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Por si acaso José Sema Andrés ES difícil saber si los peces son miembros de pleno de- recho de Bilbao. Aunque la ciudadanía sabe que una dieta equilibrada precisa de tales seres para cumplir con él objetivo de que 1a afición a la vida, después de un buen plato de pescado, no decaiga, podemos seguir re- alizando ia pregunta porque a pesar de que en las pesca- derías tales presuntos miem- bros de la ciudadanía ya han entregado su último suspiro, aún hay seres de esta espe- cie en acuariimis, peceras y, afortunadamente, en la ría. No sabemos ya si quienes viven en cautividad, detrás , amplias, o reducidas, cristaleras reciben el trato adecuado. Parece ser que, al menos, se intenta, porque eso de reponer existencias cada poco tiempo no es sa- ludable para el bolsillo de quien mantiene la pecera y también existen personas que saben cuidar del mundo animal con fuste. Además, quienes comienzan a repo- blar la tradicionalmente in- saluble ría de nuestra ciudad son capaces de alegrar ya la ^V^sta de la ciudadanía bilbaí- na. Cada vez hay más oxíge- no y cada vez hay más espe- ranza de que aumente la po- blación marina que, al pare- cer, está comenzando a con- vivir con gansos de variadas procedencias. No es que entre unos ani- males y otros vayan a resol- ver el problema del paro o esa escasísima subida que se ha producido en el sala- rio mínimo interprofesional, que es donde se detecta que una sociedad avanza hacia •^«•justicia, pero la mera exis- tencia de peces y gansos en nuestra ciudad parece que debe ser celebrada por todo lo alto. Y es que anda tan al- borotado el mundo de la mar y de la pesca que las fuerzas oscuras de la marea negra, el avance del mal -aunque en este caso no haya orcos que lo hagan avanzar, ni “seño- res de los anillos” que lo im- pidan- puede llegar a ente- nebrecer la vena acuática de la ciudad a causa de ese afán ppr trasladar el petróleo en DÍircos de compañías piratas que para huir de presiones fiscales eluden todas las me- didas de seguridad y se re- vuelcan en el estercolero de los paraísos fiscales para ga- nar dinero a toda costa, sin importarles qué costas des- truyen o qué gobiernos se despistan ante las tragedias. Miremos con ternura a los ojos de los peces de las pe- ceras. Disfhitemos, mien- 'tfJs podamos, del incipien- te repoblamiento animal de esa arteria tan fundamen- tal de la ciudad antes de que las sombras negras del chapapote emboten nues- tra capacidad de organizar- nos para que las leyes sean capaces de prevenir catás- trofes o puedan exigir res- ponsabilidades a quienes las •^oducen. Lotína Bliboko Armarriei'an Félix María Samaniego: “Duplex libelli dos est” Angel Zelaieta SAMANIEGO Biasteri-Laguar- dian jaio zen, 1745ean. Etxalde handien jaube da bai Biasterin bai Gipuzkoako Tolosan. Garai- ko etxejaun ilustraduen eran, Frantzian egiten ditu ikasketak, eta Azkoitiko Zaldimtxoen ki- deko eta partehartzaile edo ekintzaile da. Hauek Bergaran handikien semeentzat Errege- Seminarioa sortzen dutenean, bertoko irakasle izendatzen du- te. Hogeita bat urteko déla, To- losako Aíkate da. Hurren urtean, 1776an, Bilbo- ra ezkontzen da, Manuela Salce- dorekin. Kerexetan argitara eman dituen XVIII. gizaldiko Fogerazioetan, 1796koan, Ma- nuela Salcedo bat agertzen da. Posta kalean, gerotxoago Mata- dero deituriko gunean, egungo Espainiaren Bankua 1-ean. Urte bereko Fogerazioan, “Félix Ma- ría Samaniego y Manuela de Salcedo” bizi ornen dira Aban- doko Bilbao la Viejako Iturbu- run: kasik segimi, Samaniego alegigilea da. Bergarako Errege-Seminario- an Zuzendari déla, ikasleentzat Alegiak idazten ditu, "Fábulas en verso castellano para el uso del Real Seminario Basconga- do ” tituluarekin. Porta- dan bertan, Fedroren Fabuletako Lehenaren ateraldi hau: "Duplex libelli dos est: /quod ri- sum movet, / Et quod prudenti vitam consilio monet”, “Bikoitza da fabularen helburua / irria sortarazten duela / eta bizitza kontseilu zuhurrarekin aholkat- zen duela”. Manuela Salcedo bil- botarrarekin seme-ala- barik izan ez bazuen ere, bai izan zuen Sa- maniegok sasiko bat, 1790eko apirilaren 2an bataiatua izan zena, “nacido a las cuatro de la misma mañana”, Lizartzan. Bataiatzailea Fran- cisco Antonio de Lizarza izan zen, eta Francisco Antonio de Laskibarrek bataio-agiria publi- ko bihurtu zuen “para que cons- te donde convenga”, 1829ko urriaren 20an. Haur jaio-berriari Félix María Paula izena jarri zioten, “hijo natural de María Valentina de Ladero y cuyo pa- dre se ignora” ohar eginez, “se- gún la relación que me hizo Ana María de Sendoa, vecina de Le- aburu, que trajo la criatura des- pués de oscuro, añadiendo que no sabía de dónde fuese la ma- dre del niño.” María Valentina hau “soltera” eta “natural de Bil- bao” omen zen. Aita besoeta- koa, Gregorio de Ezkieta “Pres- tturburu lionetan bizi bide ziren Félix eta Manuela. M. Esquibel nio Manso semearen- gan utzi zituela, “para que en ningún tiempo pueda ocurrir duda de que el sujeto de que ha- ce expresión esta fe de Bautismo no puede ser hijo legítimo del expre- sado Samaniego”. Samaniegok, eta ilus- tradu guztiek, arazo lat- za daukate lirikarekin, edo zehazkiago esate- ko, poesia mistikoare- kin: ez dute maite eta eskomikatu egiten dute. Badu bihasteritarrak “El ciego en el sermón” deituriko poema bat, El Jardín de Venus deritzonean ematen dueña, non fraile “gilitoak”, Bi- bliako “Kantuen Kanta” eta po- esía mistikoaz trufak eta aigarak egiten dituen, erarik gordinene- an. Modu leunagoz, osterà, “El Ciervo en la Fuente” deituriko XIII alegian ere Gunitzeko Jontxuren lirez era bufoi xama- rrez dihardu, Gurutzekoaren 30. liran mutila emakumearen amo- dio-lore xortak ‘T en vn cauello mío entretexidas" badaude, Sa- maniegorenean “oreinaren ada- rrak” “con una y otra rama en- tretejidas” oihanean kateatu egiten dira, gehituz, “Lleve el diablo lo hermoso de mis cuer- nos, /haga mis feos pies el cielo eternos ”, eta haulantxe bukatuz: “El útil bien es la mejor belle- z a ’’. Alegien ataiurean dioena: “Duplex libelli dos est: / quod risum movet, /E t quod prudenti vitam consilio monet", “Bikoit- za da fabularen helburua / irria sortarazten duela / eta bizitza kontseilu zuhurrarekin aholkat- zen duela bítero Beneficiado de esta Pa- rroquial”. Bataio-agiriaren segidan, hau: “Nota: Se declaró por padre Dn. Félix María de Samaniego”, Bilboko Manuela de Salcedore- kin ezkondua. Antza denez, Ma- ría Valentina hau Félix eta Ma- nuelak Bilbon zeukaten zerbit- zariren bat zen, eta, antza denez, “Bikoitza da fabularen helburua: bizitza kontseilu zuhurrarekin aholkatzea eta irria sortaraztea” Samaniegok Lizartza aldean zeukan baserrriren batera era- man zuen erditzera, bataiatzera, eta bere aita izen bera ematera, nahiz ez ondasunik. Izan ere, Félix María Paula sasi-semearen bataio-agirian, ohar egiten da, baita ere, Sama- niego ISOleanhiltzean, beronen ondasun guztiak Mana Josefa Samaniego arrebarengana egin zutela, eta honek Mariano Anto- Un tranvía llamado recuerdo Begoña Rodríguez Urriz BILBAO ha recuperado el tran- vía, y con él hemos recobrado al- gunas de las imágenes de nuestra infancia, fundidas y difuminadas en la niebla del recuerdo, donde el auténtico tranvía se mezcla y con- funde con el de la canción infan- til, tantas veces repetida: “Aquel tranvía/que va por la vía... Apenas recordamos el tranvía, pero sí en cambio el trolebús, so- bre todo aquel entrañable n® 5 que nos servía para llegar a tiempo al Instituto cuando, por cualquier causa, las prisas apremiaban. El “trole”, con sus cables que aseme- jaban en nuestra imaginación los cuernos tendidos como antenas de un caracol, también desapareció de nuestras calles, sustituido por los autobuses que, rojos y de dos pisos, acentuaron el aire londinen- se del Botxo. Ambos -trolebús y tranvía- quedaron como imáge- nes para el recuerdo, pasaron de ser referencias cotidianas a ser re- ferentes culturales, y así, la pala- bra tranvía sugería en nosotros tí- tulos de novelas y sobre todo el de una conocida obra de teatro, más tarde película ligada para siempre a la sudada camiseta de Marión Brando, en vez de un prosaico y vulgar medio de locomoción. Durante mucho tiempo esos han sido nuestros tranvías: los de las novelas o los del cine, bien tre- pando por las empinadas calles de San Francisco, bien retrotrayén- donos a épocas ya pretéritas en películas en blanco y negro que reflejaban los difíciles años de la posguerra. Las imágenes de esos tranvías se superponían a las reales de los de diversas urbes europeas, nove- dad para nosotros al principio, forma cómoda y apropiada para recorrer la ciudad más tarde. Tranvías de Lisboa, Amsterdam o Praga, de Berlín o de Nantes, por citar algimos; a través de sus ven- tanillas hemos descubierto rinco- nes insospechados, contemplado perspectivas diferentes; en ellos hemos sentido el pulso palpitante de la vida de sus gentes. Tranvías distintos, más o menos modernos, cada uno con sus peculiaridades que los caracterizaban e identifi- caban. Y ahora, como esas otras ciuda- des, también Bilbao tiene tranvía; lo ha recuperado y adecuado al si- glo XXI; un tranvía moderno, ex- posición artística ambulante por las calles de la Villa, en un deseo de acercar el arte a los peatones. El sonido de su campanilla sirve de nexo de unión entre el ayer y el hoy, el pasado y el presente. La imagen en sepia del recuerdo se ha transformado en otra real y co- loreada, nueva pincelada en la pa- leta pictórica del Botxo. Color verde de la ecología... y de la es- peranza, de la que tan necesitados estamos, esperanza en una ciudad mejor para todos, más amable y acogedora. Una invitación al compromiso de trabajar para con- seguirlo, para superar este reto, es lo que nos lanza, cada vez que lo vemos pasar, nuestro verde tran- vía no llamado “deseo” sino lla- mado “esperanza”.

Félix María Samaniego: recuerdo “Duplex libelli dos est”

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Page 1: Félix María Samaniego: recuerdo “Duplex libelli dos est”

Por si acasoJosé Sema Andrés

ES difícil saber si los peces son miembros de pleno de­recho de Bilbao. Aunque la ciudadanía sabe que una dieta equilibrada precisa de tales seres para cumplir con él objetivo de que 1a afición a la vida, después de un buen plato de pescado, no decaiga, podemos seguir re­alizando ia pregunta porque a pesar de que en las pesca­derías tales presuntos miem­bros de la ciudadanía ya han entregado su último suspiro, aún hay seres de esta espe­cie en acuariimis, peceras y, afortunadamente, en la ría.

No sabemos ya si quienes viven en cautividad, detrás

, amplias, o reducidas, cristaleras reciben el trato adecuado. Parece ser que, al menos, se intenta, porque eso de reponer existencias cada poco tiempo no es sa­ludable para el bolsillo de quien mantiene la pecera y también existen personas que saben cuidar del mundo animal con fuste. Además, quienes comienzan a repo­blar la tradicionalmente in- saluble ría de nuestra ciudad son capaces de alegrar ya la

^V^sta de la ciudadanía bilbaí­na. Cada vez hay más oxíge­no y cada vez hay más espe­ranza de que aumente la po­blación marina que, al pare­cer, está comenzando a con­vivir con gansos de variadas procedencias.

No es que entre unos ani­males y otros vayan a resol­ver el problema del paro o esa escasísima subida que se ha producido en el sala­rio mínimo interprofesional, que es donde se detecta que una sociedad avanza hacia

•^«•justicia, pero la mera exis­tencia de peces y gansos en nuestra ciudad parece que debe ser celebrada por todo lo alto. Y es que anda tan al­borotado el mundo de la mar y de la pesca que las fuerzas oscuras de la marea negra, el avance del mal -aunque en este caso no haya orcos que lo hagan avanzar, ni “seño­res de los anillos” que lo im­pidan- puede llegar a ente­nebrecer la vena acuática de la ciudad a causa de ese afán p p r trasladar el petróleo en DÍircos de compañías piratas que para huir de presiones fiscales eluden todas las me­didas de seguridad y se re­vuelcan en el estercolero de los paraísos fiscales para ga­nar dinero a toda costa, sin importarles qué costas des­truyen o qué gobiernos se despistan ante las tragedias.

M iremos con ternura a los ojos de los peces de las pe­ceras. Disfhitemos, mien-

'tfJ s podamos, del incipien­te repoblamiento animal de esa arteria tan fundamen­tal de la ciudad antes de que las sombras negras del chapapote emboten nues­tra capacidad de organizar- nos para que las leyes sean capaces de prevenir catás­trofes o puedan exigir res­ponsabilidades a quienes las

•^oducen .

Lotína Bliboko Armarriei'an

Félix María Samaniego:

“Duplex libelli dos est”Angel Zelaieta

SAMANIEGO Biasteri-Laguar- dian jaio zen, 1745ean. Etxalde handien jaube da bai Biasterin bai Gipuzkoako Tolosan. Garai- ko etxejaun ilustraduen eran, Frantzian egiten ditu ikasketak, eta Azkoitiko Zaldimtxoen ki- deko eta partehartzaile edo ekintzaile da. Hauek Bergaran handikien semeentzat Errege- Seminarioa sortzen dutenean, bertoko irakasle izendatzen du­te. Hogeita bat urteko déla, To- losako Aíkate da.

Hurren urtean, 1776an, Bilbo- ra ezkontzen da, Manuela Salce- dorekin. Kerexetan argitara eman dituen XVIII. gizaldiko Fogerazioetan, 1796koan, Ma­nuela Salcedo bat agertzen da. Posta kalean, gerotxoago Mata­dero deituriko gunean, egungo Espainiaren Bankua 1-ean. Urte bereko Fogerazioan, “Félix Ma­ría Samaniego y Manuela de Salcedo” bizi ornen dira Aban- doko Bilbao la Viejako Iturbu- run: kasik segimi, Samaniego alegigilea da.

Bergarako Errege-Seminario- an Zuzendari déla, ikasleentzat Alegiak idazten ditu, "Fábulas en verso castellano para el uso del Real Seminario Basconga- do ” tituluarekin. Porta- dan bertan, Fedroren Fabuletako Lehenaren ateraldi hau: "Duplex libelli dos est: /quod ri- sum movet, / Et quod prudenti vitam consilio m onet”, “Bikoitza da fabularen helburua / irria sortarazten duela / eta bizitza kontseilu zuhurrarekin aholkat- zen duela”.

Manuela Salcedo bil- botarrarekin seme-ala- barik izan ez bazuen ere, bai izan zuen Sa- maniegok sasiko bat,1790eko apirilaren 2an bataiatua izan zena, “nacido a las cuatro de la misma mañana”, Lizartzan. Bataiatzailea Fran­cisco Antonio de Lizarza izan zen, eta Francisco Antonio de Laskibarrek bataio-agiria publi- ko bihurtu zuen “para que cons­te donde convenga”, 1829ko urriaren 20an. Haur jaio-berriari Félix María Paula izena jarri

zioten, “hijo natural de María Valentina de Ladero y cuyo pa­dre se ignora” ohar eginez, “se­gún la relación que me hizo Ana María de Sendoa, vecina de Le- aburu, que trajo la criatura des­pués de oscuro, añadiendo que no sabía de dónde fuese la ma­dre del niño.” María Valentina hau “soltera” eta “natural de Bil­bao” omen zen. Aita besoeta- koa, Gregorio de Ezkieta “Pres-

tturburu lionetan bizi bide ziren Félix eta Manuela. M. Esquibel

nio Manso semearen- gan utzi zituela, “para que en ningún tiempo pueda ocurrir duda de que el sujeto de que ha­ce expresión esta fe de Bautismo no puede ser hijo legítimo del expre­sado Samaniego”.

Samaniegok, eta ilus- tradu guztiek, arazo lat- za daukate lirikarekin, edo zehazkiago esate- ko, poesia mistikoare- kin: ez dute maite eta eskomikatu egiten dute. Badu bihasteritarrak “El ciego en el sermón”

deituriko poema bat, E l Jardín de Venus deritzonean ematen dueña, non fraile “gilitoak”, Bi- bliako “Kantuen Kanta” eta po­esía mistikoaz trufak eta aigarak egiten dituen, erarik gordinene- an. Modu leunagoz, osterà, “El Ciervo en la Fuente” deituriko XIII alegian ere Gunitzeko Jontxuren lirez era bufoi xama- rrez dihardu, Gurutzekoaren 30. liran mutila emakumearen amo- dio-lore xortak ‘T en vn cauello mío entretexidas" badaude, Sa- maniegorenean “oreinaren ada- rrak” “con una y otra rama en­tretejidas” oihanean kateatu egiten dira, gehituz, “Lleve el diablo lo hermoso de mis cuer­nos, /h a g a mis feo s pies el cielo eternos ”, eta haulantxe bukatuz: “El útil bien es la mejor belle­z a ’’. Alegien ataiurean dioena: “Duplex libelli dos est: / quod risum movet, / E t quod prudenti vitam consilio monet", “Bikoit­za da fabularen helburua / irria sortarazten duela / eta bizitza kontseilu zuhurrarekin aholkat- zen duela

bítero Beneficiado de esta Pa­rroquial”.

Bataio-agiriaren segidan, hau: “Nota: Se declaró por padre Dn. Félix María de Samaniego”, Bilboko Manuela de Salcedore- kin ezkondua. Antza denez, Ma­ría Valentina hau Félix eta Ma- nuelak Bilbon zeukaten zerbit- zariren bat zen, eta, antza denez,

“Bikoitza da fabularen helburua: bizitza kontseilu zuhurrarekin aholkatzea eta irria sortaraztea”

Samaniegok Lizartza aldean zeukan baserrriren batera era- man zuen erditzera, bataiatzera, eta bere aita izen bera ematera, nahiz ez ondasunik.

Izan ere, Félix María Paula sasi-semearen bataio-agirian, ohar egiten da, baita ere, Sama­niego ISOleanhiltzean, beronen ondasun guztiak M ana Josefa Samaniego arrebarengana egin zutela, eta honek Mariano Anto­

Un tranvía llamado recuerdo

Begoña Rodríguez Urriz

BILBAO ha recuperado el tran­vía, y con él hemos recobrado al­gunas de las imágenes de nuestra infancia, fundidas y difuminadas en la niebla del recuerdo, donde el auténtico tranvía se mezcla y con­funde con el de la canción infan­til, tantas veces repetida: “Aquel tranvía/que va por la vía...

Apenas recordamos el tranvía, pero sí en cambio el trolebús, so­bre todo aquel entrañable n® 5 que nos servía para llegar a tiempo al Instituto cuando, por cualquier causa, las prisas apremiaban. El “trole”, con sus cables que aseme­jaban en nuestra imaginación los cuernos tendidos como antenas de un caracol, también desapareció de nuestras calles, sustituido por los autobuses que, rojos y de dos pisos, acentuaron el aire londinen­se del Botxo. Ambos -trolebús y tranvía- quedaron como imáge­nes para el recuerdo, pasaron de ser referencias cotidianas a ser re­ferentes culturales, y así, la pala­bra tranvía sugería en nosotros tí­tulos de novelas y sobre todo el de una conocida obra de teatro, más tarde película ligada para siempre a la sudada camiseta de Marión Brando, en vez de un prosaico y vulgar medio de locomoción.

Durante mucho tiempo esos han sido nuestros tranvías: los de las novelas o los del cine, bien tre­pando por las empinadas calles de San Francisco, bien retrotrayén­donos a épocas ya pretéritas en películas en blanco y negro que reflejaban los difíciles años de la posguerra.

Las imágenes de esos tranvías se superponían a las reales de los de diversas urbes europeas, nove­dad para nosotros al principio, forma cómoda y apropiada para recorrer la ciudad más tarde. Tranvías de Lisboa, Amsterdam o Praga, de Berlín o de Nantes, por citar algimos; a través de sus ven­tanillas hemos descubierto rinco­nes insospechados, contemplado perspectivas diferentes; en ellos hemos sentido el pulso palpitante de la vida de sus gentes. Tranvías distintos, más o menos modernos, cada uno con sus peculiaridades que los caracterizaban e identifi­caban.

Y ahora, como esas otras ciuda­des, también Bilbao tiene tranvía; lo ha recuperado y adecuado al si­glo XXI; un tranvía moderno, ex­posición artística ambulante por las calles de la Villa, en un deseo de acercar el arte a los peatones. El sonido de su campanilla sirve de nexo de unión entre el ayer y el hoy, el pasado y el presente. La imagen en sepia del recuerdo se ha transformado en otra real y co­loreada, nueva pincelada en la pa­leta pictórica del Botxo. Color verde de la ecología... y de la es­peranza, de la que tan necesitados estamos, esperanza en una ciudad mejor para todos, más amable y acogedora. Una invitación al compromiso de trabajar para con­seguirlo, para superar este reto, es lo que nos lanza, cada vez que lo vemos pasar, nuestro verde tran­vía no llamado “deseo” sino lla­mado “esperanza”.