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Ahí estaba, en la última prueba de 500 m contra- rreloj de la final de Omnium Femenino tras meses de duro trabajo. Admito que el camino hacia Río 2016 fue pedregoso y de mucha pendiente. Entrenamien- tos interminables, prue- bas clasificatorias, desánimos, impotencias, coraje y una larga lista de sentimientos encontrados me habían acompañado en mi senda hacia Brasil. Pero estaba ahí. Me lo merecía. Vamos, concentración -me repetía a mí misma. Me coloqué en el lugar de salida con aire de seguridad, o eso intentaba demostrar. ¡Cuánta gente! -pensé en aquellos instantes previos al pitido de salida. El Velódromo Olímpico era impresionante, 5000 per- sonas abarrotaban las gradas, el público vibraba, sus miradas estaban puestas en nosotras. Aquellos pensamientos me envolvían sin poder evitarlo. Vuelve a lo tuyo, Leire- me dije. Iba a realizar la última de las seis pruebas de Omnium. Habían sido dos días en los que mi físico había tenido una actividad muy dura por lo que mis piernas estaban muy cargadas. Pero ya no había vuelta atrás, no quedaba lugar para dudas. Ahora o nunca. En aquel instante recordé las palabras que mi entrena- dor solía decirme cuando no daba más de sí: “El dolor que sientes hoy se convertirá en la fuerza que sentirás mañana”. Aquello me bastó para sentir cómo la adrenalina recorría cada parte de mi cuerpo. Ahora sí. Estaba lista. “Leire Olaberria and Sarah Hammer in your positions please”. Llegó el momento. Me disputaba el oro con mi gran rival, la estadounidense Sarah Hammer. Ella era garra, referencia, admiración, pero mi espíritu por con- quistar el oro era arrolla- dor. Me aventajaba en puntos, pero la final toda- vía seguía abierta y el pri- mer puesto no era inalcanzable. Cuerpo erguido, manos en los manillares, pies en los pedales. Mi estómago era un torbellino de sen- saciones, y tenía la boca seca a causa de los ner- vios. Tranquila Leire, todo va a salir bien -me reite- raba a mí misma. Resoplé y respiré muy hondo repe- tidas veces. “Three...Two...One… PIIIIIII!!!” Realicé una buena salida. Tras los primeros metros de impulso logré una velocidad considerable. En aquellos momentos sientes que no piensas, solamente respondes a tu instinto, tus movimientos te guían. Muchos senti- mientos atravesaban mi mente como martillazos que quieren hacerse oír. 400 metros. Vamos Leire, vas bien - me tranquilizaba. Estaba en Río para llevarme el oro, la plata me sabía a poco. 250 metros. Alcé la cabeza para controlar a mi rival, después miré al cronómetro. Había com- pletado la primera vuelta un segundo antes que Hammer, pero no podía bajar la guardia. Las gra- das animaban sin cesar y su emoción me transmitía la fuerza que necesitaba para terminar la prueba. “Leire Olaberria leads the time trial, she is doing a magnificent test, last lap… Últimos metros. Mis piernas temblaban por momentos, todo mi cuerpo estaba tenso como una roca, mis lati- dos eran cada vez más frecuentes y la respiración se entrecortaba. Ver la línea de meta tan cerca me producía vértigo. 100 metros. “Last lap, missing just 100 meters, Leire is doing an incredible sprint, determi- ned to take gold, Hammer is not going to give up, 50 meters, last pedaling…” Apenas me restaban fuerzas para afrontar los últimos metros. Mi cuerpo desafiaba a mi mente, vaya si lo hacía, pero ¿cómo iba a llegar hasta la final de Omnium para no dejarme la piel? De ninguna manera. Aquel instante de duda se desvaneció por completo. Continué con todas mis fuerzas. Uno, dos, uno, dos, pedaleaba sin descanso. La línea de meta se vislumbraba cada vez más cerca. Tan cerca y tan lejos. Apreté los dientes… 40….30…..20…10…. Últimos metros, sigue Leire, sigue, sigue, aaaaaaaaaahhh ¡¡¡¡¡meta!!!!! 35,28 segundos. ¡Buena marca, sí señor! Clavé la mirada en el marcador de puntuaciones esperando los resultados finales. “Let´s see…taking into account the overall marks…..Gold for the Basque Leire Olaberria!!! Congratulations for that awesome Omnium!! The Basque Team has just won the tenth medal, what a great performance they are doing in this Olympic Games!” ¡¡¡ Sí, sí, siiiiii!!! ¡Lo he conseguido! La emoción me embargó e inmediatamente corrí hacia la grada donde me esperaban mis famliares y amigos. Nos abrazamos muy fuerte y sentí que todo el sufrimiento que me llevó hasta la victoria había merecido la pena. Ganar diez medallas con la selección vasca y al- zarme con el oro es un sueño cumplido, un recuerdo que perdurará para siempre en mi memoria. Pero tras este inolvidable triunfo puedo asegurar que se gana con el corazón, no sólo con los pedales. El ciclismo puede parecer un deporte bastante metódico, pero la pasión es una cualidad indispensable. Ahí es donde destaca el buen corredor, el que corre con cabeza pero logra alcan- zar la meta con el corazón. Y en mi caso el entusiasmo y la garra se impusieron a todas las ex- pectativas y estrategias posibles. Uno de los aprendizajes que me llevo en mi equipaje es que en los momentos decisivos de tu vida, en los instantes que determinan tu futuro, es cuando logras saber quién eres realmente y hasta dónde eres capaz de llegar. Y como decía mi entrenador, el dolor que en aquellos momentos sentí, hoy se ha transfor- mado en maravillosa fuerza. Gracias a este triunfo, a día de hoy me conozco un poquito más y sé que mis metas me las pongo yo misma, y nadie más. Domingo, 21 de agosto de 2016 Victoria de la pasión 17 Leire Olaberria Ciclista Olímpica de BAT Basque Team La corredora guipuzcoana se alzó con el oro en la final de Omnium Femenino. Foto: LaCosaNostra “Ya no había vuelta atrás, no quedaba lugar para dudas. Ahora o nunca. “ “La pasión es una cualidad indispen- sable. Ahí es donde destaca el buen corredor.” Firma invitada Deportes

Firma invitada Victoria de la pasión · lista. “Leire Olaberria and Sarah Hammer in your positions please”. Llegó el momento. Me disputaba ... impusieron a todas las ex-pectativas

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Ahí estaba, en la últimaprueba de 500 m contra-rreloj de la final deOmnium Femenino trasmeses de duro trabajo.Admito que el caminohacia Río 2016 fuepedregoso y de muchapendiente. Entrenamien-tos interminables, prue-bas clasificatorias,desánimos, impotencias,coraje y una larga lista desentimientos encontradosme habían acompañadoen mi senda hacia Brasil.Pero estaba ahí. Me lo merecía.

Vamos, concentración-me repetía a mí misma.Me coloqué en el lugar desalida con aire deseguridad, o esointentaba demostrar.¡Cuánta gente! -pensé enaquellos instantes previosal pitido de salida. ElVelódromo Olímpico eraimpresionante, 5000 per-sonas abarrotaban lasgradas, el público vibraba,sus miradas estabanpuestas en nosotras.Aquellos pensamientosme envolvían sin poderevitarlo. Vuelve a lo tuyo,Leire- me dije.

Iba a realizar la última delas seis pruebas deOmnium. Habían sido dosdías en los que mi físicohabía tenido una actividadmuy dura por lo que mispiernas estaban muycargadas. Pero ya nohabía vuelta atrás, noquedaba lugar paradudas. Ahora o nunca. Enaquel instante recordé laspalabras que mi entrena-dor solía decirme cuandono daba más de sí: “Eldolor que sientes hoy seconvertirá en la fuerzaque sentirás mañana”.Aquello me bastó parasentir cómo la adrenalinarecorría cada parte de micuerpo. Ahora sí. Estabalista.

“Leire Olaberria andSarah Hammer in yourpositions please”. Llegó elmomento. Me disputabael oro con mi gran rival, la

estadounidense SarahHammer. Ella era garra,referencia, admiración,pero mi espíritu por con-quistar el oro era arrolla-dor. Me aventajaba enpuntos, pero la final toda-vía seguía abierta y el pri-mer puesto no erainalcanzable.

Cuerpo erguido, manosen los manillares, pies enlos pedales. Mi estómagoera un torbellino de sen-saciones, y tenía la bocaseca a causa de los ner-vios. Tranquila Leire, todova a salir bien -me reite-raba a mí misma. Resopléy respiré muy hondo repe-tidas veces.

“ T h r e e . . . Tw o . . . O n e …PIIIIIII!!!”

Realicé una buena salida.Tras los primeros metrosde impulso logré unavelocidad considerable.En aquellos momentossientes que no piensas,solamente respondes a tuinstinto, tus movimientoste guían. Muchos senti-mientos atravesaban mimente como martillazosque quieren hacerse oír.

400 metros.

Vamos Leire, vas bien -me tranquilizaba. Estabaen Río para llevarme eloro, la plata me sabía apoco.

250 metros.

Alcé la cabeza paracontrolar a mi rival,después miré alcronómetro. Había com-pletado la primera vueltaun segundo antes queHammer, pero no podíabajar la guardia. Las gra-das animaban sin cesar ysu emoción me transmitía

la fuerza que necesitabapara terminar la prueba.“Leire Olaberria leads the

time trial, she is doing amagnificent test, last lap…”Últimos metros. Mispiernas temblaban pormomentos, todo micuerpo estaba tensocomo una roca, mis lati-dos eran cada vez másfrecuentes y la respiraciónse entrecortaba. Ver lalínea de meta tan cercame producía vértigo.

100 metros.

“Last lap, missing just 100meters, Leire is doing anincredible sprint, determi-ned to take gold, Hammeris not going to give up, 50meters, last pedaling…”

Apenas me restabanfuerzas para afrontar losúltimos metros. Mi cuerpodesafiaba a mi mente,vaya si lo hacía, pero¿cómo iba a llegar hastala final de Omnium parano dejarme la piel?De ninguna manera.Aquel instante de duda sedesvaneció por completo.Continué con todas misfuerzas. Uno, dos, uno,dos, pedaleaba sindescanso. La línea demeta se vislumbraba cadavez más cerca. Tan cercay tan lejos.

Apreté los dientes…40….30…. .20…10….Últimos metros, sigueLeire, sigue, sigue,a a a a a a a a a a h h h¡¡¡¡¡meta!!!!!

35,28 segundos. ¡Buenamarca, sí señor! Clavé lamirada en el marcador depuntuaciones esperandolos resultados finales.

“Let´s see…taking intoaccount the overallmarks…..Gold for theBasque Leire Olaberria!!!Congratulations for thatawesome Omnium!! TheBasque Team has justwon the tenth medal, whata great performance theyare doing in this OlympicGames!”

¡¡¡ Sí, sí, siiiiii!!! ¡Lo heconseguido!

La emoción me embargóe inmediatamente corríhacia la grada donde meesperaban mis famliares yamigos. Nos abrazamosmuy fuerte y sentí quetodo el sufrimiento queme llevó hasta la victoriahabía merecido la pena.

Ganar diez medallas conla selección vasca y al-zarme con el oro es unsueño cumplido, unrecuerdo que perdurarápara siempre en mimemoria. Pero tras esteinolvidable triunfo puedoasegurar que se gana conel corazón, no sólo conlos pedales. El ciclismopuede parecer un deporte

bastante metódico, perola pasión es una cualidadindispensable. Ahí esdonde destaca el buencorredor, el que corre concabeza pero logra alcan-zar la meta con elcorazón. Y en mi caso elentusiasmo y la garra seimpusieron a todas las ex-pectativas y estrategiasposibles.

Uno de los aprendizajesque me llevo en miequipaje es que en losmomentos decisivos de tuvida, en los instantes quedeterminan tu futuro, escuando logras saberquién eres realmente yhasta dónde eres capazde llegar. Y como decía mientrenador, el dolor queen aquellos momentossentí, hoy se ha transfor-mado en maravillosafuerza.

Gracias a este triunfo, adía de hoy me conozco unpoquito más y sé que mismetas me las pongo yomisma, y nadie más.

Domingo, 21 de agosto de 2016

Victoria de la pasión17

Leire OlaberriaCiclista Olímpica de BAT Basque Team

La corredora guipuzcoana se alzó con el oro en la final deOmnium Femenino. Foto: LaCosaNostra

“Ya no había vueltaatrás, no quedabalugar para dudas.Ahora o nunca. “

“La pasión es unacualidad indispen-sable. Ahí esdonde destaca elbuen corredor.”

Firma invitada

Deportes

Hortxe nengoen, Emaku-mezkoen Omniumeko500 m erlojupeko azkenproban, gogor lan egin os-tean. Aitortu beharra dau-kat Río 2016rako bideazaila izan zela, maldangora aurrera egiten saiat-zen zaren antzerakoa.Entrenamendu amai-gabeak, sailkatze probak,animo faltak, ezintasu-nak, kemenak eta haienartean kontrajartzen zirensentimendu zerrenda luzebat izan nituen bidelagunBrasilerako bidean. Bainahan nengoen. Eta merezinuen.

Kontzentratu, Leire–errepikatzen nuen neurebarnean. Irteera postuankokatu nintzen segurtasunitxurarekin, edo huraadierazi nahi nuenbehintzat. Jendez lepodago!- etorri zitzaidanburura hasierako txistuaentzun aurretiko unehorietan.

Belodromo Olinpikoaikusgarria zen, 5000pertsona inguru zeudenharmailetan, ikusleakhunkituta ziruditen etahaien begiradak gure-gana zuzentzen ziren. Iakonturatu gabe pentsa-mendu horietan erabatmurgilduta nengoen.Zurera itzuli-esan nintzen.Omniumeko seigarren eta

eskulekuetan, hankakoinpekoetan. Nire sabelaerabat aztoratuta zegoeneta urduritasunaren ondo-rioz ahoa lehor-lehorraneukan. Lasai Leire,ondo aterako da- errepi-katzen nion neure buruari.

Arnasa hartu nuenhainbat alditan.

“ T h r e e . . . Tw o . . . O n e …PIIIIIII!!!”

Irteera ona egin nuen.Bultzada hartzeko lehe-nengo metroen osteanabiadura onean mantent-zea lortu nuen. Une horie-tan ez duzula pentsatzensentitzen duzu, zure se-nari jarraitzen diozu soilik,mugimenduek gidatzenzaituzte. Sentimendu uga-rik talka egiten zute neureburuan, entzunarazi nahidiren mailukaden antzera.

400 metro.

Goazen Leire, ondozabiltz- lasaitzen nintzen.Urrea eskuratzeko

azken proba egiteranindoan. Intentsitate osoaltuko proben bigarreneguna zen, hortaz nirezangoak oso nekatutazeuden. Baino ordurakoez zegoen atzerakobueltarik, ez zen zalantze-tarako denborarikgeratzen. Nire entrena-tzaileak gehiago ezinnuenean esaten zizki-dan hitzetaz oroitu nintzenune horretan: “Gaur sen-titzen duzun mina biharsentituko duzun indarreanbilakatuko da”. Hitz horiekadrenalinak nire gorputzosoa zeharkatzen hasteaeragin zuten.

Orain bai. Prest nengoen.

“Leire Olaberria andSarah Hammer in yourpositions, please.”

Iritsi zen momentua.Urrezkoa jokoan zegoenSarah Hammerestatubatuarraren eta nireartean. Bera indarra,erreferentzia etamiresmena zen niretzat,baino urrezkoa eskura-tzeko nituen gogoak izu-garriak ziren. Puntueidagokienez hark abantailazuen. Hala ere, lehe-nengo postua lortzeaposible zela uste nuen.Gorputza tinko, eskuak

Leire, segi, segi, segi, baiiihelmuga!!!

35,28 segundu. Denboraona, bai jauna!Markagailura begiratunuen berehala azkenemaitzen zain.

“Let´s see…taking intoaccount the overallmarks…..Gold for thebasque Leire Olaberria!!!Congratulations for thatawesome Omnium!! TheBasque Team has justwon the tenth medal, whata great performance theyare doing in this OlympicGames!”

Baiiiiii!! Lortu dut!!!!!

Emozioz bete nintzen etakorrika batean senideaketa lagunak zeudenharmailetara jo nuen.Guztiok batera estu-estubesarkatu ginen. Unehorretan ohartu nintzengaraipenera gidatu nin-duen ibilbide gogorrakerabat merezi izan zuela.

Euskal selekzioarekinhamar domina eskuratzeaeta gutxi balitz urrezkoairabaztea nire oroimeneanbetirako izango direnbenetako ametsak dira.Garaipen honen osteanbaieztatzen dut ez delapedalekin bakarrik irabaz-ten, bihotzarekin baizik.Txirrindularitzak kirol me-todikoa irudi dezake bainopasioa nahitaezko gaita-suna da. Buruarekin ko-rrika egiten duena baino,helmugara bihotzarekiniristen dena da txirrindulariona, horrek ezberdintzenbaitu gainerakongandik.Eta honakoan alegia grinajaun eta jabe bihurtu zeniragarpen eta estrategiaguztien gainetik.

Nire ekipajean darama-dan ikaskuntzetako batda une erabakigarrietan,zure etorkizuna erabaki-tzen duten instant horie-tan konturatzen zarelabenetan zein zaren etanoraino iristeko gai zaren,izan ere, nire entrenatzai-leak zion bezala, min huragaur indarrean bilakatuda.

Lorpen honi esker gauregun zertxobait gehiagoezagutzen dut neureburua eta orain badakitnire mugak nik erabaki-tzen ditudala, eta inorkgehiagok.

asmoarekin nengoenRion, ordurako zilarrezkoagutxiegi zen.

250 metro.

Burua altxa nuen nireaurkaria kontrolatzeko,ondoren kronometroabegiratu nuen. Lehe-nengo itzulia Hammerrekbaino segundu bat lehe-nago amaitu nuen. Ezinnuen erlaxatu.

Harmailek behin etaberriro animatzen zuteneta haien emozioak probaamaitzeko behar nuenindarra ematen zidan.

“Leire Olaberria leads thetime trial, she is doing amagnificent test, last lap…”Azkeneko metroak. Nirezangoek uneoro dar-daregiten zuten, gorputzosoa harria bezain gogorsentitzen nuen, taupadakpixkanaka azkartzenzihoazen eta arnasestukanengoen. Helmuga haingertu ikusteak zirrarasortzen zidan.

100 metro.

“Last lap, missing just 100meters, Leire is doing anincredible sprint, determi-ned to take gold, Hammeris not going to give up, 50meters, last pedaling…”

Ez zitzaidan ia indarrikgeratzen azkeneko me-troei aurre egiteko. Niregorputzak desafio egitenzion nire buruari, eta a zernolako desafioa, bainozertarako iritsi Omniunekofinaleko probara dena ezemateko? Inolaz ere.Zalatza une hura segituandesagertu zen. Nire indarguztiekin jarraitu nuen.Bat, bi, bat, bi, eragitennien pedalei etengabe.Helmuga geroz etagertuago zegoen. Haingertu eta hain urrun.

Hortzak estutu nituen…40….30…. .20…10….Azkeneko metroak, segi

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Grina jaun eta jabeLeire OlaberriaBAT Basque Teameko Txirrindulari Olinpikoa

Urrezko domina eskuratu zuen txirrindulari gipuzkoarrak Emakumezkoen Omnium proban.Argazkia: AS

Igandea, 2016ko abuztuaren 21a

Sinadura gonbidatua

“Ordurako ezzegoen atzerakobueltarik, ez zenz a l a n t z e t a r a kodenborarik gera-tzen”

“Pasioa nahitaezkogaitasuna da, ho-rrek ezberdintzendu gainerako txi-rrindulariengandik”

Kirolak