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Artículo publicado originalmente en diario El Día, 31 enero 2011, La Serena, Chile. Disponible on line en: http://www.diarioeldia.cl/node/25099 Gestionando arte y cultura Fernando Graña Pezoa Historiador Depende de cómo se mire. Hoy en día para lograr una buena puesta en escena, exposición, o cualquier otro tipo de actividad de carácter artístico-cultural, es necesario trabajar en equipo. El artista aislado y solitario no puede y quizás no debería hacerse cargo de todos los temas que involucran los procesos de creación y gestión de sus obras. Es dentro de estos equipos multidisciplinarios donde brilla con luces propias la figura del Gestor Cultural. Hay quienes afirman que todo se origina, al menos, a partir del Renacimiento europeo, otros limitan el concepto al mundo contemporáneo. Con más o menos años de existencia, el actual quehacer artístico-cultural requiere de su participación. Los gestores culturales son cada vez más relevantes en los equipos de trabajo de todo tipo de institución o proyecto. El actual nivel de exigencia y la creciente profesionalización de las artes, requiere de la constitución de equipos de trabajo, en directa relación con el proceso creativo. Ya no estamos en los tiempos en que el creador hacía de todo un poco, oficiando a ratos de secretaria, de periodista, de relacionador público, productor, de portero y de gestor. El artista, ya sea de manera individual o colectiva, debe dedicar sus energías a crear. Lo demás debe estar en manos de un equipo de soporte ad hoc que permita sustentar dicho trabajo, y es ahí donde la figura del gestor cultural juega un papel fundamental. Ahora bien, hay quienes pueden plantear sus dudas respecto de las habilidades y conocimientos que este personaje debería poseer. La formación de un gestor cultural puede llegar a tener trayectorias similares a las de los mismos artistas creadores, por cuanto, se puede lograr a través de procesos formales de aprendizaje al amparo de una o más casas de estudios superiores o a través de la práctica diaria, del oficio del gestionar arte y cultura desde lo cotidiano. Lo relevante del rol jugado por los gestores culturales ha motivado a varias universidades a la creación de diferentes programas de formación académica, los que van desde cátedras electivas hasta postgrados. Esto pone en evidencia que, a la par de la profesionalización de los artistas, es necesario profesionalizar a los gestores, por cuanto sus funciones son cada día más complejas y exigentes. Sin embargo, el desarrollo de esta área no se detiene, y si seguimos ejemplos de uno que otro país europeo, pronto veremos cómo se inserta en el medio nacional y regional otra figura: La del Ingeniero Cultural, innovación que, sin lugar a dudas, va a impactar positivamente en el desarrollo de las artes y cultura de nuestro territorio.

Gestionando arte y cultura

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Artículo publicado originalmente en diario El Día, 31 enero 2011, La Serena, Chile.

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Artículo publicado originalmente en diario El Día, 31 enero 2011, La Serena, Chile. Disponible on line en: http://www.diarioeldia.cl/node/25099

Gestionando arte y cultura Fernando Graña Pezoa Historiador Depende de cómo se mire. Hoy en día para lograr una buena puesta en escena, exposición, o cualquier otro tipo de actividad de carácter artístico-cultural, es necesario trabajar en equipo. El artista aislado y solitario no puede y quizás no debería hacerse cargo de todos los temas que involucran los procesos de creación y gestión de sus obras. Es dentro de estos equipos multidisciplinarios donde brilla con luces propias la figura del Gestor Cultural. Hay quienes afirman que todo se origina, al menos, a partir del Renacimiento europeo, otros limitan el concepto al mundo contemporáneo. Con más o menos años de existencia, el actual quehacer artístico-cultural requiere de su participación. Los gestores culturales son cada vez más relevantes en los equipos de trabajo de todo tipo de institución o proyecto. El actual nivel de exigencia y la creciente profesionalización de las artes, requiere de la constitución de equipos de trabajo, en directa relación con el proceso creativo. Ya no estamos en los tiempos en que el creador hacía de todo un poco, oficiando a ratos de secretaria, de periodista, de relacionador público, productor, de portero y de gestor. El artista, ya sea de manera individual o colectiva, debe dedicar sus energías a crear. Lo demás debe estar en manos de un equipo de soporte ad hoc que permita sustentar dicho trabajo, y es ahí donde la figura del gestor cultural juega un papel fundamental. Ahora bien, hay quienes pueden plantear sus dudas respecto de las habilidades y conocimientos que este personaje debería poseer. La formación de un gestor cultural puede llegar a tener trayectorias similares a las de los mismos artistas creadores, por cuanto, se puede lograr a través de procesos formales de aprendizaje al amparo de una o más casas de estudios superiores o a través de la práctica diaria, del oficio del gestionar arte y cultura desde lo cotidiano. Lo relevante del rol jugado por los gestores culturales ha motivado a varias universidades a la creación de diferentes programas de formación académica, los que van desde cátedras electivas hasta postgrados. Esto pone en evidencia que, a la par de la profesionalización de los artistas, es necesario profesionalizar a los gestores, por cuanto sus funciones son cada día más complejas y exigentes. Sin embargo, el desarrollo de esta área no se detiene, y si seguimos ejemplos de uno que otro país europeo, pronto veremos cómo se inserta en el medio nacional y regional otra figura: La del Ingeniero Cultural, innovación que, sin lugar a dudas, va a impactar positivamente en el desarrollo de las artes y cultura de nuestro territorio.