Sobre logopoesis y ritmo: una epstola*

Giorgio Agamben

En cuanto a tu encantadora deriva sobre logopoesis, creo que he entendido lo

siguiente: se trata de una modalidad del pensamiento a travs del hacer, y todo lo que esto

implica. En un primer registro emerge una consonancia entre la estructura de la poesa y la

del pensamiento. En lugar de una modalidad silogstica, deductiva, objetiva-instrumental,

teleolgica progresista, exhaustiva, prosaica, o una modalidad e progresin lgica; logopoesis

es un giro tautolgico del pensamiento. Tal pensamiento se define necesariamente a partir de

la misma estructura del poema desde la cual leemos toda obra de arte. Esto es: un

autoconsciente y auto-indicativo campo anafrico-catafrico tabularplanar como medio

lingstico para un pensamiento en recursividad proyectiva.

Ahora puedo entender porqu usted acua el trmino logopoesis para indicar esta

suma de ideas que inicialmente no me convencan. En tal modelo, hasta donde puedo ver, el

poema-del-pensamiento (poemthought) empieza gracias a la existencia de la restriccin de un

una convencin semitica que siempre prefigura su desarrollo as como su cese. Mientras

avanza su movimiento se tiende a girar simultneamente hacia delante y hacia tras,

interrumpiendo su curso y sometiendo al pensamiento a lmites lineales que exceden esa

misma linealidad a travs de una estructura rtmica translinear tabular-planar. Finalmente,

cuando el poema concluye, ocurre que tampoco llega a su fin, y sin embargo siempre est

llegando a ese fin (he entendido esto correctamente?). Solo llegando a su fin el pensamiento

logopotico puede llegar a existir. De la misma manera que la vida humana solo deviene viva

a partir del fin de la categora de la vida y la tensin que genera. Dicho esto, el poema

nunca concluye porque el elemento catafrico-recursivo siempre pliega al poema en s mismo,

sobre y hacia el mismo. As, el poema nunca comienza. En el umbral que se abre entre el

tener que terminar y la imposibilidad de llegar al fin, encontramos la perpetua finitud de la

aventura del pensamiento potico en cuanto tal.

El pensamiento potico comparte esta estructura. En lugar de definir el problema y

luego intentar resolverlo de una vez por todas (como puede ser el problema del ser), ste se

encuentra al interior mismo del problema. En un mismo gesto, parecera moverse hacia su

cesamiento, pero a la vez debe devolverse sobre s mismo y lejos de toda sumatoria. Si el

pensamiento tradicional suele avanzar, el pensamiento potico emprende un viraje. Tal

pensamiento existe en el espacio y el tiempo que t has sugerido. En efecto. La extensin

linear de lo semitico y su interrupcin son ambas temporales. Y sin embargo, el espacio

gramatolgico necesario para efectuar una cesura sobre la lnea revela la sumisin a la

linealidad no solamente como interrupcin monodimensional, sino tambin a nivel

arquitectnico, estructural y translineal. Este espacio es tambin la temporalidad rtmica del

pensamiento; una instancia donde categoras como comienzo o fin, espacio y tiempo,

pensamiento y lenguaje, parte y todo, sujeto y objeto, filosofa y poesa, son instaladas en

suspenso en el sentido ms estricto de la palabra; esto es, puestas en espera. Como en el

pensamiento, en el arte nos encontramos atrapados por aquello que nos acoge en nuestro

lugar habitual; en aquello de lo cual nunca podemos apoderarnos.

Como siempre, el lenguaje. Al ser desposedos de esa misma cosa que se apodera de

nosotros, pasamos de pensar sobre el ser hacia el viraje del ser en tanto pensamiento. Es por

esta razn que eso que eso que llamamos poesa, y en realidad todas las artes, es verso. Esto

es muy interesante. Necesitara ms tiempo para pensarlo. No todo es como debera ser.

Algunas ideas parecen estar fuera de lugar. Pareciera que an no ests donde deberas estar,

aunque sin duda ests desplazndote hacia un territorio muy provocador. Tenga mucho

cuidado con los pantanos del desnimo, por cierto. Recuerde tomar el viraje apropiado en ese

momento. Espero que podamos encontrarnos prximamente, aunque yo piense lo contrario,

ya que mi destino se encuentra ms all de esos acantilados traicioneros, en una meseta vaca

sobre la cual el gran peligro encuentra su habitar. Suerte con su prxima gua. l es un

allegado mo, aunque no siempre nos vemos cara a cara. Encontrars su conversacin y

compaa muy estimulante, aun cuando al comienzo te parezca oscura. Por cierto, ignora el

ejemplo sobre Orfeo. Siempre hay beneficios en mirar hacia atrs en el camino que uno ha

recorrido. He aqu todo lo que tena que decir. Ahora es su turno.

*Esta epstola de Giorgio Agamben a William Watkin fue incluida posteriormente en el libro The Literary

Agamben: adventures in logopoesis (2010). Traducida por Gerardo Muoz para el espacio Ficcin de la

Razn, 2015. No reproducir sin incluir esta referencia de publicacin.