Upload
tadeo-valverde-molina
View
219
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Suma de lo dicho
Citation preview
A mi querido Fantasma,
Le escribo desde un punto en el cual convergen la memoria-olvido, el deseo-frustración, la
cercanía-distancia. Escribo desde el centro de todo. Todas las emociones, todos los nudos en la
garganta, todas las palabras dichas y aún no dichas. Esta es mi hora de conmoción; en el día en
que quiero celebrar contigo, se, me hace imposible no caer un poco en la cuenta de esta
realidad. Estoy escribiendo desde el limbo de pensar en ti, en nosotros y en lo que escapa de
nosotros. El veinte por ciento y ochenta por ciento, lado a lado, enfrentados. Te escribo desde
la lucha más interna al no poder estar ahí: parcialmente herido y, sin embargo arrastrando
pasos imaginarios para llegar a ti. Es solo cuando uno se enfrenta a toda esta vorágine que
escribir se vuelve un acto de valentía (una valentía polivalente) que traspasa la futilidad de
tantas otras “palabras” que (no) decimos. Y así, valiente, siento que no estoy, como tal vez
muchas veces que te hablo, acariciando la superficie en palabras. Hoy ingreso al meollo de uno
y ambos. Se suspende todo lo demás, solo quiero que exista, momentáneamente, el espacio de
los dos. Hoy quiero manifestar. Hoy quiero aparecer, aunque sea un instante, en tu corazón.
Que hoy sientas que te toco con el mío. Hoy intento liquidar esta pelea del enunciar y recordar
para dar forma a lo que somos: entre el caos de la tormenta, una gran lucha y una serie de
victorias. Pequeñas y a la vez inmensas. Propias. Totalmente nuestras.
Hoy también confieso que, a través de estas semanas, he odiado no poder llorar. Ni de
frustración ni felicidad. Tengo todos los motivos para hacerlo y no lo he hecho. Me está
matando. Aunque anticipo que esta puede ser la ocasión. Lo siento si parece que, hasta este
punto, este tema tiene que ver solo conmigo y los conflictos que cargo (o que,
involuntariamente, parece que te cargo). No es así. Este es un preámbulo a un acto del cual tú
participas: actos de memoria afectiva. Memoria dormida. Memoria reanimada. Lo que aquí
viene, Sandra, te recordará a lo que tú hiciste por mí: dejaste salir las palabras que guardabas en
distintos corazones – el de un móvil y, más importante, el tuyo propio – para mostrarlos al
otro. Yo quiero seguir la misma tradición, que sea abrazada por ambos. Y te recordará más:
estos son momentos que se instalan en distintos puntos de nuestro espacio. Algunos hondos,
otros simplemente divertidos. Memorables de distintas maneras. Recordarlos ha vivificado lo
que somos a través del lenguaje. Y sin embargo son, aunque puestos en palabras, cosas que
están más allá. Impresiones que quiero guardar. No perder. Deseo recordar sin el dolor de la
nostalgia; narrar sin cortes. Quiero traernos de vuelta lo más completo que pueda y acostarme
en ello. Me siento en la necesidad de combatir, contigo, el miedo a que las cosas de
desvanezcan. A vivir, aunque sea en el papel, como promesa de vivir de verdad.
Hoy quiero que sientas que estoy más cerca que otros días. Que nunca te dejé. Que no me he
marchado. Hoy, si puedo darte algún obsequio inmaterial, es la esperanza a gritos de que el
espacio entre nosotros está ahí para ser y hacer algo de él. Y aunque este cumpleaños tuyo esté
fuera de mi alcance, lo que quiero transmitir. No es solo una fantasía lo que pasa por mi cabeza
hacer contigo hoy; es algo ya experimentado, una esencia que está en estas palabras: en la gran
suma de lo dicho y lo vivido, lo callado y lo olvidado, ahí estamos nosotros, lo que hemos sido,
somos y podemos ser.
“Por si en algún momento se olvida...”. Esto bien enunciaste en tu obsequio de este tipo. Aquí
está mi parte. Lo que me llegó al alma, al corazón o a le mente. Puntos concretos de lo que es
quererte en los días que aquí estuviste.
Felicidades. Muchas felicidades de alguien que quiere que seas feliz. Recuerda esto. Hoy y
mañana.
T.
Lima, 11 de octubre de 2015.
[LA SUMA DE LO DICHO EN NUESTROS DÍAS. AL OTRO HEMISFERIO DEL
MUNDO, QUIERO ESCUCHARTE MÁS CERCA.]1
“No sé cómo reaccionar, todavía tengo el shock de verte otra vez... (acaricia el rostro del
otro)” / “Sentémonos... creo que ambos tenemos un shock del cual recuperarnos”.
]
“...oh... VEN ACÁ... (besos y caricias a mil)”
“¡¿Qué es eso?! No lo puedo creer... acabo de ver seis personitas salir de un coche que, en
verdad... ¡era la mitad de un coche! Ay, ¿no lo viste? En serio qué raro...” / [...] / “...sea lo que
haya sido... bienvenida a Lima...”
“Oye, Tadeo...” / “Sí, dime...” / “Queda bien...” / “¿Qué cosa...?” / “...la pintura...” (tragándose
sus palabras) / “ARHGH! ¡Te lo dije! ¿Y mi... CHOCOLATE?”
“(se rompe el metal) ¡Sí, jaja! PRAISE THE SUN YOH!” / “Oh, lo abriste, pero... ¿qué es lo
que has dicho? (sorprendida) / “Nada, nada. Está roto. Lo guardaré. Es botín de guerra. Por
favor, abre tu maleta (victorioso)”
1 La fijación de estos diálogos es aproximada. Puede que haya sido bastante acertado y realista en algunos casos; impreciso y ficcional en algunos otros. No importa: es así como funciona mi memoria.
“Entonces... ¿has venido aquí a despojarme de mi espacio, hacer que abdique a mi
propiedad e instalarte en lo que todo este tiempo ha sido mi dominio? (sarcásticamente
ofendido)” / Sí, ¿qué más quieres? Te estoy ordenando toda la habitación que está FA-TAL.
(autoritaria) / Vale, vale, lo que digas... (resignado)”
“Pruébalo [...] Entonces... ¿te gusta, el chaufa? / “Sí... está bueno. Está
bueno”.
“¡OYYY QUE SON UNA MONADA! ¡Mira todos los que hay! ¡SON UNA MONADAAA! ¿Por qué
hay tantos? Ay, ¿no se los llevan? ¡Si son tantos! ¿Hazme una foto, vale? (entusiasmo total)”
“Vamos, vamos, tenemos que llegar a la costa. ¿Qué diría tu madre? Hela
aquí, paseando en Miraflores, con un limeño en el corazón de Miraflores...
¿quién lo diría? ¿quieres que se lo escriba?/ “Ayyy! Que no la puedo escribir
bien en este móvil (riendo, retoma el chat)”
“¿Sabes? Estamos teniendo una convivencia bastante... bastante... / ¿Cercana? Es decir...
¿juntos en un espacio? / “Sí, como... vida parejil”. / “Pues... ¿qué te parece?” / “Nada... que
está bien (sonríe) / “Yo creo que se nos da muy bien (abrazo y sonrisa).”
“Y aquí cruzamos el Rímac, que es un río casi muerto por la negligencia de la g... /
“Woaaahhh... ¡mira eso! ¡Se ve...!” / “La niebla. La que tanto te gusta.”
“Ay, ¡qué monada! Es como...como un fígaro... ¡así lo llamaremos!: ¡FÍGARO! (lo acaricia)”
“No hay que olvidar comprar la comida para Fígaro.” / “Sí, ya lo
hacemos. No hay que olvidarnos esta vez...”
“A que no adivinas a quién acabo de ver entre las mesas del Comedor.” / “A... ¿quién? ¿Tu
abuelo?”/ “¡No! ¡A Fígaro!”
“Ohhh, ¡síííí! ¡Nos va-mos a Cus-co! ¡Nos va-mos a Cus-co! ¡NOS VA-MOS A
CUS-CO! (cantado y bailado)”.
“(sale del baño despreocupado)” / “Oye... miraaa (sonriente)” / “¿Qué pasa? ¿Qué es?
(curioso)” / ¡PASÉ EL FIIIRST! (feliz)” / “Ohhh, ¡sí! ¡Maravilloso! (la besa) ¿Qué tal te
fue?” / “Pues... jaja...eso...pues...” / “¡No importa, tienes el First!” (mandando la calificación
a la mierda)”
“Recuerda: le puedes pedir por paquetes y se dice ‘canchita’. No
‘palomitas’.” / “Sí, ya, voy voy.”
“OH OH OH O-O-OHHH OH OH OH O-O-OHHH OH OH OH O-O-OHHH TE VOY A
ESPERAAAR! (cantando alto)”
“... Buenos días, pequeño... (voz pícara)”
,
“Eso es... ¿para mí? (sorprendido) / “(asiente y entrega un paquete sonriente, dando saltitos
desnuda) / “(felicidad por dentro)”
“Mira... no tienes que ponerte así por los problemas. Si alguien no quiere
entender, ya déjalo estar. Te afecta mucho, sobre todo tu madre. No dejes que
sea así. Mira, ¿por qué no te relajas? Pon algo de música que te guste, estemos
aquí. Déjalo estar. No tienes que cargar con todo.”
“Último día de trabajo. Ahora estoy oficialmente desempleado y feliz. Vamos, vámonos
rápido de aquí. ¿Vamos a Plaza? Un café. Lo que nos venga en gana.”
“[...] entiende que el comentario que hice hace un rato no disminuye mi voluntad de ir a
verte. Entiende que lo estoy intentando. No dudes que es lo que quiero”. / [...] / Pero... es
que hay tanto que puede salir mal. Las cosas pueden no funcionar. ¿Entonces qué?” / “No se
sabe si no se intenta. Y lo estamos intentando. Aquí estamos, ahora. Estás aquí. Hay que
seguir en la marcha y no dejar ir. [...]”
“Entonces... eh... ¿El Exorcista? ¿Otra vez? (sorpresa general)”/
“Creo que hemos elegido la misma película...” / (risas)”
“Y, ¿qué te parecieron mis amigos?” / “Majos. Muy majos”. / “Son buena gente.
Chéveres. Salvo Ricardo... muy frustrado. También, el hombre no puede dibujar ni un gato
para salvar su vida”
“No sé... estoy... rara. Tengo días así. Es... una sensación de extrañeza. No sé qué me pasa. /
[...] /“Recuerda por qué estás aquí: para experimentar. Lo que vaya a ser, será. Lo que te ha
traído aquí es seguir. Probar. Solo sigamos avanzando.”
[...] / “¿Ya salió? ¿Puedes ver la pantalla?” / “Vale, voy a revisar”. /(...)/ “Todavía nada. Está
en los vuelos de antes de las 10. Tendremos que esperar.” / “(nerviosa)” /[...]/ ¿Puedes ir a
revisar otra vez? / “A ver... voy. /(...)/ “Todavía no estarán. Hay que esperar. El horario de
vuelos marcha muy lento.” / “Ah... (se impacienta). /(...)/ “Veamos, voy a revisar una vez
más...”/ “Vale...”/ “No, sigue igual. Sinceramente creo que solo queda esperar.” / “Ay...” (se
impacienta más)” /”Hey... ¿qué tal si para relajarnos un poco... jugaaamos... ¡¿’A
PENSAR’?!” / “¡Síiii! (emocionada, saca el móvil)”.
“Tranquila. Ya estamos aquí. No estés nerviosa que es un vuelo muy
corto... (capta una nota en su diario) / (La nota dice): “Miedo otra vez.
Pero contigo”. / (Sonríe por dentro. Entiende todo. Guarda silencio.)
“(saliendo del baño) Oish... adivina quién me vino a visitar...”
“Ogh... necesito descansar... me siento vulnerable... (se
concentra en el documental sobre la isla de Vancouver)...
eh...¿me das unas papitas? ”
“AYYY AYYY ESTÁ FRÍA.... FRÍIIIAAA...(brrrr)” /”¡Ahora está muy caliente!
¡Arghhhh!”
“[...] y, pues, esa es la historia de papá. Y llega hasta mí. Un origen
parcialmente desconocido.” / “Hay mucho que no conozco de ti, Tadeo...” /
“Sí, es así...”
“Oyy, ¡qué mona la llamita!” / “Alpaquita” / “Sí, sí, alpaquita.” /[...]/ “Mira, mira ¿puedes
hacerle una foto? ¡Mira cómo se rasca la orejita! jiji” /[...]/ “Aquí, pues, con mis hermanos
(tomando foto a las llamas)”/ [...] “Nos vamos.” / “Entonces... ¿no hay más fotos con las
llamas o alpacas? (decepcionada)”
“OH, DIOS, UNA MOCHILA DE LLAMA, Y UN BOLSO TAMBIÉN. ¡Yo lo
quiero, yo lo quiero!” / “No podemos, ya nos vamos. El bus ya se va...
¡rápido!” / “No, no... ¿no hay tiempo? ¡Ayyy nooo! La mochila de llamaaaa
(lamento continuo)”
“Gracias, ¡gracias por viajar con nosotros! Oh, sí... hasta luego... ¡mucha suerte a los Sres.
Valverde!” / “(risas nerviosas)”
“Muy bien, entonces... sí, podemos cambiarles de habitación a una con baño
privado. Tienen sus documentos, ¿tú y tu esposa? / “Ehh...no, ella no es mi
esposa, es solo mi novia...” / “No, pero claro, pues, tu esposa va a ser, ¿no?
Tiene que haber algo así” / “Eh... no, no, en verdad no... (prefiere callarse)”
[
“Tadeo... ¿has... has visto eso? Dios... qué horror (señala su plumas) / ¡¿Qué?¡! Ah... eso es...
es... una figura de dos perros... follando. / “¡Qué horror! ¡Jamás lo había visto ahí!
(conmocionada) / ¿Por qué dos perros...? En fin... le tomaré una foto / Ni se te ocurraaaa...
(amenazante)”
“Ayyy nooo, ¡no me quites las mantas! No quiero quedarme con esa que
es... esa... ¡rata! (disgustada) /[...]/ (se corren las mantas) “Ayyy nooo, ¡la
raaataaa! (en pánico)”
“¡RRRRRRAAAAAAAAAATA DE DOSSSSS
PATAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSS! TE ESSSSTOY
HABLANDOOOOAAATIIII! (cantando ranchera)”
“(silencio de horas)”
“Pues... te cuento. Tuve un sueño en el cual yo estaba haciendo algo...pintando una imagen o una
pared, algo así. Luego venías tú y me hablabas. Empezabas a intervenir en la pintura. A hacer
algo. Entonces yo te grité. Te traté mal y te dije que te fueras. No sé por qué me he soñado
eso. Y me he quedado medio así por esa impresión.” / “(...) diría que los sueños son sueños. No
sé si hay un contenido detrás de esto. Yo tampoco lo sé... espero que no...“
“Claro, pues. Tú eres mi compañero de viaje. Literal y no literal.”
“OH OH OH O-O-OHHH OH OH OH O-O-OHHH OH OH OH O-O-OHHH TE VOY A
ESPERAAAR! (cantando alto)”
“¿Llegamos ya? ¿Esa es? ¡Sí! Ahí están las luces de la ciudad. Saca la cámara.
Aunque no se vea nada, quiero capturar esto. /[...]/ “Y he aquí que termina, el
Éxodo...”
“(Se lo entrega tras la compra de boletos de entrada) Ya, ya tienes tu pasaporte, ¿estás
fel...?” / “¡MUCHAS GRACIAS, MI PEQUEÑO! (lo llena de mimos)” / “Ya, ya... ¡vale! Pero en
verdad, no te pongas así de estresada. Te haces mal... nos haces dis... / “Jijiji, ya, ya, está
bien... (más mimos)”
“Dale, ven, ven...” / “¿Qué estás buscando? Pero si estamos acá... van a
entrar...” / “Ven, ellos no van a venir, no van a llegar, no están aquí...
ven acá...”
“Jijiji / Jajaja / Jejeje / Sandraaa... la puta maaadreeee / Jijijiji / Jajajaja / (risas continuas)”
“Hey, ¡Sandra! ¡Mira lo que tengo! “¿Qué...?” / “(Ilumina con la linterna a
todos lados) woaoaahhhahhh!”
“¿Cómo vas, pequeño...? ¿Estás bien? (trota ligera y sin cansancio)” / “Sí... sí... estoy... estoy...
bien... es solo el... músculo... carajo (suspira)”
“¡Mira, pequeño, ya vamos a llegar! ¡Mira, ya falta muy poco! (emocionada)”
“¿En se-serio? (puff) / “¡Sí, sí! ¡Tan solo esta cuesta y...” / “(puff), ¿...estamos
ya?” / “Eh... no jiji”,
“(Aquí pondría, en todos las variedades, lenguas y formas, la
pesquisa en búsqueda del modo, luagr y ángulo para tomar
Nuestra Foto deseada en Machu Picchu.)”
“Déjalo ir. Le pasa a cualquiera. Los accidentes no eligen un lugar o situación
determinada. Creo que lo peor que puedes hacer es dispararte con esa segunda flecha de
la que te hablé: ya tienes la culpa de las circunstancias, ahora no dupliques eso con más
culpa sobre ti. Deja ir de eso. Hazte un bien, por favor.”
“Entonces... ¿cómo te sientes?” / “(un paso fuera del
baño) Mal... (derrotada)... sigo igual... mucho o nada”
“Hey... tranquila. Vas a estar bien, ¿vale? Yo sé que duele y es complicado, pero lo vamos
a solucionar. Yo... lo siento. Ven, ven acá. Vas a estar bien, ¿vale? Te lo prometo. Te vas a
mejorar. Solo hay que cuidarte y lo que necesites, si medicinas o ir a un médico, vamos a
hacerlo. Por favor, estate bien...”
“Mira, tu padre pregunta algo por el WApp algo sobre cómo estás: pregunta si.... líquida,
poco líquida, semilíquida... creo que está hablando de...caca” / “(cara de vergüenza)”
“(corta cuidadosamente las zanahorias) Mmm, ¿así está bien?
Es un corte tal vez muy grande...” / “Sí, en verdad da igual,
pequeño... no como la zanahoria. Solo es para darle un gusto... la
puedes dejar.”
“Y creo que es un error que hemos estado cometiendo: contigo, en Cusco, he estado retornando
a ser como... muy niña. Una niña. Que se ocupen de todo por mí. Que te hagas cargo de la
mayoría de cosas... eso no es bueno” / “Es también mi culpa... he estado demasiado
concentrado en querer que estés cómoda que, al final, en verdad estás MUY cómoda.”
“Pero... ¿cómo van a ser de verdad? ¡Es obvio que es un arreglo artificial!” / “Nooo, ¡mira bien!
¿cómo que no es de verdad? Claro que sí: son muchas agrupadas. / “Pero nooo, Tadeo, jaja,
no tiene sentid...” / (se mueve el grupo de tortugas del tronco hacia el agua) / “... bueno... eh...”
/ “JA! ¡TE-LO-DI-JE!”
“Ay... qué... ¿qué es...?...dios mío... no... qué horror... cómo ponen
algo tan horrendo junto a una ricura de estas... ay, vámonos...”
“¡Créeme, tiene más de gato de lo que te imaginas! (sigue acariciando la cabeza)”
“AYYYY, pero si es mi carita de PETER PAAAAN! (caricias y mimitos)”
“Hey, no estés triste. Dame... (extiende el puño) / “(Entiende. Choca el puño con los nudillos)”
/ “(hace bailar sus dedos) FA-LALALAAAA! (ríen)”
“¿Masaje?”
“Tadeo... ¿me haces el amor?”
“(Oscuridad. Enciende la lamparilla recién arreglada) Hay que hacerlo con esta luz. Será
distinta. Especial. Memorable, de alguna manera.”
“Claro, le voy a decir todo a mi madre (sarcástica): Tadeo me ha cuidado, me ha
cocinado, me ha mimado, me ha hecho el amor dulcemente... (desplazamiento a la
sinceridad)” / “¿Dulcemente? Eso es particular, ¿no? Dulcemente...” / “No,
no... está bien. Es cómo tú lo haces. Es cómo tú eres. Está todo bien con eso.”
“¡Jijiji! (risas en abrazo desnudo)” / “Y tal vez podría incluir lo de ‘FRÍA, FRÍAAA brrr’ y,
también, lo de ‘Ayyy la Rata’, jaja, ¿qué te parece? / “Jajaja, ¡claro, claro! ¡Hazlo! (riendo)” /
“¿Sabes algo? Voy a hacer eso; una compilación de lo dicho. De las cosas graciosas y
memorables de este tipo, de este tiempo (...)”
“Cuando tenga mis hijos, les diré que volé al otro lado del mundo... por amor.”
“Pequeño... nunca pensé que alguien como tú pudiese quererme...”
“¿Sabes? Hay algo que tengo que decirte. Sonará sorpresivo, en verdad... no
encuentro las palabras adecuadas. Me cuesta mucho. (Respira) Ahí va... quiero que
sepas que en los días que llevamos juntos he estado diciendo varias cosas. De
pronto, entre ellas decir ‘te quiero’ ya no es suficiente. Yo te amo, Sandra. En
verdad lo hago. En este momento, con lo que esas palabras significan para mí y con
lo que tengo, lo hago. No estoy esperando que esto sea una declaración absoluta ni
un punto de compromiso, solo quiero... fijar. No sé qué va a suceder con nosotros,
pero quiero que quede este momento como uno en el cual se puede decir esto. Que
en este momento, sin pretensiones grandes, ni miedo, ni olvido, puedo sentir amor
por ti.”
Epílogo