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…en mí, banquero, gran comerciante, acaparador si usted quiere, en mí la teoría y la práctica del anarquismo van unidas… FERNANDO PESSOA 1 Introducción …el imperativo de la competencia económica no puede gobernar el planeta y la lógica de la conquista –de mercados, de poder económico y financiero– con vistas al dominio mundial es anacrónica e ilusoria. GRUPO DE LISBOA 2 EL TÉRMINO “globalización” es un tanto borroso y se utiliza a menudo en re- lación con mercados, sistemas financieros, competitividad y estrategias cor- porativas, y en general para denotar una nueva y más compleja etapa (sur- gida en los ochenta) en el proceso de internacionalización del capital (décadas de los cincuenta, sesenta y setenta). La globalización de la economía se acen- tuó en los ochenta como resultado de dos cambios cruciales: las políticas de desregulación de la economía y el rol de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones. La desregulación abarcó principalmente los sectores financiero y de servicios (telecomunicaciones y transporte aéreo y marítimo) y las políticas de competencia y comercio. La vasta diseminación de las nue- vas tecnologías de la información y telecomunicaciones ha acelerado y amplia- do las transacciones internacionales (movimientos de información y capital a través de territorios y fronteras) y ha posibilitado la gestión automatizada de 631 Investigación científica e innovación tecnológica: globalización e integración Eduardo Martínez* * Eduardo Martínez, desde 1984, trabaja como especialista regional de la UNESCO en Planificación y Gestión de Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe. Es autor de diversos libros y artículos sobre ciencia y tecnología. 1 Fernando Pessoa (1922), El banquero anarquista España, Alianza, 1986, p. 11. 2 Grupo de Lisboa (1994), Los límites de la competitividad Argentina, Sudamericana/UNQ, 1996, p. 205.

Globismo y Tecnoglobalismo en Amèrica Latina

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Page 1: Globismo y Tecnoglobalismo en Amèrica Latina

…en mí, banquero, gran comerciante, acaparador

si usted quiere, en mí la teoría y la práctica del anarquismo van unidas…

FERNANDO PESSOA1

Introducción

…el imperativo de la competencia

económica no puede gobernar el planeta

y la lógica de la conquista –de mercados,

de poder económico y financiero–

con vistas al dominio mundial es anacrónica e ilusoria.

GRUPO DE LISBOA2

EL TÉRMINO “globalización” es un tanto borroso y se utiliza a menudo en re-lación con mercados, sistemas financieros, competitividad y estrategias cor-porativas, y en general para denotar una nueva y más compleja etapa (sur-gida en los ochenta) en el proceso de internacionalización del capital (décadasde los cincuenta, sesenta y setenta). La globalización de la economía se acen-tuó en los ochenta como resultado de dos cambios cruciales: las políticas dedesregulación de la economía y el rol de las tecnologías de la información ylas telecomunicaciones. La desregulación abarcó principalmente los sectoresfinanciero y de servicios (telecomunicaciones y transporte aéreo y marítimo)y las políticas de competencia y comercio. La vasta diseminación de las nue-vas tecnologías de la información y telecomunicaciones ha acelerado y amplia-do las transacciones internacionales (movimientos de información y capital através de territorios y fronteras) y ha posibilitado la gestión automatizada de

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Investigación científica e innovación

tecnológica: globalización e integración

Eduardo Martínez*

* Eduardo Martínez, desde 1984, trabaja como especialista regional de la UNESCO en Planificacióny Gestión de Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe. Es autor de diversos libros y artículossobre ciencia y tecnología.

1Fernando Pessoa (1922), El banquero anarquista España, Alianza, 1986, p. 11.2Grupo de Lisboa (1994), Los límites de la competitividad Argentina, Sudamericana/UNQ, 1996, p. 205.

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los sistemas bancarios, financieros, de transporte, de transacciones comer-ciales, servicios de telecomunicación e informativos, etcétera. Lo anterior haresultado en el fortalecimiento de la competencia internacional y en laemergencia de la competitividad global.

La competitividad global ha significado la gradual apertura de los mercadosnacionales (y regionales) y mayores niveles de competencia, la internacionaliza-ción de la producción (capital, mano de obra, tecnología, materias primas, bienesintermedios, distribución), y, a consecuencia del crecimiento del comercio in-ternacional, la creciente especialización intraindustrial (diferenciación de produc-tos de alto contenido tecnológico). La globalización puede considerarse segúndiversas categorías: financiera, empresarial (alianzas estratégicas), tecnológica,del consumo, cultural, política, etcétera, como puede observarse en el cuadro“‘Conceptos de globalización”.

La globalización, las relaciones intrafirma en la esfera transnacional y laimitación de modelos y técnicas de organización y gestión proyectan crecien-temente los sistemas de innovación más allá de sus fronteras nacionales.

Parece evidente que la innovación tecnológica se ha constituido en unode los elementos centrales de la reestructuración del sistema productivo, so-cial y territorial. La aplicación de las tecnologías de la información y las te-lecomunicaciones genera un indudable potencial descentralizador.

La eventual integración de las economías en desarrollo a la economía glo-bal, debe tener en cuenta el carácter “endógeno” de la producción en los paísesy regiones más dinámicos y sólidamente estructurados, es decir, “trayectorias”de producción basadas en recursos tecnológicos, organizativos e institucionalesespecíficos. Áreas geográficas delimitadas, con sus características específicas,continúan desempeñando un papel central no obstante la formación de redesglobales de interrelaciones que han llevado a nuevas configuraciones de la es-tructura industrial mundial (superimpuesta sobre la tradicional estructura deespecialización internacional).

Todas estas tendencias sacuden la noción de territorio y demandan la for-mulación de estrategias y políticas territoriales adecuadas para moldear y or-denar el espacio físico, y crear las condiciones para el desarrollo de actividadesproductivas y de organización social.

Investigación e innovación:

globalización y localización

Parece importante analizar los tres problemas principales que plantea el fenó-meno de la globalización al desarrollo científico y tecnológico de los países deAmérica Latina:

632 EDUARDO MARTÍNEZ

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a) La disminución de la investigación científica y tecnológica, de la gene-ración y adaptación de conocimientos a los problemas propios de las socie-dades latinoamericanas.b) La localización de las actividades de IyD en los países desarrollados.

633INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

CONCEPTOS DE GLOBALIZACIÓN

1 Globalización de las finanzasy del capital.

2. Globalización de los merca-dos y estrategias; y especialmen-te de la competencia.

3. Globalización de la tecnolo-gía, de la I+D y de los conoci-mientos correspondientes.

4. Globalización de las formasde vida y de los modelos deconsumo; globalización de lacultura.

5. Globalización de las compe-tencias reguladoras y de la go-bernación.

6. Globalización como unifica-ción política del mundo.

7. Globalización de las percep-ciones del mundo.

1 Desregulación de los mercados financieros, movi-lidad internacional del capital, auge de las fusionesy adquisiciones. La globalización del accionariadoestá en su fase inicial.

2. Integración de actividades empresariales a escalamundial, establecimiento de operaciones integradasen el extranjero (incluida I+D y financiación), bús-queda de componentes y de alianzas estratégicas anivel mundial.

3. La tecnología es la enzima esencial: la expansiónde las tecnologías de la información y la comunica-ción facilita el desarrollo de redes mundiales en elseno de una compañía y entre diferentes compa-ñías. La globalización como proceso de universali-zación del “toyotismo” en la producción.

4. Transferencia y transplante de las formas de vidapredominantes. Igualación de los modelos de con-sumo. Importancia de los medios de comunicación.Transformación de la cultura en “alimento cultural”y en “productos culturales”. Aplicación de las nor-mas del GATT a los intercambios culturales.

5. Disminución del papel de los gobiernos y parla-mentos nacionales. Intentos de diseño de una nue-va generación de normas e instituciones para la go-bernación del mundo.

6. Análisis, centrado en los estados, de la integra-ción de las sociedades mundiales en un sistema po-lítico y económico liderado por un poder central.

7. Procesos socioculturales centrados en torno a“una sola tierra”. Movimientos globalizadores. Ciu-dadanos del mundo.

Categoría Elementos o procesos fundamentales

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c) La apertura de oportunidades y procesos de innovación y difusión tec-nológica en los países latinoamericanos.

El primer aspecto está enmarcado en la lógica de la homogeneización y estan-darización de la economía, la producción, el consumo, el conocimiento, la educa-ción y la cultura. Tanto los centros académicos como las empresas podrían teneracceso a la “inteligencia global”. El término “globalización” forma parte de undiscurso hegemónico que enmascara la naturaleza y la especificidad de los pro-blemas del desarrollo a los niveles local, nacional, regional y mundial.3 La glo-balización representa la expansión mundial continua del capital a niveles másprofundos y extensos que cualquier periodo precedente, que condiciona los pro-cesos de producción y distribución de bienes y servicios, y los flujos internaciona-les de capital, y a su vez determina la naturaleza, dinámica y orientación del cam-bio tecnológico. La globalización de la economía se acentuó en los ochenta comoresultado de dos cambios cruciales: las políticas de desregulación de la economíay el rol de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones.

El segundo y tercer aspectos se enmarcan en la visión de que la globaliza-ción ha inducido nuevas estructuras institucionales y organizacionales: desdelos bloques económicos regionales hasta las “redes de firmas” (y “firmas enred”). Más particularmente, la noción de “tecno-globalismo”, es decir, la su-puesta globalización de las actividades de investigación científica y de innova-ción, frente a la realidad espacial de los sistemas locales y nacionales.

En primer lugar, asistimos a un fenómeno de globalización de la producción-ensamblaje (maquila) y de la distribución y comercialización, pero de “localización”de la generación de conocimientos científicos y tecnológicos, y, en gran medida, deprocesos de innovación, y de la producción “intensiva en conocimiento”. En efec-to, existe una creciente territorialización en países desarrollados de la producciónintensiva en conocimiento, de alta tecnología y competitividad, aun cuando algu-nas actividades productivas (partes de la cadena de producción) están articuladasen redes de firmas con otros centros territorializados, y ciertas actividades de pro-ducción rutinaria se encuentran desterritorializadas en la periferia, constituyen-do sistemas de producción globalizados-localizados (“glocalizados”). Numerosasempresas transnacionales ubican sus actividades de alta tecnología en regionesde países desarrollados en donde se concentra una importante capacidad tecno-lógica (empresas asociadas, centros de IyD, mano de obra altamente especializa-da, y otros recursos tecnológicos).4

634 EDUARDO MARTÍNEZ

3Los “modernos conquistadores” cuentan con la colaboración de algunos grupos sociales: los cuadrosde la tecnociencia, la tecnoburocracia nacional e internacional, y los (tecno) medios de comunicación (Ric-cardo Petrella (1995), “Le retour des conquérants”, Le Monde Diplomatique, París, mayo, pp. 20-21).

4Véanse, por ejemplo, M. Carnoy (1993) y M. Storper (1993).

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En segundo lugar, no parece resultar relevante al contexto latinoamericanola emergencia de un nuevo patrón de la IyD en el marco del proceso de la glo-balización, según el cual estaría surgiendo no sólo un nuevo enfoque de gestiónde las actividades de IyD sino también un nuevo marco institucional para su de-sarrollo.5 Principalmente, porque estos cambios están referidos a empresas indus-triales intensivas en tecnología, insertadas en un entorno internacional de crecien-te competitividad tecnoeconómica que se manifiesta en la aparición de mercadosy competidores globales. La llamada IyD global se constituiría a través de las lla-madas “alianzas estratégicas” y de acuerdos de colaboración entre firmas, princi-palmente en el ámbito de la IyD (que se extiende a universidades e institucionesestatales). Lo anterior ha dado lugar en los últimos 10 años a la “descentraliza-ción” de ciertas actividades de IyD en los países industrializados, es decir, a su in-ternacionalización o globalización, lo que se expresa en nuevos rasgos de cultu-ra y gestión empresarial: la interacción con otros “socios”, la descentralización,el funcionamiento en redes, etcétera.

En tercer lugar, desde la perspectiva tradicional de la división internacio-nal del trabajo, la innovación tecnológica se concentraría en los países desarro-llados y la utilización pasiva de la tecnología correspondería a los países sub-desarrollados. Aunque es posible argumentar que la búsqueda de la competi-tividad internacional, por parte de los usuarios de tecnología en los paísessubdesarrollados, requiere su activa participación en los procesos de innova-ción y difusión tecnológica de sus propios procesos productivos.

Los procesos de innovación y difusión, particularmente de nuevas tecnolo-gías, son interdependientes y se determinan simultáneamente, estimulados porla interacción usuario-productor. Lo anterior pondría en evidencia el rol dinámi-co del usuario de la tecnología, como un asociado creativo en el proceso decambio tecnológico. Naturalmente, la dimensión de la interacción es más am-plia, en particular su influencia en el aumento del ritmo y la efectividad delcambio tecnológico en el sector industrial. La proximidad geográfica entre usua-rios y productores de innovaciones constituye una ventaja comparativa, com-plementada por la “calidad e intensidad” de sus interacciones, que a su vez de-pende de sus capacidades tecnológicas.6

La incorporación de las tecnologías microelectrónicas y de la informaciónen los productos, procesos y sistemas organizativos requiere, por una parte, laactiva participación del usuario (en mayor medida que en otras áreas tecnoló-gicas) y, por otra parte, de sistemas medianamente estandarizados, y muy es-pecíficos respecto a la naturaleza de dichos productos, procesos y sistemas.

635INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

5Entre la abundante literatura al respecto, véanse A. de Meyer (1993) y A. Pearson et al, (1993).6Véase Bengt-Ake Lundvall (1988) y (1990).

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Consecuentemente, se requiere de desarrollos tecnológicos localizados, deadaptaciones enraizadas en los productos, equipos físicos (hardware) y sobre todo en los sistemas lógicos (software), en el contexto y ambiente próximo a suutilización. El conocimiento “tácito” resulta crucial, el cual en su mayor parteproviene de los usuarios.

La mayor parte de las tecnologías microelectrónicas y de la información in-volucra sistemas y redes, en particular estructuras y procesos locales de apren-dizaje colectivo: proveedores de equipamiento y sistemas lógicos, servicios demantenimiento y asistencia técnica, informaciones de otros usuarios sobre latecnología, fuerza de trabajo calificada.

El tecnoglobalismo supone que la generación y difusión de nuevas tecnolo-gías estaría transformándose en un fenómeno globalizado; y asume que las tec-nologías constituyen mercancías, accesibles a todas las empresas y transferiblesinternacionalmente a través del mercado y el mecanismo de precios. Se han su-gerido dos argumentos para explorar la hipótesis del tecnoglobalismo.7 Primero, lasmayores empresas multinacionales estarían descentralizando (globalizando)sus actividades innovativas. Un estudio reciente sobre la localización geográfi-ca de las actividades tecnológicas de las 587 mayores empresas mundiales en elperiodo 1985-1990 indica que mucho más que globalización se observa una in-tensa utilización de insumos nacionales en los procesos innovativos de tales em-presas.8 Segundo, estaría ocurriendo una mayor colaboración tecnológica glo-bal. Estudios empíricos muestran que únicamente se fortalecen las redes de colaboración e innovación tecnológica con la participación de empresas de la“Tríada” (Estados Unidos, Europa y Japón);9 en efecto, las alianzas tecnológi-cas pueden responder a una estrategia de las grandes empresas para cerrar lasllamadas “ventanas de oportunidad”. Adicionalmente, se sostiene que la tecno-globalización posibilita la utilización y exploración global de la tecnología, refle-jadas en el aumento de los flujos comerciales internacionales asociados a lasnuevas tecnologías. De hecho, ello simplemente es el resultado de la aperturade los mercados internacionales.

Asimismo, un estudio reciente sobre la tecnología del sistema bancario depagos europeo muestra que en el diseño de las redes de pagos las influenciasdominantes no fueron “globales” sino nacionales: estructuras bancarias nacio-nales, regímenes regulatorios, estructuras minoristas, actitudes culturales, etcé-tera. No se encontraron signos de “globalización tecnológica”, por el contrario,la tecnología de la red de pagos bancaria es configurable y determinada por lasnecesidades y contextos locales. En los casos en donde surgió alguna iniciativa

636 EDUARDO MARTÍNEZ

7D. Archibugi y J. Michie (1995).8Pari Patel y Keith Pavitt (1994).9Véase, por ejemplo, Helena Lastres (1993).

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hacia la “globalización”, es decir, la estandarización de los servicios provistospor la tecnología a través de las fronteras nacionales, ello ocurrió debido a losobjetivos sociales explícitos de la Comisión Europea y no como resultado ine-vitable de la tecnología misma.10

La reciente modernización de los servicios bancarios automatizados enBrasil respaldaría firmemente dicha experiencia. No parecería, entonces, exis-tir suficiente evidencia de la existencia de una tendencia hacia el tecnoglobalis-mo, quizás al contrario, con la tecnología siendo moldeada tanto por variableseconómicas como sociopolíticas.

Desarrollo científico y tecnológico:

descentralización y regionalización

En América Latina, los procesos de descentralización han sido bastante hetero-géneos y, salvo algunas excepciones, se encuentran en fases de desarrollo inci-piente. En la base de la dimensión regional subyace la definición del modo de or-denamiento político-social-administrativo del territorio, es decir, la cuestión de ladescentralización. La descentralización implica una redistribución territorial delpoder político-administrativo, y puede considerarse en cuatro dimensiones:11

i) La descentralización administrativa: transferencia de competencias deciso-rias y atribuciones administrativas al nivel subnacional de gobierno (regio-nal o local), mejora de la coordinación institucional entre los distintos ni-veles de gobierno (desconcentración administrativa).ii) La descentralización económica: transferencia de competencias decisorias(poder de decisión) en materias financieras, económicas y productivas aagentes económicos (empresas, cooperativas), búsqueda de mayor eficien-cia en la asignación de recursos y la producción de bienes y servicios loca-les (delegación y desconcentración económica).iii) La descentralización fiscal: transferencia de competencias decisorias fisca-les a otros niveles subnacionales (intermedio y local), es decir, una transfe-rencia de responsabilidad fiscal (autonomía fiscal), tanto respecto a la genera-ción de ingresos como a la distribución del gasto público.iv) La descentralización política: transferencia de competencias decisorias a en-tidades autónomas (estados, departamentos, municipios) y comunidades, es

637INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

10J. Howells (1996).11Algunos conceptos relacionados (pero distintos) son: Deslocalización: traslado a otro lugar de acti-

vidades productivas, de servicio o administrativas. Delegación: transferencia de funciones y atribuciones,expresamente autorizada por undeterminado tiempo. Desconcentración: transferencia intraorganizaciónde competencias decisorias y atribuciones administrativas al nivel subnacional (regional o local).

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decir, una cesión de poder político (autonomía política). Esta descentralización se-ría una condición para la construcción social (y económica) de las regiones,y su articulación nacional según el principio de la subsidiariedad.12

Comúnmente se argumenta que la descentralización ofrece cuatro tipos deventajas. Las ventajas13 administrativas radican en funciones desempeñadas enforma más eficiente, directa y dimensionada a las demandas específicas de losusuarios. Las ventajas económicas incluyen una mejor asignación de recursos,una estructura productiva que corresponde tanto a la dotación de factores como a la competitividad regionales, una mayor flexibilidad productiva, y unamayor actividad innovadora a través de más dinámicas relaciones usuario-pro-ductor. Las ventajas fiscales apuntan a una mayor legitimación tributaria y me-nores niveles de evasión, así como a una mayor correspondencia entre ingresosy egresos públicos. Las ventajas políticas se traducen en la ampliación de la basede legitimación del Estado a través de una mayor participación de los ciudada-nos y, por ende, un fortalecimiento de los procesos democráticos.

Los distintos procesos y estrategias de descentralización y regionalizaciónimplican diversos modelos de organización estatal jurídico-institucional:14

a) Modelo de organización centralizada: concentra la toma de decisionespolíticas y fiscales, las funciones y la gestión de recursos en el nivel central.Comúnmente, existe algún tipo de transferencia de competencias y res-ponsabilidades a los niveles subnacionales (regional y local), en particularuna modesta delegación y desconcentración administrativa y económica; yel mecanismo de asignación de recursos a los gobiernos regional y local espor medio de transferencias presupuestarias del gobierno central.b) Modelo de organización central-desconcentrada: el gobierno centralmantiene el poder de decisión política y fiscal (ingresos) aun cuando losgobiernos regional y local gozan de una restringida autonomía política, yde una relativa desconcentración administrativa y económica.c) Modelo de organización federal: una autonomía política (relativa) que serige por normas constitucionales, la toma de decisiones fiscales se negociaentre los distintos niveles de gobierno y existe una considerable desconcen-tración administrativa y económica.

638 EDUARDO MARTÍNEZ

12Subsidiariedad: principio de responsabilidad o acción político-institucional que suple o robustece aotra, en que el nivel superior (gobierno central, organismo multinacional) complementa el esfuerzo local,contribuyendo con el financiamiento (parcial) o ciertas funciones auxiliares; la identificación, formulacióny ejecución de proyectos y programas se realiza a nivel local (y su selección a un nivel intermedio).

13Véase, por ejemplo, Rolf Eschenburg (1989), pp. 1-6.14Véase CEPAL-GTZ (1996), pp. 19-22 y passim.

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d) Modelo de organización descentralizada: los gobiernos regional y local tie-nen una autonomía (relativa) en la toma de decisiones políticas y fiscales, yen las funciones y la gestión de los recursos. En el nivel regional y local se tie-nen competencias decisorias sobre los ingresos y el gasto público, asimismo,existe una avanzada descentralización administrativa y económica.

Los procesos de descentralización y regionalización son evidentementecomplejos y las estrategias de gestión estatal otorgan una importancia crecien-te a los gobiernos regional y local, y a la articulación dinámica de las dimensio-nes política, fiscal, económica y administrativa.

Obviamente, la incipiente trayectoria de descentralización se manifiesta enlos mecanismos e instrumentos para promover la ciencia y la tecnología tantoa nivel regional (subnacional) como a nivel de la integración. Con alguna fre-cuencia el proceso de descentralización en la región se ha dirigido a fortalecerlos municipios, en tanto que entidades territoriales fundamentales de la divisiónpolítico-administrativa del Estado. Sin embargo, el proceso de descentraliza-ción regional de las actividades de ciencia y tecnología, y de su gestión, requiereprofundizar en la construcción social y política del mismo, más específicamentede un “sistema social de innovación” (SSI) regional. Los actores de este endóge-no “sistema social de innovación” serían: las instituciones políticas y de la ad-ministración regional (fuertemente profesionalizadas), las empresas y los empresarios regionales, y los centros de investigación científica y tecnoló-gica e instituciones de educación superior.

Se argumenta que algunas teorías surgidas de las ciencias sociales (centro-periferia, dependencia, regionalización), referidas a la localización de las acti-vidades económicas (e industriales), pueden contribuir a explicar la ubicacióngeográfica de las actividades científicas y tecnológicas:15

a) La teoría de la jerarquía de los lugares centrales: a partir del tamaño, la infraes-tructura, la gama de servicios de los centros urbanos es posible constituir unajerarquía de aglomeraciones, con algunos conglomerados urbanos dotados deservicios sofisticados (investigación, universidad, etcétera) y numerosos pue-blos dotados de servicios ordinarios (talleres mecánicos, escuelas técnicas, et-cétera). Basada en criterios de escala de producción, costos de transporte, uni-formidad de mercados una empresa puede abastecer un amplio territorio. Este enfoque supone un espacio homogéneo y no toma en cuenta diferentescondiciones socioeconómicas de partida, distintas trayectorias productivas, niel elevado riesgo de una asignación ineficiente de recursos.

639INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

15R. Barré y P. Papon (1993), pp. 72-77.

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b) La teoría de la dependencia: derivada de la tradicional teoría latinoameri-cana de la dependencia que abordaba las relaciones desiguales entre paí-ses desarrollados (centro dominante) y países subdesarrollados (periferiadependiente), basadas en una inequitativa división internacional del traba-jo y en un intercambio desigual. La teoría de la dependencia referida a lasregiones, en el contexto de la organización fordista de la producción, pos-tula una división interregional del trabajo entre la función de diseño de laproducción y servicios especializados por las regiones centrales (dirección,planificación estratégica, investigación) y la fabricación por las regiones pe-riféricas.c) La teoría del desarrollo regional endógeno: la dinámica interna y la capaci-dad tecnológica de las regiones determinarían la ubicación espacial de lasactividades científicas y tecnológicas. La red de instituciones, recursos, in-teracciones y relaciones están en la base de los procesos de innovación y difusión tecnológica regional. La forma espacial de esos procesos de inno-vación, de la especialización flexible, constituye el “sistema localizado”: polos de innovación y competitividad, tecnopolos, parques tecnológicos,distritos científicos y tecnológicos (integración territorial de los sistemascientífico, tecnológico e industrial), y, finalmente, un “ambiente innova-dor” (un activo específico localizado).

Parece evidente que la innovación tecnológica se ha constituido en uno delos elementos centrales de la reestructuración del sistema productivo, social yterritorial. La aplicación de las tecnologías de la información y las telecomuni-caciones genera un indudable potencial descentralizador. Lo anterior, aunadoa esquemas productivo-organizativos de especialización flexible y a la automa-tización y mecanización creciente de los procesos de fabricación, determina un“continuo” de producción de “bienes-servicios”, con una creciente terciariza-ción empresarial, una expansión generalizada del empleo en servicios y nuevosrequerimientos de calificación de la mano de obra.

Como reflejo directo de esa nueva lógica productiva, la organización espa-cial de la producción y distribución de “bienes-servicios” debe enfrentar cam-bios en la incidencia de los diferentes factores de localización geográfica (fasesdel ciclo de vida del producto –sectores maduros o sectores nuevos–, crecimien-to selectivo de zonas o regiones, redes interempresariales, debilitamiento de lasfronteras intersectoriales, etcétera). Los avances en las tecnologías de la infor-mación y las telecomunicaciones permiten actividades productivas disociadasespacial y temporalmente, lo que podría ofrecer importantes posibilidades pro-ductivas. No obstante, con la excepción de algunos conglomerados urbanos,donde existe una importante actividad industrial, la mayoría de las economías

640 EDUARDO MARTÍNEZ

Page 11: Globismo y Tecnoglobalismo en Amèrica Latina

y regiones en América Latina son principalmente productoras de materias pri-mas con escaso valor agregado.

Por otra parte, si se acepta que, en la búsqueda de la competitividad delas empresas, quizás el problema principal no sea la adquisición de tecnolo-gía, sino los procesos de monitoreo, adaptación, (re)creación e innovacióntecnológica en los cuales el territorio constituiría el límite espacial y funcionalde un endógeno “sistema social de innovación” (SSI) (regional y nacional).16

Naturalmente, los SSI tendrían en común la proximidad geográfica de losagentes de la innovación (empresas, centros de investigación, universidades,etcétera) y un conjunto de interdependencias no transadas (“convenciones”)en la economía local, y en su ámbito espacial funcionarían redes interactivasde innovación, visibles e invisibles.

En el viejo paradigma fordista de producción (taylorismo, mecanización yproducción en masa), la especialización productiva espacial (local/regional) es-taba determinada por la teoría del ciclo del producto y, podría argumentarse,la estrategia de desarrollo regional (descendente), de “arriba hacia abajo”, seasociaba al concepto de los “polos de desarrollo”.17 En ese modelo no teníanmucha importancia los procesos de innovación, la adquisición de capacidadestecnológicas, o el control o subordinación de las empresas. En un “sistema so-cial de innovación” regional (esquemas posfordistas, de producción flexible), laestrategia de desarrollo regional (ascendente), de “abajo hacia arriba”, estaríaasociada al concepto de “polos de innovación” (procesos “endógenos” de inno-vación, redes locales de colaboración, empresas en y para la región).

Parece evidente que la potencial integración de las economías en desarro-llo a la economía global debe tener en cuenta el carácter “endógeno” de la pro-ducción en los países y regiones más dinámicos y sólidamente estructurados, esdecir, “trayectorias” de producción basadas en recursos tecnológicos, organiza-tivos e institucionales específicos (y no stocks o copias de la “mejor práctica”).

Recientemente ha recibido atención, como un resurgimiento de la producciónartesanal, la reaparición de modernos “distritos industriales”, comunidades depequeñas (y medianas) empresas interdependientes y tecnológicamente dinámi-cas, con procesos de producción flexible.18 Algunas veces, si bien son cuasimono-sectoriales, tiene lugar una especialización intrasectorial de las empresas y una in-

641INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

16Las actividades de innovación estarían territorializadas cuando su desempeño depende de la loca-lización (lugar-dependencia), la cual es específica en su ubicación, es decir, sustentada en recursos tecno-lógicos, organizativos e institucionales disponibles localmente, y cuya recreación o imitación en otros lu-gares requiere un proceso de aprendizaje. Véase M. Storper (1993), pp. 8-19.

17Inspirados en experiencias de organización y administración territorial en Francia en la décadadel 50, y en la fundamentación teórica de François Perroux, Jacques Boudeville y Jean Paelinck.

18El modelo de producción basado en la “especialización flexible” se ha inspirado en algunos distritosdel centro de Italia (aunque también las grandes empresas parcial y lentamente abandonan sus estructurastradicionales de producción en serie –taylorista y Fordista– en favor de procesos de producción flexible).

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tegración vertical local entre las firmas (en ocasiones con una mano de obra alta-mente calificada, sobre la base de tradiciones productivas regionales).

Considerando la importancia que tienen las características, la dinámica y eldesempeño de áreas geográficas localizadas parecería apropiado explorar otrascategorías de análisis. La noción de “sitio” se refiere a un área geográfica queofrece a las empresas recursos específicos, cuyo aprovechamiento genera exter-nalidades debido a la proximidad espacial, y respecto a la que una empresa de-pende directamente para realizar sus actividades productivas.19 En este caso, losdeterminantes locales de la competitividad son: a) los factores de producción yla infraestructura, b) la estructura industrial local, c) la organización, estrategiay gestión de la empresa, y d) la demanda de innovaciones del mercado.20

El enfoque de los sistemas productivos territoriales resulta particularmen-te relevante, ya que conjuga una doble dimensión organizativa: industrial (fun-cional) y territorial.21 El sistema productivo territorial constituye un espacio enel cual la organización industrial y la organización territorial interactúan y pro-ducen configuraciones espaciales específicas, que articulan tanto los recursosproductivos materiales como las capacidades tecnológicas, los conocimientostácitos, las interdependencias no transadas. Crevoisier y Maillat proponen unatipología de modos de industrialización desde la perspectiva de los sistemasproductivos territoriales, en función de la dinámica organizativa industrial o territorial:

a) Industrialización difusa (integración horizontal): el sistema productivoterritorial tiene un carácter “endógeno”, estructurado, una “trayecto-ria” de producción territorializada, con conocimientos tácitos e interde-pendencias considerables, moldeada por regulaciones de competencia ycooperación, y en el que puede surgir un ambiente propicio a la inno-vación.b) Polarización industrial regional (integración vertical): sistemas industrialesregionales aglomerados (polos), en los que comúnmente la dinámica in-dustrial determina la estructuración territorial.c) División espacial del trabajo (desintegración horizontal): el sistema produc-tivo territorial depende exclusivamente de la dinámica de la organizaciónindustrial, como resultado de decisiones de localización-deslocalización e in-versión de las empresas; ciertas funciones de dirección, planificación estra-tégica, innovación se retienen en regiones centrales y otras funciones deproducción y distribución se desplazan a regiones periféricas.

642 EDUARDO MARTÍNEZ

19Véase, por ejemplo, J.M. de Vet (1993), pp. 92-103.20 OECD (1992), pp. 252-253.21O. Crevoisier y D. Maillat (1989).

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d) Fragmentación industrial (desintegración vertical): la localización-deslocali-zación de la producción de líneas de productos dentro de las estrategias de lasgrandes empresas (multinacionales); la organización industrial está deter-minada por la dinámica territorial.

Uno de los mecanismos de desarrollo regional más utilizado en AméricaLatina en los últimos años ha sido el de las zonas de procesamiento (ensamblaje)para la exportación (maquila), como parte de sus estrategias de industrialización.En las zonas de procesamiento para la exportación los gobiernos desarrollan la in-fraestructura básica y servicios de apoyo a la producción, telecomunicaciones,seguridad, etcétera.

Libres de impuestos pueden importarse bienes de capital, productos inter-medios y materias primas; y no existen regulaciones ni controles a la inversiónextranjera, los flujos de tecnología, o las divisas; y, a veces, con una regulaciónlaboral relajada.

Con frecuencia, existen generosos incentivos fiscales y financieros, y las ta-rifas de servicios públicos están subsidiadas. Se ha señalado que las zonas deprocesamiento para la exportación deberían fortalecer la “interdependencia”entre países desarrollados y en desarrollo, y mostrar los mutuos beneficios quepueden derivarse de las operaciones de las corporaciones multinacionales enlos países en desarrollo.22

Los objetivos generales para la creación de zonas de procesamiento para la ex-portación han sido promover el desarrollo de ciertas regiones, acelerar la indus-trialización, crear empleo y aumentar las exportaciones. En algunas ocasionesse han postulado ciertos objetivos más específicos, aunque con modestas con-secuencias: transferencia de tecnología, aumento y “derrama” de la inversiónextranjera, capacitación y especialización de la mano de obra, utilización demateria prima local, desarrollo de capacidades asociadas a los procesos de ex-portación.

Comúnmente, las actividades de las empresas (subsidiarias extranjeras) sehan concentrado en pocas ramas industriales intensivas en mano de obra (zonasmonosectoriales) y con escasa sofisticación o requerimientos tecnológicos: enun principio, en textiles y vestimenta, y luego en productos eléctricos y electró-nicos (partes y componentes, y ensamblaje de productos finales).

Adicionalmente, teniendo en cuenta que la producción en estas zonas es para la (re)exportación, las incipientes capacidades tecnológicas implanta-das (específicas a la empresa o a una fase puntual de producción), en especiallas asociadas a una mano de obra no calificada (ensamblaje y rutinas producti-

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22Véase, por ejemplo, K. Marton (1986), pp. 41-53.

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vas), raramente resultan relevantes para otras actividades productivas o para lasnecesidades de la industria local.

Aun cuando en ciertas zonas ha ocurrido una tenue diversificación de laproducción, dos factores han limitado la creación de capacidades tecnológicaslocales: debido a que las zonas funcionan principalmente como enclaves en laeconomía, su producción está débilmente vinculada a proveedores y usuarioslocales, impidiendo una “derrama” tecnológica (spill-over) importante al apara-to productivo nacional.

Segundo, a causa de la total dependencia de la empresa matriz, las subsi-diarias no toman parte en las decisiones sobre productos, procesos, organiza-ción y tecnología, y no desarrollan esenciales capacidades tecnológicas, organi-zativas o de mercadeo-exportación.

Integración: olvido de las capacidades

científicas y tecnológicas

La teoría y el análisis de la integración regional continua influida por los tra-dicionales conceptos neoclásicos de Viner de “creación de comercio” (y “desvia-ción del comercio”,23 los cuales se limitan a los efectos sobre la economía delbienestar de los flujos comerciales entre las naciones y el impacto que puedentener los esquemas de integración sobre dichos flujos. En particular, una eficien-te creación de comercio implica un desplazamiento de comercio de productorescon altos costos a productores con bajos costos dentro de la propia región. Unadesviación de comercio significa un desplazamiento de comercio de productoresextrarregionales a productores intrarregionales; desafortunadamente, con al-guna frecuencia ocurre una ineficiente desviación de comercio (de productores ex-trarregionales con bajos costos y alta productividad a productores intrarregio-nales con altos costos y baja productividad).

Obviamente, tales enfoques neoclásicos no resultan pertinentes ante lacreciente globalización de la inversión, la producción, los procesos de innova-ción tecnológica, y los flujos comerciales; además de que consideran solamen-te ganancias por “eficiencia estática” (ortodoxas) e ignoran, además de crucia-les factores no económicos, “ganancias dinámicas” (heterodoxas), derivadasde efectos de “eficiencia dinámica”, externalidades, coordinación sectorial de lainversión y, en general, de la política macroeconómica, reducción de la inefi-ciencia fiscal, y ajustes regionales. Los efectos de eficiencia dinámica puedenconducir a incrementos sostenibles en la tasa de crecimiento del ingreso real alinterior de una región. Tales efectos pueden surgir de economías de escala (por

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23J. Viner (1950).

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ampliación de mercados) en industrias y servicios de apoyo al comercio (que re-sultan en importantes proyectos de inversión en industria e infraestructura); efec-tos de derrama económica (spill-over) derivados de mayores transferencias de conocimiento en la región tanto a nivel intraindustrial como interindustrial; am-pliación de la competencia; aumentos en los niveles de inversión; aprendizaje yadquisición de competencias por empresas regionales para expandir su comer-cio al ámbito extrarregional; e incremento en el ritmo de cambio tecnológico. Lasganancias dinámicas por externalidades pueden incluir efectos asociados a procesosde transferencia de tecnología, desarrollo de personal científico y técnico, au-mento de la investigación científica y tecnológica, aumento de los niveles de edu-cación y los servicios de salud, menores costos de transporte y acceso a mercados,mejor gestión de recursos naturales y del medio ambiente, etcétera.24

Por otra parte, es importante recordar que economías externas a los esque-mas de integración regional, con empresas que tienen una presencia física en la región, pueden beneficiarse por la creación de comercio o por acuerdosentre empresas (licencias de tecnología, alianzas estratégicas, etcétera).

No es posible asumir, a priori, que los esquemas de integración regional ne-cesariamente conducen, a través de una mayor eficiencia, a ganancias en el bie-nestar social, ya sea para una región en su conjunto como para sus miembrosindividuales. En términos generales, dichos beneficios se refieren a: i) ganan-cias derivadas de la reducción de costos de administración, asignación, transac-ción y eficiencia asociados a distorsiones de mercado y barreras originadas enpolíticas nacionales, y ii) ganancias derivadas de coordinación asociada a eco-nomías de escala en operaciones del sector público, o políticas o inversionescoordinadas en infraestructura (la integración y expansión productiva conllevano sólo la racionalización de la inversión sino el aumento de los flujos de in-versión doméstica y extranjera). En otras palabras, la integración regional de-be asegurar una distribución equitativa de los beneficios entre todos los estadosmiembros y contribuir a obtener economías de escala, aprovechar las externa-lidades asociadas con la ampliación de los mercados, lograr mayor eficiencia enla asignación de recursos por la creación de comercio (ampliación de mercados),convertir desventajas de desviación de comercio de corto plazo en un potencial decreación de comercio de largo plazo, fortalecer las capacidades tecnológicas, etcé-tera.25 Las asimetrías en el relativo peso y capacidad de las economías de los es-tados miembros deben explicitarse en el diseño de mecanismos de integraciónque garanticen una distribución equitativa de las ganancias derivadas de losprocesos de integración.

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24P. Mistry (1996), pp. 23-33.25Ibidem, pp. 26-28.

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Por otra parte, la cooperación científica y tecnológica regional puede com-prender diversos niveles de integración:

a) Coordinación: el nivel o “masa crítica” mínima de actuación a nivel regio-nal que implica la compatibilización de políticas intermedias o sectorialesde desarrollo científico y tecnológico, y la identificación, formulación y eje-cución de programas y proyectos cooperativos de investigación científica ydesarrollo tecnológico. Normalmente, el nivel de coordinación presuponeun previo acuerdo y una convergencia y cooperación explícita de carácterpolítico y económico.b) Armonización: un nivel intermedio de cooperación que requiere la adop-ción nacional de legislación y mecanismos institucionales comunes, queorienten la formulación de instrumentos de política e inversión, y regulendiversas actividades científicas y tecnológicas. Usualmente, el nivel de ar-monización requiere algún mecanismo formal (institucionalizado) de coope-ración política y económica.c) Integración: el nivel superior de cooperación en el que se asigna a nivelregional, por encima del control nacional, la responsabilidad de formularpolíticas, definir instrumentos legales, y canalizar recursos para el desarro-llo científico y tecnológico. Generalmente, el nivel de integración requierela previa unión política y económica.

La cooperación científica y tecnológica regional puede abarcar cualquierade dichos niveles de integración, pero presupone la voluntad política explícita delos países de alcanzar determinados objetivos y metas de desarrollo científico ytecnológico regional en el mediano y largo plazos (aun si ciertos intereses nacionales podrían postergarse en el corto plazo).

Finalmente, elaboraremos algunas reflexiones puntuales referidas al nuevomarco que ofrecen los procesos actuales de integración regional. En efecto, laliberalización de la economía y la apertura de los mercados a menudo se hancomplementado con acuerdos comerciales entre los países vecinos, y han gene-rado nuevos patrones de intercambio entre las economías locales, las regiona-les y las nacionales. Los avances en materia de integración en la década de losnoventa han sido importantes. Acuerdos olvidados, como el Mercado ComúnCentroamericano y el Grupo Andino han renacido, y han surgido nuevosacuerdos como el Mercosur, el TLCAN, y numerosos acuerdos bi y trilaterales.También existen negociaciones entre el Mercosur, México y Chile para crearáreas de libre comercio con la Unión Europea. Indudablemente, la profundiza-ción y perfeccionamiento del proceso de integración más importante y comple-jo del mundo (y de la historia), la Comunidad Europea, ha contribuido nota-

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blemente a legitimizar las diversas iniciativas y acuerdos de integración regio-nal. Asimismo, existe una tan ambiciosa como conflictiva iniciativa continental:el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Todo ello ha producido unincremento significativo del comercio intrasubregional (intragrupos), aunqueen no poca medida ha significado la disminución del comercio intergrupos.

Los miembros del Mercosur son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.26

El Mercosur es el más reciente y el más dinámico de los acuerdos de integra-ción en América Latina. Una compleja unión aduanera, con voluminosas listasde productos exceptuados transitoriamente, y un arancel externo común entróen vigencia en enero de 1995, y se han aprobado las normas y un presupuestopara el funcionamiento de una mínima (y neutra) Secretaría Administrativa, enMontevideo.27 Vagamente se ha previsto una suerte de mercado común para el año2005. En diciembre de 1995 el Mercosur suscribió un Acuerdo Marco Interregio-nal de Cooperación con la Comunidad Europea.28 A finales de 1996 el arancel ex-terno común medio era de alrededor del 12 por ciento, y Chile y Bolivia habíaniniciado formalmente el trámite de incorporación al Mercosur. Las exportacionestotales del Mercosur en 1995 sumaron 70,000 millones de dólares, de los cuales el20 por ciento fueron subregionales (14,000 millones de dólares); y el comercio in-trasubregional ha crecido a una tasa promedio anual de alrededor del 25 por cien-to durante el periodo 1991-1995; aunque en los últimos años de la década de losnoventa esta tendencia ha disminuido notoriamente.

En términos generales en el Mercosur ha primado una estrategia de inter-vención estatal mínima (marginación), asegurando el derecho de propiedad, yde libre accionar de las fuerzas del mercado en el marco comercial acordado.Los vínculos externos se configuran conforme a las ventajas comparativas está-ticas. La desregulación financiera permite asociar las políticas de estabilidad yequilibrio macroeconómicos al libre movimiento de capitales (especialmenteatrayendo capitales de corto plazo). El mercado determina la asignación de losrecursos financieros, y no existe ninguna intención de orientar el crédito o sub-sidiar actividades o sectores estratégicos, incluyendo la investigación científicay la innovación tecnológica. La política económica refuerza la especialización

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26El Tratado de Asunción se suscribió en 1991. El Mercosur tiene una población conjunta de 200 mi-llones de habitantes, un producto interno bruto de 824.000 millones de dólares y un comercio interna-cional de alrededor del 18 por ciento del PIB (145.000 millones de dólares).

27La actual estructura orgánica del Mercosur se compone de seis órganos (durante el periodo detransición): el Consejo del Mercado Común, el Grupo de Mercado Común, la Comisión ParlamentariaConjunta, la Secretaría Administrativa del Mercosur, la Comisión de Comercio del Mercosur, y el ForoConsultivo Económico y Social (los cuatro primeros fueron establecidos en el Tratado de Asunción, y losdos últimos en el Protocolo de Ouro Preto).

28En el título II, Cooperación Económica, artículo 11 se ha previsto la realización de “proyectos decooperación industrial y transferencia de tecnología”, “apoyar la modernización y la diversificación in-dustrial”, y “favorecer la innovación industrial”.

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de la subregión en la exportación de materias primas y tiende a aumentar labrecha del contenido tecnológico (de conocimientos) entre las importaciones ylas exportaciones.

En el ámbito del Mercosur, la gradual integración del espacio económicode Argentina y Brasil, y el consiguiente aumento de su interdependencia, hancomenzado a ejercer una influencia perceptible en los flujos de inversión y enlas estrategias empresariales tanto desde el exterior como al interior del Mer-cosur. Se observa una gradual convergencia de los respectivos regímenes de tra-tamiento de la inversión extranjera directa y otras políticas públicas, aunquenaturalmente subsisten importantes asimetrías. Cabe destacar que el ingresode capitales foráneos al Mercosur se ha visto menos influido por el proceso deintegración que por la dinámica económica interna (privatizaciones, demandadel mercado, estímulos a la conversión de la deuda, etcétera).

El desarrollo de las actividades científicas y tecnológicas a nivel subregio-nal está estrictamente limitado a las demandas (nacionales) emergentes. A ni-vel subregional no existe la menor pretensión (mucho menos una estrategia) defortalecimiento de sistemas sociales de innovación, en algún momento contem-plada en formulaciones de estrategias y políticas nacionales de desarrollo tec-nológico, que perseguían una autonomía relativa y el aumento de la oferta en-dógena de conocimientos científicos y tecnológicos. Los procesos de cambiotécnico, la adquisición de capacidades tecnológicas, la formación de personalcientífico y técnico deberán acompañar las demandas del mercado. Las políti-cas públicas no van más allá de la adopción y seguimiento de las normas sobrepropiedad intelectual.

Dentro del Grupo Mercado Común, que es el órgano ejecutivo del Merco-sur, se han creado los subgrupos técnicos de trabajo (SGT). Originalmente secreó un subgrupo, el SGT-7, responsable de la política industrial y tecnológica;pero este grupo se redujo al tema “industria”. Alternativamente se creó en1993 un mecanismo formal, con objetivos y una racionalidad de trabajo insóli-tamente vagos e imprecisos: la Reunión Especializada de Ciencia y Tecnologíadel Mercosur (RECYT). Tres comisiones funcionan en el ámbito de la RECYT: a)sistemas de información y oferta global de ciencia y tecnología, b) marco legalde ciencia y tecnología, y c) interconexión de redes de computadoras. No es desorprenderse que, después de casi tres años de numerosas reuniones burocrá-ticas intrascendentes, los resultados son prácticamente nulos. Recientemente seha sugerido abordar temas tan dispares y genéricos como ¡biotecnología, cam-bio global, energía, tecnologías limpias y salud!

Al respecto cabe destacar la iniciativa (de los ministerios de educación) quereconoce los títulos universitarios de grado y posgrado (maestría y doctorado),conferidos por las universidades de los países miembros, con el fin exclusivo de

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ejercer actividades (profesiones) académicas en los países del Mercosur29 Porcierto que la única medida concreta en el ámbito de la ciencia y tecnología delTLCAN se refiere al reconocimiento de los títulos universitarios para el ejercicioprofesional en los estados miembros. Estados Unidos, Canadá y México handado pasos concretos en la determinación y reconocimiento de los procesos deevaluación y acreditación de carreras universitarias (el grupo más avanzado loconstituye el de las carreras de ingeniería).

El llamado Grupo de Montevideo representa otra iniciativa que ha alcanzadocierta significación a nivel de la subregión. Cinco universidades de Argentina, cin-co de Brasil, la Universidad Nacional de Asunción y la Universidad de la Repú-blica de Uruguay (Udelar) constituyeron el Grupo de Montevideo en 1991, cuyasecretaría ejecutiva la ejerce la Udelar. El grupo ha fortalecido los intercambiosacadémicos y las actividades conjuntas entre las universidades participantes.30

El desolado panorama científico y tecnológico del Mercosur lo completauna singular iniciativa: el Premio Mercociudades. El premio se ha constituidocon la participación de nueve ciudades brasileñas, seis argentinas, Asunción,Montevideo y dos ciudades chilenas, y será atribuido anualmente a un grupode investigación que haya contribuido a la solución de un problema relevanteen una de las ciudades participantes de la Red Mercociudades.31

Un hecho que llama la atención se refiere al aumento de la actividad de pa-tentamiento en la Argentina, como uno de los socios más dinámicos del Mer-cosur. En efecto, el número de patentes otorgadas a no residentes en el pe-riodo 1990-1992 fue del orden de 600 patentes por año, mientras que en losaños subsiguientes las patentes otorgadas fueron en promedio más de 2,200por año. Asimismo, en México se observaría un patrón semejante, probable-mente asociado a su participación en el Tratado de Libre Comercio de Amé-rica del Norte (TLCAN), el número de patentes otorgadas a no residentes enlos años 1990-1991 fue del orden de 1,500 patentes por año, mientras que en los años 1992-1995 las patentes otorgadas fueron en promedio másde 4,300 por año.32 Lo anterior podría estar asociado a estrategias de globa-lización y penetración del mercado latinoamericano por parte de firmas extranjeras.

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29El “Protocolo de admisión de títulos y grados universitarios para el ejercicio de actividades acadé-micas en los países del Mercosur” fue suscrito por los ministros de Educación en Asunción, Paraguay, el 11 de junio de 1997.

30Recientemente se ha acordado la organización del primer posgrado regional del Grupo de Mon-tevideo: el “doctorado en política comparada e integración latinoamericana”, bajo la responsabilidad dela Universidad Federal de Rio Grande do Sul.

31La primera convocatoria la realizaron las prefecturas de Río de Janeiro y Porto Alegre a principiosde 1997, y el premio está dotado de la suma de 10,000 dólares.

32Véase www.main.conacyt.mx y www.unq.edu.ar/ricyt.htm

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Es verdad que en el Mercosur y el TLCAN han tenido lugar incipientesiniciativas específicamente relacionadas con las actividades científicas y tec-nológicas a nivel subregional. Sin embargo, resulta justo reconocer que, másde 35 años antes, en el Mercado Común Centroamericano (MCCA) se aborda-ron explícitamente los aspectos de integración científica y tecnológica y secrearon instituciones regionales para el desarrollo científico y tecnológicocentroamericano.

El MCCA fue creado en 1960 por Costa Rica, El Salvador, Guatemala,Honduras y Nicaragua.33 Durante los primeros 15 años el MCCA fue bastanteexitoso, aunque durante los últimos 15 años ha ido a la deriva.34 Los gobier-nos de la subregión centroamericana, impulsando una política explícita parael desarrollo de la investigación científica y tecnológica, crearon: el InstitutoCentroAmericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI, en Guate-mala, en 1955), y el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (IN-CAP, en Guatemala, en 1949), y el Centro Agronómico Tropical de Investiga-ción y Enseñanza (CATIE, en Turrialba, Costa Rica, en 1973).35 En 1976 seconstituyó a nivel intergubernamental la Comisión para el Desarrollo Cientí-fico y Tecnológico de América Central y Panamá (CTCAP). Entre finales de losochenta y fines de la del noventa, en la Secretaría General del Tratado de In-tegración Económica Centroamericano (SIECA) existió una Unidad de Ciencia yTecnología y se ejecutaron diversos proyectos sobre desarrollo tecnológico y reconversión industrial.

En 1993 los países miembros del MCCA asumieron un compromiso para al-canzar un arancel externo común, y en septiembre de 1997 acordaron la creaciónde una unión política en la vaga Declaración de Managua II. Las exportacionestotales del MCCA en 1995 fueron de 7,800 millones de dólares, de las cuales el 19por ciento fueron subregionales (1,500 millones de dólares).

Podemos concluir afirmando que actualmente no existen iniciativas, pro-gramas, estrategias, ni, menos aún, procesos de integración subregional ni re-gional específicamente referidos a la adquisición y fortalecimiento de capacida-des científicas y tecnológicas.

650 EDUARDO MARTÍNEZ

33En 1951 Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua establecieron un Comité para la Cooperación Económica Centroamericana. En 1958 firmaron un vago y cauteloso Tratado de Li-bre Comercio e Integración Económica. Finalmente, en 1960 suscribieron el Tratado General de Integra-ción Económica Centroamericana, que entró en vigor en 1963, liberando el comercio del 95 por cientode todos los bienes (las tarifas arancelarias restantes se eliminarían tres años más tarde), y acordó un aran-cel externo común para el 85 por ciento de los productos importados.

34El MCCA tiene una población conjunta de 29 millones de habitantes, un producto interno bruto de33,000 millones de dólares, y un comercio internacional de alrededor de 19,000 millones de dólares.

35A mediados de 1997, debido a su ineficiencia y falta de demanda subregional, se inició el procesode liquidación del ICAITI.

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