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20 Jueves 11 de junio del 2015 GESTIÓN OPINIÓN de ayuda oficial al desarrollo, detrás del cual se agrupan los agentes res- ponsables de más del 50% de la inver- sión extranjera en el Perú y un princi- palísimo destino de las exportaciones peruanas (16% y un poco más), quizá deberíamos estar hablando también con países como España, Alemania, Italia, Holanda y Bélgica sobre temas agropecuarios, pesqueros, metalúr- gicos, textileros, de innovación y, bue- no, de la visa Schengen. En lugar de ello, sin embargo, la- tinoamericanos y europeos desea- mos conversar, sin la práctica de principios comunes, sobre comuni- dades inexistentes y de agendas va- cías resumidas en la vaguedad de “sociedades prósperas, cohesivas y sostenibles” sin dar cuenta de la si- tuación de crisis en que viven. Por lo FACULTADES. Antes de las elecciones del 2011, la inse- guridad era la tercera preocupación de la población (39%). Casi cinco años después, ocupa el primer lugar (63%), se- gún la encuesta de Ipsos. La delincuencia ha ido avanzan- do y se encuentra fuera de control. Se creía que un líder con uniforme podría resolver los problemas de seguridad, sin embargo, eso no sucedió. El actual ministro del Interior es el séptimo de este go- bierno, lo que significa que, en promedio, se ha cambiado de ministro cada seis meses. Con ese nivel de inestabilidad es imposible llevar adelante medida alguna, ya ni hablar de una reforma integral. Para tratar de tomar al toro por las astas, el Gobierno ha pedido, nuevamente, facultades legislativas en materia de seguridad, sin embargo solo entre el 2013 y 2014 se han emitido 17 leyes importantes en esta materia y en el 2012, con las facultades otorgadas, el Gobierno emitió 26 decre- tos legislativos para el sector Interior y Defensa, lo cual demuestra que solo dictar nuevas leyes o agravar el nivel de las penas no soluciona el problema. Una de las ideas planteadas en el pedido de delegación de facultades es promover el ingreso de los privados a la lucha contra la inseguridad, ya sea a través de la construc- ción de nuevos penales o a través de las empresas de segu- ridad privada. Dependiendo del contenido que se le dé a esta propuesta (¿las empresas de seguridad podrán hacer las mismas funciones que la Policía?, ¿se les capacitará a estos trabajadores?, etcétera), podría implicar una renun- cia a las prerrogativas que le corresponden solo al Estado. Otra propuesta es establecer un sistema de recompen- sas para los policías, planteamiento que podría terminar desfigurado y generando mayores problemas que benefi- cios si no se delimita claramente su contenido. Son insuficientes las buenas ideas si no están acompa- ñadas de una estrategia y de coordinación desde todos los sectores: Policía, Ministerio Público y Poder Judicial. Po- demos no confiar en la capacidad del actual gobierno pa- ra resolver el problema, pero se trata de un tema crucial que debe empezar a trabajarse inmediatamente. No po- demos esperar hasta la próxima administración, aunque la ciudadanía deberá exigir que los candidatos a la Presi- dencia expliquen a profundidad sus propuestas en esta materia. Celac-UE: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas CARICATURA porCARLOSLAVIDA “Europa y América Latina se merecen más que un engañoso artilugio y nuestra región, una representación más seria”. OPINIÓN Alejandro Deustua INTERNACIONALISTA “Solo dictar nuevas leyes o agravar el nivel de las penas no soluciona el problema”. demás, el albergue de postergadas negociaciones entre Ecuador y parte del Mercosur con la Unión Europea no requiere de una cumbre. Es claro que los latinoamericanos buscamos mejores relaciones con Eu- ropa, pero quizá la Celac no sea el instrumento para lograrlo. Un me- canismo de rápida y oportunista ges- tación, que deseó tramitar la rápida evolución del Grupo de Apoyo, al Grupo de Río, a la Cumbre de Amé- rica Latina y el Caribe (CALC) y a la Comunidad de Estados Latinoame- ricanos y Caribeños (Celac), en au- sencia de cimientos de sólida inte- gración (CAN-Mercosur, p.e.) y de principios e intereses convergentes (como lo prueba el ALBA en América y Europa) no es un instrumento re- gional representativo. Por lo demás, América Latina no forma siquiera un “bloque” (menos con los países del Caribe que obede- cen a otros intereses) si tiene como único instrumento eficaz a la Alian- za del Pacífico (que comienza a debi- litarse) y no puede, por tanto, parti- cipar adecuadamente en una nueva configuración interregional. Europa y América Latina se merecen más que este engañoso artilugio y nuestra región, una representación más seria. Bajo las actuales condicio- nes, sus miembros quizá deban hoy pri- vilegiar las relaciones bilaterales, pro- mover la integración con mercados li- bres y democracias hemisféricas y re- construir a pulso un mercado regional que represente algo más que un ínfimo 20% de intercambios intrarregionales. ¿Estaremos seguros? EDITORIAL A mérica Latina (un término in- troducido por los franceses) y Europa (el nombre de un continente cohesionado por una avanzada experiencia de integra- ción) ciertamente tienen temas fun- damentales que discutir, pero even- tualmente optan por banalidades. Una agenda interregional apro- piada debería incluir capítulos como la erosión de las respectivas repre- sentaciones políticas, el desafío civi- lizacional del extremismo islámico, nuestro estatus económico luego de un eventual acuerdo de integración euro-norteamericano, la implican- cia latinoamericana del desafío ruso en el este europeo, las consecuencias de un Grexit o de un Brexit o la cre- ciente y vital importancia de las re- laciones interestatales. Y si la Unión Europea es el régimen responsable del 20% del PBI y del 15% del comercio globales, el 2do in- versionista mundial y el 1er donante

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  • 20 jueves 11 de junio del 2015 Gestin

    OPININ

    de ayuda oficial al desarrollo, detrs del cual se agrupan los agentes res-ponsables de ms del 50% de la inver-sin extranjera en el Per y un princi-palsimo destino de las exportaciones peruanas (16% y un poco ms), quiz deberamos estar hablando tambin con pases como Espaa, Alemania, Italia, Holanda y Blgica sobre temas agropecuarios, pesqueros, metalr-gicos, textileros, de innovacin y, bue-no, de la visa Schengen.

    En lugar de ello, sin embargo, la-tinoamericanos y europeos desea-mos conversar, sin la prctica de principios comunes, sobre comuni-dades inexistentes y de agendas va-cas resumidas en la vaguedad de sociedades prsperas, cohesivas y sostenibles sin dar cuenta de la si-tuacin de crisis en que viven. Por lo

    fAcultAdES. Antes de las elecciones del 2011, la inse-guridad era la tercera preocupacin de la poblacin (39%). casi cinco aos despus, ocupa el primer lugar (63%), se-gn la encuesta de Ipsos. la delincuencia ha ido avanzan-do y se encuentra fuera de control. Se crea que un lder con uniforme podra resolver los problemas de seguridad, sin embargo, eso no sucedi.

    El actual ministro del Interior es el sptimo de este go-bierno, lo que significa que, en promedio, se ha cambiado de ministro cada seis meses. con ese nivel de inestabilidad es imposible llevar adelante medida alguna, ya ni hablar de una reforma integral.

    Para tratar de tomar al toro por las astas, el Gobierno ha pedido, nuevamente, facultades legislativas en materia de seguridad, sin embargo solo entre el 2013 y 2014 se han emitido 17 leyes importantes en esta materia y en el 2012, con las facultades otorgadas, el Gobierno emiti 26 decre-tos legislativos para el sector Interior y defensa, lo cual demuestra que solo dictar nuevas leyes o agravar el nivel de las penas no soluciona el problema.

    una de las ideas planteadas en el pedido de delegacin de facultades es promover el ingreso de los privados a la lucha contra la inseguridad, ya sea a travs de la construc-cin de nuevos penales o a travs de las empresas de segu-ridad privada. dependiendo del contenido que se le d a esta propuesta (las empresas de seguridad podrn hacer las mismas funciones que la Polica?, se les capacitar a estos trabajadores?, etctera), podra implicar una renun-cia a las prerrogativas que le corresponden solo al Estado.

    Otra propuesta es establecer un sistema de recompen-sas para los policas, planteamiento que podra terminar desfigurado y generando mayores problemas que benefi-cios si no se delimita claramente su contenido.

    Son insuficientes las buenas ideas si no estn acompa-adas de una estrategia y de coordinacin desde todos los sectores: Polica, Ministerio Pblico y Poder Judicial. Po-demos no confiar en la capacidad del actual gobierno pa-ra resolver el problema, pero se trata de un tema crucial que debe empezar a trabajarse inmediatamente. No po-demos esperar hasta la prxima administracin, aunque la ciudadana deber exigir que los candidatos a la Presi-dencia expliquen a profundidad sus propuestas en esta materia.

    Celac-UE: fortalezas, oportunidades,debilidades y amenazas

    caricatura por Carlos lavida

    Europa y Amrica Latina se merecen ms que un engaoso artilugio y nuestra regin, una representacin ms seria.

    opinin

    Alejandro Deustuainternacionalista

    Solo dictar nuevas leyes o agravar el nivel de las penas no soluciona el problema.

    dems, el albergue de postergadas negociaciones entre Ecuador y parte del Mercosur con la unin Europea no requiere de una cumbre.

    Es claro que los latinoamericanos buscamos mejores relaciones con Eu-ropa, pero quiz la celac no sea el instrumento para lograrlo. un me-canismo de rpida y oportunista ges-tacin, que dese tramitar la rpida evolucin del Grupo de Apoyo, al Grupo de Ro, a la cumbre de Am-rica latina y el caribe (cAlc) y a la comunidad de Estados latinoame-ricanos y caribeos (celac), en au-sencia de cimientos de slida inte-gracin (cAN-Mercosur, p.e.) y de principios e intereses convergentes (como lo prueba el AlBA en Amrica y Europa) no es un instrumento re-gional representativo.

    Por lo dems, Amrica latina no forma siquiera un bloque (menos con los pases del caribe que obede-cen a otros intereses) si tiene como nico instrumento eficaz a la Alian-za del Pacfico (que comienza a debi-litarse) y no puede, por tanto, parti-cipar adecuadamente en una nueva configuracin interregional.

    Europa y Amrica latina se merecen ms que este engaoso artilugio y nuestra regin, una representacin ms seria. Bajo las actuales condicio-nes, sus miembros quiz deban hoy pri-vilegiar las relaciones bilaterales, pro-mover la integracin con mercados li-bres y democracias hemisfricas y re-construir a pulso un mercado regional que represente algo ms que un nfimo 20% de intercambios intrarregionales.

    Estaremos seguros?

    editorial

    Amrica latina (un trmino in-troducido por los franceses) y Europa (el nombre de un continente cohesionado por una avanzada experiencia de integra-cin) ciertamente tienen temas fun-damentales que discutir, pero even-tualmente optan por banalidades.

    una agenda interregional apro-piada debera incluir captulos como la erosin de las respectivas repre-sentaciones polticas, el desafo civi-lizacional del extremismo islmico, nuestro estatus econmico luego de un eventual acuerdo de integracin euro-norteamericano, la implican-cia latinoamericana del desafo ruso en el este europeo, las consecuencias de un Grexit o de un Brexit o la cre-ciente y vital importancia de las re-laciones interestatales.

    Y si la unin Europea es el rgimen responsable del 20% del PBI y del 15% del comercio globales, el 2do in-versionista mundial y el 1er donante