García Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participación

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  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    1/10

    Lademocracia

    ensusextos

    Rafael

    el

    Aguila

    Jos

    ntonio

    eGabriel

    Elena arcauitin

    ngel

    ivero

    Fernando

    altespn

  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    2/10

    Primeraedicin: 1998

    Tercera mpresin: 2007

    Reservadosodos os

    derechos. l contenido e

    esta

    obra

    est

    protegidopor

    a Ley,

    que

    establece enas

    e

    prisiny/o

    multas,

    adems e ascorrespondienesndemnizaciones

    or

    daos

    perjuicios. ara

    quienes

    eprodujeren, lagiaren,

    deistribuyeren comunicaren

    blicamente,

    n

    odo

    o en

    parte,

    una

    obra

    iteraria,artstica

    o cientfica,o

    su ransfor-

    macin, nterpretacrn ejecucin

    rtstica

    ijada

    en cualquier

    ipo de

    soporte comunicada ravs

    e cualquier

    me-

    dio, sin la

    perceptiva

    autorizacin

    I

    Introduccin eneral,.[

    Primera

    arte

    Textos

    lsicos

    l.

    Los

    preclrsores

    e

    h

    ,a t

    clelAgutlct

    1. Introduccin

    ....---

  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    3/10

    t

    3 l discurso liberal

    democracia y representacin

    Elena

    Garcia Guitin

    1 Introduccin

    La idea moderna de

    democracia

    es muy difere nte

    de la

    que existi

    en la anti-

    gu Greciay que haperdurado en el tiempo convertida en modelo ideal. Has-

    ta el

    punto de que

    algunos autores

    piensan que habra sido ms acertado utili-

    zar un nombre distinto para referirse a la nueva concepcin del gobierno

    popular en el contexto de

    las

    sociedades modernas. Pero, sea con intencin de

    compartir cierta aura

    de

    legitimidaddel ideal griego o simplemente producto

    casual del desarrollo

    histrico,

    se ha mantenido la denominacin democra-

    cia,

    y

    no especificar a cul de ellas,

    la

    antigua o

    la

    moderna, nos

    referimos

    genera muchas confusione s e insatsfacciones. Por ello hay que insistir en que

    cuando

    hablamos de

    la

    extensin de las democracias en las sociedades mo -

    dernas el

    concepto

    que manejamos

    es el articulado

    por la

    tradicin liberal

    de -

    mocrtica. En este sentido, Sartori 1988) comenta cmo la experiencia

    de

    las

    democracias antiguas

    fue

    relativamente

    breve

    y

    tuvo

    un recorrido-degene

    rativo ...Durante milenios el rgimen poltico ptimo se denomin repbli

    ca res publica,

    cosa de todos y no democracia. Kant repeta una opinin

    comn cuando es criba, en 1795, que la democracia es necesariamente un

    despotismo;

    y los padres constit uyentes de Jos Estados Unidos eran de la mis-

    m a

    opinin. En El Federalista se habla siempre

    de

    repbica representati

    VID> y

    nunca de

    democracia

    salvo para

    condenarla .

    Incluso la Revolucin

    francesa

    se refiere al ideal republicano, y slo Robespierre en 1794 utiliz

    la democracia en sentido elogioso, asegurando as la mala reputacin

    de

    la

    s-

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    Elena

    Garda

    Guitin

    palabra durante otro medio siglo.

    Cmo es que

    de un plumazo, a

    partir

    de la

    mitad del siglo XIX en adelante, la palabra adquier e un nuevo auge y poco a

    poco adopta

    un

    significado elogioso?

    La

    respuesta v r mos es que la

    democracia de los modernos, la democracia

    que

    practicamos hoy,

    ya

    no es

    la de los antiguos. Hoy la democracia es una abreviacin que significa li-

    beral-democracia

    Lo que debe

    quedar

    claro, por tanto ,

    es que la

    idea moderna

    de

    democracia

    se construye a partir de los presupuestos tericos del liberalismo democrt i

    co; de ah la importancia{}e distinguir

    los

    ele l1entos esenciales

    de

    esta

    tradi

    cin. Pero antes

    de

    comenzar nuestra

    descripcil de

    los autores

    que

    contribu

    yen a darle cont enido, debemos detenernos

    un

    momento para

    comentar

    las dos

    formas posi bles de abordar el tema que estamos tratando.

    La

    democracia mo

    derna es un n uevo concepto con

    caractersticas

    propias o es una adaptacin

    del concepto de democra cia clsico

    realizada

    a part ir de

    la

    asuncin

    de

    los pre

    supuestos

    liberales?

    Muchos autores

    son

    ambivalentes en

    esta

    cuestin, y

    mientras por un lado defienden que la democracia moderna no tiene nada que

    ver con la anti gua, por otro destacan que

    es

    produc to de la unin

    de

    elementos

    liberales (gobierno representativo) y democrticos (participacin ciudadana)

    de dificil ajust e, que pueden inc1uso generar exigencias contradictorias . Estas

    dos afirmaciones, sin embargo, no parecen ser muy compatibles.

    La

    primera

    presupone una

    visin

    de la democracia que incorpora

    en

    su

    esencia

    el ncleo

    de valores liberal es y

    la

    forma de

    gobierno

    representativo. Es deci r,

    desde

    esta

    perspectiva

    la democracia

    moderna

    surgira

    de la tradicin del li beral ismo po

    ltico; de ah

    que no

    tenga mucho

    sentido

    plantear

    al

    mismo tiempo que en ella

    el elemento liberal y el demOCrtico estn en conflicto.

    Lo

    liberal seria indesli

    gable de lo democrtico, y la verdadera oposicin se daria entr e la democra

    cia moderna y

    la

    de los antiguos. La segunda afirmacin, por el contr ario, su

    pone entender la democracia moderna como una versin

    democratizada

    del

    liberalismo. La democracia seria

    algo

    diferente

    e independiente lgicamente

    de lo liberal, y slo

    enel

    momento de su unin, simbolizada

    por

    la extensin

    generalizada del s ufragi o, podramos

    hablar

    de liberalismo democr tic o, una

    versin moderna entre otras de la idea de democracia.

    Dependiendo de cual sea nuestro punto de partida, valoraremos de un

    modo muy distint o la relacin de la tradicin liberal con la democr acia, lo que

    tambin repercute en

    el

    objeto de nuestro trabaj o. Desdeel

    primer

    enfoque,

    para entender la democracia

    moderna

    debemos

    estudiar a los

    liberales

    que

    meron forma a

    su

    verdadero contenido: el gobierno representativo popular.

    Desde el segu ndo en foque, como hace Macpherson (1991), tendramos que

    comenzar a

    partir de la

    segunda

    mitad

    del siglo XIX, poca

    en

    la que los teri

    cos liberales asumen la necesidad

    de

    extender el sufragio. Pero esta cuestin

    es algo ms que un problema cronolgico o de tradiciones en el fondo lo que

    nos encontramos son dos concepciones diferentes de la democracia moder

    na: la que considera

    que

    su nc1eo

    esencial es

    la participacin

    poltica

    y el

    ejercicio del

    poder

    de amplios

    sectores

    sociales y la que lo concibe como

    un

    -n6

    3

    El discurso

    liberal: democracia

    y

    representacin

    entramado

    normativo

    e institucional

    por medio

    del cual el

    poder

    limitado se

    delega a

    determinados

    agentes

    para que lo

    ejerzan de forma

    controlada.

    Para poder formamo s un mejor juicio sobre este tema, el

    criterio

    expositi

    vo

    elegido es

    la

    descripcin de la tradicin liberal desde

    la

    perspectiva de la

    progresiva enunciacin de los elementos que confonnan la base de lo que hoy

    conocemos

    por

    democracia.

    1.1 Primero,

    el

    liberalismo

    El ncleo del liberalismo democrtico

    lo

    componen sus elementos libera

    les, e histri cament e su implantacin en los Estados occidentale s no est co

    nectada con los elementos democrticos clsicos. De hecho, los primeros

    autores libera les fueron reacios a

    incluir en

    sus planteamientos

    la

    exigencia de

    alguna forma

    de

    participacin popular .

    Veamos

    cules son sus presupue stos.

    Nonnalmente se suele acudir a Hobbes para comenzar a describir los ele

    mentos dellberalismo. Es cierto

    que sus

    premisas bsicas (individualismo,

    concepcin de

    la

    poltica como

    actividad

    instrumental,

    legitimacin

    del

    po .

    der basada en el consentimiento) y sus recomendaciones al monarca para que

    ejerza el poder dentro de ciertos lmites son elementos propios delliberalis

    mo. Mas su

    defensa

    ftnal del poder absoluto del soberano le aleja radicalmen

    te

    delliberalsmo

    poltico, pues,

    como veremos

    a continuacin,

    ste

    no slo

    exige

    la

    existencia de facto de derechos individuales o

    la

    ausencia de inter

    vencin en

    la

    esfera privada, sino que es ante todo

    un sistema

    de limitacin

    y control del poder. En este sentido,

    frente

    a lo que opinan

    algunos,

    no cabra

    concebir

    la existencia

    de un dspota

    liberal.

    Nuestra descripcindel liberalismo poltico, por tanto,

    debe

    partir del

    momento en el

    que

    Locke (1632-1704) enuncia sus premisas bsicas: exigen

    cia de

    control del

    poder y respeto a los derechos naturales de los individuos.

    o

    que hay

    que

    destacar de su

    teoria es la

    afinnacin de

    que

    toda autoridad

    legitima

    surge

    del consentimiento del

    pueblo,

    que el poder supremo es el le

    gislativo y que existen lmitesasu ejercicio: los establecidos por la ley natural

    y la exigencia de que se gobierne conforme a la ley, teniendo siempre en

    cuenta el bien comn (vase el texto 2.1 .

    En la

    obra

    de Locke, en

    particular en su

    trabajo poltico fundamental: el

    egundo

    ensayo

    sobre el gobierno civil se encuentran

    gran

    parte

    de los ele

    mentos que componen el ncleo del liberalismo. Aunque recoge muchos de

    los

    presupuestos

    y categoras analticas presentes en Hobbes: visin instru

    mental del

    gobierno

    y de

    la

    poltica,

    el

    consentimiento

    popular

    como fuente

    ltima de legitimacin ... su objetivo principal es la crtica de lo que aqul

    acab defendiendo:

    la

    monruqua absoluta. Para Loclre,

    todo

    gobierno legiti

    mo tiene su origen en el consentimiento

    del

    pueblo, se ejerce

    por

    delegacin y

    est somet ido a restricciones. Esta s ltimas serian: el respeto

    de

    los derechos

    naturales, el gobierno mediante leyes y dirigido a lograr el bien comn y la

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    Elena Garda Guitin

    proteccin de la propiedad. Desde esta perspectiva,

    la

    forma de gobierno ele

    gida entre las diferentes opciones (la democracia, la oligarqua o la monar

    ;1

    1I

    qua)

    no

    es tan importante.

    o

    fundamental es que

    asuma

    dichas restriccio

    l

    nes. Por ello el

    Segundo

    ens yo resulta algo ambiguo respecto a cul

    es la

    mejor

    forma de gobierno. A diferencia de otros liberale s posteriores,

    Locke

    realiza

    una

    serie de

    consideraciones

    tericas bsicas

    sin

    desarrollar los aspec

    i

    tos institucionales del

    gobierno.

    As, aunque en esta

    obra

    aparecen comenta

    rios dispersos que muestran su clara preferencia

    por

    aquellas fonnas en

    las

    que e l poder legislativo

    est

    en

    manos de cuerpos colectivos, pues su existen

    1

    cia es necesaria para que la comunidad poltica se considere bien ordenada,

    y

    plantea

    la divisin

    de poderes

    (entre legislativo y ejecutivo)

    I justificada

    como

    medio para evitar el abuso

    de

    poder, no

    articula un

    modelo concreto.

    Sus principios bsicos

    pueden

    ser asumidos por las dife rentes formas de go-

    bierno , cuya legitimacin

    depende,

    precisamente,

    de esa

    incorporacin. Tam

    bin

    es poco preciso

    en

    relacin

    con la

    articulacin de l consenso de los ciuda

    danos: quines son los

    ciudadanos

    que eligen la

    forma de

    gobierno y que en

    algunos casos son los encargados de designar a los representantes en las

    asambleas? Esta

    indeterminacin

    unida a la ausencia

    de

    comentarios peyora

    tivos sobre la democracia

    permiten

    sin duda una interp retacin moderna y

    de-

    mocr tica de su teora, pero

    tambin

    otra menos amab le. Es la ofrecida, entre

    otros,

    por

    C.

    B

    Macpherson

    (1971)

    a partir de

    afirmaciones

    obtenidas de

    en-

    sayos menos conocidos

    de

    Locke

    y

    situndolo contextualmente y de la

    que

    resulta una excelente,

    aunque

    no menos cuestionable, interpretacin critica

    de

    su

    planteamiento que muestra los presupuestos ocultos sobre los que cons

    truye

    su

    teora, los cuales

    nos

    dan una imagen bastante distinta de la posicin

    de este autor. La soberana

    popular,

    por ejemplo,

    tendra

    un carcter simbli

    co que en la prctica se delega en el monarca y en asambleas hereditarias

    y

    electivas. Pero tambin

    quedara

    matizada

    la

    supuesta igualdad de los

    hom-

    bres en

    funcin de su

    propiedad,

    entendida en el

    sentido

    restringido de tenen

    cia de bienes2. Esta visin

    es

    la que hace que los

    autores

    que comentan

    la

    tra

    dicin del liberalismo

    democrtico

    expresen sus

    reparos

    a la inclusin de

    Locke, considerndolo reacio a la democracia. Pero,

    qu

    democracia? La

    democracia a la que se

    refiere con

    un propsito descript ivo en su nsayo

    es

    el

    modelo

    antiguo, aquella forma de gobierno en la

    que la

    mayora legisla di

    rectamente y las leyes son ejecutadas por funcionarios, y ciertarnente .. ni

    la

    alaba ni la critica. Pero

    tampoco

    la asume como suya,

    pues

    sus preferencs

    se

    inclinan hacia un gobierno representativo en el

    que

    la asamblea ostenta

    la

    soberana con el rey. Esto hace que quepa concluir razonablemente,

    como

    seala

    por

    ejemplo Corea ran (.1985), que las ideas del contrato social y

    la

    sobe

    rana popular en la tradicin liberal

    no

    suponan ms

    que

    la idea de que el poder

    reside implcitamente en el

    pueblo,

    pero

    no

    que ste gobierna

    de

    formaa.ctiva.

    Las dudas sobre el

    carcter

    democrtico de Locke

    no

    afectan a su esencia

    liberal. Nadie niega que es

    el

    que establece los principios bsicos dellberalis

    mo. Pero si, como hemos

    indicado,

    stos a su vez con for man el ncleo del libe

    3. El discurso Liberal: democracia

    y

    representacii)n

    ralismo democrtico y por tanto, del concepto moderno de democracia, queda-

    ra

    muy atenuada la visin antidemocrtica de Locke. Desde esta perspectiva,

    el contraste radical no se

    da

    entre

    las

    tradiciones libera l y democrtica, entr e los

    liberales y los demcrata-liberales, sino entre la democracia antigua y la moder-

    na: entre

    la

    participacin directa

    de los

    ciudadanos

    en

    el gobierno y el

    gobierno

    representativo. Pero

    todava

    en

    Locke

    no

    encontramos este depate,

    ni cabe in-

    terpretar que articule el concepto moderno de gobierno representativo

    (cuando

    se

    refiere a ello ms

    bien

    parece utilizar

    el

    concepto de representacin

    medie-

    val). En su obra el problerna central es la lucha

    contra

    el absolutismo. Por

    tanto,

    en

    ella

    se

    enfatiza la

    necesidad

    de establecer defensas frente

    al poder dejndose

    de lado la discusin sobre la mjor founa

    de

    gobierno. Y precisamente esta lti-

    ma

    es

    la cuestin princ pal a la que

    los

    autores libe rales posteriores se

    enfrenta-

    rn, una

    vez

    asumidos

    de forma

    incuestionable esos principios bsicos.

    1.2 La libertad de los modernos frente a la de los antiguos

    El siglo XIX marca el punto de inflexinpara

    la

    nueva concepcin

    de la

    demo-

    cracia.

    Pero

    el origen

    de este

    cambio se remonta a

    la

    discusin suscitada a

    me-

    diado s del siglo XVII[ sobre la posibilidad de aplicar a las sociedades de esa

    poca

    los valores y las

    formas

    de organizacin poltica antiguas. Este debate

    enfrenta a los autores

    liberales

    y a aquellos que adoptaban posturas

    ms

    radica-

    les, inspiradas en

    modelos

    idealizados de las antiguas repblicas, para los

    cuales Rousseau se

    convierte

    en punto de referencia. As, el desarrollo de

    los

    principios del

    liberalismo

    surgir en

    gran medida

    de l a revisin de

    las

    teo-

    ras

    clsicas para adaptarlas a las

    nuevas

    realidades polticas y sociales, pero

    que

    en la prctica

    supondrn

    su transformacin radical. Los autores

    liberales

    reconocen la necesidad de que

    el

    pueblo desempee un cierto papel en el go -

    bierno

    para evitar la

    tirana,

    pero son conscientes

    no

    slo de

    la imposibilidad

    fctica

    de que

    participe directamente, sino de los peligros que eso

    entraarla,

    confirmados por los testimonios

    de

    la experiencia real de las democracias anti-

    guas. Proceden, por tanto, a la revisin de las premi sas clsicas, de la que sm-gi

    rn

    di ferentes propuestas

    sobre la

    mejor fonna

    de gob

    ierno, aunque todas

    ellas

    incorporarn como

    ncleo

    bsico la defensa

    de la

    libe rtad individualmoderna

    y del gobierno representativo .

    De nuevo, uno de los problemas con el que

    nos

    encontramospara valorar

    estas propuestas es la arbitrariedad de las denominaciones utilizadas. Mien-

    tras

    que algunos

    autores

    reivindicaban la denominacin democracia

    (que

    es

    la

    que triunfa

    finalmente),

    otros (la mayora) defendan la

    de

    repblica,

    por lo que es

    el contenido el

    que resulta deter minant e pa ra valorar

    dichas

    pro-

    puestas.

    Despus de Locke,

    uno

    de los tericos ms influyentes

    en

    la

    articulacin

    del

    modelo liberal

    fue

    Montesquieu (1689-1755) (vase

    el

    texto

    2.2), que

    consagra

    y

    redefine la

    idea

    de

    la

    divisin de

    poderes

    y comienza la

    revisin

  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    6/10

    Elena Garda Guitin

    de la tradicin republicana para adaptarla a la situacin existente en la Francia

    prerrevolucionaria. Sin embargo, el modelo resultante ser ms

    liberal

    que

    republicano 3.

    Montesquieu

    es

    consciente de que la repblica virtuosa es un anacronismo

    poltico y no puede seguir constituyendo

    un

    ideal para el mundo moderno. En

    realidad, las pe queas repblicas, ms igualitarias por ser ms pobres y con

    unos valores c vicos que controlaban la persecucin sin freno de los bienes pri

    vados, no tenan apenas que ver con los extensos modernos Estados centraliza

    dos y con las ricas sociedades comerciales en las que guiarse por los intereses

    particulares era la no rma general. Partiendo

    de

    la aceptacin

    de estos

    hechos,

    Montesquieu

    busca su

    inspiracin en l a Ingla terra

    de

    su tiempo, proponiendo

    un modelo que mantiene algunos elementos republicanos, pero superp uestos y

    subordinados a un modelo liberal con una forma de gobierno preferentemente

    monrquica. Pe ro lo que tuvo ms influencia en el liberalismo posterior es la

    importancia que atribuye a los arreglos institucionales (ingeniera constitucio

    nal) para const ruir

    un

    sistema que establezca lmites a la accin del

    Estado

    y ga

    rantice la proteccin de los derechos bsi cos de los individuos. Y

    como

    uno

    de

    esos arreglos institucionales imprescindibles aparece la divisin de pode res (ex

    presin de la antigua idea de gobierno mix to), garanta de la representacin de

    los intereses de los diferentes estratos sociales y que, a la vez, supone un con

    trol del poder a travs del sistema de controles y equilibrios que incorpora.

    Este planteamiento, nfasis en los aspectos institucionales y critica a

    la

    rei

    vindicacin de lo s modelos clsicos, tendr

    su

    continuidad en los

    autores

    libe

    rales posteriores, entre los que destacan Madison y Constant, cada

    uno

    desde

    sus respectivas realidades. Los dos se enfren tan a la polmica sobre

    la

    demo

    cracia desde la reflexin posterior a dos sucesos que cambiaron rad icalment e

    la visin poltica occidental: las revoluciones norteamericana y francesa res

    pectivamente. En ambos casos no nos hallamos ante teoras reac tivas (intento

    de control del poder absoluto, sea cual sea) sino ante construcciones teri

    cas de lo que debera ser un rgimen

    popular

    en las sociedades

    modernas,

    que

    inevitablemente debe incorporar el ncleo

    de

    principios bsicos liberale s.

    En el periodo posterior a la independencia de

    Gran

    Bretaa, con

    la

    excep

    cin de Pensilvania, los estados de

    Amrica

    del Norte se organiz aron confor

    me a versiones ms o menos similares del modelo de constitucin republica

    na y

    se

    unieron

    en

    una confederacin. El punto de partida comn

    era

    la

    reivindicacin

    del

    gobierno popular,

    que

    se

    ve

    representado

    en una de

    las c

    maras que componen el gobierno mixto. Pero son Los Federalistas los que

    realizan

    la

    defensa teri ca del nuevo

    modelo

    republicano en

    el

    debate sobre la

    constitucin federal que tuvo lugar entre 1787 y 1788. La discusin poltica

    que se suscit

    tiene un

    inters fundamental porque se centra

    en

    determinar-

    cul es la mejor forma de gobierno popular (gobierno de los muchos) y se

    convierte en el rechazo de la democracia antigua (democracia pura) y la con

    siguiente

    defensa de un

    sistema de

    gobierno

    representativo

    que incorpora

    los

    principios liberales a veces llamado repb lica; otras, democracia).

    3. El discurso liberal: democracia y representacin

    En

    este contexto escribe James Madison (1751-1836)

    su

    conocido artcu

    lo,

    El Federalista

    n.o en el que

    aborda

    el problema bsico

    de

    los gobiernos

    populares: el peligro del gobierno de la mayora. Pero para describir adecua

    damente

    su

    planteamient o, hay que

    decir que

    este autor es

    ante todo

    un liberal

    que, inspirado

    en

    Montesquieu, incorpora algunos de los principios republi

    canos,

    aunque

    en

    el

    conjunto final quedan bastante desdibujados

    4.

    Cuando se

    plantea

    la forma que

    debe adoptar el

    gobierno

    popular,

    como ya hemos

    ade

    lantado, parte del rechazo total de lo

    que

    denomina las democracias puras.

    Al razonamiento ya conocido basado en las diferencias

    insalvables

    de tama

    o, complejida d y extensin, une la conviccinde que tampoco son deseables

    en las condiciones modernas. Por

    su

    inestabilidad e intolerancia, al conside

    rarlas

    gobernadas por

    las pasiones

    de la

    mayora sin que

    exista

    ninguna ga

    ranta de los derechos individuales, las democracias antiguas resultan total

    mente inadecuadas como modelo organizativo. El objetivo

    de

    los estados

    modernos es

    articular

    el diseo instituc ional de un gobierno

    popular

    que per

    mita el control del poder y la salvaguarda de los derechos individuales en

    territorios extensos. Y como hemos comentado, el problema fundamental,

    que se convirte

    en la

    pesadilla liberal y

    justifica

    su recelo

    ante la

    extensin de

    la participacin, es la existencia y consiguiente amenaza para

    la

    estabilidad

    poltica

    de

    las facciones, sobre todo de

    una

    faccin mayoritaria. Pero al ser

    algo inevitable,

    lo que

    hay que intent ar

    es

    controlar sus

    efectos.

    La solucin

    vendr dada, por una lado, por el gobierno representativo, que reduce los ries

    gos de las

    democracias

    puras al

    introducir

    l

    filtro de un

    cuerpo

    de

    represen

    tantes que son los ms competentes para articular lasdemandas populares te

    niendo en

    cuenta

    los verdaderos intereses del pas. El que sean elegidos y

    responsables

    disminuye

    a la vez las posibilidades de que los

    gobernantes

    abu

    sen del poder o persigan nicamente sus intereses particulares. Otra de las ga

    rantas la proporciona la estructura federa l, que supone otra forma, junto a la

    clsica ( ejecutivo, legislativo, judicial ), tambin reivindicada, de divisin del

    poder

    como mecanismo de

    control. Adems, la amplitud de

    la

    extensin terri

    torial ocupada por los estados, en lugar de ser un obstculo para

    la

    democra

    cia, contribuye a sta

    al

    constituir un cuerpo plural con

    intereses

    variados en

    el que es dific il

    que

    se formen esas temidas mayoras opresoras .

    Con este

    diseo

    institucional, en palabras de M. Diamond (1987), Pu

    blius

    5

    afirma

    haber

    sanado los

    hasta entonces

    males incurables del gobierno

    popular,

    permaneciendo

    perfectamente consistente

    con

    el

    principio

    de go

    bierno popular,

    que

    deposita la

    soberana en

    los muchos.

    Para completar nuestra descripcin

    del

    modelo represen tativo a partir del

    cual se desarroll el sistema poltico norteamericano, es interesante mencio

    nar

    la distincin que

    realiza

    G. S.

    Wood (1995) entre

    representacin

    virtual

    y representacin real. La repblica representativa de Los Federalistas es una

    concepcin del gobie rno elitista. Los ldere s elegidosno representan a los ciu

    dadanos, sino que son aquellos que por su especial virtud y conoci mien to van

    a tomar las

    decisiones

    ms adecuadas

    para

    lograr el bien

    comn. Sin

    embargo,

  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    7/10

    ElenaGarciaGuitin

    como seala

    dichoautor,

    en

    laigualitaristasociedad

    norteamericana

    estecon

    ceptode

    la

    representacinpronto

    fue

    superadoydiolugarala concepcinque

    estpresente en todaslassociedades democrticasmodernas: larepresenta

    cin como representacin

    de

    intereses.

    En

    unasociedad

    comp

    lejaenla

    que

    existeuna

    gran

    pluralidady variedad, losrepresentantes son aquellasperso

    nascon lasquecompartimosinteresesyquevanahacerlos valer polticamen

    te.

    Para lograr

    unaadecuadarepresentacin,portanto,no se necesitauna

    cua-

    lificacin

    especial,nipara

    elegir

    ni paraserelegido,

    pero s se

    requiereque

    todos puedan votar.

    La poltica se

    convierteenlacompetencia

    de

    intereses,

    concepcin

    asumida

    de forma

    generalizada en

    las

    democracias

    actuales.

    Mientras

    en

    losEstados

    Unidos

    triunfabaelgobierno popular represen

    tativoyen Inglaterraseconsolidaba elmodelomixto(representativo,pero

    no

    popular) por elqueLockemanifestaba suspreferencias,tiene lugarunhecho

    i

    histricorelevanteque afectar al devenirde la

    tradicin

    liberal:laRevolu

    cin francesa.Yparaevaluarsu repercusinenlas

    posturas

    liberalesnosre

    1

    feriremosal trabajodeBenjamin

    Constant

    (1767-1830),uno de susrepresen

    3

    tantesdestacados.

    Su pensamientosedesarrolla,en primerlugar, como reaccin alosinten

    tos

    de

    entronqueconlasrepblicas antiguasdelasteorasypropuestasdelos

    revolucionarios,particulannente laversinrousseauniana.

    El

    idealdelade

    mocracia directaodemocraciapura fueutilizadocomo mito duranteelpero

    :1

    do revolucionarioy comoseala B.Fontana(1995),tuvogran influencia

    en

    el

    i

    imaginariopopularcon

    su exaltacin de

    la

    participacin

    ciudadana,

    ladedica

    cin ala defensadelarepblicaylos valoresdelhonor,

    patriotismo

    yvirtud.

    La democracia

    jacobina

    lleg aconsiderarseincluso

    su

    plasmacin

    real

    en

    el

    mundo

    moderno.Pero uno de losefectosde esa encamacin

    es

    que

    los excesosdeljacobinismo sirvieroncomo

    prueba

    que conflIlllaba

    lo

    quemuchos autoreshaban

    adelantado:

    laindeseabilidad

    de

    la democraciadi

    rectaen lassociedadesmodernas. De estemodo,el rgimen

    que

    sigueala

    cada de losjacobinosdesde

    un principio se

    organiza

    como

    un sistemarepre

    sentativo.Apartirdeestoshechos, lasdiscusionestericas se centrarnen la

    amplacinorestriccindelsufragio dentrodelmarcoofrecido

    por

    elmodelo

    de

    gobierno representativo.Y

    sobre

    esta basese

    construyen

    lasdemocracias

    actuales.Sin embargo,no

    debemos

    olvidarque el

    modelo

    de democracia

    puraha llegadohastanuestrosdas como idealaalcanzar,yes utilizadopor

    algunos

    de

    loscrticosdela

    democracia

    moderna,

    entendida

    ya

    COmo

    demo

    craciarepresentativa.

    Volviendoanuestradescripcin

    de

    latradicinliberal,

    hay

    quedestacar

    que,trasel torbellinorevolucionario,unadelasprimerasnecesidadesdelos

    tericospolticosfuelaredefinicin de ciertosconceptos.Por ello,

    en

    sucele

    brrimo

    ensayoDelalibertadde

    los

    antiguoscomparada

    con

    ladelosmoder

    nOSH

    Constant

    plantealaincongruenciadeintentaraplicar

    los

    modelosclsi

    cosalassociedadesmodernas,utilizando razonesyaconocidas: inadecuacin,

    impracticabilidad..Pero esta vez el argumentodeterminante loconstituyela

    aIi22

    3.

    El

    discurso

    LiberaL: democracia y

    representacin

    afirmacin dequeen lassociedadesmodernaselvalor fundamentaleslaliber

    tad,que tiene

    un

    significadodistintodelquele

    otorgaban los

    antiguos.Se

    trata

    de reivindicarlalibertadindividual frentealalibertad

    poltica

    departicipacin

    en los

    asuntoscolectivos. Lo importanteesquelos

    ciudadanos

    puedandisfru

    tar

    en paz de suprivacidadsin que existainterferenciapor parte delEstado,yla

    participacin

    poltica,ncleo delconceptodelibertad

    de

    losantiguos,se

    con-

    vierte

    en

    algosecundario, aunque noporelloirrelevante.Apartirdeestaidea,

    elobjetivo polticofundamentalserconseguirla proteccin deunmbito

    de

    loprivado enelquelos

    individuos

    desarrollensuautonoma yconsigan

    su

    au

    torrealizacin

    siguiendo

    sus propios

    intereses,

    que

    se correspondecon la exi

    gencia

    dequeelpoderpoltico est limitadoycontrolado. Paralograrlo,si-

    guiendo aMontesquieu,Constant adoptaruna

    perspectiva

    pragmtica

    que

    le

    har

    insistiren

    la

    importanciade losarreglosconstitucionales.

    Esta concepcinrepresenta elcontenido

    bsico del

    liberalismopoltico,

    que en

    palabrasdeG. Sartori 1992) seralateora ypraxis de laproteccin

    jurdica, pormediodel

    Estado

    constitucional,de la libertad individual.De

    nuevo

    el modeloorganizatvopropuestoser

    la

    repblica representativa:

    El

    sistema representativo

    es

    una procuracin

    dada

    aun cierto nmerodehom-

    bres por lamasadelpueblo que quierequesus intereses sean defendidos,y

    que, sin embargo,no

    tiene

    siempre eltiemponila posibilidad dedefenderlos

    por s mismo.Quinesson los representantesyquines los eligen?Aunque

    todos los ciudadanosson iguales antelaleycomo miembros delacomunidad

    poltica

    sloseles

    permite

    su

    ejercicioactivo

    elegir

    y

    ser

    elegidos)si

    su po-

    sicin

    en elsistemaeconmico garantizasucomprensin de losasuntosp-

    blicos ysu apegoalapropiedad. Porquelafinalidad

    de

    los representanteses..

    promover losinteresesnacionales yelbienpblico. Pero

    esta

    restriccinno

    es

    indicativa

    deuna

    cerrada oposicin

    alaextensin del sufragio,sinoms

    bien

    expresin delreceloliberal antela

    participacin poltica

    delas

    clases

    ms desfavorecidasycon menos educacin.

    En elmodeloqueConstant

    nos

    ofrece,juntoalarepresentacinaparecela

    exigencia dequeexistauna divisindepoderesy tambin comomecanismo

    de

    control,

    unapoderosaopinin pblica.Estaltima

    es

    un fenmeno

    nuevo

    surgido

    con

    la invencinde la

    prensa

    yeldesarrollo de la sociedadcivil,

    que

    permitiria,

    por un lado,

    la

    contribucinaldebatepoltico

    de

    la claseintelectual

    y,por otro,laeducacinde las clasesbajas.Perohay que destacarque,unavez

    ms,

    loimportantenoes

    tanto la

    formadegobierno

    adoptada,

    quedepende

    so-

    bre

    todo delatradicin

    poltica,

    comoquesetratede un poder limitadocuya

    fuente de legitimacin

    sea la

    soberanapopulary

    que

    proteja unconjunto

    de

    derechos

    individualesque delimiten

    un

    reade

    no

    intervencindelEstado.

    Podemos

    concluir

    entoflces que

    lorelevante

    para

    latradicindellibera

    lismo democrticoque

    estamos

    describiendoes que de estaspolmicassal-

    dr reforzadalaidea

    de gobierno

    representativocomo

    el nico

    legtimoy

    de-

    seable en lassociedadesmodernas, elcual

    incorpora

    los principiosliberales

    y,a

    la

    vez,constituyeelncleo

    de

    lanuevavisin de

    la democracia

    Como se -

  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    8/10

    Elena Garca Guitin

    ala R. Dahl (1993): La democracia moderna se configura como g obierno

    representativo, que aparece para aplicar la lgica de la igualdad poltic a a la

    gran escala del estado nacional, pero a la vez altera la naturaleza misma de

    la ciudadana y del proceso democrtico.

    Pero si nos hemos referido a lo que suceda en los Estados

    Unidos

    y en

    Francia, no podemos finalizar este apartad o

    sin

    mencionar un hec ho i mpor

    tante que nos obl iga a mirar hacia Espaa.

    Durante

    el conflicto que sigui a la

    reblin contra los f ranceses en 1808, en nues tro pas se abre un peri odo pol

    tico renovador q ue tiene su expresin en l a elaboracin de la Constit ucin de

    Cdiz

    de 181;2.

    Tanto el texto constitucional

    como

    el

    discurso prelmnar

    6

    que

    1 acompaa son una plasmacin de las ideas liberales de la poca: soberana

    nacional, monarqua limitada, separacinde poderes y proclamacin de dere

    chos y libertades individuales. A pesar de su breve existencia (1812-14/

    1820-2311836-37 ,

    sirvi como inspiracin a documentos similares posterio

    res, y su proclamacin contribuy a popu larizar en toda Europa la denomin a

    cin liberal, que era el adjetivo espaol utilizado para referirse a los defen

    sores de estas ideas frente a los serviles.

    1.3 El liberalismo democrtico

    Partiendo de este ncleo de principios que conformanla visin comn liberal

    cada autor aadir elementos que pertenecen a tradiciones distintas:

    la

    repu

    blicana, la democrac ia radicaL, por lo que tampoco resulta fcil hablar de

    una nica teora liberal democrtica. Pero las dos amplias tendencias que se

    suelen diferenciar dentro del liberalismo democrtico son las que conciben la

    democracia como proteccin y la democra cia como desarrollo. Esta distin

    cin, parece que

    ya

    convertida en acadmica, separa a aquellos a utore s que

    defienden la participac in popular como derivaci n instrumental de los prin

    cipios liberales de los que la consideran

    un

    element o moral autnomo.

    1.3.1

    La

    democracia como proteccin

    Como seala

    D. Held

    (1993), desde un

    principio

    los liberales exp resaro n la

    necesidad de establecer lmites al poder pol tico legalmente sancionado, pero

    ninguno desarroll su conclusin lgica:

    la

    proteccin de la libertad indivi

    dual requiere ig ualda d poltica (formal) para proteger sus intereses, que es

    la que da lugar a la democracia protectora. Sin embargo, hemos mostrado la

    progresiva constat acin dentro de la tradicin liberal de la importancia de

    la intervencin popula r como proteccin fre nte a l uso desptico delpoderpo-

    ltico. En este sentido, hemos visto cmoMadison consideraba que el princi

    pal problema

    de

    los gobiernos era la

    existencia

    de facciones y

    cmo,

    para

    controlar sus efectos y evitar todo tipo de tirana (incluida la dela mayora),

    -u4

    3.

    l

    discurso libera l: democracia y representacin

    defenda la partici pacin popular identifi cada con la existenciade un cuerpo

    electoral extenso

    que

    puede cambiar a sus representantes.

    Otros autores, como J. Bentham

    (1748-1832)

    Y

    J.

    MilI (1773-1836), 1

    enfocarn

    desde

    otra perspectiva tambin instrumental: slo el gobierno

    democrtico permite que las decisiones polt icas sean verdadero refl ejo de los

    intereses individual es (pues los polticos tien den a seguir sus prop ios intere

    ses). La nica forma de impedir el abuso de poder por parte del gobierno es

    hacer que la mayora pueda revocar

    con

    frecuencia a los

    gobernantes,

    que

    tienden inevitabl emente a gobernarsegn

    su

    inters y a corromper se. Aun

    que la lgica de

    esta

    idea conduce necesari amente a la univers alizacin del

    sufragio, estos autores, sin embargo, defendieron restricciones a este derecho.

    Por ello, puede ser ilustrativo reflejar

    aqu los

    comentarios de

    C

    B Macpher

    son (1991) referi dos al liberalismo democrtic o: El modelo de democracia

    liberal no result posible hasta que los tericos l principio unos cuantos, y

    despus la mayora de los tericosliberales- encontraron motivos para creer

    que la norma de

    "un

    hombre, un voto" no sera peligrosa para la pr opiedad ni

    parael manteni miento de la sociedad

    dividida

    en clases.

    1.3.2

    la

    democracia como desarrollo

    Adems de ser

    algo

    instrumental, algu nos pensadores consideran que la par

    ticipacin p oltic a

    en

    instituciones democrticas contribuye

    al

    desarroll o mo

    ral y social de los ciudadanos, que se

    vuelven

    ms activos e i nstru idos (mejo

    res moralmente). Desde esta perspectiva, como seala D. Held (1993), se

    valora la

    democracia

    como medio necesario para que la humanidad mejore,

    para conseguir una sociedad ms libre y

    ms

    igual que permita el desarrollo

    de la person alidad de todos los individuos. Esta visin posibilitaun tipo de

    democracia liberal ms radical, que no slo exige la extensin del derecho al

    sufragio sino

    que tambin abre

    el

    camino a la participacin ms all de la

    eleccin de representant es.

    En

    muchos

    autores liberales,

    sobre

    todo de la tradicin continental

    (por ejemplo

    Constant

    o Tocqueville),

    podemos

    encontrar ms o meno s rei

    vindicada esta funci n de la participacin, pero que se ve atenuad a

    en

    sus es

    critos por la preponderancia de la

    funcin

    protectora. As, a

    Constant

    este

    nfasis protect or l e conducir a la

    defensa

    del sufragio restringido, dejando a

    unos pocos (propi etarios) las posibilidades de excelenciapersonal que per

    mite la participacin poltica. A Alexi s

    de

    Tocqueville (180 5-1859 ) (vase

    el texto 2.5) tambin le llevar a resalta r los aspectos protectores de la parti

    cipacin frente a

    su

    contribucin a la

    creacin

    de ciudadanos mejores y

    ms

    sabios, idea

    que est

    presente en su

    obra. Para

    l, la participacin ciudadana

    en una sociedad democrtica como la norteamericana se convierte en instru

    mento fundamental para evitar el despoti smo generado por la crecie nte buro

    cratizacin, que florece en un medio en el que los ciudadanos se han retirado

  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    9/10

    Elena Garca Guitin

    de la vid a pblica. Adems,

    pero

    como algo menos relevante, Tocqueville

    afirma

    que esa intervencin

    en

    lo pblico (sobre todo

    en

    el mbito de la so

    ciedad civil) genera una dinmica transformadora

    que

    mejora a los ciudada

    nos y dirige sus intereses hacia el bien comn, lo que constituye una nueva

    versin de las ideas republicanas.

    Por ello, el representante caracterstico de la vis in de la democracia como

    desarrollo es John Stuart MilI (1806-1873), ya que

    es

    el nico que incorpora

    . e sta forma de entender la participacin en el ncleo

    de

    su teora poltica.

    Su

    de

    fensa de la democracia representativa como la mejor forma de gobierno se jus-

    tifica fundamentalmente

    en

    que es la que permite

    la

    participacin de todos

    todas), contribuyendo a hacer mejores personas.

    Sin

    embargo, en ltima ins

    tancia, su postura resulta alg o ambigua. En primer lugar, parece que no sera

    factible llevar a la prctica esa forma de gobierno en todo momento histrico,

    sino que funcionaria ms bien

    como

    modelo ideal.

    Y en

    segundo lugar, MilI no

    duda e n introducir el voto plural, reflejo de una visin bastante elitista, pues

    no slo lo considera una barrera contra la legislacin de clase (parece que re

    sultado inevitable de la extensin del sufragio),

    sino

    el medio adecuado

    de

    reforzar el peso de la visin

    de

    los intelectuales. Pero este autor polemiza so

    bre otros elementos importante s dentro del discurso liberal , por 10 que su teora

    merece una descripcin ms detallada.

    La

    obra de Mill supone

    una

    sntesis y r eelaboracin del pensamiento

    -

    beral clsico que enfatiza la necesidad de limitar el

    poder

    mediante toda

    una

    serie

    de

    mecanismos institucionales, pero, sobre

    todo,

    a travs del estableci

    miento

    de una lnea divisoria entre

    lo

    pblico (objeto

    de

    la accin del estado)

    y lo privado (esfera de libertad personal y derechos individuales) tomando

    como criterio el proporcionad o por el principio del dao the hann princi-

    pie). A este tema, la cuestin de cmo realizar el ajuste entre la independencia

    individual y la intervencin social, dedica su obra

    ms

    conocida,

    Sobre la

    li-

    bertad, en

    la que defiende

    que la

    nica razn por

    la

    cual el poder puede

    ser

    ejercido sobre un miembro de la comunidad cont ra

    su

    voluntad es evitar que

    perjudique a otro. Pero hay

    que

    resaltar que esa intervenc in no tiene que ser

    poltica. Siguiendo a Tocqueville, considera que ya no es slo preocupante el

    poder

    poltico, sino tambi n

    el

    ms difuso pero

    no menos

    amenazante

    poder

    social, que impone la tirana de la opinin pblica. De esta forma, lo privado

    pasa a ser un mbito ms restringido que el diseado por autores liberales an

    teriores

    7

    y se convierte

    en

    expresin de la independenci a personal.

    Junto a sus propuestas sobre los lmites del poder y

    la

    intervencin social

    en la vida de los individuos,

    en

    el

    gobierno representativo

    Mill aborda tam

    bin el problema de determinar la forma ms adecuada de gobierno. El punto

    de partida de su anlisis es la creencia de que un pueblo puede elegir el tipo de

    gobierno deseado, pero dentro

    de

    ciertos lmites impues tos por el grado de ci

    vilizacin en que se encuentre.

    La

    forma ideal, slo posibl e cuandose hubiera

    llegado a un alto grado de desarro llo social y personal , se ra el gobierno popu

    lar representativo, porque es el que promueve el desar roll o de ciudadanos ms

    3. l discurso liberal: democrac ia represe ntaci n

    virtuosos e inteligentes y a

    la

    vez, el

    que

    mejor utiliza esas cualidades

    para

    su

    funcionamiento eficaz. Su defensa de esta forma de gobierno, a diferencia

    de

    la realizada por autores anteriore s, est basadaen

    que

    favorece la participacin

    de los individuos contribuyendo a formar su personal idad. Y esta considera

    cin deriva directamente de

    su

    concepcin de

    los

    hombres como seres que se

    autodesarrollan siguiendo sus propios planesde vida y que son susceptibles de

    perfeccionamiento. Sin embargo, la exposicin de estas ideas introduce mu-

    chas ambigedades.

    En

    su modelo representativo, el cuerpo legislativo forma

    do por los representantes elegidos por el pueblo es el que ejerce el control en

    ltima instancia, y cohabita

    con

    un ejecutivo compuesto por

  • 8/10/2019 Garca Elena - El Discurso Liberal Democracia y Participacin

    10/10

    Elena Garca Guitin

    3 Los aspectos republicanos de su teoria se han analizado en el captulo anterior.

    4 R. W. Krouse 1985) comenta cmo al final, haciendo de la necesidad virtud, Madi

    son realiza una autntica revisin de la teora tradicional del republicanismo

    abandonando

    sus dos valores principales: la participacin comn en la vida poltica de la COmunidad y el

    fomento del espritu pblico mediante la educacin poltica.

    Para una valoracin de sus elementos republicanos vase tambin el cap tulo anterior.

    5 Seudnimo utilizado por los fuderalistas.

    6

    El discurso

    preliminar

    de la Constitucin

    de Cdiz

    es una obra colectiva

    que

    surge

    de la discusin de la comisin encargada de

    elaborar

    la Constitucin y se presenta

    sin

    fir

    ma. Pero normalmente se atribuye su paternidad a A. de Argelles por haber sido

    el

    redac

    tor principal del

    borrador

    que se discuti (que

    no parece

    haber sido modificado en profun

    didad) y adems,

    el

    encargado de leerlo ante las Cortes.

    7

    En Constant,

    por

    ejemplo, lo pblico

    era lo

    poltico, y lo privado, el

    comercio

    y las

    relaciones sociales

    y

    personales.

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    3. El discurso ti oeral; democracia

    y

    representacin

    2. Textos

    2.1 John Lock e:

    Segundo tratado sobre

    el

    gobierno dvil

    Captulo 8. Del origen de las sociedades polticas

    95. Al ser los hombres, como

    ya

    se ha dicho, todos libres por naturaleza;

    iguales e independientes , ningunopuede

    ser

    sacado de esa condici n

    y

    puesto

    bajo el poder

    poltico

    de otro sin su propio consentimiento. El

    nico modo

    en

    que alguien.se

    priva

    a s mismo de su libertad natural y se somete a las atadu

    ras de la socied ad civil, es mediante un acuerdo con otros hombres, segn

    el

    cual todos se unen formando una comunidad, a fin de convivir los unos con

    los otros de una

    manera

    confortable,

    seguray

    pacfica, disfrutando sin riesgo

    de sus propiedades respectivas y mejor protegidos frente a quienesno forman

    parte de dicha comunidad. Esto puede hac erlo cualquier grupo de hombres,

    porque no daa la libertad de los dems, a quienes se deja, tal

    y

    como esta

    ban, en estado de naturaleza. As, cuando un grupo de hombres ha consentido

    formar una

    comunidad

    o gobierno,

    quedan

    con ello incorporados en

    un

    cuer

    po poltico en el que la mayora tiene el d erecho de actuar y decid iren nombre

    de todos.

    96.

    Pues

    cuando un nmero cualquiera de hombres, con el consenti

    miento de

    cada individuo, ha formado

    una

    comunidad, ha hecho

    de esa

    comu

    nidad un cuerpo

    con

    poder de actuar corporativamente; lo cual

    slo

    se consi

    gue mediante la voluntad y determinacin de la mayora. Porque

    como

    lo que

    hace actuar a una comunidad es nicament e

    el

    consentimiento

    de

    los indivi

    duos que hay

    en

    ella, y es necesario que todo cuerpo se mueva

    en

    una sola di

    reccin, resu lta imperativo que el cuerpo

    se

    mueva hacia

    donde lo

    lleve la

    fuerza mayor, es decir , el consenso de la mayora. De no ser as, result ara

    m-

    posible que actuara o que continuase

    siendo

    un cuerpo, una comuni dad, tal y

    como el consentimientode cada individuo que se uni a ella acord que deba

    ser. y as,

    cada

    uno est obligado,

    por

    consentimiento, a someterse

    al

    parecer

    de la mayora. Vem os, por lo tanto, que en aquellas asambleas a las que se ha

    dado

    el

    poder de actuar por leyes positivas , cuando un nmero fij ono ha sido

    estipulado por la

    ley

    que les da el poder, el acto de la mayora se toma como

    acto del pleno;

    y

    desde luego, tiene capacidad decisoria, pues tiene el poder

    del pleno, tanto

    por

    ley de naturaleza

    como

    por ley de razn.

    97. y as, cada hombre, al consentir con otros en la formacin de un

    cuerpo poltico bajo un solo gobierno, se pone a s mismo bajo la obligacin,

    con respecto a

    todos

    y cada uno de los miembros de ese cuerpo,de someterse

    a las decisiones

    de

    la mayora y a se r guiado por ella. Si no, ese pacto original

    mediante el

    que

    un individuo acuerda con otros incorporarse a

    la

    sociedad, no

    significara nada;

    y

    no habra pacto

    alguno

    si el individuo quedara completa

    Alianza

    Editorial,

    Madrid, 1994.

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