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Colegio De Posgraduados Campus Puebla Maestría Profesionalizante en Gestión del Desarrollo Social Presenta: Leticia González López Nunca es demasiando tarde para imaginar aquello de que solamente la educación cambiará el mundo” “La Educación Superior como espacio fundamental para el desarrollo de procesos de gobernanzaUna de las grandes paradojas del mundo contemporáneo consiste en que, en los tiempos de la globalización, la educación permanezca como la última utopía, certeza o proyecto para la reforma cultural, ética y cívica de las sociedades, es decir, en un mundo donde todo lo sólido parece desvanecerse en el aire. La extendida creencia de que todos los problemas y posibles soluciones de la vida individual y colectiva son enteramente nuevos en la historia humana, forma parte del espíritu de le época, no deja de sorprender suficientemente el hecho de que un asunto antiguo, la educación, siga apreciando como la última utopía, el último lugar de las certezas y los proyectos para crear una sociedad. Apostar a la formulación de valores y principios éticos, a la construcción de cierto sentido moral en a vida Pública, mejorando destreza, habilidades y competencias técnicas y científicas, es una posibilidad que implica riesgo y decisión. La Educación Superior Universitaria se ha significado por sus contribuciones no sólo a la economía sino también a la política y a la cultura. De hecho, su papel en la formación de los profesionales de la técnica y del servicio 1

Gobernanza

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primer capitulo de la tesis

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Colegio De Posgraduados Campus PueblaMaestría Profesionalizante en Gestión del Desarrollo Social

Presenta: Leticia González López

“Nunca es demasiando tarde para imaginar aquello de que

solamente la educación cambiará el mundo”

“La Educación Superior como espacio fundamental para el desarrollo de procesos

de gobernanza”

Una de las grandes paradojas del mundo contemporáneo consiste en

que, en los tiempos de la globalización, la educación permanezca como la

última utopía, certeza o proyecto para la reforma cultural, ética y cívica de las

sociedades, es decir, en un mundo donde todo lo sólido parece desvanecerse

en el aire.

La extendida creencia de que todos los problemas y posibles soluciones

de la vida individual y colectiva son enteramente nuevos en la historia humana,

forma parte del espíritu de le época, no deja de sorprender suficientemente el

hecho de que un asunto antiguo, la educación, siga apreciando como la última

utopía, el último lugar de las certezas y los proyectos para crear una sociedad.

Apostar a la formulación de valores y principios éticos, a la construcción de

cierto sentido moral en a vida Pública, mejorando destreza, habilidades y

competencias técnicas y científicas, es una posibilidad que implica riesgo y

decisión.

La Educación Superior Universitaria se ha significado por sus

contribuciones no sólo a la economía sino también a la política y a la cultura.

De hecho, su papel en la formación de los profesionales de la técnica y del

servicio público, así como de los gerentes y expertos de la función pública, de

la investigación científica y los liderazgos políticos en contextos no

democráticos, ha permitido que se construya como un espacio de libertades

que ha cobijado durante largos ciclos la formación de profesionistas y

científicos en las distintas sociedades nacionales.

Durante un largo tiempo, entre los griegos y romanos, la educación fue

vista como una forma de civilizar los espíritus salvajes, el proceso mediante el

cual los hombres aprendían los hábitos y conocimientos necesarios para vivir

en sociedad. Años más tarde la educación fue vista como parte misionera

evangelizadora de la iglesia y del protestantismo. En el siglo XVIII y XIX la

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educación fue vista como los procesos formadores de las élites de poder y de

los funcionarios de los nacientes estados.

En la mitad del siglo XX, se le atribuyeron funciones económicas a la

educación con la teorías del capital humano, poco antes la educación fue

considerada, como el proceso democratizador por excelencia y poco después

con las teorías de la modernización, fue enfocada al desarrollo social y

crecimiento económico, auque en otros lados fue vinculada a los procesos de

liberación nacional y de la revolución política, es por ello que varios estudios

reciente muestran como un mayor nivel de ingreso y un mejor distribución

social, junto con un mayor grado de escolarización, permiten la construcción

de umbrales mínimos de democratización “sostenible” de régimen político. Es

decir, las democracias ricas, viejas, y más educadas (escolarizadas) tienen

mucho más posibilidad e sobrevivir y consolidarse que las democracias jóvenes

y bajamente educadas.1

La educación es por hoy quizá más que nunca una de las

organizaciones colectivas más importantes para ligar esa concepción

moderna del desarrollo como libertad con la expansión y consolidación de una

ciudadanía democrática, capaz de ejercer y procurar sus libertades,

obligaciones y responsabilidades en el marco de una sociedad plural y de

representaciones democráticas. La formación de una ciudadanía de este perfil

especialmente en el contexto de nuevas democracias como la mexicana,

requiere de la eficacia y legitimidad de ciertos principios clásicos (respeto de la

ley, estado de derecho, derecho a la libertad de expresión de las ideas, pero

de manera fundamental la formación e interiorización de por lo menos tres

valores básicos entre la ciudadanía: La autonomía individual, la cooperación y

la participación. 2

La autonomía individual se trata de conquistar y crecer libertades

individuales haciéndose cargo de las consecuencias ejercidas. Cultivar y

ejercer dicha autonomía de los individuos implica también desarrollar una

cultura de la responsabilidad. No se pude hablar y ejercer la libertad cuando no

se tiene claro la responsabilidad. La autonomía individual y responsabilidad

1 Maravall, José María. Los resultados de la democracia, Alianza editorial, Madrid.1995.2 Savater,Fernando. Ética y ciudadanía, Montesinos, España, 2002, 151-154.

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pública es in vínculo necesario para la construcción de una ciudadanía

democrática.

La capacidad de la autonomía individual debe estar acompañada de un

incremento en red de cooperación social y, más específicamente, en la

construcción de capital social, es decir de confianza. La cooperación, la

acción cooperativa, es una decisión basada en ciertas expectativas de

confianza, y para ello no basta las buenas intenciones de los ciudadanos o de

los gobernantes, son necesarias instituciones y reglas que garanticen y

favorezcan la cooperación y las escuelas y proceso educativos son parte de

esas instituciones. En este sentido Fernando Savater,3 comenta; no hace falta

preparación ni educación alguna para vivir en una dictadura: basta obedecer y

tener miedo a la autoridad del tirano el dictador en turno, y de preferencia, no

tener ninguna educación; pero para vivir en una democracia hace falta crear

un tipo de ciudadano, el tipo de capacidades intelectual imprescindible para

participar y deliberar una democracia, es decir formar sujetos sociales.

La nueva misión de la universidad se presenta en tres aspectos

importantes, no dejando sin mencionar que en siglo XX se la constituye como

un especio de discusión política y debate ideológico sobre su función y misión

en el mundo moderna4:

La primera es que la universidad debe comprometerse con el estudio y

la solución de los grandes problemas sociales, nacionales. La segundad

consiste en la formación de elites técnicas y profesionales capaces de producir

los liderazgos de un sociedad en construcción. El tercer aspecto se refiere a la

producción de investigación científica y de desarrollo tecnológico, como un

proceso de modernización de las ideas y de las culturas nacionales.

Formar mejores ciudadanos, cooperativos, autónomos y participativos,

capaces de asumir los costos y responsabilidades de la acción colectiva y

organizada, es lo que pude generar reservas de capital social e instituciones

que puedan lidiar con mejores posibilidades de éxito con los dilemas,

tensiones y complejidades de una gobernabilidad democrática.

Las nuevas concepciones de la realidad latinoamericana han idos

evolucionando, permitiendo pensar en diferentes formas de concebir la acción 3 Savater, Fernando. “La educación y los valores de la ciudadanía” en C. Ornelas (comp.), Valores, calidad y educación, ed. Santillana, México, 2002.4 Cfr,. Misión de la Universidad, Espasa-Calpe, 1976, Madrid.

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de los gobiernos, es así como las transformaciones han ido cobrando vigencia

sin polémicas entre los debates acerca de las formas de enfrentar realidades

cada vez más complejas; la noción de “Gobernancia” (en el inglés governance )

es nueva en la literatura, habiendo comenzado a utilizarse a comienzos de la

década de 1980. Señalado por Sarah Ben Nefissan (referida por Jorge Balbis,

2001)5definen a la gobernancia como “un conjunto de reformas que procuran

establecer una nueva articulación entre el estado, el mercado y la sociedad”,

La gobernancia no resulta un fin en sí misma sino que constituye un medio

que debe permitir el desarrollo económico y social de las sociedades a partir

del establecimiento de nuevas relacione entre los poderes públicos, el mundo

de las empresas privadas y el sector asociativo sin fines de lucro.

El termino “gorbernancia” es una traducción directa del inglés

“gobernante” pero no ha sido admitida por real academia de la lengua

española. Formalmente la academia ha adoptado el término de “gobernanza"

que refiere al arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el

logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo

un sano equilibrio entre el estado, la sociedad civil y el mercado de la

economía.

Según Balbis,” un análisis de la goberancia en términos analíticos

debería permitir captar mejor la originalidad de lo político en un sentido amplio

y de sus efectos sobre el desarrollo, al poner en evidencia y potenciar el papel

de actores no estatales que, sin embargo, también contribuyen al

funcionamiento y la regulación de la vida social.

Mas allá de las críticas que ha merecido el término, también es cierto

que responde a una nueva manera de concebir la forma de gobernar en esta

época, también es cierto que ha sido adoptado a niveles regionales de la mano

de transformaciones de loa movimientos sociales y de las formas de

participación creciente de diversos sectores de la sociedad en la vida pública.

Conclusiones finalesA través de lo planteado anteriormente concluyo el siguiente:

5 Balbis, ONES, Gobernancia y Desarrollo en América Latina y el Caribe, UNESCO, 2001, p.24.

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1.- La importancia de la Educación Superior como pieza clave para formación

de ciudadanos autónomos, cooperativos, críticos de la realidad y reflexivos,

capaces de asumir con responsabilidad los retos.

2.- La gobernanza como un medio para incidir en las políticas sociales para un

bienestar colectivo.

3.- La gobernanza como una alternativa en procesos educativos en las

universidades

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