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Filosofía Política “En filosoa políca uno no puede esconderse. Los que decidan quedarse al margen se encontrarán con que otros han tomado las decisiones por ellos, les agraden o no. No decir ni hacer nada equivale a aceptar la situación presente, por muy repulsiva que ésta sea” (Wolff, Jonathan. Introducción a la Filosoa Políca) Hasta ahora hemos discudo acerca de cómo debe actuar el ser humano en un sendo individual: cómo deben ser las acciones para ser “buenas”, cómo debemos orientar cada uno de nosotros nuestra conducta. Es decir, nos hemos movido en el plano de la Éca. Ahora bien, somos seres sociales, vivimos en una comunidad. Nuestras acciones nunca están aisladas, y tan importante como saber cuándo una acción es justa es determinar cuándo una organización social lo es. Nos moveremos entonces al plano de la valoración de las organizaciones sociales: entraremos a la Filosoa Políca. ¿De qué se ocupa la Filosofía Política? 1 Permítanme empezar deslindando el verdadero ámbito de la filosoa políca de otros campos con los que no debe confundirse. En primer lugar, ha de desligarse de las discusiones polícas ordinarias : éstas se reducen por lo común, y es fácil constatarlo, a confrontaciones entre eslóganes o consignas, condimentadas a veces con una retórica no siempre muy afortunada, aunque a veces ingeniosa. Esto, por supuesto, no ene nada que ver con la filosoa. En segundo lugar, también debemos disnguir entre las discusiones en filosoa 1 Botero, Juan José: Una Introducción a la Filosoa Políca; página 15 Prof. Camila López Echagüe 3ºBD. Liceo:_______________________________ Nombre del alumno:__________________________ Fecha de entrega:________________ Bibliograa de consulta sugerida: Arendt, H (1997) ¿Qué es la políca? Barcelona: Paidós Bobbio, N. (1998) “Políca”. En: BOBBIO, Norberto; MATEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfranco (Dir.). Diccionario de políca. 11a ed. Madrid: Siglo Veinuno. Wolff, J. (2001). Filosoa políca: una introducción. Grupo Planeta. Ficha 3

Fecha de entrega: Filosofía Política · ¿Qué se entiende por “política”? Definición de “política” “Derivado del adjetivo de polis (politikós) que significa todo

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Filosofía Política

“En filosofía política uno no puede esconderse. Losque decidan quedarse al margen se encontrarán conque otros han tomado las decisiones por ellos, lesagraden o no. No decir ni hacer nada equivale aaceptar la situación presente, por muy repulsiva queésta sea” (Wolff, Jonathan. Introducción a laFilosofía Política)

Hasta ahora hemos discutido acerca de cómo debe actuar el ser humano en un sentido individual:cómo deben ser las acciones para ser “buenas”, cómo debemos orientar cada uno de nosotros nuestraconducta. Es decir, nos hemos movido en el plano de la Ética.Ahora bien, somos seres sociales, vivimos en una comunidad. Nuestras acciones nunca están aisladas,y tan importante como saber cuándo una acción es justa es determinar cuándo una organización sociallo es. Nos moveremos entonces al plano de la valoración de las organizaciones sociales: entraremos ala Filosofía Política.

¿De qué se ocupa la Filosofía Política?1

Permítanme empezar deslindando el verdadero ámbito de la filosofía política de otros campos con los que nodebe confundirse. En primer lugar, ha de desligarse de las discusiones políticas ordinarias: éstas se reducenpor lo común, y es fácil constatarlo, a confrontaciones entre eslóganes o consignas, condimentadas a vecescon una retórica no siempre muy afortunada, aunque a veces ingeniosa. Esto, por supuesto, no tiene nadaque ver con la filosofía. En segundo lugar, también debemos distinguir entre las discusiones en filosofía

1Botero, Juan José: Una Introducción a la Filosofía Política; página 15

Prof. Camila López Echagüe3ºBD. Liceo:_______________________________Nombre del alumno:__________________________Fecha de entrega:________________

Bibliografía de consulta sugerida:Arendt, H (1997) ¿Qué es la política? Barcelona: Paidós Bobbio, N. (1998) “Política”. En: BOBBIO, Norberto; MATEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfranco (Dir.).Diccionario de política. 11a ed. Madrid: Siglo Veintiuno.Wolff, J. (2001). Filosofía política: una introducción. Grupo Planeta.

Ficha 3

política y otras discusiones, más serias que las ya mencionadas, las cuales versan sobre asuntos pragmáticos oestratégicos del momento: estos debates son claramente coyunturales, no filosóficos. Pero además, y entercer lugar, hay que superar la muy común creencia según la cual las discusiones políticas serias son losdebates ideológicos. No me cabe la menor duda de que este tipo de debates, que se dan regularmente sobrediversos temas entre formaciones políticas establecidas o partidos más o menos estables (por ejemplo entreconcepciones socialdemócratas, neoliberales, feministas, ecologistas, conservadoras, etc.), son mucho másserios que las discusiones políticas ordinarias a las que me refería antes; pero es un error suponer que lafilosofía política no hace cosa distinta a reflejar la superficie de estos debates, recogiendo lo que en ellos seexpone. Si uno se fija con cuidado en esas discusiones, reconoce la continua aparición de posicionesconceptualmente muy confusas; de problemas conceptuales, de argumentos en cuyas premisas se mezclanfuentes teóricas muy diversas y no siempre compatibles entre sí, e incluso de propuestas de acción que sonfrancamente contrarias a los fundamentos doctrinales mismos en los que se supone que se apoya laconcepción política en juego. No hay que buscar muy lejos los ejemplos. El campo de la filosofía política, asílo creo yo, debe penetrar las apariencias que envuelven esos debates ideológicos, de tal modo que saque ala luz la coherencia interna -y también, por supuesto, las posibles incoherencias- de las teorías subyacentesa las posiciones debatidas; eso es lo que diferencia a la filosofía política de lo que serían concepcionespolíticas particulares sobre algún tema o problema específico. Lo que estoy intentando señalar es muyimportante: cuando se discute de filosofía política, realmente no se está discutiendo de política, se estádiscutiendo acerca de las concepciones más profundas que subyacen a las teorías políticas en debate. Estodebe quedar bien claro desde el comienzo: cuando se debaten teorías de filosofía política no se estádiscutiendo de política, sino de filosofía.

La Filosofía Política como disciplina normativa

La filosofía política es una disciplina normativa, es decir, pretende establecer normas (reglas o criteriosideales). Lo normativo se puede oponer a lo descriptivo. Los estudiosos descriptivos se proponen averiguarcómo son las cosas. Los estudiosos normativos, en cambio, pretenden descubrir cómo debería ser: qué es lojusto, qué es lo moralmente correcto. La política puede ser tratada desde una perspectiva descriptiva y desdeuna perspectiva normativa. Usualmente, los responsables de llevar a cabo estudios descriptivos sobre lapolítica son el científico político, el sociólogo o el historiador. Así, por ejemplo, algunos científicos políticos seplantean la cuestión acerca de la distribución real de bienes en una sociedad dada. ¿Quién es rico en EstadosUnidos? ¿Quién tiene el poder en Alemania? El filósofo político, como cualquiera de nosotros, tiene buenasrazones para estar interesado en la respuesta a tales cuestiones, pero su interés principal está en otro lado:¿qué regla o principio debería gobernar la distribución de bienes? («Bienes» aquí hace referencia no sólo apropiedades sino también a poder, derechos, libertades.) El filósofo político no pregunta « ¿cómo estádistribuida la propiedad?», sino « ¿qué distribución de la propiedad seria justa o equitativa?». No pregunta« ¿cuáles son los derechos y las libertades de la gente?», sino «¿qué derechos y libertades debería tener?».¿Según qué criterios ideales, o normas, debería regirse la distribución de bienes en una sociedad?

1) A partir de los textos anteriores, sintetiza en menos de cinco enunciados: ¿Qué es la Filosofía Política, y de qué otras disciplinas se distingue?

2) Indica cuáles de las siguientes preguntas corresponden a la Filosofía Política y cuáles no:

a. ¿Qué criterios deberíamos establecer para distribuir la riqueza?b. ¿Qué partido político debe ganar las próximas elecciones en Uruguay?c. ¿Cómo está distribuida la riqueza en Estados Unidos?d. ¿Qué ha llevado a que exista un 10 % de pobreza extrema en el mundo?e. ¿Cuál fue el mejor presidente de la historia uruguaya?f. ¿Cuál sería la mejor forma de gobierno?

¿Qué se entiende por “política”?

Definición de “política”

“Derivado del adjetivo de polis (politikós) que significa todo lo que se refiere a la ciudad, y en consecuencia ciudadano, civil, público, y también sociable y social, el término política ha sido transmitido por influjo de la gran obra de Aristóteles titulada “Política”, que debe ser considerada como el primer tratado sobre la naturaleza, las funciones y las divisiones del estado y sobre las varias formas de gobierno, predominantemente en el significado de arte o ciencia del gobierno, es decir de reflexión... sobre las cosas de la ciudad. (…) En la edad moderna el término perdió su significado original, poco a poco sustituido por otras expresiones como ‘ciencia del estado’, ‘doctrina del estado’, ‘ciencia política’, ‘filosofía política’, etc., y se emplea comúnmente para indicar la actividad o el conjunto de actividades que de alguna manera tienen como término de referencia la polis, es decir el estado.”

BOBBIO, Norberto. “Política”. En: BOBBIO, Norberto; MATEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfranco (Dir.).Diccionario de política. 11a ed. Madrid: Siglo Veintiuno, 1998. p. 1215

La política, los políticos y nuestros prejuicios: Reflexión de Hannah Arendt (“Introducción a la Política”)

I. Capítulo: Los prejuicios

a) El prejuicio contra la política y lo que la política es hoy de hecho

En nuestro tiempo, si se quiere hablar sobre política, debe empezarse por los prejuicios que todos nosotros, sino somos políticos de profesión, albergamos contra ella. Estos prejuicios, que nos son comunes a todos,representan por sí mismos algo político en el sentido más amplio de la palabra: no tienen su origen en laarrogancia de los intelectuales ni son debidos al cinismo de aquellos que han vivido demasiado y hancomprendido demasiado poco. No podemos ignorarlos porque forman parte de nosotros mismos y nopodemos acallarlos porque apelan a realidades innegables y reflejan fielmente la situación efectiva en laactualidad y sus aspectos políticos. Pero estos prejuicios no son juicios. Muestran que hemos ido a parar a una situación en que políticamente nosabemos —o todavía no sabemos— cómo movernos. El peligro es que lo político desaparezca absolutamente.

Pero los prejuicios se anticipan, van demasiado lejos, confunden con política aquello que acabaría con lapolítica y presentan lo que sería una catástrofe como si perteneciera a la naturaleza del asunto y fuera, por lotanto, inevitable. «Tras los prejuicios contra la política se encuentran hoy día, es decir, desde la invención de la bomba atómica,el temor de que la humanidad provoque su desaparición a causa de la política y de los medios de violenciapuestos a su disposición, y —unida estrechamente a dicho temor— la esperanza de que la humanidad serárazonable y se deshará de la política antes que de sí misma (mediante un gobierno mundial que disuelva elestado en una maquinaria administrativa, que resuelva los conflictos políticos burocráticamente y quesustituya los ejércitos por cuerpos policiales). Ahora bien, esta esperanza es de todo punto utópica si por política se entiende —cosa que generalmenteocurre— una relación entre dominadores y dominados. Bajo este punto de vista, en lugar de una aboliciónde lo político obtendríamos una forma despótica de dominación ampliada hasta lo monstruoso, en la cual elabismo entre dominadores y dominados tomaría unas proporciones tan gigantescas que ni siquiera seríanposibles las rebeliones, ni mucho menos que los dominados controlasen de alguna manera a los dominadores.Tal carácter despótico no se altera por el hecho de que en este régimen mundial no pueda señalarse aninguna persona, a ningún déspota, ya que la dominación burocrática, la dominación a través del anonimatode las oficinas, no es menos despótica porque «nadie» la ejerza. Al contrario, es todavía más temible, pues nohay nadie que pueda hablar con este Nadie ni protestar ante él.

Pero si entendemos por político un ámbito del mundo en que los hombres son primariamente activos y dana los asuntos humanos una durabilidad que de otro modo no tendrían, entonces la esperanza no es enabsoluto utópica. Eliminar a los hombres en tanto que activos es algo que ha ocurrido con frecuencia en lahistoria, sólo que no a escala mundial —bien sea en la forma (para nosotros extraña y pasada de moda) de latiranía, en la que la voluntad de un solo hombre exigía vía libre, bien sea en la forma del totalitarismomoderno, en el que se pretende liberar «fuerzas históricas» y procesos impersonales y presuntamentesuperiores con el fin de esclavizar a los hombres. Lo propiamente apolítico [unpolitisch.] —en sentido fuerte—de esta forma de dominación es la dinámica que ha desencadenado y que le es peculiar: todo y todos los quehasta ayer pasaban por «grandes» hoy pueden —e incluso deben— ser abandonados al olvido si elmovimiento quiere conservar su ímpetu. En este sentido, no contribuye precisamente a tranquilizarnosconstatar que en las democracias de masas tanto la impotencia de la gente como el proceso del consumo yel olvido se han impuesto subrepticiamente, sin terror e incluso espontáneamente —si bien dichosfenómenos se limitan en el mundo libre, donde no impera el terror, estrictamente a lo político y [lo]económico. Sin embargo, los prejuicios contra la política, la idea de que la política interior es una sartafraudulenta y engañosa de intereses e ideologías mezquinos, mientras que la exterior fluctúa entre lapropaganda vacía y la cruda violencia son considerablemente más antiguos que la invención de instrumentoscon los que poder destruir toda vida orgánica sobre la Tierra. Por lo que concierne a la política interior, estosprejuicios son al menos tan antiguos —algo más de un centenar de años— como la democraciaparlamentaria, la cual pretendía representar, por primera vez en la historia moderna, al pueblo (aunqueéste nunca se lo haya creído). En cuanto a la política exterior, su nacimiento se dio en las primeras décadas dela expansión imperialista a fines del siglo pasado, cuando los estados nacionales, no en nombre de la naciónsino a causa de sus intereses económicos nacionales, empezaron a extender la dominación europea por todala tierra. Pero lo que hoy da su tono peculiar al prejuicio contra la política es: la huida hacia la impotencia, eldeseo desesperado de no tener que actuar eran entonces todavía prejuicio y prerrogativa de una clasesocial restringida que opinaba como Lord Acton que el poder corrompe y la posesión del poder absolutocorrompe absolutamente. Que esta condena del poder se correspondía completamente con los deseostodavía inarticulados de las masas no lo vio nadie tan claramente como Nietzsche en su intento derehabilitarlo —aunque él, de acuerdo con el sentir de la época, también confundió, o identificó, el poder[Macht.], que un único individuo nunca puede detentar porque surge de la actuación conjunta de muchos,con la violencia [Gewalt.], de la que sí puede apoderarse uno solo.

Maquiavelo: las primeras reflexiones sobre lo político desde un punto de vista moderno

“En la historia de la filosofía política hay, al menos, un lugar común: Maquiavelo es el primer filosofo políticomoderno. Pero cuando se trata de explicar este aserto, las interpretaciones se multiplican. PorqueMaquiavelo, como Jano, presenta mas de un rostro. Para los unos, su innovación fue descubrir la autonomíade la política frente a la moral, revelar una racionalidad especifica del campo político, sentando así las basesde una ciencia o, al menos, de una técnica del poder. Para los otros, su merito es contrario; Maquiavelo habríaestablecido una nueva ética social, diferente de la medieval, acorde con el individualismo moderno.” (Villoro,2006, p. 95)

¿Quién fue Maquiavelo?

Niccolo Machiavelli (1469-1527) fue un filósofo,político y dramaturgo italiano. Nació en Florencia.En 1498 accedió al cargo de secretario de lacancillería de la república florentina. Desde estecargo, Maquiavelo emprendió importantesmisiones diplomáticas en la corte papal, en la cortede Francia y en la del archiduque austríacoMaximiliano I. Estos viajes le reforzaron la idea de lanecesidad de conseguir la unidad italiana en un solosistema estatal. En 1512, después de la caída de larepública, ha de abandonar la vida pública, y seretira al campo, época que aprovechará pararedactar su obra principal El Príncipe (dedicada a Lorenzo de Médicis o Lorenzo el Magnífico, escrita en 1513,aunque no fue publicada más que póstumamente en 1532), y muchas de sus obras fundamentales,como Discursos sobre la primera década de Tito Livio, y El arte de la guerra. También por esta épocaescribió La mandrágora. Se incorporó a la vida política directa a partir de 1520, al servicio de los Médicis.Cuando de nuevo se restauró la república florentina en 1527 tuvo nuevamente que abandonar todo cargopolítico.Maquiavelo es considerado como el fundador del pensamiento político moderno, ya que fue el primero en dara conocer la realidad social y política tal como es, y no tal como debería ser en función de previasconsideraciones morales. Su obra principal, El Príncipe, de carácter básicamente utilitario, destinada a darconsejos sobre cómo gobernar mejor, es considerada como descripción y expresión de la separación entresociedad civil y poder político propia del Estado burgués. En esta obra, Maquiavelo parte del estudio de larealidad de su tiempo y da un fiel reflejo de las principales características del moderno Estado burgués,basándose en el estudio de los mecanismos de poder realmente utilizados por los «príncipes» de su época. Suintención era fundamentalmente la de conseguir la creación de un Estado fuerte capaz de unificar, bajo elmando de un príncipe, los pequeños estados y ciudades-estado de Italia, lo que sólo se conseguiría, pensaba,

A partir de la lectura del texto de Hannah Arendt y comentarios realizados en clase, piensa y responde:1. ¿Cuáles son los prejuicios sobre la política que todos tenemos?2. Explica la siguiente afirmación de la autora: “El peligro es que lo político desaparezcaabsolutamente”3. ¿En qué sentido debe entenderse el término “política” según la autora?

bajo el poder y la acción de un personaje excepcional, el príncipe,capaz de imponer una monarquía absolutaamparada por la razón de Estado.

¿Por qué Maquiavelo es el “fundador del pensamiento político moderno”?

En Maquiavelo, por primera vez aparece la política como autónoma respecto a la religión y a la ética. Losantiguos griegos, como Aristóteles, ya se hacían preguntas acerca del modo en que el ser humano se organizapolíticamente, pero siempre relacionaban la política con la ética. La política era ligada al valor a realizar –elbien-. En cambio, Maquiavelo plantea que la política debe ser estudiada de forma independiente.La autonomía de la política reside en que el PODER es su objetivo. El estudio de la política debe concentrarseen el poder: su adquisición, mantenimiento y acrecentamiento. De acuerdo a este criterio, para Maquiavelo, en política, lo bueno y lo malo no lo son en términos morales,sino técnicos (de acuerdo al cumplimiento del objetivo: el poder).

“El Príncipe”: selección de fragmentos

...Es necesario que todo príncipe que quiera mantenerse aprenda a noser bueno, y a practicarlo o no de acuerdo con la necesidad. Dejando,pues, a un lado las fantasías, y preocupándonos sólo de las cosas reales,digo que todos los hombres, cuando se habla de ellos, y en particular lospríncipes, por ocupar posiciones más elevadas, son juzgados por algunasde estas cualidades que les valen o censura o elogio. Uno es llamadopródigo, otro tacaño...; uno es considerado dadivoso, otra rapaz; unocruel, otro clemente; uno traidor, otro leal; uno afeminado y pusilánime,otro decidido y animoso; uno humano, otro soberbio; uno lascivo, otrocasto; uno sincero, otro astuto; uno duro, otro débil; uno grave, otrofrívolo; uno religioso, otro incrédulo, y así sucesivamente. Sé que nohabría nadie que no opinase que sería cosa muy loable que, de entretodas las cualidades nombradas, un príncipe poseyese las que sonconsideradas buenas; pero como no es posible poseer las todas, niobservarlas siempre, porque la naturaleza humana no lo consiente, lees preciso ser tan cuerdo que sepa evitar la vergüenza de aquellas quele significarían la pérdida del Estado, y, si puede, aun de las que no se loharía perder, pero si no puede no debe preocuparse gran cosa y muchomenos de incurrir en la infamia de vicios sin los cuales difícilmentepodría salvar el Estado, porque si consideramos esto con frialdad,hallaremos que, a veces, lo que parece virtud es causa de ruina, y loque parece vicio sólo acaba por traer el bien estar y la seguridad.

(…) Surge de esto una cuestión: si vale más ser amado que temido, otemido que amado. Nada mejor que ser ambas cosas a la vez; peropuesto que es difícil reunirlas y que siempre ha de faltar una, declaroque es más seguro ser temido que amado. Porque de la generalidad de

Maquiavelo concibe al hombre como un ser perverso por naturaleza, es así que el objetivo de la política -entendida como la techné volcada a lograr el mantenimiento y acrecentamiento del poder- consistirá en la habilidad de manejar el ser y parecer en torno a esta perversión natural.

los hombres se puede decir esto: que son ingratos, volubles,simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro. Mientras leshaces bien, son completamente tuyos: te ofrecen su sangre, sus bienes,su vida y sus hijos, pues -como antes expliqué- ninguna necesidad tienesde ello; pero cuando la necesidad se presenta se rebelan. (…) Y loshombres tienen menos cuidado en ofender a uno que se haga amar quea uno que se haga temer; porque el amor es un vínculo de gratitud quelos hombres, perversos por naturaleza, rompen cada vez que puedenbeneficiarse; pero el temor es miedo al castigo que no se pierde nunca.No obstante lo cual, el príncipe debe hacerse temer de modo que, si nose granjea el amor, evite el odio, pues no es imposible ser a la veztemido y no odiado; y para ello bastará que se abstenga de apoderarsede los bienes y de las mujeres de sus ciudadanos y súbditos y que noproceda contra la vida de alguien sino cuando hay justificaciónconveniente y motivo manifiesto; pero sobre todo abstenerse de losbienes ajenos, porque los hombres olvidan antes la muerte del padreque la pérdida del patrimonio.

(…) Nadie deja de comprender cuán digno de alabanza es el príncipe quecumple la palabra dada, que obra con rectitud y no con doblez; pero laexperiencia nos demuestra, por lo que sucede en nuestros tiempos, queson precisamente los príncipes que han hecho menos caso de la fejurada, envuelto a los demás con su astucia y reído de los que hanconfiado en su lealtad, los únicos que han realizado grandes empresas.Digamos primero que hay dos maneras de combatir: una, con las leyes;otra, con la fuerza. La primera es distintiva del hombre; la segunda, de labestia. Pero como a menudo la primera no basta, es forzoso recurrir a lasegunda. Un príncipe debe saber entonces comportarse como bestia ycomo hombre.

(…) De manera que, ya que se ve obligado a comportarse como bestia,conviene que el príncipe se transforme en zorro y en león, porque elleón no sabe protegerse de las trampas ni el zorro protegerse de loslobos. Hay, pues, que ser zorro para conocer las trampas y león paraespantar a los lobos. Los que sólo se sirven de las cualidades del leóndemuestran poca experiencia. Por lo tanto, un príncipe prudente nodebe observar la fe jurada cuando semejante observancia vaya encontra de sus intereses y cuando haya desaparecido las razones que lehicieron prometer. Si los hombres fuesen todos buenos, este preceptono sería bueno, pero como son perversos, y no la observarían contigo,tampoco tú debes observarla con ellos.

(…) Pero hay que saber disfrazarse bien y ser hábil en fingir y endisimular. Los hombres son tan simples y de tal manera obedecen a las

Siendo los hombres por naturaleza mezquinos, la política debe ser entonces técnica de la apariencia. El objetivo de la política alcanzar el poder, y para ello el político deberá ejercitarse en la construcción de una apariencia que le valga la estima del pueblo y en lo posible de los nobles. Deberá alternar la astucia del zorro, engañando disimuladamente, y la crueldad del león para generar respeto en súbditos y notables. La moral no debe ser un atributo del príncipe, sino más bien éste deberá aparentar ser virtuoso mientras le convenga para tener un mandato exitoso, es decir, lograr más eficazmente mantener o aumentar su poder. Poder que no es medio para algo, sino un fin en sí mismo.

Lo bueno y lo malo en el desempeño del príncipe no lo será, por tanto, en un sentido moral, sino en un sentido técnico y utilitario, es decir, juzgado de acuerdo al cumplimiento o no del objetivo político.Tiene Maquiavelo, de esta forma, una postura pragmática y utilitaria.

necesidades del momento, que aquel que engaña encontrará siemprequien se deje engañar.

(…) No es preciso que un príncipe posea todas las virtudes citadas,pero es indispensable que aparente poseerlas. Y hasta me atreveré adecir esto: que el tenerlas y practicarlas siempre es perjudicial, y elaparentar tenerlas, útil. Está bien mostrarse piadoso, fiel, humano,recto y religioso, y asimismo serlo efectivamente: pero se debe estardispuesto a irse al otro extremo si ello fuera necesario. Y ha desentirse presente que un príncipe, y sobre todo un príncipe nuevo, nopuede observar todas las cosas gracias a las cuales los hombres sonconsiderados buenos, porque, a menudo, para conservarse en elpoder, se ve arrastrado a obrar contra la fe, la caridad, la humanidad yla religión. Es preciso, pues, que tenga una inteligencia capaz deadaptarse a todas las circunstancias, y que, como he dicho antes, no seaparte del bien mientras pueda, pero que, en caso de necesidad, notitubee en entrar en el mal. Por todo esto un príncipe debe tener

muchísimo cuidado de que no le brote nunca de los labios algo que noesté empapado de las cinco virtudes citadas, y de que, al verlo y oírlo,parezca la clemencia, la fe, la rectitud y la religión misma, sobre todoesta última. Pues los hombres, en general, juzgan más con los ojos quecon las manos porque todos pueden ver, pero pocos tocar. Todos ven loque parece ser, mas pocos saben lo que eres;y estos pocos no seatreven a oponerse a la opinión de la mayoría, que se escuda detrás dela majestad del Estado. Y en las acciones de los hombres, yparticularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, seatiende a los resultados. Trate, pues, un príncipe de vencer y conservarel Estado, que los medios siempre serán honorables y loados portodos; porque el vulgo se deja engañar por las apariencias y por eléxito; y en el mundo sólo hay vulgo, ya que las minorías no cuentan sinocuando las mayorías no tienen donde apoyarse.

El príncipe debe ser cuidadoso en aparentar, ya que el vulgo se deja engañar por las apariencias y por el éxito.Debe huir de lo que lo haga despreciable, ingeniándose para que sus actos parezcan grandiosos, valientes, serios y fuertes; debe mostrar autoridad y ganar respeto. Lo que debe temer es que se subleven los súbditos y ser atacado.

El fin que persigue el príncipe es conservar y aumentar su poder; la única condición que respetarán los medios que utilice será la de su adecuada administración. Es decir: lo que realmente importa es alcanzar el fin de adquirir y mantener el poder, los medios que para ello se utilicen no tienen gran importancia mientras se alcance ese resultado. Puede que el príncipe tenga que recurrir a la crueldad para ganarse el temor de sus súbditos y así aumentar su poder, eso no es un problema si colabora en lograr su objetivo.

Estos medios pueden ser censurados desde la moral cristiana, pero no desde una mirada donde tal moral no existe. El poder se justifica por su propio éxito. Mientras el príncipe logre conservar el estado, los medios que utilice serán considerados honrosos. No existe memoria ni capacidad crítica en el vulgo.

Michel Foucault: una nueva concepción del poder desde unpunto de vista contemporáneo

Michel Foucault (1926-1984) fue un filósofo, psicólogo e historiador de las ideas francés.En su pensamiento influye el espíritu de crítica radical de Nietzsche a la cultura europea.Se hace conocido con una obra llamada “Historia de la locura” (1961), en la que indaga lanaturaleza de la racionalidad moderna a través del análisis de la locura, esto es, del modocomo concibe y experimenta la sociedad la locura, a partir del s. XVI: de la práctica, de laque surgirá la correspondiente teoría, de tratar al loco como un enfermo mental, que esexcluido de la sociedad, encerrado, clasificado y analizado como un objeto, símbolo de lavoluntad de dominio, faceta esencial de la racionalidad moderna.Su segunda obra importante, “Las palabras y las cosas” (1966), lo eleva al rango de filósofo importante y loalinea aparentemente en las filas del estructuralismo, filosofía entonces en boga en Francia (Lacan, Lévi-Strauss), y de la que él se desmarca conscientemente. Con esta obra inicia un método de investigación nuevo,el «análisis arqueológico», de gran parecido con el método genealógico de Nietzsche. Esta arqueología vadirigida a conocer la naturaleza del hombre partiendo del supuesto de que lo que el hombre es lo explicitanlas ciencias humanas (etnología, lingüística y psicoanálisis, principalmente). Éste es un saber reciente, del queapenas sabe nada la cultura de los siglos XVI-XVIII.

El poder es el tercer tema importante del que se ocupa Foucault; de él trata sobre todo en sus obras “Vigilar ycastigar” (1975) y “La voluntad de saber” (1978), volumen primero de Historia de la sexualidad, y a su estudiolo denomina «analítica del poder». El hombre también se ha hecho a través del ejercicio del poder, queaparece como una estructura que empapa toda la sociedad con múltiples manifestaciones de fuerza. EstudiaFoucault en concreto las condiciones históricas que han hecho posible la aparición de las institucionescarcelarias en Occidente, dirigidas conscientemente, no al castigo del cuerpo, sino al dominio del alma, alcontrol de la conducta.

Vigilar y castigar: selección de fragmentos

I. LOS CUERPOS DÓCILESHe aquí la figura ideal del soldado tal como se describía aún a comienzos del sigloXVII. El soldado es por principio de cuentas alguien a quien se reconoce de lejos.Lleva en sí unos signos: los signos naturales de su vigor y de su valentía, las marcastambién de su altivez; su cuerpo es el blasón de su fuerza y de su ánimo; y si bienes cierto que debe aprender poco a poco el oficio de las armas —esencialmentebatiéndose—, habilidades como la marcha, actitudes como la posición de lacabeza, dependen en buena parte de una retórica corporal del honor: "Los signospara reconocer a los más idóneos en este oficio son los ojos vivos y despiertos, lacabeza erguida, el estómago levantado, los hombros anchos, los brazos largos, los

A partir de la lectura de Maquiavelo, responde:1. ¿Cuál debe ser el objetivo de la política de acuerdo al autor, y qué debe hacerse para alcanzar eseobjetivo?2-¿Qué quiere decir que el príncipe deba comportarse como “el zorro y el león”?

dedos fuertes, el vientre hundido, los muslos gruesos, las piernas flacas y los piessecos; porque el hombre de tales proporciones no podrá dejar de ser ágil yfuerte." Llegado a piquero, el soldado "deberá, al marchar, tomar la cadencia delpaso para tener la mayor gracia y gravedad posibles; porque la pica es un armahonorable que merece ser llevada con gesto grave y audaz". Segunda mitad delsiglo XVIII: el soldado se ha convertido en algo que se fabrica; de una pastainforme, de un cuerpo inepto, se ha hecho la máquina que se necesitaba; se hancorregido poco a poco las posturas; lentamente, una coacción calculada recorrecada parte del cuerpo, lo domina, pliega el conjunto, lo vuelve perpetuamentedisponible, y se prolonga, en silencio, en el automatismo de los hábitos; en suma,se ha "expulsado al campesino" y se le ha dado el "aire del soldado". Se habitúa alos reclutas "a llevar la cabeza derecha y alta; a mantenerse erguido sin encorvarla espalda, a adelantar el vientre, a sacar el pecho y meter la espalda; y a fin deque contraigan el hábito, se les dará esta posición apoyándolos contra una pared,de manera que los talones, las pantorrillas, los hombros y la cintura toquen a lamisma, así como el dorso de las manos, volviendo los brazos hacia afuera, sindespegarlos del cuerpo... se les enseñará igualmente a no poner jamás los ojos enel suelo, sino a mirar osadamente a aquellos ante quienes pasan... a mantenerseinmóviles aguardando la voz de mando, sin mover la cabeza, las manos ni lospies... finalmente, a marchar con paso firme, la rodilla y el corvejón tensos, lapunta del pie apuntando hacia abajo y hacia afuera".

Ha habido, en el curso de la edad clásica, todo un descubrimiento del cuerpocomo objeto y blanco de poder. Podrían encontrarse fácilmente signos de estagran atención dedicada entonces al cuerpo, al cuerpo que se manipula, al que seda forma, que se educa, que obedece, que responde, que se vuelve hábil o cuyasfuerzas se multiplican. (...) Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, quepuede ser utilizado, que puede ser trasformado y perfeccionado.

(…) En estos esquemas de docilidad, que tanto interés tenían para el siglo XVIII,¿qué hay que sea tan nuevo? No es la primera vez, indudablemente, que elcuerpo constituye el objeto de intereses tan imperiosos y tan apremiantes; entoda sociedad, el cuerpo queda prendido en el interior de poderes muy ceñidos,que le imponen coacciones, interdicciones u obligaciones. Sin embargo, hay variascosas que son nuevas en estas técnicas. En primer lugar, la escala del control: noestamos en el caso de tratar el cuerpo, en masa, en líneas generales, como sifuera una unidad indisociable, sino de trabajarlo en sus partes, de ejercer sobre éluna coerción débil, de asegurar presas al nivel mismo de la mecánica:movimientos, gestos, actitudes, rapidez; poder infinitesimal sobre el cuerpoactivo. A continuación, el objeto del control: no los elementos, o ya no loselementos significantes de la conducta o el lenguaje del cuerpo, sino la economía,la eficacia de los movimientos, su organización interna; la coacción sobre lasfuerzas más que sobre los signos; la única ceremonia que importa realmente es ladel ejercicio. La modalidad, en fin: implica una coerción ininterrumpida,constante, que vela sobre los procesos de la actividad más que sobre su resultadoy se ejerce según una codificación que retícula con la mayor aproximación eltiempo, el espacio y los movimientos. A estos métodos que permiten el controlminucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante

Explica CON TUS PALABRAS: ¿Qué son las “disciplinas”? ¿En qué se distinguen de la esclavitud?__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Explica CON TUS PALABRAS: ¿Qué son las “disciplinas”? ¿En qué se distinguen de la esclavitud?__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

de sus fuerzas y les imponen una relación de docilidad-utilidad, es a lo que sepuede llamar las "disciplinas". Muchos procedimientos disciplinarios existíandesde largo tiempo atrás, en los conventos, en los ejércitos, también en lostalleres. Pero las disciplinas han llegado a ser en el trascurso de los siglos XVII yXVIII unas fórmulas generales de dominación. Distintas de la esclavitud, puestoque no se fundan sobre una relación de apropiación de los cuerpos, es inclusoelegancia de la disciplina prescindir de esa relación costosa y violenta obteniendoefecto de utilidad tan grande por lo menos. Distintas también de la domesticidad,que es una relación de dominación constante, global, masiva, no analítica,ilimitada, y establecida bajo la forma de la voluntad singular del amo, su"capricho". Distintas del vasallaje, que es una relación de sumisiónextremadamente codificada, pero lejana y que atañe menos a las operaciones delcuerpo que a los productos del trabajo y a las marcas rituales del vasallaje.Distintas también del ascetismo y de las "disciplinas" de tipo monástico, quetienen por función garantizar renunciaciones más que aumentos de utilidad y que,si bien implican la obediencia a otro, tienen por objeto principal un aumento deldominio de cada cual sobre su propio cuerpo. El momento histórico de lasdisciplina es el momento en que nace un arte del cuerpo humano, que no tiendeúnicamente al aumento de sus habilidades, ni tampoco a hacer más pesada susujeción, sino a la formación de un vínculo que, en el mismo mecanismo, lo hacetanto más obediente cuanto más útil, y al revés. Fórmase entonces una políticade las coerciones que constituyen un trabajo sobre el cuerpo, una manipulacióncalculada de sus elementos, de sus gestos, de sus comportamientos. El cuerpohumano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lorecompone. Una "anatomía política", que es igualmente una "mecánica delpoder", está naciendo; define cómo se puede hacer presa en el cuerpo de losdemás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desea, sino para queoperen como se quiere, con las técnicas, según la rapidez y la eficacia que sedetermina. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados, cuerpos "dóciles". La disciplina aumenta las fuerzas del cuerpo (en términos económicosde utilidad) y disminuye esas mismas fuerzas (en términos políticos deobediencia). En una palabra: disocia el poder del cuerpo; de una parte, hace deeste poder una "aptitud", una "capacidad" que trata de aumentar, y cambia porotra parte la energía, la potencia que de ello podría resultar, y la convierte en unarelación de sujeción estricta.

(…) La "invención" de esta nueva anatomía política no se debe entender como unrepentino descubrimiento, sino como una multiplicidad de procesos confrecuencia menores, de origen diferente, de localización diseminada, quecoinciden, se repiten, o se imitan, se apoyan unos sobre otros, se distinguensegún su dominio de aplicación, entran en convergencia y dibujan poco a poco eldiseño de un método general. Se los encuentra actuando en los colegios, desdehora temprana más tarde en las escuelas elementales; han invadido lentamenteel espacio hospitalario, y en unas décadas han restructurado la organizaciónmilitar.

(…) No se trata de hacer aquí la historia de las diferentes institucionesdisciplinarias, en lo que cada una pueda tener de singular, sino únicamente de

Las técnicas mediante las cuales se ejerce el disciplinamiento, como nueva forma de dominación de los cuerpos instalada en el siglo XVII y XVIII, constituyen lo que Foucault denomina “microfísica del poder”: una serie prácticas y dispositivos que ejercen una coerción sutil, meticulosa y permanente a nivel de la mecánica de movimientos, gestos y actitudes. Instituciones como los cuarteles, las escuelas y las fábricas ofrecen numerosos ejemplos de la puesta en práctica de este tipo de técnicas.

señalar en una serie de ejemplos algunas de las técnicas esenciales que, de una enotra, se han generalizado más fácilmente. Técnicas minuciosas siempre, confrecuencia ínfimas, pero que tienen su importancia, puesto que definen ciertomodo de adscripción política y detallada del cuerpo, una nueva "microfísica" delpoder; y puesto que no han cesado desde el siglo XVII de invadir dominios cadavez más amplios, como si tendieran a cubrir el cuerpo social entero. Pequeñosardides dotados de un gran poder de difusión, acondicionamientos sutiles, deapariencia inocente, pero en extremo sospechosos, dispositivos que obedecen ainconfesables economías, o que persiguen coerciones sin grandeza, son ellos, sinembargo, los que han provocado la mutación del régimen punitivo en el umbralde la época contemporánea. (…) La disciplina es una anatomía política deldetalle.

La disciplina opera mediante tres estrategias:

a) EL ARTE DE LAS DISTRIBUCIONES

La disciplina procede ante todo a la distribución de los individuos en el espacio.Para ello, emplea varias técnicas:

1) La disciplina exige a veces la clausura, la especificación de un lugar heterogéneoa todos los demás y cerrado sobre sí mismo. Lugar protegido de la monotoníadisciplinaria. Ha existido el gran "encierro" de los vagabundos y de los indigentes;ha habido otros más discretos, pero insidiosos y eficaces. Colegios: el modelo deconvento se impone poco a poco; el internado aparece como el régimen deeducación si no más frecuente, al menos el más perfecto. (...)

2) (…) La división en zonas. A cada individuo su lugar; y en cada emplazamiento unindividuo. Evitar las distribuciones por grupos; descomponer las implantacionescolectivas; analizar las pluralidades confusas, masivas o huidizas.

3) La regla de los emplazamientos funcionales va poco a poco, en las institucionesdisciplinarias, a codificar un espacio que la arquitectura dejaba en generaldisponible y dispuesto para varios usos. Se fijan unos lugares determinados pararesponder no sólo a la necesidad de vigilar, de romper las comunicacionespeligrosas, sino también de crear un espacio útil. (...)

b) EL CONTROL DE LA ACTIVIDAD

El empleo del tiempo es una vieja herencia. Las comunidades monásticas habíansin duda sugerido su modelo estricto. Rápidamente se difundió. Sus tres grandesprocedimientos —establecer ritmos, obligar a ocupaciones determinadas, regularlos ciclos de repetición— coincidieron muy pronto en los colegios, los talleres y loshospitales. (…)

c) LA ORGANIZACIÓN DE LAS GÉNESIS

(...) ¿Cómo capitalizar el tiempo de los individuos, acumularlo en cada uno deellos, en sus cuerpos, en sus fuerzas o sus capacidades y de una manera que seasusceptible de utilización y de control? ¿Cómo organizar duraciones provechosas?

Foucault analiza la

microfísica del poder en cuatro

conjuntos de operaciones: la

distribución de los individuos en

el espacio, donde vemos cómo

una meticulosa organización y

división del espacio, así como una

cuidada distribución de los

individuos en el mismo,

contribuye a transformar a la

multitud difusa en multiplicidades

ordenadas (“cuadros vivos”) y

lograr así una vigilancia más

eficiente; el control del tiempo,

en que se describe el

establecimiento de ritmos y ciclos

repetitivos de una exactitud

minuciosa, donde hasta el gesto

es fraccionado y le es asignado

una duración y un orden,

logrando así que el tiempo (y el

poder) penetre el propio cuerpo;

el establecimiento de series o

sucesiones ordenadas, donde el

individuo se inserta en una

mecánica de avance de un

segmento a otro; y finalmente la

articulación de estas piezas en

un aparato dirigido

jerárquicamente en función del

cual el propio individuo adquiere

sentido. Así se conforma una

individualidad que es

simultáneamente celular,

orgánica, genética y

combinatoria.

Las disciplinas, que analizan el espacio, que descomponen y recomponen lasactividades, deben ser también comprendidas como aparatos para sumar ycapitalizar el tiempo. Y esto por cuatro procedimientos, que la organización militarmuestra con toda claridad. [Entre ellos,] dividir la duración en segmentos,sucesivos o paralelos, cada uno de los cuales debe llegar a un términoespecificado. (…)

d) LA COMPOSICIÓN DE FUERZAS

(…) La disciplina no es ya simplemente un arte de distribuir cuerpos, de extraer deellos y de acumular tiempo, sino de componer unas fuerzas para obtener unaparato eficaz. Esta exigencia se traduce de diversas maneras.

1) El cuerpo singular se convierte en un elemento que se puede colocar, mover,articular sobre otros. (...)

2) Piezas igualmente, las diversas series cronológicas que la disciplina debecombinar para formar un tiempo compuesto. (...)

3) Esta combinación cuidadosamente medida de las fuerzas exige un sistemapreciso de mando. Toda la actividad del individuo disciplinado debe ser ritmada ysostenida por órdenes terminantes cuya eficacia reposa en la brevedad y laclaridad; la orden no tiene que ser explicada, ni aun formulada; es precisa y bastaque provoque el comportamiento deseado. Entre el maestro que impone ladisciplina y aquel que le está sometido, la relación es de señalización: se trata node comprender la orden sino de percibir la señal, de reaccionar al punto, deacuerdo con un código más o menos artificial establecido de antemano. (…)

II. LOS MEDIOS DEL BUEN ENCAUZAMIENTO

Walhausen, en los albores del siglo XVII, hablaba de la "recta disciplina" como deun arte del "buen encauzamiento de la conducta". El poder disciplinario, enefecto, es un poder que, en lugar de sacar y de retirar, tiene como funciónprincipal la de "enderezar conductas"; o sin duda, de hacer esto para retirarmejor y sacar más. No encadena las fuerzas para reducirlas; lo hace de maneraque a la vez pueda multiplicarlas y usarlas. En lugar de plegar uniformemente y enmasa todo lo que le está sometido, separa, analiza, diferencia, lleva susprocedimientos de descomposición hasta las singularidades necesarias ysuficientes. "Encauza" las multitudes móviles, confusas, inútiles de cuerpos y defuerzas en una multiplicidad de elementos individuales —pequeñas célulasseparadas, autonomías orgánicas, identidades y continuidades genéticas,segmentos combinatorios. La disciplina "fabrica" individuos; es la técnicaespecífica de un poder que se da los individuos a la vez como objetos y comoinstrumentos de su ejercicio. No es un poder triunfante que a partir de su propio

La disciplina, explica el

autor, tiene como fin organizar las

fuerzas para poder multiplicarlas y

utilizarlas; operando mediante la

separación, análisis y diferenciación

busca dirigir las multitudes en una

multiplicidad de elementos

individuales. Se trata de una técnica

de poder de la que los individuos

son objeto, instrumento y de hecho

resultado de su ejercicio: la

disciplina fabrica individuos. Y los

fabrica de forma modesta, discreta,

silenciosa, manipulando los cuerpos

e invadiéndolos poco a poco, de

manera calculada y constante,

mediante una serie de instrumentos

simples: la vigilancia jerárquica, la

sanción normalizadora y el examen.

exceso pueda fiarse en su superpotencia; es un poder modesto, suspicaz, quefunciona según el modelo de una economía calculada pero permanente.Humildes modalidades, procedimientos menores, si se comparan con losrituales majestuosos de la soberanía o con los grandes aparatos del Estado. Yson ellos precisamente los que van a invadir poco a poco esas formas mayores, amodificar sus mecanismos y a imponer sus procedimientos. El aparato judicial noescapará de esta invasión apenas secreta. El éxito del poder disciplinario se debesin duda al uso de instrumentos simples: la inspección jerárquica, la sanciónnormalizadora y su combinación en un procedimiento que le es específico: elexamen.

a) LA VIGILANCIA JERÁRQUICA

El ejercicio de la disciplina supone un dispositivo que coacciona por el juego de lamirada; un aparato en el que las técnicas que permiten ver inducen efectos depoder y donde, de rechazo, los medios de coerción hacen claramente visiblesaquellos sobre quienes se aplican.

(…) Desarróllase entonces toda una problemática: la de una arquitectura que yano está hecha simplemente para ser vista (fausto de los palacios), o para vigilar elespacio exterior (geometría de las fortalezas), sino para permitir un controlinterior, articulado y detallado —para hacer visibles a quienes se encuentrandentro; más generalmente, la de una arquitectura que habría de ser un operadorpara la trasformación de los individuos: obrar sobre aquellos a quienes abriga,permitir la presa sobre su conducta, conducir hasta ellos los efectos del poder,ofrecerlos a un conocimiento, modificarlos. Las piedras pueden volver dócil ycognoscible. El viejo esquema simple del encierro y de la clausura —del murogrueso, de la puerta sólida que impiden entrar o salir—, comienza a ser sustituidopor el cálculo de las aberturas, de los plenos y de los vacíos, de los pasos y de lastrasparencias. Así es como se organiza poco a poco el hospital-edificio comoinstrumento de acción médica: debe permitir observar bien a los enfermos, y asíajustar mejor los cuidados; la forma de las construcciones debe impedir loscontagios, por la cuidadosa separación de los enfermos: la ventilación y el aireque se hacen circular en torno de cada lecho deben en fin evitar que los vaporesdeletéreos se estanquen en torno del paciente, descomponiendo sus humores ymultiplicando la enfermedad por sus efectos inmediatos.

(…) Las instituciones disciplinarías han secretado una maquinaria de control queha funcionado como un microscopio de la conducta; las divisiones tenues yanalíticas que han realizado han llegado a formar, en torno de los hombres, unaparato de observación, de registro y de encauzamiento de la conducta. En estasmáquinas de observar, ¿cómo subdividir las miradas, cómo establecer entre ellasrelevos, comunicaciones? ¿Qué hacer para que, de su multiplicidad calculada,resulte un poder homogéneo y continuo?

La vigilancia jerárquica

consiste en una serie de pequeñas

técnicas de vigilancias múltiples y

entrecruzadas cuyo principio es ver

sin ser vistas. Se trata de la

conformación de sitios a modo de

observatorios cuyo modelo ideal es

el campamento militar: una

calculada disposición espacial

asegura la constitución de una red

de miradas que se controlan

mutuamente. Hospitales, prisiones,

escuelas y otras instituciones

repiten este modelo, que otorga a

la arquitectura una nueva función:

la de permitir el control interior

mediante la visibilidad. El propio

edificio es una máquina de vigilar

mediante lo que Foucault

denomina un “microscopio de la

conducta”: una serie de divisiones

que constituyen un aparato de

observación, registro y

encauzamiento.

El aparato disciplinario perfecto permitiría a una sola mirada verlo todopermanentemente. Un punto central sería a la vez fuente de luz que iluminaratodo, y lugar de convergencia para todo lo que debe ser sabido: ojo perfecto alcual nada se sustrae y centro hacia el cual están vueltas todas las miradas. (…)

b) LA SANCIÓN NORMALIZADORA

(…) Lo que compete a la penalidad disciplinaria es la inobservancia, todo lo que nose ajusta a la regla, todo lo que se aleja de ella, las desviaciones. Es punible eldominio indefinido de lo no conforme: el soldado comete una "falta" siempre queno alcanza el nivel requerido; la "falta" del alumno, es, tanto como un delitomenor, una ineptitud para cumplir sus tareas.

(…) El castigo disciplinario tiene por función reducir las desviaciones. Debe, por lotanto, ser esencialmente correctivo. Al lado de los castigos tomados directamentedel modelo judicial (multas, látigo, calabozo), los sistemas disciplinarios danprivilegio a los castigos del orden del ejercicio —del aprendizaje intensificado,multiplicado, varias veces repetido.

(...) El castigo, en la disciplina, no es sino un elemento de un sistema doble:gratificación-sanción. Y es este sistema el que se vuelve operante en el proceso deencauzamiento de la conducta y de corrección. El maestro "debe evitar, tantocomo se pueda, usar de castigos; por el contrario, debe tratar de hacer que lasrecompensas sean más frecuentes que las penas, ya que los perezosos se sientenmás incitados por el deseo de ser recompensados como los diligentes que por eltemor de los castigos; por lo cual se obtendrá un fruto muy grande cuando elmaestro, obligado a usar del castigo, conquiste si puede el corazón del niño, antesque aplicarle aquél". Este mecanismo de dos elementos permite cierto número deoperaciones características de la penalidad disciplinaria. En primer lugar lacalificación de las conductas y de las cualidades a partir de dos valores opuestosdel bien y del mal; en lugar de la división simple de lo vedado, tal como la conocela justicia penal, se tiene una distribución entre polo positivo y polo negativo; todala conducta cae en el campo de las buenas y de las malas notas, de los buenos yde los malos puntos. Es posible además establecer una cuantificación y unaeconomía cifrada. Una contabilidad penal, sin cesar puesta al día, permite obtenerel balance punitivo de cada cual. La "justicia" escolar ha llevado muy lejos estesistema, cuyos rudimentos al menos se encuentran en el ejército o en los talleres.Los hermanos de las Escuelas cristianas habían organizado toda unamicroeconomía de los privilegios y de los trabajos como castigo: "Los privilegiosservirán a los alumnos para eximirse de las penitencias que les sean impuestas ...A un escolar, por ejemplo, se le habrá impuesto como castigo la copia de cuatro oseis preguntas del catecismo; podrá librarse de esta penitencia mediante algunospuntos de privilegios; el maestro asignará el número necesario para cadapregunta ... Como los privilegios valen cierto número de puntos, el maestro tieneotros de menor valor, que servirán a manera de moneda de cambio de los

La sanción

normalizadora consiste en el

ejercicio de castigos sutiles para

las fracciones más leves de la

conducta. Estos castigos tienen

una serie de características

específicas en el poder

disciplinario: se castiga lo que no

se ajusta a la regla (por ejemplo,

en caso de la educación, se

penaliza la ineptitud para

cumplir con las tareas); el

castigo es correctivo, busca

reducir las desviaciones (por eso

se privilegian los castigos de

ejercicio, por ejemplo, la

repetición de lecciones); está

inserto en un sistema de

gratificación/sanción,

calificándose las conductas y

cualidades en los valores

opuestos bien/mal (lográndose,

en definitiva, una diferenciación

ya no de las conductas sino de

los propios individuos, “buenos”

o “malos”); por último, se

integra a la distribución en

rangos o grados: estos no sólo

jerarquizan las aptitudes, sino

que ofician de castigo (se

penaliza con el retroceso de

grado) y recompensa (ascenso

de grado).

De manera que la

penalización adquiere una nueva

función: la adecuación a la

norma.

primeros. Así, por ejemplo, un niño habrá recibido un castigo del cual no puederedimirse sino a cambio de seis puntos; posee un privilegio de diez; entonces se lopresenta al maestro, el cual le devuelve cuatro puntos, y así en cuanto a losdemás." Y por el juego de esta cuantificación, de esta circulación de los adelantosy de las deudas, gracias al cálculo permanente de las notaciones en más y enmenos, los aparatos disciplinarios jerarquizan los unos con relación a los otros alas "buenas" y a las "malas" personas. A través de esta microeconomía de unapenalidad perpetua, se opera una diferenciación que no es la de los actos, sino delos individuos mismos, de su índole, de sus virtualidades, de su nivel o de su valor.La disciplina, al sancionar los actos con exactitud, calibra los individuos "enverdad"; la penalidad que pone en práctica se integra en el ciclo de conocimientode los individuos.

(…) En suma, el arte de castigar, en el régimen del poder disciplinario, no tiende nia la expiación ni aun exactamente a la represión. Utiliza cinco operaciones biendistintas: referir los actos, los hechos extraordinarios, las conductas similares a unconjunto que es a la vez campo de comparación, espacio de diferenciación yprincipio de una regla que seguir. Diferenciar a los individuos unos respecto deotros y en función de esta regla de conjunto —ya se la haga funcionar comoumbral mínimo, como término medio que respetar o como grado óptimo al quehay que acercarse. Medir en términos cuantitativos y jerarquizar en términos devalor las capacidades, el nivel, la "naturaleza" de los individuos. Hacer quejuegue, a través de esta medida "valorizante", la coacción de una conformidadque realizar. En fin, trazar el límite que habrá de definir la diferencia respecto detodas las diferencias, la frontera exterior de lo anormal (la "clase vergonzosa" dela Escuela militar). La penalidad perfecta que atraviesa todos los puntos, ycontrola todos los instantes de las instituciones disciplinarias, compara, diferencia,jerarquiza, homogeiniza, excluye. En una palabra, normaliza.

c) EL EXAMEN

El examen combina las técnicas de la jerarquía que vigile y las de la sanción quenormaliza. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar,clasificar y castigar. Establece sobre los individuos una visibilidad a través de lacual se los diferencia y se los sanciona. A esto se debe que, en todos losdispositivos de disciplina, el examen se halle altamente ritualizado. En él vienen aunirse la ceremonia del poder y la forma de la experiencia, el despliegue de lafuerza y el establecimiento de la verdad. (...)

(…) El examen lleva consigo todo un mecanismo que une a cierta forma deejercicio del poder cierto tipo de formación de saber.

1) El examen invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del poder.Tradicionalmente el poder es lo que se ve, lo que se muestra, lo que se manifiesta,y, de manera paradójica, encuentra el principio de su fuerza en el movimiento porel cual la despliega. (…) En la disciplina, son los sometidos los que tienen que servistos. Su iluminación garantiza el dominio del poder que se ejerce sobre ellos. El

El examen

permite calificar,

distribuir, clasificar y

castigar, de manera

eficaz en cuanto al uso

mínimo de la fuerza y el

tiempo. En él se une una

forma de ejercicio de

poder con cierto tipo de

formación del saber. Se

presenta fuertemente

ritualizado.

hecho de ser visto sin cesar, de poder ser visto constantemente, es lo quemantiene en su sometimiento al individuo disciplinario.

(…) 2) El examen hace entrar también la individualidad en un campo documental.Deja tras él un archivo entero tenue y minucioso que se constituye al ras de loscuerpos y de los días. El examen que coloca a los individuos en un campo devigilancia los sitúa igualmente en una red de escritura; los introduce en todo unespesor de documentos que los captan y los inmovilizan. Los procedimientos deexamen han ido inmediatamente acompañados de un sistema de registro intensoy de acumulación documental. Constituyese un "poder de escritura" como unapieza esencial en los engranajes de la disciplina. Sobre no pocos puntos, semodela de acuerdo con los métodos tradicionales de la documentaciónadministrativa. (...)

3) El examen, rodeado de todas sus técnicas documentales, hace de cadaindividuo un "caso": un caso que a la vez constituye un objeto para unconocimiento y una presa para un poder.

(…) Finalmente, el examen se halla en el centro de los procedimientos queconstituyen el individuo como objeto y efecto de poder, como efecto y objeto desaber. Es el que, combinando vigilancia jerárquica y sanción normalizadora,garantiza las grandes funciones disciplinarias de distribución y de clasificación, deextracción máxima de las fuerzas y del tiempo, de acumulación genética continua,de composición óptima de las aptitudes.

(...)

PANÓPTICO

El Panóptico de Bentham es la figura arquitectónica de esta composición.Conocido es su principio: en la periferia, una construcción en forma de anillo; enel centro, una torre, ésta, con anchas ventanas que se abren en la cara interior delanillo. La construcción periférica está dividida en celdas, cada una de las cualesatraviesa toda la anchura de la construcción. Tienen dos ventanas, una que da alinterior, correspondiente a las ventanas de la torre, y la otra, que da al exterior,permite que la luz atraviese la celda de una parte a otra. Basta entonces situar unvigilante en la torre central y encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, uncondenado, un obrero o un escolar. Por el efecto de la contraluz, se puedenpercibir desde la torre, recortándose perfectamente sobre la luz, las pequeñassiluetas cautivas en las celdas de la peri-feria. Tantos pequeños teatros comoceldas, en los que cada actor está solo, perfectamente individualizado yconstantemente visible. El dispositivo panóptico dispone unas unidades espacialesque permiten ver sin cesar y reconocer al punto. En suma, se invierte el principiodel calabozo; o más bien de sus tres funciones —encerrar, privar de luz y ocultar—; no se conserva más que la primera y se suprimen las otras dos. La plena luz yla mirada de un vigilante captan mejor que la sombra, que en último términoprotegía. La visibilidad es una trampa.

(…) De ahí el efecto mayor del Panóptico: inducir en el detenido un estadoconsciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamientoautomático del poder. Hacer que la vigilancia sea permanente en sus efectos,incluso si es discontinua en su acción. Que la perfección del poder tienda a volverinútil la actualidad de su ejercicio; que este aparato arquitectónico sea unamáquina de crear y de sostener una relación de poder independiente de aquelque lo ejerce; en suma, que los detenidos se hallen insertos en una situación depoder de la que ellos mismos son los portadores. Para esto, es a la vez demasiadoy demasiado poco que el preso esté sin cesar observado por un vigilante:demasiado poco, porque lo esencial es que se sepa vigilado; demasiado, porqueno tiene necesidad de serlo efectivamente. (...)

Dispositivo importante, ya que automatiza y desindividualiza el poder. Éste tienesu principio menos en una persona que en cierta distribución concertada de loscuerpos, de las superficies, de las luces, de las miradas; en un equipo cuyosmecanismos internos producen la relación en la cual están insertos los individuos.

1- Explica en qué consiste la nueva forma de dominación que se extiende a partir del siglo XVII segúnFoucault. ¿Cómo se relaciona con el concepto de “cuerpos dóciles”?2- ¿Mediante qué mecanismos se ejerce esa dominación?3- Busca ejemplos en la actualidad: ¿es posible encontrar alguno de esos mecanismos en algunainstitución actualmente? Ejemplifica. 4- ¿Creés que hoy en día el poder se ejerce de la misma forma, o bien qué mecanismos de dominaciónte parece que Foucault describiría para la actualidad?