142
NO ME LLAMES EXTRANJERO

Fundación Directa - NO ME LLAMES EXTRANJERO · 2016-07-20 · y el amor de la que sueña con el día del regreso. No, no me llames extranjero, traemos el mismo grito, el mismo cansancio

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

NO ME LLAMESEXTRANJERO

NO ME LLAMESEXTRANJERO

EDITA

Fundación Directa para el Desarrollo IntegralPROYECTO

“ENTRE DOS ORILLAS”, subvencionado por la Subdirección General de Migraciones (Ministerio de Empleo y Seguridad Social) y el Fondo Europeo de Integración COORDINACIÓN EDITORIAL

Estíbaliz Infante, Marta Ongil.DISEÑO Y MAQUETACIÓN

Zum.esIMPRESIÓN

Imprenta TecéDEPÓSITO LEGAL

CO-964-2012

2012

PINTURA DE LA PORTADA

José Kovacs"Maleta con Conchas"

Utilizamos el término extranjero sin desconsiderar a las mujeres y habiendo detrás una plena sensibilidad con el uso no sexista del lenguaje. El título elegido está inspirado en la canción de 1976 de Rafael Amor, por lo que se ha optado por apropiarlo de manera literal.

INTRODUCCIÓN

DESPEGAMOS

GRACIAS

MIGRACIONES

CHLOE Y GLADIS

PÍO

ESPAÑA Y SU HISTORIA ENTRE DOS ORILLAS

OLIVAS

EL ANHELO AGUARDA

NOSTALGIA DEL MUNDO

EL RELATO DE LA MIGRACIÓN: UNA VOZ COMÚN DE VIVENCIAS

¿POR QUÉ MIGRAMOS?

A NADIE PEDIRÉ PERMISO PARA TENER NOSTALGIA DE ESO

PISANDO ARENA

EL VIAJE Y LA LLEGADA: UNA REALIDAD AGRIDULCE

NOMBRES

ALGUNA DE NOSOTRAS

CAMINAR SOBRE LAS AGUAS

Índice11

17

19

21

23

26

29

32

36

40

43

44

47

51

52

54

55

58

EL CUENTO Nº 1

UNA VIDA ENTRE DOS ORILLAS

ENCUENTRO CASUAL

¿A DÓNDE VAN LAS FLORES MUERTAS?

VACACIONES EN MI TIERRA

MUDANZAS

EL VIOLINISTA

USTEDES, VOSOTROS

SORPRESAS DE LOCOS

LA CIUDAD DE MADRID

UNA CUESTIÓN DE GENERO

LA HORA DEL BAÑO

ME LA ACABARÉ TRAYENDO

LA UCRANIANA

Y SOBREVINO EL MAYOR DE LOS TEMORES

EL MIEDO DE ANASTASIA

RECUERDOS PODRIDOS

MI MADRE Y EL DRAGÓN

60

63

66

69

70

72

74

75

78

79

81

86

90

92

95

98

99

100

LLEGÓ LA HORA DE PARTIR... ¿O NO?

MI ALMA SE QUEDÓ EN MADRID

VOLVER

APUNTE FINAL EN POSITIVO

INMIGRANTES

ZAPATOS

EJERCICIOS PARA REFLEXIONAR

DIBUJA LA DIVERSIDAD

ME PONGO EN TU PASAPORTE

VIDEOFORUM SOBRE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA

TALLER LITERARIO ESPISTOLAR

¿QUÉ ESCONDEN LAS PALABRAS?

EL ARTE COMO MEDIO DE EXPRESIÓN

UN DÍA CUALQUIERA…

BIBLIOGRAFÍA

103

109

111

113

115

116

119

121

122

125

127

128

130

133

135

No me llames extranjero porque haya nacido lejos,o porque tenga otro nombre la tierra de donde vengo.No me llames extranjero porque fue distinto el senoo porque acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.No me llames extranjero si en el amor de una madretuvimos la misma luz en el canto y en el besocon que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.

No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo,mejor saber dónde vamos, adónde nos lleva el tiempo.No me llames extranjero porque tu pan y tu fuegocalman mi hambre y mi frío, y me cobija tu techo.No me llames extranjero, tu trigo es como mi trigo,tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.

(Y me llamas extranjero porque me trajo un camino,porque nací en otro pueblo, porque conozco otros mares,y un día zarpé de otro puerto,si siempre quedan iguales en el adiós los pañuelosy las pupilas borrosas de los que dejamos lejos,y los amigos que nos nombran y son iguales los rezosy el amor de la que sueña con el día del regreso.

No, no me llames extranjero, traemos el mismo grito,el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombredesde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños,ellos son, ellos son los que inventaron esta palabra: extranjero).

No me llames extranjero, que es una palabra triste,que es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.No me llames extranjero, mira tu niño y el míocómo corren de la mano hasta el final del sendero,no los llames extranjeros, ellos no saben de idiomas,de límites, ni banderas, míralos, se van al cielopor una risa paloma que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero, piensa en tu hermano y el mío,el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo,ellos no eran extranjeros, se conocían de siemprepor la libertad eterna e igual de libres murieron.No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.

RAfAEl AmOR, 1976

10

"SI TODOS SOMOS extranjeros, ENTONCES NINGUNO ES extranjero". JuliA KRisTEvA

11INTRODUCCIÓN

Julio González Marini.“Retorno Imposible”.

12

“HábLAME DE TU TIERRA AMIGO MíO,HábLAME DEL pAISAjE DE TU INFANCIA, CUéNTAME DE LOS pUEbLOS y CASERíOS,ESOS qUE TANTO AñORAS EN LA DISTANCIA.” AlbERTO cORTés

13Como el compositor y cantante argentino, Alberto Cortez, nosotros, nosotras, también queremos saber. Saber de las vivencias experimen-tadas por las personas que han dejado atrás su país, como reza la canción, paisajes, pueblos y momentos que han sido añorados desde el mismo instante de la partida.

No me llames extranjero nace con el deseo de ser un libro diferen-te. Se trata de un homenaje, un gesto de gratitud a tantas y tantas personas que, independientemente del lugar de origen, tuvieron que migrar hacia nuevas tierras para asegurarse un futuro mejor. Y que-remos hacerlo dándoles voz propia. Permitiéndoles la posibilidad de evocar sus sentimientos y añoranzas para que, a través de ellas, podamos conocer un poquito más de sus vidas.

Para ello utilizaremos la palabra escrita. Textos e historias breves que nos permiten acariciar alguno de estos momentos de forma casi inconsciente. Porque si algo hemos aprendido en los años de ejecu-ción del proyecto Entre dos Orillas es que la cultura, como ningún otro medio, constituye una herramienta poderosísima para trans-mitir mensajes, para empatizar y acercarnos a realidades que, en ocasiones, nos son ajenas. La escritura como medio de expresión, y el relato literario como recurso artístico, es el escogido en esta oca-sión para contar un hecho común de la humanidad: la experiencia migratoria.

Los textos incluidos en esta publicación proceden de tres espacios diferenciados, pero complementarios entre sí, a partir de los cuales se ha hecho una cuidada selección: Diarios Mestizos, la Migración como Escuela de Vida y varias ediciones del Taller de Escritura Vivencial.

Los dos primeros (Diarios Mestizos y la Migración como Escuela de Vida) constituyen sendos nodos informativos del portal Web del proyecto (www.entredosorillas.org) en los que hemos pretendido acercar una visión positiva y generadora de opinión en torno a la realidad y contribución de las personas que han llegado a nuestro país.

14 Los Diarios Mestizos se alimentaron con la aportación de personas vinculadas al mundo de la migración o la cultura quienes, con su relato, apoyaban mes a mes la cultura del mestizaje, un atributo in-separable de lo que España representa en nuestros días. Un espacio en el que confluyeron gentes de varios países que amaban por igual la diversidad y la literatura.

La Migración como Escuela de Vida nace un tiempo después. Cons-cientes de que nuestras y nuestros artistas literatos –y de otras dis-ciplinas- poseen un don especial para transmitir la realidad de su experiencia migratoria, creímos necesario dotarles de un espacio propio. Un lugar en el que el canto a la nostalgia fuera algo más que escribir en torno a una emoción. Pronto descubrimos que los aprendizajes de estas personas tenían que ver con algo más que sus ámbitos profesionales. Eran maestras, profesores de la vida, cuyo temario fueron adquiriendo a través de la propia experiencia. Una experiencia que, en la mayor parte de los casos, era compartida.

Mientras tanto, y a la par de los relatos y las experiencias llegadas a un nodo u otro, tuvimos la oportunidad de llevar a cabo varias ediciones del Taller de Escritura Vivencial que impartimos, por vez primera, en una de las actividades asociadas al proyecto EQUAL Madrid entre dos Orillas.

En él se dieron cita personas de diferente nacionalidad que en aquel momento (hablamos del año 2006) ya manifestaban su deseo de utilizar la escritura como medio de expresión. El éxito fue tal que llevamos a cabo no solo una edición, sino tres. A partir de aquel mo-mento, el Taller de Escritura Vivencial se posicionó como un recurso de gran utilidad en el que apoyarse para llevar a cabo campañas de sensibilización en torno a una temática determinada (como la vio-lencia de género), actividades de educación en la interculturalidad (esta vez teniendo como público objetivo a niños y niñas), como medio para generar confianza y sentimiento grupal entre las perso-

1 Alberto Infante es voluntario del proyecto Entre Dos Orillas desde sus comienzos. Médico y escritor, ha sido el encargado de dirigir las diferentes ediciones del Taller de Escritura Vivencial, a excepción de la realizada con niñas y niños que corrió a cargo de uno de los artistas de la Red, el ecuatoriano Freddy Guachilema.

15nas participantes o como forma de expresión de grupos en riesgo de exclusión.

Y es que, como bien dice Alberto Infante1, “expresar experiencias vitales significativas o reveladoras (“vivencias”) de forma escrita fomenta la reflexión y estimula la creatividad. También se sabe que puede ayudar a combatir el estrés y a disminuir la ansiedad. Y, en la medida en que se comparte lo escrito, y se da una adecuada realimentación entre quienes escriben y quienes leen, también ayuda a paliar la sensación de soledad íntima, de extrañamiento frente a los demás que está en la base de muchas depresiones leves o inaparentes”.

Todo el quehacer anterior nos llevó a considerar la necesidad de recopilar en una publicación estos relatos y experiencias para, de forma indirecta, hablar de la migración y de los aspectos que acompañan esta realidad humana. ¿Por qué no hacerlo como un recurso para despertar nuevas emociones? ¿Para provocar un cambio de valores?

Éste es precisamente el objetivo del libro No me llames extran-jero: generar un cambio de pensamiento que lleve consigo un sentir diferente y, por tanto, una nueva forma de actuar. Y hacer-lo por medio de la comunicación escrita de pensamientos, senti-mientos, sueños y vivencias.

Para ello, además, hemos contado con la información contenida en el portal web Migraventura (www.migraventura.net), un lugar de referencia en el que la Fundación Directa ha recopilado informa-ción sobre la emigración española hacia América (datos, relatos, audiovisuales y otros recursos) gracias a la ayuda recibida de la Dirección General de la Ciudadanía Española en el Exterior y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desa-rrollo en el marco de varios proyectos. Un espacio en el que se da sobrada cuenta de hasta qué punto las migraciones son parte fun-damental de la historia reciente en España, en este caso en forma de “pasado emigrante”.

Por último, y antes de dar paso a las “voces”, nos gustaría des-tacar que las imágenes que ilustran este libro pertenecen en su

16 totalidad al trabajo de nuestras y nuestros artistas de la Red Entre dos Orillas. Una red de artistas de varias nacionalidades residentes en España que cada día crece y que ya abarca a más de doscientas cincuenta personas. Artistas cuya obra está impregnada de esa ex-periencia vital que se instala entre las orillas. A todas y cada una de estas personas, GRACIAS por cedernos el toque de color y el mensaje de vuestras imágenes.

Y ahora sí, despegamos. ¿Nos acompañas?

17

DESpEGAMOSY no es este un despegue a los que estamos acostumbrados aquellos que sobrevolamos tierra, mar y océanos con más o menos frecuencia.

Se trata de un vuelo singular cuya carrera de despegue ha sido larga pero eficaz, haciendo posible `echar al aire´ este gran pro-yecto gracias al empuje de dos potentes motores llamados esfuerzo y confianza. Pilotado por un equipo que hará la travesía lo más confortable posible atravesando las ocasionales turbulencias con profesionalidad y elegancia. Con un destino claro: atravesar fron-teras, representar muchas voces que van y vienen, o han ido y han vuelto. Escucharlas.

Que nos invita a participar a aquellos que por origen o por circuns-tancias estamos aquí, allá o en medio, donde nos encontramos al-gunos seres humanos voladores que, entre nubes, estamos salpica-dos en este ir y venir, testigos del trasiego de tantas vidas retenidas a este lado o al otro, de su nostalgia, su miedo, su alegría callada al volver, persiguiendo sueños. Como los nuestros.

La misma búsqueda.

Es un vuelo `lleno hasta la bandera´ de intenciones y buen hacer. De un presente que acerca orillas, antes tan lejanas y ahora a tiro de piedra. Que permite el milagro del reencuentro, la convivencia, el descubrimiento de que el mundo ya no es tan grande y que las diferencias son, precisamente, lo que nos enriquece, lo que añade.

Les deseo, os deseo un vuelo largo, tranquilo y eficaz, esperando volver a encontrarles de nuevo compartiendo mi cielo, nuestro cielo, y deseándoles tengan una feliz estancia allá donde se encuentren.

Matilde Prat.Española. Azafata y Fotógrafa. Participante en “Diarios Mestizos”.

19GRACIAS

Akiko Hashimoto.“Sin título”.

20

Gracias Rafael Amor.Gracias José Kovacs.Gracias Julia Kristeva.Gracias Alberto Cortez.Gracias Julio González.Gracias Matilde Prat.Gracias Akiko Hashimoto.Gracias Diego García.Gracias Juan Gelman.Gracias Jairo Bulla.Gracias Iván Ivanov.Gracias Gloria Velásquez.Gracias Francisco Jurado.Gracias Daniel Henríquez.Gracias Nancy Velásquez.Gracias Ulises de la Orden.Gracias Mª Fernanda Ampuero.Gracias Ombretta Gattafoni.Gracias Juan Fernández. Gracias Remey Nuez.Gracias Alberto Infante.

Gracias Martha Zein. Gracias Galo Endara.Gracias Francisco Cuesta.Gracias Lucía Toledo.Gracias Cecilia Vóter.Gracias Mª Ángeles Sallé.Gracias Valerio Cruciani.Gracias Manu Ramírez.Gracias Pamela Pérez.Gracias Nieves Díaz.Gracias Andrés del Collado.Gracias Ana Mª Mendoza.Gracias Katherine Eyzaguirre.Gracias Yamil Cure.Gracias Claudio Sánchez.Gracias Regina Covarrubias.Gracias Alba Guerrero.Gracias Rocío Plúas.Gracias Miriam Soto. Gracias Khalil Gibran.Gracias Marina Tapia.

21MIGRACIONES

Diego García.“Migración por los siglos de los siglos”.

22 La migración es un fenómeno inherente a la historia de la humanidad. Desde la época prehistórica, el tiempo nómada por excelencia, hasta los periodos marcados por las guerras o hambrunas, o en la actua-lidad cuando los éxodos han venido condicionados principalmente por la búsqueda de mejores condiciones y oportunidades de vida, la migración ha estado ahí.

Las migraciones son un fenómeno social, político y demográ-fico que caracteriza profundamente nuestro presente. Unas corrien-tes humanas que se suceden tanto a nivel internacional (entre dos o más países); como a nivel interno (dentro de un país), siendo estas últimas las más numerosas.

¿Sabías que…?

La Organización Mundial para las Migraciones calcula que existen cerca de 214 millones de personas migrantes en el mundo, es decir, una de cada 33 personas.

(OIM, 2012)

La tónica más común en cualquiera de estos movimientos surge del deseo de alcanzar una vida mejor, independientemente de la forma en que sucedan y de los factores que los motiven (económicos, sociales, laborales, familiares, personales u otros). Así, las corrientes migratorias principales surgen de Sur a Norte, de países en desa-rrollo a países desarrollados, de territorios pobres o empobrecidos a territorios prósperos.

Podría decirse que el simple hecho de haber nacido en un país y en un periodo determinado pronostican las posibilidades de migrar.

23

CHLOE y GLADISChloe entra en el avión de la mano de su padre que con entusiasmo va explicándole cada cosa desconocida de camino a su asiento: bo-toncitos, luces, panfletos, mandos, etc. La niña, de unos diez años, está tan distraída que no se ha fijado en que, a una pequeña distancia de su asiento, está otra niña, más o menos de su edad, llamada Gladis que escucha con más atención, si cabe, las explicaciones del padre.

Gladis ha entrado en el avión llevando en brazos a su hermano Piero de dos años que, de camino a su asiento, intenta coger todo lo que encuentra a menos de 30 centímetros de su manita. Gladis entró de-trás de su madre, que se quejaba en voz alta y en un italiano indes-criptible, de que le habían retirado un bulto de mano en el embarque, mientras intentaba trasladar bolsas y mochilas por el estrecho pasillo, dando golpes y enganchándose en los reposabrazos de los asientos.

Los padres de Chloe colocan la pequeña mochila con las cámaras y un bolsito de mano en el compartimento superior sin apenas hacer ruido. Han encontrado sus asientos cómodamente, ya que la noche anterior han tenido la precaución de facturar y asegurarse de que los asientos eran los adecuados.

La madre de Gladis ya no sabe qué hacer con tantas bolsas llenas de ropa barata para la familia y de los encargos de las amigas. Ocupa de forma ruidosa y llamativa su maletero y el de al lado bajo la mirada del ojo crítico de algunos pasajeros, más distraídos en observar el vestuario de la dominicana que en intentar echarle una mano. No pudo ir a facturar el día anterior en Milán y han puesto a sus hijos en otra fila. Mientras el hermanito de Gladis, aplastando a su her-mana, agarra panfletos, toca botones, hace sonar timbres, enciende luces y baja mesitas.

Chloe vive en Madrid y viaja de vacaciones con sus padres a Santo Domingo. Gladis viaja también a Santo Domingo a visitar a su fami-lia que no ve desde hace dos años. No conoce a su padre ni tampoco

24 sabe quién es el padre de su hermano. Viven en Milán donde trabaja su madre no sabe muy bien de qué. Las dos niñas tienen un porvenir por delante. Chloe tiene abonado su futuro, es un caballo ganador y sólo un accidente podría desviar su trayectoria. A Gladis sólo un milagro podría cambiar lo que parece su destino.

Matilde Prat. Española. Azafata y Fotógrafa. Participante en “Diarios Mestizos”.

25Si bien el deseo de prosperar es el más habitual, no es posible dejar de mencionar otros motivos que obligan al traslado de un importante número de personas cada año.

Acontecimientos tan dramáticos como los conflictos bélicos, el terro-rismo o los desastres naturales fuerzan, irremediablemente, la migra-ción de poblaciones enteras.

¿Sabías que…?

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a finales de 2011 el número de personas desplazadas forzosas a causa de conflictos superó los 42 millones, de las cuales más de un tercio eran refugiadas.

(ACNUR, 2012)

En otras ocasiones, aunque no se produzca una salida masiva de po-blación, la situación de inseguridad de algunos países hace que las personas, individualmente, opten por dejar sus lugares de residencia ante el temor y la vulnerabilidad de los acontecimientos que surgen a su alrededor.

“No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza. La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y nadie nos corta la memoria, la lengua, las calores. Tenemos que aprender a vivir como el clavel del aire, propiamente del aire. Soy una planta monstruosa. Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano.”

Juan Gelman.“Bajo la lluvia ajena”.

26

píOLa vía sin asfaltar hace lento el avance de los automóviles, el calor va dejando huella en el rostro de sus ocupantes, ahondando aún más la preocupación y el temor. En el Jeep de la Procuraduría viajan cuatro o cinco personas fuertemente armadas; en los otros vehículos van estudiantes universitarios, vecinos de la capital y amigos cerca-nos; alguno que otro con revolver. La tensión aumenta a medida que nos acercamos al lugar de la emboscada...

Chaguaní significa “Varón del cerro de oro” en la lengua de los Pan-ches. El pueblo forma parte de la provincia de Magdalena Centro, Departamento de Cundinamarca. Se dice que en la vereda La Tabla nació Policarpa Salavarrieta, “La Pola”, heroína de la independencia colombiana. Un Consejo de Guerra la condenó a muerte y fue fusi-lada el 14 de noviembre de 1817, durante la Reconquista Española.

Recuerdo la llamada...

- ¡Viejo Jairo!

- ¿Sí, quien habla?

- “Rei” - oigo. Y luego: - Han matado al “viejo” Pío... Parami-litares... Cuando iba para el pueblo... Murió junto con sus her-manos Pastor Iván y Fernando… Las balas eran para el alcalde que viajaba al lado. El alcalde resultó ileso.

Llegamos. La pequeña plaza está abarrotada. Campesinos de todas las veredas despiden a su Concejal Pío Ayure Bello. Los más viejos aún extrañan la enorme ceiba sembrada en 1866 y que el alcalde mandó derribar en 1952 cuando una rama gruesa se desprendió du-rante las festividades y mató a uno de ellos.

27Gina Florez, la joven viuda, está bajo el efecto de los sedantes. Los amigos de Pío, estudiantes de la Universidad Nacional, ubicados en el balcón del Palacio Municipal le gritan ¡VIVAS! en las pausas de los discursos. De fondo suena “Cuando un amigo se va...”, la canción preferida de Pío.

Las lágrimas escurriendo por las mejillas, los asistentes lo acompa-ñan hasta el cementerio. Mientras lo enterramos negros nubarrones descargan asimismo su llanto. Fernando Castillo, muy bebido, se aferra a un árbol y llora con fuerza; no hay forma de soltarlo y allí se queda. A los demás, a Reinaldo, a Fernando, a Jaime, al increíble “Schubert” no nos mortifica tan solo su ausencia. Pío deja esposa y tres hijos pequeños -Alejandro, Camilo y David- el mayor de cinco y el menor de poco más de un año.

Al acabar los estudios, junto a otros compañeros, Pío se afilió a un proyecto que le permitiera seguir vinculado a la Universidad. Es así como en noviembre de 1987 se realizó la primera asamblea de AISUN (Asociación de Ingenieros de Sistemas de la Universidad Nacional de Colombia). Se formó la primera junta directiva y lo nombraron presidente. El primer encuentro de egresados se realizó el año siguiente. Luego vinieron las conferencias y los seminarios que todavía perviven.

Otro de los proyectos de Pío era crear una cooperativa de ingenieros de sistemas. Su asamblea de constitución estaba prevista para el día 2 de febrero de 1991, el mismo día de su asesinato.

Jairo Bulla. Colombiano. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

28 Todas ellas son migraciones que se enfrentan a un mundo en constan-te cambio y sujeto a profundas transformaciones sociales, políticas, económicas, medioambientales, científicas, tecnológicas,… Transfor-maciones en torno a la globalización que cada vez concentra más su riqueza en unos pocos, favoreciendo las desigualdades sociales. Más si cabe en la actualidad, en el contexto de la crisis económico-financiera que está sacudiendo a buena parte del planeta.

Pero al mismo tiemPo, un mundo global en el que las fronteras se diluyen, en el que el mestizaje y lo multicultural generan riqueza humana, cultural y económica. una riqueza incalculable Procedente de las corrientes migratorias y, en suma, de la va-lentía de mujeres y hombres que inician (o iniciaron) la aventura de emigrar.

29

ESpAñA y SU HISTORIA ENTRE DOS ORILLAS

Iván Ivanov. “Luz por la carretera”.

30 En este contexto es donde cabe hacer mención a España, un país con una historia estrechamente vinculada a las migraciones.

Un país del que, en su pasado más reciente, emigró mucha gente, al que después llegaron numerosas personas de otros países, y en el que hoy la balanza parece equilibrarse. Un país protagonista de grandes flujos migratorios, una sociedad mestiza con una historia que tras-curre “entre dos orillas”.

Así, durante los siglos XIX y XX las corrientes fueron predominantemen-te emigratorias, con más de un millón y medio de población española exiliada en Europa y América Latina tan solo durante la época de la Guerra Civil y el franquismo (Sallé y Van den Eynde, 2009). La cantidad total, durante toda la época migratoria, asciende a la emi-gración de más de tres millones de españolas y españoles (Fundación Directa, 2009a).

¿Sabías que…?

A América Latina llegaron miles de españolas y españoles en búsqueda de em-pleo y mejores condiciones de vida, principalmente a:

• Argentina (1.426.850 españoles) como labradores de tierra.

• Brasil (252.621 españoles y españolas) como trabajadores y trabaja-doras para los cafetales.

• Cuba (825.182) como braceros de la caña de azúcar.

• Panamá (8.298) como obreros en la construcción del canal de Panamá y otros carriles.

Y educadores, artistas, políticos, trabajadoras del sector doméstico, comercian-tes, arquitectos, etc.

(Sallé y Van den eynde, 2009)

31Un camino que, en unos casos, se ha recorrido de vuelta por esas mis-mas personas o sus descendientes. En otros, sin embargo, se echaron raíces “en la otra orilla”, formado comunidades mestizas y sembran-do la cultura española en aquellas partes del mundo.

Actualmente son más de un millón y medio los españoles y españolas que residen en el exterior, dos tercios de ellos en el continente americano y algo más de un tercio en Europa (INE, 2012c).

Un colectivo de personas que constituyeron (y constituyen) un valor en sí mismo y que confirman la presencia de la cultura, tradiciones y sa-beres españoles más allá de sus fronteras. Gente generalmente pobre que se embarcó de forma valiente en aquella travesía por necesidad, hambre, amor o ansias de libertad y que inició una cadena que ya nunca más dejará de tejerse.

Un vínculo que hoy sigue vivo, a través de sus descendientes, aquéllos que regresaron (o regresan), o quienes viven su historia fuera de nuestras fronteras.

32

OLIVAS A los abuelos que cultivaron, sembraron y germinaron, ese suelo americano...

Mi nombre es Gloria Velásquez. VelaSSS-quez. No VelázZquez. Siem-pre tengo que corregirlo. Velásquez... con S de Sevilla y terminada en Z de Zamora y parece una tontería pero una simple letra puede dificultarte las cosas. Como la pinche Zeta. No las ‘setas’ de comer; No; las Zetas, de Zorro, Zapato, Zamora, Zanahoria, Zumo, ZaragoZa, ZarZuela, ZigZag, ZarZamora...

No es broma; es un esfuerzo brutal para una lengua Latinoamerica-na que no está acostumbrada a ZetaZear...

VeláZquez era el apellido de mi bisabuelo, español, de Medellín, Badajoz, Extremadura, que llegó al pueblo de Pijao, Quindío, Co-lombia, en 1800 y pico, y doña Hermelinda era el único ente que sabía leer y escribir en muchos kilómetros a la redonda, y por ello, secretaria perenne e indiscutida de la alcaldía.

Así que cuando mi bisabuelo se plantó en el registro y declaró lla-marse José Manuel Velázquez Rodríguez Patiño Martínez, Doña Her-melinda juzgó sabiamente que una Z ya era más que suficiente en cualquier apellido respetable por muy español que fuera...

Poco después, el recién rebautizado Señor Velásquez, también cono-cido como “El Conquistador”, o simplemente “El Gallego” para los amigos, se instaló en Medellín - Antioquia - Colombia, donde llegó un radiante día de las flores...

Se enamoró de ese paisaje rural; fuerte, con un río imponente, como el Guadiana, que lo cruzaba de norte a sur y que podía abastecer veredas y pueblos enteros para que cualquier semilla, la que fuera, germinara: Café, Banano, Caña, Flores, Naranjas, Mangos...

33Ahí está mi Bisabuelo. Cuidando, arando un terreno enorme de algo que no se sabe qué es. ‘Don José Manuel está loco’ decían los del pueblo. Se pasaba horas y horas cuidando los brotes. Una hectárea entera. A la hora de las comidas se le oía decir que mataría por ese líquido verde.

En 1950 muere. Deja 15 hijos; una mujer Negra que es su mujer. Una finca que produce Café, algunas Cabezas de ganado, tres cerdos y muchas gallinas.

Su hijo mayor; mi abuelo Miguel queda a cargo de la Nueva España. También se casa, esta vez con una India de ojos grandes, pelo negro, blancos dientes. Muy bonita. Bueno, otro día hablare de mí y de mi belleza...

Además de la finca, mi abuelo Miguel heredó ‘la maldición de la Oliva’, como la llamábamos los nietos, aunque, a pesar de ella, en el trasvase generacional la hectárea de mi bisabuelo se convirtió en media, y poco después en un cuarto.

Ahí esta mi abuelito. Arando, cuidando la parcela. Echándole abono, colocándole plásticos... Y maldiciendo al cielo por haberle matado ese pequeño árbol que por fin estaba naciendo y la última tormen-ta destruyó... JODER!! Joder!! Nunca veía tan berraco a mi abuelo como cuando venía de su cachito de España... ‘Mataría por una oli-va’...

En 1994 mi abuelo murió. Dejó 13 hijos, una mujer, una finca que ahora no produce mucho café. No tenemos cabezas de ganado, ten-go un caballo, tenemos un cerdo engordando para navidad y galli-nas... No!! No volvimos a engordar gallinas porque la única valiente que las despescuezaba era una tía que ya por su artritis no puede. Una piscina y ... como diez metros cuadrados, único resto de aquello que mi abuelo cuidaba y cuidaba...

Cuando decidí venirme a ‘la Vieja España’, hicimos una gran fiesta en ‘La Nueva’.

34 ‘Esta noche amanecemos, ... amanecemos parrandeando...’

‘¡Que viva la nieta de Don Miguel, que se va pa´ España!’

‘Esta noche amanecemos, ... amanecemos parrandeando...’

Ahí amanecí yo... despidiéndome de ese pequeño árbol, cuyas raíces guardan a mi abuelo.

En el 2004 Gloria Patricia Velásquez Ramírez llega a España. Lo primero que hago es viajar a Extremadura, a Medellín, Badajoz. Sí es verdad... su paisaje es bello.

El río Medellín... perdón; el Guadiana, cruza la tierra calmo, impo-nente y hermoso. Su iglesia; como mi iglesia de la Candelaria, y en el centro un Hernán Cortes que contempla altivo un nuevo mundo.

Como vengo con hambre y sed del camino, me siento en un bar. Me dejo recomendar del camarero, que para abrir boca me trae una ensalada, una canasta de pan y dos frascos. Uno con un líquido... verdoso...

CAMARERO: ¿Joven, quiere que se la aliñe? ¿un poco de acei-te de oliva?

¿¿Pero esto es aceite de oliva...?? ¡¡SÍ!! ¡Sí Joder; Échele, éche-le...! Aceite de Oliva...

¡¡Échele...!!

Gloria Velásquez. Colombiana. Actriz integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’. Participante en “La Migración como escuela de vida”.

35Tras años de tradición emigrante, durante la última década España ha experimentado el otro punto de vista, convirtiéndose en uno de los principales receptores de personas provenientes de otros países.

En la actualidad residen en España 5,7 millones de perso-nas llegadas de diversos rincones del mundo: la Unión Europea (Rei-no Unido, sobre todo), Latinoamérica (Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú,…), Europa del Este (Rumania, Bulgaria), África (Marruecos) y del continente asiático (China) (INE, 2012b).

¿Sabías que…?

• La mayor llegada a España de personas procedentes de otros países se produjo en 2.008, con casi 750.000 personas empadronadas más que el año anterior.

• De las personas nacidas en otros países y residentes en España, un 48% son mujeres.

• Muchas de estas personas ya han conseguido la nacionalidad española. Entre 2002 y 2010 se han concedido más de 550.000 nacionalizaciones.

• Casi siete de cada diez lleva residiendo en España un periodo superior a siete años.

• Una importante proporción de sus hijos e hijas han nacido, crecido y educado en España. Solamente en 2011 más de 90.000 nacimientos en España fueron de madre no española.

(INE, 2012b; INE, 2012 g; ObsErvatOrIO PErmaNENtE

dE la INmIgracIóN, 2010; INE, 2011a)

36

EL ANHELO AGUARDANo te das cuenta cuando llega y cuando se acerca, lo hace con un gesto de alegría, unos llaveros en una mano y en la otra a menudo depende de la noche y la hora. Llegó hace diecisiete meses. De Ban-gladesh, de su país, como lo recalca en todo momento. En realidad, primero tuvo que pisar Italia, donde se quedó unas dos semanas, y tres días fueron suficientes para saber que Francia no era el lugar indicado. ‘Es muy difícil y todo allí cuesta mucho dinero’. Así como se acerca a ti y te ofrece lo que tiene, así quizá también miró su rede-dor y decidió venir a España, donde todo, según una amiga, estaba mucho mejor. Come una vez al día aquí, en Madrid, a las cinco de la mañana, y camina todas las noches, sin excepción alguna, por La Latina, Ópera, Plaza de España, Callao, Chueca y Tribunal.

Entra y sale de los restaurantes y de los bares. Sonríe. Bendice. Santifica. Muchas veces simplemente sale sin poder entrar, pero él lo acepta, sin molestar, con el respeto, dice, que se merecen todos, aún más la policía. ‘Cuando me paran, me dicen vamos, yo voy. Sí. Muy importante respetar’. Y afirma que tiene un documento que le ha dado la policía, con el que asegura estará tranquilo durante un año y que eso le parece bien. Tiene madre, un hermano pequeño, de 15 años, y una hermana que tiene una hija y un hijo, que tam-bién ayuda enviándoles todo el dinero que gana porque su esposo ha muerto en un accidente hace unos meses. De pantalones grises, gafas y ojos grandes, nunca se muestra triste, desorientado, cansado sí, aunque eso no le importa. Se detiene en tu mesa, en el pequeño espacio que has obtenido cerca de la barra con mucho esfuerzo y extiende la palma de una mano mientras te explica cómo pueda cambiar de colores el reloj despertador que te ofrece. En español, inglés, francés, paquistaní, hindi, nepalí o bengalí. Y si es necesario, al día siguiente sabrá conversar contigo en chino, cuyas ‘difíciles palabras’ ya está aprendiendo por cuenta propia. Entonces, quizá, si tienes tiempo, puede enseñarte sobre una servilleta cómo se escribe en su idioma natal. Y en castellano cuenta que para venir tuvo que

37vender su casa, su tienda y su coche. Necesario para que su familia hoy pueda comer tres veces al día e ir su madre al hospital.

Necesario para que él se encuentre más tranquilo y saberse indispen-sable. ‘Ella tiene muchos problemas de salud y yo llamo al doctor para decirle que voy a pagar poco a poco, para que la puedan aten-der. Luego Dios me recompensará. Ahora no. Después’. Y cuenta que es hincha del Real Madrid, antes del Manchester, que le encanta la fiesta española y que quiere encontrar otro trabajo.

Sabe desenvolverse, sobrevivir con un euro al día y aprender lo que sea posible en dos. ‘No hay nada difícil. No hay nada difícil para que mi familia esté bien. Eso es lo más importante’. Tiene 27 años, 10 horas al día para ganar algo de dinero, buena sazón en las comidas, la seriedad en las venas y siete años esperando a quien podría ser su esposa. Tiene la paciencia y la seguridad de que hoy aquello es imposible. ‘No amiga. No novia’. La decencia en sus palabras. Un desprendimiento de las cosas envidiable. Tiene además la responsa-bilidad incrustada en el cuerpo y la esperanza de vivir un día mejor que como musulmán Dios le dio.

Francisco Jurado Chueca. Peruano. Literato integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’. Participante en “La Migración como escuela de vida”.

38 Ahora, en el contexto de dificultades económicas, vuelve a producirse un cambio de tendencia en España, con unas cifras de salida hacia otros países que, por primera vez en muchos años, supera al de lle-gadas.

Son salidas en las que, una vez más, confluyen caminos solo de ida, otros de retorno, otros de ida y vuelta. Historias migratorias en-trecruzadas.

Salidas protagonizadas por quienes regresan a sus puntos de origen, ante un proyecto migratorio un tanto truncado. Salidas de jóvenes, es-pañoles y españolas, que ponen rumbo a una expectativa profesional más prometedora o a una experiencia internacional. Incluso “falsas salidas”, con cifras engrosadas por las nacionalizaciones concedidas a los nietos y nietas de españoles que han adquirido este derecho a raíz de la Ley de Memoria Histórica, pero que en realidad ni siquiera han llegado a residir en España.

¿Sabías que…?

• Durante 2011 las cifras totales de salidas en España (507.740) supe-raron a las llegadas (457.650).

• Del total de estas salidas se calcula que alrededor de 62.000 se corres-pondían con españoles y españolas que han puesto rumbo hacia otros países, 24.000 de ellos personas que han conseguido la nacionalidad tras residir en España y el resto (en torno a 38.000) personas que han nacido en España.

• Una cantidad importante de estas “salidas” se encuentra engrosada por las nacionalizaciones concedidas a población residente fuera de Es-paña. Solamente en Cuba el número de españoles y españolas “nacidos en Cuba” ha pasado de unos 40.000 en 2009 a superar la cifra de los 70.000 en 2011.

(González, 2012; Ine, 2011b).

39España Es, puEs, una mEzcla dE idas y vEni-das, dE procEsos distintos En momEntos di-vErsos, dE historias dE allí o allá, dE aquí o acá. un punto dE EncuEntro para migrantEs.

Pero ¿qué significa ser migrante?

Según la Real Academia Española es la persona “que migra o emi-gra”. Una definición sumamente escueta para una complejidad de situaciones, vivencias, realidades y contextos.

A través de las siguientes páginas nos proponemos escuchar la voz de estos protagonistas, conocer de primera mano sus experiencias e ini-ciar un acercamiento, desde el corazón, a la realidad de la migración.

Se pretende, así, rescatar y conmemorar las propias experiencias, las de nuestros progenitores, abuelos, abuelas, bisabuelos y bisabuelas que durante los siglos XIX y XX emigraron hacia el extranjero, al tiem-po que se expone la realidad mestiza y compleja que supone nuestro presente, dando voz a quienes en los últimos años han emprendido viaje con destino a España.

Relatos que nos acercarán a momentos clave de las experiencias mi-grantes: la decisión, la partida, el viaje, la llegada, la cotidianei-dad…, para, de esta forma, tejer una historia que nos devuelva la perspectiva de lo que fuimos, somos y seremos.

Porque todos y todas somos migrantes.

40

NOSTALGIA DEL MUNDOAl atardecer. Un Hombre algo resfriado está revisando una agenda antigua, en busca de un teléfono perdido. De pronto cae de entre las páginas una pequeña boleta blanca. El Hombre la revisa con curio-sidad, tal vez hay alguna anotación, pero nada, es de una farmacia, de Madrid, calle Arenal, número borroso. Febrero de dos mil tres. El hombre se paraliza, mira la boleta en su mano y una intranquilizan-te intuición recorre su espalda. En esa fecha él no estaba en Madrid, sin embargo recuerda perfectamente esa farmacia. Y el momento en que el farmacéutico le tendió la boleta. Pero él no estaba ahí, estaba en Santiago de Chile, trabajando. Había tomado sus vacaciones en enero porque, en febrero, Santiago se queda casi vacío y se respira mejor. El hombre recuerda y comienza a sudar. El farmacéutico le había convencido de comprar un cepillo de dientes más caro que la chucha. Doce euros, el cepillo de los güevos. No le duró ni el verano. El verano de Santiago, porque ahí estaba cuando el cepillo se partió, mierdadeplástico, y se acordó del farmacéutico y de los doce euros. El Hombre se pregunta por qué no se dio cuenta, en aquel momen-to, que algo estaba mal. No mal, pero definitivamente extraño. No podía haber pasado el verano en Santiago lavándose los dientes con el cepillo comprado en Madrid. Pero si ese año no fue a Madrid. Eso no se puede.

El Hombre se levanta de su silla, bebe un trago de agua y respira profundo. Afuera se oculta el sol, el Hombre empieza a entender. Tampoco se puede haber desayunado un pincho de tortilla en un bar y estar en este momento bebiendo un vaso de calcárea agua en su casa de Santiago. El hombre no lo puede creer. Mete su mano al bolsillo y saca su monedero, que vacía en la mesa desparramando varias monedas chilenas y españolas. Sus ojos se llenan de lágrimas. Ha quedado con su novia en La Puerta del Sol, a las diez de la noche, (que estará más fresquito), a trece mil kilómetros de distancia. Mira su reloj de cuatro agujas y se da cuenta que no sabe qué hora es. Y comprende por qué se pierde en el metro. Y su permanente resfrío: mira en sus pies las sandalias, afuera es invierno. El Hombre llora.

41Está feliz. Es imposible, lo sabe, pero está ocurriendo. ¡Dos sitios a la vez!, es maravilloso. ¡Es una cuestión de conciencia, no de dimen-siones! piensa, en su razonamiento más aventurado en años, y se sonríe, el eterno migrante, feliz ante la posibilidad.

Daniel Henríquez. Chileno. Cineasta. Participante en “Diarios Mestizos”.

43EL RELATO DE LA MIGRACIÓN:

UNA VOZ COMÚN DE VIVENCIAS

Nancy Velásquez.“Desde mi ventana”.

44

¿pOR qUé MIGRAMOS?

Julio González Marini. “Patera de Fantasmas”.

45Los motivos que conducen a las personas a abandonar sus lugares de origen son tan variados (cambio de vida, por amor, búsqueda de trabajo, de un empleo mejor, exilio político, seguridad…) como experiencias de migración existen.

Mejorar la calidad de vida suele ser una razón común y más que comprensible para iniciar el viaje. Puede suceder que este deseo de prosperidad se mezcle con el deseo de alcanzar un sueño, una vida, que a veces ni siquiera es real (no al menos como es imaginada) pero que al oírla, verla, comentarla, se hace cada vez más deseable. Al es-tilo de “El dorado” o el ideal del “sueño americano” las historias que llegan de “allá” generan el deseo de lograr lo que, comparativamente a las condiciones de sus países de residencia, es mejor.

En España, hace décadas, la miseria y el hambre fueron una de las razones que empujaron a miles de hombres y mujeres a migrar. Así nos lo recuerda Ulises de la Orden, quien rememora la llegada de su bisabuelo, Manuel de la Orden, con el siguiente testimonio:

“Lo que yo sé es que él llegó a la Argentina –a Uruguay- a los nueve años de edad. Vino sólo de Sirones, provincia de Soria, de donde era originaria la fami-lia, y absolutamente sin nada, en la absoluta pobreza.”

(Fundación directa, 2009b)

Estas razones han sido motivo de partida también para la mayoría de las personas que han llegado a España.

46

¿Sabías que…?

Para quienes llegaron a España los motivos más señalados son:

• “Por la calidad de vida” (21%),

• “En busca de un empleo mejor” (20%),

• “Por razones familiares de reagrupación familiar” (17%),

• “Por falta de empleo” (12%).

(INE, 2007)

Y ahora la historia ha querido que algunas de ellas, esta vez sentidas por algunas y algunos españoles, puedan explicar, igualmente, los motivos por los que en la actualidad la población española (mayorita-riamente joven) esté probando “suerte” en el exterior.

Porque la migración, como acontecimiento cíclico, dibuja sendas re-currentes. De un pasado emigrante, a un presente inmigrante, a un futuro ¿nuevamente emigrante?

Pero al final, el mapa de sentimientos que acompaña el acontecimien-to de la migración, independientemente de la nacionalidad, la época, la edad o el lugar del que se parta, es compartido. Porque más allá de las diferencias hay algo que nos une y es que, como seres humanos, sentimos, añoramos, deseamos y luchamos por igual.

Podría decirse que somos una voz común de vivencias.

47

A NADIE pEDIRé pERMISO pARA TENER NOSTALGIA DE ESO¿Qué sentirá ella al ser extranjera?, te preguntas muchas veces. Ima-ginas, la imaginas, caminando por calles que no le pertenecen, mira-da por ojos que no la han visto crecer. Pero no puedes, no alcanzas. ¿Qué sabores le faltan en el mercado?, ¿cómo suena la voz de su jefe cuando le anuncia que le bajará el sueldo?, ¿de qué color son los billetes que cuenta y recuenta?, ¿cómo es un domingo de invierno sin familia?, ¿pasa frío?, ¿tiene miedo?, ¿volverá?

En el mundo, doscientos catorce millones de personas son migrantes.

(ORGANIZACIóN INTERNACIONAL PARA LAS MIGRACIONES, OIM)

¿Qué sentirá ella cuando se sienta a comer sola en esa mesa para cuatro?, te preguntas todos los días. Imaginas, la imaginas, salu-dando a la vecina de toda la vida, acariciando a tu perro, viendo televisión en silencio, abanicándose con una revista, envejeciendo.

Setecientos millones de personas, el 16% de la población mundial en edad adul-ta, se quiere ir de su país.

(ENCUESTA GALLUP, 2007-2009)

Dijiste me voy, emigrante mucho tiempo antes de irte, dijiste aquí no hay nada, nunca ha habido nada y allá hay tanto. La abrazaste, te abrazó. El dolor le salía del útero, de las tripas, del vientre, de las mue-las, de las manos, esas manos adoradas que te enseñaron a hacer la O.

48 Sólo el 10% de quienes sueñan con emigrar tiene más de 35 años.

(ENCUESTA GALLUP, 2007-2009)

Dijiste me voy y te fuiste sin mirar -porque te morías, porque no te ibas-. Ella siguió al avión con los dedos aferrados a la reja hasta que se perdió en el aire. Se quedó tanto tiempo que la sombra de su pon-cho, de su cuerpo pequeño y su cabeza mirando para arriba siguen ahí, esperando que vuelvas.

En el aire todo cambia. La que se subió: la hija, la novia, la madre, la enfermera, la maestra, se convierte en un porcentaje, una nacio-nalidad, un problema, un emigrante.

El 40% de los emigrantes tiene educación secundaria o superior.

(ENCUESTA GALLUP, 2007-2009)

El corazón te galopa –animalito loco-, tragas las lágrimas, cargas la maleta llena de fotos, de valentía, de deudas, de angustias, de sueños. En la mano, apretada como un rosario, la dirección de una amiga. Ahí está la ciudad desconocida grande como un planeta, lejana como un planeta. Empieza el viaje de tu vida. Cierras los ojos y te lanzas.

“En Venezuela, Guatemala, Nicaragua o Ecuador, prepararse para la triste pero inevitable contingencia de tener que emigrar cuando la ya precaria situación se haga invivible forma parte de la experiencia de la clase media”.

(MOISéS NAíM)

Exiliada, desterrada, extranjera, foránea, migrante, viajera, errante, extraña, deportada, desarraigada, expatriada, expulsada. Mujer de tierra ajena, ¿cómo le explicas a ellos, a todos ellos, lo que se siente cuando no tienes ni un número que te haga sentir ciudadana?

En el mundo hay entre 30 y 40 millones de migrantes en situación irregular.

(ORGANIZACIóN INTERNACIONAL PARA LAS MIGRACIONES)

49¿Cómo dices -con qué voz- que el terror de que tus hijos te olviden no te deja dormir? ¿Escucharán el rechinar de tu alma mientras ba-rres sus escaleras? ¿Entenderán? ¿Te abrazarán? ¿Partirán su pan en dos? ¿Te ayudarán a que los tuyos vengan? ¿O seguirán meneando la cabeza ‘esto se ha llenado de extranjeros’?

El 68,6% de los españoles cree que hay demasiados inmigrantes en su país.

(ENCUESTA REALIZADA POR SIGMA DOS EN 2008)

Hay tantas fronteras entre el país en el que naciste con el país en el que vives, es tan implacable el día a día del que no tiene a nadie que lo salude por las calles. Es que emigrar es exactamente como volver a nacer, con la diferencia de que esta vez no tienes el pecho-patria de tu madre, ni la mirada tierna de tu padre. Emigrar es estar des-nudo en medio de todos. Emigrar es sentirte siempre un poco ajeno, un poco desamparado, un poco perdido. ¿Disculpe, sabe usted cómo llego a la calle donde me caí de niña? ¿Podría indicarme si esta es la dirección hacia el regazo de mi madre?

“Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias. Extraño la callecita donde mataron a mi perro, y yo lloré junto a su muerte, y estoy pegado al empedrado con sangre donde mi perro se murió, existo todavía a partir de eso, existo de eso, soy eso, a nadie pediré permiso para tener nostalgia de eso”.

(JUAN GELMAN)

Pero es Barcelona no Guayaquil. Madrid no Nueva Delhi. París no Argel. Nueva York no Cochabamba. Y arrastramos esta cara (nos re-conocemos en la coraza que esconde tanta lágrima) por las calles que tienen nombres que no nos suenan de nada, donde no vive la tía Magdalena, ni el primer enamorado, ni la amiga que soñaba lo mismo que tú. Dios mío, qué lejos queda esto, ¿o es aquello lo que está lejos?

Pero la raíz, esa luz tibia siempre encendida que compartimos los in-migrantes y que sobrevive tanto invierno y tanto océano, nos arras-tra al parque, a la plaza, a la salsoteca, a la iglesia, al locutorio, al restaurante. Te olvidas un rato del peso, del piso, del pozo. Entra la alegría, poco a poco, a tu vida.

50 Si todos somos extranjeros, entonces ninguno es extranjero.

(JULIA KRISTEVA)

Y bailas y amas y alumbras y creces.

Y un día, un loco día tan distinto a esos otros, te das cuenta de que ríes con toda la boca y también tu niño, cuya risa es tu patria, y saludas a la vecina y vas al mercado y esperas, como todos, que el buen tiempo traiga los duraznos (que ellos llaman melocotones) y te quejas, como todos, de lo mucho que ha durado el invierno.

Pero se va.

Y quedas tú, tu hombre, tu niño, en una tierra de la que ya tienes recuerdos. De pronto te das cuenta de que tu familia está de este lado. De que este también es tu país.

Quizás todo eso sea algo que, como la nostalgia, el amor o el miedo, no pueda explicarse a quien no lo ha vivido.

Mª Fernanda Ampuero. Ecuatoriana. Literata integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’. Partici-pante en “La Migración como escuela de vida”.

51

pISANDO ARENALlegué a España hace más de seis años: dejé mi tierra natal hace casi siete, creo.

En una ocasión recuerdo haber escrito que la razón por la que emi-gré era una persona, un hombre del cual me había enamorado. Ese hombre ya no existe para mí, ni me mudé por él a Sevilla, ni me equivoco...

Lo que nos unió un tiempo no debía de ser amor porque se vino abajo como castillo de arena al primer vendaval.

El estruendo ha sido grande: de golpe se caían las ilusiones que habían estado alimentándome durante estos años y todo un pro-yecto de vida en el cual había invertido tanto tiempo de mi exilio voluntario. La caída arrastraba, en su propio vortex, mis emociones junto con los principios que apuntalaban mi ser para que yo no me derrumbara en este desierto.

De repente veía flotar, a la deriva, mi experiencia de emigrante y las tantas horas de nostalgia padecidas.

No queda ni un montoncito de arena, sólo una huella surcada en la playa y un leve sabor de tierra en mi boca.

Ombretta Gattafoni. Italiana. Participante en “Taller de Escritura Vivencial·.

52

EL VIAjE y LA LLEGADA: UNA REALIDAD AGRIDULCE

Iván Ivanov.“Barco por Danubio”.

53Cuando alguien toma la decisión de migrar prepara todo para su vida en el nuevo país.

Lo primero a lo que se enfrenta es al viaje. Un traslado que a veces tiene fecha de regreso pero que en otros casos no, lo que incrementa la dificultad de la partida.

Viajes para reunirse con los suyos, para buscar un empleo mejor, escapando del miedo, para formarse…, que sea como sea implican un sinfín de acontecimientos: trámites burocráticos, ahorros invertidos, preparativos, cierres y despedidas. Sobre todo despedidas, lo más amargo de las partidas.

Una multitud de asuntos que cerrar en ambos países unido a lo más duro de todo, decir adiós a una familia, a las amistades, a una tierra.

Y tras el viaje, la llegada, instalarse, lo que en el caso de las perso-nas que migran suele convertirse en un laberinto de nuevos trámites burocráticos, esta vez sin los términos familiares del lugar de origen, o el trabajador amigo que siempre me atiende, sin el teléfono de aquel primo que controla el papeleo o ante el desconocimiento de una ciudad nueva.

Un hecho complejo para quien acaba de llegar.

54

NOMbRES¿Y cómo dice que se llama usted?

Güalter, señor.

¿Güalter?, ¿con “ge”?

No, creo que con “uve”.

Será con uve doble... ¿Es usted americano?

Claro, soy de Colombia.

Entonces no es usted americano, de América. De Estados Unidos.

No, no, soy de Barranquilla.

¡De donde el caimán! “Se va el caimán, se va el caimán...”

Eso.

Está bien, pongo “Walter”. ¿Está así bien?

Supongo que sí...

“Walter”. Mi cuñado tiene un perro que se llama Walter. Nunca había pensado... Está bien. Firme aquí. O haga una cruz. Y recuerde que debe pagar el alquiler cada día uno de mes.

Está bien...

Juan Fernández. Español. Participante en “Diarios Mestizos”.

55

ALGUNA DE NOSOTRAS ¡Hola, familia!

Hoy, finalmente, tuve mi cita en la policía de Extranjería para tramitar la identificación de estudiante extranjero. Así que, me levanté a las 7 a.m, me bañé con agua fría porque ayer se dañó el calentador y hasta hoy en la noche no ponen la pieza que hace falta, y me llevé mis co-sitas y mis libros en mi súper cartera, no sé si para aferrarme a algo. Esperé cuatro meses para que me atendieran diez minutos. La señora casi ni me habló, pareciera que por cada palabra menos que me dirigía corría menos riesgo de contagiarse de algo. Ahora tengo que esperar 45 días, pagar 15€ e ir a otra comisaría de policía para retirarlo.

Lo bueno del día fue que mientras estaba esperando afuera, con frío y lluvia, como llegué temprano pude entrar donde estaban las esca-leras techadas y me senté en las gradas, y una niñita indiecita del sur se me sentó pegadita a mí, y me enseñó sonriendo unos tesoros que tenía en un bolsillo del abrigo, eran unas gomitas de colores que me enseñó y con cara de pilla se comió una.

Cuando salí a tomar el metro para venir a la escuela entraron otros emigrantes del sur y tocaron música andina, casi lloro, pero me aguanté por miedo a empezar y no poder parar. Ahora estoy en la escuela, ya voy a comenzar a trabajar en mi proyecto final de mas-ter, así que estoy acompañada, y lo mejor es que no tendré que saber de los policías gallegos hasta dentro de 45 días.

Besos.

Anónimo. Participante en “La Migración como escuela de vida”.

56 Por suerte y, para muchas de estas personas, el proceso de migrar comienza como parte de una red transnacional de contactos.

El hecho de tener parientes, amistades o compatriotas en el país de destino facilita la integración. La dimensión de las redes sociales es importante porque son un recurso imprescindible para la integración en el nuevo país.

¿Sabías que…?

Una importante proporción de las personas que llegaron a España lo hicieron contando con redes personales.

Por ejemplo, en el momento de su partida el 13% de las personas inmigrantes casadas tenía a su cónyuge residiendo en España.

(INE, 2007)

Unas viajan con la satisfacción del encuentro. Otros con el peso de la distancia, en un viaje sin retorno.

En lo que respecta al viaje, sabemos que la mayoría de las personas que llegan a España lo hacen a través de medios de transporte, como el avión o el autobús. Solo una minoría arriban en condiciones peli-grosas o infrahumanas.

57

¿Sabías que…?

De las personas que llegaron a España:

• El 63% lo hizo en avión.• El 25% por carretera (en coche, autobús).• El 9% en barco.• El 1% en tren. • Y otro 1% en cayucos, pateras o embarcaciones similares.

(INE, 2007)

Porcentaje, este último, de las historias del viaje a España que, aun-que afortunadamente minoritario, resulta imprescindible compartir y visibilizar. Relatos de la desesperación que ponen en entredicho el sostenimiento de las desigualdades del mundo. Y que, en cierto modo, nos recuer-dan a los que en su momento vivieron tantos y tantas españolas a bordo de un barco maltrecho con un pasaje de ‘clase emigrante’.

“Viajamos en la bodega del barco ‘Cabo de Nueva Esperanza’ los hombres por un lado y las mujeres por otro, en un lugar como un pozo en el que, para respirar, había solo un tubo de lona que subía a la cubierta. Veintitrés días así,…durmiendo en literas, en catres, como los judíos en los campos de con-centración,…”

Remey Nuez Fontanals “Emigrantes Españoles en América: nosotr@s también fuimos los otros”.

58

CAMINAR SObRE LAS AGUAS Llegaron de Beni Mellal, de Juribga, de Kalaat Sraghana. En camio-nes camuflados, arracimados como ovejas, sin espacio y sin aire. Los trajeron de noche para evitar a la policía. Pasaron dos semanas ocultos en unos roquedales esperando una partida que nunca lle-gaba. “Mañana, mañana” repetían, taimados, cada madrugada los traficantes.

Llenaban el tiempo soñando con lo que harán cuando lleguen. Con eso, y reparando la barca. Fabricada a toda prisa: listones mal cor-tados, timón demasiado pequeño, calafateado incompleto. Esa tarde los traficantes - un viejo rifeño y cinco bereberes fornidos - llegaron con un viejo motor y tres bidones de gasolina. Luego, a punta de navaja, les quitaron los relojes, los móviles, lo poco de valor que aún les quedaba. No protestaron. “Buena señal” decían los entendidos, los que repetían intento. “Significa que partiremos pronto”. Derrota-dos por el hambre y la falta de sueño, los suben a los camiones antes de que amanezca. Los llevan hasta la costa.

Embarcan de madrugada. ¿Cuántos? Ninguno se para a contar: cua-renta, tal vez cincuenta. La mayoría hombres. También hay media docena de mujeres y tres o cuatro críos. Viajan sin espacio para moverse, rezuman sudor propio y ajeno. La humedad y el frío les roen por dentro. Nada más perder de vista la costa una ola golpea la popa y para el motor. Se miran. Tiemblan. Tras una tensa espera, azotados por un mar que no acaba de serenarse, uno que entiende consigue arrancarlo. Dos horas más tarde, otra ola inunda la barcaza y el motor se para de nuevo. Ni las blasfemias, ni la actividad febril del improvisado patrón logran ponerlo en marcha.

59Achican con las manos, las gorras, los zapatos..., con trozos de bi-dones de gasolina cortados a navaja. Temen zozobrar en cualquier momento. Una hora. Dos. Tres. Les han dicho que, con suerte, la travesía duraría no más de seis pero solo Alá sabe. Pierden la noción del tiempo. El agua entra por todas partes, amenaza ganar la parti-da. Pasa una hora más, tal vez dos. Por la izquierda la oscuridad es espesa, casi sólida. Por la derecha, una tenue línea clara comienza a separar aguas y cielo.

Entonces el chico se pone a gritar. Gesticula, implora, pide ayuda pero solo el mar responde a sus gritos. Luego comienza a reír. Du-rante un rato se ríe a carcajada limpia. Al principio todos le miran. Después dejan de mirarlo y se encierran en sus pensamientos. De pronto, el chico deja de reír y, con gesto serio, anuncia que no quiere seguir, que ha decidido regresar a casa a pié, caminando sobre las aguas. Antes de que puedan disuadirle o sujetarle, se pone en pie y salta por la borda. Algunos intentan socorrerle pero no lo logran. Dos o tres más le imitan al poco. -“La muerte, así, será menos do-lorosa”- dicen. Luego saltan. El resto les mira un instante con la cabeza baja. Luego deja de mirar.

De los cuarenta y ocho ocupantes, diez perecen de ese modo antes de que la embarcación sea avistada. Nadie sabe sus nombres, tampoco el del chico que saltó primero. La mayoría dice que no tendría más de dieciséis años.

Alberto Infante. Español. Médico y Escritor. Participante en “Diarios Mestizos”. Encargado de impartir los Talleres de Escritura Vivencial.

60

EL CUENTO Nº 1 “A uno le sucede todo aquello que está dispuesto a creer”.

Gilberto era demasiado joven para lanzarme esta frase...

[Llevábamos dos horas despistando el sueño en la sala de espera del puerto y, fuera, el amanecer daba fe de que nuestra travesía no sería precisamente tranquila. En los últimos 120 minutos habíamos hablado de otros puertos, de otros cielos abigarrados de nubes y otros desvelos en otras salas de espera de países en que ninguno de los dos había estado]...sin embargo le creí.

Unos segundos antes de nuestro ejercicio de humor y memoria era la única pasajera en una estancia rajada por amplias escaleras y tala-drada por sillas vacías; unas y otras esperábamos esa avalancha de personas que, antes que nosotras, había previsto un arquitecto opti-mista jaleado por unas autoridades portuarias en exceso ambiciosas. El eco de mis pasos en el enorme recibidor me devolvía el rumor de todas aquellas ausencias y, por no convocar a los monstruos, me había refugiado en aquel rincón donde buscaba el pliegue correcto del mapa en el que meses antes de mi partida había señalado el re-corrido de mi viaje: Mallorca, Dragonera, Conejera, Menorca, Ibiza, Formentera, Cabrera, Córcega, If, las Lavéis, Elba, Cerdeña, Sicilia, las Eólias, las Egades, las Pelagie, las de Pantelleria, Lampedusa, Ús-tica, Malta, Gozo, Pantellería, Comino, Kerkennah, Tabarka, Djerba, todas y cada una de las que conforman el Peloponeso, Creta, Chi-pre... Mientras enumeraba sus nombres y los fijaba con el dedo, una única idea me rondaba en la cabeza.

Gilberto pisaba de otro modo. Su presencia no retumbaba en las pa-redes desnudas del puerto, por eso me sobresalté al escuchar su voz:

“¿Eres de las que creen en los mapas?”.

61En un acto reflejo tan instintivo como mi respingo sobre el asiento, pronuncié unas frases que nunca había pensado:

“Si una foto no soy yo, un mapa también es relativo. Las ciudades cambian, como lo hacen los seres vivos; un mapa, por mucha fide-lidad que pretenda, siempre quedará anticuado. En realidad lo llevo para hablar con él”.

Fui capaz de tal afirmación sin haber recorrido ni la primera parte de mi trayecto, de modo que Gilberto también podía hacer aseve-raciones sin saber de ellas. Además, los posteriores 7.200 segundos fueron igualmente una suma de certezas no probadas; giraban en torno al tiempo en el que los documentos oficiales mostraban un mundo compuesto por la mirada infectada de experiencias reales e imposibles de mercaderes, piratas, esclavos, pescadores, marineros, vividores o militares; se detenían en el oído corrupto por la imagi-nación y los deseos de monjes, prostitutas, emisarios, presos... y la mano temblorosa y soñadora de copistas, escribanos, amanuenses, calígrafos y dibujantes. Hasta el Renacimiento, las islas disputaban su tamaño con los continentes porque nadie creía en lo pequeño, y fue cuando los flamencos fijaron sus pinceles en los pormenores del cielo que empezamos a pensar en la insospechada geografía que componen las nubes. Todo coincidía con la realidad, tal y como po-díamos observar tras los cristales de esa desolada sala de embarque en la que nadie aparecía, por muy extemporáneo que resultase.

Sin esperar mi contrarréplica y después de enunciar aquella frase, Gilberto sacó de su bolsillo un papel doblado en 12 pliegues, un gesto que puso al cielo tan nervioso que los nubarrones empezaron a moverse como fichas de ajedrez en una desorbitada partida. Sobre la silla me fue descubriendo un mapa del siglo XVI en el que un anónimo navegante había incorporado el nombre de las corrientes de aire y humos, relámpagos, tempestades, naufragios, flemáticas brisas, calimas incapaces de inflar velas, límpidos cielos buenos para el refugio... junto a las costas de mares y océanos.

62 Fue en el decimosegundo pliegue donde apareció la respuesta: en el mismísimo lugar en el que nosotros esperábamos, una cruz roja afirmaba sobre el mapa algo que Gilberto tradujo como “vapores cíclopes” y que explicaba su presencia en el puerto.

Saber que el lugar de la partida es el destino de los otros abandona aún más a quien viaja, en este caso a mí; pero todo sucedió más rá-pido que mi desconsuelo: Gilberto dijo “vapores cíclopes” y la noche se rompió definitivamente. Los ventanales contenían a duras penas la ira de los titanes, tal y como anunciaba el mapa, y la diminuta isla en la que nos encontrábamos emprendió una insólita batalla contra el mar, en la que la tierra se mostraba dispuesta a expandir sus lími-tes. Cabos, puertos, valles, desiertos, campos de refugiados, minas de esmeraldas, pozos petrolíferos, cuencas hidrográficas, tierras asola-das... empezaron a crear un nuevo orden internacional.

Entonces recordé aquella idea que rondaba en mi cabeza: otro mun-do es posible. Y me subí a la primera nube que cruzó a mi lado.

Martha Zein. Española. Periodista y Documentalista. Participante en “Diarios Mestizos”.

63

UNA VIDA ENTRE DOS ORILLAS

Galo Endara.“El peso y la sombra”.

64 Y después del viaje, de la llegada, toca la integración en la so-ciedad de acogida.

Un proceso que implica a ambas partes, a sendas sociedades (la que llega y la que recibe) y que requiere dosis de empatía y respeto mu-tuo. La aceptación de la diferencia, de las culturas, de las tradiciones, por parte de una y otra. Un proceso de asimilación y diferenciación, de mezcla y enriquecimiento, de apertura, que dotan de verdadero significado a la globalización.

En el caso de las personas que han llegado a España cabe resaltar que se trata de una población joven que ha contribuido, de un modo importante, al rejuvenecimiento de la pirámide de población. Cons-tituyen nuevos ciudadanos y ciudadanas que, además, aportan un gran valor a la economía y a la sociedad.

¿Sabías que…?

Los análisis sobre la contribución de la población procedente de otros países apuntan a que ésta tiene efectos económicos netamente positivos para la so-ciedad receptora. Estas personas contribuyen de diversos modos al desarrollo económico, favoreciendo:

• Un incremento del empleo, mediante el aumento de la población activa y de la tasa de actividad de las mujeres;

• La mejora de la renta per cápita, mediante la influencia sobre las tasas de actividad y de empleo;

• La contribución a las arcas públicas, a través de impuestos directos e indirectos, así como con cotizaciones a la seguridad social;

• El aumento del consumo y potenciando la creación de nuevas empresas.

(Moreno y Bruquetas, 2011)

65Son personas que, en su gran mayoría, han venido en busca de opor-tunidades laborales. Su canal de integración principal en España se ha producido, de este modo, a través de la vía del empleo, aunque ocupando los puestos que la población autóctona no deseaba cubrir: empleo doméstico, personal de limpieza, recogedores de residuos, peones (de la construcción y la minería, agrícolas, del transporte,…), reponedores, etc.

¿Sabías que…?

De las personas que han llegado a España procedentes de otros países:

• Una de cada tres tiene menos de 39 años.• Más de un 21% posee estudios superiores.• Por encima del 30% de las que trabajan lo hacen en ocupaciones ele-mentales (frente al 9% de los españoles y las españolas).

(INE, 2012a; INE, 2012g)

Una concentración ocupacional que fácilmente recuerda a la situa-ción vivida por muchas y muchos españoles que migraron hace unas décadas.

¿Sabías que…?

Un total de 8.298 obreros españoles llegaron a Panamá contratados por la Comi-sión del Canal Ístmico y fueron la segunda fuerza laboral en razón de su origen nacional después del grupo de trabajadores afroantillanos.

(FuNdacIóN dIrEcta, 2011)

66

ENCUENTRO CASUAL El otro día, mientras esperaba junto a la parada de metro de Tirso de Molina a unos amigos para ir a ver Watchmen a un cine en Versión Original, se me acercó un hombre, que luego supe que era rumano, que iba de camino a un albergue a dormir. No sé muy bien por qué, pero el caso es que me eligió a mí de entre todos los que estaban en la plaza para contarme su historia.

Se llamaba Andrei, y entre balbuceos de un español un tanto preca-rio, comenzó a contarme sus experiencias en España. Lo había pasa-do mal. Había llegado de Rumanía hace unos meses y de momento las cosas no le estaban yendo muy bien.

Sin embargo, al final había tenido suerte y le había salido un trabajo en San Pablo, un pueblo de Ciudad Real, en una especie de granja, según le pude entender.

Lo único que puedo añadir es que estaba realmente ilusionado y emocionado. Se le veía alegre, y no paraba de repetirme que el sólo quería trabajar y llevar una vida normal. Me habló de los que iban a venir a recogerle a la mañana siguiente en esa misma plaza de Tirso de Molina, Pepe y ‘Leuisma’, como él de manera graciosa decía. En sus ojos se iluminaba un brillo especial cada vez que me contaba cómo imaginaba la que podía ser su nueva vida teniendo por fin un trabajo estable, comida en la mesa y una casa donde vivir.

67Cada vez que le decía algunas palabras de apoyo me daba la mano con una fuerza inusual, pero a la vez amiga. Se le notaba impaciente de que llegara la mañana siguiente e ir en busca de su futuro.

Se marchó como llegó, con la mirada alegre y una sonrisa. Proba-blemente no lo volveré a ver nunca, y si lo hago puede que ni yo me acuerde de él ni él de mi. Pero aquella noche, y tras ver la película, me fui un poquito más contento a casa. Ojalá le vaya bien. Lo deseo de corazón.

Francisco Cuesta. Español. Participante en “Diarios Mestizos”.

68 Pero el Proceso de integración no solo im-Plica una adaPtación a nivel laboral o so-cial. lleva imPlícita una carga emocional, Psicológica, el ‘duelo migratorio’. añorar lo que se deja atrás, adaPtarse a lo nuevo, construirse una vida entre dos orillas.

Volvemos al ámbito emocional para comprender y sentir lo que se ha de enfrentar.

Es cierto que no podemos generalizar. Conoceremos personas que vivan mejor o peor, que hayan prosperado o aún se encuentren en la búsqueda, pero lo que no podemos obviar es que existen sentimientos compartidos entre todas ellas, por el simple hecho de encontrarse fuera de su tierra, lejos de los suyos.

69

¿A DÓNDE VAN LAS FLORES MUERTAS?

No sólo se trata de acostumbrarme a una cama nueva, se trata de las sábanas, el sonido de la noche, el amanecer y por qué no, del puto frío.

El invierno es nuevo, se cuela entre mis sábanas y me despierta. Aún no se si quiere ser mi amigo o un simple recordatorio de que en Venezuela hacen 25°C siempre.

Mi problema con él no es que hiele mi cuerpo si no que mata mis flores.

Hoy desperté y ahí estaban: marchitas y con el termómetro a 6°C. Me niego a que en invierno mueran las flores.

No acabo de acostumbrarme: en mi país nada se coge, todo se agarra y las flores no se mueren.

Lucía Toledo Robey. Venezolana. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

70

VACACIONES EN MI TIERRA Quien lo vivió lo sabe. El resto sólo puede imaginar lo que es vivir fuera de tu tierra e ir apenas un mesecito al año. Esas son las vacacio-nes soñadas, el destino turístico inolvidable. A su lado el Caribe es un aburrido paseo. Visitar tu país... Ese es el viaje de tu vida.

Los migrantes hablamos de ese mes mucho antes de viajar con la sonrisa a flor de piel (…) Fantaseamos con comidas y abrazos y playas queridas. Yo, el día antes, no duermo: el corazón me suena como una matraca loca y tengo mil cohetes en la barriga. No somos persona en esa víspera: somos organismos desquiciados.

Y así llegamos, con ansiedad de animalitos. Apenas aterriza el avión nos lanzamos a la puerta: ‘abra señorita, me está esperando mi ciudad’. Se nos reconoce enseguida: nos tiemblan las manos al entregar el pa-saporte, lloramos con el ‘Bienvenidos al Ecuador’. Y aparecemos por la salida internacional, con el alma hecha trapo, cargando el pesadísimo equipaje de todo lo que hemos extrañado. De pronto, entre la gente, los hermanos que son tan altos que rebasan a la multitud y al lado, pura ilusión, Ella, la mamita.

Nos lanzamos a sus brazos con gritos y gemidos y mocos y besos... Llegó el hijo, la hija, el hermano, el esposo. Llegamos nosotros, los extrañados, a pasar las vacaciones más dulces: las de nuestro país.

Repartimos camisetas, abrazos, chocolates, noticias, caricias. Y pre-guntamos, atropellándonos al hablar, por todo el mundo y nos empa-pamos de nuestros familiares, de sus voces,... Y asomas la cabeza por la ventana aspirando fuerte ese olor que te dice que sí, que por fin, que no sueñas: estás en tu puerto.

71Pero es llegar y empieza a devorar los días el maldito calendario. Tratamos de hacer lo imposible: vivirlo todo en 30 días. Treinta días apenas donde tienen que entrar la mamita, los abuelos, los tíos, los ñaños, los amigos del colegio, la universidad, el barrio... (…)

Es muy corto un mesecito para ganarte a los niños hasta que ellos, por voluntad propia, te den abrazos, para comprarle a tu mamita lo que quiera, para llorar con tu mejor amiga, para emborracharte con tus hermanos, para bañarte en el mar querido, mar Pacífico, mar tibio de mi vida,... Y, sobre todo, son muy poco treinta días para hacerte un hueco en la vida de los demás.

Y entonces, cuando más a gusto estás, toca el regreso. Faltando unos días para el vuelo de vuelta, el mundo se vuelve gris y dentro del tórax, entre el corazón y las entrañas, te nacen unas agujas que te dificultan respirar. Se te clavan. Te hacen daño. Te vas a ir, otra vez, lejos.

Vives cada cosa como alma en pena despidiéndose: ‘chao mote querido’, ‘adiós pan de yuca’, ‘te voy a extrañar versión original’, ‘hasta siempre bolón con chicharrón’. Te das cuenta de que en dos días no estarás y te dan ganas de gritar y de llorar y de no irte. Vas al supermercado y le dices adiós, como a personas queridas, a naranjillas, moras, papayas, maracuyás,... Comes cada plato de tu mamita como un condenado a muerte. Ves a los amigos y te los imaginas sin ti. Estás, pero ya no estás.

Deberían prohibir que los familiares te acompañaran al aeropuerto: tierra de insoportable dolor. Cada abrazo es como una puñalada, te parte, te partes y es un milagro que sigas caminando y no se te rom-pan las piernas con tanto dolor que vas cargando. Pero caminas. Y te metes por esa puerta de la que ya no saldrás, mientras una cortina de lágrimas te cubre los ojos y la vida. Miras atrás y allí los ves, también destrozados: la gente que más te quiere. Y es en ese instante cuando te empiezas a poner despacito, tratando de no hacer más daño a la carne viva del corazón, las capas de acero inoxidable con las que te cubrirás el resto del año hasta que llegue otra vez el mes glorioso, el mes feliz, el mes de las vacaciones en tu tierra.

Mª Fernanda Ampuero. Ecuatoriana. Literata integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’. Participante en “La Migración como escuela de vida”.

72

MUDANZASDesde Lima a Madrid y de Madrid al cielo, dicen... Tal vez, es que tengo que morir pronto...

Mientras camino por las amplias calles de Alcobendas, pienso en la fragilidad del tiempo.

Aunque hay solecito, el viento golpea mi rostro y despeina mi ca-bello.

Sonrío. Sigo caminando.

... Y la sensación de soledad me invade. No quiero llorar.

Transito entre parques y casas de fachadas color blanco.

Me pregunto quienes vivirán ahí. ¿Será una familia? ¿Qué historias y problemas esconderán esas paredes?

Siento ganas de desplomarme en el suelo y dejarme desmayar en el silencio.

... Tal vez alguien se acerque y me pregunte que me sucede; y , tal vez, pueda mirarle a los ojos y llorar; aunque no lo conozca; y de-cirle - ... “Hoy; Sí, solo hoy... ya nada tiene sentido”...

73Siento que mi pie se dobla. El tacón de mi zapato se ha metido entre una baldosa de la vereda.

He andado ya un buen trecho; y sin querer, mis ojos se han llenado de lágrimas.

Llama a mi atención, el barullo de los niños y sus sonrisas al jugar en los columpios del parque.

Los miro y me recuerdo en mi Miraflores querido, en mi parque Borgoño, jugando con Mirtha y Rosario, mis hermanas; con la ropa sucia de tanta travesura y despeinadas de tanto juego...

Recuerdo también la mirada de Isabel, mi madre, al llegar a casa...

Lo sé. Me lo repito cada día. Echo de menos el hogar. Echo de menos el vivir esa palabra.

Cecilia Vóter. Peruana. Actriz integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

74

EL VIOLINISTALlegó una tarde y se puso a tocar al otro lado de la calle. Alto, ma-duro, bigote cuidado, ropas que alguna vez fueron buenas. “Toca bien” me dije “Demasiado bien, para un músico callejero”.

Desde entonces vino una tarde sí y otra también. Brahms, Mendels-sohn, el último Beethoven acentuaban la melancolía de los últimos días del verano. Yo abría ventana para escucharlo mejor.

Un día, aprovechando que iba a un recado, crucé la calle y eché unas monedas en el estuche abierto a sus pies. Me dio las gracias. Tenía acento porteño, quizá uruguayo. “No es ruso. Ni siquiera lituano” pensé. “Pero su porte es distinguido”.

Me dije: “Seguro que tiene una historia”. Me propuse hablar con él. Me dije: “Debo meditar cómo acercarme, hacerlo con calma. Podría invi-tarle a tomar un café y decirle la verdad: me interesa su historia, cómo alguien como usted... Aunque” me dije “eso suena muy forzado. Debo evitar parecer demasiado brusco. O entrometido. O muy apresurado.”

La semana siguiente una ráfaga de viento sembró el asfalto de hojas amarillas. Era un viento fresco y presagiaba lluvia. El verano había sido largo y el otoño se adelantaba.

Me asomé a la ventana y lo vi en su sitio de siempre. Pero no tocaba. Tenía en violín en una mano y el arco en la otra, pero no tocaba: miraba las hojas. Estuvo mirándolas un buen rato.

Movió la cabeza a un lado y a otro. Guardó el violín y el arco. Cerró el estuche.

Luego se alejó calle arriba y se llevó con él su historia y su música.

Alberto Infante. Español. Médico y Escritor. Participante en “Diarios Mestizos”.Encargado de impartir los Talleres de Escritura Vivencial.

75

USTEDES, VOSOTROSAhora, cuando escribo a mis amigos de allá, me cuesta un mundo desprenderme del vosotros. Un vosotros, parece mentira, durante tanto tiempo hostil en el territorio de mis palabras.

Ahora, cuando escribo a mis amigos de allá, comienzo por pregun-tarles ¿cómo estáis?, ¿qué tal os va la vida? Y entonces viaja a mí una pena antigua y muy ancha que me recuerda que ya no soy la que era, que en el camino no sólo perdí palabras sino nombres, nom-bres que se quedaron con la cocción a medias, con la sustancia un poco perdida, con el aroma arrebatado por la sal de otro mar.

Ahora, cuando escribo a mis amigos de allá, echo de menos una frontera verde que me devuelva certezas, un lugar único e inconfun-dible al que pertenecer, un recuerdo tras el cual perseguir un futuro.

Ahora, cuando escribo a mis amigos de allá, quisiera traerles a todo lo vivido sin compartir; a tantas personas, lugares y huellas que se me han colado dentro, regando mi encarnadura de sustancias y aro-mas que rompieron quimeras para darme, tal vez, algo mejor.

Ahora, cuando escribo a mis amigos de allá, más o menos a mitad de la carta y después de un viaje que comprende media vida, se me aparece repentino y manso el ustedes y se adueña del relato. Yo entonces lo saludo como a un viejo compañero y lo dejo saltar travieso desde el alma al teclado para que me regale voces, brillos, aguas y lunas.

Ahora, cuando escribo a mis amigos de allá, regreso del final al principio y encuentro que el vosotros sigue ahí, altanero y presto a desafiar mi deseo. Yo reacciono sacando pecho y gritándole ¡in-truso, aguafiestas! y, por un momento, me inclino a expulsarlo sin contemplaciones de mi carta y de mis amigos de allá. Pero luego me digo que no, que es mejor dejar las palabras como están, porque

76 tras esa disonancia hay ¡ay! mucha verdad y porque, a estas alturas, amigos de allá y de acá, ¿qué quedaría de mí lejos de ustedes, fuera de vosotros?

Mª Ángeles Sallé. Hispano-panameña. Socióloga. Participante en “Diarios Mestizos”.

77

Nancy Velásquez. “Soledad y recuerdos”.

A pesar de las dificultades, del esfuerzo por la plena integración, de la búsqueda de identidad, de la lucha por encontrarse en casa a miles de kilómetros, de todo lo que supone vivir en su mundo con dos orillas,… a pesar de todo, la ESPERANZA.

Pequeños detalles, anécdotas, actos cotidianos, que van trazando las líneas de una vida nueva en la sociedad de acogida.

78

SORpRESAS DE LOCOSEn Roma los que me conocen bien saben que salir conmigo por la noche puede traer sorpresas. Soy, o era, como un imán para locos, vagabundos y borrachos de todo tipo y condición. Hablaba con ellos, los escuchaba cuando se me acercaban. No se trataba de dinero.

En Madrid, en cambio, no veo locos y los vagabundos y borrachos (de estos sí que hay muchos) no se me acercan. He dejado de ser un peligro para los que salen conmigo.

Sin embargo, hace un par de días, en un bar una tipa que iba cocida se me acercó, farfulló algo y me dejó su número en una servilleta.

No era atractiva y no la he llamado. Aún conservo la servilleta. No creo que la llame pero esa servilleta me demuestra que no todo está perdido en esta ciudad, que aún queda gente de la calle, que aún queda esperanza.

Valerio Cruciani. Italiano. Literato integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

79

LA CIUDAD DE MADRIDLa ciudad de Madrid es colorida de un olor agradable con muchos niños con quien jugar en el parque, en el ordenador, etc… Mi casa es muy bonita, el parque y todos los pisos, la ciudad de Madrid tiene muchos juegos, parques, pisos y también tiene muchos niños. En la ciudad de Madrid no es tan duro conseguir amigos, yo tengo mu-chos amigos en todas partes por ejemplo en el piso, el parque, en los juegos, a todo lugar que voy consigo amigos.

Es agradable vivir en Madrid porque hay muchos frutos secos, chu-ches y muchas cosas que te alimentan. Tengo en la escuela una pro-fesora muy buena, un director también que es bueno… Y le agradez-co a mi papá por traerme a Madrid un lugar muy lindo. Y también agradezco a Dios por traerme hasta aquí con vida y por hacer Ma-drid tan lindo como es ahora y porque hiciste que no hayan muchos ladrones como hay en Ecuador. Gracias por hacer esto por toda la ciudad de Madrid y por todo gracias Dios gracias.

Niño ecuatoriano. Participante en “Taller de Escritura Vivencial para niños”.

81

UNA CUESTIÓN DE GENERO

Manu Ramírez. “Ciulla”.

82 La migración tiene rostro de mujer. Circunstancia que no podemos, no debemos obviar. Porque no es lo mismo migrar siendo hombre que mujer, ni para sus protagonistas, ni por los impactos que ello ocasiona en las comunidades de origen y de acogida.

Los flujos migratorios han experimentando, en los últimos años, un proceso de feminización, no tanto por el aumento de la proporción de mujeres entre la población migrante, sino por el papel protagonista que han asumido: son las que inician y promueven el proceso migra-torio, ya sea en solitario o junto a sus familias.

¿Sabías que…?

• El 49% de las personas migrantes a nivel mundial son mujeres, un 52% en los movimientos migratorios hacia Europa.

• Más de 100 millones de mujeres en el mundo residen en lugares distin-tos al de su origen.

• Las mujeres procedentes de otros países que residen en España son ya más de 2,7 millones, el 48% de esta población.

• Residen fuera de España más de 920.000 españolas, un 52% de la población española residente en el exterior.

(OIM, 2012; INE, 2012a; INE, 2012g)

Las mujeres que llegan a España procedentes de otros países respon-den a un amplio y variado perfil. La mayoría –más de dos tercios– vienen de la Unión Europea y de América del Sur, si bien, en el con-junto de los países de procedencia, los más numerosos son Rumanía (el 16% de las mujeres empadronadas), Marruecos (12%), Reino Unido (7%), Ecuador (6%), Colombia (5%), Bolivia (4%), China y Bulgaria (ambas con un 3% de representación sobre el conjunto

83de extranjeras). En cambio, hay más hombres extranjeros con nacio-nalidades africanas y asiáticas (INE, 2012a).

La feminización de las migraciones está estrechamente ligada a la transferencia de los cuidados reproductivos desde los países más de-sarrollados a los menos desarrollados (cadenas globales del cui-dado), de modo que muchas mujeres valoran la opción de migrar por la demanda de empleos vinculados a las tareas domésticas y de cuidados personales en los países de destino (Sallé, Molpeceres y Ongil, 2008).

Las trayectorias de vida de estas mujeres, en el caso de las que llegan a España, son también muy variadas, pero dentro de esta variedad puede destacarse alguna prototípica que a todas y todos nos sonará.

Una trayectoria que arranca de inicio con la migración en solitario. Mujeres que salen de su país, seguramente para cuidar de un menor o de una persona mayor, resolviendo la conciliación de otras muje-res a costa de la propia. Dejan allí a sus hijos e hijas, al cargo de sus madres o hermanas. A las dificultades y momentos difíciles en su asentamiento y adaptación se une, así, el conflicto de cuidar “lo ajeno” mientras se tiene el sentimiento de desatender “lo propio”. La educación desde el locutorio. La educación sostenida en remesas.

Desde que se llega, además, la lucha por traerlos. A sus hijas, hijos y, en otros casos, también a la pareja. Procesos, trámites y burocracia para la reagrupación familiar que, cuando se ha completado, son ya más de cinco los años que han pasado. Los hijos e hijas que proba-blemente han dejado de ser unos niños. Son adolescentes, con sus complicaciones. Entonces llegan, pero no es más fácil.

Y ahora con la crisis los planteamientos de retorno. Casi siempre son ellos los que regresan primero y de nuevo ellas solas con su prole. ¿Regresar? ¿Quedarse? Dura decisión cuando no solo afecta a tu bienestar, sino también al de los tuyos.

84 Junto a esta trayectoria, cantidad de variantes: mujeres que emigran para asegurar la subsistencia del grupo familiar, solteras que salen de sus países buscando una promoción personal, jóvenes que lo hacen ‘por espíritu aventurero’, mujeres que siguen al marido en su proyecto migratorio, y jóvenes (“segunda generación”) que llegan a otros paí-ses para reunirse con familiares ya emigrados (Colectivo IOE, 2001).

Todas ellas, al final, son heroínas. Mujeres con valentía y tesón. Mujeres que, pese a las dificultades, se mantienen, sostie-nen y… sonríen.

85

Pamela Pérez Bernal. “La Mirada”.

86

LA HORA DEL bAñO La mañana de aquel lunes era fresca y el tráfico estallaba en plena hora punta. Seguro que haría un día espléndido. Buen augurio para aquel primer día de trabajo. Norma lucía una impresionante melena negra, tan oscura que tenía irisaciones azuladas. La melena era más corta en la zona que rozaba sus mejillas y larga, muy larga cuando caía en cascada sobre la espalda. Ella estaba orgullosa de su pelo porque aquí en España todos decían que era precioso, en Ecuador, sin embargo, la melena no llamaba tanto la atención.

Un poco impresionada por el aspecto imponente del portal de la casa en la que debía empezar a trabajar, se dirigió al ascensor y pulsó el botón al cuarto piso. La señora de la casa, cuyo bebé debería cuidar, le había gustado en la entrevista del viernes anterior. También el bebé le había parecido agradable y tranquilo. Alejandro, se llamaba Alejandro y el nombre le había resultado muy bonito.

“Cuando llegue el lunes, yo tendré que salir corriendo para llegar con tiempo al trabajo - le había dicho la señora- así que es mejor que hoy le enseñe dónde está todo lo que va a necesitar para poder cuidar del niño”. Y ella puso toda su atención a las explicaciones: La llave del gas, el armario de los pañales, el recipiente para los bibero-nes, los bastoncillos de los oídos.

Norma se atusó la melena poco antes de llamar al timbre.

En la puerta apareció la señora con el niño en brazos, gordito, rubio, ajeno a todo. La madre le daba besitos detrás de las orejas, besitos sin ruido, tiernos, calentitos.

Que cuidara de su hijo. La señora le pidió que cuidara bien de su hijo y mientras lo decía, disimulaba una lagrimilla que apenas humede-ció la cabeza del bebé que todavía tenía en brazos. Luego le alargó al niño, se calzó unos altísimos zapatos de tacón, y metida en un sastre gris un poco estrecho- seguramente había engordado después de la

87maternidad- se despidió del bebé y de Norma, reprimiendo apenas un puchero que amenazaba con estropear su maquillaje.

“Pórtate bien, amor mío,” -dijo hablando con su bebé- y continuó: “Norma va a cuidar muy bien de ti.” Luego, dándole a la chica un cachete cariñoso en la mejilla, le dijo: -”Norma, por Dios, le confío lo que más quiero. Cuídemelo bien”-

Y cerró la puerta tras de sí, y se escuchó el ruido del ascensor que se la llevaba para encontrarse con la vorágine de la ciudad y con el mundo laboral que había abandonado hacía unos meses. Norma imaginó su torpeza al encontrarse de nuevo con los papeles inte-rrumpidos en su despacho. Adivinó la alegría de sus compañeros al verla de nuevo entre ellos. Y supuso que llamaría varias veces al día para preguntar si Alejandro había comido bien, si estaba tranquilo, si ya había dormido la siesta, si...

La casa se llenó de la ausencia de la señora, el pasillo se pobló con su inseguridad, con su desconocimiento del terreno. Ya no recorda-ba dónde se guardaban los pañales, cómo se encendía la cocina de vitrocerámica o cuál era la crema que debía ponerle al niño después del baño.

El bebé seguía agarrado a su cuello y su manita se enredaba en la melena larga y negra. La miró y sonrió enseñándole dos dientecillos a medio salir. Cuando tocaba su piel tan tibia y veía su sonrisa en-señando esos dientes tan pequeños sentía que tenía más fuerza para abordar aquella primera jornada en su compañía.

No se equivocó. El teléfono sonó varias veces. Siempre era la señora: Que qué tal ha tomado la papilla, que cómo había dormido la siesta, que si parecía echarla de menos, que qué suerte había tenido encon-trando a alguien como ella y, una vez más, que por favor, cuidara de su niño como si se tratara del suyo propio.

“Sí Señora. No se preocupe. El niño está en buenas manos. Ahorita vamos a dar un paseo. Hace una tarde muy linda y quiero acercarme a un locutorio que hay al lado del parque”.

88 Cogió el cochecito, puso en él al niño y ambos pasearon hasta el locutorio cercano. Quería contarle a su madre que había cambiado de trabajo y que la señora y ella parecían haber encajado. Quería oír la voz y el sonido de los suyos. Quería, aunque pareciera imposible, captar a través del teléfono el olor de todo lo que había dejado atrás, al otro lado del mundo.

El sonido del teléfono de su país le resultaba de lo más familiar. Y también era familiar el nudo que se le ponía en la garganta cada vez que llamaba a su casa.

Como si estuviera ahí mismo, al otro lado de la esquina, sonó la voz de su madre.

-”Aló. Aló”- .

Como de costumbre, la voz de Norma no podía salir de su garganta. El sonido se ahogaba en la boca reseca. Trató de tragar una saliva inexistente y respiró tan hondo como pudo, pero tardó unos segun-dos en identificarse. Su madre fue más rápida que ella. Se adelantó diciendo:

“Normita. ¿Eres tú? Tenía muchas ganas de que llamaras, mi amor. Tenía muchas ganas de contarte que tu hijito ya tiene dos dientes. Aquí le tengo, agarradito a mi cuello, con su mano enreda mi mele-na. Me hace mucha gracia ver sus dientecillos a medio salir”.

Silencio.

Más silencio.

“¿Norma, Aló, Norma? Pero Norma, mi amor. Dime algo, por favor. ¡Norma. Norma! ¿Sigues ahí?”

En ese momento, el niño le tendió sus bracitos para que lo sacara del coche. Norma colgó el teléfono y subió al niño hasta sus brazos apretándole contra ella con fuerza. Nadie se percató de su llanto convulso. Sólo Alejandro parecía extrañarse de esas lágrimas calien-tes que le quemaban la cara.

89Salieron los dos del locutorio y despacito, bajo el sol tibio del otoño, se dirigieron a casa. Norma miró entre lágrimas el reloj que llevaba en su muñeca, la tarde empezaba a ser tan fresca como había sido la mañana. Apretó el paso. Era casi la hora del baño de Alejandro.

Nieves Díaz. Española. Filóloga Inglesa, periodista, maestra y bibliotecaria. Participante en “Diarios Mestizos”.

90

ME LA ACAbARé TRAyENDO - ¿Qué dices que te dijo?

- Que por 1.500 me lo arreglaba enseguida

- ¿Y tú le creíste?

- Me dijo que trabajaba en eso. Me mostró un carné. Parecía un buen hombre.

- Todos lo parecen. ¿Y cuánto hace?

- Va para tres meses.

- ¿Y no has vuelto a saber de él?

- Me dio un papel con un teléfono. He llamado un par de veces.

- Y no te dan razón, supongo.

- Ves como no es como tú piensas. Pues sí que contestan. Y siempre me atiende él.

- ¿Qué te dice?

- Que tenga paciencia. Que no se ha olvidado. Que está en ello.

- ¿Y tú sigues confiando?

- ¿Qué puedo hacer? Acá apenas llevo un año. Salvo a Eligia y a ti, no conozco a nadie. ¿A quién voy a recurrir?

91 - ¿Lo sabe tu hija?

- Pues claro. Entre nosotras no hay secretos.

- ¿Y qué dice?

- Que no me apure. Que le tenga fe a Dios. Que todo se arreglará.

- ¿Qué vas a hacer?

- Seguir insistiendo. Si no es con éste será con otro. Si otras han podido yo también podré. Daré con el modo, verás que daré con el modo. De un modo u otro me la acabaré trayendo.

Alberto Infante. Español. Médico y Escritor. Participante en “Diarios Mestizos”.Encargado de impartir los Talleres de Escritura Vivencial.

92

LA UCRANIANAEl otro día aterrizó por mi casa una amiga acompañada de su amiga. La amiga de mi amiga se llama Anna y tiene una sonrisa de ésas que ponen color en la vida de la gente. Es lo primero en lo que me fijo porque, justo ese día, mi alma había amanecido cubierta de gris.

Anna ha cumplido ya los 45 pero, es tan rubia, bajita y regordeta, que casi parece una niña o, mejor aún, un angelito al que le han pintado los mofletes. Luego reparo en sus ojos azules y alegres, de esos ojos que brillan por todo y por nada, por una salida de sol, por una llamada, por un paisaje bonito, por un trabajo bien hecho.

Mientras preparo el café, revisto mis grises con una capa rosa y quemo en el microondas mi mal humor. Quiero estar a la altura de la sonrisa de Anna.

De su palabra no, tarea imposible. Otro estereotipo más hecho añi-cos. Una ucraniana de la lejana Odessa con tantas ganas de hablar, con tantas cosas que decir, tan cálida, tan cercana.

Me cuenta que lleva cinco años en Madrid y que tiene dos hijos, de 26 y 20 años. El mayor es capitán de submarino y la pequeña estudia en la escuela de cosmonautas. Viven allá, con su abuela, esperando el turno de venir a España para buscar una oportunidad de trabajar en cualquier cosa, en lo que puedan, en lo que sea.

“Yo les digo que se lo piensen bien, que aquí todo es bastante duro si eres extranjero” comenta Anna con un acento que me recuerda a Greta Garbo doblada al español. Y, añade, “chateo cada noche con ellos y les traduzco la prensa para que puedan hacerse una idea más exacta de lo que es este país. Pero, da igual, ellos me contestan que quieren venir y punto”.

¿En qué trabajas?, le interrogo. “Soy masajista y tengo dos empleos, en total 16 horas”, me responde. ¡...16 horas...! ¿Y cómo consigues,

93con semejante tute, mantener la sonrisa? “Ya ves, la verdad es que disfruto del encuentro de mis manos con otros cuerpos y su descarga me sirve de recarga”.

Hija, me tienes que explicar de qué va este trasvase energético que no lo veo nada claro, o, bueno...quizás...no...no...nada, disculpa. Me mira extrañada, sin percatarse de que estoy a punto de suplicarle que imponga sobre mi recargado cuerpo esas manos blancas en las que se clavan ahora mis ojos; manos pequeñas pero fuertes, manos mensajeras de paz. Me callo a tiempo y una ración de sin-tiempo se despide de mí.

Anna sigue hablando mientras pone en juego toda su anatomía. Y nos reímos con ganas cuando se arranca a interpretar el papel de los hombres que la cortejan por Internet. “Es tremendo, todos se imagi-nan que soy alta, sensual, misteriosa y con las pupilas de acero. Da igual que sea de Ucrania, para ellos soy “la rusa” y ¡hay que ver qué imagen tienen los hombres españoles de las rusas!”.

Una buena razón para ofrecer una copa a mi vieja amiga española y a mi nueva amiga “rusa”: Vamos a brindar por la sed de exotismo de nuestros hombres hispanos. Por su ansia infinita de hielo y fuego. ¡Viva la globalización! ¡Viva!

Hielo, fuego, carga, descarga, oxígeno, sodio... me recuerdas la ta-bla periódica de elementos... “¡Ah! te ha pillado”, tercia la amiga mía que también lo es de Anna. Y, continúa, “es que, ahí donde la ves, esta mujercita trabajaba como ingeniera química en una planta muy importante de Odessa y también era una prestigiosa profesora de universidad”. En ese instante llega del este una nube traicionera que borra de un zarpazo la sonrisa de Anna. Entonces comienza a contarnos cómo era su vida allá, las responsabilidades tan impor-tantes que debía asumir, las decisiones tan complejas que le tocaba adoptar, la cantidad de gente que dependía de ella, las actividades artísticas a las que le invitaban a participar. Pero, claro, todo el pa-quete por un sueldo que no llegaba a los 80 euros al mes.

Y fue así como voló a Madrid, donde su principal responsabilidad pasó a ser la de aliviar nuestros maltrechos músculos con la energía

94 dulce de sus manos. A cambio de poder mandar dinero a los suyos, a cambio de cultivar sueños antes irrealizables.

“Que no salga de aquí pero, como tengo cuatro días libres al mes, suelo buscar en Internet las mejores ofertas de viajes para hacer mis escapadas. Siempre en pensión completa ¿eh? porque, de lo contra-rio, entre comidas, extras y demás, el presupuesto se me dispararía. De todos modos, cuando no encuentro algo muy barato, siempre me queda la opción de ir a Toledo. ¡Ya he ido quince veces y nunca me canso!”.

Varios días estuve pensando en el secreto de Anna, en su capacidad para gozar de las pequeñas cosas de la vida como, por ejemplo, hacer quince viajes a Toledo. Meses después volví a verla. Sus hijos estaban ya en Madrid; el chico trabajando en la construcción a la espera de algún contacto en el puerto de Barcelona, donde confía en localizar algún barco dispuesto a dar cobijo a jóvenes capitanes de submarino. La chica encontró acomodo en el servicio doméstico y aprende a marchas forzadas el español. Por la noche se juntan los tres alrededor de la mesa para comer lo que el capitán-albañil ha cocinado y compartir los acontecimientos del día.

Anna me confiesa: “soy feliz, tanto, tanto que me tengo que pe-llizcar para convencerme de que no se trata de un sueño. La vida ya me ha dado todo lo que quiero, no le puedo pedir más”. Ese día la sonrisa de Anna es tan grande que sale disparada de su rostro y comienza a volar. Yo, sin dudarlo, me agarro a una esquina y, un par de delirios después, me encuentro en medio de la famosa escalinata donde se rodó la escena final del “Acorazado Potemkim”. Luego me dirijo al puerto. Odessa derrocha hermosura y yo me digo: el mundo al revés, lo único auténticamente real es que éste sería un buen sitio para refundar Madrid.

Mª Ángeles Sallé. Hispano-panameña. Socióloga. Participante en “Diarios Mestizos”.

95

y SObREVINO EL MAyOR DE LOS TEMORES

Andrés del Collado. “Ícaro”.

96 El proceso migratorio implica para muchas de estas mujeres un pro-fundo cambio, en sus identidades, en su autonomía, en el acceso a nuevas oportunidades, haciendo que se redefinan a sí mismas.

Son protagonistas de un cambio de vida, pero también actúan como “agentes del cambio” en su entorno. Promotoras de una nueva vida para ellas y para la gente que componen su círculo más próximo (pareja, hijos e hijas, amistades), al tiempo que promueven cambios en la configuración de las sociedades de origen y de destino.

Sin embargo, el nuevo papel asumido no es impedimento, sino más bien lo contrario, para que en algunos casos se cierna sobre ellas la expresión más dañina de la violencia ejercida contra las mujeres, la violencia de género.

Violencia que no solo hace víctimas a las mujeres, sino también a las hijas e hijos, quienes se convierten en testigos directos de las agre-siones.

¿Sabías que…?

• Entre 2003 y 2011, 191 mujeres de nacionalidad extranjera perdieron la vida a manos de sus parejas o ex-parejas en España.

• La tasa media de víctimas mortales entre las mujeres procedentes de otros países fue de 12,9 en el año 2009, casi cinco veces más que entre las españolas.

• La incidencia de violencia de género en España es mayor entre las ciudadanas de Latinoamérica y la Unión Europea (principalmente, Ru-manía), si tenemos en cuenta la nacionalidad de las mujeres asesinadas.

(Sallé, 2010; ObServatOriO eStatal De viOlencia SObre la Mujer, 2011;

MiniSteriO De SaniDaD, ServiciOS SOcialeS e igualDaD, 2012).

97Unas mujeres que, en algunos casos, sufrieron violencia de género ya en sus países de origen, o que la vivieron dentro de sus familias. Y que, en otros, es en “esta orilla” cuando han tenido que enfrentarse con esta dura realidad.

Frente a esta circunstancia uno de los principales problemas es el bajo número de denuncias interpuestas. Miedo, desinformación, desconfianza,… son algunos de los motivos por los que apenas un tercio de las mujeres que residen en España y que fueron asesinadas habían denunciado previamente a su agresor (Sallé, 2010).

Sin embargo, la Ley en España protege y ampara a estas mujeres. Medidas como la orden de alejamiento, los dispositivos de protección a las víctimas o la autorización de residencia temporal, tratan, ante todo, de protegerlas. Además, se persigue activamente a la persona agresora y se realizan tareas de sensibilización e información entre la población.

¿Sabías que…?

En el periodo 2005-2010 un total de 2.301 mujeres obtuvieron autorización de residencia temporal y trabajo por estos motivos.

(ObservatOriO estatal De viOlencia sObre la Mujer, 2011)

Y lo cierto es que, afortunadamente, la violencia de género es cada vez más rechazada por el conjunto de la sociedad, una población que está mejor informada y más concienciada con la nece-sidad de trabajar de forma conjunta para eliminar esta lacra.

98

EL MIEDO DE ANASTASIASoy Anastasia. Soy la mayor de 13 hermanos. He sido madre an-tes de ser yo, antes incluso de ser hija, hermana, mujer. Mi padre, además de un ejemplo de puntería en las artes amatorias, demostró formar buen equipo con mi madre en muchas otras artes de la vida. Yo le admiraba.

Y aquí estoy yo, con esta panza que parece un adosado pegado a mí... a la espera de probar qué es eso de parir, ser madre “de verdad”.

Y sí, estoy casada. La primera vez que me habló fuerte rebusqué en mi memoria algún recuerdo de mi padre haciendo algo parecido con mi madre. No lo encontré.

El primer empujón casi no lo sentí. Toda mi atención estaba puesta en el hijo que llevaba dentro. Me agarré a lo primero que pude para no caer. ¡!!El niño!!! ¡!!El niño NOO!!! El miedo vino después, horas después del empujón, y se instaló en mi vida.

Dormía conmigo, a mi lado. El miedo roncaba, por cierto.

El empujón se me olvidó con el siguiente guantazo y con los golpes de después. ¿Qué he hecho mal? ¿Por qué este hombre no me trata como lo hacía mi padre? ¿Por qué no me quiere?... Y yo, ¿le quiero? Le quise, supongo.

Casi no puedo andar ya de lo gorda que estoy. Este niño tan grande... ¿podré parirlo? ¿lo criaré sola? ... O peor, ¿lo criará, lo educará él?, ¿hará que no me quiera? ¡No, eso no! ¡!!Mi hijo es MIO!!!

¡Dios mío, la puerta! Ya vuelve. ¡Cuidado! ¡¡¡Respira, respira!!! Que no se note que has llorado. Que no sienta tu angustia. Que no te vea si acaso hoy decide mirarte.

Ana María Mendoza. Peruana. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

99

RECUERDOS pODRIDOSMe recuerdo tapándole los oídos. Ella está abrazada a mi cintura. Inevitable evitar que tiemble y se desespere. No para de llorar, toca y golpea la puerta de la habitación de nuestros padres. Grita, implora que paren. A ellos parece no importarles. Tal vez no la oyen. Se hace un silencio y ella parece tranquilizarse. Luego, se abre la puerta y mi hermanita corre a ver a mamá. Ella dice “todo está bien, no te preocupes”. La abraza. Mi padre sale de la habitación sin mirarnos. Pasan los días y parece que no ha pasado nada. Pero mi hermanita lo recuerda. Yo también lo recuerdo. Ella sabe que yo sufría, que traté de evitar que ella sufriera. Tiene solamente siete años pero ya sabe.

Katherine Eyzaguirre. Peruana. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

100

MI MADRE y EL DRAGÓNHabía un castillo. Y frente a la puerta del castillo estaba ella. Yo la veía vestida de blanco, con el escudo y la espada en la mano. Era de noche y desde lejos se escuchaba el rugido, acercándose, acer-cándose. Pero ella no se movía. Esperaba. Lo miraba llegar con su fuego saliéndole por la boca y sus dientes gigantescos y haciendo roaaaaaaaaaaaaarrrrrrrr. ¿No tenía miedo? Yo habría gritado. Yo ha-bría huido. Ella no. A mí me daba pena dejarla sola, pero yo estaba encerrado en la torre del castillo y no veía nada. Escuchaba gritos y ruido de cosas al romperse: el dragón. Aparecí en mi cama cuando ya era de día (¿dónde está? ¿Se la ha llevado?) y me levanté como loco a buscarla. Uf. Ahí estaba.

Mientras me servía el desayuno busqué en ella restos de la batalla de la noche anterior. Estaba herida: tenía la boca morada y también los brazos. Yo me puse a llorar. Dijo ‘no es nada, no te preocupes’ y me abrazó.

Entonces le conté que yo había estado ahí, que había escuchado al dragón, pero que estaba encerrado en la torre y no había podido ayudarla. Ella me miró y luego de mucho silencio me dijo que luchó contra el dragón para que no pudiera llegar hasta la torre. ‘Nunca voy a permitir que te encuentre’, dijo. ‘¿Y si te quema con su alien-to?’, pregunté. Ella no respondió.

Varias noches después volvió. Estaba furioso (¿qué es lo que quiere de nosotros?) y ella tuvo que correr y encerrarse en alguna habita-ción del castillo, pero el dragón es más fuerte que todas las personas fuertes juntas y tiró la puerta abajo golpeándola con sus garras.

Yo quería salir, tratar de salvarla, enfrentarme yo también al mons-truo, pero ella siempre me repite que no salga, que escuche lo que es-cuche no salga. Y cuando lo dice me mira de una forma que da miedo y sé que no tengo que dejar la torre hasta que ella venga a rescatarme porque los dragones se comen a los niños de un solo bocado.

101Entonces grité con todas mis fuerzas y el dragón se asustó porque al poco vino ella y me abrazó y me dijo que entre los dos lo habíamos vencido, que todo estaba bien y que no tuviera miedo, pero muchísima sangre le salía de la frente y tuve más miedo que nunca en mi vida.

Han pasado muchos días sin tener noticias de él, pero hoy parece que volverá. Ella me ha encerrado en la torre y me prohibió salir, como siempre, ‘escuche lo que escuche’. Le pedí que se quedara con-migo, que no saliera, pero dijo que no, que el dragón nos buscaría hasta encontrarnos y se ha ido.

Lo he escuchado llegar. Está más feroz que nunca. Ha destrozado todo lo que ha encontrado a su paso. La busca a ella: tira las puertas abajo, gruñe y ruge dando tumbos con sus enormes pezuñas afila-das. Me he hecho pis. Imagino sus ojos rojos girando por todo el castillo y la llamarada de fuego con la que quiere sacarla de donde está escondida. No. La ha encontrado. Escucho sus gritos y sus rue-gos, el dragón debe de haberle derretido el escudo y la espada. Ella está indefensa y escucho cómo el monstruo cae sobre ella y la hiere.

Tengo que ayudarla.

Abro la puerta muy despacio, cojo la espada y, sin hacer ruido, salgo de la torre. Sigo el horrible ruido de los golpes, ¿será ya muy tarde? Tengo terror de que el dragón me coma, tiemblo, pero ella... Ella que ha sido tan valiente. Me necesita y yo también soy valiente, soy un caballero armado. Respiro profundo y me acerco lentamente a la cocina donde está la bestia y donde está ella.

Me asomo. ¡Está viva! Pero me mira con terror. ‘Vete’, dice sin ha-blar. Tiene los ojos rojos y morados y de la nariz le sale sangre. ¿Dónde está?, levanto mi espada. Ella dice ‘no’. Una sombra sale de detrás de la puerta. Al pasar debajo de la luz lo veo y no es... el dragón... se parece a mi... pero no puede ser mi...

‘¿Papá?’.

Mª Fernanda Ampuero. Ecuatoriana. Literata integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’. Participante en “La Migración como escuela de vida”.

103

LLEGÓ LA HORA DE PARTIR... ¿O NO?

Yamil Cure.“Mujer Buscando Respuestas”.

104

“RETORNAR ES COMpRO-bAR qUE EL LUGAR DE ORIGEN NO ES EL qUE SE CONOCIÓ y EL qUE REGRE-SA NO ES EL qUE SE FUE: CAMbIA EL LUGAR, y CAM-bIAN TAMbIéN LOS OjOS qUE LO MIRAN”.fuNdAcióN diREcTA, 2009A

105Para quien emigra siempre una idea constante, la idea de volver. Por mucho que los planes sean establecerse casi de por vida, siempre la nostalgia de la tierra, de los seres queridos, de regresar al punto de origen.

La idea de volver siempre ronda, incluso entre las apuestas más fir-mes. El regreso existe no sólo en un sentido real, sino también en la mente de los que se “van quedando”. Es lo que se conoce como el “mito del retorno”.

Pero mientras que se anhela el regreso, uno, una, se va quedando. Se va tejiendo el presente en la sociedad de acogida, mientras se convierte en futuro. Hay quien encuentra pareja, quien ve crecer a sus hijos e hijas, quien tropieza con un trabajo que no esperaba, quien se sumerge en un proyecto personal o quien se enamora de un lugar.

¿Sabías que…?

El tiempo medio de residencia en España de la población procedente de otros países supera los siete años. La gran mayoría, más del 40%, llegaron en el periodo 2002-2007.

(INE, 2007; INE, 2012g).

La melancolía termina fundiéndose con la costumbre y la adaptación a un país que también les pertenece. Es ese sentimiento mezclado de desarraigo y doble pertenencia.

“Hoy tengo en realidad dos patrias: ésta, la mía; y aquélla, lejana”

(TEsTImoNIo dE ClaudIo sáNChEz alborNoz. FuNdaCIóN dIrECTa, 2009a).

106 En ocasiones, la ida del regreso acaba materializándose. Como una decisión libre, personal, que forma parte del proyecto de vida: volver a la patria, al origen.

¿Sabías que…?

Solamente desde América continúan retornando españolas y españoles emigra-dos a un ritmo de unas 20.000 personas cada año.

(Fundación directa, 2009a).

Otras veces sucede como una decisión forzosa, en un contexto de difi-cultades en la sociedad de acogida, que obliga a regresar, a retornar, esta vez con un amargo sabor de “fracaso”.

Esta última es hoy una circunstancia a la que asistimos de forma recu-rrente en España. Con la crisis económica, muchos de los proyectos y sueños que traían consigo las personas que llegaron se han visto truncados. Población que reside en España desde hace años, con un proyecto de vida aquí, para ellos y ellas, también para sus hijos, que ha contribuido de un modo importante al sostenimiento económico, demográfico y social, ven ahora peligrar su prosperidad, ese proyec-to de vida.

¿Sabías que…?

La tasa de paro entre la población de nacionalidad extranjera es de casi el 36%, trece puntos más que entre la población de nacionalidad española.

La tasa de riesgo de pobreza alcanza ya al 36% de esta población (frente al 19% de la población española).

(Fundación directa, 2009a; ine, 2010b).

107Pero en cualquiera de los casos el regreso no es fácil.

Sea como sea nunca se vuelve al mismo punto de partida: el lugar ha cambiado, las personas también, quienes protagonizan la migración tampoco son los mismos. En paralelo no se deja simplemente un lugar al que se llegó, sino parte de una vida.

Regresar es como emigrar de nuevo.

108

Julio González Marini. “Desarraigo”.

109

MI ALMA SE qUEDÓ EN MADRIDUn cierto personaje que no me atrevo a llamar escritor, aunque sí ha escrito algunos libros y cultiva ese aspecto desesperado de quien persigue permanentemente una frase, me contó un día un cuento. Dice el cuento que los indios dicen - no sé qué indios pero se sabe que en esta época las grandes revelaciones vienen de los mayas, de los sufís o de alguna otra cultura milenaria-, o sea que, cuando se dice que los indios dicen, hay que poner atención. Dice el cuento que los indios dicen que el alma de las personas sólo puede despla-zarse a la velocidad de un ser humano caminando y es por eso que cuando viajan en avión, se sientan en los aeropuertos a esperar que llegue su alma. Aunque no he visto a muchos indios sentados en los aeropuertos por donde he pasado, en actitud de estar esperando a su alma, me gusta repetir el cuento. Pero esta vez, al regresar desde Madrid a Santiago por enésima vez, he descubierto que es pavorosa-mente cierto. El último día en Madrid tenía una sensación de tristeza aceptada, como la que sentía de niña cuando mi padre me dejaba en la puerta del colegio. Sabía que debía entrar, pero me daba pena no verlo por unas horas. Ahora debía regresar a Chile y a mi vida y dejar Madrid hasta la próxima. Al cruzar la cordillera, siempre im-ponente, con sus cientos de picachos inaccesibles y cubiertos de nie-ve, traté de conectarme con mis emociones, como me aconseja una amiga, pero en el pecho, donde creemos que están,… no había nada. Cada vez que el avión sobrevuela Santiago, me sorprende darme cuenta de que no me altera en absoluto, pero esta vez fui consciente del vacío total. Como una maquinita eficiente llegué a casa, subí mi maleta con ayuda de un infaltable amigo, me duché, preparé café e incluso lo serví, fui en taxi a mi oficina, revisé mis mensajes, firmé algunos papeles, regresé a casa, comí algo y sólo entonces me su-mergí en un sueño del que amanecí al día siguiente, después de casi quince horas. Mi sensación de vacío continuaba. Fue una jornada

110 interminable e insensible hasta las nueve de la noche cuando llegué a casa. Me preparé una ensalada y puse una preciosa película, que ya había visto, que habla de un amor casi sublime. En el momento en que me salió una lágrima, supe que mi alma había llegado.

Regina Covarrubias. Chilena. Participante en “Diarios Mestizos”.

111

VOLVERSiempre quiero VOLVER, especialmente cuando ya he vuelto.

Me duele dejarlos solos, cuando siempre estuvieron solos.

Cuando era muy joven quise irme de casa, pero me torturaba la idea de que sufrieran solos.

No me fui nunca, hasta que me fui para SIEMPRE.

Volver, cada vez que vuelvo quiero volver. Me duele lo que siento cada vez que vuelvo AQUÍ.

Obsesivamente le digo a todo el mundo ¡QUIERO VOLVER!, ya no me creen, siempre digo lo mismo cuando vuelvo de ALLÍ.

Alba Guerrero Melo. Ecuatoriana. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

113

APUNTE FINAL EN POSITIVO

Rocío Pluas. “Pies”.

114 La migración, como acontecimiento cíclico y recurrente, es una con-dición inherente al ser humano. En nuestros días, los movimientos migratorios son un hecho consustancial a la globalización, personas rebasando fronteras ante un mundo que se hace más “pequeño”. Y gracias a ello se construye nuestra cotidianeidad, en la que nos be-neficiamos de estos movimientos.

En nuestro día a día la mayoría compramos el pan en el “chino”, escuchamos música inglesa, el pakistaní del barrio nos libera el móvil, la chica que cuida de nuestros hijos, hijas o hermanos proviene de Latinoamérica, y la última vez que visitamos una exposición sobre África descubrimos un país al que queremos viajar.

Flujos migratorios de ida y vuelta. Que se cruzan, que se entrecruzan. España es un claro ejemplo de idas y venidas: de un pasado “emi-grante”, a un presente “inmigrante”, a una actualidad que vuelve a hablarnos de salidas.

Las migraciones enriquecen. Enriquecen a las sociedades emiso-ras y receptoras. Aportan valor a las economías, de algún modo las “re-equilibran”. Pero contribuyen con un patrimonio aún más impor-tante, el de una cultura que atesora nuevas perspectivas. La diversi-dad como una fuente de enriquecimiento social y de desarrollo, frente a la uniformidad que empobrece.

En medio de todo ello personas. Protagonistas de la migración para quienes este proceso, aunque plagado muchas veces de dificultades, también supone una vía de crecimiento, personal, profesional, viven-cial. La migración es una escuela de vida cargada de aprendi-zajes, de historias de superación, de construcción de identidades más completas, más ricas, más abiertas.

Entender estos procesos, desde el relato de sus protagonistas, ayuda a situarse en un acontecimiento tan universal como innato a las socie-dades contemporáneas: las migraciones.

115

INMIGRANTESMadrid ciudadgran madregran urbede gente de artistasinmigrantesy vagabundos, que buscan su sitio en él.Músicospasajeros del Metro vendedores ambulantes, africanos y su artesanía,marroquíes…Los pasos de la nochelos traenlos chinos en forma de rosasbocadillos y rosas por la Gran Vía. El parque El Retiroel Metro

el Rastro, grandes edificioslargas calles y extranjeros tocándose,cual melodía de colores, en esta cosmopolita ciudad. Cantan sus lejanías con la vozel acordeón,la guitarra, el charango, la zampoña…Yo les miroyo les toco con los ojos. Mi corazón se llena de música.Soy transeúnte de melodíasen el cuadro de la melancolía. Cada artesanoviajeromúsicotiene su sitio en Madridyo sigo buscando el mío.

Pamela Pérez Bernal. Chilena. Literata y pintora integrante de la Red de Artistas ‘Entre dos Orillas’.

116

ZApATOSCuando cumplí los 12 años mi papá me compró mis primeros zapatos Bunky. Era todo un lujo ya que no siempre se tenía para comprarlos.

La edad fue subiendo, llegué a los 18, adquirí unas botas con tacones anchos. E inicié la adicción a las plataformas.

Sin embargo viajas hacia edades con más vivencias, olores, sentires, así llegué a los 22 años, tiempos mágicos de exploraciones, descu-brimientos, era como el recién nacido, todo era increíble.

Empezó mi debilidad por los mocasines, los miraba en las vitrinas, aunque ahorraba con ganas no me angustiaba, siempre estaban los de repuesto.

Mis zapatos iban y venían, unos duraban más, otros se abrían la suela, otros envejecían por el desgaste.

Los 24 años fue edad de cambios, algunos amargos otros dulces.

Bailando con mis tacones descubrí el amor hecho a mi molde.

Con mis tacones recibí noticias perpetuas. Con mis tacones decidí ser ciudadana del mundo.

Con mis tacones defendí y defiendo el derecho a ir de una tierra a otra.

Volando, cruzando, caminando hacia diferentes lugares donde el principio se magnifica.

Ahora he encontrado zapatos de todas las formas y precios, pero ya no tengo el gusanillo que me abalanzaba a ellos.

117Hoy tengo dos pares de zapatos. Guardo aquéllos con los que llegué, los repaso cada noche y algunas veces me rueda una u otra lágrima. No me entristezco pero llego a la conclusión de que todo mi yo se ha renovado. Hoy soy más pájaro.

Y no me olvido que cuanto más tienes menos pocas ganas aparecen.

Miriam Soto Abrigo. Ecuatoriana. Participante en “Taller de Escritura Vivencial”.

119

EJERCICIOS PARA REFLEXIONAR

Instantánea del Taller de Escritura Vivencial llevado a cabocon niños y niñas en la Feria IntegraMadrid de 2006.

120 Como se mencionó en la introducción No me llames extranjero nace con el deseo de sensibilizar acerca de la realidad migratoria que une a la humanidad en su conjunto.

La mejor forma de favorecer la convivencia y el respeto entre perso-nas de diferente nacionalidad es optar por la empatía, entender los motivos que conducen a las personas a tomar decisiones que, en otras circunstancias, también tomaríamos nosotras y nosotros.

Finalizamos este libro con una propuesta de actividades, enfocadas primordialmente a público joven o adolescente, para ser realizadas en el aula (o en otros espacios de Educación Informal) en el marco de los Planes de Acción Tutorial.

Los objetivos de las dinámicas que se proponen pueden resumirse en:

• Desarrollar las capacidades empáticas para el fomento de la convivencia intercultural.

• Concienciar sobre los estereotipos culturales existentes y re-flexionar sobre el significado de estos en la convivencia.

• Utilizar la expresión corporal y/o artística como herramienta didáctica para la educación intercultural.

121DIBUJA LA DIVERSIDAD

Público objetivo

Niñas y niños de primaria.

Duración

1,5 horas.

Dinámica

En la primera parte de la actividad la persona responsable, utilizando los distintos datos que han ido apareciendo a lo largo del libro, ha-blará de los procesos migratorios en España, utilizando para ello una perspectiva de pasado, presente y futuro.

Posteriormente, se pedirá a cada niño y niña asistente que realice un dibujo basado en lo explicado, en la interculturalidad, la diversidad, la migración, etc. El tema puede acotarse tanto como se quiera. Po-drán utilizar la técnica que deseen (pinturas, ceras manley, lápices de colores, etc.) y hacerlo sobre cartulina o papel. En esta actividad, la imaginación es lo más importante. El autor o autora de los dibujos le pondrá un título a su creación que solo será compartido con la persona responsable de la actividad. Una vez recogidos todos los trabajos, esta última informará en alto, uno a uno, sobre los títulos de los dibujos. El grupo, en consenso, deberá decidir qué título corresponde a cada cuadro. Sucesivamente se irán descubriendo los dibujos que corresponden a cada título y se irá dialo-gando en lo que respecta al contenido del dibujo y al título escogido.

observaciones

Si el grupo fuera de edad muy pequeña la actividad puede terminar en la realización de los dibujos y la puesta en común de los mismos.

122 ME PONGO EN TU PASAPORTE

Público objetivo

Adolescentes y/o personas adultas.

Duración

1 hora.

Dinámica

La dinámica consiste en la simulación de juegos de rol (técnica de la dramatización o “role playing”) para que las personas nacidas en España puedan ponerse en el lugar de aquellas que ponen rumbo a otros países.

Se pueden plantear tantas situaciones como actividades se lleven a cabo o la misma con varios grupos. El objetivo de sensibilizar respec-to a situaciones reales y a cómo son vividas por diferentes personas no solo se consigue entre quienes participan activamente en esta di-námica, sino entre las demás personas quienes, como observadoras, se sienten identificadas con el proceso.

Esta técnica requiere hacer un recorrido por las siguientes fases:

1 Elección del problema a trabajar: en el caso que nos ocupa, la puesta en marcha de esta técnica tiene el objetivo de sensibilizar frente a problemas de racismo y xenofobia existentes entre la juventud o público adulto. Para determinarlo en actuaciones reales, el proble-ma se puede localizar bien manteniendo entrevistas previas con el alumnado de fuera de España acerca de las situaciones de discrimina-ción que han vivido en primera persona, bien representando escenas cotidianas que el profesorado haya percibido como discriminatorias.

Como ejemplo, proponemos la realización de una de las situaciones más comunes entre la juventud: la no aceptación en el grupo. Para ello, creamos una situación protagonizada por un chico nacido fuera de España y por un grupo de cuatro-cinco jóvenes españoles de ori-gen. El planteamiento de la situación es el siguiente:

123En el colegio, en una de las mesas de la clase se reúnen un grupo de chicos para ver una revista de coches. A continuación, otro chico se acerca al grupo para mirar la revista, sin embargo, los demás le dan la espalda. El resto sigue comentando y riendo en alto acerca de los comentarios de sus compañeros. El chico que trata de integrarse en el grupo empieza a expli-carles que su padre tiene un mercedes rojo impresionante que pasea por todo el barrio. Los demás, después de escucharle, lanzan una carcajada que fácilmente puede interpretarse como una burla. El chico se marcha.

La definición del problema se puede definir con mayor o menor detalle. Esto dependerá de las características de las personas que formen el grupo.

2 Preparación de la escena: se preparan los elementos necesa-rios para llevar a cabo la representación. Conviene que se adecuen al espacio en el que está presente el grupo y que sean los más sencillos posibles. En el ejemplo propuesto bastará una revista de coches para facilitar la credibilidad de la situación a los actores.

3 Designación de Observadores Especiales: el “role playing” es una técnica en la que puede participar el grupo al completo ya que, entre quienes no participan activamente, se designarán obser-vadores especiales. El grupo, por tanto, elegirá a algunas personas quienes tendrán que observar la interpretación de algún actor o actriz en particular. También pueden designarse observadores de aspectos concretos, por ejemplo, la desviación de la situación planteada res-pecto a la realidad, aspectos verbales, no verbales, etc. La persona que oriente y organice esta técnica elegirá a los actores en función de las características personales de cada alumno o alumna. Además, puede establecer la variable que mejor considere, por ejemplo, que los papeles sean asumidos por personas que ocupan, en la realidad, los roles contrarios. En este caso, el alumnado español interpretará a la persona rechazada y viceversa. También puede elegir e interpretar la escena tal y como sucede en la realidad y utilizar este recurso para discutir y reflexionar en equipo sobre el problema. Por último, puede mezclar las nacionalidades en la interpretación para hablar del pro-blema desde una perspectiva más neutra.

124 4 Puesta en escena: los chicos y chicas que hayan asumido volun-tariamente o por designación de la persona formadora el rol activo, se tomaran unos segundos para imaginar la situación real. En este aspecto se les instará a recordar alguna situación similar que hayan vivido u observado en su entorno. A continuación interpretan la si-tuación de la forma más parecida a la realidad. El desarrollo de la escena no debe ser interrumpido a menos que el ambiente se torne demasiado “poco serio”. La experiencia de esta práctica determina que, cuanto mayor tiempo transcurre en la escena, mejor asumen los actores sus roles como personajes. En el buen desarrollo de la prác-tica es tan importante el ambiente que generen quienes interpretan, como el público expectante. El formador o formadora finalizará la experiencia cuando considere que se han logrado los objetivos de la actividad, es decir, cuando cada actor o actriz ha podido desarrollar con holgura su rol y el problema o la situación se haya llevado a cabo por completo. La técnica no debe extenderse demasiado en el tiempo (entre cinco y diez minutos).

5 El análisis: se llevará a cabo a partir de la reflexión de lo su-cedido y la generación del debate. Se harán preguntas que inicien la meditación conjunta y que estén dirigidas, en primer lugar, a las personas que hayan participado activamente:

• ¿Cómo te has sentido al ser rechazado por el grupo? ¿o asumiendo el otro rol? •¿Crees que esta es una situación que se da con frecuencia en la vida real? ¿Entre quienes? •¿Qué aspectos pueden condicionar el rechazo?

El problema planteado es analizado de esta forma a partir de una situación visualizada e interiorizada por el grupo en conjunto. En ciertos casos convendrá repetir la escenificación de acuerdo con los nuevos enfoques propuestos. Quienes interpretan pueden invertir sus papeles.

6 Conclusiones: tras el proceso planteado y como etapa final, el grupo resumirá las conclusiones más importantes sobre el problema debatido.

125VIDEOFORUM SOBRE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA

Público objetivo

Adolescentes y/o personas adultas.

Duración

2 horas.

Dinámica

Se proyectará el audiovisual “Emigrantes Españoles en América: Nosotr@s también fuimos l@s otr@s” . Una panorámica de los aspec-tos más destacados de la emigración española a América de finales del siglo XIX y principios del XX.

análisis

Tras el visionado del audiovisual la persona responsable de la activi-dad iniciará un foro-debate.

Se preguntará a las personas participantes, en primer lugar, si tenía conocimiento de esta situación histórica.

En la medida en que el grupo vaya cogiendo confianza y soltura en los comentarios, se instará a responder las siguientes cuestiones:

• ¿Cuál es la parte o el dato que más te ha sorprendido? ¿Por qué?• ¿Encuentras similitudes entre la historia del audiovisual y la de las personas que han llegado recientemente a España?• ¿Consideras que el hecho descrito en el audiovisual puede volver a suceder? Razona la respuesta.• ¿La información de este audiovisual te hace entender de otra forma a las personas venidas de otros países que viven ahora en España?

La idea es que el grupo reflexione, por sí mismo y a partir de las res-puestas planteadas, en la idea de que la migración es un hecho que involucra a todas las nacionalidades y que se repite de forma cíclica en el tiempo.

126 OBSERVACIONES

Convendría, en la medida de lo posible, contactar con alguna per-sona retornada que estuviera presente en esta charla y expusiera su experiencia personal. Existen asociaciones de retornados en España a las que se puede acudir para la búsqueda de estas personas.

127TALLER LITERARIO ESPISTOLAR

Público objetivo

Adolescentes y/o personas adultas.

Duración

1 hora y 30 minutos.

Dinámica

El Taller literario epistolar está basado en la técnica socioafectiva, en la que el público participante ha de poner en marcha su imaginación o bien mecanismos emocionales ocultos.

El taller habrá de comenzar con la lectura de alguno de los capítulos del presente libro, así como de sus relatos, a partir de la cual las personas participantes puedan desarrollar una idea particular sobre el hecho de migrar.

Posteriormente, la persona encargada de la actividad, propondrá a los y las participantes la escritura de una carta a alguna amistad o familiar, poniéndose en el papel de:

• Una o un migrante español del siglo pasado; • Una persona que llega a España desde otro país en la actualidad; • Una o un joven migrante español que pone rumbo ahora hacia otro país.

En la carta los y las participantes deberán hablar sobre sus sentimien-tos, experiencias y aprendizajes. Quienes hayan migrado realmente en el periodo escolar (hijos/hijas de personas llegadas a España) evo-carán los sentimientos y las circunstancias vividas y escribirán la carta a una amistad o familiar real que viva en la “otra orilla”.

Por último, se leerán las cartas intercalando lecturas de personas que han imaginado la situación con la de aquellas que han vivido el cam-bio de país (si fuera el caso). La persona responsable de la actividad aludirá a la similitud de las experiencias descritas.

128 ¿QUÉ ESCONDEN LAS PALABRAS?

Público objetivo

Adolescentes y/o personas adultas.

Duración

30 minutos.

Dinámica

La dinámica consiste en analizar el significado de algunas palabras relacionadas con la migración, en general, y con las distintas formas en que ésta se puede dar, como paso previo a las reflexiones que serán debatidas en grupo.

El objetivo es que las personas participantes logren sentirse de algún modo, emigrantes, inmigrantes o migrantes, para luego evaluar el significado de la acepción en comparación al significado que le atri-buimos cuando lo aplicamos a otras personas.

Como añadido, se evaluará la diferencia de significado entre “emi-grar” e “inmigrar”. La primera asociada a la necesidad de trabajar y de buscar mejores medios de vida y la segunda relacionada con la idea de establecer nuevas colonias y omitiendo las causas de la primera.

el análisis

EMIGRAR(Del lat. emigrāre).1. intr. Dicho de una persona, de una familia o de un pueblo: Dejar o aban-donar su propio país con ánimo de establecerse en otro extranjero.2. intr. Ausentarse temporalmente del propio país para hacer en otro de-terminadas faenas.3. intr. Abandonar la residencia habitual dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida.4. intr. Dicho de algunas especies animales: Cambiar periódicamente de clima o localidad por exigencias de la alimentación o de la reproducción.EMIGRANTE(Del ant. part. act. de emigrar).1. adj. Que emigra. U. t. c. s.

1292. adj. Dicho de una persona: Que se traslada de su propio país a otro, generalmente con el fin de trabajar en él de manera estable o temporal. U. t. c. s.INMIGRAR(Del lat. immigrāre).1. intr. Dicho del natural de un país: Llegar a otro para establecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas.2. intr. Dicho de un animal: Instalarse en un territorio distinto del suyo originario.INMIGRANTE(Del ant. part. act. de inmigrar).1. adj. Que inmigra. Apl. a pers., u. m. c. s.MIGRACIÓN(Del lat. migratĭo, -ōnis).1. f. emigración.2. f. Acción y efecto de pasar de un país a otro para establecerse en él. Se usa hablando de las migraciones históricas que hicieron las razas o los pueblos enteros.3. f. Viaje periódico de las aves, peces u otros animales migratorios.4. f. Desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o sociales.MIGRANTE1. adj. Que migra o emigra.

Ahora responde a las siguientes preguntas:

• ¿Qué diferencia hay entre el significado de ‘emigrante’ o ‘inmigran-te’?• ¿Consideras que tienen atributos distintos ambos términos? • ¿Se puede ser emigrante e inmigrante a la vez?• La diferencia ¿dónde radica? ¿En el sujeto de la acción o en quien le atribuye esa característica?• Si marcharas al exterior para residir en él ¿con cuáles de estos tér-minos te sentirías más identificado/identificada?

130 EL ARTE COMO MEDIO DE EXPRESIÓN

Público objetivo

Adolescentes y/o personas adultas.

Duración

1 hora

Dinámica

La persona que dinamice la actividad repartirá una hoja con la letra de la canción a cada persona asistente o, en su defecto, leerá el poe-ma en voz alta.

No me llames extranjero porque haya nacido lejos,o porque tenga otro nombre la tierra de donde vengo.No me llames extranjero porque fue distinto el senoo porque acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.No me llames extranjero si en el amor de una madretuvimos la misma luz en el canto y en el besocon que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.

No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo,mejor saber dónde vamos, adónde nos lleva el tiempo.No me llames extranjero porque tu pan y tu fuegocalman mi hambre y mi frío, y me cobija tu techo.No me llames extranjero, tu trigo es como mi trigo,tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.

(Y me llamas extranjero porque me trajo un camino,porque nací en otro pueblo, porque conozco otros mares,y un día zarpé de otro puerto,si siempre quedan iguales en el adiós los pañuelosy las pupilas borrosas de los que dejamos lejos,y los amigos que nos nombran y son iguales los rezosy el amor de la que sueña con el día del regreso.

No, no me llames extranjero, traemos el mismo grito,el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre

131desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños,ellos son, ellos son los que inventaron esta palabra: extranjero).

No me llames extranjero, que es una palabra triste,que es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.No me llames extranjero, mira tu niño y el míocómo corren de la mano hasta el final del sendero,no los llames extranjeros, ellos no saben de idiomas,de límites, ni banderas, míralos, se van al cielopor una risa paloma que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero, piensa en tu hermano y el mío,el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo,ellos no eran extranjeros, se conocían de siemprepor la libertad eterna e igual de libres murieron.No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.

Rafael Amor

A continuación se preguntará al grupo sobre el valor que el composi-tor le da a la palabra extranjero y las cualidades que la caracterizan.

Para ello se debatirá en torno a las siguientes preguntas:

• ¿Cuál es el mensaje principal que desea transmitir la canción?• ¿Qué características atribuyes a la palabra “extranjero”?• En alguna ocasión ¿te has sentido como un extranjero o extranjera? En tal caso ¿ese sentimiento tenía más cosas positivas o negativas? Razona la respuesta. • En el caso de la canción ¿qué valor da el autor a la palabra extran-jero? • ¿Qué cualidades señala están relacionadas con considerar a una persona extranjera? ¿Y cuáles para considerar a una persona igual a otra?

132 • ¿Con qué razones estás más de acuerdo? ¿Cuáles crees que pue-den fomentar el respeto a la diversidad?

OBSERVACIONES

Esta técnica también permite la variante de que cada persona, de forma individual, analice el texto respondiendo a las preguntas ex-puestas, para ponerlas luego en común.

La diferencia entre una y otra forma es que el análisis se realice de forma grupal, desde el primer momento, o se potencie la reflexión y el trabajo individual. La forma escogida dependerá de la madurez y las condiciones del grupo.

133UN DÍA CUALQUIERA…

Público objetivo

Adolescentes y/o personas adultas.

Duración

1 hora

Dinámica

La persona dinamizadora pide al grupo asistente que, individualmente, imaginen un día cualquiera de sus vidas. A continuación se les reparte un folio en blanco y un lápiz o bolígrafo para que escriban aquello que hacen desde que salen de casa, hasta que llegan por la noche.

Se explicará que deben señalar toda la gente con la que se encuen-tren en su día normal (vecinos, amistades, profesores y profesoras, la tendera del kiosco, el cajero del supermercado, el portero de la casa, la camarera, etc).

Una vez hayan finalizado, el dinamizador o dinamizadora pedirá que vuelvan a leer los textos individualmente y que subrayen aquellas personas de su día a día que sean de otros países señalando, en la medida en que lo sepan, la nacionalidad de las personas.

Posteriormente se recogerán todos los escritos y se compartirán con el grupo (en su totalidad o una muestra de los mismos, esto se determi-nará en función del número de personas que formen la dinámica y del tiempo del que se disponga). La persona dinamizadora o el autor/au-tora del texto en cuestión, leerá en voz alta para el grupo el contenido de su escrito, resaltando, en la lectura en voz alta, la nacionalidad de las personas de su día a día.

análisis

La reflexión de esta dinámica es evidenciar la cantidad de personas venidas de otros países que forman parte de nuestro día a día. Com-probar la diversidad de procedencias existentes a nuestro alrededor y el importante papel que ocupan en nuestras interacciones cotidianas.

134 OBSERVACIONES

Esta técnica también se puede llevar a cabo con público infantil con la variante de que, en este caso, las y los niños deberán explicar en voz alta su día a día y responder a las preguntas orientativas de la persona dinamizadora ya que, en edades tempranas la escritura y la lectura son recursos más complicados y monótonos.

135

BIBLIOGRAFÍA

136 ACNUR (2012). Tendencias globales 2011. Un año de crisis. http://www.acnur.es/PDF/tendenciasglobales_2011_spa_20120619151451.pdf Amnistía Internacional (2012). Motivos de preocupación. Consultado el 09/10/2012. http://www.es.amnesty.org/paises/espana/ Colectivo IOE (2001). Mujer, inmigración y trabajo. IMSERSO. Ministerio de Tra-bajo y Asuntos Sociales.Colectivo IOE y MTAS (2004). Inmigración y vivienda en España. http://www.colectivoioe.org/uploads/0eaefc67da03a40d6be2755eecf2e5b3c284198b.pdf Córdova, R. (2012). Rutas y dinámicas migratorias entre los países de América Latina y el Caribe (ALC), y entre ALC y la Unión Europea. OIM. http://publications.iom.int/bookstore/free/Rutas_Migratorias_Final.pdf Fundación Directa (2008). El retorno joven: nuevas realidades, nuevas oportu-nidades.Fundación Directa (2009a). Emigrantes Españoles en América: Nosotr@s tam-bién fuimos los otros.http://ww.migraventura.net/sites/default/files/audiovisuales/audiovisual1.swf Fundación Directa (2009b). Voces de la Emigración Española. http://ww.migraventura.net/sites/default/files/audiovisuales/audiovisual2.swf Fundación Directa (2011). La participación española en el Canal de Panamá. Historia pasada u presente de la emigración española en el Canal de Panamá. http://ww.migraventura.net/sites/default/files/canal_panama/index.htmlGONZÁLEZ, C. (2012). La emigración desde España, una migración de retorno (ARI). Real Instituto El Cano.INE (2007). Encuesta Nacional de Inmigrantes. Resultados a nivel nacional. Resul-tados detallados a 23 de julio de 2008.INE (2010a). Encuesta de Estructura Salarial.INE (2010b). Encuesta de Condiciones de Vida.INE (2011a). Movimiento Natural de la Población. INE (2011b). Estadística de Variaciones Residenciales.INE (2012a). Explotación estadística del Padrón. Avance de la Explotación Estadís-tica del Padrón a 1 de enero de 2012. Datos provisionales (19 abril 2012).INE (2012b). Nota de Prensa 19 de abril de 2012. Avance de la Explotación estadística del Padrón a 1 de enero de 2012 Datos provisionales (19 abril 2012).INE (2012c). Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Datos a 1 de enero de 2012. INE (2012d). Explotación estadística del Padrón. Principales series de población desde 1998.

137INE (2012e). Estimación de la Población Actual. Evolución demográfica actual estimada. Datos actualizados a 17 de julio de 2012.INE (2012f). Estimación de la Población Actual. Flujos Migratorios Estimados. Mi-graciones Exteriores. Últimos datos publicados (serie 2010-2011) 16 de abril de 2011.INE (2012g). Encuesta de Población Activa. IIT de 2012.INE (2012h). Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Datos a 1 de enero de 2012. Instituto de la Mujer (2012). Estadísticas, Violencia. Datos actualizados a 7 de junio de 2012.Ministerio de Empleo y Seguridad Social (2012). Nota de prensa del 20 de septiembre de 2012. http://prensa.empleo.gob.es/WebPrensa/downloadFile.do?tipo=documento&id=1759&idContenido=714 Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2012). Informa-ción estadística de violencia de género. Ficha resumen de víctimas mortales. Datos anuales.Moreno, F.J. y Bruquetas, M. (2011). Inmigración y Estado de bienestar en España. Colección Estudios Sociales Núm. 31. Obra Social La Caixa. OIM (2012). Hechos y cifras. http://www.iom.int/jahia/Jahia/facts-and-figures/lang/es Revisado el 20/09/2012.Observatorio Estatal De Violencia Sobre La Mujer (2010). III Informe Anual Del Observatorio Estatal De Violencia Sobre La Mujer. Informe Ejecutivo. Ma-drid, a 13 de julio de 2010. Observatorio Estatal De Violencia Sobre La Mujer (2011). IV Informe Anual Del Observatorio Estatal De Violencia Sobre La Mujer. Informe Ejecutivo. Ma-drid, a 25 de noviembre de 2011. Observatorio Permanente de la Inmigración (2010). Concesiones de na-cionalidad española por residencia. Pérez-Fuentes, P., Pérez, J.A. y Sallé, M. (2009). Memorias de la Emigra-ción Española a América. Ministerio de Trabajo e Inmigración.Remesas.org (2011). Iberoamérica sigue copando las remesas de España en 2011.Sallé, M. (2003). Travesías, Historias emigrantes de ayer y hoy. Metáfora Edicio-nes, Madrid 2003.Sallé, M. A. y Van den Eynde, A (2009). La emigración española en América: historias y lecciones para el futuro. Ministerio de Trabajo e Inmigración.

138 Sallé, M.A. (2010) Inmigración y Violencia de Género. En: Foro Con-fluencia (2010). Informe: Inmigración y Violencia de Género. Delegación de Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad y el Grupo de Inmigración y Vio-lencia de Género del Foro Con-fluencia. Madrid, Octubre 2010.Sallé, M. A., Molpeceres, L. y Ongil, M. (2008). Análisis de la situación laboral de las mujeres inmigrantes. Modalidades de inserción, Sectores de ocupación e iniciati-vas empresariales. Instituto de la Mujer. Seguridad Social (2011). Estadísticas. Afiliación y alta de Trabajadores. Históri-co de estadísticas de afiliación publicadas desde 1999. Año 2011.

139

“LA TIERRA ES MI pATRIA,LA HUMANIDAD ES MI FAMILIA”.KhAlil GibRAN

141