Frutas y Hortalizas

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Frutas y Hortalizas

Citation preview

  • F A C T O R E S P R E C O S E C H A Q U E A F E C T A N L A C A L I D A D D E F R U T A S Y H O R T A L I Z A S 5 5

    A pesar de que la calidad de las frutas y hortalizas despus de la cosecha slo puede conservarse, no mejorarse, es poca la investi-gacin que se ha realizado sobre la influencia de los factores pre-cosecha en la calidad postcosecha de frutas distintas de los ctricos y pomos. Dado que las hortalizas se producen tpicamente durante estaciones cortas de cultivo con fuertes inversiones, el papel que juegan los factores precosecha en la calidad de las hortalizas y en su vida potencial postcosecha ha sido estudiado con ms detalle. En general, los factores precosecha que pueden manipularse deberan orientarse a la optimizacin de su impacto en la calidad postcosecha.

    Los factores precosecha frecuentemente interactan en formas complejas que dependen de las caractersticas del cultivar espec-fico as como de la sensibilidad de la etapa de su desarrollo o cre-cimiento en que se encuentre. La tremenda diversidad de frutas y hortalizas que se producen comercialmente y la carencia general de investigacin que relacione los factores precosecha con la cali-dad postcosecha impiden plantear generalizaciones de la influencia precosecha que puedan aplicarse a todas las frutas y hortalizas. La mxima calidad postcosecha para cualquier cultivar solo puede conseguirse con el entendimiento y manejo de los diferentes papeles que los factores precosecha desempean en la calidad postcosecha.

    CULTIVAR Y GENOTIPO DEL PATRN

    El cultivar y el genotipo del patrn tienen un efecto importante en la calidad sensorial, rendimiento, composicin nutricional y vida postcosecha de las frutas y hortalizas. La incidencia y severidad del deterioro, daos por insectos y fisiopatas pueden reducirse selec-cionando el genotipo correcto para condiciones ambientales dadas. Los programas de mejoramiento gentico constantemente estn creando nuevos cultivares y patrones con mejores caractersticas de calidad y adaptacin a varias condiciones ambientales y resistencia a plagas del cultivo.

    Algunos expertos consideran que la caracterstica ms importan-te del cultivar para frutas y hortalizas es la resistencia a enfermeda-des, incluyendo aquellas que reducen la calidad postcosecha.

    El control de algunas enfermedades postcosecha podran incluir ms bien el mejoramiento gentico de resistencia contra el vector (fidos, nemtodos, saltamontes, o caros) que contra el patgeno.

    La calidad nutricional tambin puede variar grandemente con el cultivar. En papa, los cultivares Granola y Russet Norkotah presen-tan mayor actividad antioxidante que los cultivares Yukon Gold y Viking (ndice antioxidante = 88-89 contra 65-68). Los niveles de cido L-ascrbico en diferentes tipos de chile tambin varan consi-derablemente, por ejemplo, en chiles jalapeos los niveles ms altos de cido ascrbico los contiene Jaloro (131mg100g-1) y el ms bajo, Mitla (49 mg100g-1). Similarmente, se ha reportado tambin una amplia variacin en el contenido de beta-caroteno en varios cultiva-res de camote, el cultivar Georgia Jet, sugerido para procesamiento, contiene una concentracin baja (6.9 mg100g-1). Existe una necesi-dad de identificar y desarrollar cultivares adecuados para el proce-samiento con alto contenido vitamnico antioxidante.

    La ingeniera gentica puede ser una herramienta til para alterar la calidad y rendimiento de ciertas hortalizas, pero su aplicacin comercial depender en gran medida de la aceptacin del consu-

    5Factores Precosecha

    que Afectan la Calidad de Frutas y

    HortalizasCarlos H. Crisosto y Jeffrey P. Mitchell

    Traducido por Elsa Bsquez-Molina

  • C A P I T U L O 55 6

    midor y de las regulaciones en materia de seguridad alimentaria. Los futuros avances dependern del xito de los esfuerzos del trabajo en equipo de los ingenieros de mejo-ramiento gentico, fitopatlogos, genetistas moleculares y de los programas de educa-cin para el consumidor.

    NUTRICIN MINERAL

    El estado nutricional es un factor importan-te para la calidad al momento de la cose-cha como en la vida postcosecha de varias frutas y hortalizas. Es bien sabido que las deficiencias, excesos o desequilibrios de varios nutrientes generan desrdenes que pueden limitar la vida de almacenamiento de varias frutas y hortalizas. Los periodos de aplicacin de fertilizantes varan amplia-mente entre los productores y generalmente dependen del tipo de suelo, historia del cultivo y de los resultados del anlisis del suelo que ayudan para determinar los requerimientos con nitrgeno (N), fsforo (P) y potasio (K). A la fecha las recomenda-ciones de fertilizacin para frutas y hortali-zas se han establecido principalmente para propsitos de productividad, no como diag-nsticos para una buena calidad sensorial y ptima vida postcosecha.

    El nutriente que tiene el mayor efecto en la calidad de la fruta es el nitrgeno. Una investigacin llevada a cabo durante los ltimos 12 aos en el Kearney Agricultu-ral Center en Parlier, California, permiti establecer que los duraznos y nectarinas producidas bajo las condiciones de Califor-nia, deben contener entre un 2.6 y 3% de nitrgeno en hoja para obtener fruta de la mejor calidad (Crisosto et al. 1997; Crisosto et al. 1995; Daane et al. 1995). La respuesta de los rboles de durazno y nectarinas a la fertilizacin de nitrgeno es dramtica ya que niveles altos de nitrgeno estimulan un vigoroso crecimiento vegetativo provo-cando el sombreado y muerte de la madera fructificante inferior. Aunque los rboles con altos niveles de nitrgeno puedan verse saludables y lozanos, el exceso de nitrgeno no aumenta el tamao de la fruta, la pro-duccin o el contenido de slidos solubles (CSS). Adems, el contenido en exceso de este nutriente retarda la madurez del hueso (endocarpo) de la fruta, induce un desarro-llo pobre del color rojo e inhibe el cambio

    del color de fondo de verde a amarillo. Sin embargo, la deficiencia de nitrgeno produ-ce fruta pequea con sabor pobre y rboles con bajo rendimiento. La prdida de agua postcosecha de fruta proveniente de rbo-les evaluados con los niveles ms altos de nitrgeno (3.6% N en hoja) fue mayor que la de niveles ms bajos (2.6% N en hoja).

    La relacin entre la concentracin de nitrgeno de la fruta y la suscepti-bilidad a la pudricin caf (Monilinia fructicola[Wint.] Honey) se ha estudiado exhaustivamente en nectarinas almacena-das (ver Daane et al. 1995). La nectarinas Fantasa y Flavortop con herida e inocula-das con Monilinia fructicola provenientes de rboles con ms de 2.6% de nitrgeno foliar, resultaron ms susceptibles a la pudricin caf que las frutas provenientes de rbo-les con 2.6% o menos de este elemento en las hojas. Las observaciones anatmicas y las medidas de la densidad cuticular de la fruta indicaron diferencias en el grosor de la cutcula entre las nectarinas Fantasa provenientes de rboles tratados con bajo, medio y alto contenido de nitrgeno, pero esto solo puede explicar parcialmente las diferencias en la susceptibilidad de la fruta a esta enfermedad.

    En las hortalizas los niveles excesivos de nitrgeno inducen retraso en la madurez e incrementan la incidencia de varias fisiopa-tas que disminuyen su calidad postcosecha; as por ejemplo, la pared griscea o el obs-curecimiento interno en el tomate, el tallo hueco del brcoli, la baja concentracin de slidos solubles en papa, los lunares en los pimientos, el desarrollo de grietas y corazn hueco en coliflor se han asociado con altos niveles de nitrgeno. El aumento en la pr-dida de peso de los camotes y la pudricin suave en los tomates tambin estn relacio-nados con niveles altos de nitrgeno.

    El nitrgeno excesivo en el suelo puede impactar negativamente en la calidad de las hortalizas induciendo cambios en su compo-sicin tales como la reduccin en el conteni-do de cido ascrbico (vitamina C), menor contenido de azcar, menor contenido de acidez y proporciones alteradas de amino-cidos esenciales. En las hortalizas de hoja verde, cultivadas en bajos regmenes de luz, se puede generar la acumulacin de nitratos en los tejidos vegetales a niveles no saluda-bles. La concentracin elevada de nitrgeno

  • F A C T O R E S P R E C O S E C H A Q U E A F E C T A N L A C A L I D A D D E F R U T A S Y H O R T A L I Z A S 5 7

    puede reducir la produccin de compuestos voltiles con cambios en el sabor caracte-rstico del apio y en los betabeles de mesa puede causar un incremento en los niveles de glutamina produciendo sabores anorma-les en el pur de betabel procesado.

    Aunque el calcio (Ca) est clasificado como un nutriente secundario, est involu-crado en numerosos procesos bioqumicos y morfolgicos de las plantas y se ha visto implicado en muchas fisiopatas de consi-derable importancia econmica para la pro-duccin y calidad postcosecha de frutas y hortalizas. El picado amargo (bitter pit) en las manzanas, los lunares corchosos (corks-pot) en pera, el corazn negro en el apio, la pudricin en la punta estilar del jitomate, el manchado de la cavidad y agrietamiento en zanahoria as como la punta quemada de la lechuga son fisiopatas por deficiencia en calcio que reducen la calidad y valor comer-cial de estos productos. Ciertas fisiopatas por deficiencia de calcio como el picado amargo de las manzanas y la pudricin de la punta estilar en jitomates pueden reducirse mediante una apropiada irriga-cin y manejo adecuado de fertilizacin. Sin embargo, para la punta quemada de la lechuga, fisiopata causada por la falta de movilidad del calcio en las cabezas durante un clima clido y condiciones de rpido crecimiento, no existe actualmente alguna prctica de control precosecha.

    Existe evidencia acumulada de que el equilibrio catinico del suelo impacta directamente en la calidad postcosecha de varias hortalizas. En una investigacin reciente (Hartz et al. 1998) se demostr que la incidencia del ojo amarillo y corazn blanco, dos defectos de color en jitomate, se correlacionan con el equilibrio catinico del suelo. El aumento en los niveles de potasio en el suelo (expresado como ppm que pue-den extraerse o como porcentaje de base intercambiada) disminuye estas fisiopatas relacionadas con el color, mientras que los niveles altos de magnesio en el suelo los acentan. Las aplicaciones de sulfato de cal-cio y compensaciones de potasio pueden ser de ayuda para reducir la incidencia de estos defectos del color pero pueden no ser eco-nmicamente prcticas en el caso de suelos con potasio fijado fuertemente, provocando que el potasio est disponible a tan bajos niveles que el tratamiento puede resultar de

    poco beneficio para los tomates cultivados en esas regiones.

    ASPERSIONES FOLIARES DE NUTRIENTES Con frecuencia el calcio es considerado como el elemento mineral ms importante y determinante de la calidad de las frutas, especialmente en manzanas y peras, en donde se ha demostrado que disminuye los desrdenes metablicos, mantiene la firme-za y reduce el deterioro. En las manzanas para tener un efecto significativo en la fir-meza de la fruta o disminuir el deterioro causado por los patgenos postcosecha que penetran por herida, es necesario elevar el nivel del calcio en la pulpa de 800 a 1,000 gg-1 (peso en base seca), si se aplican concentraciones mayores a 1,000 gg-1 se puede ocasionar dao en la superficie de la fruta. Sin embargo el picado amargo se puede atenuar con una concentracin en la pulpa de slo 250 gg-1. Aunque con los diferentes programas de aspersin no es posible aumentar el contenido de calcio en los tejidos a niveles elevados para afectar la firmeza o la resistencia al ataque de pat-genos a travs de las heridas, si permiten incrementar la concentracin de calcio a un nivel suficiente para prevenir el picado amargo. Usualmente es difcil conseguir la concentracin de calcio necesaria en la pulpa de la fruta, para reducir las enferme-dades y desrdenes fisiolgicos, mediante regmenes normales de fertilizacin.

    En varios estudios se han investigado los efectos de la aplicacin directa de sales de calcio a las frutas (ver Fallahi et al. 1997; Ferguson et al. 1999; Sams 1999). Las aspersiones de cloruro de calcio se usan ampliamente para reducir el picado amargo y los sntomas del corcho en manzanas y peras, respectivamente. En algunos casos, se ha reportado que mejora la firmeza de las frutas y se reduce la incidencia y severidad de desrdenes fisiolgicos durante y des-pus del almacenamiento.

    Se ha realizado poca investigacin sobre el efecto de las aspersiones foliares de calcio en la calidad de frutas de hueso. La limitada investigacin publicada sugiere que estas aspersiones tienen poco efecto en la calidad de estas frutas (ver Crisosto et al. 1997)

    El trabajo hecho en California seleccio-nando varias aspersiones foliares de calcio

  • C A P I T U L O 55 8

    comerciales para duraznos y nectarinas (aplicadas cada 14 das, empezando dos semanas despus de la floracin y conti-nuando hasta 1 semana antes de la cose-cha) demostraron que no afectan la calidad de la fruta de los cultivares de la estacin media y tarda. Dichas aspersiones foliares tampoco afectaron el contenido de slidos solubles totales, la firmeza, la incidencia de deterioro o la concentracin de calcio en la pulpa. La concentracin de calcio determi-nada en la pulpa al momento de la cosecha vari de 200 a 300 gg-1 (peso en base seca). Tambin se report una carencia de control de pudriciones en duraznos Jerse-yland cultivados en Pennsylvania y tratados en precosecha con 10 aspersiones semana-les de CaCl2 a 0, 34, 67, o 101 kgha-1. An en el caso de la fruta que se trat con 101 kgha-1 y que present 70% ms de calcio en la pulpa (490 contra 287 gg-1, peso en base seca) que la no tratada (control), no exhibi reduccin en la severidad de pudriciones. Las investigaciones recientes sugieren que estas aspersiones en duraznos y nectarinas deberan tratarse con cautela debido a su contenido de metales pesados (Fe, AL, Cu, etc.) que pueden contribuir con cambios de color en la piel de duraznos y nectarinas (inking, entintado) (ver Crisos-to et al. 1997).

    La infiltracin a vaco en postcosecha de soluciones de CaCl2 al 1, 2 y 4% en duraz-nos con madurez fisiolgica (aumentando la concentracin de calcio en pulpa de 287 a 1088 gg-1, peso en base seca) conserv una mayor firmeza de la pulpa durante el almacenamiento refrigerado pero no gener una reduccin en la incidencia de pudri-ciones. Sin embargo, los beneficios de este potencial se contrarrestaron por daos en la piel y problemas de sanidad.

    IRRIGACIN

    A pesar del importante papel del agua en el crecimiento y desarrollo de las frutas, se han realizado pocos estudios sobre la influencia de la cantidad y regmenes de su aplicacin en la calidad de las frutas y hor-talizas al momento de la cosecha y durante su vida postcosecha.

    En duraznos cultivados bajo las condi-ciones del Valle de San Joaqun, Cal., los regmenes de irrigacin de 100%, 50% y

    150% de evapotranspiracin (ET) aplica-dos durante 4 semanas antes de la cosecha afectaron el tamao y contenido de slidos solubles totales (SST) de duraznos OHenry, pero no tuvieron efecto en la incidencia o severidad de la desintegracin interna. En trminos generales, la fruta del tratamiento con 50% de ET resultaron ms pequeas pero con mayor contenido de SST.

    En los duraznos Regina de estacionalidad temprana se ha reportado un aumento en los defectos de sutura hundida y formacin de frutas dobles como consecuencia de la imposicin de un estrs de agua (50% ET) aplicados a mediados y finales del verano, previos a la estacionalidad.

    Obviamente estos defectos reducen el empacado final. Un rgimen similar de estrs de agua aplicado en ciruelas Red Beaut, Ambra y Durado, de estacionalidad temprana, no afect la cantidad de frutos dobles o con sutura hundida.

    En pera Bartlett, el tamao y contenido de SST estuvieron ntimamente relaciona-dos con el nivel de estrs de agua experi-mentado por el rbol. El incremento en el estrs de agua del rbol estuvo asociado con aumentos en los SST de la fruta, firmeza y color amarillo de la fruta as como con una disminucin del tamao y del crecimiento vegetativo.

    No se encontraron efectos evidentes en desrdenes postcosecha como el ablanda-miento, breakdown interno (desintegracin interna), escaldado o pudriciones.

    El manejo del agua como un factor deter-minante de la calidad postcosecha tambin se ha investigado para el caso de varias hortalizas producidas en regiones semi-ridas irrigadas como California e Israel. Sin embargo, con la excepcin de algunos cuantos estudios, en los que se ha evaluado en forma completa el impacto en la calidad postcosecha de un amplio rango de condi-ciones y prcticas de manejo de agua, es difcil hacer generalizaciones del manejo del agua a partir de los regmenes de irrigacin especficos que se han reportado.

    Existe suficiente evidencia de que el estrs de agua al final de la estacin, que puede deberse a la interrupcin de la irri-gacin o a un dficit de la relacin entre la irrigacin y la demanda evapotranspirativa por ms de 20 das previos a la cosecha, puede mejorar significativamente el con-

  • F A C T O R E S P R E C O S E C H A Q U E A F E C T A N L A C A L I D A D D E F R U T A S Y H O R T A L I Z A S 5 9

    tenido de SST en tomate. La suspensin de la irrigacin tambin puede facilitar la cosecha y reducir la compactacin del suelo ocasionada por las operaciones de cosecha mecnica.

    Las irrigaciones con agua salina en la estacionalidad tarda tambin han incre-mentado el contenido de SST en tomate. Un contenido mayor de SST puede repercutir en una mejor paga para los productores dado el vnculo que existe entre el agua aplicada y el rendimiento, por lo que las prcticas de irrigacin apuntan hacia el mejor equilibrio econmico entre producti-vidad y calidad.

    La calidad postcosecha de meln tambin es bastante sensible al manejo del agua, el exceso de irrigacin no slo puede inducir un menor contenido de SST en los melo-nes sino tambin antiestticas manchas y pudriciones (sarampin - measles - de los melones gota de miel). El rpido crecimien-to como consecuencia de las irrigaciones seguida de periodos prolongados de dficits de agua en el suelo produce un aumento de grietas en las zanahorias, papas, tomates y otras hortalizas. El manejo irregular de la irrigacin tambin incrementa la incidencia de papas con formas de huso o de campa-na (spindle, dumb-bell), dependiendo del estado de crecimiento en el que se limit el agua.

    Las prdidas postcosecha de cebolla debido a enfermedades durante el alma-cenamiento como la pudricin del cuello, pudricin basal y pudricin bacteriana se deben a la influencia de las prcticas de irrigacin. La seleccin del sistema adecua-do de irrigacin en relacin al estado de crecimiento del cultivo, as como la reduc-cin del nmero de irrigaciones aplicadas y la aplicacin del curado adecuado de las cebollas en la cosecha, ayudar a prevenir prdidas en el almacn.

    El manejo frecuente del agua implica un dilema entre el rendimiento y la calidad postcosecha. Una deficiencia o exceso de agua puede afectar la calidad postcosecha de las frutillas. Un extremoso estrs de agua reduce el rendimiento y la calidad; un estrs moderado reduce el rendimiento del cultivo pero puede mejorar algunos atributos de calidad de la fruta; y sin estrs de agua, se puede aumentar el rendimiento pero puede reducirse la calidad postcose-

    cha. En las fresas, la reduccin del estrs de agua por lluvia o irrigacin durante el sazonamiento y maduracin disminuye la firmeza y el contenido de azcar y favorece las condiciones para daos mecnicos y pudriciones de las frutas. Si las plantas de fresa se irrigan en exceso, especialmente al momento de la cosecha, la fruta se vuelve ms suave y es ms susceptible a magulla-duras y pudriciones.

    MANEJO DE LA COPA DE LOS RBOLES

    Rendimiento del rbol. En la mayora de las frutas, el aclareo aumenta el tamao de las frutas, pero tambin reduce el rendi-miento total, por lo que debe procurarse un equilibrio entre el rendimiento y el tamao de la fruta. Generalmente, los mximos beneficios no se obtienen con la mxima produccin comerciable ya que es la fruta de mayor tamao la que alcanza mayor precio en el mercado. Al dejar demasiadas frutas en el rbol se reduce el tamao y el contenido de SST en las nectarinas de maduracin temprana May Glo y en los duraznos de maduracin tarda OHenry. Los rboles cargados de durazno OHenry afectaron la incidencia de desintegracin interna de los frutos, determinada despus de 1, 2 y 3 semanas de almacenamiento a 5 C (41 F).

    A pesar de la gran cantidad de fruta harinosa en todos los lotes, la incidencia general de esta fisiopata y del oscureci-miento de la pulpa de las frutas provenien-tes de rboles altamente cargados fue baja, intermedia en las frutas de rboles con carga comercial y muy alta en frutas de rboles con baja carga.

    Tambin es bien sabido que la relacin fruto-nmero de hojas (F:H) influye ms que la nutricin mineral en la calidad de los arndanos azules. Una relacin F:H alta induce un retraso en la maduracin, menor contenido de SST y bayas ms pequeas. Conforme avanza la temporada de cosecha, el contenido de SST de las bayas que se van cosechando va aumentando cuando la rela-cin F:H est entre 1:1 y 2:1. En general los cultivos de frutillas tienen fruta de mejor calidad postcosecha cuando el microclima de la planta se mejora con una copa abierta que permita la mxima circulacin de aire.

  • C A P I T U L O 56 0

    Posicin de la fruta. Se han detecta-do grandes diferencias en el contenido de SST, acidez y tamao entre las frutas que se encuentran ubicadas en la parte exterior contra las que estn en la parte interna de rboles podados en forma de florero (open-vase-trained) de durazno, nectarinas y cirue-las. Los duraznos que se desarrollan bajo un ambiente altamente iluminado (parte externa de la copa del rbol) tienen mayor vida de almacenamiento y comercial que los que cre-cen con baja luminosidad (interior de la copa del rbol). La aplicacin de sistemas de poda eficientes que permitan la penetracin de la luz solar a las reas centrales y bajas de la copa de los rboles son recomendables para reducir el nmero de frutas sombreadas.

    Numerosos estudios han demostrado que mejorando la penetracin de la luz solar, se obtienen uvas con un alto contenido de SST, aroma, antocianinas y fenoles solubles totales, sin embargo se reduce la acidez titu-lable y el contenido de potasio (Ver Prange y DeEll 1997). En kiwi el sombreado reduce el nmero ms que el peso individual de las frutas, retarda la madurez de cosecha, dismi-nuye el contenido de SST y acelera la tasa de suavizacin de las frutas durante el almace-namiento.

    En las enredaderas de las uvas, la apertura y mxima circulacin de aire puede conse-guirse con una apropiada combinacin entre el espaciado de las plantas, aclareo vegetativo y poda de formacin. El vigor de la vid puede controlarse mediante la poda del tallo y evi-tando niveles altos de nitrgeno; esto mejora la penetracin de la luz hacia las hojas ase-gurando que continen produciendo foto-sintatos, evitando su senescencia prematura que es lo que las convierte en hospederas de patgenos. Una copa abierta disminuye la humedad alrededor de la planta, reduce los periodos hmedos y mejora la penetracin de las aspersiones, lo que a su vez reduce pro-blemas de enfermedades e insectos y mejora la aplicacin de nutrientes foliares. Una copa abierta tambin permite que los cosechado-res realicen su actividad ms rpidamente disminuyendo la probabilidad de fruta sobre-madura.

    Remocin de hojas. La poda de verano y la eliminacin de hojas alrededor de las fru-tas aumenta la exposicin de luz, y cuando se realiza apropiadamente, puede incremen-tar el color de la fruta sin afectar el tamao

    y contenido de SST. Sin embargo, la excesiva eliminacin de hojas o quitarlas muy cerca del periodo de cosecha, puede reducir tanto el tamao como el contenido de SST en duraznos y nectarinas.

    Anillado. El anillado (prctica comercial en la que el floema del rbol o de la vid se quita) realizado de 4 a 6 semanas antes de la cosecha puede incrementar el tamao de duraznos y nectarinas, y anticipar y sin-cronizar la madurez fisiolgica. En algunos casos el anillado incrementa el contenido de SST pero tambin aumenta la acidez de la fruta y el contenido de compuestos fenlicos de tal forma que el sabor resultante de los azcares adicionales queda enmascarado. Por otro lado el anillado tambin puede cau-sar que se parta el hueso de los duraznos y las nectarinas, especialmente si se realiza demasiado temprano, es decir, durante el endurecimiento del hueso. Las frutas con hueso partido se ablandan ms rpidamente que las frutas intactas. Los huesos partidos, como consecuencia del anillado no se han observado en ciruela de los cultivares Black Amber, Santa Rosa, Friar o Royal, sin embar-go se ha observado el ablandamiento rpido de la fruta y el debilitamiento severo del rbol.

    En las uvas, el equilibrio entre el creci-miento vegetativo y de la fruta puede alte-rarse por el anillado de las enredaderas que tienen vigor excesivo y una historia de tama-o de racimo y bayas pobre; en estos casos el anillado puede mejorar la forma del racimo y el tamao de la baya.

    ROTACIN DE CULTIVOS

    La rotacin de cultivos puede ser una prc-tica efectiva para minimizar las prdidas postcosecha al reducir el inculo de pudri-ciones en un campo de produccin. Dado que los hongos, bacterias y nematodos pue-den ocasionar daos a diferentes niveles en cosechas repetidas de un mismo cultivo vegetal, comnmente es recomendable la rotacin de ciertos cultivos en regiones de produccin intensiva de hortalizas. Para el manejo de enfermedades en cucurbitceas, se recomienda rutinariamente una rotacin cada 4 aos con cultivos no cucurbitceos, y tambin rotaciones de 4 aos para reducir la incidencia de enfermedades postcosecha en ajo.

  • F A C T O R E S P R E C O S E C H A Q U E A F E C T A N L A C A L I D A D D E F R U T A S Y H O R T A L I Z A S 6 1

    Existe evidencia de que el uso de cober-turas (mulching) plsticas puede incre-mentar las prdidas postcosecha por pudri-ciones en hortalizas como el tomate. Sin embargo, el impacto derivado de las cubier-tas plsticas en la calidad postcosecha de los cultivos cubiertos no se ha evaluado bien en hortalizas. Un gran nmero de enfermedades postcosecha destructivas de hortalizas puede propagarse de los campos infestados hacia los campos limpios a tra-vs del suelo o restos de cultivo transpor-tado por los trabajadores o el equipo. Los esfuerzos para mantener la sanidad tales como trabajar limpio en los campos antes de entrar a los campos infestados y lavar el equipo y la ropa para eliminar tierra y restos al abandonar los campos infestados, puede ayudar a reducir la contaminacin y prdidas postcosecha en cultivos produci-dos en campos libres de enfermedades.

    REFERENCIAS

    Arpaia, M. L. 1994. Preharvest factors influencing

    postharvest quality of tropical and subtropical

    fruit. HortScience 29:982985.

    Crisosto, C. H., F. G. Mitchell, and R. S. Johnson.

    1995. Factors in fresh market stone fruit qual-

    ity. Postharv. News and Info. 6:17N21N.

    Crisosto, C. H., R. S. Johnson, T. DeJong, and

    K. R. Day. 1997. Orchard factors affecting

    postharvest stone fruit quality. HortScience

    32:820823.

    Crisosto, C. H., R. S. Johnson, J. G. Luza, and G.

    M. Crisosto. 1994. Irrigation regimes affect

    fruit soluble solids content and the rate of

    water loss of OHenry peaches. HortScience

    29:11691171.

    Daane, K. M., R. S. Johnson, T. J. Michailides, C.

    H. Crisosto, J. W. Dlott, H. T. Ramirez, G. T.

    Yokota, and D. P. Morgan. 1995. Excess nitro-

    gen raises nectarine susceptibility to disease

    and insects. Calif. Agric. 49(4): 1317.

    Fallahi, E., W. S. Conway, K. D. Hickey, and Carl E.

    Sams. 1997. The role of calcium and nitrogen

    in postharvest quality and disease resistance of

    apples. HortScience 32:831835.

    Ferguson, I., R. Volz, and A. Woolf. 1999. Prehar-

    vest factors affecting physiological disorders of

    fruit. Postharv. Biol. Technol. 15:255262.

    Hartz, T. K., K. S. Mayberry, and J. Valencia. 1996.

    Cantaloupe production in California. Oakland:

    Univ. Calif. Div. Ag. and Nat. Res. Publ. 7218.

    3 pp. Available via Internet at http://anrcatalog.

    ucdavis.edu

    Hartz, T. K., C. Giannini, G. Miyao, J. Valencia, M.

    Cahn, R. Mullen, and K. Brittan. 1998. Soil cat-

    ion balance affects tomato fruit color disorders.

    HortScience 33:445446.

    Jackson, L., K. Mayberry, F. Laemmlen, S. Koike, K.

    Schulbach, and W. Chaney. 1996. Iceberg let-

    tuce production in California. Oakland: Univ.

    Calif. Div. Ag. and Nat. Res. Publ. 7215. 4 pp.

    Available via Internet at http://anrcatalog.

    ucdavis.edu

    Johnson, R. S., D. F. Handley, and T. DeJong. 1992.

    Long-term response of early maturing peach

    trees to postharvest water deficit. J. Amer. Soc.

    Hort. Sci. 69:10351041.

    Kader, A. A. 1988. Influence of preharvest and post-

    harvest environment on nutritional composi-

    tion of fruits and vegetables. In B. Quebedeaux

    and F. A. Bliss, eds., Horticulture and human

    health-contributions of fruits and vegetables.

    Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall. 1822.

    Kays, S. J. 1999. Preharvest factors affecting appear-

    ance. Postharv. Biol. Technol. 15:233247.

    Mattheis, J. P., and J. K. Fellman. 1999. Preharvest

    factors influencing flavor of fresh fruits and

    vegetables. Postharv. Biol. Technol. 15:227232.

    Mayberry, K. S., T. K. Hartz, and J. Valencia. 1996.

    Mixed melon production in California. Oak-

    land: Univ. Calif. Div. Ag. and Nat. Res. Publ.

    7209. 3 pp. Available via Internet at http://

    anrcatalog.ucdavis.edu

    Prange, R., and J. R. DeEll. 1997. Preharvest factors

    affecting quality of berry crops. HortScience

    32:824830.

    Prashar, C. R. K., R. Pearl, and R. M. Hagan. 1976.

    Review on water and crop quality. Scientia

    Hort. 5:193205.

    Sams, C. E. 1999. Preharvest factors affecting

    postharvest texture. Postharv. Biol. Technol.

    15:249254.

    Weston, L. A., and M. M. Barth. 1997. Preharvest

    factors affecting postharvest quality of veg-

    etables. HortScience 32:812816.

  • C A P I T U L O 56 2