G EO FFREY PARKER

LA REVOLUCIN MILITARLas in n ovac ion e s m ilita re s y el apogeo

de O cc iden te , 1500-1800

Traduccin castellana de ALBERTO PIRIS

EDITORIAL CRITICA BARCELONA

INTRODUCCIN

Este es escribi cn 1641 Fulvio Testi, poeta italiano el siglo dei soldado. Pero

IK LA REVOLUCIN MILITAR

lan/a y la pica por la flecha y el mosquete, cuando los caballeros fcudales fueron abatidos por los proyectiles de arqueros y fusileros actuando en masa. Junto con esta innovacin hubo un marcado aumento dei tamafto de los ejrcitos en toda Europa (donde las fuerzas armadas de vrios Estados crecieron diez veces entre 1500 y 17(X)) y aparecieron estratgias ms ambiciosas y complicadas, para poder poner en accin a estos ejrcitos mayores. En cuarto y ltimo lugar, la rcvolucin militar de Robcrts acentuo enorme- mente la rcpercusin de la guerra en la sociedad: los mayores cos- les. los mayores dafios infligidos y las mayores difieultades administrativas causadas por los acrecentados ejrcitos hicieron que la guerra se convirtiese en una carga mayor y en un problema ms difcil que antes, tanto para las poblaciones civiles como para sus go- bernantes.

Hubo, como es natural, muchas otras innovaciones a princpios dei moderno arte de la guerra, como fueron la aparicin de la edu- cacin militar especializada y de las academias militares, la articu- lacin de las leyes positivas de la guerra, y el nacimicnto de una abundante literatura sobre el arte de la guerra, pero los factores que Roberts considero como de evolucin csencial fueron la lctica, el tamano de los ejrcitos, la estratgia y las repercusioncs. Como muchas otras conferencias inauguralcs, esta nueva aporta- cin hubiera sido inmediatamente olvidada, si sir Gcorge Clark, en sus Conferencias Wiles de 1956, en Belfast, no hubiera singularizado esta idea, alabndola especialmente como la nueva ortodoxia.3 Durante los dos siguientes decnios casi todos los traba- jos sobre comienzos de la Europa moderna que hacan alusin a la guerra incluan uno o dos prrafos en los que se repctfan abundantemente los razonamientos de Roberts. Pero desde 1976 han aparecido algunas discrepncias. Se ha sugerido que Roberts prest poca atcncin a la evolucin naval, que subestim groseramente la importncia de la guerra de sitio durante el comienzo de la Edad Moderna, que exagero el efccto de las reformas realizadas en el cjrcito sueco bajo Gustavo Adolfo, y que omiti los cmbios, paralelos pero independientes, producidos en los ejrcitos francs, holands y de los Habsburgo.4 Todas estas crticas se refieren a las razones intrnsecas (si as pudiera decirse) de las transformaciones militares a comienzo de los tiempos modernos, pero tambin ha habido una cierta revisin dei anlisis de Roberts sobre las amplias repercusioncs de la rcvolucin militar. Algunos escritores posteriores han indicado que los graves problemas administrativos y lo-

INTRODUCCIN 19

gsticos plantcados por la necesidad de construir ms fortalezas y ms barcos de guerra, y de reclutar y equipar ms soldados, causa- ron. en electo, una revolucin cn los gobiernos. de la que emergi en el siglo xviu cl Estado moderno.5

Ante tales objeciones algunos pueden preguntarse si est justificado hablar siquiera de una revolucin militar. ^No se habr atribudo demasiada homogeneidad, demasiada importncia, a una serie de gradualcs y modestos reajustes hechos para atender las demandas, siempre variables. de la guerra? Esta cuestin, sin embargo, se responde fcilmente con slo comparar lo ocurrido a comienzos de la Europa moderna con otra revolucin militar no puesta en duda. que tuvo lugar unos 2000 aftos antes.

El ocaso de la dinastia Chou en el siglo viu a.C. hizo nacer en China un gran nmero de estados fcudales, mutuamente enfrentados. Entre los anos 770 y 221 a.C. slo hubo 17 aftos sin hostilidades: no en vano los historiadores llaman a esta poca la Era de los Estados Guerreros. Pero con el tiempo cambiaron radicalmente la naturaleza. la duracin y la intensidad de esas guerras. Las batallas de los siglos vii y vi a.C.. protagonizadas normalmente por masas enfrentadas de carros, raras veces implicaron a ms de 10.000 hombres; sin embargo, hacia el siglo ui los ejrcitos se haban multiplicado por 10 y el total de las fuerzas armadas de los principales Estados se acercaba a un milln.6 Como ocurri a comienzos de la Europa moderna, este enorme crecimiento se relaciono con las innovaciones lcticas: los aristocrticos conductores de carro, armados con arcos, fucron dejando paso a una compacta infantera de conscriptos, armada con lanzas y espadas de hierro (y apoyada por un menor nmero de arqueros montados). Como es natural, las transformaciones militares de esta magnitud origina- ron problemas crnicos de abastecimiento y mando que obligaron a los Estados beligerantes a reformar su estructura poltica, de modo que los gobiernos, en su mayora, pasaron de ser algo parecido a una amplia corte, con los cargos ms importantes ostentados por los parientes dei soberano o por los nobles ms distinguidos, a convertirse en Estados autocrticos regidos en nombre de un prncipe desptico por una burocracia asalariada. cuidadosamente adoctrinada (desde el siglo v a.C. en adelante) en los princpios de Confucio y seleccionada cn funcin de los mritos entre todas las clases sociales.

Con la ayuda de esta nueva administracin pblica y debido a los grandes ejrcitos. las guerras se hicieron ms largas, menos nu-

2 0 LA REVOLUCIN MILITAR

mcrosas pero ms decisivas. Entre los anos 722 y 464 a.C. slo hubo 38 anos de paz (1 de cada 6), mientras que entre 463 y 221 hubo 38 (1 de cada 2.5); sin embargo, durante este ltimo perodo disminuy constantemente cl nmero de Estados independientes. Entre los anos 246 y 221 a.C. el hbil prncipe Cheng de los Chin destruy los otros seis Estados subsistentes y cre un Imprio unificado de quiz 50 millones de habitantes, con un ejrcito permanente bastante superior a 1 milln de hombres. En todoel Imprio se puso en vigor un cdigo penal uniformado y la misma estruetu- ra administrativa; se cre un sistema de carreteras y canales, una sola moneda y un idioma escrito normalizado; se empez la prime- ra Gran Muralla de China, que se exliende a lo largo de 3.000 km de la frontera septentrional. Quizs el monumento mas revelador dei poder dei primer emperador de China sea su mausoleo, mayor que las pirmides de Egipto, construdo cerca de su capital. Estaba custodiado por un ejrcito de 6.(XX) figuras de terracota, cuyos diversos rostros reflejan la variedad de los tipos tnicos que abarca- ba el Imprio, pero cuyos uniformes normalizados (con insgnias de colores codificados para identificar a las unidades) y armas fabricadas en serie testificaban la formidable centralizacin y eficcia aleanzadas. La revolucin militar de los Ch'in estableei un sistema que perdur, eon notable invariabilidad, durante dos milnios.7

Es sorprendente la semejanza entre esta sucesin de hechos y la revolucin militar europea. Las dos implicaron un enorme creci- miento numrico, un cambio profundo en la lctica y la estratgia y una mayor rcpercusin de la guerra sobre la sociedad. Ambas exigieron. adernas, profundos cmbios en la estruetura y critrios de actuacin de los gobiernos. Si se admite que una de ellas consti- tuy una revolucin, lo mismo debe hacersc eon la otra. Hay que reconocer que las transformaciones a princpios de la moderna Europa no hicieron nacer un sistema militar que perdurase. ms o menos invariable, vrios siglos. pero, por otra parte, aqullas no slo transformaron la forma de guerrear en la metrpoli, sino que acelcraron de un modo decisivo cl avance de la expansin europea en ultramar. La superior organizacin militar de los Ch'in les per- miti conquistar toda China; la de Occidente le permiti, al paso dei tiempo, dominar todo el mundo. Esto se deba a que, en gran medida, el engrandecimiento de Occidente dependia dei ejercicio de la fucrza. dei hecho de que el equilbrio militar en ultramar entre los europeos y sus adversrios se inclinaba ininterrumpidamen-

INTRODUCCIN 21

tc a lavor de aqullos, y es la tesis de este libro el que la clave dei xito Occidental en la creacin de los primeros imprios verdade- ramente globalcs, entre 1500 y 1750, residia precisamente en aque- llos perfeccionamientos de la capacidad de hacer la guerra que han sido denominados la revolucin militar. Es esta mi principal jus- lificacin para someter todo este asunto a un nuevo escrutnio.

De modo que este libro no es, ni pretende serio, una historia general dei arte de la guerra a comienzos de la Edad Moderna. Los que buscasen aqui un estdio de las repercusiones de la guerra sobre la sociedad. dei coste de la guerra para las sociedades que la hacen, de la literatura sobre los limites de la guerra, o de las relaciones recprocas entre el Estado y el sistema militar que sostie- ne, quedaran desilusionados. lodos estos asuntos, sin embargo, estn admirablemente tratados en otros libros. Por el contrario, yo me he dedicado al estdio de los elementos de la historia militar curopca que arrojan luz sobre un problema distinto: t.qu hizo exactamcnte Occidente, que era al principio tan pequeho y deficitrio en la mayora de los recursos naturales, a fin de compensar estas deficincias por medio de su superioridad en cl poder militar y naval?

Mi narracin comienza con una revisin de las diversas formas en que los europeos hacan la guerra en los siglos xvi y xvu, pues- to que la rpida difusin de las armas de fuego transformo la con- duccin de las operaciones ofensivas y defensivas, prestando la debida atencin a aqullos territrios que parecan muy poco afectados por la revolucin militar y tambin a aqullos oiros que se encontraban en su mismo corazn (captulo 1). Por el contrario. cl captulo 2 dedica mayor atencin a los pases ms adelan- tados. en su mayora de Europa Occidental, para exa