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Entidades sociales piden a Sanidad que se reconozca ya la enfermedad
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Numerosos colectivos ciudada-nos han dirigido al Ministerio de Sanidad un manifiesto “en
apoyo de los enfermos ambientales y por el reconocimiento de la sensibilidad quí-mica múltiple”, promovido por el Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental (Fodesam, creado por el periodista Car-los de Prada) y la Asociación Vida Sana. La iniciativa tiene el objetivo de que los afectados reciban los tratamientos ade-cuados en nuestro país (ahora, muchos de ellos deben buscarlo en otros países a costes altísimos) y que el Estado financie esos tratamientos como lo hace con cual-quier otra dolencia. La iniciativa lleva aparejada una recogida de firmas física y digital (a través de www.peticionpublica.es) que serán enviadas a la ministra de Sanidad, Leire Pajín.
A la propuesta se ha sumado, entre otros colectivos, la Coordinadora Verde, que en los próximos meses deberá fusio-narse con la asociación Equo de Juantxo López de Uralde para conseguir por fin que los Verdes entren en el Parlamento español. Si lo consiguen, estaría práctica-mente asegurada una iniciativa parlamen-
Manifiesto de la SQM
Salud pública
Entidades sociales piden a Sanidad que se reconozca ya la enfermedad
taria para que la sanidad pública asuma un problema que ha ignorado hasta ahora.El SíndromE dE SEnSibilidad química múltiple es una dolencia poco conocida por falta de investigación que afecta a un número importante y creciente de perso-nas en los países industrializados, y que ya ha sido reconocida oficialmente en países como Alemania, Austria o Japón. Consis-te en una alergia o intolerancia a un gran número de sustancias tóxicas, incluso, en niveles considerados bajos, presentes en pesticidas, gasolinas, productos de la limpieza, productos de aseo personal, suavizantes de ropa, colonias, ambien-tadores y cientos de productos de la vida cotidiana. Al entrar en contacto con esas sustancias –que son nocivas para el ser hu-mano en cualquier circunstancia, aunque generalmente el cuerpo los detoxifica–, se producen en estas personas una serie de
problemas neurológicos, respiratorios, dermatológicos, hormonales o cardia-cos. Especialistas en Medicina Ambien-tal han desarrollado tratamientos eficaces en la mayoría de los casos, pero la mejor terapia es el aislamiento de toda agresión química, motivo por lo que se conoce a los afectados como personas burbuja.
“Las personas y entidades que le diri-gimos este escrito –explica el manifiesto a la ministra– estamos comprometidas en favor de un modelo productivo que con-tribuya a la salud de las personas y de la naturaleza y, por nuestra especial sensibi-lidad en estos asuntos, no podemos per-manecer indiferentes viendo cómo crece el número de personas que enferman a consecuencia de la creciente presencia de sustancias y elementos tóxicos presentes en nuestro entorno y frecuentemente en productos de consumo cotidiano”. r. c.
como glifosato), un cóctel que, además de peligroso para las personas, está arra-sando los bosques de media Sudamérica. “Me decían que estaba loca, pero desde que frenamos las fumigaciones, nues-tros hijos dejaron de enfermarse”, resu-mía hace unas semanas Viviana Peralta, vecina de Santa Fe, al diario argentino Página 12. La sentencia es un precedente esperanzador para cientos de denuncias similares presentadas a lo largo del país sudamericano.
PEdro noguErolES
Después de dos años de litigios, la Justi-cia de Santa Fe ha dictado una sentencia en firme prohibiendo el uso de glifosato en las cercanías de San Jorge (Argentina), la zona de cultivo de soja por excelencia, para proteger la salud de las personas que viven cerca de los campos. Es la pri-mera vez que se aplica el principio de precaución y se antepone la salud huma-na a los monocultivos de soja, sean con-vencionales o transgénicos, pero adictos en los dos casos al plaguicida Roundup de Monsanto (conocido genéricamente
Freno en argentina al glifosato
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