[email protected] ¿Qué es la liturgia en el plan cósmico ...Contenidos+Liturgia.pdf · Liturgia: se podría definir como el trabajo del hombre con Dios para la divinización

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¿Qué es la liturgia en el plan cósmico de Dios? En la mente de Dios existe un proyecto para la humanidad y la creación entera: y es entrar en comunión con Él. Y la historia es el lugar dónde eso se realiza, de un modo especial a través de la Liturgia. Liturgia: se podría definir como el trabajo del hombre con Dios para la divinización de la humanidad y del cosmos.

Ej. Liberación de Egipto, celebrada cada sábado por el pueblo hebreo es la ocasión en la que Dios sigue ayudando a su libertad.

Dios se compromete a ayudarnos haciéndose realmente presente en el memorial de sus acciones hechas una vez en la historia y repetidas en todos los lugares y tiempos en los que se recuerda. El memorial, dentro de la celebración, hace presente el acontecimiento que celebra, haciendo posible la participación en dicho evento HOY. De tal manera que se trata de una realidad que ese está realizando objetivamente HOY.

Los medios de la Liturgia

Los sacramentos como "signos" sensibles del encuentro con Dios En los sacramentos el encuentro con Dios se concretiza, además de en la Palabra, en unos elementos sensibles: agua, pan, luz, fuego... Esto es así porque igual como el encuentro máximo de Dios con el hombre se realizó en Cristo en la materialidad de su cuerpo humano, también para encontrarse en todas las épocas necesita un elemento sensible. Por lo tanto la razón primera de la necesidad de los signos sensibles es la encarnación. De tal manera que en cada relación de los hombres con Dios se da la presencia de lo sensible. Dios se manifiesta de este modo en la creación: en las rocas, en las extensiones de los mares..., a Moisés en una llama que arde y no se consume... es decir manifestaciones a través de elementos sensibles que revelan la presencia de Dios (al mismo tiempo que la velan). Por otro lado también esto ocurrió en la Encarnación: unos sólo veían al hijo del carpintero y otros, llegaban a ver más allá de las apariencias a Dios. Esta presencia prosigue en la Iglesia, en la cual el encuentro co Dios sucede por medio de los sacramentos, "signos sensibles". La acción salvífica de Dios está ligada a un poco de agua, su presencia, en el pan y el vino. De hecho, este medio sensible, no es un elemento accesorio sino el recurso coesencial de su comunicación.



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Distintos géneros de signos:

1. Signos de las creaturas: culminan con el hombre, imagen de Dios y Cristo, manifestación del Dios trascendente.

2. Signos acontecimiento: acontecimientos que manifiestan el amor de Dios, su cuidado en la historia. Sobresalen el Éxodo y la Encarnación.

3. Signos rituales: a través del memorial actualizan los signos acontecimiento. 4. Signo-Palabra: La Palabra es la manifestación sensible de la voluntad de Dios y de

la Iglesia. 5. Los signos-gestos. El más frecuente es el signo de la cruz; también la genuflexión. 6. Los signos-objeto: colores litúrgicos 7. Signos-ambiente: templo oscuro durante la vigilia pascual... triunfo temporal del

mal. La luz la resurrección y el retorno a la vida. 8. Signos-persona. La comunidad cristiana en la Eucaristía indica la realidad

sobrenatural del Cuerpo de Cristo que manifiesta al Padre (le rinde gloria). Encontramos en la celebración de los sacramentos que el mundo creado vuelve a entrar en la relación con Dios y se convierten en instrumento para el encuentro con Dios: el agua es necesaria para nuestra entrada en la Iglesia, el aceite para confirmar en nosotros la imagen de Cristo, y en la Eucaristía la materia del pan y del vino, cambian su sustancia (sólo quedan los accidentes) en la sustancia del cuerpo y la sangre de Cristo, convirtiéndose en sustrato y transparente vehículo a la presencia real de Cristo. Así manifiesta el flujo de vida divina que el sacrificio de Cristo lleva a los hombres, vivos y difuntos, y a los ángeles les llena de alegría.

Los sacramentos, como actos de Cristo, tienen distinta importancia; el central es la Eucaristía que expresa y realiza la unión profunda del hombre con Dios. Todos los otros están orientados a ella. El Bautismo nos confiere una semejanza germinal con Cristo; se completa en la Confirmación. Estos dos sacramentos nos dan el traje de gala para participar en el banquete. La reconciliación y la unción le devuelven a la vestidura cultual todo su esplendor, y el Orden y la Eucaristía están al servicio al pueblo para que pueda vivir la Eucaristía. Y el Matrimonio es una manifestación de la Eucaristía como sacramento de unidad. Como conclusión podríamos decir que los sacramentos nos comunican la misma vida divina; son irrupciones de Dios en nuestra vida; esta entrada de Dios en nuestra vida nos transforma el ser y, como consecuencia, el actuar. pp1. 53 ss explicación de cada uno de los sacramentos.

1 Sofía Cavalletti. Apuntes de liturgia. México 2006.



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Presentación del Bautismo y de la Eucaristía2

Bautismo: el don de la vida El bautismo de niños forma parte de la tradición más antigua de la Iglesia. Esta práctica implica el reconocimiento de la capacidad del niño de vivir en relación con Dios aun desde el tiempo de la infancia.

Vida en abundancia

El sacramento del bautismo es una realidad viviente que está presente y actúa en el niño pequeño. Este sacramento es una fuente de vida abundante, rica y activa. Los niños necesitan nuestra ayuda para darse cuenta, tan pronto como sea posible, de este inmenso don que está en ellos. Para ello, es importante iniciarlos en el conocimiento de los signos asociados al bautismo. La educación religiosa otorga mucho tiempo y atención en ayudar al niño a apreciar la belleza de la naturaleza; esto es bueno. Sin embargo, la formación religiosa de los niños también puede ayudarlo s a comprender que hay una dimensión de la vida que está más allá de los límites de lo que perciben nuestros sentidos. En los signos del rito bautismal el niño encuentra una riqueza aún mayor, el "tesoro escondido". Este tesoro escondido existe no sólo en el mundo creado sino también en nuestro interior.

Los signos del bautismo

Tradicionalmente, la Iglesia ha ofrecido un modo que permite penetrar en aquellas realidades cuyo significado no es posible comprender únicamente por medio de los sentidos. Los signos hablan un lenguaje rico en significado y en impacto. Los niños necesitan ser iniciados en este lenguaje tanto como a cualquier otro. Por ello, es importante:

ayudarlos a estar atentos a los signos

ayudarlos a conocer los signos para comprender su significado Los niños pueden comprender estos signos gracias a su capacidad de ir más allá de lo que se ve o se toca par a penetrar su significado más profundo. El niño, y en particular el niño pequeño, poseen un fuerte interés natural en todo lo relacionado con el movimiento y el lenguaje. El lenguaje visual de los signos es un medio impresionante y efectivo para comunicar el mensaje a los niños. Por lo tanto, permitamos que este lenguaje mudo hable a los niños, cuidando no sofocarlo con el lenguaje hablado.

Existen muchos signos y gestos bautismales:

La Palabra (Biblia o lecturas de la Sagrada Escritura).

La Luz (El cirio pascual que representa a Cristo resucitado y la vela

blanca de quien se bautiza).

La vestidura blanca (que se usa durante el rito bautismal).

El agua (que se bendice en la pila bautismal y se derrama sobre la cabeza del niño).

Los óleo s (el óleo de los catecúmenos y el aromático sagrado crisma).

2 Estos temas corresponden al libro de Sofía Cavalletti (y otras), El Buen Pastor y el niño. Un camino de gozo. Catechesis of the Good Shepherd Publications. Chicago 2000. Pp. 69 - 78.



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El signo de la cruz (realizado de diversas maneras durante el rito). Los principales signos asociados al bautismo son el agua y la luz. Estos dos signos tienen un obvio y poderoso contenido natural; podemos ayudar a los niños a valorar ambos como regalos de la naturaleza. Al meditar acerca del agua y de la luz, los niños se muestran ávidos de alcanzar su significado profundo. Una vez, hablando acerca de la luz con niños, una pequeña dijo: "No es luz, es bondad". En otra ocasión, cuando los niños se encontraban reflexionando acerca de la luz del bautismo y la luz del sol, un niño de cinco años expresó: " Esta luz no es como la del sol. La luz del sol es natural, pero la luz del bautismo es... ", y las palabras le faltaron. No obstante, la idea estaba clara en su mente.

Presentación de los signos bautismales a los niños la luz

El tiempo de Pascua es un tiempo apropiado para hacer comprender el significado del sacramento del bautismo a los niños. Una forma de comenzar es ayudarlos a penetrar el significado del símbolo de la luz. Para ello, muestre a los niños el cirio pascual. Encienda el cirio pascual diciendo que es un símbolo de Cristo resucitado. Invite luego a cada niño a traer su propia vela y encenderla con el fuego del cirio pascual. Recuerde el día del bautismo de los niño s, ese día la luz de Cristo resucitado llegó a cada uno de nosotros. Al hacer esto, los niños ven que la luz que el bautismo trae - la vida del Señor resucitado - no es algo que nosotros podamos damos. Profundice acerca de la vida simbolizada por la luz, que es un don, un regalo que Cristo resucitado no s da a cada uno de nosotros. Disponga un momento, cuando todas las ve las están encendidas, para mostrar que la luz que brilla en la vela que cada uno tiene en su mano es la misma luz del cirio pascual. Ver esto ayuda a los niños a descubrir que la misma vida de Cristo resucitado está en cada uno de nosotros.

La vestidura blanca

Otro símbolo del bautismo, que está vinculado con la luz, es la vestidura blanca. Use una vestidura bautismal verdadera si es posible o una réplica en miniatura: Muestre a los niños la vestidura blanca que se usa durante la celebración bautismal. Esto refuerza el impacto de la luz (ya que el blanco es el color de la luz). Esta vestidura blanca cubrió al niño en el momento del bautismo, mostrando "por afuera" (como dijo un niño una vez) que somos verdaderamente "hijos de la luz".

El agua

Los niños, en otro momento, pueden ser iniciados en la comprensión del don que es el Bautismo mediante el símbolo del agua. Reflexionar acerca de este signo ayuda a los niños a comprender:

que el agua del bautismo es la misma - aunque no es la misma agua - que usamos normalmente para hacer muchas cosas,

que en el regalo del Bautismo el agua nos es dada en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esa es la diferencia.

Luego, Realice el gesto de verter el agua lentamente (en una réplica en miniatura de la fuente bautismal si es posible).

Recuerde a los niños que en este momento del bautismo fuimos llamados por el nombre.

Diga el nombre del niño y vierta el agua lentamente.

Pronuncie las palabras: "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo", mientras vierte el agua.



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En la atmósfera tranquila de este momento los niños escuchan el suave sonido del agua y de las palabras. Ser llamados por el nombre les recuerda la parábola del Buen Pastor. Esto tiene una profunda resonancia en ellos. Tan es así que, al trabajar con un grupo de niños, frecuentemente esta atmósfera se mantiene hasta que todos han sido nombrados.

Gestos del don

Durante el rito del bautismo también se realizan gestos que ayudan a los niños a experimentar el regalo que es este sacramento en nuestra vida. El gesto más evidente es el signo de la cruz.

El signo de la cruz

Al reflexionar con los niños acerca del significado de este gesto, indique algunas de las formas y veces en que este gesto se realiza durante el rito bautismal. Puede decir y mostrar, por ejemplo:

que el niño es marcado con la Cruz en la frente. que este signo es trazado no sólo en la superficie de la piel sino que entra

profundamente dentro del corazón del niño y que no se borrará nunca. Permita que los niños vean cómo se usa este signo en otras ocasiones, por ejemplo, al bendecir:

a la madre

al padre

a toda la comunidad

al niño con una gran señal de la cruz más grande que él mismo, que lo cubre "como un escudo" (como dijeron los niños una vez, empleando las palabras de los Padres de la Iglesia sin saberlo).

Imposición de la mano

Otro signo bautismal que inicia al niño en el misterio y la maravilla de esta vida abundante dada en el bautismo es el gesto que el sacerdote realiza al extender su mano abierta sobre el agua de la pila bautismal. Por ello, Permita que los niños vean este gesto, realizándolo usted mismo (preferiblemente sobre una réplica en miniatura de la pila bautismal). Comente a los niños que hay una bellísima oración que acompaña este gesto pidiéndole al Padre que envíe al Espíritu Santo para que penetre en el agua y tenga el poder de damos vida. Los niños son capaces de comprender mediante este gesto el significado que expresa: el poder de Dios. El Espíritu Santo obra en el agua bautismal, transformándonos y haciéndonos participes de la vida misma de Dios



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La eucaristía: al encuentro del buen pastor ¿Son capaces los niños pequeños de participar en la Eucaristía?, ¿se trata quizá de un misterio demasiado grande para ellos?, ¿sería mejor posponer su iniciación a la participación en la Eucaristía hasta una edad más madura? Lamentablemente ésta era nuestra opinión en cierto momento, hasta que los niños nos mostraron otra cosa. El niño pequeño tiende hacia lo simple y lo esencial, mientras que nosotros buscamos caminos complicados. No existe nada más simple o esencial en su grandeza que la Eucaristía. La imagen del Buen Pastor nos permitió encontrar la forma de presentar la Misa a los más pequeños. Los niños indicaron con su actitud cuál era el aspecto de la Misa que respondía más a sus necesidades. Ellos nos mostraron la forma más sencilla de presentarla: la Eucaristía es el momento y el lugar en el cual el Buen Pastor llama a sus ovejas de una manera muy particular. Cuando llegamos a este punto, fue bellísimo ver que los niños reaccionaron como si hubiesen estado esperando justamente eso. La presentación de la Misa como el momento y el lugar en el cual nos encontramos con nuestro Buen Pasto r, de una manera especial, fue ávidamente comprendida por los niños y enseguida penetró muy profundamente en ellos. Este es un aspecto de la Eucaristía que nutre las necesidades de los niños s pequeños. Su respuesta nos mostró que ellos necesitan el corazón del mensaje; también puso en evidencia cuán difícil es para nosotros alcanzar ese nivel tan esencial.

La unión entre la biblia y la liturgia

La presentación que describiremos ofrece la conexión vital entre la Escritura y la Liturgia. Al presentar la Misa de esta manera, la unid ad entre la palabra bíblica y la acción litúrgica se hace visible. El resultado es que el impacto afectivo de la parábola del Buen Pastor - tan poderoso y profundo - se transfiere e impregna también la celebración de la Eucaristía. Entonces ocurre una "integración afectiva" (como como de nominan los psicólogo s); es una comprensión aprehendida conjuntamente por el corazón y por la mente. El niño pequeño necesita conocer la Misa y comprender la relación única que se crea entre Dios y la persona humana. Pero es más importante aún que el niño sea ayudado a gozar de este encuentro con Dios para que la Eucaristía sea experimentada en su totalidad. La unión entre la Eucaristía y una parábola tan amada como la del Buen Pastor contribuye al gozo del niño.

Presentación DE LA Eucaristía A LOS NIÑOS

Parte 1: La presencia eucarística del Buen Pastor. Para presentar la Eucaristía, se coloca una base redonda al lado de la otra: primero la que contiene el canal, pastor y ovejas y luego la otra, con el altar y el mantel.

Escucha y reflexión con los niños

Los puntos principales para reflexionar con los niños son:

El Buen Pastor conoce a cada una de sus ovejas por su nombre.

Él llama a sus ovejas a un encuentro especial.

Las ovejas con oyen la voz del Pastor y Él las llama.

El Buen Pastor llama a sus ovejas al altar para que estén muy cerca de Él.

Las ovejas escuchan su voz y lo siguen.

Las ovejas se reúnen alrededor de su Buen Pastor y del altar.



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Esta perspectiva permite a los niños ver la Eucaristía como el sacramento del don. Todo lo que el Buen Pastor hace por sus ovejas, que el niño ya ha experimentado a través de la parábola, se concreta en este momento Eucarístico.

Presentación de los materiales

Sugerencias para la presentación de la secuencia de la primera parte: "El Buen Pastor llama a sus ovejas por su nombre. El Buen Pastor llama a sus ovejas para que estén con Él alrededor del altar”. (Colocar la figura del Buen Pastor en una posición central sobre el altar.) "Las ovejas escuchan y responden a su voz. Se reúnen en tomo a Él". (Sacar una por una todas las ovejas del corral y colocarlas alrededor del altar.) "El Buen Pastor está muy cerca de sus ovejas en la Misa. Cuando el Buen Pastor nos llama alrededor de su altar, Él está presente en el pan y en el vino". (Colocar el cáliz y la patena con el pan sobre el altar.) La imagen del Buen Pastor puede estar o no sobre el altar, da lo mismo. El Buen Pastor está siempre con sus ovejas y las ovejas están cerca de su Buen Pastor. Así que, no cambia nada si la imagen está a no sobre el altar. El Buen Pastor está aquí, en el pan y en el vino". (Sacar la imagen del Buen Pastor.) Esta es la primera parte de la presentación: el Buen Pastor llama a sus ovejas a un encuentro con Él - un encuentro muy particular - donde Él se da a sí mismo (en el pan y en el vino). Es importante dar al niño suficiente tiempo para visualizar las ovejas en torno al altar (espere un tiempo antes de presentar la parte siguiente). Esto ayuda a establecer el lazo afectivo entre la parábola y la Misa; así, la riqueza afectiva de la parábola será transferida a la Misa.

PARTE2: LA PRESENCIA EUCARISTICA DEL BUEN PASTOR En otro momento, otro día, cuando ya han trabajado bastante con los materiales, se presenta la segunda parte. Durante la presentación los niños escuchan las palabras que Jesús pronunció en la Última Cena, que el celebran te reza durante la Misa. Estas palabras revelan de manera explícita la total auto donación que Jesús nos ofrece. También expresan una invitación, una invitación insistente, de que aceptemos su regalo:

esto es mi Cuerpo que se ofrece por vosotros.

Tomad y bebed, esta es mi Sangre que se derrama por ustedes.

Presentación de los materiales

Los niños, para este momento, ya deben conocer la verdadera identidad de las ovejas: nosotros somos las ovejas. Cuando los niños han tenido tiempo suficiente para visualizar e interiorizar la unión entre la Escritura (parábola) y la liturgia (Misa), llega el momento de hacer la transferencia: las figuras de las ovejas son substituidas por las figuras que representan a las personas. Hay un intercambio de figuras (las de ovejas se sacan y las de personas se colocan alrededor del altar). Cuando esto ha sido realizado, se coloca la imagen que representa al sacerdote junto a las demás figuras, en un lugar central: Hay una oveja, el sacerdote, que tiene una misión muy especial proclamar las mismas palabras de Jesús. El sacerdote pronuncia las palabras de Jesús sobre el pan, "Esto es mi cuerpo, que se ofrece por vosotros" y sobre el vino, "ésta es mi sangre, derramada por vosotros". Al llegar a este punto, los niños están mirando la segunda base circular verde (que recuerda el corral) con personas alrededor del altar y también un sacer dote. Esto es lo que ellos ven en la Misa.



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PARTE 3. LOS SIGNOS DE LA EUCARISTIA El otro modo de acercar la Eucaristía a los niños pequeños es mediante sus signos.

A. Los gestos del don

Durante la celebración de la Misa hay ciertos signos que expresan el contenido más pro fundo de la Eucaristía mediante movimientos o gestos. Hay tres gestos especiales que revelan y refuerzan la Eucaristía como el sacramento del don. El primero tiene lugar antes de que el sacerdote pronuncie las palabras del Señor en la Última Cena. El sacerdote abre sus manos, las une y luego las extiende sobre el pan y sobre el vino. Este gesto de la imposición de las manos es una oración para invocar al Espíritu Santo. El movimiento de las manos nos muestra que estamos pidiendo el Don del Espíritu Santo de Dios mediante un lenguaje visual. Este gesto (conocido por su nombre griego epíclesis) acompaña la oración en la cual se pide al Padre que envíe al Espíritu Santo para que transforme el pan y el vino en la presencia de Cristo resucitado. Al presentar este gesto a los niños, el movimiento de las manos que vienen de arriba hacia abajo los ayuda a percibir el regalo invisible que el Padre nos envía, expresado por las palabras de Jesús en la Última Cena.

La eucaristía al encuentro del buen pastor

Al finalizar la Plegaria Eucarística el sacerdote realiza otro gesto: eleva juntos el pan y el vino. Es el gesto de la Ofrenda. Esta Ofrenda va de nosotros hacia el Padre, "Por Cristo, con Cristo y en Cristo”. Es nuestra manera de responder al don que hemos recibido. Mostrar estos dos movimientos complementarios - las manos que se mueven de arriba hacia abajo (epíclesis) y de abajo hacia arriba (Ofrenda) ayudan al niño a ver el intercambio de dones. Estos gestos expresan de forma visible la alianza: Dio s que se nos da y nosotros que donamos nuestro ser a Dios. La relación de alianza, Dios con nosotros y nosotros con Dios, se realiza de una manera muy particular durante la Eucaristía. Nuestra relación personal con Dios se concreta y se fortalece mediante este sacramento de "la nueva y eterna alianza", y, por Dios, también se fortalece nuestra relación con las demás personas. Hay un tercer gesto que nos permite ver esta dimensión horizontal de la alianza, nuestra relación con los otros: el "Gesto de Paz". La paz que compartimos con los demás durante la misa expresa de manera explícita esa relación única que tenemos, a través del único pan compartido, con todas las personas de todo tiempo y lugar. El signo de paz nos permite ver algo semejante a un hilo misterioso que nos une en el amor. Es un gesto que muestra de manera tangible que estamos unidos con aquéllos que están celebrando junto a nosotros aquí y ahora, con aquéllos que participan en otros lugares y con aquéllos que han compartido la Eucaristía en otros tiempos también. Mediante el signo de la paz los niños llegan a ver ese hilo que, atravesando tiempo y distancia, une al Pastor con sus ovejas de todos los tiempos y de todos los lugares.

B. Signos y símbolos Hay otros signos y símbolos relacionados con la Misa que atraen el interés de los niños pequeños. Cuando los niños entran a la iglesia o están presentes en la celebración de la Eucaristía ven muchos objetos, colores e imágenes. La comprensión de los mismos nace cuan do ayudamos a los niños a conocer sus nombres, el uso al que están destinados y su significado. Para esto, hay formas muy sencillas de construir réplicas en miniatura (en pape l, madera o cualquier otro material disponible) de lo siguiente: El altar y los objetos sagrados usados durante la liturgia eucarística (patena, cáliz, velas, crucifijo). Réplicas de otros objetos (el libro de las lecturas de la Escritura llamado Leccionario y el ambón; el misal que contiene las oraciones de la Plegaria Eucarística y el atril; las



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vinajeras para el agua y el vino; la palia, el corporal, el purificador y demás elementos de tela usados en el alta r) pueden agregarse gradualmente. Réplicas del sagrario y lámpara del sagrario. Las vestiduras del sacerdote (primero se presentan las casullas y luego las otras vestiduras, como el alba, la esto la y el cíngulo). El objetivo de mostrar todas estas cosas a los niños, decirles sus nombres y por qué de su uso es familiarizarlo s con los objetos y símbolos que han visto en la misa, sin comprender quizá su significado. Con frecuencia los padres cuyos niño conocen estos objetos comentan cómo su hijo indica con deleite lo que conoce; dirá por ejemplo, "allí está el altar", y mostrará todo lo que sabe. La avidez del niño por conocer nuevas palabras y la facilidad que tiene para repetirlas es un reflejo de su gran interés natural asociado al lenguaje. El gozo y la participación de los niños en la Misa aumentan con el conocimiento gradual de los nombres y el significado de todos los objetos asociados con la liturgia de la Palabra y la liturgia de la Eucaristía.

C. Colores litúrgicos

Los colores empleados durante las celebraciones litúrgicas tienen un significado simbólico que atrapa la atención del niño. Cuando mostramos a los niños sus nombres y significados los ayudamos a comprender e identificar los diferentes tiempos litúrgicos durante el año.

El violeta (o morado) es el color que identifica el tiempo de la preparación para celebrar la gran fiesta. El violeta se usa durante las cuatro semanas de Adviento antes de la fiesta de Navidad y durante las seis semanas de Cuaresma que preceden la fiesta más importante, Pascua.

El blanco es el color usado cuando celebramos la fiesta propiamente dicha; por ejemplo, durante el tiempo de Navidad y durante las siete semanas de Pascua.

El rojo se usa especialmente en Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo. El verde se usa durante el tiempo que sigue a las fiestas; es el tiempo en el

que, por así decirlo, estas fiestas crecen en nosotros. Los colores son la clave para muchas actividades relacionadas con:

los tiempos litúrgicos; las vestiduras que el sacerdote usa durante las celebraciones (pueden

confeccionarse pequeños modelos de las mismas en papel o tela); las decoraciones de la iglesia (manteles del altar, flores, arte litúrgico).

Los niños pueden realizar muchas actividades, empleando materiales muy sencillos. Por ejemplo:

Un collage pre-cortado de los objetos de la Misa que los niños pegan en un orden determinado.

Dibujos o imágenes de las vestiduras u objetos sagrados del altar y del sagrario que los niños pueden recortar, pegar, calcar o dibujar a su manera.



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Celebrar la vida: Navidad y Pascua Para ayudar a los niños pequeños a celebrar las fiestas de Navidad y Pascua tenemos que ponerlos en contacto con la Sagrada Escritura. Los Evangelios son la fuente, un manantial desbordante de agua viva.

BUENAS NOTICIAS DE GRAN ALEGRIA: NAVIDAD Los pasajes del Evangelio que narran los eventos que rodean el nacimiento y la Infancia de Jesús se encuentran en los primeros capítulos de los Evangelios de Mateo y Lucas. Nuestra lectura de los relatos de la infancia y la forma en que los damos a conocer a los niños es guiada por una idea fundamenta l que se desarrolla recurrente en todos los relatos: "No teman"; porque "el Señor está cerca"; por lo tanto, "¡Alegraos!". ¿Por qué? Porque anuncian el maravilloso mensaje de la Encamación.

EL MISTERIO DEL AMOR La Encarnación es el momento de la historia cuando el cielo y la tierra se tocan y se fusionan en la persona del Niño. La llave que necesitamos para ayudar a los niños a entrar en el misterio del amor se encuentra en los textos del Evangelio que narran los eventos anteriores y posteriores al nacimiento de Cristo.

PRESENTACIÓN DEL MISTERIO DE LA NAVIDAD ALOS NIÑOS Los pasajes de la Escritura que presentamos a continuación son los que anunciamos a los niños cuando narramos y reflexionamos con ellos los relatos de la infancia de Jesús:

El anuncio de la Encamación de Cristo : la anunciación a María , Madre de Dios (Lucas 1,26-38);

La visita de María a Isabel (Lucas 1,39-49, 56);

El nacimiento de Jesús y la adoración de los pastores (Lucas 2,1-20);

La adoración de los magos (Mateo 2,1-12)

La presentación de Jesús en el templo (Lucas 2,21-33. 36- 39). Al reflexionar acerca de estos textos, guiamos a los niños a descubrir dos elementos que están aparentemente en abierto contraste:

El nacimiento de Cristo pertenece a la esfera cotidiana de la vida;

Este acontecimiento pertenece también a un nivel diferente y único de la realidad.

Este es el corazón del misterio de la Encarnación: dos mundos se unen y se fusionan en el Niño de Belén. El "signo" por el cual vemos esta inmensurable grandeza del "Hijo del Altísimo " es un Niño (Lucas 2,12).


Pautas generales a considerar en la presentación de los acontecimientos relacionados con la Navidad a los niños:

Recordar que como cualquier otro "signo" el niño necesita ayuda para leer y reflexionar sobre el mensaje. Tener en cuenta que el niño necesita el tiempo de escucha en grupo. Este enfoque meditativo ayuda a los niños a penetrar en el significado; Recordar que este signo especial es ¡el Niño!

Ayude a los niños a comprender que hay un secreto a descubrir, una maravilla para asombrarse, un misterio a revelar del cual también formamos parte, trabajando con ellos de la misma manera que con las parábolas y demás textos de la Escritura.



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Tener en cuenta que cada uno de estos acontecimientos tiene su propio momento; están separados en episodios individuales para que los niños puedan saborear las buenas nuevas de cada relato (la anunciación de Gabriel a María, la visita de María a Isabel, el nacimiento de Jesús y la adoración de los pastores y los Magos, la presentación en el templo).

Emplear las mismas palabras del Evangelio. Puesto que estamos tratando con acontecimientos históricos cuyo alcance es tan grande que hasta a nosotros se nos hace difícil comprender, sea fiel a las palabras del Evangelio tanto como sea posible.

Recordar que el Evangelio nos ofrece el lenguaje que necesitamos para comunicar la gran significación del acontecimiento del nacimiento de Cristo y para ayudar a los niños a comprender la importancia de este hecho en sus vidas.

Presentación del nacimiento de jesús a los niños

Con el fin de ofrecer algunas indicaciones específicas acerca de la secuencia de las presentaciones referidas a los textos históricos en la Biblia, proponemos como ejemplo el siguiente resumen del relato del Nacimiento:

Relato del acontecimiento

Haga una narración del texto de la Escritura a los niños, relate el nacimiento de Cristo usando las mismas palabras del Evangelio.

Proclamación DE LA PALABRA DE DIOS

Lea el texto del Evangelio lentamente; puede encender una vela para contribuir a crear urna atmósfera de solemnidad.

Presentación DE LOS MATERIALES

Use un pesebre navideño. Las figuras deberían ser tridimensionales y móviles. Presente brevemente el ambiente y las figuras:

"Esto representa el lugar donde Jesús nació en Belén". (Muestre la pieza que representa el establo o la cueva de Belén.)

"Esta figura representa a María". (Coloque la figura de María en el pesebre.)

"Esta figura representa a José”. (Coloque la figura de José en el pesebre.)

"Y esta figura representa al niño Jesús". (Coloque la figura de Cristo') Una vez que las figuras están colocadas (los niños por lo general las conocen), guíelos con delicadeza a reflexionar acerca de lo que este acontecimiento puede significar para nosotros. Esto permite que los niños mediten el significado más profundo y personal que tiene este hecho.


Es útil destacar dos aspectos: lo ordinario y lo extraordinario. Reflexione y medite con los niños esta doble dimensión del nacimiento de Cristo, para despertar en ellos el sentido de misterio; tenga en cuenta los siguientes puntos: La Navidad celebra el nacimiento de un niño;

Un niño que fue como todos nosotros al nacer;

Jesús fue un niño que necesitó a sus padres para todo, igual que nosotros ;

Un niño que estaba "envuelto en pañales", igual que cualquier otro bebé de su tiempo.



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Y sin embargo:

Este Niño es llamado "Hijo del Altísimo”.

A Él le pertenece un "trono”.

Porque "Él reinará".

Su nacimiento "será una gran alegría para todas las naciones",

Este Niño, llamado Jesús, es "Cristo, el Señor”. Emplear el lenguaje de la Biblia de esta manera y llevar a los niños a ver la grandeza de este acontecimiento, abre la puerta del asombro en su corazón. Este gran acontecimiento no es algo que ocurrió simplemente en un pasado distante, algo que es meramente una parte de la historia antigua. Se ayuda a los niños a penetrar en este acontecimiento aquí y ahora. Juntos, nos preguntamos con asombro: ¿Pero, quién puede ser este niño?". Insistir de esta manera en la grandeza de la Encamación, facilita a los niños intuir la presencia eterna de este hecho en sus propia s vidas.

PASCUA El tiempo de Pascua nos ofrece la oportunidad de compartir con los niños la mayor Buena Nueva de todas, ¡el Señor ha resucitado! La fiesta de Pascua, que la Iglesia celebra durante siete semanas, es el tiempo oportuno para proclamar la Resurrección a los niños y ayudarlos a experimentar el poderoso impacto que este hecho transmite. Para dar dos ejemplos de cómo hacer esto, indicaremos: 1) Cómo presentar el texto evangélico de la Resurrección a los niños; 2) Cómo hablar con los niños acerca de la Liturgia de la Luz durante la celebración de la Vigilia Pascual. Cada tema del mensaje cristiano que presentamos a los niños tiene sus raíces y se refiere a la resurrección, especialmente el Bautismo y la Eucaristía; sin embargo, no por ello consideramos la Resurrección como algo dado por supuesto y conocido con los niños, sino que lo anunciamos con fuerza, con grandes letras. El énfasis que pongamos en la proclamación de la Resurrección a los niños nunca debe considerarse suficiente, nunca será demasiado. Lamentablemente, por lo general lo que se recalca es la pasión y la muerte de Jesús; esto puede provocar sentimientos de angustia, especialmente en los niños pequeños. En lugar de ello, debemos abrirles las puertas de la esperanza.

Anuncio de la Resurrección

Proclamar el mensaje cristiano a los niños no significa recalcar el sufrimiento y muerte de Cristo, sino más bien que, pasando por el sufrimiento y la muerte, Cristo llegó a la resurrección, Cristo ha resucitado. La muerte no tiene ya ningún poder sobre Cristo; la muerte ha sido vencida para siempre. Este es el motivo por el cual la fe de un cristiano es fe en el bien, que es más fuerte que el mal; es fe en la vida, que es más fuerte que la muerte. Al hablar de la resurrección con los niños, somos invitados a hacer propias las palabras del profeta Isaías: subir a un "alto monte" para que el mensaje de la. ;

Presentación dela resurrección alos niños

Resurrección llegue tan lejos como sea posible y "clamar con voz poderosa" (Isaías 40,9) para que el mayor número posible de niños escuche las buenas nuevas, "Cristo ha resucitado". El punto central de la narración de los acontecimientos de la Resurrección de Cristo es proclamar a los niños, una y otra vez: que la muerte no tiene la última palabra en nuestro destino como criaturas humanas, que Alguien entre nosotros ha vencido la muerte para siempre; que su victoria será nuestra victoria.



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La escucha y la reflexión de este gran acontecimiento con los niños, sigue las misma pautas señaladas al referimos a los otros acontecimientos históricos de la vida de Cristo. Como ejemplo, nos referiremos a lo que ocurrió con María Magdalena y las otras mujeres cuando fueron al lugar en que Cristo fue sepultado.

Narración del acontecimiento

Relate a los niños los hechos ocurridos en tomo a la Resurrección de Cristo. Sea fiel al texto del Evangelio. Narre con sus propias palabras los hechos ocurridos, siguiendo el relato del Evangelio cuidadosamente.

Lectura de la palabra de Dios

Haga una lectura y encienda una vela para simbolizar la presencia de Dios en a Palabra, del mismo modo que en la presentación de cualquier otro texto bíblico a los niños.


La meditación comienza con la reflexión acerca de "la tumba vacía". Al centramos en este tema, profundizamos juntos el significado de las palabras: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado" (Lucas 24,5). . Al reflexionar con los niños, comience mostrando el asombro de las mujeres que fueron las primeras testigos de la Resurrección:

Ellas van a la tumba con el corazón destrozado; están planeando llevar a cabo la preparación final del cuerpo para su entierro.

Cuando llegan al sepulcro ¡encuentran que la tumba está abierta y vacía! (Marcos 16,4)

Están tan sorprendidas; pero su asombro crece aún más cuando ven una persona cuyo "aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve" (Mateo 28,3).

Están viendo al Resucitado. María Magdalena lo reconoce cuando Él la llama por su nombre (Juan 20,16).

¡Qué asombro sentimos nosotros ahora, casi dos mil años después de ese amanecer de domingo! Es algo parecido a lo que sintieron esas mujeres.

Una vida distinta y más valiosa ha venido al mundo. La vida del Cristo Resucitado.

Esta vida resucitada es todo Vida; en ella la muerte no tiene cabida, pertenece al pasado.

La liturgia de la luz

Una de las características de la experiencia religiosa que compartimos con los niños es la celebración; todo lo que hacemos con los niños se ofrece y lleva a un espíritu de celebración. Un ejemplo de esto es la Liturgia de la Luz en relación con la proclamación de la resurrección a los niños: Lo que se proclama en la Biblia, se vive en la liturgia. Ayudar a los niños a experimentar esta realidad (como vimos con la parábola del Buen Pastor y la Misa), les ofrece una oportunidad de gozar más plenamente la relación que tienen con Dios y con los otros. Esto es especialmente cierto en la Liturgia de la Luz que es una parte importante de la Vigilia de Pascua. Es una de las experiencias que permanecen vívidamente claras en la memoria y que los adultos recuerdan de su niñez.



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Celebración de la liturgia de la luz con los niños

Podemos ayudar a los niños a participar en la Liturgia de la Luz destacando varios de sus elementos. Esto permite que los niños tomen un papel activo en la celebración y también los prepara para apreciar plenamente este momento de la liturgia de la Vigilia Pascual. Las partes de la Liturgia de la Luz que señalamos y celebramos con los niños son: El cirio pascual se enciende la víspera de Pascua, cuando la iglesia está a oscuras. Su luz vence la oscuridad de un sólo golpe fulminante. La procesión avanza hacia el altar con esta única luz. Se dice (o se canta) "Cristo, nuestra luz" cuando se enciende esta única luz del cirio pascual. Invitamos a los niños a encender sus velas en el cirio pascual. Anteriormente se prepara cuidadosamente a los niños para que puedan sostener y transportar sus propias velas durante la celebración: Muestre a los niños cómo sostener la vela con seguridad. Muestre a los niños cómo llevar la vela encendida protegiendo la llama - ¡esa luz preciosa! con sus manos. Cuando se prepara a los niños de esta manera, podemos confiar en sus habilidades. Reflexionamos con los niños: Esta luz es lo único que nos guía y nos permite caminar hacia adelante. Sin ella no podríamos ver. El lenguaje de los signos es poderoso y requiere pocas explicaciones. Es suficiente ayudar a los niños a agudizar sus sentidos para penetrar en el significado de lo que está ocurriendo. En la liturgia de la Vigilia Pascual, hay un estímulo para cada sentido:

el aroma del incienso;

el canto clamoroso del "¡Aleluya!";

el sonar de las campanas;

el calor de las velas encendidas ;

la sensación suave al tacto de la cera.

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[email protected] ¿Qué es la liturgia en el plan cósmico ...Contenidos+Liturgia.pdf · Liturgia: se podría definir como el trabajo del hombre con Dios para la divinización