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SECCION HISTORICA GLOSAS A LA ANTIGUA BIBLIOGRAFIA ORNITOLOGICA ESPANOLA Por FEDERICO TRAVE Jos6 Mallent, traductor al castellano de los tomos referentes s Ornitologia de la ahcyclopédie Mbthodique~, Se lamentaba en 1788 de la dificultad de su labor, y en el pr6logo que escribib a su versibn de la *Historia Natural de las Aves,, del doctor M~DUPT (11, decia que la faita de diccionarios espafioles sobre Ia materia y el hecho de carecer nuestra naci6n de una obra .completa de Ornitologia, no podia menos que presentar a su imaginaci6n, cuando tom6 a su cargo la referida traducci6n, un capo cubierto de asperezas impenetrables a sus d6bilas fuerzas. No sin raabn se lamentaba Mallent. Nuestro inventario biblio- gnifico anterior a dicha fecha, tan rico y copioso en Matembti- cas, Astronomía, Navegacibn, Geodesia y otras ciencias, en lo tocante a las Naturales s610 mantiene esa profusión en la Bot4- nica y en las obras de la incipiente exploracibn, catalogación y estudio de la fauna y flora americanscque son nuestra gloria-, pero en cuanto a la Zoologia palebrtica y particularmente a la Ornitologia, la bibliografia escasea, y debemos situamos a fi- nales del siglo XVIII y principios del siguiente para encontrar las primeras obras metbdicas sobre aves y otros vertebrados de nuestra fauna, como fueron la aIntroductio in Oryctographiam et (1) Editada en Madrid por Antonio de Sancha.

GLOSAS A LA ANTIGUA BIBLIOGRAFÍA ORNITOLÓGICA ESPAÑOLA… · 2018. 6. 11. · con otras ciencias, no abundan, tamgoco ta'ltan llbroi que traten. de las aves. Sin restar m&Ib al

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S E C C I O N H I S T O R I C A

GLOSAS A LA ANTIGUA BIBLIOGRAFIA ORNITOLOGICA ESPANOLA

Por FEDERICO TRAVE

Jos6 Mallent, traductor al castellano de los tomos referentes s Ornitologia de la ahcyclopédie Mbthodique~, Se lamentaba en 1788 de la dificultad de su labor, y en el pr6logo que escribib a su versibn de la *Historia Natural de las Aves,, del doctor M ~ D U P T (11, decia que la faita de diccionarios espafioles sobre Ia materia y el hecho de carecer nuestra naci6n de una obra .completa de Ornitologia, no podia menos que presentar a su imaginaci6n, cuando tom6 a su cargo la referida traducci6n, un c a p o cubierto de asperezas impenetrables a sus d6bilas fuerzas.

No sin raabn se lamentaba Mallent. Nuestro inventario biblio- gnifico anterior a dicha fecha, tan rico y copioso en Matembti- cas, Astronomía, Navegacibn, Geodesia y otras ciencias, en lo tocante a las Naturales s610 mantiene esa profusión en la Bot4- nica y en las obras de la incipiente exploracibn, catalogación y estudio de la fauna y flora americanscque son nuestra gloria-, pero en cuanto a la Zoologia palebrtica y particularmente a la Ornitologia, la bibliografia escasea, y debemos situamos a fi- nales del siglo XVIII y principios del siguiente para encontrar las primeras obras metbdicas sobre aves y otros vertebrados de nuestra fauna, como fueron la aIntroductio in Oryctographiam et

(1) Editada en Madrid por Antonio de Sancha.

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Zoologlam Aragonirres, de Asso, en 1784, o la a t a de Aves*, del. Magfstrai A. CABRERA, en 1815. 5610 bastante mBB tarde reapare cen otras obras meMdicas sobre avifaunas regionales, tales la^. de Rfos N A C ~ O , VDAL,, MAcm y O m ~ o (2).

Quien lea el prblogo de MBUent creer6 que nuestra bib.Uogra-. tia ornitol6glca es un phramo hasta que ve la luz su traduccibn. de los cuatro 8Discuraos sobre la naturaleza de las Avesr, y el. vocabulario ornitolbglco y diccionario de especies del nombra- do Mamriim, el médico frmc& que tiene el mBrlto de haber sido. el primero en mencionar el hueso etmoides de las aves. La reali- dsd es muy otra, y 8 i biw, como Xlem Who, en. wznp$racibn. con otras ciencias, no abundan, tamgoco ta'ltan llbroi que traten. de las aves. Sin restar m&Ib a l trabajo de Mallent, hemos de reconocer que muy poco de aRadidura nos ofrece ,en su verslón. ast te llana,. pues lo einico que la enriquece es la descripcl6n de. aiguhas' aves no incluidas en 1s edici6n francesa, y algunos vo- cablos de cetreria y caza. que, por ser genuinamente espaííoles, no figuran en el original.

Con anterioridad al siglo XiX, y omitiendo a los autores que dieron a conocer parte del ornls nehrtico y especialmente el neotropical. podriamas mehcionar mucflDs que hicieron de las avesan general tema de.sus obras y otros tantas que, en particw l&, ae refirieron a las nuestras. Desde SAN I~IWRO, en sw4 mologíair~ (siglo Va); a nuestros ornitolog~s de hace cien -5,. soninnumerables los autores cuyffl obras merecen ser incluidas en..un Iri-dice bibllogratlco sobre la materia, sin olvidar de cetreris de nuestra. Edad M%dia. g poste@yres,' que ofreced. puy

.. ., .. interegsntea datos para el estudio de las aves. . . .. . . :, . .

. - :FQo ssiieduce claraxhentk qu,é esaritores españolea coll~nW U&íerit@ara realzar su Wm. 5510 Eita n o m i n a W e i 6 ~ Fran- cisca aAuZ&~uo, Mego de .Fum .y Fmma dc VALDmXmO.. . . . ,. , : De los'.tres, hemos elegida la obra del iiltimo, tntttUlada 8&vieni6'0eneral, Moral y Polltico, hallado en las Aves m& geiierbaksy 'nobles, ~acado de sus naturalea virtudes y p10p)eda- des;. &.;E$; para íni«ar estas glosas que ttenen por objeta :dar -a: cbdoeer, e n sucesivos comentarios que proyectaDios, el.ciudal

. .. , . . ta> ~ f a s ' k c x ~ o : qCat~@g? be las aves observadns en la8 ceroa- pl* de. CIWBgo y o* puntos de CtaJlclar. 1850.-Ia~ACfo %AL: aCaWogo de.fas aves de la Albuferar. 1 8 5 l c ~ ~ M r c a n o O : (08- tálogode laaavea abaervsda~ en algunss provlnctas de Anauclar. 185L.-Aiia~~ Ourk~o: Cat&logo meú5díoo de las aves observadas en una gran parte de la.~rovfncia de Murclaw. 1869.

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I;ip $.-Portada de la obra glosada e n este articulo.

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de datos y noticias de interBs ornitol6gico que encierra nuestra antigua bibliografía. Estimamos que ahora que se ha iniciado un minucioso estudio y revisi6n de nuestra avifauna y se fomenta el interbs por la Ornitología, es oportuna una visi6n retrospectiva del tenia.

No hay raz6n bastante que justifique la elección de la citada .obra de V.SLDECEBRO .para iniciar con ella dicha exbgesis. De to- das, es tal vez una de 1;ts que m& escaso interds ornitol6gico

..ofrece. Adolece del vi$o.plie afecta a ia mayoría de,las obras de la Bpoca, tanto nacionale8 como B&r&jer&. Con pocas noticiak

..originales, se cifie su. auWr; mostrando gran erudici6n, a recopk

.lar lo dicho por los escritores clAsicos y medievales.'~ta.a-Aris- tdteles, Valeriano, Pifnio; '~ucrecio, Opiwo, San Isidoro, Alberto

.Magno, etc., etc. TambiBn. menciona a BEL~N (3), y como Orni- t6logo m& moderno, a Aqonov~m (4). no reflrléndose anfnguno posterio:.

Esa labor de.recopiíaci6n que caracteriza el libro que gnali- : zarnos, la patentizan sus propios censores Fr. Antonio de Vergara y Fr. Pedro Niiííez ai decir en su eAprobación3 que: *es libro que guien lo tuviere, tendrd en 61 muchos libros,.

Igual que la de M A R ~ W (5), la obra de VALDECEBR~ es mBs u n tratado de moral que un estudio de las aves. Hay en ella mucha m& 6tica que ciencia, y en orden a Bsta, mAs absurdos y errores que verdades. Esa mixtura de fhbula y realidad, de Ciencia :y moral, refleja, fielmente lo que fue nuestra ciencia en sus albo- .res. Por ser una obra típica en ese sentido, puede hallarse jus- -tWcaci6n a su elecci6n para estos comentarios.

Siguiendo una tradiei6n secular, nuestro autor escribe sobre 'las aves y lo hace en su celda, de espaldas a la Naturaleza. No se :le &urre saiir al campo y observarlas. S610 en contadas ocasiones .interroga a quienes, viviendo en el, pudieron aclararle dudas que apunta y advierte sobre hechos que otros autores que consulta,' .mAs inclinados a la observaci6n, dilucidan desmintiendo lo dicho

(S) PIERRE BELON DU m!: eL'HIstoire de la nature des oyseaux. avee leurs desoriptlons. et naiis portraicts retire2 du naturek escrlte . .

4" %ent. IIWPFI. ,PILT~S. 1555. - - - - - - - - - - - . - - -, - - - - (4) ULYBSIS A L D B O V ~ I : ehiio8ophi ac medlcl bononiensls HLsto-

Tiam naturalem in Qymnaslo Bononiensl proRtensi.5 Onilthol~Blae Hoc est de avlbus hlstorlaes Ilbrl Xii 3 vol Bolonla. 1599-1603. ... -. -~ ---. ~~- . -

(5) FRANRM~ M A R ~ ~ W : sprimera parte dé la iiktoria Natur(rl Y . :. : : %oral de las Aves*. Zaracosa. Juan de Lanaja Y Quartenet. 161%' 4p Y 2 6 h. 260 fol. cien grb. en madera. . . : ..

. .< ; -4

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por los antiguos. En vez de ese proceder y siguiendo la costumbre Inveterada, se aferra al error y se mantiene en el. Así, por ejem- plo, el sexo y generaci6n de los buitres fue motivo de una curiosa

Y absurda controversia entre t@logos, fil6sofos e incluso poetas, durante siglos. Por haber dicho -NO (6) y otros escritores, que no hacían nido, que s61o hay hembras y que ellas, sin ayunta- miento del macho, engendran, se originó una corriente de opi- nión sustentando ese criterio, que hace suyo VAWECEBRO, quien nos dice que el buitre para concebir aestá sin comer cosa a U w a cinco dfas, pónese a la vanda a donde sopla el Zephtro, va per- cibiendo aquellos suaves soplos sutilmente, que abrigados al calor .de las entrafias, despiertan la virtud generante: siente luego aver concebido, retirase del viento., y a8ade:' algunos Autores no se arriman a este sentir, y parecer, y no sd yo con pub funda- mento pueden fabricar el suyo, para derrlbar 6stew.

Se tercia ahora decir, nos sorprende que nuestro comentado autor no mencione el libro de FDNES cHistoila General de Aves, y Animales. de ArisMteles Estagerita, (7), que, junto con la .anotada de MARCUELLO, que no cita, y la traducci6n que de PLI- .mo hizo GERóNlaaO DE HuneTA (a), que tambfen calla, son las tres obras en romance contemporehneas de VAIJJECEBRO, de mhs ac- cualidad y mayor erudici6n ornitol6gica.

Nos inclinamos a creer que las conoci6, como se deduce del .cotejo de sus textos, pero sus razones tuvo para silenciarlo.

Volviendo a la polemica de la generacibn de los buitres, ha- iiamos en F ~ N E S citas concretas de NICEPUORO y ALBERTO ~MGNO, que dicen haber visto dichas aves rapaces fabricar su nido y aparearse. Le baStan a Fm~s tales añrmaciones para decir que .la creencia que de los buitres s61o existen hembras es pura fbbu- la; pero VALDECEBRO, que conocia ambos criterios, puesto que los expone, sigue la tendencia ya indicada, que en otros puntos

(6) Cuwms AECUXUS. Nació en Italla a fines del siglo ii de nqeg- tra era En el slglo iii escrIbfó en griego una *Historia de los mi- maless.

(7) DIEGO DE ES Y MENWZA: aiiistoria General de Aves y Ani- males, de Aristóteles Estageritah Traduzlda de Latin en BOmanCe. Y afiadida de otros muchos Autores Grlegos y Latinos, que trataron deste mesmo argumento. Valencia, por Pedro Patricio Mey, a costa de Juan Bautista Marcal. Impresor. 1621. 4.O. 16 h. 441 pps. 3 h.

(8) C ~ E R Ó N ~ O DE HUERTA: ~Traducci6n de 10s libros de Cayo Plini0 Segundo, de la Historia Natural de los Animales hecha por el Licen- ciado ..., ~6dico y ~?iiósofo, y anotada por el mesmoi. 2 vol. Mad?id.. 1623 y 1629. Luls SAnchez. as adiciones son m8s importantes que la vcrslón.

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de su iibro también se. maniñesta y con motivo, en este caso. Particu1ar;de una curiosa' argumentación teol6glca. opta por lo. erróneo y fabuloso antes que por lo raciona' y verdadero.

Aunqúe flgurativamente hemos3icho que escribi6.a su celda. Y de espaldas a la Naturaleza, no fue -Y AKDRÉS FtRRER DE VAL- D E Z ~ R O hombre de convento o vida rnonkstica: Nacido en Albarra-. C i n (Tentel), en 1620, ingres6 en'la Orden de Predicadores, eola. que se di6tingaf6, segdn el decir de sus contempontneos, por su. elocuencia de hermosos matices y hábil palabra para despertar la virtud en los bnimos.

Viajo y vivió varios afios en MCjico,-donde Xue profesor de Te+ logia en el Real C.olegio de San Luis de la Puebla. De vuelta a. España, unos lastr'os antes de su muerte, acaecida en 1680, ex-. plicabaMora1 en'tllcalll. En Madrid, donde resibf6'varios años, fue confesor.de las damas del Real Palacio -$ otras de la Corte.

El libro que comentam0~-0t;ros muchos escribió sobre diver- s a i mater ias t~vo un considerable ~xitsedftorlal. De 61 se hi- cieron, que tenganios noticia, cinco edicion& de 1668 a 1728, cua- tro en Madrid y una en Barcelona (9 ) . .

&tB dividida la obri en XViii libros, que tratan, respectiva-. mente, del Aguila, Buytre, GgiieRa, miza, Clsne, FCnlx, Pelí- cano, Haicón, OavilBn, Buho, Grulla; ~ a ~ a g a ~ u , Ansarón, Aves-.

. . t m , pavo ~eal- ,-~uerío; Psloma- y M0

Enla-e@ci& iie 1883 las'stgufentes,le fue 'añadido a la. obra $rb'ifbro,. titulado :.De -las- aves mon~trÜoias.~ue de hallan en regf&s .slfeieÜtes de1 orbe*; en .el- que jse '&cribe -sobre el o P ~ ~ c ~ , ~ r p y a ; ~ v e ~ ~ r i > , ~ ~ ~ f 9 f g ~ ~ a : , . ~ O ~ ~ ~ ; N&&, o&&;J&+

. . . . ma;, .m&,.& fi*. y; Pegaso, . , . - , , ... . . , ,, ..: . . . Ilustran la g~&sdo~j~eiv&ei~;; re$re#ehtan~io; COT~

escasa . , adeudad, el ave a'la que se+iedica'.cada libro. -La descripci6n o kc i .6n '&e . ' e~ i ' e8 :áe ' reaba con evidente.

heterogeneidad. No se esboza ea todo el libro .. . .., up elemental sis- tema .o método.-'S410 '&be exce&uar: algunos eas&4nfree; ellos:

¿S,. LBS eáiclonw '+m lw aisuiehtes! , . 1: Madkid. Por Mego Msa de la Carrera ldb8: 4.9 *&t. front..

12 h;.205 fol., 29 h., 2: Mádrici. Por,MelchwAleeC;re. 1670. 4~ po~L $ron&: 20. h. a05 fol.,.

1s; h., .l8 grb. en m e . . . . 3:. Madrid. Por Bern'ardo de VUiiuadfSgo.~1(189. 4.0 '!?out.. 18 h..

432 pm., 18 h., 18 grb. en mtid~a. . . . ' . . , . S: Barcelona. En m a s 'de' Domellss.:por .'PhOmss Lmihte. 1W6..

4P. E h.; 452 pgs.. 16 h.. I&grD. en madera : . . . 5: Madrid. Medel del Castiilo. 1728. 4.O. 8 h., 432 w., '16 h. ' '

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peluauroJ !nbe olqamp[L.,\ a9JaJJa.J ap eiqo E., ap 001 i t r ! . X v r ~ . i > '4!d

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los del hguila, gavilán y buhc-en los que se hace referencia, se- rhindolos, a los distintos linajes discriminados por AnI8-s y otros autmes.

B a falta de ordenacidn y la descripei6n incompleta, y err6- nea en machos casos, de la morfologia, plumaje, costumbres, etc., hace diffcil la identiñcación de algunas especies. Lo hemos in- tentado, con probables errores, en la lista confeccionada, que imicamente incluye, de las especies citadas, las pertenecientes a nuestra avif ama.

Soslayamos en ella la mención y comentario de las conside- raciones de orden moral y pr~~@&ia& símbolos, jeroglifleos y digresiones que tanto abundan en el texto, deducidas de las aves que se describen. Omitimos tambibn referimos e, las aves fabu- losas y Clfí&dOnQS a los pasajes de interes ornitol6gico. hemos entresacado las noticias de esa naturaleza, y las curiosas que es- t i m a o s merecen ser resefladas.

El orden seguido en la enumeración de Iso aves descritas o mentadas, es el de ia 61xia~i6n de especies adoptada por BEa- NXS (10) en su eProntuarIo de la avfiauna española* (Lista Pa- tr6n). Los nombres que figuran en primer lugar en versales son los de VALDECEMIO. Sigue a continuaci6n el nombre clentitico y a &te, precedido de las fnicialea LP., los nombres inequívocos de l a W a Patrón en veraaUtas, cuando son distintos a los de aqubl.

PEClCANO. Pelsoanua otaocrdcrlua Ltnn. L9. WLfCIiNo m- OAR.

Escribe Vwranae que ea ave m8s celebrada que conocida, y afiade (m. 9): *Se ha viato en esta Corte en la reetetlte fbbrida del Buen-Retiro, entre otros muchos p6xaroa extranjeros que 6n 41 l?uvo.> Hace alusi6n el texto, como tamblbn el grabado, a la fábula de su ternura paternal y a la herida que en el pecho Be hace para sustentar con sangre a sus poliuela o resucitarlos si mueren. Refiere trrmbib la coniusi6n de varia escritores Be l a antlglledad que hacen del Porflrh5n, Onocrtítalo y Pellcano una misma ave. Discrimina al PorflMn y dlscurre que Onocr6talo y Pelicano e8 lo mismo. No incluye en ia coniusión, como asi suce- dia, a la ESP~TLILA. Platalea leucorodia Llnn. --

(10) FnmCIsw BmmS: d'rontuario de la Avlfauna espaiiolm. (In- cluyendo aves de Portugal, Baleares y CanarlasJ Con los nombres cien- M c o s y españoles aprobadw por la Camls16n smta Patrón de la Sociedad Espafiola de Ornitologla~ Publicado en Amwta, vol. 1:. 1@%. Y en ediclon especial, enero 1955.

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R M S T A IEhUCA DE O R N ~ T ~ L O O ~ A 133

CUERVO MARWO Phalacrocorax carbo stnensis (Shaw y Nod.) LP. CORMORAN GRANDE CHINO.

En el libro que trata del cuervo, dice que hay otro linaje de &tos que se llaman marinos. No se asemejan a ellos, porque tienen los pies como patos, se arrojan al agua, nadan y se ali- mentan de peces. La noticia que da del provecho que de ellos obtienen los chinos, utilk2ndolos para la pesca debidamente adiestrados, nos permite identificar fácilmente la subespecie. No menciona el aro methlico que, colocado en su cuello, les impide tragarse la presa, ni tampoco que los japoneses se valgan tambibn de esas aves con igual fin. (Subsp. hanedae y Phalacrocorax ca- pfllatatus.)

GWm Bajo este nombre gendrico incluye las tres especies de garzas

distinguidag por ARIS~TELES: Leucones, Aaterias y PellOS. Estas ultimas, cenicientas, se identtfican con Ardea cfnerea Linn. LP. GARZA m. LOS Leucones (del gr. leucos, blanco) correspon- den a Egretta alba (Linn.). LP. O A R ~ A GRANDE y a Egretta gar- zetta (Linn.) LP. OARCETA ooarónr. De las Bsterias, Bo tawu &a- la* (Linn.). LP. AVETURO coaatm, dice se llaman as1 porque es- t$n pintadas con unas manchas negras en forma de estrellas pequefias y afiade que hay muchas en Francia, donde se llaman Butor.

CIGUERA. Ciconia cfconia (Linn.). LP. CIGÜERA COMÚN.

Dice-como puede leerse en 1% fig. 10-que es ave tan conocida en nuestra Espafía, que apenas hay lugar donde no anide. Cabe presumir que esta mamfestaci6n. sea exagerada, aunque tambien hay motivo para suponer que, en determinadas regiones, haya ocurrido de entonces acá una regresion del ave.

Despues de describirla con detalle y acierto, afiade: es cons- tante que no tienen lengua, porque en muchas que se han hecho domdsticas y que sirven para limpiar de sabandijas, vmeno de Zas huertas, se ve cada dia. Escribe que es ave migratoria, Voz común para todas ias aves que vienen los veranos a nuestra Europa, como son las grullas y venjos (*) (Apus), y repitiendo las palabras de Pmro: no se sabe nl se ha podido conseguir el saber

* En ediciones posteriores se lee avencejoss. El texto reproducido pertenece a la 2.* edlción.

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REVISTA IB$RICA DE ORNITOLOC~A 135

ale dónde viene ninguna destas aves. Es sorprendente que citando como cita a BEL~N, que fue el primero en observar que las Cigüe- Aas invernan en Africa y que, al contrario de ellas, las grullas nos visitan sobre todo en invierno, continúe en la ignorancia del latino.

Repite las palabras de PIERIO VALERUNO, explicando los con- oilios que las cigüerias celebran para juzgar y condenar a sus semejantes. Como no hay monograffa sobre estas aves en la mo- derna literatura ornitolbglca, en la que no se refieran, con diver- sas variantes, casos comprobados de dichos cónclaves a los que

L

dicoe,3oizviRovna tarde juntarle audDcrdo cdcarfo &Cigueñas.envovallc,yqueápoco ntola sparea- ron hifi~ochoPdiezdcllas,dcl comun conourlodt lasdemas, y que gouernando el buclo a viR8 de to- das,pararonen tierra,y le pulieron en orden, como pata tomar conlejo, adondc efiuuicron poco rato,p que luego todas acometieron a vnadcllas,que pare- ciafcr 13delinqucnte,y lahizieronpedrps,y luego ic bluieró en bulcadcIasdcmas.Sin~ularprouidcn. aiaes,quc vnas auesca~iBucn~conco~lejo,yconC~lta .a lasque faltan a luobfigrcioo~ycondilcrctaptudcn~ cia,porque el obmarm*~*nt,qucdize Pyerr<arguyc coniulraenniicltro rac iml id1orna.y lurgoel caíügo lo exeoutan aviíla dc las otras para que le cnmien- den.A Dioílasalaban~as,a Dios Autor detan cRra- Ras marauiIlas.puesettas acciones deltas aucr gene* rolas,pucRas en los hombresde mayor confequenc~a, los hazcn plaafibles. CaRigar con prudaocia , es el mayorarte de todaChriRiana politica, y CRO haz en lasCigtiebss,yno fuelen hazerlo l o hombre8 Elte

Fig. 11.-Fotocopia parcial de una pAgina del libro de Valdecebro. donde trata de ia CigUefia.

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Sigue geheralmente la ejecuci6n de una de sus congéneres, tiene interhs el relato de un hecho semejante que aha sucedido en Esptrfla y persona que lo ha utsto me lo cont6 dizidndome ...., que VAWECEBRO cuenta en su iibro. Por ser, s e g h creemos, la primera pretendida obaervacibn hecha en nuestro país, que ha sido refe- rida y pdbficada en Espafla, de tino de esos supuestos tribunales de aves, reproducid& en la a. 11, el tolio 58, vuelto, de la segun- da edici6n del *ffoaierno ffeneral...~, en el que puede leerse la veni6n del amigo de nuestro autor y el estilo que éste emplea a1 escribirla, que es el de su dbta.

A continuación, repite la historia de ia cigliefia adiiltera, que reflere ARIST~TELES, y más aidefatiwuea es mucha la exten- sibn que a esta especie dedica-menciona nuevamente sus mi- graciokiee, y dice: *Par to&~ nwstttr Eurmjb be reparten g u a W vi- mman en Inghterra (111, adonde no ltdn viato en ¿os m- se8 todos, este @aro los Iizgleeee 11( en e1 PtinElpadb de Turln.. La razón de no haverse vtsto en Inglaterra, no la refieren los Autares; Za de que no antden en Turln, la han advertido, y no- tado, porque ven que anidan en ia PfoutneUu vezinas, y 4 s~ vista, Y Mmofsnsn %n que porqua no se paga dfezmo en aquel Prln- efpado, no anidan en di Uls Cigileffas.~ La realidad y la !&bula se entrem'ezclan.

CiüNE Cywnw wgnw (Wna.). LP. C m CANTOR.

Wdbe que es ave muy celebrada, pero poco conocida en Es- pafia. Se reflere a su régimen alImentIcio, haWat y gregarismo; a su cante y muerte-que ha sido objeto de un chlebre ballet, COmprmcienes musicales e insDiraci6n de poetas-y añade: *No ha fdtaUo quien esctiva que el Cisne no canta; porque en tnu*Los, que a EspaILa han venido, ae ha Ylsto que no canta-gnus olor (Qm.)?-. NO e8 consequencta no cantan en EspaAa, luego no cantan, &rgw los GuMones (stc) en España no cantan, y en Za Nueva EWafla soft mefores que Pardiillw y Guilgueros. (h

(11) En efecto, es de presencia muy aeeidentai en 18s Islas B M - nicas, y s61o han sido ubeervadas en clerto número en Horfoik, Suifollr Y otras partes del sur de Ihglaterra, con mayor escasez en los Ultinp atíos. y rarisima en el Norte y Oeste. Pocos ejemplares en E8cocla. en Orkney. Islas Fair y ghetland, y ímicfunente tres o cuatro en Manda. Uno en Sussex, en 1922. Se sabe que anidaton en 8t. Giles, Edlmburgo. en 1416.-H. F. Wrnrertnx: m e Handbook of Britlsh Blrds,, 5 vols., 7: ed. London, 1952.

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gorriones americanos, a que se reflere este pasaje, son, probable- mente, bien Melospiza melodia, que llaman Gong Sparrow~ los norteamericanos, bien especies del genero Zonotrtchia, llamados esacaterosa en MBjico y cchingolos> en Sudam6rica.

Sigue a continuaci6n un phrrafo que no queremos omitir re- producirlo: UNO ay quien sienta co'nzo las Aves en todos los ani- males las mudancas de los Climas, conooimfento preciso para l a conseruacidn de su naturaleza. En algunos, adonde las conducen se hallan violentas, de que ha sucedido morirse muchas. Este de E w f l a bten se conoce la desigualdad que m todos tiempos tiene, por la variedad de p&xaros que le dexan, y buscan nuevas vivfen- das en otros climas.,

AMARON. Anser. LP. &m. Aunque dedica un capitulo o libro a este genero, no hay post-

biUdad de determinar las especies que describe, pues los datos que facilita son incompletos y confusos. Su carActer de paMpe- das lo indica diciendo: dienen los pfes travados como las alas de los Murcidlagos>. Son aves de mar y tierra. Unas vienen de Ofiente, otras se crian en el Norte y en los Alpes (?). Por su refe- rencia a la consagraci6n que de ellas hicieron los romanos a la diosa Juno, deducimos incluye a Anser anser (Linn.).

Indutiablemente, las descripciones no se limitan al genero Anser, toda vez que menciona frecuentemente los patos y gansos. Y termina por decir que ansar6rt, pato y ganso es lo mlsmo, y podrá entrar el Bnade en el número, aunque no sea de la especie, porque es de la misma hechura y forma, aunque más pequefia.

BWTRE. Aegyptzrs monachus (Lin.). LP. B ~ R E AEORO.

Cuenta se ven de ordinario, en' Espalia, pollos de buitre que, extendidas las alas, miden de una punta a la otra de los caffones últimos, tres varas de medida (12). y, adultos, pueden volar llevan- do de presa entre las garras un cordero. Se identiflca este genero y especie, porque lo describe como de cuerpo vistoso, poblado y ves- tido de plumas negras (en realidad, son marron muy oscuro) y el pescuezo algo feo, porque está desnudo y desmontado de pluma. Aunque esta caracteristica es común a nuestro otro buitre, y hace referencia a los dos linajes distinguidos por ARLST~TELES, los

(12) Medida de longitud que equivale. en Arag6n, a 772 milime- tros, Y en Castilla. a 835 miiimetros Y nueve decimas.

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detalles que da no son bastantes para poder incluir tambi&n como mencionado a Oyps fulvus (HAEL) LP. BmTaE COXb, excepto al referirse a su nidificaci6n, que dice: dmze SU nido m b más eminente de los peffascos, con que &S que roban sw hueuos lo ha- zen con ingente dilfmltadr. E9e hábito corresponde al buitre co- mún, pues el negro anida corrientemente en los árboles y muy rara vez en peflascos y riscos..

Termina el libro sobre el buitre explicando que un WarO ay .en tierra de Mantla que en empoUar su8 huevos es como eE buytre, pero es muy eztrafio lo que con 61 sucede. Se refiere al llamado tabbn en EUipinas (hfegapopllm peycfnet puslllw), especie que se caracteriza, como todas las de la familia, por enterrar sus huevos en la arena o cenizas volctínicas calientes. Transcurridos cuarenta dias-de su postura sin que lo&padres los hayan incubado, .nacen los pollos ex@aordinariamente dmrollados y-csso iinG eo e n . 1 ~ aves4esde el instante de su nacimiento viven con completa independencia de apu8llos (13). La versión que V w - a m o traasctlbe y que responde con bastante exactitud a la rea- lidad, aunque no en relacibn a la canducta de los buitres, es, según dice, del Zlustrísimo Sefiw Nauarwte, Arqobisp de Santo Do- .mingo, quien, tal vez, la tom6 de PrahlmA.

P E R N ~ ~ . Neophm percnopterus (Linn.1. LP. AcI- MOCHE.

Lo cita como una de las seis especies de Bguiias descritas por Aristbteles, pero conviene con los autores latinos que lo llaman d o n f a montana, en que tlene m@ de buitre que de tíguila.

De acuerdo con -o y otros autores, lo considera especie de $guila, despiiés de haberlo visto en Nueva España. ¿Vio el cara- cara, Poiyborus cheriway (Jacq.)?

MILANO. Mi1uus. No hay posibilidad de especiiicar, pues sblo lo menciona cuan-

do explica es la única ave que no persigue al cuclillo y tan amiga a s de 81, que, cuando viene de Alemania, por ser tardo y pere- zoso en el vuelo el cuclillo, lo trae en las espaldas.

. (13) JEAN ~ c o m y ~ i w n r ~ MAYR: U B I ~ of the phillpp>inesD. New York, 1946. -

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ACOR. Accipiter gentilis (Linn.). LP. AZOR. Lo menciona entre los halcones.

GAVILAN. Accipiter nisus (Linn.). R a t a de 61 en el Libro nono, junto con otras varias falcó-

=idas. Dice que tiene mucha osadía y pelea con las alas, el pico y las ufias. Con un golpe de las primeras, mata ordinariamente en vuelo a las palomas. Su pico, aunque corto, es fuerte.

Pluraliza al referirse a los Ratoneros y no distingue al Común, Buteo buteo (Linn.), del Rubio, Buteo vulpinw, Glog.

GNESIO Aquila chrysaetus (Linn.). LP. AGVILA REAL.

Podemos precisar la especie, por ser el sexto linaje de dguilas descrito por ARLST~W, y es unPnime corresponde a nuestra AGVILA REAL. ES la mayor en grandeza y corpulencia, y se - d i c e - e n esta Corte en tiempo del Rey Felipe Segundo, en el Hospital de Antón Martin, adonde sucedió con más verdad que lo que cuentan de las ubas de Z e m , y las Aves de Parrasio, con un pintor que llamaban Juan de la Cruz. Manddle el Rey que retratase este pdxaro generoso y peregrino; retratdle e1 pintor .con tanta valentia, y acierto, que puesta a la vista del Aguila viva la pintada, se abalancó a ella con tanto corage, y furia (presumiendo que era &a), que la hizo dos roturas con el pico, y con los ufias muy grandes; y sino la retiraran tan aprisa, hu- viera hecho pedacos todo el lienco: S i los Espaitoles arrimaran el ingenio al trabajo, huviera en Espafia lo mayor de quanto ay grande en todo el mundo.

AGUILA VALERIA. Aquüa heliaca Sav. LP. AGVILA IMPERIAL.

PLINIO la llama leporaria, porque es aficionada a liebres, a las que persigue y mata para sustentarse. Ataca tambi6n a los .ciervos.

AGUILA CLANGA O PLANGA. Aquila clanga Pall. LP. AGVILA MOTEADA.

Vive en los valles y bosques y le sirven de lisonja las lagunas ;por lo mucho que gwta del sosiego de sus aguas.

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PIGARGO. Ha1iaetW.s alblcüla (Linn.). De color castaflo y cola blanca. Ea ave peregrina

CIRCOS. C ~ U S .

Podetnos considerar incluidas en la denomlnacidn generica las tres especies nirllflcantas en F.spafia: CfrcW cydm3uS (m.)- LP. AQVILVCBO P A m . Ctreus .pYga?'gw (Linn.). LP. AGrmm:ito. CENIZO, y Cifm aeru$»tol)lW (idm.). Le. A~muimo 1 A ~ b m 0 .

ACIUILA MARINA. Pandion halfaetus (Linn.). L$'. AouXLA TEaabORa.

Se sustenta de p e z e d w e - , los alcanza a riet dc? lo Wi? QZtD de los rfscos, aunque estdn inquietas y turbias la8 aguas: tdem esta Bien pePeg#w Wrt&, @e en abatieM6 el vueld, h sienten y se ente+ae&n mn miedo natural las pezes .Hil poder nadar, ni moverse, con qu.3 los pesca y m e fwlmente.

Lo menciona en el Libro oekavo, dedicado a los halcones

P * m ~ m ~ , F ' . . . aico peregrinu. Tunst. W ~ N CO&.

De su menci6n no hay posibilidad de distinguir las subeew- ciea pezegrinus ninst. y broolEei Sharpe.

ALCOTAN. Falco subbuteo Linn. 8olament.e citado.

CF,F?,NfCAL<)G. F&O. Las poco eoncretas referencias lmpiden singularizar las es-

peles vespertlniu Linn. LP. mntcm PATISRVJO, nauinanni Fleisch. LP. CBRnfchu> pnnmr.~ y t innuncul~ Linn. LP. CBRnf- CALO WLUAR. ReíiriBndose a genero, explica la estImaci6n que estas aves tienen por parte de los reyes, prlncipes y seflores prm. volar garqas y otras aves, hasta el punto en que hubo ocasi6n que por una de ellas se pagaron quinientos escudos de oro.

PERDLZ. Alectoris rufa (Linn.). LP. PeRoa co~fnr. Dice: pone diez huevos y muchas vete$ diez y seis, y que hace:

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dos crfas al afio, con que saliendo todos a luz, serdn los afios todos treinta y dos Perdigonas. Y es muy verosimil, por lo mucho que estas Aves se gastan m toda$ las mesas y por las muchas que se cacan y no quedan dellas desiertos los montes. Y aunque en Verdad que unas a otras se roban los huevos, no se malogra nhguno, por eso siempre salen a luz.

FAZSAN. Phasianus colchiclls Linn. LP. FAIS~N VULGAR. Ensalza su hermosura y su excelente sabor. Considera sus

.hábitos de crianza y puesta.

GRULLA. Megalornis grus (Linn). LP. GRULLA COM~JN.

Explica el orden y concierto que observan cuando vuelan O

estan paradas, y citando a Hn<ow~o, cree. como 61, que el arte militar de componer escuadrones, poner centinelas, tocar a re- bato, marchar en orden y usar de estratagemas contra el enemi- go lo tomaron y aprendieron los hombres de estas aves. Mrma que se juntan muchas para venir a Espafla en sus viajes de migraci6n, encabezadas por una que va siempre gelante como guia o capitana. Cuenta c6mo cuando hay alguna fatigada o al ponerse el sol abaten el vuelo y paran en los campos, donde, agrupadas, descansan bajo la vigflancia de centinelas que man- tienen sujeta con una pata una piedra, que cae y las despierta, si s e duermen. Se reflere tambi6n a los ataques que en Africa sufren d e los pigmeos.

RASC6N. Rmllw aquatfcw Linn. Citado únicamente.

PORFIRION. Porphyrio porphyrio (Linn.). C M ~ N COXfJN.

Menciona su pico y patas cozoradas y sus ufias excesivamente grandes. Escribe sobre su alimentaci6n y costumbres, afirmando -como ya hemos reseiiadc+que no es posible confundirlo con e1 pelicano, como hacen muchos.

GABIOTAS. LWW. LP. GAVIOTAS. Be refiere a ellas al citar los cormoranes.

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PALüW. Columba livia Gm., LP. P ~ M A smvh, y Colum- ba palamb1~8 Linn. LP. Pmm TORCAZ.

Distingue las dos especies, indicando que las torcaces son d e mayor tamaAo que las primeras y anidan en los Arboles. Proba- blemente incluye tambien a Columba oenas U.. LP. PAWMA Z ~ I T A , Explica su empleo por los antiguos como mensajera.

TORTOLA. Stteptopelfa turtut (Linn.). a m a que canta cuando Bstá mBs lastimada.

CUCLILLO. Cuculus canoncs Linn. LP. Cuw. Sufre el error secular de considerarlo una variedad de gavi-

IAn, aunque basta y ruda por lo desmedrada y pequefla, pero no es ave de rapiña-aiiade-, porque se sustenta de sabandijas y gusanos. Cree que todo el invierno esta escondido y retirado en los huecos de los Arboles y sdlo sale en primavera hasta el otoflo- No anida, porque se vale de nidos ajenos para poner sus huevos, comiéndose los de las aves a quien pertenecen. Estas, creyén- dolos suyos, los empolian; pero si se dan cuenta de que no la son, los dejan y desamparan, obligando al cuco a criarlos d e nuevo.

LECRUZA. Tyto alba (Scop.). LP. LECWW c0xúN. A-. O ~ U S (m.). BUIíO GRANDE. Bubo bubo (IJnn.). LP. Bmo -L. M&O. Athene noctua (Scop.). ALUCON. St* alueo m.. LP. C m .

BUHO CHICO. Asio otw ( U . ) . Se refiere a las especies precedentes en el Libro sobre las pro-

piedades del Buho. Meqciena tambiw la acornichvelas, pera creemos e6 nombre regional del A m o . EWica que son a v w w - tu- de rapifia, de poco vuelo, que W a n en @boles, montea y en casas viejas y arruinapas. Son melanc6licas y de muy triste canto. Velan toda la noche y se retiran cuando gaie el sol, apro- vechando los crepúsculos para cazar.

Como ya hemos indicado al referimos a la clgüefla, menciona

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REVISTA IE~RICII DI ORNITOLOG~A 143.

a los vencejos como aves migratorias que se ignora de dónde vie- nen y ad6nde van. La cita no permite discriminar especies.

ALCION. Alcedo atthis (Linn.). LP. M A R ~ N PESCADOR.

Lo describe con detalle y acierto. Alaba su hermosura y vis- tosidad, pero cae en el error de los antiguos en lo referente a la extremada ternura del macho con la hembra y al arte excepcio- nal que se le atrlbuia en la construcci6n de su supuesto nido, con- fundido durante siglos (14) con un zooflto del género denomi- nado Aleyonium por LINNAEUS.

Hace también suya la vieja creencia de que nidiflca en in- vierno a orillas del mar, y que durante su permanencia en las playas no hay en él tormentas. Alude a los dfas Alcedonios o de Alción, asi llamado en la antigtiedad el periodo de calma en el mar, que a veces se observa coincidiendo con el solsticio de in- vierno.

AVEJORUGOS. Merops aptapiaster Linn. LP. ABEJA~UCO C O M ~ N .

Ensalza el colorido de. su plumaje.

CARRACA. Coracias garrulus Linn. Compara su canto al castaeteo de las Cigüefias.

CALANDRIA. ~ e l a n o c o r y ~ h a calandra (LinnL Al referirse a los cardenales de cabeza roja, por él vistos en

Méjico, los compara por su tamaño a esta especie.

GOLONDRINA. Hirundo rustica Linn. LP. GOLONDRZ~A m-. &N.

Menciona sus migraciones.

MOXCALETA. Musclcapa? Al disertar sobre la memoria de las aves, dice que apenas

hay alguna que no la tenga, incluso las mas bastas, menos gene- rosas y nobles, entre las que cita a ésta.

RUYSWOR. ~uscbiia megarhyncha Brehm. RuISE~~OR CO-

HdN.

PÜX~TO muy inclinado a la soledad, no le haze lisonja la com--

(14) ' F E ~ N A N D HO~SER: aHistoire de la Zoologie*. Paris, 1873.

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paAia de otraa Ave$, ni laa de su especie t a m p o . Dedica cerca de una p&gipa a e&&ar y anaii~ar su canto.

SOLITARIO. Montioola solitarius (Linn.). LP. Roerno WLI- TARIO.

Es poco dcionado a la oompañía de otroa ptijaros. Siempre anda solo y retirado. Es espeaie de merla.

l"ORD0S. Tutd¶hV. LP. 20RüAl.W.

No hay posibilidad de diferenciar especies. -

MERLA. Turdus meruia LFM. LP. MIRW CO&.

Canta con suavidad y dulzura.

XZZXfVERO. Carduelis carduelis (Linn.) LP. JILGUERO.

Lltimale tambf6n silguero. Alaba su canto.

PARDlLLO. Carduelis cpnnabina (Linn.). LP. PARDILLO co- h.

Mencionado entre lag canoras.

QURRION. Passer domesticm (Linn). LP. Q ~ R W ~ N c o k . .

Generaliza, y es posible pudieran incluirse las especies his- p<rnioMnsiir (Temtn.). Le. O B R ~ N MOBWNO, y )~~~ntaftua (Llnn.). LP. GORRI~N m-O. Loa agrupa entre las aves bastas y poco nobles.

No hay datos para diferenciar el PINTO, VuZgaris Linn., y el :NEGRO, unicolor Temm. .

CUERVO. Corva8 corw Linn. LP. C h v o . Le dedica tode un Libro y expiica diveraos caso% de ouervos

albinos que fueron motivo de obsequio entre reyes. i&pltca tam- blbn que aprende a hablar, aunque tarde y con molestia, y cita Tarias anbcdotas.

ORAJA. C0TVUS ltvgfZegUS LiM.

Unicamente nombrada.

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REVISTA IebuCA DE OWi'IOLOGfA

PICAZA. Pica pica (~i&.) LF. URRACA. Escasas referencias.

La precedente relación incluye 56 especies de las 395 catalo- gadas por BERNIS, además de las que puedan estimarse com- prendidas entre los milanos, ratonems, cernicalos, gaviotas, ven- celos, zonales, estorninos, etc., resefiados genericamente por VALDEC~BRO.

Se observa una extraordinaria escasez de datos acerca de los pájaros y abundancia en cuanto a rapaces, algunas palmfpedas y especialmente a zancudas, a las que dedica muchos folios, singularmente al tratar de la cigtiefia y la grulla.

Sorprende omita numerosas especies harto conocidas. Obedece probablemente al hecho de no haber hallado en eiias fundamento para las consideraciones morales que son objeto y fin del libro.

Para no dar excesiva extensión a estos comentos, prescfndi- rnos de cuanto dice en los capitulas que tratan de aves no per- tenecientes a nuestra fauna. Los libros sobre el papagayo y el avestruz contienen datos curiosos y en todo el texto son fre- cuentes las citas de aves observadas en MBjico.

Al explicar, por ejemplo, el empleo que de las plumas hacen los indios, dice que, entre otras, se valen de las pertenecientes .a unos pirjaros que achupan el jugo de algunas flores, y esto les sirve de alimento, y necesftan de poco, porque son los enanos de los púxaros; llúmanse en Mexicano Hoitzit ziltotol. Los vi mu- chas vezes y con adinirackin de mirar tanta hermosura en cosa .tan pequeíia; traía quatro dellos, secos y aderezados, porque no .se les cayese la pluma, quando bolvl a Espaiia de aquellos Reynos, y en las Islm Afortunadas .(desgraciadas para nosotros) oy las Islas de Canaria, quando peleamos con el Inglb y quemamos nuestros Navlos, me faltaron>. . Hemos intentado reflejar la indole de un libro que, aun con limitado interBs ornitol~igico, bien merece Agurar-como curio- sidad-en nuestras bibliotecas ornitológicas.

Así se aprecia en nuestros medios y en el extranjero, donde de vez en cuando, y en los catirlogos de las mirs conocidas libre- rias de viejo, especializadas en obras de Ornitologia, se ofrece con un escolio incitativo entresacado de la reseria de WODD: *Una interesante mezcla de realidad y fantasia que aclara mu-

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cho las ideas populares tocantes a la Ornitologia espafíola den siglo XVI1.s

The &ovierno General hallado en las Aves, e t c . ~ by Fray Andres de Valdecebro, XVII century, is comrnented on by Fede-. rico %av& The commentator begins his study with some re- ierences to old precedents of Spanlsh omithological bibliography. The work of Vaidecebro obtalned a great editorial success. Five. editions were published from 1668 to 1728. As it w8s W U ~ I in. that time, fable and reality were combined, and the main s0uIces. for Valdecebro were old classlcal works. The old book deals ap- proximate1y with 56 species of palaearctic birds and with some. other exotic or imaginary ones. The author stresses and discus-- ses different ornithological data contained in Valdecebro's boak..