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www.monografias.com Situación del francés en Uruguay a fines de los años noventa: análisis de la acción lingüística y cultural francesa. Indice 1. Introducción. 2. El idioma francés en Uruguay. 3. Las políticas culturales y lingüísticas en Uruguay. 4. Conclusion. 5. Bibliografia 1. Introducción. La República oriental de Uruguay, uno de los países más pequeños de América del Sur, se encuentra a diez mil kilómetros de Francia, entre Brasil y Argentina, con menos de cuatro millones de habitantes. Un Francés que no percibe las relaciones particulares que existen entre Uruguay y Francia se sorprenderá al conocer el lugar que ocupó su idioma en este país. En efecto, Uruguay fue durante mucho tiempo el único país latinoaméricano donde la primera lengua extranjera que se aprendía en la secundaria era el francés. Proporcionalmente a su población, Uruguay poseía el primer liceo francés de América latina, incluso del mundo (si no tomamos en cuenta las antiguas colonias francesas) y, además, una Alianza francesa de primera importancia. Si buscamos las origenes de esta situación privilegiada, encontramos primero un importante corriente de inmigración francesa del siglo XIX y la influencia de esta comunidad en la evolución económica del país. Al mismo tiempo, los Franceses fueron estrachamente relacionados con la vida política del país cuando Francia todavía era una referencia ideológica. En margen de estos diferentes aspectos demográficos, económicos y políticos la influencia francesa era notable al nivel cultural y, como consecuencia, la enseñanza del francés siempre ocupó un lugar importante. Hoy en día, la enseñanza de la lengua y de la cultura francesas en Uruguay conoce un descenso notable. Esta situación ha provocado numerosos discursos, la mayoría de las veces contradictorios, acerca de la amplitud de dicho descenso, la utilidad de la enseñanza del francés, las motivaciones de los alumnos, des los profesores, de los responsables locales o franceses quienes se encargan de su difusión y, sobre todo, de los Uruguayos mismos. Para algunos de ellos, generalmente los profesores, la enseñanza del francés implica una relación de dominación cultural que siempre fue el destino de América latina, perpetualmente dominada por extranjeros desde la Conquista. A este respecto, podríamos decir que es muy facil criticar el imperialismo francés sin interrogar su propia ceguera con respecto a ciertos aspectos de su propia cultura. Otros profesores opinan que Francia les abandonó aunque se dedicaron totalemente a la difusión de su lengua y de su cultura. Este depecho justifica el lugar ahora ocupado por el inglés. Francia tiene todos los triunfos en la mano para desarrollar su presencia en Uruguay y, en primer lugar, un « capital simpatía ». Lamentablemente, parece que nuestro país no supo mantener la llama de sus amistades. Un retroceso evidente ya se manifesta desde varios años. Por ejemplo, el Liceo francés que siempre fue una institución prestigiosa en la vida cultural uruguaya y de donde salieron varias generaciones de lo más selecto de la sociedad política y intelectual uruguaya, vive un periodo muy dificil que se puede atribuir a razones pedagógicas, de gestión y también al ambiente cultural general. ¿Hoy en día, qué es lo que queda de la influencia francesa, tantas veces mencionada durante la creación de los sistemas educativos locales?, ¿Tienen los « bastiones » de la presencia cultural francesa responsabilidades en el descenso observado desde el principio de los años noventa? Para nosotras, las razones del descenso del francés también son otras. Ante todo, son económicas: se nota que la situación de Uruguay tiene consecuencias directas en el número de alumnos de francés (aunque parece que el inglés no sufre nada). Los numerosos aspectos históricos, antiguos y/o recientes, también deben ser considerados. Cuando se trata de Francia, los discursos de los dirigentes uruguayos muchas veces son salpicados de nostalgía; hablan de una situación que corresponde a su pasado y se olvidan de buena gana de echar un vistazo a su historia inmediata que varias prioridades alejan del francés. Por lo que se refiere a los Franceses, que sean responsables, profesores ou cooperantes técnicos, generalmente son integrados a instituciones y sistemas cuyos historia y papel les escapan. Para entender las razones del descenso del francés, nos parece importante conocer las de su ascenso en esta región del mundo

Francés en parte del país de Uruguay

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Page 1: Francés en parte del país de Uruguay

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Situación del francés en Uruguay a fines de los años noventa: análisis de la acción lingüística y cultural francesa.

Indice

1. Introducción.

2. El idioma francés en Uruguay.

3. Las políticas culturales y lingüísticas en Uruguay.

4. Conclusion.

5. Bibliografia

1. Introducción.

La República oriental de Uruguay, uno de los países más pequeños de América del Sur, se encuentra

a diez mil kilómetros de Francia, entre Brasil y Argentina, con menos de cuatro millones de

habitantes. Un Francés que no percibe las relaciones particulares que existen entre Uruguay y

Francia se sorprenderá al conocer el lugar que ocupó su idioma en este país. En efecto, Uruguay fue

durante mucho tiempo el único país latinoaméricano donde la primera lengua extranjera que se

aprendía en la secundaria era el francés. Proporcionalmente a su población, Uruguay poseía el primer

liceo francés de América latina, incluso del mundo (si no tomamos en cuenta las antiguas colonias

francesas) y, además, una Alianza francesa de primera importancia.

Si buscamos las origenes de esta situación privilegiada, encontramos primero un importante corriente

de inmigración francesa del siglo XIX y la influencia de esta comunidad en la evolución económica del

país. Al mismo tiempo, los Franceses fueron estrachamente relacionados con la vida política del país

cuando Francia todavía era una referencia ideológica. En margen de estos diferentes aspectos –

demográficos, económicos y políticos – la influencia francesa era notable al nivel cultural y, como

consecuencia, la enseñanza del francés siempre ocupó un lugar importante.

Hoy en día, la enseñanza de la lengua y de la cultura francesas en Uruguay conoce un descenso

notable. Esta situación ha provocado numerosos discursos, la mayoría de las veces contradictorios,

acerca de la amplitud de dicho descenso, la utilidad de la enseñanza del francés, las motivaciones de

los alumnos, des los profesores, de los responsables locales o franceses quienes se encargan de su

difusión y, sobre todo, de los Uruguayos mismos.

Para algunos de ellos, generalmente los profesores, la enseñanza del francés implica una relación de

dominación cultural que siempre fue el destino de América latina, perpetualmente dominada por

extranjeros desde la Conquista. A este respecto, podríamos decir que es muy facil criticar el

imperialismo francés sin interrogar su propia ceguera con respecto a ciertos aspectos de su propia

cultura. Otros profesores opinan que Francia les abandonó aunque se dedicaron totalemente a la

difusión de su lengua y de su cultura. Este depecho justifica el lugar ahora ocupado por el inglés.

Francia tiene todos los triunfos en la mano para desarrollar su presencia en Uruguay y, en primer

lugar, un « capital simpatía ». Lamentablemente, parece que nuestro país no supo mantener la llama

de sus amistades. Un retroceso evidente ya se manifesta desde varios años. Por ejemplo, el Liceo

francés que siempre fue una institución prestigiosa en la vida cultural uruguaya y de donde salieron

varias generaciones de lo más selecto de la sociedad política y intelectual uruguaya, vive un periodo

muy dificil que se puede atribuir a razones pedagógicas, de gestión y también al ambiente cultural

general.

¿Hoy en día, qué es lo que queda de la influencia francesa, tantas veces mencionada durante la

creación de los sistemas educativos locales?, ¿Tienen los « bastiones » de la presencia cultural

francesa responsabilidades en el descenso observado desde el principio de los años noventa?

Para nosotras, las razones del descenso del francés también son otras. Ante todo, son económicas:

se nota que la situación de Uruguay tiene consecuencias directas en el número de alumnos de

francés (aunque parece que el inglés no sufre nada).

Los numerosos aspectos históricos, antiguos y/o recientes, también deben ser considerados. Cuando

se trata de Francia, los discursos de los dirigentes uruguayos muchas veces son salpicados de

nostalgía; hablan de una situación que corresponde a su pasado y se olvidan de buena gana de

echar un vistazo a su historia inmediata que varias prioridades alejan del francés. Por lo que se refiere

a los Franceses, que sean responsables, profesores ou cooperantes técnicos, generalmente son

integrados a instituciones y sistemas cuyos historia y papel les escapan. Para entender las razones

del descenso del francés, nos parece importante conocer las de su ascenso en esta región del mundo

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y que, para nosotras, estan relacionadas sobre todo a las migraciones europeas de los años 1840 a

1920.

Por otra parte, la eliminación del francés en el nivel secundario uruguayo desde el año 1991 ocasionó

una caída del número de los alumnados en las instituciones lingüísticas, haciendo del idioma inglés la

única lengua extranjera obligatoria en el primer ciclo desde la reapertura de los cursos escolares de

1996. Este cambio del estatuto del francés en el sistema educativo uruguayo redujó aún más el

número de alumnos de francés que ya había disminuído desde los año ochenta. Además, el no

reconocimiento durante muchos años del bachillerato francés por parte de las autoridades uruguayas

ha sido fuente de problemas desde el punto de vista pedagógico y implica para los alumnos, un

acrecentamiento de trabajo si quieren presentarse al bachillerato uruguayo que les da acceso a la

universidad. De hecho, el alumnado del Liceo francés pasó de 1.783 alumnos en 1980 a 1.224

alumnos en 1990. Finalmente, a estos problemas, se puede agregar la casi ausencia de Francia en

los medios de comunicación y el aparente desinterés de nuestro país enfrente de América latina en

general.

No nos olvidemos tampoco que, en la perspectiva de la apertura de las fronteras y del aumento de los

intercambios, el estudio del idioma inglés parece más « útil » a las familias en marco del futuro de sus

hijos. De la misma manera, en la perspectiva del MERCOSUR, el portugués atrae cada vez más.

En realidad, aunque Uruguay es un país pequeño, merece una atención más sostenida de parte de

Francia, tanto en cuanto a sus relaciones bilaterales como en el marco de sus relaciones con el

MERCOSUR. La posición central que ocupa y el papel que jugará en este inmense conjunto de más de

200 millones de habitantes, implica por parte de los responsables políticos y de los actores

económicos franceses un compromiso sin reserva en el apoyo a la integración regional. Para

renforzar su presencia lingüística y cultural, Francia tiene que apoyar las instituciones regionales sin

olvidarse que Uruguay y Montevideo podrían cumular proximamente el papel de Bruselas en la Unión

europea con el del Luxemburgo como plaza bancaria y financiera.

Lo vemos, para los Suraméricanos y los Franceses, las razones del descenso del francés en Uruguay

parecen oponerse. Los primeros acusan Francia y su política y para los demás, la culpa es de los

Latinoaméricanos con sus sistemas educativos defectuosos y su apertura demasiado grande hacia

U.S.A. Cuatro años en Uruguay bastaron para acostumbranos a este tipo de discursos y también para

hacernos examinar el problema.

Pensamos que todos los actores son responsables del descenso de la difusión de la lengua y de la

cultura francesas en Uruguay y en América del Sur. Además, no excluimos de nuestro análisis la

importancia de la evolución de la historia del mundo y de sus nuevas prioridades geopolíticas que

pusieron Francia en una posición de poder de segundo rango a pesar de su posición de cuarto

exportador mundial.

Como lo señala Louis PORCHER, habríamos podido estudiar muchos aspectos del tema.

La diffusion du Français Langue Etrangère est un champ parce qu’il est possible d’y identifier des

agents (institutions, personnes), des biens, matériels et symboliques, des enjeux, qui entretiennent

entre eux des rapports systématisables selon des logiques propres, donc relativement autonomes,

producteurs–produits d’une histoire. Le champ de diffusion du Français Langue Etrangère entretient

également des relations que l’on peut assigner avec d’autres champs : la production économique par

exemple, mais aussi les champs politique, culturels, etc.

Sin embargo, nos concentraremos en particular en el análisis de las acciones lingüísticas y culturales

francesas en la región. Así, haremos el balance de las políticas lingüísticas y culturales francesas

desde 1945 hasta 1997.

2. El idioma francés en Uruguay.

Un capital de simpatía basado en la inmigración y relaciones culturales y políticas antiguas.

Muchos vínculos se han tejido entre Francia y Uruguay desde el siglo pasado. Se trata de las

contribuciones de la inmigración, en particular de la inmigración francesa, vasca y bearnesa, y de la

contribución que aportará al desarrollo del país, especialmente en el sector agrícola, de la ganadería

y de la industria de la lana.

PASAJEROS ENTRADO POR EL PUERTO MONTEVIDEO DE 1835 A 1842

Francese

s

Españoles Italianos Brasileño

s

Ingleses Alemanes Otros TOTAL

1835 43 481 34 37 10 0 8 613

1836 998 1 209 512 246 88 38 55 3 146

Page 3: Francés en parte del país de Uruguay

1837 442 1 227 522 178 180 2 32 2 583

1838 2 071 2 359 468 161 156 77 132 5 424

1839 342 280 382 59 63 4 33 1 163

1840 835 370 771 45 59 298 97 2 475

1841 3 816 948 2 737 112 170 7 70 7 860

1842 5 218 1 607 2 519 82 124 227 97 9 874

TOTAL 13 765 8 481 7 945 920 850 653 524 33 138

POBLACION FRANCESA EN URUGUAY

URUGUAY DEPARTAMENTO DE MONTEVIDEO

1843 15 000 5 324

1860 8 891 6 141

1872 17 900 -

1879 14 375 6 830

1884 7 383

1908 8 341 5 055

1963 2 016 1 618

Fundamentos y objetivos de la enseñanza del francés ante la creación de la universidad (1830–1850).

Ya se conocen la influencia de las ideas políticas, filosóficas y de la literatura francesas en América

latina durante el periodo de emancipación. Esta influencia fue particularmente importante en Uruguay

como instrumento de emancipación intelectual. El francés era el único idioma extranjero enseñado

muchas instituciones primarias, secundarias y universitarias. Debemos agregar además que, nacido

bajo la tutela de Inglaterra, Uruguay siempre tuvo su mirada hacia Europa.

La « antigua universidad » (1850–1874).

En 1830 y después en 1849, el programa para el proyecto de creación de una universidad ponía al

mismo nivel inglés y francés en la enseñanza secundaria. En el programa de 1849, mientras que la

capital siempre estaba asediada, la importancia de las lenguas vivas reflejaba la situación política de

Montevideo. En los hechos, después de la guerra es el francés que se enseña, de 1850 a 1860, casi

continuamente. Más tarde, el francés parece regularmente haber atraído a más alumnos que el

inglés. Es un hecho que se explica por la situación económica del país. La preponderancia más o

menos neta del francés está entonces vinculada a la abundancia de libros franceses en la enseñanza

secundaria y superior (filosofía, geografía, química, derecho, etc).

La « nueva universidad » (1885–1935).

Muy rápidamente la universidad se convirtió en una fábrica de diplomas y de profesionales. La

enseñanza de las lenguas, y más concretamente del francés, se « aburguesa »: los alumnos, no

preocupados con el dominio del francés, sólo tienen como única preocupación aprobar sus exámenes

con el fin de acceder a las altas esferas sociales:

Dans l’esprit des autorités éducatives scolaires et universitaires, l’enseignement des langues se

limite simplement à mettre les élèves en condition de traduire, seulement de traduire les textes qu’ils

peuvent avoir à consulter.

La segunda guerra mundial.

Se sabe que la firma del armisticio en 1940 y la guerra en Europa trajeron, hasta cierto punto, un

corte entre América y Europa. Por lo que se refiere a la enseñanza, el bachillerato francés dejó de ser

reconocido en Uruguay este mismo año. En 1942, el Consejo de enseñanza uruguayo suprimía un

año de francés (el quinto año) previsto en el plan de 1941. Eso no constituyó un ataque muy

importante en la medida en que permanecieran cuatro años de francés contra tres años de inglés. No

obstante eso pasó para una advertencia. La Francia de Pétain ya no se considera como un modelo:

« une dense atmosphère dépréciative se forme non plus seulement contre le gouvernement de Vichy,

mais aussi contre toute la grande nation latine... », nota en el diario La Mañana J. L. DELGADO

REYES para explicar la nueva situación de la lengua francesa en Uruguay.

On se sert aussi, comme argument en faveur de la supplantation de l’enseignement du français par

celui de l’anglais, du fait que la connaissance de cette dernière langue faciliterait le rapprochement

intellectuel avec les Etats–Unis et contribuerait ainsi à consolider l’unité américaine.

Page 4: Francés en parte del país de Uruguay

Para apoyar la causa del francés – por lo tanto a la defensiva en Montevideo – se recurre a la

tradición latina. Al lado de estas observaciones más bien sentimentales, se puede destacar la

argumentación presentada por el inspector Marius BOUYAT ante el Consejo nacional de la

enseñanza. Destaca la utilidad de la lengua francesa como « instrumento de trabajo » y su « carácter

formativo » que representa los dos objetos de la enseñanza secundaria.

Fundamentos y objetivos desde el plan de 1941 hasta la desaparición del francés en 1996.

Es significativo, en la perspectiva que fueron expuestas, que se haya elegido al francés para el primer

ciclo, que tiene por objetivo la cultura general, y que se haya olvidadolo en las clases preparatorias

diversificadas, claramente especializadas. Estas elecciones tenderían a mostrar una nueva

concepción de la utilidad del francés. Los programas de francés, en 1941 como en 1976, contemplan

inicialmente la adquisición de la lengua oral usual, a continuación los temas estudiados son relativos

a la vida en Francia y « a la obra creativa intelectual del pueblo francés ». El programa establecido

para el segundo ciclo (plan de 1941) – sección preparatoria de ciencias económicas – se orienta por

su contenido hacia el francés especializado. En 1963, se generaliza la enseñanza del francés en el

segundo ciclo: lo que se llamaba en la época el « plan piloto ». En ese momento el papel del francés

es doble: dar a los alumnos la posibilidad de utilizar una lengua importante en el mundo del momento

y ponerlos en contacto con la civilización francesa. En 1976, el objetivo de la enseñanza del francés

es globalmente más limitado. Se hace hincapié en una utilización « pasiva » de la lengua con fines de

consultas de obras especializadas. Así pues, mientras que el uso de la lengua oral tiene un carácter

cada vez más hipotético, una motivación más sólida reside en el « carácter instrumental » de la

lengua: los estudios superiores y la vida profesional. Desgraciadamente, la dictadura y el año 1996

verán de nuevo la lengua francesa desaparecer del secundario en favor del inglés. La enseñanza,

demasiado pobre para ofrecerse los servicios de los numerosos profesores de francés, decidirá optar

por la lengua más extendida.

En conclusión, se puede sintetisar la situación del idioma francés de este modo:

Alumnado demasiado numeroso (hasta 45–50 alumnos).

Clases heterogéneas.

Duración real de las clases (30 minutos efectivos).

Número reducido de clases de francés en el año.

Lugar ocupado por la clase de francés en el día (final de día).

Ignorancia de los programas por parte de los profesores y de los alumnos.

Falta de material.

Aislamiento del francés entre las otras materias.

Aislamiento de los profesores de francés.

Ausencia de motivación por parte de los alumnos.

Si lo mismo ocurre con las otras lenguas, a pesar de todo, hay que reconocer que solamente el

francés se vio retirado del programa del secundario. Así pues, al conjunto de estas dificultades, que

hizo que el rendimiento del francés era decepcionante tan para los alumnos como para los

profesores, debemos añadir la falta de motivación para esta materia. Ya en 1957, los profesores

deploraban la actitud de los alumnos respecto a esta lengua. Hasta el año 1996, en que fue

finalmente suprimido, los argumentos en favor del mantenimiento del francés como lengua obligatoria

a la edad donde un alumno entraba en la enseñanza secundaria (12 años) encontraban poco eco. Se

concebía sin problema que la utilidad dudosa e indefinida de este aprendizaje – en medio de tantas

materias más sensiblemente « rentables » – no bastaba como para dar el deseo de conocer esta

lengua, cuyo conocimiento profundo no parecía prioritario. Por otra parte, la mayoría de los

adolescentes, al igual que hoy, ya bañaba en la cultura norteamericana y tenía una predilección para

la lengua inglesa, considerada universal, pues más útil, y juzgada a menudo más accesible que el

francés. Así pues, la actitud de los alumnos puede explicarse no sólo por estas disposiciones

negativas, sino también por la práctica pedagógica y la decepción de no llegar a la adquisición activa

del francés. Comprobar que se puede llegar a practicar la lengua es, como es el caso en otras

disciplinas, un estímulo seguramente primordial. Puede ser pues que los problemas encontrados en la

pedagogía reflejan la confusión de las finalidades de la enseñanza del francés, finalidades que

conviene ahora analizar de más cerca.

3. Las políticas culturales y lingüísticas en Uruguay.

Page 5: Francés en parte del país de Uruguay

Organizar políticas lingüísticas en América latina equivale a plantearse una serie de cuestiones: ¿Qué

elecciones hacer?, ¿Qué instrumentos institucionales crear y usar?, ¿Cómo ubicar una política

lingüística y cultural con relación a un entorno económico, diplomático y científico? No se trata

obviamente de proponer soluciones generales aunque las cuestiones se formularan, como acabamos

de hacerlo, de manera simplista.

Tres periodos para las políticas francesas en el extranjero.

Existiría al parecer tres períodos en la política del francés en el extranjero. Hasta los años ochenta, se

caracterizaba a nivel económico – en sus efectos – por un período fasto en cuanto al personal de las

oficinas de acción pedagógica, en becas concedidas a los estudiantes y a los profesores

latinoamericanos, en misiones francesas, situación obviamente variable según los países. En cuanto

a la política lingüística, las actividades se centraban casi exclusivamente en la formación de los

profesores de francés tanto del superior como del secundario, con la ayuda de las asociaciones de

profesores de F.L.E. Es necesario reconocer que durante estos años, se hizo un trabajo considerable

de formación pedagógica e incluso, podría decirse, de promoción de lo que era « francés », debido a

que las oficinas de acción pedagógica trabajaban en estrechas relaciones con las asociaciones

locales, lo que es, en estos países, uno de los factores principales de éxito. Se puede decir que

reinaba en esta época cierta armonía – allí también, variable según los países – entre las oficinas de

acción pedagógica y los distintos socios locales. Parece que esta dicha armonía se esfumó más tarde

y fue sustituida por recriminaciones por parte de los socios locales contra Francia. A nivel

universitario, la presencia francesa estaba garantizada por una red de lectores bastante importante ya

que en esta época apenas existían política de cooperación universitaria organizada con Francia en

las disciplinas literarias y lingüísticas. Se debe tener en cuenta sin embargo el desarrollo del « francés

funcional » que, como es sabido, instigó la didáctica del francés. El resultado de este primer período

de trabajo fue una buena presencia francesa, una buena imagen, pero paradójicamente, hacia el final

de estos años, el principio de una disminución, que irá creciendo, del número de alumnos y

estudiantes que eligen al francés.

Un segundo período, de los años ochenta a noventa, y que se caracterizaba al nivel económico por

una primera fuerte disminución de los medios puestos a disposición de los servicios de acción

lingüística, que se convierten en los B.A.L., y por la búsqueda de una nueva racionalización de los

presupuestos: fuerte disminución de las becas y casi desaparición de los lectores. En cuanto a la

política lingüística, cambió de orientación en lo que ésta debía descartarse progresivamente de la

misión de la formación pedagógica para ir hacia la de la promoción de lengua francesa. El

razonamiento básico era el siguiente: para que el francés permanezca vivo en el extranjero, es

necesario que haya alumnos en las clases; para que haya alumnos, es necesario seducir su

imaginario pero sobre todo el de sus padres ya que, generalmente, son ellos quienes incitan a los

niños a elegir una lengua extranjera. Para seducir estos imaginarios, es necesario quitar el polvo a la

imagen anticuada que posee el francés en el extranjero: método, perfume, gastronomía, cultura

clásica, etc. Creemos pues actividades promocionales del francés: organización de concursos de

poesías y de canciones francesas con premios, tours de Francia y campeonatos de fútbol,

exposiciones; es necesario hacer investigaciones de imagen y trabajar con las empresas francesas

en el extranjero. Al nivel universitario, es la era del francés « funcional », luego del « comunicativo »

(México, Brasil) y en paralelo grandes encuentros francófonos en torno a la literatura con escritores y

cineastas. Estas manifestaciones son, la mayoría de las veces, organizadas por las asociaciones con

ayuda de organismos francófonos o internacionales como la A.U.P.E.L.F. y la F.I.P.F., más que por

los servicios culturales franceses, aunque Francia presta su apoyo financiero. En efecto, no se debe

olvidar que si Francia se asoció a estas manifestaciones francófonas, eso se hizo bajo el empuje de

las asociaciones latinoamericanas que reclamaban más diversidad y querían – quizás

inconscientemente – encontrar una alternativa a un determinado « imperialismo francés » y con el

apoyo de estos organismos que también pretendían promover la francofonía. Esto implicó que esta

política dio a la vez un determinado dinamismo a las asociaciones locales, obligandolas a trabajar en

estrecha colaboración con los B.A.L., y un determinado dinamismo cultural (pero también los

conflictos). Desgraciadamente, el número de alumnos de francés siguió cayendo, los productos

franceses no se vendieron mejor, y, en paralelo, la calidad de los profesores, menos capacitados, se

resentio y deja que desear.

El tercer período comienza en torno a los años noventa. Al nivel económico, siguen las restricciones

presupuestarias en paralelo a una situación económica de los países de América latina cada vez más

difícil para la clase media en comparación con la situación previa. Las prestaciones francesas son

Page 6: Francés en parte del país de Uruguay

menos aparentes. La política lingüística cambia una vez más su orientación. Se observa una ligera

vuelta a operaciones de formación pedagógica, variable según los países, pero sobre todo

instauración de una dicha política de cooperación educativa que tiende a ayudar a los sistemas

educativos locales en los Ministerios de Educación de los distintos países para, en contraparte,

obtener que la elección del francés en segunda lengua extranjera no desaparezca completamente

(mantenida o restablecida). Al nivel universitario aparece la idea que es necesario ayudar la

cooperación universitaria pero eso sigue siendo muy esporádico. Así no se ve aparecer ninguna

mejora en cuanto a la situación global de la enseñanza del francés en Uruguay.

La cuestión del desinterés de Francia hacia Uruguay.

Una delegación francesa del grupo de amistad « Francia–Uruguay » de la Asamblea nacional efectuó

una misión de cuatro días en Uruguay, del 16 al 19 de septiembre de 1996, invitada por el Parlamento

uruguayo y por la parte uruguaya de dicha asociación, presidida por el Sr. Carlos PEREYRA,

Presidente de la comisión de las relaciones exteriores del Senado. Esta misión es el resultado de los

esfuerzos llevados, por una y otra parte, para volver a entablar el diálogo entre parlamentarios

franceses y uruguayos. Lo que inicio este proyecto fue ciertamente el coloquio « Francia–América

latina: un diálogo con varias voces », organizado en 1995 bajo el alto patrocinio del Sr. Philippe

SEGUIN, Presidente, y de la Sra. Nicole CATALA, Vicepresidenta de la Asamblea nacional, quienes,

deseando establecer vínculos con las Asambleas latinoamericanas, habían invitado a participar

parlamentarios de cada uno de los países del Grupo de Río. La etapa siguiente fue la creación de la

asociación de amistad « Francia–Uruguay » el 16 de mayo pasado, compuesta a la vez de miembros

del Senado y de la Cámara de Representantes y presidida por una importante personalidad política,

el Sr. Senador Carlos Julio PEREYRA. Su excelencia, el Sr. Pierre CHARASSE, Embajador de

Francia en esta época, quien había contribuido a su creación, fue designado Presidente de honor.

Este grupo de amistad se inscribe en la voluntad claramente afirmada, tanto por el Presidente de la

República como por el Gobierno, de mirar con más determinación hacia los países de América latina.

Uruguay en el centro del Mercosur y del proceso de integración regional requiere en adelante una

atención constante por parte de Francia. El grupo de amistad quiso contribuir, por su parte, a renovar

el interés para un país que merece conocerse mejor y apreciarse en Francia, tanto debido a fuertes y

antiguos vínculos culturales, como debido a nuevas perspectivas económicas que se ofrecen a la

presencia francesa.

La Alianza francesa, el Liceo francés y la Embajada. Un triunvirato con una sola cabeza ?

Al igual que cualquier grupo social instituido, la Embajada es un mercado sobre el cual se distribuye lo

que está en juego (aspectos económicos, políticos, colectivos, personales, etc.), existen posiciones

(luchas, alianzas, antagonismos, solidaridades) y se distribuyen bienes (materiales, simbólicos,

satisfacciones, esperanzas). Quienquiera que conoce las definiciones formales y estáticos (el

organigrama) ya dispone de informaciones importantes, pero apenas le dan que las reglas del juego.

A través del consejero cultural, la Alianza y el Liceo francés están bajo la copela de la Embajada que

les presta distintos apoyos: financieros, informativos, etc. Sin embargo, cuando se examinan los

hechos reales, que es de esta ayuda? A menudo las tres instituciones citadas funcionan sin ninguna

concertación ni coordinación. Algunas manifestaciones culturales sobre un mismo tema son

establecidas sin planificación y caen, la mayor parte del tiempo, precisamente al mismo tiempo lo que

reduce el número de participantes en vez de aumentarlo (p.e.: el « tiempo de los libros »). Esta falta

de coordinación obvia no es más que el reflejo de las distorsiones que existenten entre los tres

grandes representantes de Francia en Uruguay (igual que en gran número de países suponemos).

Desgraciadamente, eso da una imagen muy mala de las instancias francesas, incapaces de ponerse

de acuerdo sobre la política exterior que debe llevarse. Por otra parte, en el ámbito de la lingüística, la

Embajada solamente apoya financieramente los establecimientos públicos difusores de francés:

liceos, colegios, escuelas primarias, etc. Por lo tanto, no se ocupa en ningún caso de instituciones

privadas como la Alianza. Así no se puede invitar a expertos en F.L.E. con el presupuesto del

B.C.L.E. Por consiguiente, sería seguramente preferible preguntarse sobre problemas de fase

preliminar antes de concentrarse en las desventajas constituidas por la realidad local.

La ausencia de interventores.

En el estado actual de las cosas, dos actividades son privilegiadas por parte de Francia: una actividad

muy especializada, la pedagogía del F.L.E., o sea de la lengua y de la civilización; una actividad

Page 7: Francés en parte del país de Uruguay

considerada comúnmente compartida: la cultura. La primera debería realizarse esencialmente bajo

cuatro formas vinculadas entre ellas: Concesión de becas (de estudio, de pasantías, etc).

Organización de misiones procedientes de Francia.

Organización de formaciones continuas in situ (pasantías, días de estudio, coloquios,

seminarios, etc).

Contribución a la elaboración de materiales de enseñanza adaptados al contexto local.

Mediatización: boletines de conexión, ayuda a las operaciones de promoción de las redes,

el recurso a los grandes medios de comunicación, etc.

Sin embargo, las únicas becas concedidas son para la cooperación científica y otorgadas sobre

bases que no son muy claras (incluso para la Embajada). Las pasantías sólo parecen afectar a los

miembros de la Embajada y, puntualmente, del Liceo francés. Ninguna misión de Francia vino en

1996. Los únicos días de formación se organizan con el C.S.N. quien tiene función de animador

pedagógico y cultural de la Alianza Francesa. Es posible encontrar algunos apoyos pedagógicos en

La voix du Sud (revista de la asociación de los profesores de francés de Uruguay) y la Alianza es la

única institución que realmente recurre a los medios de comunicación y a los patrocinadores en el

marco de sus actividades aunque algunas publicidades sobre el Liceo francés y sobre las actividades

de la Embajada comienzan a aparecer. ¿Por qué? Todo es cuestión de dinero por supuesto.

La supresión del puesto de Agregado lingüístico.

La misión del agregado lingüístico es, como se sabe, difundir la lengua y la cultura francesa. Debe ser

generalista, capaz de coordinar la intervención de distintos especialistas, animador capaz de reunir y

administrar informaciones sociales, comunicador capaz de hacer circular el mensaje, analista capaz

de describir una situación local compleja para ubicar los componentes funcionales y actuar con ellos.

Se trata pues de un profesional de la comunicación social por intermedio de la enseñanza que es

generalmente su especialidad. Así pues, el polo determinante de sus preocupaciones sigue siendo la

enseñanza/aprendizaje del F.L.E., puesto que se trata del vector fundamental de la difusión. Es

necesario a pesar de todo tomar conciencia del hecho que, en adelante, esta preocupación

pedagógica no podrá definir por sí sola la acción de difusión del F.L.E. y eso por varias razones

enumeradas por Louis PORCHER: Existen otros métodos de difusión en margen de la enseñanza: los medios de comunicación, los

viajes, el comercio, la circulación de los bienes culturales.

Los problemas tocados por la enseñanza de una lengua y de una cultura extranjeras no se reducen a

la metodología de la clase: durante más de un cuarto de siglo, esta idea reductora fue infundida y, de

hecho, contribuyó a producir y justificar una proliferación de especialistas quienes, en adelante,

tienden perpetuar la concepción según la cual no hay otro problema de enseñanza que aquéllos. Por

ejemplo, la cuestión de saber si el francés es la primera o la segunda lengua extranjera en el sistema

educativo de país, o incluso no forma parte de los programas, no está incluida en la metodología

pedagógica pero constituye sin embargo una cuestión capital

Pues, como lo demostramos, el papel del agregado lingüístico es fundamental en la difusión de la

lengua y la cultura francesas. Su ausencia se nota cruelmente en este período de crisis aunque la

antigua inspectora de francés reclutada localmente es ciertamente competente.

El número de expatriados.

Francia no está representada solamente por su Embajada. Otros numerosos expatriados, profesores

del Liceo francés, expatriados las Alianzas francesas o también cooperantes administrativos

empresariales, son todos embajadores de nuestro país. Sin embargo su número va también

decreciente. Triste balance que el de los C.S.N.: de cuatro profesores del Liceo francés, pasamos a

dos. A eso podemos añadir la pérdida de un C.S.N. en la Alianza, otro en la Embajada, de seis en las

empresas, lo que nos da, por lo que se refiere a esta categoría, un total actual de cinco cooperantes

contra catorce en 1995. No hablaremos de la desaparición de todos los expatriados de las Alianzas,

salvo el Delegado general de Montevideo, ni del cierre de uno de los dos anexos del Liceo francés.

Para resumir la situación: cuanto más la presencia francesa se reduce, más Francia se hace olvidar

de Uruguay y más Francia se desinteresa de América del Sur. No se puede imaginar entonces, en

estas condiciones, cómo los Uruguayos podrían tener el deseo de aprender francés. Por otra parte,

cuando se examina el tema de la reciprocidad español–francés, podemos decirnos que Francia no

Page 8: Francés en parte del país de Uruguay

está por cambiar algo al problema del número de los expatriados y, de hecho, a la caída de su lengua

en Uruguay, o incluso en América Latina.

La no diversificación de las ofertas de difusión.

La supresión del puesto de agregado lingüístico se acompañó del final de las prestaciones ofrecidas

por la Embajada de Francia. Así, queda solamente la Alianza Francesa para ofrecer pasantías

semestrales en las Alianzas de provincia, abiertas a otras instituciones. Públicos diversificados,

prestaciones diversificadas, participantes diversificados conducen lógicamente a la necesidad de

distintas formas de intervención. Examinando lo que se había propuesto antes, llegamos a la

conclusión que las ofertas de difusión nunca habían realmente estado en adecuación con sus

públicos, siendo muy monocolores (usemos el pasado ya que la Embajada ya no ofrece ninguna

prestación). En efecto, se reducía el público de destino a los alumnos y a los profesores, se proponían

solamente acciones de tipo pedagógico, es decir, vinculadas a la difusión del F.L.E. y por la vía única

de la enseñanza. El « modelo » de pasantía siempre tenía los mismos ejes: unos contenido (temas),

una duración y un ritmo, unos métodos de intervención (sesiones plenarias, trabajos de grupos, etc),

unos perfiles de participantes, unas formas de trabajo (exposiciones, debates, etc). Estas pasantías

se caracterizan generalmente por una indiferencia total respecto a lo que no es pedagógico y método.

Entre los elementos generalmente olvidados, sólo citaremos algunos ejemplos muy clásicos:

La distancia geográfica del lugar de la pasabtía con relación a los aprendices.

Las condiciones económicas y materiales de la pasantía.

Los métodos de comunicación a distancia.

Las condiciones de vida diaria (alojamiento, comida, etc.).

En la práctica, solamnte los profesores eran objeto de la casi totalidad de las acciones propuestas:

teniendo en cuenta la especificidad de este público, las estrategias de difusión que se les destinaban

se definían en términos de respuestas « a la demanda ». Los profesores expresaban necesidades de

formación, la Embajada – ya que era sobre todo ella, más allá de la Alianza, que debía proporcionar

las prestaciones – « escuchaba » esta demanda, la recibía y proponía una forma de respuesta

adaptada, que era, la mayor parte del tiempo, pasantías pedagógicas. En resumen, no había oferta

por parte del prestador de servicios. Tal actitud, la más extendida, incluso actualmente, es sin

embargo muy poco convincente y se basa más en algunos postulados:

Habría una demanda totalmente independiente de la oferta lo que no es cierto. Así las solicitudes de

formación, por causa de ausencia de ofertas, siguen siendo muy dispersadas, aleatorias y son muy

repetitivas: una estrategia que sólo estaría basada en la oferta sería absurda e irrealista, una

estrategia únicamente basada en la demanda es absurda e ineficaz.

Partir de la demanda implicaría centrarse en las necesidades del público de destino y, por lo tanto,

conducirse democráticamente. Ahora, nada garantiza la validez de esta afirmación ya que, en

realidad, se filtran las necesidades del público, expresadas por distintos portavoces que pretienden

hablar en nombre de todos pero que expresan en realidad las posiciones de una minoría: en la

mayoría de los casos ningún embrión de investigación digno de este nombre valida las afirmaciones

presentadas como la expresión del « terreno ».

Las instituciones de formación estarían en posición estrictamente técnica de respuesta a las

solicitudes de formación. Serían en resumen puros prestadores de servicio, diseñadores al servicio de

los expertos. Ahora no se puede olvidar que las dichas instituciones de formación funcionan en primer

lugar de acuerdo con sus propios intereses.

La enseñanza sería el único método válido de difusión del F.L.E. y la formación a la metodología de la

clase el único método de aprendizaje de la enseñanza. Queda sin embargo claro que la

diversificación de los públicos debe acompañarse de una diversificación de las prestaciones

ofrecidas:

– De los objetivos de la acción lingüística y cultural en función de los distintos públicos e de los

intereses que se pueden suscitar en ellos.

– De las ofertas que se pueden hacer: pasantías, actividades culturales, viajes, etc. Sería útil

categorizar estas ofertas con el fin de adaptarlas a públicos mixtos (« centración en el destinatario »).

– Una adaptación de las iniciativas al público contemplado y a la prestación que se quiere ofrecer: el

tiempo y el dinero a disposición del público contemplado, las condiciones materiales de acceso a la

prestación, el costo de oportunidad de la prestación (este a que el público debe renunciar para asistir

a la prestación).

Page 9: Francés en parte del país de Uruguay

4. Conclusion.

Con el fin de concluir este resumen de investigación, dejaremos la palabra a Philippe GREFFET cuya

opinión sobre el método acción que debe establecerse para difundir la lengua y la cultura francesas

resume perfectamente nuestro propio punto de vista:

Il serait temps, grand temps de revenir à des idées simples, d’en finir avec les grands prêtres et leurs

grandes messes, avec des dieux de passage et leurs thuriféraires. Il serait grand temps, grand temps

de mettre un terme à la francophonie–marteau piqueur, à la francophonie–petits fours... Il serait

temps, grand temps de ne pas dilapider les fonds des Etats pour se faire plaisir et se redire entre soi

les mêmes histoires qu’on se raconte depuis des décennies.

Qu’on ait le courage de ce que l’on proclame. On veut défendre la chanson française ? Qu’on

finance des tournées dans le monde entier, qu’on propose à la colonisation des médias par la

télévision. Si j’avais quelque pouvoir, je commencerais par supprimer un ou deux Mirages et une

dizaine de tanks par an. Qui s’en apercevrait ? Personne. Je n’utiliserais pas l’argent à organiser une

rencontre au sommet de plus. Assez de blablabla. J’inonderais le monde livres, de cassettes, de

conférenciers, d’artistes. Je multiplierais par 100, par 1 000 les bourses, je distribuerais à tous les

professeurs de français du monde une revue et du matériel pédagogique. Je financerais une politique

systématique de diffusion culturelle dans toutes les radios et télévisions du monde. Ne soyons pas

dupes. Il est des combats qui n’avouent pas leur nom. Nous sommes, consciemment ou non, engagés

dans le plus redoutable de tous. Son issue est la sauvegarde de l’identité, et l’identité c’est l’homme.

Nos armes sont des armes de paix, d’amour et de lumière. Donnons–nous les moyens de les faire

triompher.

En la actualidad, el descenso del francés en Sudamérica es real pero ¿medimos todas las razones?

Habíamos colocado como hipótesis inicial que los distintos protagonistas de la difusión del francés

tenían una relación directa en el fenómeno de decadencia de nuestra lengua. Pudimos efectivamente

observar, a lo largo de esta investigación, cuánto las instituciones y las personas poco a poco se

esclerosaban, cuánto los medios de acción tradicionales se agotaban y cuánto el retroceso global de

Francia en esta región del mundo se debía a su falta de interés real hacia los países contemplados, a

una incapacidad a comunicar institucionalmente y a su ausencia total de medios de comunicación

audiovisuales.

El balance realizado durante esta investigación nos conducen a orientar nuestras propuestas de

renovaciones de la presencia francesa según cinco ejes:

Conservar su influencia cultural clásica.

Ampliar el campo de su influencia técnica dando a conocer su capacidad de cooperación en

el ámbito (folletos, películas, conferencias, congresos) y capacitando, según sus técnicas,

cuadros uruguayos.

Reforzar la reciprocidad entre Francia y Uruguay y más ampliamente, Sudamérica.

Reforzar la comunicación institucional entre la Embajada, el liceo y los institutos culturales.

Reforzar la presencia francesa en los medios de comunicación

Estas cinco misiones no son contradictorias sino complementarias. Nuestra cultura precede a menudo

nuestras exportaciones ya que « todo cliente de la lengua francesa se convierte en un cliente de los

productos franceses » (Brasil, Colombia, Perú, Marruecos, Túnez, etc.) y es necesario demostrar que

el francés es una lengua útil. Hoy se amenaza el mantenimiento de nuestras posiciones. El empuje

del inglés es enorme y se acompaña en adelante de una aparición del portugués no desdeñable

debido a la construcción del Mercosur. De hecho, vendemos en el extranjero diez veces menos libros

que los anglosajones, América latina solamente recibiendo 6% de nuestras exportaciones editoriales

contra 20% antes de la segunda Guerra Mundial. Por otra parte, es necesario dedicarse

prioritariamente a una « reconversión técnica » en forma de reforma de la enseñanza del francés y

por una política de misión más sostenida. Esta reforma se basa en una red única. Los Ministerios

envían cada vez menos expatriados (quedan dos para el conjunto de las Alianzas del país) pero los

establecimientos envejecen. Es necesario definir una nueva política de la enseñanza del francés en el

extranjero. Además, varios problemas se plantean con el Liceo francés: la calidad de su enseñanza

que se cuestiona, su costo que no permite a todos los alumnos beneficiar de la enseñanza que

exime, el lugar que la institución deja al intercultural, etc. El Liceo en absoluto tiene un doble estatuto

franco uruguayo y el bachillerato francés es efectivamente reconocido desde la visita de Jacques

CHIRAC en Uruguay, sin embargo que es el interés en inscribirse en un instituto donde se enseña

una lengua cuya funcionalidad queda por probar para los Uruguayos?

Page 10: Francés en parte del país de Uruguay

Por lo que se refiere a las políticas de misiones, su eficacia podría ser aumentada por una selección

más rigurosa de las misiones en función de los objetivos económicos de Francia, por una

coordinación más estrecha entre los Ministerios en cuestión, por una formación más completa de

nuestros expertos para familiarizarlos con el español o con los problemas particulares en Uruguay.

Nuestro país que está a la primer fila para los estudiantes extranjeros debe hacer todo para atraer el

mejor de ellos. La política de recepción en Francia debería darse por objetivo de aumentar las

distintas becas que concede y organizar un servicio de recepción de los estudiantes extranjeros.

Desgraciadamente, el presupuesto no sigue y tales transformaciones no parecen posibles en el

estado actual de las cosas. No existe ningún margen de maniobra para los nuevos gastos.

Disponemos de un aparato cultural al parecer sin equivalente en el mundo pero que no funciona al

máximo rendimiento. Si no progresamos, abandonaremos nuestro lugar a nuestros competidores.

Tenemos activos, es necesario pues explotarlos y nuestros métodos tomarán una vuelta más

moderna. Debemos adaptarnos a las nuevas élites, a las necesidades técnicas y científicas del país.

El lugar que Uruguay está por obtener en el Mercosur puede constituir, a este respecto, un doble polo

muy interesante: puede permitirnos, si conservamos con el país estrechos vínculos, dar a conocer

nuestras competencias técnicas y ofrecer nuestros servicios en cuanto a la formación de la futura élite

local que pronto dirigirá el país. Debemos pues despertar la simpatía de los medios dirigentes

uruguayos respecto a nuestra cultura y nuestra lengua. Con este fin, debemos adaptar el estilo de

nuestra acción y hacer hincapié la técnica y el científico.

Hasta ahora, todas las condiciones parecían reunidas para que la « guerra del francés » esté perdida

en Sudamérica. Los Suraméricanos son orgullosos haber encontrado una vida democrática y se

interesan de concierto a la instauración al nivel económico de planes regionales que implican su

descubrimiento mutuo. Además, teniendo conjuntamente el uso del español, el Suramericanos

quienes aprenden inglés como primera lengua extranjera, tienen el sentimiento de poder comunicar

con el mundo. Durante por muchos años, la cooperación francesa, en particular, en materia

lingüística, se limitó a favorecer la opción francofrancesa destinada a defender al francés. Ahora, una

cooperación verdadera supone un interés mutuo y que se lo considera diferentemente que como un

futuro consumidor de nuestra cultura. Esta es la razón por la que la opción intercultural nos parece

inevitable.

Por otra parte, tanto internamente como en dirección del público, las instituciones francesas en el

extranjero comunican poco. Mientras que la comunicación institucional ganó muchos ámbitos en el

hexágono, esta globalmente ausente de los puestos ubicados en América del Sur. Sin embargo,

establecimientos culturales y liceos, en busca de una « clientela », tienen que promover su institución

y ningún proyecto cultural puede realizarse sin estar precedido por una fuerte campaña de

comunicación. Ahora, ninguna comunicación institucional interna o externa se inició. Los

establecimientos franceses son lugares de secreto y de opacidad.

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Septembre 1990, Union Latine, livret de présentation. Nantes.

Trabajo enviado por:

Samantha Chareille

[email protected]

Doctora en Didactología de las lenguas y de las culturas.

Université PARIS III – la Sorbonne Nouvelle.

Ecole normale supérieure de Lettres et Sciences humaines de Lyon.