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Fernando Bojórquez Acosta

Fernando Bojórquez

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Page 1: Fernando Bojórquez

Fernando Bojórquez Acosta

Page 2: Fernando Bojórquez

SíntesisEl presente protocolo de investigación, consistió en la comparación de lasestadísticas oficiales y públicas disponibles en las páginas oficiales de lasdependencias de gobierno, encargadas de la seguridad pública en la región y demanera concreta, en el municipio de Tijuana.

Para ello, fueron tomadas en cuenta las estadísticas referentes a los últimos seisaños, que corresponden al actual gobierno estatal que encabeza José GuadalupeOsuna Millán, así como a los últimos dos alcaldes de Tijuana.

Asimismo, se tomó en cuenta un estudio público realizado por el Instituto deOpinión Ciudadana, Estudios Económicos y Sociales, dependiente del Congresodel Estado, además de analizar el presupuesto en materia de seguridad pública enla entidad en los últimos años.

De acuerdo con las cifras oficiales concentradas por la Secretaría de Seguridad

Pública del Estado (SSPE), entre los delitos que sufrieron un incremento en su

incidencia en el municipio de Tijuana, fueron los robos con violencia a casa

habitación, el secuestro y el homicidio.

Page 3: Fernando Bojórquez

Informe de actividadesMás allá de la información diaria que aparece en los medios de comunicación de esta

frontera, donde dan cuenta de hechos delictivos de diversa índole, fue necesario

consultar las cifras oficiales, las cuales según se aclara, son en base a denuncias

presentadas sobre las cuales se inicia una Averiguación Previa por parte la autoridad

investigadora, en este caso, la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Además de las estadísticas sobre la incidencia delictiva, fue necesario consultar el

Periódico Oficial del Estado de Baja California, para conocer los presupuestos

destinados a la seguridad pública, así como el estudio ya referido denominado

“Percepción de la Seguridad Pública en Zona Conurbada Tijuana-Rosarito”, realizado

por el Instituto de Opinión Ciudadana, Estudios Económicos y Sociales, dependiente

del Congreso del Estado.

Aunque las estadísticas presentadas por las autoridades estatales contienen la mayoría

de los delitos contemplados en el Código Penal (excluye, por ejemplo, el delito de

aborto, entre otros), para este trabajo se analizaron únicamente los delitos de robo con

violencia a casa habitación, secuestro y homicidio, es decir, hechos que afectan

los tres principales bienes tutelados por la ley como son el patrimonio, la libertad y

la vida, respectivamente.

Page 4: Fernando Bojórquez

Incidencia delictiva en Tijuana

235

14

310

155

92

577

199

95

556

170

68

688

190

45

418

211

24

332

0

100

200

300

400

500

600

700

800

Robo Secuestro Homicidio

2007

2008

2009

2010

2011

2012

* El apartado que indica “robo”, se refiere únicamente al delito de robo con

violencia a casa habitación.

Page 5: Fernando Bojórquez

AnálisisLas estadísticas presentadas se basan en las Averiguaciones Previas iniciadas por

la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por lo que dichos números

indican sólo el número de éstas y no la cifra de víctimas, como en el caso del delito

de homicidio, donde en un solo expediente se pueden involucrar dos o más

víctimas, según el hecho registrado.

Un ejemplo de ello es en el 2012, donde la autoridad señala que hubo 332

“homicidios” sin embargo, en una nota del 26 de julio del 2013, el periódico

Frontera indica que en realidad se registraron 590 muertes violentas

(homicidios), que la autoridad consignó en 332 expedientes. (Imagen siguiente)

En esa misma nota, el diario señala que en base a cifras del Instituto Nacional de

Estadística, Geografía e Informática (INEGI), así como del Sistema Nacional de

Seguridad Pública, en Baja California sólo se castigan 4 de cada 100 homicidios, es

decir, el 96 % de uno de los delitos de más alto impacto entre la

sociedad, permanecen impunes, basados en los números del 2012.

Page 6: Fernando Bojórquez
Page 7: Fernando Bojórquez

En otro delito, el de secuestro, pese a que la estadística oficial indica que en el 2012

se reportaron 24 hechos de esa naturaleza sólo en el municipio de Tijuana (a los

que se agrega una cifra “negra” de hechos no denunciados a la autoridad, según

mencionan grupos civiles), el Procurador de Justicia en la entidad, Rommel

Moreno Manjarrez, declaró al diario El Sol de Tijuana, en octubre de ese mismo

año, que “ya no hay secuestros en Baja California”, y que la dependencia a su cargo

sólo “cuida borrachos y expide constancias de robo de celulares”. (Imagen)

Page 8: Fernando Bojórquez

Tanto los hechos criminales como las declaraciones y acciones (u omisiones) de los

funcionarios públicos, tienen como consecuencia una elevada desconfianza en las

instituciones encargadas de la seguridad pública, como lo señala en su página 5 el

estudio “Percepción de la Seguridad Pública en Zona Conurbada Tijuana-

Rosarito”. (Imagen)

Page 9: Fernando Bojórquez

ConclusionesCon base a la presente investigación y análisis sobre los hechos delictivos de mayor impacto en la

región, se puede determinar un deterioro en el sistema de seguridad que actualmente aplican las

autoridades de los tres niveles de gobierno, al ser este un rubro en el que intervienen todos los

órdenes de gobierno, tanto con recursos como con personal e infraestructura.

El incremento en los programas y cambios en las estructuras de las dependencias de seguridad

pública (cambio de nombre, creación o eliminación de las dependencias), no se ha reflejado en una

mejora de la percepción ciudadana y mucho menos, en una mayor efectividad en el combate a la

delincuencia.

En los períodos analizados en la presente investigación, confluyen dos gobiernos distintos de

diferentes niveles, por lo que es necesario apuntar que los cambios de partidos políticos en el

poder, no han significado un cambio en los modelos aplicados al rubro de seguridad pública.

Por otra parte, es de resaltar la maniobra de las autoridades al presentar estadísticas que no reflejan

del todo el índice delictivo en la región, al concentrar sólo en éstas el número de Averiguaciones

Previas iniciadas por cada hecho delictivo, pero sin desglosar en ellas el número de víctimas, el cual

es evidentemente más elevado que el que se quiere hacer creer.

Por último, no se debe dejar de lado la impunidad que prevalece en la Procuraduría General de

Justicia del Estado, encargada de la investigación y consignación de los responsables de hechos

delictivos del fuero común, donde, como se señala, sólo son castigados 4 de cada 100 responsables

del delito de homicidio y, pese a ello, su titular, declara que dicha dependencia atiende ya

únicamente asuntos menores porque “ya no hay secuestros”.