GONZALO MENENDEZ PIDAL

EL LABARO PRIMITIVODE LA

RECONQUIST A

CRUCES ASTURIANAS Y CRUCES VISIGODAS

PUBLICADO EN EL SOLEnN DE LA REAL ACADEMIA DE LA H1STO~IA

TOMO CXXXVI - CUAD~RNO 11

MADRIDIMPRENTA Y EDITORIAL MAESTRE

NORTE, 25 - TEL. 2156201 9'; 5

Es cosa sabida cömo, tras la invasion musulrnana, el na-,. eierite reino asturlano aspir6 a restablecer la continul-,

dad visigoda; Alfonso.I se vanagloriaba de ser -de stirpe !~-,gis Recaredi et Errnenegildi •. Pero es de Alfonso IIde quienafirma el Epitome Ovetense del ano 883 (tambien llamadaeronicön Albeidense): e ... omnem gothorum ordinem .sicutiToleto fuerat, tarn in ecclesiam quam palatio in Oveto, cun-,cta statuit».", Y efectivamente el ritual eclesiästico y el co.r:.tesano parecen haber mantenido en aquellos reinos una mar-cada y consciente pervivencia de IDSmodes toledanD-v:isi~,göticos: y asl por ejemplo hoy se tiene por evidente que IDSRituales de SilDS, Cardena, San Millän Y. otros eonservanen gran parte textos mäs 0. menoarefundidos de la epocatoledana, tal es elcaso de Ia relecciön regia por el puebloy clero,' y otras muchas 2,

Pero hay un capltulo de esta restauraciön pür demäs su-gestivo y que aqui pretendo poner de manifiesto: el primiti-va Iäbaro dela reconquista.-, SegUn veremos, el adoptar Ios reyes asturianos la cr~~

corno emblema de la renaciente monarqula no. Iue un epi-

, "EspatTa Sagrada, XIII, p•• 53. ,1 Veese Z. O. Villada, Historia ecleBiastica, 1I, la, p, 85.

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sodio aislado en la historia de nuestros siglos IX'y X. Otrosmuchos modos y costumbres concurrlan en el deseo restau-rador, necesitado y sentido por la incipiente monarqufa es-panola, ansiosa de restablecer en todo la continuidad visi-götica, pues en mostrarse heredera de estos visigodos rest-dla su mäs prestigiosa razön de ser.

Las coronas ootioas.

En 1859 produjo asombro en eI mundo arqueoI6gico eIhallazgo de las joyas visigöticas de Guarrazar, entre lasque destacaban varias riquisimas coronas de oro y pedre-rla, una de ellas con la iuscrlpciön SVINTHILANVS' REXOFFERET, otra RECCESVINTHVS REX OFFERET, y otrasmenos ricas de ahades y personas varias. Corona's de estetipo aparecieron tambien en 1926 en Torredonjimeno. Pero

\

todas estas no son sino minimas reliquias de la inmensa ri-queza que atesoraron las iglesias visigodas y de que tantohablan los historiadores musulmanes. Dos grandes coronasreales son las rescatadas en Guarrazar; veinticuatro lasque, segün Ibn Qutayba, encontraron los musulmanes aünpendientes en un solo recinto toledano, corno ofrend as delos diversos monarcas visigodos. Y asl, entre las numerosascoronas votivas de que tenemos especial noticia, puede ci-tarse la riqulsima que ofreci6 Recaredo en memoria de SanPelix y que, segün San Juliän, Iue encontrada por Wambaentre los despojos del conde rebelde Paulo t.

_:, A traves del Liber 01'dinurn sabemos con que ceremo.niase habianrecibido aquellas coronas votlvas en el templo 2.

Y todavta a mediados del XI el presbltero Bartolome vol-

Historia rebellionis Pauli, en Pair, Lat., tomo XCVI, .col. 792.2 Ferotln, Le Liber Ordinum, col. 165; en Monumenta eclesiae li-

tllrgica ..

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via a copiar 'en Silos la misma f6rmula del oracional visi-götico, porque a traves de los i siglos IX Y X'los reyes de'Oviedo y Le6n habtanseguido regalando coronas a los tem-pios con las mismas rübrlcas que sus antecesores toledanos.Aslpor ejemplo Alfonso III dona en 908 a San' SalvadordeOviedo dos «coronas ehristallinas> '; en 911 Ordono dona ala basilica compostela «coronas ex auro obtimo prefulgen-tes III cum lapidibus preciosis ornatas», y todavia enl063,la reina Sancha dona a San lsidoro de Le6n «coronas tresaureas. " tertia vero est diadema capitis mei auream- 2.

Coronas que, corno las toledanas, segufan eolgändose sobrelos altares, segün atestiguan diversas miniaturas de Bea-tos, coronas que, al decir del Libel' Ordinum, en la vigiliapascual, al recibirse la cera bendecida por el obispo «sicquein hac lectione altare vestitur et corone desuper appen-duntur- 3.

Y todavia hacia 1235 Gonzalo de Berceo dice c6mo enel monasterlo de San Mlllän

Dues campanlellas plenden sobre el so altarDe la soga que suelen la corona colgar,

(Vida eIeSan uuu«, 485.)

Fuera de Espana debi6 ser tambien frecuente ornar elaltar con coronas. Asi por ejemplo en San Ambrosio de Mi-län puede verse en un relieve del altar de oro que en 835hizo Uvolvino, cömo sobre el ara pende una corona. Y BO-

bre la tapa del evangeliario de Dragon (hoy en la Bibliote-caNacional de Paris) se vuelve a representar sobre el aradel altar otra corona que cuelga de tres cadenas., -Pero no s610 se eolgaban las coronas sobre el ara, sino

que tambien podemos verlas representadas sobre las cabe-:

, ;'; Sänchez Albornoz, Ouaderno8de Hist. de E8p., I-lI, p, 330.2 Görnez Moreno,1glesias mOZli,abeB, p. 329, nota 1.3 Ferotin, Le Libel' Ordinum; col. 216. '

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zas deevangeliatas y demäs santos '. En esto la iconogra-ffa cris.tiana· repe~ia indudablemente modos paganos: unacorona pende de tres cadenas sobre la cabeza de Magnus,consul in pars orientalis, que preside los juegos del ano 518:en la boja del dlptico en marfil que boy conserva la Biblio-,teca NacionaI de Paris. Y en la ieonograffa bizantina es co-imün la corona que pende sobre personiflcaciones de las pro-vincias.

Las cruces votivas.

.: Entre las piezas visigodas halladas en los tesoros de,Guarrazar y Torredonjimeno se cuentan tambien numero-sas cruces con inscripeiones como estas: IN NOMINE DNlIN NOMINE"SCI OFFER ET LUCETIUS E (Guarrazar) 0

OFFI~RE'l' lABASTA SNCE IUS[tej ET ROFINE (Terre-donjimeno). El Libel' Ordinum nos ilustra tambien sobre laforma en que estas cruces eran ofrecid as al templo y diceexpllcitamente que si son como las citadas anteriormente,simpleseruces de oro 0 plata, s610 se leerä hasta ciertopunto del ordo: «si crux tantum simplex est, usque bie le-gitur bee oratio, si autern cum ornato est, usque in finemlegitur», y continua la oraciön con alusiones al ornato de,piedras y perlas con que la cruz se enriquecfa: -Rutilet:huius rnuneris auro ignita sinceritas offerentium. In marga-ritis nitescat fidei candor, In Iapidibus iaspidinis bone speiviror, appareat. In hyacinthinis ... » 2. La cruz que pende de i

la corona de Recesvinto adorn a su oro con zafiros y perlas; l

los dos brazes de otra conservada en parte (Guarrazar) He-vaban granates, perlas y cristales, a mäs de innumerables I

, • L

I .iCodex milenariuB de la catedra" de Kremsmünsftr. en Bavleraäbslde de San Apolinar in Classe, en Ravena.;

2 Ferotln, Le Liber Ordinum; col. 164;

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-adorrios glfpticos que 'debieron" enriq uece'r todo elcalädo hoydiäfano,' pues 'la' corona de Rec'esvinto, 'con' hi' cual hennanaesta cruzen IaIabor, 'eonscrva evldentesindicios"de'qü'etodo 16 que hoy se -ofrece como simple calado de oro' estuvototalmente lleno degranates y cristales que acrecentarlanaün mäs la impresi6n de rlqueza. '; : ;-,Alfonso H, de quien el Epitome' Ovetense dice 'que res-taurö los modosdel 'I'oledo visigötico, tanto' en Palaciocomo en la Iglesia, mandö labrar una votiva cruz que' por10 insölito de su labor vino a llamarse «de los ängeles»; 'en. . ")

ella atesorö todo 10 que de mäs valioso pudo hallar: i oro I

perlas y camafeos; estos, por cierto, de tipo pagano y espe-cialmente valioso el que se engarzö en el centre del rever-so. Esta cruz de Alfonso Il es de la forma usual entre visi-godos: brazos trapeciales e iguales, como las de Guarrazar,como laque se represent a en la clave del arcode San Juande Banes, corno la grabada en el tablero de Alcaudete.ietce-tera, etc. La cruz de Alfonso II Ilevauna extensa leyendaen la 'que flgura la f6rmula .oferente t' SVSOEPTVAi; PLA-eIDE', MANEAT 'HOC, IN HONOR~' DI OFFERT :ADE-FONSVS HV~IILIS SERVVS ·XP!. Por la' inscripci6n quellena . el .reverse venlmos a -saber .tambien que se acab6en 808;' '

Aüos mäs adelante Alfonso III ofreciö a la recien cons-truida basilica de Santiago otra cruz similar a la «de losängeles» cuya leyenda '<>fetente rezaba t OB HONOREMsor IACO[bi] APLL, OFFERVNT FAMVLI [ad]EFONSVSPRI[nceps et] OO[niv]G[e]. SOEMENA REG[i]N[a] -H[o]C[oJPVS PER[f]EOTVM: ES[t] IN ERA D90CO~ DVODE-CIMA.::';:: 'Todavia a fines de su reinadoel mismoAlfonso III nian:d6 construir aun otri cruz preciosa que;' si bien i~nova la!orma, ~igue repitiendo la tradicional inscripci6n dedicato-ria: SVSCEPTVM PLACIDE MANEAT HOC IN HONOREDI QVOD OFFERVNT FAMVLI XPI ADEFONSVS PRIN':

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CES ET SCEMENA REGINA .•. HOC OPVS PERFEC-TV:M:.ET. CONCESSVM EST SANTO SALVATORI OVE-TENSE SEDIS ... ET OPERATVM ES IN CASTELLOGAVZON ... DISCVRRENTE ERA DCCCCXLVI,' Iueofrecid a. el dia de Pascua de Resurrecci6n. Y en ese mismoaäo sabemos que' el Rey ofreci6 otras varias cruces «De-dimus igitur inprimis cruces argenteas tres: procesoria;deaurata, et gemmata et olovitrata ad altarö sancti 'I'irsi;tertiam idem ad altarö sancte Leocadie, deavratam a Iapi-dibus omatarn- ' .

.,Y todavia hacia e1940 Ramiro II donaba 301monasteriode Santiago de Peüalba una cruz dorada, tal vez en memo-ria de l!l. batalla de Simancas.., . Hasta aqui las cruces conservadas «de los angeles»,deSantiago y de la Victoria, se nos ofrecen .como superviven-cias que testifican de que manera aquella costumbre visi-g6tica, segün la cual los reyes ofrecian como dones crucespreclosas a sus iglesias, siguiö siendo practicada por los re-yes asturianos deseosos de persistir en los modos toledanos.

La costumbre pervivla aün en el siglo XIII, ya que AI-fonso X nos cuenta en su Cantiga CLXXII, c6mo un mer-cader, que por intercesi6n de la Virgen se libra de un nau-fragio, muestra su reconocimiento donando a Santa Martade Salas una cruz:

Hüa cruz de crtstal toda .deu log' y en afferendao mercador que a Virgen '.guiara ben seu contenda ,

'. 'y la miniatura correspondiente ilustra la escena, cuya~rubrlcas tanto debian semejarse a las visig6ticas cuantossasemejaba la esencia del acto piadoso.· .

-, 1 Sänchez Albornoz, CuadernoB de Hiet, de' Esp., I-lI, p,' 332•.v~ase alli mismo, pp. 313-16, critica del propio Sanchez Albornoasobre la parte autentica del documento.

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La cruz, signo de victoria.

Pero Iuera de todo 10 apuntado es curioso senalar cömolas cruces de Alfonso 11y Alfonso III concuerdan en repetiruna f6rmula: HOC SIGNO .TVETVR PIVS, HOC SIGNOVINCITUR INIMICVS.

En 1661 Juan de la Portilla, en SIl libro Espafia restau-

rada par la Orue, identifica la Cruz de la Victoria con aque-11a.aparecida a Constantino, y asegura que la cruz de ro-ble de Pelayo, que se dice formaba el alma de la de Alfon-so Ill, fue construida en memoria de la cruz que se apare-ci6 a los cristianos en el cielo de Covadonga •acompaüadade Coros ängelicos ... prometiendole in hoc siqno oinces». Pa-rece pues que en el siglo XVII se tenia la Cruz de la Vic-toria por un läbaro y aunque, la interpretaciön no ofrecemucba verosimilitud, es el caso, corno veremos, que encie-rra: un fondo de verdadva pesar de 10 descabellado que estodo ellibro de Juan de la Portilla:

La salida del rey visigodo a la guerra.

Efectivumente estas cruces asturianas de victoria noson eiertamente invenciön de los primeros reyes de la re-conquista, sino que con ellas quisieron los prfncipes astu-rianos restab1ecer un uso muy particular de los reyestole-danos.

El Libel' ordinurn en sus divers as ediciones nos describecon tododetalle cömo el rey vlsigodo-asturiano era recibi-do por el obispo y clero en la iglesia pretoriana: «Incipitordo quando Rex cum exercitu ad prelium egredltur» ycuenta cörno, tras de las precesque unos y ot~os rezan ...e accedit Diaconus ad altare et levat crucem auream, inqua lignum beate Crucis inclusum est, que cum Rege sem-

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per in exercitu properat, et adducit eam ad Episcopum.Tunc Episcopus, lotis manibus, tradit. earn Regi; et Rex Sa-cerdoti, qui earn ante se portaturus est». Luego cantan unaantffona cAccipe de manu Domini pro galea judicium cer-turn, et armetur creatura. Ad ultionem inimicorum tuerum- '.'Acab:ido 'el.segundo verso de la. antifoIra~los caballeros re-ciben de manos del sacerdote los eatändartes y van salien-do de la Iglesia mientras los clerigos slguen cantando en elcoro la antifona :~iel Gloria; al final del cual el Obispo pro-nuncia una Iarga f6rmulade bendietön en la que entre otrascosas dice:' «Lignum quoque hoc; per-quod Christus spolia-vit principatuset potestates :triunphans eos in semetipso,cum fiducia efficiatur vobis adstngularis glorie victoriampropugnandem- Ut pervictoriam Sancte.Orucis et ceptumab' hinc iter feliciterperagatie .et florentesad nos triunpho-rum vestrorum .titulos ieporte~is~.. Sacerdos.vel.Diaconus, quicrueem ipsam a Rege acce-perlt, ante Regem'semper; quamdiu in equo ascendat, pre-cessurus erit .. 2.

Y durante el tiempo que el Rey permanecfa en la guerranos dice aün el Liber oratiönuin Caradiqnae eömo «missa di.citur de Oruce- y cömo en laoraciönse pedla para el Reyevletorloasimae crucis, gens maurorum qui ubi semperdetrahit, potenter expugnetur- ~" todo segün habla sidoestablecido por .el canon: III del. Concilio III de 1YIeridaen 666.. ' Antes del 711: el pueblo vislgodo.orarlapor la victoriade su rey sobre otros pueblos germänicos vecinos, 0 sobreun noble levantisco,y.rebelde,osobre los.ejercltos bizan-tlnos. Mas tarde, en las' Asturias, Leön Q' Castilla del si-

, Ferotin, 'Le Lib& Ordillutli; col. 152:2" Berganz~; Antigüedades de Espafla,' pp. 684-5. - FeroÜn "Le

lLiber Orain«m, col. 149-53. ," '. , . '

3 ','Berganza, Antigüedades.de Espaiia, p. 685.

Astil de la Cruz de la Victoria, con la ins-cripciön HOC SIGNO TVETVR PI VS-HOCSIGNO VINCITVH INIMICVS. Al pie se ve

la espiga que lIeva para enmangar.

Quintanilla de las Viüas, detalle de un capitel. Las figuras empuüan, con unasola rnano, pequeüas cruces visigöticas.

Eslandarte de San [sidoro. El Santo galopa en corcel de guerra Ilevando ellla hatalla una cruz, segun modo visigotico.

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glo IX, X Y XI' el enemigo por antonomasiadel prlncipecristiano habla venido a ser el rnusulmän.

De donde resulta queIa cruz era labaro.: de IC?sre~~s-vlslgodos. y 10.sigui6 .aiendo de 10.sasturianos, acordecon10.cual quedan bien justificadas las Inscripciones de las cru-ces de Alfonso II y Alfonso Ill.. ; AIgunos tal vez piensen que el enemigo que se deseaveneer con esa eruz es el enemigo esplritual, pero recuer-dese cömo en la ordenaciön del rey visigodo y as'tu~i~n'~_se.pe!i,{i:cTr1büe-ei;Omnipotens Deus ... ut sit fortissimus

, .: Regum, triumphator omnium :ad' opprlmendas ,rebelIes etpagan as nationes, sitque suius Inimtcis satis terrlbjllspraemaxima' fortitudine regalia potentlae» ,'. '

Como se llevaba la CI'UZ.

Evidentemente las cruces a que se vine aludiendo son, cruces portätiles, y para saber cömo se Ilevarian hemos depedir informes a la iconografla en relievesy miniaturas.

En un sepulcro de Ravena (S. Apollinare in Classe, esce-na de ia«t'ra:ditio legis~) se representa a San Pedro llevandoal hombro unacruz con Iargo asd,l, igual acomo puedever-se en un fragmento de märmol del Kaiser-Friedrich Museumde Berlin; pero estas representaciones no parecen ser sinoesquematisaciories de la vera crus,' pues en unmarfil delsiglo 'IV: (hoy en el British '?tfuseumde, Londres) apareceCristo entre elIavatorlo de Pllatos y la negaciön de SailPedro Ilevando a cuestas una cruz como la del San Pedrode Ravena y de Berlin.;; Hay' sin embargo. o.trali 'representaciones en que expli-

citamente se quierenfigurar cruces Hturgicasa; I1isqueseadapta '!ln astil al pie para 'que sirva de mango. Tal es 'eI

Berganza, Antigü~dadtJ8 de Espafla, p. 682 b.

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caso claro de la cruz que lleva el Cristo del mosaico sobreel arco triunfal en San Lorenzo fuori le mura de Roma(ano 578-90). Sin duda asi se enmangaban las cruces confines procesionales, asi Bevan una preciosa cruz en la mi-niatura conmemorativa del gran terremoto pintadas porSime6n Blanchernita '.',. Pero la vieja tradic6n espaüola parece haberse distin-guido en esto con alguna particularidad. En Santa Marta

Fragrnento de cerämica roja impresa, procede de Montroy y es identico, segünSiret, a otro haIlado en Cartago, Un Sacerdote con tunica, adornada corno las

coptas, empufia una cruz visigötica,

de las Viflas un angel y la figura central de un capitol, ac-tualmente suelto, empuüan cruces de brazos trapeciales eiguales (corno la de 108 ängeles), en una de las cuales se veclaramente el mango que entesta con el pie de la cruz.Ambas van empuäadas con una sola mano y no con doscomo en la miniatura de Sime6n Blanchernita. En la minia-tura de los Beatos, el Angel de los Vientos marea a los ele-gidos con una cruz enmangada. Pero la mäs eompleta ima-

Bfbllot. Vat., grec 1613, e.142, s. XI. ,

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gen de c6mo este läbaro visig6tico asturiano era llevado enla guerra, nos la da el estandarte de San Isidoro de Leön,que en pleno siglo XIII aün represents al santo obispo deSevilla galopando en corcel que monta con silla de guerra dealtos borrenes llevando en la mano derecba una cruz g6ticaempuäada de igual modo a como 10 hace el angel visigodoen Santa Mafia de Lara 0 el Angel de los Vientos en losBeatos mozärabes. Asi se dice que apareciö San Isidoro enel cerco de Baeza '; asi irla, ante los reyes ovetenses 0 to-ledanos, el clerigo a quien el Rey entregaba la cruz al par-tir para la guerra des de la Basilica pretoriana.

La Basilica pretoriana.

Ferotin senalö en' 1904 2 cömo en el texto de la'oratioque se pronuncia cuando el Rey entra en la iglesia para to-mar la eruz y partir a la gue-:rra, se dice: ~.~. ab hine de pre-I; .sentia eeclesie apostolorum tuo-:«. ~~;;;~iiw-;r1rum Petri et Paulfprocedenss y .eree no puede referirse sino a la«basilica pretoriensis sanctorumapostolorum Petri et Pauli-, en laeual se reunieron de 653 a 702 aI 'menos seis de los grandes conci- Hestauraci6n de Naranco.

lios toledanos, y en la eual fue ,ungido Wamba en 672. Basilica pretoriana tambien se 11a-m6 en Toledo a la de Santa Leocadia, situada asimismo enlas afueras de la eiudad. Llevarian titulo de pretorianaspor ser las de la guardia real, por eso en ellas se celebrabala ceremonia de tomar el Rey la cruz para la guerra.

1 - Vease relato en la Primera O,'onica General, p, 660 b. -,2 Nota, col. 150.

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Todaviade Alfonso HI se refiere '. cömo eneargö al con-de Hermenegildo Gutlerrez someter ial rebelde Vitiza, ycömo le, combatiö con BU gente y: «cum omnibus militibuspalatii», Esta militia palatii evidentemente ya no osaba He-varel titulo de pretoriana, pero sin duda querla heredar latradlciön' toledana, y por eso era tenida como nervio de eseejercito permauerite que en tantas .cosas se considerabacontinuadorde 'las tradiciones vlslgötlcas. Y esa miliciapalatina tendria en Oviedo una basilica preferida para suceremonial castrense.

Sabemos por las cr6nicas del IX queen Naraneo cons-truy6 Ramiro I un edifieio y un aula regia con baüo, peroen ella a mäs del baüo, existe un ara con sagrada a SantaMaria en 848, que muy bien podrla convenir a un edificiopalatino con uso circunstancial de 10 que podrfamos Ila-mar basilica pretoriana :0 .de la mlllcla palatina. lQuiensabe si anteriormente la cripta de Santa Leocadia no tuvoigual destino [unto al palacio?

El ara de altar de Naranco, con feeha 4 junio 848, ha/

hecho pensar a algunos que el edifieio hoy conservado nopuede ser aquel del eualla Orönica de Alfonso IH dice, einlatere ·montis Naurantii ... condidit [Ranimirus] palatia etbalnea pulchra atque decora», porque estiman elara im-propia de un edificio palatine, si bien .reconocen que no esIäcil hallar emplazamiento para ese ara, Ypor ellohoy lahau colocado en uno de Iossolartos.

Si el edificio de Naranco 10 eonsideramos aula regia, endonde se hablau de .celebrar ceremonias tales' como la. aqutdescrita salida delrey para la guerra, es natural' se dispu-siese alIi de un altar.

,.Evidentemente, a· ese altar no convenia.un emplaza~mientocomo en una iglesia; porque el edificio' no 10 era.

Tumbo de Celanova, fO 4 v, cltado por Sanchez Albornoz, E~-lampas de la vida en Leoll, p. 91, nota 59.

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Arqueta del siglo X hoy en El Escorial. Un di:icono toma una CI'UL,

en la escena contigua un obispo la Ileva al hombro.

Misceläneo del Archivo Histörico, Madrid. Unclerigo con tunica hendida corno los visigodos,Ileva una cruz con astil y peana que le süven

de soporte.

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Pero si recordamos la' eonflguraciön .de la tardtä aula' regiade Goslar;' bien .podemos lIegar: a entrever algo muyve-rosimil ..

Al restaurar el aula de Naranco se vi6 que al centro dela fachada sur no habla habido adosada escalera, como enla norte, si bien quedan indudables testimonies de haberexistido un cuerpo saliente cubierto por bövedas de canönen sus dos plantas, que bien pudo haber sido una tribunacorno, en Goslar. Tribuna visible desde la explanada y. enla cual podia. tener lugar la entrega del Tabaro al rey 0

cualquier otra ceremonia a laquehublesen de asistir mul-titudes que en el aula no cablan. All], en esa tribuna, pudoestar situada el ara, quedando asl unida 0 aislada de lasala, segün conviniese..

Iiecuperaciän de 'una Cl'UZ toledana pOl' Alfonso Ill.

Todas estas cosas nos siguen hablando de cömo los re-yes de Asturias buscaban mantenerse ~n los usos de la cor-te' visigodo-toledana; y asl t~mbie~' r~sulta justificado elque Alfonso III en su expediciön a Toledo 1 trajese comopreciosa reliquia ~'~odic~ cruce, 'vetus'to opera ubi recon-ditum est lignuni sancte crucis- 2,pues segün cl Liber m'di-num tal debia ser la cruz la,b'arodelRey «crux aurea in qualignum beatae crucia inclus~ni 'est:.'3: ,

La Cruz de los Angeles tiene cajeada '01alms de made-', . .'. ..

ra de los brazos y cabeza para encerrar reliquias; la cruz .de' la Victoria las llevarla en un hueco iabrado' en la con-

Silem6, P: ,44.2 Sänchez Albornoz, CuadernoB de Hieiori« de E8pafla, I y 11,';

p.329. . ., ,I

3 Berganea, J.ntigfi.edade8 de Eapafla, p. 684 a, y Ferotln, Le Libe,.O"dinum, col. 152.

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fluencia de los brazos '; de la de Santiago podemos suponeralgo semejante.Y ya veremos como el Viernes Santo «crux'aurea cum reliquiis clausa portatur et adfertur ad SancteCrucis ecclesiam decantando ... ;' 2.'

C0»10se guardaban estas cruces.

Schlunk supone que las cruces de los Angeles y de San-tiago no fueron cruces procesionales, sino que su destinoIue ünicamente el de ser colgadas sobre el altar; Pero noresulta explicable el que estas grandes cruces se suspan-diesen, corno el dice, de un solo pun to, pues quedarian gi-rando; 10 natural seria colgarlas de dos anillaaeituadasequidistantes en la parte alta de los brazeslaterales, perode ello no quedan rastros documentales, y es evidente quela cruz de la Victoria fue cruz enrnangada 3, tambien man-go corto para empunar 0 fijar tienen las cruces esculpi-das en el palacio ovetense, la de Valdedi6s, las de SanMartln de Salas, la de Penalba, la de Mansilla de las Mu-las y las de todos los manuscritos segün veremos mäs ade-lante,

Fuera de todo esto hay que recordar c6mo el nümero decruces votivas, procesionales, läbaros, etc., etc. habla de'sermuy numeroso en cada iglesia, Y, naturalmente no hayque pensar en que todas ellas colgasen sobre el altar. Pa-.rece ser que las cruces se guardaban en el 'Thesaurus' 0-

sacristfa. Asi por ejemplo el Liber Ordinum. dice cömo elVierries Santo «crux aurea cum reliquiis clausa portatur etadfertur ad Sancte Crucis ecclesiam, decantando ... ,) ", Y

Helmut Schlunk, The crosses of Oviedo. TIle Art Bulleti~l, junio1950, pp. 93 y 101.

~ Ferotin, Le Liber Ol'dinu»!, col. '194.a \ Schlank, The crosses of Ooiedo, p, 101.'4 Ferotin, Le Liber Ordinum, col. 194.

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acabada la ceremonia -clerus vero de ecclesia Sancte Cru-cis in eodem die ante Nonam iPSUDi .Iignum psallendo de-portant ad thesaurum principalis ecclesle- 1.;

, La arq ueta de marfil guardada hoy en El, Escorial nosilustra a este respecto con, uno de sus relieves. AlIi se veclaramente una cruz de brazos iguales, enriquecida con oro;estä colocada sobre un banco 0 area, no altar; se sostienepor medio de una espiga que arranca al pie, y un diäco-no la estä sacando. La escena contigua representa a unObispo con mitra y bäculo llevando la cruz al hombro co-;gida por la espiga mientrasel diäcono le ayuda. La cruzque flgura al frente del altar en el Libro de los Testamen-tos de Oviedo es tambien una cruz de brazos iguales conespiga al pie.

En el C6dice Misceläneo del Archivo Hist6rico de Ma-drid se ve en uno de sus märgenes c6mo llevan una cruzenmangada y c6mo el astil acaba en una pequeüa peanasobre la que podia descansar, igual a corno puede verse otravez en el manuscrito Silense del British Museum 30.845. ,

El cödice escurlalense T. I. 1, en la segunda mitad del, siglo XIII viene a ilustrar perfectamente todo esto con unaminiatura en que vemos a un sacrllego 'caballero robandolas cruces que, con ,su pie, se atesoran en la sacristfa deuna igleeia:

La cruz en Arag6n.

'Zurita cuenta 2 c6mo «del' rey Inigo Arista se escriveaver sido el primero que trajo en sus sobreseüales y ar-mas' por devisa el escudo de campo azul con, una cruz deplata al 'canto del, por aversele aparecido en el 'clelo enuna batalla que tuvo con los moros», de donde resulta que

Ferotin, Le Libiir Ot'dinum, coL199,2 FO 10 r, b. ' " ,,'

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entre aragoneses se repite un proceso restaurader semejan-te al asturiano; y ademäs la imagen con que tradieional-mente se representa esa cruz en monedas y demäs em-blema.s' es de cruz griega con brazos trapeciales y enman-gando un pequeno astil para empuüadura.:

De igual forma es la cruz de Sobrarbe. Todos ellos tes-timonios evidentes de 10 enraizada que estuvo en toda laEspanacristiana la tradiciön visigoda y c6mo todos los Io-cos de reconquista buscaban restablecer ese mismo läbaroque' por una parte testimoniaba su fe ante el invasor y porotra justificaba su legalidad encadenändose en 10 visigodo.

La Cl'UZ proiectora en los edificios.

En una deIas oraciones del Liber 01'dinum se decia:,«signum salutis pone,' Domine, in domibus istis ut non per-mittas introire angelum percutientem» " 0 sea no permitasque entre aquel ejecutor de la cölera 'divina que estä a p~n-'to de destruir Jerusalen 2. Y asi en 875, sobre la puerta delpalacio ovetense de Alfonso Ill, el rey hizo grabar en tornoa una eruz (como luego serla la de la Victoria) copiando laspalabras Iitürgicaa, la inscripci6n siguiente: SIGNUM SA-LVTIS PONE DNE / IN DOl\IIBUS ISTIS VT NON PER-:MITAS INTROIRE ANGELVlII PERCVTIENTEM tIN XPINOMINE ADEFONSVS PRINCEPS CVl\I CONIVGE SCE-MENA HANC AVLAM CONSTRVERE SANCSERVNT INERA DCCCCXln .....Y sobre la clave del arco de la Fonca-lada, construida en Oviedo tambien. por ,Alfonso Ill, se la-brö una cruz con la inscripci6n: (signum salutis po)NE DO-,MINE IN FONTE (ista ut non permitas) INTROIRE ANGE~;LU?I PERCU(tientem).

Ferotfn, Le Liber Ordinum, cot. 20.2 IIReyes, XXIV, 16.

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La cruz, emblema de los reyes deAsturias .

. Pero no s610 en las dos modalidades que hemos vistoenumeradas se emple6 la cruz por los reyes asturianos, Elpropio Alfonso III labr6 en la parte mäs aIta del hastial deFoncalada la inscripci6n de su läbaro: [Hoc slgnjü TUEURPlUS • HOC SIGNO VI[ncitur inimicus). Y sobre las ven-

Piedra suelta de Ovledo,

tanas gemelas de la fachada principal de la iglesia aneia asu palacio de Boides (Valdedi6s) hizo esculpir en 893 unacruz en todo igual a la de la Victoria que anos despues re-galaria a San Salvador de Oviedo.

Mas .de medio siglo despues un cAdefonsus confesuss(en 951) reconstrufa San Martin 'de Salas grabando dos eru-cescon 'his inscrip-Ciones:'Oe SIGNO TUETUR PlUS,' oeSIGNO ,VINCITUR rxnucns y SIG~UM SALUTIS PONE

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Do~nNE IN DOMO ISTO UT NON PERMITAS INTROIRE .ANGELUM PERCUTIENTEM ..

lPudo ser Alteuso IV el ~fonje, monje real, el que adop-tase estos emblemas en Salas? Gömez-Moreno no 10 cree.:., Fuera de esto, y sin fecha precisa, existe en Ovledo una.piedra coneruz semejante a lade los Angeles y la inserip·cion: t HOC SIGNQ TUE[tu]R PLUS OC SIGNO [vinciturinimicus].

La cruz en los manuscrito«,

, Pero no sera solo en la 'orlebrerla y en la arquitecturade la Espaüa del Norte donde vengamos a encontrar esostipos de cruces aludidos, pues Ios codices en que figuranson aün mäs numerosos.

Durante el siglo X el tipo de cruz que hallamos en losmanuscritos es en todo igual a la deIosAngeles: brazosiguales y trapeeiales con aUa Y omega pendientes y pieprolongado en un astil flno que sirve de mango, en torno latipica leyenda: HOC SIGNUlIl TUETUR,PIUS, HOC SIG-NUM VINCITUR INIMICUS. Tal podemos ver ejemplifica-do en los Beatos de Valeavado, 9~O, y de San Millan, tarn-bien del siglo X; por eierto que el primero escribe la se-gunda parte de la leyenda: IN HOC SIGNO VINCITURINUIICUS, con evidente recuerdo del läbaro constanti-niano .

Igualfigura de la e~uz hemos de. ver repetirse en otrosmuchisimos cödicesvpero a la identidad de la imagen nocorresponde siempre identica leyenda. Los dos famosos~a~nuacritos que hay en El Escorial, el Albeldense de.976 yelEmilianense de 992, abren sus päginas con sendaa crueesrodeadas de la leyenda: CRUX ALMA ECCE ANNET DE-,FENDENS,. QUOS !'AGlIlINA PERENNITER; BEATORUMFULGET· (annet -_fulget en Iaidoro).:

Moneda de Cervera con la CI'UZ, el alfa yla omega.

Naranco, testero Este,La CI'UZ colocada en SlI soporte.

Cruz en el äbside de San Martin de Salasrodeada de la flJl"ll1l1la protectora.

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,A.mediados del siglo XI esas cruces slguen encabezan ..do numerosos manuseritos, pero la leyenda que las envuel-ve cambia de nuevo; ahora 10 mäs frecuente son cuatro pro-gramäticas pa1abras: PAX, LUX,' LEX; REX, talvezadop-tadas por Eernando I,. ya que varios de' lOB cödices quellevanesta leyenda han Ilegado a nosotros vlnculados asumemoria (Beato y Etimologtas .de 1047, -Antttonarto de Si-los, stc.)._!...Por ultimo en el Leeclonarie mozärabe de ;1073, escritopor el abad Pedro, aparece .una nueva leyenda: SIGNUMCRUCIS XPI REGIS, leyenda piadosa que ya no puede te-ner conexi6n alguna con la del läbaro asturiano primitivo.; 'Todavia fuera de estos cödices citados,' aüu son muchoslos que reproducen la cruz con su astil para empunar ,p'erono la rodean ya de Ieyenda .ninguna; ,surelaci6n 'tendrlaque empezar con el Beatode Escalada de 926 y no acabarlahasta el siglo XII._.:, Se, dirä que en otros manuscritos .de .Europa tambienpodemos ver repetidas Imägenes de la cruz. Pero cierta-mente esto sucede con mucha menos frecuencia que en' Es-paüa, y por otra parte el ti po de' cruz 'trauspirenaico' sera

, en la Europa occidental el latino (Sacramentarlo-Gelasiodel siglo VII, Vaticana Reg. Lat. 316) y nunc a 'se dibujaräla cruz con el fino astll 'al pie que le servfa de empunadu-ra;: solo el manuscrito de la BibliotecaNacionalde ParisLat.12.168 tiene una cruz en algo semejante a" las espaüo-las. Y ningunode los manuscritos 'de tuerade Espana re-preseuta la cruz cou las caructertstlcas leyendas dellaoaroasturiano le ones .

La C1'UZ en' la niue'I·te e inhumlwi6n.

El ritual visig6tico en 10 que llama Ordo !~fi,!em homi-nes diei establece unas minucio's'as ,rlib'ricas' refet:entes a laprcsencia de la cruz junto allecho del morlbundo y duran-

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läbaro de los reyes godos y tal reIiquia habla de constituirahora el alma del regio läbaro alfonsf. Por eso, la erui aca-barä figurando EmAsturias corno emblema real. Y por eso,Begun rübrica visig6tica se esculpirän' proteetoras erucessobre regios palacios y fuentes ..' '. Porque en toda la vida de los renacientes reinos eriatia-nos habrä constante deseo de mantener la peculiar tradi-ci6I1visigoda, yconforme prescribe el viejo Liber Ordinumse seguirän ofreciendo coronas a los altares, y contorme alas mismas rübrlcas se seguirä asistiendo a los moribun-dos. Y no aeabaremos de eomprender los marfiles de SanMillan si olvidamos esto, porque aün la pintura y la lite-ratura romanicas de Ios siglos XII Y XIII seguian recor-dandolö-

Recordemos nesotros; por tanto, ahora,. c6mo la' Recon-quista empez6 siendo una empresa sentida como guerravt.sig6tica, guerra con la que se deseaba restablecer la conti-nuidad de una tradici6n toledana,: y donde no se daba otravariante sino la de que' antes del 711 los espanoles impe-traban de Dios la victoria sobre circunstaneialesenemigosy a partir de esa fecha el enemigo por antonomasia vino aserlo el mahometano.

Por eso C.' Erdmann, al estudiar Die b'ntstehungde8Kreuzzugsgsdankens ' s610entre Ios visigodos hallarä la cruzcomo emblema nacional; y por eso P. E.· Schramm en losHerreehaftszeiehen: und Staatssymbolik s610 entre 'espafl.olesvolverä a encontrar el sfmbolo.: Por eso, en fin,' hallo' tallsugestivo el estudio de eiertos textos del Liber ordinitm;delas .inseripciones de las cruces asturlanas, de las Crucesmismas y de las miniaturas y marfiles que las representan.