Upload
parroquia-el-salvador
View
216
Download
1
Embed Size (px)
DESCRIPTION
HOMILIA CON MOTIVO DE LA FESTIVIDAD DE SAN JUAN DE AVILA
Citation preview
HOMILIA CON MOTIVO DE LA FIESTA DE SAN JUAN DE AVILA
MARIANO CABEZA PERALTA
PARROQUIA EL SALVADOR DE BAEZA
CAPILLA DE SAN JUAN EVANGELISTA
El Señor es mi pastor nada me falta, hemos cantado como antífona del
Salmo responsorial en esta Fiesta litúrgica de San Juan de Ávila y que bien
supo experimentarlo él durante toda su fructífera vida porque siempre se
dejó conducir por el amor de Dios.
Ese amor que lo condujo hacia las fuentes de agua viva que para nosotros
son las Palabras de Dios, esas aguas vivas que dieron profundidad y
plenitud a toda la ciencia humana del Maestro San Juan de Ávila.
Podemos ver en él algo que reivindica constantemente nuestro Papa
Benedicto XVI, la relación entre la fe y la razón, cómo se necesitan, se
apoyan y se enriquecen una de otra.
San Juan de Ávila fue un hombre de ciencia, un hombre de su tiempo,
renacentista, humanista, pero mirar al hombre en toda su grandeza no le
apartaba de Dios, todo lo contrario, encontraba aún mas la huella del
Creador en la criatura.
Un humanismo que ponía al hombre en relación con Dios y descubría a
Dios presente en la vida del hombre, dándole sentido a su existencia, a sus
aspiraciones y deseos.
Para San Juan de Ávila ese nexo entre lo divino y lo humano, entre lo
humano y lo divino está en la experiencia de Amor y esta experiencia vital
será el hilo conductor de su obra y de su propia vida.
No es que sea una genialidad del Santo sacerdote sino que lo bebe de la
fuente limpísima de la Sagrada Escritura.
Se apoya en dos autores que hablan del amor desde distintas ópticas.
El evangelista San Juan lo hace desde la Encarnación como acto de luz, de
amor, de entrega, de servicio al hombre para librarlo de las tinieblas del
mundo que intenta rechazar a Dios y sofocar la luz divina. Expresaría esta
percepción del amor encarnado en la vida cuando es ordenado sacerdote
en 1526 y en su primera Misa, invitó a 12 pobres de su pueblo y les
repartió la fortuna heredada de su familia.
El otro autor que influye en San Juan de Ávila es San Pablo mostrando el
amor de Dios desde la cruz. Un amor crucificado como expresión máxima
de los deseos de Dios de salvación para todos.
Cuando él mismo tuvo que sufrir la cárcel y ofrecer su vida en unas
circunstancias tan penosas pudo experimentar el sacrificio de la cruz en
sus propias carnes, pudo identificarse aún mas con el amor crucificado.
Cuando vino a Baeza a fundar su obra más importante, nuestra
Universidad estableció el estudio de la enseñanza bíblica para los
confesores y predicadores porque ahí está el fuego vivo donde se pueden
prender y arder las almas en amor divino.
En una de las obras más sobresalientes de mística del siglo XVI cuyo autor
es nuestro Santo, “de amore Dei erga nos” (acerca del amor de Dios para
con nosotros) hace una aportación fundamental hablando del sacramento
de la Eucaristía porque presenta este augusto sacramento como “la
vivencia permanente del amor de Dios”.
Preciosas palabras nos dejo a este respecto que os reproduzco ahora:
“Y tanto deseo tienes de verme y abrazarme, que estando en el cielo con
los que tan bien te saben servir y amar, vienes a este que sabe muy bien
ofenderte y mal servirte ¡que no te puedes Señor hallar sin mi! ¡que mi
amor te atrae! ¡Oh bendito seas que siendo quien eres, pusiste tu amor en
un tal como yo! ¡y que vengas aquí en tu real presencia y te pongas en mis
manos, como quien dice: “yo moriré por ti una vez y vengo a ti para que
sepas que no estoy arrepentido de ello, mas si me has menester, moriré
por ti otra vez!
Es lo que vivía San Juan de Ávila en cada Eucaristía, en cada encuentro con
el Señor vivo y resucitado, un encuentro de amor, un encuentro
emocionado de quien da la vida por nosotros.
Por eso decía el Santo: “querría el hombre que siente esto tener mil
corazones para responder a tal amor de Dios”.
Maestro en la ciencia humana, maestro en el espíritu creyente, maestro
de pastores y santos, Maestro de nuestra querida ciudad de Baeza, cuna
de sabiduría y referente cultural en el sur en el siglo XVI. Apóstol de
Andalucía, patrón del clero español y oremos para que pronto sea
también declarado Doctor de la Iglesia.
El fue pastor porque se dejó guiar por el único Pastor, Jesucristo el Señor.
Aprendamos hermanos sacerdotes, fieles laicos, religiosas de este modelo
tan cercano, tan profundo y tan amante de Dios.
Bienaventurado Maestro San Juan de Ávila porque tu ciencia y tu fe ya te
hacen gozar eternamente de la dulzura del amor de Dios, del calor del
fuego divino. Amén.