NOTICIAS• El pasado 3 de febrero, profesaron en Villarrubia de los Ojos 16

nuevos hermanos, e hicieron su rito de admisión 5 hermanos, por lo que les felicitamos.

• El día de 13 de febrero COMIENZA LA CUARESMA, con el Miércoles de Ceniza.

• Próximo encuentro de Oración el día 9 de marzo a las 5`30 • Durante este mes de febrero, se están desarrollando las

actividades programadas por MANOS UNIDAS, para poder realizar el proyecto que este año se quiere hacer. UNA AMPLIACIÓN DE ESCUELA SECUNDARIA EN BARRIO MARGINAL DE NAIROBI

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El 16 del pasado mes de enero celebramos la memoria de los Protomártires de la Orden, los primeros misioneros enviados por S. Francisco entre los sarracenos (musulmanes). Fueron cruelmente martirizados en Marruecos por predicar el Evangelio de Jesucristo dando con ello testimonio de su fe el año 1220. Cinco en total. Este mes, febrero, celebramos los Protomártires del Japón, S. Pedro Bautista (1547.1597) español, abulense, hijo de nuestra Provincia religiosa, de S. Gregorio. Tras su ordenación sacerdotal fue enviado co-

mo misionero a Filipinas donde trabajó largos años y finalmente destinado a Japón donde se di-rigió con un doble cometido: Diplomático- Emba-jador de Felipe II y, sobre todo, religioso: abrir una

misión en el país del sol naciente. El éxito inicial, por razones muy complejas, duró poco tiempo. El Emperador Taikosama que le acogió efusivamente y le ofreció su amigable protección y ayuda, inesperadamente cuando la misión prometía los mejores frutos, bajo el influjo de turbios intereses, se tornó de amigo en su cruel verdugo sentenciando pena de muerte en cruz para Pedro B. y sus hermanos de comunidad en la ciudad de Nagasaky. La razón de tal sentencia rezaba que “por predicar el Evangelio de Cristo”. Buena prueba de la fecundidad de la misión en aquel territorio es que a la comunidad se unieron 17 cristianos de la ORDEN FRANCISCANA SEGLAR con los cuales formaron el grupo que hoy celebramos de S. Pedro y 22 compañeros, campeones de la fe en aquellas lejanas tierras. Fueron crucificados en una colina de Nagasaky el 4 de febrero del año 1597 y los canonizó Pío IX el año 1862.

PRÓXIMA REUNIÓNEl próximo día 24 de Febrero nos reuniremos para celebrar la convivencia del presente mes, en el Convento de S. Francisco a las 5,30 de la tarde con el siguiente.

ORDEN DEL DÍA.

ACOGIDA Y ORACIÓN: Por la hermana Ministra.

LECTURA DEL ACTA ANTERIOR: Por la hermana Secretaria

FORMACIÓN PERMANENTE: Comenzaremos el tema 3º el cual leeremos y meditaremos en casa, para después poner las dudas en común en fraternidad.

INFORMACIONES VARIAS: Informe de la hermana Tesorera y lectura de la correspondencia.

Bendición de San Francisco. Seguidamente la Eucaristía en la Iglesia

“Si quieres vivir con alegría y caminar con suavidad por el camino de la penitencia y del trabajo, seas alma (hombre) de oración. Si quieres alcanzar virtud y fortaleza para vencer las tentaciones del enemigo, seas alma de oración. Si quieres desarraigar de tu ánima todos los vicios y plantar en su lugar las virtudes, seas alma de oración; porque en ella se recibe la unción y la gracia del Espíritu Santo, lo cual enseña todas las cosas”. (S. Buenaventura, en De Vita Chisti)

CONOCIENDO AL DADOR DE LA FE “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Muchas veces tenemos los ojos puestos en los problemas de la vida, en los sentimientos, en lo que otros dicen, en las cosas que parecen ser imposibles. Y ¿a dónde nos lleva esto?

¿Para que vivir una vida llena de estrés, afanes, temores etc. Cuando nuestro Pa-dre en los Cielos nos ha dado toda ben-

dición?. Nosotros nos levantamos, caminamos y

nos acostamos con el fervor de Dios sobre nosotros, así como un padre está dispuesto a proteger a cuidar a su hijo a pesar de lo que sea, mucho más nuestro Padre que está de nuestro lado y a nuestro favor. “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que Él es galardonado de los que le buscan”. Pues la fe viene cuando escuchamos la palabra de Dios. Es su palabra la que crea, la que tiene autoridad y poder. La fe es un don de Dios, paro también es un acto profundamente humano y libre. El Catecismo de la Iglesia Católica dice claramente: “Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo.

Continuará

Os comunicaba en el anterior boletín que pensaba este año deciros algo sobre la oración. Arrancamos hoy con algunas notas generales sobre el tema: La ora-

ción es, ante todo don de Dios; es Él quien nos abre el apetito y nos da su Espíritu para que nos di- rijamos a Él con confianza de hijos (S, Pablo). Pero para poder hacerlo necesitamos, por nuestra parte,

procurar, en lo posible, aislarnos de cuanto nos rodea, ocupa y preocupa para lograr ponernos en contacto inmediato con Dios nuestro Padre al que venimos a buscar en la oración. A este respecto dice el gran maestro y contemplativo S. Pedro de Alcántara: El fallo, la dificultad y el fracaso en nuestra oración se deben a la falta de preparación. Efectivamente, sin una mínima preparación, hoy se utilizan mucho ciertas técnicas con buen resultado, no será fácil iniciar una oración que nos conecte con Dios, para entablar el dialogo amoroso que se pretende en la oración. Pero cuidado, las técnicas son sólo auxiliares al servicio del Espíritu. La oración cristiana solo puede ser verdadera y auténtica cuando el que ora ama y adora. Solo desde esta actitud humilde puede surgir el dialogo amoroso y suplicante. Entre las numerosas definiciones dadas por los grandes orantes sobre la oración me quedo con la de Sta. Teresa quien dice que: “orar es estar mucho tiempo en diálogo conversando con aquel que sabemos que nos ama, Dios” y supone encuentro con Él más allá del ejercicio de la oración. Vamos a pararnos hoy aquí fijando nuestra atención en el St. Evangelio, en la enseñanza del Maestro, pues sin duda, orar es dejarnos enseñar por Él. Él nos enseñó la mejor oración y nos enseñó a su vez las actitudes indispensables para hacerla bien, es decir: Humildad, fe, confianza y perseverancia. OREMOS.

José ÁlvarezAsistente Espiritual

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR, OFSInformación: Si quieres saber más sobre la Orden

Franciscana Seglar, todos los cuartos domingos de mes os invitamos a las 5,30 a la convivencia que celebramos en los salones del Convento de S. Francisco

Altozano de la Inmaculada Nº 17 Tfno. 926 540732 Altozano de la Inmaculada Nº 17 Tfno. 926540732

CONOCIENDO AL DADOR DE LA FE “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Muchas veces tenemos los ojos puestos en los problemas de la vida, en los sentimientos, en lo que otros dicen, en las cosas que parecen ser imposibles. Y ¿a dónde nos lleva esto?

¿Para que vivir una vida llena de estrés, afanes, temores etc. Cuando nuestro Pa-dre en los Cielos nos ha dado toda ben-

dición?. Nosotros nos levantamos, caminamos y

nos acostamos con el fervor de Dios sobre nosotros, así como un padre está dispuesto a proteger a cuidar a su hijo a pesar de lo que sea, mucho más nuestro Padre que está de nuestro lado y a nuestro favor. “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que Él es galardonado de los que le buscan”. Pues la fe viene cuando escuchamos la palabra de Dios. Es su palabra la que crea, la que tiene autoridad y poder. La fe es un don de Dios, paro también es un acto profundamente humano y libre. El Catecismo de la Iglesia Católica dice claramente: “Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo.

Continuará

Os comunicaba en el anterior boletín que pensaba este año deciros algo sobre la oración. Arrancamos hoy con algunas notas generales sobre el tema: La ora-

ción es, ante todo don de Dios; es Él quien nos abre el apetito y nos da su Espíritu para que nos di- rijamos a Él con confianza de hijos (S, Pablo). Pero para poder hacerlo necesitamos, por nuestra parte,

procurar, en lo posible, aislarnos de cuanto nos rodea, ocupa y preocupa para lograr ponernos en contacto inmediato con Dios nuestro Padre al que venimos a buscar en la oración. A este respecto dice el gran maestro y contemplativo S. Pedro de Alcántara: El fallo, la dificultad y el fracaso en nuestra oración se deben a la falta de preparación. Efectivamente, sin una mínima preparación, hoy se utilizan mucho ciertas técnicas con buen resultado, no será fácil iniciar una oración que nos conecte con Dios, para entablar el dialogo amoroso que se pretende en la oración. Pero cuidado, las técnicas son sólo auxiliares al servicio del Espíritu. La oración cristiana solo puede ser verdadera y auténtica cuando el que ora ama y adora. Solo desde esta actitud humilde puede surgir el dialogo amoroso y suplicante. Entre las numerosas definiciones dadas por los grandes orantes sobre la oración me quedo con la de Sta. Teresa quien dice que: “orar es estar mucho tiempo en diálogo conversando con aquel que sabemos que nos ama, Dios” y supone encuentro con Él más allá del ejercicio de la oración. Vamos a pararnos hoy aquí fijando nuestra atención en el St. Evangelio, en la enseñanza del Maestro, pues sin duda, orar es dejarnos enseñar por Él. Él nos enseñó la mejor oración y nos enseñó a su vez las actitudes indispensables para hacerla bien, es decir: Humildad, fe, confianza y perseverancia. OREMOS.

José ÁlvarezAsistente Espiritual

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CONOCIENDO AL DADOR DE LA FE “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Muchas veces tenemos los ojos puestos en los problemas de la vida, en los sentimientos, en lo que otros dicen, en las cosas que parecen ser imposibles. Y ¿a dónde nos lleva esto?

¿Para que vivir una vida llena de estrés, afanes, temores etc. Cuando nuestro Pa-dre en los Cielos nos ha dado toda ben-

dición?. Nosotros nos levantamos, caminamos y

nos acostamos con el fervor de Dios sobre nosotros, así como un padre está dispuesto a proteger a cuidar a su hijo a pesar de lo que sea, mucho más nuestro Padre que está de nuestro lado y a nuestro favor. “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que Él es galardonado de los que le buscan”. Pues la fe viene cuando escuchamos la palabra de Dios. Es su palabra la que crea, la que tiene autoridad y poder. La fe es un don de Dios, paro también es un acto profundamente humano y libre. El Catecismo de la Iglesia Católica dice claramente: “Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo.

Continuará

Os comunicaba en el anterior boletín que pensaba este año deciros algo sobre la oración. Arrancamos hoy con algunas notas generales sobre el tema: La ora-

ción es, ante todo don de Dios; es Él quien nos abre el apetito y nos da su Espíritu para que nos di- rijamos a Él con confianza de hijos (S, Pablo). Pero para poder hacerlo necesitamos, por nuestra parte,

procurar, en lo posible, aislarnos de cuanto nos rodea, ocupa y preocupa para lograr ponernos en contacto inmediato con Dios nuestro Padre al que venimos a buscar en la oración. A este respecto dice el gran maestro y contemplativo S. Pedro de Alcántara: El fallo, la dificultad y el fracaso en nuestra oración se deben a la falta de preparación. Efectivamente, sin una mínima preparación, hoy se utilizan mucho ciertas técnicas con buen resultado, no será fácil iniciar una oración que nos conecte con Dios, para entablar el dialogo amoroso que se pretende en la oración. Pero cuidado, las técnicas son sólo auxiliares al servicio del Espíritu. La oración cristiana solo puede ser verdadera y auténtica cuando el que ora ama y adora. Solo desde esta actitud humilde puede surgir el dialogo amoroso y suplicante. Entre las numerosas definiciones dadas por los grandes orantes sobre la oración me quedo con la de Sta. Teresa quien dice que: “orar es estar mucho tiempo en diálogo conversando con aquel que sabemos que nos ama, Dios” y supone encuentro con Él más allá del ejercicio de la oración. Vamos a pararnos hoy aquí fijando nuestra atención en el St. Evangelio, en la enseñanza del Maestro, pues sin duda, orar es dejarnos enseñar por Él. Él nos enseñó la mejor oración y nos enseñó a su vez las actitudes indispensables para hacerla bien, es decir: Humildad, fe, confianza y perseverancia. OREMOS.

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¿Para que vivir una vida llena de estrés, afanes, temores etc. Cuando nuestro Pa-dre en los Cielos nos ha dado toda ben-

dición?. Nosotros nos levantamos, caminamos y

nos acostamos con el fervor de Dios sobre nosotros, así como un padre está dispuesto a proteger a cuidar a su hijo a pesar de lo que sea, mucho más nuestro Padre que está de nuestro lado y a nuestro favor. “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que Él es galardonado de los que le buscan”. Pues la fe viene cuando escuchamos la palabra de Dios. Es su palabra la que crea, la que tiene autoridad y poder. La fe es un don de Dios, paro también es un acto profundamente humano y libre. El Catecismo de la Iglesia Católica dice claramente: “Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo.

Continuará

Os comunicaba en el anterior boletín que pensaba este año deciros algo sobre la oración. Arrancamos hoy con algunas notas generales sobre el tema: La ora-

ción es, ante todo don de Dios; es Él quien nos abre el apetito y nos da su Espíritu para que nos di- rijamos a Él con confianza de hijos (S, Pablo). Pero para poder hacerlo necesitamos, por nuestra parte,

procurar, en lo posible, aislarnos de cuanto nos rodea, ocupa y preocupa para lograr ponernos en contacto inmediato con Dios nuestro Padre al que venimos a buscar en la oración. A este respecto dice el gran maestro y contemplativo S. Pedro de Alcántara: El fallo, la dificultad y el fracaso en nuestra oración se deben a la falta de preparación. Efectivamente, sin una mínima preparación, hoy se utilizan mucho ciertas técnicas con buen resultado, no será fácil iniciar una oración que nos conecte con Dios, para entablar el dialogo amoroso que se pretende en la oración. Pero cuidado, las técnicas son sólo auxiliares al servicio del Espíritu. La oración cristiana solo puede ser verdadera y auténtica cuando el que ora ama y adora. Solo desde esta actitud humilde puede surgir el dialogo amoroso y suplicante. Entre las numerosas definiciones dadas por los grandes orantes sobre la oración me quedo con la de Sta. Teresa quien dice que: “orar es estar mucho tiempo en diálogo conversando con aquel que sabemos que nos ama, Dios” y supone encuentro con Él más allá del ejercicio de la oración. Vamos a pararnos hoy aquí fijando nuestra atención en el St. Evangelio, en la enseñanza del Maestro, pues sin duda, orar es dejarnos enseñar por Él. Él nos enseñó la mejor oración y nos enseñó a su vez las actitudes indispensables para hacerla bien, es decir: Humildad, fe, confianza y perseverancia. OREMOS.

José ÁlvarezAsistente Espiritual

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