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Visita Arte escénico Una obra neoyorquina en México: Just don’t touch me, amigo Visita Industria editorial Los 10 libros más vendidos durante la semana MULTI MEDIA TIPS ESPECIAL El búho René Avilés Fabila 2 [email protected] @Expresiones_Exc EXCELSIOR DOMINGO 18 DE OCTUBRE DE 2015 VARGAS LLOSA, “MAL LECTOR”. “La primera vez que intenté leer El Quijote fue un fracaso”, dijo durante una conferencia en Nueva York el Nobel de Literatura. >4 La reedición de Pasto verde y el rescate en libro de El callejón del blues. Revisited acompañan el nacimiento del sello Viceversa >5 Foto: Jaime Boites La muestra Gerzso Gerzso Gerzso, en el CCU Tlatelolco, presenta 35 de sus obras emblemáticas junto a 77 trabajos de otros creadores que fueron sus contemporáneos. >3 Tres veces artista En la ruta de PARMÉNIDES Foto: Cortesía Edmundo García Saldaña GARCÍA SALDAÑA (1944-1982)

GARCÍA SALDAÑA (1944-1982)bfc1c332b5c17ae20e62-6cbba7cfb59c65abd107ce24040b0bca.r14.cf2.rackcdn.com/...Visita Arte escénico Una obra neoyorquina en México: Just don’t touch me,

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MULTI MEDIA

TIPS ESPECIAL El búhoRené Avilés Fabila 2

[email protected] @Expresiones_Exc

EXCELSIORDOmIngO 18 DE OCtubRE DE 2015 VARGAS LLOSA, “MAL LECTOR”. “La primera

vez que intenté leer El Quijote fue un fracaso”, dijo durante una conferencia en Nueva York el Nobel de Literatura. >4

La reedición de Pasto verde y el rescate en libro de El callejón del blues. Revisited acompañan el nacimiento del sello Viceversa >5

Foto: Jaime Boites

La muestra Gerzso Gerzso Gerzso, en el CCU Tlatelolco, presenta 35 de sus obras emblemáticas junto a 77 trabajos de otros creadores que fueron sus contemporáneos. >3

Tres veces artista

En la ruta dePARMÉNIDES

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GARCÍA SALDAÑA (1944-1982)

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2: EXPRESIONES DOmINgO 18 DE OctubRE DE 2015 : EXcELSIOR

Mi madre fue lectora infatiga-ble, la veía con novelas de autores afamados, pero mis recuerdos se centran en el placer que le brindaban las

de ciencia ficción (CF). Disfrutaba los viajes espaciales y las aventuras por distantes ga-laxias. Heredé su biblioteca, entre sus miles de libros, estaban los de Verne, Bradbury, Sturgeon, Arthur C. Clarke, Stanislaw Lem, Richard Matheson y James Tiptree Jr. y mu-chos más. Consiguió que amara esa vertiente fantástica.

La CF no es una literatura de evasión ni un arte menor, como indican infinidad de críticos académicos. Es una literatura críti-ca cuando pasa, digamos, por las manos de un Ray Bradbury. Se trata de un género tan valioso como cualquier otro y no tan nove-doso como algunos suponen. Sin embargo, persisten las confusiones, sobre todo, cuan-do apareció el cinematógrafo y sufrió una revolución literalmente espectacular. Pocos desconocen la graciosa y profunda anticipa-ción, basada en Verne, con la pantalla mos-trando una luna molesta porque un cohete se le ha incrustado en el ojo. David Pringle, en un libro interesante, Ciencia ficción. Las 100 mejores novelas, separa o distingue lo popu-lar de lo artístico. Señala que para muchas personas, no necesariamente lectoras, la CF significa películas como La guerra de las ga-laxias, E. T. y Superman. Asimismo, simboliza tiras cómicas, series radiofónicas y televisi-vas, como Guía del autoestopista galáctico y Star Trek, respectivamente, del mismo modo que adora brutales juegos de computadoras. Para este autor, todo ello es parte de la cul-tura pop. La verdadera CF es aquella que se hunde en raíces artísticas y preocupaciones sociales: Verne, Wells y Bradbury, digamos. O antes, con libros como el de Cyrano de Bergerac (Savinien de Cyrano, 1619-1655, condiscípulo de Molière), quien escribie-ra hace cuatro siglos obras de anticipación como Viajes a los Estados e imperios de la Luna y el Sol.

Pringle, en su apoyo, crea una definición propia: “Ciencia ficción es una forma na-rrativa fantástica que explota las perspecti-vas imaginativas de la ciencia moderna”. Es acertada. Más me lo parece separar la cultura popular de manifestaciones más elaboradas y, sin duda, más profundas, porque ellas no sólo intentan divertir o entretener, preten-den esclarecer fenómenos profundamente humanos a través de las miles de posibilida-des que la fantasía concede. Por desgracia, el mundo de hoy nos lo explica de forma defi-ciente utilizando una cinematografía llena de trucos tecnológicos, mucha violencia, poco talento y una capacidad destructiva infinita. Sin aliento poético y carente de sensibilidad artística, el único propósito es atraer a una masa de espectadores aletargados e igno-rantes. En todo caso, en 1974, el “soviético”

Yuli Kagarlitski explicó, en una obra clave, ¿Qué es la ciencia-ficción?, la dificultad de ofrecer una definición de valor universal y para darnos una idea de la magnitud de la tarea: él arranca con los mitos y leyendas, pasa por las utopías, los grandes autores del género y no descuida lo que en su momento, también, fue parte de una lucha ideológica: la CF en la URSS y en EU, en sus esfuerzos por alcanzar el espacio y plantar sus respec-tivas banderas, fue parte de la Guerra Fría.

Las utopías literarias son tan distinguidas como las políticas creadas por Moro, Owen, Campanella, Marx y Engels, sólo que no te-nemos muchos críticos que señalen sus va-lores más allá del simple enriquecimiento de la imaginación, lo cual no es poca hazaña. Si las obras llamadas utopías o lugares que no existen fueron útiles para que docenas de pensadores políticos mostraran sus pug-nas con los sistemas imperantes a través de amplias metáforas, las abiertamente litera-rias, novelas, como las escritas por Jonathan Swift, H. G. Wells y George Orwell enrique-cen nuestra visión estética y política.

La CF, pues, no es evasión, es un com-promiso más complejo y con regularidad, posee una responsabilidad más profunda y simbólica. Bradbury, por ejemplo, llenó sus libros con alegorías de orden social, algo se-mejante a lo que hizo Verne en libros como Los quinientos millones de la Begún. No se trata simplemente de llevar al lector por ga-laxias extrañas, peligros descomunales y se-res monstruosos que amenazan la Tierra. La premisa es una: imposible suponer que vida sólo hay en la Tierra en un universo sin prin-cipio ni fin.

La CF no es novedosa, podemos verla arrancar con las citadas novelas fantásticas de Cyrano que en realidad son dos obras. En estas pequeñas novelas el autor demuestra la posibilidad de encontrar civilizaciones en la Luna y en el Sol y le son de utilidad para satirizar a los sistemas políticos y religiosos imperantes en su época. Algo semejante a lo hecho por Swift y su inolvidable personaje Gulliver.

Este género situó las escasas virtudes de la humanidad y sus muchos errores, sus com-bates y problemas en el cosmos, en un vano intento de catarsis. Con el apoyo del cómic y la cinematografía ha logrado ser un arte va-lioso, capaz de brindarnos obras maestras, donde las pesadillas y los sueños se magni-fican en asombrosos escenarios, plenos de imaginación, ciencia y literatura fantástica. La CF nació para anticipar viajes y máquinas que apenas comienzan a hurgar el infinito y que son fascinantes premoniciones.

— www.reneavilesfabila.com.mx

La CF nació para anticipar máquinas.

Un invento remoto: la ciencia ficciónSe trata de un género tan valioso como cualquier otro y no tan novedoso como se supone. Sin embargo, persisten las confusiones.

El búho

RENÉ AVILÉS [email protected]

MUSEO VIOLETA PARRA

El nuevo recinto, que exhibe cuadros y objetos personales de la cantautora chilena, tardó 20 años en concretarse

Foto: EFE

Michelle Bachelet, presidenta de Chile, apoyó el recinto.

Esto es hacer patria. Este legado le pertenece al pueblo chileno, como quería mi madre.”

ÁNGEL PARRAHIJO DE VIOLETA PARRA

Hoy cumpleVICENTE MOLINA FOIXESCRITOR CATALÁN / 69 AÑOSTambién es cineasta y ha cultivado la poesía y la dramaturgia.

EL RADAR [email protected] @Expresiones_Exc

Muere creador de la razón vitalUn día como hoy, pero de 1955, falleció en Madrid el escritor y filósofo José Ortega y Gasset, notable influencia en la filosofía del siglo XX. El autor de Sobre la razón histórica, Meditaciones del Quijote y La rebelión de las masas nació el 9 de mayo de 1883.

RECOMENDACIONES EFEMÉRIDES AGENDA

¿SABÍAS QUE?

Hace 164 años, en Estados Unidos, se publicó por primera vez la novela Moby Dick, del escritor Herman Melville.www.excelsior.com.mx

PLUMA PROLÍFICAEntre su obra destaca La mujer sin cabeza, Museo provincial de los horrores y El vampiro de la calle México.

El libroEste libro es un informe que detalla la infiltración extraterrestre y su influencia en el gobierno mexicano.

TÍTULO: Escenarios para el fin del mundo. Relatos reunidos

AUTOR: Bernardo Fernández Bef

EDITORIAL: Océano, Hotel de las letras, México 2015; 188 pp.

Un íntimo universo

La ciudad que nos inventaHéctor de Mauleón nos habla en este libro de los edificios, calles plazas y habitantes, y los condimenta con datos curiosos, revelaciones insólitas. Participan Sabina Berman, José Luis Martínez S., Roberto Diego Ortega y el autor. La cita es hoy, a las 12:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Entrada Libre.

[email protected]

SANTIAGO.— El Museo Viole-ta Parra abrió sus puertas en esta urbe para mostrar el gran legado artístico y el universo íntimo de la cantautora chile-na a través de sus objetos per-sonales y de una veintena de obras visuales.

Más de dos décadas ha de-bido esperar la familia de la fallecida autora de Gracias a la vida, que este mes habría cumplido 98 años, para con-cretar el sueño de inaugurar una galería que lleva su nom-bre y reúne parte de su multi-facética obra.

“Llegamos al final de un largo camino. Hemos pasado veinte años golpeando puer-tas, mostrando y ofreciendo la obra de Violeta Parra”, explica Ángel Parra, hijo de la folclo-rista chilena.

Parra subraya que esta ini-ciativa, impulsada por la pre-sidenta Michelle Bachelet, “sobrepasa a cualquier go-bierno, porque es el Estado el que salda una deuda”.

“Me atrevo a hablar de la patria, porque esto es hacer patria. Este legado le perte-nece al pueblo chileno, como quería mi madre”, añade.

Las obras —entre las que hay óleos, arpilleras y traba-jos en papel maché— llega-ron desde diferentes partes del mundo, donde se encon-traban cobijadas por las “em-bajadas amigas”, como Cuba y Francia.

“Mi hermana, algunos amigos y yo guardamos todas estas obras, nunca vendimos nada, vivimos un golpe de Es-tado (1973) con asesinatos y torturas, yo pasé 18 años exi-liado y todo el tiempo prote-gimos la obra”, enfatiza.

Dentro de este acervo tam-bién se encuentran manuscri-tos, diarios de vida de su puño y letra, fotografías y objetos personales, como su guitarra, un arpa y una máquina de co-ser aportadas por la Funda-ción Violeta Parra, integrada principalmente por su familia.

“Todo el trabajo de mi ma-dre consistió en entregar al pueblo chileno una identidad”,

subraya Parra, quien conside-ra que hoy existe una invasión cultural y económica proce-dente del extranjero.

Esta herencia de Viole-ta Parra, nacida en 1917 en el seno de una familia formada por una campesina y un pro-fesor de música, es el reflejo de su postura y sus emocio-nes ante los movimientos po-líticos y sociales de la primera mitad del siglo XX, fruto de la

urbanización y la industriali-zación del país.

Es por ello que este centro cultural es tan híbrido como la definición de la palabra “po-pular”, toda vez que fusiona las más diversas piezas de la colección de la autora de Volver a los 17 referidas a las expresiones del mundo cam-pesino, la cultura de lo urba-no, lo indígena, lo religioso y lo simbólico.

El Museo Violeta Parra se encuentra a pocos pasos de la plaza Italia, en el centro de Santiago, en una moderna edificación blanca de mil 300 metros cuadrados diseñada por el arquitecto Cristián Un-durraga, creador del Centro Cultural Palacio de La Mone-da, el Museo de Artes Visua-les y el pabellón de Chile en la Expo Milán 2015.

En la sala se encuentra gran parte de la vasta obra de la cantautora, y a través de ella se puede conocer más de su vida, que trasciende la música.

Víctor Manuel TorresCoordinador

Edgar HernándezEditor

Paola RodríguezCoeditora Visual

Mario PalomeraDiseño

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EXCELSIOR : DOmIngO 18 DE OCtubRE DE 2015 EXPRESIOnES :3

POR SANDRA SÁ[email protected]

“Günther Gerzso fue muy digno, sofisticado, un hom-bre por un lado europeo, pero por otro con raíces muy mexicanas. No obstante su nombre húngaro, nació en México, aunque su forma-ción primera fue en el ex-tranjero, en Europa y en EU. Como pintor fue autodidacta. También fue uno de los dise-ñadores más importantes de escenarios de teatro y de cine mexicano”, comentó James Oles, quien junto a Julio Gar-cía Murillo curó la exposición Gerzso Gerzso Gerzso en el Centro Cultural Universita-rio Tlatelolco, con motivo del centenario de su natalicio.

Gerzso (Cd. de México, 1915-2000) realizó esceno-grafías para el cine, pintó, esculpió, escribió y es re-conocido por pertenecer al movimiento surrealista. La exposición presenta una re-trospectiva, pero no está montada cronológicamente.

Al respecto dijo Oles: “cuando comenzamos a dis-cutir la idea de hacer una retrospectiva aquí en Tla-telolco, desde el primer día decidí no hacerle una tra-dicional. Habían hecho una gran exposición de Gerzso en el Museo de Arte Moderno, organizada por el Museo de Santa Bárbara de California.

“Esa exposición fue tan académicamente comple-ta que decidí hacer algo dis-tinto. No está toda la obra ni todas sus facetas. Es un ex-perimento donde invitamos a un grupo de curadores jó-venes para buscar nuevas maneras de ver el arte y de exponer a Gerzso”, dijo.

La muestra presenta 35 obras emblemáticas junto a más de 77 de otros artis-tas que fueron sus contem-poráneos, el arquitecto Luis Barragán.

Gerzso Gerzso Gerzso

forma parte del proyecto Museo Expuesto que utiliza las salas de exposición como laboratorio para plantear nuevas formas de exhibir. Dividida en ocho secciones, cada tema fue comisionado a un curador.

“Gerzso y su pintura. Una mirada analítica”, curada por Sandra Zetina, es una aproxi-mación del artista a la pintu-ra europea. Arden Decker se encargó de “Gerzso: el No-Grupo y el Grupo UR”: pre-senta piezas de los grupos que se caracterizaron por ser críticos de la pintura. En 1979 el No-Grupo propuso la fic-ción de un secuestro a Gerz-so, a la cual accedió.

“Abstracción, arcaísmo

y arquitectura” relaciona su producción con la arquitec-tura moderna mexicana, a cargo de Kathryn O’Rourke. “Gerzso y la ruina moderna” muestra un cuadro de la “se-rie griega” pintado en tensión inmediata con Tlatelolco. El curador fue Peter Krieger.

“El glamour maya” con-siste en fotos y fragmentos de películas en las que par-ticipó, se muestran imágenes de las ruinas prehispánicas y fue curada por Cristóbal A. Jácome. A cargo de Regina Tattersfield estuvo la sección “Gerzso en Estados Unidos”, muestra de su trabajo esce-nográfico en dicha región.

“Gerzso y la arqueología” exhibe piezas relacionadas con la arqueología mexica-na y las civilizaciones ame-rindias, bajo la curaduría de Jesse Lerner y Sandra Ro-zenthal. Finalmente Natalia de la Rosa presenta “Gerzso y arte clásico”, inspirada en un viaje a Grecia donde apli-ca a sus superficies pictóricas materiales y colores terrosos.

Cada sección se presenta en una sala individual.

DE LA REDACCIÓ[email protected]

Con la Segunda Mesa Re-donda del Mayab La ciencia y el arte entre los mayas, en la que se entregó la medalla Yuri Knorosov al arqueólogo Alfredo Barrera Rubio, inició la parte académica del Fes-tival Internacional de la Cul-tura Maya (FICMaya) 2015, encuentro de talla interna-cional que se organiza en Yu-catán y que está catalogado como uno de los tres princi-pales escaparates culturales y académicos del país.

El gobernador de Yucatán, Rolando Zapata Bello, y el se-cretario Cultural y Artístico del Conaculta, Saúl Juárez, pusie-ron en marcha la cuarta edi-ción que lleva por lema “La ciencia en el tiempo, el paisa-je y la arquitectura del Mayab” y que durante 10 días presen-tará más de 500 actividades, entre las que se encuentran actuaciones de artistas de Australia, Austria, Canadá, Corea del Sur, España, Fran-cia, Israel, Mali y Rusia.

El FICMaya tiene la finali-dad de ser un espacio de en-cuentro para el diálogo entre

los pueblos que integran el mundo maya, propiciar el in-tercambio académico y ar-tístico que profundice en las contribuciones de esta civili-zación, así como dar impulso a la industria turística, resaltó el mandatario yucateco en la ceremonia oficial de apertu-ra, realizada en el teatro José Peón Contreras de Mérida.

En el marco del encuen-tro que tiene como invitados de honor a Cuba y a Quin-tana Roo, además del her-manamiento con el Festival

Cervantino, Zapata Bello re-saltó que el compromiso del FICMaya es tender puentes con el Gran Caribe, ya que no se circunscribe a la visión pe-ninsular y mesoamericana, o al estudio y promoción de un determinado espacio geográ-fico, sino que está en su natu-raleza motivar a la reflexión intercultural y mundial.

El cantautor cubano Pablo Milanés abrió las jornadas ar-tísticas, al ofrecer una velada romántica y gratuita en la Pla-za Grande de Mérida.

Gerzso Gerzso Gerzso forma parte del proyecto Museo Expuesto.

SE PRESENTÓ PABLO MILANÉS

FICMaya difunde ciencia y cultura

Rolando Zapata, gobernador de Yucatán, abrió el FICMaya.

Foto: Especial

CCU TLATELOLCO

Fue inaugurada ayer una muestra retrospectiva del artista mexicano nacido en 1915 y fallecido en 2000

Fotos: Jaime Boites

La muestra presenta 35 obras emblemáticas de Gerzso.

¿DÓNDE Y CUÁNDO?

3 La exposición se pre-senta hasta el 17 de ene-ro en el CCU Tlatelolco (Ricardo Flores Magón 1. Col. Nonoalco-Tlatelol-co, Ciudad de México).

Gerzso, en 8 miradas

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4: EXPRESIONES DOmINgO 18 DE OctubRE DE 2015 : EXcELSIOR

Foto: AP/ArchivoEl escritor peruano-español recibió el Nobel de Literatura en 2010.

[email protected]

NUEVA YORK.— El premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa reconoció la noche del viernes en una conferencia en el City College de Nueva York que la primera vez que a los quince años in-tentó leer El Quijote de Miguel de Cervantes “fue un fracaso”.

Coincidiendo con el cua-trigésimo aniversario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, Vargas Llosa conversó con el también escritor peruano Alonso Cueto sobre el clásico de Cervantes ante una audiencia de estu-diantes e intelectuales.

CONFERENCIA CITY COLLEGE

Mario Vargas Llosa expli-có que fue en su época uni-versitaria y después de leer La ruta de Don Quijote, una recopilación de artículos so-bre La Mancha de Azorín, uno de sus primeros escritores favoritos, que descubrió “la grandiosidad” de la novela de Cervantes.

El Nobel peruano-español destacó que El Quijote, más allá de ser un libro clásico de la literatura española, “es una historia inmensamente entre-tenida que define la condición del ser humano que, como el Quijote, tiene la necesidad de

cambiar la realidad para que se parezca a sus sueños”.

Esa voluntad de que la rea-lidad se parezca a los sueños es, para Vargas Llosa, “lo que ha permitido al ser humano pasar de las cavernas y llegar a la era moderna para tocar las estrellas”.

Por ello, el autor de La ciu-dad y los perros, La casa ver-de y La fiesta del chivo dijo que debe “empujarse a los jó-venes a leer El Quijote, pues además de vivir una aventura extraordinaria, uno descubre el poder extraordinario de la imaginación como motor de

cambio del mundo en el que vivimos”.

Nacido en Arequipa (Perú), en 1936, Vargas Llosa recibió el premio Nobel en 2010 por el conjunto de su obra, vein-te años después de que lo ob-tuviera otro latinoamericano, Octavio Paz, en 1990.

Las novelas que le cata-pultaron a la primera fila de las letras en español fueron, entre otras, Conversación en la catedral, La tía Julia y el es-cribidor y la ya mencionada La fiesta del chivo.

El peruano Alonso Cueto, que ofrece en el City Colle-ge una asignatura, ha escrito novelas como Grandes mira-das y Mariposa negra, ha sido

Mal comienzo quijotescoVargas Llosa: “un fracaso, la primera vez que intenté leer la máxima obra cervantina”

traducido a 16 lenguas, y a re-cibido premios como el Anna Seghers (2000) y el premio Herralde (2005).

El City College de Nueva York cuenta con la primera cátedra Vargas Llosa de EU.

El narrador ha visitado la universidad en varias oca-siones, aunque da clases en otro centro cercano, la Uni-versidad de Princeton (Nueva Jersey).

NOBEL DE FÍSICA 2006

POR LUIS CARLOS SÁNCHEZEnv [email protected]

GUANAJUATO.— El encuentro entre arte y ciencia y su utili-dad para los hombres es para un premio Nobel la posibili-dad de cuestionarse sobre el significado de la vida. “Estoy sorprendido de que pregun-te, es tan obvio”, dijo aquí, en Guanajuato, el Nobel de Física 2006, George F. Smoot, cuan-do se le cuestionó sobre los beneficios que los seres hu-manos podemos obtener de tan elevada mezcla.

“Cuando tenemos una historia que es fascinante, cuando tenemos imágenes vi-suales sorprendentes, cuando tenemos también la posibili-dad de tener música y acaso tener el olor de lo que estamos presenciando, es decir, una experiencia sensorial com-pleta, podemos comprender y entender mejor la experiencia que nos rodea”, dijo. Esa sólo fue una de las tantas respues-tas que el físico y astrónomo estadunidense esbozó sobre ese dilema.

“Podría responderlo de muchas maneras, pero yo he estado interesado y me he es-tado haciendo esta pregunta: ¿qué significa ser humano? No es una pregunta ideal, cuando pienso que los autómatas, la inteligencia artificial podría llegar a ocupar 90 por ciento de los trabajos que hacen los humanos, eso provocará un desempleo enorme y todos pierdan sus trabajos, ¿qué sig-nifica ser humano si no tienes trabajo?”

“Actualmente estamos de-finidos en buena medida por lo que hacemos, qué pasaría con países como el nuestro donde hay trabajo subroga-do. En México el trabajo está aumentando, pero las labores repetitivas poco a poco serán remplazadas por máquinas. Imaginen que, en 20 años, 90 por ciento de los habitantes del mundo no tendrá trabajo”, agregó. Hasta ese momento, Smoot regresó a la ciencia y el arte.

Antes, dijo, nadie pen-só que una máquina podría ganar a un campeón de aje-drez, pero hay máquinas que pueden pintar cuadros, tocar el violín, “en 20 años, ¿quién vendrá al FIC como invitado?”, cuestionó. La preocupación del científico está en el mo-mento en el que las máquinas sustituyan al hombre y el con-cepto del ser humano sobre sí mismo deba cambiar. De al-guna forma, para él, el arte si-gue permitiéndonos sentirnos humanos.

Smoot participó ayer en el Festival Cervantino, que este año reflexiona sobre la rela-ción de la ciencia con el arte. El profesor de la Universi-dad de Berkeley ha sido uno de los grandes pensadores y estudiosos del origen del

El galardonado científico estadunidense George F. Smoot participó ayer en el FIC, que este año reflexiona sobre la relación de la ciencia con el arte

Cervantino. Pandur es un dra-maturgo y director de esce-na esloveno que llegó por vez primera a México presentan-do su Sherezada, después re-gresó con Tito Andrónico y ahora lo ha hecho nada más y nada menos que con Fausto y con una “puesta de madurez”, a decir del crítico Fernando de Ita. Durante tres días, que terminaron ayer, el Slovenian National Drama Ljubljana y Pandur Theaters se presenta-ron cada noche en el Audito-rio del Estado.

El montaje fáustico de Pandur es definitivamente potente. Impecablemente ca-racterizados, los personajes del célebre poema dramático de Goethe acabaron por dejar con la boca abierta a los asis-tentes. La propuesta del eslo-veno es además retadora, sus actores acaban acaparando la atención en una puesta mini-malista que todo el tiempo se representa sobre agua, con-tenida en una especie de caja que sirve como tablado.

“El techo es más alto en el extranjero”Antonio Sánchez se sien-te orgullosamente mexi-cano, pero la realidad le pega más rápido que el nacionalismo. El autor de la banda sonora de Bird-man, cinta de Alejandro González Iñárritu ganado-ra del Oscar, lo dice sen-cillo: “las oportunidades que representa radicar en el extranjero son mejores. Creo que no necesito de-cir por qué. Simplemente el techo es más alto”.

Sánchez llegó ayer a Guanajuato, donde ofre-ció uno de los programas

más atractivos de la XLIII edición del Cervantino en la Alhóndiga de Granadi-tas. Ha sido en los últimos años cuando el baterista ha retomado su carrera en México, ya convertido en figura toca con cierta regularidad en el país, en donde, dice, no hay expe-riencia comparada.

“Tocar en México es muy diferente de lo que siento cuando toco en Es-tados Unidos o en Europa o en Japón. Cuando toco aquí me dice mi entraña que soy totalmente de

aquí y el tipo de respuesta es muy diferente”.

Con localidades agota-das, Sánchez se presentó junto a Seamus Blake en el saxofón; John Escreet, en el piano; Matt Brewer en el bajo y Thana Alexa en la voz. Ellos son The Migration Band y en el FIC pusieron a tono con The Meridian Suite, su más reciente disco, concebido como pieza continua, que promueven como parte de una gira mundial que incluye más de 30 países.

— Luis Carlos Sánchez

Foto: Cuartoscuro

“¿Qué significa ser humano?”

CERVANTINO

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universo. Los descubrimien-tos del profesor Smoot han llevado al mundo entero a ex-pandir la imagen del universo, la idea del tiempo, del infini-to y de la vida misma. Hoy, dijo, “hemos logrado mapear y tener en esta fotografía tres millones de galaxias, ¡pero hay más de 100 mil millones de galaxias! Así que aún te-nemos mucho que trabajar”. Al FIC llegará mañana otro ganador del Nobel, Roald Hoffman, quien impartirá la conferencia La química del arte y el arte de la química.

CONMOCIÓN POR EL FAUSTO DE PANDURLa vuelta a México de To-maz Pandur ha conmociona-do al público de este Festival

En México el trabajo está aumentando, pero las labores repetitivas poco a poco serán remplazadas por máquinas.”

“Imaginen que, en 20 años, 90 por ciento de los habitantes del mundo no tendrá trabajo.”

“Hemos mapeado tres millones de galaxias, ¡pero hay más de 100 mil millones de galaxias!”

GEORGE F. SMOOTPREMIO NOBEL DE FÍSICA

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EXCELSIOR : DOmIngO 18 DE OCtubRE DE 2015 EXPRESIOnES :5

COLECCIÓN ALARIDO

POR LUIS CARLOS SÁ[email protected]

“ Alzó el brazo, su cuerpo tenso, como paralizado. Jaló el gatillo de la pisto-la que tenía en la

mano…El sonido del disparo resonó, rebotó en la barran-ca… el rostro ensangrentado. Un montón de piedras detuvo el cuerpo que rodaba, giraba, violento, sin vida.” Así termina Esos años dorados. El relato habría sido escrito entre ene-ro de 1979 y abril de 1980, en-tre la prisión de Santa Martha Acatitla y Orizaba, Veracruz.

Parménides García Salda-ña estaba prácticamente en el ocaso de una vida que ha-bía llevado al límite, siempre peleando contra sí mismo. Boicoteándose. Sumido en el alcoholismo, el veracruzano habría entregado el cuento a Valentín Galas (el mismo que había captado para Excél-sior la famosa fotografía en la que apedrean a Luis Echeve-rría), quien por esos años “era el único que lo aguantaba” y quien le servía de contacto para seguir publicando algu-nos artículos aquí y allá.

Esos años dorados y otros relatos conformaban un libro que se publicó en 1993, once años después de que El Par (apodo de Parménides) había fallecido en la soledad, el 19 de septiembre de 1982. “Ga-las los publicó como revis-ta, él hacia revistas de moda, Parménides le dio el libro para publicarlo y nunca lo sacó”, recuerda Edmundo García Saldaña, albacea de Parméni-des que asumió como respon-sabilidad seguir divulgando a su hermano mayor.

Cuando murió Parméni-des, recuerda, “Galas me daba vueltas, un día lleve a mi pa-dre, que ya estaba bastan-te grande y medio enfermo, se tienta el corazón y decide sacarlo, lo saca como una re-vista, con una modelo en la portada haciendo aerobics y en cuanto a los textos todos desorganizados, como un monstruo desperdiciado”.

Esa edición, extremada-mente limitada, llevaba el ar-bitrario nombre de En algún lugar del rock. El callejón del blues. Parménides, dice Ed-mundo, sólo lo había llama-do El callejón del blues, pero el editor cambió el nombre porque contaba que el autor siempre le comentó su deseo de tener un libro en cuyo títu-lo apareciera la palabra rock.

Veintidós años después, esos textos han vuelto a ver la luz. Ahora se les ha agrega-do un nuevo subtítulo y, jun-to con una nueva edición de Pasto verde, inauguran el se-llo independiente Editores y Viceversa y su colección Ala-rido. El callejón del blues Re-visited incluye 15 relatos y un guión para radio inédito, Co-munión, y ha sido revisado, reorganizado y corregido por la editora Valentina Tolentino Sanjuan y el propio Edmundo.

El tono de Parménides es reconocible en algunos de los relatos, ahí está la idola-tría por la música, en espe-cial el blues y el rocanrol, el uso heterodoxo del lenguaje siempre mezclando idiomas y onomatopeyas, también su acostumbrada crítica a la in-telectualidad y su desordena-da manera de aproximarse a las relaciones sentimentales. Pero también, dice Edmundo, “hay otra manera de enfren-tarse a algunos temas, como si la literatura de la onda hu-biera quedado atrás”.

Quizá esa sea la razón por la que algunos han dudado que se trate de escritos hechos por El Par. Edmundo, por su-puesto, defiende su autenti-cidad. Muchas de las escenas relatadas ahí, dice, fueron au-ténticas y sus líneas resultan extremadamente biográficas.

Bien. ¿En dónde comenzar el recuento? ¿En qué recodo o cuál vertiente? ¿En qué si-tio exacto de la geografía o en qué lugar del reloj de la casa silenciosa? En el mapa celes-te los recintos claros aparecen entre el mar de profundida-des de esplendor y el corazón se abre dejando partir el sen-timiento apasionado. Las alas de historias plenas se limpian de la sangre de tantos instantes de alaridos cacofónicos opaca dos y la tierra después de un sol violentado.

En corales y aguamarinas melodías rumorosas envolvían tu sonrisa destinada al presti-gio que se coloca armoniosa-mente en los libros del viento. Imaginando que el desvelo de tu casa de justicia ambiciona-ba los idilios de los bosques de cipreses. Pero irrumpió el grito y de pronto se hizo la muerte como orden. En tanto, el tiem-po pasó muy despacio. Irás al bosque. Anastasia screams in vain, de los lagos, los lirios y el azul de tus ojos. Larga conva-lecencia, el tiempo no obstan-te pudo ser empleado en cosas benéficas o sencillamente en lamentaciones.

Muchacha camarada, flor, preciosa, clavel, cempasúchil tengo mujer un deseo de ser li-berado de mi prisión y el vien-to musita tu nombre, ¿necesitas tarjeta de crédito para vivir? ¿No has visto cómo anuncian ahora a la luna? Peggy Day robó mi corazón. Por Dios, ¿qué más puedo decir? Amo pasar la no-che con Peggy Day. Peggy Night hace mi futuro brillante. Esa nena es sensacional. Amo pa-sar el día con Peggy Noche, y leemos poemas de Salaman-dra de Paz por los ahuehuetes. De esperanzas vanas provenías aludiendo alabanzas olvidadas, distintas...

“En un Diorama de la Cultu-ra (de Excélsior) de 1982, a la semana de que murió Parmé-nides, en un escrito titulado El gato de mediodía se des-criben los libros que escribió y de este lo da por perdido, es la primera vez que alguien lo menciona; ya lo sabía José Agustín y dos o tres más”.

Edmundo habla entre el recuerdo y la emoción. Los años han acabado por teñir con cierto matiz mitológico todas las memorias que con-serva sobre su hermano. Lo mismo que sucedió con el es-critor y sus libros, siempre os-cilando entre el culto under y la mitificación de quienes conocieron a Parménides, un hombre desatado que desde pequeño era admirado en su familia, de talento nato y que representó a la clase media pujante, inconforme, que es-tuvo dispuesto a pelearse con

de adentro”. En ese lapso tam-bién conoce a los beatniks y se engancha con el alcohol. “El alcohol lo detonaba, la mota lo atarugaba; lo metieron a clínicas varias veces porque después cuando escribe Pasto verde andaba en la calle muy locote, con el cabello largo y viviendo en “el pesebre”. Mis padres lo detienen y lo meten a curar, no hubo diagnóstico”.

¿Qué paso después? “Todo se agudizó y eso acabó reven-tándolo; fui por él a una clí-nica en Tlalpan, en los 80 y un día que lo recogí me dice: ‘me acaban de meter gases’, lo medicaron muy cabrón y se volvió un desmadre, ya no podía estar sin sus medici-nas, con alcohol, y ahí termi-na todo. Mis padres nunca lo abandonaron, le daban de co-mer, le daban ropa y él seguía escribiendo, en un cuarto de azotea que le compraron en Polanco, en la calle de Schi-ller. Mis papás habían ido a Orizaba a una boda y en dos tres días se murió”.

Parménides, dice su her-mano, murió de pulmonía. Tenía 38 años, en 1968 pu-blicó con Editorial Diógenes Pasto verde; en el mismo se-llo, En la ruta de la onda, en 1972; el poemario Mediodía en 1975 con Joaquín Mortiz, así como decenas de artículos en Excélsior, El Sol de Méxi-co, El Heraldo, El Día, Nove-dades, Piedra Rodante y POP. ¿De dónde venía su desespe-ranza? “No hallo respuesta. René Avilés dice que lo mató la sociedad; quería cambiar el mundo, a la clase media con sus aspiraciones, falsas tan nefastas, ridículas, la relación de hombres y mujeres dentro de esa clase”, concluye.

su familia con tal de conver-tirse en escritor.

“Era un orgullo desde niño, yo descubrí como a los seis, cuando él tenía ya 15 años, que tenía un hermano sim-patiquísimo, inteligente y que escribe y que toda la familia estaba orgullosa porque escri-bía en periódicos y revistas; de repente ya está escribiendo en Siempre! y ya estaba relacio-nado con Poniatowska, con Carballo, con muchos escri-tores. Era muy simpático, muy jocoso, dice René Avilés que era muy guapo, era de ojos verdes, de barba roja, simpa-tiquísimo, chaparrito”.

¿Cuándo decide volverse escritor? “De la noche a la ma-ñana. Él estudiaba economía, pero leía mucho. Luego vino un momento importantísimo cuando se da el rompimiento con la familia, una familia cla-semediera en la que lo único

que quería mi padre, ingenie-ro agrónomo que había apo-yado a Lázaro Cárdenas, era que su hijo fuera gente bien y mi madre más, Parménides decide ser escritor y le da el ataque a mi papá”.

Parménides se había con-taminado ya con las letras, era un voraz lector de los clásicos y amaba a los escritores es-tadunidenses como Faulkner o Steinbeck. Su familia vivía en la calle de Tajín, en la co-lonia Narvarte; eran parte de ese México pujante, sin mu-chos problemas económicos. Cuando el joven Parménides decide dedicarse a las letras también pide salir a estudiar a EU letras inglesas. Sus padres lo apoyan, pero él nunca vol-verá al terruño familiar.

“Se va muy joven, a los 17, 18, ya no se pone en contacto y se pone a escribir Pasto ver-de. Es un delirio que le venía

NADA

Foto: Héctor López

Fragmento de uno de los relatos que

aparecen en El callejón del blues Revisited

MONSTRUO DESPERDICIADO. Portada del libro del naciente sello Viceversa. Atrás, Edmundo García Saldaña.

¿DÓNDE Y CUÁNDO? 3 El callejón del blues Revisited y la nueva edición de Pasto verde se presentan el jueves, 20:00 horas, en Pulquería Insurgentes (Insur-gentes Sur 226, Roma Norte).

REVIVEN AL REY

CRIOLLOUn nuevo

sello rescata dos títulos

emblemáticos de Parménides García Saldaña, autor de culto quien murió de pulmonía

en 1982

Page 6: GARCÍA SALDAÑA (1944-1982)bfc1c332b5c17ae20e62-6cbba7cfb59c65abd107ce24040b0bca.r14.cf2.rackcdn.com/...Visita Arte escénico Una obra neoyorquina en México: Just don’t touch me,

6: EXPRESIONES DOmINgO 18 DE OctubRE DE 2015 : EXcELSIOR

H ay un ritual que arduamente ejer-cito en noches de cortes eléctricos:

me detengo ante la llama de una vela, colocada sobre mi escritorio, para presenciar el desfile acerbo de algunos recuerdos que me ayudan a entender aspectos esencia-les de mi historia. Son he-chos simples que atesoro por horrendos, lapsos en los que realmente he estado conmi-go. Siento la inminencia de la vida, ese vértigo suave de quienes palpan el color sepia del tiempo, instantes prota-gonizados por estancias de humanidad indiscutible. En-tro al fuego, a la ruta averia-da de la noche. Está mi padre. Tal vez sea domingo. Llega de una borrachera longeva. Usa el pelo largo y chino, su bar-ba cerrada me hace pensar en un pirata fuera de borda. Tras-tabilla, pero mantiene la ver-ticalidad de sus deseos. En la mirada noto el enrojecimien-to de los ebrios profesionales. Habla despacio, poco usual en él. Me saluda con la eufo-ria de quien no me ha visto en meses. Jala aire con fuerza; su aliento aromatiza de alcohol el cuarto. Cree que yo pue-do ayudarle. Cuenta que tie-ne muchos problemas con mi madre; aunque sinceramen-te no entiendo, sólo muevo la cabeza en silencio bajo el resplandor de la televisión. Mi padre se dirige a la cocina. Destapa una botella de whisky que guardaba para ocasiones especiales. Bebe largamente en un vaso jaibolero. Habla de lo complicado que ha sido vi-vir lejos de su familia. Usa un cuchillo para señalarme una libreta. Pide que escriba una carta. Sólo tengo en la memo-ria la última frase: No se cul-pe a nadie de mi muerte. Él se levanta; camina hasta la te-rraza y contempla el Pacífico sin decir una palabra. Me ob-serva, no hay mucha vida en su rostro, sólo el presagio de

Con autoriza-ción del sello

Cuadrivio, publicamos

este relato, que forma parte

del libro Carne de cañón, del

narrador acapulqueño Federico Vite

TÍTULO: Shalimar el payaso

AUTOR: Salman Rushdie

TRADUCCIÓN: Miguel Sáenz

EDITORIAL: Mondadori, Barcelona, 2005; 464 pp.

TÍTULO: Carne de cañón

AUTOR: Federico Vite

EDITORIAL Cuadrivio/Conaculta,

México, 2015; 72 pp www.cuadrivio.com

Shalimar se publicó hace diez años

POR LUIS BUGARINIE s p E c i a l

[email protected]

Salman Rushdie (Bombay, 1947) ganó el Man Booker Prize for Fiction por su se-gunda novela —Hijos de la medianoche (1981)—, lo que le representó un aumento de audiencia, pero saltó al estre-llato gracias a que el Ayatollah Khomeini emitió contra él una fatwā en su carácter de Líder Supremo de Irán, en 1989. Un acto de acento inquisitorial, propio de un tirano. Sin em-bargo, se ha confundido la fatwā con una sentencia de

RELECTURAS SALMAN RUSHDIE

muerte, lo que es una inter-pretación errónea. El autor inglés fue, en efecto, amena-zado de muerte debido a la publicación de la novela Los versos satánicos (1989), pero la célebre fatwā es una soli-citud de interpretación de la ley respecto de un asunto que, dependiendo de la resolución, podría sentar un precedente en términos legales.

La obra del autor inglés es profusa y, a un tiempo, con-centrada. Explora la relación entre la India e Inglaterra con un estilo cercano al realis-mo mágico latinoamericano. Convendría iniciarse en su lectura a través de la novela Shalimar el payaso (2005), ya que sus primeros libros tienen

un acento experimental que no ayuda al lector primerizo. Iniciar con Los versos por el morbo de la fatwā desenfoca la figura de un escritor de es-tilo intachable, para quien ese evento está lejos de resumir su tentativa estética. Por otro parte, Rushdie no es ajeno al activismo político y a lo lar-go de su trayectoria ha hecho declaraciones poco afortuna-das, como aquella de apoyo al bombardeo de la OTAN a la antigua Yugoeslavia, que en su momento criticó duramen-te el también escritor Tariq Ali. Esto, por supuesto, entra en el horizonte anecdótico del es-critor y nada tiene que ver con el alcance de su obra en tér-minos literarios, pero es parte

de una trayectoria vital.La trama de Shalimar se

resume fácil: Max Ophuls, an-tiguo embajador de Estados Unidos en la India, es asesi-nado ante su hija por su cho-fer, Shalimar. La lectura de su obra es una excursión para los lectores hispanoamerica-nos, ya que no es fácil enten-der la composición étnica del subcontinente indio, lo mis-mo que sus conflictos étnicos, minúsculos para quien no los entiende e inmensos para quien los padece. Al igual que sucede con V. S. Naipaul, en Rushdie puede leerse cómo la posmodernidad no se en-cuentra preparada para in-tegrar usos milenarios y las creencias de estirpe mítica.

Trinidad y Bombay: dos extre-mos de occidente. Los lepro-sos de Nueva Delhi no tienen acceso a internet o lo despre-cian, incluso, y bañarse en el Ganges siempre será una ex-periencia más enriquecedora que instalar la última versión de Windows.

Shalimar se convierte en icono de la pasión, a pesar del costo humano que eso impli-ca. Llevar ideas a la práctica siempre genera un daño co-lateral, incluida la democracia o empezando por ella. Pero la escritura de Rushdie es moti-vo de celebración y la lectura de sus libros es una cita para quien desee indagar otro de los conflictos del mundo con-temporáneo: la integración.

La integración, un asunto literario

POR FEDERICO VITEE s p E c i a l

[email protected]

huracán en potencia. Él toma por el mango el arma. No le vayas a decir a tu mamá lo que hice, comenta y corta con suavidad la carne de su cuello. Hay sangre en el piso. Él cae. Me acerco al cuerpo. Veo a la imagen masculina de mi vida convulsionándose. Minutos después escucho gritos; mi abuela me toma de la mano. A lo lejos oigo el sonido metáli-co de una sirena y veo el color de la cruz roja plasmada en la ambulancia. En los umbrales de ciertos recuerdos me he obligado a crecer. Pongo so-bre la hoja este conocimiento de la masculinidad, el orifi-cio por donde sangran cier-tas partes de mi historia. En la hondura de los pensamientos, suelo no retener las emocio-nes de antaño. Decanto a so-las la imposible gratuidad de esos momentos. Ocurren hil-vanados, espectaculares pe-dazos de vitalidad en las rutas unánimes de mi noche. Y so-bre esta mesa me apoyo, con la luz de vela recuerdo cla-ramente la voz de mi madre. Tomo un cigarro más y el re-corrido mental de mi pasa-do se instala en la calle Pino Suárez. Es la colonia Morelos.

Tengo el uniforme de prima-ria puesto. Ella se levanta de la cama por primera vez en ocho días. Su delgadez extrema me asusta. No sé cuántos kilos ha perdido, pero parece más pe-queña. Lleva la máscara de la locura puesta. Intenta verme a los ojos, pero no es ella, al-guien más está ahí. Pide que busque las llaves del auto de mi abuelo. Necesita con ur-gencia válium. Repite válium sin potencia. Bajo a casa de la abuela y tomo el llavero. Mi tía Lilia pregunta, ¿vas con tu mami? En silencio regreso a la calle. Ella, la única mujer que me ha hecho llorar con una mirada, recarga su existen-cia en un poste. Entro al auto, lo enciendo y avanzo. Abro la portezuela: ella cae junto a mí. Cambié de planes, hijo, nece-sito que me lleves con tu pa-dre, dice. No sé si él se parece a mí, pero no quiero ser como Federico, no quiero llorar ni fingir mi suicidio para que me amen. Llévame a Tampi-co, agrega, hace mucho no sé nada de él. Cada una de sus frases se opaca en la esquina; más que dormir, se desmaya. Conduzco un rato por la cua-dra; llegamos hasta los límites de la Morelos. Avenida Cons-tituyentes es el horizonte más lejano para un chamaco de doce años. Doy vuelta; regre-so a casa en sentido contrario. Los taxis se hacen a un lado. Acelero hasta llegar al único tope, frente a la iglesia se apa-ga el auto. Toco el claxon con las dos manos, fuerte llega mi estridencia al mundo. Una frase suave nace contrahe-cha en los labios de mi madre: Llévame con él. Los coches atrás de nosotros hacen fila. No logro encender el auto. Poco a poco se dispersa la manada de motores, de cho-feres que al pasar junto a mí alardean su pericia esquiván-dome, me hacen pensar que

soy un obstáculo. Veo dormir a mi madre en la cabina del auto de mi abuelo. Estamos en ese tope durante varios minutos. Oscurece ya cuan-do mamá por fin abre los ojos; las campanas de la iglesia lla-man a misa. Pregunta, ¿qué hacemos aquí? Finjo, porque siempre he sido exacto para descontrolar a las mujeres que aturden mi paciencia, atender el repiqueteo inicial de aque-lla sinfonía divina, pero veo con morbo los besos natura-les de una pareja adolescente: no cierran los ojos, disfrutan verse reflejados en las pupilas del otro. ¿Qué hacemos aquí? Me pide que baje del auto y ocupe el asiento del copilo-to. Ella se coloca al volante. Por fin es mi madre. Encien-de el carro; da la vuelta y toma el rumbo correcto. Promete comprarme un rifle de muni-ciones. Vamos a la farmacia; obtiene su válium y desan-damos el trayecto empren-dido horas atrás. Estaciona el auto. Al ver la luz encendida en casa de la abuela, le pre-gunto, ¿a qué saben los besos? Siento la pesadumbre de sus pensamientos. Cuando vuel-vas a ver tu padre, pregúnta-le, él sabrá qué responderte. El motor de la memoria re-construye pedazos, nimie-dades que hablan del rústico crecimiento de alguien inte-resado en coleccionar imáge-nes irrepetibles. Me alejo de la mesa; tomo una vela más del librero para devorar la oscuri-dad creciente. Ilumino la ha-bitación. Y como bien sé que la memoria es eternidad que arde, detengo la página de mis días: algunos pasajes tacitur-nos no me gustan. ¿Por qué si ni padre ni mi madre me han dicho te amo he buscado con recurrencia esa frase en otras personas? Sé que la maquina-ria del destino me pondrá en escenas dignas de películas románticas, donde hombre y mujer se prodigan abrazos para que la orfandad en torno suyo no los toque nunca. He oído la palabra amor muchas veces, en momentos casi divi-nos y en lugares caprichosos, hasta las meseras de algunas cantinas egregias de Acapul-co me han dicho amor, ¿qué vas a querer? Amor, ¿te traigo la otra? Amor, ¿cómo has es-tado? Siento alegría con esos detalles, pero la primera vez que alguien me dijo te amo no me gustó. Se llama Selene, tuvo un domicilio que conocí a la perfección y una cuenta en el banco donde yo trabajé. Ella se excitaba sólo con gol-pes. Fue complicado gradar la fuerza. Estrellaba la mano en sus mejillas blancas; me to-maba del cuello y el resto con-sistía en atacarla. Requería mordidas en los hombros; pu-ñetazos en el estómago y, sin duda alguna, jalones potentes

de cabello. Escuchaba con morbo sus quejidos; la tenía en mi mano, cubría su boca y Selene abría aún más los ojos verdes: recuerdo verme re-flejado. Boca abajo, presio-nando su nuca con mi codo, con la respiración acelerada, comprendía que esa cama fue la extensión del campo de batalla.

Usaba lentes, el cabello re-cogido en una coleta y zapatos de piso; en su casa el atuendo siempre fue una playera larga, idónea para el desnudamien-to repentino. Y cuando ya me acostumbraba a someterla, a sentirla totalmente de mi pro-piedad, a escupirla al final de cada orgasmo, llegó esa fra-se. Enero corría sobre la no-che, en la cama, con el sudor cayendo de mi rostro, ella ge-mía exactamente igual, tan-to al sentir los golpes como al abrir las piernas para que yo la penetrara. Yo golpeaba, due-ño de mí y de Selene, golpea-ba. Y abrió los labios y los ojos. Me vio como nadie me ha vis-to desde entonces. Te amo, dijo, luego me nombró. Sen-tí que el personaje inventado en esos meses de explora-ción sentimental se desmoro-nó repentinamente. Me sentí vulgar. Perdí las ganas; res-piré con fuerza. Selene aca-rició mi mejilla. Repitió esa frase, la que yo buscaba des-de hace años. Al día siguien-te salí de su vida igual que una cachetada: con fuerza, sin arrepentimiento, sin miedo a lastimarla.

La vela sobre mi escritorio se agota; ante ella reconozco que hago de mis tristes una balada portentosa. Recuerdo que es agosto y se acerca mi cumpleaños. Creo que debo hacer una fiesta y esperar las llamadas, responder los men-sajes, contestar los correos de los que me recuerdan ama-blemente en su existencia. La energía eléctrica vuelve y ele-vo una oración, porque sé que a pesar de todo no voy a estar a oscuras en la vida: agrade-cer el pasado es agrupar mi espíritu para bendecir lo nue-vo. Hablo con Dios a mi ma-nera, él sabe que no soy un símbolo extraviado en la im-prudencia de los días. Pienso hondamente en cada uno de esos momentos; en la filo-sa emoción que transmiten y los palpo sobre mi pecho de la misma manera que lo haría con crucifijos, porque sé que portarlos como hoy es una forma de esquivar esa energía oscura que no voy a pronun-ciar, huir de esa sombra que incluso deseando no debo ni voy a nombrar.

ADELANTO EDITORIAL

Diálogo con la sombra

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EXCELSIOR : DOmIngO 18 DE OCtubRE DE 2015 EXPRESIOnES :7

1. Lo que narra Mario Gonzá-lez Suárez es un viaje a los infiernos, pero sin la posi-bilidad de retorno. El per-sonaje, un chofer de taxi, se ve de repente inmiscuido en

una banda de narcotraficantes, dejando en el abandono a su mujer e hija, además de cargar con la constante sensación de “no saber qué sigue en la vida”. Alternando la realidad con la intimidad de sus recuerdos, el protagonista se muestra indeciso entre sucumbir ante la muerte y sobrevivir para no sólo regresar con su familia sino tam-

bién para vengarse de quien lo involucró en este mundo de devastación. A mitad de la novela, el autor decide abrir un paréntesis para contar una historia alterna, un camino gemelo de esta ruina, para después regre-sar con la historia de este Odiseo frustrado. El mayor acierto de este libro es la oralidad del lenguaje. Una construcción narrativa álgida y violenta, tono que conserva la obra durante todas sus páginas. Por eso, A wevo, padrino no puede catalogarse como litera-tura del narco, porque el autor va más allá, su apuesta es con el lenguaje.

— Alberto MedrAno

3. El Caballero de la Triste Fi-gura, aquel hombre fan-tástico, estimulado por la más grande ilusión, de pronto se ve perdido por el asalto de la realidad. Su

locura, que no es más que ardiente imagina-ción, es minada por los juicios y la crueldad humana. Sí, como afirmaba Dostoievski, este es el libro más triste de todos. Ante las muchas inquietudes que genera la obra de Cervantes, Margit Frenk escudriña esta incógnita: Don Quijote ¿muere cuerdo? A través de una serie

de ensayos, la hispanista va indagando acerca de estas cuestiones cervantinas. Guiados por la pluma de una lectora culta e inquieta, en-contramos indicios que nos revelan aspectos ignorados de Alonso Quijano, Sancho Panza, La Dulcinea y demás personajes. Pero no le basta con eso: repasa la narrativa de la obra, los malabarismos alrededor de la novela, la lírica y los juegos polifónicos del Ingenioso hidalgo. Escrito con rigor académico, este li-bro está pleno de hallazgos y sorpresas, es un volumen de textos rigurosos e inteligentes.

— Alberto MedrAno

TÍTULO: A wevo, padrino

AUTOR: Mario González Suárez

EDITORIAL: Era, México, 2015; 159 pp.

TÍTULO: Don Quijote ¿muere cuerdo? y otras cuestiones cervantinas

AUTOR: Margit Frenk

EDITORIAL: Fondo de Cultura Económica (Colección Cenzontle), México, 2015, 167pp.

DOmIngO 18 DE OCtubRE DE 2015

TRES PARA LLEVAR

POR RAFAEL MIRANDA BELLOe s p e c i A l

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Aunque los lectores del es-critor californiano Don Car-penter (Berkeley, 1931-Mill Valley, 1995) no son legión, y a la fecha sólo se conocían traducciones al español de la magistral Dura la lluvia que cae (Duomo, 2012) y de La promoción del 49 (Gallo Nero, 2013), el murmullo de su magnitud literaria había aumentado de intensidad en temporadas recientes, dispo-niendo el campo de lectura para el acontecimiento que se avecinaba y hace poco se concretó en papel.

Los viernes en Enrico’s es una novela que Carpenter legó en forma de “un ma-nuscrito sustancial inédi-to” —cuando se suicidó en 1995— y que sus albaceas en-tregaron a Jonathan Lethem (New York, 1964) para que lo sopesara y pusiera a punto de publicación. Como lo relata en el posfacio que remata el libro, el narrador neoyorqui-no se topó, para su regocijo y asombro, con un borrador que apenas necesitaba de una poda escueta, además de unos cuantos engarces y algunas mudanzas de datos.

La obra que terminó Lethem resalta la prosa so-bria de Carpenter en una tra-ma que bebe de la copa en la que se espuman las ambicio-nes, envidias y desengaños de un grupo de escritores que se

apuntan en la carrera de una vida que anhela mantenerse de la literatura. En específi-co de las ventas y las regalías que trae consigo el éxito y la fama. O viceversa. Y los abul-tados pagos a cuenta de las posteriores adaptaciones al cine y la televisión. O todo lo contrario. El chapoteo y el derrumbe en el fracaso que se mide por la extensión de las cuentas bancarias. Por-que aunque en esta ocasión Carpenter apenas pone a uno de los personajes a la sombra de la prisión en unas cuantas páginas —los asuntos crimi-nales y los crudos incidentes

que se tratan en Dura la llu-via que cae ocurren de ba-rrotes para adentro durante un buen trecho del relato—, el elenco en pleno acarrea la impronta de encontrar-se aprisionado dentro de las cercas que han plantado en torno a los ideales de sus vi-das. Así que la narración de Carpenter es también un re-trato tamizado del chicloso sueño americano, en el que Lethem retoca con maestría los paisajes de amargura que se mecen cuando las burbu-jas de las expectativas esta-llan y la felicidad agarra sabor a cobre. Aunque poniendo las

mezquindades a un lado, los escritores que publican o pre-paran manuscritos en el libro, en su romántico interior, de-sean y esperan tener entre manos una obra maestra.

Como lo que es esta nove-la. Sin exageraciones de so-brecubierta. Llámalo talento. Una capacidad narrativa in-usual que en Los viernes en Enrico’s se sirve por partida doble. Un consejo: prepara un trago grande y bien car-gado, porque no hay duda de que leerás un buen rato antes de detenerte. Y enton-ces, cuando hayas probado el estupendo bocado de vi-das literarias que dispuso Carpenter y Lethem sumi-nistró para provocar tu sed, vas a tener mucho que beber. ¡Hasta el fondo!

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TÍTULO: Los viernes en Enrico’s

AUTOR: Don Carpenter (terminada por Jonathan Lethem)

TRADUCCIÓN: Javier Guerrero

EDITORIAL: Sexto Piso, México, 2015; 396 pp.

AJEDREZARTURO XICOTÉNCATL

Ilustración: Mario Palomera

Mate en dos jugadas.De un compositor poco conocido, Neukomm, presentamos esta composición que exige un poco de concentración y visualización sobre el entorno del rey negro. Reflexione, distinga los los rasgos de la posición, imagine. Combine.

La solución.Las blancas juegan sobre la posición del del rey. ¡Cómo daría mate en una sola jugada si el monarca negro estuvie-se colocado en la casilla f4. Los reyes están oposición. El movimiento clave es: 1.Da2 Rf4 [1...Rxf6 2.Df7++] 2.Df2++.

J.R. Neukomm Paftas 1947.

ELEGANTE Y DESTRUCTIVA COMBINACIÓN DE SHÍROVEl gran maestro letonés Alexei Shírov, uno de los jugadores tácticos más brillantes combina al checo Víktor Laznicka en el XVI Torneo internacional Kárpov-Poikovski. Un peón negro en e6 es como una astilla en el ojo de la posición. La interrupción del desarrollo del AD de las negras se combina con el control de la columna central d de las blancas. Estas llevan a su dama a flanco de rey y preparan un puesto de avanzada en la casilla g6, lista para instalar una pieza menor. Laznicka comete un grave error al situar la dama en la casilla c6 y entonces Shírov resuelve con elegancia con una pequeña y destructiva combinación.

Blancas: Alexei Shírov, Letonia, 2712.Negras: Víktor Laznicka, República Checa, 2,676.

Defensa Philidor, C41. Por transposición.R-4, XVI Kárpov-Poikovsky, 01–10–2015.

1.e4 d6 2.d4 Cf6 3.Cc3 e5 4.Cf3 Esquema de la Philidor, por transposición. Existe una partida con esta defensa que ha pasado a la posteridad como una de las combinaciones más brillantes en la historia del ajedrez, la que ganó el célebre Paul Morphy al Duque de Brunswick y Conde de Isouard, en consulta, en 1858, en París. 4...Cbd7 5.Ac4 Ae7 6.0–0 0–0 7.Te1 c6 8.a4 b6 9.Aa2 a6 Un esquema que se ha repetido cerca de 350 ocasiones en la práctica magistral. 10.Ae3 Cg4 11.Ad2 Cgf6 12.dxe5 dxe5 13.Ch4 Ab4 14.Df3 Las negras presiona en e4, amenazan capturar el peón central tras el intercambio del AxCc3. 14...Cc5 15.Ag5 Ce6 16.Axe6 fxe6 La decisión negra presenta una falla estructural y un punto débil en e6. [16...Axe6 17.Tad1 De7 18.Cf5 Axf5 19.exf5 Tae8 20.Dxc6 Axc3 21.Dxc3 con evidente ventaja.] 17.Dg3 Dc7 18.Cf3 Ad6 19.Tad1 Ch5 20.Dg4 Con la obstrucción del AD en e6 la dama blanca tiene campo para maniobrar en flanco rey. 20...Cf6 21.Axf6 Txf6 22.Td3 Con la idea “karpoviana” de desarrollar la torre por la tercera fila con el el propósito de trasladarla a flanco de rey y al mismo tiempo doblar las torres en la columna d, con lo que hostigan al Ad6. 22...De7 23.Ted1 Ac7 24.h4 Tf4 25.Dh5 Tf8 26.Cg5 h6 27.Cf3 De8 28.Dg4 Tf4 29.Dh3 Rh7 30.g3 Tf8 31.h5 No olviden los aficionados que al avanzar h5 el peón ha creado un puesto de avanzada en la casilla débil g6. Un plan estratégico de Shírov, un maestro de la combinación. 31...Rg8 32.Dg4 c5 33.Ch4 c4 34.T3d2 Dc6 un grave error. 35.Cg6 35 movimientos y las negras no han desarrollado ni la T ni el AD. Ahora el caballo amenaza un fourchette o tenedor en e7. 35...Te8 36.Td8! Axd8 37.Txd8 Abandonan, las negras pierden la dama. Las blancas amenazan Ce7+ seguido de Cxc6. Si: 37...Ab7 38.Ce7+ Rh8 39.Cxc6 Axc6 40.Td6 Tac8 41.Txe6 Tg8 42.Tg6 Tc7 43.De6 Te8 44.Dxc4 1–0.

SOBRE EL CHECOSLOVACO VIKTOR LAZNICKA

Posición después de 34. T3d2 Dc6? Observe la posición del rey negro en relación su dama. Partida entre Alexei Shírov y el checo Laznicka. Se continuó con 35. Cg6 Te8. Y Shirov remata con brillantez.

2. La cantidad de imágenes que tomamos diaria-mente con dispositivos móviles o cámaras fo-tográficas ha generado una preocupación teó-

rica sobre la forma en que las archivamos. Este es un libro de la investigadora de foto-grafía, curadora y cineasta Ariella Azoulay (Tel Aviv, 1962), quien escribe sobre el papel de la fotografía hoy, en especial de su papel político. Abre con el ensayo “Archivo”, en donde propone que la información, especí-

ficamente la visual, debe estar al alcance de todos para su análisis. Azoulay relaciona el papel de la fotografía y la forma de archivar la información con conceptos como ciudada-nía y soberanía, donde los sujetos retratados forman parte de una esfera cívica. También dice que es importante analizar las imáge-nes no sólo por la historia que cuentan, sino por la forma en que son capturadas, ya que “ninguna imagen puede existir fuera del pla-no estético”. Este título es parte de una larga investigación de la autora sobre el tema.

— sAndrA sánchez

Llámalo talentoRESEÑA LITERARIA CARPENTER/LETHEM

TÍTULO: Historia potencial y otros ensayos

AUTOR: Ariella Azoulay

Editorial: Taller de Ediciones Económicas, t—e—e o r í a, México, 2014; 128 pp.

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8: EXPRESIONES DOmINgO 18 DE OctubRE DE 2015 : EXcELSIOR