Upload
aitor-merino-martinez
View
3
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
"Felipe II y el monasterio de San Lorenzo de El Escorial" por Aitor Merino Martínez
Citation preview
EL MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL
Breve Gua
AITOR MERINO MARTNEZ
Universidad Autnoma de Madrid
Esquema de la Visita
Esquema de la Visita
Elige Escorial por establecer la capital en Madrid, no en Granada como dice Vasari. San Lorenzo
por ser 1 mrtir hispano y ser el da del triunfo en San Quintn.
Obra rpida, en 20 aos, excepto mausoleo que se termina con Felipe IV. Restauracin de la
fachada y la escalera de Juan de Herrera por Villanueva tras los Incendio con Carlos II.
Carlos III, con Villanueva, construye el resto de palacios para el resto de la familia real.
1. Sala de Batallas: Galeras Europeas (pasear, ver espectculos, conexin zona pblica-
privada, charlas y pasear), La Higueruela, Grutescos, San Quintn (nica en la que
participa, gana el da de San Lorenzo).
2. Palacio: Monasterios Espaoles tienen una habitacin para el rey, aqu un palacio
entero, pero simple. Pintura flamenca, llena de detalles.
3. Habitacin Felipe II: Cama con tapices de Amberes, ventana para ver altar y mausoleo.
4. Mausoleo: Cristo propuesto por Bernini, Puerta previa para descomposicin de los
cuerpos. Slo faltan Felipe V y Fernando VI.
5. Isabel II construye el Panten de Infantes para los hijos y esposas no reinantes.
6. Salas Capitulares: Grutescos 4 Estilo Pompeyano, escenas alegricas, Greco y su San
Mauricio (Para altar grande de la Baslica, desechado por uno de Cincinato), Tiziano y
Tintoretto, Bosco y Patinir, Cristo de Bernini.
7. Claustro: cerrado y con un sentido procesional, decorado con escenas de la vida de la
Virgen y Cristo.
8. Iglesia Vieja: San Lorenzo de Tiziano, propuesto para el altar mayor pero con errores
de medida y demasiado oscuro para que se viera. Las 2 siguientes versiones de Luca
Cambiaso y Zuccaro, pero finalmente se decantas por Tibaldi.
9. Escalera monumental de Villanueva con Carlos II y decorado por pinturas de Luca
Giordano representando La Gloria de la Casa de Austria: balcn con Carlos II, su mujer
y su suegra; observando cmo Felipe II y Carlos V se encuentran con la Santsima
Trinidad.
10. Salas del Claustro, espacios austeros con imgenes de gran religiosidad y claridad.
11. Sala de bveda, se escucha de esquina a esquina.
12. Baslica: Luis Morales no apto, otros demasiado jvenes, italianos no conocen
condiciones.
13. Navarrete, el Mudo, al que tambin encargan retablo -> muere a los 3 meses
quedando 19 pequeos y los grandes.
14. Coello, Urbina y Carvajal se encargan.
15. Retablo, de Juan de Toledo: Tiziano ya hemos dicho que no, as que Tibaldi y Zuccaro
se encargan. Esculturas de los Leoni con Carlos V y Felipe II, modelo en escayola de
Juan Pantoja de la Cruz.
16. Lucas Cambiaso el coro, muere del agotamiento. Hizo la Santa rsula y el sacrificio de
las jvenes, pero demasiadas pocas vrgenes.
17. Cincinato el San Mauricio que no quiso de El Greco.
18. Zuccaro tambin pint las puertas de los 2 enormes relicarios, corregidos por Juan
Gmez para quitar expresividad.
19. Biblioteca: sobre la entrada (tradicin universitaria espaolas) conecta el convento
con el colegio de teologa. 7 Tramos -> 7 artes liberales presididas por filosofa y
Teologa. Primera en colocar las libreras de Herrera contra la pared. Bveda de Tibaldi
y cuadros de Pantoja de la Cruz.
Aitor Merino Martnez
[1]
Felipe II y el monasterio de San Lorenzo de El Escorial:
Funciones, espacios y decoracin.
Siendo an Prncipe de Espaa, Felipe II viajar por distintos pases, donde podr conocer y
entablar relacin con los mejores artistas. Sus frreos principios religiosos, harn que gran
parte de su coleccin se tratara de pintura religiosa, de un marcado carcter piadoso, aunque
tambin poseer obras de carcter profano, algunas de ellas de gran erotismo. Prueba de ello
sera la serie de Poesas encargada a Tiziano o varias obras mitolgicas de Correggio.
Un monarca astuto, mantenedor de la fe catlica, austero e introvertido, lo que marcar su
conducta de vida, primordialmente asctica, siendo usual su reclusin monstica en El Escorial.
No obstante, dichos rasgos tambin influirn en la seleccin de artistas y obras como veremos
a lo largo del presente trabajo.
Por un lado, poseer un gusto por la pintura flamenca, que ya le vena de su bisabuela
materna, Isabel la Catlica. Del mismo modo, la ta de su padre, Margarita de Austria, quien
llegar a ser poseedora del Matrimonio Arnolfini de Van Eyck. Tambin la hermana de su
padre, Mara de Hungra, quien se har por ejemplo con el Descendimiento de Van der
Weyden. Todo ello, pasar finalmente por herencia a Felipe II.
No obstante, tambin tendr un inters por la compra de este estilo de obras, de ah su
empeo (fallido) de comprar la Adoracin del Cordero Mstico. Tambin sentir un especial
aprecio por la pintura de Patinir y El Bosco, cuya obra, al ser considerada alegora moral,
censura de los vicios humanos, ser enviada al monasterio de El Escorial, cosa que no habra
sucedido de ser entendida como pintura profana, ertica o de puro entretenimiento.
Tambin tendr un especial aprecio por la pintura Veneciana, principalmente por Tiziano,
pasin claramente heredada de su padre. Por esta razn, continuar hacindole encargos de
pintura religiosa y retratos, aunque no de pintura profana y mitolgica, de ah que la Venus,
Cupido y un organista fuera rpidamente regalada.
Su ta Mara de Hungra tambin sera una apasionada de la pintura Veneciana, aunque en su
caso incluyera cuadros de temtica mitolgica, como la serie de las Furias que le encargara a
Tiziano, aunque con un sentido simblico: fbulas en las que se castiga la rebelin, igual que
castigara cualquier rebelin contra su hermano, Carlos V.
Como ya hemos comentado, Felipe II realizar principalmente encargos de pintura religiosa,
obras devotas de uso piadoso. Para los espaciosos monsticos de El Escorial, Felipe II escogera
los cuadros de mayor devocin que excitaran la piedad. Por el contrario, los lienzos con una
mayor teatralizacin y colorido, capaces de emocionar a los fieles, se destinaron a la baslica.
Al concluir el conjunto, Felipe II se recluir en l, llevando una vida casi de religioso. Desde que
enviuda de su ltima mujer en el ao 80, Ana de Austria, dejar de gustar de la pintura
profana, exigiendo incluso a la pintura religiosa el mayor decoro posible, principalmente en
aquellas destinadas al culto pblico. As, por ejemplo, rechazar lienzos como el Martirio de
San Mauricio de El Greco, del que hablaremos posteriormente, pese a que esto restase
socialmente fama a su rigor artstico.
Aitor Merino Martnez
[2]
Felipe II no residir nunca en El Escorial permanentemente, ser una residencial real igual que
El Alczar o Aranjuez. No obstante, la obra escurialense tendr una complejidad mayor, puesto
que poseer tres palacios dentro de un mismo conjunto.
El nivel de complejidad ser tal, que la habitacin de Felipe II, igual que la de su padre en
Yuste, se dispondr de tal manera que posibilite al monarca observar el altar de la baslica
desde la cama a travs de varias ventanas. As, siempre se encontrar cerca del tabernculo,
pero tambin del panten familiar y real situado bajo l, que ser ya concluido en tiempos de
Felipe IV, convirtindose en la casa eterna del rey de Espaa, como seala el profesor
Maras.
En poca de Carlos II, el edificio sufrir varios incendios que obligarn a realizar
reconstrucciones, aunque sern mayoritariamente acertadas.
Con la llegada de Felipe V, y por ende de los Borbones, se realizarn nuevas construcciones,
todas ellas con un nuevo aire, entre las que sobresaldra el Palacio de La Granja de San
Ildefonso, donde decidir enterrarse el monarca, o el Palacio Real de Madrid.
No obstante, el marcado carcter ilustrado de Carlos III, volver la vista hacia El Escorial,
recuperando la condicin de Casa Real, pasando all principalmente las jornadas de otoo. Ser
con l cuando Villanueva afronte la difcil tarea de recomponer la fachada exterior y construir
la excepcional escalera interior, aunque su mayor labor se realizar extramuros, ya que deber
ampliar el palacio mediante la construccin de la Casa de la reina y de Infantes, de Ministerios,
la Casita de Abajo, la de Arriba.
Posteriormente, el siglo XIX estar marcado por las Guerras Carlistas y las continuas
desamortizaciones, por lo que el conjunto arquitectnico no volver a ser aquello que fue en
tiempos de Felipe II. No obstante, aun hoy en da se ha mantenido su utilizacin para la
celebracin de eventos sealados, al igual que su funcin como museo abierto, aunque el
papel ms importante que sigue vigente hoy en da es el de Panten Real, que lo sigue
convirtiendo en Casa Real: casa eterna del rey de Espaa, como ya dijimos previamente.
Para la eleccin de la localizacin, Felipe II escogi un espacio cerca de Madrid, que durante el
reinado de Felipe II se haba convertido en la capital del Reino. Esta edificacin, que deba girar
en torno al mausoleo, elemento principal como ya hemos comentado, se consagr a la figura
de San Lorenzo, primer mrtir hispano. No obstante, hubo un motivo ms importante para la
eleccin de este santo: el da de su triunfo en la Batalla de San Quintn, uno de sus triunfos
ms relevantes, y el nico en el que verdaderamente participara, fue el da de la onomstica
de San Lorenzo.
Pese a la creencia popular, fue una obra realizada en un cortsimo espacio de tiempo, apenas
20 aos, a excepcin del Mausoleo, cuya conclusin se extendera hasta el reinado de Felipe
IV.
Uno de los edificios ms claramente reconocibles es su biblioteca, fcilmente comparable con
la Capilla Sixtina, cuyo programa iconogrfico sigue despertando muchas incgnitas. En primer
lugar, desconocemos quin dict su programa iconogrfico, ms all del propio monarca,
obviamente.
Aitor Merino Martnez
[3]
La biblioteca de El Escorial ser una de las grandes bibliotecas de la Europa del siglo XVI,
inserta en un conjunto palaciego, conventual y colegial, siendo no obstante una pieza clave en
el proyecto de Felipe II.
Como ya hemos comentado, es usualmente comparada con la Capilla Sixtina, aunque
realmente esta comparacin afectara principalmente a la distribucin de su bveda. Las
paredes del conjunto escurialense, al contrario que las del ejemplo Vaticano, estn totalmente
descubiertas, puesto que es en ellas donde Herrera decidir adosar las estanteras, dejando de
esta forma el espacio central limpio para que el programa decorativo de la bveda sea visto
con mayor facilidad.
Est dividida en 3 secciones, siendo la primera la destinada a los libros Bblicos, clsicos,
filosficos e histricos. La segunda, recogera los libros de cosmografa y navegacin,
intercalando entre sus baldas retratos de antecesores del rey. En ltimo lugar, el archivo de
papeles secretos referentes al estado y la casa real.
Como ya hemos dicho, uno de los aspectos ms destacables es su bveda, compartimentada
en siete espacios dedicados a las siete artes liberales. En los extremos la Filosofa, junto al
colegio, y la Teologa, junto al convento. En las enjutas, como en la Sixtina, ignudis, al igual que
en el capialzado, aunque en ese caso acompaados por puttis. Bajo los lunetos, 2
personalidades insignes de cada Arte, a ambos lados de la ventana, o en su defecto cartela. Por
ltimo, bajo ellos, en la cornisa, una escena referente a dicha arte.
Una sntesis de temas religiosos y profanos, tradiciones de la antigedad y humanistas
italianos, que no slo veremos en el caso del Escorial, sino que tambin se repetir en el
mundo italiano. As, por ejemplo, en la biblioteca Marciana de Venecia, los temas profanos se
utilizarn como exaltacin de la civilizacin humanstica, con 21 tondis repletos de alegoras.
En el caso de San Juan, de Parma, se representarn imgenes geogrficas antiguas, pero
tambin modernas; escenas bblicas, pero tambin histricas; genealogas de Cristo, pero
tambin de papas y emperadores. Una sntesis de elementos iconogrficos de toda ndole,
localizacin y cronologa.
Pero incluso en el Vaticano encontraremos semejanzas, puesto que all se representarn
grandes bibliotecas de la historia, tanto hebreas como griegas, romanas y cristianas.
Podramos decir, en sntesis, que para encontrar el verdadero sentido de la decoracin de la
biblioteca, ms all de su organizacin espacial y el reconocimiento de lo que en ella se
representa, habr que investigar igualmente lo representado en los centros italianos, ya que
no distar mucho del caso escurialense.
Filosofa Gramtica Retrica Dialctica Aritmtica Msica Geometra Astrologa Teologa
Colegio Convento
Aitor Merino Martnez
[4]
Otro de los espacios ms destacados es la conocida como Sala de las Batallas, un espacio
enorme excepcionalmente trabajado con pinturas murales de carcter histrico que simulan
ser un tapiz. Una obra casi hiperrealista, ya que el caso de la batalla de Higueruelas nos
permite conocer las prcticas militares utilizadas, pero tambin las armas producidas. La
bveda, por el contrario, se decorar con unos simples grutescos que posteriormente
analizaremos.
Al igual que sucede con la biblioteca, Felipe II parece estar interesado en las construcciones
extranjeras, por lo que no resultara complicado encontrar semejanzas entre su galera y las
que se encontraran en Fontainebleau, Roma o el mundo ingls.
Scamozzi ya habla en sus escritos de lo popular que fueron las galeras cerradas, en
contraposicin con las logias abiertas, tanto en el mundo Francs como en el Italiano,
sealando adems que su principal uso sera el de pasear, demostrando esto una especial
preocupacin de nuestros antepasados por la salud corporal. No obstante, no podramos
hablar de rivalidad, sino de mera imitacin, ya que la galera del Escorial ser de tamao
mucho menor al de otros ejemplos mencionables.
Pero no podramos hablar de un mero espacio de paseo, ya que eso no explicara la gran
inversin realizada para la construccin de dicho espacio y su correspondiente decoracin.
As, podramos sealar, por ejemplo, su utilizacin como balconada para la contemplacin de
espectculos realizados en el patio exterior con el que conectaban sus ventanas.
La realizacin de comedias o sesiones de msica, no bailes por su estrecho espacio. La
conexin que realizaban entre los espacios privados y los espacios pblicos, siendo as un lugar
idneo para la realizacin de recepciones o encuentros, y un sinfn de otras posibles utilidades.
El espacio sola no contener un gran nmero de mobiliario, para que toda la atencin se
dirigiera a los techos y las paredes, decorados con tapices o pinturas murales, aunque tambin
las ventanas podran tener su propio inters, ya que podan tratarse de cristales tintados.
As, la galera tambin sera un lugar en el que deleitarse la vista, estimular la imaginacin,
regalar el conocimiento a travs de vistas de ciudades, emocionar mediante los actos heroicos
expuestos, o ensalzar las hazaas cometidas por el seor de la casa. De este modo, los
grutescos de la bveda, adems de generar un agradable juego cromtico, trataban de
estimular la imaginacin mediante la alusin que hacan a los antiguos motivos decorativos
romanos.
Pero no debemos olvidar las escenas representadas en los muros, puesto que seran las
encargadas de alimentar el espritu de las visitas, intentando despertar su sentimiento
patritico mediante la exposicin de las grandes empresas militares llevadas a cabo por sus
ejrcitos.
Aitor Merino Martnez
[5]
Hemos dejado para el final uno de los elementos ms esenciales de todo el conjunto, la
baslica, donde el empeo de Felipe II por el decoro se observa de una manera ms clara. La
frrea defensa de la causa catlica que encabez el monarca puede verse en las ms de siete
mil cuatrocientas reliquias que el templo lleg a custodiar, razn por la cual fueron necesarios
un gran nmero de altares, que en la actualidad ronda la cuarentena, que ya aparecan en el
diseo que realiz Herrera del templo.
Tras su edificacin, lleg el momento de decorar esa gran cantidad de espacio, lo que
generara una gran bsqueda de artistas a nivel nacional e internacional, siempre sumisos al
frreo sentido del decoro que posea Felipe II.
Para los altares, se pens en un primer momento en Luis de Morales, aunque su pintura,
creada para ser vista de cerca y con unas determinadas condiciones de luz, no se adaptaba a
las grandes dimensiones que requeran los cuadros y la oscuridad que suma el templo. El
propio Felipe II, conocedor de esta causa, requiri que el artista seleccionado trabajara in situ
o conociendo excepcionalmente las caractersticas del templo, razn por la que artistas
italianos como Tiziano, Tintoretto o Veronese fueron descartados, ya que no veran de su
agrado el abandonar la vida urbana veneciana por la que se les poda dar en El Escorial.
Por esta razn, el artista seleccionado fue Juan Fernndez Navarrete, el Mudo, al que se le
encarg la realizacin de treinta y dos lienzos que deba entregar en apenas 4 aos, con unos
estrictos requisitos, como por ejemplo la prohibicin de incluir gatos o perros, todo deba
conducir hacia la devocin del fiel, primando el rigor y la verdad por encima de la belleza.
No obstante, pese a este supuesto estricto control sobre las obras, la inclusin de un posible
autorretrato en la cabeza de San Lucas nos habla de las posibilidades que tuvo el artista para
tomarse pequeas libertades.
Sus lienzos representaban parejas de santos, fcilmente identificables por sus atributos, y bien
adaptados a la monumentalidad de la baslica.
Por esta razn, cuando llevaba realizados siete de los lienzos, le fue encargada la realizacin
del retablo mayor, aunque lamentablemente, fallecera 3 meses despus sin serle posible
acometer dicha empresa.
A su muerte, an faltaban por hacer los 5 grandes lienzos de los altares comunes y 19 de los
pequeos, por lo que se comenz la bsqueda de nuevos artistas que se encargaran de su
realizacin. Se pensara en El Greco, quien haba amasada gran fama en Toledo, al cual se le
concedieron todos los materiales que requiri, sin importar su precio. No obstante, el San
Mauricio que realiz, no termin de contentar al monarca, ya fuera por estar la escena del
martirio relegada a un segundo plano o por ser una obra excesivamente intelectual que no
mova a la devocin. Por esta razn, pese a perder el monarca parte de su reputacin, opt por
sustituir su lienzo por uno realizado por Cincinato.
As se lleg al requerimiento realizado a tres desiguales artistas. En primer lugar Snchez
Coello, el ms homogneo, quien ya contaba con reputacin como retratista de corte. Sus
obras se destacaron por las minuciosas trencillas y bordados de sus tnicas, que dotaban a las
figuras de un brillo especial. Adems, incluy escenas complementarias en los fondos o en las
casullas de los santos/as, realizando adems una autntica composicin en sus Santos Justo y
Pastor.
Aitor Merino Martnez
[6]
Por otro lado, Luis de Carvajal, quien centr la atencin por los juegos de luces y sombras, cuya
limitada produccin y su mala contemplacin en la baslica han producido una indiferencia
hacia su trabajo. Adems, fue el encargado de la realizacin de los Santos Cosme y Damin,
que ya haba dejado dibujados Mudo.
Por ltimo, Diego de Urbina, con una dilatada trayectoria pero de limitadas dotes, aunque
logr que se le pagara casi lo mismo que a Navarrete. Sus posturas eran rgidas y muy poco
naturales, como si se trataran de esculturas, ms esculpidas que pintadas. El hecho de que
ninguna de sus obras fuese retocada o sustituida nos habla de una aprobacin por parte del
monarca hacia su trabajo, de gran rigurosidad.
Siguiendo con otro espacio decorativo del templo, nos encontraramos con las enormes
bvedas de la cubierta, que finalmente se le encargaron a Lucas Cambiaso, ya que su
participacin en la realizacin de pinturas martiriales haba sido desestimada por el conflicto
que dos de sus santos, San Miguel y Santa rsula, haban generado, ya que en el primero se
prestaba excesiva atencin a los demonios, mientras que en el otro era demasiado reducido el
nmero de vrgenes.
Por esta razn, se le encarg la realizacin de la bveda del coro, con la Gloria que Carlos V
haba requerido que se situara junto a su tumba. El agotamiento por su trabajo le llevo a
perecer en el andamio durante su realizacin, aunque el resultado final ha generado gran
controversia por su composicin rgida y montona. Segn su bigrafo, Soprani, Cambiaso
habra propuesto un diseo ms complejo desechado por el rey por su falta de ordenacin
jerrquica, la misma que hoy en da nos produce sensacin de agotamiento ante la ya
mencionada monotona.
Finalmente llegar al Escorial Pellegrino Tibaldi, quien introducira una nueva concepcin
artstica, ms influida por la obra de Miguel ngel. Felipe II centr la atencin del retablo en el
lienzo que representara el martirio de San Lorenzo, que deba ocupar el espacio central del
retablo mayor. Para ello, fueron encargadas cuatro versiones.
La primera se le requiri a Tiziano, artista a quien haba tenido en mente durante todo
momento, aunque su avanzada edad no permiti que le fuera encargado el proyecto total del
retablo. Su versin del martirio gust al monarca, aunque debido a errores en las medidas y a
la oscuridad que colmaba la obra, fue finalmente desechada, ya que resultaba imposible su
contemplacin por parte de los fieles.
La segunda versin fue realizada por Luca Cambiaso, pero sus figuras resultaban demasiado
pequeas, al igual que la de Zuccaro, cuyas figuras tampoco se adaptaban a la
monumentalidad del templo. Finalmente se seleccionara la versin de Tibaldi, en la que las
figuras parecan proyectarse hacia el espectador. El ambiente nocturno, que tambin estaba
en la obra primitiva de Tiziano, se superaba gracias a una insospechada claridad en sus
cuerpos, lo que haca a la obra mucho ms acorde al espacio.
Por esta razn se le encargara la realizacin de varios lienzos para la baslica, al igual que la
decoracin de la Biblioteca y el claustro, aunque tambin se topara con muchos problemas,
puesto que el monarca revisara meticulosamente su obra.
Aitor Merino Martnez
[7]
Es esta la razn por la que, al llegar Federico Zuccaro al Escorial, fueron sustituidos lienzos del
retablo realizados por Tibaldi, siendo desde entonces un retablo realizado conjuntamente. Su
llegada fue muy sonada, pero a los tres aos fue despedido por parte del monarca al no
responder a las expectativas que se haban generado.
Su principal empresa fue la realizacin de las pinturas de las puertas de los relicarios, aunque
finalmente seran retocadas, cuando no totalmente sustituidas, por un artista llamado Juan
Gmez. Por ejemplo, la actitud sorprendida de la Virgen, fue entendida como indecorosa por
parte del monarca, razn por la que fue sustituida por una ms sumisa, igual que sucedera con
el San Gabriel que la acompaa.
Por ltimo, como captulo aparte, podramos sealar la extraa relacin entre Felipe II y la
escultura, apenas existente en El Escorial, aunque de excelente nivel en el caso de la expuesta
en la cabecera de la baslica.
Tradicionalmente se ha sealado el poco aprecio que el monarca tena hacia la escultura, ya
que en el momento de su muerte se encontraba mayoritariamente almacena en los stanos
del Alczar, sin ser expuesta pblicamente. Esto podra resolverse rpidamente, ya que en su
momento, la mayor parte de palacios estaban an en proceso de construccin o restauracin,
por lo que no haba sitio en el que colocarse. Menos an la escultura antigua, que no se
adaptara al decoro de un monasterio como El Escorial, aunque s a parques, fuentes y
jardines. Por esta razn, algunas de dichas esculturas se mostraran tanto en la Casa de Campo
como en el jardn de la Isla de Aranjuez.
No obstante, si hubiese que sealar a algn artista como principal creador de los encargos
escultricos de Felipe II, sera Leone Leoni y su hijo, Pompeo. Seran ellos quienes ya realizaran
de su padre, Carlos V, la mtica escultura de cuerpo entero en la que aparece venciendo a las
Furias, con una armadura desmontable que permita hacer de la escultura una lectura de
carcter mitolgico, siempre acomodada al decoro de su padre, quien podra preferir cubrir el
cuerpo con su coraza.
As nos encontraramos con los dos grupos escultricos situados a ambos laterales del retablo,
donde se representa a Carlos V y Felipe II con sus respectivas familias. El propio monarca, al
comprender que no llegara a ver finalizadas y colocadas dichas esculturas en su espacio,
requiri que se realizaran dos grupos en escayola, pintados y dorados, para analizar cmo se
adaptaran al espacio, lo que demuestra el gran inters que puso en estos conjuntos.
Unas representaciones no idealizadas, ya que Felipe II aparece consumido, con ojos hundidos y
ojeras. No obstante, s se trataran de unas esculturas intemporales, que mantendran su efigie
mientras sus cuerpos, pocos metros ms abajo, y casi junto a la cama en la que fallecera de
cncer en 1598, se consuman.
Aitor Merino Martnez
[8]
Un monarca eternamente discreto y modesto, que aborrecera el culto a su persona, lo que
podra explicar los pocos retratos escultricos que poseemos de l. Resultara imposible
encontrar en todo El Escorial una sola inscripcin en la que presumiera de haber sido su
constructor, pese al cuidado y empeo que puso en que la obra que deba servir de mausoleo
a su padre, cuyo cuerpo haba sido trasladado desde Yuste, familia y su propia persona
mantuviera eternamente el decoro y correccin que deba exigrsele.
Aitor Merino Martnez
Historia del arte
Universidad Autnoma de Madrid
Aitor Merino Martnez
[9]
BIBLIOGRAFA
Fernando MARAS FRANCO, El monasterio de El Escorial. Madrid, ed. Anaya, 1990.
Jonathan BROWN, Felipe II. Coleccionista de escultura y pintura, en IV Centenario del
Monasterio de El Escorial. Las colecciones del rey. Pintura y escultura. Madrid, ed.
Patrimonio Nacional, 1986, pp. 19-32.
Rosmarie MULCAHY, Felipe II y la pintura en la baslica de El Escorial, en IV
Centenario del Monasterio de El Escorial. Las colecciones del rey. Pintura y escultura.
Madrid, ed. Patrimonio Nacional, 1986, pp. 63-76.
John BURY, Las galeras largas en El Escorial, en IV Centenario del Monasterio de El
Escorial. Las colecciones del rey. Pintura y escultura. Madrid, ed. Patrimonio Nacional,
1986, pp. 21-33.
COLLAR DE CCERES, Fernando, Arte y rigor religioso. Espaoles e italianos en el
ornato de los retablos del escorial (Altares comunes y altares de reliquias), en AA. VV.,
Felipe II y el arte de su tiempo. Madrid, Fundacin Argentaria Visor Libros, 1998, pp.
79-117.
LPEZ TORRIJOS, Rosa, Humanismo y tradicin. La decoracin de la Real Biblioteca,
en AA. VV., Felipe II y el arte de su tiempo. Madrid, Fundacin Argentaria Visor
Libros, 1998, pp. 119-131.
RODRGUEZ GUTIRREZ DE CEBALLOS, Alfonso, Felipe II y la escultura: El retrato de
busto, la medalla y la escultura decorativa, en AA. VV., Felipe II y el arte de su tiempo.
Madrid, Fundacin Argentaria Visor Libros, 1998, pp. 425-440.
RODRGUEZ GUTIRREZ DE CEBALLOS, Alfonso, Felipe II y la pintura: entre la piedad y
la profanidad, en AA. VV., Felipe II y el arte de su tiempo. Madrid, Fundacin
Argentaria Visor Libros, 1998, pp. 475-490.