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In: Valencia, Alba (ed.): CD Rom con los trabajos del XIV CONGRESO INTERNACIONAL ALFAL (Monterrey, México, octubre de 2005), 2006.
Genericidad vs. Especificidad: estudio contrastivo de algunos enunciados en
portugués brasileño y en español
Neide Maia González Universidade de São Paulo
En enero de 1999, se podía leer en un cartel clavado en la arena de una playa de
Santa Catarina (estado de la región Sur de Brasil) muy frecuentada por turistas
argentinos, en su gran mayoría, y también por uruguayos y paraguayos:
Alquila-se silla sombrilla Aluga-se cadeira guarda-sol.
¿Una silla y una sombrilla? – podría preguntarse, quizás, el turista extranjero. El
enunciado que aparecía en aquel cartel bilingüe y que muy probablemente en aquella
situación alcanzaba sus intenciones comunicativas, es uno de los desencadenantes de
una investigación que apenas empieza, sobre un tema poco estudiado hasta ahora desde
la perspectiva contrastiva: el de las diferencias, a veces muy evidentes, a veces muy
sutiles, que existen entre las formas de determinar (o no), de especificar o generalizar en
español (E) y en portugués, sobre todo el brasileño (P o PB)1. ¿Qué construcciones
admiten o imponen, en cada lengua, una interpretación genérica o específica? podría ser
la primera pregunta, de carácter bastante amplio, que orienta dicha investigación.
El título que Bosque (1996: 13) le da a su trabajo sobre el tema de los sintagmas
nominales (SN) formados por sustantivos sin determinación podría convertirse aquí en
una gran pregunta, que posteriormente exigirá recortes: ¿por qué determinados
sustantivos no son sustantivos determinados? Pero lo contrario, en la línea del contraste,
también es válido y podríamos reformular esa pregunta de la siguiente forma: ¿por qué
determinados sustantivos que no necesitan o no deben ser determinados en una lengua
pueden o deben serlo en otra para admitir una interpretación genérica o específica?
Hasta ahora nos hemos referido sólo a sustantivos determinados o no, un punto de
contraste. Sin embargo, la cuestión que nos interesa es algo más amplia y puede llegar a
afectar todo el enunciado y no sólo uno de sus términos. Aunque, como apunta Leonetti
(1990), las propiedades referenciales de un nombre o de un sintagma nominal (SN) son
uno de los aspectos primordiales que determinan su interpretación, la referencia, punto 1 Reconocemos que “portugués brasileño” y “español” son generalizaciones muy grandes de objetos muy heterogéneos y, por ello mismo, puramente metodológicas o estratégicas para este contexto particular.
2
importante para este tema, depende del acto de enunciación y del uso, lo que nos exige ir
más allá de observar simplemente el nombre y el SN.
En general, los distintos trabajos que estudian este tema se manejan, dependiendo
del marco teórico en el que se inscriben, no con factores únicos, como presencia vs.
ausencia de artículo delante de un nombre, sino con un conjunto de variables que tienen
que ver: a veces con la naturaleza semántica de los sustantivos determinados o no
(continuos/no contables vs. discontinuos/contables, por ejemplo); a veces con la función
sintáctica que desempeñan esos sintagmas en un enunciado (sujetos, complementos
verbales) y con su posición en relación al verbo; y otras veces, con su carácter tópico2,
que los coloca en posición externa al enunciado, entre otras cosas. Laca (2000: 893) deja
bastante claro que esta compleja casuística está regida por nociones ontológicas, por la
sintaxis y la semántica oracional y por fenómenos que o bien derivan de consideraciones
pragmáticas o bien se incluyen en el terreno de la fijación fraseológica, un aspecto que se
mostrará importante en el contraste de las lenguas que focalizamos.
Trabajar contrastivamente el portugués (fundamentalmente el PB, cuya especial
heterogeneidad nos plantea cuestiones complejas) y el español focalizando genericidad
vs. especificidad, fenómenos que tienen que ver con los procesos de determinación en
ambas lenguas, es, por tanto, un desafío, dada la amplitud del tema. Delimitar, establecer
un marco, elegir algunos casos entre los muchos que podríamos mencionar es, por tanto,
una tarea indispensable en este contexto. ¿Pero desde dónde lo hacemos?
Los casos que elegimos para este texto no sólo tienen que ver con algunas
cuestiones que nos venimos planteando desde hace mucho en relación a las diferencias
entre el PB y el E, sino que, además, dejan marcas importantes en la producción en
español de nuestros estudiantes brasileños (E/LE). Esto ha representado un permanente
desafío de interpretación en nuestra práctica docente al exigirnos una mirada extranjera
incluso de nuestra propia lengua y marca, por tanto, nuestro lugar de observación en esta
investigación. Así, movidos por el impulso de comparación que nos impone nuestra
práctica en la enseñanza de E/LE en Brasil, trataremos de enfocar algunos enunciados en
los que esta cuestión se revela de forma más o menos evidente, con consecuencias
considerables para la producción extranjera y para la comprensión de parte a parte.
2 El uso de sustantivos sin determinantes suele estar asociado a la posición que ocupan en el enunciado. En el caso del PB parece tener una fuerte correlación con la posición preverbal y con la estructura informativa del enunciado. Para más detalles sobre esta cuestión, véase Müller (s/fecha y 2003).
3
Ahora bien, ¿qué es lo que permite que los lusohablantes interpreten esos
sustantivos en singular y sin ningún tipo de determinación (singulares escuetos3) – como
cadeira y guarda-sol en el cartel de la playa – como representantes de un conjunto de
objetos y no de un objeto específico?, ¿cómo un hablante nativo de español interpretaría
ese enunciado?, ¿qué es necesario o posible para que en español se interprete algún
enunciado como genérico?, ¿qué efectos produce esta primera diferencia entre PB y E en
un proceso de adquisición del segundo por parte de hablantes del primero? Aquí no
podremos más que focalizar algunas de todas esas cosas, quizás algunos puntos de
partida, sobre todo para mostrar, como hemos dicho, el efecto que producen en la
interpretación de parte a parte y su impacto en la producción extranjera.
1. Presencia vs. ausencia de artículo delante de un nombre (singulares escuetos) El primer caso que destacamos está relacionado a la presencia o ausencia de
determinantes, en especial presencia o ausencia de artículos delante de ciertos nombres
y SNs, considerándose, en algunos casos, sus propiedades referenciales, como el hecho
de ser continuos, “de materia”, “medibles”, o discontinuos, “contables”, las cuales
determinan en gran parte su interpretación (Leonetti, ibid.).
Según Bosque (1996: 17-18), parece existir una relación entre la naturaleza
acumulativa de los sustantivos continuos (los que denotan magnitudes o nociones
mensurables) y el hecho de que puedan actuar como argumentos y como predicados. En
español, según él, los sustantivos no contables pueden aparecer sin determinación
cuando son complementos verbales, lo que también es posible en portugués:
(a.1) Quiero leche. (Bosque, 1992: 17)
(a.2) Quero leite.4
Salvo en algunas raras excepciones, como es el caso de los sustantivos que
pueden actuar como continuos y como discontinuos (Bosque, ibid.: 18), tal como en (a.3),
en español esto no sería posible en el caso de los sustantivos discontinuos, como en
(a.4):
(a.3) Comí manzana/una manzana. / Me dio pan/un pan.
(a.4) *Quiero libro. (Bosque, 1992: 17) / *Me dio libro.
3 En portugués se utilizan las expresiones nominais nus o sem número o singulares nus (nominales desnudos, sin número o singulares desnudos) y vienen siendo objeto de estudio de Ana Müller (s/fecha, 2003), desde la perspectiva de la Semántica Formal y la Gramática Generativa. 4 Traducción nuestra del ejemplo anterior (a.1), tomado de Bosque. A lo largo del trabajo, sistemáticamente traduciremos los ejemplos en español al portugués y viceversa.
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En PB, sin embargo, sobre todo en situaciones de coloquio, sí lo sería. Según
Müller (s/fecha), el PB admite singulares escuetos y en posiciones argumentales (sujeto,
objeto directo e indirecto), excepto que el singular se encuentre en aparente posición de
sujeto en enunciados episódicos, una cuestión de la que trataremos más adelante:
(a.5) – O que você quer de presente: roupa ou livro? – Quero livro.
Esto se observa claramente si vemos las posibilidades que nos da el PB para
traducir el ejemplo de Leonetti (1990: 11), lengua en la que conviven formas como (a.7) y
(a.8):
(a.6) Nada es mejor que un chuletón. Pero una hamburguesa es mejor que nada. (...)
(a.7) Nada é melhor do que uma bisteca. Mas um hambúrguer é melhor do que nada.
(a.8) Não tem nada melhor do que bisteca. Mas hambúrguer é tudo de bom.
Esta particularidad del PB deja marcas en la producción en E/LE:
(a.9) Ejercicio es la mejor cosa para recordarse de las reglas. (E/LE)5
¿Sería posible plantear que esa clara diferencia entre las funciones que pueden
ocupar un sustantivo continuo y un discontinuo sin determinantes del español se ha
neutralizado en algunas situaciones en el caso del PB y que esto se refleja en la
producción en E/LE? Veamos un ejemplo de esto en un ejercicio de traducción aplicado
durante una clase. Se trataba de traducir al español un anuncio publicado en un periódico
brasileño:
(a.10) Irmão você não escolhe, mas gravador você escolhe na Fotótica.
(a.11) Hermano tú no eliges, pero grabador, sí, tú eliges en Fotótica. (E/LE) Por otro lado, en español habría plurales precedidos de determinantes, con los
argumentos de verbos como “gustar”, “apreciar”, “adorar”, “encantar”, que seguramente
no podrían darse en portugués, en algunos casos por el cambio de función (son sujetos
en una lengua y complementos en otra), una diferencia que también deja marcas en la
producción extranjera:
(a.12) Me encantan las aceitunas.
(a.13) Eu adoro azeitona/azeitonas ≠Eu adoro as azeitonas (verdes, pretas, etc.)
(a.14) Me encanta aceituna. (E/LE)
5 Todos los enunciados utilizados como ejemplos de producción en E/LE llevan a su lado la sigla (E/LE). Fueron producidos por estudiantes brasileños y recogidos, de forma no sistemática, a partir de la observación de su producción durante las clases. Hemos mantenido la producción de los estudiantes tal cual aparece.
5
Cabe hacer aquí una breve digresión para llamar la atención sobre la multiplicidad
de formas que conviven en portugués, particularmente el brasileño, para establecer ese
tipo de generalizaciones. Para no salir del campo de los verbos que acabamos de
mencionar, se pueden utilizar como ejemplo de esas múltiples posibilidades del PB las
distintas traducciones posibles del título de una película española que no hace mucho se
exhibió en nuestro país, en la que el tema, trabajado con un humor sutil y sin prejuicios,
era el lesbianismo:
(a.15) A mi madre le gustan las mujeres. (Producción española del 2001)
En Brasil, este título se tradujo como:
(a.16) Minha mãe gosta de mulher.6
La elección del enunciado (a.16) para traducir el título de la película tiene que ver,
sin dudas, con el impacto que produce y con la garantía de que de inmediato el público se
enteraría de la temática de la película. Gostar de mulher, dicho de otra mujer, resulta
inmediatamente comprensible y puede asociarse incluso a muchos de los dichos que
circulan en nuestra cultura, tales como “homem com homem vira lobisomem, mulher com
mulher vira jacaré”.
Esta otra traducción posible quizás no hubiera tenido el mismo impacto e incluso
hubiera dado margen a algún tipo de ambigüedad:
(a.17) Minha mãe gosta de mulheres.
Por otro lado, los enunciados que vienen a continuación producirían efectos
totalmente distintos y comportarían otros tipos de interpretación, más solidarias, no
necesariamente asociadas al tema de la película española7:
(a.18) Minha mãe gosta das mulheres.
(a.19) Minha mãe gosta da mulher.
Estas particularidades del PB asociadas a verbos del tipo de “gustar” y otros del
mismo campo semántico también dejan sus marcas en la de producción en E/LE. Veamos
algunos casos: 6 Es importante señalar el cambio de función del sustantivo mujeres/mulher en el paso de una lengua a otra: en español es sujeto, en portugués complemento indirecto. 7 Esa multiplicidad de formas del PB para generalizar o especificar está, en algunos casos, vinculada a la gran división que vivimos sus hablantes entre una oralidad históricamente poco legitimada (aunque hoy bastante reconocida y analizada) y una escritura legitimada, pero ajena e inaccesible a un gran contingente de nuestra población. Esa oralidad poco legitimada, una forma “suelta” de hablar, propia del coloquio y bastante diseminada, que convive con otras versiones tanto en lo oral como en lo escrito, tiene efectos, nada homogéneos ni sistemáticos, en la producción en E/LE de los estudiantes brasileños. Celada (2002) no sólo señala esa cuestión, sino que la interpreta y además analiza de qué forma esos rasgos constitutivos de la subjetividad de los brasileños lo afectan cuando éste se expone al funcionamiento de la lengua española en los procesos de aprendizaje formal.
6
(a.20) Gosto de sorvete.
(a.21) Me gustan los helados/Me gusta el helado.
(a.22) Me gusta helado. (E/LE)
Como se ve, el enunciado (a.22), claramente sometido al funcionamiento de la
lengua materna, presenta un interesante problema de interpretación: en español: “helado”,
en este caso, se interpretaría como adjetivo que determinaría a algún sustantivo elíptico
recuperable en el contexto. Pero el estudiante que produjo este enunciado quería decir
que le gusta el helado o que le gustan los helados, en general.
Estos casos, una vez más, no sólo nos permiten observar los distintos recursos
que poseen las dos lenguas contrastadas para la expresión de lo genérico y de lo
específico, sino los riesgos interpretativos que comportan y los efectos que acarrean en la
producción extranjera8. Se observa, aquí, cierta insensibilidad para percibir los efectos
que podrían producir sobre un hablante nativo del español no habituado a esa producción
extranjera y no acomodado al contacto con ella, que es lo que le permite hacer ciertos
esfuerzos interpretativos y a condescender, a tolerar muchas veces, esas supuestamente
pequeñas faltas, sobre todo si se trata de un profesor. Es importante observar, a partir de
estos ejemplos tan sencillos, por un lado, cómo van deslizando los sentidos a raíz de esos
pequeños “errores” y, por otro, lo ilusoria que puede llegar a ser esa tolerancia como
estrategia que supuestamente privilegia la comunicación en el contexto de enseñanza.
2. La correlación sustantivos sin determinación en singular – interpretación
genérica y no episódica Se trata, en realidad, de una extensión de lo visto en el apartado anterior y tiene
que ver con el uso, en PB, de sustantivos en singular y sin determinantes como
representantes de toda una clase (genéricos), un uso que convive con otras formas de
expresar esa genericidad, como se puede ver en los ejemplos que citaremos a
continuación, y que contrasta con los usos del español9. Pero también cabe destacar aquí
lo que afirmaba Müller (s/fecha) sobre la imposibilidad de que estos singulares escuetos
aparezcan en posición de sujeto (aparente) en enunciados episódicos, como se puede ver
8El papel de la lengua materna en el proceso de adquisición de las lengua segundas ha sido objeto de muchísimas discusiones, desde puntos de vista teóricos muy distintos. Hoy día parece incuestionable la fuerza que tiene, tanto para los que lo observan desde un punto de vista estrictamente cognitivo, como para los que lo ven como un proceso de subjetivización. 9 No se incluyen aquí algunos “plurales escuetos” (sustantivos en plural sin determinante, como en Hombres así no vienen a menudo por aquí (Bosque, 1996), porque nos exigiría toda una discusión sobre el tema de la cuantificación y no sería posible desarrollarla en este espacio.
7
en (b.8)10. Esta restricción que se da en enunciados episódicos también impediría que
cambiáramos el tiempo de los verbos de todos los demás enunciados con nombres
escuetos en singular en portugués, puesto que este cambio exigiría inmediatamente la
presencia de determinantes:
(b.1) Cachorro precisa de carinho. 11(PB) (Müller, 2003: 159),
un enunciado que podría reformularse como:
(b.2) Cachorros precisam de carinho.
(b.3) Os cachorros precisam de carinho.
y que podría traducirse al español como:
(b.4) Los perros necesitan cariño.
En español, como observa Laca (2000), el empleo de singulares escuetos en
posición de sujeto sería posible solamente en el ámbito de la fraseología, como en:
(b.5) Perro que ladra no muerde.
Esta característica del PB, que no restringe este uso a los refranes, deja marcas
claras en la producción en E/LE, como en:
(b.6) Libro aquí en Brasil es muy caro. (E/LE)
Se incluyen aquí algunos casos que, con una frecuencia cada vez mayor, se dan
en titulares que aparecen en periódicos brasileños (quizás los responsables de la
expansión de uso de estas construcciones) y que algunas veces pueden llegar a
presentar cierto grado de ambigüedad, incluso para los hablantes del PB, como (b.7), un
enunciado en el que se alude al gesto de toda una clase y no de un individuo:
(b.7) Perueiro desiste de boicote ao bilhete único. (Folha de São Paulo,
22/07/2004)12
Ya el carácter episódico del enunciado (b.8) hace, según Müller (s/fecha), que en
general, no se puedan utilizar estos singulares escuetos en posición de sujeto aparente,
por más que se debería considerar el género de discurso en los que incluso estas formas
serían posibles13. Así, un enunciado como
10 Más adelante, trataremos de mostrar que la restricción que hace Müller no es absoluta, dependiendo del género en que aparezca el enunciado en cuestión. 11 No se diría Cachorros precisavam/precisaram de carinho. Tampoco se diría Perros que ladraban/ladraron no mordían/mordieron. Esto parece confirmar que estos enunciados del PB se aproximan mucho de la estructura del refrán. 12 Al pie de la letra, perueiro significa “conductor de furgonetas para el transporte público” o “chofer de microcolectivos”, para los argentinos. En español este enunciado debería traducirse: “Los conductores de... desisten...” 13 Una forma como esta podría aparecer en esas noticias en forma de un letrero que se mueve, que aparecen, por ejemplo, en televisión, al pie de la pantalla mientras se exhibe otro programa.
8
(b.8) *Bandido está assaltando o Banco Real da avenida Sumaré neste momento. (Müller, s/ fecha:1)14
debería reformularse de una de estas dos formas:
(b.9) Um bandido está assaltando (...) o Bandidos estão assaltando (...).
Es posible observar ese mismo procedimiento de generalización en enunciados no
episódicos en algunos de los ejemplos presentados a continuación:
(b.9) Italiano (geralmente) gosta de vinho. (Müller, 2003: 159),
que podría reformularse como
(b.10) (Os) Italianos (geralmente) gostam de vinho.
cuya traducción al español podría ser:
(b.11) A los italianos generalmente les gusta el vino./Los italianos (generalmente) aprecian el vino.
Veamos los reflejos de ello en la producción en E/LE:
(b.12) Eso ocurre porque alumno siempre piensa que puede engañar los profesores. (E/LE)
Los casos en que aparecen singulares escuetos y verbos generalmente en
presente de indicativo empiezan a llevarnos al campo de los enunciados que expresan
“verdades”, que modalizan por el “ser” o por “la existencia” del objeto”15, la estrategia más
fuerte para el establecimiento de una norma, porque produce un efecto de sentido de
naturalización16: las cosas son así. Ese tipo de modalización y esa forma de
referenciación por la que ciertos nombres se convierten en verdaderas etiquetas,
asociadas a veces a otras características, parecen conducir a cierto grado de
“sedimentação das categorias em protótipos e em estereótipos”17, socialmente
compartidos (Mondada & Dubois, 2003) y también dejan marcas en la producción en
E/LE:
(b.13) Homem que é homem não chora. (un dicho popular)
(b.14) Niño es niño, profesora. (E/LE) (b.15) Vino es caro, por eso no tomo. (E/LE)
Estos ejemplos nos dejan a un paso de la estructura proverbial, que, como ya
hemos anticipado, en PB parece ganar fuerza en otros contextos. Según Zoppi Fontana 14 Pero llaman la atención algunos enunciados que desde nuestro punto de vista sería difícil no interpretar como episódicos y que tienen esa formación, p. ej. Empresário torce por uma solução rápida (Folha de São Paulo, 31/07/2004, al pie de la letra: “Los empresarios desean una solución rápida”), por el que se afirma que en ese preciso momento los empresarios están deseando una solución de la crisis política que afecta el país. 15 Tomamos la expresión “modalizacão pelo ser” de Pessoa de Barros (2001). La autora la utiliza al analizar el discurso de la norma en algunas gramáticas y diccionarios. 16 Esto se da en español en el ámbito de los refranes, como en “perro que ladra no muerde”. 17 Traducción libre: “sedimentación de las categorías en prototipos y en estereotipos”.
9
(2004) esas formas de enunciar son la manifestación de procesos discursivos que
producen la ilusión de exterioridad y podrían describirse como “(...) uma tentativa de
controle da polissemia e por um apagamento da materialidade das posições de sujeito”18.
3. Dos escenas enunciativas: Brasileiro é assim mesmo - Los argentinos somos así
Pasamos, ahora, a observar, de manera muy rápida, una cuestión ya algo
trabajada en González & Celada (2001). En aquel trabajo, hacíamos toda una reflexión,
que no cabe retomar aquí, sobre los posibles procesos históricos que explicarían dos
escenas enunciativas tan marcadamente distintas en PB y en E cuando tenemos en
cuenta que el enunciado en portugués citado arriba, por cierto de un tipo muy frecuente,
puede aparecer tranquilamente en boca de un brasileño. El enunciado (c.1) aparecía
como titular de un número del periódico Jornal da USP del año 97:
(c.1) Brasileiro come mal, e não são apenas os pobres.
Nos encontramos aquí ante el mismo fenómeno de generalización según el cual
los sustantivos que aparecen en singular, sin ninguna marca de determinación, valen por
un conjunto de individuos – a veces por la totalidad de ellos – de la misma clase. En
González & Celada (ibid.) afirmábamos:
“En el caso del titular del diario – Brasileiro come mal, e não são apenas os pobres – se da, sin embargo, otro fenómeno de enunciación que nos llama la atención. La aserción es pronunciada por un locutor que se refiere, en tercera persona, a una clase – la de los brasileños – en la que se supone que él mismo esté incluido.”
Si lo comparamos con el enunciado Los argentinos somos así, que aparece en el
título de este apartado, o con el ejemplo (c.2), resulta más evidente lo diferentes que son,
en determinadas circunstancias, las formas de enunciar en esas dos lenguas. En ambos
casos, aparece un sustantivo en plural, introducido por un artículo determinante, que
concuerda, ideológicamente, con un verbo en primera de plural19:
(c.2) Los españoles invertimos más de la mitad del dinero que dedicamos al juego en las máquinas tragaperras y los bingos. (El País, 1995)
En los enunciados en PB llama la atención el hecho de que esos singulares
escuetos, que representan a toda una clase, en la que puede incluirse el enunciador,
concuerden con un verbo en tercera persona de singular para referirse, en realidad, a una
18 Traducción libre: "un intento de controlar la polisemia y de borrar/extinguir las posiciones de sujeto". 19 En González & Celada (ibid.) hacemos un análisis algo más detallado de ese procedimiento enunciativo del español a partir de Bello (1847–1973), según el cual los apelativos, que en los ejemplos mencionados estarían representados por “Los argentinos” y “Los españoles”, también involucran el personal “nosotros”, de ahí la posibilidad de concordancia que aparece en los dos casos. En P, para que esa concordancia se diera, sería necesaria la presencia del pronombre Nós y brasileiros funcionaría como una aposición, separada por comas.
10
primera de plural. Cabe subrayar, también, que los verbos, en estos casos, en general
están en presente, lo que nos lleva otra vez para el campo de los refranes. Este
procedimiento de enunciar, en tesis desde una perspectiva externa (Zoppi Fontana,
2004)20, podría hacernos creer que se produce un efecto de distanciamiento, pero no es
más que una ilusión de exterioridad, un proceso discursivo, y su funcionamiento se
caracteriza “por apagar as diferenças materiais entre as diversas posições de sujeito
possíveis numa formação social dada num momento histórico determinado.” (ibid.: 65)21.
En PB, ese procedimiento de borrar las diferencias materiales entre las distintas
posiciones de sujeto posibles se expande para más allá del espacio de los refranes y
resuena en otros enunciados frecuentes en el coloquio. Una afirmación como la de (c.3)
es perfectamente posible en boca de una madre brasileña, por ejemplo:
(c.3) Mãe é tudo igual.
Traducida al español, si lo pronuncia una madre, probablemente tendríamos:
(c.4) Las madres somos todas iguales.
Hay todavía un dato lingüístico y discursivo importante en (c.3), que merecería una
profundización que no cabe hacer aquí: la frecuencia con que aparece en enunciados con
esta estructura el indefinido neutro tudo, que produce una especie de tendencia a la
cosificación de esos seres que se proyectan en una tercera persona y se refieren a un
grupo como si éste fuera homogéneo y si las cosas fuesen naturalmente así.
Esas formas de enunciar, como hemos visto, están muy cerca de las que se
observan con mucha frecuencia en el lenguaje proverbial y que producen esa ilusión de
exterioridad (Zoppi Fontana, ibid.). Oliveira Santos (2002: 2), en un trabajo en el que
analiza lo que clasifica como “os lugares de enunciação coletiva e o dizer proverbial”22,
afirma que, en el caso de los proverbios se da un doble movimiento, de aproximación y
distanciamiento, por parte del locutor, en relación a lo que dice, que se caracteriza por
una tensión o confusión entre lo individual y lo colectivo, sin que se establezca un límite
entre uno y otro. La autora distingue dos tipos de proverbios: los que poseen marcas de
subjetividad (Faça o que eu digo, mas não faça o que eu faço) y los que no las poseen
(Quem tá na chuva é pra se molhar). Estos evidencian el movimiento que marca
continuamente la aproximación y el distanciamiento del locutor en relación al nivel de
20 Zoppi Fontana revisa y señala algunos puntos en la Teoría de la Enunciación y, sobre todo, rediscute y redefine el lugar de la tercera persona, del “él”, en la enunciación. 21 Traducción libre:"por borrar las diferencias materiales entre las diversas posiciones de sujeto posibles en una formación social dada en un momento histórico determinado". 22 Traducción libre: "los lugares de la enunciación colectiva y el decir proverbial".
11
responsabilidad por la enunciación, lo que caracteriza la dualidad en su enunciación
individual y colectiva. Cabe preguntarnos qué lugar ocuparían enunciaciones como las
ejemplificadas por (c.3) en esta clasificación, puesto que la dualidad se establece, o no,
en el momento en que alguien, que a veces pertenece y otras no al conjunto aludido por
el nombre en singular (mãe), lo enuncia o lo pronuncia.
Formas como la de (c.3) también pueden dejar sus marcas en la producción en
E/LE, aunque suelen aparecer, aún no sabemos explicar por qué, bastante más
raramente. En (c.5), que corresponde a una afirmación hecha por una estudiante durante
una actividad oral, con la réplica de un muchacho, la influencia de la lengua materna
resulta patente:
(c.5) - Es que mujer piensa así. – Ah, pero hombre, no. (E/LE) Como afirmábamos antes, en PB conviven distintas formas, algunas quizás de un
nivel más coloquial, más informal, otras de un nivel de lengua dicho más culto o más
formal, pero no exactamente infrecuentes. Así, tenemos:
(c.6) Nós, mães, somos todas iguais.
(c.7).(As) mães são todas iguais.
(c.8) Mãe é tudo igual.
Pero ¿sería, por ejemplo, informal la pregunta que le sirve de título al artículo del
periodista Gilberto Dimenstein, en el que critica la irresponsabilidad de los brasileños y su
vocación para echarle siempre al otro la culpa de algunas cosas muy negativas? Algo
que, según el periodista, hace que al final la culpa no sea de nadie, aunque siempre hay
alguien que paga la cuenta. Parece ser que esa vocación se patentiza en su título, ya que
la misma forma de enunciar que elige el que denuncia revela esa manera, según él tan
negativa, de ser:
(c.16) Dá para confiar em brasileiro? (Folha de São Paulo, 31/07/2005)
Parece ser, por lo tanto, una simplificación exagerada atribuir dichas formas a un
solo nivel de lengua, pero puede ser un camino interesante observar su productividad en
determinados géneros discursivos, algo que sin embargo no podemos hacer en este
trabajo.
Para concluir
Habría mucho que decir sobre este tema todavía, otros muchísimos casos en que
se observan pequeñas o grandes diferencias en los procesos de especificación y
generalización en español y en portugués, un gran número de cuestiones atravesadas por
12
las diferentes formas de determinar en cada lengua, pero el espacio de este texto no nos
lo permite. De todas formas, nos parece importante este primer acercamiento a algunos
aspectos de ese funcionamiento, en algunos aspectos al menos, distinto del PB y del E en
lo que tiene que ver con la expresión de lo genérico y de lo específico. Una vez más nos
arriesgamos a afirmar que, en especial en el caso del PB y del E, el contraste es
fundamental, en varios sentidos: para observar las consecuencias que se producen, a raíz
de esas distintas formas de funcionar, no siempre tan evidentes, para el sentido y para la
comprensión mutua y para poder detectar e intentar explicar las marcas que produce el
roce de (estas) dos lenguas en los procesos de aprendizaje. En otro trabajo (González,
2004: 251) afirmábamos, y lo reiteramos aquí: “(...) será difícil superar, me parece, el impulso por contrastar, quizás porque a todos nosotros nos hace falta encontrar y – pura ilusión, por cierto – fijar los puntos de aproximación y distanciamiento entre nuestras dos lenguas, que incluyen a su vez tantas lenguas en su heterogeneidad, tan parecidas y distintas.”
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FRANCHI, C. (jan.-jun./1992): Linguagem - Atividade constitutiva. In: Cadernos de Estudos Lingüísticos 22. Campinas, UNICAMP, pp. 9-39.
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