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MINISTERIO DE AGRICULTURA, INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS - INIA KAMPENAIKE N°57
Fundamentos para la utilización de la alfalfa en la Patagonia Jorge Ivelic-Sáez, María Paz Martínez, Carolina Solis, Ángel Suarez, Jaime Valenzuela.
Introducción
La alfalfa (Medicago Sativa) es una leguminosa procedente de Persia, probablemente utilizada durante la edad de Bronce y posteriormente por los griegos para alimentación de sus caballos utilizados en batallas, por lo tanto, desde tiempos de antaño siempre ha sido el alimento predilecto para animales. El uso eficiente de la alfalfa se basa en el conocimiento de sus procesos fisiológicos, para lograr un manejo racional que permita la obtención de un alto rendimiento, calidad del forraje y fomentando la persistencia del cultivo (Soto, 2000).
INFORMATIVO
INIA KAMPENAIKE
Las hojas son de características trifoliadas provenientes del ápice o de las yemas laterales del tallo (Basigalup, 2007). Son las estructuras encargadas de la fotosíntesis, por lo
tanto, el manejo ganadero influirá en la cantidad y la
estructura del follaje, el cual es responsable de la
producción del cultivo y del crecimiento de las
estructuras de reserva. Todas las estructuras cumplen una función específica por lo que las composiciones nutricionales son distintas.
Figura 1. Morfología de la alfalfa.
La raíz es una de las estructuras más relevantes de la alfalfa debido a que le permite resistir grandes periodos de sequía por la gran profundidad (5 metros) que puede alcanzar y contiene el 75% de las reservas de la planta. El tallo es la estructura encargada de portar las yemas para las hojas trifoliadas y su crecimiento está inducido por el pastoreo y/o corte. A medida que la planta madura, se forma la corona, la cual es la estructura que almacena las sustancias de reserva (25 %) y sede de yemas. A partir de éstas se producirán nuevos rebrotes de la planta, por tanto, el manejo ganadero debe incluir el cuidado y correcto desarrollo de esta estructura.
Morfología de la alfalfa En general la alfalfa posee 4 estructuras diferenciadas. A) raíz, B) corona, C) tallos y D) hojas trifoliadas (Figura 1).
Hojas
Tallosbasales
Corona
Raízprincipal
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%
Flores Hojas Tallos Corona Raices
Figura 2. Composición nutricional de la morfología de una planta de alfalfa. Fuente: Elaboración propia.
En la figura 2 se aprecia que dentro de todos los elementos el nitrógeno (N) resulta el más relevante, el cual en parte se suple gracias a la simbiosis con bacterias asimiladoras de nitrógeno. Por otra parte el potasio (K) cumple un rol importante en la composición de las hojas, es por esto que se recomienda hacer fertilizaciones de mantención de este elemento.
Además el rebrote proveniente de las yemas de los tallos no aumenta el número de tallos nuevos, no así el rebrote por parte de las yemas de la corona. Es así como los tallos
provenientes de las yemas de la corona son los centros
de crecimiento más importantes.
El crecimiento inicial de primavera o después de cada utilización, se realiza gracias a las reservas acumuladas, las cuales disminuyen hasta que la planta tiene una altura de 20 cm estado en el cual la cantidad de carbohidratos sintetizados satisface los requerimientos del nuevo crecimiento. Posterior a eso, todo lo realizado por la fotosíntesis es almacenado en la raíz y corona (Soto 2000).
¿Cuándo utilizar la alfalfa? La respuesta lógica es cuando la producción de
biomasa, la calidad nutricional y las reservas en la raíz
y corona se encuentran en su máxima expresión. Es ampliamente reconocido que el momento de corte o defoliación (corte por animales) debe ser una vez alcanzado el 10% de floración, estado fenológico en donde se alcanza la mejor relación de producción de biomasa y calidad nutritiva (Figura 4).
Figura 4. Evolución del rendimiento y la calidad de tallos y hojas de alfalfa a medida que avanzan los estados de madurez (Cangiano, 2002).
De igual forma la máxima acumulación de reservas se alcanza a un 10% de floración, es así que posterior a esto se debe hacer el pastoreo o corte de la pradera para evitar que las reservas migren hacia los posibles frutos y para fomentar el crecimiento de tallos desde la corona (rebrote) (Basigalup, 2007).
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Flores Hojas Tallos
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Flores Hojas Tallos
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)
a b
c d
Figura 3. Calidad nutritiva de flores, hojas y tallos de la alfalfa. a) Proteína cruda (%), b) Energía metabolizable (Mcal/kg), c) Digestibilidad “in Vitro” (%) y d) Fibra detergente neutro (%). Fuente: Elaboración propia.
En la figura 3 queda demostrado la alta calidad nutritiva (proteína y energía metabolizable) que posee la alfalfa sobre todo en las hojas. Si bien las flores poseen una calidad excelente, utilizar el cultivo en estado de 100% de floración trae un desmedro en la cantidad de acumulación de reservas de la planta. Crecimiento de la alfalfa En los alfalfares establecidos, el crecimiento de primavera se origina de las yemas de la corona las cuales se forman en la temporada de crecimiento anterior. A medida que la corona se ensancha, el número de yemas aumenta si es que tiene la cantidad de reservas adecuadas. Posterior al corte crecen tallos axilares desde las yemas del residuo. Sin embargo, a medida que aumenta el desarrollo de la planta los tallos de corona resultan ser más importantes en la producción total.
Los tallos provenientes de las yemas de la corona son los centros de crecimiento más importantes
Consideraciones de manejo. Aun si la alfalfa es para conservar o para pastoreo, el definir el momento de defoliación es fundamental. En la estepa y sector de transición de Magallanes, ambas zonas de secano, la alfalfa se utiliza para heno como suplemento invernal para finalmente realizar un pastoreo con grupos especiales de ovejas. Siguiendo este ejemplo las recomendaciones son: 1) Realizar el corte para conservación cuando haya un 10% de floración (Figura 5) si es que las condiciones climáticas así lo permitan.
Figura 6. Estado de botón temprano. (Fick y Mueller, 1989).
2) El momento de pastoreo en una segunda utilización de la pradera va depender de las condiciones climáticas. En la zona austral es difícil llegar a una segunda floración, por lo tanto, el momento de pastoreo dependerá del crecimiento acumulado del rebrote y/o el objetivo por el cual se desea pastorear, por ejemplo, terminar los últimos corderos, mejorar condiciones de madres antes del encaste, etc. 3) Según Soto (2000), si se desea utilizar solo para pastoreo, es recomendable sacrificar un poco de producción por una mejor calidad nutritiva, es así que se recomienda pastorear en estado de prebotón (Figura 6). 4) Para un crecimiento más rápido del rebrote se debe dejar al menos 5 cm de residuo para dejar libres la mayor cantidad de puntos de crecimiento, ya sean yemas axilares o de corona.
Figura 5. Estado de floración temprana (Fick y Mueller, 1989).
5) Para fomentar la persistencia de la alfalfa es necesario tomar decisiones desde el establecimiento del cultivo. La elección de sitio tomando en cuenta las condiciones de suelo, sobre todo la profundidad tendrá como consecuencia una menor resistencia de las raíces para crecer y reservar más carbohidratos. Además elegir sectores resguardados del viento evitará la pérdida de rendimiento por desecamiento, la pérdida de semilla en el establecimiento y mayores niveles de erosión.
Un correcto balance forrajero permitirá la utilización de la alfalfa, asegurando la subsistencia de las plantas a través de los años
Figura 7. Praderas de alfalfa bajo pastoreo ovino en la región de Aysén.
Bibliografía Soto, P. 2000. Alfalfa en la zona centro sur de Chile. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Libro N° 4. Chillán, Chile. 266 p. Basigalup, D, H. 2007. El cultivo de la Alfalfa en la Argentina. Ediciones INTA. Buenos Aires, Argentina. 479 p. Cangiano, C. A. 2002. Manejo de la defoliación. In: C. A. Cangiano (ed) Manual de Alfalfa. CDROM INTA EEA Balcarce, Cap. 5, pp. 81-108. En Basigalup, D, H. 2007. El cultivo de la Alfalfa en la Argentina. Ediciones INTA. Buenos Aires, Argentina. 479 p. Fick, G., Mueller, S. 1989. Alfalfa, Quality, Maturity and Mean Stage of Development. Department of Agronomy College of Agriculture and Life Science. Cornell University. Information Bulletin 217. Ithaca, NY, United States of America. 14 p.
Permitida la reproducción del contenido de la publicación citando la fuente y autor.
Comité Editor: Claudio Pérez y Adriana Cárdenas. Angamos 1056, Casilla 277, Teléfono:61-2242322, Punta Arenas, Chile
Sitio Web: www.inia.cl – email: [email protected] Punta Arenas - Diciembre 2016
Conclusiones
Las praderas de alfalfa son permanentes, por lo tanto, las plantas crecen y se desarrollan anualmente. El crecimiento y desarrollo va depender de lo asimilado por las plantas en la fotosíntesis versus la extracción de nutrientes desde el ambiente. Un correcto balance forrajero permitirá la utilización de la alfalfa (heno o pastoreo) asegurando la persistencia del cultivo. Un excesivo pastoreo acabará por degradar el alfalfar debido a la constante extracción de nutrientes de las estructuras de reserva y los bajos niveles de fotosíntesis a causa de la escases de hojas. Un bajo nivel de pastoreo evitará la estimulación de rebrotes y aumentará la senescencia de hojas degradando constantemente la pradera. Es relevante integrar los conocimientos de morfología y fisiología en la utilización de la alfalfa para mantener la producción, calidad y persistencia de la pradera. Figura 7 y 8 demuestran el potencial de la alfalfa en pastoreo ovino en la región de Aysén.
Figura 8. Praderas de alfalfa en la región de Aysén.