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Festival Halos en la nimiedad de la tormenta los rayos desayunan lo que los truenos almuerzan y mi cuchillo corta con cruces el cielo negro las palomas dibujan el rostro de nuestro venéreo pasado. Hay postales que no captan la belleza del temblor. Un golpe sediento ruge en la barra. ¿Seré la congoja el entierro y tus sueños todo al mismo tiempo ? la tormenta sobrevuela el llano y los edificios no rascan aún el cielo más rápido que la luz el punto es ciego que mira, de reojo, las antelias cortar la carne de la galaxia enferma.

Festival

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poesia

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FestivalHalos en la nimiedad de la tormenta los rayos desayunan lo que los truenos almuerzany mi cuchillo corta con cruces el cielo negro las palomas dibujan el rostro de nuestro venreo pasado. Hay postales que no captan la belleza del temblor.Un golpe sediento ruge en la barra.Ser la congoja el entierro y tus sueostodo al mismo tiempo ?la tormenta sobrevuela el llanoy los edificios no rascan an el cieloms rpido que la luz el punto es ciegoque mira, de reojo, las antelias cortar la carne de la galaxia enferma.

la noche el frio y el viento

sobre los cadveres se escribe tu historiatu cadver, entre mis manos,con la imposicin de la miradaen lo fructuoso de lo llanolas mamparas relamen el telnluz en medio de la nochebosque frondoso hmeda atmsferalas palomas visten camisas sin botonesl, grito de lstima, t, la suerte del almayo, el rayo que irrumpe en la nocheel temblor de los huesos carcomidosla gema ungenta de la resina de cartlagoel roce ciego del monte agrestela herida llora la reina serpienteel putas viene y se re de todoshuye la noche el frio y el vientomas no huyen siquiera ante el color del venenolos hombres flacos parasos muertos

La muerte

la muerte congela en la eternidad el estado de nimo previo al ltimo suspiromi lengua enrosca las palabras y las escupe como latigazos al mundohay una lucha entre mi muerte y la lenguamis ojos en blanco ven la luz opaca del dabolsas de basura callejones y santuarios son adornos del rbol de navidad en la nochela muerte es un monitor apagadoque proyecta en el fondo de la habitacinel reflejo de nuestros cuerpos sentados a la mesa

Hospital salas desnudas donde la muerte deba de hacer su agostoEmilio Zol

la carpeta del mdico sobre la panza del muertolas luces blancas en las pupilas anchaslas manos dbiles en barandas fras

por el ascensor bajan los mdicospor las escaleras, los familiares de los muertos

el restaurante de enfrente sabe a ciruga de hernia de discoa esfnter que baja por la sondacual lomito con savora que devora el mentn del enfermero

El lince

El lince tiene odo absoluto.Se mueve en la distancia como en la velocidadDe sus pasos.No distingue entre la maleza la serpienteO lo frondoso del bosque.Puede oler El calor del veranoO la sangre de su presa En lo esponjoso del cuerpo.Acecha a sus pares de la selva,Los somete y es juzgadoAnte tribunales salvajes.No distingue entre su vida y la muerte del prjimo.No siente dolor.Es signo vital de la selva.Acecha de nocheen sus ojos siempre es de nocheagazapado ante el abismo desafa los miedos.No es un rey pero merece respeto.El lince es ciego pero no tonto.Su inteligencia radica en el odoQue discrimina El lenguaje de la presaDe los innecesarios y tristes idiomas de dios en las puertas del cielo a punto de caer.

Aniceto

sabr, Aniceto, un daque bajo el manto de la nochehasta los ms gallitos pierden sus espuelas

conejoprimeros pasos

en una inmaculada hazaaen busca de consueloante la dicha de tener un amoy no ser amadose mir al espejo de azulejo

(la instantneapero no crebleternura de los otros)

por ltima vez se mir a s mismo.y, en un de repente,en pendiente,quiz como una respuestaa esta manera de querer,

a esta extraa manera de querer,metiose debajo del autoy espero a que la rueda rodara.

Llaves

mengua la lengua el sableque vierte el ojo en la rendijaoblicua que quieta ardiente en el crepsculooye aquella oreja que llagas padeceen la boca del sordo que emula la fiebreque mece las plegarias en los barrotes negrosde la reja de mi especie

Procesin (marcha insomne hacia el destierro)

Somos un fragmento de la fatalidadNietzsche

despus del desastre las cosas hablan el idioma de la desidialos ojos delatan la inocencia del extravo de las cosaslas llamas se apagan y comienza el frolos rboles ruinas y las luces muy bajasla luz es un punto ciego en la velocidad del tiempolas casas vacas en sogas, vaivenes, penden del hiloque tensa el cuello del trapecista que muestra sus trucosdios almacena injurias y lamentos en su disco rgidola gente aplaude, los ciegos sonren ahora todos somos igualesla arena arde en las cejasel cielo trunco pared de hierrola muchedumbre con los pies helados sobre el techo fro de las chapasreclama el comboy de rescateshot tu de nek and den stoul my skinla muerte pedalea con traje negro y sombrero de plato voladoruna cinta azul oscuro lo rodeala misma cinta que amarra el cuello del hombre que quiso escapar del milagrode haberlo perdido todo y muri en la eterna vida del rio desiertollegan de lejos a los hombres -cual cosquillas de la brisa del viento-las plegarias del p(r)elado con sotana enviadas desde la meseta de la muertelloran de la lengua lo agrio del sentidoarde los odos el silencio que retumba en el eco del sigiloun hombre se toca el culo y luego se huele el dedocadenas rotas manantiales frosno ms metforas de incineradosel ngel de la despensa lame las fetas de paleta olvidadas sobre la mquina.un jardinero abraza las rosas y siente el ardor de la sangre entre los ptalos.gritos en la puerta del fondo.el hormign piensa fraguar cien aosel hachero poda el rbol que, sin saber, maana lo masticarn los dientes de las malezasa pesar del desastre

slo quedarn los recuerdos de cuando nio jugaba a hacer malabares con la osa mayor

El origen

a la tormenta la crearon de da[footnoteRef:1] [1: 23 4 ntese que, con la creacin, puede haberse constituido el desastre como un fenmeno imperfectamente programado. Una mente ingenua puede pensar que en el comando del paraso existen los botones: lluvia, sol, nubes, fro, calor, y, como correlato, desastre. Pero una mente vida sabe que todos los botones existen menos el ltimo. Si bien la humedad fue un error del sistema, ese error puj tanto que dios no tuvo mejor remedio que darle la visibilidad de agregarla en el control de mando, pero Puede alguien tan inteligente darle funcin legal a un fenmeno que puede destruirlo? ]

dios pens que demasiada claridad no hace brillar un muerto

como quien deja cosas en el tinteroel sptimo descans(esto traera problemas en el futuro)

lluvia con sol es un error del sistema[footnoteRef:2] [2: ]

como el arcoris, la humedadpero con el tiempo nos fuimos acostumbrandoa aquellas cosas que de errores devinieron en maravillosaspara luego ser un abuso de lo cotidiano

con los ojos a oscuras s se puede ver[footnoteRef:3], [3: ]

dej en claro y se lav las manostragando la saliva de lo imperfecto.

Tenso Dios era un asesino sin escrpulosJohn Fante

Idetente tiempotenso espejo de consuelosdetente pronto detente siempre en este insomnio agrio agreste grisen estas diurnas lunas dentro de mi mente

IIen este enjambre de misteriosen estos recnditos vecinos que allan la victoriaen los salvajes peregrinos que escupen la bazofia nunca muevas ciertos guisosnunca el pasado fue tan indeciso con hoyla tirana de los das no relame la mejor de las virtudeses en vano lavar las copas rotaseste agujero carente de lucescon sombras no angostascon radiofnicos discursosque hablan poco y dicen nadacon locos que deambulan con ejrcitos que marchanredoblantes que se enciendenque retumban y tumban mi cabezalos cabellos que se quemanescarchas en el cuerpolos dedos que se pudrenlas ruinas que se caense levantan las pirmidesse degellan en la calle las ansias de los nioslos ojos inocentes se rifan en la tiendalas rodillas que se quiebranla mirada del dolidolas pupilas ensanchadas no llegan ms lejos que su cara

IIIy si, de esto se trata este mundode que algunos rompan los silenciosy otros silenciemos las roturasy s, de esto se trata este dade que algunos nos masturbemos y nos encendamos en calvariosmientras los autobombas corran a apagar un infierno

IVla poesa es un plato que es mejor comerlo fro

La serpienteSe prueba la camisaComo quien sabe Que va perderlo todo.

Ave

el cielo lamelas alasdel ave

El francotirador

el francotirador apunta al todode frentepero estar de frente a las cosasno quita que la vctima sienta la bala entrar por la sienel todo yace en su miraaunque la vctima no pueda ver lo que l sen su panormica desplazadaen su perspectiva oblicuael espacio perfecto para dar el tiroy poner la bala donde la miray la mira donde el ojo(y dir Borges donde dios)la ciudad es un infinito esconditepara quienes huyen de la nocheclaridad y visin en un disparoun lince un hombre presidentesla vctima no llora porque su muerte es imperceptiblepero siente el peso de la mirada que no perdonaque sealaque apunta y da fuegoa lo hondo del poemaque se tuerce hasta rendirse en palabrasque encajan en el sentido extranjero sentidode las cosas que se arrodillan ante el tribunal que les otorga su etiqueta su lema y su destino

Raz de tanis

cada cabeza es su sentenciael callejn perdido en su salidalos rostros guardan el tiempolos reyes levantan su manolos lobos acechan sobre el pisolas barbas del viejo que ardenel fuego se esconde detrs de su tumbase resquebraja la piel del deseoen el estmago del bello felinolas almas se hornean en fuegose desprenden metales preciososlas llagas comienzan a versey se libran las almas cautivasla obra se hace posiblelos cuerpos teidos de sangreel oro carente de plata.

Fausto

bien sabida es tu imposibilidad de amar.y con el amor, el inmenso placer del mundoen la punta de los dedos.La magia, la teologa, la ciencia y el saberno lograron prologar la castidad.He ah que a tus pies se desataron los crculos infernalestodos y uno en un mismo goce.Tus piernas bailaron y con el baile la pasin se fue acelerando.los duques, las diablillas, banquetes y paisajescastillos y diamantestodo eso en el gran espejo del mundoque refleja con agua, fuego y arenatu reir y tu soar.y yo parado frente al espejo que refleja hasta tu pensamientosiento que tambin en l me veo, bailando y feliza pesar de que a mi alma tambin la lleve el viento,en un instante.

IICruzaste todos los lmites, Fausto.No debiste resucitar a MoissNi acallar los antojosNi sucumbir el arcaNi enamorar a la ya amada duquesaNi presenciar misas del diabloNi profanar dioses griegostodo ha quedado como huella de tu desdichaimpreso en tu alma como certificado de destierropero lo que te ha condenado verdaderamente, fausto,fue haber querido perecerte a Don Juan

Enrique Heine 1822

Hans Christian Andersen

La nieve y su jardn

En el jardn veras las floresRosas, azucenas, campanillas, narcisos, jacintos y calndulasTodas congeladas por el perfume del frioPuedes atar la tempestad con un hilo?La visin es el pecado ms genuinoLos espejos rotos multiplican la realidadLo malo crece hasta abrumarLo bueno es diminutoEl diablo re de lo bien que nos va.El cielo es un espejo que nos muestra el lado de las cosasQue no queremos ver.