de una colección más amplia, son el fruto de un viaje interior en el que el espíritu se desplaza por el Reino de las Tinieblas abriendo rendijas a la tupida red de la diosa “Obscuridad” para que se muestre la “Luz” con todos sus atributos y matices.

Este viaje se realiza en el reposo y silencio más absolutos, interrumpido solamente por los espasmos de una mano que interpreta los estímulos captados por la retina que absorbe a su vez el flujo de fotones con continuos aleteos de los párpados frente a los “personajes” petrifi-cados de nuestra cultura ibera.

Han sido horas, días, meses, años de diálogo enriquecedor entre un mundo de formas primitivas pero de una belleza explosiva emitiendo sin cesar una sinfonía de claroscuros y el cerebro, ayudado por el corazón, de un dibujante que trata de adivinar la vibración de los corpúsculos de la luz asociados a una inquietante onda en su intento de romper la maraña para emitir su melodía exclusiva.

Cada minuto es la medida de un compás desesperante.

Cada trazo es un acorde y una herida al tiempo.

La emoción de la Poesía plástica que se ha vivido es como un verdadero Camino de Santiago o como un viaje a la Meca pero que comienza y termina en uno mismo, sentado en la misma silla de peregrino y tan inmóvil que no necesita Posadas ni refrigerios y solo se ayuda de su lápiz-báculo para conseguir esa paz interior imposible que resulta de la unión del humilde hombre y su obra.

Page 10: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 11: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

11

Javier Pajares o la paciencia en el dibujo escultórico

José Luis Chicharro ChamorroExdirector del Museo de Jaén

La exposición que mostramos en el Museo, como indica su título, está dedicada al dibujo con una temática monográfica del arte ibérico. Es, por lo tanto, una muestra expresiva que conjuga la creatividad de su autor con la escultura ibérica que tantas resonancias despierta en todos nosotros.

En el arte, el dibujo es un medio expresivo que desde siempre ha sido practicado por los artistas plásticos y en los tiempos actuales se viene aquilatando de manera especial. Por ello se acometen exposiciones de dibujo como la dedicada a Alonso Cano en Córdoba o al legado de Manuel Gómez-Moreno en Granada o la muestra A través del Dibujo organizada en 1996 por la Consejería de Cultura que mostraba 500 dibujos de 24 artistas andaluces y que pudimos ver en el Museo de Jaén. Y es que la práctica del dibujo nos habla de libertad y de inmediatez expresiva por la sencillez de recursos que implica.

Pajares nos presenta en esta ocasión con gran belleza varias decenas de obras en su mayor parte concebidas con lápiz de carboncillo con resultados plásticos elocuentes. Estas obras nos hablan de una paciencia infinita, de una relevante minuciosidad que retratan a su vez a su autor. Sus dibujos poseen una nítida calidad plástica y sus acabados con diversas gradaciones hacen que los motivos representados adquieran una presencia intemporal plena de atractivos.

Page 12: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

12

Se puede decir que el dibujo es un espacio de reflexión, una herramienta de pensamiento en manos de un artista; y con ese trasfondo Javier nos muestra una entrañable sensibilidad con unos trazos, unos toques y unas suaves maneras de acercarse al papel que singularizan sus obras. Guillermo Pérez Villalta escribía: “El dibujo es para mí el instrumento más eficaz que he encontrado para pasar de la idea a la consecución de una obra”. Nuestro dibujante, en 1999, al poco de inaugurar la sala con la nueva propuesta expositiva dedicada a las esculturas de Porcuna tomó la decisión de servirse del dibujo para llevar su idea a buen puerto. Se fijó el horizonte de representar las esculturas ibéricas a su manera, sirviendo de paso a la tradicional idea del dibujo arqueológico como elemento de fijación, aunque con otros planteamientos.

Javier Pajares de alguna manera culmina en sus dibujos un camino interior pero también un camino del propio centro museístico pues en marzo de 1999 se inauguró la nueva sala y montaje que el Museo dedica al excelente Conjunto Escultórico Ibérico de Cerrillo Blanco (Porcuna, S. V a. C.) tras un largo proceso. Un proceso complicado de más de veinte años que ha tenido siempre como protagonista indiscutible el conjunto de esculturas pero en el que han intervenido numerosas personas que han dedicado su tiempo y su esfuerzo a la atención del magno legado. Como Director de la institución en los últimos años me ha correspondido la responsabilidad de encabezar los pasos que han llevado a la nueva presentación museográfica y que arrancamos de forma efectiva en las negociaciones con la organización de la exposición Los Iberos, Príncipes de Occidente a mitad de los años noventa para comenzar la financiación de la restauración para la presentación homogénea del Conjunto.

Algunos días que he visitado la Sala a primeras horas de la tarde me he encontrado a Javier trabajando en un dibujo, siguiendo su proyecto, en silencio, tranquilo pero con una mirada atenta y con una mano que lenta pero suavemente iba plasmando en el papel un emblema del Arte Íbero de Jaén. Ahora nuestra mirada se puede posar en un trabajo serio y riguroso y hacer eso que llaman la fruición del Arte.

Page 13: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

13

A veces nos encontramos gente que nada a contracorriente sin que ello sea muy aparente, sin hacer exhibición. Individuos que siguen su camino sin apenas reparar en lo que sucede a su alrededor, atentos a su observación, a su búsqueda personal. El trabajo que sigue a estas líneas es un buen ejemplo de lo anterior.

Mi tío Javier, al que tengo la suerte de ayudar a exponer esta aventura, ha escogido el camino de lo esencial, de la desnudez. Para entender lo que representa esto para el artista debemos comprender qué equipaje lleva consigo el artista y a qué renuncia en su camino.

Acostumbrados a la vir tualidad de la representación, llegando incluso a darle el rango de lo real a lo virtual, nos hemos olvidado de los conceptos que subyacen a la técnica de toda representa-ción. Para llegar a la cámara fotográfica hemos tenido que pasar antes por la pintura al óleo, antes por el temple y aún antes por las marcas hechas en la pared de una cueva con la sangre de algún animal que nos alimentó.

Durante el proceso de maduración técnica que tan groseramente he descrito, hemos ido olvidando cuál es la herramienta suprema: el ojo del creador y su mano entrenada. Hemos ido delegando nuestras capacidades en procedimientos y técnicas cada vez más sofisticados, y hemos ido –por tanto– perdiendo nuestra autonomía

Ligero de equipaje

Iván PajaresArquitecto

Page 14: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

14

creadora. Javier ha seguido el camino contrario. Se ha ido desprendiendo de todo lo innecesario, de todo aquello que no depende directamente de su ojo y su mano, para producir un registro fiel de unas piezas únicas.

Cuando observamos muy de cerca estos dibujos, y esto es fundamental para entender la obra, descu-brimos un andamiaje increíblemente rico sobre el que se asientan toda una serie de líneas y trazos de muy distinta índole para formar la imagen. Un tejido fruto de la paciente superposición de cientos, si no miles, de líneas unas sobre otras.

Dentro de esa acumulación podemos percibir un orden, una jerarquía, y es que el ojo del artista no es ingenuo. Ha encontrado una lógica motora en la representación que ordena y apoya el andamiaje sobre el que se construye el dibujo.

Gracias a esa base increíblemente rica y detallada y a una determinación inquebrantable para, con lo mínimo, conseguir el máximo en dicha representación, Javier consigue dar volumen al tejido de líneas para que mediante una construcción luminosa comprendamos las formas que dibuja.

Ahora que lo damos todo por supuesto y por sabido es muy necesario que personas con la necesaria paciencia y humildad de Javier nos recuerden la increíble potencia oculta en nuestros cerebros y que simplemente está ahí esperando a que le demos una oportunidad para manifestarse.

Page 15: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

15

La pasión del dibujo

Pedro A. Galera AndreuCatedrático de la Universidad de Jaén

“...Extrae de muchas cosas un juicio universal semejante a una forma o idea de todas las cosas de la naturaleza, la cual es muy regular

en sus medidas. Por eso no sólo en los cuerpos humanos y de los animales, sino también en las plantas, edificios, esculturas y pinturas

sabe la proporción que tiene el todo con las partes y que tienen las partes entre ellos y con el todo, y como de este conocimiento nace un

juicio determinado, que forma en la mente aquella cosa que después expresada con las manos se llama “dibujo”, se puede deducir que

este dibujo no es otra cosa que una forma y explicitación concretas del concepto que se tiene en el alma y que se imagina en la mente y

se articula en la Idea”.*

Tres acepciones Registra el Diccionario de la Lengua Española para definir la acción de dibujar. La primera: “Delinear en una superficie y sombrear imitando la figura de un cuerpo”. Una segunda: “Describir con propiedad una pasión del ánimo o una cosa inanimada”. Por último: “Indicarse o revelarse lo que estaba callado u oculto”. Delinear, describir, revelar, tres verbos que nos conducen de la superficie de las cosas a lo más profundo de la realidad. Riqueza de nuestra lengua, se dirá, pero sin duda porque el concepto lo requiere.

La primera de las acepciones es evidentemente la más común, la compartida por la mayoría; procedimiento mecánico de traslación sobre el papel u otra superficie por una mano hábil, pero dócil, lo que el ojo ve. En cambio en la descripción contemplamos un papel interpretativo, un proceso intelectual, y en la revelación una trascen-dente visión poética. De lo técnico a lo creativo, el dibujo se convierte por tanto una de las manifestaciones eximias de las facultades humanas. Fruto exquisito de la mente, diestra o siniestramente (hay zurdos maravillosamente diestros) materializado, el dibujo se hace consustancial a la existencia del hombre sobre la Tierra y en conse-cuencia, presente desde las primeras manifestaciones culturales, allá en la Prehistoria. No quiere decir esto que haya siempre gozado del mismo aprecio, ni como instrumento de conocimiento ni como arte, pero para la cultura moderna al menos ambas apreciaciones han sido admitidas, con momentos de peor o mejor fortuna según las veleidades, también humanas, de la historia del arte.

Page 16: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

16

Durante mucho tiempo el dibujo considerado como trazo delineador de una forma colmó las aspira-ciones de una práctica extraordinariamente útil para el conocimiento. Permitía representar el mundo visivo que nos rodea, pero también el no visible, el de las ideas, que cobraban de esta manera forma de proyecto. Las Academias y los arquitectos fueron sus principales valedores, unos usándolo como método básico para configurar todo tipo de obra plástica; los otros, para poder visualizar en distintas dimensiones formas y proporciones de un organismo arquitectónico. En cualquiera de los casos la línea como trazo implica un proceso mental de síntesis y de análisis a la vez de la realidad, cosa que le dotó de esa categoría intelectual tan bien asentada por la teoría artística del Renacimiento y en particular por Vasari, para quien el dibujo era el padre de las tres grandes artes, así consideradas entonces, arquitectura, pintura y escultura. Merece la pena recogerla, a fuer de que se me tilde de erudito. Sostiene el artista italiano que el dibujo:

De la excelencia de la definición vasariana no cabía esperar más que la valoración del dibujo en sí mismo, como una obra de arte acabada, autónoma, sin necesidad de contemplarla solamente como medio para llegar a otras formas, aunque el nacimiento y proliferación de las Academias en esas fechas postreras del siglo XVI hicieran de esta idea del diseño, o mejor, del diseño como idea, el fundamento de todas las artes y por tanto su imposición disciplinar en la enseñanza y aprendizaje de las mismas. Prueba de ello sería la progresiva afición al coleccionismo de dibujos, su transmisión y venta, que entre los propios artistas, primero, y después entre los “amateurs” empieza a desarrollarse. Solo las diatribas, afines del siglo XVIII entre “antiguos” y “modernos”, entre dibujistas y coloristas, en la pugna por la primacía de la forma plástica en la pintura, que empezaron a cuestionar ese papel hasta entonces indiscutible de base al dibujo y que se fue acentuando a lo largo del siglo XIX con las corrientes antiacadémicas a partir del Impresionismo, junto al nacimiento de la fotografía, podían suponer un duro golpe al dibujo. Puesto en tela de juicio y hasta desbancado en parte dentro de las academias artísticas, en un debate que aún sigue vivo, el dibujo se ha ido retirando como obra autónoma, que nunca ha dejado de serlo, a un silencio reflexivo, apartándose del rutilante éxito de la llamada “pintura-pintura”, que en explosión de color y tamaños se ha apoderado a lo largo de casi toda la centuria pasada del escenario del arte.

Page 17: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

17

Por el contrario, en las Escuelas de Arquitectura el dibujo ha mantenido una posición de fortaleza como disciplina formativa y no como simple instrumento técnico, con ser ya de por sí imprescindible para la representación gráfica, es decir, como instrumento de análisis de formas. Y esto en una época de avance tecnológico como no se había conocido en la Edad del Humanismo, avance controlado incluso por otras profesiones afines, ha acentuado la sensibilidad artística del arquitecto moderno, para quien el dibujo adquiere una entidad de autonomía plena para idear y soñar nuevas arquitecturas. Pero además, conocedor e iniciado en las posibilidades poéticas que el diseño conlleva, practica y se entrega quizás con mayor fruición a la representación de objetos reales que muchos pintores.

Javier Pajares pertenece a este grupo de profesionales de la arquitectura que han sabido cultivar su sensibilidad artística a partir del conocimiento y la destreza en el dibujo. Lo conozco desde hace tiempo y se de su interés por el tema a través de conversaciones y de su voluntad expresa de investigación acerca de los motivos arqueológicos que hoy son objeto de esta Muestra y que, desde al menos cinco años, espolearon dicho interés. Fue tal vez el descubrimiento del rico yacimiento del Pajarillo de Huelma, junto a la ya magnífica colección de escultura ibérica que posee el Museo Provincial de Jaén , lo que le impulsó a dibujar con apasionamiento estos fragmentos, testigos de una cultura ancestral, que en su fragmentariedad y aislamiento de piezas de museo, invitan al ojo inquisitivo a analizarlos más allá de sus silentes figuras, suspensos en un espacio extraño, como retazos de un tiempo perdido.

Con lentitud, en estos tiempos que corren no identificables precisamente con la parsimonia, J. Pajares ha dedicado cinco años al menos a dibujar con apasionamiento, decía, esto es, a “delinear”, “describir” y “revelar”, según fija nuestra Academia de la Lengua, un mundo que fue plasmado en formas y figuras de indudable identificación: Guerreros; armas; animales...representados con todo lujo de detalles. Tanto, que nos abruma la riqueza de datos documentales que nos proporcionan, descritos con enorme precisión, y que la fotografía pronto se apresuró a explicitarnos de manera aún más evidente ¡Ah, la Fotografia! ese gran documentalista actual, que con su potencial técnico y también artístico, pero de otra manera, sabe con hábil manejo de las luces avivar perfiles, recortar figuras en un espacio y aplanar superficies...Sí, la fotografía nos ha ensalzado valores monumentales, ha deificado las piezas,

Page 18: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

18

elevadas a esa categoría de lo museable; pero a cambio crea una distancia, una barrera invisible e infranqueable, entre el espectador y la obra.

El dibujo por el contrario nos acerca, nos mete directamente en la piel de las figuras. La escala la percibimos de modo diferente, de hecho el artista puede jugar a placer con ella, la agranda o la reduce, situándonos ante ella en distintas perspectivas. Pero es la magia de la línea, ese trazo que se desliza en el papel perfilando un volumen, delimitando un espacio en el fondo inerte, sin límites, de la superficie, que transmite vida a una materia que abandona la tersura y frialdad d la piedra para trans-formarse en otra orgánica. En un proceso continuo de indagación, J. Pajares va desvelando matices, mínimas transformaciones en las oquedades de las esculturas, de las fracturas de los relieves, en las brutales amputaciones sufridas, que escapan a la uniformante instantánea de la cámara fotográfica o a la mirada rápida del visitante del museo.

Siempre sobre la base de un medio tan sencillo como el lápiz, el artista nos va mostrando la génesis y el desarrollo de esa aproximación a las figuras. Primero, las gruesas líneas delimitadores de la forma con el blanco del papel de fondo, fuera y dentro de esos trazos, seguido en unos pocos dibujos de lo exhibido. Después, trazos más finos y sombreados van haciendo emerger el volumen en sutilísi-mas intensidades de grises. El análisis se agudiza y más allá de la abstracta forma que nos había hecho admirar el naturalismo de las anatomías de hombres y animales, comienzan a aflorar esos mil accidentes que el tiempo, al fin el “mejor escultor”, como dijera Marguerite Yourcenar, ha ido tallando pacientemente para que ahora el dibujo, guiado por la mirada atenta y la mano diestra, sepa rescatar. Así, el terso e intemporal rostro del guerrero se nos ofrece a modo de imagen “craquelada” en la que el idealismo de su expresión no puede superar la acción concreta, amenazantemente destructora, del tiempo histórico. Por un momento, el joven hombre, sinónimo de fuerza y heroicidad, adquiere el tono humano de la madurez, de la senectud incluso y del final irremediable de la vida.

En esa aproximación, a veces casi hipnótica, al objeto, el artista descubre formas más complejas en los cuerpos entrelazados en la lucha o en la caza; tensiones que denotan una animación plástica sote-

Page 19: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

19

rrada bajo el plano principal u “oficial” con el que fue concebida su exhibición ritual o representativa. Es como otra vida oculta y supeditada, que el ejecutor en su día no quiso olvidar, aunque consciente de que no se ofrecería a la contemplación de sus destinatarios, pero que real y consecuente guardaba para el ojo transgresor o para ser rescatada ahora por la mirada del artista moderno.

En fin, tampoco el autor ha querido quedarse en el apasionado descubrimiento descriptivo del grafito y ha optado asimismo por mostrarnos ciertas piezas bajo el cálido trazo de la sanguina, unas veces pura y otras combinada con el plomo de mina, para acentuar formas dominadas por ese toque emocio-nal que los rojizos tonos parecen querer recuperar de un ambiente ya perdido, de ese otro tiempo histórico al que pertenecen; un tono que las envuelve y nos las aísla, monumentalizándolas, sí, pero acercándonoslas a la misma vez sentimentalmente.

A la postre, el ojo del artista Javier Pajares se impone sobre el más disciplinado del arquitecto. La pasión narrativa y la emoción de descubrir revelan la actitud del silencioso meditador ante un mundo de magmas de formas, las del mundo exterior y la del suyo propio interior, allí donde nace la pasión por dibujar.

* VASARI, Giorgio, Le vite de piu eccellenti architetti, pittori e scultori... Florencia, Ed. 1568; I, 168. Cit. Por E. PANOFSKY, Idea. Madrid, Cátedra, 1977, pág. 59.

Page 20: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 21: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

21

Dibujos de Javier Pajares

Luis Berges RoldánArquitecto

Mi compañero Javier Pajares me pide que escriba algo que pueda facilitar ese siempre comprometido trance de una exposición, en su caso de una magnífica colección de dibujos suyos; tiempo en donde cualquier artista se lo juega todo al exponer al juicio de los demás no solo su obra, siempre digna de toda clase de crítica, sino también parte de su mundo interior, de su existencia callada y generalmente ajena a tantas cosas que al propio artista rodean.

Para esta su elección de mi persona, Javier me enumera una serie de razones, entre las que elijo nuestra común capacidad analítica mediante el dibujo, de lo perceptible y de lo impercep-tible acaso.

Aún tengo vivo el recuerdo lejano de mi primer contacto con esta saga de Arquitectos que son los Pajares. Eran aquellos años particularmente difíciles para mi madre y para todos sus hijos en los que ella me designó para la tarea de tratar de rescatar nuestra casa paterna de un bajo alquiler y poderla vender después. La oficina de Regiones Devastadas la ocupaba. Para ello tenía que hablar con el Arquitecto jefe: D. Ramón Pajares Pardo. Me impre-sionó su figura, amabilidad y su correcto castellano frente a lo que le contaba un joven estudiante en Madrid que entonces peleaba por verse dentro de su Escuela de Arquitectura. Y mi madre pudo vender la casa para sacarnos adelante. Después, con los años,

Page 22: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

22

las tareas colegiales, profesionales y hasta la colaboración con aquel buen arquitecto ya desaparecido, me dieron ocasión de nuevo trato.

Y un recuerdo, ahora cercano, es el que tengo del día en que Javier me pidió que viese en su casa la colección de dibujos que andaba realizando en el Museo Provincial de la estatuaria ibérica de Cerrillo Blanco. De su casa salí doblemente impresionado, no sólo por la alta calidad de sus dibujos, sino también porque nunca había visto tan de cerca ese grandioso instrumento musical que es el contrabajo que Javier igualmente “domina”.

Un tanto asombrado ante su capacidad de dibujante y de la tarea que se había propuesto con ella, descubrí en cada uno de sus dibujos el calor y la vida que aún latía con extrema fuerza bajo la pétrea piel de aquellos hombres guerreros y cazadores, de la del toro, el caballo, el lobo, el grifo y el águila, en actitudes arcaicas y congeladas musculaturas de blanca piedra caliza.

Un cúmulo de preguntas es lo que provoca de inmediato el descubrimiento y análisis de esta irrepetible serie de dibujos de Javier, con los que nos llega a poner en contacto con un mundo que aparentaba estar definitivamente callado, sin gritos ya de dolor o victoria, atomizado y después recompuestos sus fragmentos de rabia anónima, a través de los que parecía haberse perdido desangrada la fuerza de la vida.

A mi mente viene de nuevo aquella frase del pintor francés Le Brun, cuando declara: ”basta un lapicero para expresar todo lo que en la naturaleza existe, incluidas las pasiones humanas”.

Dos son las series que el arquitecto Javier Pajares Gutiérrez ha elaborado sobre este misterioso mundo ibérico.

En la primera de ellas, compuesta de unos 25 dibujos realizados con lápiz de grafito, uno no sabe como reaccionar al analizarlos con detenimiento. En ellos no está presente el recurso del dibujante

Page 23: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

23

cuando utilizando el lápiz, se vale de materia grasa que es el grafito para con ella cubrir superficies, moldear volúmenes y así cómodamente salir airoso en el difícil juego de la luz con la sombra. Porque en los dibujos de Javier es que no hay materia. Ellos son la antimateria pura, la meta a la cual todo artista plástico trata de llegar y muy pocos alcanzan, como ya lo hiciera W. Turner en sus acuarelas de la etapa entre los años 1822 a 1837.

Aquí, en la obra de Javier, el dibujo traspasa sus límites naturales de consecución para adentrarse en el mundo del grabado a punta seca. Aquí, las túnicas superpuestas, los ricos mantos de lino que se teñían de rojo, emiten ahogados roces; el bronce de los circulares pectorales y el de la caetra o escudo suena a metal golpeado; y cruje el cuero de atalajes y correas sobre las pieles sudorosas de animales y hombres.

Javier, al dibujar, no ha cubierto el papel con el lápiz; su técnica ha sido la levedad de la veladura, la transparencia de tenues capas que, al superponerse allí donde era necesario, han moldeado volúme-nes de límpidos e inmaculados bordes, como lo hace la piedra pero sin herir. Es el dibujo sin emplear efectos ni recurso alguno, donde la goma de borrar solo fue utilizada para limpiar el blanco fondo del papel allá donde el propio dibujo no quiso entrar. Para alcanzar tal pulcritud, hasta usó mitones blancos que evitaran transmitir al papel y al grafito la lubricación natural de las manos.

Sus útiles de trabajo fueron: el papel extra Senator de 150 gr./m2 en hojas de 297 x 420 mm, un portaminas cargado de 2H y otro de HB, esta última dureza para matizar sombras y trazos de la topo-grafía escultórica y un cajón de embalaje que en la sala encontró donde subía para obtener la línea de horizonte deseada para dibujar y del cual descendía al intuir la entrada (en aquel ya “su mundo”) de visitantes, tras adoptar el aspecto de ser uno de ellos.

Son particularmente interesantes de esta primera serie esos dibujos de línea pura en los cuales se han conseguido los volúmenes como si de fotogrametría se tratase.

Page 24: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

24

Él me confesaba que, tras la conclusión de la primera serie se sintió agotado. Había comenzado en 1.999 a trabajar en ella, acometiendo su inicio con ese difícil grupo escultórico denominado “jinete en pie atravesando con su lanza a un enemigo caído” y donde midió sus fuerzas, sin saber exactamente a donde le iba a conducir el esfuerzo de dibujar diariamente, excepto los lunes, a lo largo de meses y meses que se transformaron después en años. Dura y disciplinada tarea durante la cual dejó a un lado la verdadera capacidad creativa, no permitiendo aflorar a su naturaleza artística, donde el cerebro fue el principal motor mientras todo lo demás fue encerrado como en una olla a presión.

Pero ésta es una situación anímica que el verdadero artista soporta poco tiempo, lo que dio origen a acometer otra segunda serie de dibujos en la cual se iba a sentir libre de tanta tensión.

Esta segunda serie, compuesta igualmente por otros 25 dibujos, es en donde va a dejar volar libremente la mano sobre el papel, en a cual sustituye el grafito por la sanguina y concluye en el año 2004.

Necesario contrapunto de la primera de las dos series, es precisamente donde podemos encontrar esa su capacidad de dibujante que desde la edad de cinco años se desarrolló, sin duda bajo la influencia de los académicos dibujos de su padre arquitecto. Porque era este academicismo de necesaria disciplina para arquitectos, pintores y escultores, que de alguna manera nos disciplinó y ordenó el pensamiento a través de la copia de la escultura y elementos arquitectónicos del mundo clásico y renacentista con lo que aprendimos, de paso, a analizar las formas.

Ahora, el profundo análisis que del arcaico y aún misterioso mundo ibérico mi amigo y compañero Javier ha hecho, para mí ha sido una preciosa revelación, una lección de dibujo desde la humildad grande y callada, una ocasión que todos los demás tenemos para poder llevar a cabo un nuevo análisis conceptual sobre la estatuaria dibujada por él, un camino nuevo desde donde efectuar una moderna contemplación, a través ahora de ese eterno juego sobre cuanto existe que unas veces podemos ver y otras menos sabemos mirar.

Page 25: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

25

Otra mirada para la escultura ibera

Arturo RuizDirector del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica

Un fragmento de una esfinge proce-dente del termino de Jodar y publicado por Juan de Mata Carrizo en 1933 ya anunciaba que el Alto Guadalquivir sería un área de excepcional interés para el estudio de la escultura ibera. En los años cuarenta llegó el aperitivo de lo que años después, seria el gran descubrimiento del siglo: un torito de excepcional factura de estilo orientalizante que remitía a la larga tradición artística de la escuela escultórica de Ipolca, la Porcuna de nuestros días, pues había sido realizado en los primeros momentos de la cultura de los iberos. En 1975 se produjo el hallazgo de Cerrillo Blanco. Un siglo de experiencia y una materia prima extraordinaria para el moldeado, dieron lugar a un conjunto de decenas de piezas de bulto redondo o de altorrelieves, que constituyen el conjunto, o los conjuntos como señalan algunos autores, mas completo conocido. Fechado en la segunda mitad del siglo V a. n. e. el grupo de Cerrillo Blanco, seguramente formaría parte de un monumento dispuesto junto o sobre un túmulo funerario dos siglos más antiguo.

El grupo de Porcuna remite a un ritual muy complejo tanto en la decisión que llevó a construirlo fuera de la ciudad, en un lugar de altura que era hito en el paisaje para quien se aproximara a la ciudad, como por la simbología de su ubicación en un espacio funerario antiguo en el que resulta sugerente vincular las histo-rias míticas que las representaciones narran, con la identidad de quienes fueron enterrados en el lugar en el túmulo del siglo VII a. n. e. La misma destrucción del monumento y el enterramiento

Page 26: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

26

de las esculturas en una zanja junto al espacio funerario, es una acción piadosa llena de misterio que la metodología arqueológica solamente puede valorar por el momento como hipótesis. El complejo mundo de imágenes de Cerrillo Blanco, aunque las circunstancias de su hallazgo impiden conocer su posición en el monumento, recorre la vida de un príncipe ibero y los pasos de su “carrera” hasta convertirse en un héroe. El niño que caza la liebre o los niños luchando remiten a la infancia, la lucha con el grifo al rito de paso que lo convierte en adulto, que del joven hace un hombre; los duelos, esa manera antigua de guerra homérica, constituyen un conjunto de imágenes en el que se muestran los diferentes momentos de un duelo. Desde el momento en que el vencido recibe el impacto del arma sobre su cuerpo, hasta que definitivamente en una de las parejas en lucha se presenta al vencido muerto y al triunfante orgulloso levantado sobre aquel; quizás de este héroe vencedor sea la excep-cional cabeza de guerrero. Por último en la vida de un héroe se ha de mostrar su papel en el marco del ritual del culto a los antepasados, en el que la pareja de un hombre y una mujer vestidos de gala se hacen rodear de otras imágenes de singular importancia como la oferente o divinidad con capri-nos que todavía con restos de pintura roja, hace recordar a los dominadores de la naturaleza salvaje. Añádase a todo ello los animales. La esfinge poderosa que se muestra, ausente de su pareja, como posible guarda del conjunto, el grifo que apoyado en una ménsula se deja rodear por una serpiente, el lobo que ataca a un cordero como expresión de la naturaleza salvaje que se enfrenta a la naturaleza domesticada y como no un rollizo novillo expresión de la riqueza del oikos aristocrático. Animales que definen la compleja cosmogonía construida por el pensamiento mediterráneo de los iberos.

Casi una veintena de años después en 1994 se produjo la intervención en el Cortijo del Pajarillo de Huelma y con ella se consumó el hallazgo del segundo gran conjunto escultórico ibero. Esta vez la lucha de un héroe con un lobo justo la escena que faltaba en la historia del linaje aristocrático de Porcuna. De ser una novela por entregas esta hubiera sido la segunda parte, la lucha expansiva del héroe una vez consolidado su poder. El dominio sobre las tierras salvajes del valle del Jandulilla por parte del linaje principesco que gobernaba la ciudad ibera de Úbeda la Vieja, Iltiraka o Ilticira a decir de los últimos trabajos numismáticos sobre la zona. Una escena muy al gusto de los héroes griegos, pues con la justificación de salvar a un joven, como Teseo ante el Minotauro, el héroe ibero se enfrenta a

Page 27: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

27

un gran lobo, ante la presencia protectora de grifos y leones, su segura victoria sobre el animal huma-nizará un paisaje salvaje. El conjunto de Huelma aporta un elemento mas a la investigación histórica de la escultura ibera su localización “in situ”, la posibilidad de reconstruir el tipo de monumento que arropaba arquitectónicamente la escena. Por primera vez la escultura ibérica se deja ver en su lugar y la torre, no el templo al modo griego, se hace escenario de la zoomaquia. Una singularidad en la cultura de los iberos que sin dejar de ser mediterránea, muestra su originalidad.

Javier Pajares ofrece en esta exposición otra mirada sobre la escultura ibera, esta vez la visión de un dibujante que durante años ha observado las imágenes en piedra de los iberos. Su trabajo esta profundamente impregnado del dialogo del artista que experimenta desde el presente con las imáge-nes que caracterizaron los discursos del pasado. Su trabajo amplía otras vías de conocimiento de la obra artística de los iberos del Alto Guadalquivir, la de las otras miradas, no necesariamente acadé-micas, Con este tipo de acciones, el patrimonio de los iberos de Jaén afirmará la necesaria identidad con sus herederos, los que hoy vivimos el paisaje que construyeron aquellas gentes de hace dos mil quinientos años.

Page 28: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 29: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

Catálogo

Page 30: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

30

Águila, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 31: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

31

Page 32: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

32

Ave (¿arpía?), 2004Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 33: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

33

Page 34: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

34

Cabeza con tocado, 2005Sanguina sobre papel270 x 350 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 35: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

35

Page 36: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

36

Cabeza de caballo, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 37: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

37

Page 38: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

38

Cabeza de león, 2000Sanguina sobre papel270 x 350 mm“El Pajarillo”. Huelma (Jaén)

Page 39: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

39

Page 40: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

40

Cabeza de lobo, 2000Sanguina sobre papel270 x 350 mm“El Pajarillo”. Huelma (Jaén)

Page 41: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

41

Page 42: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

42

Cabeza de novillo, 2004Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 43: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

43

Page 44: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

44

Cabeza de novillo, 2000Sanguina sobre papel230 x 325 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 45: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

45

Page 46: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

46

Carnívoro atacando a otro animal, 2005Sanguina sobre papel270 x 350 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 47: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

47

Page 48: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

48

Carnívoro (¿lobo?) devorando (¿cordero?), Detalle, 2000Sanguina sobre papel230 x 325 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 49: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

49

Page 50: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

50

Carnívoro (¿lobo?) devorando(¿cordero?), 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 51: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

51

Page 52: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

52

Cazador de liebre con mastín, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 53: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

53

Page 54: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

54

Cuartos traseros de lobo, 2000Sanguina sobre papel270 x 350 mm“El Pajarillo”. Huelma (Jaén)

Page 55: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

55

Page 56: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

56

Grifomaquia, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 57: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

57

Page 58: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

58

Guerrero de la armadura doble, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 59: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

59

Page 60: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

60

Héroe, 2000Sanguina sobre papel270 x 350 mm“El Pajarillo”. Huelma (Jaén)

Page 61: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

61

Page 62: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

62

Jinete que atraviesa con su lanza a un enemigo herido, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 63: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

63

Page 64: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

64

León guardián, 2005Sanguina sobre papel270 x 350 mm“El Pajarillo”. Huelma (Jaén)

Page 65: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

65

Page 66: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

66

León guardián 2, 2005Sanguina sobre papel270 x 350 mm“El Pajarillo”. Huelma (Jaén)

Page 67: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

67

Page 68: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

68

Luchadores. Escena de palestra, detalle, 2000Sanguina sobre papel230 x 325 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 69: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

69

Page 70: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

70

Luchadores. Escena de palestra, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 71: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

71

Page 72: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

72

Mujer con serpiente, 2000Sanguina sobre papel230 x 325 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 73: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

73

Page 74: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

74

Novillo, 2000Sanguina sobre papel270 x 350 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 75: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

75

Page 76: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

76

Toro de Porcuna, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Hallazgo casual y único”. Obras en Porcuna (Jaén)

Page 77: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

77

Page 78: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

78

Torso de adolescente, 2000Sanguina sobre papel270 x 350 mm“El Pajarillo”. Huelma (Jaén)

Page 79: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

79

Page 80: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

80

Torso fálico detalle, 2000Sanguina sobre papel230 x 325 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 81: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

81

Page 82: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

82

Torso fálico, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420 mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 83: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

83

Page 84: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

84

Varón con manípulo, 2000Lápiz de grafito sobre papel297 x 420mm“Cerrillo Blanco”. Porcuna (Jaén)

Page 85: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

85

Page 86: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 87: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

Biografía

Page 88: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II
Page 89: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II

89

Francisco Javier Pajares Gutiérrez

Nació en Jaén el día 16 de julio de 1947. Es el tercero de ocho hermanos. Estudió el bachillerato en el Colegio de los Hermanos Maristas de Jaén.

En 1977 recibe el título de Arquitecto por la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, y en 1987 recibe junto a Gonzalo Guardiola el Primer Premio del Colegio de Arquitectos de Jaén por la Biblioteca Pública de Guarromán. Desde el año 1992 es funcionario por oposición de la Junta de Andalucía, formando parte, en la actualidad, de la Delegación en Jaén de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio.

Desde muy joven vuelca su capacidad y sus conocimientos en la práctica del dibujo, habiendo conseguido premios en certámenes juveniles de dibujo y pintura. Desde hace unos años, se dedica a dibujar las valiosísimas piezas de arte ibérico de la colección del Museo Provincial de Jaén. Estos son los dibujos que ilustran el presente catálogo, realizado con motivo de la exposción que los devolvió al lugar donde fueron creados.

En la actualidad, reside en Jaén, está casado y es padre de dos hijos.

Page 90: FCO. J. PAJARES. Dibujos de arte ibérico II