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GEOGRAFÍA FÍSICA Y MEDIO AMBIENTE Guía de campo de las XXI Jornadas de Geografía Física Alacant, 2006 Editores: Pablo Giménez, Juan Antonio Marco, Enrique Matarredona, Ascensión Padilla, Ángel Sánchez

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GEOGRAFÍA FÍSICA Y MEDIO AMBIENTEGuía de campo de las XXI Jornadas de Geografía Física

Alacant, 2006

Editores:

Pablo Giménez, Juan Antonio Marco, Enrique Matarredona, Ascensión Padilla, Ángel Sánchez

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Agradecimientos y entidades colaboradoras:

Parte de los trabajos que componen la presente guía han sido realizados gracias al Proyecto I+D REN2003-02059/GLO, cofi nanciado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y fondos FEDER, adscrito al Dpto. de Análisis

Geográfi co Regional y Geografía Física de la Universidad de Alicante.

Para la realización de las jornadas se ha contado con la ayuda y colaboración de la CAM, Vicerrectorado de Relaciones Institucionales y Cooperación Internacional y Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante

Universitat d’AlacantUniversidad de AlicanteDepartamento de Análisis Geográfi co Regional y Geografía FísicaInstituto Universitario de Geografía

Asociación de Geógrafos EspañolesGrupo de trabajo de Geografía Física

© los autores

ISBN: 84-689-9348-4Depósito Legal: A-559-2006

Maquetación e impresión:

GRUPO DEGEOGRAFÍA FÍSICA

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ÍNDICE

I. LOS ELEMENTOS DEL MEDIO Y SU DINÁMICA

1. Conjuntos morfoestructurales y elementos del relieve de las comarcas meridionales valencianas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Juan Antonio Marco Molina

2. Compartimentación estructural del relieve y modelado en la comarca del Alto Vinalopó . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27Enrique Matarredona Coll

3. La confi guración física del litoral sur alicantino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35Enrique Matarredona Coll, Juan Antonio Marco Molina, Antonio Prieto Cerdán

4. Introducción al modelado cárstico en la vertiente septentrional de Aitana: depresiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49Juan Antonio Marco Molina

5. Evolución y dinámica de los frentes de cresta-escarpes de falla del sector oriental de Aitana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57Juan Antonio Marco Molina

6. Tipos de tiempo en la provincia de Alicante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69Emilio Martínez Ibarra

II. EL MEDIO FÍSICO COMO RIESGO

7. Contexto geomorfológico y asentamiento humano: abanicos aluviales y corrientes de derrubios en la Sierra de Callosa (Bajo Segura, Alicante) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95Pablo Giménez Font

8. El riesgo de desprendimientos en laderas del tipo cantil-talud: el caso de la Sierra de Crevillente ¿Inconsciencia o desconocimiento? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121Silvia Díez Lorente

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III. PERCEPCIÓN Y VALORACIÓN DEL MEDIO

9. Las microrreservas vegetales, una fi gura para la protección de la fl ora rara, endémica o amenazada en la Comunidad Valenciana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141Ascensión Padilla Blanco

10. La vegetación gipsícola en la provincia de Alicante: distribución y protección . . . . . . 157Juan Antonio Marco Molina y Ascensión Padilla Blanco

11. Helianthemum caput-felis Boiss. entre Punta Prima y Cabo Roig (Litoral Suralicantino) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169Juan Antonio Marco Molina, Ascensión Padilla Blanco, Ángel Sánchez, Pablo Giménez

12. Cartografía corológica a escala de detalle mediante GPS y SIG: nuevas aplicaciones en el sector oriental de Aitana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183Juan Antonio Marco, Alfredo Ramón, Ascensión Padilla, Ángel Sánchez, Pablo Giménez, Emilio Martínez

13. Valoración y percepción de dos espacios montañosos alicantinos: la colonia agrícola de la Sierra de Salinas y el Carrascal de la Font Roja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195Ascensión Padilla Blanco

14. Estudios de paisaje: el plan especial de protección del paisaje y del medio natural deSalinas (Alicante) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205Antonio Prieto Cerdán

Itinerarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229

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1. INTRODUCCIÓN

Visto desde el exterior el clima del sector meridional de Europa se percibe como un con-junto climático homogéneo favorable. Y, efec-tivamente, a grandes rasgos, el clima medite-rráneo se caracteriza por presentar una elevada frecuencia de ambientes meteorológicos con-fortables para el desarrollo de la vida humana. No obstante, y sin negar tales evidencias, esto es, su renta de posición frente a gran parte del conjunto del continente antedicho, no hay que obviar, además de su diversidad espacial, su variabilidad temporal.

Respecto al primero de los aspectos apun-tados, es menester signifi car que dentro del clima Mediterráneo1 se distinguen varias regiones climáticas (Lozato-Giotard, 1991:

* Grupo de Investigación sobre Medio, Sociedad y Paisaje, Área de Geografía Física del Dpto. de Aná-lisis Geográfi co Regional y Geografía Física-Labo-ratorio de Biogeografía del Instituto Universitario de Geografía, Universidad de Alicante. 1. Mejor dicho, climas subtropicales del continente Europeo, norte de África y Oriente Próximo.

29-32). Ciertamente, aparecen los siguien-tes tipos: el mesomediterráneo; el heleno; el subdesértico; y una variante submediterránea oceánica o portuguesa, si bien en éstas, a su vez, se aprecian matizaciones. Con todo, ésta es una aproximación muy generalista. Así, por ejemplo, para el caso del litoral mediterráneo de la Península Ibérica se distinguen tres va-riantes (Font Tullot, 2000): la del noreste, que formaría parte del clima mesomediterráneo septentrional; la de levante, integrada dentro del subtipo mesomediterráneo meridional; y la del sudeste, variedad con peculiaridades térmicas propias de la mesomediterránea meridional, si bien con una afi liación pluvio-métrica subdesértica. La primera de ellas se extendería hasta el río Llobregat, la segunda desde dicho aparato hidrográfi co hasta el Cap de la Nao, y la tercera, que incluiría el lito-ral alicantino, abarcaría el sector comprendi-do desde el sur de la comarca alicantina de la Marina Baixa hasta Adra, en Almería. La característica más sobresaliente de todo este sector mediterráneo peninsular es la dismi-nución de las precipitaciones a medida que avanzamos hacia el Sur, salvo en el área de

TIPOS DE TIEMPO EN LA PROVINCIA DE ALICANTE

Emilio Martínez IbarraMedspai*

Universidad de Alicante

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Emilio Martínez Ibarra

la comarca de la Safor y la Marina Alta (en la provincia de Alicante), al tiempo que se incrementan los registros térmicos. En este sentido, en la provincia de Alicante la mayor particularidad es la disimetría pluviométri-ca. De hecho, mientras los totales máximos rondan los 600-900 mm. en su extremo más nororiental, a favor de su posición de van-guardia frente a los fl ujos que mayor cantidad de precipitación pueden dejar en este sector (especialmente por su frecuencia y recorrido marítimo)2, éstos caen a menos de 300 mm. en su extremo más suroriental. Disimetrías que se producen en apenas unas pocas dece-nas de Km., por tanto, de forma brusca, dada la compartimentación del relieve y su papel a modo de pantalla condensadora de la hume-

2. Vid. Moltó & Miró (2004: 117-119).

dad que contienen los fl ujos mediterráneos3, y, por ende, por las sombras pluviométricas que aparecen a sotavento, particularmente de las Sierras de Bèrnia (1129 m.), Aitana (1.558 m.), Els Plans (1381), Menejador (1352 m.) o el Reconc (1206), entre otras4. Así, aunque

3. Así, ante los temporales que con mayor frecuencia, duración y capacidad pluviométrica dejan lluvias en la provincia de Alicante, el grado de afección de los mismos resultará especialmente signifi cativo en: los relieves de primera línea, dado que es en éstos don-de los fl ujos cargados de humedad inciden sin merma pluviométrica previa, impuesta por otras anteriores, particularmente las vertientes expuestas al segundo cuadrante; y en los valles que presentan su apertura hacia el sector marítimo, con dirección SW-NE (Moltó & Miró, 2004: 119).4. Al respecto, muy llamativa resulta la denominación que emplea Clavero Aparicio para distinguir el sector interior de la provincia de Alicante a retaguardia de los

Figura 1. Contexto orográfi co y localización de los observatorios meteorológicos manejados.

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

buena parte de la provincia de Alicante parti-cipe de los rasgos de la zona más seca del es-pacio continental europeo (la región del suer-este Ibérico; esto es, gran parte de la comarca de la Marina Baixa, Camp d´Alacant, Baix y Mig Vinalopó), como contraste, la zona más nororiental, a favor no sólo de su altitud sino también de su buena orientación a los grega-les, aparece como un espacio subhúmedo.

Con relación al segundo, cabe hacer hin-capié en la escasa signifi cación que para este dominio climático presentan los valores me-dios, fuera del periodo estival. En efecto, es en este borde meridional europeo donde la alter-nancia de masas de aire subtropical y polar se muestra con mayor reiteración5. Por ello, en el presente estudio se ha trabajado fundamental-mente en la diversa manifestación espacial de los tipos de tiempo más comunes en la provin-

fl ujos húmedos: clima de la vertiente seca del macizo de Alcoi.5. Tal y como indica Béthemont (2004), las áreas de transición son por defi nición espacios inestables (Le-roux, 2001: 312).

cia de Alicante, siguiendo las aportaciones de Martínez. (2004).

2. TIPOS POCO PROCLIVES AL DESARROLLO DE PRECIPITACIONES

2.1. Jornadas despejadas o prácticamente despejadas

Constituye, como no podría ser de otra manera, el tipo de tiempo más frecuente en la provincia de Alicante; no en vano, en su capi-tal, durante el periodo 1974-2003, el porcenta-je con jornadas en las que se han registrado al menos un 80 % de fracción de insolación real han sumado el 50 % de los casos.

Las masas de aire ligadas a este tipo de temperies corresponden a aquellas que tienen su origen o manantial en el ámbito subtropi-cal, bien sea sobre el océano atlántico o, en su caso, sobre el norte del continente africano.

Como quiera que estas jornadas vienen marcadas por la subsidencia anticiclónica y, por tanto, por la estabilidad atmosférica, tienen lugar inversiones térmicas (particularmente re-

Figura 2. Temperaturas mínimas diarias tipo de un episodio con fuerte inversión térmica acaecido desde el 24/1/2002 al 3/2/2002. Fuente: IVIA y Laboratorio de Biogeografía de la Universidad de Alicante.

Elaboración propia.

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DèniaCatralVillenaAitana

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Emilio Martínez Ibarra

fl ejadas con ocasión de los registros mínimos), y no sólo en invierno, sino que también pueden caracterizar la temperie durante el verano.

Así es, para el caso del invierno, sobre la base de datos de la cual se dispone, cabe su-brayar el episodio de intensa inversión térmica acontecido con ocasión de las últimas jornadas del mes de febrero y primeras del mes de marzo de 2002 (Figura 2). Al respecto, cabe signifi car con especial énfasis la subversión térmica en la vertical que tuvo lugar el 2 de febrero de 2002. Efectivamente, por sorprendente que parezca, en la zona litoral de la provincia de Alicante se anotaron valores inferiores a los registrados en la cima de Aitana (punto culminante de la pro-vincia de Alicante, con 1.558 m.); diferencias que aún resultan más abultadas si se restringe el análisis comparativo entre las zonas de in-terior y dicha cima. En este sentido, conviene resaltar que en el observatorio de Dènia Gata (a 18 m.) se anotaron 3,3 ºC menos que en Ai-tana, y que con respecto a la estación interior de Villena (495 m.) dicha brecha se elevó a, nada más y nada menos que, 9.8 ºC.

La escena meteorológica de dicha jordana vino marcada por la presencia de una circu-lación mixta vaguada/cresta, englobando esta

última al sector mediterráneo peninsular, con una masa de aire bastante cálida en 850 hPa (en torno a los 10 ºC) que determinó la antedi-cha exagerada inversión del gradiente térmico en la vertical (fi gura 3).

Con todo, más llaman la atención las in-versiones térmicas estivales. Al respecto, los casos de la fi gura 4 muestran claramente la proyección térmica fruto de la estabilidad at-mosférica y la irradiación; y no es para me-nos, porque: ¿quién creería que un 19 de ju-lio la temperatura mínima quedaría 3 grados por debajo en el observatorio litoral de Dènia Gata respecto al de la cima de Aitana6. En es-tos casos las situaciones atmosféricas también vienen defi nidas por invasiones de aire de ori-gen meridional, débiles o incluso moderadas expulsiones de aire cálido.

Asimismo, con ocasión del dominio de la estabilidad atmosférica resulta necesario hacer hincapié en la infl uencia termo-reguladora que ejerce el mar Mediterráneo, tanto en los extre-

6. Los datos meteorológicos se han obtenido de la es-tación instalada en la cumbre de la Serra d’Aitana, gra-cias al proyecto I+D (REN2003-02059/GLO)

Figura 3. Corte térmico a las 00 h UTC sobre la vertical de Murcia (2/2/2002). Fuente: Radiosondeo de Murcia. Colegio de Ingenieros de la Universidad de Wyoming (EEUU). Elaboración propia.

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

mos invernales como en los estivales, aunque especialmente primaverales, que es precisa-mente cuando la temperatura del agua del mar presentan un mayor diferencial térmico con respecto a la del aire7.

A este último respecto, los casos que apa-recen en la fi gura 4 resultan bastantes expre-sivos. De entre ellos, podríamos elegir la si-tuación del 24 de julio de 2004, dado que para esa fecha también disponemos de información relativa a la estación de Aitana. Durante esa jornada la diferencia entre los registros obteni-dos en la costa y el sector más continentaliza-do de la provincia de Alicante se aproximaron

7. La penetración de la brisa hacia el interior en la pro-vincia de Alicante se ve especialmente favorecida en primavera y otoño. Dos son los factores que explican este hecho: procesos de inestabilidad (las inversiones limitan el espesor y penetración del circuito de brisas mar-tierra) con marasmo en superfi cie (condición in-defectible para el desarrollo del virazón) y, de otro, tal y como apuntan Olcina Cantos & Azorín (2004), el contraste térmico mar-tierra que se presenta durante estos periodos, al actuar éste a modo de fuerza motriz de estos circuitos de viento locales.

a los 7 ºC. En efecto, mientras en la Vila Joio-sa se anotaron 32.7 ºC en localidades del inte-rior alicantino como Camp de Mirra y Villena se registraron casi 40 ºC, más concretamente, 39.7 y 39.4 ºC. En contrapartida, en la cima de Aitana la cifra térmica únicamente ascendió hasta los 28.4 ºC. Al respecto, conviene hacer notar que este tipo de situaciones con grandes diferencias entre costa e interior suelen ir liga-das a invasiones de aire particularmente cáli-do de origen africano que a su vez comportan una inversión térmica en la línea de costa muy baja, lo que comporta una escasa infl uencia de la marina tierra adentro, tal y como se ha indi-cado anteriormente. Los sectores montañosos relativamente elevados y de escasa extensión, al estar menos infl uidos por la superfi cie te-rrestre, y más por la temperatura del aire en sí, acusan una exigua continentalidad y, por tanto, menores rigores estivales.

2.2. Nubosidad de retención con ocasión de fl ujos de componente marítima.

Enmarcados en el seno de este tipo, inclui-mos aquellos escenarios estables en los que el

Figura 4. Temperaturas mínimas diarias tipo de diversas jornadas con inversión térmica en estío*. Fuente: IVIA y Laboratorio de Biogeografía de la Universidad de Alicante. Elaboración propia.

* En el eje de abcisas: 1 = 2/7/01; 2 = 22/6/01; 3 = 19/7/02; 4 = 20/7/02; 5 = 29/7/02; 6 = 14/8/02; 7 = 17/8/02; 8 = 24/7/02.

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Figura 5. Infl uencia de la marinada (24/7/2004). Fuente: IVIA. Elaboración propia.

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Figura 6. Distribución de los valores de precipitación con ocasión de un ejemplo de gregal con poca lluvia (13/02/2003). Elaboración propia

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

viento de componente marítima (ya sea de tipo advectivo o primordialmente térmico) acumu-la nubosidad en el litoral, sin producir, por norma general, precipitaciones verticales; a lo sumo, en caso de que éstas se materialicen, serán de escasa trascendencia.

El caso del 7 de julio de 2004 es bastante representativo de nubosidad retenida por el virazón. La situación atmosférica se carac-terizó por la presencia de aire relativamente frío y bastante inestable en las capas bajas, fundamentalmente en los primeros 1.500 m. de altitud, lo que junto con el aporte de humedad, fruto de la penetración del viento marítimo, determinó el desarrollo de nubosi-dad. Como quiera que la atmósfera en torno a 850 hPa presentaba estabilidad absoluta, sobre la base de una inversión térmica por subsidencia, el crecimiento de la misma se

veía truncado, por lo que no se gestó nubosi-dad de importante desarrollo vertical. De este modo, si el cielo quedó bastante cubierto en una parte sustancial de la provincia de Ali-cante, la nubosidad no presentaba potencial pluviométrico, dado el carácter estratiforme de ésta (fi gura 8).

Un ejemplo más inestable, aunque no pro-clive al desarrollo de precipitaciones signi-fi cativas, se corresponde con la jornada del 13 de febrero de 2003 (al menos durante su parte diurna). Así es, la inestabilidad relati-va de los primeros 2.000 m. se veía truncada a partir de ese nivel y especialmente por la inversión térmica presente a unos 3.700 m. Esta estratifi cación atmosférica de la tropos-fera inferior aliñada con un fl ujo en super-fi cie que mostraba una cierta componente de noreste determinó el clásico contraste de

Figura 7. Radiación solar, lluvia y humedad relativa con ocasión de un episodio de gregal con escasa precipitación (13/2/2003). Elaboración propia

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temperies entre el tercio norte y el resto de la provincia de Alicante. Dualidad de esta-dos que puede ser considerada como modelo de los tipos de tiempo considerados como gregal con escasa precipitación. Así es, mientras en las tierras bien orientadas a esa componente el estado del tiempo se mostró nuboso, más húmedo e, incluso, llegaron a producirse débiles precipitaciones (Marina Alta, Alcoià y extremo más septentrional de la Marina Baixa y la Foia de Castalla), a sotavento la nubosidad fue poco importante, las precipitaciones resultaron inexistentes y la humedad relativa quedó en valores infe-riores (Alto,y Baix Vinalopó, Vinalopó Mitjà y Bajo Segura) (fi guras 6 y 7).

2.3. Nieblas de AdvecciónDurante las situaciones sinópticas carac-

terizas por la estabilidad y la relativa calma de vientos8, así como por la invasión de aire cálido, se pueden formar bancos de niebla en el litoral alicantino: son las conocidas como nieblas de advección, ligadas a situaciones an-ticiclónicas, por tanto, clasifi cadas por Byers (1944), sobre la base de su génesis, como nieblas internas. Habitualmente este tipo de fenómenos (al menos los episodios más sig-

8. Efectivamente, tal y como y citan Morales & Ortega (2002), este tipo de nieblas van estrechamente ligadas a persistentes débiles fl ujos de aire.

Figura 8. Ejemplo de nubosidad acumulada por vientos de honda raigambre térmica (2/06/2004). Fuente: NOAA y Radiosondeo de Murcia (7/06/2004, 12 UTC). Colegio de Ingenieros de la Universidad de Wyomin.

Elaboración propia.

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

nifi cativos) se presentan a fi nales de invierno y principios de primavera, puesto que es a lo largo de este periodo cuando el gradiente tér-mico entre el agua superfi cial y el aire cálido resulta superior. Y es que este tipo de estados debe su formación al enfriamiento basal de la troposfera inferior por el contacto de ésta con un mar más fresco (así, la masa de aire más frecuente ligada a estas situaciones son las tropicales continentales, al menos en 850 hPa), a lo que hay que añadir la subsidencia

anticiclónica9. En suma, las condiciones ade-cuadas para que el aire enfriado y enriquecido hídricamente por su base quede constreñido en las capas bajas.

9. La invasión cálida a estos niveles, junto con el enfriamiento radiactivo del techo de la niebla recién formada, refuerza la inversión térmica bajo la cual se desarrollan las nieblas.

Figura 9. Evolución del contexto atmosférico (500 hPa, 850 hPa y superfi cie) con ocasión del episodio de niebla de advección de febrero de 2004. Fuente: www.wetterzentrale.de. Elaboración propia

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Un episodio característico de esta situación meteorológica aconteció durante los primeros días de febrero de 2004, particularmente entre las jornadas del 2 al 7 de febrero, evento que por su dilatada extensión espacio-temporal en el Mediterráneo Occidental puede califi carse como extraordinario. Las condiciones atmosfé-ricas estuvieron marcadas por una importante invasión de aire cálido acompañada en superfi -cie por un potente anticiclón centrado desde el día 2 al 6 de febrero sobre la vertical del sector anteriormente mencionado. Dicho marco at-mosférico derivó en la formación de una exten-sa capa de estratos sobre el mar Mediterráneo, especialmente durante las jornadas del 4, 5 y 6 de febrero, cubriendo entonces la mayor parte del sector occidental de éste (fi guras 9 y 10).

Fruto de esta situación atmosférica desta-caron, pues, las inversiones térmicas de las

máximas diarias en los observatorios de la provincia de Alicante, ya que estas últimas re-sultaron inferiores en las zonas costeras y lito-rales respecto a las anotadas en el interior de la provincia; de hecho, las máximas en el litoral se aproximaron bastante a las registradas en Aitana. Al respecto, particular interés merece la jornada del 6 de febrero, dado que las tem-peraturas máximas se situaron prácticamente a la par en la cima de Aitana y la costa, y hol-gadamente superiores en el interior, con 14.1, 15, 18.3 y 22.8 ºC en Aitana, Altea, El Pinós y Planes, respectivamente. En este mismo sentido, cabe además subrayar la evolución de los valores termométricos e hídricos de las estaciones de Altea y Aitana; dado que, por un lado, los primeros durante buena parte del día se mostraron inferiores en la primera, y, por otro, las diferencias en lo que a la fracción de

Figura 10. Fuente: MET-8 RGB Composite HRV, HRV, IR.08. Colegio de Ingenieros de la Universidad de Wyomin. Elaboración propia.

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Gradiente real Gradiante estabilidad absolutaGradiante inestabilidad absoluta Gradiente pseudo adiabático

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

saturación concierne fueron harto signifi cati-vas; y no es para menos, ya que los valores mínimos en Aitana a penas si alcanzaron la paupérrima cifra del 3 %.

2.4. Ondas de montaña y nubosidad media y alta a sotavento

Los días en los cuales aparecen ondas de gravedad a sotavento en niveles relativamente bajos, estratocúmulos, hayan su razón de ser en fl ujos sinópticos más o menos constantes con cierto contenido hídrico de componente oeste, particularmente con sentido WNW y NW, así como en la existencia de una inver-sión térmica entre dos capas de aire inestable (fi gura 11). De este modo, la situación atmos-férica en altitud más característica de este tipo de contexto atmosférico viene marcada por la

presencia sobre la provincia de Alicante de ra-males descendentes de vaguadas o depresio-nes frías, si bien también pueden ser producto de circulaciones más o menos zonales de ter-cer cuadrante y, ya muy ocasionalmente, fruto de ramales ascendentes. De ello se infi ere que la distribución estacional de este tipo de situa-ciones presente frecuencias ínfi mas durant el estío.

En lo concerniente a la temperie, cabe ad-vertir que, por norma común, el tiempo pre-sente en este espacio suele resultar bastante estable, difi riendo, pues, con el presente en otros sectores peninsulares a barlovento de los fl ujos septentrionales (grosso modo, tercio norte Peninsular).

Al respecto, conviene traer a colación la jornada del 5 de marzo de 1999, ya que en

Figura 11. Ejemplo de ondas de montaña (5/4/99). Fuente: www.wetterzentrale.de, NOAA, Radiosondeo de Murcia (5/4/99, 12 UTC). Colegio de Ingenieros de la Universidad de Wyomin. Elaboración propia.

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Emilio Martínez Ibarra

gran parte de la provincia de Alicante el cielo quedó parcialmente cubierto por la formación de ondas de gravedad a sotavento, con una po-sición casi estacionaria a sotavento de los re-lieves. Efectivamente, el ascenso forzado del aire de componente WNW, al incidir perpen-dicularmente sobre éstos, unido al grado hi-grométrico del mismo, resultó sufi ciente como para producir fenómenos de condensación en las crestas de las ondas dispuestas paralela-mente a las prominencias orográfi cas que las causaron (fi gura 11).

Asimismo, cabe subrayar que este tipo de situaciones se traducen en un efecto föehn en la costa, como consecuencia del soplo de vientos de componente terral, y, en defi nitiva, por la compresión al cual éste se ve someti-do al descender a sotavento de los relieves del cuadrante suroriental de la Península Ibé-rica. Al respecto, la jornada del 21 de enero de 2003 podría ser un caso representativo de este fenómeno. Ciertamente, durante este día las temperaturas en el litoral quedaron en tor-

no a los 19 ºC, mientras que en el interior se situaron entre 11 y 15 ºC, resultando aún más expresivas las diferencias costa-montaña; así es, en Aitana tan sólo se anotaron 4.4º de máxima, unos 15 ºC por debajo de las regis-tradas en la costa. Las diferencias de hume-dad fueron asimismo signifi cativas, de hecho los valores mínimos extremos oscilaron entre un 50 % en el litoral y un 85 % en Aitana (tabla 1).

Ante un escenario atmosférico similar al anterior puede aparecer otro tipo de tiempo que queda marcado también por la forma-ción de nubosidad orográfi ca a sotavento, si bien en este caso se trata de nubes medias y altas. Asimismo, suelen predominar sectores descendentes de vaguadas y circulaciones de alto índice zonal, e, incluso, en algún caso, la situación ha venido marcada por la existencia de ramales ascendentes. Sin embargo, la esce-na meteorológica difi ere de la anterior por el hecho de que la inversión se sitúa a un nivel superior, la atmósfera es más húmeda en ese

Localidad V Km/h DV Vx Km/h Tn ºC Tx ºC Horas frío HR % P mmAltea 6 WSW 30 10.6 19.1 0 47 0.2

Vila Joiosa 9 WNW 39 9.4 19.1 0 49 0.4P. de la Horadada 9 W 33 9 19.6 0 57 0.6

Dènia 6 WSW 24 11 18.2 0 48 0.6Ondara 7 WSW 30 12.3 18.6 0 48 0.6

Elx 5 WSW 21 7.2 18.7 0 54 0Crevillent 6 WNW 39 8.8 19.6 0 48 0Almoradía 6 NW 24 9.2 20.1 0 54 0

Catral 10 W 46 7.1 19.7 0 57 0Monforte 12 WNW 44 7.8 17.7 0 47 0Novelda 13 WNW 45 7.2 17.8 0 47 0

Pinós 17 W 45 6.7 14.1 0.5 55 0Planes 10 WSW 44 9.7 15 0 52 0.6

Castalla 19 W 56 5.3 11.9 2 63 1.2Camp de Mirra 14 WSW 47 7.8 13.4 0 60 0.4

Villena 15 WNW 41 7.7 15 0 57 0.4Aitana 43 NNW 96.6 0.6 4.4 15.8 85 1.4

Tabla 1. Valores de las variables atmosféricas más representativas con ocasión de un episodio de ondas de montaña acompañado con efecto föhn (21/1/2003). Fuente: IVIA. Laboratorio de Biogeografía de la

Universidad de Alicante. Elaboración propia.

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

sector más elevado y la nubosidad que se for-ma no presenta claros correspondientes con el seno de las ondas; no aparece, pues, en coinci-dencia con estos marcos nubosos, el denomi-nado intervalo de föehn. Cabe además resaltar que, en ocasiones, este tipo de nubosidad se gesta a favor de la humedad aportada por una línea frontal de carácter frío poco activa, con-dición indefectible para permitir la condensa-ción a esos niveles.

El estado del cielo presente el 27 de mayo de 2002 es fi el refl ejo de este tipo de tiempo, y de su similitud con el anteriormente citado. De tal forma que, a la nubosidad media y alta de sotavento se asoció en un nivel inferior una capa de estratocúmulos, a modo de ondas. La situación atmosférica quedó defi nida por una

intensa circulación del NO en los niveles su-periores, que determinó las dos inversiones necesarias para la formación tanto de las on-das de gravedad (la de niveles bajos) como de la nubosidad media y alta a sotavento (la de niveles medios). De este modo, si se observa-ba la fi gura 12 se apreciará ambas formacio-nes nubosas y las dos anomalías térmicas de la curva de estado, en torno a los 2.300 y 5.100 m.

2.5. Frentes poco activosSe incluyen bajo esta denominación tanto

superfi cies frontales frías como cálidas, con dominio abrumador de las primeras, en las que las bandas nubosas vistas desde los me-dios de observación remota revelan la escasa

Figura 12. Ejemplo de superposición de ondas de montaña y nubosidad a sotavento (27/05/02). Fuente: www.wetterzentrale.de, NOAA y Radiosondeo de Murcia (27/05/02, 12 UTC). Colegio de Ingenieros de la

Universidad de Wyomin. Elaboración propia.

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importancia de las mismas por el predomi-nio de nubosidad media y alta (altoestratos, cirros y cirroestratos). Se trata de un tipo de tiempo bastante frecuente, si se excluye el periodo estival por excelencia, y es que no debemos olvidar que la provincia de Alican-te se encuentra en la zona planetaria barrida por bandas nubosas estructuradas en torno a borrascas extratropicales, si bien la posición meridional del entorno objeto de estudio res-pecto a ésta comporta una infl uencia tangen-cial de las mismas.

El contexto sinóptico suele quedar domi-nado por situaciones mixtas (vaguada-cres-ta), con infl ujo sobre el sector mediterráneo peninsular de masas de aire tropical conti-nental, circulaciones zonales, vaguadas poco importantes con ramal ascendente en este sector, e, incluso, en algunas ocasiones, por escudos anticiclónicos que proyectan dorsa-

les de aire tropical. En defi nitiva, el escena-rio meteorológico viene en gran parte de los casos caracterizados por procesos de frontó-lisis

Dos buenos ejemplos de este tipo de situa-ción atmosférica lo constituyen las jornadas del 21 de junio de 1998 y el 3 de noviembre de 2002. En ambos casos la nubosidad ligada a la discontinuidad frontal se mostraba poco importante, y es que el frente se encontraba en territorio enemigo, esto es, en el seno del dominio de las altas presiones. Así, los son-deos meteorológicos mostraban para ambas ocasiones la presencia de inversiones térmi-cas, una en el primer caso, en torno a los 1000 m., y dos durante el segundo, con subversión del gradiente estático térmico a unos 1.000 y 4.000 m. De este modo se impedía el desarro-llo de nubosidad de notable desarrollo vertical (fi gura 13).

Figura 13. Ejemplo de frente poco activo (21/06/1998). Fuente: MET7, www.wetterzentrale.de, NOAA y Radiosondeo de Murcia (21/06/1998). Colegio de Ingenieros de la Universidad de Wyomin. Elaboración propia

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

2.6. “Cielos norteafricanos”La principal característica sinóptica de este

tipo es la confi guración de una circulación mixta con dominio sobre la zona objeto de estudio de las masas de aire tropical continen-tal. En ocasiones, la existencia en altitud del Jet Subtropical y la dirección de éste implica que se desarrolle una banda nubosa dispuesta de SO a NE10, que, al recorrer territorio nor-te-africano, se carga de polvo en suspensión y determina ambientes con calima alta, que en caso de estar ligados a lluvias irán cargadas

10. Según el estudio realizado en Mallorca por Fiol, Guijaro & Fornós (2001: 11), el 70 % de las lluvias de barro se relacionan con fl ujos del SO en 500 hPa, y el 79 % con claras advecciones térmicas de dirección S-N.

de fango11. Incluso, cuando ésta llega a su máxima expresión impregna de este litome-teoro las cimas de los relieves más destacados de la provincia de Alicante; más aún, puede dejar pequeñas deposiciones, sin necesidad de que se desencadenen precipitaciones líquidas.

A lo largo de la jornada de 15 de mayo de 2002 tuvo lugar una situación de este tipo. Ciertamente, durante ésta una banda nubosa de dirección SSO-NNE recorrió todo el sector próximo a la costa del cuadrante noroccidental del continente Africano hasta la Península Ibé-

11. Àvila, A. (1999: 110) para el caso del Montseny calculó que el origen del material con ocasión de días con lluvia de fango procedía del Atlas Marroquí (59 % de los casos); Sahara Occidental (26 %); y, Sáhara Central (11 %), quedando el resto de las aportaciones sin determinación.

Figura 14. Ejemplo de frente “africano” (15/05/2002). Fuente: MET7, www.wetterzentrale.de, NOAA y Radiosondeo de Murcia (21/06/1998). Colegio de Ingenieros de la Universidad de Wyomin. Elaboración propia.

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rica. La nubosidad fue de poco espesor, dada la presencia de un bloqueo en omega (circu-lación mixta), con cresta mediterránea sobre el sector oriental peninsular. Así, en el perfi l vertical de la troposfera aparecen tres zonas estables: una entre los 1000 y los 2000 m., la segunda a unos 5.000 m.y la tercera a partir aproximadamente de los 7.000 m. (fi gura 14).

3. TIPOS PROCLIVES AL DESARROLLO DE PRECIPITACIONES

3.1. Advecciones de primer y segundo cuadrante con precipitaciones:

Constituye el clásico tiempo que genera las precipitaciones más importantes en la zona: els llevants. De hecho, según Azorín & López (2004) entre 1991-2000 el 69 % del volumen de lluvia acumulado en tierras alicantinas se resolvieron con precipitaciones de raigambre mediterránea; al extremo de que los autores afi rman que según la menor o mayor mani-festación de este tipo de situaciones los años devendrán en secos o húmedos. En atención al antedicho trabajo, la aportación pluviométrica de este tipo de cuadros atmosféricos se mani-fi esta especialmente en el otoño y el verano as-tronómico (con el 42,7 y el 31,3 % del volumen total precipitado), seguidos por la primavera (20,3 %), con una pobre participación estival (5,7 %). Si bien, es menester hacer notar que su papel en el conjunto del territorio alicantino se muestra diverso; así es, la mayor importan-cia relativa de este input en el sistema hídrico alicantino aparece en el área más expuesta a los temporales de levante (litoral e interior con ex-posición adecuada a levantes), mientras que su contribución se reduce de forma sensible en la zona interior a resguardado de los temporales de levante. En este sentido, los valores extre-mos son del 84,3 % en Torrevieja y 52,4 % en Villena (Azorín & López, 2004: 305)12.

12. Al respecto, es menester subrayar, según los resul-tados obtenidos por el grupo de trabajo de meteorolo-

Por lo que respecta al cuadro atmosférico, coladas árticas, vaguadas de aire polar maríti-mo y depresiones frías aisladas en altitud, ya sean advecciones de primer o segundo cua-drante, según los casos, pueden llegar a deri-var en el desencadenamiento de precipitacio-nes signifi cativas en la provincia de Alicante, en ocasiones con carácter moderado, aunque en otras éste es meridianamente torrencial. Al respecto, Olcina & Miró (1998), a partir de la situación atmosférica presente en la baja y alta troposfera, distinguieron a este respecto dos tipos de situaciones posibles, con desigual reparto espacial de las precipitaciones. De un lado, las marcadas por el predominio del mo-vimiento horizontal del aire sobre toda la co-lumna atmosférica; y, de otro, aquellas en las que predomina el ascenso vertical del mismo, a favor de depresiones frías con escaso gra-diente bárico en superfi cie. Las primeras son las que con mayor reiteración caracterizan a los conocidos como temporales de levante, y suelen ir ligadas a una distribución heterogé-nea de las lluvias (Moltó & Miró, 2004: 122), particularmente si los fl ujos son de componen-te gregal. De tal modo que, en estas ocasiones la comarca de la Marina Alta y el extremo más septentrional y montañoso de la Marina Baixa acostumbran a ser las áreas más benefi ciadas, así como los sectores más expuestos del Al-coià y el Comtat13. En cambio, con ocasión de las segundas el reparto espacial de las precipi-taciones al no estar tan estrechamente ligado a

gía y climatología del CEAM (Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo), que para el conjunto de la Comunidad Valenciana se aprecia una tendencia hacia el incremento de las precipitaciones y su torrencialidad en el ámbito litoral, fruto de una reducción de la participación de la actividad termo-convectiva en el interior (feedback positivo para los temporales mediterráneos).13. A la postre, en este tipo de situaciones (que se restringen a un escaso número de jornadas al año, a lo sumo una docena) reside la causa explicativa de la brecha pluviométrica anual entre el NE de la provin-cia de Alicante y el resto de la misma (Moltó & Miró, 2004: 122).

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

la tiranía orográfi ca se resuelve en una focali-zación de las mismas aparentemente errática, por lo que los núcleos de nubes puestas en pie pueden descargar intensamente sobre cual-quier punto; hasta el extremo de que la dua-lidad entre vertientes (barlovento/sotavento) puede quedar difuminada sensiblemente. Efec-tivamente, ante este tipo de escenarios sinópti-cos el reparto de las lluvias viene determinado fundamentalmente por el desplazamiento de grandes conjuntos convectivos guiados por los fl ujos de la media y alta troposfera, y no por una compartimentación orográfi ca expuesta a los fl ujos de superfi cie (Moltó & Miró, 2004: 122).

Con relación al primer tipo de situación, un buen ejemplo lo constituyen las jornadas del 6 a 7 de mayo de 2002, con totales plu-viométricos harto signifi cativos en la Marina Alta, e importantes en el norte montañoso de la Marina Baixa, el Alcoià y el Comptat, frente al resto de la provincia. Por consiguiente, la suma de precipitación para dichas jornadas en algunas de las estaciones provinciales fueron: 351.2 en Dènia, 216.8 en Ondara, 160.5 en Aitana, 140 Planes, 114.6 en Altea, 39 en La Vila Joiosa, 35.6 en Agost, 32.2 Pinós, 33 en Almoradí, 31.2 en Pilar de la Horadada, 29.2 en Monforte del Cid, 27.2 en Villena, 26.8 en Camp de Mirra, 22 en Castalla, 21.2 en Elx, 20.6 en Catral, 20.2 en Crevillent y 18.4 en Orihuela. Diferencias diarias que asimismo se manifi estan a escala intradiaria. Respecto al cuadro atmosférico es menester destacar que vino marcado por una exageración del gradiente estático térmico en la vertical, dada la invasión de aire frío en capas altas; grosso modo, entre los 5.000 y los 10.000 m de alti-tud.

3.2 Frente frío activoSi bien el dominio de las advecciones at-

lánticas con precipitación (al menos 10 mm.) se muestra durante buena parte del año en las tierras alicantinas, particularmente durante el periodo pluviométricamente más efectivo, (destacando el 44,5 % en otoño y el 44,4 % en

invierno), su aportación en el total precipitado es francamente escaso: 14,7 % en el conjunto provincial (Azorín & López, 2004: 305). Aún así, cabe hacer notar, como en el caso anterior, diferencias espaciales: longitud y comparti-mentación orográfi ca traducen una mayor par-ticipación pluviométrica relativa en las tierras del interior a retaguardia de la afección de los temporales mediterráneos (21,7 en Tibi o 18,6 % en Villena), en contraposición con la zona interior que goza de buena exposición a los fl ujos marítimos y la litoral, especialmente en ambos extremos de ésta (11,3 % en Dènia y 9,6 % en Torrevieja)14.

El escenario meteorológico que en mayor grado controla las advecciones atlánticas con precipitación puede quedar bajo la directriz de advecciones septentrionales ligadas a coladas de aire ártico, situaciones con fl ujos con un carácter más occidental y masas de aire polar marítimo, así como vientos del tercer cuadran-te que inyectan en la troposfera inferior aire relativamente cálido y húmedo. De cualquier forma, los frentes activos van ligados espe-cialmente a sectores delanteros de vaguadas activas, con ocasión de expulsiones de aire frío con un anormal desplazamiento meridio-nal. Ante este tipo de situaciones, a medida que dicha discontinuidad se aproxima, se va sucediendo nubosidad que al ir ganando es-pesor es posible la arribada de ésta, aunque mantenga un carácter estratiforme, sea de su-fi ciente espesor como para producir precipi-taciones de intensidad débil-moderada, salvo alguna ocasión muy excepcional, a favor de desarrollos nubígenos con carácter más verti-cal, en las cuales éstas resultan más intensas y signifi cativas. Al respecto, son representativas

14. Para el conjunto de la Comunidad Valenciana Estrela et al. (2004) han revelado un descenso de las precipitaciones producto del paso de frentes atlánti-cos, particularmente donde sus aportaciones resultan más signifi cativas, el NW de dicha comunidad; preci-samente allí donde tienen sus cabeceras el Túria y el Júcar, ambos de franca trascendencia socio-económica en esta comunidad.

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aquellas situaciones que si bien, en principio, resultan claramente atlánticas, al llegar al ex-tremo oriental de la península Ibérica sufren un proceso de cierta desnaturalización, en este caso, una reactivación (contrariamente al pro-ceso habitual de debilitamiento). Se trata de situaciones en la que los fl ujos de poniente en superfi cie son sustituidos por otros de compo-nente mediterránea, a favor de la formación de una baja presión en el cuadrante

suroriental de la península Ibérica, en coin-cidencia con la llegada del frente atlántico al extremo oriental de ésta. Con todo, tal y como indican Moltó & Miró (2004: 118), se trata de bajas que se desplazan con gran celeridad, por lo que el viento rola rápidamente a componen-te N o NO, perdiendo, pues, su poder pluvio-métrico en la provincia de Alicante. Sea como fuere, conviene subrayar que lo más habitual es que sean advecciones del tercer cuadrante

con precipitaciones de carácter poco signifi ca-tivo, si bien no desdeñables en un entorno se-miárido como el de gran parte de la provincia de Alicante.

A modo de ejemplo podemos mencionar el contexto meteorológico que marcó la jor-nada del 14 de noviembre de 2002. En efec-to, la situación atmosférica durante ese día se correspondió con una invasión de aire polar marítimo, con relación a la presencia de una vaguada con eje centrado al oeste de la Penín-sula Ibérica, por tanto, con su sector de mayor advección de vorticidad sobre ésta. Por su par-te, en superfi cie la inestabilidad atmosférica en altitud se proyectó en forma de una profunda Borrasca Británica, con un ápice de 970 mb. El gradiente estático térmico presente en el corte atmosférico de dicha jornada evidencia-ba la inestabilidad presente a partir de los unos 5.000 m., sobre la base de la presencia de aire

Figura 15. Ejemplo de frente frio activo (14/11/2002). Fuente: MET 7, www.wetterzentrale.de, NOAA y Radiosondeo de Murcia (21/06/1998). Colegio de Ingenieros de la Universidad de Wyomin. Elaboración propia.

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

anormalmente frío (fi gura 15). En cuanto a su manifestación, como rasgo más sobresaliente cabe señalar que se registraron precipitacio-nes. Las cantidades recogidas fueron las que a continuación se enumeran: 5 mm. en Dènia, 4.2 en Ondara, 8.2 en Altea, 8 en La Vila Jo-iosa, 11.8 en Castalla, 7.6 en Camp de Mirra, 11.8 en Villena, 7.6 en El Pinós, 10.6 en Mon-forte del Cid, 6.8 en Elx, 10 en Novelda, 6.4 en Crevillent, 3.8 en Almoradí, 6.6 en Catral, 5 en Orihuela y 5 en Pilar de la Horadada; en general, resultando éstas más generosas en el interior con respecto al litoral.

3.3. Nubes de desarrollo vertical con precipitación

En este epígrafe se incluyen a aquellas si-tuaciones que vienen defi nidas por el desarro-llo vespertino de nubes de desarrollo vertical, con una clara vocación por la segunda mitad cálida del año. Así es, según Azorín & López (2004: 305) es durante primavera (40,1 %) y verano (39,9 %) cuando estas situaciones co-bran más importancia, frente a otoño (20 %) y, especialmente, el invierno (0 %), particular-mente durante los meses de junio y septiembre, en las cuales las mismas representan el 29,4 y el 23,1 % del total precipitado. Su importancia espacial, en concordancia con lo señalado en los otros tipos proclives al desarrollo de pre-cipitaciones, mantiene un desigual peso es-pecífi co, resultando en este caso mayor en la zona interior resguardada de los temporales de levante (29 % en Villena o 23,3 % en Tibi), en contrapartida con lo que acontece en el litoral, particularmente en sus extremos (12,2 % en Dènia y 6,1 % en Torrevieja).

Al respecto, Olcina & Azorín (2004) pro-ponen una clasifi cación entre frente de brisa estable (sin precipitaciones) e inestable (con precipitación), distinguiendo dentro de estos últimos, según el volumen precipitado, los frentes de brisa activos ordinarios (con preci-pitaciones máximas que no suelen superar los 30 mm.) y aquellos otros de carácter extraordi-nario (la cantidades diarias máximas exceden los 150 mm.).

No obstante, aquí, aplicando una clasifi ca-ción propia, únicamente se analizan los segun-dos (por su mayor interés)15, clasifi cándolos según la distribución espacial de las precipi-taciones en dos modelos: nubes de evolución con precipitaciones restringidas fundamental-mente al mediterráneo peninsular interior, y nubes de evolución con lluvias más o menos generalizadas. Contextos éstos (nubes de de-sarrollo vespertino con lluvia), que en su ma-nifestación prototípica, fueron defi nidos por Olcina & Miró (1998) como situaciones con circulación mixta entre superfi cie (brisa ma-rina) y altitud (fl ujos de segundo o tercer cua-drante, con inestabilidad). Al respecto, Moltó & Miró (2004) realizan una interesante sub-división de este tipo de situaciones, según la dirección del fl ujo en altitud y la penetración interior del frente de brisa y sus repercusiones en el reparto espacial de las precipitaciones. Así, cuando los fl ujos en altitud son del tercer cuadrante (O y SO), grosso modo la dirección directriz de las subbéticas, el desplazamiento de los núcleos convectivos en esa dirección encuentra una alimentación continua dado su desplazamiento sobre los relieves, localizán-dose los nidos de tormenta y las precipitacio-nes en el Alto Vinalopó o Serpis si la penetra-ción del frente de brisa es importante, o más próxima a la costa si la infl uencia del virazón queda más restringida, formándose en este último caso el frente de brisa inestable en la primera barrera montañosa prelitoral alicanti-na (al sur de Pinoso, Sax, Ibi o Alcoi), y, por tanto, pudiendo afectar las lluvias al entorno litoral. De otro, cuando las circulaciones en al-titud se muestran del N y NO los sectores más agraciados son el medio Vinalopó y la Foia de Castalla, mientras que si la penetración de la brisa es menos importante serán los valles de Xixona, Relleu, Sella y Guadalest-Algar las

15. Según Olcina & Azorín (2004: 96) los frentes de brisa inestables, si bien no suelen suponer grandes volúmenes de lluvia, suman alrededor del 70 % de la precipitación recogida en el Levante español durante los meses de julio y agosto.

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Figura 16. Diversidad interior/litoral, en los valores de precipitación y radiación, con ocasión de un episodio tormentoso que afecta especialmente al interior provincial. Fuente: IVIA. Elaboración propia.

Figura 17. Diversidad interior/litoral, en los valores de precipitación y temperatura, con ocasión de un episodio tormentoso que afecta especialmente al interior provincial. Fuente: IVIA. Elaboración propia.

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Tipos de tiempo en la provincia de Alicante

zonas en las que se acumulen mayor volúmen de agua, llegando también a afectar al sector costero.

No obstante, con relación a la clasifi cación aquí manejada, respecto al primer tipo cabe señalar que la parte activa de los núcleos con-vectivos suelen afectar únicamente al interior de la provincia de la Alicante, dado que a la zona litoral éstos acostumbran a arribar en es-tado de disipación, si bien es cierto que el fl ujo habitual en altitud (SW-NW) suele determinar una mayor afección de estas situaciones en el norte de la provincia. Al respecto, cabe traer a colación la situación del 1 de mayo de 2002. La jornada vino marcada, desde un punto de vista meteorológico, por la infl uencia de una vaguada demasiado al norte, con pantano ba-rométrico, inestabilidad relativa en las capas medias (entre los 2.500 y 5.500 m. aproxima-damente) y altas (a partir de unos 8.000 m.). Ello, junto al desarrollo del sistema de circu-lación de onda raigambre térmica mar-tierra determinó la formalización de nubosidad con-

vectiva en el interior de la provincia, con pre-cipitaciones no muy signifi cativas en este sec-tor, de 9 litros en Villena, 4.2 en Castalla, 3.2 en Planes y 0.2 en Camp de Mirra, resultando inexistentes en el litoral, si sen obvian los 0.4 mm. de Ondara. Con ocasión de este tipo de tiempo es durante la tarde cuando más se ma-nifi estan las diferencias de temperie entre el interior y la costa. Del tal forma que, para el ejemplo elegido se observa como es durante el intervalo comprendido entre las 14:30 y las 16:30 h cuando los valores de radiación resul-tan inferiores en la zona interior (en este caso representados por Villena); y no era para me-nos puesto que incluso entre las 15 y las 16 h se recogieron en el observatorio que el IVIA tiene instalado en el término municipal de esta localidad 9 mm. Por contra, en la zona litoral, particularmente en el sector sur, los valores de radiación seguían siendo importantes y, la precipitación, por ende, inexistente. Bien es cierto que en el litoral más septentrional de la provincia, por lo general más expuesto a este

Figura 18. Valores de precipitación y radiación solar con ocasión de un episodio de tormentas generalizadas (14/6/2004). Fuente: IVIA. Laboratorio de Biogeografía de la Universidad de Alicante Elaboración propia.

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tipo de situaciones, aunque tangencialmente, los valores de radiación resultaron inferiores a su homónimo meridional, e, incluso, se regis-tró, como ya se indicado, alguna precipitación de carácter débil. El efecto de parasol y el des-plome de aire frío producto de la precipitación y sus repercusiones termométricas es otro de los rasgos diferenciales entre el interior y la costa (fi guras 16 y 17).

En otras ocasiones con mayor inestabili-dad las tormentas afectan tanto a la zona li-toral como a la interior. Al respecto, un buen ejemplo sería la jornada del 14 de junio de 2004. La situación atmosférica quedó mar-cada por la confi guración de una depresión fría sobre el Golgo de León, en el seno de una vaguada retrógrada. Esta irrupción de aire frío, con inestabilidad relativa a partir de unos 3.000 m., aliñada en superfi cie con una débil circulación de gran recorrido maríti-mo, apoyada en la presencia de un anticiclón británico y una baja térmica en el norte de África, terminó facilitando el desarrollo de actividad tormentosa (fi gura 18), en ocasio-nes acompañada de granizo. Respecto a las precipitaciones se registraron: 16.8 en Dènia; 17.8 en Ondara; 11.4 en Altea; 8.2 en la Vila; 16 en Planes; 24 en Castalla; 11.2 en Camp de Mirra; 14.6 en Villena; 18 en Pinós; 6.8 en Agost; 8.2 en Monforte; 5.1 en Elx; No-velda 7; Crevillent 6.4; Almoradí 6; Catral 3.4; Orihuela 7.8, Pilar de la Horadada 15.8 y 14.2 litros en Aitana. Este tipo de tiempo habitualmente suele implicar una menor ra-diación y mayor precipitación que el tipo de tiempo anterior (fi gura 18).

AGRADECIMIENTOS

La presente investigación se ha elabo-rado dentro del Proyecto I+D (REN2003-02059/GLO) cofi nanciado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y fondos FEDER, adscrito al Dpto. de Análisis Geográfi co Re-gional y Geografía Física de la Universidad de Alicante.

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