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IVÁN SERAFÍN LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA http://ivanlcl.wordpress IES ADEJE | TÉRMINOS CORRESPONDIENTES A LA PRIMERA OPCIÓN 1 GLOSARIO LITERATURA UNIVERSAL 2011-12 TÉRMINOS CORRESPONDIENTES A LA PRIMERA OPCIÓN 15. ANTÍTESIS Y OXÍMORON 16. BALADA Y ODA 17. CANCIONERO 18. CARPE DIEM Y COLLIGE, VIRGO, ROSAS 19. CATARSIS 20. DECORO POÉTICO 21. FÁBULA Y APÓLOGO 22. FATUM 23. HARMATÍA 24. HÉROE 25. LOCUS AMOENUS Y BEATUS ILLE 26. METATEATRO 27. MISE EN ABYME 28. NARRADOR-EDITOR 29. PARÁBOLA 30. PATHOS 31. TEMPUS FUGIT 32. ANAGNÓRISIS 15.1. ANTÍTESIS Figura de carácter lógico que consiste en la contraposición de dos palabras o frases de sentido opuesto (procedimiento de antonimia: blanco-negro, caliente-frío, bueno-malo). La contraposición puede surgir por medio de formas negativas: Que muero porque no muero. Pero caben también otras fórmulas que hagan oponer en el lector términos que semánticamente no lo están en la lengua; encontramos en Góngora construcciones como: Caduco aljófar 1 , pero aljófar bello; a batallas de amor, campos de pluma; o púrpura nevada o nieve roja. Esta fórmula de disyunción (es decir, el uso de la conjunción disyuntiva o) ha sido estudiada para la lírica contemporánea: La destrucción o el amor, como también la comparación: Espadas como labios. Famoso es el soneto de Lope en que para definir el amor utiliza una serie acumulativa de contrastes: Desmayarse, atreverse, estar furioso… Ejemplo: (En el siguiente ejemplo de Juan ramón Jiménez se produce una antítesis entre los términos lujo y pobreza y entre los términos cuerpo y alma) ¡Mira qué arrogante pasa, cuánto lujo por el cuerpo, cuánta pobreza en el alma! 15.2. OXÍMORON El oxímoron (del griego ὀξύμωρον, oxymoron, en latín contradictio in terminis), dentro de las figuras literarias en retórica, es una figura lógica que consiste en usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, que genera un tercer concepto. Dado que el sentido literal de oxímoron es opuesto, ‘absurdo’ (por ejemplo, «un instante eterno»), se fuerza al lector o al interlocutor a comprender el sentido metafórico (en este caso: un instante que, por la intensidad de lo vivido durante su transcurso, hace perder la noción del tiempo). El recurso a esta figura retórica es muy frecuente en poesía mística y amorosa, por considerarse que la experiencia de Dios o del amor trasciende todas las antinomias mundanas. El filósofo griego Heráclito recurre a ella con frecuencia. Ejemplo: (de oxímoron) 1. ‘un silencio ensordecedor2. ‘el agudo estúpido’ 3. ‘la docta ignorancia’ 4. agridulce 5. Es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolencia... 6. «vista ciega, luz oscura, gloria triste, vida muerta» Rodrigo Cota de Maguaque, f. 1498 7. «hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente» Francisco de Quevedo, 1580-1645 8. «Placeres espantosos y dulzuras horrendas» Charles Baudelaire, 1821-1867 1 1. m. Perla de forma irregular y, comúnmente, pequeña. 2. m. Conjunto de perlas de esta clase. 3. m. Cosa parecida al aljófar, como las gotas de rocío.

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IES ADEJE | TÉRMINOS CORRESPONDIENTES A LA PRIMERA OPCIÓN 1

GLOSARIO LITERATURA UNIVERSAL 2011-12

TÉRMINOS CORRESPONDIENTES A LA PRIMERA OPCIÓN 15. ANTÍTESIS Y OXÍMORON 16. BALADA Y ODA 17. CANCIONERO 18. CARPE DIEM Y COLLIGE, VIRGO, ROSAS 19. CATARSIS 20. DECORO POÉTICO 21. FÁBULA Y APÓLOGO 22. FATUM 23. HARMATÍA 24. HÉROE 25. LOCUS AMOENUS Y BEATUS ILLE 26. METATEATRO 27. MISE EN ABYME 28. NARRADOR-EDITOR 29. PARÁBOLA 30. PATHOS 31. TEMPUS FUGIT 32. ANAGNÓRISIS

15.1. ANTÍTESIS

Figura de carácter lógico que consiste en la contraposición de dos palabras o frases de sentido opuesto (procedimiento de antonimia: blanco-negro, caliente-frío, bueno-malo). La contraposición puede surgir por medio de formas negativas: Que muero porque no muero. Pero caben también otras fórmulas que hagan oponer en el lector términos que semánticamente no lo están en la lengua; encontramos en Góngora construcciones como: Caduco aljófar1, pero aljófar bello; a batallas de amor, campos de pluma; o púrpura nevada o nieve roja. Esta fórmula de disyunción (es decir, el uso de la conjunción disyuntiva o) ha sido estudiada para la lírica contemporánea: La destrucción o el amor, como también la comparación: Espadas como labios. Famoso es el soneto de Lope en que para definir el amor utiliza una serie acumulativa de contrastes: Desmayarse, atreverse, estar furioso…

Ejemplo: (En el siguiente ejemplo de Juan ramón Jiménez se produce una antítesis entre los términos lujo y pobreza y entre los términos cuerpo y alma)

¡Mira qué arrogante pasa, cuánto lujo por el cuerpo, cuánta pobreza en el alma!

15.2. OXÍMORON

El oxímoron (del griego ὀξύμωρον, oxymoron, en latín contradictio in terminis), dentro de las figuras literarias en retórica, es una figura lógica que consiste en usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, que genera un tercer concepto. Dado que el sentido literal de oxímoron es opuesto, ‘absurdo’ (por ejemplo, «un instante eterno»), se fuerza al lector o al interlocutor a comprender el sentido metafórico (en este caso: un instante que, por la intensidad de lo vivido durante su transcurso, hace perder la noción del tiempo). El recurso a esta figura retórica es muy frecuente en poesía mística y amorosa, por considerarse que la experiencia de Dios o del amor trasciende todas las antinomias mundanas. El filósofo griego Heráclito recurre a ella con frecuencia. Ejemplo: (de oxímoron)

1. ‘un silencio ensordecedor’ 2. ‘el agudo estúpido’ 3. ‘la docta ignorancia’ 4. agridulce 5. Es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolencia... 6. «vista ciega, luz oscura, gloria triste, vida muerta»

Rodrigo Cota de Maguaque, f. 1498 7. «hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente»

Francisco de Quevedo, 1580-1645 8. «Placeres espantosos y dulzuras horrendas»

Charles Baudelaire, 1821-1867

1 1. m. Perla de forma irregular y, comúnmente, pequeña. 2. m. Conjunto de perlas de esta clase. 3. m. Cosa parecida al aljófar,

como las gotas de rocío.

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15.3. DIFERENCIAS ENTRE OXÍMORON, PARADOJA Y ANTÍTESIS 2:

En el Oxímoron se producen contradicción e incoherencia: «¡Oh desmayo dichoso! (contradictorio) ¡Oh muerte que das vida! (incoherente) ¡Oh dulce olvido!» (contradictorio)

(Fray Luis de León) Sin embargo, en la Antítesis las oraciones o palabras contrapuestas no encierran en sí una contradicción:

«eres como la Rosa de Alejandría que se abre de noche se cierra de día»

(Popular) La Paradoja, se diferencia del oxímoron en su extensión: éste se limita al marco de la oración simple, mientras que la paradoja lo supera:

«Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero»

(Santa Teresa de Jesús)

16.1. LA BALADA

Composición poética provenzal dividida en estrofas de varia rima que terminan en un mismo verso a manera de estribillo. La balada es una forma de expresar el canto cortesano del final de la Edad Media en Europa, que aparece en el Siglo XIV. La poesía es disociada de la música, pero la musicalidad es creada en la escritura misma del poema. En efecto, la balada tiene la particularidad de repetir un mismo verso, estribillo, al final de cada tres estrofas. Está constituida por octosílabas y las rimas están cruzadas. Como regla, la balada medieval empieza siempre con la palabra Príncipe. En la antigua poesía francesa, la balada es una forma poética que por lo general abarca tres estrofas de ocho versos con una estrofa final de cuatro versos, a manera de conclusión, llamada envoi (envío), que incluye una dedicatoria personal a una persona importante o a un ser personificado. Con algunas variaciones, los versos de cada una de las tres estrofas iniciales responden al esquema ababbcbc*; los de la estrofa final, al siguiente: bcbc* (donde el verso señalado con asterisco indica que éste se repite íntegramente).

Ejemplo: No me seáis querellosa sabiendo que bien os quiero, el tino cobrad, mi rosa, pues me afligís por entero. Jamás este caballero os causaría dolor, ni siquiera el más ligero ¡porque sois mi gran amor!

Y si os han dicho otra cosa parad mientes, mi lucero, que la gente es envidiosa y existe tanto embustero. Vos sabéis que yo prefiero hablar todo y sin temor, nunca os hiciera algo fiero ¡porque sois mi gran amor!

Pues sin tiento y licenciosa y a veces sin asidero la gente habla por ociosa, por pasar el día entero. Amada mía, os reitero: soy vuestro fiel amador, que por vos existo y muero ¡porque sois mi gran amor! Envío Señora: de una que quiero

2 El estudio del epígrafe 15.3. Diferencias entre Oxímoron, Paradoja y Antítesis no es obligatorio, su inclusión en este listado obedece a razones netamente didácticas.

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ayer defendí el honor, pero erais vos, mi lucero, ¡porque sois mi gran amor!

¡SOIS MI GRAN AMOR…! Luis Estoico La difusión de las baladas estuvo a cargo de cantantes y músicos profesionales que se ocupaban de entretener a nobles, ricos burgueses o clérigos. Pero su popularidad se extendía también entre estamentos más humildes. Ésa fue la función de los juglares que, en el caso de España, permitió compartir historias de amor, hazañas heroicas y hasta noticias más o menos contemporáneas. El oficio de los juglares (su mester) llegó a generar la tendencia poética conocida como mester de juglaría. La balada, modernamente, se asocia en el ámbito de habla hispana con formas de la canción popular (seguramente por influjo de las folk ballads inglesas).

Ejemplo: El mar sonríe a lo lejos. Dientes de espuma, labios de cielo. —¿Qué vendes, oh joven turbia con los senos al aire? —Vendo, señor, el agua de los mares. —¿Qué llevas, oh negro joven, mezclado con tu sangre? —Llevo, señor, el agua de los mares. —Esas lágrimas salobres ¿de dónde vienen, madre? —Lloro, señor, el agua de los mares. —Corazón, y esta amargura seria, ¿de dónde nace? —¡Amarga mucho el agua de los mares! El mar sonríe a lo lejos. Dientes de espuma, labios de cielo.

Balada del agua del mar Federico García Lorca

16.2. ODA

Una Oda es una composición poética de tono elevado, que trata asuntos diversos entre los que se recoge una reflexión del poeta. Suele ser cantado y se utiliza para hacer alabanzas a cualidades que poseen personas u objetos que el poeta quiere destacar positivamente.

Según el tema que se cante, la oda puede ser:

religiosa

heroica

filosófica

amorosa Antiguamente se cantaba con el acompañamiento de un instrumento musical.

En la Antigua Grecia donde tiene sus principios, existían dos tipos de odas según su composición:

las corales

las cantadas por una sola voz (monodia) cultivada por Safo, Alceo y Anacreonte.

o En ésta la materia poética se distribuía en una serie de estrofas iguales, apoyadas en un equilibrio rítmico que surge de los versos que la integran. Fue esta última forma la que pasó a Roma y allí alcanzó su cima en la pluma de Horacio, que reprodujo y amplió las formas griegas, además de los temas.

17. CANCIONERO

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Se denomina habitualmente lírica cancioneril a la compuesta durante los siglos XIII, XIV, XV y XVI y recopilada en antologías elaboradas por algún coleccionista de poemas denominadas cancioneros. Los cancioneros son florilegios poéticos que no deben confundirse con los llamados cancioneros petrarquistas, los cuales reflejan un tipo de estructura diferente, emanada de la corriente poética del Renacimiento denominada Petrarquismo. Estos cancioneros medievales reflejaban los gustos estéticos de los coleccionistas que los formaban generalmente con pliegos sueltos o con poemas copiados en limpio por su propia mano o por la de otro desde otros cancioneros, de libros impresos o manuscritos o de obras que poseían los propios autores de los poemas o coleccionistas. Algunas de esas colecciones llegaron a ser divulgadas por la imprenta, pero otras se han conservado en copias manuscritas. CLASES DE CANCIONEROS Los cancioneros podían elaborarse sobre un género literario concreto, sobre un autor o sobre una temática determinada. A veces, incluso, reflejaban la producción de un círculo poético concreto, de una escuela o corriente estética o de una ciudad. Algunos poseen la transcripción de la partitura musical que solía acompañar las canciones; otros no. Sea como fuere, son fuentes muy importantes para conocer no sólo la lírica cortesana de esos siglos, sino también la popular, pues en ellos se consignaban muchas veces las canciones o romances que constituían la cultura vulgar de esos siglos que forma el telón de fondo de las grandes creaciones literarias de la época.

18.1. CARPE DIEM

Carpe diem es una locución latina que literalmente significa 'toma el día', que quiere decir 'aprovecha el momento', en el sentido de no malgastarlo. Fue acuñada por el poeta romano Horacio (Odas, I, 11):

Carpe diem quam minimum credula postero

El adagio latino podría equivaler a sentencias en español como «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» o «vive cada momento de tu vida como si fuese el último». Es un tópico literario, o tema recurrente, en la literatura universal como exhortación a no dejar pasar el tiempo que se nos ha brindado y a disfrutar los placeres de la vida dejando a un lado el futuro, que es incierto. Cobra especial importancia en el renacimiento, en el barroco y en el romanticismo.

18.2. COLLIGE, VIRGO, ROSAS (‘COGE, DONCELLA, LAS ROSAS’)

Es una derivación del tema anterior que parte de un verso de Ausonio, poeta latino: «Coge, virgen, la rosa» y que es también una incitación a gozar del día, del carácter irrecuperable de la juventud y la belleza: invitación a gozar del amor (simbolizado en la rosa) antes de que el tiempo robe nuestros mejores años (los marchite). Nos invita a disfrutar de la belleza mientras la poseemos, mientras que el Carpe Diem pone más su acento en aprovechar el tiempo que huye, la vida que se nos escapa. Ejemplo:

Conquerimur, Natura, brevis quod gratia florum: ostentata oculis ilico dona rapis. quam longa una dies, aetas tam longa rosarum, quas pubescentes iuncta senecta premit. quam modo nascentem rutilus conspexit Eoos, hanc rediens sero vespere vidit anum. [...] collige, virgo, rosas dum flos novus et nova pubes, et memor esto aevum sic properare tuum.

Nos quejamos, Naturaleza, de que sea efímera la belleza de las flores: Les arrebatas rápidamente las gracias mostradas a los ojos. La edad de las rosas es tan larga como un solo día, la vejez inminente las agobia, aun jóvenes. A la que el lucero brillante vio nacer, a ésa la vio anciana al regresar por la tarde. [...] Recoge, doncella, las rosas mientras la flor está lozana y la juventud fresca, y acuérdate de que así se apresura también tu edad.

19. CATARSIS (DEL GRIEGO ΚΆΘΑΡΣΙΣ KÁTHARSIS, ‘PURIFICACIÓN’)

Es una palabra descrita en la definición de tragedia en la Poética de Aristóteles como purificación emocional, corporal, mental y espiritual. Mediante la experiencia de la compasión y el miedo (eleos y phobos), los espectadores de la tragedia experimentarían la purificación del alma de esas pasiones. Según Aristóteles, la catarsis es la facultad de la tragedia de redimir (o "purificar") al espectador de sus propias bajas pasiones, al verlas proyectadas en los personajes de la obra, y al permitirle ver el castigo merecido e inevitable de éstas; pero sin experimentar dicho castigo él mismo. Al involucrarse en la trama, la audiencia puede experimentar dichas pasiones junto con los personajes, pero sin temor a sufrir sus verdaderos efectos. De modo que, después de presenciar la obra teatral, se entenderá mejor a sí mismo, y no repetirá la cadena de decisiones que llevaron a los personajes a su fatídico final.

20. DECORO POÉTICO

El concepto de decorum o aptum, tal como lo denominaron los latinos, procede de la retórica de los sofistas, es matizado por el pensamiento socrático, en torno al principio de la mímesis, y resulta considerado por Aristóteles, en sus tratados de Retórica y Poética, como la «adecuación o armonía entre la virtud del sujeto, valores emocionales de su discurso y el equilibrio formal de las diferentes partes del mismo». En otras palabras, el decoro poético es la técnica literaria –extendida en España por los dramaturgos del Siglo de Oro– consistente en la adecuación del nivel lingüístico a la posición del personaje; esto es, un campesino hablaría en un registro coloquial e incluso vulgar y un aristócrata, en uno formal o culto.

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21.1. FÁBULA Se denomina fábula a una composición breve, constituida en la mayor parte de los casos por un solo episodio —alguna vez dos, fuertemente ligados— que puede estar compuesta en prosa o verso, cuyos protagonistas son animales o seres inanimados, y que comporta un propósito moral o ideológico. La fábula literaria se termina casi siempre por unos pocos versos o palabras, de carácter gnómico, que constituyen la moraleja. En las literaturas occidentales los orígenes del género pueden situarse en Esopo y Pedro, que tuvieron gran difusión en la Edad Media (los Ysopetes, historiados o no) y, en la Península, entraron en relación con una tradición oriental a través de libros como la Disciplina clericalis o el Calila e Dimna: citemos las fábulas incluidas en el Libro de buen amor. La fábula, olvidada como género en el Renacimiento, se volvió a cultivar en el siglo XVII francés (La Fontaine) y en el XVIII español, con finalidad moralizadora (Samaniego) o didáctico-satírica (Iriarte). No olvidada en el XIX (Harzen-busch, Campoamor, Príncipe fueron sus principales cultivadores), sus formas, con intención irónica, han sido rescatadas hoy. Piénsese en las Fábulas de Luis Goytisolo o en Bestiario de Arreóla. Los límites entre fábula, apólogo, exemplum medieval y algún tipo de cuento popular no están bien definidos.

21. 2. APÓLOGO

Forma narrativa —generalmente un relato, pero puede ser la descripción de un aspecto de la naturaleza— en la que, tras un velo alegórico, se quiere mostrar un rasgo moral o filosófico.

22. FATUM

Se considera el poder sobrenatural, inevitable e ineludible, que guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la libertad. En la tragedia griega, los personajes protagonistas se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el universo o los dioses, moviéndose siempre hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad, el sino, el hado o fatum; las tragedias han de acabar forzosamente en muerte o en locura del personaje principal, que es sacrificado así a esa fuerza que se le impone.

23. HARMATÍA

Ignorancia de algo o error de juicio que, en la tragedia, provoca una acción del héroe dirigiendo la acción hacia la catástrofe. Se usa en la Poética de Aristóteles con el sentido de ‘error trágico, defecto, fallo o pecado’. Es el error fatal en que incurre el “héroe trágico" que intenta "hacer lo correcto" en una situación en la que lo correcto, simplemente, no puede hacerse.

24. HÉROE

En la mitología clásica, ser nacido de la unión de un humano con una divinidad, que es capaz de realizar grandes gestos y hazañas sobrehumanas, como Aquiles. 2. En literatura, protagonista de un texto narrativo o teatral. Las funciones del héroe, su inter-vención en la acción y posicionamiento espacial y temporal muestran su importancia como eje central de la trama. Su con-figuración más privilegiada se alcanza durante el Renacimiento y el Romanticismo. A partir del siglo XIX, el héroe pierde sus rasgos de superioridad y sólo permanece como personaje central.

25.1. LOCUS AMOENUS (LUGAR AMENO)

Tópico proveniente de la literatura clásica y de gran importancia en nuestra poesía medieval y renacentista, que se mantiene aún en la actualidad. Hace referencia a un lugar placentero, con árboles que dan sombra agradable, prados verdes, frutas frescas, flores perfumadas, cantos de pájaros, etc., que, desde el punto de vista formal, aparece muy estilizado. El locus amoenus remite al ideal del hombre en cuanto a su retorno a la naturaleza y a la búsqueda del paraíso perdido. Así lo expresa Garcilaso: «Corrientes aguas, puras, cristalinas; / árboles que os estáis mirando en ellas, / verde prado de fresca sombra lleno...».

25.2. BEATUS ILLE (DICHOSO AQUEL)

Beatus ille es un tópico muy frecuente en la literatura española del Renacimiento que exalta la vida sencilla del campo, ajena de la ciudad y las ambiciones del mundo. En latín significa «dichoso aquel que» y son las primeras palabras de un famoso poema de Horacio que invita disfrutar de la vida sencilla. La obra de Horacio tuvo una marcada influencia en la poesía española de los siglos XVI y XVII.

Ejemplos: Beatus ille es el tema prinicpal de "Oda a la vida retirada", de Fray Luis de León (1527-1591), que comienza con los versos: "¡Qué descansada vida/ la del que huye del mundanal ruido".

26. METATEATRO (TEATRO DENTRO DEL TEATRO)

Consideramos metateatro toda teatralización de una acción que se lleva a cabo dentro de una representación dramática que la contiene, genera y expresa, ante un público receptor.

27. MISE EN ABYME

Tomando el término de la heráldica, donde la expresión designa una pieza situada en el centro del escudo que reproduce en escala reducida los contornos del propio escudo, André Gide lo utilizó para indicar una peculiar forma de visión en profundidad, como sucede en las cajas chinas, en las muñecas rusas o en las etiquetas que reproducen en su interior el producto con la misma

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etiqueta. En semiótica literaria es un procedimiento de reduplicación especular, por el cual se reproduce en forma reducida, en un punto estratégico de la obra y por homología, el conjunto —o lo esencial— de las estructuras de la obra en que se inserta. Ejemplo paradigmático es la escena del Hamlet en que se representa el asesinato del rey (teatro en el teatro).

28. NARRADOR-EDITOR

(El escritor finge que la obra no la ha escrito él, sino que la ha encontrado escrita y se limita a editarla): El narrador se convierte en el editor (editor = ‘quien hace públicos’) de unos papeles que dice haber encontrado o que le han confiado, y sobre los cuales puede opinar con libertad. En este caso hay, en realidad, dos narradores; uno sería aquel que escribió los papeles y otro el propio narrador editor que dice haberlos encontrado. Este narrador editor juzga y opina sobre la historia que ha hallado, y si es preciso completa la historia desde la perspectiva del tiempo transcurrido. Es un narrador muy útil para historias críticas, irónicas y didácticas, aunque no exclusivo de ellas. La dificultad mayor reside en establecer una diferencia clara entre la voz del narrador que escribió la historia y la de este narrador editor, de manera que tanto el lenguaje como el estilo y el tono de ambos frente a la historia sean distintos. Este tipo de narrador obliga habitualmente a inventar una historia secundaria que explique cómo, cuándo y porqué llegaron los papeles que transcribe a manos del narrador editor. Ejemplo:

Como oficial del ejército francés, me tocó asistir al sitio de Zaragoza. Pocos días después de la toma de la ciudad, habiendo avanzado hasta un lugar apartado, descubrí una casita de muy buen aspecto, que en principio pensé no había sido visitada aún por ningún francés. Tuve la curiosidad de entrar, y llamé a la puerta, pero al ver que no estaba cerrada, la empujé y entré. Aunque llamé y busqué por toda la casa, no encontré a nadie. Sin duda, se habían llevado todo lo que tenía algún valor y ya no quedaban sobre las mesas y en los muebles más que objetos de poca importancia. En un rincón advertí, sin embargo, esparcidos por el suelo varios cuadernos escritos, y al echarles una ojeada comprobé que contenían un manuscrito en español. Aunque mi conocimiento de esa lengua es escaso, sabía lo necesario para darme cuenta de que era un texto entretenido, en el que se hablaba de bandidos, de almas en pena y de adictos a la cábala; pensé que nada mejor para distraerme de las fatigas de la campaña que la lectura de una novela extraña. Y convencido de que el curioso manuscrito no volvería ya a su legítimo dueño, no vacilé en apropiármelo.

El manuscrito encontrado en Zaragoza POTOCKI, Jan

29. PARÁBOLA

Relato breve, de un suceso fingido, del que se extrae una enseñanza ética o religiosa. Se ha dicho que formalmente implica una comparación continuada. Las más conocidas son las del Nuevo Testamento. La parábola tiene relación con la fábula —si bien presenta seres humanos— y con la alegoría por la doble interpretación que ambas implican.

Ejemplo: «Parábola de la oveja perdida»: Se acercaban a él todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo

—Este recibe a los pecadores y come con ellos. —Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: —¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas, y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se ha perdido, hasta hallarla? Y al hallarla, la pone sobre sus hombros gozoso, y cuando llega a casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: «Gozaos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido». Os digo que del mismo modo habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

(42:15:1 - 42:15:7)

30. PATHOS

Cualidad de una obra o de una parte de esta o —en retórica— técnica utilizada para lograr una conmoción emocional en el re-ceptor, produciendo un sentimiento de piedad o de terror que pueda llevar, en último extremo, a la catarsis. La búsqueda del pathos es uno de los caracteres primordiales de la tragedia.

31. TEMPUS FUGIT

El tópico tempus fugit hace referencia al paso irremisible del tiempo, que todo lo acaba. Suele aparecer muy frecuentemente en combinación con el tópico del carpe diem. La expresión invita a aprovechar el tiempo (de forma similar al carpe diem). Tempus fugit es una expresión proveniente de latín que significa «El tiempo se escapa» o «El tiempo vuela» invitando a no perder el tiempo. El tiempo es inaprensible, no puede detenerse ni hacerse retroceder. El tópico literario del tempus fugit procede del Libro III de las Geórgicas, obra del poeta latino Publio Virgilio Marón (70 a.C.-19 a.C.)

En Geórgicas, III, 284-285 «Sed fugit interea, fugit irreparabile tempus, singula dum capti circumvectamur amore» «Pero mientras tanto huye, huye el tiempo irremediablemente, mientras nos demoramos atrapados por el amor hacia los detalles»

En La Eneida, ( canto X, vv, 467-468) «Stat sua cuique dies, breve et irreparabile tempus ómnibus est vitae»

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«está decidido su día ( tiempo) para cada uno , breve e irreparable es el tiempo de la vida para todos».

32. ANAGNÓRISIS (‘RECONOCIMIENTO’) Reconocimiento de un personaje por otro, lo cual conduce al desenlace, feliz o desgraciado, del conflicto; el ejemplo de Edipo resulta paradigmático. Es recurso muy utilizado en el Siglo de Oro. Desde la Poética de Aristóteles el reconocimiento o anagnórisis ha sido caracterizado como uno de los puntos esenciales de la trama narrativa, en particular en el teatro. El caso clásico es aquel en que un personaje, al fin de una cadena más o menos compleja de vicisitudes, es reconocido por los otros —a veces por medio de una declaración propia— o se autorreconoce en su verdadera identidad. En la comedia latina y en las comedias del Siglo de Oro español la anagnórisis es un topos muy utilizado para solucionar situaciones difíciles o escabrosas: recuérdense las comedias de Tirso (Don Gil de las calzas verdes, con reconocimientos múltiples) o de Calderón (de Segismundo a La dama duende).

Ejemplos de Anagnórisis En la épica griega tenemos un buen ejemplo de anagnórisis en los últimos cantos de la Odisea, cuando Ulises vuelve a su patria y varios personajes lo van reconociendo (su viejo perro Argos, su nodriza Euriclea, su hijo Telémaco, su padre Laertes...), en una gradación que termina cuando su esposa Penélope, la más reacia a aceptar la revelación, lo somete a una última prueba para confirmar su identidad.