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331 Zainak. 28, 2006, 331-349 Reflexión acerca de conductas generadas en el ámbito doméstico a través de la fotografía sobre la muerte, las cuales generan comportamientos cargados de religiosidad, magia y supersti- ción. Las fotografías de difuntos se fundamentan en la certificación aportando un papel iconográ- fico con el que interactuar desde presupuestos ritualizados y/o religiosos así como un valor simbólico en la construcción de la memoria familiar. Palabras Clave: Fotografía. Muerte. Rito. Religiosidad. Superstición. Familia. Etxeko giroan heriotzaren inguruko argazkigintzak sorturiko jokabideei buruzko gogoeta, horrek erlijiozkotasun, magia eta superstizioz beteriko portaerak sortzen baititu. Hildakoen argaz- kiek egiaztapena dute oinarri eta eginkizun ikonografikoa dakarte, horrekin elkarreragin ahal izan- go dela aurreuste erritualizatu eta/edo erlijiosoetatik, bai eta balio sinboliko bat ere familia oroimenaren eraiketan. Giltza-Hitzak: Argazkia. Heriotza. Erritua. Erlijiozkotasuna. Surperstizioa. Familia. Réflexion sur des conduites générées dans le domaine domestique à travers la photographie sur la mort, lesquelles créent des comportements chargés de religiosité, de magie et de supersti- tion. Les photographies de défunts se fondent sur la certification, jouant un rôle iconographique avec lequel interactuer à partir de présupositions ritualisées et/ou religieuses ainsi qu’une valeur symbolique dans la construction de la mémoire familiale. Mots Clés: Photographie. Mort. Rite. Religiosité. Superstition. Famille. Fotografía: muerte y religiosidad (Photography: death and religiousness) Sánchez Montalbán, Francisco José Univ. de Granada. Fac. de Bellas Artes. Dpto. de Fotografía. Avda. Andalucía, s/n. Edif. Aynadamar. 18071 Granada Recep.: 12.11.04 BIBLID [1137-439X (2006), 28; 331-349] Acep.: 31.03.06

Fotografia de Muertos

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  • 331Zainak. 28, 2006, 331-349

    Reflexin acerca de conductas generadas en el mbito domstico a travs de la fotografasobre la muerte, las cuales generan comportamientos cargados de religiosidad, magia y supersti-cin. Las fotografas de difuntos se fundamentan en la certificacin aportando un papel iconogr-fico con el que interactuar desde presupuestos ritualizados y/o religiosos as como un valorsimblico en la construccin de la memoria familiar.

    Palabras Clave: Fotografa. Muerte. Rito. Religiosidad. Supersticin. Familia.

    Etxeko giroan heriotzaren inguruko argazkigintzak sorturiko jokabideei buruzko gogoeta,horrek erlijiozkotasun, magia eta superstizioz beteriko portaerak sortzen baititu. Hildakoen argaz-kiek egiaztapena dute oinarri eta eginkizun ikonografikoa dakarte, horrekin elkarreragin ahal izan-go dela aurreuste erritualizatu eta/edo erlijiosoetatik, bai eta balio sinboliko bat ere familiaoroimenaren eraiketan.

    Giltza-Hitzak: Argazkia. Heriotza. Erritua. Erlijiozkotasuna. Surperstizioa. Familia.

    Rflexion sur des conduites gnres dans le domaine domestique travers la photographiesur la mort, lesquelles crent des comportements chargs de religiosit, de magie et de supersti-tion. Les photographies de dfunts se fondent sur la certification, jouant un rle iconographiqueavec lequel interactuer partir de prsupositions ritualises et/ou religieuses ainsi quune valeursymbolique dans la construction de la mmoire familiale.

    Mots Cls: Photographie. Mort. Rite. Religiosit. Superstition. Famille.

    Fotografa: muerte y religiosidad

    (Photography: death and religiousness)

    Snchez Montalbn, Francisco JosUniv. de Granada. Fac. de Bellas Artes. Dpto. de Fotografa.Avda. Andaluca, s/n. Edif. Aynadamar. 18071 Granada

    Recep.: 12.11.04BIBLID [1137-439X (2006), 28; 331-349] Acep.: 31.03.06

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    INTRODUCCIN

    La muerte y todo lo que tiene que ver con ella, est cargada de una ritua-lidad ms o menos compleja. Incluso, la enfermedad extrema, la gravedad, laprdida, estn relacionadas con las actitudes que generan lo funerario.

    Al igual que en otros comportamientos sistematizados en espacio ytiempo, la ritualidad de lo funerario se extiende y ramifica en mltiples posi-bilidades. Una de ellas es la constatacin fotogrfica tanto de las situacio-nes que se producen como de la muerte misma. Es fcil pensar que lasfotografas captan imgenes para la memoria y para el recuerdo, as comotambin captan todo tipo de referencias visuales de nuestra vida. Se fotogra-fan casi exclusivamente los momentos felices; las situaciones excepciona-les y las realidades extraordinarias que se alejan del comn de todos losdas. Es posible que viendo los lbumes de fotos se pueda pensar quehemos tenido una existencia feliz y dichosa, sin tragedias ni aburrimiento.

    Pero a pesar de ello, hay ejemplos, muy pocos, en los que la fotografarecoge situaciones incmodas, tristes y poco agradables pero que se quie-ren guardar para el recuerdo. Es el caso de las fotografas que refieren a lamuerte. Estas imgenes mantienen su valor de fijacin de la realidad, deinters por el referente y, por su puesto, su carcter sustitutivo y simblico.Sustitutivo porque reemplazan a la persona desaparecida y simblico porqueresumen y condensan valores de personalidad, de lazos familiares o concep-tuales, incluso. En ocasiones, como un ltimo recuerdo, las fotografas regis-tran los ltimos momentos de una vida, o sirven como reconocimiento y elcertificado de ello. De esta manera podremos encontrar un numeroso ejem-plo de imgenes consumidas en el entorno familiar que se refieren e expe-riencias ritualizadas y religiosas sobre la muerte.

    Las actitudes rituales respecto a la muerte han variado considerable-mente y sufren a menudo importantes adaptaciones segn el contexto y losactores. Sin hacernos eco de una referencia concreta s podramos observaruna general tendencia a la escasez de manifestaciones y comportamientosdomsticos respecto a la muerte. Esto es posible ya que parece haber unatendencia a que todas las actividades y actos que se generan en torno a lamuerte han pasado a ser parte del trabajo de profesionales, por lo que nossituaremos en un pequeo reducto donde todava perduran ciertos compor-tamientos sistematizados.

    La relacin entre fotografa y muerte, o entre el uso de las fotografas ensituaciones donde la enfermedad y la muerte generan comportamientosritualizados, es en cierta manera, de reciente incorporacin, no ya tanto porla juventud del medio, como por la corta historia que el uso de la fotografatiene en los mbitos domsticos que incluso se mezcla con la prudencia ensu uso en temas de este tipo.

    Lo religioso juega un importantsimo papel en todo esto; o al menos lojug durante cierto tiempo. La fotografa, evidentemente, no cumple una fun-

  • cin religiosa dentro de los comportamientos rituales, sin embargo acompa-a, ilustra y certifica tanto los comportamientos como los hechos, de mane-ra que fundamenta, en muchos casos, la celebracin de los mismos. Enocasiones, la fotografa se incorpora de manera complementaria en la cele-bracin del rito religioso; otras, es generadora de particulares comporta-mientos rituales alejados incluso de la religiosidad dominante ysistematizada. Esto es, por ejemplo, las fotografas de difuntos o de ex-votosque se enmarcan dentro de un contexto ritual religioso. Sin embargo, comodecamos anteriormente, muchas de las manifestaciones rituales de lamuerte han pasado a ser presididas por empresas privadas que cumplen lafuncin que antes realizaban las instituciones religiosas, de manera que lafotografa tambin ha podido despegarse del marco religioso y aportar nue-vas formas de comportamiento en muchos casos fetichista o sustitutivo deforma que, si bien conforma un comportamiento ritualizado, no se despren-de de un sistematizado arquetipo religioso.

    Todo ello es entendible dentro de las posibilidades representativas de larealidad que aporta la fotografa; posibilidades que facilitan al actor a esta-blecer relaciones directas con las personas enfermas o desaparecidas, demanera que nos ayudarn, incluso, a entender su sentido y a sistematizarsus funciones dentro de la sociedad.

    1. FOTOGRAFA DOMSTICA: RITUAL Y RELIGIN

    El lbum de fotografa familiar va mucho ms all de la ancdota repre-sentativa y asegura la presencia y la existencia del testimonio visual y delcertificado de haber existido. De esta manera, contemplar las fotografas enel mbito domstico es recopilar una amplia informacin visual acerca dequienes somos, de cmo hemos sido y quienes nos han precedido.

    Es evidente que la fotografa, como objeto pragmtico, tiene en el mbitodomstico un valor simblico susceptible de desencadenar comportamien-tos ritualizados. Por su carcter de reflejo de lo real, las fotografas permitenla evocacin, la sustitucin, el reemplazo, la magia simptica, etc., de lospersonajes a los que representa. A travs de estas posibilidades, los familia-res desaparecidos, son recortados por su imagen. Muy a menudo estn pre-sentes en los hogares de manera continua a travs de fotografasseleccionadas para esa funcin. Estas fotografas son destinatarias de com-portamientos singulares y generan actitudes concretas; y lo son as porquea travs de la forma estereotipada se expresa mejor y con ms sentido. Lasactitudes cotidianas y con sentido comn no posibilitan las mismas reaccio-nes; la forma ritual permite la expresin diferenciada, hiperbolizada y espe-cial alejada de los comportamientos ordinarios y portadora de componentesmisteriosos. En todas ellas es importante el componente religioso y el tipode creencias que se albergan en el ncleo familiar. As, podremos encontrarejemplos donde a las fotografas se les ponen velas o flores, se les habla, uocupan lugares preferentes o no, dependiendo en gran medida de la cer-cana o de la unin afectiva con grupo familiar.

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  • En el mbito domestico, como vemos, la fotografa interacta con lo reli-gioso posibilitando reacciones actitudinales siempre desde una pragmticalgica; esto es que sirve para algo y tiene una funcionalidad establecida. Deesta forma, estas conductas se comprenden como un producto o como unacreacin de la necesidad familiar que se manifiesta, conserva y perpetua enel mbito domstico.

    Los comportamientos religiosos que fomentan y generan estas fotograf-as se centran en una concepcin bergeriana de interiorizacin subjetiva demanera que los significados y procesos resultantes son producto de la nece-sidad de existencia de algo sagrado y sobrenatural; por lo tanto en la mayo-ra de los casos hablamos de comportamientos privados e ntimos, nocompartidos ni expuestos a miradas de otros. Nos referimos a gestos,poses, palabras que justifican esa otra forma de tratar o comportarse antela imagen fotogrfica. En ello, pues, se justifican las proyecciones y lassemnticas que se dotan a las imgenes fotogrficas. El poder sagrado ytrascendental de los objetos fotogrficos adquieren un significado distinto alde cualquier otra fotografa convirtindose en iconografas venerables, adora-bles, paradjicamente, fetiches sustitutos y complementarios a una concep-cin popular de las formas religiosas.

    La fotografa de difuntos tiene implcito este componente religioso, casisagrado; concebirlo de esta manera es herencia de prcticas populares de loreligioso; prcticas que se mantienen en una dbil frontera con las formasreligiosas oficiales. Nunca encontraremos normas especficas sobre el uso yproyeccin de supersticiones sobre las fotografas, sin embargo estn presen-tes en los ritos y en las ceremonias, en los hogares y en los cementerios. Seadhieren a las lpidas, a los crucifijos, se las besa o se las mantiene en loshogares, se las usa como ex-votos, por lo que, lejos de la ser un medio o unaherramienta meditica, la fotografa cumple una funcin presencial protago-nista en las creencias y necesidades emocionales del ncleo familiar.

    De todas las funciones y protagonismos que encontramos en las fotogra-fas de difuntos o de enfermos podemos desprender considerables aspectosideolgicos. Es claro que las relaciones entre religiosidad y fotografa seestablezcan en el marco de la ritualidad ms o menos estereotipada y popu-lar; por ello, observaremos valores, ideas, necesidades e intereses que sevan a vislumbrar a travs del uso concreto de las fotografas. Evidentementeestas prcticas tienen un elevado valor simblico en el entorno familiar.

    La religiosidad juega as un papel indispensable en las costumbres fami-liares al condicionar, ordenar y justificar las prcticas y las formas de uso delas fotografas. Y de la misma manera contribuye a albergar un paradigmapsicolgico que permita reaccionar y mantener actitudes concretas.

    Pero no siempre lo religioso est implcito en estas prcticas. Enmuchas ocasiones, la fotografa, sirve como un testimonio o certificadosocial que se libera del componente religioso dotando de humanizacin a lasactitudes, estructuras y formas de uso de las fotografas.

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  • 2. PREDILECCIN POR ESTA TEMTICA

    Es posible que el ser humano tenga cierta predileccin por contemplar lamuerte. A modo de paradojas sobre el morbo y la atraccin y gusto por lamuerte, el consumo de imgenes de difuntos o de cadveres se fundamen-tara en la necesidad del recuerdo, la formacin de los miembros de la fami-lia, la certificacin del pasado, de los predecesores, etc., por lo que lafijacin, el certificado y la constatacin visual de los muertos cumple unpapel iconogrfico con el que interactuar desde valores y presupuestos ritua-les y/o religiosos as como un valor simblico en la construccin de lamemoria familiar. Incluso, ms all, en la creacin del monumento, de laalegora constante que conmemora y emblematiza al familiar desaparecido.

    En los ncleos familiares, la construccin de la memoria, pasa por la para-doja de convivir con los miembros reales, dinmicos y cambiantes, y la estticapresencia de las imgenes de los antepasados en muchos casos visibles.La memoria y la historia de la familia se fundamenta en gran medida en tantose mantienen los testimonios visuales de los difuntos y su paso por la vida.

    Pero la fotografa contiene tambin un componente casi metafsico quedesemboca en un desgarrador pensamiento final: la muerte fluye y est siem-pre presente. La fotografa nos desvela todo lo que va quedando atrs, todolo que va muriendo y nunca volver a ser. Se trata de un sentimiento barthe-siano que discurre entre la necesidad de la memoria y la implacable verdadde las imgenes fotogrficas. En el texto La cmara lcida, Roland Barthesreflexiona ante la fotografa de un condenado a muerte y su pronta condenacmo la muerte est ya presente en dicha imagen, al igual que en la fotogra-fa antigua de su propia madre de nia la cual ya est muerta, descubriendolo que l viene a llamar una catstrofe, un aplastamiento del tiempo,donde lo que se ve se comprende como que esto ha muerto y esto va amorir1. R. Barthes, pues, no hace otra cosa que recordarnos la implacableirreductibilidad de la existencia, mostrando a la fotografa como una aliada dela muerte que suscita tantas controversias como atracciones. Ver la vida estambin contemplar la muerte. Es acaso tambin lo contrario? Es decir,cuando contemplamos las imgenes de los familiares desaparecidos, los ros-tros de los difuntos en las lpidas de los cementerios, Contemplamostambin su vida? Sentimos que son seres que han estado vivos o los conce-bimos como entes que pertenecen eternamente a la muerte?

    3. EJEMPLOS ENCONTRADOS: TIPOLOGAS

    3.1. Fotografas de difuntos

    De los ejemplos ms conocidos y llamativos que primero viene a nuestramemoria y experiencia podemos destacar a aquellas fotografas de difuntos

    1. BARTHES, Roland (1990) La cmara lcida. Nota sobre la fotografa. Barcelona.Ediciones Paids, p. 167.

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  • que tanto se realizaron en las primeras dcadas del siglo XX. Casi como unamoda, los fotgrafos registraron con sus cmaras cientos de ejemplos defallecidos que se retrataban a modo de constatacin de su propia existen-cia. En muchas ocasiones, paradjicamente, esa era la nica fotografa quese hacan en su vida.

    Los retratos de difuntos tenan como objetivo ms inmediato el de perpe-tuar el recuerdo del fallecido en los ncleos domsticos, de manera que losfamiliares conservaban su imagen contribuyendo a consolidar la memoriacolectiva del grupo. Estas fotografas se atesoraban como testimonios de laexistencia y del paso por la vida de los miembros de la familia; en muchasocasiones servan o funcionaban como certificados de defuncin para familia-res que residan fuera o para constatar la muerte de una persona. (Foto 1).

    Observando algunas de estas fascinantes fotografas, en muchas deellas, se observa el increble atrezzo y decorado que se montaba alrededordel difunto para ser fotografiado. De hecho, esta recreacin teatral, pocorelativa a la realidad de los personajes, era producto de una moda y de lapropia concepcin esttica de los fotgrafos, los cuales, segn observamos,componan, iluminaban, maquillaba y dotaban a las imgenes de los difuntosde caracteres vitalistas. Segn cuenta Publio Lpez Mondjar,

    al cadver se le mantena erguida la cabeza, mientras la familia era dispuesta asu alrededor, con el gesto y la uncin correspondientes a tan triste momento.Fotgrafos hubo que, por inspiracin propia o por encargo, sacaban retratos deldifunto como si, talmente, estuviese vivo. Para ello retrataban previamente su

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    Foto 1. Fotografa de nio muerto realizada como testimonio y certificado de existencia.

  • rostro abrindole luego los ojos mediante hbiles retoques. Puestos a lucirse, elfotgrafo poda montar el retrato del difunto convenientemente retocado, junto alde su mujer, hijos y deudos en general2.

    Los fotgrafos, pues, daban vida a quienes estaban muertos; a travsde imgenes que rebosaban ms vida que muerte. De esta forma las fami-lias conservaban el testimonio de la muerte con un aspecto de vida, oincluso de sueo, ya que en muchos otros casos, sobre todo con niosdifuntos, se les representaba en actitud dormida y plcida. Pero no siempreesto era as, y las ms de las veces la esttica de la muerte era la que pre-dominaba toda la fotografa, inclusive en los personajes vivos que en ocasio-nes acompaaban al difunto se poda sentir la muerte.

    Los usos y costumbres de fotografiar a los miembros de la familia quemoran se configuran pues como una necesidad de posesin del pasado, deun testimonio de existencia ya que, dentro de esta esttica de la tristeza, sinla fotografa muchas de estas personas nunca hubiesen existido. Estar en lafoto es ser, existir, tener identidad, aunque sea muerto. La fotografa propor-ciona la presencia eterna en el ncleo familiar; la fotografa insiste en laexistencia y en la memoria.

    Todas estas fotografas de familiares difuntos se conservaban en el inte-rior del hogar; no siempre se mostraban pblicamente o se ponan en luga-res visibles, salvo excepciones o salvo fechas concretas. Normalmente eranguardados o dispuestos en lugares ntimos y poco colectivos. Muchascopias de estas imgenes se repartan a otros familiares y terminaban for-mando parte de un catlogo de recuerdos, testimonios, certificados para laconstruccin de la memoria familiar.

    En realidad, estas fotografas, donde la muerte como concepto es lamayor protagonista, vienen a proporcionar datos sobre las correspondenciasexistentes entre los grupos familiares y la muerte. Es decir, vienen a testi-moniar cmo son mediadoras de las relaciones entre la muerte y los indivi-duos, cmo se resuelve y se convive con la muerte dentro de un sistemafamiliar, y cmo se entiende la presencia simblica de la muerte a travs dela imagen de los miembros desaparecidos.

    3.2. Fotografas en vida de familiares desaparecidos

    En muchos hogares encontramos fotografas visibles de familiares y per-sonas cercanas. Algunas de ellas corresponden a miembros de la familiaque han desaparecido y que se mantienen a la vista del resto de los miem-bros como parte integrante de la familia. Estas fotografas tiene a priori lafuncin de mantener vivo el recuerdo de la persona, tanto en su componente

    2. LPEZ MONDEJAR, P. (1984) Crnica de la luz. Madrid: Fundacin Cultural de Castilla-LaMancha. Ediciones El Viso, pp. 44 y 45.

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  • visual el cmo era, como el de identidad quin era, o es. De esta forma,el puzzle familiar est completo y la desaparicin de los miembros familiaresqueda sustituida, en parte, a partir de las referencias visuales.

    Contrariamente al ejemplo anterior, estas fotografas, recogen momentosen vida del personaje representado. No se trata de fotografas de difunto,sino de un momento concreto en la vida de un personaje que ha muerto. Deesta forma se recuerda su vida, no su muerte; se conmemora as el aspectovitalista, real y cotidiano. (Foto 2).

    A partir de la observacin de estas imgenes podemos considerar quelas fotografas se disponen en lugares visibles del hogar pero mantienencierto grado de intimidad y discrecin.

    En ocasiones se llevan o portan carpetas o bolsos. Se trata de fotograf-as de carn ampliadas o de retratos de estudio que presiden las carteras delos familiares ms cercanos. Tambin podemos encontrar la construccin deescapularios a partir de una fotografa que se llevan al cuello o cosidos en laropa pegados al pecho. Estos ejemplos se encuentran siempre a un nivelparticular y no interactan en el conjunto de toda la familia.

    Las imgenes no cambian, permanecen siempre igual mientras que losmiembros de la unidad familiar estn en continua evolucin y cambio. Eso hace

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    Foto 2. Memoria visual de aspectos vitalistas del personaje desaparecido.

  • que las relaciones y la interaccin con las imgenes estn tambin en un conti-nuo proceso, ya que los miembros de la unidad familiar no siempre actuarn dela misma forma ante las fotografas, y estas siempre ofrecern la misma imagen.

    Estas fotografas suelen ser retratos de estudio o, en menos de los casos,recoger momentos extraordinarios o emotivos de la vida cotidiana, incluso enrelacin con otros miembros de la familia. Estas variantes son debidas, en elprimer caso, al hecho de que al retrato de estudio se le dota de una veracidad yde una identidad especial. Un retrato supuestamente no miente, el fotgrafonos est diciendo la verdad sobre el personaje, est sacando de l toda suidentidad y su carcter; por ello, mostrar a nuestros difuntos a travs de estavariante fotogrfica nos proporciona la identificacin ms directa y completade la persona desaparecida. Por otro lado las imgenes que recogen momen-tos cotidianos y concretos de la vida de los difuntos nos hacen dotar al perso-naje desaparecido de las connotaciones y las emociones subjetivas que esemomento recrea, identificndolos con ellas de manera continua y permanente.

    Las fotografas no siempre permanecen en el mismo lugar ni suelenestar de manera permanente. Esto quiere decir que oscilan de manera mso menos visible por las dependencias del hogar dependiendo de las proyec-ciones emocionales que los miembros de la familia establecen. A veces,pasado algn tiempo se retiran y se guardan en lbumes o cajas junto conotros recuerdos y fotografas de la familia.

    Estas presencias permanentes de los familiares difuntos predisponen alos miembros del grupo familiar a establecer particulares momentos carga-dos de ritualidad, a no olvidar y a formalizar pequeos ejemplos de culto pri-vado. A modo de tradicin latina, donde en la antigua sociedad romana sedisponan altares con ofrendas a las almas de los antepasados difuntos,estas fotografas funcionaran como lares simples a los que se les puedehablar, se les puede poner velas en fechas sealadas, se les reza y se leshacen rogativas. Estas acciones, no siempre generalizadas, son practicadastambin de manera individual.

    Dentro de esta tipologa podremos destacar tambin aquella que secoloca en lugares de uso pblico o de cara a la colectividad. Se trata de con-textos como bares, restaurantes, comercios de todo tipo, etc., que mantie-nen a vista del pblico la fotografa del familiar fundador. Esta imagen seconserva a modo de presidencia y tutela del antepasado sobre las accionesde los miembros presentes. (Foto 3).

    En muchas ocasiones estas fotografas son objeto de determinadasacciones como la colocacin de objetos fetichistas y/o emblemticos a sulado, incluso billetes o dcimos de lotera como si las imgenes portaran lagenerosidad, la suerte o la fortuna.

    Al antepasado se le muestra con orgullo, con dignidad y con intencinasociado a otros elementos ornamentales, certificadores y propiciatorioscomo diplomas, imgenes de santos, etc. (Foto 4). Es una manera de certifi-

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    Foto 3. Imagen delpatriarca comorepresentacinsimblica de lafundacin y/o respetoal antepasado.

    Foto 4. La imagen delfamiliar aparece junto aotros elementos como

    diplomas, imgenes desantos, etc.

    car las races y la herencia cultural del negocio y de la familia. La fotografase convierte as en una iconografa venerable, admirable y respetada no slopor los miembros familiares sino tambin por los actores que mantienen conese ambiente una relacin ms o menos cercana.

    3.3. Fotografas en los cementerios

    De las fotografas domsticas que se refieren a los difuntos, quizs lams relacionada directamente con la persona desaparecida sea la que se

  • coloca en la tumba donde reposan sus restos, o en la lpida donde se sea-la el lugar donde est enterrado o donde se esparcieron sus cenizas.

    En los cementerios, sobre todo en las lpidas de los nichos, podemosencontrar innumerables ejemplos de estas fotografas que nos proporcionaninformacin visual acerca de la persona. No se trata de una costumbreseguida de manera total pero s est bastante generalizada. Estas fotograf-as conviven con las tradicionales inscripciones nominales de los difuntos yse colocan de manera visible de manera que a veces el nicho es ms reco-nocible por la imagen fotogrfica que por la inscripcin.

    Podemos observar varias tipologas. La ms usual se trata de fotografastransferidas a valos de cermica o porcelana que, bien en blanco y negro ocolor, reproducen una fotografa del difunto. Estas fotografas son facilitadaspor los familiares y suelen ser retratos de estudio, de identidad que el falle-cido se hizo en vida, o fotos que el fotgrafo retoca para producir esa sensa-cin. Estas imgenes suelen corresponder a la imagen que la persona tenaen el momento de fallecer, dejando as constancia de su aspecto en esapoca de su vida. (Foto 5).

    En ocasiones, cuando muere otro miembro de la familia, un cnyuge, unhermano, etc., y se comparte el mismo nicho, se coloca otra fotografa conla nueva persona sepultada o se encarga una nueva donde el fotgrafo, atravs del artificio fotogrfico, une en una sola imagen a las dos personas,aunque su muerte est separa por un tiempo considerable. Estos montajesfotogrficos tienen a la vez un elevado componente emocional para las fami-lias. (Foto 6).

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    Foto 5.Las fotografasde lpidasreflejan lafisonoma delfallecido en unapoca cercana asu muerte.

  • Los servicios funerarios ofrecen una amplia gama de posibilidades eneste sentido: fotografas en porcelanas, metopas, etc., montajes y retoques,e incluso la posibilidad de transferir la imagen del difunto al mrmol a travsde tcnicas a base transferencia de imgenes en negativo por medio de ci-dos que horadan la piedra y que dan como resultado una imagen positiva dela persona sobre la lpida. (Foto 7).

    Otra manera, quizs ms sencilla, de ilustrar los nichos es la de colocarun pequeo marco con la fotografa del fallecido (Foto 8); se trata en estecaso de marcos convencionales y de fotografas sacadas del lbum familiar,sin la intervencin directa de un fotgrafo especializado. En estos casos, tansignificativa es la eleccin de la fotografa como la del marco que la acompa-a. De esta manera podemos discernir cmo a travs de esos parmetrospodremos encontrar referencias variadas acerca de las familias. En otrasocasiones la fotografa se deposita sin ms en la lpida, como parte delatrezzo y decoracin de la misma, compartiendo el espacio con flores artifi-ciales, ornamentos religiosos, tallas o relieves, plaquitas conmemorativas,etc. (Foto 9).

    Todas estas fotografas lo que vienen a hacer es, en una primera instan-cia, a identificar, ilustrar determinar las identidades de los fallecidos en lasepultura, ayudando a su rpida localizacin entre la consabida y usualmaraa de nichos juntos todos pequeos y similares. Pero an ms all, esposible que cumplan una funcin esttica y de ostentacin dado que al estara la vista de todos proporciona datos de cmo es la actitud y relacin de lafamilia con sus difuntos. Una tumba bien cuidada y llena de detalles decora-tivos habla ms del grupo familiar que del fallecido.

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    Foto 6. Artificiodonde se unenvisualmente lasimgenes de dospersonascreando unaparadojatemporal.

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    Foto 7. Fotografa que muestra la variedad de posibilidades que se ofrecen para mostrar laimagen de la persona fallecida.

    Foto 8. Forma tradicional de colocar fotografas en los nichos.

  • Sin embargo, existe otra circunstancia todava ms interesante del porqu de las fotografas en los nichos, aunque sta no sea la razn primeraque lleve a las familias a colocarla, y se trata de la necesidad de no olvidarel rostro de la persona que hay dentro. Es decir, cuando los miembros delgrupo familiar visitan el cementerio necesitan identificar el nicho con la per-sona difunta, de esta manera, es muy difcil, con el paso del tiempo, com-prender que un trozo de piedra es aquel pariente perdido, no obstante lafotografa ayuda a recordar el rostro de la persona y a identificar la sepulturacon ella. Por todo ello, estas fotografas convierten la lpida en una pantallasimblica que facilita la relacin entre el fallecido, la oracin, el dilogo, lareferencia, etc. Y de esta manera podremos entender que las actitudes des-plegadas ante ellas se consideren ritualizadas.

    3.4. Fotografas en cruces y lugares significativos

    Con similares formas y tipologas, encontramos tambin una variante defotografas que acompaan pequeas cruces o templetes en recuerdo deuna persona. Estos singulares y pequeos monumentos testimonian lugaresconcretos, as como la fecha de un fallecimiento pudiendo referirse a luga-res de atentados mortales, accidentes de trfico, etc., (Foto 10). Son lasfamilias las encargadas de disponerlos, cuidarlos y dotarlos de los ornamen-tos complementarios.

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    Foto 9. Fotografa que muestra la necesidad de encontrar la imagen del fallecido en la lpida.

  • En estos casos la fotografa incorpora un componente dramtico al lugar,evidenciando la identidad y personalidad truncada en dicho lugar. Si bien elpequeo monumento enfatiza la desgracia familiar y la desazn social por elacontecimiento, la fotografa, va ms all y personaliza de forma trgica lasituacin.

    3.5. Peticiones en capillas y lugares sagrados

    El carcter sustitutorio de la imagen fotogrfica est claramente refleja-do en la costumbre de usar las fotografas de los miembros familiares comoexvotos para diversos usos y destinos. No lejos quedan las costumbres deprincipios de siglo relativas a la fabricacin de estos ejemplos fotogrficospropiciatorios y oferentes. Se trataba de fotografas de personas enfermas odesahuciadas que se ofrecan en altares en momentos de gravedad extre-ma. Cargado de un potente componente religioso y por qu no, mgico,tambin, estas imgenes ilustraban la desgracia familiar y como ltima ocomplementaria posibilidad de curacin eran ofrecidas al santo ms propi-ciatorio de la zona. (Foto 11).

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    Foto 10. Imagenconmemorativa del lugar de

    defuncin.

  • Estos comportamientos tenan un enorme atractivo esttico y compagi-naban la informacin escrita con la fotografa. Muchos de ellos manifiestanuna tremenda ingenuidad y ternura, destacando sobre todo una mayor fe enla supersticin popular que en otra cosa. Estas fotografas configuraban untapiz interminable en las advocaciones o muros de los santuarios, capillas,grutas, camarines y altares famosos, y la mayora de ellos se refieren acuras, sanaciones y agradecimientos.

    Actualmente podemos encontrar cuantiosos ejemplos donde la fe y la cre-encia hace que multitud de personas reproduzcan con conceptos similaresestas prcticas, si bien, la costumbre de fabricacin de los exvotos ha desapa-recido, en su lugar ha proliferado el uso de cualquier fotografa de la personaafectada, incluso de fotocopias o copias del carn de identidad, algo que nosiempre agrada a los responsables y cuidadores de estos lugares consagra-dos. (Foto 12). La disposicin de estas imgenes se realiza de manera aleato-ria y anrquica. En los lugares donde encontramos estas prcticasobservamos que los oferentes colocan sus rogativas sin orden ni organizacin.En muchos casos ha desaparecido el texto que antiguamente acompaaba alas fotografas y slo quedan stas sin ms referencia que la propia imagen.

    Dado que se trata de actitudes populares, no regidas institucionalmentepor la religin, la ritualidad es libre y poco sistematizada. Podramos desta-car algunos momentos y detalles generalizados en ello:

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    Foto 11. Las fotografas son portadoras de aspectos esenciales y sustitutivos de la persona referente.

  • Las fotografas tienen un carcter sustitutorio. Los familiares llevan las fotografas en una actitud propiciatoria. Se ofrecen oraciones en el momento de llevarlas. Se establece un contacto fsico entre la imagen fotogrfica y la imagen

    venerada el santo, el cristo, la virgen, etc.. Se coloca de manera visible y reconocible. Se mantiene una actitud de plegaria, recogimiento, splica y oracin.

    No se deja la foto y ya est; es decir, implica unos momentos de dilo-go con la divinidad.

    Si el lugar lo permite se acompaa con velas y otros ornamentos ef-meros. En ocasiones se deja limosna.

    Los objetos depositados son retirados por los cuidadores del lugar concierta frecuencia y dispuestos en lugares diferentes. Se acumulan enespacios ocultos a los pies del santo, se queman, etc..

    En estos casos la fotografa funciona como mediadora, como sustitutode la identidad de la persona, proyectando sobre ella todas las condicionesdel miembro familiar al que alude y representa. Estas fotografas suelen sertambin retratos de identidad realizados por fotgrafos, o fotos carentes deotra informacin o referencia que no sea la de la propia persona.

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    Foto 12. Detalle del interior de una cueva consagrada al culto donde se comprende la costumbrede depositar rogativas y peticiones a travs de las fotografas de familiares.

  • 3.6. Fotografas en la curandera

    En otras ocasiones, cuando por alguna razn se recurre a aspectosmgicos, sobrenaturales y esotricos, en relacin a un miembro de la fami-lia, es posible que se usen fotografas para los rituales que se puedan reali-zar en esa lnea.

    Muchos curanderos se apoyan en las fotografas de las personas que acu-den, o de sus familiares, para realizar sus actividades. Estas fotografas, igual-mente que los ejemplos anteriores, se consideran sustitutas de la identidad dela persona y sirven para desplegar sobre ellas todos los componentes mgicos.

    3.7. Los ltimos momentos

    Dentro de la necesidad de creacin de la memoria o de la consolidacindel recuerdo podemos encontrar prcticas fotogrficas que aluden a los lti-mos momentos de vida de una persona. Se trata de imgenes de miembrosde la familia que previsiblemente estn en sus ltimos das de vida y a losque se fotografa como una resistencia a la muerte con la necesidad de atra-par la vida y perpetuar la fatalidad de su prxima prdida. Estas fotografas,evidentemente, recogen los momentos ms tristes de la vida familiar perose conservan como importantes testimonios o recuerdos de esos momentosy de esas personas. (Foto 13).

    Estas imgenes no se muestran normalmente y se guardan de maneraespecial con otros objetos de valor. Incluso es difcil verlas en los lbumes.

    Paralelamente podemos encontrar una actitud contraria; es decir, la defotografas de los ltimos das de una persona, que despus de fallecidos,pasan a distribuirse entre los familiares y amigos a modo de recordatoriopermanente de esa persona, de su paso por la vida y de la proyeccin emo-cional de sus familiares y amigos sobre ella.

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    Foto 13. Fotografa comorecuerdo y testimonio de losltimos das de la vida de unfamiliar.

  • 3.8. Recordatorio de la vida y conmemoracin de la muerte

    En ocasiones encontraremos ejemplos de conmemoracin grfica de lavida y muerte de una persona. Se trata de tarjetas recordatorias que sereparten o mandan a los domicilios de las personas conocidas a modo dehomenaje a la persona desaparecida. Esta actitud genera un sentimiento derecapitulacin y evocacin e intenta hacer partcipe de ello a las personas alas que se participa de esa fotografa. (Foto 14).

    Si bien no es una costumbre demasiado extendida s encontramos quese presenta de una forma agradable, sin tenebrismos ni tristezas excesivas;por el contrario suele reflejar el aspecto ms humanista y entraable delfallecido, estableciendo con l un acercamiento y entraable recuerdo.

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    Foto 14. Recordatorio de la vida de un fallecido.