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Revista de cómic femenino y cómic en general
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INDICE DE CONTENIDOS
Recortable…………………………………..pág. 3
Pardillos: Perdidos en la Isla……………….pág. 4
Pasatiempos………………………………...pág. 6
Julia………………………………………...pág. 8
Manualidades a Todo Riesgo……………..pág. 12
Marian Ben-Arab Politik………………….pág. 14
Acto de Entrega Medalla Oro…………….pág. 17
Entrevista a Purita Campos……………….pág. 19
Esta Noche es Nochebuena……………….pág. 24
As de Damas: Purita Campos……………..pág. 26
Rosa……………………………………….pág. 32
La Biblioteca……………………………...pág. 36
Espejo de Lágrimas……………………….pág. 38
Osamu Tezuka……………………………pág. 45
Misterio Navideño……………………….pág. 54
El Invierno del Dibujante…………………pág. 61
Expocómic en Breves……………………..pág. 78
Cocina con Riesgo………………………..pág. 80
Maus- De Ratones y judíos……………….pág. 82
Desde el Taburete del Wimpy…………….pág. 84
“Pardillos”: Perdidos en la Isla
Por Geno Mesa
Carlos Azaustre es un dibujante madrileño
nacido en 1984, también conocido como AZA.
Estudió Ingeniería Técnica de
Telecomunicaciones y desde el 2005 colabora en
el Fanzine Ojodepez, premiado en 2007 y 2008 en
los Salones del Cómic de Madrid y Barcelona
como Mejor Fanzine.
Periódicos catalanes como Més y Aquí han
contado con sus dibujos así como la revista
Culebra y varias páginas web como La Kodorniz
o Es la hora de las tortas.
Actualmente podemos disfrutar de su obra en las
tiras cómicas semanales Zapping Series donde se
dedica a parodiar series de televisión para la
página Seriesblog y que también podemos
encontrar en papel, así como en la revista Le
Potage y Ojodepez donde encontramos las tiras de
“Chuzo, el estudiante”.
En “Pardillos”, su webcómic (http://perdidos-
comic.blogspot.com/), podréis encontrar una
parodia de la serie de televisión “Perdidos”,
basada en su guión original. Son las aventuras de
los catorce supervivientes del vuelo 3,1415 de
Naufragic Airlines que parte el 30 de febrero de
2004 desde Ibiza con destino Cuenca cuando se
estrella en una escondida isla del mar
Mediterráneo. Aunque a primera vista parece un
lugar totalmente normal y tranquilo, a partir del
momento del accidente empiezan a suceder
fenómenos extraños para los que nadie tiene
explicación, como ruidos raros y la aparición de
osos amorosos.
Entre los protagonistas de esta historia podemos
encontrar al doctor Yiak Quelosepards (Jack
Shepard) que se erige en líder del grupo con el fin
de salir de la isla; Yon Locko (John Locke) que no
pondrá fácil el regreso a la civilización o Keit
(Kate), fugitiva acusada del asesinato de su padre.
Por supuesto, también tenemos a Soyer (Sawyer)
que ejerce de guaperas, Charly, un enganchado a
la Game Boy, Mohamed (Sayid en la versión
televisiva), “los aquellos”, una embaraza que aquí
se llama Marie Claire, la francesa Russo que se ha
convertido en italiana y es la última concursante
de un reality show olvidada en la isla, Maikol y su
hijo Wolt y, por supuesto, la misteriosa escotilla
con su misterioso habitante…
Para cualquier persona que haya sido seguidora de
la serie original le será fácil reconocer aquí a sus
personajes, aunque con sus rasgos de personalidad
claramente exagerados. Y es que, huelga decir que
es poco menos que imprescindible haber visto
“Lost” para poder sacar todo el jugo y entender
todos los chascarrillos del cómic, aunque también
aparecen guiños a personajes de otras series y
películas. Hasta Mortadelo y Filemón hacen un
cameo en uno de los números.
Cada página está dibujada totalmente a mano,
incluso la rotulación, y realizada en blanco y
negro en cuartillas tamaño A3.
Hace un par de años cuando terminó con la
primera temporada en su web, el autor decidió
publicarlo en papel junto con material inédito en
la red como más flashbacks y “meikin of” y, ante
la negativa de las editoriales, no le quedó más
remedio que crear el sello AZACÓMIC,
autoeditarse, contactar con una distribuidora de
ámbito nacional y empezar a vender.
Cada tebeo está formado por aproximadamente 40
páginas y contiene las historias de una temporada.
Al económico precio de 3’5 €, en estos momentos
está a punto de publicar el álbum dedicado a la
quinta temporada, el de la primera va por su
quinta edición y el lanzamiento de la tercera
coincidió con la nominación de la historia al
premio al Mejor Cómic On-line del Salón del
Cómic de Madrid en el año 2009, galardón que
terminó ganando.
JULIA
Por María Elena Rodríguez Hernández
Casi podría decirse que Julia precipitó mi
reencuentro con el cómic.
Cuando veía a Antonella enfrascada en la lectura
de un tebeo, me sorprendía.
Estaban por todas partes: en la cocina, en el cuarto
de baño, en su dormitorio. “Pero si es lectura para
niños!!” “¿Por qué? Además, los niños aprenden a
leer con ellos: imagina su importancia”.
Aquella frase se me grabó a fuego. Por ello,
cuando una convalecencia me obligó a
permanecer encerrada entre aquellas cuatro
paredes y el aburrimiento comenzó a hacer mella,
acogí de buena gana su propuesta. “Lee ésto. Te
gustará”.
Julia Kendall es criminóloga; vive en una pequeña
localidad a una hora de NY. Mujer independiente,
resuelta, sensible y con gran intuición, se ve
envuelta en los casos más insólitos.
Esta treintañera tiene un asombroso parecido a
Audrey Hepburn (Giancarlo Berardi, su guionista,
asegura que fue su amor platónico en la infancia,
y “el primer amor jamás se olvida”).
Compagina su trabajo como colaboradora del
Departamento de Policía con la docencia, como
profesora de la prestigiosa Hollyhock University.
Aficionada al cine de los 40 y a la música (con
gustos que van desde Schuman a los Stones
pasando por Bob Marley) es también una ferviente
lectora.
Comparte confidencias con su fiel asistente de
hogar, Emily (¿no os recuerda a alguien?), mujer
de carácter fuerte y acusado sentido práctico que
en ocasiones es excesivamente protectora con
Julia. Le une a ella una relación que va más allá de
lo profesional.
Son numerosos los personajes que interaccionan
con Julia a lo largo de los tomos, enriqueciendo
las historias e incrementando la credibilidad del
mundo que Berardi ha creado en torno a ella.
Mantiene una estrecha relación (casi fraternal) con
Leo Baxter, un joven y atractivo investigador
privado con quien le une una larga amistad.
Muy cercano es también el teniente Alan Webb
(una curiosa mezcla de John Malkovich y Michael
Ironside).
De temperamento brusco, sus peleas con Julia son
plato de cada día y sus constantes divergencias no
son más que una forma de disimular que, en el
fondo, les unen más cosas de las que ambos
quisieran reconocer; a Webb le preocupa Julia
más de lo que él mismo se cree.
Carácter totalmente opuesto al del afable y
campechano sargento “Big” Ben Irving (un calco
de John Goodman),
y lejos del carismático capitán de la Central de
Policía, Clyde Carter (pocas dudas sobre su
parecido con Morgan Freeman).
Completan el “reparto” muchos otros, aunque de
esporádica presencia, acompañados a su vez de
personajes que sólo aparecen en el caso de turno,
cual artista invitado de un serial, y que en muchas
ocasiones reflejan la evidente afición
cinematográfica de Giancarlo Berardi.
Concentradas en tomos de tamaño medio en
cartoné y con unas 125 páginas, estas aventuras
(salvo contadas excepciones) son autoconclusivas
y de aspecto clásico, con un guión pulcro y
sencillo, de fácil lectura y con ilustraciones en
blanco y negro minuciosas y sencillas al mismo
tiempo.
Giancarlo Berardi, genovés de 61 años, debutó en
el mundo del cómic a través de colaboraciones en
“Tarzán” o “Diabolik” y es en octubre de 1998
cuando da vida al personaje de Julia para la Sergio
Bonelli Editore (prolífica editorial italiana de
amplia trayectoria).
Junto con Berardi suman un total de 33
colaboradores que han participado, hasta hoy, en
el diseño, ilustraciones y cubiertas.
La decisión de dar vida a una heroína se debe a la
educación recibida por el autor. Antiguamente se
ponía tanto empeño en diferenciar a ambos sexos
y fomentar ocupaciones tópicas propias de cada
uno que decidió acabar con esa equivocada
costumbre y cultivar su parte femenina, “creando
una serie dinámica y sensible al mismo tiempo”.
Con el fin de documentarse para afrontar el
guión, Berardi asistió como oyente a un curso de
criminología en el Instituto de Medicina Legal de
Génova, profundizando en los conocimientos de la
materia y ayudándose de la extensa biblioteca del
centro (con textos de psicología, balística,
sociología y medicina legal).
Actualmente se sigue editando y a día de hoy ya
se encuentra a la venta en los kioscos el nº 146.
De publicación mensual, cada álbum contiene dos
historias, y ocasionalmente aparecen los
almanaques (desde el 2005), de publicación anual
y conteniendo una historia inédita (que constituye
una “precuela” que refleja una Julia universitaria)
acompañada de artículos sobre cine, televisión,
libros y videojuegos relacionados con el género
policíaco.
Su autor la define como una ”indagatrice
dell’anima” (investigadora del alma) que ayuda a
la policía a trazar el perfil psicológico del criminal
de turno. Según sus propias palabras, “Julia no
tiene poderes místicos, ni practica artes marciales,
no sabe usar un arma… sus dones son la
inteligencia, la profesionalidad, la intuición. De
ahí la idea de relacionarle con la policía y con un
colega detective que, en caso necesario, puedan
defenderla”.
El género le atraía desde hace muchos años, no en
vano dedicó su tesina a la “Sociología de la
Novela Policíaca”.
Prácticamente desde el nº 1 Julia plasma sus
impresiones en un diario personal, recurso del que
se vale el guionista para profundizar en el
personaje y en sus sentimientos, superando así los
límites que marca la narración objetiva.
La disposición de las viñetas obedece a un estilo
clásico, muy regular, pretendiendo así evitar las
distracciones con formatos arriesgados y
permitiendo de ese modo que el lector se
concentre en la historia y en los personajes.
Y para demostrar que a pesar de su evidente
clasicismo, sabe adaptarse a los nuevos tiempos,
Julia acaba de dar el salto al mundo de la
tecnología para convertirse en un videojuego:
desde el 24 de septiembre es posible adquirir en
los comercios italianos el primer título de su
trilogía “electrónica”: “Julia: Innocent Eyes”
(Warner Bros).
Un cómic que se ha consolidado como un clásico,
haciéndose un hueco en la afición a lo largo de
estos 12 años de trayectoria.
Una lástima que sólo podamos disfrutar de ella en
italiano y portugués (Brasil).
MANUALIDADES A TODO RIESGO
Por Susana Riesgo
ARBOLITO DE REVISTA
En unos días empezaremos a decorar nuestras casas con luces, adornos, belenes… Una decoración que no
puede faltar en estas fechas es el árbol de navidad y este mes os propongo una forma rápida y barata de crear
un mini árbol reciclado. Es una manualidad apta tanto para niños como para mayores.
Tan solo necesitamos: una revista o catálogo de publicidad, un bote de purpurina y un barniz en spray. En
esta ocasión he elegido un catálogo de juguetes. Le quitamos la portada si es de un papel distinto al resto de
la publicación. Lo abrimos por la mitad y doblamos en el sentido contrario para hacer que el lomo (donde
están las grapas) sea el eje de nuestro futuro arbolito. Ahora trabajaremos hoja por hoja.
El primer doblez lo hacemos desde la esquina superior izquierda a la esquina inferior derecha. De manera
que la hoja nos queda formando un triángulo.
Repetimos el proceso con todas las hojas.
La segunda doblez es otra vez desde la esquina superior izquierda hasta la esquina inferior derecha, De esta
manera cada hoja se convierte en otro triángulo mucho más estrecho. Repetimos la operación con cada una
de las hojas.
Finalmente doblamos el sobrante inferior para adentro, dejando así recta la base de nuestro árbol. Doblamos
en todas las direcciones por el eje, para hacer que las hojas queden separadas dando la forma de abeto.
Para decorarlo rociamos el árbol con barniz en spray y seguidamente le aplicamos purpurina.
Otras formas de decoración:
Pintarlo en dorado o plateado con una pintura en spray
Ponerle pequeños lazos pegados con cola caliente.
Colocar un lazo o una estrella en la punta.
Màriam Ben-Arab y POLITIK
Por Blas
PolitiK es el título del cómic publicado
recientemente por la Editorial Roca, donde su
protagonista, Apolo, un niño de cinco años, tras
caerse y recibir un golpe en la cabeza con un buen
chichón, pasa el día con sus abuelos. La abuela le
ha regalado un diccionario y como todos los niños
de esa edad, la frase “¿Por qué…?” permanece
constantemente saliendo de sus labios. Con un
diccionario en su poder, Apolo inocentemente va
hilando palabras y por qués para hacerse una idea
del mundo que le rodea desde su punto de vista.
A través de sus preguntas nos conduce por todo el
mundo política y socialmente hablando: desde la
Antigua Grecia a la actualidad.
Quienes se encargan de contestarle son sus
abuelos: su abuelo, que se pasa el día entre relojes
arreglándolos y mirando el tiempo, tal y como
hubiera hecho el dios griego Cronos; y su abuela
Rea, sabia, justa y doctrinal como la diosa griega
del mismo nombre.
El comic está escrito por la escritora y periodista
Emma Reverter, que aunque nació en Barcelona,
vive actualmente en Nueva York, escribiendo
desde allí artículos sobre Derecho Internacional y
cultura para publicaciones americanas y
españolas, e ilustrado por la dibujante Màriam
Ben-Arab, nacida en la localidad barcelonesa de
La Roca del Vallés e hija del pintor de fama
internacional, Ridha Ben Arab. Licenciada en
Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y en
la Escuela de Artes y Oficios de La Llotja, antes
de dedicarse a la ilustración de PolitiK, ha
dibujado varios libros infantiles, así como libros
de texto y revistas, y colabora con diversas
editoriales. Además, en 2009 quedó finalista del
premio de cómic Cavall Fort.
Màriam es súper joven, cercana, divertida y muy
extrovertida. Confiesa que desde que se publicó
PolitiK, se siente inmersa en una “completa
aventura”, según sus propias palabras.
Màriam, ¿de dónde surgió la idea de crear
PolitiK?
La idea realmente surgió de Emma. Ella quería
llevar a cabo este proyecto desde hace tiempo y
conocía mis dibujos, así que me llamó para
proponerme que colaborara con ella en este
cómic haciendo sus ilustraciones. Al principio me
lo pensé, porque era algo de gran envergadura, y
tardé un tiempo en contestarle. Pero al final me
decidí en cuanto leí el guión, me enamoré de la
idea y por supuesto de Apolo, el protagonista.
El guión entonces es de Emma, pero el dibujo
forma una gran parte de este cómic, es muy
expresivo. ¿Tú aportas ideas también al guión
o sigues las pautas de Emma?
No, yo trabajo en completa libertad. Emma me da
el guión y yo lo interpreto según mi parecer. Lo
bueno es que nos complementamos totalmente.
Nunca hay disparidad de opiniones entre
nosotras. Desde un principio me llamó para
dibujar a Apolo, todo lo que le rodea y
conceptualiza este comic, me dejó claro que le
gustaba mucho mi estilo de dibujo, que expresara
con él mi visión de su guión con plena libertad. Y
eso hice. Emma tan solo me ha dado indicaciones
en un par de excepciones en las que ella quería
expresamente indicar con el dibujo parte de su
guión.
¿Cuáles?
Pues cuando se explican las diferencias entre las
personas y las clases sociales en todo el mundo.
Aquí Emma quiso que utilizara el planeta y las
características del dibujo empleadas por Antoine
de Saint-Exupéry en su libro “El Principito”. Y
por otro lado, cuando se le explica a Apolo el
horror de la guerra, quiso que se hablara del
cuadro de Picasso, “El Guernica”, que
lógicamente, reproduje.
¿Por qué te has decidido a emplear el blanco y
negro como colores de PolitiK?
Me gusta mucho la obra de Marjane Satrapi,
“Persépolis”, su estilo de dibujo y como emplea el
color. Así que me basé un poco en su estilo a la
hora de elegir la gama de colores. Necesitaba un
tono de impacto al tratarse de un niño y sus
vivencias, así que preferí prescindir de la gama de
grises y del color e intentar expresar la idea de
PolitiK de un modo que causara en el lector, la
misma impresión que a mí me producen las
ilustraciones de “Persépolis”.
¿Por qué se eligió a un niño de cinco años como
protagonista de un cómic sobre política? ¿No
hubiera sido más sencillo explicárselo a un niño
algo más mayor?
No, precisamente se decidió que Apolo tuviera esa
edad, para que pudiera expresar su forma de
pensar con total inocencia e ingenuidad y poder
explicarle así las cosas, con más facilidad. Era
importante que Apolo no estuviera mediatizado, ni
con ideas previas, sino que fuese completamente
virgen en lo que se refiere a sus conocimientos
sobre política y sociedad. Que hilara los
conceptos complejos relacionados con la política,
con los conceptos más sencillos. Es el caso de su
comparación de la política y el circo, por
ejemplo.
Además de Apolo, en PolitiK también se
encuentran dos personajes que comparten con
él el protagonismo. Son el abuelo y la abuela.
¿Nos puedes hablar sobre estas dos figuras?
Sí, el abuelo y la abuela son figuras
imprescindibles para las respuestas que Apolo
debe recibir de sus preguntas. Además, ellos se
encargan de mantener el equilibrio para que en
ningún momento el guión caiga en demagogia ni
partidismo de ninguna clase, ya que la política es
un tema muy sensible…
El abuelo parece que está en las nubes, pero sin
embargo es muy realista, y le explica a Apolo lo
que es la realidad social “a pie de calle”, por
llamarlo de alguna manera. Sin embargo la
abuela es muy tradicional, sabe mucho sobre todo
y es más teórica a la hora de responder a Apolo.
No quiere que él se asuste ni vea lo malo de la
sociedad, prefiere ser objetiva.
¿Habrá una segunda parte de PolitiK?
¿Seguirá Apolo haciendo preguntas
incansablemente con su diccionario?
Pues… Sí. (La sonrisa de Màriam en este
momento es muy expresiva, deja muy claro la
ilusión que le hace este trabajo).
¿Volverá a hablar de política?
No. Se llamará EconomiK.
PURA CAMPOS: ACTO DE ENTREGA DE LA MEDALLA
DE ORO AL MÉRITO EN BELLAS ARTES
Por Ruth Bernárdez
El pasado 3 de Noviembre tuvo lugar en los
Museos de la Atalaya de Jerez de la Frontera el
acto de entrega de la Medalla de Oro al Mérito de
las Bellas Artes, presidido por Sus Altezas Reales
los Príncipes de Asturias.
Las Medallas al Mérito de las Bellas Artes,
concedidas por el gobierno y fueron creadas en
1969 para distinguir a personas o entidades que
hayan destacado extraordinariamente en el ámbito
artístico y cultural y colaborado al fomento y
desarrollo, así como a la difusión del arte y la
cultura y la conservación del Patrimonio Artístico.
Hasta 1992, el acto de entrega tenía lugar siempre
en el Museo del Prado de Madrid, y es a partir de
entonces que se decide realizarla cada año en una
Comunidad Autónoma diferente. En Andalucía se
ha entregado en un total de seis ocasiones, dos en
Canarias, una en Cantabria, Castilla-La Mancha,
Castilla y León, dos en la Comunidad Valenciana,
Extremadura y Galicia, y de nuevo en Madrid en
el 2000.
Este año, veinticinco personalidades del mundo
del arte recibieron sus Medallas por toda una vida
dedicada a sus diferentes áreas artísticas, entre
ellos nuestra apreciada y queridísima Purita
Campos que acudió a la ceremonia en compañía
de su marido y familiares más cercanos vestida
elegantemente en un maravilloso vestido del
modisto gallego Adolfo Domínguez.
Aunque a primera vista da la impresión de ser un
conjunto de falda y blusa, se trata de un conjunto
de una pieza de la colección del eminente
diseñador, sencillo y sin recargos que nada tenía
que envidiar a la elegancia innata de la Princesa
Letizia Ortiz que para la ocasión se decantó por
lucir un maravilloso vestido gris oscuro de Felipe
Varela con un fruncido de flores en el lado
izquierdo.
Se da la circunstancia de que solo los fotógrafos
acreditados especialmente para la ocasión estaban
autorizados para hacer fotos en el interior del
salón de actos, motivo por el cual existen pocas
fotografías del evento en las que salga Purita,
concentrados los fotógrafos en capturar
instantáneas de grandes personajes mediáticos
como la Duquesa de Alba o Chabeli Iglesias, que
recogió el premio en lugar de su padre.
Sin embargo, al finalizar la entrega, y tras la salida
de los invitados, Purita pudo hacerse una
fotografía con la Princesa a sola, con quien
intercambió algunas palabras. Letizia confesó que
algo que siempre sospechamos: de pequeña leía
las Aventuras de Esther y su Mundo, aunque no
estaba enterada de la existencia de las Nuevas
Aventuras y quedó bastante sorprendida al saber
que su heroína de la infancia tenía ahora más o
menos su edad, y prometió leer de cabo a rabo el
nuevo trabajo de la galardonada autora.
Un día que sin duda será difícil de superar…
Pura Campos: Los sentimientos
no cambian nunca
Una entrevista de Javier Mesón (www.coleccionistatebeos.blogspot.com)
Sinceramente, me siento muy afortunado de poder
haber entrevistado a una de las artistas más
importantes de éste país, estoy hablando de Purita
Campos (Barcelona, 1937), una profesional con
más de 50 años de carrera que hizo muy feliz a
toda una generación de adolescentes con las
historias de Esther, que crearía en 1971 junto a
Phillip Douglas para la revista británica Princess
Tina, bajo el título original de Patty´s world. Tres
años más tarde, en 1974, Bruguera publicaría
dichas historias bajo el nombre “Esther y su
mundo” en el semanario Lily, logrando un éxito
muy importante.
En la actualidad Purita sigue en la brecha, con la
revisión y publicación de toda la obra de Esther y
la creación de nuevas aventuras, de la mano de
Carlos Portela. Desde aquí queremos felicitarla
por la reciente obtención de la Medalla de Oro al
Mérito en Bellas Artes.
¿Cómo empezó su afición por la ilustración?
¿Cómo recuerda sus inicios en Bruguera? ¿Fue
difícil entrar en la editorial?
Llegué por casualidad, ni había pensado nunca en
hacer cómic, dibujaba moda, era ilustradora para
revistas de moda; estaba haciendo Bellas Artes,
eso es lo que hacía.
Mi hermano conoció a Manolo Vázquez, entonces
Manolo Vázquez dijo: “que venga a Editorial
Bruguera que la recibiré”, fui y él no estaba, y
salió Víctor Mora, miraron los dibujos y me dijo:
“puedes empezar mañana si quieres”. Llevaba
dibujos pero no eran de cómic, lleve una carpeta
de lo que yo hacía: retratos al natural, dibujos.
Pensé, estaré una temporadita y veré de qué se
trata esto, no tenía intención de dibujar cómic.
Fui y empecé a hacer ilustraciones para revistas,
para encabezar una historia, una carita, una
escenita pequeña, cosas así. El ambiente me
gustaba, la gente era muy amable, muy
agradable, y empecé a ver páginas de cómic por
los ilustradores de entonces, que había algunos
muy buenos. Ya me cogió mucho interés por el
cómic, empecé a aficionarme, hice muchas
amistades, empecé a comprarme cómics, a leer
revistas, a meterme en el mundo, cada vez me
gustaba más, a dibujar mejor.
Entrar en Bruguera fue muy fácil, lo difícil fue
después continuar y dibujar cómics como Dios
manda.
Estudió dos años interpretación en su juventud,
aunque su verdadera vocación era la
ilustración, ¿qué le hubiera gustado llegar a ser
de continuar con la interpretación?
Hacerlo muy bien, desde luego. Realmente la
interpretación me gustaba tanto como el cómic,
me costó mucho decidir, tenía que elegir, porque
no se puede hacer todo. Al final elegí el cómic por
las circunstancias también, porque mi familia eso
de que tuviese que actuar de actriz y volver tan
tarde por la noche en aquella época, todo eso se
miraba mucho, y al final pensé, igual me gusta
una cosa que la otra, elegiré el cómic. Siempre me
ha quedado aquella espinita, porque después,
muchos de mis compañeros han triunfado, han
sido actores buenos, han salido en la tele, pero
también estoy contenta con lo que he hecho.
Tras diez años trabajando para Bruguera, y
más tarde en la agencia Creaciones Editoriales,
propiedad de Bruguera, ¿qué le supuso iniciar
una obra como Esther y su Mundo en el año
1971?
En mi vida todo ha venido como rodado, un poco
por casualidad, yo pedí que o dejaba el cómic
(también estuve a punto de dejarlo entonces),
porque pensaba en dedicarme más a la moda.
Siempre he estado entre varias aguas, porque
todo me ha gustado, y al final tienes que decidir
por una o por la que ves que te va a ir mejor.
Era muy inseguro, te enviaban un guión ahora,
otro luego, no era un trabajo estable, entonces le
pedí a Sr. González, el director de Bruguera, que
me interesaría hacer un serial, porque te
asegurabas trabajo para dos, tres meses o cuatro
meses; eso ya me interesaba más. Me enviaron
“Esther y su mundo”, por mediación de
Creaciones Editoriales. El representante que
tenían en Londres me consiguió trabajo, junto
con un guionista, que era Philip Douglas, para
hacer “Esther y su mundo”. Lo acepté, me gustó,
leí el guión y pensé que sería como un trabajo
tirando a largo para un año. Me enganchó mucho
el guión, lo que pedía Philip y duró veinte años;
había mucho feeling, los guiones eran estupendos.
Iba cada año a Londres, comentábamos lo que
iba a pasar, había una complicidad, un poco
como pasa ahora con Carlos Portela. Es que si
no, no se puede trabajar a gusto.
¿Cuánto ha puesto de usted en las historias de
Esther?
Muchísimo, con Esther me sentía identificada.
Cuando yo tenía 13 años y pensaba en mí,
reaccionaba como Esther, me sentía muy
identificada, creo que por eso ahora se sienten
identificadas también las niñas de ahora, porque
es un modelo de personaje que retrata la
adolescencia y los problemas que tienes, que son
los problemas que tenemos siempre. Cambia el
exterior, la moda, la manera de hablar, pueden
cambiar muchas cosas, pero los sentimientos no
cambian nunca, siempre son los mismos.
Esther se convirtió en un fenómeno dentro del
mundo del cómic durante casi dos décadas,
¿hasta dónde quiere llegar con el personaje?
Nos hemos propuesto llegar hasta el final, que el
final va a ser en el libro seis (de las Nuevas
Aventuras de Esther), finalizar la historia.
Estamos elaborando los tres que quedan, más o
menos, la sinopsis para en el tercero ya cerrarlo.
Dentro del apartado gráfico, ¿cómo plantea el
concepto de cada página?
A mí lo que me preocupa más (no es que no me
guste, me gusta hacerlo, pero es un reto), es
cuando empiezo, la página en blanco, es
horroroso, qué pongo allí, a medida que empiezo
a hacer, y voy abocetando un poquito lo que va a
ser, leo el guión, ya me empiezo a animar.
Trabajo mucho, no lo hago a la primera como
muchos dibujantes, no, hago bocetos, me lo
preparo, pienso varias escenas en la misma
viñeta, como puede quedar mejor; me lo trabajo
mucho.
Sabido es su capacidad artística, ¿para cuándo
una exposición de sus obras de arte pictóricas?
Ya he hecho alguna exposición, bueno quizá
cuando acabe dentro de tres años, quizá me
dedique más a la pintura. Además tengo mis
alumnos, que he estado dando clases; tuve una
escuela (porque primeramente lo necesitaba),
después la dejé, y ahora con lo de Glénat pues ya
voy bien y no necesito darlas, pero es que las doy,
porque los quiero mucho a mis alumnos. Vienen
sola una tarde a la semana, nos lo pasamos muy
bien, hablamos de pinturas, de cosas, bueno es
como una familia, me cuesta mucho ahora
dejarlos. Este curso no he dado clase, y les
prometí que para enero, y ya veré.
En la actualidad, acude de salón en salón
recibiendo homenajes por su 50 aniversario en
el 9º Arte. ¿Qué siente ante tanto
reconocimiento?
Me emociona mucho, de verdad, trabajo ahora
porque no quiero decepcionar, de verdad, a estas
chicas que me quieren tanto. Es un compromiso.
¿Qué recuerdo guarda mejor de sus fans a lo
largo de estos años?
Tengo recuerdos muy bonitos. Hace poco vino
una chica y me empezó a explicar que de pequeña
ella me leía y que le hice psicológicamente mucho
bien. Todo eso te conmueve, personas que a lo
mejor se sentían muy solas, que tenían problemas,
enfermedades; gracias a Esther les ayudó
muchísimo, y son sinceros, me asombra, tengo
que hacerlo, no me queda más remedio.
En las nuevas entregas de las Nuevas
Aventuras Esther, ¿qué nos vamos encontrar?
Parece ser que se reencuentra con su amor de
toda la vida: Juanito Wowden, de una forma
muy especial.
Ya han llegado a un punto de no retorno, como
dicen algunas fans: “ahora sí que Esther ya es de
Juanito”. La idea ha fluido, Carlos tiene unas
ideas estupendas, y el libro tres fue muy maduro,
muy aprovechado, la idea de que Esther fuese de
Juanito, esa es la idea que tenemos todas y todos.
¿Cómo es su colaboración con Carlos Portela,
el guionista de las nuevas aventuras?
Nos conocimos en el Salón de La Coruña, en
Viñetas desde el Atlántico. Hay feeling entre los
dos, empezamos a hablar de series de televisión,
de películas, y Antonio Martín (Editor y director
de la colección de Esther), que estaba con
nosotros, pensó que quizá sería muy buen
guionista y lo acertó realmente.
¿Qué nuevos retos tiene de cara al futuro?
El futuro, no ahora, siempre, me lo programo a
cortos plazos. Por ejemplo ahora tengo que hacer
Esther, ha de salir toda la Esther clásica, que
saldrán quizá hasta unos veinticinco libros (acaba
de salir el tomo 14 ahora), tengo para dos o tres
años, con las nuevas lo mismo. Y no me quiero
programar más, porque creo que no es
conveniente, lo he hecho siempre, siempre a
cortos plazos de un año, de dos, a menos que
saliese algo que fuera extraordinario. Para mí
esto es algo extraordinario ahora. Cuando eres
muy joven, que empiezas, sabes lo que quieres o
tienes idea de que quieres ser esto, lo otro, yo ya
sé lo que soy; entonces ya me voy programando a
plazos cortos.
¿Cómo le gustaría ser recordada dentro del mundo
del cómic?
Después de éste boom de Esther, imagino que voy a
ser recordada, antes no, aunque salió durante tantos
años aquí, pensaba que ya nadie se acordaba o se
acordarían poco, pero ahora con este boom, supongo
que sí, que me recordarán. Gente a lo mejor que ni me
miraban, ahora me miran con otro interés, bueno,
pues mira, gracias.
AS DE DAMAS, PURITA CAMPOS: Pequeño reflejo de la
vida y obra de una gran autora de cómics
Por Antonio Martín
La vida es un tejido de casualidades, pequeños
acontecimientos y hechos aparentemente triviales
que se entretejen, sucesos a los que nadie da
importancia y resultan ser trascendentes… y
momentos trascendentes que el tiempo acaba
reduciendo a la categoría de banales. Así ha sido
siempre. Recordemos el viejo proverbio chino
según el cual el poder de las alas de una mariposa
se puede percibir al otro lado del mundo o, dicho
de forma más literaria, resumamos con Lorenz
que: “el aleteo de una mariposa en Brasil puede
provocar un tornado en Texas…”
…Solo así puede valorarse el modo en que
cambió la vida de Purita Campos por un simple y
casual encuentro de su hermano Juan con Manuel
Vázquez.
Cuando era una jovencísima veinteañera con
vocación artística, Purificación Campos llevaba ya
varios años estudiando dibujo y pintura en la
Escuela de Arte de la Llotja. Desde los catorce
años hacía apuntes de desfiles de modas, hasta
encontrarse dibujando figurines para varias
modistas de Barcelona; y más tarde creando
modelos y colaborando en las revistas de moda
Dames de France y Carnet Elegante. Durante un
par de años estudió interpretación en el barcelonés
Instituto del Teatro, lo que la ayudó a vencer la
timidez y le dio mayor soltura, pero su vocación
se orientaba día a día, decididamente, hacia la
ilustración. Podía llegar a ser una gran diseñadora
de moda o quizá se dedicaría a tiempo total a la
pintura… Todo era posible y nada estaba definido,
aún.
Y es entonces cuando el “efecto mariposa”
cambió la vida de Pura Campos que, en 1959 y
debido al encuentro puramente casual de su
hermano con el gran Vázquez, se encontró de la
noche a la mañana trabajando para la Editorial
Bruguera y dibujando historietas, lo que le dio un
cambio de orientación trascendente a su vida,
hasta el punto de determinar de manera radical su
obra de los siguientes veinticinco años. Y su
conversión en una de las dibujantes más
importantes del panorama del cómic internacional,
autora de obras de primera línea, creadora de la
serie Esther y su Mundo editada y leída en más
de quince países, con un trabajo artístico de estilo
muy definido y con una personalidad tan acusada
que ha convertido su firma en marca: Purita
Campos.
Si hay algo seguro, más allá del azar o la
casualidad es que 2005/2006 fue el nuevo gran
momento de esta gran dama del cómic español. La
recuperación de la serie Esther y su Mundo
puesta en marcha por Ediciones Glénat, la
publicación de Gina, Jana o Heidi por la misma
Editorial, las Nuevas Aventuras de Esther, las
recientes Exposiciones que se han dedicado a la
obra de Purita Campos en Gijón, Getxo,
Barcelona, los múltiples premios recibidos, entre
ellos La Medalla de Oro al Mérito de las Bellas
Artes, han focalizado la atención de los medios en
la figura de Purita Campos, que si bien siempre ha
sido importante, ahora se ve convertida en figura
de máximo interés, una autora de prime time.
Pero nada de esto es gratuito. El que el
reencuentro de los lectores con la obra de Purita y
el redescubrimiento de la misma por los teóricos y
críticos del medio constituya uno de los grandes
acontecimientos del cómic español del momento,
se articula y se alza sobre el trabajo de más de
treinta y cinco años, durante los cuales la autora
ha creado muchos miles de páginas de cómics,
muchos cientos de ilustraciones en negro y en
color, cientos y cientos o quizá miles de cubiertas
en color, chistes, ilustraciones de cuentos
infantiles, postales, comic strips de prensa, etc. Y
en paralelo mucha pintura al gouache, a la
acuarela y sobre todo con colores acrílicos y en
ocasiones al óleo, de temática libre, escenas del
natural, paisajes, muchos retratos, momentos
costumbristas… Y también bastantes obras
realizadas mediante la técnica de la litografía,
difícil y muy valiosa expresión artística que
comparte con su marido, Francisco Ortega, y a la
que Purita Campos ha dedicado tiempo y trabajo
hasta configurar una colección de obras que no
por ser poco conocidas del gran público tienen
menor importancia que su pintura o su gran obra
como historietista.
Tras su ingreso en las filas de los dibujantes
agrupados en torno a la Editorial Bruguera y a su
agencia Creaciones Editoriales, Purita Campos
trabajó primero para los tebeos Can Can, Sissi,
Blanca, As de Corazones, Celia, Dalia y otros
más, en los que hizo sus primeras armas como
dibujante de historietas. Gracias a estos trabajos se
fogueó y adquirió el oficio de la historieta y poco
a poco definió su estilo gráfico. Purita Campos
recuerda sin nostalgia estos primeros años de
trabajo y dice que la historieta romántica era un
género que no le gustaba demasiado: @Yo
siempre lo encontré muy falso y estúpido. No era
humano (…) Claro, yo empezaba y necesitaba
trabajar”. Y pronto trabajó también, durante
muchos años, calladamente, para las revistas de
cómics de otros países, especialmente y sobre
todo para Inglaterra, aunque con el paso de los
años y el desarrollo de su carrera profesional
dibujase también, de forma expresa, para
editoriales de Holanda, Bélgica, Alemania y los
países nórdicos. Fueron años de mucho trabajo,
poco conocido, no siempre bien valorado, años en
fin de formación. Esa formación que en los
creadores se compone en una ínfima parte de
inspiración y en su noventa por ciento de trabajo,
trabajo y trabajo.
Su autoexigencia y la base de dibujo que le
proporcionaron los años de estudio en la Llotja y
el duro aprendizaje que supuso dibujar tantas
historietas de consumo, hicieron madurar su estilo
de dibujo y sus capacidades como historietista.
Fue entonces, en 1971, después de una década
larga dibujando para los tebeos españoles y
muchos años para las revistas juveniles inglesas
para niñas, cuando Purita Campos inició su obra
más importante y la que le ha dado fama y
renombre. Y hay que destacar que esta obra llegó
a sus manos un poco por sorpresa, cuando Purita
estaba, como ella misma recuerda, “harta de
ilustrar constantemente el mismo tema romántico
y decidida a dejar el cómic”. Justamente entonces
llegaron a sus manos las primeras páginas del
guión de una nueva serie de cómic que los
editores ingleses querían editar para su revista
Princess tina, y para la que ya habían probado a
varios dibujantes de Creaciones
Editoriales/Bruguera sin quedar satisfechos de los
resultados. La serie era “Patty’s World”, más
conocida en España como Esther y su Mundo.
El autor del guión y creador literario de
Patty/Esther era el guionista británico Philip
Douglas, quien supo tejer una historia “diferente”
por ser más real y menos empalagosa que las
clásicas historietas románticas de chico busca
chica, se enamoran, se pelean, se reconcilian y la
inevitable boda… Con Esther nuestra autora se
enfrentó a una historia basada en una protagonista
de 13 años, tímida e insegura, que está iniciando
el camino vital hacia la juventud y la madurez a
través de las mil y una pequeñas aventuras de la
vida diaria; en cierto modo y utilizando
planteamientos literarios puede decirse que Esther
es una historieta de iniciación y aprendizaje… Por
su parte, Purita Campos ha recordado que “Desde
el primer episodio me sentí identificada con la
protagonista, pues me recordaba a mí misma
cuando yo tenía esa edad: su timidez, sus ilusiones
y sus frustraciones”.
Y fue esa identificación de la autora con su
personaje lo que sin duda hizo que la creadora
gráfica de Esther/Patty diera lo mejor de sí misma
y realizase durante 17 años su obra más
importante en el campo del cómic. Y también que
la serie, más allá de la categoría de historieta de
género y de la inevitable condición de Esther
como “heroína de papel”, captase a numerosos
lectores. Uno de los principales motivos para
lograrlo es que Purita Campos y Philip Douglas
marcharon siempre unos pasos por delante de los
intereses de sus lectoras, al menos en nuestro país
y en lo referido a la situación sociológica de la
juventud española, ya que Esther y su Mundo
planteaban nuevos modelos de comportamiento y
una tímida pero muy real rebelión femenina
respecto de los roles tradicionales atribuidos a la
mujer.
En España, Esther se publicó a partir de 1974 en
los tebeos de la Editorial Bruguera, primero en
Lily y más tarde en el tebeo-revista Esther, en
Joyas Literarias Juveniles y después en una
cadena de reediciones sin cuento: Joyas
Femeninas Selección, Súper Joyas Femeninas,
Esther formato bolsillo, Súper Esther formato
bolsillo, Famosas Novelas Serie Azul, Lo Mejor
de Esther, el Gran Libro de Esther y su Mundo y
en otros muchos más tebeos y publicaciones de
Bruguera, nacidos para aprovechar y explotar al
máximo el éxito de Esther, que no solo fue la
protagonista de su serie de historietas sino que
también sirvió a Bruguera para vender otros
tebeos, hacer publicidad de productos
comerciales, presentar páginas de moda, dar
recetas de cocina, patrocinar concursos de dobles,
encabezar páginas de consejos, etc.
A partir del éxito de la serie, e inversamente
proporcional al aumento de las ventas de los
tebeos de Esther, disminuía la imaginación y la
creatividad editorial y Bruguera trabajaba peor y a
destajo, lo que hizo que la edición empeorase
progresivamente aunque mejorase el papel y la
maquinaria gráfica. La desmejora se reflejó
progresivamente en las ediciones de los años 70 y
80, en las que las páginas de cómic creadas por
Purita Campos para la edición en blanco y negro
se coloreaban cada vez peor y de forma más
mecánica, las historietas eran censuradas por la
editorial, las páginas se remontaban rompiendo la
unidad narrativa original y los episodios de la
serie se repetían una y otra vez en reediciones mal
cuidadas, en las que Bruguera –que en sus últimos
veinte años se convirtió en una simple fábrica de
tebeos- amontonaba desordenadamente de
cualquier manera páginas sobre páginas de
historietas para hacer dinero rápido, sin respeto
alguno hacia los autores y hacia sus lectores. Así
hasta la caída y hundimiento de la editorial en
1986. Pese a todo, las mediocres ediciones de
Bruguera no pudieron desanimar a las lectoras y
lectores de Esther y su Mundo, que siempre han
mantenido su fidelidad hacia la protagonista de
esta serie, en la que muchas veces veían reflejadas
sus aspiraciones.
Paralelamente al trabajo con Esther y su Mundo,
y a partir del éxito de su principal obra, Purita
Campos dio vida gráfica a otras series de cómics:
Gina, realizadas sobre guiones de Frank Elliot
seudónimo de Francisco Ortega, primero
publicadas en España por Bruguera en la revista
del mismo título (1978) y después en Inglaterra y
otros países. Tina, creada e n 1975 para la revista
holandesa del mismo título con guiones de
Andries Brandt y publicada en España en la
revista de historietas Jana (1983) de la editorial
SARPE, con una duración de varios años y la
edición, incluso de álbumes. Dulce Carolina, que
realizó en 1989 con guiones de Francisco Ortega,
en un intento de crear una serie propia de comic
strips con protagonista infantil que pudiera
venderse en diferentes países, pero que solo se
publicó en TBOP de Ediciones B. Y aún tuvo
tiempo y ganas para realizar adaptaciones de obras
literarias al cómic, como por ejemplo Heidi y Otra
vez Heidi. Al mismo tiempo, y durante una
veintena de años, Purita Campos dibujó
numerosas ilustraciones y realizó muchas
cubiertas en color para las revistas de cómics
británicas, para la holandesa Tina, para la alemana
Biggi, para los tebeos de Bruguera y más tarde de
Ediciones B, e ilustró cuentos infantiles…
Y no hay que olvidar que durante toda su carrera y
muy especialmente desde que en 1988 dejó de
dibujar la serie Esther y su Mundo, Purita
Campos se ha dedicado a pintar. Y no solo eso,
también creó, dirigió y animó, en compañía de su
marido, una Escuela o Taller de Pintura, que
durante años ha tenido numerosos alumnos, que
han podido aprender de la capacidad artística que
ambos suman. No es casual que en 1988 Pura
recordase sus inicios como estudiante de Bellas
Artes en la Llotja y dijese: (…) quisiera poner más
fantasía en mi obra [pictórica]. Siempre he
practicado el retrato, al que cada vez me tengo que
dedicar con más frecuencia a causa de los
encargos. Y sucede que el retrato es incompatible
con la pintura libre”.
Se puede incluso afirmar que en la actualidad
Purita Campos es más pintora que historietista,
por más que ello sea inexacto dada su permanente
curiosidad y su gran capacidad de trabajo y
disciplina que le permiten diversificar su actividad
artística, siempre con resultado positivo. He aquí
el por qué es necesario, con la concesión de esta
Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes,
prestar atención tanto a las obras que ha realizado
en el campo del cómic como a su producción
pictórica. Solamente la visión amplia y conjunta
de los diversos campos a los que Purita abre su
actividad puede darnos una imagen completa y
cabal de la importancia de esta artista, más allá de
los límites temporales, del género y de la técnica.
Como colofón, recojo en síntesis las palabras de
Armando Matías Guiú: “…Purita. Purita Campos.
O Pura Campos, que los diminutivos pierden
validez con el tiempo, aunque para mí siempre
será Purita Campos como me acostumbré a
llamarla en los primeros años de Bruguera,
cuando era una chica tímida que te miraba con sus
grandes ojos como si no te entendiera, aunque sí
que te entendía, pero que era su defensa ante el
mundo masculino que la rodeaba. Campos dibuja
chicas para chicas jóvenes, su personaje es real, es
una chica que puedes ver por la calle, que tiene
personalidad, una cierta elegancia y unos enormes
deseos de vivir. Y sus aventuras quizá sean más
reales porque son irreales, ya que el guión lo
escribe un hombre que idealiza esa chica que todo
hombre suele llevar dentro, pura fantasía, y Purita
lo vierte en imágenes y da realidad al personaje”
(en Bruguelandia, núm. 25, 1983).
Este es el mayor y definitivo triunfo de Purita
Campos: haber dado vida y carne a un personaje
de papel que ha sido lectura de las niñas de
muchos países y culturas diferentes, haber logrado
que Esther fuese real, o lo pareciera, para una
generación española que despegaba desde la gris
monotonía y el tiempo estancado del franquismo y
que en las páginas de Esther y su Mundo encontró
una formulación nueva de su imaginario
sentimental y motivaciones para un cambio de
mentalidad y vida. Quizá esto pueda parecer algo
excesivo, pero es un hecho la permanencia a
través del tiempo de muchas de las lectoras y
lectores de Esther, que hoy han constituido una
comunidad en internet como homenaje a Purita
Campos y en recuerdo vivo de Esther.
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LA BIBLIOTECA
Por Darthpitufina
¿Es la vida justa? La mayoría de las religiones nos
ha hecho pensar que las buenas obras generan
recompensas espléndidas. ¿Y qué sucede cuando
uno se salta las normas y se porta mal? David
Safier nos desvela una hipótesis divertida en su
libro Maldito Karma, una novela en la que el
peso de las acciones puede llegar a ser
directamente proporcional con la masa corporal y
la capacidad de acción y reacción de un ser
pensante.
El libro, escrito en primera persona, nos acerca a
la vida de una presentadora de televisión alemana,
Kim Lange. Acompañando a la protagonista a lo
largo de su jornada, veremos que no se trata de un
ser humano ejemplar: descuida a su hija y no le
concede suficiente tiempo –de hecho, prefiere ir a
recoger un premio que le han otorgado en una gala
televisiva que celebrar el cumpleaños de su niña,
ha filtrado información falsa sobre una compañera
a fin de robarle el puesto de trabajo, y le es infiel a
su esposo, Alex.
La trama arranca con la absurda muerte que
sorprende a la estrella televisiva (un lavabo de una
estación espacial rusa cae sobre su cabeza). A
partir de aquí es cuando comienza la aventura.
Porque la consabida luz llega, y sin embargo, no
es el final. Kim despierta con una cabeza enorme,
un abdomen tremendo, seis patas y dos antenas
larguísimas: en su vida anterior ha acumulado
suficiente karma como para renacer convertida en
hormiga.
Una vez asumida la idea de que la reencarnación
existe, Kim empieza a darse cuenta de lo arpía que
ha sido a lo largo de su vida anterior, aunque no
está muy de acuerdo con las condiciones de su
nueva existencia. Su jornada laboral es exhaustiva
y consiste en recoger restos de comida en el
jardín de su antigua casa, intentando esquivar
todos los peligros existentes - léase niños que se
entretienen quemando hormigas armados con
lupa, o bien evitar encontronazos con arañas
hambrientas-. Desde esta inusual perspectiva, Kim
nota que su amiga Nina se está tomando mucho
trabajo en consolar a su marido Alex y en ganarse
a su hija. Nuestra hormiga favorita decide que
tiene que hacer algo por recuperar a su familia,
aunque siendo un insecto se encuentra con ciertas
dificultades logísticas. Tendrá que acumular buen
karma para ir ascendiendo en la escalera de
evolución hasta reconquistar su puesto en el
corazón de su pequeña y de su viudo… en la
forma que sea.
De hormiga a conejillo de indias, de conejillo a
vaca en Canadá, Kim se dará cuenta de que esto
de reencarnarse cuando se tiene una meta trae
muchos más quebraderos de cabeza de lo que
parece.
No obstante, no está sola en su búsqueda de la
felicidad; le ayudará sin ánimo de lucro kármico
una hormiga que se presenta a sí misma como
Giacomo Girolamo Casanova, y en el camino se
producirán algunas situaciones comprometidas e
hilarantes a partes iguales.
Esta novela es el debut de su autor, David Safier,
quien trabajaba como guionista en la televisión, de
ahí que se refleje su ambiente con tanta
verosimilitud. Ha sido todo un éxito en Alemania,
Italia y Francia. Ya se ha editado su segundo libro,
“Jesús me quiere”, en el que una chica que ha
tenido bastante mala suerte en su vida sentimental
conoce a un carpintero amable, cariñoso,
desinteresado… un tal Jesús, que le confiesa que
es el mesías en la primera cita.
El estilo ameno y ágil con que escribe Safier hace
que su libro se lea con facilidad; lenguaje directo,
personajes creíbles y una historia original y
efectiva que consigue que no te despegues de sus
páginas.
Aunque la historia toca temas que suelen ser tabú
– muerte, religión- , su enfoque humorístico
consigue que no resulte pesada ni ofensiva. No la
consideraría la novela del año, pero sí una buena
opción de entretenimiento para leer en el metro o
para desconectar de la rutina.
Osamu Tezuka: Dios del Manga
Un artículo de Elphaba
Todo arte tiene sus figuras míticas, sus
precursores, sus padres, o como queramos
llamarlos, y el noveno arte no va a ser menos.
Aquí en Europa, mientras que en Bélgica se rinde
homenaje al gran Hergé entre otros destacados del
género (ver el reportaje sobre su museo en
Bruselas en el número de Julio de esta revista), en
España tenemos una auténtica leyenda viva que es
Ibáñez, aunque en este caso no podemos decir que
se le reconozca oficialmente como es debido.
Japón, por su parte, dispensa honores y merecido
tributo a los creadores de un arte que es una de sus
señas de identidad cultural. Si el manga japonés
tal y como lo conocemos hoy tiene un padre, ese
es Osamu Tezuka, al que allí apodan Dios del
Manga.
Osamu Tezuka modeló un estilo de cómic con
unas características propias, que no solo
redefinieron las pautas y crearon escuela dentro de
su país natal, sino que ha servido de inspiración y
de referencia para los autores de cómic de todo el
mundo. No hay artista, aficionado o experto en
cómic que no admire el inmenso talento de este
hombre, y si no lo admira es porque aún no ha
tenido el placer de conocer su trabajo.
Tezuka nació en 1928 en una pequeña ciudad
cerca de Osaka, en el seno de una familia normal
y corriente, pero con un gran amor por la cultura
que fomentaron en sus tres hijos. Su padre tenía
como hobbies el cine y la fotografía, además de
ser un apasionado de las historietas (que él mismo
había dibujado antes de casarse), mientras que su
madre inculcó a su hijo mayor la afición por el
teatro, particularmente por el Takarazuka Revue,
una exitosa compañía formada íntegramente por
mujeres, que aún continúa en activo en la ciudad
de Takarazuka.
El talento de Tezuka comenzó a hacerse notar
desde bien temprano y, a pesar de que en sus
primeros años escolares sufrió maltrato por parte
de sus compañeros, ya con siete años sus
pequeños mangas y sus postales ilustradas se
hicieron muy populares tanto entre los niños como
entre los profesores de su escuela primaria.
Dibujo realizado por Tezuka a los 9 años y autorretrato a los 13 años
Lector empedernido y devoto de la animación y
de las artes escénicas, paralelamente a su
desbordante habilidad para el dibujo mostraba un
gran talento para imaginar y contar historias. Las
figuras que más admiraba y que más le influyeron
posteriormente fueron el historietista
estadounidense George McManus, el pionero de la
animación Max Fleischer (“padre” de Betty Boop)
y Walt Disney. Fue de ellos de quienes tomó la
característica de los grandes ojos de sus
personajes, rasgo que más tarde se convertiría en
una seña de identidad del manga.
La dureza de la Segunda Guerra Mundial irrumpió
en su adolescencia, pero eso no le impidió seguir
con su pasión artística, y con dieciocho años
comenzó a simultanear sus primeros trabajos en
este campo con los estudios de medicina. La
medicina fue en su caso vocacional, influido por
la profesión de su abuelo materno y por la propia
experiencia de una grave enfermedad que casi le
hizo perder ambos brazos. Sin embargo, a pesar
terminar sus estudios, no llegó a ejercer nunca
como médico, aunque es algo que sirvió de
inspiración en repetidas ocasiones para su otra
vocación, la que afortunadamente sí siguió,
llevando el mundo de la medicina a la viñeta en
algunos de sus mejores trabajos.
Página de "Tetsuwan Atom", también conocido como "Astroboy"
Su primer gran éxito le llegó a los veinte años con
el libro para niños “La nueva isla del tesoro”
(editado en España por Glénat), del que se
vendieron 400.000 copias. Una cifra colosal para
esa época. Tras ese logro, a principios de los 50
llegaron sus primeros personajes míticos: Kimba,
el emperador de la jungla, que narra las aventuras
de un joven león blanco, primero de sus
personajes en serializarse, y Tetsuwan Atom,
conocido en occidente como Astroboy,
probablemente su personaje más entrañable y
conocido.
En 1953 se traslada a Tokio, viviendo
inicialmente en el apartamento Tokiwaso, célebre
porque en él residieron en sus comienzos
numerosas figuras jóvenes del mundo del manga.
En esa época fue perfilando su estilo peculiar, que
luego se hizo extensivo a todo el género manga,
caracterizado por su narración cinematográfica, el
movimiento de sus viñetas y el uso frecuente de
líneas cinéticas, efectos de expresión y
onomatopeyas.
Siendo un trabajador incansable, su obra se
compone de unos 700 manga y de 150.000
páginas. Para llevarlo a cabo, en sus estudios de
Tezuka Producciones implantó una novedosa
organización sistematizada del trabajo, con
catálogos numerados de efectos, fondos y tipos de
líneas, diseñado por él mismo, de forma que todos
sus asistentes pudieran saber exactamente qué es
lo que Tezuka tenía en mente que plasmaran.
Catálogo de líneas para viñetas
Mientras su popularidad subía como la espuma y
la actividad de sus estudios aumentaba sin cesar,
se las apañó para presentar su tesis de
investigación ante la Universidad Médica de Nara
y obtener un doctorado en medicina a los 31 años.
En su increíblemente prolífica carrera ha tocado
absolutamente todos los géneros, desde los más
infantiles con los que comenzó, hasta los dramas
más serios. Persiguió incansablemente el
reconocimiento del manga, denostado por los
sectores más conservadores y más cultos, como
forma de entretenimiento válida y de calidad para
niños y adultos.
Página del manga "Adolf"
Sus magníficamente bien documentados contextos
científicos e históricos, sus tramas realistas, sus
adaptaciones de clásicos occidentales, e incluso
argumentos filosóficos, todo contribuyó en gran
medida a hacer del manga un género artístico
admirado y referente a nivel mundial, con obras
maestras como “Adolf”, las andanzas del cirujano
“Black Jack” o la ideológica “Fénix (Hi no Tori)”,
que resultaría ser la obra de su vida, ya que
empezaría a trabajar en ella en 1959 y quedaría
inacabada a su muerte. En todos ellos supo
imprimir su optimismo y sus propios valores de
amor por la naturaleza, pacifismo e igualdad,
incluso en sus piezas más crudas y duras.
La obra de Osamu Tezuka destacó también por la
compleja humanidad de sus personajes, y sobre
todo por sus figuras femeninas fuertes e
inteligentes, como la heroína infantil de “La
Princesa Caballero (“Ribon no Kishi”), influencia
directa de su admiración por el teatro femenino de
Takarazuka Revue.
Pero siendo como fue un hombre inquieto y
apasionado de las técnicas de movimiento, además
de trabajar para la Toei Animación, creó dentro de
sus estudios la sección de animación que pasaría a
llamarse Mushi Producciones con la que adaptó
las aventuras del pequeño Atom (Astroboy) a la
primera serie animada de la televisión japonesa de
la historia en 1963, mientras que las andanzas del
león Kimba se convertirían en la primera serie
animada en color.
Equipo de los Estudios Mushi Producciones
Dentro de esta disciplina experimentó todos los
campos y fue un gran innovador. Su versión para
cines de las aventuras de Kimba resultó premiada
en el Festival de Cine de Venecia en 1967, y más
tarde colaboró como experto para los estudios
Disney que tanto idolatró, y a los que varias
décadas más tarde, tras la muerte de Tezuka, se
acusaría con argumentos más que razonables de
plagiar al querido león Blanco con el famosísimo
“Rey León”. Ironías de la vida.
Sin duda la influencia de Osamu Tezuka marcó
pautas importantísimas en el cómic y la animación
en todo el mundo, y Japón así lo ha sabido
reconocer con el cariño que se le profesa a la obra
de este “Dios del Manga”.
En la vecindad de Takadanobaba en Tokio, justo a
la salida de la estación del mismo nombre,
podemos contemplar un fantástico mural con
muchos de los personajes más queridos del
universo Tezuka, como homenaje al pequeño
Atom, nacido de la pluma del maestro en 1952,
pero cuya creación imaginó en dicho barrio en
2003.
Sin duda cualquier admirador suyo que se precie
intentará peregrinar a su región natal de Kansai
donde queda más que patente el orgullo por su
hijo predilecto. Nada más acercarnos a la moderna
estación central de Kioto la decoración urbana nos
avisa de algo.
Y es que en su interior se encuentra el magnífico
reloj con diseño inspirado en el Fénix de “Hi no
Tori”, y en una de las alas del inmenso edificio
hay una reducida muestra conmemorativa del
maestro.
Los paneles y los banderines de Atom, Kimba,
Black Jack y la Princesa Caballero nos dan la
bienvenida al recinto, que no es sino un aperitivo
del Museo de Manga Osamu Tezuka en la ciudad
de Takarazuka.
Aquí en Kioto caeremos gustosamente en la
tentación de hacernos fotos con sus personajes
infantiles más famosos y de comprar algún que
otro souvenir en la pequeña tienda de regalos.
Pero además, tendremos la ocasión de hojear su
obra y ver alguno de sus cortometrajes de
animación en los pases periódicos que ofrece la
exposición.
Sin duda un paseo breve, pero que sirve de
aperitivo para hacer el viaje hasta el Museo
Osamu Tezuka en la tranquila ciudad que le vio
crecer.
La figura del singular edificio que le da cobijo
resulta inconfundible, más aun en cuanto
alcanzamos a ver la escultura del Fénix y las
“huellas” dejadas por las estrellas de sus manga
(incluido el mismo Fénix).
Con los lemas de amor a la naturaleza y respeto a
la vida, y con el deseo de dar esperanza y sueños a
los niños que serán los adultos del futuro, el
museo comprende varios espacios repartidos entre
las tres plantas y el jardín.
La decoración del lugar hace las delicias de los
admiradores de su característico dibujo,
especialmente los más pequeños, que pueden
disfrutar entre otros lugares con la cafetería-jungla
de Kimba.
La exhibición ofrece además interesante
documentación sobre la historia del noveno arte y
de la animación en Japón, además de un completo
recorrido biográfico por la densísima vida y
carrera profesional de Osamu Tezuka.
Su biblioteca, salas de proyecciones y diversas
exposiciones temporales no dan cabida al
aburrimiento en este museo, pero lo que sin duda
puede resultar más interesante es el taller de
animación que permite al visitante sentarse y
realizar su propia obra de animación,
“supervisado” por el simpático animatronic del
maestro, con sus inconfundibles boina y gafas,
que cada cierto tiempo cobra vida e interrumpe su
actividad para dirigirse a los presentes.
El gran Osamu Tezuka falleció de cáncer de
estómago en 1989, a los 60 años de edad. El
maestro que se ganó el prestigio mundial y el
corazón de los japoneses murió tal como había
vivido: siendo un trabajador incansable hasta el
final, y con un profundo amor por lo que hacía.
Larga vida a su legado.
Fotografías:
http://tezukaosamu.net/en/index.html
Eric Bresler
http://www.flickr.com/photos/otakuunite/tags/osamutezukamangamuseum/
EL INVIERNO DEL DIBUJANTE
Ruth Bernárdez
Recién salido y ya disponible en las librerías se
encuentra el último trabajo del valenciano Paco
Roca, ganador del Premio Nacional de Cómic
hace dos años con Arrugas. El Invierno del
Dibujante es una novela gráfica centrada en la
historia de la editorial Bruguera en medio de la
España franquista de los años cincuenta, y en
especial en la vuelta de los dibujantes que dejaron
la editorial para fundar una revista independiente,
Tío Vivo.
Paco Roca asegura haber buscado la historia
debido a su interés por saber más sobre los autores
de aquellos cómics (entonces llamados tebeos)
que leía en su infancia: Escobar, Cifré, Peñarroya,
Victor Mora, Giner, Conti, Vázquez, una
generación de dibujantes y guionistas que
considera irrepetible.
También retrata el peso de Rafael González en
Bruguera. Guionista, director artístico,
coordinador editorial, y director de la publicación,
todo pasaba por sus manos antes de ver la luz.
González había sido contratado por Francisco
Bruguera para recobrar la cabecera de Pulgarcito y
fue el quien reunió un elenco de jóvenes autores
para hacer de los comics de la época un producto
de alta calidad. Creó o fue guionista de El
Reporter Tribulete, El Inspector Dan o Canuto,
entre muchos otros.
Poco a poco vería sus responsabilidades en la
empresa incrementadas hasta el punto que fue
responsable de autorizar y revisar cualquier nuevo
proyecto o personaje. Como editor de cierre,
revisaba todos los textos publicados en revistas
como Pulgarcito, DDT o el Campeón y se le
considera autor de los arcaicos términos que
caracterizaron las historietas de la época, lo que le
acarreó esa fama de tirano y censurador con la que
sería recordado en el futuro, y sin embargo, es
responsable también de toda esa calidad y de la
llegada de nombres como Victor Mora o González
Ledesma a la redacción. Rafael González trabajó
en Bruguera desde 1946 hasta 1978 e Ibáñez creó
la frase que le define perfectamente: “Bruguera
era él”. Por lo tanto no es extraño que Paco Roca
le dedique gran parte del peso del principio de su
obra.
Según el autor, le habría gustado trabajar en
Bruguera. Se leyó todo lo escrito por Antoni
Guiral respecto a las publicaciones de Bruguera y
se entrevistó con algunos de los dibujantes de la
época que aún viven.
El Invierno del Dibujante comienza con el regreso
“a casa” de Josep Escobar, autor de Zipi y Zape,
de Eugenio Giner, autor del Inspector Dan, de
Conti, creador de Carioco, de Cifré, responsable
del Reportero Tribulete, y de Peñarroya, padre de
Don Pío, que dos años antes, cansados de trabajar
mucho y cobrar poco o de no cobrar por sus
derechos de autor, se convierten casi oficialmente
en “los disidentes” de Bruguera y crean su propia
revista, TIO VIVO. Sin embargo el proyecto
fracasa estrepitosamente y han de regresar a su
antigua empresa. Tiempo después, Tío vivo
volvería ser publicado por Bruguera.
Explica Paco Roca: “Fue un hecho sin
precedentes a nivel mundial. Que en la España
franquista cinco autores decidiesen arriesgarse
así, creando su propia revista. Buscaban por un
lado la libertad creativa y por otro, luchar por lo
que era suyo, por sus personajes. Si Bruguera se
estaba haciendo rico con su trabajo, ellos también
querían hacerse ricos" (Entrevista para El Mundo,
19-11-2010). “Hay muy pocas fotos de Bruguera
de aquella época. Vamos recuperando ahora poco
a poco la memoria histórica. Bruguera fue la
editorial más importante en cultura popular en
nuestro país, era inmensa, con oficinas en
Hispanoamérica, editaba cómics, libros, cromos...
Llegaron hasta a dibujar novelas clásicas. Pero
no sabemos prácticamente nada de lo que pasaba
dentro.
Lo cierto es que la salida de El Invierno del
dibujante ya se espera con expectación. Quizá
para saber más de esos entresijos interiores de
Bruguera, donde Rafael González se paseaba por
las mesas de la redacción tachando caricaturas y
censurando chistes, según se dice.
El planteamiento de la historia no sigue un
determinado orden cronológico, y aunque
comienza en el invierno de 1959, salta adelante y
atrás en el tiempo, visitando desde 1957 hasta
1979, quizá porque su información también le
llegaba así, con cuentagotas y desordenada en el
tiempo, lo cual no afecta al planteamiento.
Os dejamos las primeras páginas de El Invierno
del dibujante, cortesía de la Editorial Astiberri
para que juzguéis vosotros mismos.
EL EXPOCOMIC EN BREVES
Alfonso Zapico nos invita a conocer “Café
Budapest”
Tras Expocómic, la muestra viajará a la sede
madrileña de Casa Sefarad-Israel.
Madrid, 15 de noviembre de 2010. 1947. Después
de la devastación de la II Guerra Mundial, el
joven violinista Yechezkel Damjanich emigra a
Jerusalén con su madre para ser acogido por su tío
Yosef, que regenta el Café Budapest. Huyen de
los horrores vividos, descubriendo un nuevo
mundo de charlas y tertulias multiculturales y
animadas. Pero siguen siendo tiempos duros para
todos… El Salón Internacional del Tebeo de
Madrid ─ Expocómic 2010 dedica una
retrospectiva al maravilloso “Café Budapest” de
Alfonso Zapico, espectacular exposición de
originales que pretende crear un clima de
concordia y humanidad al tiempo que regala una
serie de imágenes de gran belleza y armonía
grabadas a fuego en la retina. Tras pasar por
Expocómic, la muestra se trasladará a la sede
madrileña de Casa Sefarad-Israel (Palacio de
Cañete. Calle Mayor, 69), co-organizadora de la
retrospectiva.
Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). El
asturiano es uno de los grandes nombres a seguir
dentro de nuestra industria del cómic.
Comprometido, delicado en su arte, capaz de
fundir texto e imagen con sorprendente
naturalidad y eficacia, los primeros en apreciar la
calidad de su trabajo fueron nuestros vecinos
galos, que publicarían “La guerra du professeur
Bertenev” en 2006. Al año siguiente vería la luz
en España de la mano de Astiberri el “Café
Budapest” que centra nuestra exposición, volumen
que se alzó con el Premio Haxtur al Mejor Guión.
Actualmente reside en la famosa Maison des
Auteurs, donde disfrutará de la buena vida
artística hasta 2011 gracias a la merecida beca
otorgada por el Festival de Angoulême en
reconocimiento a “Dublinés”, biografía del
legendario James Joyce. Colaborador gráfico
habitual de múltiples editoriales y periódicos
como La Nueva España, Zapico se hizo con el
Premio Toutain al Autor Revelación en el último
Salón del Cómic de Barcelona.
Expocómic y el producto nacional
Sequeiros y Martín Saurí cierran el catálogo de
exposiciones.
Madrid, 25 de noviembre de 2010. El Salón
Internacional del Tebeo de Madrid ─ Expocómic
2010, siempre en apoyo del producto nacional,
presenta en esta ocasión dos nuevas exposiciones.
En primer lugar, Santiago Sequeiros nos seducirá
con “Ontología” ─literalmente, la parte de la
metafísica que trata del ser en general y de sus
propiedades trascendentales─, un paseo por la
obra de este genio inclasificable a través de su
trabajo para el entorno de la historieta y la prensa
gráfica de nuestro país. Por otro lado, podremos
disfrutar de una fragorosa muestra de originales de
José María Martín Saurí para “Arturo. El
único y futuro rey”, espectacular volumen nacido
de sus lápices a partir de la conocida leyenda
imperecedera y los textos de Francisco Pérez
Navarro.
Ambas muestras se unen a las ya anunciadas de
Alfonso Zapico y Emilio y Carlos Freixas,
completando un cuarteto tan irresistible como
trascendental para entender pasado, presente y
futuro de nuestro noveno arte.
Santiago Sequeiros (Buenos Aires, Argentina,
1971). Genial, incorregible, impagable, este
argentino de nacimiento pero gallego de adopción
forma parte de la historia viva de nuestra viñeta
desde el nacimiento mismo de su icónico
“Ambigú”, ambientado en la ciudad ficticia de
Mala Pena. Más allá del noveno arte ─disciplina
que prácticamente abandonó por considerarlo un
medio de vida inviable─, los principales
periódicos del país lucen desde hace años sus
personalísimas ilustraciones y dibujos, cuya
impronta es tan fácilmente reconocible como
irremediablemente admirable. Para el cartel de
Expocómic 2010, el artista recrea los monstruos
del sueño de la razón de Goya desde la
melancólica mirada de un cíclope urbano
acomodado en la barra de un bar. Un clásico
contemporáneo.
José María Martín Saurí (Barcelona, 1949).
Uno de esos tesoros nacionales que disfrutan de
más vida comercial fuera que dentro de nuestras
fronteras. Como ejemplo, su esplendorosa
adaptación de “La Odisea” de Homero, con guión
de Francisco Pérez Navarro y que vio la luz por
primera vez en la histórica Heavy Metal. También
con Navarro nos regaló una maravilla como es
“La mariposa y la llama”, clásico instantáneo
recién reeditado con prólogo de Emilio Gonzalo,
director de Expocómic. La publicidad y el mundo
de la animación han disfrutado igualmente de su
creatividad infinita ─sólo equiparable a su
inmensa talla humana─, plasmada siempre en un
trabajo pulcro, definido y elegante. Un caballero
de la viñeta.
Marvel requiere tus servicios en Expocómic
2010
Cazatalentos de la agencia Undergram revisarán
los portafolios de los asistentes
Madrid, 18 de noviembre de 2010. Llevas el
cómic en la sangre, eso está claro. Pero no es fácil
conseguir la oportunidad para demostrar lo que
eres capaz de ofrecer, saltar al otro lado. El Salón
Internacional del Tebeo de Madrid ─ Expocómic
2010 te da la oportunidad de la mano de la
agencia Undergram, cuyos cazatalentos revisarán
los portafolios de todos aquellos que se animen a
dar un paso que puede ser definitivo para su
futuro. En el que será su primer Salón como
ojeadores para Marvel ─ni más ni menos─, los
especialistas de Undergram, Olivier Jalabert y
Audrey Bonnemaison, esperan unirte a sus filas
de representados, entre los que se encuentran
Scott Hepburn, Jimmy Broxton, Michela
Cacciatore, Marcelo Mosqueira o Florian Guibert,
entre otros. Está a tu alcance, ¿lo vas a dejar
pasar?
Toda la información, formularios y condiciones,
en www.expocomic.com.
COCINA CON RIESGO
Por Remi Riesgo
Minicorbatas de Unquera
Ingredientes para 20 corbatas aprox.
1 lámina de hojaldre fresco
100 grs, de azúcar glas
1 clara de huevo
½ cucharadita de limón
50 grs. de almendras crudas
Elaboración:
Extendemos el hojaldre y cortamos tiras de unos 3-4 cms de ancho. Cortamos de nuevo a lo largo para partir
todas las tiras por la mitad.
Ponemos el horno a precalentar a 190º con calor arriba y abajo.
En un bol echamos el azúcar y añadimos la clara de huevo y la media cucharadita de limón. Batimos bien,
con las varillas, hasta conseguir una glasa uniforme.
Colocamos papel para horno en una bandeja y vamos poniendo encima las tiras de hojaldre, dándoles un par
de vueltas en el centro para que tomen su forma característica. En los extremos aplicamos un poco de glasa y
encima echamos almendra picada.
Metemos al horno y dejamos hasta que estén doradas. Dependiendo del horno, entre 5 y 10 minutos
Sacamos y dejamos enfriar encima de una rejilla, pues el hojaldre si se manipula en caliente, se rompe fácil.
Tiempo de elaboración: 15 minutos
Tiempo de cocción: 5/10 minutos
Dificultad: fácil
Calorías aprox. por corbata: 91.5 Kcal
Sugerencias:
Si sustituimos el azúcar por edulcorante, eliminaremos 20 calorías de cada una de ellas.
Por el contrario, para los más golosos: Si las hacemos sin los dobleces, dejándolas estiradas, podemos
echarle glasa y almendras por toda su superficie.
De cualquier modo son un manjar delicioso, con su contraste entre dulce y salado.
MAUS: de ratones y judíos
Por Ruth Bernárdez
Art Spiegelman consigue en Maus algo más que
contar una historia del Holocausto: Maus es una
historia dentro de una historia, que no solo relata
las vivencias de su padre (poco sabe de lo que
sucedió a su madre en los campos de
concentración) en el Holocausto sino que retrata la
relación padre-hijo que parece atormentar al autor.
Art Spiegelman es el hijo de dos supervivientes de
los Campos y durante algunos años entrevistó a su
padre Vladek sobre su experiencia, su persecución
constante y su supervivencia. Maus es ciertamente
más que un cómic, es un estudio de la difícil
relación familiar, de la culpa y de las profundas
creencias y costumbres de Vladek y sus
consecuencias. Alterna entre descripciones de la
vida de Vladek en Polonia antes y después de la II
Guerra Mundial y de su posterior vida en Rego
Park en Nueva York.
Utilizando animales para diferenciar visualmente
a los diferentes personajes de esta novela gráfica,
los judíos, sin importar su nacionalidad, son
representados como ratones, los alemanes como
gatos y los polacos como cerdos.
Maus fue publicado primeramente en dos
volúmenes, el primero en 1986 y el segundo en
1991. En 1992 conseguiría el Premio Pulitzer.
La novela gráfica tardó trece años en completarse.
En 1972 Spiegelman comenzó a publicar una tira
de tres páginas en Funny Animals, un comic
underground. En 1977 decidió ampliar su trabajo
y publicarlo en Raw Magazine, que co-editaba el
mismo Spiegelman junto a su mujer, Francoise
Mouly. En 1986 finalmente decide dividirlo en
volúmenes.
La historia comienza en la Alemania de los años
treinta y la introducción de las nuevas normativas
progresivamente para con las familias de origen
judío. La familia de Vladek, que siempre había
vivido de manera acomodada debido a la buena
marcha de sus negocios, comienza a sufrir
pobreza, persecución y la pérdida de varios
familiares y amigos. Solo el instinto de
supervivencia de Vladek le permiten salir de
situaciones bastante complejas en su periplo por
Radomsko, Czestochova, Sosnowiec y Bielsko,
siendo enviado eventualmente a Auschwitz como
prisionero.
Con saltos en la historia contada por su padre a
Art, podemos ver la vida en los setenta y ochenta
de Vladek en Rego Park (NY) y la compleja
personalidad que ha llegado a labrar a lo largo de
los años, curiosamente alimentando un prejuicio
racial contra los negros a pesar de haber padecido
en carne propia la discriminación antisemita.
En cuanto a su madre, Art intenta deshilar
momentos de su vida, pero su padre se muestra
poco cooperativo. A pesar de haber sobrevivido a
las penurias y torturas del campo de
concentración, Anja finalmente se suicida. Su
padre ha destruido sus diarios, haciendo con ello
casi imposible saber qué vivió en Auschwitz o qué
tipo de depresión la lleva a acabar con su vida.
Su complicado carácter es, también, motivo de
constantes disputas con su segunda esposa, Mala,
otra superviviente del Holocausto, y de la
complejidad encontrada por Art para llevar a cabo
su trabajo de reproducir la biografía de su padre,
que relata sin cronología y que Spiegelman trata
de hilar tan ordenadamente como lo es posible.
Desde su publicación, Maus ha sido objeto de
numerosos ensayos. Debora R. Geis publicó una
colección de ensayos titulada Considering Maus:
Acercamiento al Arte de “La Historia de un
Superviviente” del Holocausto de Art Spiegelman.
Estudiado en colegios y universidades, en 2008
Entertainment Weekly colocó Maus en el número
7 de su lista de Libros Clásicos, convirtiéndolo en
la novela gráfica más alta en el ranking.
DESDE EL TABURETE DEL WIMPY
Por Doreen Snyder
Hola, hola, holaaaa mis queridísimos fans! Cómo
os he echado de menos de un mes a otro, de
verdad que sí, aunque he tenido las antenas bien
puestas para enterarme de todos los cotilleos
posibles en esa vuestra (nuestra) comunidad. Por
ejemplo me he enterado de que Bertha tiene la
mayor colección de bolsos de cómics que una
pueda soñar, pero alzo la mano para quejarme.
¡Bolso de Doreen ya! Ni Pradas, ni Christians
Diorsss ni Chaneles. ¡Bolsos Doreen! ¡Ya!
Por otro lado Susana Riesgo ha vuelto a ganar un
cooncurso, ¿qué raro, verdad? El premio es un
lote de manualidades de Esther, de nuevo me
quejo aquí, a ver para cuando hacen una tela con
mi careto inmortalizado para siempre en la fina
seda, que esto no puede ser, hombre ya…
Se inició en el foro el Amigo Invisible y… ¡nadie
se acordó de incluirme! Moninas, yo estaba de
vacaciones por las montañas Transilvanesas, que
me había dicho un pajarito que Juanito iba a jugar
un partido contra el Transilvania F.C., pero me
parece que el pajarito resultó ser una cotorra sin
conocimiento del tema (cuando pille a Rita se va a
enterar), y casi me pica un vampiro en la soledad
de mi habitación de hotel de Siete Estrellas, que
yo no acepto menos. Y debido a mi repentino
viaje, me dejasteis fuera del AI. ¡Ya os vale!
Ayyyyyy, que penita me doy y qué poco me
quejo!
Eso sí, al menos os puedo dar la buenísima noticia
de que ya está en la calle el primer tomo dedicado
a MIS aventuras. Sí, como lo oís:
Me asegura mi agente que a partir de hoy y
paralelamente a las aventuras de la pavisosa, se
van a publicar íntegras mis memorias hechas
novela gráfica: Las Nuevas Aventuras de Doreen
Snyder promete ser el bestseller de estas próximas
navidades. Aventuras, romances (siempre con
Juanito, claro), el buen humor que me caracteriza,
y una selección de mis mejores modelitos lucidos
en este cuerpo Serrano que la mano de Purita
Campos me ha dado.
Vamos, que no sé qué hacéis ahí aún, sentadas
como bobas en frente del ordenador y no corréis
ya a vuestra librería más cercana a comprar el
susodicho volumen, que además llega con oferta
introductoria: comprando MI tomo, te regalamos
una fotografía firmada mía, de mi puño y letra
estilisticalográfica total. Y estaré firmando
ejemplares en el Expocómic, como no podía ser
menos, que una persona de mi alcurnia tendrá
stand propio donde vender sus tomos, que yo no
comparto nada de nada con la innombrable.
Aprovecho desde aquí también para felicitaros las
Navidades, queriditos, que seguro que os cogéis
un montón de kilos con tanto turrón, y mantecados
y polvorones, yo por aquí estaré comiendo
pudding del bueno, hecho por mi abuela en el año
34 con la receta de la tía hermana del suegro del
hermano de Churchill, que además es secreto de
familia. La mismísima Cherie Blair intentó
convencerme de que se la pasara mientras residía
cómodamente en ese callejoncito recóndito en
Londres mientras si marido era Primer Ministrillo
del país y le dije que nanaynas. Que luego la muy
bocazas lo publica en sus memorias y se acabó el
secreto familiar de los Snyder mejor guardado…
Y entre pudding y pudding, naturalmente, alguna
tartaleta de grosellas, que ajustan el sistema
digestivo que da gusto y muchos bombones, que
ya empieza a llegar el cartero con cestas de mis
múltiples adoradores, digo, admiradores.
Mis Navidades van a ser felicísimas este año,
porque estoy organizando una fiesta a la que
naturalmente he invitado a Juanito. Una fiesta
íntima para dos donde arderá mucha leña, para
revivir ese fuego de pasión ensa.. enla… enner…
EXACERBADA que nos caracteriza. Que ya está
bien de llevar nuestro affaire en secreto para no
herir sensibilidades… Yo sé de una que se tirará
de los pelos…
De modo que si queréis saber más de mi
rendevouz con Juanito, sólo tenéis que esperar al
volumen de dos de Las Aventuras de Doreen
Snyder… Ta dá!