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ACTA MEDICA, Vol. XXII, Núm. 88 octubre-diciembre. 1986, flfl. 83-94
Biografías
FEDERICO NIETZSCHE
\ \
NIETZSCHE
Hombre contradictorio
Federico Nietzsche era casto como José.
Federico Nietzsche era piadoso como un santo.
Federico Nietzsche era puro como un franciscano.
Y sin embargo escribió contra lacas-
*Sección de Graduados, Escuela Superior de Medicina, Instituto Politécnico Nacional. México.
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Antonio Oriol Anguera *
tidad, contra el puritanismo y contra la piedad.
Federico Nietzsche era hijo espiritual de Darwin y se complació en ridiculizar a los transformistas.
Federico Nietzsche comulgaba con el prusianismo de Bismark y se las entendió frente a frente con el nacionalismo alemán.
Federico Nietzsche era cristiano hasta los tuétanos y escribió el Antz"cristo.
Tal era su radical contradicción. Miedo y valor conjugados sobre una misma carta.
Miedo físico y valor espiritual. Un cuerpo que se derrumba y un al
ma que se inflama. ¿Se trataba de un loco? Esto se ha di
cho con harta frecuencia. ¿Acaso un enfermo? "No cabe duda",
dicen los demás. Medicastros y moralistas diagnosti-
caron a Nietzsche a su gusto y capricho. ¿ Esquizofrenia? ¿Goma sifilítico? Nada de todo esto debería importar;
se trata de un hombre genial y basta. Vamos a ver cómo su verdadera contradicción tal vez radique en esta ambivalencia de "valor" y "miedo". Se trataba de un espíritu gigante colocado sobre un cuerpo insignificante y maltrecho.
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La salud de Federico Nietzsche
Con demasiada frecuencia se rehúsa la filosofía de Nietzsche diciendo: -¡bah!, se trata de un pobre loco.
El propio Moebius escribe un libro de 300 páginas que titula: Uber des Pathologsche bei Niºetzsche, en el cual leemos cosas como éstas: "Toda la producción de Nietzsche a partir de Die Frolfrhe Weissenschaft lleva la marca de una alienación mental originada por una infección sifilítica".
Afirmación demasiado simple para ser cierta. Por esto tal vez leímos con gusto la respuesta del profesor Hildebrandt, publicada en otro trabajo que tituló: Gesundheit und Krankheit in Nietzsche's leben und Werken.
A tamaños librotes deberíamos añadir esta advertencia: ¿Y si en vez de repasar los capítulos de sífilis y parálisis, nos paráramos un poco leyendo la obra de Nietzsche? Porque, si al final concluimos que los libros de don Federico son hechos por un pobre sifilítico ... ¡Tal vez habrá que pedir la sífilis, por el amor de Dios!
Pero hablemos de su salud. Cuando un médico habla de un "neurótico", se preocupa de su carga hereditaria y de su anamnesis familiar, lo que dicho en términos llanos quiere decir que interesa saber si el paciente retiene alguna manifestación de las que tuvieron sus padres.
El padre de Nietzsche
El padre de Nietzsche era un hombre normal, muy sensible a la música, afectado de cefalalgia y jaquecas. Un día se cayó por las escaleras de la rectoría y se hirió tan gravemente que murió a los doce meses. Al sentir del profesor Hildebrandt, el viejo Nietzsche murió
de un tumor cerebral consecutivo a la caída.
Con el vocabulario altisonante de los médicos modernos, murió con síntomas de compresión cerebral, probablemente debido a un hematoma subdural crónico de naturaleza traumática. Ya se comprenderá que todo esto es ajeno a la genética y por ende al patrimonio biológico que pudo haber heredado Nietzsche. Pero no así aquella cefalalgia que amargaba la vida del buen pastor. Esta sí podía ser significativa para su carga hereditaria.
La carga heredüaria
En aquel entonces nuestro Federico tenía cuatro años. Y justo ahora empezó a hablar. Pero nadie vaya a creer que fue un retardado mental, puesto que a los cinco años le dio por escribir. Y escribió. Y si se tardó en pronunciar la primera palabra, también es verdad que luego habló por los codos. ¡Y cómo hablaba!
Heredó de su padre una vocación manifiesta por la música y por la poesía. Su genio irritable. ¡Como su padre! Tenía "arranques" -dice su hermana- ; una miopía precoz y sobre todo aquella jaqueca que no le abandonó hasta la muerte. ¡Como su padre!
De toda esta carga hereditaria, lo que vale más la pena retener son sus dolores de cabeza. Jaquecas, migrañas, algunas veces acompañadas de vómitos y que duraban siete y ocho días. Días de cruel martirio, si nos atenemos a sus propias declaraciones.
Su irritabilidad de carácter tenía altas y bajas, puesto que, como veremos, cuando era preciso tenía "nervios como cuerdas".
Nos parece muy importante un he-
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cho al cual no se le ha dado su debido valor. A sus veintitrés años, cuando ingresó en el servicio militar, tuvo una caída de caballo, perdió el conocimiento y le ocasionó conmoción cerebral. Esto sí que es importante si se piensa en su fondo migrañoso de corte hereditario.
Primer conflicto psíquico
Se trata de un conflicto entre su vocación interior y su medio. Nietzsche es un educador de gran talla. Quiere entendérselas cara a cara con toda la humanidad. Siente ser como un llamado Dios. Pretende elevar el nivel moral de la humanidad. Y esta vocación interior se estrellará contra unos bancos de cátedra. En una palabra, la modesta ocupación de docente choca con su imperiosa necesidad de hablar a la humanidad.
Lee incansablemente, del griego, del latín, del alemán, y sus ojos débiles no resisten la sobrecarga. Tras la fatiga, comparece la ceguera, y a partir de entonces le tienen que leer los textos. El no puede escribir, pero dicta de día y dicta de noche. Se fatiga, tiene depresión y estrés.
Luego aparecen trastornos digestivos que le obligan a pedir permisos al rector y excedencias de cátedra. No importa. El sigue dictando y dictando.
Segundo conflicto psíquico
Le podríamos llamar el "trauma" Wagner._
Wagner para Nietzsche fue su héroe, su dios ... hasta que llegó un día que se dio cuenta que Wagner había desertado de su misión redentora. Y a partir de este momento Nietzsche luchó contra el viejo músico.
Quiso encontrar su libertad sin Wagner, lo intentó pero no pudo borrar de un soplido la carga sentimental pa -ra el viejo maestro.
Y aquí es donde yace el conflicto más grave de su vida. El que más ha de influir en su supuesta enfermedad psicosomática.
Tercer conjli"cto psíqui·co
En fin, llegamos a su completa madurez con el espectáculo de su enfermedad. ¿Qué ha pasado? El se siente profeta, porque tiene una verdad para revelar.
Pero, ¿a quién dirá la verdad? Su voz interior quiere comunicar. ¿Con quién comunicará? Le han aislado por incomprensión
o por mala fe. La soledad siempre fue perniciosa
para los neuróticos, pero cuando el neurótico es Nietzsche (cuyo temperamento reclama un auditorio) esta muralla de apatía que encuentra a su alrededor, le saca de quicio.
Quiere perforar la muralla y levanta la voz. Empieza por gritarse a sí mismo, de su valor, de su genio. Luego proclama sus blasfemias a Gog y Magog ... pero nada consigue.
Los últimos escritos son de una gran tensión. Son gritos agónicos que traducen la lucha de un hombre contra su tiempo. ¡Un incomunicado!. .. ¡Por incomprendido!
La explosi"ón
Aconteció la catástrofe entre el 28 de diciembre de 1888 y el 3 de enero de 1889. Esta vez el dolor de cabeza hizo estallar un vaso cerebral. Y se produjo el ataque de "ictus".
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Nietzsche vivía completamente solo y por este motivo nadie podrá reconstruir jamás las características que tuvo el ataque del día tres de enero de 1889.
Para unos, parálisis progresiva (história clínica dejena).
Para otros, esquizofrenia (Hildebrant ).
Para otros más, parálisis atípica de naturaleza sifilítica (Moebius).
Pero como no hubo autopsia, nadie sabrá jamás con exactitud cuál es el nombre de la enfermedad que transtornó al héroe alemán.
La enfermedad y su obra
Examinada su obra, no se encuentra nada anormal hasta Crepúsculo de los ídolos. En Anticristo se manifiesta alguna anomalía y en Ecce Horno, la enfermedad ya está florida. No toda la obra es consecuencia de la parálisis general (¡que salga el sifilítico puro a demostrarlo!), acaso el tono exaltado de sus últimos libros exageran el deseo que tenía Nietzsche de multiplicar su fuerza demoledora. Pero el deseo era suyo, personallsimo, y en manera alguna producto de la sífilis.
A partir de septiembre de 1888 sus cartas contienen pasajes con una euforia sospechosa, aunque sin la menor falta de lógica. Para entender su obra nos será más útil conocer su vida interior que su sífilis. Especialmente en todo lo que escribió hasta 1888.
El examen grafológico de sus escritos no descubre síntomas de ataxia hasta pocos días antes de la catástrofe. No se puede hundir la obra de Nietzsche en nombre de su enfermedad. En última instancia su producción final no no podría destruir la primera. Hay que
analizar cada libro por lo que valga. Sólo los testamentos anulan lo antedicho. Pero jamás el último hijo puede anular el primero.
Federico estoico
A Federico en familia le llamaban Fritz. Y según cuenta su hermana, tenía un gran amor propio, un fuerte estoicismo y era un niño obediente.
Aunque luego revolucionaría su pueblo con petardos literarios, escritos anticristianos y vomitonas contra el estoicismo. Es así como un día proclamó a los cuatro vientos su fe en la guerra y en la fuerza bruta.
A los diez años se pasa el día en las bibliotecas. Lee mucho, especialmente la Biblia, y su máxima ilusión es reunir a sus amigos para explicarles lo que ha leído. Pone tal entusiasmo en ello que no pocas veces arranca lágrimas de su auditorio. Un día arrancó una risa irónica. Y esta anécdota nos dirá de su amor propio.
Su mano en garra
Nietzsche hablaba de cómo Porsena sitió a Roma. Explicaba cómo, en medio de los dolores del sitio, de pronto surgió un joven romano - Mucios Scevola - y cuchillo en mano logró alcanzar al emperador etrusco para hundirle el puñal hasta la empuñadura.
Cuando Muscius se enteró de que por error había muerto el ayudante del tirano, fue conducido ante el emperador.
Porsena le dice: - ¿Cuál es el castigo que mereces?
Y Mucius, sin inmutarse, puso la mano sobre el brasero "para castigarla por haber equivocado el corazón".
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Muscius, valiente, estoico ... dejó que ardiera su mano "como lo habría hecho el propio Epicteto".
Uno de los oyentes se ríe. Fritz levanta la cabeza. -¿De qué te ríes? -A ver quién será el ingenuo que
pueda creer que un hombre aguante el fuego ... estoicamente.
Y Fritz se siente herido, y al punto coge una tea encendida, la pone en la palma de su mano derecha y aguanta hasta la última chispilla.
Tal era Fritz a los diez años. Un estoico, aunque luego se las entendiera contra el estoicismo. (Desde entonces Federico tuvo la mano en garra por una cicatriz deformante.)
Empieza a surgir ''El Nietzsche"
En la universidad tiene que buscar en los libros de teología la razón de su cristianismo espontáneo. Y se puso a estudiar los teólogos con la mejor intención, más ¡ay! la doctrina oficial le parece "edulcorada y formalista".
Encuentra las humanidades griegas más fuertes y heroicas. Y lentamente se aparta de todo formulismo cristiano. Se apasiona por la crítica de los evangelios y emprende el camino de las exégesis. Al final acabará escribiendo ¡A nticristol.
Nietzsche descubre a Schopenhauer
En Leipzig habita en la calle de Las Flores, número 4, en donde casualmente se encuentra una casa de viejo. El anticuario Rohn, igual vende un violín que un libro de cocina. Un día descubre-un libro de A. Schopenhauer y como iluminado se encierra en su cuarto con el libro a cuestas y se seca los sesos de tanto leer.
"Pero si este Schopenhauer ha escrito el libro para mí", decía, al tiempo que acariciaba El mundo como voluntad y como representación y desde aquel momento empezó a gritar una nueva tabla de valores:
¡Guerra a la cultura! ¡Hosanna al instinto!
El catedrático más joven del mundo
A los 24 años, no ha pasado siquiera su doctorado, y los anales de las universidades alemanas rompen con su tradición. Jamás lo habían hecho. Probablemente no se repetirá el caso por los siglos de los siglos. Llaman al estudiante para que desempeñe la cátedra de filosofía clásica de la Universidad de Basilea.
La gente de Basilea comenta "lo del profesor joven" como una ave rara que todo el mundo qu~ere conocer. Y el joven profesor habla bien. Y cautiva al público. Es el niño prodigio. El profesor de moda.
Ricardo Wagner es un cím·co genial
A la vera de los cuatro cantones, allá en un pueblo no lejano, Triebschen, vive otro hombre genial. Ricardo Wagner, vive arrimado con Cosima, hija de Listz, y Listz, a pesar del pecado mortal de su hija, es el mejor amigo de Wagner.
Cosima, a su vez, es la esposa de Hans Bulow, y Hans, a· pesar del pecado mortal de su esposa, es el mejor discípulo de Wagner.
Entre tanto, este monstruo de la música, cínico y genial al mismo tiempo, convive con Cosima en las propias narices del padre y en las barbas del marido.
Y uno y otro se desviven para hacer
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que Alemania y el mundo entero se despierte al son de la revolución wagneriana.
W agner es un cínico y un reformador. Dos veces geni~. dos veces monstruo. Es todo un filósofo. Y es todo un músico. Incorporarse a la obra wagneriana es seguir adelante. Progresar.
Wagner quiere intervenir la filosofía, la moral y la religión de la humanidad... ¿Cómo? Por intermedio de la música. La música debe ser el lenguaje que predique la moral humana desde su raíz.
Wagner se porta como un anarquista intelectual. Se levanta contra el racionalismo y confía en la música como único vehículo que puede protestar contra las dos fuerzas más odiadas: el oro y la tiranía.
¿Quiénes dan a conocer la obra de Wagner? Listz y Bulow. Uno y otro comprometen su prestigio en aras del genio.
Wagner es todo egoísmo. Aquéllos todo altruismo. Le ceden la hija el uno y la esposa el otro," y siguen con el sacrificio ímprobo de cantar los salmos del nuevo evangelio.
i Quién es el tal Nietzsche.'?
Wagner se entera de que allá en Basilea hay un profesor joven que esta de moda. Habría que invitarle. Y Cosima no se hace esperar. Las primeras pascuas Federico Nietzsche acude a Triebschen invitado por los Wagner.
Parecen hechos tal para cual. Wagner viejo. Nietzsche un chaval. Los dos, enamorados de Schopenhauer. Acaban por convencerse de que ya tienen al héroe.
"Esquilo a través de la tragedia engendró una Grecia magna".
Y Nietzsche se decía entre sí:
"Wagner a través de la música puede regenerar Europa".
Y se vuelve a Basilea haciéndose reflexiones de gran ambición. El mundo ha de renovarse. Yo seré el estímulo del músico y don Ricardo el acicate del pueblo.
Y desde entonces sólo piensa entrabajar en pro de la obra wagneriana. Y quiere escribir el Anillo de los Nibelungos, y escribe su primer libro: Origen de la tragedia.
Sábado y domingo se va infaliblemente a Triebschen. Su alma encontró en Wagner al héroe fecundante de su hijo científico. Y se hizo wagneriano ortodoxo. Así como Wagner, a su vez, concibió y fecundó la doctrina de Nietzsche.
Dos frases paralelas
A Nietzsche le gustaba cotejar Grecia con Alemania y se decía: si en tiempos helénicos se llegó al espíritu por la tragedia (Aus dem Geiste der Tragedie), es igual lícito pensar que Alemania puede llegar al espíritu a través de la música. Y desde entonces promulgó la frase como un verdadero slogan:
¡Aus dem Geiste der Musikel, es decir, ¡Al espíritu por la música!, frase paralela a la que para Grecia había forjado el propio Nietzsche cuando sintetizó la cultura helena diciendo: ¡Al espíritu por la tragedia!
¡Hurra la fuerza bruta!
Tiene 26 años y se desencadena la guerra de 1870. Nietzsche va a Francfort y al cruzar el empedrado de la calle real le detiene el patatrás, tras de su regimiento de caballería. Las mujeres salen al paso del desfile y allí aprende Federico cómo la voz de la sangre
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llama más fuerte que la de cualquier ramplonería familiar.
"Sentí por primera vez - advierte Nietzsche- que la voluntad de vivir es algo más noble que esta expresión miserable de la 'lucha por la vida'."
Hay que luchar para vencer, o en fin, luchar por luchar. Una voluntad de guerra, de dominio, de poder. Esto es vivir noblemente. ¡ Wi"lle zur macht! (¡instinto de poder!).
Y se afilia voluntario a la guerra. Y el hombre que habla con estos términos viriles se desvanece cuando ve sangre. Y por miope lo llevan a sanidad. Y por enfermo le licencian a los cuatro días.
Este es Federico Nietzsche. Pregonero incansable de la fuerza bruta ... que se desmaya ante un trauma, así cwno lo haría cualquier aspirante a monja clarisa.
Y vuelve a Basilea. A reponerse, y a continuar su obra El origen de la tragedia.
Instinto contra razón. Baco contra A polo
En El origen de la tragedia estudia la Grecia de Baco y la Grecia de Apolo. Es decir, la Grecia de la turbulencia viril y poderosa, tal Baco, y la de la belleza tranquila y afeminada, tal Apolo.
Para Nietzsche hay que distinguir la fuerza creadora que es instinto, tragedia y música, y contraponerla a la fuerza estéril y castrada de la cultura clásica.
Así, por ejemplo, donde se lee: Baco, borrachera, vino, debemos leer fuerza, tragedia, aventura. Aquí reside el molde de la nueva belleza. En el instinto, en el poder, en la fuerza. En la tragedia, en la música ...
Donde se lee A polonio, allí ha y reposo, contemplación, ciencia: ¡degeneración!
Verdadera transmutación de la tabla de valores que, hasta entonces había aceptado el mundo.
Instinto como fuerza creadora
Para Nietzsche las fuerzas creadoras son la fuerza bruta, la turbulencia, la tragedia. Su único hontanar: el instinto.
Cuando aparece la paz, la métrica y el ritmo, se acaba la creación y empieza la esterilidad.
La Grecia auténticamente creadora es la de Esquilo, la de Maratón, la de Homero, la de Sófocles y Eurípides; en una palabra, la Grecia trágica y arcaica.
Por el contrario, la Grecia que admira la gente, la Grecia que comienza con Sócrates, es una Grecia castrada y sin genio creador.
Afeminada, insulsa, apolónica. Sócrates es el primer signo de corrupción y después de él todo degenera.
Con los "clásicos", la filosofia reemplaza a la poesía.
La ciencia reemplaza al instinto. La dialéctica reemplaza a los de
portes. En una palabra, "Platón es un cris
tiano sin Cristo". Y a panir de Platón - ¡Grecia está
perdida! Aquel pueblo viril, de Homero y Es
quilo. Aquel pueblo joven y creador de la
mitología y de la poesía. Se torna un pueblo decadente en
manos de Platón y de Aristóteles. La Grecia joven y sana nos da la
época de los héroes: Troya, Homero, guerra, poder.
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Nietzsche es un perfecto A polo
Y como siempre tenemos frente a frente la gran paradoja y la contradicción. Este tremendo admirador de Baco es un perfecto Apolo.
Nietzsche tiene veintisiete años. Nótese cómo en su primer libro ya atisba su obra fundamental. La transvaloración.
Quien piensa en Nietzsche piensa en la tabla de valores.
Tergiversar el orden natural de los valores. Para él, el bien reside en la fuerza, en el poder, en la acción, y todo el poder creador mana del instinto.
El mal está en la debilidad, en la impotencia, en la ciencia, en la mé-trica.
Pero anotemos de paso que este terrible Dionisio amante del vino, del instinto y de Baco, tenía un alma de Apolonio como la estatua más proporcionada de Fidias.
¡Hasta era abstemio!
Nietzsche abanderado de Wagner
Federico Nietzsche se dirige primero a Alemania para decirle que, si está decadente, es por haber implantado el arte importado de Francia y de Italia, en vez de fiarse de sus instintos, rudos y creadores.
Alemania está perdida; necesita barbarie.
¡ Vivan los bárbaros! ¿No os habéis dado cuenta que Kant
ha derrumbado el intelectualismo?. ¿Qué es sino el "a priori"?. ¿No habeis leído que Schopenhauer
ha revalorado el instinto? ¡ Viva Schopenhauerl ¿ Por qué no ha de renacer Baco y
Dionisio del corazón de Alemania? Pues sí, renacerá, porque tenemos
el nuevo Esquilo. ¿Quién es? ¡Wagnerl Y grita a todo pulmón que Wagner
es el nuevo Esquilo de Europa y del mundo entero.
¡ W agner, Wagner, Wagnerl
Barbarie, resurrrexit
Wagner restablecerá el mito pagano y los símbolos sensuales. Con la música hablará al instinto, hasta lograr que aparezca la fuerza trágica del éxtasis dionisiaco.
Wagner será, como la tragedia en Grecia, el verdadero redentor.
• A través de la música, hará la revo-lución de los valores, la reforma del arte, el renacimiento de la fuerza.
Con W agner despertarán los guerreros que tenemos dormidos por el opio de Apolonio y la nación alemana conocerá nuevos tiempos heroicos.
Pero por un solo camino, por el de la fuerza. Wagner e~ el auténtico Sigfrido que no ha conocido el miedo.
Todos los valores decadentes se han tejido alrededor de la idea de paz.
Guerra a la paz. Guerra al miedo. Hurra al instinto y a la fuerza
bruta.
Culto al más fuerte
Los valores nuevos se han de tejer alrededor de la idea de guerra.
Donde dice cerebro, poned instinto. Donde dice calma, poned turbulen
cia. "La nueva moral debe reconstruirse
según la teoría biológica de la evolución. Vivir es luchar. El pez grande debe devorar al pequeño. Culto al más fuerte. Jamás el objeto de la vida
FEDERICO NIETZSCHE 91
debe ser mejorar la masa y las medianías. Esto sería contribuir a formar tipos despreciables. Hay que crear al genio, al fuerte, y para ello debemos despreciar a la masa".
Como puedes ver, amigo lector, los conceptos de Nietzsche son verdadera dinamita ... pero hay algo en su decir que te atrae.
Su obra es un poema tejido con truenos y relámpagos.
Te da miedo, pánico, horror ... pero te gusta. ¿O no?.
Wagner traidor
El año 1872, Nietzsche tiene 28 años. Al emperador Luis II se le antoja proteger a Wagner. La obra wagneriana debe triunfar. Y necesita un teatro para él solo: ¡BA YREUTHI
Todo el mundo conoce el resto de la historia, porque todavía hoy, la gente de buen gusto comparece en Bayreuth para oir los acordes de la ópera wagneriana.
W agner movilizó a todos sus disci pulos para triunfar.
Y se transformó en un empresario. En aquello que habia condenado toda su vida. De la anarquia al orden capitalista va la misma distancia que de Los Nibelungos a Parsif al.
Y en Bayreuth se entierra la doctrina de la tragedia para renacer la fantasia del divo.
Precisa conquistar a la gente, precisa hacer dinero y, con la ayuda de todos, logran que desfilen por Bayreuth, emperado_res, principes, ricos ... y W agner se transforma en un retrato vivo de Apolo.
Pone la tragedia al servicio de la melodia.
En vez de ganar por la fuerza de la tragedia, convence con la dulzura de
la melodia. ¡Traidor!
Nietzsche enferma de dolor
En vez de develar el instinto sensual y creador, Wagner suministra los tópicos del reposo y de la calma. Es decir, ha castrado su virilidad creadora, por esto Nietzsche a la vuelta de Bayreuth escribe:
"Si me quedo aqui, me volveré loco. Cada noche, ópera de Wagner, de un Wagner que yo no conozco.
Estas noches interminables gravitan sobre mi cabeza como martillos sobre el yunque. No puedo soportarlas más. Me escapo fatigado y repugnado por todo este feminismo y esta mentira idealista del romanticismo que ha ganado el alma del más "valiente".
W agner ha degenerado - según Nietzsche- y en la borrachera del éxito, sobre sus laureles que le pudren, ha escrito Parsifal, drama musical, que es una glorificación del cristianismo, una exaltación de la piedad, del amor mistico y de un mundo corrompido por un pobre loco: ¡Cristo!
Y Nietzsche enferma de dolor.
Nietzsche contra Comte
Nietzsche se irrita contra la gente avanzada del momento. Ateos, positivistas franceses, evolucionistas ingleses y socialistas alemanes, son unos cobardes porque les falta fuerza -dicepara matar la hidra del cristianismo.
Todos ellos entierran la teologia cristiana. Devoran a Cristo y a la postre, proclaman una moral cristiana ... sin Cristo.
Explicadme si no, qué quiere decir humildad, ternura, altruismo, amor al prójimo, socialista, piedad.
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Todo esto es cristianismo puro. No otra cosa predicó Cristo. Pero estos sabios positivistas del siglo XIX se complacen en hundir a sacerdotes y pastores, conventos y catedrales, y sobre los cadáveres de católicos, anglicanos y protestantes, hacen surgir una moral cristiana intacta.
Culto a la mediocridad, amor a la masa.
Peor, esto es cristianizar sin Cristo, esto es sobrecristianizar porque ni siquiera necesitan a Cristo para comportarse corno cristianos.
A bajo el miedo y la moral de "resentiºdos"
La nueva moral debe asentar sobre la fuerza.
Para ganar nuestra lucha necesitarnos "fuerza" y no "bondad".
Para ganar nuestra lucha necesitarnos "orgullo" y no "humildad".
Para ganar nuestra lucha necesitarnos "tenacidad" y no "tolerancia".
Para ganar nuestra lucha necesitarnos "egoísmo" y no "altruismo".
A bajo la democracia
Igualdad y democracia son justo los antídotos ce selección y supervivencia.
La finalidad única de la evolución es el genio y no la masa.
El árbitro de las diferencias y de los destinos es la fuerza y no la justicia.
Entre naciones no puede ha her altruismo.
Las soluciones no las pueden dar los votos de una masa resentida por su inferioridad, sino el plomo y la sangre dirigida por el genio.
Las "realidades" han de purificar Europa de su podredura de ideales democráticos.
Democracia quiere decir: "Culto a la mediocridad". "Odio a la excelencia". "Amor a la debilidad, a la modestia,
a la humildad", es decir ¡MORAL DE RESENTIDOS!
Esta moral sólo puede surgir de gente desvalida y derrotada, es época en que los jefes degenerados ya no gobiernan. Esto pudo germinar en tiempo de Nerón y Caracalla.
Sólo entonces pudo prender Cristo.
Cristianismo y masa
El cristianismo, por instinto, es enemigo de los privilegios, y por lo tanto del genio, del fuerte, del creador. Su sueño dorado es la igualdad de derechos.
Con el culto a las masas se exalta la mediocridad, y con un cultivo de mediocres no es posible cr.ear a los genios.
Para el demócrata el hombre debe estar atado a un partido.
¿Cómo podrá progresar una nación si sus valores son miembros de un partido? ¡No! No es éste el camino.
Los hombres no son iguales. Yo no quiero nada en común. El rebaño siempre huele mal y la moral cristiana es moral de rebaño. Por esto santifica al débil, al humilde, al infeliz.
A los que predican la igualdad les acucia la impotencia y hablan en su nombre.
La naturaleza siente horror a la igualdad. Por esto ha hecho diferentes a los individuos, a las clases, a las especies.
El socialismo es antibiológico. La democracia tiene moral de pelu
quero en la medida que iguala cortando todo lo que sobresale.
¡ Muera la democracia!
FEDERICO NIETZSCHE 93
Hurra a Napoleón
Y sigue nuestro héroe blasfemando con boca infernal y lengua viperina.
Napoleón -dice Nietzsche- no fue un matarife. Napoleón fue un filántropo. Conducía al soldado a la muerte gloriosa a través de una vida heroica.
Mil veces preferible Napoleón a la servidumbre indigna entre los rodajes de la máquina económica, idolizada por burgueses capitalistas.
La gente corría, volaba hacia Napoleón, porque prefería cobijarse bajo su bandera de vida o muerte que aguantar la monotonía humillante de fabricar otro millón de alfileres o de botones.
Un día se devolverá la gloria y los laureles sobre las sienes de Napoleón.
Cuando un pueblo renuncia a la guerra y a la conquista, está en decadencia. Este pueblo está maduro para una democracia, y para un gobierno de tenderos, industriales y capitalistas.
La guerra excita los instintos creadores. En tiempos de paz los pueblos se atontan y se embotan de tanto confort. La comodidad embrutece, la lucha dignifica.
Grave enfermedad
A los 32 años Nietzsche enft!rma gravemente. Todavía le falta escribir lo mejor de su obra, y aunque nosotros no podríamos suscribir la mayor parte de las sentencias nietzschianas, nos hemos detenido en hacerla patente y subrayarla para demostrar que es ingeniosa y coherente.
Creemos que Nietzsche tuvo una recia personalidad.
Que puede discutirse su obra cuanto se quiera, pero en manera alguna se
puede anular en nombre de la locura o de la sifilis.
La antropología desborda todas las estructuras fisiológicas, y Federico Nietzsche era ¡todo un hombre!
Cuando apostrofa tan cínicamente a la democracia, pensamos en aquella sentencia de Churchill: "La democracia es el peor sistema, exceptuando todos los demás... que naturalmente son peores todavía".
Al final, ¿qué? ¿Miedo a Nietzsche? Miedo a todo. Este es el balance que n~ hacemos ante los hechos contradictorios que nos brinda la historia.
Resumen final
La figura de Federico Nietzsche ( 1844-1900), el gran filósofo alemán nacido en Rochen, encama la critica más aguda de la religión, la filosofía, la moral y la ciencia.
Según él, todas las filosofías, religiones y artes nacidas de la debilidad son decadentes y las combatió no al estilo del filósofo que refuta errores, sino como el médico que lucha contra las enfermedades mortales. Nietzsche representa la negación despiadada del pasado, y la afirmación de un futuro contradictorio.
Modificó la tabla de valores acerca de lo bueno y lo malo. Defendió las aristocracias naturales y sobre todo la voluntad de poder.
¡ Wille zur macht!, ésta fue su verdadera consigna. Voluntad de poder y en última instancia: voluntad.
Para Nietzsche "fuerte" no es lo que aplasta, sino lo que jerarquiza. El no ataca a la moral por lo que tiene de "moralina" sino porque, en su criterio, empobrece los valores de los hombres. Su despiadada embestida contra lo cristiano no la hace en nombre de un vil
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resentimiento, sino en defensa de una vida instintiva, sana y espléndida.
En tres periodos puede dividirse la producción del filósofo.
Primero, admirador de Schopenhauer y Wagner, alumbrando la Grecia an-
tigua. Durante esta etapa opone lo dionisiaco a lo apolíneo.
Segundo, rotura con Wagner y critica positivista de la cultura.
Tercero, profeta del superhombre.