5
ALFONSO BOULLÓN - 2º FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO ‘FERNANDO ESTÉVEZ’ 1/5 FOTOGRAFÍA DE BODEGONES Las características estéticas de las fotografías dependerán de si las fotografías se realizan desde una pretensión comercial o desde una perspectiva de fotografía de autor. En el primer caso, la imagen de marca del producto y las pretensiones del anunciante resultarán cruciales. En esta situación se suele tender a una reproducción fiel del producto en cuestión, de forma que este salga descrito visualmente de forma favorable. En estos casos el fotógrafo suele trabajar bajo las órdenes de un director creativo o directamente trabajando con las preferencias y objetivos del cliente. Si se realizan desde una perspectiva de fotografía de autor se dispondrá de una absoluta libertad formal, y los objetos podrán prestarse a todo tipo de usos, incluidos los irónicos o metafóricos. En España, por ejemplo, es el caso de Chema Madoz. En cualquier caso, el discurso publicitario frecuentemente recurre a la originalidad y la novedad como reclamos y por tanto suele estar abierto a formas relativamente arriesgadas de representación. La característica principal de la fotografía de bodegones es que su proceso de trabajo permite una cuidadísima elaboración de la composición y la iluminación, obteniéndose un resultado completamente controlado. Ése es uno de los grandes alicientes que encuentran muchos fotógrafos que tratan tal temática. Como la mayoría de los bodegones son fotografiados a corta distancia y con mucha nitidez de imagen; los aspectos más insignificantes pueden resultar involuntariamente negativos. Por ejemplo, en una fotografía de una botella de vino magníficamente iluminada, pero con la etiqueta ligeramente arrugada o rota, o con su superficie rallada, estas circunstancias pueden estropear por completo los resultados. De ahí la necesidad de que el fotógrafo de bodegones sea meticuloso y paciente en el proceso de selección de los elementos, en su composición y en su iluminación. En los bodegones, la organización de los elementos constituye la “composición fotográfica” por excelencia. A diferencia del fotógrafo que trabaja en exteriores, el fotógrafo de bodegones compone y manipula los elementos de manera consciente, deliberada y ordenada. Conviene ser especialmente riguroso en el momento de seleccionar los elementos y situarlos dentro de dicha composición. Cada elemento contribuye a potenciar, centrar o complementar la información y el interés visual del espectador, y deben evitarse los elementos superfluos, que puedan confundir o distraer. Los objetos se amplifican y cobran una presencia visual que puede que no tengan en la vida real. Desplazar un elemento tan solo unos milímetros puede marcar grandes diferencias. En la fotografía de bodegones, la iluminación se convierte en la materia prima con la que realizar nuestras obras como lo es el lápiz al dibujo o la piedra a la escultura. Aquí los brillos, reflejos o sombras, por sutiles que nos puedan parecer, cobran un protagonismo excepcional. Y ninguno de ellos debe escapar a nuestro premeditado control. Otra característica de este género fotográfico es que a menudo suele suponer un reto para la creatividad y la imaginación. En muchas ocasiones, el fotógrafo ha de conseguir que un objeto insignificante tenga un gran atractivo e interés.

Fotografía de Bodegones

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Fotografía de Bodegones

ALFONSO BOULLÓN - 2º FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO ‘FERNANDO ESTÉVEZ’

1/5

FOTOGRAFÍA DE BODEGONES

Las características estéticas de las fotografías dependerán de si las fotografías se

realizan desde una pretensión comercial o desde una perspectiva de fotografía de autor.

En el primer caso, la imagen de marca del producto y las pretensiones del anunciante

resultarán cruciales. En esta situación se suele tender a una reproducción fiel del producto en

cuestión, de forma que este salga descrito visualmente de forma favorable. En estos casos el

fotógrafo suele trabajar bajo las órdenes de un director creativo o directamente trabajando

con las preferencias y objetivos del cliente.

Si se realizan desde una perspectiva de fotografía de autor se dispondrá de una

absoluta libertad formal, y los objetos podrán prestarse a todo tipo de usos, incluidos los

irónicos o metafóricos. En España, por ejemplo, es el caso de Chema Madoz.

En cualquier caso, el discurso publicitario frecuentemente recurre a la originalidad

y la novedad como reclamos y por tanto suele estar abierto a formas relativamente

arriesgadas de representación.

La característica principal de la fotografía de bodegones es que su proceso de trabajo

permite una cuidadísima elaboración de la composición y la iluminación, obteniéndose un

resultado completamente controlado. Ése es uno de los grandes alicientes que encuentran

muchos fotógrafos que tratan tal temática.

Como la mayoría de los bodegones son fotografiados a corta distancia y con mucha

nitidez de imagen; los aspectos más insignificantes pueden resultar involuntariamente

negativos. Por ejemplo, en una fotografía de una botella de vino magníficamente iluminada,

pero con la etiqueta ligeramente arrugada o rota, o con su superficie rallada, estas

circunstancias pueden estropear por completo los resultados. De ahí la necesidad de que el

fotógrafo de bodegones sea meticuloso y paciente en el proceso de selección de los

elementos, en su composición y en su iluminación.

En los bodegones, la organización de los elementos constituye la “composición

fotográfica” por excelencia. A diferencia del fotógrafo que trabaja en exteriores, el fotógrafo

de bodegones compone y manipula los elementos de manera consciente, deliberada y

ordenada. Conviene ser especialmente riguroso en el momento de seleccionar los elementos

y situarlos dentro de dicha composición. Cada elemento contribuye a potenciar, centrar o

complementar la información y el interés visual del espectador, y deben evitarse los

elementos superfluos, que puedan confundir o distraer. Los objetos se amplifican y cobran

una presencia visual que puede que no tengan en la vida real. Desplazar un elemento tan

solo unos milímetros puede marcar grandes diferencias.

En la fotografía de bodegones, la iluminación se convierte en la materia prima con la

que realizar nuestras obras como lo es el lápiz al dibujo o la piedra a la escultura. Aquí los

brillos, reflejos o sombras, por sutiles que nos puedan parecer, cobran un protagonismo

excepcional. Y ninguno de ellos debe escapar a nuestro premeditado control.

Otra característica de este género fotográfico es que a menudo suele suponer un reto

para la creatividad y la imaginación. En muchas ocasiones, el fotógrafo ha de conseguir

que un objeto insignificante tenga un gran atractivo e interés.

Page 2: Fotografía de Bodegones

ALFONSO BOULLÓN - 2º FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO ‘FERNANDO ESTÉVEZ’

2/5

Ante todo, se debe definir el tipo de bodegón que se quiere obtener desde el punto de

vista de su funcionalidad. ¿Se trata de mostrar los objetos de forma literal, a modo de

catálogo? ¿Se quiere transmitir un determinado clima o carácter? ¿Se pretende transmitir

una idea o un mensaje a través de relaciones y elementos simbólicos?

Al organizar los elementos se debe tener muy en cuenta el recorrido visual que

habrá de realizar el espectador de la fotografía. ¿Será circular, en diagonal o zigzagueante?

Las líneas que se crean, ¿dirigen la visión hacia el elemento principal, hacia los bordes del

encuadre o hacia fuera del formato?

Otro aspecto importante, en el caso de trabajar con diferentes objetos, es la relación

que se establece entre los distintos elementos que configuran el bodegón. ¿Se

complementan y armonizan los tonos o colores o resultan discordantes? ¿Resultan armónicas

las formas entre sí o se enfrentan? ¿Configura una escala armónica o desproporcionada el

tamaño de los objetos?

Con respecto al punto de vista, conviene tener en cuenta que cualquier ángulo y

colocación del plano focal que no sea paralelo a las líneas de los objetos a fotografiar

favorecerá la aparición de líneas de fuga y de perspectivas que pueden dificultar la correcta

interpretación de tales objetos.

Un punto de vista elevado hará que la base sobre la que se apoyen los objetos cobre

protagonismo, mientras que un punto de vista frontal o bajo otorga protagonismo al fondo y

grandiosidad al objeto.

CONSEJOS PARA FOTOGRAFIAR BODEGONES

● Elegir los objetos adecuados

Para ello es fundamental analizar los objetos meticulosamente y estudiar sus posibles

ventajas: formas, colores, texturas, etc. O los juegos visuales que puedan surgir al

combinarlos entre sí.

● Evitar las prisas

A diferencia de cuando fotografiamos a personas, los objetos pueden estar ahí todo el tiempo

que haga falta. Por tanto se puede y se debe reflexionar y experimentar con la composición,

el fondo o la iluminación, tomándose el tiempo que sea necesario hasta obtener resultados

óptimos. Se deben realizar muchas tomas intentando diferentes estrategias. Una buena

fotografía es el resultado final de un largo proceso de perfeccionamiento continuo. La

composición de imágenes puede llevar horas.

● Equilibrar la relación fondo/figura

El fondo puede servir para dar información contextual sobre el objeto: su época, su estilo

estético, su procedencia étnica, su valor, etc., pero también puede resultar un elemento que

distraiga la atención del receptor. Por lo tanto hay que saber equilibrar la importancia del

objeto y la del fondo, de forma que no se produzcan interferencias entre el protagonismo del

Page 3: Fotografía de Bodegones

ALFONSO BOULLÓN - 2º FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO ‘FERNANDO ESTÉVEZ’

3/5

objeto. Un fondo neutro otorga un protagonismo absoluto al objeto, sin embargo, en

ocasiones, un fondo definido puede resultar ideal para otorgar a nuestras fotografías un

mayor interés visual. Hay que tener en cuenta la potencialidad del color del fondo para

complementar nuestro objeto. Así como tener en cuenta la posibilidad de un fondo natural.

● Barajar diferentes formas de iluminación

Hay que barajar diferentes posibilidades iluminativas y elegir aquella que vaya en

consonancia con lo que queremos transmitir: luz lateral o frontal según queramos remarcar

o disimular texturas, luz dura o luz suave según queramos tener sombras marcadas o

difuminadas, clave alta o clave baja según se quiera mostrar el objeto en su totalidad y

con mucha luz u ocultarlo entre sombras y efectos de claro-oscuro, contraluces, etc.

También hay que contemplar el uso de materiales translúcidos que nos permitan hacer

contraluces así como considerar iluminaciones altas y uniformes.

Por ejemplo, una iluminación en clave baja, lateral, en las que los reflejos de las

fuentes de luz arrojen líneas limpias y estilizadas sobre objetos perfectamente pulidos y

brillantes genera siempre un ambiente elegante y lujoso, y plasma la perfección de las

texturas. Es el caso frecuente de botellas de vino, relojes o plumas estilográficas.

● En la iluminación, más no es mejor

A la hora de iluminar un objeto, no necesitamos disponer de un gran número de fuentes de

iluminación como norma general. Debemos ir utilizando las diferentes fuentes de luz en

función de nuestras necesidades específicas y siempre teniendo en cuenta el resultado

pretendido. Un objeto no está mejor iluminado cuando para ello se han empleado múltiples

fuentes de luz, si no cuando la luz ha conseguido su objetivo.

● Cuidar y controlar cada haz de luz meticulosamente

Se debe controlar cada rayo de luz que incida en nuestros objetos. Para ello no debemos

dudar en utilizar todo tipo de difusores, filtros y cartulinas que nos ayuden a suavizar la luz,

a ocultar parcialmente fuentes de luz buscando formas deseadas, rebotarla o absorberla,

teñir el color de luces y fondos, así como a direccionarla mediante conos de diferentes

grosores o paneles de abeja.

● Colocación progresiva de los objetos

En los casos en los que tengamos varios objetos, y salvo que tengamos decidida una

composición muy marcada y definida, la regla de oro consiste empezar desde lo más sencillo

a lo más complicado, es decir, empezar colocando los objetos fundamentales, que serán los

definitorios de nuestra imagen final, e iluminarlos con la iluminación principal y poco a poco

ir colocando el resto de elementos observando siempre el resultado en el visor que vamos

obteniendo. Se debe ir construyendo a fotografía poco a poco.

Debe evitarse que la distribución de los objetos en el espacio sea aleatoria. Y en cualquier

caso nunca dudar en volver a empezar desde el principio, variando la posición de lo objetos

si el resultado no es satisfactorio.

● Cuidar la construcción de la imagen, el encuadre y la composición

Se debe prestar una atención fundamental a la distribución de los objetos en el espacio de la

imagen. Existen dos tendencias básicas: el miedo al vacío, consistente en rellenar todo el

Page 4: Fotografía de Bodegones

ALFONSO BOULLÓN - 2º FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO ‘FERNANDO ESTÉVEZ’

4/5

espacio disponible, hasta el minimalismo, que consiste en utilizar los elementos mínimos y

básicos, como colores puros, formas geométricas simples, un lenguaje sencillo. Se ha de

reflexionar sobre ello y obtener el punto justo deseado entre estas dos tendencias extremas.

Los objetos pueden cortarse cuando dichos cortes ayuden a realzar ciertas características de

los objetos, guiando la atención del receptor. Los cortes ayudan a llenar los encuadres.

Debe controlarse también la simetría. No hay porqué colocar siempre el objeto en el centro

del encuadre, en ocasiones, se puede y debe colocar el objeto a un lado o siguiendo la regla

de los tercios. La simetría puede obtenerse o anularse también mediante la iluminación.

● Equilibrar la concreción/abstracción en la representación del objeto

En ocasiones resulta útil o necesario plasmar un objeto desde una aproximación que nos

ofrezca información detallada e integral de todas las características del objeto en cuestión:

su forma, su tamaño, su volumen, su color, su textura, etc. Pero en otras ocasiones puede

ser más interesante crear imágenes abstractas que nos permitan centrar la atención en una

única cualidad del objeto: por ejemplo, realzar el color de unos envases de plástico mediante

el desenfoque, destacar la textura de una pluma mediante un plano detalle muy cercano,

resaltar la forma circular de latas de refresco vistas cenitalmente, etc.

● Cuidar los detalles. Realzar la imagen

Cuando ampliamos el tamaño real de un objeto cualquier detalle normalmente desapercibido

puede obtener una gran incidencia en el resultado final de la imagen. Los detalles resultan

fundamentales. Unas gotitas de agua, fragmentos de cristal o polvos tales como sal,

pimienta, pepitas de fruta, etc. en el caso de los bodegones de alimentos, pueden suponer

una solución al toque de originalidad e interés requeridos en una imagen.

CONSEJOS TÉCNICOS

● Utilizar trípode

Para realizar fotografías de bodegones de forma seria y elaborada se debe utilizar un trípode.

Sólo así podremos tener un control absoluto sobre el encuadre de la imagen, su iluminación

y la relación de perspectiva exacta entre los diferentes objetos. Utilizando trípode podemos

empezar a mover las fuentes de iluminación de forma sutil e ir comprobando los diferentes

cambios que se generan. El trípode nos permitirá llevar a cabo los dos siguientes consejos.

● Obtener mayor profundidad de campo cerrando el diafragma y disparando varias

veces el flash

Bien dejando abierto el obturador y accionando manualmente los flashes de estudio varias

veces o bien mediante una exposición múltiple, en la que nuestro negativo o CCD registre

tome varias instantáneas sobre la misma imagen, podemos aumentar la luminosidad de

nuestra escena a la vez que cerrar el diafragma, ganando con ello profundidad de campo.

Existen exposímetros que permiten medir la intensidad del flash durante varios disparos del

mismo.

Page 5: Fotografía de Bodegones

ALFONSO BOULLÓN - 2º FOTOGRAFÍA ARTÍSTICA ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO ‘FERNANDO ESTÉVEZ’

5/5

● Combinar digitalmente varias tomas para ampliar la profundidad de campo

En ocasiones, resultará complicado obtener una amplia profundidad de campo. Para ello, es

conveniente colocar la cámara en trípode y realizar varias tomas, enfocando selectivamente

diferentes zonas de la imagen. Las diferentes tomas se combinarán digitalmente con

Photoshop para que todo esté nítido.

● Combinar digitalmente varias formas de iluminación

Muy frecuentemente, un determinado esquema de iluminación implica necesariamente la

existencia de sombras y reflejos no deseados. Realizando diferentes imágenes del mismo

motivo con diferentes esquemas de iluminación podemos posteriormente mezclar a nuestro

antojo.

● Emplear el mayor número de megapíxeles posibles

Hay que tener en cuenta que habitualmente las fotografías de objetos pueden ser utilizadas

en formatos de salida bastante grandes, por lo que, salvo que estemos seguros de lo

contrario, debemos emplear el mayor número de megapíxeles disponible. A mayor cantidad

de píxeles, más retoques de perspectiva podremos realizar sin perder nitidez.

● Utilizar herramientas digitales de corrección de lente, perspectiva y de corrección

de defectos

De ésta forma podremos emular las tradicionales cámaras de gran formato y obtener objetos

fielmente representados de acuerdo con sus formas reales. También podremos obtener

fondos uniformemente iluminados u oscurecidos y sin arrugas, así como eliminar las

imperfecciones que nuestros objetos puedan presentar.

● Realizar balances de blanco y utilizar cartas de ajuste de luz y color

Mediante dichas herramientas podremos obtener un mayor control de la temperatura de

color y obtener una representación lo más fiel posible a la representación de los colores

originales.

● Utilizar luz continua

A nivel profesional se ha generalizado el uso de la iluminación continua mediante equipos de

luz fría, basados en lámparas fluorescentes de bajo consumo, que apenas generan calor y

mantienen una temperatura de color estable y cercana a la luz día. La principal ventaja de la

iluminación continua permite es que permite visualizar en tiempo real cómo va quedando el

resultado a medida que componemos e iluminamos la imagen.

Bibliografía:

● Hicks, Roger y Schultz, Frances. Still life and special effects. A guide to professional lighting techniques. Ed.

Rotovision, Brighton. United Kingdom, 2002.

● Bavister, Steve. Técnicas de iluminación. Bodegones. Ed. Omega. Barcelona, 2001.

● Bavister, Steve. Técnicas de iluminación. Productos alimenticios. Ed. Omega. Barcelona, 2001.

● El bodegón, guía rápida de fotografía. Ed. Ágata. Madrid, 1999.

● Cursos Profesionales Planeta Agostini, La fotografía. Tomo 4. Ed. Planeta Agostini. Barcelona, 1991.