Geologia Colombia

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  • 7/24/2019 Geologia Colombia

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    A DONDE HAN IDO LOS BOSQUES?

    EL HOMBRE Y EL MEDIO AMBIENTE

    EN LA COLOMBIA PREHISPANICA

    ARWICK BRAY

    Traduccin:

    ADRIANA

    ARIAS

    l Introduccin

    Los objeti vos de este trabajo son:

    l

    Resumir la evidencia

    ce

    rca

    de

    los

    cambios ambientales que sucedieron en el norte y el centro de Colombia

    desde finales del Pleistoceno

    ha

    sta la poca de la Conquista espaola;

    2. Hacer un examen de la forma como el paisaje antiguo fue modificado

    por la actividad humana; y 3 Tratar de identificar, con base en los

    reg istros arqueolgicos, los posibles episodios de deterioro ambiental o

    de

    mal m mejo ecolgico que ha

    ya

    n sido lo

    su fi

    cientemente severos como

    para haber causado tensin soc ial o colapso cu ltural

    Como parte de l proceso de establecer un panimetro ambienta l de base,

    debemos ante todo aprend er a distinguir tres tipos de fenmenos

    diferentes:

    a) Cambios del clima global es decir, osc ilaciones de temperatura y

    humedad en todo el globo.

    b Fenmenos puramente loen es: erupci

    ones volcc:inicas

    cambios en

    l scursos de los ros can1bios tectnicos o eustticos y dems fenmenos

    que afectnn nicamente a ciertas reas.

    e) Cambios precipiTados por l acrividad humana:

    es

    ta lista la

    encabezan los fenmenos interrela cionados de la intensificacin agrcola

    y

    la

    tala de bosques; en otras palabras, la transfom1acin del paisaje

    natural en un

    pa

    isaje artificial creado por el hombre.

    Estas tres fuentes de cambio son independientes entre si. Pueden

    apuntar en

    la

    misma direccin para bien o para mal), u operar en forma

    opues

    ta

    . Tambin es preciso recordar que un mismo fenmeno puede

    producir efectos muy diversos sobre las poblac iones humanas: un aumento

    de la precipitacin puede, al mismo ti empo, beneficiar a un gricultor de

    un a zona desrtica marginal y ca usar problemas de inundacin en otros

    s itios. Antes de hacer genera lizaciones como aque ll as que han dado lugar

    a controversias en el Per Paulsen, 1976, 1981; She

    ll

    , 1978; Conrad,

    1981), es necesario re 1

    zar primero buenos estudios de casos locales para

    detenninar la relacin de todos estos factores, sin partir del supuesto de

    que el cambio de l medio amb iente local es

    el

    factor primordial.

    43

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    A ON E

    HAN

    IDO LOS BOSQ UES? EL HOMBRE Y EL MEDIO AMBIEI ITE EN LA

    COLOMB

    IA

    PREHISPANICA

    Tambin surgen dificultades cuando se trata de identificar la tensin

    social. No s de ninguna regin colombiana sobre la cual los arquelogos

    hayan recogido informacin adecuada referente a los patrones

    de

    asenta

    miento, los tamaos poblacionales, la capacidad para soportar densidades

    de poblacin,

    la

    productividad agrcola y dems estadsticas necesarias

    para los modelos numricos. Por consiguiente, no podemos

    calcular

    si una

    sociedad determinada estaba comenzando a sufrir el fenmeno de

    la

    ten

    sin o no. Lo nico que podemos hacer son observaciones preliminares

    que en rea lidad no son ms que elucubraciones. Como regla bsica, estoy

    suponiendo que las poblaciones humanas tienden, en general, a crecer.

    Cuando este proceso se intenurnpe, al detenerse el crecimiento o dismi

    nuir el nmero de individuos, entonces la explicacin puede radicar en

    algn tipo de tensin (no necesariamente ambiental). En la arqueologa,

    al igual que en la pediatra, es necesario entrar a investigar cualquier tipo

    de ausencia de desarro

    ll

    o .

    2. El

    paisaje

    y el hombre

    de

    las

    cordilleras

    7500 a.

    e_ hasta

    hoy

    Alruras medias la regin calima

    Para ilustrar la fonna como interactan los factores humanos y naturales

    para modificar el paisaje, podemos recurrir a un diagrama simple de polen

    (Figura 1) de la regin ca lima en la cord illera Occidental de Colombia, a

    una altura un poco mayor a los 1.200 metros sobre el nivel del mar (Bray

    y colaboradores, 1987).

    El diagrama muestra la influencia del clima global,

    p :>r

    ejemplo en el

    desplazamiento de los cinturones de vegetacin (marcados

    por

    la retirada

    del cedro) a finales de la ltima glaciacin, y en el retomo gradual de

    condiciones ms secas y frias (zona 5B) hace cerca de 700 aos. Pero en

    la

    historia del polen tambin se reflejan los efectos de

    la

    influencia del

    hombre sobre

    el

    paisaje. El primer polen de maz hace su aparicin hacia

    el ao 5000 a. C., durante el perodo Precermico, pero durante los

    siguientes cinco milenios el bosque predomina sobre el resto de

    la

    vegetacin. Luego, casi sbitamente y mucho despus de aparecer la

    cermica hacia el ao

    700

    a. C. s in calibrar), vemos un cambio ecolgico

    significativo. El periodo Yotoco se inicia por

    la

    poca de Cristo (co

    mi

    en

    zo de la zona de polen 5A3) con un episodio

    de

    tala forestal masiva. Las

    gramneas pasan a ocupa r el

    luga

    r preponderante; hay

    un

    sa

    lt

    o repentino

    en el porcentaje de polen de maz. Poco despus se puede reconocer en

    los perfiles del sue lo un fenmeno de erosin local izada y algo de

    depsitos a luvia les (Bray y colaboradores, 1988: 24-34). Por la misma

    poca se produce un fenmeno local menor que tambin contribuy a

    reestructurar el paisaje. La salida del valle de

    El

    Dorado se destap

    permitiendo

    el

    drenaje

    de

    un

    lago, y en lo que pas a ser

    ti

    erra pantanosa,

    el pueblo Yotoco construy un sistema de campos drenados. En ese

    paisaje nu evo y ms abierto, el gran nmero de puntos de edificaciones,

    caminos y cementerios sugiere que la poblacin era relativamente gra

    nd

    e.

    44

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    W RWICK BR Y

    EDAD

    A.P.

    ;

    u

    HACIENDA El DORADO

    c:=J

    Bosque suband no

    Bosque and

    i

    no{suband

    i

    no

    Grammeae

    Figura l .

    Diagrama de polen de la

    Ha

    cienda

    El

    Dorado, regin Calima,

    co rdill

    em

    Occidental,

    o

    lomb

    ia

    .

    Amlisis de Jos O. Monsa\ve segl 3ray el al. 9 87 .

    Ademris , e l desc ubrim iento de un as cuanta s tumbas muy ricas

    es

    indicio

    de una jerarqua socia

    l

    Segn la mayora de los criterios, el pueblo

    Yot

    oco

    haba alcanz.1do

    un

    nivel de orga

    ni

    zac in

    co

    rrespondie

    nte al

    cac icazgo.

    Las tendencias establecidas durante los primeros siglos de

    la

    era

    c

    ri

    s tiana prevalecieron durante el periodo Sonso aproximadamente

    desde

    el

    ao

    12

    has

    ta la

    Conquista), cuando

    la

    poblacin parece

    haber

    alcanzado

    su

    pico y la m

    ayo

    r parte de

    la ti

    erra

    se

    usaba para

    la

    agricultura

    o los asentamientos. or ltimo, con

    la

    prdida demogrfica acaecida

    durante la Colonia, buena parte del medio ambiente fue repoblado

    por

    45

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    A

    DONDE II N

    lOO LOS OOSQUES

    EL

    IIOMilRE Y EL MEDIO MBIENTE EN

    L

    COLOMOIA PREIIISPANICA

    bosques y pennaneci en ese estado hasta que

    se

    reanudaron la tala y la

    quema durante el presente siglo. En resumen, podemos identificar dos

    fases de actividad agrcola: una primera cuando haba poca densidad

    demogrnfica o no estaba muy desarrollada la agricultura) la cual afect

    slo en fonna mnima el paisaje, y otra posterior que introdujo cambios

    fundamentales. Tambin ocurrieron cambios culturales, incluyendo

    el

    posible reemplazo de un grupo tnico por otro en el momento de la

    transicin entre los perodos Yotoco y Sonso, pero sin ningn signo de

    colapso. Los niveles de poblacin una simple medida biolgica de

    eficiencia)

    se

    mantienen, y no hay indicios de tensin traumtica hasta la

    Conquista. Por ltimo, la regeneracin acelerada del bosque muestra que

    el manejo que le dieron los indios a la tierra no inflingi daos pennanen

    tes a los suelos de las cordilleras.

    Ms al sur, en el valle de La Plata, una de las pocas zonas estudiadas

    sistemticamente la historia de

    los

    ltimos

    os

    milenios

    eS

    semejante a

    la

    de

    la

    regin calima, con un pico poblacional

    justo

    antes del contacto

    con los europeos Brennan, 1985: 171-179). Podra argumentarse ahora

    que muchos de los elementos de este patrn son reconocibles tambin en

    las zonas altas de los Andes.

    Lns cordiller s airas 7500 a C. has/a nues1ros dias

    La

    evidencia ms completa proviene de una serie de estudios de polen

    realizados en la cordillera Oriental, especialmente en las turbas y lagos de

    las zonas de pnramo por encima de los 2.500 m van Geel y van der

    Hammen, 1973; Schreve-Brinkman, 1978; Hooghiemstra, 1984; Kuhry,

    1988).

    La

    secuencia se remonta hasta

    el

    Pleistoceno, pero

    me

    limitar a

    describirla desde comienzos del Holoceno, hacia el ao 7500

    a. C.

    a

    7500-5500/5000 a.

    C.

    Zonas IV y V de polen en los Andes;

    intervalo X de Kuhry en el holoceno) .

    El

    clima es algo mns clido que en

    la

    actualidad.

    El

    paisoje refleja que

    la

    intervencin humana es mnima,

    aunque existe solamente un registro de polen de maz en el Pramo

    de

    Pea Negra

    I,

    hacia el 6200 a.

    C.

    Este nico polen de maz probablemente

    fue arrastrado por el viento desde una altitud inferior.

    b)

    5000-1000

    a.

    C.

    Zonas

    VI

    y VII

    de

    polen en los Andes; parte del

    intervalo Y de Kuhry). Es

    el

    clima m:is c:ilido y es el punto rmis alto de

    la

    linea de bosques. En

    la

    zona de p:iramo hay un nmero relativamente

    grande de registros de polen de maz a partir del 4650 a. C., aunque

    Kuhry 1988: 127) piensa que este polen proviene de actividades agrcolas

    adelantadas en altitudes inferiores sobre las pendientes orientales del valle

    del Magdalena.

    e) 1000

    n C

    150

    d C La

    fecha del ao 1000

    a. C.

    3000 BP)

    marca el comienzo de

    la

    zona VIII de polen en los Andes, constituyendo

    un

    limite climatolgico que tmnbin se

    ha

    reconocido en

    la

    cordillera

    Central Salomons, 1986) y en la Sierra Nevada de Santa MaMa van

    der

    Hammen, 1979). En todas partes, las temperaturas descendieron a los ni-

    6

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    WARWICK

    BR Y

    Edaden

    Urtdades FII.CIUIICIOfleS

    r N ~ v a s VariiOOI IeS

    l ~ h . o r n o ILmanl

    liaA P Cforoeslrlll,ihcu delemperal,.- e ~ enelitNdeesh dio

    5.000

    10 COJ

    15000

    000

    d e l e o c r d i i ~ O n e r u l

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    1

    1 :

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    1

    1

    :

    Figura 2.

    Cambios l

    en

    lalivos de temperatura F), vari

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    A DONDE HN IDO LOS BOSQUES EL HOMBRE Y EL MEDIO AMBIENTE EN

    L

    COLOMBIA PREHISPANICA

    disemin desde las faldas bajas hasta las cuencas altas intermontaosas.

    En las zonas altas, estos acontecimientos estn marcados

    por la

    disminu

    cin de los elementos forestales, el aumento de los pastos,

    la

    presencia de

    polen de maz y

    la

    aparicin de

    la

    primera cermica en

    el

    registro

    arqueolgico. En el refugio rocoso Zipacn

    1

    a 1.550 metros

    so re

    el

    nivel del mar, hay cermica, maz cultivado, batata y aguacate en

    un

    estrato cuya base

    ha

    sido fechada hacia el 1320 30 a. C. GrN-11, 125,

    Correal y Pinto, 1983). La tipologa

    de la

    cermica indica que este

    depsito

    se

    prolonga durante

    la

    mayor parte del primer milenio antes de

    Cristo. Los datos del polen indican que en

    el

    paisaje predominaba todava

    el

    bosque, y los excavadores sugieren que los cultgenos y tambin uno

    de los tipos de cermica) provienen del valle del Magdalena, principal ruta

    de comunicacin con el Caribe. Hacia mediados del primer milenio antes

    de Cristo, los sitios con cermica y/o evidencia de actividad agrcola son

    demasiado numerosos como p r enumera

    rl os

    uno por uno vase Bray,

    1984: 318).

    d)

    50

    d

    C

    hasta

    la

    fecha Con el establecimiento en las llanuras

    altas de los pueblos de agricultores que usaban la cenimica, la principal

    influencia sobre

    la

    vegetacin es el hombre y no el clim

    a

    Hacia

    la

    poca

    de Cristo,

    el

    bosque de

    la

    montaa prcticamente desaparece para dar paso

    a tierras pobladas de pastos y arbustos de la especie Nyrica Hay un

    aumento de las quinopodiceas-amarantceas y una elevacin en la curva

    de

    la Dodonaea

    especie pionera e indicador de

    la

    erosin del suelo) en

    muchos de los diagramas de polen de

    la

    cordillera Oriental. Este

    incremento de l odonnea parece ser un marcador excelente de la

    agricu ltu

    ra

    indgena intensiva en dichas reas van Gell y van der

    Hammen, 1973: 88) .

    En resumen, en los Andes colombianos hay evidencia de

    la

    presencia

    humana a partir de la etapa ltica. En los diagramas de polen se aprecian

    indicios del cultivo del maz a partir del quinto milenio, pero hacia

    principios de nuestra era o unos cuantos siglos antes) hay una deforesta

    cin masiva y relativamente acelerada. En mi opinin, esto marca el

    surgimiento en los Andes de un paisaje dominado por la actividad agrcola

    humana.

    A manera de corolario se podra agregar que, en ninguna de las zonas

    sobre l s cu les tenemos infon11acin, parece haberse producido una

    intem1pcin importante

    en el

    crecimiento demogrfico. Es probable que

    las poblaciones numerosas y

    la

    agricultura intensiva pudieran haber

    causado algtm dao local , pero no

    un

    deterioro genera

    li

    zado o permanente

    del medio ambiente. En las zonas en que casi desapareci

    la

    poblacin

    indgena despus de

    la

    Conquista, los suelos estaban en condiciones

    suficientemente buenas como para permitir

    la

    regeneracin de los bosques.

    Esta regeneracin se puede apreciar en los diagramas de polen de Calima,

    la

    cordillera Central Salomons, 1986: 152-156) y la Sierra Nevada

    de

    Santa Marta Herrera de Turbay, 1985).

    48

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    W RWICK BRA Y

    En primer lugar, las zonas altas ofrecen algunos de los datos ms

    importantes que poseemos y, en segundo lugar, los acontecimientos

    ecolgicos de los Andes tienen repercusiones directas sobre los ambientes

    de las zonas bajas. Con referencia

    al

    valle del Magdalena medio,

    Jungerius 1976: 123) sostiene que la erosin generalizada del Holoceno

    puede atribuirse a

    la

    incisin permanente de las quebradas el despeje de

    la vegetacin estabilizadora realizado por el hombre. Sobra decir que los

    grandes ros de las tierras bajas nacen en los Andes que el flujo

    de

    las

    aguas

    la

    carga sedimentaria dos de los factores crticos para

    la

    agricultura en las tierras bajas) son afectados directamente por la

    deforestacin la erosin del suelo en las zonas altas. Tras este prembu

    lo podemos entonces pasar a referimos a las tierras bajas del Caribe.

    3. daptaciones de

    las sabanas las tierras

    de

    i n u n d a ~ i n

    la regin del

    Sin

    y la depresin

    de Momps

    A lo largo de la costa Caribe de Sudamrica el aire corre permanentemen

    te hacia

    el

    oriente, produciendo divergencias atmosfricas depresiones.

    Estos fenmenos hacen que buena parte de las costas de Colombia y

    Venezuela se n c si

    un

    desierto A pocos kilmetros tierra adentro hay

    una fmnja ancha de tierras bajas en donde se alternan las lluvias

    la

    es-

    9

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    9/24

    A DONDE HAN IDO LOS BOSQUES1 EL II

    OMORE

    Y EL MEDIO AM B IENTE EN LA

    COLO

    MBIA

    PRE

    tllSPANICA

    Siglo

    XV Mediados el siglo

    XX

    Figura 3.

    Ex lel

    lSI

    OII

    cfl

    mb1

    ant

    c de las

    sa

    banas aproxmlnda) ent

    re

    el

    Golfo de Urnbli

    y

    el

    agdal

    e

    na

    s e ~ ,

    o

    rdon,

    1957 .

    t cin sec (P rsons, 1980). En ' ctu lidad, est s tierr s b j s del Ca ribe

    son

    sab

    nas ab ie

    rt

    as con grandes brazos de pl anic ies de inundacin , pe ro

    esto no siempre fue as

    Go rdon (1957) ha reunido los datos ecolgicos e hi stricos correspon-

    di e

    nt

    es a la regin que se ex tiende entre el Golfo de Uraba y el ro

    Magd lena y su m P resum e la di stri bucin

    ca

    mbiante de los pastizales

    y

    los bosq ues desde 1 epoca pre

    hi

    spa

    ni

    ca hasta nuestros d as. El

    arg

    um

    e

    nt

    o fundame

    nt

    al de Go

    rd

    on es que, pese a ciertas fluctuciones

    climtolg ic s menores, la vegetac in naturl de est zona es bos

    qu

    e de

    fo llje ancho. Sos tiene que l s sabanas son ntropogeni c s, deri

    v

    da s de

    '

    ac

    tiv idad

    g

    rico l prehi st

    ri

    ca, ' cual dio

    lu

    g r form ciones con

    cr

    etas

    de hierro

    y

    capas dur s

    y

    fin

    ltn

    e

    nt

    e condujo ' reemplazo de la cobertura

    arbrea orig inal por gramneas rac

    im

    osas

    y

    esp

    ec

    ies resistentes al

    fu

    ego

    como son

    l

    s P

    lm

    s. Los tres

    P

    trones diferentes que aparecen en la

    Fi

    gura 3, resumen el efecto de las po

    bl

    a

    ci

    ones humanas cambiant

    es

    y

    de

    las modalidades de uso de la

    ti

    err durante la epoca precolombina, durante

    1 Colo

    ni

    y

    en

    os rec ie

    nt

    es.

    Esto nos lleva de

    nu

    evo ' tema de

    la

    defores tacin y a preg

    un ta

    rnos

    de que mane

    ra se

    d ptron l s comunidades indgenas de esta zom a un

    s

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    10/24

    W RWI CK

    OR

    Y

    ambiente semiacutico e l cu l pennanecia, en su ma

    yo

    r parte, inundado

    durante varios m s s al ao.

    La hi

    storia s relaciona con la construccin

    y el abandono (mucho antes de la Conquista espaola) de los sistemas

    hidrulicos

    tmi

    s grandes y sorprend entes de la Amrica indgena.

    En la planicie de inundacin del ro Sin se han identificado campos

    antiguos drenados (Plazas y Falchetti, 1986). La evidencia ms completa

    proviene

    de

    un sitio ubicado a

    9

    m al oriente de la cuenca del San

    Jorge en la depresin de

    Momps, donde un equipo multidisciplinario

    estudi un desarrollo cultural prolongado dentro del contexto de un

    ambiente inestable y cambiante.

    La

    depresin de Momps es un vasto delta interior de 6.000 m

    2

    cuya

    altura promedio es de solamente 20 m sobre el nivel del mar. En esta

    depr

    es

    in convergen las aguas de los ros Cauca, San Jorge y Magdalena,

    lo

    s cuales rebosan su cauce e inundan gran parte de la zona entre abril y

    noviembre. Durante ocho meses del ao, el paisaje es t constituido por un

    complejo cambiante de cinagas, pantanos, caos y

    r

    os de diversas

    edades. La depresin tectnica es una trampa sedimentaria gigantesca que

    recibe

    la

    escorrenta de casi un 25 del pas. Durante los ltimos 7500

    aos, el promedio de sedimentos deposi tados ha sido de 3 a 4 mm por

    ao. En el centro de la cuenca se han acumulado cerca

    de

    30 m de

    sedimento durante los ltimos siete mile

    ni

    os, aunque es

    ta

    cifra es algo

    menor en los mrgenes de la depresin. En compensacin, el peso del

    sedimento ha causado, desde la poca de Cristo, un hundimiento que

    oscila entre

    1 8

    y 5 m (Eidt, 1984: 73-86; Plazas y colaboradores, 1988).

    La

    ta

    sa de sedimentac in

    no

    ha s

    id

    o unifonne; su variabilidad tiene

    relacin con las osci laciones climatolgicas, los ca mbios en el nivel del

    mar,

    la

    alteracin del cauce del

    r

    o Magda le

    na

    y tambin con la cantidad

    de material en suspens in arrastrado por los ros que bajan de las

    cordilleras. Este es e l factor que establece la relacin entre los fen

    me

    nos

    andinos y la historia de la planicie de inundacin. La pluviosidad

    abundante de las montaas aumenta los depsitos sed im entari os en la

    depresin de Momps, tendencia que se acenta debido a la deforestacin

    y

    la

    minera. En pocas recientes, la deforestacin en la cabecera del ro

    San Jorge ha acelerado el proceso de erosin y acumulacin de limo en

    los lechos de los

    r

    os del sistema del bajo Sa n Jorge, produciendo

    inundaciones prolongadas en reas muy vastas (Parsons y Bowen, 1966).

    Estos fenmenos podran exp

    li ca

    r lo suced

    id

    o durante

    la

    deforestacin

    prehi spnica descrita en la seccin anterior.

    Pero el factor humano no ha sido el nico que ha influido en el

    pai

    saje. En la Figura 4 aparecen los ca mbios climatolgicos ocurridos en

    el rea durante

    lo

    s ltimos 3000

    a1ios La

    cuenca es

    tj

    lle

    na de

    bandas de

    turbas fom1adas durante las pocas de poca lluvia en las cordilleras y de

    sequa en las

    ti

    erras bajas. Durante las pocas secas, el nivel de los lagos

    y

    lo

    s ros desciende, se reduce el transpo

    rt

    e de sed

    im

    entos y las reas de

    inundacin se encogen, mientras aumentan el depsito

    de

    turbas y el

    tamao de los pantanos estancados,

    la

    s saba

    na

    s y los bosques sabaneros

    in va den los que antes eran pantanos abiertos y en los canales hechos por

    51

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    11/24

    A

    DO

    ND E IIA N I

    DO

    LOS BOSQUES

    EL

    J OM

    DRE

    Y EL

    ME

    DIO AMBI ENTE

    EN LA

    COLO

    MBIA

    PREI SP

    AN

    ICA

    el hombre se fonnan suelos organices negros derivados de la v

    ege

    tacin

    de pa

    nt

    ano Wijmstra, 1976; van der Ha

    mm

    en, 1986a;

    Pl

    azas y

    co

    labora

    dores, 1988). La presencia de tres o cuatro sue los

    bi

    en desa rro

    ll

    ados,

    separados por estratos g

    ru

    esos de arcilla , es representativa de unos

    perodos de estabilidad relativa e

    pi

    so

    di

    os mas secos) separados por

    pocas de sedimentacin acelerada .

    Paralelo a estas oscilaciones climatolgicas important

    es

    hay un ciclo

    mas dbil con

    un

    a periodicidad de 120 aos aproximadamente, el cual es

    lo suficienteme

    nt

    e marcado

    com

    o para producir suelos n

    eg

    ros en el

    sistema de canales, pero no lo

    ba

    stante como para generar depsitos

    generali

    za

    dos de turbas Plazas y colaboradores, 1988: 64).

    Los pe

    r

    odos de mayor

    se

    qua se deben a las fluctua

    ci

    ones del clima

    global, y en las pa

    rt

    es altas de

    la

    s cordille

    ra

    s van der Hamrnen, 1986a),

    en los

    ll

    anos orientales Wijmstra y van der Hamrnen, 1966; Livingstone

    y van der Hammen, 1978) en la amazo

    ni

    a bras

    il

    ea Absy, 1979) y en los

    ncleos de

    hi

    elo extra

    d

    os en Quelccaya, Per Thomp

    so

    n y colabora

    dores, 1985) se hau reconoc ido e

    pi

    so

    di

    os co

    rr

    espondie

    nt

    es. La

    se

    cuenc

    ia

    de pe

    r

    odos hmedos y secos debe, por ta

    nt

    o, ser valida para todo el norte

    de Am

    ri

    ca del Sur.

    En la cue

    nc

    a del San Jorge se han estudiado deta

    ll

    adame

    nt

    e los

    pro

    bl

    emas rel

    ac

    ionados con la neces idad de enfre

    nt

    ar las fluctua

    ci

    ones del

    ambie

    nt

    e dura

    nt

    e los ltimos 30

    00

    aos Plazas y Falchetti , 198

    1,

    1986;

    Pl

    azas y colaboradores, 1988). El drenaje del San Jorge est cerca del

    limite occ idental de la Depresin de Momps, rodeado por sabanas

    ondula

    nt

    es ubi cadas a

    un

    a e levacin de 30 a 100 metros sobre el

    ni

    vel del

    mar que se ex

    ti

    enden hacia el occ

    id

    e

    nt

    e hasta el Sin. Estos te

    rr

    enos

    elevados fonnan part e del cinturn antropognico de sabanas y carecan

    casi totalme

    nt

    e de rboles en la poca de las primeras entradas espao

    la

    s

    Gordon, 1957). Plazas y Falchetti 1987) han trazado mapas de aproxima

    damente 500.000 hectreas de campos y canales antiguos ubicados en la

    pl

    a

    ni

    cie de inundacin del

    Sa

    n Jorge y sus tributarios . Este am plio s istema

    hi

    dr

    uli

    co no te

    ni

    a por ob

    je

    to controlar las inundac iones nicame

    nt

    e, s ino

    mejorar el co

    nt

    enido de nutri e

    nt

    es, el drenaje y la aireacin de los campos

    de came

    ll

    ones en do

    nd

    e

    se

    hacan los cultivos Eidt, 1984: 86-84

    .

    En

    un

    sitio a lo largo del cao Careta se en

    co

    ntr polen de maz Parsons, 1977),

    pero los datos de

    fr

    accio

    nm

    n iento de los fosfatos tomados de suelos

    anti guos s ala la ex istencia de culti vos mi xtos de maz yuca y otros

    tubrc

    ul

    os Eidt, 1984). Este tipo de cultivo prevalece tambi n en

    la

    ac

    tu

    alidad.

    La fecha aprox im ada de la prim era ocupa cin de la tierra de

    inundacin del

    Sa

    n Jorge es el afio 800

    a. C. ,

    la cual

    co

    incide con

    la

    ini ci

    ac

    in de

    un

    pe

    ri

    odo seco que se prolong durante ms de 400

    a

    os.

    Es proba

    bl

    e que estos primer

    os

    inmigrantes hayan

    ll

    egado desde el

    occide

    nt

    e po

    rqu

    e su cermica granul osa- incisa s imple tiene relacin con

    la de Momil y Cinaga de Oro, en la regin del Sin. Po

    co

    despus de

    llegar a la cuenca del Sa n Jorge ste pu eblo omenz a onstruir ca nals

    uno de los cual

    es

    , en Cao Pimie

    nt

    a, t

    ie

    ne

    un

    a fecha de 810 a. C

    120

    52

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    12/24

    W RWICK BRAY

    GrN-14472). Otro canal, relac ionado con un lecho desaparecido del Cao

    Carate,

    ha

    sido fechado haci a el 330

    a C 8

    GrN-14475).

    De

    la

    plataforma de h

    ab

    itacin del Cogollo es otra fecha uno o dos siglos

    posterior, asociada con un sistema

    de

    cana les , parte

    de

    la cual est

    estratificada debajo de canales de fecha posterior parte cubierta

    ac

    tu

    almen

    te

    por las aguas de

    la

    Cinaga de Los Patos . Por consiguiente,

    hacia

    la

    poca

    de

    Jesuc

    ri

    sto estaban bien establecidos los sistemas

    hidrulicos comenzaba a desarrollarse la poblacin en las planicies

    de

    inundacin.

    A partir del siglo 1 de

    la

    e

    ra

    cristiana hay evidencia

    de

    aldeas

    nucleares

    de

    aproximadamente

    6

    habitantes. Adems, hace

    su

    aparicin,

    junto con piezas

    de

    alfarera ms an tiguas , un estilo nuevo

    de

    cermica la

    tradicin modelada- incisa) . Esto marca el comienzo

    de una

    tradicin

    cultural asociada con los zenes protohistricos,

    la

    cual florecfa todava

    en algunos sitios en el momento del contacto co

    n los europeos. En el bajo

    San Jorge, el periodo comprendido en tre los siglos

    I1I

    IX

    fue una poca

    de apogeo cultural. Los asentam ientos fueron casi continuos a lo largo

    de

    los principales canales navegables;

    se

    usaron los tmulos para depositar

    en

    ti

    erros lujosos con piezas complejas de oro; los sistemas hidrulicos

    funcionaron a plena capac

    id

    ad. Plazas Falchetti 1987: 498) han contado

    ms de 400 platafon11as de vivienda en un sector de 1.400 hectreas a lo

    largo de los caos

    Mam

    sa Barrancuda, calculan una densidad demo

    grfica cercana a los 160 habitantes por km

    en es

    ta

    zona.

    El u

    so

    de canales largos pemlitia

    que

    el agua corriera

    co

    n

    mayor

    rapidez a travs del s istema , reduciendo

    la

    sedimentacin en

    la

    zona del

    canal aumentando el depsito de material en los sectores bajos

    de

    la

    cuenca. En l

    as

    reas inundables, algu nas zonas

    de

    1.500 a 2.000 hectreas

    fueron convertidas en tierra agrcola gracias a la construccin de came-

    ll

    ones co

    rt

    os poco espaciados.

    El sistema no era esttico. Los cauces

    de

    los

    rf

    os cambiaban; los

    canales viejos quedaban sepultados debajo

    de

    las capas gmesas de

    sedimentacin

    se

    constmfan otros nuevos, no siempre conforme al

    patrn anterior. Los campos abandonados las zonas

    de

    canales

    se

    convertan en zonas de asentamiento con plataformas de vivienda y,

    de

    es

    manera la remodelacin

    er

    continua.

    Durante siglos,

    la

    orga

    ni

    zacin socia l cultural de los zenes adapt

    su

    tecnologa a las fluctuaciones climatolgicas a los

    cambios

    del

    sistema hidrico, pero a partir del sig lo

    X se

    observa un abandono gradual

    de

    la zona de inundacin. Este abandono no marca el final de los zenes

    como

    tradicin tn ica cultural. Algunos ze

    n

    es

    so

    brevivieron sin perder

    muchas de sus costumbres

    y

    se l

    oc

    li

    z ron

    en sitios que no

    es

    taban

    sometidos a l

    as

    inundaciones, tales

    como

    Ayapel Montelibano

    en

    la

    cuenca del San Jorge ,

    la

    s sabanas del

    dr

    enaje del Sin. En las crnicas

    espaolas aparecen descripciones de estas aldeas zenes

    sus

    templos

    y

    montculos funerarios, pero en los escritos de

    la

    poca de

    la

    Colonia no

    se

    hace referencia a las obras de drenaje ni a los sistemas hidrulicos.

    53

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    13/24

    A

    DONDE

    HAN IDO LOS OOSQUES EliiOMORE Y EL MEDIO AMBI ENTE EN

    LA

    COLOMOIA PREIIISPAN ICA

    Despus de abandonadas, estas

    ti

    erras inundables pennanecieron

    deshabitadas hasta el ao 1300 de nuestra era aproximadamente, cuando

    fueron ocupadas por otros grupos relacionados con los malibes protohis

    tricos del valle del Magdalena. Estos pueblos trajeron consigo una nueva

    fonna de cermica (pertenec iente a la tradicin incisa-alisada) y const

    ru

    ye

    ron

    sus

    asentamientos en los terrenos altos cultivando la tierra pero sin

    usar los canales y came

    ll

    ones. Cuando las expediciones espaolas vieron

    por primera vez

    la

    zona, las tierras inundables estaban prcticamente

    desiertas.

    Las razones por las cuales los zenes abandonaron la planicie

    inundable del San Jorge no

    so

    n, en absoluto, claras. La conquista y

    la

    invasin pueden

    ser

    descartadas; lo que

    la

    arqueologa muestra es un

    repliegue voluntario y progresivo. Este abandono coincide con la

    iniciacin del periodo seco del siglo Xl l, aun cuando el sistema habla

    sobrevivido uno todava ms severo alrededor del 600

    d C

    Un sbito

    traumatismo militar o ecolgico no parece encajar

    en

    el cuadro por lo que

    tendramos que cons idera r un tipo ms insidioso de tensin; los costos de

    inversin crecientes involucrados en el mantenimiento

    de

    una poblacin

    n aumento n un ambiente inestable. Tal vez el mantenimiento continuo

    y la reconstn1ccin del sistema hidrulico fue ms de lo que la sociedad

    pudo soportar. Sea como fuera lo que eventua

    lm

    ente vino a reemplazar

    los grandes esquemas hidrulicos de los zenes fue la horticultura de bajo

    costo y baja inversin de las comunidades malibes.

    En el San Jorge lo que sufri la tensin fue un sistema ecolgico

    art ificial, no uno natural. La Conquista acarre la usual disminucin de

    poblacin y relocalizacin

    de

    asentamien tos.

    El

    bosque ret

    om

    a

    la

    planicie inundable (como ocurri en las cordi lleras), y la depresin de

    Momps no se reabri para el asentamiento hasta el siglo XIX cuando la

    moderna economa ganadera de transhumancia fue desarrollada (Parsons,

    1980). Si los actuales experimentos de readecuacin del viejo sistema de

    campos tienen xito (Plazas y Falchetti, 1986) podremos

    ver

    de nuevo los

    camellones activos en la cuenca del San Jorge.

    4. El valle del

    Ranchera

    y la Guajira un

    problema de de

    se rtificacin

    El caso ms severo de degradacin ambiental irreversible no viene de

    la

    s

    zonas mayores de planicie inundable o sabana, sino de una zona perif

    rica, el valle del Ranchera, cerca a la frontera con Venezuela. Hoy en da,

    el

    va

    lle medio y bajo del Ranchera es

    un rirea

    empobrecida, brisicamente

    una extensin del desierto de la Guajira : ca

    li

    ente, con suelos arenosos

    pobres, vegetacin arbustiva xerofitica y sin grandes anima les de caza. La

    lluvia es de no

    mris

    de 500 a 800 mm por ao y

    la

    mayor parte cae en

    la

    estacin hmeda en la

    fonna de

    fuertes aguaceros que acentan la erosin.

    El rea est habitada en fonna dispersa; antes de la apertura de los

    depsitos

    de

    carbn

    de

    El Cerrejn, la cra

    de

    cabras y el contrabando

    provean la s

    ub

    tencia bsica

    54

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    14/24

    W RWICK BR Y

    Las condiciones fueron muy diferentes en el pasado. Las exploracio

    nes arqueolgicas de Gerardo y Alicia Reichei-Dolmatoff en los aos

    cuarenta (1951), y ms recientemente

    de

    Gerardo Ardila (1983, 1984,

    1986) han revelado una larga secuencia que se remonta

    al

    siglo V a. C.

    (Periodo Loma) y que llega a un tipo de clmax cultural durante el

    periodo Horno del primer milenio

    d

    C. Los periodos Loma

    y

    Horno

    juntos

    constituyen el Primer Horizonte Pintado

    de

    los Reichei-Dolmatoff

    y los estilos relacionados.

    Durante el periodo Horno, el mayor nmero de sitios estaba

    en

    el

    valle del Ranchera. Algunos de esos sitios eran pueblos grandes y

    permanentes, con cerca

    de

    2 metros

    de

    depsitos arqueolgicos.

    a

    ocupacin de las riberas era casi continua a lo largo de varios kilmetros,

    pero tambin se han encontrado asentamiento lejos del ro. La presencia

    de

    piedras de moler en estos pueblos indica

    que se

    cultivaba el

    m z

    (imposible de cultivar en las condiciones actuales), lo cual implica a su

    vez

    la

    existencia

    de

    un sistema hidrico mejorado. Los abanicos y las

    terrazas de

    la

    antigedad fueron formados por un ro

    mucho

    ms grande

    que el que existe en

    l

    actualidad Algunas depresiones secas demarcan

    lo

    que

    antes fueron lagunas. Los depsitos arqueolgicos ms profundos

    se encuentran directamente encima de una capa de humus (no el suelo

    arenoso y estril de hoy)

    y

    algunos de los sitios Horno son suelos de

    tierra negra, ricos en materia orgnica. Los anlisis de polen (Ardila,

    1982) apuntan hacia un clima

    mas hmedo que el actual y las superficies

    SS

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    15/24

    A

    DONDE HAN IDO LOS OOSQUES? EL IIOMilRE Y EL MED IO AMOIENTE EN LA COLOM L11A P

    REI

    IISPANICA

    '

    o

    100

    200

    >JO

    400-

    500

    600

    1

    600

    900

    1000

    1100

    1200

    1>JO

    1400

    1500

    1600

    1700

    1800

    1900

    2000

    2100

    2200

    2>JO

    2400

    2500

    2600

    21

    2800

    2900

    >JOO

    3100

    3200

    3300

    3400

    CURVA APROXIMADA

    RElATIVA

    DEL NIVEL DEL RIO

    o

    1900

    S a j o A l t o ~

    t ll

    f

    1700

    1600

    .

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    000

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    900

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    JO

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    1400

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    ;;= 'e -.....,...,.,.

    ..:::.....

    l'igura 4.

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    __

    . .p::tl_

    - -

    -

    Dcs.1rrollo cultura l y cambio clinllitico en la cuenca de l bajo San Jorge

    (segn Plazas ct al. 1988) .

    56

    s.

    ....

    _

    ... .,.._.

    .

    ...

    Pt

    .... ..,.

    _

    lroc.llo r ..,.,..,

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    16/24

    W RWICK

    BR Y

    antiguas de la poca Horno expuestas en cortes de barranca contienen

    conchas de caracoles de rbol.

    Este periodo tambin representa una poca climatolgica ptima en

    la

    Guajira venezolana. n

    el

    montculo de conchas de La Pitia, tal parece

    que la ocupacin Hokomo (con cermica estrechamente relacionada con

    la de Loma-Horno) representa un asentamiento permanente bastante gran

    de en cercanas de un ro importante que ya no existe (Gallagher, 1976).

    El depsito arqueolgico es oscuro y rico en materia orgnica; por prime

    ra vez aparecen manos y metates que pueden ser indicio del cultivo del

    mafz. Adems, los habitantes recogan caracoles de las familias

    Pomacea

    y Morisa los cuales son caractersticos de los ros de corriente lenta.

    Por lo tanto, en La Guajira y el valle del rfo Ranchera, los primeros

    siglos de la era cristiana fueron una poca de relativa prosperidad, con

    mejor clima, ms disponibilidad de agua y tierras ms frtiles.

    En el valle del Ranchera, el perodo Horno tennin hacia el siglo

    VIII de nuestra era. A la cermica Horno la sucedi la del estilo Portacelli

    (perteneciente al segundo hori zonte pintado de Reichel Dolmatoff, y

    relacionado con los estilos ranchoid es de Venezuela). Del registro

    arqueolgico desaparecieron las aldeas grandes. Los sitios Portacelli eran

    menos numerosos, ms pequeos y ms dispersos que los Horno y estaban

    asociados con

    ti

    erras arenosas en lugar de gredas. Es probable que

    ya

    se

    hubiese iniciado el deterioro ambiental del valle del Ranchera, y estratos

    posteriores del sitio de Gallagher en La

    Pitia tienden a confirmar esta

    opinin. All,

    la

    fa se Kusu (derivada del Hokomo) estaba claramente

    empobrecida

    o

    s estratos

    u

    su ya no aparecen oscuros y ricos en materia

    orgnica; no hay evidencia de manos ni hachas para trabajar la madera;

    los que antes eran ros parecen haberse convertido en pantanos sa lobres;

    los caracoles de ro son reemplazados por caracol terrestre de rbol que

    prefiere los ambientes ridos; las tortugas de

    ti

    erra pasan a ser

    fu

    ente

    importante de alimento por primera vez. Gallagher sugiere que la

    transic in de Hokomo a Kusu determina el com ienzo de las condiciones

    inhspitas y desoladas de

    la

    Guajira actual.

    Las condiciones en el valle del Ranche

    r

    a tambi n se hacan

    insoportables. No existen sitios correspondientes

    al

    periodo de contacto y

    tal parece que el valle estaba casi completamente despoblado hacia la

    poca de la Conquista - aunque algunos descendientes dispersos de los

    Portacelli pennanecieron en los nancos de la s ierra- (Reichel-Dolmatoff,

    1965: 121). No se conoce el momento exacto de

    la

    desintegracin, pero

    las fechas definitivas de C

    14

    correspondientes a Portacelli en el Ranchera

    (de Paredn 1; Ardila, 1986: 67) oscilan entre los aos 1250 y 1300 de la

    era cristiana. A una desviacin est

    ndar de

    1

    la cifra podra ir desde el

    1200 hasta el 1350. Es probable que no sea m>is que una coincidencia,

    pero las fechas terminales de Portace

    lli

    coinciden con el periodo seco, el

    cual a su vez concuerda con el abandono de los sistemas hidrulicos de

    la cuenca del San Jorge (Figura 2).

    No creo que

    el

    simpl e detenninismo ambiental sea la explicacin

    adecuada

    de

    todos

    es to

    s

    aco

    nt

    ec

    imiento

    s

    y conviene pensar

    se

    riamente

    en

    57

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    17/24

    A ON E HAN IDO LOS OOSQUES1 EL HOMORE Y EL MEDIO AMOIENTE EN LA COLOMOIA PREIIISPANICA

    la propuesta hecha por los Reichel-Dolmatoff en

    el

    informe original de

    1951. Ellos anotan que en sitios del Portacelli tardo, del siglo X en

    adelante, ocurren fragmentos importados de cenimica tairona, y sostienen

    que

    la

    degradacin y

    el

    secamiento del ambiente del Ranchera estn

    directamente relacionados con

    el

    surgimiento de los cacicazgos tairona en

    la zona adyacente de la Sierra Nevada de Santa Marta vase tambin

    seccin siguiente).

    El ro Ranchera nace en

    la

    Sierra Nevada, y a lo largo de sus brazos

    altos, por encima de los 1500 metros, hay varias aldeas Cogui al igual que

    sitios Tairona antiguos que datan de los ltimos cinco siglos antes de

    la

    Conquista .

    La

    pendiente suroriental de

    la

    Sierra Nevada es la ms seca y

    menos escarpada del complejo orogrfico. En la actualidad, la mayor parte

    de esa pendiente carece de bosques mientras que

    la

    sabana seca que para

    los Reichel-Dolmatoff es antropognica) se extiende hasta los 2.000 m de

    elevacin. En todos los valles principales de

    la

    sierra hay terrazas

    agrcolas Tairona. Los autores s

    ugi

    eren que el dao irreversible

    al

    ambiente del Ranrhero comenz con la tala del bosque en la Sierra

    Nevada debido al aumento demogrfico de colonos Taironas, la cual llev

    con

    el

    tiempo a la fom1acin de la sabana, a la erosin del suelo al

    secamiento de los ros. A esto debi sumarse la destruccin de la

    vegetacin

    re

    stante por parte de los conejos y, en pocas ms recientes,

    de las cabras. A diferencia de muchas otras reas, en donde el ambiente

    se recuper

    al

    terminar

    la

    presin humana, el valle del Ranchera y

    la

    Guajira sufrieron dao pennanente

    La teora de Reichel-Dolmatoff tiene sus atractivos. Se basa en la

    interrelacin de los factores humanos climatolgicos y concuerda con

    mis hiptesis de que tanto las tierras bajas como las sierras forman part.e

    de un mi smo macrosistema. Tambin es demostrable, existe

    la

    necesidad

    de un programa multidisciplinario en el suroriente de

    la

    Sierra Nevada.

    Infortunadamente, para efectos

    de

    este argumento, la investigacin en la

    Sierra se ha concentrado en los sectores del norte y

    el

    occidente, los

    cuales tienen una

    hi

    storia algo diferente.

    S La Sierra Nevada de Santa Marta

    surgimiento de

    los cacicazgos

    taironas

    Desde

    el

    punto de vista ecolgico, la pendi ente norte de

    la

    Sierra Nevada

    es distintl de la pendi ente surorientll Es ms inclinadl ms hmeda est

    cruzada por valles con parches de tierra frtil, y tiene bosques casi hasta

    el nivel del mar. No existe planicie costanera ancha y debido a la yuxta

    posicin de las montaas y la costa, estas dos reas comparten una tradi

    cin cultural comn. Los episodios secos del 450-600 el 1200-1250 de

    nuestra era Figura 4) tambin

    se

    reconocen en la Sierra, como sucede

    tambin con la Pequea Glaciacin de 1600-1850 van der HatnJnen,

    1986b; Oyuela, 1987b).

    Las primeras etapas de la historia se desarrollan en la costa con el

    establecimiento de comunidades que utilizaban cenimica de la tradicin

    58

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    18/24

    W RWICK BR Y

    malambo

    id

    e (Langebaek,

    19

    87a). En estas localidades, al igual que en

    otros sitios malamboides desde Venezue

    la

    has

    ta

    el Magda lena, hay

    bud ares pero no

    pi

    edras de moler. Por lo general, esto

    se toma como

    evidencia de que el cultivo bsico era la yuca brava en lugar del maz.

    A esta ocupacin malambo

    id

    e sucede

    la

    fa se

    Nahuange

    en

    las costas

    al norte y occidente de la

    Si

    erra Nevada, la cual

    se

    prolonga durante la

    mayor

    parte del primer milenio

    de

    la era cristiana (Oyuela, 1986, 1987a,

    1987b, Langebae

    k,

    1987a, 1987b). El maz parece entrar a reemplazar a

    la

    yuca brava

    como

    cultivo almacenable, aunque an prevalecan la yuca

    dulce y otros tubrculos en la poca del contacto con los europeos

    en

    las

    tierras bajas del Caribe (Bray, 1984). Des

    de

    el punto de vis

    ta

    cronolgico,

    la fase Nahuange corresponde al perodo Horno en el costado

    de

    la Sierra

    que mira

    ti

    erra adentro. Estos dos estilos

    de

    cermica pertenecen al

    primer horizonte pintado , y en sitios Nahuange

    se

    han encontrado

    fragm entos de cermica del estilo Horno. Sin embargo, en otros aspectos,

    la

    fase Nahuange es claramente prototairona en lo que

    se

    refiere a su nivel

    de

    desarrollo y a

    la

    gama

    de

    artefactos.

    Donde esto se ve con ms claridad es en el sitio tipo, Nahuange I,

    excavado por Alden Ma

    so

    n (

    1931

    - 1939

    .

    El si tio es un tmulo funerario

    rodeado de un guardacant n de piedra que contiene una tumba revestida

    en

    pi

    ed

    ra

    . En

    la

    estructura del montculo se depos

    it

    aron otros entierros

    cuyo contenido inclua cermica, figura s, cuentas del ao 800 aproximada

    mente y

    30

    pendientes alados (muchos

    de

    e

    ll

    os de n

    ef

    rita),

    adems de

    piezas

    de

    oro. El ncleo

    de

    fundicin de una figura de tumbaga arroj una

    fecha de

    C'

    de

    3 10 70 de nuestra era (cx-1577). Esta pieza es

    de

    un

    pe

    rodo

    de trans icin entre el estilo internacional (Cooke y Bray, 1985)

    y el esti lo totalmente tairona. Adems, varios de los otros objetos

    metlicos presentan rasgos ta

    on

    a

    Durante la

    ~ p o c comp

    rendida entre los siglos VI y X aparecieron

    otras caractersticas tairona en los sitios Nahuange

    de la

    costa. Tal parece

    que hubo un aumento de la poblacin y hay indicios

    de

    una jerarqua

    de

    dos niveles; algunas loca lidades tenan es

    tn1

    cturas megalti cas, incluyendo

    caminos, canales y escaleras; hubo un desarrollo progresivo

    de

    accesorios

    para rituales y ceremonias; la cermica se hizo ms estandarizada y

    comenz a asimi lar los elementos nuevos que constituyen el estilo tairona

    maduro

    Tal parece que en ese

    pu nt

    o fue colonizada por primera vez la Sierra

    Nevada, empezando por las pendientes bajas para luego diseminarse

    progresivamente hacia las zonas a

    lt

    as. Este patrn

    se

    aprecia en

    la

    cronolog a del

    C .

    Entre los 360 y los 5 metros sobre el nivel del

    mar

    se

    encuentran fechas

    de 580

    120

    de

    la era cristiana (Beta-3 563) en Las

    Animas y 660

    90

    (Beta- 13,948) en Frontera. Las fechas

    m

    s antiguas

    de la

    s partes altas

    de la

    Sierra son

    970 260

    d.

    C.

    (GrN-11,887) en La

    Estrella a 670-950 metros, y 1000 70 d. C. (Beta-12,994) en Buritaca

    200

    (Ciudad Perdida), a 950-1300 metros

    sob

    re el

    ni

    vel del mar. A partir

    del ao 1000

    de

    la era c

    ri

    st iana la Sierra Nevada

    se ll

    en rpidamente de

    asentamientos y su dens

    id

    ad de poblacin

    se

    mantuvo alta

    ha

    sta aproxima-

    59

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    19/24

    A DONDE

    HAN

    IDO LOS

    BOSQUES

    EL

    HOMBRE

    EL

    MEDIO AMBIENTE

    EN LA COLOMBIA

    PREHISPANICA

    damente un siglo despus de la Conquista espaola Cadavid y Herrera de

    Turbay, 1985).

    Estos sucesos arqueolgicos aparecen registrados en un estudio de

    polen realizado por Herrera de Turbay

    (19 5)

    en La Estrella Buritaca

    200. Las primeras etapas de los diagramas del estudio muestran bosques

    naturales en los cuales no ha intervenido el hombre. Luego, en los niveles

    correspondientes a la ocupacin tairona, aumentan las

    Gramineas

    y

    ompositas

    aunque no desaparece del todo

    el

    polen de rbol) y hacen

    su

    aparicin

    el

    maz cultivado,

    el

    aguacate y quizas tambin

    la

    yuca.

    or

    60

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    20/24

    R WICK OR Y

    ltimo, al despoblarse la

    Si

    erra por la supresin

    de

    las ltimas rebeliones

    de los taironas hacia el ao 1600, el bosque

    se

    regener, aunque sus

    component es no fu eron exac tamente los mismos de antes Con base en esa

    evidencia , plantea que los seis s ig los de actividad agrcola

    no

    produjeron dao pennanente a los s uelos de la pendiente norte de la Sierra

    Nevada (independientemenre de lo que pudo haber pasado con el se

    ctor

    ms vulnerable del sudori ente). Esto contrasta con las acti vidades

    de

    los

    colonos no indgenas de tiempos recientes que han talado y que

    mado

    indiscriminadamente los bosques produciendo erosin y degradacin

    ambienta l.

    6.

    onclusiones

    Cualqui er persona que haya es perado obtener un modelo general aplicable

    a todo el Caribe colombiano se sentir defraudada por esta coleccin de

    es

    tud i

    os

    de casos. T a

    mp

    oco en

    co nt

    mr

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    21/24

    A DONDE

    H N

    IDO LOS DOSQUES1 EL 110M

    ORE

    Y

    EL

    MEDIO AMI1U3NTE EN

    L CO

    LOMDIA PREIIISPANICA

    un episodio particularmente hmedo o seco del clima global. Esta es una

    correlacin, no una explicacin.

    La

    concordancia temporal puede ser

    solamente una casualidad estadstica; hay, despus de todo, rompimientos

    culturales que no coinc

    idi

    eron con ningn cambio ambiental obvio;

    tambin se presentaron fluctuaciones del clima que no produjeron efectos

    reconocibles en

    el

    registro arqueolgico. Hasta cuando podamos mostrar

    como en forma precisa, detallada y con base en evidencia de campo ms

    que sobre especulacin terica) el cambio ambiental desencaden el

    cambio cultural o viceversa no podemos ni siquiera comenzar a abordar

    preguntas de causalidad.

    Al

    final, lo que mi articulo enfatiza es la laguna

    en nuestro conocimiento y la deb

    i

    dad de nuestros modelos explicativos.

    6

  • 7/24/2019 Geologia Colombia

    22/24

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