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Libro: "HISTORIA DE LA INGENIERIA EN ESPAÑA" Capítulo: "LA CONSTRUCCION Y LA ARQUITECTURA NAVAL" por el Prof. Francisco Fernández González, Dr. en Ingeniería Naval PORTADA El tratar la historia de la Ingeniería Naval española obliga a explicar, en primer lugar, la evolución de la Construcción Naval; sigue a ésta el desarrollo de la Arquitectura Naval como técnica científica, y continúa finalmente con los avances tecnológicos que conforman el presente de la Ingeniería Naval y Oceánica. En este corto trabajo vamos a tratar de cuantos avances técnicos se produjeron en España en relación con la fabricación de barcos, y con más interés de los hechos más antiguos que de la Ingeniería Naval de los tiempos presentes. La Construcción Naval en España, como en cualquier otro país, no tiene un origen conocido. Podemos suponer que los pueblos de las costas peninsulares, y probablemente antes los insulares, se sirvieron del mar y navegaron por él desde sus primeros tiempos. La navegación costera es consubstancial del modo de vida de los pueblos ribereños. En algún momento los pescadores y navegantes de la Península debieron sentir la curiosidad de llegar más allá del horizonte, o bien les llegaron noticias de más allá, o fueron arrastrados por vientos y corrientes. En ese momento se debió modificar el tipo de embarcación costera, para navegar en alta mar: al menos se requerían más fortaleza, mayor habitabilidad y más seguridad, con bordas más altas y defensas de intemperie; y seguramente con mejor propulsión. Los constructores de aquellas embarcaciones las usaban para su propio negocio y beneficio, y no cabe duda de que en ellas ponían toda su técnica y su esmero, ya que su vida dependía de ellas a menudo. El poblamiento de las Baleares en el VII milenio a.C. debió de hacerse con naves como las grabadas en las cuevas de estas islas 1 . La llegada de pueblos lejanos y buenos marineros, como los fenicios y los griegos, debió suponer para los iberos y celtas una fuente de aprendizaje de otra construcción naval; además de llevar los oghams pictos y las runas germánicas, las naves

Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

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Libro: "HISTORIA DE LA INGENIERIA EN ESPAÑA"

Capítulo: "LA CONSTRUCCION Y LA ARQUITECTURA NAVAL"

por el Prof. Francisco Fernández González,

Dr. en Ingeniería Naval

PORTADA

El tratar la historia de la Ingeniería Naval española obliga a

explicar, en primer lugar, la evolución de la Construcción

Naval; sigue a ésta el desarrollo de la Arquitectura Naval como

técnica científica, y continúa finalmente con los avances

tecnológicos que conforman el presente de la Ingeniería Naval y

Oceánica. En este corto trabajo vamos a tratar de cuantos

avances técnicos se produjeron en España en relación con la

fabricación de barcos, y con más interés de los hechos más

antiguos que de la Ingeniería Naval de los tiempos presentes.

La Construcción Naval en España, como en cualquier otro país,

no tiene un origen conocido. Podemos suponer que los pueblos de

las costas peninsulares, y probablemente antes los insulares,

se sirvieron del mar y navegaron por él desde sus primeros

tiempos. La navegación costera es consubstancial del modo de

vida de los pueblos ribereños. En algún momento los pescadores

y navegantes de la Península debieron sentir la curiosidad de

llegar más allá del horizonte, o bien les llegaron noticias de

más allá, o fueron arrastrados por vientos y corrientes. En ese

momento se debió modificar el tipo de embarcación costera, para

navegar en alta mar: al menos se requerían más fortaleza, mayor

habitabilidad y más seguridad, con bordas más altas y defensas

de intemperie; y seguramente con mejor propulsión. Los

constructores de aquellas embarcaciones las usaban para su

propio negocio y beneficio, y no cabe duda de que en ellas

ponían toda su técnica y su esmero, ya que su vida dependía de

ellas a menudo. El poblamiento de las Baleares en el VII

milenio a.C. debió de hacerse con naves como las grabadas en

las cuevas de estas islas 1.

La llegada de pueblos lejanos y buenos marineros, como los

fenicios y los griegos, debió suponer para los iberos y celtas

una fuente de aprendizaje de otra construcción naval; además de

llevar los oghams pictos y las runas germánicas, las naves

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ibéricas de los hijos de Mil (1700 a.C.) comercian el cobre

entre Inglaterra y Tartesos 2. Igual cruce de técnicas ocurrió

con los "hombres del Norte" (normandos) en las invasiones que

se escalonan entre 844 y 1100. El establecimiento de tráficos

más o menos regulares de comercio con otros pueblos

mediterráneos y norte-europeos exigió de los ribereños del

Mediterráneo y del Cantábrico soluciones diferentes. Los

fenicios que navegan más allá de las columnas de Hércules

descubren las mareas atlánticas y deben usar las estrellas para

marcar sus rumbos. Cuando Roma llega a Inglaterra se encuentra

con unas técnicas de construcción naval autóctonas y les

transmite las suyas, que recogen la tradición griega y fenicia.

La situación geográfica de la Península le ha permitido a

España, durante muchos siglos, estar al día en las técnicas que

se usaban en otros países que frecuentaban sus costas: del

Levante del Mediterráneo, buscando el estaño y la plata; del

Norte de Europa, buscando sus vinos y sus frutas. También

asiste a las expediciones de Cartago (Hannon e Himilcon) y de

Pytheas (s.IV a.C.), y cuantas tratan de rodear el continente

africano desde Egipto (Necaos). Son, pues, la aventura, la

curiosidad y la necesidad de navegar por mares diferentes, y

con frecuencia más peligrosos, lo que hace avanzar primero la

construcción naval, a la par de la Astronomía y las técnicas de

la navegación.

Así pues, al delinear la historia de la Ingeniería Naval

española debe tenerse en cuenta que esta Ingeniería nace con la

necesidad de darle un soporte técnico-científico a la creciente

complejidad de las naves. El área de interés del constructor

naval se expande con el propio campo de las aplicaciones, a

partir de la Primera Revolución Industrial. Se trata de una

expansión paralela al conocimiento humano, que pasa sus naves

del río a la isla y de la isla al mar:

- al principio sólo es preciso navegar ("vivere non necesse"),

y los contructores-mareantes resuelven adecuadamente los

problemas que ello plantea: la flotabilidad, la estabilidad, el

gobierno y la resistencia;

- luego se les exige a las embarcaciones otras prestaciones,

con valores bélicos y comerciales: fortaleza, velocidad,

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arqueo, y una rentabilidad mínima;

- las soluciones a estas exigencias disparan los tamaños y

nacen otros problemas que despiertan la razón y ser de la

Arquitectura Naval: conjugar las armas con las velas, el buque,

las trazas y la fortaleza de la fábrica, con el calado

limitado;

- más tarde, la escasez de materiales y la competencia entre

las naciones destapa otras facetas económicas y estratégicas:

los costes; mantenimiento, durabilidad; nacen astilleros y

arsenales;

- la globalización total del comercio marítimo requiere luego

barcos especiales para tráficos particulares: se busca la

velocidad con la vela mientras el viento compite con el vapor y

la madera con el hierro;

- el acero, las máquinas y las comunicaciones del Siglo XIX

ayudan al despegue de la tecnología naval: cascos mayores, más

capaces, más veloces y más cómodos;

- del progreso de la tecnología se beneficia, y a él contribuye

de forma única, la construcción naval militar del Siglo XX;

- por último, la competencia constructora internacional, la

estrategia de las naciones, la rentabilidad del comercio

marítimo y el aprovechamiento de los recursos oceánicos, la

creación de nuevos materiales y vehículos noveles configuran el

campo de la Ingeniería Naval y Oceánica del final de este

siglo.

Los datos que ilustran la tecnología naval española son escasos

en la marina mercante hasta mediado el s.XIX. Los astilleros de

España han sido, en su mayor parte, eventuales y locales hasta

tiempos muy recientes. Sólo los ligados a la Corona, a partir

de finales del s.XVI, y los del desarrollo industrial del s.XIX

han tenido un carácter permanente. No es extraño, pues, que la

mayoría de los datos que pueden hallarse se refieran a las

construcciones militares desde el s.XVI y a las mercantes del

s.XIX. Sin embargo, podemos asumir que hasta esa época no

divergen claramente las soluciones constructivas civil y

militar, por lo que podremos referirnos a los documentos

relativos a las naves armadas para establecer el estado de la

ingeniería naval en los siglos anteriores.

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LA ANTIGÜEDAD

La capacidad constructora de los carpinteros de ribera del

Mediterráneo está patente en las soluciones egipcias 3: los

barcos de Sahouré (V dinastía, s.XXVII a.C.) y de Hatshepsut

(XVIII dinastía, s.XVI a.C.) andan 5 nudos y cargan más de 10

toneladas en sus casi 20 metros de eslora y 3 de manga; hechos

con materiales autóctonos, sin quilla, resuelven eficazmente el

problema de laa tensiones tangenciales mediante el encastre de

los tableros de cedro. Cuando se dispone de madera adecuada se

substituye el tortor de los haces de papiro por una verdadera

quilla, como hacen en Tiro, y se ensamblan maderos gruesos en

un forro a tope, que no necesita cuadernas, como en Kyrenia

(Chipre).

Los métodos de construcción naval en madera egipcios son

prácticamente los mismos que el tapiz de Bayeux retrata casi

cuarenta siglos más tarde en la preparación de la flota

invasora de Guillermo 4.

Cartago y Roma construyen como Fenicia y Grecia: veloces

birremes y trirremes hechas con robles, encinas, abetos y

pinos. Son herederas de las naves minoicas del Egeo y

precursoras de las galeras del Aragón medieval y de la España

renacentista. También incluyen las soluciones técnicas de los

fenicios que conocieron los puertos de Tarsis, fundados para

explotar sus metales y sus peces: Abdera, Malaca, Calpe,

Carteya, Gádex (1100 aJC) e Hispalis. Estas naves son fuertes y

marineras, y se fabrican en las playas de Cotinusa (Pto.de

Sta.María) para llegar a las islas Purpurarias y a las

Casitérides - navegando por las estrellas - y volver a Tiro

cargadas con metales pesados, ámbar y todo tipo de mercancías;

y muchas fueron construídas en Tarsis. En Gádex se pesca en

almadrabasa de buche, y según cita Estrabón 5 sus habitantes

armaban los barcos mayores y más numerosos para el comercio del

Mar Nuestro y del Exterior, y sería la más poblada después de

Roma si la mayoría no viviese en el mar. Los "gaulos" fenicios,

mercantes con sólidos cascos de cedro, clavos de cobre y vela

aalmadraba: arte de pesca para el atún

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cuadra, cargaban hasta 200 toneladas. Las de combate, con

espolón en la proa coronada por una cabeza de caballo, armaban

hasta 50 remos.

El folklore del Noroeste peninsular asegura que, alrededor del

año 1000 a.C. los pueblos celtas llegaron hasta Irlanda en

meras balsas forradas con cueros y con armazones flexibles.

Estas frágiles embarcaciones han evolucionado hasta la dorna

gallega, aún frágil y pequeña barca para el trabajo familiar.

Las naves griegas del s.VI a.C. mejoran a las fenicias al crear

las veloces galeras que canta Homero; y en Salamina se baten

trieras de 35 metros que desplazan 100 toneladas. Se construyen

en todo el mundo helenístico, en Argos, en Siracusa y en

Emporion (Ampurias) y Hemereskopion (Denia); y para ellas se

edifican abrigos cubiertos en tierra 6 que quince siglos después

serán reproducidos en las atarazanasa. Pero su excelente

arquitectura es un logro de los maestros de azuela de Corinto,

que resuelven hábilmente los problemas que planteaban los tres

órdenes de remos de la triera fenicia mediante la "apostis"

(postiza), solución que sobrevivirá en las últimas galeras del

siglo XVII, y tensan la estructura del casco con la "hypozoma"

o tortor-inferior.

Las colonias en Hispania participan en la búsqueda que hace

Cartago de un prototipo de nave más veloz y resistente que sus

enemigas. Se construyen poderosas y marineras birremes que, con

sus 20 metros, dan 8 nudos y otorgan la primacía a Cartago, en

cuya dársena se carenan más de doscientas naves a la vez.

Entretanto, los pueblos iberos de Ilercavonia continúan usando

las naves fenicias para exportar aceite y vino de las riberas

del Ebro.

En la dominación romana se generaliza el uso de la "liburna"

como la nave birreme imperial, con cinco remeros, que también

se construye en las costas hispanas; y por otra parte se

fabrican naves mercantes de altura que entrelazan los puertos

del Imperio. El transporte de grano egipcio para la metrópoli

requiere el uso de grandes naves especializadas, que superan

las 1500 toneladas de porte y los 50 metros de eslora. Pero, en

aatarazana: (Ar. ad-dar as-ináa) taller para construir barcos

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su arquitectura, las naves de comercio romanas no difieren de

las griegas anteriores, ni de las naos mediterráneas del siglo

XII dC, que aún conservan la espadilla. Tampoco hay gran

diferencia con los veleros de Tarsis del s.XIII a.C. que cita

la Biblia 7. Sólo las maderas diferencian las cunas de las naves

en el Mediterráneo: ciprés y cedro en Anatolia y Chipre; pino

de Alepo en Hispania; pinos negros, robles y encinas diversas

en todas las regiones de la costa septentrional. De la

Turdetania se exportaba trigo, y execelentes vino y aceite en

cantidades; sus astilleros construyen con madera del país y sus

muchos y enormes barcos rivalizan en Nápoles y Roma con las

naves libias 5.

LA EDAD MEDIA

Los pueblos centroeuropeos traen a España una cultura

terrestre. En las costas mediterráneas mantienen el comercio

marítimo en manos de armadores griegos y en el norte se valen

de las naves francas para someter a los cántabros. Se mantiene

una reducida construcción naval; sin embargo, Sisebuto (612-

621) organiza la Marina y más tarde Wamba (672) arma una flota

para tomar Narbona a los godos. No deben de ser muy distintas

de las naves danesas las que salen de las atarazanas que abre

Abderraman II en Sevilla (845) para expulsar a los piratas

"madjus" (paganos).

Con Ramón Berenguer IV (1137-1162) nace la Marina de Aragón y

el comercio marítimo que permitirá a Jaime I armar más de 200

naves para conquistar Mallorca (1227). Se construyen galeras en

Barcelona y la pujanza de su mercado marítimo da lugar a las

Ordenanzas de Ribera (1258), código precursor del Libro del

Consulado (Valencia, 1283).

El siglo XII representa también para la cornisa cantábrica una

época de esplendor naval. Entre 1163 y 1210 las Cuatro Villas

(Laredo, Castro Urdiales, Santander, San Vicente de la

Barquera) consiguen sus fueros que sancionan una actividad

marinera reconocida por la Corona. Y son cántabras las naves

que ayudan a reconquistar Cartagena (1245) y Sevilla (1248),

probablemente similares a las que mantienen el comercio con

Flandes y Bremen, a vela y con fortaleza oceánica, como la

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flota bayonesa que pasa a Ricardo de Inglaterra por Gibraltar

hacia Tierra Santa (1191) De las invasiones normandas queda en

el Norte hispano la técnica de construcción a tingladillo (sin

cuadernas), que perdurará en embarcaciones menores como los

trincados y las dornas, pero que no alterará la arquitectura de

las naves de altura propias.

Inmediatamente después de la conquista de Sevilla Ramón Bonifaz

establece las atarazanas de El Arenal para construir las

galeras que necesita la Corona de Castilla. Alfonso X funda

otras atarazanas en Castro Urdiales y en Santander, y nombra

dos Almirantes: uno para el mar de Andalucía y otro para el Mar

Océano del Oeste.

Durante los s.XII y XIII se establecen en España los Gremios de

Mar, que van a coordinar las actividades de la gente de mar,

esencialmente el comercio y la construcción naval. Fué San

Sebastián una de las primeras villas marítimas que tuvo una

agrupación de gentes dedicadas a la navegación: el Fuero que le

otorga Sancho el Sabio de Navarra (1149-1180) declara sus naves

"libres e ingenuas". Le siguen los de las Cuatro Villas de la

Costa de la Montaña de Burgos a las que se unen las de Vizcaya

y Guipúzcoa en la Hermandad de Las Marismas (1296), fiel al

Señorío del Rey Fernando IV. Dependen de ella las Cofradías de

mareantes, instituciones locales que desaparecen en 1868 con

los gremios del mar. En 1353 la Concordia marinera de las

villas castellanas comprendía a todas las de la costa desde

Fuenterrabía a Bayona de Galicia. Esta Hermandad mantuvo

estrechas relaciones con la Hansa teutona y extendió su

comercio desde Génova hasta el Báltico; sus actividades duraron

hasta la creación del Tribunal del Consulado de Burgos (1494) y

el Consulado de Bilbao (1511). Ya el Libro del Consulado del

Mar recopila la tradición de los constructores aragoneses

desde 1075 y declara que para fabricar una nave basta conocer

unas pocas dimensiones: el plan, el puntal, la manga y la

quilla. Son típicas de esta época las: naves, cocas, navíos,

galeras, taridas, leños y barcas. Las mayores pueden llevar mil

soldados, y cada una de ellas cumple una función y resuelve

unos problemas de arquitecura naval.

Son especialmente valiosas y fuertes las naos balleneras que

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llevan a los pescadores del Cantábrico hasta el Gran Sol y

hasta Terranova y Labrador un siglo antes que Colón.

Representan la mejor solución para la navegación

transatlántica, y serán el embrión de las naos y galeones de

las campañas de Indias.

El desarrollo de la Marina de Castilla con el Rey Sabio es

paralelo a la de Aragón con Jaime I. Se fundamentan ambas en

las naves de particulares, en su mayoría pesqueras y unas pocas

naos, a las que se añaden las galeras reales, que no difieren

de otras del Mediterráneo, genovesas y venecianas. Es

característica de mediados del s.XIV el corto número de naves

que se emplean en las acciones bélicas, lo que puede indicar

bien una carencia de naves adecuadas o la penuria de las arcas

reales para construirlas o fletarlas. Es interesante el dato

iconográfico del Lapidario del Rey Alfonso X (ca.1280) que

muestra naos que van a Flandes, redondas, con forro a tope, con

espadillas y la vela mayor que sugiere en su maniobra la

latina.

La pugna de Aragón con Génova y Nápoles dota a Barcelona (1245)

de las atarazanas más capaces de la Península, y con ellas

puede Pedro III realizar la expansión aragonesa en el

Mediterráneo. Durante los dos siglos que separan la muerte de

Pedro III el Grande (1285) y la llegada de Isabel I al trono

(1474) las naves aragonesas dominan el Mediterráneo y en las

continuas campañas se usan galeras construídas en las Reales

Atarazanas de Santander (desde 1372).

Entretanto, la Castilla de los Trastamara se ve envuelta en

alianzas y luchas con las coronas de Francia, Inglaterra y

Portugal que, aunque le permiten el intercambio de naves y de

soluciones constructivas con aquellos países no logran evitar

la decadencia de la construcción naval en Castilla.

Las Cruzadas convierten a España en una encrucijada importante

de la navegación europea. Se acepta que ca.1180 piratas de

Bayona llevan el timón central al Mediterráneo, sin duda tomado

en Tierra Santa de los árabes, que lo habrían traído de Malasia

y China. El mismo origen índico parece tener la vela latina que

sustituye en las galeras mediterráneas a la cuadra heredada de

Fenicia y Egipto, en una adaptación sin duda causada por la

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maniobra para ceñir.

Los barcos del s.XII incluyen: la familia del dromon (zelandria

y panfil), saetía, fusta, nao, furcio, tárida y galera. A

partir del s.XIII se van estableciendo otros: carracas,

carabelas, bergantines, pinazas, uxeres, diversos tipos de

galeras, y cocas más tarde. Las naves de Castilla, que regulan

las Partidas, demuestran su buena fábrica y cualidades

marineras en dos siglos de luchas navales desde Gibraltar hasta

Flandes e Inglaterra, y con incursiones en el Mediterráneo.

Galicia disfruta de una posición única para aprovechar los

contactos de su comercio de vinos y paños con los nórdicos

europeos y pescados y otras mercancías con Andalucía. Sus

barcos son naos, cocas bayonesas y pinazas gasconas, y el

trincado, pero la carabela y el ballener, con sus velas latinas

y al tercio son más marineros que los nórdicos de vela cuadra.

De Inglaterra llegan peregrinos jacobeos en más de 70 naves

algunos años. También en el litoral gallego se construye en

estaleirosa efímeros - nunca hubo atarazanas - usando el derecho

que las Partidas (III,XVIII,4) reconocen a los particulares 8; a

cambio, desde Fernando III, cada concejo marinero de Castilla

debe construir una galea con 60 remos para servir a la Corona.

A finales del s.XIII los castillos de proa y de popa de las

naos dejan de ser postizos y se hacen estructurales.

Finalmente, ca.1410 se abren las portas en los costados para

asomar las bombardas y pasamuros. Estos adelantos, junto con

los avances en la navegación con la aguja, faros, portulanos y

cartas de marear, impulsarán el desarrollo de la construcción

naval. En los puertos mediterráneos del s.XV se suceden tipos

de naves más fuertes y capaces para competir en el tráfico con

Creta, Sicilia, Venecia y Génova; en el de Valencia operan en

1400 hasta 500 barcas y en 1525 llegan a 700 entre llaúts,

jabeques, naos y carabelas 9. Al acabar el s.XV ha quedado

establecido el llaút en Levante y la carabela atlánticaa,

verdadera joya ibérica; y son comunes las carracas de 1000 aestaleiro: astillero de ribera en galaico-portugués

acarabela atlántica: resultado de adaptar la carabela de origen musulmán norteafricano a las aguas y costas

del Atlantico, en el Algarve y en Andalucía occidental.

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toneladas y las naos de más de 500, que se ven gratificadas por

una Pragmática Real de 1498 para defenderse de corsarios,

piratas y moros.

DESCUBRIMIENTOS Y COLONIZACION

Las expediciones portuguesas primero, y luego las españolas,

ponen de relieve el gran valor de las carabelas como naves para

descubrir, por su excelente calidad marinera y por su pequeño

calado que les permite surgir en cualquier ribera. Por otra

parte, los bajos de las nuevas costas y las barras de los rios

imponen una limitación al tamaño de las naos que pueden

emplearse en la colonización y el comercio ultramarinos. Se

establece una especialización de las naves españolas que se

usarán en cada uno de los mares que navegan: Mediterráneo,

Cantábrico, Atlántico, Caribe y Pacífico.

Pero el logro de la construcción naval española del s.XVI son

la nao transtlánticab y su consecuencia: el galeónc 10.

Representan la más depurada tecnología de la rica variedad de

tipos que iban a Indias: naos, navíos, galeras, galeazas,

galeotas, galeones, galeoncetes, galizabras, carabelas,

carabelones, fragatas, filibotes, bergantines, saetías, barcos

luengos, pataches, zabras; y a más las pinazas y escorchapines.

La primera obra que incluye un breve tratado de construcción

naval española es las "Quatro Partitu" de Alonso de Chaves

(1535), y no se autorizó su publicación por lo que enseñaba.

Con el mismo secretismo se trataron varios otros tratados

fundamentales de navegación y construcción naval. Conocemos por

ella que una nao prototípica de Indias no difería de las que

regulan Las Partidas (1270), ni en la traza del as-dos-tres, ni

en el tipo, ni en el porte, ni en la manera de hacer la guerra

en la mar. La fortaleza de la fábrica española,

fundamentalmente cantábrica, mereció la admiración de Europa, y

los Reyes de España mandaron siempre (desde 1501) que ni se

vendiera nao ni otra embarcación ni se enseñara a construirla a bnao transatlántica: cruzar el Atlántico exige a la nao de los mares europeos una fortaleza y condiciones

marineras singulares

cgaleón: evolución de la nao y la carraca, especialmente fuerte para cruzar el Atlántico, y armado para la

defensa de las Flotas de Indias con las que navegaba; más tarde, navío de combate en general.

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otras naciones. Esta prohibición obligará a Holanda, un siglo

después, a recurrir a los constructores genoveses y venecianos

para desarrollar sus naos al estilo español.

Un prototipo singular, precursor de los galeones, fueron las

galeazas de Alvaro de Bazán que construyera Domingo de Busturia

en Portugalete (ca.1540). Diseñadas como fortalezas flotantes

para combatir la piratería en el Atlántico fueron claves del

éxito de Lepanto (1571). Se arqueó la mayor en casi 1000

toneladas, con 69,50 codos de eslora, 17,33 de manga y 12,25 de

puntal, y se hizo con tabla y clavazón dobladas para aguantar

la artillería, la vela y la mar.

Los primeros galeones que se construyen por encargo real son

los doce agalerados de Pero Menéndez de Avilés, fabricados en

Deusto (1567) en seis meses, y cuya experiencia servirá para

diseñar los primeros verdaderos galeones. Esa segunda serie son

los nueve galeones de la Armada de Castilla (Cristóbal de

Barros, Guarnizo, 1582) que tan buen papel hicieron en la

campaña de Inglaterra de 1588. Su fábrica origina la

instalación del primer astillero de la Corona en Guarnizo

(1582) y su diseño provoca lo que hoy podría llamarse el primer

Congreso de Ingeniería Naval en Europa, en el que se sientan

las bases de este nuevo tipo de nao armada. El porte llega

ahora a las 800 toneladas, y en la campaña de la Tercera (1583)

montan hasta 41 piezas de artillería. Se produce un incremento

del tonelaje de las naves del Océano mientras se sigue

limitando el porte de las que van a Indias.

En 1587 imprime en México el doctor Diego García de Palacio su

"Instrucción Náutica" en la que describe la construcción de la

nao de 400 toneladas, incluye los primeros dibujos impresos

conocidos de un barco y define precisamente qué debe ser la

nueva arte de fabricar naos, más que sólo ser carpintero de

ribera.

En estos años navegaban en España más de mil naves de alto

bordo: de ellas más de doscientas en el Cantábrico, a Terranova

y a Flandes, y más de cuatrocientas en Andalucía, de las que la

mitad iban a Indias. La crisis de finales de s.XVI significa

para el Cantábrico español la destrucción de la Carrera de

Flandes y la limitación de las pesquerías ultramarinas, con lo

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que la construcción naval de altura se concentra alrededor de

la Carrera de Indias.

Desde el punto de vista de la tecnología naval, el s.XVI supone

para España la búsqueda del barco más fuerte y capaz, pero no

persigue ni el más rápido ni el más maniobrero. La primera

mitad del siglo es rica en tratados de navegación que traduce

toda Europa; la labor de la Universidad de Mareantes de Sevilla

(Casa de la Contratación, 1503) establece los fundamentos de la

Arquitectura Naval española, compilando datos empíricos y

racionalizando las decisiones. Sin embargo, se fabrican las

naves con los métodos de antes; sólo en las segunda mitad se

plantea fortalecerlas, para defender el tráfico con las Indias.

Los galeones españoles no son agresivos navíos de combate, sólo

se usan como defensa de las flotas mercantes que son

necesariamente lentas y mantienen su rumbo en conserva. El

velamen evoluciona con el porte, y se establece la nao de tres

palos cruzados como paradigma del navío de altura. Las armas

son escasas y aún no condicionan el diseño, pero su peso y su

manejo obliga a resolver las ecuaciones que relacionan el

empachoa con el calado y la estabilidad con la velocidad. La

naves mediterráneas no alteran sus soluciones; sin embargo, al

cerrar este siglo queda planteado un nuevo problema en el

Atlántico: diferenciar los diseños de los navíos

transatlánticos de los que deben operar en los mares europeos.

EL OCEANO COMPARTIDO

El s.XVII abre las costas españolas de Indias a otras naciones

europeas. La presencia de naves de Francia, Inglaterra y

Holanda en América tiene dos efectos sobre la Arquitectura

Naval: por una parte, obliga a España a cambiar su táctica de

navegaciones a Indias y construir naves capaces de responder a

las de otros en aquellas aguas; por la otra, obliga a los demás

países a construir naves capaces de navegar y durar en mares

hasta entonces extrañas. La tipología naval del s.XVI se

enriquece en éste con otras naves: urcas, pingues, carracas,

polacras, flautas, tartanas, gabarras, barcos otorgados y

aempacho: el espacio o volumen que ocupa la carga o un objeto a bordo

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balandras, falúas, lanchas, esquifes y botes.

La emancipación de los Países Bajos y Portugal y la formación

de las Compañías de Indias en varias naciones significan un

acicate para la construcción naval europea, que contrasta

teorías y métodos en un verdadero crisol de tecnología naval.

Se formula la Arquitectura Naval desde la experiencia de los

marinos y la abstracción de los teóricos 4.

Después de la Gran Armada, en España se debaten nuevas formas

de construir las naves de Indias y de Armada y se adoptan,

antes que en otras naciones, las primeras Ordenanzas para la

construcción de naos y galeones (1607, 1613, 1618). También son

españolas las primeras reglas para arquear (1613), como lo es

la marca del máximo calado que limita la carga de las flotas de

Indias, tres siglos antes de adoptarla el francobobordo

internacional.

La fortaleza de los vasos españoles que fueran famosos por su

trabazón de maderos queda definida por su "cuenta y razón". Se

depura el método de trazado de los gálibos mediante plantillas

únicas (pujas y grúas) y se introducen modificaciones que

alargan las carenas y acortan el calado. Las formas se siguen

trazando sin planos ni modelos a escala, y los barcos reales se

fabrican por asiento en astilleros de ribera efímeros, en las

playas de los pueblos cantábricos. De Colindres salen los

mejores galeones para la Armada del Océano, y en Guarnizo,

Vizcaya y Guipúzcoa se hacen otros para la Carrera de Indias,

que se construyen tan artesanalmente como en el s.XVI, aunque

sujetos a Ordenanza 11. Las obras muertasa se bajan para mejorar

la navegación, y los portes de las naves crecen hasta las 1600

toneladas y los 90 cañones de las últimas Capitana y Almiranta

del siglo 12.

LA ARQUITECTURA NAVAL

Durante el s.XVII, con su profunda depresión económica, la

actividad constructora naval se reduce a unos pocos barcos

particulares para el comercio y el corso, los barcos de pesca

de bajura y los galeones de las armadas reales y las flotas de

aobra muerta: las partes del barco que están por encima de la flotación

Page 14: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

Indias. Cantabria concentra en Guarnizo y en Colindres gran

parte de la construcción de bajeles para la Corona. Sin

embargo, se carece de la capacidad de síntesis de los futuros

arsenales; cada galeón debe recorrer varios puertos para

completar su alistamiento; así ocurre con los cuatro (1639) que

se botan en Colindres, se les termina el casco y se arbolan en

Santoña, y reciben la artillería y los pertrechos en Santander.

La localización de los astilleros obedece a requisitos muy

precisos: deben ubicarse en lugares cercanos a los montes que

provean las maderas; estar bien abrigados de los vientos

dominantes y defendidos de ataques enemigos; y disponer de una

ribera marina placentera que les permita el bote al agua de los

vasos construídos. Menor importancia tiene la existencia de

mano de obra local, porque puede trasladarse.

En 1700 en España no se plantean los problemas científicos de

la Arquitectura Naval, pero se conocen y se manejan las

necesidades de nuestros navíos: fortaleza y estanqueidad; poco

calado; aguantar vela y mar; montar y usar la artillería;

bastante buque para la carga; velocidad adecuada; fácil

maniobra y larga duración. Pero el s.XVIII trae a España la

Arquitectura Naval como ciencia tecnológica, y la organización

de los arsenales de Marina como astilleros de síntesis y de

apoyo. Supone además el mayor esfuerzo tecnológico continuo que

haya disfrutado nuestra industria naval: desde Rande (1702)

hasta Trafalgar (1805) España realiza un esfuerzo industrial y

técnico naval militar sin precedentes 13. Los últimos grandes

galeones del XVII se fabrican con la misma técnica que las naos

del XVI, aunque con ella se logran vasos de 1600 t que montan

90 cañones y 1600 hombres. Sólo al final del siglo (1685) se

adopta el óvalo de doble círculo en lugar del arco simple para

la cuaderna maestra de los navíos reales. Los primeros planos

de navíos los presenta Gaztañeta (1712), quien propugna

diferentes diseños para navíos mercantes y de guerra.

Contradice así a Garrote (1691), quien describe y justifica

técnicamente las formas, las medidas y las cualidades

arquitectónicas de sus proyectos como no se habían explicado

antes. El Reglamento de 1722 reproduce las "Proporciones" de

Gaztañeta para navíos de hasta 80 cañones; en él se describe

Page 15: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

por vez primera el trazado del casco completo, basado en arcos

de círculo y con él se producen los primeros planos de formas

de navíos españoles. También se adopta el despiece para marcar

los robles en el monte, que será desarrollado como base de

todos los siguientes Reglamentos de Marina del siglo.

Las fábricas de vasos de Guarnizo continúan la experiencia de

este singular astillero real del s.XVI, y aunque se desmontan

en favor del arsenal de Ferrol, salen de sus gradas los navíos

de las fábricas españolas más admiradas, entre 1722 y 1769 14.

La búsqueda teórica y el empirismo ilustrado se manifiestan en

una larga secuencia de sistemas constructivos con los que se

llega al navío perfecto: Gaztañeta, Autrán, Jorge Juan,

Gautier, Romero Landa y Retamosa. Con ellos se fabrican más de

160 navíos de más de 50 cañones, desde el "San Fernando" (1722,

64 c), hasta el "Montañés" (1794, 74 c), que constituyen un

auténtico muestrario de capacidad tecnológica, en pugna con

influencias inglesas y francesas. Los navíos españoles del

s.XVIII, trece de ellos de tres puentes, son admirados en

Europa por su fortaleza y sus condiciones marineras. La fábrica

del "Princesa" (70 c) es perseguida, capturada (1740) y

analizada por Inglaterra para resolver sus navíos de 100

cañones (1756), y para construir el "Victory" (1759); y en la

última batalla de S.Vicente (1797) los navíos españoles

demuestran sus mejores condiciones frente a los ingleses 15. Las

soluciones de la Arquitectura Naval española contribuyen, con

las francesas, al diseño definitivo del navío de 74 cañones,

que adopta Europa como el tipo de navío más eficaz y del que se

harán cientos de unidades en todos los países.

Los arsenales de Marina que se establecen en Ferrol (1747),

Cartagena (1759), La Habana (1760) y La Carraca (1776) se

convierten en complejos de tecnología naval y síntesis de la

industria auxiliar y contribuyen eficazmente al desarrollo de

las comunicaciones terrestres y de los montes de Marina, de los

que se apean en el siglo 700.000 m3 de roble y 350.000 m3 de

pinos en la Península. La labor de los arsenales, unida a la

mejoría de los diseños, aumentó la duración media de un navío

desde los 15 años de principios de siglo hasta los 30 años.

Junto a la artillería, fundida en La Cavada y Liérganes, las

Page 16: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

anclas de Hernani (1750-55) fueron un logro técnico importante.

En el "Examen Marítimo" (1771), Jorge Juan deja establecida la

Arquitectura Naval con una base científica (1771), y Carlos III

crea el Cuerpo de Ingenieros de Marina (10.10.1770) con iguales

competencias que los del Ejército, y cuyo primer Ingeniero

General es F.Gautier; su destino serán los arsenales y para su

formación se crea la Academia de Ingenieros de Marina (1772),

que sigue el modelo de la Pétite Ecole de París (1741).

Los decretos de Libre Comercio (1765-78) y la constitución de

los Consulados de Mar dan un fuerte impulso a la demanda de

barcos en la España septentrional. Cantabria y Cataluña

responden con la apertura de nuevos astilleros de ribera y la

creación de nuevas empresas navieras que, para satisfacer su

demanda de buques, recurren a la importación de barcos.

Como prototipos de una tradición constructora que ha llegado

hasta nuestros días, y representantes de un género menor, deben

citarse los llaúts fluviales del Ebro, a vela y remo, que

llegan hasta 1000 quintales de porte en 1800, y que todavía en

los 1930 bajan hasta Tortosa granos, vino y aceite; durante

quinientos años fueron los medios esenciales para el desarrollo

de Aragón y la base del comercio catalán.

EL SIGLO DIECINUEVE

Al comenzar este siglo, la industria naval española se

concentra en Cádiz, Ferrol, Santander, Barcelona y Bilbao. Tras

un cuarto de siglo de atonía constructora civil, después de las

guerras napoleónicas y de la emancipación hispanoamericana se

acrecienta el comercio con América y la matrícula de barcos en

los puertos españoles se incrementa para atender a ese tráfico

y distribuir sus productos en Europa. Cataluña, Vascongadas y

Canarias van a disfrutar de una nueva pujanza naval.

A pesar del crecimiento del tamaño de los buques con el hierro

y el vapor, la carpintería de ribera también crece, para

fabricar los barcos que necesita el desarrollo de la industria

pesquera y conservera, al mismo tiempo que las embarcaciones

auxiliares menores que requiere el tráfico costero. Y resulta

paradójico que la cumbre del barco a vela en madera (1850-1885)

coincida con la extensión generalizada del vapor.

Page 17: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

La actividad de los astilleros de ribera alcanza cotas muy

altas en toda las regiones españolas, mientras dura la

aplicación del Derecho Diferencial de Bandera (1841-1868). Así,

sólo en la ria de Bilbao se botan más de mil embarcaciones de

madera entre las que se cuentan fragatas, corbetas,

bergantines, goletas, lugres, quechemarines, polacras,

pailebotes, balandras y lanchas.

En Cataluña, las atarazanas se multiplican en las playas desde

Barcelona hasta St.Feliú. Carecen de estructuras permanentes y

fijas aunque su labor dure un siglo. En la provincia marítima

de Mataró (1850-60) se fabrican más de 260 barcos mayores de 50

t de registro: fragatas, bricbarcas, bergantines, goletas y

polacras de 150 a 300 t para el comercio peninsular y el

tráfico americano. El roble autóctono los hace fuertes y a la

belleza de líneas unen el distintivo diseño del espejo en cada

"drassana". Como en siglos atrás, y al contrario que en el

resto de Europa, los barcos catalanes se hacen con maderas

gruesas por lo que resultan lentos y pesados en la mar de proa;

sin embargo son mucho más duraderos (más de 70 años frente a

sólo 20), a pesar de la dureza de las rutas que unen Barcelona

con: Rio de la Plata, Cuba, N.Orleans y México, además de

Manila y Valparaíso, por sendos cabos australes. Al cesar la

protección legal (1868) se importarán fragatas y bricbarcas de

Europa y de América que llegan a las 1000 t.

El éxito de la arquitectura y de la construcción naval hispana

es que adapta la solución de los barcos a las rutas y las

cargas. Una muestra es la polacra-goleta "María Asumpta", que

nació en la playa de Badalona (1858), fue reconstruída en 1980

bajo pabellón inglés, aún cruzó el Atlántico en 1988 y se

perdió en Cornualles (1995) tras 137 años de vida activa.

Similar a la catalana es la construcción en Canarias en el

s.XIX.

Desde el s.XVI existía en La Palma un gremio de carpinteros de

ribera que fabricó buenas naos y galeones; Santa Cruz era el

tercer puerto del Imperio con Sevilla y Amberes. Durante el

s.XIX y hasta 1948 salen de sus playas los veleros de madera

del tráfico de mercancía, correo y pasaje con América:

fragatas, bergantines, bricbarcas y goletas de hasta 800 t, que

Page 18: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

demostraron su buena fábrica y excelentes diseños.

La flota mercante española triplica su tonelaje de registro

entre 1860-1935, pero su peso mundial se reduce a la mitad. Sin

embargo, en 1900 España registra, importados, la proporción más

alta de buques de vapor del mundo (83%), lo que muestra la

actitud tecnológica modernista de sus navieros, especialmente

en Vizcaya, motivados por los cambios legales e institucionales

y la extensión del ferrocarril. Si la década de 1880 es la de

las compañías navieras, con líneas regulares mayoritarias en

Cataluña, en los 1890 se establece el tráfico de "tramps"a de

productos que operan desde el Cantábrico.

En la Marina de Guerra la tecnología tiene otro valor. Entre

1857 y 1864 entraban en servicio las 13 fragatas de 70 m con

hélice que representaban la máxima capacidad nacional; con

casco de madera y sin protección, no pasaban de 800 cv, y la

mayor parte del equipo era importado. El encargo a Francia de

la "Numancia" (1864), y de la "Vitoria" a Inglaterra (1865),

con 100 m, de hierro y blindadas, ayudó a actualizar nuestros

arsenales. La primera fragata blindada española (1869), la

"Sagunto" monta una coraza de 150 mm sobre su forro de madera y

sigue la experiencia de la "Gloire" y del "Warrior". Para

resolver la puesta a flote de las nuevas unidades que se

construyen en las tres gradas de Cartagena se instala un

sistema de dique flotante y carenero de 4300 tfab; proyecto del

ingeniero español J.Baldasano, se construye el dique en

Inglaterra (1866) y es un precursor del moderno "syncrolift"c.

Durante la Restauración (1874-1898) la industrialización de

Barcelona y Bilbao se acentúa. Aunque los primeros cruceros de

acero se encargaron a Francia e Inglaterra, se hace en España

una serie de seis de unas 1200 t, que serán los primeros

nacionales de casco metálico remachado y con velas. Fueron

sevillanas y barcelonesas las máquinas de doble expansión, con

1500 cv. En el arsenal de Ferrol se inauguraba el dique seco

atramp: tipo de barco que trafica sin una línea fija; visita los puertos para los que obtiene flete

btfa: toneladas de fuerza ascensional

csyncrolift: ascensor de buques cuya plataforma está dividida en elementos, cada uno operado por dos

motores, y todos ellos sincronizados entre sí

Page 19: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

"S.Julián" (1879), con proyecto español; su puerta estanca fue

el primer flotador de hierro hecho en España, y en 1881 se

botaba el primer barco de hierro ferrolano: el cañonero "Paz" 16.

Sin embargo, como en tantas otras ocasiones, antes y después,

los ingenieros navales españoles no podían competir en

experiencia con sus homólogos ingleses y franceses que recibían

encargos de toda Europa, por lo que no es de extrañar que los

pocos buques menores que fueron proyectados y construídos en

España no tuvieran el mismo éxito que los extranjeros. Pero en

algún caso desgraciado, como el "Reina Regente", perdido por

falta de etabilidad (1895), el mal producto importado fue

copiado en España en los "Alfonso XIII" y "Lepanto" (1892), que

resultaron inútiles.

Se explican estas circunstancias por el desarrollo de las

nuevas máquinas y materiales que tiene lugar en el último

tercio del siglo. A la solución definitiva del condensador de

superficie (1860) le sigue la apertura del Canal de Suez

(1869), que acelera los cambios: materiales que permiten

aumentar la presión y la triple expansión (1884), con el

consiguiente ahorro de empacho y de combustible, y el empleo

del acero Siemens (1865).

La Ley de Escuadra de 1878 causa la apertura un año más tarde

de los Astilleros hispano-británicos del Nervión que se

estrenan construyendo tres buenos cruceros tipo "Orlando" que

se perderían en Santiago de Cuba. También Cádiz, animada por su

Exposición Marítima de 1887, aprovechó la misma Ley para abrir

la nueva factoría de Vea-Murguía (1891) en la que se botó el

mayor buque de guerra construído en España, el crucero

acorazado "Emperador Carlos V" (1895). Vea-Murguía se unió en

1898 con La Maquinista barcelonesa y la inglesa Vickers para

formar la Constructora Naval Española, pero en 1918, tras una

vida lánguida, pasó a manos de Echevarrieta y Larrinaga.

En la misma bahía de Cádiz se instala (1881) un astillero de

apoyo a la flota de la Trasatlántica de Antonio López, que

acaba convirtiéndose en la pujante factoría de construcción de

Matagorda, con excelentes instalaciones que no se ofrecieron al

reciente Plan de Escuadra. Quien sí participó en esta empresa

Page 20: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

fue el pequeño pero moderno astillero de Vila en La Graña

(Ferrol), construído en 1846, que consiguió fabricar dos series

de cruceros-torpederos (1891-96) de 562-825 t, con gran

calidad.

Fue ésta una época en la que la Marina prestó un decidido apoyo

a la industria naval privada, que construía con calidad y

precio y aportaba una tecnología a la altura de otros países.

Pero todavía se construirán tres acorazados más del tipo "María

Teresa", uno en cada arsenal (1896-1900), con proyecto español

y corazas importadas. Sin embargo, se continuó la práctica

habitual de construir fuera las unidades novedosas, y hasta los

diques flotantes de La Habana (1897) y Subic (Manila) (1900).

La industria nacional carecía del acero necesario para abordar

las modernas construcciones y así, entre 1892-1904 sólo salen

de gradas españolas 15 barcos mercantes de acero, 12 de ellos

en la bahía gaditana 17.

VAPOR Y HIERRO

El empleo del vapor como fuerza motriz y del hierro para los

cascos de los buques son los avances tecnológicos que

caracterizan la segunda mitad del s.XIX. Si las carboneras de

los primeros vapores (1830-50) eran tan grandes, y sus ruedas

de palas tan poco eficaces en mares duras que no podían

competir con los barcos de vela, el uso del hierro aumentó su

carga útil, y el de la hélice (1838) ganó la competencia en la

navegación oceánica.

Blasco de Garay ensayó con diverso éxito en Málaga (1539-42) y

en Barcelona (1543), un "ingenio para andar los navíos en

tiempo de calma"; consistió en un mecanismo de ruedas de

paletas de costado movidas por hombres, y las naves probadas,

de 100 a 250 toneles, anduvieron hasta una legua en una hora.

Sin embargo, el ingenio no llegó a prosperar y los dibujos y

otros detalles de él se perdieron de nuestros archivos en la

invasión napoleónica.

El primer vapor español navegó de Sevilla a Cádiz (16.7.1817)

en diez horas: fue el "Real Fernando", con 100 varas de eslora

y ruedas de paletas; construído en Sevilla significó una

temprana innovación. El primer vapor-correo español para el

Page 21: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

servicio de Barcelona-Palma se incorpora en 1837: es el vapor

"Delfín", hecho en Barcelona, donde también se fabricaría la

primera máquina española de vapor para la Armada (1856). Hasta

entonces, todos los vapores se compraban a Inglaterra. En

cualquier caso, durante la primera mitad del s.XIX los navíos

de madera de dos y tres puentes compiten con ventaja con los

vapores de paletas. Los dos últimos navíos de vela de la Armada

española se alistan en Ferrol (1853) y son iguales que los de

Trafalgar.

El éxito de la hélice en Inglaterra (1845) y en el navío

"Napoleón" en la guerra de Crimea (1853) impulsó el cambio

tecnológico también en España, que construye una flota de

fragatas de hélice isabelinas de madera (1857-64).

Colaboran en esta modernización los nuevos ingenieros formados

en la Academia Especial de Ingenieros Navales, con la que se

restablece en el arsenal de La Carraca (1848) el Cuerpo que

había sido suprimido en 1827, y especializados en Francia. Dos

años más tarde se crea en el arsenal de Ferrol (1850) otra

Escuela Especial para dotar el Cuerpo de Ingenieros Mecánicos

de la Armada y el de Maquinistas de Vapor. La Escuela Especial

de Ingenieros de la Armada se reorganiza en Ferrol (1872) y

termina sus actividades en 1890.

La generalización de buques de hierro y vapor en Europa impulsa

la demanda de los navieros españoles, pero durante la segunda

mitad del siglo XIX los astilleros nacionales son incapaces de

producir esos buques, y se importan de Inglaterra (el primero,

el "Rey Don Jaime", en 1855).

Entretanto, los astilleros españoles construyen grandes barcos

de madera para los que hay que importar maderas y otros

productos elaborados, con lo que cuestan más que los barcos

importados [18]. La prohibición (1837) y los aranceles (1849) a

la importación de barcos de madera menores de 400 t ayudan a

levantarse a los astilleros de madera nacionales, pero los

armadores se dotan de buques de hierro y de vapor hasta el

punto de que en 1883 el tonelaje de vapor superará al de vela.

Por otra parte, en un mercado marítimo liberalizado, mientras

un naviero inglés amortiza su barco en 10 años, el español

necesita 20 o más; la reforma de 1868 sólo consigue que se

Page 22: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

construyan cascos de madera, agravado el atraso tecnológico por

la carencia de una industria siderúrgica nacional. Sólo a

finales del siglo, los talleres de calderería y de fundición

que se establecen para reparar los buques importados acabarán

convirtiéndose en los astilleros que los construyan.

CREADORES ESPAÑOLES

A finales del s.XIX España aporta a la navegación dos novedosas

soluciones navales: el destructor y el submarino 18.

Narciso Monturiol (Figueras,1819-1885) construye su "Ictíneo"

en la Barceloneta (28.6.1859) con idea de aliviar el esfuerzo

de los buceadores del coral. Su casco doble, de madera de olivo

y casquetes de bronce, desplazaba 8 t. y se movía con hélices

de acción humana. Su versión para la Armada (2.10.1864)

desplazaba 65 t. y montaba dos máquinas de vapor, una de 6 cv

para navegar en supeficie y otra de 2 cv para inmersión. Aunque

realizó inmersiones (1867) hasta los 30 m y de hasta 8 horas,

tuvo que ser desguazado como chatarra ante la indiferencia

oficial. La tecnología del "Ictíneo II" incluía: doble casco,

hélice, portillos estancos, un cañón para inmersión de 100 mm,

un torpedo-cohete, lastre de agua para inmersión soplado por

aire, nivelación longitudinal, lastre de regulación y de

seguridad, purificador de aire por cal, combustible sólido

inorgánico y generador de oxígeno para la caldera de vapor y la

habitación.

Cosme García Sáez (Logroño, ?-1874) comparte con Monturiol

inventiva y rechazos. A un primer bote sumergible (1858), que

fue bien recibido en Madrid, le sigue uno mayor que patenta en

París (1859) y demuestra con éxito en Alicante (1860) ante

autoridades españolas y extranjeras. Pero la desidia oficial

lleva al inventor a hundir su barco y destruir sus planos.

Mejor suerte merecieron los esfuerzos del teniente de navío

Isaac Peral y Caballero (Cartagena,1851-Berlín,1895). Su

proyecto de torpedero submarino (1884) con motivo de la disputa

alemana de las I.Carolinas fue acogido con gran interés por el

Ministerio de Marina y aprobado por la Reina Regente

(20.4.1887). El prototipo, de 22 m y 85 t, tenía como novedades

el casco de acero y la propulsión eléctrica. Fue botado en La

Page 23: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

Carraca (8.9.1888) y se probó con éxito, aunque su torre óptica

resultara detectable. A pesar de haber conseguido lo que

ninguna otra nación tenía, Peral sufrió el ataque de la

ingeniería oficial que lo consideraba intruso. Sin embargo, se

le encargó el proyecto y construcción de otro nuevo

(10.10.1890), mas Peral se mostró tan arrogante en sus

condiciones que fue descalificado por el Ministro (11.11.1890),

tras lo cual pidió su baja en la Marina.

El primer submarino alemán ("U-1": Kiel, 4.8.1906), fue el

proyecto del ingeniero naval español graduado en Francia

Raimundo-Lorenzo d'Equevilley-Montjustin, que había colaborado

con M.Labeuf en el del primer "Narval" francés (1899).

Cabe al teniente de navío Fernando Villaamil y Fernández de

Cueto la creación del contra- o caza-torpedero, que bautizó

como "Destructor" y que la Marina encargó, una vez más, a

astilleros escoceses (1887); con sus 380 t, 58,7 m y 23 nudos

daba nombre mundial a una nueva clase de buques. El mismo año

se botaba en La Graña el único torpedero de fábrica española de

esta época, y se flotaba en Cartagena el crucero "Mercedes",

primer casco metálico de aquel arsenal.

DESPUES DEL 98

Gracias a la Ley de 1909, la proporción de tonelaje construído

en España sobre el importado crece desde ser nulo en la última

década del XIX hasta el 37% en la segunda década del XX, 58% en

la tercera y 188% en la anterior a la Guerra Civil. En volumen,

las botaduras del primer tercio del siglo suman casi medio

millón de trba, el 46% del tonelaje importado 19.

Parece lógico que sean los dos archipiélagos españoles los más

activos en la navegación comercial, y son los primeros en la

utilización de buques de vapor en el tráfico interinsular y con

la Península. Sin embargo, tanto Baleares como Canarias

prefieren importar sus vapores; del medio centenar de vapores

baleares sólo uno nace en España ("Barcelonés, Blanes, 1848);

por el contrario, el tráfico canario, una vez establecida la

Cía.Trasmediterránea (25.11.1916) se realiza con barcos que

atrb: tonelada de registro bruto; mide el arqueo y equivalía a 2,83 m3 de volumen interno

Page 24: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

salen, en su mayoría, de los astilleros de Valencia.

La demanda del Estado fue esencial para iniciar una moderna

industria naval en España. Como la Ley de Escuadra (1887)

creara los modernos Astilleros del Nervión, con la de 1908 se

constituyó la Sociedad Española de Construcción Naval que

seguía a la privada Compañía Euskalduna (1900), con suficiente

antelación para atender a la demanda del lustro bélico 1914-18.

El despegue tecnológico nacional se produjo con la construcción

en los 1890 de tres cruceros blindados de 7.000 t en el

Nervión, los motores de 11.500 cv en la Maquinista Terrestre y

Marítima y los cañones en Portilla-White. Pero el precio de los

materiales nacionales iba a hacer prohibitiva la construción

mercante hasta años más tarde. La Cía.Euskalduna, que había

nacido para reparar los buques de sus socios navieros, abre sus

primeras gradas de construcción en Bilbao (1915) y en 1918 las

amplía para buques de hasta 15.000 t, junto con los talleres de

calderería y forja y los pabellones de máquinas y calderas

necesarios. Sólo dos años después termina sus dos primeros

buques (1920) y enseguida se especializa en buques con motor

diesel.

La vieja Escuela Especial de Ingenieros renace en 1914 como

Academia de Ingenieros y Maquinistas de la Armada hasta un

nuevo cierre (1932) tras la extinción del Cuerpo (1931). La

última reencarnación de estas academias es la Escuela Especial

de Ingenieros Navales, que con carácter civil nace en el

Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (25.1.1933).

Durante el primer tercio del s.XX se producen varios intentos

de recomponer la Marina de guerra después del 98: el fallido

plan Sánchez de Toca (1903); el inacabado plan Ferrándiz (1908)

encomendando a la Constructora Naval 34 buques con más de

54.000 t; el plan Miranda (1915) para 55 barcos; el inconcluso

plan Primo de Rivera (1926); y el tardío plan de la República

(1935). Pero las unidades eran de diseño o modelo inglés y

aunque en 1939 se construían en España, la industria naval

dependía de las importaciones de artillería, proyectiles,

aceros moldeados y aceros y bronces especiales, blindajes,

latones laminados, tubos estirados, etc. 20.

La Sociedad Española de Construcción Naval (1908) comenzó como

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concesionaria de los arsenales de Ferrol y Cartagena y la

fábrica de artillería de La Carraca. La demanda de buques de la

Cía. Trasatlántica y otras navieras motivó la construcción de

otro astillero en Sestao (1915), la compra del de Matagorda

(1920) a la Cía.Trasatlántica y los del Nervión (1924) a Altos

Hornos de Vizcaya. Pero, a pesar de la diversificación de

productos de Euskalduna y la Naval, los precios de los buques

seguían siendo más altos que los europeos.

Análogas circunstancias afectan a los astilleros de la sociedad

naviera Echevarrieta y Larrinaga (Cádiz) y de la Unión Naval de

Levante, ambos nacidos para atender a la Cía.Trasmediterránea.

El arma submarina española se dota de las primeras series,

construídas en Cartagena, con proyecto USNavy (1917-26) y

(1923-30). El primero soldado se bota en Echevarrieta (1929),

con proyecto holandés, y luego el primer proyecto español

(1933-47-54). Los primeros submarinos se carenan en el dique

deponente de Barcelona (1918), pero se construyen diques

flotantes de 1000 tfa. en Cádiz (1924-1974) y de 2000 tfa. en

Valencia para Mahón (1930-1980).

Al acabar 1917 tan sólo 12 buques de los 495 vapores mercantes

registrados con más de 100 trb han sido botados en España. La

reposición de las pérdidas de buques de las flotas nacionales

en la contienda 1914-18 lanza la construcción naval, que se

hace en un 48% en astilleros españoles; por el descenso de los

fletes del carbón y mineral y la subida de sus costes los

"tramps" ceden su lugar a los "de línea"a y en 1922 el 41% de la

flota mercante española, más de medio millón de trb, se halla

amarrada 19. La respuesta española se produce al final de los

1920 con buques mixtos de carga y pasaje, en línea regular de

cabotaje, gran cabotaje o altura, con motor diesel en lugar de

carbón, y petroleros, que se construyen en los astilleros

nacionales; pero la crisis de 1929 agota la demanda de nuevas

unidades que no se recuperará hasta después de la Segunda

Guerra Mundial (1939-45).

El uso de productos petroleros se impone más deprisa que el del

motor diesel, y en 1936 el 71% de los buques nuevos consumen

abuque de línea: al contrario que el "tramp" opera en unas rutas o líneas fijas

Page 26: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

fuel mientras sólo el 57% montan motor. En virtud de sus

prestaciones y de las limitaciones tecnológicas, las máquinas

alternativas seguían instaladas en los lentos buques "tramp",

los motores diesel eran preferidos por los "de línea", y los

grandes buques, con altas velocidades, utilizaban turbinas de

vapor. En 1935 el 21% del tonelaje español se mueve con motor

diesel y el 31% emplea combustible líquido, mientras la media

mundial es del 17% y del 48% en sendos casos. La explicación

del atraso técnico español hay que buscarla en los subsidios a

los armadores que mantienen sus viejos "tramps" de vapor

quemando carbón.

Los astilleros civiles comienzan su andadura en la construcción

de acero con distinta intensidad y especialización. En el

arsenal ferrolano se construyen dos buques para la Cía.

Trasatlántica: el "Cristóbal Colón" (1921) y el "Marqués de

Comillas" (1927, 9.800 trb). Mientras en el lustro prebélico en

otras naciones se incentiva el desguace y la construcción, en

España se agrava el retraso de la industria naval debido a la

escasez de materiales, la crónica insuficiciencia de la

industria auxiliar y de maquinaria, y la escasez del suministro

energético. Sin embargo, desde 1920 a 1935 el porcentaje de

matrícula nacional construído en España sube del 13,7% al

33,1%, gracias a los de motor que pasan del 58% (en 1930) al

83%, y los de vapor del 9% al 21%, mientras el peso de los

veleros en la flota se reduce del 10% al 2%. En el concierto

mundial, España sube su participación del 0,05% en 1900 al 1,9%

del tonelaje bruto construído en 1935.

La recuperación que la industria naval mundial inicia en 1935

se ve entorpecida y retardada casi veinte años en España por

los efectos de la Guerra Civil.

EL AUGE DE LA POSTGUERRA

La industria naval, que salía deshecha de la Guerra Civil, tuvo

que esperar al término de la Segunda Guerra (1945) para

recuperarse. La Ley de Crédito Naval (1939) permite que los

astilleros, que entre 1941-46 lanzan al agua 117.000 trb, sumen

en 1946 una capacidad de 100.000 trb anuales, que requieren el

suministro de 70.000 t de material siderúrgico 21.

Page 27: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

Desde el punto de vista tecnológico, varios factores se

combinan para recuperar la industria naval. La nacionalización

de la industria naval y de las navieras esenciales

(Trasmediterránea y Elcano) produce proyectos y construcciones

españolas como nunca antes se vieron. Se construyen buques que

aseguran la cuota de bandera y dan respuesta a la creciente

demanda turística; entre ellos los de pasaje de la

Cía.Trasmediterránea. Son unidades de tecnología homologada con

otros países, que con nombres de "ciudades" y "villas"

españolas se convierten en verdaderas exposiciones flotantes de

nuestra industria naval, y que en el caso señero del "Ciudad de

Toledo" (1956) promovió la oferta española por toda América.

La Empresa Nacional Elcano pone en práctica cuatro fases de un

ambicioso programa constructor que sólo entre 1942-1958 puso en

servicio 114 buques con más de un millón de trb. Para atender

sus necesidades se crean la factoría de Manises y el Astillero

de Sevilla (1947), cuya actividad y calidad le valen un primer

puesto en el mercado, llegando a tener más de 70 buques en

cartera en 1958. El dique seco de Cádiz, con capacidad para

buques de 45.000 tpma, atrae a los petroleros más grandes del

momento (1954).

Con la Ley de Protección y Renovación de la Flota (1956) y la

creación de refinerías en el litoral, la flota mercante

española se renueva construyendo petroleros, graneleros,

fruteros y pasajeros, y alcanza en 1964 la cota mayor de su

historia, con 2.115 buques mayores de 100 trb y más de 2

millones de trb, además de 1.168 pesqueros con 252.000 trb. Y

en 1971, con la promulgación de la Acción Concertada de 1967,

se entregan 161 buques con 880.000 trb, cifra máxima en la

historia española y octava del mundo ese año.

Después de tres Planes de Desarrollo (1963-1975) y varios

Proyectos de Ordenación de la Marina Mercante se llega en 1979

a 7,3 millones de trb; pero no se consigue mantener la tónica

constructora ni despertar el interés de los armadores en la

libre importación, con lo que la flota mercante se reduce a 3

millones trb en 1989. Ello, a pesar de que la previsión de 1,5

atpm: toneladas de peso muerto, es decir, la cantidad de pesos y carga que puede embarcar un buque

Page 28: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

millones de trb del tercer Plan fue casi satisfecha en 1973 con

la entrega de 1,386.000 trb.

En 1941 se constituyen los Astilleros y Talleres del Noroeste

(ASTANO) para fabricar pesqueros de madera y de acero. Diez

años más tarde entregaba los primeros barcos soldados, y en

1957 se dotaba de capacidad para construir tanques de hasta

400.000 tpm.

Con esta factoría sumada a la de la E.N.Bazán, la ria de Ferrol

emulaba a la de Cádiz en instalaciones y capacidad tecnológica

naval. La evolución de su actividad constructora es ejemplo de

los cambios que se producen en España. Con excepción de un

primer y temprano petrolero de 140 m construído en ASTANO

(1958), es la E.N.Bazán quien construye entre 1953-65 los

mayores buques ferrolanos: los petroleros para la E.N.Elcano

que crecen desde 15.172 a 33.625 tpm. Este crecimiento

geométrico, a saltos del 50% del peso muerto, se da también en

los petroleros que se botan en la bahía gaditana. La serie de

petroleros, a menudo productos únicos, continúa con escalones

que suben desde 54.000 (1965) a 360.000 (1972) y constituye uno

de los retos tecnológicos al que se vieron llamadas las mayores

factorías españolas en las dos décadas de bonanza constructora

provocada por la insuficiencia o el cierre del Canal de Suez.

Tanto ASTANO como la E.N.Bazán y Astilleros de Cádiz tuvieron

que resolver botaduras de buques que apenas cabían en sus

gradas. Un crecimiento igual de rápido se produce en la

construcción de graneleros: la E.N.Bazán bota el primero con

53.000 tpm (1970), y tres años después uno de 120.000 tpm.

Entre 1956 y 1980 se botan en la ria de Ferrol 179 barcos, 57

de ellos petroleros, y 40 para países como Argentina, Noruega y

los EEUU.

La construcción soldada trae el problema de la calidad del

acero naval, cuya tenacidad no consiguen los nacionales, y el

volumen de demanda exige unas producciones que sólo podrá

satisfacer la puesta en marcha de ENSIDESA. Para conseguir la

chapa naval necesaria se llega a cambiar 20.000 t de acero

italiano por el flete de un moderno granelero del mismo porte

(1959).

Si en 1954 14 astilleros construían 108 buques con 262.000 trb,

Page 29: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

en 1968 ya son 35 factorías las que botan 214 buques con

508.000 trb, y acumulan pedidos de 2,5 millones trb, el doble

que el año anterior. Sólo Japón tiene en construcción más

barcos que España, que necesita importar 130.000 t de chapa

naval. Matagorda bota buques prefabricados que sólo ocupan la

grada 45 días (1954) y una nueva grada en 1968 le permite

construir el mayor petrolero nacional, con 97.350 tpm. Sin

embargo, la coyuntura de fletes al tiempo que pide nuevos tipos

de buques, como el petrolero de productos, produce amarres y

avisa de la necesidad de reestructurar la industria naval:

modernizar las instalaciones, reducir plantillas y cerrar

factorías. La respuesta española es el acuerdo para la creación

de los Astilleros Españoles, S.A. (AESA, 1968).

España ocupa en 1970 el séptimo lugar entre las naciones que

construyen barcos, y sus astilleros y la industria de bienes de

equipo gozan de un prestigio reconocido. El proyecto es

nacional e incorpora los últimos desarrollos de la informática

y de la automación, muchos de ellos nacionales, para crear los

mayores petroleros y gaseros, los nuevos portacontenedores, de

cargas rodantes, frigoríficos y atuneros. Con licencias de

otros países se fabrican en España los mayores motores,

turbinas, calderas, maquinaria auxiliar, bombas y hélices para

todos sus buques; contribuyen también las escuelas de

aprendices, que se forman en los astilleros, al modo de las

maestranzas anteriores. El auge de las reparaciones ayuda a

mantener en plena ocupación las factorías. En este año, el 46%

de la flota nacional tiene menos de 5 años, y el 79 % menos de

15, y se cumple el objetivo de construir el 50% para la

exportación.

Para la Marina se construyen en la E.N.Bazán (n. 1942), con

dificultades técnicas iniciales, barcos novedosos que permiten

experimentar los proyectos y los equipos españoles en encargos

sucesivos: 3 destructores y 8 cañoneros (1941); 6 corbetas

(1949); 7 dragaminas (1950). El tratado de cooperación con los

EEUU (1953) facilita la modernización de 32 barcos de la Armada

y trae a nuestra Marina veteranos cascos que frenan las nuevas

construcciones. La ejecución de 5 fragatas lanzamisiles tipo

DEG-7S (1966) y 4 submarinos tipo "Daphné" (1968-75) aceleran

Page 30: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

la preparación técnica de la E.N.Bazán y la modernización de

sus instalaciones. La calidad de los buques y su alistamiento

fueron homologados al más alto nivel por las Marinas de EEUU y

Francia.

Se construyen también buques auxiliares con tecnología

nacional: hidrográficos-oceanográficos, remolcadores y

patrulleros.

La última apuesta por la industria naval lleva al Ministerio de

Industria a promover la fusión en Astilleros Españoles, S.A.

(AESA, 1969) de la S.E.C.Naval, la Cía. Euskalduna y Astilleros

de Cádiz, S.A.; se reúnen en la nueva empresa 5 factorías

navales, 3 fábricas de motores, calderas y equipos y 1

fundición pesada, a los que más tarde se añadirán otras

factorías del INI.

El astillero de nueva planta en Puerto Real se proyecta para

construir en dique (525 x 100 m) petroleros de un millón de

tpm, en competencia con Japón, el Reino Unido y Holanda. Mas

son los años de la crisis del petróleo y ya no volverán a

contratarse buques tan grandes. Las circunstancias políticas

internas añaden problemas a la recesión naviera internacional,

y la industria naval española se ve abocada a su última crisis.

El primer buque que sale del dique (1975) es un VLCC con sólo

239.000 tpm.

En 1973 España alcanza su cota más alta en la construcción

naval. El techo de la industria naval lo pone la crisis del

petróleo que frena la construcción mundial. Este año se botan

229 buques mayores de 100 trb, con 1,6 millones trb, que

incluyen nuevos tipos como quimiqueros y transportes de gases

licuados 22. La cartera incluye 48 tanques de más de 100.000

tpm, pero ha comenzado un retroceso mundial que lleva a adaptar

los astilleros para construir buques menores.

CRISIS Y RECONVERSION

La crisis mundial de 1973 alcanza a la industria naval española

que no puede renovar su cartera de pedidos como hasta entonces:

en 1974 ocupa el 4º lugar mundial, con el 5% de la producción

ponderada, y pone 268 quillas con más de 100 trb 22. Los efectos

de la crisis en la industria española obligan a diversificar

Page 31: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

los tipos y a adaptar las factorías para ellos, unas veces con

fusiones de empresas y otras creando nuevas (ASTICAN). El

inicio del declive de la construcción naval (1974) ve aún nacer

3 nuevos astilleros en España, y 26 en el mundo, en nuevos

países de Asia y Sudamérica. El plan de reapertura de Suez para

buques de 60.000 tpm (1975) y para 250-300.000 en 1981 acaba

con la demanda de ULCCa; pero se generan otras necesidades:

graneleros y mineraleros combinados, cargueros polivalentes y

refrigerados, grandes tanques de productos para las refinerías

árabes.

En 1982 se programa, con seis años de retraso tras la CEE, la

reconversión del sector de la construcción naval española. Los

astilleros mantienen un exceso de capacidad frente a la crisis

de demanda a partir de 1973, y no han valido los Decretos de

ayudas de 1974-77 para paliar la conflictividad social, que

reduce la productividad en 1984 al mínimo histórico de 9

toneladas /hombre /año en los privados. Con estas medidas, la

producción máxima se reduce en 1989 a 400.000 trb anuales con

un aumento notable de la productividad de los públicos, que

sube del máximo anterior de 18 t/h/a (1977) a 25 t/h/a.

En pocos años se produce una transformación de la industria

naval española. A la tradicional competencia de otros países se

suman las obligaciones derivadas de la incorporación española a

la Comunidad Económica Europea (1985). Es obligado el final de

las subvenciones y el sector naval debe acometer una

reconversión y una reestructuración como ya las han hecho en

Europa. Los astilleros ven reducida su producción y se ven

requeridos a construir unidades con mayor mérito tecnológico:

químicos, portacontenedores, de cargas rodantes (ro-ro),

petroleros de productos, de pasaje, cargas en unidades, cargas

combinadas, factorías, de pasaje y transbordo, etc.

Se construyen plataformas fijas y móviles para la industria

petrolera de mar-adentro, y al mismo tiempo se crean nuevos

productos y se afianzan las factorías que los construyen:

yates, lanchas, deportivas, nuevos materiales, etc.

El proyecto y la construcción se benefician de la implantación

aULCC: ultra large crude carrier, petrolero del mayor tamaño, con más de 250-300.000 tpm

Page 32: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

general de los ordenadores, y se producen desarrollos

informáticos nacionales que tienen gran aceptación en todo el

mundo. La confianza en nuestra tecnología naval nos permite

competir en competiciones internacionales y, como reto máximo,

en el Desafío de la Copa del América (1992-95-98). Se presentan

prototipos de alta tecnología construídos con participación de

la industria española más avanzada, cuyo papel en las regatas

no desmerece de otros competidores, a pesar de la bisoñez.

Sin embargo, el retraimiento de los armadores nacionales unido

a la incapacidad de la industria auxiliar de la naval, que han

sido males endémicos en España, continúan poniendo en peligro

la supervivencia de la actividad constructora naval. Baste una

muestra: en Ene.1996 España figuraba en el puesto 44º de las

flotas mundiales de petroleros, con 22 buques de 6761, 204.000

GTa de un total de 143,5 millones, y una edad media de 23 años;

y en químicos, en el 35º, con 7 buques de 2077, 26.000 GT de un

total de 12 millones, y una edad media de 11 años.

Apartada de la crisis industrial naval, la Marina de Guerra

continúa en estos años su permanente actualización, y se

construyen buques para la exportación: patrulleros para

Mauritania y corbetas para Portugal. Un producto totalmente

nacional fueron las corbetas tipo "Descubierta" (1973) que

constituyeron un éxito tecnológico. En la E.N.Bazán de Ferrol

se puso en sevicio el dique seco mayor de España (1973), de 330

x 51 m., y Cartagena se dota de un nuevo "carenero de galeras"

de 80.000 m2 y con un "syncrolift" de 8.700 tfa (1977). Se

construyen también patrulleros de vigilancia costera (1980),

guardacostas para Argentina y México, y lanchas de vigilancia

interior en poliéster y en aluminio, que se fabrican en

factorías civiles especializadas. El porta-aeronaves "Príncipe

de Asturias" (1986), la serie de fragatas FFG (1982-95), la de

submarinos tipo "Agosta" (1980) han sido las más recientes

pruebas de la tecnología naval militar española, que ha pasado

a exportar sus productos. La tecnología militar propia permite

a la E.N.Bazán abordar con éxito el proyecto y la fabricación

de los primeros transbordadores de aluminio a más de 40 nudos

aGT: nueva denominación de la medida del Arqueo Bruto (Gross Tonnage), en lugar de "trb"

Page 33: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

(1994), y dotar a la Marina con una fragata actual propia (F-

100, 1997).

CARA AL SIGLO XXI

La ingeniería y la construcción naval españolas preparan su

entrada en el siglo XXI con nuevas armas y nuevas perspectivas.

Se presta atención a nuevos tipos de buques, a nuevas máquinas

y equipos, a nuevos materiales, a nuevos procesos, nuevos

métodos y nuevos productos, incorporando la tecnología, la

calidad y el coste que se necesitan para afrontar una

competencia global.

España proyecta, construye y equipa petroleros VLCCa de doble

casco, fragatas y portaeronaves, buques de crucero y de pasaje,

transbordadores rápidos de aluminio, transportes químicos y de

cargas secas especiales, pesqueros de altura y factorías para

el Artico, cableros y oceanográficos, cazaminas de materiales

compuestos, remolcadores, cargueros de rodantes, plataformas y

artefactos oceánicos, etc, con mayor valor añadido, desde su

proyecto.

Se implantan procesos y sistemas robotizados para producir

buques más rentables y seguros, casi sin tripulación. Se

proyectan buques para tráficos cortos, coordinados con sistemas

de transporte multimodales, y buques más rápidos para personas

y vehículos. No hay límites para el diseño ni el tamaño de los

yates y buques para cruceros de ocio.

Sin embargo, mientras el valor añadido en el astillero sea

menor que la mitad de lo que suman los equipos y demás

suministros externos a la factoría, será muy difícil mantener

la construcción naval activa y la ingeniería naval en

ejercicio.

=================

aVLCC: very large crude carrier, es decir, grandes petroleros, menores que los ULCC

Page 34: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

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29.- REVISTAS: Ingeniería Naval, AINE. Madrid.

Revista de Información, ENElcano. Madrid.

Page 36: Fernández González. Historia de la Ingeniería en España. La construcción y la arquitectura naval

LISTA DE FIGURAS

* 1.- barcas prehistóricas baleares

<de Ref.1: fig.13, pg.205>

* 2a.- naos de sellos cantábricos

<de Ref.11: pg.16>

* 2b.- naves del Lapidario del Rey Alfonso X (ca.1280)

<de Fernández-Duro, Cesáreo (1894). La Marina de Castilla.

Ed.Facsimilar. Diputación de Zamora, 1995: pg.62>

* 3.- carabelas colombinas (1492)

<de Ref. 27, pg.68>

* 4.- galeón de Ga.Palacio, primeros planos impresos (1587)

<de García de Palacio, Diego (1587). Instrucción Náutica.

Ed.Facsimilar. Eds.Cultura Hispánica. Madrid, 1944: f.96-97

de Museo Naval de Madrid>

* 5.- Primeros planos completos, de Gaztañeta (1712)

<de Ref. 27, de Museo Naval de Madrid>

* 6a.- Piezas de un navío de 1728 (Mqs. de la Victoria).

<de Ref. 27, de Museo Naval de Madrid>

* 6b.- Despiece de los navíos de 1752.

<de Memorial de Junta de Constructores de 1752: "Maderas de

Robler necessarias para fabricar un navío de 68 cañones".

MS.489, Museo Naval de Madrid>

* 7.- Método de trazado de J.Juan de 1770

<de Ref. 28: fig.29>

* 8.- Navío Montañés de 74 cañones (1792)

<de Ref. 27, de Museo Naval de Madrid>

* 9.- Buque de paletas "Real Fernando" (1817)

<del trabajo de un alumno : rehacerlo a mano>

* 10.- Veleros catalanes del XIX: polacra "Merced" y bergantín

"Lloret"

<de Vilà i Galí, Antonio (1995). La marina mercant de Lloret de

Mar. Lloret de Mar: pg.337 y 375>

* 11a.- Laúd del Ebro

<de Gobierno de Aragón (1992), El Ebro: navegación y pesca.

Monasterio de Rueda, Zaragoza: pg.15>

* 11b.- Dorna gallega

<de "NOS", Tomo VI. Enciclopedia gallega: rehacerlo a mano>

* 11c.- Llaút levantino

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<de Sañez Reguat, Antonio (1970). Diccionario Histórico de las

Artes de Pesca Nacionales, 5 tomos: quizá sea mejor rehacerlo>

* 12a.- Submarino "Ictíneo 2do."

<de Ref.18: pg.23>

* 12b.- Fragata blindada "Sagunto" (1860)

<de Ref.27: pg.279>

* 13a.- Buque de pasaje "Crown Jewel"

<de U.N.Levante y revista "Ingeniería Naval", 1996, pg.172>

* 13b.- Petroleros: estructura del tipo E3 (1994)

<de A.E.S.A.>

* 14.- Pesqueros actuales

<de revistas "Ingeniería Naval", 1996, pg.853>

* 15a.- Buque de Investigación "Hespérides"

<de E.N.Bazán y revista "Ingeniería Naval", 1992, pg.161>

* 15b.- Transbordadores rápidos de alumnio

<de E.N.Bazán y Revista "Ingeniería Naval", 1996, pg.776>

==========

Las figuras de "Ingeniería naval" tiene el permiso a priori

para reproducirlas, citando la fuente.