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U N DINAMISMO FRUSTRADO: LA INDUSTRIA
M ETAL-MECANICA DE GUADALAJARA
Ig n a c io M e d in a
CIS-1NAH / El Colegio de Michoacán
Introducción
La zona metropolitana de Guadalajara, y más ampliamente el Estado de Jalisco, forman una región industrializada en el occidente de México. Su desarrollo más intenso se inicia en la década de 1950 bajo el peso de las características generales del capitalismo mexicano atrofiado. Esta zona de occidente se especializa en una función comercial y como centro administrativo, en la producción de bienes de consumo final con plantas industriales diversificadas y mayoritariamente con unidades productivas de pequeña escala.
Junto a la expansión del comercio nace una industrialización muy particular. En Jalisco.
la industrialización arranca no de la fundación de grandes empresas sino de pequeños talleres artesanales, como es el caso típico de la producción de zapatos o tequila. La expansión de la demanda induce a estos talleres a incrementar su producción y el número de operarios. Este modo de crecimiento paulatino y fragmentado en una multitud de pequeñas empresas no exigía una inversión masiva (Aldana Rendón, 1978:29).
La rama metal mecánica que en otros contextos ha sido la base para el crecimiento cuantitativo y cualitativo de las fuerzas productivas surgió, como el resto de las industrias jalisciences, en pequeños talleres. Pero sin un dinamismo inicial propio, ya que su proliferación se hizo con
medios artesanales y mayoritariamente enfocada a repara- raciones o servicios a maquinaria importada. Cuando en la década de 1960 adquiere relevancia en Guadalajara la industria metal-mecánica automotriz con inversiones cada vez mayores, ya tiene un dinamismo propio pero subordi- dinado y limitado por la penetración de monopolios nacionales y extranjeros, los cuales invaden la zona y se apoderan de las ramas más fundamentales de la economía regional.
Esta rama en Guadalajara adquiere así características peculiares: numerosas unidades de pequeña escala, surgimiento tardío de unidades medianas y grandes que articulan progresivamente a las pequeñas, subordinación eficaz a la tecnología y monopolios extralocales.
El costo de la industrialización. Cuando un país subdesa- rrollado como México quiere industrializarse, tiene que abrir las puertas a la inversión y tecnología extranjera. Y en efecto, el país se industrializó. Pero no lo hizo homogéneamente en todas las ramas de la economía. La inversión no fue gratis. Tampoco lo fue la tecnología. Más aún, la tecnología más avanzada todavía no está en manos mexicanas. El desequilibrio en la balanza de pagos y todo lo que cuesta actualmente la importación de bienes de capital muestran la distorsión de una industrialización subordinada a los monopolios.
Algunos países a finales del siglo XIX y principios del XX dieron el salto a una industrialización capitalista desarrollada porque con los medios tradicionales de producción era posible hacer el trampolín a la producción de medios modernos industriales de producción. Pero en el siglo XX se ha dado la separación definitiva entre medios tradicionales y medios modernos. Actualmente sólo se pueden producir medios modernos de producción a partir de otros medios modernos preexistentes: “Después del corte definitivo entre medios tradicionales y modernos, la industrialización se puede basar únicamente en la importación casi com-
pleta del equipamiento industriar' (Hinkelammert, 1973: 26).
La rama metal-mecánica-automotriz de un país subde- sarrollado, intrínsecamente ligada por su naturaleza a la fabricación de bienes de capital, clave de una industrialización autónoma, es una rama estructuralmente condenada a la frustración dentro del ámbito del capitalismo del Tercer Mundo. No quiere decir que no se desarrolle sino que su crecimiento es atrofiado y básicamente en manos de un control trasnacional. México ciertamente produce bienes industriales, de consumo, duraderos y algunos de capital. Pero en todas las ramas están presentes las filiales de empresas tras- nacionales “con una participación porcentual de alrededor de 35% salvo en bienes durables y de capital que son los grupos más dinámicos donde controlan aproximadamente
( dos terceras partes de la producción total” (Martínez, 1979: 103).Diferencias regionales: Monterrey y Guadalajara. Lo anterior es general para todo el país, que así muestra su depend a y el subdesarrollo dentro del sistema capitalista. Sin embargo, cada región al interior de un país determinado tiene sus propias particularidades nacidas de diversos factores: sus condicionamientos geográficos, sus fuerzas productivas, las influencias externas, las clases sociales y su lucha particular en cada lugar.
La industria en la zona de Guadalajara, por ejemplo, se diferencia notablemente de la zona de Monterrey. El estado de Nuevo León tuvo la oportunidad en el siglo XIX, aprovechando la guerra civil de Estados Unidos, de concentrar, a través del comercio, el capital inicial para inversiones significativas en la industria. Los condicionamientos geográficos, que ofrecían pocas alternativas de inversión (en la región tapatía, en cambio, las alternativas eran múltiples), coincidieron con el surgimiento coyuntural de ciertos grupos sociales que concentraron el capital en una sola línea: la industria pesada, bajo la dirección monopólica de
un sólo grupo familiar (Vellinga, 1979:80-82). Ya en el siglo XX, Monterrey, con sus antecedentes industriales, supo aprovechar mejor la época de la gran depresión capitalista de 1929 y la coyuntura de la segunda guerra mundial.
De 1937 a 1946, se duplicó el número de sus empresas y el capital de las firmas existentes se acrecentó de 153 a 409 millones. Posteriormente de 1946 a 1950 triplicó el capital invertido en la industria (Walton, 1977:52). Para Guadalajara, en cambio, la década de 1940 apenas está sentando las bases de la sustitución de importaciones, y no con productos hegemónicos sino con una multiplicidad de líneas de producción en pequeños talleres en los cuales se van consolidando las actividades industriales más significativas: alimentos, bebidas, textiles, zapatos, alimentos de animal, lubricantes industriales, productos metálicos. En Guadalajara hay una supremacía de las empresas familiares tanto en el sector industrial como en el de servicios y también hay cierta carencia de dinamismo, manifestada en la preferencia del ahorro sobre la inversión, en la preferencia por la ganancia sin riesgo y a corto plazo.
Tratando de descubrir más particularmente la peculiaridad industrial de Guadalajara en la rama metal mecánica, hemos dividido su historia en varias etapas.
La primera abarca de finales del siglo pasado hasta la década de 1930. El nacimiento de múltiples talleres diversificados y subsidiarios de otras ramas de la industria es la principal característica de esta etapa, en la cual ya participan fuertemente los extranjeros pero a título individual.
La segunda etapa corresponde al surgimiento formal de la rama. Se crea la Cámara de la Industria Metálica de Guadalajara (CIM EG) y es el inicio de un desarrollo extensivo en que se van señalando empresas medianas y dinámicas. Esta segunda etapa incluye el momento de la Segunda Guerra Mundial y los años inmediatamente posteriores.
La metal mecánica inicia una tercera época a partir de la década de 1950, en que se acentúa la penetración de capital extralocal dirigida principalmente hacia esta rama. Se da un proceso de enfrentamiento en que muchas de las pequeñas y medianas empresas tienen que asociarse, desaparecen o son absorbidas.
La década de 1970 marca la cuarta etapa, en la cual juega un papel importante la CIMEG, propiciando la articulación formal y oficial entre las unidades productivas de péqueña y gran escala a través del sistema de la sub- con tratación.
La industria metal mecánica, sobre todo la relacionada con la fabricación de bienes de capital, presenta un dinamismo frustrado de raíz dentro del capitalismo de los países subdesarrollados. Pero una zona particular como la de Guadalajara tiene su peculiar forma de dependencia y frustración: la di versificación de la producción en múltiples unidades productivas, la proliferación de empresas familiares descoordinadas, la prioritaria penetración de capital extranjero en esta rama, la sujeción tecnológica, la tardía reacción de la burguesía regional como clase ante intereses contradictorios. . . Todo ello ha impedido un crecimiento vertical homogéneo de la rama, ha producido una gran capacidad ociosa y pocas posibilidades de desarrollar el dinamismo propio de le industria.
Antecedentes: 1823-1940El trabajo de minerales relacionados con el metal, y
sobre todo la transformación de este tipo de materias primas en productos industriales como medios de producción o como bienes de consumo duradero, definen los artículos que se incluyen en la rama metal-mecánica de la industria.
Durante la época colonial y aun durante el siglo XIX en el tiempo del México independiente es imposible encofrar un desarrollo mínimo de esta rama. México quedó sujeto en el sistema colonial al dominio español que con su poder exterior produjo una estructura interior centrada
fundamentalmente en la exportación de la plata y el oro. “El elemeto español se dedicó poco en México a la implantación de industrias, nada que valiese la pena nombrar a las industrias mecánicas, porque encontró fácil modo de acaparar grandes riquezas explotando minas y adquiriendo inmensas propiedades agrícolas' (De la Mora, 1903).
Jalisco, junto con la explotación de algunos minerales, desarrolló en tiempos de la colonia algunas manufacturas de jabón, de textiles y de cuero con carácter artesanal. La Estadística del Estado libre de Jalisco7 en 1823, nos dice: “La mayor parte de los habitantes de Guadalajara se dedican al tejido de lana y algodón, labran con perfección el carey, curten diestramente las pieles, hacen cor- dovanes, badanas y banquetas; estampan zarazas y fabrican muy buenos sombreros de lana” (Roa, 1825:7). Ahí mismo menciona que hay abundancia de herreros, también a nivel de talleres artesanales.
Para ese tiempo, el hierro “se trabaja en forma artesanal para producir rejas, azadones, hachas y coas, que se vendían en su mayor parte fuera del Departameto de Jalisco” (Aldana Rendón, 1978:163).
En Guadalajara, para 1843, se menciona “un gran número de artesanos de todos los oficios” (Manuel López Costilla, 1843:26). Para ellos se había creado una Escuela de Artes Mecánicas, uno de cuyos departamentos era la “herrería y latonería” (Ibidem),
A mediados del siglo XIX empiezan a aparecer fábricas significativas \P ara todas ellas se importa la maquinaria, pero de todas formas, su utilización en los marcos geográficos del estado implica la creación de ciertos talleres de reparación de piezas, y éstos proliferan (Cuadro I). “Yo he podido observar en varias haciendas y en algunas fábricas agrícola-industriales que piezas de ajuste, delicadas y complicadas, son satisfactoriamente reparadas y aún substituidas por otras, hechas por esos hombres rudos del campo, con el auxilio de escasa herramienta casi toda ma-
ESTABiLEiCIMIiENTOS Y GIROS. 1842-1854
1842 oo
3 1844
1845
1846
1847
1848
1849
1850
1851
1852 GO
(£ 1854
Herradurías 4 6 8* ? 1 4 7 ? 3 6 6 6 5
Herrerías 41 26 25 20 30 17 2S 27 26 27 30 40 41
Hojalaterías 13 13 8 6 9 13 14 11 17 12 12 12 14
Platerías 23 21 16 10 10 12 16 16 11 12 16 19 18Puestos de
fierros ? 3 ? ' ? ? ? ? 12 18 15 19 17 18
Armerías 4 5 1 1 1 2 3 ? 2 4 ? 2 4
Carrocerías 8 9 11 18 7 9 7 11 16 13 13 16 17Fundidores de
latón 7 5 3 2 2 4 7 4 2 ? ? ? ?
FUENTE: Banda, 1873: 136-137.
nual y empleando métodos rundimentarios” (De la Mora, 1903:30).
Esta incipiente industrialización no tenía mucha autonomía. Su dependencia total de la importación de maquinaria, tanto en el escaso conocimiento de ella como en sus altos costos, motivó la decadencia de muchas de las fábricas nacientes.
El esquema fundamental de los últimos años de la colonia continuaba: seguíamos importando productos manufacturados de los países capitalistas centrales a cambio de materias primas. De todas maneras, acorde con el surgimiento de la nueva etapa del capitalismo a nivel internacional —los monopolios y la exportación de capitales— y en el marco de la dictadura de Porfirio Díaz con el establecimiento de importantes redes ferroviarias, se dio un segundo impulso a la industrialización. Se acentúo la penetración de capital extranjero y aumentó el número de industrias. Aparecieron en Jalisco fábricas mecanizadas en diverjas ramas que, aunque con medios de producción im-
portados, necesitaban ciertos servicios factibles de realizarse localmente.
En 1873, “el primero de estos ramos se refiere especialmente a las máquinas, cuyo estado, si no es de los más brillantes, es al menos satisfactory” (Banda 1873:123). Respecto específicamente, por ejemplo, a la fábrica de hilados y tejidos “Prosperidad Jaliciense” situada en Atema- jac, se nos dice que su capital primitivo fue de $300 000 pero que posteriormente se invirtieron $220 000 más sólo en maquinaria.
Banda menciona también los diversos talleres artesa- nales en el Estado: armeros, carrocerías, fundidores, latoneros, hojalateros, herradores, plateros. . . “Es incuestionable que las artes en Jalisco han hecho más progresos que en otros Estados” (Banda, 1873:137). Se refiere no sólo a lo metálico sino a las múltiples ramas desarrolladas en estos talleres artesanales. De la Mora por su parte, señala:
Soy del parecer que la creación de nuestras grandes fundiciones y talleres mecánicos deben su origen, en primer lugar, al crecimiento de las redes ferrocarrileras, que necesitan para su buena conservación, de talleres mecánicos de reparación; en segundo lugar al desarrollo constante de nuestra minería; y en último término a la evolución favorable de nuestra agricultura que ha dado nacimiento a las industrias mez- caleras, trigueras, azucareras y aguardienteras, etc. etc. Esta inmigración de capitales y de brazos dio nacimiento a nuestra industria mecánica nacional moderna. (D e Ja Mora, 1909:27-28).
La rama metal-mecánica propiamente, sin embargo, no llega a ver la luz en el siglo XIX: son solamente adyacentes a fábricas que nacen y desaparecen, y que funcionan de una forma artesannl. Son todavía tan insignificantes, que la Estadística industrial de Jalisco en 1903, de 825 establecimientos clasificados, solamente da cuenta de 3 fábricas relacionadas con el metal: dos de armas y una de cartuchos metálicos. El siglo XX verá despuntar esta
rama de una manera más sólida. La última etapa de la dictadura de Porfirio Díaz, el intenso movimiento revolucionario de 1910 y el surgimiento institucional del Estado Mexicano contemporáneo forman el marco de esta incipiente industria.
El 30 de mayo de 1893, Porfirio Díaz gira un decreto al gobernaor de Jalisco para dar mayores facilidades a la apertura de nuevas empresas. Es un decreto aprobado por el Congreso de la Unión para otorgar franquicias y concesiones al establecimiento de nuevas industrias. Referente a los medios de producción menciona que:
los concesionarios respectivos podrán importar por una sola vez, libres de derechos, las maquinarias, aparatos, herramientas, materiales de construcción y demás elementos necesarios para las fábricas y edificios; otorgando fianza en cada caso de introducción, que se cancelará luego que se haya montado la maquinaria y que se haya acreditado el empleo del material o efecto (Archivo Histórico de Jalisco, Ramo de Fomento, 1893).
Estas concesiones se plasmaron en una serie de esfuerzos industriales en todo el Estado de Jalisco 2. No obtuvimos suficientes datos para profundizar en el origen y desarrollo de estas primeras fábricas, que probablemente sufrieron un colapso durante la Revolución. Podría plantearse la hipótesis de que estas fábricas, con excepción de algunos incipientes capitalistas nacionales, estaban en manos de extranjeros aunque éstos operaban entonces individualmente (muchos se nacionalizaban mexicanos) y en el marco de un mercado regional. Aldana Rendón señala que eran los extranjeros quienes mayoritariamente poseían “las compañías distribuidoras, de maquinaria agrícola, de herramientas en general, de productos químicos, de ferreterías, tiendas de ropa, mercerías y hasta pastelerías y panaderías” (Aldana Rendón, 1978:270).
Algunas fábricas estuvieron en manos de norteamericanos, que eran los más numerosos en relación a los otros
extranjeros radicados en México, y abarcaban diversas actividades industriales. En la rama metálica sobresalieron algunos alemanes por ese tiempo. En la reseña de actividades de extranjeros en Guadalajara para 1900, por ejemplo se menciona que de 4 ferreterías en la ciudad, 3 estaban en manos de alemanes (Santoscoy, 1900:39). Por otro lado, para 1903,
la mayoría de los principales talleres de fabricación y reparación de maquinaria en nuestro M éxico están en manos de sindicatos extranjeros, especialmente americanos; los empleos principales están servidos por extranjeros y aún entre los simples obreros se distingue un grupo considerable de americanos para quienes están reservadas las mejores atenciones de los superiores y los trabajos más remunerativos. En los talleres restantes, dignos de mencionarse, y en los cuales domina el capital mexicano, vense también por desgracia pocos compatriotas ocupando puestos importantes de honor y responsabilidad, j Triste es confesarlo, pero es una realidad que nos humilla! (D e la Mora, 1903:28).
El tiempo de la revolución y las pugnas constantes entre las élites políticas que buscaban la hegemonía retrajeron las inversiones. Pero inmediatamente después los tratados de Bucareli dieron confianza a los extranjeros, al serles ratificadas sus propiedades. La alianza entre Calles y Obregón fue también un momento de mayor estabilidad política que produjo las condiciones para lanzar de nuevo algunas ramas industriales, aunque todavía en forma artesanal.
En 1930, la rama metal-mecánica cobra ya una incipiente solidez en el estado (Cuadro II).
La metalurgia y productos metálicos, en cuanto número de establecimientos, ocupa un quinto lugar en 1930. Son más numerosos los establecimientos de la industria alimenticia (21.83%), los de indumentaria y tocador (17.31%), los de cerámica (13.78) y los de madera y muebles (13.14%). En cuanto al valor de la inversión
ESTABLECIMIENTOS INDUSTRIALES EN JALISCO (1930)
(millones de pesos)
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Metalurgia y Prods.Met. manufacturados. 493 976,734 1,641 910,029 203,199 1 206,625 72,242
11.74% 3-20% 7.72% 12.48% 1.37% 3.87% 9.29%
Fabricación de Mats. de construcción. 49 190,315 219 57,054 58,189 175,773 -^>-
1-17% 1-62% 1.03% •84% .39% .53%
Construcción de vehículos 29 145,544 137 56,181 55,693 136,295 32,246
.69% .47% .64% .83% .24% .41% 4.14%
TOTAL EN EL EDO. 4,200 30 510,333 21,248 6 758,783 14 777,575 33 216,310 779,258
Fuente: Censo Industrial, 1930
(31-XII-1929), la metalurgia y productos metálicos ocupa un lugar muy secundario con un 3.20%, mientras que los alimentos llegan a un 50.16%, y los textiles a un 19.51%. Algo semejante resulta al comparar el valor de la producción: los alimentos llegan a un 41.78%, los textiles alcanzan un 18.65%, mientras que la metalurgia y productos metálicos sólo llegan a un 3.87%.
Cinco años después, el censo industrial de 1935 nos da mayores detalles sobre las fundiciones existentes en el Estado (Cuadro III).
En estas fundiciones, “la producción más importante descansó en la cañería, tubos y válvulas de bronce, aunque también se fabricaron bolas para molinos de hierro gris, planchas vaciadas, maquinaria, piezas para máquinas, etc” (Aldana Rendón, 1978:244).
México, al inicio de la década de 1930, se encontraba afectado por la gran depresión mundial de 1929 a nivel económico y por la redefinición de las élites políticas dominantes expresada en la pugna entre Calles y Cárdenas. En Jalisco, los gobernadores Sebastián Allende (1932-35) y Everardo Topete (1935-39) no lograron condiciones suficientemente estables para las burguesías regionales, de tal manera que en el período 1930-35 se dio un notable descenso en el valor de las inversiones indus-
CUADRO III
FUNDICIONES EN EL ESTADO DE JALISCO (1955)
de fundiciones 7 15.91%
Total Inversión 319 505 1.48%
Valor Producción 421 103 1.49%
Personal ocupado 214
Salarios pagados 151724
tríales. La industria alimenticia y la textil continuaron siendo las más importantes, pero a pesar del inicio de cierto proceso de maquinización en el naciente período de sustitución de importaciones, las ramas de materiales de construcción y la metalúrgica permanecieron estacionadas.
El censo industrial de 1940 no registra datos sobre la rama de metales y productos metálicos manufacturados en el Estado de Jalisco (Cuadro IV). Sólo habla de dos industrias relacionadas: materiales de construcción y los vehículos.
El surgimiento y desarrollo extensivo: 1940-1950
La crisis capitalista de 1929 y la segunda guerra mundial son coyunturas importantes en el marco internacional que repercuten de manera significativa en nuestro país, sobre todo para el primer paso de la indutrializa- ción capitalista mediante la sustitución de importaciones.
CUADRO IV
INDUSTRIAS RELACIONADAS CON EL METAL
(Millones de Pesos)
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Fabricación 11 mat. de
332 872 1 039 119 638 252 010 452 331
construe. 1.27% 1.24% 1.76% 1.07% .71% •67%
Construe. 9 97 598 128 104 309 45 422 189 532de
vehículos 1.04% .36% •22% •93% •13% .29%
TOTALen el Edo. 866 26 821905 58 930 11 196 972 35 134 007 67 455 633
Jalisco inició un desarrollo industrial muy diversificado y orientado fundamentalmente a la producción de bienes de consumo final. La década de 1940 presencia el surgimiento múltiple de la producción manufacturera, con la creación de pequeñas empresas debido precisamente a la escasez de capitales grandes para la inversión. Los empresarios van surgiendo de los pequeños talleres. Se pone a prueba su habilidad aprendida y sus medianos recursos. Orientan sus productos hacia el mercado regional.
Los puntos decisivos de esta etapa de la industrialización jalisciense son: hegemonía del capital comercial, diversificación de las empresas, abundancia de mano de obra, mercado regional, proliferación horizontal de unidades productivas de pequeña escala, inversión preferente de capital hacia bienes raíces. . . La limitación a las importaciones en la coyuntura de la segunda guerra mundial ofrece posibilidades objetivas para que comerciantes e industriales locales tomen iniciativa en la producción industrial manufacturera. Surgen empresas más significativas en la metal mecánica, que no se consolidan hasta la siguiente década.
Algunos ejemplos, que posteriormente trataremos más detenidamente, ilustran el proceso de esta etapa durante la segunda guerra mundial. El caso de la empresa Maquinaria S.A. es una muestra del crecimiento de una industria de fabricación de máquinas que llega a consolidarse en la década de 1950. El dueño, Don Jesús Flores, hijo de inmigrantes extranjeros, tenía, entre otros negocios como ganado y venta de tierras, un taller maderero. Hacía cajas de madera para transportar productos agrícolas en 1942. En el taller, con un maestro carpintero y tres ayudantes empezó a dedicar tiempo para hacer moldes de una sierra-banda que había conseguido. Una vez hecho el molde, intentó la fundición. Sacó el producto y lo pudo colocar fácilmente con un comprador. Sin publicidad ni agentes de ventas, sólo con sus relaciones y la iniciativa de sus tra-
DESARROLLO DE LA RAMA METAL MECANICA EN JALISCO DURANTE LA POSGUERRA
(En millones de pesos)
o•3 3*s5* o X
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Fundiciones de hierro, acero y laminación
CerrajeríasCortinas y puertas metálicas HerreríasTanques y estructuras
metálicas Plomería y compostura de
artefactos de metal Envases de hojalata, artículos
ligeros de metal Muebles de metal Uténsilios agrie, y herram.
mecánicas Accesorios para maquinaria y
equipos mecánicos Maquinaria y equipos
mecánicos Reparación de maquinaria y
equipos mecánicos Reparación de maquinaria,
equipos y aparatos eléctricos Carrocerías para autos, ómnibus,. . .Accesorios, refacciones y equipos
de autos y ómnibus,. . . Reparación de automóviles Reparación bicioletas,
motocicletas
TOTAL EN EL ESTADO Total en el país en estas ramas Total enelD .F . en estas ramas Total en N.León en estas ramas
7 25 15 11 103
8 9 15 6 89420 116 843 425 894
109 150 474 97 1 1193 55 303 641 1 865
15 20 41 17 163
25 106 4 824 3 367 2 475
4 71 1256 575 83037 55 122 72 507
8 87 916 604 1011
8 250 3 381 1694 2487
88 220 734 310 1528
57 128 514 418 1.324
2 22 39 50 171
2 3 8 4 46
93 459 1610 1059 447239 46 110 36 349
525 1822 15 215 9386 19404¡128 54242Í414 17 844337 5287
bajadores empezó a dirigir el taller hacia la producción de maquinaria para aserradero. En 1952, oficialmente se constituyó en Guadalajara la empresa Maquinaria S.A. Ha tenido problemas graves de mercado, laborales, endeudamientos, competencia. . . pero continúa y actualmente subsiste con un capital social de 6 millones de pesos.
En 1942-43 nació también la empresa productora de tanques de gas, Tanques S. A. El dueño es un industrial jalisciense que comenzó con técnicas artesanales y poco a poco fue capitalizando. Se unió posteriormente con otra fábrica de estufas, lámparas y sopletes. Actualmente el dueño posee otras dos empresas más: una productora de tanques de almacenamiento y otra de artículos de lámina.
El Cuadro V da una idea sobre el desarrollo inicial de la rama metal mecánica en ese tiempo, en el estado de Jalisco.
Las fundiciones en el estado no han aumentado en número en 15 años. Las fábricas son muy escasas. Abundan en cambio los pequeños talleres de reparaciones.
De los 525 establecimientos de 17 ramas censadas de la metal mecánica en ese año, tenemos un promedio de. 3.4 trabajadores por establecimiento, lo cual nos muestra en su conjunto la pequeñez de los talleres. Hay algunas ramas que claramente lo manifiestan: 8 establecimientos de cerrajerías cuentan con 9 trabajadores entre todas; 109 herrerías cuentan con 150 trabajadores; 37 fábricas de utensilios agrícolas cuentan con 55 obreros.. .
Para ese tiempo, comparativamente con el Estado de Nuevo León, que ya ha iniciado su etapa industrialización pesada, Jalisco tiene un número mayor de establecimientos en la metal mecánica. Nuevo León sólo cuenta con 337 establecimientos (contra 525), pero da empleo a 5 287 trabajadores (tres veces más que Jalisco).3 Las diferentes características de industrialización en los dos estados están
ya bien marcadas: pequeña y mediana industria múltiple y diversificada en Jalisco; industria pesada y concentrada en Nuevo León.
Como en otras ramas, también surge en Guadalajara una Cámara Industrial para la metal mecánica. La Cámara de la Industria Metálica de Guadalajara (CIM EG) nace en 1941. Su papel en esta etapa es más bien simbólico por la dificultad de aglutinamiento de los aprendices de industriales, cuyo origen mayoritario es una sociedad tra- dícionalmente agraria.
La ingerencia del capital extralocal: 1950-1970
La gubernatura de González Gallo (1947-53) en Jalisco marca la entrada plena del estado a un proceso de modernización. Las obras notables de urbanización de ese período consolidaron la ciudad de Guadalajara como centro de comercio y administración de servicios: remodelación del centro de la ciudad, terminal de autobuses, estación de ferrocarril, servicios sanitarios y de drenaje. . . Por otro lado, es la etapa del incremento más dramático de la población. “Entre 1940 y 1950, la ciudad se incrementó en un 64.5%. Entre 1950 y 60 casi se dobló (95.4% de incremento)” (Walton 1976). Paralelamente, la decada de 1950 presencia la consolidación de la estructura específica del Jalisco industrial.
Este despertar de Guadalajara a la urbanización es producto de, y a la vez motivo para, la concentración industrial en la zona. Pequeñas y medianas empresas ven la oportunidad de crecimiento, aunque muchas encuentran el límite del crédito para el financiamiento, del mercado y de la competencia para la colocación de los productos, de la consecución de las materias primas. Mencionamos algunos casos, que luego detallaremos más ampliamente, que simbolizan el crecimiento de esta etapa.
La fábrica de válvulas Carroll, que venía funcionan
do desde principios de siglo, con la nueva dirección de Raúl Urrea —proveniente de la industria bonetera— y la asociación de capital norteamericano en 1950, se transforma en NIBCO de México: fundición de metales no ferrosos y fabricación de válvulas de bronce. Con el tiempo se ha llegado a convertir en la más importante de su género en América Latina.
Motores S A. se constituye en 1956 con 5 personas como accionistas y un capital inicial de $25 000.00. Es una empresa de capital regional que fabrica motores para equipos industriales y que, posteriormente en 1965, ya está unida con capital extranjero.
Un obrero de origen campesino que hasta 1953 había trabajado en algunas pequeñas fundiciones decide independizarse y poner su propia empresa. El inicio del capital son $10 000.00 que tuvo de indemnización de una fábrica que quebró y algunos instrúmentos rendimentarios de fundición de la misma. Su experiencia y sus propios contactos le facilitan el proceso de producción, poco a poco se abre mercado hasta que establemente subordina su producción a una fábrica de motores. Se convierte en parte del proceso de producción de una empresa industrial pero en forma autónoma y con su propia razón social. Fundidos S.A. —así se llama— se ha ampliado y subsiste actualmente con un capital social declarado de $500 000.00. Pero, permaneciendo autónoma, sus productos se encuentran subordinados a otra empresa de capital extralocal.
Para esta época, a nivel de toda la industria, llega el capital extranjero con fuerza a Jalisco y se establece en la entidad a través de múltiples firmas: Nestlé, Anderson
Clayton, Motorola... Y no sólo extranjero sino también capital e inversión de monopolios nacionales irrumpen con los diversificados y múltiples empresarios tapatíos. En su mayoría son empresas de gran escala que tienden a articularse también con el mercado regional. Ejemplo de esta penetración son las inversiones del grupo Monterrey: “conocidos informantes en Guadalajara declararon que los bancos de Monterrey prestan más dinero en la ciudad que los bancos locales” (Walton 1977:54).
De esta manera, la década de 1950 deja establecidas dos características importantes de la industrialización jali- ciense que permanecerán en su estructura específica: '
Primero, las empresas de propietarios locales son un tanto de escala moderada y se dedican a la producción de productos alimenticios, bebidas, textiles, zapatos, productos metálicos y para la construcción. La mayoría de estas empresas son de propiedad familia en vez de ser verdaderas corporaciones. La industria pesada, realmente representativa de la diversificación industrial, es deficiente, en parte por su dependencia de las importaciones y en parte por la ausencia de esos efectos de eslabonamiento que conducen a una economía más saludable. En términos del valor de la producción, dos teceras partes de la industrial local están dedicadas a productos de consumo final.
Segundo, una gran cantidad de las industrias, particularmente las más grandes están controladas por el exterior, ya sea por intereses de la ciudad de México o Monterrey, o por multinacionales norteamericanas como Kodak, Corn Products, Ralston Purina, Bur- roughs, Motorola, Philip Morris, IBM , Celanese y U nion Carbide (Walton, 1978:37).
El Censo Industrial de 1961 nos muestra la permanencia de la inicial estructura de la metal mecánica tanto en la diversificacíón de sus productos como en la predominancia en cuanto número de las empresas de pequeña escala (Cuadro VI).
CUADRO VI LA RAMA METAL MECANICA DE JALISCO
(1961)
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Tot
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Val
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dél
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Pro
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Envases y productos de hojalata 28 536 8 441 43 815Galvanización, cromado, maquilado 8 58 1 951 1 264Artículos troquelados y esmaltados 5 46 1812 802Municiones, armas de fuego y
accesorios. 5 8 81 38Tanques y estructuras metálicas 6 144 2 397 1 857Utensilios agrícolas y herramientas
de mano 42 88 297 322Puertas y cortinas metálicas;
herrería 181 616 4 369 7 420Cerrajerías 30 47 124 581Tornillos, pijas, tuercas y sim. 5 50 1 248 1 011Quemadores, calderas, calentadoresy productos similares no eléctricos 5 518 40 953 1 663Cuchillería 4 116 927 2 719Plomerías y fontanerías 17 39 88 144Fundiciones de fierro, bronce y otros
me cades 15 583 29 475 24 263Productos metálicos no especificados
menos maquinaria y equipo detransporte . 6 60 1 716 1 569
Máquinas para oficina 4 6 22 33Máquinas no especificadas y
conjuntos mecánioos 14 265 7 285 4 620Reparación máquinaria y equipos
mecánicos 101 284 4 200 2 251Reparación maquinaria, equipos
y aparatos eléctricos 191 383 1 770 2 531Acumuladores y pilas 5 55 2 638 2 508Reparación de acumuladores y pilas 32 72 239 650Carrocerías de vehículos 6 44 684 1 597Fab. accs., refacs. y eq. de vehícu
los, 11 122 ] 906 1 406Reparación de vehículos 304 1,413 15 412 14 147Reparación de motocicletas
y bicicletas 116 185 601 936Básculas 7 71 2,570 2 518
Total 1 148 5 789 131206 120 665Total en Jalisco junto a otras ramas 5 634 46 301
FUENTE: Censo Industrial, 1961:
El número promedio de trabajadores por establecimiento ha aumentado mínimamente: 5 en promedio. En el Censo industrial pueden apreciarse los establecimientos más pequeños según el número de obreros: fabricación de utensilios agrícolas y herramientas de mano; fabricación de municiones, armas de fuego y accesorios; cerrajerías; máquinas para oficina. Sin embargo, acorde al mismo criterio se manifiestan también aquellas fábricas que pueden ser de gran escala: envases y productos de hojalata, con sólo 28 establecimientos, tiene 536 trabajadores y logra una producción de 43.8 millones. El valor de la producción de esta rama es compartivamente mayor con gran diferencia al de todos los demás establecimientos, teniendo algunas ramas mayor número de ellos: la fabricación de puertas y cortinas metálicas y herrería tiene 181 establecimientos, 616 trabajadores y sólo logra una producción de 7.4 millones de pesos.
El proceso de producción de la metal mecánica muestra también su diversificación a través de la complementa- ción de diferentes unidades de producción. Así, en el mismo censo, aparece significativa la cantidad que tiene que ser pagada por concepto de maquila: cinco millones de pesos en esta rama. Ello no es exclusivo de la metal mecánica, puesto que la complementación de unidades de pequeña y gran escala es generalizada; en el estado, el total de lo cobrado por maquila en ese tiempo son 55.8 millones de pesos.
En los años de la década de 1960, el “milagro mexicano” muestra en todo México los síntomas de un agotamiento necesario, dados los fundamentos en los que estaba cimentado: acumulación de capital, inversión extranjera, concentración casi exclusiva de la inversión en sectores productivos. . . Para ese tiempo, las características de un capitalismo industrial atrofiado, semejante al de otros países subdesarrollados, son bastante manifiestas: heterogeneidad de las fuerzas productivas, alto índice de sub-
empleo y desempleo, contradicción aguda entre la ciudad y el campo. . . Son males estructurales del capitalismo dependiente y atrofiado que no pueden ser curados con la Alianza para el Progreso ni con la llamada “Reforma Agraria Integral” de López Mateos ni con la política represiva de Díaz Ordaz.
Las líneas generales del proyecto de “Desarrolo Esta- bilzador”, iniciado en 1954, persisten toda esa década. Uno de sus puntos esenciales, por ejemplo, la inversión extranjera directa en México, continuó su tasa anual de crecimiento de 8.4% promedio hasta 1970 (Sepúlveda et al., 1974:4).
Más específicamente, “a partir de 1960, aumenta la inversión extranjera directa norteamerica, y es la parte destinada a manufacturas la que explica esa evolución, ya que de representar entre 30 y 50% en 1950 y 1960, en 1972 representa el 70% de la inversión extranjera directa norteamericana acumulada en México” (Martínez, 1979: 100). Pero no es una inversión externa que se distribuya equitativamente en todas las ramas. El capital norteamericano fue “concentrándose principalmente en orden de importancia en las ramas metal-mecánicas (31.5%), en que se localiza la producción de productos metálicos, maquinaria eléctrica y no eléctrica y equipo de transporte; química (28%); hule (5.3%), y alimentos y bebidas (13% )” (Ibídem).
Las ramas más dinámicas de la industria y mayor influencia en la vida económica van quedando cada vez más vinculadas al control de las empresas trasnacionales (Cuadro VII).
En los años sesenta se comienza a desarrollar de forma intensiva la industria de bienes intermedios y de capital en México, una industria ligada íntimamente al desarrollo de la metal mecánica. Pero es una industria cuyo control tecnológico y cuya toma de decisiones van quedando cada vez más fuera de los intereses nacionales.
empleo y desempleo, contradicción aguda entre la ciudad y el campo. . . Son males estructurales del capitalismo dependiente y atrofiado que no pueden ser curados con la Alianza para el Progreso ni con la llamada “Reforma Agraria Integral” de López Mateos ni con la política represiva de Díaz Ordaz.
Las líneas generales del proyecto de “Desarrolo Esta- bilzador”, iniciado en 1954, persisten toda esa década. Uno de sus puntos esenciales, por ejemplo, la inversión extranjera directa en México, continuó su tasa anual de crecimiento de 8.4% promedio hasta 1970 (Sepúlveda et a l , 1974:4).
Más específicamente, “a partir de 1960, aumenta la inversión extranjera directa norteamerica, y es la parte destinada a manufacturas la que explica esa evolución, ya que de representar entre 30 y 50% en 1950 y 1960, en 1972 representa el 70% de la inversión extranjera directa norteamericana acumulada en México” (Martínez, 1979: 100). Pero no es una inversión externa que se distribuya equitativamente en todas las ramas. El capital norteamericano fue “concentrándose principalmente en orden de importancia en las ramas metal-mecánicas (31.5%), en que se localiza la producción de productos metálicos, maquinaria eléctrica y no eléctrica y equipo de transporte; química (28%); hule (5.3%), y alimentos y bebidas (13% )” (Ibídem).
Las ramas más dinámicas de la industria y mayor influencia en la vida económica van quedando cada vez más vinculadas al control de las empresas trasnacionales (Cuadro VII).
En los años sesenta se comienza a desarrollar de forma intensiva la industria de bienes intermedios y de capital en México, una industria ligada íntimamente al desarrollo de la metal mecánica. Pero es una industria cuyo control tecnológico y cuya toma de decisiones van quedando cada vez más fuera de los intereses nacionales.
PARTICIPACION DE LAS EMPRESAS TR ASNACIONALES EN LA PRODUCCION INDUSTRIAL EN 1970.
Metálica básica 46.6%Productos metálicos 20.6 Maquinaria no eléctrica 52.1Maquinaria eléctrica 50.1Material de transporte 64.0
FUENTE: Martínez, 1979:124.
Jalisco no escapa a este dinamismo global. Si bien la Compañía Siderúrgica de Guadalajara, creada y mantenida por empresarios tapatíos para cubrir la demanda de hierro y acero de la industria de la construcción, en 1966, representa cierta excepción en el conjunto, la metal mecánica jalisciense sufre una influencia decisiva del capital extranjero. No en cuanto número de establecimientos, ya que la mayoría de ellos están diversificados y formados por empresas medianas y pequeñas, pero sí en cuanto la subordinación a la tecnología y poder económico de decisión del capital extranjero en ramas claves.
En 1965, Siemens, trasnacional alemana, establece un consorcio con una fábrica de motores industriales en la ciudad para posteriormente tomar la dirección total. Sweco-Mex produce intercambiadores de calor para Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Ferrocarriles Nacionales (FFCC), ingenios. . . con tecnología avanzada. Jeffrey Manufacturera produce cadenas y transportadores. Burroughs y TRW, de capital estadounidense, se han establecido sólidamente y producen válvulas para la NASA de Estados Unidos. Nibco de México, asociada a capital norteamericano, produce válvulas de todo tipo. Pro- tomex, subsideraria de Prototools de Estados Unidos, produce herramientas de mano.
Una panorámica estadística global sobre la rama metal mecánica en Jalisco, en 1970, se nos muestra en los cuadros VIII y IX.
PANORAMA GLOBAL DE, LA METAL MECANICA EN JALISCO (en millones de pesos)
Industrias metálicas básicas Industrias básicas de hierro y acero Fabricación de productos metálicos Fab cuchillería, herramientas ma
nuales y artículos de ferretería Fab. muebles y accs. especialmente
metálicosFab. productos metálicos estructu
ralesFab. productos metálicos excepto
maquinaria y equipo.Fab., ensamble y reparación de ma
quinaria y equipo excepto la eléctrica
Fab. ensamble de maq. e implementos agrícolas
Fabricación, ensamble de maquinaria para trabajar madera y metal
Fab. equipo y aparatos de radio y t.v .
Fab. ensamble y rep. de otra maquinaria y equipo
Fab. de maquinaria, aparatos y accesorios y artículos eléctricos y electrónicos
Fab. maquinaria, aparatos y accesorios industriales eléctricos
Fab. de otros aparatos y accs. eléctricos
Construcción, ensamble y reconstrucción y rep. de eq. y material de transporte
Constr., reconstrucción y rep. de embarcaciones
Constr., reconstr. y rep. de eq, ferroviario
Fab. ensamble de vehículos, autos y fabricación de sius partes
Fabricación y ensamble de otro equipo de transporte
Total
FUENTE: Censo Industrial 1971.
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1 1P-. o o
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o £ Val
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rodu
12 933 204 450 134 9099 792 186 668 107 687
752 5 772 308 244 472 177
559 2 140 71640 116 730
35 1 246 66 413 91 249
19 537 37 442 63 081
139 1 849 132 747 201 117
189 2 716 199 881 243 152
10 264 11 307 18 442
5 93 10 130 5 491
13 1 673 183 444 231 779
172 2 346 177 269 218 688
52 3 012 314 068 378 179
17 1 084 123 034 123 225
21 252 7 559 23 082
75 1 960 155 819 178 626
4 17 1 025 1 825
3 101 17 019 11939
51 1 173 102 137 109 723
17 669 35 638 55 139
412 28629 2 345936 2786 240
Primera Parte
PANORAMA GLOBAL DE LA MiETAL MECANICA EN JALISCO (en millones de pesos)
Laminación secundaria de hierro y acero
Fab. cuchillería y productos similares
Fab. utensilios agrícolas y herram. de mano
Fab. davos, tachuelas, grapas y productos similares
Fab. chapas, candados, llaves y productos similares
CerrajeríasFab. cortinas, .puertas metálicas y
trabajos de herrería Fab. envases y otros productos de
hojalataFab. corcho*latas y otros artículos
troquelados y esmaltados Fab. alambre, artículos de alambre
y telas metálicas Galvanización, cromado, niquelado y
trabajos similares Fab. calderas, quemadores, calenta
dores y productos similares Fab. por fundición y moldeo de pie
zas metálicas Fab. otros productos metálicose ex
cepto maquinaria y equipo Fab. ensamble de maq. e im/plemen-
inentos agrícolas Fab. ensamble de remolques, grúas
y otras máquinas para transportar y levantar
Fabricación de válvulas Fab. ensamble de otra maquinaria
y equipoTalleres de reparación de maquina
ría y equipo que fabriquen partes y pzas. sueltas de ref.
Fab. motores y tableros eléctricos, generadores, transformadores, amperímetros, voltímetros y similares
Fab. roáq. y equipó industrial eléctricos
5 487 74 174 62 588
3 101 5 335 3 040
28 306 29 738 44 476
3 10 95 190
4 55 3 956 4 75660 123 470 2 429
450 1 448 26 926 57 264
37 122 9 260 12 368
10 387 60 085 79 795
13 209 16 782 31 013
20 300 12 829 18 436
5 31 695 1 645
35 314 14 139 17 837
18 381 18 951 39 972
10 264 11 307 18 442
3 200 31 068 32 3688 1 125 105 981 136 736
12 196 10 876 13 343
144 703 21 333 26 735
8 831 102 878 101 161
9 253 20 156 22 064
Fab. tocadiscos y receptores de radio y t.v .
Fab. partes y pzas. de refacción para eq. y apts. electrónicos y otros dispositivos sims. 8 1 487 158 462 187,853
S 45 2392 12 765Fab. acumuladores, baterías y pilasFab. materiales y accs. eléctricos,
alambre con aislamiento, clavijas 4 56 1 175 3 023Fab. carrocerías para vehículos au
tomóviles 19 330 10127 20 115Fab. accs. refacciones y partes para
autos 32 843 92 010 89 608Fab. partes, ref. y accs. para moto
cicletas, bicidetas y otros vehículos de pedal 6 170 6 975 12 738
Fab. vehículos de tracción animal y a mano 10 161 11 468 16 127
Fab. básculas y otros instrumentos de medida y control 4 74 4 807 7 985
Total 984 11 295 889 241 1 120 501 Total en Jalisco con otras ramas 9 185 97 119
FUENTE: Censo Industrial 1971. Segunda Parte.
Contando todas las líneas referentes a la metal mecánica tenemos para 1970 un total de 1 396 establecimientos censados de un total de 9 185 que existen en Jalisco. En el conjunto tenemos ahora un promedio de 28-29 trabajadores por empresa, lo cual es un salto muy significativo respecto a 1960. El peso de las empresas de gran escala que aglutinan a gran número de trabajadores influye decisivamente, lo cual no quiere decir que númericamente la industria metal mecánica haya dejado de ser en su mayoría mediana y pequeña. El valor de la producción, por otro lado, ha crecido enormemente. ha 'perspectiva actual de la metal mecánica
1970 quiso simbolizar la implementación de otro modelo de desarrollo económico para el país, el “Desarrollo Compartido”, al ser anatematizadas todas las deficiencias producidas por el “Desarrollo Estabilizador”. Se mencionaba que aceptar el tipo de industrialización implementada era aceptar la subordinación de la nación a los intereses extranjeros, lo que contradecía el nacionalismo de nuestra revolución mexicana.
Los planes nacionales del naciente sexenio de entonces, del Presidente Echeverría, quisieron poner limitaciones a la penetración extranjera que sólo quedaron en la palabra.
En 1970 se impusieron límites a la importación de bienes de capital; se dieron incentivos para la creación de nuevas industrias, entre las cuales la metálica se veía favorecida abarcando el 70.4% de dichos planes; se presionaba para que se invirtiera directamente en maquinaria en un 31.8%.
La inversión extranjera norteamericana fue aparentemente frenada con la Ley Nacional del Registro de Inversiones Extranjeras, puesto que en el período 1971-72 se establecieron 32 filiales de empresas trasnacionales, de las cuales el 75% se realizó mediante la compra simple de empresas de carácter nacional, pero en 1973-74 las trasnacionales sólo tuvieron autorización de comprar 5 y 2 empresas mexicanas respectivamente. “Sin embargo, los montos de la inversión extranjera directa se mantuvieron ascendentes: 301 millones de dólares en 1972; 457 en 1973; 678 en 1974; 609 en 1975; 594 en 1976, y 481 en 1977” (Martínez, 1979:107-8).
Respecto específicamente de los bienes de capital en todo el país, uno de los renglones claves de la economía, a pesar de las medidas verbales, en 1978, “el 80% de las importaciones es de maquinaria y equipo. . . ” (Jalisco industrial, 1978, No. 105). Particularmente en Guadalaja- ra y su zona, donde se localiza gran parte de la industria metal-mecánica de Jalisco, en 1977 se tuvieron 84 000 toneladas de metal de importación (7 000 toneladas al mes) cuando el total de lo importado en el país fue de 392000 toneladas (Análisis, 1978:213).
Además, el Secretario de Hacienda, en ponencia ante el Congreso de la Unión, el 28 de noviembre de 1979, reconoció la pobreza del país en cuanto-a la fabricación de bienes de capital, y la necesidad por tanto de
ahorro interno y financiamiento externo orientando a esa línea.
Otra fuente nos dice que en 1979, “el déficit comercial de México creció hasta el impresionante nivel de 383.5 millones de dólares durante el mes de junio, debido a un notable aumento en las importaciones de bienes de capital, las cuales constituyen más de la mitad de las importaciones totales de $1 023 millones de dólares” ( Expansión, 1979:6).
Estructura y características. Jalisco, a pesar de la necesidad tan proclamada de implementación industrial, se ha visto poco favorecido en la realidad. No se ha tenido un crecimiento de la industria pesada; se importa mucha maquinaria. “La mayor y más trascendente demanda interna y externa es la maquinaria y equipo en general, de productos metálicos” (Palerm, 1978 b).
El Plan Lerma en el Estado de Jalisco, con su programa 1973-76, nos puede ayudar a dar cierta visión de la metal mecánica de la zona metropolitana de Guadalajara en esta década. El plan agrupa 7 ramas industriales en una unidad:
* industrias básicas del hierro y el acero* industrias básicas de metales no ferrosos* construcción y reparación de maquinaria, excepto la
eléctrica* fabricación de maquinaria e instrumentos eléctricos* fabricación y reparación de aparatos, refacciones, acce
sorios eléctricos y electrónicos* construcción, reparación y ensamble de vehículos auto
móviles y sus partes* construcción, reparación y ensamble de otros equipos
de transporte y sus partes.Sobre este grupo señala algunas características y re
comendaciones:Pone, en primer lugar en importancia la industria de
construcción y reparación de maquinaria. Más de 100 fábricas que producen maquinaria agrícola (cultivadoras, arados, sembradoras, motores, trilladoras, molinos, mezcladoras de alimentos. . .) , maquinaria industrial, máquinas herramientas, piezas de repuesto. . . En segundo lugar está la fabricación de aparatos eléctricos y electrónicos, con más de 50 establecimientos industriales: aparatos eléctro- nicos del hogar, acumuladores, piezas de repuesto, lámparas, anuncios luminosos. Y en tercer lugar está la construcción, ensamble y reparación de automóviles y sus partes, con más de 45 plantas: 25 de carrocerías de autos y las restantes fabrican accesorios, refacciones y partes para autos.
Posteriormente estaría la construcción y reparación de otro equipo de transporte y fabricación de sus partes con más de 16 plantas: bicicletas, motocicletas, embarcaciones y vehículos de tracción animal y propulsión a mano. Maquinaria e instrumentos eléctricos con más de 6 plantas que producen motores de 3/4 a 150 caballos de fuerza, transformadores, reguladores, tableros electrónicos, amperímetros. . . Se encuentran también algunas pocas industrias básicas del hierro y el acero y de metales no ferrosos, y muchas más, pequeñas y diversificadas, de artículos metálicos sencillos.
Se reconoce que esta industria metal mecánica es la que tiene mayores repercusiones en el retraso o adelanto de la tecnología y en la productividad de otras industrias colaterales, por tanto, que es clave en el proceso de industrialización. Pero el proceso de la metal mecánica en Jalisco entraña varios problemas graves.
U n a gran cantidad de industriales jaliscienses han tendido siempre a asegurar altos márgenes de ganancias, independientemente de la tecnología utilizada y del grado de aprovechamiento de las instalaciones; además, la importancia indiscriminada de bienes de capital y la reinversión de sus utilidades (factor de sobrecapitalización) ha hecho (sic) una duplicación
de instalaciones, lo que se ha convertido en la causa de que en algunas industrias mecánicas de Jalisco existan bajos estándares de eficiencia productiva. Otras de las causas consisten en los errores que se cometen en la selección de técnicas de producción en masa con alta densidad de capital que rebasen el tamaño del mercado, y por la selección de procesos obsoletos y caros en la fabricación de algunos productos mecánicos en donde la eficiencia es condición esencial (Plan Lerma, 1973: 362-3).
En todo el país (con algunas excepciones como Monterrey), esta industria metal mecánica “es una de las más fragmentadas en México, estando constituida de miles de pequeñas operaciones diseminadas por todo el país” (L¿z economía mexicana, 1978:213); pero en esta zona de Jalisco ello es particularmente más evidente: “En Guadalajara y su zona metropolitana hay una industria metal-mecánica diversificada” (Jalisco industrial, 105, 1978). La industria representada institucionalmente por CIMEG es “en su mayoría absoluta, de tamaño mediano y pequeño” (Jalisco industrial, 114, 1979).
Una clasificación que hace la dirección de la industria mediana y pequeña en México en 1979 nos da una comprobación empírica de esta situación de la que participa la metal mecánica (Cuadro X).
CUADRO X
TAMAÑO DE LAS EMPRESAS INDUSTRIALES EN MEXICO
Año Industria -mediana y pequeña
Menor que pequeña Grande
1950 25.5% 71.9% 2.6%
1935 45.8% 51.9% 2-5%'
1960 56.7% 42.8% 0.5%
1965 56.8% 41.8% 1-4%
1970 64.6% 34.9% 0.5%
1975 76.8% 22.7% . 0.5%
FUENTE: Dir. Gral. de la Ind. mediana y pequeña. 1919.
En 1978 se presentó un estudio descriptivo de la metal mecánica en Guadalajara, que nos puede completar la visión sobre esta industria en la presente década. Fue publicado en el mes de agosto por la Dirección General de la Industria Mediana y Pequeña de la SEP AFIN, que mostraba lo crítico de la rama. Este 'Diagnóstico de la Industria metal-mecánica de la Ciudad de Guadalajara’ surgió a partir de una encuesta detallada de 124 empresas ubicadas en 51 clases industriales y jjue representaban aproximadamente el 20% de las empresas de la rama en la zona metropolitana de Guadalajara.
Bajos niyeles de productividad e ineficiencia fueron características notables de esta actividad dinámica de la economía. Tomando, por ejemplo, la capacidad instalada como la totalidad de las 24 horas del día, el promedio de la. industria metal mecánica solamente aprovecha 6.98 horas, lo cual nos muestra que la utilización de las instalaciones no llega ni a la tercera parte (29.08%). Tal hecho se debe a falta de recursos de financiamiento, insuficiencia de mano de obra calificada y carencia de tecnología. Así, la capacidad instalada ociosa es evidente: el 81% (101 empresas) de las 124 empresas trabajaban un turno, el 13% (16) dos turnos, y solamente el 6% (7) ocupaban los tres turnos.
Respecto de la productividad —entendida ésta como la relación entre producción bruta y los recursos utilizados—, en Jalisco los índices tan sólo alcanzaron un promedio de 20.57%. O sea que, aparte de ser poca la utilización de la capacidad instalada, el uso que se hace de ella no es el apropiado. Relacionado con la productividad está el índice de eficiencia, que es la diferencia entre el costo de producción promedio nacional y el costo de una industria regional. En otras palabras, es la relación entre el costo de producción (capital, mano de obra, insumos) de una unidad a nivel nacional y el costo a nivel local. La eficiencia promedio de la metal-mecánica-automotriz
en Jalisco se estimó aproximadamente en un 65%, muy abajo del porcentaje normal de la industria en su conjunto, que es del 80 al 90%. Una industria es más eficiente si produce más productos a menor costo. Un bajo índice de eficiencia, por lo general, puede significar un uso extensivo de mano de obra y casi seguro un bajo nivel tecnológico.
La diversificación de esta industria en múltiples y pequeños talleres se muestra a través de los locales que utiliza. Casi la mitad de los locales de la metal mecánica no fueron construidos expresamente para la producción sino que fueron adaptaciones posteriores, muchas de las cuales no son tan adecuadas. Parece que se repiten los errores de principios de siglo cuando el ingeniero Rafael de la Mora, refiriéndose a los talleres mecánicos, decía: “parece que cada taller ha venido desarrollándose por simple yuxtaposición de partes, sin orden ni concierto” ( . . . ) “Pretender convertir de la noche a la mañana una casa-habitación, un salón de bodega o un solar cualesquiera (sic) en fábrica, taller o fundición, simplemente porque así lo disponen sus dueños, sin entrar en ulteriores consideraciones, es un disparate de ridículos principios y fatales resultados” (de la Mora, 1903:32-33).
El origen de muchas empresas actuales, según el estudio citado, ha sido de pequeños capitales que poco a poco han intentado irse agrandando. Unas 116 de las 124 empresas dieron cuenta sobre el capital contable: un total de 271.6 millones de pesos, de los cuales 3 empresas concentraban el 29%, casi la tercera parte. Además, el 85% de las 116 que respondieron corresponde claramente a la pequeña industria con un capital no mayor de 3.5 millones de pesos. Desde otra perspectiva, el 43% de las 116 no tiene un capital contable superior a los 500 000 pesos.
Si descriptivamente según el estudio mencionado, dividimos el tamaño de las empresas por el número de obreros (pequeña: de 1 a 25; mediana: 26 a 100; grande: 101 y más) resulta que de las 124, 82 de ellas (66%) perte
necen a la pequeña industria, 34 (el 27%) se encuadran en la mediana, y solamente 8 (el 6.5%) están en la grande. Las 124 empresas encuestadas dan trabajo a 3 720 personas; de todas ellas, 1 803 (el 48%) trabajadores se aglutinan en las 8 grandes empresas mientras que los otros 1917 (el 52%) se reparten en 116 pequeñas y medianas empresas.
Este hecho es atestiguado también por los datos aportados en el Plan Lerma: “En Jalisco, más del 50% de los establecimientos metal mecánicos corresponden a la pequeña industria y talleres de tipo artesanal. En estas industrias, uno de sus problemas básicos consiste en su incapacidad de acceso al crédito suficiente y barato” (Plan Lerma, 1973:379). La debilidad económica de los establecimientos es evidente, por lo cual muchos empresarios declaran tener necesidad de financiamiento. Con ello se ven recortados permanentemente en la adquisición de materias primas, en la ampliación de locales, en la adquisición de nueva tecnología.
Un empresario de una fábrica de válvulas de gran escala, con 1 200 obreros y empleados, expresaban el problema de esta forma. “No hay concentración de la industria metal mecánica. Muchos logran formar un pequeño capital para intentar construir su propia fábrica o taller. Con ello provocan escasez de mano de obra calificada para las grandes empresas y una diversificación intensa en las empresas de esta rama”.
La consecución de las materias primas es otro de los problemas básicos. La fundición es el punto de partida y base para la industria de bienes de capital. Y la fundición necesita importantes cantidades de chatarra de diversos tipos. En 1978, por ejemplo, México importó 2 400 millones de dólares en metal (cfr. Economía Mexicana, 1978: 213); existe además importante cantidad de chatarra que se introduce de contrabando (cfr. jalisco Industrial, 110, 1978). Y sin embargo es agudo el problema de abasteci
miento de las materias primas. En este renglón, más de la mitad de las 124 empresas encuestadas (el 56%) declararon tener problemas. De ellos, el 71% se debía a la escasez, y el 19% a los precios elevados.
Realizan las mayores erogaciones por concepto de importaciones, en orden decreciente, las industrias metálicas básicas (34) el 35%, las dedicadas a la construcción, ensamble y reparación de equipo y material de transporte (38) el 25%, y las orientadas a la fabricación de maquinaria, aparatos, accesorios y artículos eléctricos y electrónicos (37) el 18%. Después vienen las que fabrican, ensamblan y reparan maquinaria y equipo excepto la eléctrica (36) el 11%, las que fabrican y reparan productos metálicos, excepto maquinaria y equipo de transporte (35) el 10% y al final las otras industrias manufactureras (39) el 2%.
Así, cada empresa particular enfrenta sus dificultades específicas en la cosecución de sus materias primas, según lo que utilice y según sus posibilidades económicas y políticas. Una fábrica de válvulas asociada a capital extranjero, por ejemplo, apenas tiene un 4% de materias primas de importación; el otro 94% que consiste en cobre, plomo, estaño, zinc, puede conseguirse en el mercado nacional. En cambio, Fundidos S.A., que surte de piezas fundidas de caparazones de motor a otra empresa depende casi exclusivamente de la importación de chatarra de acero de Estados Unidos. Otra empresa fabricante de tanques señala que los principales problemas de su fábrica y de la metal mecánica en general son las materias primas, los transportes y la tecnología.
Maquinaria S.A., que aglutina a 40 trabajadores, utiliza hierro colado y funde dos veces al mes. El hierro colado es de chatarra norteamericana, pero no les ha interesado traerlo directamente de allá puesto que no consumen grandes cantidades; van a los centros de compra y venta de hierro donde lo consiguen con muchas dificultades y aparte con ciertas deficiencias puesto que se los
venden revuelto con hierro dulce —que es más barato—, pero al precio del hierro colado.
Los talleres pequeños, que no utilizan materia prima en grandes cantidades, se ven totalmente subordinados a los centros de compra y venta, con la especulación de esos productos.
Un ejemplo extremo de la diversificación de esta industria metal mecánica y de la importación requerida es la línea que se refiere a la fabricación y reparación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo de transporte. Se trata de artículos metálicos sencillos, en su mayoría bienes de consumo final, como cuchillería, baterías de cocina, telas de alambre. . . con algunos bienes intermedios como tomillos, tuercas, estructuras para producir tanques, clavos, grapas. . .
Por un lado, como lo dice el programa de desarrollo económico y social para el Estado de Jalisco en 1973, “esta actividad en la entidad es casi totalmente a nivel artesanal y de pequeña industria” (Plan Lerma, 1973:404). Tienen además problemas de mercado y abastecimiento de materia prima, baja capitalización, falta de coordinación entre los múltiples empresarios y una tecnología obsoleta y rudimentaria. Por otro lado es grande la importación de muchos de estos productos (Cuadro XI).
Podemos poner otro ejemplo de importación extrema, a nivel nacional, en el renglón de las máquina herramientas, cuya producción se efectúa en 17 empresas “localizadas 7 en el D.F., 3 en el Estado de Nuevo León, 2 en el Estado de México, 2 en Coahuila, 2 en Jalisco y una en Queretáro” (Plan Lerma, 1973:370). La importancia de la producción en esta línea es obvia ya que, por lo general, no se pueden producir máquinas en que no intervengan máquinas herramientas en el proceso. Sin embargo, “la producción de máquinas herramientas en el país tiene poco alcance a pesar de la importancia que representa pala industrialización” (Plan Lerma, 1973:371).
IMPORTACION DE CIERTOS PRODUCTOS METALICOS SENCILLOS
(Jalisco, 1970)
P r o d u c t o T o n s . M il e s de $
Cuchillos y cucharas de metal y con mangode madera para mesa 175 6 550
Artefactos diversos de cobre 114 5 762Artefactos diversos de zinc, plomo o estaño 8 200Muebles de hierro o acero 122 1050Tijeras de hierro o acero 54 3200Alcayatas y armellas de hierro o acero 123 3 337Clavos, tornillos y remaches de hierro o acero 2 135 2 005Grapas de hierro o acero 39 537Barriles y cilindros de hierro o acero 571 4 637Botes o envases de hierro o acero 2 667 12 962Depósitos, cisternas, cubos 221 2 587Envases de hojalata para cerveza (miles de piezas) 61 193 31062Envases de hojalata y accesorios 1 839 10 500Herramientas de mano 2 614 149 562Candados o chapas de metal común 108 6 125Llaves, válvulas y sus partes para muebles sa
nitarios 121 3 662Telas y tejidos de alambre de hierro o acero 187 2 262Tanques y láminas de hierro esmaltado 38 1225
TOTAL 74 253 264 475
FUENTE: Comercio exterior, 1969-70
CUADRO XH
ESTIMACION DEL CONSUMO DE MAQUINARIA Y HERRAMIENTAS (A PRECIOS DE 1972).
(miles de pesos)
1972 110 658.7 768.71973 120 726.2 846.21974 130 795.0 925.01975 140 865.0 1,005.01976 150 931 2 1,081.2
FUENTE: Examen de la situación económica de MéxicoNo. 551. Oct. 1971, Banco Nacional de México.
ESTIMACION DEL VALOR DE LAS MAQUINAS HERRAMIENTAS QUE SE IMPORTARIAN ENTRE
1973 Y 1976
(millones de pesos de 1972)
1973 1974 1975 1976Tornos 138.8 150.0 161.2 171.2Fresadoras 58.7 63.7 70.0 75.0Taladradoras 82.5 92.5 103.8 113.8Rectificadoras 80.0 90.0 98.8 107.5Prensas 106.3 120.0 135.0 148.7Otras para metal 216.2 231.2 246.2 261.8Para madera 43.7 47.6 50.0 53.7
Total 726.2 795.0 865.0 931.2
FUENTE: Plan Lerma, 1973
Los datos del Banco Nacional de México revelan la gravedad de este problema, por la cantidad que se tiene que importar del exterior (Cuadros XII y XIII).
En resumen, según las diversas fuentes sobre la metal mecánica en Guadalajara, la industria no tiene competiti- vidad a nivel nacional (menos a nivel internacional), con niveles de productividad y eficiencia sumamente bajos, con gran capacidad instalada ociosa (unas 16 horas promedio en el 82% de las 124 empresas encuestadas en el Diagnóstico), sumamente diversificada en su producción, con grandes dificultades para obtención de la materia prima, con pocas empresas de gran escala y una multipliciad de pequeñas y medianas, con un inadecuado control de calidad en el proceso de producción.
La metal mecánica en Guadalajara surgió como auxiliar y subsidiaria de la maquinaria de otras empresas. Nació sin dinamismo propio. Pero en la medida en que prolifero la industria en general, creció también la rama en particular participando de las características generales: empresas familiares pequeñas, diversificación. .. Con tal crecimiento, la rama tuvo que adquirir un dinamismo propio,
pero la subordinación a la tecnología moderna y la falta de concentración de inversiones en líneas de producción específicas provocaron una expansión horizontal en que muy pocas unidades productivas llegaron a destacarse en su crecimiento vertical. Y las que se destacaron se encontraron subordinadas al capital extranjero o articuladas en su producción a empresas de gran escala.
La tercera etapa que habíamos mencionado en la metal mecánica modificó el patrón de crecimiento de las unidades de pequeña escala. Hay empresas como la fábrica Válvulas S.A., cuyos productos, en el tiempo de mayor desarrollo urbano de Guadalajara, cobran una mayor demanda. Tal demanda y la oportunidad de crecer no corresponden a la capacidad productiva. De esta forma se necesitaba mayor financiamiento o la búsqueda de alguna alianza. Si, por otro lado, el capital americano estaba interesado en la penetración de México, el maridaje se hace efectivo desde 1950 con un mercado bastante seguro.
Otra empresa que ya mencionamos, Motores S.A., fundada en 1956, que no tenía una estrategia interna de mayor ampliación por sí misma o de búsqueda de alianzas, también tiene que sucumbir a la seducción del capital extranjero por las ofertas atractivas que se le hacen. Las ofertas empezaron por una alianza y terminaron erí 1968 coñ la dirección absoluta del capital extralocal.
Hablamos también de una empresa fundidora, Fundidos S.A., que logró conservar su autonomía en manos de un campesino convertido en obrero y después en empresario. Es una autonomía al interior del proceso de producción, pero el destino final de los productos está subordinado de todas formas a una empresa de capital extralocal.
Hay, así, unidades productivas de la metal mecánica que crecen pero no por sí solas. Por otro lado, las unidades pequeñas —unas desaparecen, pero surgen muchísimas otras— tampoco operan independientemente. Ya sea por el abastecimiento de las materias primas, ya sea por la tecnolo
gía o por el destino cautivo de sas productos se va haciendo necesaria la vinculación subordinada a las grandes unidades. Son dos tendencias que se encuentran en una relación asimétrica. Las “empresas no locales, especialmente las multinacionales, tienden a competir, en vez de complementar la inversión local, y tienden a ser de capital intensivo” (W alton, 1978:37).
En la perspectiva actual de la metal mecánica, este encuentro de tendencias surgido en la tercera etapa se ha insertado ya en una estructura estable pero contradictoria. Hay actualmente en Guadalajara alrededor de 13 grandes empresas que son las significativas en la rama. Algunas de ellas son las siguientes: Nibco de Méxcio, Protomex, Swa- comex, Siemens, Industrias Gutiérrez, Compañía Siderúrgica de Guadalajara, Conductores Guadalajara, Electrónica Zonda. Al mismo tiempo siguen proliferando, como lo atestiguan la Cámara Metálica, pequeñas unidades productivas.
Las grandes unidades —la mayoría ligadas a capital extralocal— ofrecen posibilidades de articulación al sinnúmero de unidades de la pequeña y mediana industria, aunque entre ambas haya un sinnúmero de contradicciones. Oficialmente, sin embargo, se tiende a promover y ofrecer soluciones formales de conciliación de unas con otras. Soluciones 'planteadas, un decreto federal en 1972 incluyó la ciudad de Guadalajara como uno de los focos de alta concentración industrial (al nivel de Monterrey y el D.F.). De ahí se seguía una política de coartación de estímulos fiscales por parte del gobierno para industriales que quisieran establecerse en esas zonas. Un ejemplo ilustra este punto. En 1975 sólo existen en Jalisco 2 empresas de participación estatal relacionadas con la rama metal mecánica: una fábrica de productos metálicos (con excepción de maquinaria) y equipo que da empleo a 12 trabajadores y tienen una producción bruta total de poco más de 4 millones de pesos, y una fábrica de producción y en
samble de equipo de transporte y sus partes con 312 obreros y una producción bruta de más de 60 millones de pesos (cfr. X Censo industrial, 1976). Todo lo demás en la rama se ha dejado a las empresas trasnacionales y por otro lado a los capitales regionales en su mayoría medianos y pequeños. La Cámara metálica (CIM EG), que desde 1968 contaba con la dirección lúcida de Juan Antonio Palerm Vich, se opuso constantemente a esta política federal y luchó tenazmente por cambiarla. Propugnaba el desarrollo regional industrial y su fortalecimiento mediante los grupos de decisión propios de cada región.
“Desgraciadamente surgió el decreto del 19 de Julio de 1972 llamado de descentralización industrial y desarrollo regional al que nos opusimos (la CIM EG) aún antes de su promulgación y del que hemos pedido su derogación (marzo 1978) apoyados por la CONCAM IN” (Juan Antonio Palerm, 1978b).
CIMEG ha sido sumamente crítica de las políticas federales de incentivos de industrialización respecto a Guadalajara, sobre todo en lo referente al Decreto de 1972; ha elaborado detenidamente el concepto de desarrollo regional, apoyado en las condiciones propias del estado; ha vertido concepciones diferentes a lincamientos que parecían obviamente aceptados por el Plan Lerma. Un ejemplo de esto último es su crítica al concepto de descentralización industriar. “El empleo del concepto de descentralización industrial” —dice Juan Antonio Palerm— “en uña significación más amplia de la de quitar la industria de un centro para llevarla a la periferia de éste o a otra zona geográfica, ha resultado y sigue siendo absolutamente negativo para el desarrollo del país y específicamente para el desenvolvimiento y la integración industrial” (Palerm, 1978a).
La Cámara metálica ha puesto de manifiesto también el problema de las importaciones en esta rama y la inope- rancia de ciertas restricciones legales. Ello en un problema que afecta tanto al sector público cómo el privado.
En marzo de 1978, al CIMEG pedía “que las restricciones que se aplican a los industriales en sus importaciones sean aplicadas al sector público, ya que éste es un importante comprador de equipos y servicios en el extranjero” (J.A. Palerm, 1978b). Las empresas del sector público que importan más son PEMEX, CFE, FERTIMEX, Compañías siderúrgicas, el sistema ferrocarrilero. Las restricciones legales, en último término, no funcionaron. PEMEX de mala gana aceptó trabajar con los productores locales pero advirtió que compraría su equipo en cualquier otro lado si los productores locales no llenaban todas sus especificaciones. Fertimex calladamente siguió haciendo proposiciones internacionales para adquirir bombas, torres de precisión y otro equipo para el complejo de Las Truchas CAnálisis, 1978:215).
CIMEG, en esta zona occidental, ha asumido el liderazgo de intentar llevar a la práctica el desarrollo industrial regional en un sentido capitalista más avanzado. Energía, siderurgia, metalurgia, mecánica son los conjuntos industriales motores a partir de los cuales hay que llevar la política preferente de fabricación de bienes de capital.
Junto a la fabricación de estos bienes, sin embargo, hay que llevar a cabo un programa integral de apoyo a la pequeña y mediana industria (cfr. Jalisco industrial 1978, N? 111). En Jalisco,
la fabricación de bienes de capital debe ser organizada en el sentido de horizontalización de los procesos productivos divisibles. En ese orden hay que aprovechar la cantidad extraordinaria de pequeñas y medianas industrias existentes en la rama que- llamamos metal-mecánica-automotriz, y en sus concentraciones urbanas para aprovecharlas como base para la atracción y promoción de empresas finales que ensamblen, proporcionen tecnología, financien y comercialicen; por el sistema de la subcontratación.O por el de la complementación como nosotros lo hemos llamado; ya que consiste en formas organiza- cionales de varias empresas pequeñas y medianas que,
sin perder su individualidad, se asocian para la producción de maquinaria y equipo (Palerm, 1978a).
El mecanismo de la subcontratación —del que hablaremos más adelante— es la alternativa que CIMEG plantea en la rama, dada la imperiosa necesidad de producir internamente maquinaria y equipo y dada también la diversificación de las empresas y la dificultad de aglutinar a tantas mentalidades de empresarios medianos y pequeños en un plan común.
Para la industria metal mecánica, en 1973, el Plan Lerma de asistencia técnica había señalado los siguientes objetivos:
* Con mayor eficiencia, abatir costos estatales y/o nacionales.
* Más empleos, utilizando más la capacidad productiva y/o creando nuevas empresas.
* Alcanzar cierto grado de especialización.* Más penetración en los mercados internacionales.* Crear y/o consolidar el polo de desarrollo basado en la
metal mecánica.
Para lograr estos objetivos señalaba algunas medidas sobre la descentralización de las industrias mecánicas en la creación de un área industrial fuera del área metropolitana de Guadalajara; medidas sobre el abastecimiento de materias primas, sobre el aprovechamiento de la capacidad instalada. Proponía la ‘integración horizontal’ como acuerdo entre los industriales que producen artículos semejantes y la creación de grandes empresas, algunas de las cuales se hallan encaminadas expresamente a producir bienes de capital.
Pero, ¿cómo se implementaron estas recomendaciones?
En realidad, no se han implementado todavía. La única institución posible para encaminar el dinamismo de la metal mecánica en Jalisco es CIMEG, que en 1976 aglutinaba a 573 empresas como socios. Si bien es cierto que
no todos son socios activos, como se muestra en la asistencia a las reuniones convocadas y en la poca o nula participación de más de la mitad de los miembros, la Cámara se ha constituido en motor impulsor para intentar responder a la necesidad del desarrollo de esta rama.
La alternativa planteada por CIMEG actualmente es el plan de apoyo a la pequeña y mediana industria con el sistema de la subcontratación: la articulación de la pequeña y mediana industria a la fabricación de bienes de capital.
Se ha logrado ya, gracias a la presión de la Cámara, modificar el decreto de 1972. “Se ha conseguido que a nuestra capital tapatía ya no se le equipare, en cuanto a concetración industrial con el D.F. . . Ya no se menciona a la zona metropolitana de Guadalajara como centro industrial sujeto a medidas discriminatorias” (Jalisco Indus- tral, 114, 1979). Más aún, acorde con las declaraciones del Presidente de la República respecto de la necesidad de fabricar internamente maquinaria y equipo, “ha quedado bien clara la situación especial de Jalisco para convertirse en un centro nacional para la fabricación de bienes de capital; lo cual es factible gracias a que, en Guadalajara, hay una importante y diversificada industria metal-mecánica- automotriz, base esencial para tal proyección” (Ibidem).
El objetivo es, pues, dinamizar la industrialización en Jalisco en base precisamente a una de sus ramas más dinámicas: la metal mecánica. Se ha hecho pública la meta de la CIMEG para 1979: fabricación de maquinaria.4
Dada la gran capacidad ociosa, la diversidad de las empresas y su multiplicidad en medianas y pequeñas, esto representa un camino con sinnúmero de dificultades co- yunturales y estructurales. CIMEG ha pensado que uno de los medios para avanzar en Jalisco es el sistema de la subcon tratación.5
Se trataría de aprovechar la capacidad ociosa instalada de muchas empresas y complementar o interrelacionar
más estructuradamente las grandes con las de mediana V pequeña escala.
Se piensa que con este sistema se pueden ir resanando las graves dificultades que enfrenta la metal mecánica en Jalisco y al mismo tiempo propiciar lo más importante: la fabricación de bienes de capital.
El apoyo estatal en esta línea parece ser evidente. Se ha creado un Comité de Alianza para la producción de bienes de capital del Estado de Jalisco, integrado por OO- PRODEJ, el Departamento de Programación y Desarrollo del estado y CIMEG, que cuenta como consultores a diversos organismos y delegaciones de las secretarías de estado, instituciones financieras y SEPAFIN. Dentro de este comité se ecuentra la Comisión de subcontratación, cuya primera función es la implementación de la Bolsa de subcon tratación.
El objetivo de la Bolsa es registrar y supervisar a los subcontratistas reales y potenciales, tener un fichero donde puedan acudir los contratistas. Para ello, es necesario saber con qué maquinaría cuenta cada subcontratista, su capacidad instalada ociosa detallada, qué trabajos puede realizar. La Comisión Técnica de implementación de la Bolsa inició, en octubre de 1979, una encuesta a 143 empresas para tratar de averiguar la capacidad técnica de cada una, lá maquinaria y equipo con que cuenta, las subcontrataciones anteriores que se hayan hecho con otros clientes, la deman- y oferta de contratación de partes, los procesos y productos terminados.
Se trataría de aumentar la productividad con esta complementación, el rendimiento de equipos humanos y máquinas.6
Este primer paso de la Bolsa marcaría la etapa de transición para la apertura del sistema de la subcontratación.
Con ello, el futuro parecería ser prometedor. “La industria metal-mecánica-automotriz queda en situación favo'’
rabie para poder llevar a cabo una promoción para la incorporación de la pequeña industria a la fabricación de bienes de capital, mediante el sistema del mercado de la subcontratación” (Jalisco Industrial, 121, 1979).
La Cámara reconoce que hay problemas fundamentales objetivos como la falta de personal calificado y la escasez de materia prima, pero uno de los puntos claves de solución parece centrarlo en la mentalidad industrial jalisciense: combatir su dispersidad, individualismo, espíritu conservador.
En el proceso del capitalismo clásico de los países centrales las pequeñas y medianas empresas tendían a desaparecer para dar origen a los grandes centros industriales con medios modernos de producción. Así, los empresarios timoratos, no arriesgados, estaban condenados a sucumbir. Triunfa el espíritu empresarial que sabe crear iniciativas y arriesga en las nuevas situaciones que afrenta. ‘“El empresario es aquel que toma la iniciativa en la administración de sus recursos y persigue una política de expansión económica” (Barth, 1963:5). Es el que se concentra en la maximización del valor, que tiene una experimental y especulativa prognosis deductiva de los resultados, voluntad de afrontar riesgos y apuesta a ciertas aventuras aun contra la opinión común. Alrededor de él se corpora un grupo que planifica sus inversiones de manera global, ligando sus decisiones a factores estructurales y coyuntu- rales que pueden limitar los resultados.
En Guadalajara especialmente parece faltar un espíritu empresarial de este último tipo. No existen grupos industriales claramente hegemónicos y sí múltiples mentalidades individualistas que se guían únicamente por la ganancia a corto plazo y el menor número de riesgos posibles. Al darse una coexistencia interrelacionada entre unidades productivas de diferente nivel se crean múltiples mentalidades empresariales con intereses diversos y, a veces, antagónicos. La centralización de capital provoca con
tradicciones difícilmente superables. Más aún, en los países subdesarrollados, tal centralización no es necesariamente unilineal en el sentido de que paulatinamente todos los pequeños capitales vayan sucumbiendo ante los mayores. Esto se da en algunas ramas, pero en general subsisten unidades productivas de pequeña escala subordinadas a las de gran escala.
Aunque muchas empresas pequeñas y medianas necesariamente sucumben frente a la competitividad y presión del mercado, muchas otras nacen y se conservan de manera tal que se vuelven necesarias para la economía capitalista subdesarrollada. Ese artesano o empresario de la pequeña industria y de la menor que pequeña existe como un elemento indispensable de la economía: “Es imposible planear o programar sin contarlo como elemento esen- ciar. y aunque “tiene un gran índice de mortalidad, en cifras absolutas crece en el conjunto de la actividad económica y, por lo mismo, ayuda a mantener la estabilidad económica, así como política y social de la nación” Jalisco Industrial, 114, 1979).
Este tipo de empresarios, muy comunes en la rama metal mecánica de Guadalajara, adolecen de un individualismo exacerbado, una falta de profesionalidad en su actividad específica y una falta de riesgo emprendedor. Muchas de las empresas mecánicas se iniciaron como negocios pequeños y poco a poco fueron agrandándose; continúan, sin embargo, siendo pequeñas en comparación con las unidades productivas de gran escala, y sus dueños, por la inseguridad del mercado al que están sujetos, no arriesgan más allá de la previsión inmediata y continúan manejando múltiples negocios por su propia cuenta. Tal es el ejemplo claro de varios de los estudios de caso que hemos analizado.
La Cámara Metálica reconoce esta realidad, pero subraya su aspecto positivo y trata de darle unidad. Más que el individualismo egoísta resalta al pequeño empresario.
como “el máximo exponente de las realizaciones individuales” (Ibidem), enfatiza “su gran adaptabilidad a las condiciones variantes de la economía” y “su resistencia a las crisis” (Ibidem), ‘‘En el eje del desarrollo está el empresario” afirma el profesor J. A. Palerm, glosando ideas que había expresado ya en un artículo de periódico: “Atrás de todo logro está un empresario”. De esta manera, la Cámara puede concluir que “el apoyo que, por todos, se considera necesario otorgarle debe estar dirigido a incrementar sus capacidades positivas y contrarrestar sus tendencias individualistas, aislantes e insolidarias” (J.A. Palerm, 1978b).
Con una filosofía de este tipo en las medidas que propone, trata de crear una conciencia de clase a una burguesía dispersa y poco cohesionada objetivamente.
La rama metal mecánica tiene imposibilidad estructural dentro del modo de producción capitalista de florecer armónicamente y en forma autónoma; pero, en Guadalajara, el liderazgo de CIMEG ofrece una salida progresista desde la perspectiva de un capitalismo nacional que no quiere perder las esperanzas de superar la frustración de raíz.
El desarrollo particular de algunas empresas
La heterogeneidad en el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de un país nos hace pensar normalmente en dos sectores de la economía: uno moderno y otro atrasado. Visto así, el problema se reduciría a tratar de mecanizar y tecnificar los medios de producción obsoletos para que a mediano plazo se llegue en todos los niveles a la modernidad.
Pero esta solución tan simple no muestra nuestra realidad compleja: no es el atraso lo que nos define sino la dependencia y el subdesarrollo impuesto. En segundo lugar, no se toma en cuenta la especificidad de un país y mucho menos la articulación de los diferentes polos regionales donde se concentra la industria. Eñ esta región del occidente
de México hemos comprobado la contradicción y comple- mentariedad necesaria entre unidades productivas de pequeña y gran escala; unas necesitan a otras para subsistir de manera semejante a como el desarrollo capitalista de los países centrales necesita el subdesarrollo de los países periféricos. Y no todas las unidades pueden mecanizar sus medios de proucción. Y en tercer lugar, aparte de que la tecnología sigue quedando en manos del capital extranjero aún en las alianzas de empresas, la industria moderna en el país subdesarrollado no tiene una fuerza expansiva sino que se convierte en enclave industrial. Es decir, su dinamismo se verticaliza y no se expande de manera que siente las bases de una fabricación interna de bienes de capital, que no tenga necesidad de importarlos en el futuro.
¿Qué modelos de desarrollo industrial se presentan a la rama metal mecánica de Guadalajara?
Históricamente gran parte del asunto dependerá de la capacidad de importar equipos y de lograr cierto efecto extensivo en el uso de los medios modernos de producción.
Si tenemos en cuenta que después del corte definitivo entre medios tradicionales de producción y medios modernos, la industrialización del mundo sub-
. desarrollado depende exclusivamente de sus importaciones de equipos, este tope máximo determina a la vez el tamaño máximo de la industria en el mundo subdesarrollado. Este tamaño máximo de la industria entonces puede variar solamente con el efecto multiplicador que los países subdesarrollados puedan dar a la importación de equipos. Según las etapas de su industrialización será distinto (Hinkelammert1973:31-2).
Los problemas quedan planteados desde diversos ángulos:* Nuestra capacidad de importar medios modernos de
producción.* ¿En manos de quién están quedando dichos medios?* La fuerza expansiva de esos medios sobre el resto de
la economía.
* El establecimiento de condiciones para que se puedan producir nacionalmente los medios modernos de producción a mediano plazo.
Sobre la base de buscar un desarrollo capitalista progresivo en esta rama, diversas empresas han adoptado diferentes modalidades. Algunos estudios de caso nos pueden mostrar más históricamente los caminos que se han adoptado.
No nos vamos a referir en este momento a los talleres mecánicos. Estos en su totalidad están subordinados, adyacentes a empresas de mayor tamaño y complementan la producción de éstas. Nuestros ejemplos se refieren más a las medianas empresas y algunas grandes que han logrado despuntar en la rama metal mecánica.
La asociación temprana al capital extranjero. En 1903,
surgió en Guadalajara una fábrica de válvulas. Fue una de las primeras industrias, que subsistió durante la primera mitad del siglo, pero sin un crecimiento significativo.
En 1950, esta fábrca se transformó en Válvulas S.A., mediante asociación con un grupo norteamericano. Una mayor demanda de estos productos —debido al crecimiento urbano de la ciudad— impulsaba el desarrollo de la empresa. La falta de financiamiento regional y el interés del capital extranjero motivan la asociación y así, Válvulas S.A., aparece ligada a intereses extralocales y con apertura a la tecnología norteamericana. En su género ha llegado a ser de las más importantes de América Latina: fundición de metales no ferrosos y fabricación de válvulas y conexiones de bronce, válvulas industriales, compuertas, válvulas domésticas, regaderas para baño.
Tiene actualmente tecnología moderna de Estados Unidos y, a su vez, vende tecnología a Costa Rica, donde tienen una empresa con participación del 50%. Durante diez años dieron asistencia técnica a un grupo de España. Actualmente venden también tecnología a Colombia.
Antes de 1950, la empresa producía 60 toneladas de válvulas terminadas al año. En 1978 se tiene una producción total de 4 000 toneladas puestas sobre todo en el mercado nacional (un 7% va a la exportación).
Se trabajan actualmente los tres turnos y cada vez con mayores ampliaciones. En 1976 se tenía un capital social entre 15 y 20 millones de pesos; actualmente, declaran tener 24.
El interés en modernizar continuamente los medios de producción ha sido constante. En un principio empezaron con hornos de coca, y luego fueron cambiando: hornos de chapopote, diesel, gas natural, eléctrico. La empresa está dispuesta a pagar toda clase de tecnología para mantener una alta productividad.
Válvulas, S.A. es una de las 500 empresas más grandes de México. En 1977 ocupaba en rango la posición número 238; en 1978 ha crecido y es la número 190. Está incluida en un grupo industrial que aglutina 11 firmas: Fundidoras Nacionales, Protomex, Valco, una fundición en Monterrey. . . Algunas de ellas están también asociadas con capital extranjero.
Algunos datos de Válvulas, S.A. (Metalurgia) (1978)1978 1977 %
Ventas 516.6 350.0 46.2Capital Social 24.0 24.0Capital Contable 156.0 132.0 18.2Activo Total 387.0 261.0 48.3Total de Obreros 800 ------ — —Total de Empleados 400 ------ --------------
El asalto del capital extranjero. En 1956, cinco jalis- cienses se reunieron para formar una industria de motores. Se constituyó con el fin de fabricar y distribuir material eléctrico y mecánico, haciendo todas las operaciones civi- las y mercantiles permitidas por la ley. Era un capital social de $25 000.00. Todos eran mexicanos por nacimiento e
iban a tener sus oficinas en Guadalajara con posibilidad de establecer sucursales en cualquier otra parte.
De echo era una sola persona la que controlaba la fábrica Motores S.A. Don Pedro tenía 230 acciones del total de 250. Las otras cuatro personas tenían cinco cada una.
Don Pedro, siendo ingeniero civil, después de terminada la carrera, entró a trabajar con un tío que negociaba con terrenos. Construía los lotes. Así, a través de la venta de casas de fraccionamiento hizo su capital para poder invertirlo en la empresa.
Tres años después, en 1959, se dio oficialmente el primer testimonio para aumentar el capital social de la empresa. Se emitieron acciones con valor nominal de $5 000.00 cada una. El capital social fue de $1 105 000.00. En esta ocasión Don Pedro y su esposa tenían 216 acciones del total de 221. Otro accionista tenía tres, y los dos restantes una cada uno.
Para 1960 hicieron otra notificación de cambio de capital social de la empresa para llegar a $2 500.000.00. Pa-< ra ese momento las acciones se habían vuelto a modificar: 217 le pertenecían a Don Pedro, y los otros cuatro socios tenían una cada uno. La empresa seguía siendo mexicana, pero se puso una cláusula: “se considera a todos los socios extranjeros que haya o pueda haber en la sociedad como mexicanos, en cuanto a los derechos que en la misma representen y en que no invocarán por lo mismo la protección de gobiernos extranjeros sobre los inmuebles que va a adquirir la sociedad”.
Desde antes de 1960, existía en México un centro distribuidor de motores extranjeros fabricados en el exterior. Esa empresa extranjera tuvo dificultades cuando el gobierno mexicano puso restricciones en las fronteras para determinados artículos. Los extranjeros buscaron combinación con alguna empresa mexicana. La fábrica de motores era una empresa conocida. Le ofrecieron a Don Pedro atractivas ofertas de asociación y aceptó la colaboración.
En 1965, Motores S.A. dio a conocer oficialmente un aumento de capital de la sociedad para llegar a un total de cinco millones. Se estaba ya en combinación con los extranjeros: los motores se fueron modificando en lo exterior e interior con tecnología extranjera. Se pagaban rega- galías por la fabricación de los motores. Pero en el aumento oficial de capital todo seguía apareciendo como mexicano: Don Pedro tenía 996 acciones ($4 980 000) mientras otros cuatro accionistas tenían una cada uno.
En la fábrica ya había extranjeros y mexicanos, aunque los primeros tenían los principales puestos directivos con excepción del director general. Don Pedro fungía oficialmente como administrador general. Pero se agudizaron algunas contradicciones. Varios extranjeros mostraban su desacuerdo respecto a que la dirección de la fábrica la tuviera un mexicano. Aunque de hecho, las órdenes últimas venían de la casa matriz en el extranjero. La dirección general mexicana parecía estar sólo en el papel.
Para 1966 se formalizaron oficialmente algunas cosas. Se repetía que la empresa era mexicana pero se hablaba de la participación de los extranjeros en los testimonios notariados: “todo extranjero que en el acta de la constitución o en cualquier tiempo ulterior adquiera un interés o participación social en la sociedad se considerará por ese simple hecho como mexicano
El capital social, en ese año, quedó constituido de la siguiente manera:
Don PedroEsposa de Don Pedro
50098
acciones»
$2 500 000.00 490 000.00
1 accionista 1 accionista 1
400
1»
5 000.00 5 000.00
Empresa extranjera S.A. 2 000 000.00
Total 1 000 acciones $5 000 000.00
Los problemas entre Don Pedro y los extranjeros continuaron. El problema de fondo era que el director formal no tenía el poder real de dirección de la empresa. Ello poco a poco fue agudizándose. Don Pedro tuvo que hacer un viaje especial a la nación de donde era originaria la empresa.
Los extranjeros, sin más, ofrecieron comprarle todas las acciones. Y ese fue el acuerdo real: por una cantidad mayor al valor de las acciones se hizo la venta al capital extranjero. A partir de ese momento, sin que cambiaran formalmente los títulos de las acciones, Don Pedro salió de la fábrica, dejó de tener ingerencia en ella, y desde entonces, la empresa tuvo un director extranjero que contrataba también algunos mexicanos.
La empresa extranjera tiene de hecho su propia sociedad anónima y razón social para distribuir productos, pero continuó manteniendo su participación en Motores, S.A., con un aparente 65% de capital mexicano y un 35% de capital extranjero. La distribuidora extranjera y Motores, S.A. están en Guadalajara en un mismo terreno como si fueran dos departamentos de una misma fábrica.
En 1970 se reformaron los estatutos de Motores, S.A.7. En asamblea general de accionistas en 1973, se resolvió reducir el capital de la sociedad quitando 4 millones de los 5 que tenía; quedó sólo la cantidad de un millón de pesos de capital social, mediante reembolso efectivo a los accionistas. Así ha quedado hasta 1979. Sigue apareciendo el nombre de Don Pedro. En noviembre de 1979, por ejemplo, Motores S.A., por boca del Presidente del Consejo de Administración convocó públicamente a una asam- ble general ordinaria de accionistas para presentar el balance general y estado financiero de ese año.
La empresa extranjera por su lado, con su propia razón social, ha ido agrandándose. Aprovechando la experiencia de varios años en la fabricación de motores, ahora sí puede emprender una inversión más segura. Motores, S.A., fue el conejillo que afrontó los primeros riesgos pa
ra probar el camino. Ahora, la empresa con aprobación del gobierno del estado va a adquirir un terreno en 20 millones de pesos en el que va a construir un edificio con valor de 80 millones. Su plan de fabricación de motores en 1979 era aproximadamente de 120 millones de pesos, Tiene 325 trabajadores aparte de los 50 que ocupa Motores, S.A., con los que se trabaja en combinación. La empresa extranjera en México tenía en 1978 un capital social de 140 millones con un activo total de 735.6 millones.
El triunfo del capital extralocal. La empresa Material Eléctrico, S.A., se fundó en 1963. Don Antonio, uno de los primeros accionistas, había estudiado ingeniería y había trabajado en Conductores Monterrey y en Pemex. Había vivido antes en Tampico y León como agente de ventas de estas compañías. Así llegó a trabajar a Guadalajara.
Tres obreros, dos técnicos electricistas y dos ingenieros iniciaron las actividades del taller reparando y fabricando material eléctrico. Ocupaban una cochera. El primer aparato que hicieron se quemó en la prueba. Continuaron la formación del taller, haciendo transformadores, reguladores para televisión. . .
En 1966, el taller se amplió y cambió su ubicación a la zona industrial de la ciudad en una construcción que costó $850 000.00. Se aumentó el número de obreros y se pensaba aumentar la producción en un 500%.
El principal accionista de la fábrica en 1969, por problemas de otros negocios que poseía, decidió retirar todas sus acciones de Material Eléctrico, S.A. Don Antonio poco a poco las fue adquiriendo hasta que en 1973-74 era el único propietario.
Material Eléctrico, S.A., vende sus productos fundamentalmente a la Comisión Federal de Electricidad y a Pemex, pero también hay otros clientes importantes: Compañía de Luz y Fuerza del Centro, el IM SS... Hay actualmente demasiada demanda de estos proudctos eléctricos.
Hasta agosto de 1980, por ejemplo, la empresa tiene cubierta toda su capacidad instalada, y ello aunque en 1979, comparada con el año anterior, se aumentó la producción en 200%. En septiembre de 1978 tenía 33 empleados y 55 trabajadores de producción.
Hasta 1978, la empresa fue autosuficiente para conseguir sus materias primas y distribuir sus productos, dentro de las crisis cíclicas del mercado capitalista. Tenía 6 millones de capital social. Pero la competencia ha hecho difícil la situación8. A mayor tecnología en una coyuntura determinada se pueden abaratar los costos de producción y poner en el mercado mejores productos y más baratos para hacer quebrar la competencia. Las empresas que no tienen capacidad de modernizar sus medios de producción pueden quedar relegadas. En este caso, Conductores Monterrey, por ejemplo, está siendo capaz de producir el mismo material eléctrico con menos costos. Para la empresa de Don Antonio se acercaban momentos en que no iba a poder surtir los productos a precios aceptables. Era necesario ampliarse y modernizarse. La alternativa era crecer o quebrar. Pero el dueño carecía de financiamiento.
En el mismo año 1978, Don Antonio entró en relaciones con un grupo industrial del Distrito Federal, de capital nacional y algunas ingerencias trasnacionales. Este grupo industrial se va a asociar con Material Eléctrico, S.A., y al mismo tiempo está abriendo una fábrica complementaria de los productos en el Estado de México. Material Eléctrico, S.A., se convertirá en filial de una de las empresas del grupo industrial para fabricar una parte de los productos eléctricos. Se aportaron ya 4 millones de pesos para la ampliación de tal manera que la fábrica de Don Antonio cuenta ya con un capital social de 10 millones de pesos. Para toda esta ampliación se va a importar maquinaria de Estados Unidos.
Este grupo industrial con sede en el D.F., está clasificado en 1979 como una de las 40 industrias más impor
tantes de México. Su giro principal es la fabricación de equipo industrial. El grupo integra 40 empresas de diversas líneas (electrónica, constructoras, telecomunicación, transportes, fabricación de plumas, fraccionadoras. . . ) distribuidas en toda la República. En 1978, contaba con un capital social de 662.9 millones de pesos, un activo total de 3 986.3 millones y un total de 11 542 trabajadores entre obreros y empleados.
Al estar asociada con un monopolio de tal poder económico, Material Eléctrico, S.A., necesariamente entrará en relaciones de nuevo tipo que afectarán su organización y producción.
Pero, además, Material Eléctrico está haciendo contactos con una empresa estadounidense. El contacto nació a partir de revistas de comercio en que aparecía dicha empresa como fabricante de material semejante a los productos de Don Antonio. Se hizo efectiva la relación. Don Antonio se dio cuenta que allá producen en un mes 10 veces más que Material Eléctrico, S.A., con menos obreros. Se ha aceptado que en un futuro próximo la empresa norteamericana invierta también en Material Eléctrico, S.A., junto con el grupo industrial del D F., de tal manera que se contará con un capital social de 20 millones: 40% la empresa norteamericana, 30% el grupo industrial, 30% Don Antonio.
Se ha tenido que dar una subordinación al capital ex- tralocal. Y al final, de todas formas, se entra también en relación subordinada al capital extranjero.
La difícil resistencia de una empresa local. La empresa Maquinaria, S.A., surgió en los años 1940. En un pequeño taller de carpintería se producían moldes para máquinas de aserradero y posteriormente la fundición para realizarlas.
Toda la organización interna recayó sobre dos trabajadores que desde sus inicios llegaron a administrar todos los movimientos. El dueño sólo se encargaba de algunas
relaciones públicas y de haccr sangrías a las ganancias de la empresa en beneficio de otros de sus negocios.
Graves problemas de mercado sólo tuvieron en los años 1960. El dueño envió a sus trabajadores de confianza al noroeste donde abrieron relaciones y trajeron inmediatamente varios pedidos.
Problemas de abastecimiento de materias primas siempre los han tenido pero los administradores han sabido sortear las dificultades. Utilizan hierro colado, que compran en los centros especuladores de compra y venta; utilizan carbón de piedra que adquieren también en los centros comerciales industriales; necesitan además una arena especial que traen de la Barca y de Ixtlahuacán.
El problema de las técnicas modernas de producción no se ha visto agudizado mucho. Aunque el proceso requiere cierta especialización (fundición, tomo, laminado, moldes, soldadura. . . ) tienen obreros calificados estables y no han variado notablemente el proceso en muchos años. El dueño, por su lado, ha sido sagaz y hábil en conseguir en algunas transacciones máquinas de mejor calidad para la empresa. Adquirió, por ejemplo, a través de presiones no muy legales, una maquinaria rusa única en el país, pero no la ha concentrado sino que la ha llevado a otros negocios, y algunas de esas máquinas las ha tenido que vender por necesidades económicas.
Aparte de la empresa Maquinaria, S.A., el empresario ha querido abrir otra fábrica semejante en la zona industrial. Es dueño de un rancho y varios terrenos en El Salto. Tiene relación con terrenos en Puerto Vallarta. Ha comprado negocios “a puerta cerrada” con maquinaria que ha vendido posteriormente.
Pero toda esta interrelación entre multiplicidad de negocios y cierta informalidad en el pago y recibo de cuentas le ha dejado una deuda de varios millones con Nacional Financiera. El dueño hizo pesar toda la deuda en una sola de sus empresas, Maquinaria, S.A. Nacional
Financiera ha querido cobrar en varias ocasiones pero no ha podido: reticencias, tensiones, amenazas y aun líos de armas- lo han impedido. Finalmente, para intentar solucionar el problema, el dueño hizo arreglos con el sindicato de tal manera que la empresa estuviera emplazada a huelga. En cualquier presión de los acreedores, se levanta la bandera negra y roja y con ello se impide que se lleven la maquinaria. Emplazada a huelga, la empresa ha funcionado por varios años. Es una empresa que con múltiples argucias legales e ilegales se resiste a desaparecer o perder autonomía.
Una notable excepción. Empresarios jaliscienses han logrado crear y mantener en sus manos la Compañía Siderúrgica de Guadalajara, como una de las empresas más notables del occidente de México, que fabrica vigas, canales, ángulos, redondos, varillas y aceros especiales. Es una de las escasas unidades productivas de gran escala en la metal mecánica que han logrado mantenerse bajo control regional.
La Compañía Siderúrgica de Guadalajara (CSG ) nació en 1966 para intentar cubrir una demanda creciente de hierro y acero en la industria de la construcción en esta zona. Se instaló posteriormente, en diciembre de 1969, un horno eléctrico con capacidad de 20 toneladas y también una máquina de colada continua en dos cuerdas y dos trenes de laminación. La capacidad instalada inicial de50 000 toneladas fue duplicada en 1972 al instalarse un nuevo horno de 20 toneladas. Y últimamente en 1977 se hizo una nueva ampliación al instalarse un horno eléctrico de 60 toneladas y ua máquina de colada continua de tres cuerdas para elevar la capacidad instalada a 200 000 toneladas anuales de producto terminado.
En el inicio fueron 300 obreros; en 1979 sumaban1 400 obreros que laboran en tres turnos. En enero de1979 estaban aceptando más obreros. En 1978, se tuvo ün volúmen de ventas de 986.5 millones de pesos. 9.
La fábrica consta de dos naves de acería donde se en- cuetran los hornos, separadas por un espacio donde se encuentra la chatarra (hierro dulce), un triturador y un electroimán. Hay también una nave de laminado donde los obreros van moldeando el acero fundido y lo colocan para su enfriamiento. Y en la parte posterior hay un taller de mantenimiento, mecánica y torno, para reparaciones.
En general, una vez instalada la maquinaria, no existe trabajo altamente especializado. La mecánica y el torno en el taller de mantenimiento son las líneas en las que piden más requisitos. Para casi todo el proceso de producción cualquier persona puede irse entrenando en poco tiempo. Los trabajadores que solicitan empleo y son aceptados pasan una temporada de 22 días como ayudantes de los encargados de las diversas áreas, y en pocas semanas pueden ellos mismos encargarse de los diversos trabajos.
El problema grande, al igual que pasó en Ciudad Sa- hagún y las Truchas, es el financiamiento para la adquisición inicial de la maquinaria y equipo. En esta primera transformación de la materia prima que suministra productos base de otras industrias no es necesaria mano de obra tan calificada en todo el conjunto y puede obtenerse fá- cialmente en los alrededores de la región. Otra cosa puede suceder en aquellos procesos productivos que requieren alta especialización en la mano de obra.
La CSG, por otro lado, ha logrado corporar a su alrededor inmediato varias empresas que complementan y articulan otros productos de la misma rama.10.
La CSG es una de las escasas empresas de gran escala que han logrado mantenerse bajo control de empresarios regionales. ¿Por qué se da esta excepción en un conjunto totalmente subordinado?
Esta empresa nace a mediados de 1960. Nacimiento tardío en relación al proceso —ya iniciado— de auge de la metal mecánica. Sus cinco principales fundadores son empresarios significativos en diversas ramas industriales de
la zona de Guadalajara, que inician la siderúrgica aportando una experiencia ya adquirida. Es una empresa que nace ya grande, en el sentido de que la inversión es cuantiosa desde su origen, y se contrapone así al resto de las empresas de Jalisco que se iniciaron en pequeños talleres y poco a poco fueron capitalizando. Los accionistas son gente que ya han madurado en otros lados y tienen una visión de qué es lo que se quiere, sobre todo, en la perspectiva de un mercado bastante seguro en todo el occidente y también cuando en México hay más demanda de hierro y acero.
Este proceso de crecimiento con capital jalisciense tuvo también cierta protección gubernamental ya que existe un reclamo nacionalista para que la rama básica del hierro y acero permanezcan en manos nacionales.
Todos estos factores en su conjunto explican lo excepcional de la empresa, que continúa en proceso ascendente. Es marcado el contraste frente a la diversidad de la pequeña y mediana industria y frente al temor común de los empresarios jalicienses a invertir en proyectos industriales de mediano y largo plazo.Consideraciones finales. Intentar desarrollar la rama metal mecánica de un país subdesarrollado, muy ligada a la fabricación interna de bienes de capital, es un reto estructuralmente imposible de superar de manera armónica desde a nerspectiva de las relaciones capitalistas de producción.
El capitalismo tiende por naturaleza a la concentración mo- nopólica de los medios de producción, en base a la explotación de la clase trabajadora y provocando aguda competencia entre sectores de la burguesía. Ello provoca un sistema encaminado a beneficio de unos pocos y una economía distorsionada socialmente.
La historia de la rama metal mecánica en esta región del occidente de México nos muestra en lo general una industria diversificada en multitud de unidades (la mayoría de mediana y pequeña escala), descoordinada y poco complementada para un plan de conjunto, con poco aprove-
chamiento de su capacidad instalada, que no ha podido ligarse definitivamente a la fabricación de bienes de capital y muy sujeta a la tecnología extranjera e importación de maquinaria y equipo.
Hemos señalado algunas etapas del proceso de la metal mecánica jalisciense:
a) Del siglo XIX hasta 1930. Toda la maquinaria de las industrias nacientes es importada. Surgen los talleres mecánicos de reparación y fabricación de piezas. Participan ya fuertemente los extranjeros.
b) La década de 1930 —que incluye las consecuencias de la gran crisis del capitalismo mundial por la depresión— hasta la segunda guerra mundial y sus años inmediatamente posteriores. Son los principios de la industrialización a nivel nacional. En Guadalajara la metal mecánica crece horizontalmente diversificada participando de las características de las otras ramas de la industria jalisciense.
c) Las dos décadas de 1950 y 1960. El proceso de la metal mecánica se ve penetrado por los capitales extralo- cales, particularmente los extranjeros. La expansión horizontal de la industria metálica se ve afectada por el crecimiento vertical de algunas empresas con capital venido de fuera. Se da un enfrentamiento de intereses, que poco a poco va produciendo una estructurada subordinación hacia las unidades productivas de gran escala.
d) La década de 1970. Las tendencias de los diferentes grupos de empresas se acentúan: siguen proliferando los talleres y la mediana y pequeña industria por un lado; continúa por otro lado la penetración de los monopolios extralocales. Pero la relación entre uno y otro grupo, dentro de la dominación de estos últimos, tiende a ser articulada sobre todo por los mecanismos oficiales propuestos por la Cámara Metálica de Guadalajara.
Si en el conjunto de la industria mexicana, Monterrey ha desarrollado un caso particular y excepcional de bur-
guesía en determinadas líneas de producción, encontramos por otra parte que la zona de Guadalajara presenta un caso diferente en que se acentúan algunos rasgos de una industrialización atrofiada: heterogeneidad en el nivel de las fuerzas productivas, diversificación descoordinada en la producción. . .
Guadalajara en la rama metal mecánica tuvo muchas alternativas de inversión pero poca capacidad de crédito y financiamiento para crecer firmemente desde su origen. Algunas empresas cuyos productos tuvieron mayor demanda en el mercado debieron asociarse desde temprano. La metal mecánica se expandió horizontalmente en múltiples unidades y no tuvo la cohesión para hacer frente a la penetración de intereses extralocales, que poco a poco han ido estableciendo su dominio.
U na parte de los empresarios locales han estado perdiendo terreno y su centro de decisión al permitir que antiguas empresas de raigambre local sean vendidas. . . Hay numerosos casos de instituciones bancarias y empresas tanto industriaos como comerciales y de servicios, originalmente fundadas y desarrolladas por inversionistas jalicienses, que poco a poco han ido pasando a manos de inversionistas no jalisciense (El Informador , 10-1-79:1 G ).
La metal mecánica es una de las ramas más dinámicas de toda producción económica actual. Es claro el interés de los monopolios por controlar estas líneas de producción. Esto se produce en Jalisco progresivamente desde 1950, desplazando poco a poco a los intereses locales, que no tienen capacidad de negociación por su multiplicidad, diversidad y escaso poder de inversión sobre todo a mediano v largo plazo.
A pesar de incluirse en un mismo esquema capitalista, los intereses locales y extralocales entran en contradicción. Las medidas oficiales tienden a conciliar y complementar tales intereses a través, por ejemplo, del sistema de la subcontratación. Pero el problema estructural subsis:
te. La burguesía regional de esta rama, que no tiene crédito ni financiamiento suficiente para adquirir tecnología y maquinaria y estar al nivel de la competencia nacional y trasnacional, va subordinándose progresivamente ante los monopolios industriales expandidos verticalmente y que conservan la relación con la pequeña y mediana industria en aquellas líneas en que pueden ser complementadas a menor costo.
N O T A S
1 La Escoba, hilados y tejidos, en Guadalajara (1843); Atemajac, hilados y tejidos (1843); Fábrica de papel La Constancia en Ta- palpa (1842); El Batán, fábrica de papel (1844); Caja de agua, hilados y tejidos, en Guadalajara (1850); La Experiencia, hilados y tejidos (1851); El Buen Gusto, tabacos, en Guadalajara (1864); Rio Blanco, hilados y tejidos, en el Salto (1866)—
2 En 1897, Pedro A. Nafarrate solicitó exención de impuestos para la creación de una fábrica de clavos de alambre.En diciembre de 1900, los Sres. Gollingnon y Oía. dan cuenta de una fábrica de artefactos de hierro, latón o bronce. iEsta fábrica continúa todavía: fundición de metales no ferrosos y fabricación de válvulas de bronce, de Juan Jorge Cóllingnon Al- mada.En 1901, se menciona una fábrica de material eléctrico del Sr. Félix Araiza.En 1902, el Sr. Enrique Yohanen pide permiso para instalar una fábrica de herraduras y clavos para herrar, en Guadalajara. En 1902, en la sierra de Tapalpa, se encontraba una fábrica de artefactos de hierro y metales de Manuel L. Goncuera: la Fe- rrería de Tula.En 1903, se comenzó la fábrica de válvulas Guillermo Garroll que, posteriormente, en 1950, con su crecimiento se transformó en Nibco de México S.A.En 1904, Behen y Paulsen cuentan ya con una fábrica de clavos y artefactos de hierro. Esta misma aparece en 1902 (Behen y Cía.) pidiendo exención de pago de patente.En 1904, José (Díaz S. pide exención de impuestos para instalar una hacienda metalúrgica para la fundición de metales y una fábrica de ladrillos refractarios, en Guadalajara.En 1904, los Sres. G. Kratz, y A .R . Urrea, en nombre de ‘La Soledad Development, S.A.', solicitan exención de impuestos para la explotación de mármoles por medio de maquinaria y para la fabricación de ladrillos refractarios para hornos de fundición .En 1905, Manuel Mario Legarreta pide permiso para fabricar
clavos de herrar, clavo cortado, tornillos, hebillas, cadenas, y además quiere instalar otra fábrica de broches, hebillas, botones de todas dlases, alfileres, peines, horquillas.En 1905, Isaac M. Hutchison pretende establecer una fabricación de locomotoras.En 1905, el Sr. Lic. Rafael Pardo, representante de Y.C. Brow- ne, pide permiso para faibricar automóviles y bicicletas.En 1906, el Sr. Francisco Salle, en Guadalajara, solicita exención de impuestos para una fábrica de automóviles, motores de gas, gasolina y petróleo.En 1902 existe una fábrica de armas en Guadalajara, propiedad de Daniel V. García.En 1903, existen tres fábricas de cartuchos metálicos en Gua- dalajara, propiedad de Juan Alvarez, A. Pérez Arce y Manuel Pérez Arce respectivamente.El Ing. Rafael de la Mora, en conferencia dada en 1903, habla
de talleres de fabricación de válvulas de bronce para agua y vapor, “fundados en esta ciudad (Guadalajara) hace unos cuantos años y los cuales están dotados de maquinaria moderna bien distribuida y en salones adecuados” (De la Mora, 1903: 35).En 1906, Guillermo Farrell da cuenta de una fábrica de calderas de vapor triple, inexplosivo, en Guadalajara.En 1906, se menciona una fundición para beneficiar metales en la Hacienda Ahuacapan en Autlán, cuyo dueño es el Sr. Carlos D. du-Bais.En 1907, Kent E. Keller solicita exención de impuestos para una fundición metalúrgica en Ayutla, Jal.En 1908, Encamación Payen solicita exención de impuestos para fundir metales de estaño.
3 Otro tipo de clasificación de los abastecimientos en todas las ramas nos da para ese tiempo que Guadalajara tiene el triple de establecimientos de Monterrey: 253 frente a 77. Tiene, además, la tercera parte del valor de la producción (760 048 000 frente a 2 277 631 000) comparativamente (Walton, 1977:39).
4 Una de las metas para conseguir en el curso del presente año (1979) es sentar las bases de un programa efectivo y real de integración de la industria metálica a la fabricación interna de bienes de capital. . . Se encuentra por muy buen camino otro de los fines propuestos por la propia Cámara para este año, que consiste en promover y proyectar la subcontratación industrial para aumentar y diversificar la producción de partes para fabricación de bienes de capital" (El Informador, 22-1-1979:).
5 La subcontratación es aquella relación que se establece cuando una empresa (llamada contratista) hace a otra empresa (llamada subcontratista) pedidos de producción de piezas, componentes, subconjuntos o conjuntos destinados a integrarse en un producto que venderá el contratista. Estos pedidos pueden compren
der una elaboración, transformación o acabado adicional de materiales o piezas por el subcontratista” (Jalisco Industrial, 114, 1979).
6 La bolsa de la Cámara de la Industria Metálica está enfocada esencialmente hacia las actividades comprendidas en el sector metal-mecánico-automotríz de Jalisco. Su actuación se basa fundamentalmente en poner en contacto a las empresas interesadas en que se I ü s realice un determinado trabajo, a las que la Bolsa denomina genéricamente con el nombre de Contratistas o Dadoras de trabajos, con aquellas otra?, que están en condiciones y pueden llevar a cabo dicho trabajo en aquel preciso momento, a las que la Bolsa da el nombre genérico de Subcontratistas o talleres auxiliares)” (Jalisco Iudustrial) 120, 1979)
7 Se decía lo siguiente en el testimonio notoriado: “la sociedad tiene por objeto la compra-venta, comisión, representación importación y exportación de toda clase de artículos y productos, el arrendamiento de instalaciones técnicas y de aparatos y el ejercicio lícito del comercio en general; la fabricación, elaboración y compostura de toda clase de artículos, maquinaria, aparatos e instrumentos en todo lo que se refiere a la industria eléctrica, electrónica, y para los hospitales, la compra-venta, administración y explotación de bienes urbanos y la explotación por arrendamiento de inmuebles urbanos; la compra-venta de acciones, préstamos, adquisición de títulos y valores así como la adquisición de participaciones de otras empresas; y la celebración y ejecución de todo acto y contrato y, en general, todos los negocios que acuerden la asamblea general o en consejo de administración de la sociedad. La sociedad podrá adquirir representaciones nacionales y extranjeras.
8 La CFE, por ejemplo, hace concursos en que participan todas las empresas1 que le ofrecen sus productos. La calidad y precio de éstos determinan las empresas que pueden satisfacer la demanda. La competencia es- estructurada y abierta. Sucumben los que no estén a la altura.
9 El 13-XI-1979 apareció en la prensa local un aviso público: la asamblea general extraordinaria de accionistas de la CGS, celebrada el 17-VDÍÍI*fl|S79, acordó aumentar el capital social a 24 millones de pesos. El aviso estaba firmado por el Secretario del Consejo de Administración.
10 Aceros Palma, S.A. que elabora perfiles pequeños, varillas, alambre. ..-—Postes y Equipos, S.A. que produce postes de alumbrado, herrajes y estructuras para torres de alta tensión. Realiza trabajos de pailería industrial.—Forjas, S .A ., fabrica bolas de acero para molinos, utilizando los aceros de la CSG.—Proveedora de Servicios, S .A ., empresa de transportes y arrendamiento de maquinaria especial.
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