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Los encuentros sociales para Goffman (1970) son los contactos cara a cara o medi atizados con otros participantes que vive la persona constantemente en el mundo. Para ello entiende la cara como un valor social positivo que la persona reclam a para sí por medio de la línea que los otros suponen ha seguido durante determinado contacto, en otras palabras, la cara es la imagen de la persona delimitada en tér minos de atributos socialmente aprobada. La cara son las emociones floreciendo e n gestos faciales que en el encuentro adquiere significado gracias que el medio o grupo de partencia ya le han cargado de significados. Para Goffman, las acciones efectuadas por una persona para lograr que lo que hac e sea coherente con su cara (trabajo de la cara) sirven para lograr equilibrio e n la interacción, contrarrestando los posibles incidentes en la interacción. Para él e xisten dos tipos básicos de trabajo de caras: el proceso de evitación, que consiste en maniobras protectoras que utiliza la persona para eludir amenazas contra su c ara, normalmente estas usan el respeto y la cortesía en la retirada o elusión; y el proceso correctivo que permite, ante la expresión inevitable de un hecho expresiva mente incompatible con los juicios sociales, concederle una jerarquía de hecho acr editado, es decir, es el intento por mostrar que es admisible. La puntualización, por otro lado, es la práctica de introducir hechos voluntariament e, haciéndolos parecer incidentales, que sucede cuando se hace un manejo del traba jo de cara al suponer las reacciones del otro frente a estas, con el fin de term inar en enfrentamiento o pugna. Para ello, la persona usa el método de introducir hechos favorables sobre si misma y desfavorables sobre el otro. Otro análisis de G offman versa sobre la elección de que estrategia o trabajo de cara tomar ante el i ncidente o provocación, teniendo en cuenta que desde el orden ritual hay unas estr ategias que otros participantes desean o esperan, la persona empleara una estrat egia concreta. Para Goffman, la colaboración es la ejecución de un trabajo de cara d e una persona para ayudar a otros a realizar el de ellos, esto se da por un acue rdo tácito y que supone la disposición a cumplir las reglas fundamentales de interac ción social. En la interacción social, existe un código ritual implícito que consta de límites, derec hos, obligaciones, licencias para auto dañarse y un sistema de frenos y equilibrio s, esto tiene la función de impedir que los participantes en la interacción social a busen de su rol como objeto de valor sagrado. Goffman ve que estos códigos rituale s, que posicionan roles en los participantes, pueden ser estudiados para determi nar vínculos de relación. Gran parte de los contactos personales directos se hacen mediante la interacción h ablada, ésta supone condiciones de información y significaciones para las caras. En la interacción hablada entra un sistema de prácticas, convenciones y reglas de proce dimiento que funcionan como un medio orientador y organizador del flujo de mensa jes. La interacción, hablada o simbólica, supone el encuentro mediato o inmediato, q ue es cierto tipo de relación social con otros, que asiente una de las formas en l as que se organiza los contactos sociales en marcos más amplios de la sociedad. La relación social, es pues, una forma en que la persona se ve obligada a confiar su autoimagen y su cara al acto y la buena conducta de los otros. Para Goffman, el orden ritual parece estar organizado según líneas de adaptación, de m odo que pensar otros tipos de orden social se hacen no adecuados. Esto es que l a sociedad y la persona están posicionados. La persona por medio de una adaptación se convence a que existe un círculo íntimo de apoyo discreto para lograr sus fines. Si la persona se somete al control informal de la sociedad, esta no le objetara. La vida social, es para Goffman, una cosa ordenada porque la persona se mantiene a lejada de momentos y lugares donde no es deseada, colaborando así a salvar su cara . A lo largo del trabajo, Goffman trata de insinuar, como el mismo lo dice, que in dependientemente de las culturas, las personas son las mismas en todas partes y

Goffman y Berger y Luckman

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Interaccionismo y construcción social de la realidad

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Page 1: Goffman y Berger y Luckman

Los encuentros sociales para Goffman (1970) son los contactos cara a cara o mediatizados con otros participantes que vive la persona constantemente en el mundo. Para ello entiende la cara como un valor social positivo que la persona reclama para sí por medio de la línea que los otros suponen ha seguido durante determinado contacto, en otras palabras, la cara es la imagen de la persona delimitada en términos de atributos socialmente aprobada. La cara son las emociones floreciendo en gestos faciales que en el encuentro adquiere significado gracias que el medio o grupo de partencia ya le han cargado de significados.

Para Goffman, las acciones efectuadas por una persona para lograr que lo que hace sea coherente con su cara (trabajo de la cara) sirven para lograr equilibrio en la interacción, contrarrestando los posibles incidentes en la interacción. Para él existen dos tipos básicos de trabajo de caras: el proceso de evitación, que consiste en maniobras protectoras que utiliza la persona para eludir amenazas contra su cara, normalmente estas usan el respeto y la cortesía en la retirada o elusión; y el proceso correctivo que permite, ante la expresión inevitable de un hecho expresivamente incompatible con los juicios sociales, concederle una jerarquía de hecho acreditado, es decir, es el intento por mostrar que es admisible.

La puntualización, por otro lado, es la práctica de introducir hechos voluntariamente, haciéndolos parecer incidentales, que sucede cuando se hace un manejo del trabajo de cara al suponer las reacciones del otro frente a estas, con el fin de terminar en enfrentamiento o pugna. Para ello, la persona usa el método de introducir hechos favorables sobre si misma y desfavorables sobre el otro. Otro análisis de Goffman versa sobre la elección de que estrategia o trabajo de cara tomar ante el incidente o provocación, teniendo en cuenta que desde el orden ritual hay unas estrategias que otros participantes desean o esperan, la persona empleara una estrategia concreta. Para Goffman, la colaboración es la ejecución de un trabajo de cara de una persona para ayudar a otros a realizar el de ellos, esto se da por un acuerdo tácito y que supone la disposición a cumplir las reglas fundamentales de interacción social.

En la interacción social, existe un código ritual implícito que consta de límites, derechos, obligaciones, licencias para auto dañarse y un sistema de frenos y equilibrios, esto tiene la función de impedir que los participantes en la interacción social abusen de su rol como objeto de valor sagrado. Goffman ve que estos códigos rituales, que posicionan roles en los participantes, pueden ser estudiados para determinar vínculos de relación.

Gran parte de los contactos personales directos se hacen mediante la interacción hablada, ésta supone condiciones de información y significaciones para las caras. En la interacción hablada entra un sistema de prácticas, convenciones y reglas de procedimiento que funcionan como un medio orientador y organizador del flujo de mensajes. La interacción, hablada o simbólica, supone el encuentro mediato o inmediato, que es cierto tipo de relación social con otros, que asiente una de las formas en las que se organiza los contactos sociales en marcos más amplios de la sociedad. La relación social, es pues, una forma en que la persona se ve obligada a confiar su autoimagen y su cara al acto y la buena conducta de los otros.

Para Goffman, el orden ritual parece estar organizado según líneas de adaptación, de modo que pensar otros tipos de orden social se hacen no adecuados. Esto es que la sociedad y la persona están posicionados. La persona por medio de una �adaptación� se convence a que existe un círculo íntimo de apoyo discreto para lograr sus fines. Si la persona se somete al control informal de la sociedad, esta no le objetara. La vida social, es para Goffman, una cosa ordenada porque la persona se mantiene alejada de momentos y lugares donde no es deseada, colaborando así a salvar su cara.

A lo largo del trabajo, Goffman trata de insinuar, como el mismo lo dice, que independientemente de las culturas, las personas son las mismas en todas partes y

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por ende tienen una naturaleza, pero al poseerla, la persona se convierte en una construcción, no desde el interior, sino desde reglas morales impuestas desde fuera. No es la naturaleza humana lo que propone estudiar sino las formas en que la sociedad moviliza al individuo a través de la organización ritual de los encuentros sociales.

Para Berger y Luckmann, la vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente. De ese modo, como sociólogos, esta realidad es el objeto de nuestros análisis. Para el estudio de la vida cotidiana utilizaron el método del análisis fenomenológico, por ser descriptivo y empírico. Para ellos, el mundo de la vida cotidiana no es solo lo que se da por establecido por los miembros de la sociedad en el comportamiento subjetivamente significativo, sino que también, se origina en sus pensamientos y acciones. La realidad de la vida cotidiana es algo que se comporte con otros, en la experiencia cara a cara, de similar forma a Goffman. En esta interacción social, el otro aparece en un presente que es vivido por ambos, dando lugar a un continuo intercambio, para el cual ya existen pautas desde las rutinas de la vida cotidiana. Esto se da gracias a que para ellos, la expresividad humana es capaz de objetivarse, o sea, que en las manifestaciones humanas se devela como productos para sí y otros, construyendo así elementos en común. Los autores, coinciden en que el lenguaje es el elemento por el cual la realidad de la vida cotidiana trasciende y también es aprehendida. El conocimiento se presenta en ellos como el cumulo de experiencia sobre la realidad que viven, aparece pues como el conocimiento sobre el mundo cotidiano, diferenciando lo cercano de lo lejano. El conocimiento de la vida cotidiana, para ellos, se estructura en términos de relevancia, tanto de intereses propios como por el lugar que ocupan dentro de la sociedad.

En síntesis, Berger y Luckmann, dicen que la realidad se construye socialmente, a partir de los eventos externos que la persona presencia. El conocimiento para ellos es la información que las personas tienen sobre su entorno, así va construyendo lo que es la realidad cotidiana.

Referencias Bibliográficas- Goffman, Erving, Ritual de la Interacción. Editorial Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, Argentina, 1970. LEER �Introducción� y Capítulo �Sobre el trabajo de la cara. Análisis de los elementos rituales de la interacción social�, pp. 11-47.

- Berger Peter y Thomas Luckmann, La construcción social de la realidad, Amorrortu Editores, Buenos Aires, Argentina, 2011, 22 edición. LEER �Capítulo I Los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana� pp. 34-63.-