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Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Educación
Materia: Filosofía de la Educación.
Trabajo de Investigación: La República de Platón
Estudiantes: José Miguel Suleiman
Luis Zerpa
Caracas, mayo de 2016
1. Contexto histórico y social:
A modo general, Platón nació en el año 428 a. C. en Atenas o Egina. Su nombre
verdadero es Aristocles. Fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de
Aristóteles, fundador de la “Academia” en 387 a.C. Con su teoría de las ideas, no solo
consigue crear un sistema que, partiendo de los planteamientos de Sócrates, es capaz
de recoger adecuadamente gran parte de la filosofía presocrática, sino que al mismo
tiempo consigue construir un edificio intelectual con gran repercusión en la historia del
pensamiento occidental. El aspecto central de su filosofía es la idea del Bien; siendo
esta cuestión un asunto de suma importancia ya desde Sócrates, en el pensamiento
platónico adquiere un mayor rango que va más allá de la ética para ocupar una
posición fundamental como fin y origen de todo ser, una metafísica, en otras palabras..
Ahora bien, Platón tenía algo más de cincuenta años cuando compuso el libro de
“La República”. Recordemos que había vivido una amarga experiencia como
espectador de la política ateniense y de la situación griega en general, además de
haber vivido la ejecución de Sócrates su mejor amigo y, según el mismo Platón, el
mejor de los hombres de su tiempo. Con respecto a esto, Reale afirma:
Platón tuvo un primer contacto directo con la vida política en el 404-403 a.C.,
cuando tomó el poder la aristocracia y dos allegados suyos –Cármides y Critias-
desempeñaron funciones de primera línea en el gobierno oligárquico. No
obstante, debió constituir sin duda una experiencia amarga y desilusionadora, a
causa de los métodos sectarios y violentos que Platón vio poner en práctica
precisamente a aquellos en quienes había depositado su confianza.
Su disgusto, empero, ante los métodos de la política que se practicaba en
Atenas debió llegar a un punto culminante en el 399 a.C., cuando Sócrates fue
condenado a muerte. De la condena de Sócrates fueron responsables los
demócratas, que habían reconquistado el poder. De este modo, Platón se
convenció de que por el momento le convenía mantenerse al margen de la
política militante. (Reale, pp. 119-120).
En este sentido, podemos comprender cómo esta experiencia personal en
cuanto al tema político y la muerte de Sócrates, le haya hecho desistir a pesar de ser
un aristócrata de familia; renuncia a la política práctica en su ciudad natal y, por ende, a
postula un nuevo sistema utópico en el que pudiese realizarse realmente la justicia,
rescatando el valor social del filósofo: no como un ser extraño y despreciable, sino
como como aquel capaz de vivir justamente una vida sabia, que dirija virtuosamente la
política del Estado.
2. Síntesis de la obra del autor:
En la obra “La República”, que hemos analizado, Platón esboza su modelo de
Estado ideal, añadiendo ciertas variaciones en lo que respecta a las leyes en cuanto
tales. Aunque en estos escritos se hace referencia a problemas concretos de la historia
griega, el autor en cuestión no brinda una descripción de las situaciones reales sino
que, más bien, formula su representación conceptual del mejor Estado posible.
En este sentido, es importante señalar el carácter ideal de dicha concepción de
Estado, es decir, su obra acerca de la teoría política constituye de alguna manera una
utopía que funge de modelo de perfección a seguir, como una especie de prototipo de
Estado.
Ahora bien, cabe destacar que el surgimiento de su obra no proviene de un
instinto del hombre que tiende a la formación de un Estado, sino de la debilidad del
individuo. Pues bien, dado que el hombre por sí mismo solamente está dotado para
determinadas y particulares actividades, es en función de esto por lo que tiene que
unirse a los demás hombres.
Así, pues, la comunidad de individuos se basa en una división del trabajo que
constituyen, por ende, los roles o funciones dentro del Estado. En este sentido,
observamos que el Estado Platónico se divide en tres categorías a saber:
1. El gobernante, constituido solamente por los sabios ya que ellos son los
únicos que tienen la capacidad de preocuparse por la manera correcta y
ética, según la cual deben vivir los ciudadanos; los sabios, entonces, han
de ser filósofos, los cuales cumplen con estas características de
ilustración y sabiduría, conformando así, el estamento instructor del
Estado.
2. Los guardianes, los cuales se ocupan únicamente de la defensa del
Estado tanto a nivel interno como a nivel externo, salvaguardando los
derechos e intereses del mismo Estado; estos, entonces, conforman el
estamento militar del Estado.
3. Por último, los demás ciudadanos, es decir, los artesanos, los
comerciantes y labradores que aseguran o garantizan las provisiones de
la comunidad y el Estado como tal; estos son la esfera de la producción y
desarrollo comercial que conforman el estamento productor dentro del
Estado.
Ahora bien, en todo esto tiene una significación especial la educación, que para
Platón es el fundamento del Estado en cuanto cuerpo entero, es decir, que la misma ha
de ser la base para formar la verdadera República o Estado ideal al que se aspira. En
otras palabras, la educación garantiza el bienestar del propio Estado.
En este sentido, el bienestar del Estado yace únicamente en el discernimiento
adquirido por los gobernantes, puesto que ninguna disposición constitucional limita su
poder, y es ahí donde la educación juega un papel importante al formar para dicho
discernimiento.
Este proceso formativo ha de prever una serie de etapas:
1. Una educación elemental a través de la música, la poesía y la gimnasia
hasta los 20 años de edad.
2. Una formación científica en matemáticas astronomía y armonía después
de 10 años más.
3. Una instrucción dialéctica o filosófica durante cinco años.
4. Una actividad práctica en el Estado durante quince años.
5. La toma de posesión del gobierno por la vía contemplativa, al final.
Ahora bien, durante todo ese tiempo acontecen estrictos exámenes y tiene lugar
la selección de aquellos pocos que resultan aptos para ser gobernantes-filósofos.
Recordemos que es este grupo selecto el que conforma el estamento de instrucción en
ese Estado, dada su sabiduría que no solo se ha formado desde niño, sino que se ha
convalidado a través de los exámenes en cuestión.
Por otra parte, dado a que los estamentos superiores (instructivo y militar) deben
consagrar sus vidas por entero al bien de la comunidad, es porque Platón quiere desde
el primer momento eliminar cualquier pensamiento egoísta estableciendo dentro del
Estado una comunidad de bienes, es decir, prohibiendo la propiedad privada para el
individuo.
Más aún, de la misma manera que la virtud (areté) del individuo aparece con el
gobierno de la razón, así mismo la idoneidad del Estado surge con el gobierno de la
filosofía, esto es, de los filósofos-sabios. En relación con esto, el estamento militar
corresponde al valor, el cual asume la fortaleza como ideal. Semejantemente, en lo que
respecta a los deseos, el estamento productivo asume la templanza.
Ahora bien, al referirnos a la virtud de la justicia, cabe destacar que en la obra en
cuestión no existe ni en el individuo ni en el Estado como la obra de una única parte,
sino que más bien reside en la perfecta armonía que surge cuando cada cual práctica
de la mejor manera su ocupación.
3. Reflexión Teleológica:
El ideal de la educación que se plantea en los diálogos posee un matiz político,
principalmente; sin embargo, por la inclusión de la música que cultiva las artes y su
aspecto “bello”, se puede encontrar lo estético. La gimnasia y la música, serán
cultivadas en los individuos de la República para que sean los mejores guerreros y
magistrados para poder mantener y preservar el Estado en toda su expresión. La
función de que la base de la educación se centre en estos dos aspectos, corresponde a
un equilibrio que debe ser fundado en el individuo para formar un “equilibrio”, haciendo
al sujeto fuerte, en el aspecto físico por la gimnasia, y que tenga los aspectos bellos de
las artes, tal como lo es la música. Para justificar esto, se trae a colación un pasaje de
la obra, en el cual se hace alusión a la gimnasia y luego a la música:
Yo no conozco todas las especies de armonías; escoge sólo dos: una
fuerte, que traduce el tono y las expresiones de un hombre de corazón, que
traduce el tono y las expresiones de un hombre de corazón, sea en la pelea, sea
en cualquiera otra acción violenta; como cuando, sin que le detengan las heridas
ni la muerte o estando sumido en la desgracia, espera en tales ocasiones, con
firmeza y sin abatirse, los azares de la fortuna; otra más tranquila, propia de las
acciones pacíficas y completamente voluntarias, acomodada al estado de un
hombre que invoca a los dioses, que suplica, instruye, aconseja a los demás, se
rinde a sus súplicas, escucha sus lecciones y sus dictámenes, y que por lo
mismo nunca experimenta el menor contratiempo, y que, en fin, lejos de
enorgullecerse con sus triunfos, se conduce con sabiduría y moderación y está
siempre contento con su suerte. Reservemos estas dos armonías, que
expresarán el carácter de un hombre sabio y valiente en las acciones voluntarias
o involuntarias, en la buena como en la mala fortuna. (Platón, 2007, p. 110).
El encargado de poder llevar a cabo esta educación será el mismo Estado, claro
está, bajo el amparo del estamento instructor conformado por los sabios; ellos tienen la
capacidad de velar y discernir sabia y justamente ante la realidad griega, por tanto,
también velan por la educación que fundamenta dicha estructura ideal del Estado.
La educación está dirigida tanto para mujeres como para hombres. De la manera
que se educa para guardar el Estado o proteger la República, se contempla lo
siguiente: la naturaleza de la mujer es tan propia para la guarda de un estado como la
del hombre, y no hay más diferencia que la del más o menos (p. 178).
Hay que recordar que se señala que es importante que los hijos que nazcan
deben originarse en relaciones entre los guerreros más fuertes en el periodo ideal para
concebir hijos para que estos sean más poderosos y talentosos. Los hombres más
destacados, tendrán mayor oportunidad de compartir más frecuentemente con las
mujeres. Además, también se establecía una diferencia entre las razas, siendo estas
tres: oro, plata, hierro y bronce. Los guerreros y magistrados pertenecían a las dos
primeras y los artesanos, agricultores, etc., a la última. Por lo tanto, la educación se
centraba mayormente en aquellos que pertenecieran a las dos primeras razas.
Asimismo, se incluye un escrito que justifique esta idea:
Es preciso, según nuestros principios, que las relaciones de los individuos
más sobresalientes de uno y otro sexo sean muy frecuentes, y las de los
individuos inferiores muy raras; además, es preciso criar los hijos de los
primeros y no de los segundos, si se quiere que el rebaño no degenere. Por otra
parte, todas estas medidas deben ser conocidas sólo de los magistrados, porque
de otra manera sería exponer el rebaño a muchas discordias. (p. 183).
El plan de estudios para la clase de los guardianes, como se mencionó
anteriormente, será basado en la enseñanza de la música y la práctica de la gimnasia
para fomentar de manera adecuada el valor y la fortaleza que proceden del alma. Cabe
destacar que esto será hecho por hombres y mujeres bajo la peculiaridad de que se
hará sin ropa, es decir, totalmente desnudos. Este último aspecto se señala debido a
que esto no sería aplicable en la actualidad por las nuevas normas sociales.
En suma, la educación que Platón proponía para los gobernantes, que coincidía
con el aprendizaje requerido para dominar la filosofía, tenía como finalidad llegar a
conocer y contemplar el Bien como máximo conocimiento y plasmarlo en sí mismo, con
el objeto de implantar, más tarde, el propio bien en la realidad histórica. De esta
manera, el bien emerge como primer principio, del cual depende todo el Estado ideal.
El sistema económico-social que estará presente, es muy parecido al
comunismo. Los ciudadanos, no deben tener posesiones, pero tampoco pueden caer
en la pobreza, ya que ambas traen consigo adversidades que afectan al alma. La forma
de gobierno, será una aristocracia, es decir, el gobierno de “los mejores”. Esto se
resume en que los gobernantes y magistrados, serán los más sabios y capaces.
4. Valoración Crítica:
Los dos aspectos que se observan en la obra de Platón aplicables a la sociedad
venezolana, según nuestra opinión, sería la inclusión e importancia de la música para
cultivar las artes y la belleza y la importancia que tiene dedicarse a un solo empleo,
actividad o trabajo.
La música, en Venezuela, está muy bien valorada; sin embargo, el Sistema de
Orquestas no está hilvanado directamente con el Sistema Educativo. La formación
musical en la educación primaria o básica, tiende a ser muy pobre y en la etapa media,
no es contemplada. Asimismo, las artes como el teatro, la literatura, etc., no son temas
que predominen en la formación del estudiante que culmina el bachillerato. La filosofía,
tampoco es una disciplina tomada en cuenta, siendo esta desplazada por la Historia,
Matemáticas, Química, Física, entre otras.
Sugerimos que estas disciplinas nombradas en el párrafo anterior sean de gran
importancia en la formación del estudiante venezolano. Un detalle a tomar en
consideración radica en no dejar de lado las ciencias que hoy en día son
indispensables para el estudio y la enseñanza en la educación primaria y media. La
finalidad es que los estudiantes puedan desarrollar esa capacidad de encontrar lo
“bello” que se mencionaba en los diálogos de la obra que se usó para este estudio. Por
otra parte, conocer más de Filosofía atraerá a los estudiantes a conocer qué es la
razón, la moral, la ética y la justicia, conceptos no muy bien conocidos o mal utilizados.
Con respecto a la gimnasia o la actividad física, se contempla en la asignatura
llamada “Educación Física”. Este campo, no se destaca tanto como la música, ya que,
según nuestra opinión, el Sistema Educativo de Venezuela no necesita guardianes o
guerreros en la actualidad; más bien, la situación exige personas mejor formadas, más
profesionales, más justas, mucho más sensatas y reflexivas. Con los conceptos y
valores filosóficos que muchos escritores, incluyendo Platón, se han dedicado a
desarrollar, se puede mejorar en demasía al ciudadano que hoy conocemos y
llamamos “venezolano”. Si esto se aplica, se podrían erradicar todos aquellos
pensamientos mundanos, injuriosos e inmorales que hoy habitan en la mente de
muchos, por no decir todos.
La reflexión, toma un papel trascendente en las decisiones, acuerdos, relaciones
y demás nexos y actividades que se realizan en la sociedad del Siglo XXI. Las
decisiones rápidas sin pensar en las repercursiones que pueda traer, los actos viles
que se puedan hacer sin elaborar un análisis de las consecuencias que esto puede
acarrear, no son ítems que se busquen para poder mejorar el Sistema Educativo y, a
su vez, al estudiante, debido a que la forma más eficaz de mejorar a una sociedad es,
simplemente, desde la educación.
Con respecto al punto planteado que hacía referencia a la ocupación de un
único y solo empleo o trabajo, se trata de que las personas hagan lo que mejor saben
hacer y que sus intereses sean los que dicten su elección para alguno u otro campo,
sin pensar en el qué dirán o en cuánto ganaré a final de mes. Este último aspecto,
relacionado con el valor monetario, es una de las cosas que menoscaba cada vez más
al Sistema Educativo, ya que muchos estudiantes, casi en su totalidad, no eligen esta
carrera por la remuneración que esta ofrece.
Además, si un ciudadano, por ejemplo, elige la profesión y el campo educativo,
la finalidad es que se dedique a estas funciones para desempeñarlas mejor. Asimismo,
se buscaría una capacitación, mejora y especialización en este campo laboral que, hoy
en día, tiene muchas flaquezas y que cada día languidece más y más ante las nuevas
exigencias de la sociedad.
Por otra parte, en “La República” se contemplan aspectos que no son aplicables
a nuestra sociedad o no son los más idóneos por su naturaleza. El primer aspecto
alude a las “razas”, siendo las superiores correspondientes a los magistrados y los
guerreros; el segundo, se refiere a no tomar en cuenta a aquellos que posean
dificultades o problemas que imposibiliten la labor como guerreros.
Si los ciudadanos de un país estuvieran agrupados por razas y estas
condicionaran sus labores, se haría una discriminación de unos y un ascenso de otros.
No se puede designar quién está en la capacidad de ejercer una labor por lo que los
griegos llamaban “razas”, ya que se estaría excluyendo a personas que, capacitadas o
en proceso de formación, tengan interés en poder tomar un cargo alto como, por
ejemplo, un magistrado.
En el mismo orden de ideas, concerniente a ocultar y desplazar a aquellos
menos afortunados por alguna irregularidad en sus extremidades o desde el punto de
vista cognitivo, no es aplicable a esta sociedad. Esto se debe a que, de igual manera
que con el primer aspecto, se estaría marginando a las personas con dificultades. La
educación debe tomar en cuenta a estos individuos que requieran más o mayor
atención con el objetivo de que ellos también puedan desempeñar algún trabajo o
función que favorezca a la sociedad.
El Sistema Educativo Venezolano, necesita cada vez más atención y valor. La
inclusión de las disciplinas nombradas, contribuirán a la formación de los estudiantes y
los ciudadanos que conforman esta sociedad y sirven al país. La capacitación y
profesionalización es menester para optimizar el nivel de los docentes y trabajadores
de la nación. Por otra parte, la educación debe ser incluyente, sin discriminación y está
en la obligación de tomar en cuenta las necesidades individuales de aquellos que
requieran atención y estrategias para vencer a los contratiempos que deben afrontar.
Referencias Bibliográficas
● Copleston, F, (1986). Historia de la Filosofía, Barcelona: Editorial Ariel, Vol. I,
Segunda Edición.
● Fernández, C, (1974) Los Filósofos Antiguos, Madrid: Editorial B.A.C.
● Platón, (2007). La República, Barcelona: Ediciones Brontes S.L.
● Reale, G, (2004). Historia del Pensamiento Filosófico y Científico, Barcelona:
Editorial Herder, Vol. I, Tercera Edición.