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Fet 102 Relaciones Interpersonales
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Conocimiento 1: La persona humana un ser dialogante.
Hemos revisado en la primera parte de esta unidad, las características de la persona y
aquellas facultades que le son propias, tales como su naturaleza, su libertad, su intimidad,
su condición social, su capacidad para darse, etc., recuerden que todos estos elementos
constituyen lo que finalmente somos y por ello son lo que realmente valemos, es decir son
nuestra dignidad.
Sin embargo, hasta ahora la persona ha sido considerada de forma aislada. Por eso, nos
corresponde pasar a comprobar cómo esas facultades le permiten interactuar con el medio
que le rodea y con las demás personas que la acompañan. Pero fundamentalmente, cómo
el hombre requiere de la sociedad para constituirse a sí mismo en un ser humano. Veremos
que el hombre al menos necesita de tres instituciones claves para su identidad personal: la
familia, las instituciones educativas y el trabajo.
El ser social o dialogante.
Ya durante el estudio de la condición social (dialógica o intersubjetividad) nos hemos dado
cuenta del verdadero valor que tienen las otras personas para el hombre. Por ello volvemos
a repetir que el hombre es un ser social, no superficialmente social sino que esencialmente
social. Pero también, hay un aspecto muy importante de considerar, el ser humano necesita
realizarse individualmente (existencialmente), esto quiere decir que el hombre necesita
reconocerse a sí mismo, encontrar su identidad, en otras palabras necesita definir qué va
a hacer con su vida y dedicarse a ello; a esto se le llama proceso de autorrealización.
Este proceso de identidad personal consiste en ir conformándose como un ser particular,
individual, único e irrepetible. Esta autorrealización o autodeterminación se produce en tres
planos: biológico que es promovido desde el desarrollo madurativo, personal que consiste
en la formación o educación de la persona y el existencial que es la actuación misma en la
vida. Estos planos pueden desarrollarse a veces en forma paralela y que además
recordando la condición unitiva del ser humano, están en total unidad.
La autorrealización humana tiene una condición voluntaria, es decir libre, y por ello
podemos recomenzar cada vez que lo deseemos, siempre hay una nueva oportunidad para
hacerlo bien. Es parte de la autorrealización caernos, muchas veces la vida nos golpea bajo
y caemos, pero está en nosotros tomar la decisión de levantarnos e intentarlo una y otra
vez.
La autorrealización es ese proceso por el cual el hombre se constituye a sí mismo en todo
su ser, para luego conducir su vida. Este proceso también se conoce con diferentes
nombres: Formación personal, autodeterminación, perfeccionamiento, etc.
Los bienes compartidos: la amistad y el amor.
Pero si la autorrealización es un proceso individual, ¿qué tiene que ver la sociedad o la
condición social del hombre?
Las personas necesitan de las otras personas, en especial para reconocerse a sí mismas
y alcanzar los fines que se han propuesto. Tenemos una necesidad natural de compartir
con los otros seres humanos, es un ser dialogante, ya que el otro es el referente por el que
me identifico.
Las personas tienen en común ciertas cosas, éstas son las que permiten que la sociedad
sea unida y es la base del funcionamiento social. Estas cosas en común son los bienes que
poseemos y que pueden ser clasificados en dos tipos: “bienes compartidos” y “bienes
repartidos”.
Los bienes compartidos son aquellos que pueden ser disfrutados por muchas personas y
al mismo tiempo. El lenguaje, las ideas, el conocimiento, etc. son bienes que se pueden
compartir.
Los bienes que no se pueden compartir sólo se pueden “repartir” son generalmente aquellos
bienes materiales, por ejemplo un chocolate es un bien que se puede solamente repartir,
ya que el pedazo que me como yo, no lo disfruta nadie más que yo.
El amor es un bien compartido y es el máximo bien común que una sociedad puede tener,
ya que en su sentido de donación representa la entrega personal hacia los demás y que en
su grado máximo es la entrega incondicional de cada uno por el otro.
También abordaremos un tipo de amor llamado “amor de amistad” o simplemente amistad
como le decimos normalmente. La amistad es un bien compartido, por ello que una persona
puede ser amigo de varias personas al mismo tiempo, por ello que una persona “comparte”
la amistad más que la reparte.
La amistad como todo tipo de amor y por ende como tipo de donación considera la entrega
bondadosa por el otro, se quiere al amigo por el amigo y no por otra cosa. Por eso se dice
que en los tiempos difíciles se ve realmente quién es el verdadero amigo.
Hay un tipo de amistad que es “accidental” y otro tipo de amistad que es “perfecta”. En la
primera siempre va a primar un cierto sentido de egoísmo, por ejemplo en la amistad por
placer, no se valora a la persona por lo que es, sino porque produce cierto placer (hay algo
que produce gozo, puede ser su carácter, su humor, su inteligencia, etc.). El énfasis está
puesto en lo que produce y no en lo que es. En la amistad por utilidad el énfasis también
está puesto en una accidentalidad: el beneficio que acarrea dicha amistad. Sin duda que
tener de “amigo” a fulano de tal, que además es el gerente de tal o cual cosa y miembro de
la influyente asociación de, tiene una utilidad tremenda.
La amistad perfecta está asociada al concepto verdadero de amor que hemos trabajado en
este curso, el amigo quiere el bien del otro, por el hecho de amar al otro, esta amistad es la
que perdura y no se acaba, aunque es raro alcanzar esta amistad con muchas personas
debemos desearla para toda la sociedad.
El reconocimiento de la identidad personal (autorrealización) se produce precisamente en
la condición de ser social, y en particular compartiendo esta condición de bondad que es la
amistad con los cercanos y con los lejanos, con amigos y enemigos con los conocidos o
desconocidos.
Autorrealización y felicidad.
¿Qué es la felicidad? , ¿Dónde encuentro la felicidad? Estas dos preguntas son claves para
entender el sentido total que tiene la autorrealización humana.
La felicidad es alcanzar la vida buena, es decir es alcanzar el bien. El bien es el desarrollo
de mis potencias, el fin del ser humano. Somos un fin en sí mismo, por ello que jamás
podremos ser usados, manipulados, cosificados, porque en este mundo, al menos el mundo
natural, no existe otro ser tan digno dado por su realidad racional, libre y trascendente.
Claro que no debemos confundir la condición de fin en sí mismo con la posibilidad de servir
a otros o de trabajar por y para otros. Cuando apoyamos a una persona, cuando ayudamos
a alguien o cuando trabajamos en una empresa tenemos esa condición de parecer medios
para otros, y en esa circunstancia concreta y reducida lo somos, sin embargo en esencia
seguimos siendo un ser que no pierde su condición de fin.
Una manera de darse cuenta de esta situación es que cuando el hombre se pone al servicio
de los demás (él decide ser medio para otros) normalmente el que más gana es él mismo.
Jóvenes universitarios que asisten a sus trabajos de ayuda social en sus vacaciones y que
llevan apoyo material y espiritual a familias pobres de nuestro país, al terminar su tarea
tienen la sensación especial de que tal vez todo fue al revés, que más bien las familias
necesitadas en el agradecimiento, en la entrega de su vivencia o en el ejemplo de fortaleza
les han dado mucho más que la mercadería o los materiales de construcción que ellos
regalaron. Fueron a hacer felices a unas determinadas personas, pero terminaron siéndolo
ellos. Es la condición de fin que cada persona tiene, que le permite en algún momento ser
medio para otros, pero no le permite renunciar a ser lo que verdaderamente es.
Con respecto a la pregunta de dónde se encuentra la felicidad, son variados los libros,
normalmente novelas, que nos muestran un lugar, una ciudad o un mundo futurístico en
donde finalmente el hombre es feliz.
Por ello muchas personas piensan en la felicidad como una meta que se alcanza y que
llega en un tiempo o lugar determinado. Esta imagen de felicidad pareciera ser como una
carrera de atletismo, en donde el corredor tiene un punto de partida y luego al finalizar su
camino alcanzará la tan anhelada felicidad. Esta imagen es incorrecta por dos razones, una
porque supone que mientras no alcanzamos la meta vivimos una vida desgraciada, y
segundo que si en algún momento de la vida alcanzáramos la meta y fuéramos felices,
¿Qué sería de nuestra vida? , ¿cuál sería nuestra aspiración? , ¿qué sentido tendría nuestra
existencia?
Por lo tanto, la felicidad no se encuentra en un lugar físico determinado ni en un tiempo
específico, no es más feliz un anciano que un niño, ni un rico que un pobre. Al contrario
podemos ser felices en todo momento y en cualquier lugar.
La felicidad no hay que ir a buscarla a alguna parte, ya que se encuentra en uno mismo.
Donde encuentre la felicidad es donde me encuentre yo. La felicidad se alcanza con mi
autorrealización, en la medida que desarrollo mis capacidades, y que con ello me voy
conformando, cada vez más, en una persona plena.
Resumen
• El hombre busca su autorrealización, ésta es individual y por ende es única e
irrepetible.
• El hombre por su esencia social no puede autorrealizarse solo, sino que debe ser
con y en los demás.
• La autorrealización es un proceso que consiste en ir conformándose como persona,
permitiendo que las potencialidades (capacidades) se conviertan en actos
(conductas concretas) cada vez más perfectas.
• La autorrealización también implica tomar la conducción de uno mismo.
• Tres son los planos en donde se visualiza la autorrealización humana: el plano
biológico, el plano personal y el plano existencial.
• La felicidad está en cada uno de nosotros, no existe un lugar o tiempo determinado
para ella.
• La autorrealización, el despliegue de uno mismo hacia el bien es la manera en cómo
cada persona se va haciendo feliz.
• La amistad es un tipo de amor, relacionada con la bondad que hay entre dos o más
personas.
• Si la autorrealización es también social, lo correcto entonces es decir que la amistad
juega un rol trascendental en ésta.
• Podemos decir que autorrealización y felicidad son lo mismo, ya que quien alcanza
la felicidad es el que se autorrealiza.
Preguntas tipo prueba
1.- La autorrealización es la búsqueda de la propia identidad.
Respuesta: Verdadero, el hombre se constituye a sí mismo desarrollando sus
potencialidades y con ello va conformándose en una persona única e irrepetible: su
identidad personal.
2.- La autorrealización no necesita de los demás es un tema exclusivamente personal.
Respuesta: Falso, el hombre es esencialmente social, por ello todo proceso de
crecimiento personal es individual y social, la coexistencia no es prescindible por
ello la autorrealización debe hacerse con y en los demás. Para alcanzar la identidad
personal el hombre no debe buscar un lugar aislado, sino debe insertarse en la
sociedad. A veces las personas necesitan estar solos (retirarse) para ordenar sus
ideas y eso está bien, pero la acción misma de autorrealizarse es con los demás.
3.- La amistad verdadera no puede ser placentera o útil.
Respuesta: Falso, efectivamente hemos señalado que la amistad de placer o la
amistad de utilidad son defectuosas, ya que quedan en el plano del querer (necesitar)
y no del amar. Sin embargo, la verdadera amistad o la amistad perfecta centran su
condición de ser en el otro, amo a mi amigo por él y no por lo que tiene, pero esto no
inhibe que al mismo tiempo esta amistad también tenga accidentes como el placer,
la utilidad o el interés.