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Gorgias Fragmentos 1 Traducción de Pablo Oyarzun Robles [Acerca del no-ente o acerca de la naturaleza] GORGIOU PERI TOU MH ONTOS H PERI FUSEWS (En: Sext. adv. math. VII 65 ss.) (Diels/Kranz II, 82, Gorgias, B. 3 (83)-(86), 282 s.) (65) Gorgias el Leontino fue del mismo partido de aquellos que suprimen el criterio, si bien el ataque no es el mismo que el de los secuaces de Protágoras. En efecto, en el escrito titulado Acerca del no-ente o de la naturaleza establece tres asertos según el orden de la secuencia, primero, que nada es (o7ti ou1de>n e5stin), segundo, que si es, es inaprensible para el hombre (o7ti ei1 kai> e5stin, a1kata’lhpton a1nqrw’pw), que si es aprensible, al menos no se lo puede expresar ni comunicar al prójimo (o7ti ei1 kai> katalhpto’n, a1lla> toi’ a1ne’xoiston kai> a1nermh’neuton tv< pe’laç). (66) Que nada es, lo arguye de este modo: si <algo> es, o bien es el ente o bien el no-ente, o bien tanto el ente como el no-ente. Pero ni el ente es, como establecerá, ni el no- 1 El texto griego empleado es el establecido por Diels/Kranz: Die Fragmente der Vorsokratiker. Griechisch und Deutsch von Hermann Diels. Herausgegeben von Walther Kranz. Zweiter Band. Dublin/Zürich: Weidmann, 1972 16 . Cf. también, para el Tratado sobre el no-ente o de la naturaleza , Sextus Empiricus, Against the Logicians. with an English Translation by R. G. Bury. Cambridge, Ma., & London: Harvard University Press (Loeb Classical Library), 1997. Se cotejó también la edición de Die Sophisten. Ausgewählte Texte. Griechisch/Deutsch. Herausgegeben und übersetzt von Thomas Schirren und Thomas Zinsmaier. Stuttgart: Reclam, 2003. Gorgias: Fragmentos 1

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Gorgias

Fragmentos

Traduccin de Pablo Oyarzun Robles

[Acerca del no-ente o acerca de la naturaleza]GORGIOU PerI toU mh ontoS H peri fusewS(En: Sext. adv. math. VII 65 ss.)

(Diels/Kranz II, 82, Gorgias, B. 3 (83)-(86), 282 s.)

(65) Gorgias el Leontino fue del mismo partido de aquellos que suprimen el criterio, si bien el ataque no es el mismo que el de los secuaces de Protgoras. En efecto, en el escrito titulado Acerca del no-ente o de la naturaleza establece tres asertos segn el orden de la secuencia, primero, que nada es (o7ti ou1de>n e5stin), segundo, que si es, es inaprensible para el hombre (o7ti ei1 kai> e5stin, a1katalhpton a1nqrwpw), que si es aprensible, al menos no se lo puede expresar ni comunicar al prjimo (o7ti ei1 kai> katalhpton, a1lla> toi a1nexoiston kai> a1nermhneuton tv< pela).(66) Que nada es, lo arguye de este modo: si es, o bien es el ente o bien el no-ente, o bien tanto el ente como el no-ente. Pero ni el ente es, como establecer, ni el no-ente, como expondr, ni tampoco tanto el ente como el no-ente, como tambin ensear.(67) Pues bien, el no-ente no es. Pues si el no-ente es, ser y no ser a la vez. En efecto, si se piensa el no-ente, no ser, pero en cuanto el no-ente es, entonces ser. Pero es totalmente absurdo (a5topon) que algo sea y no sea a la vez. Luego, el no-ente no es. Y de otro modo, si el no-ente es, no ser el ente; pues estos son contrarios (e1nantia) uno del otro. Y si al no-ente le conviene (sumbebhke) ser, le convendr al ente no ser. Pero de ningn modo el ente no es; tampoco ser el no-ente.(68) Adems, tampoco es el ente. En efecto, si el ente es, o bien es eterno (ai2dion) o bien generado (genhton), o bien es a la vez generado y eterno. Sin embargo, ni es eterno ni generado, ni ambos, como mostraremos. El ente, pues, no es. Pues si es eterno (de all hay que comenzar), no tiene principio (ou1k e5cei tina> a1rchn).

(69) En efecto, todo lo que es generado tiene un principio. Lo eterno, no generado (a1genhton), esttico (kaqestw), no tiene principio. Si no tiene principio, es ilimitado (a5peiron). Pero si es ilimitado, no est en ninguna parte (ou1damou e1n v3) y aquello en s mismo (to> e1n au1tv taun noei fronoumena), dice Gorgias, no son ente, no ser pensado el ente. Y esto es segn la razn (kata> logon); pues tal como a las cosas pensadas les conviene ser blancas, y a las cosas blancas les conviene ser pensadas, del mismo modo, si a las cosas pensadas les conviene no ser cosas que son (ei4nai ou4si), necesariamente les convendr a las cosas que son no ser pensadas.(78) Por eso es sano y acorde con lo que se sigue decir que si las cosas pensadas no son entes, no se pensar el ente. Las cosas pensadas (de aqu hay que partir) no son entes, como estableceremos. Luego el ente no es pensado. Y que las cosas pensadas no son entes, es manifiesto.(79) En efecto, si las cosas pensadas son entes, todas las cosas pensadas sern, y ello como quiera que se las piense. Pero esto no es evidente; Pues si uno piensa un hombre volador o un carro que corre por el mar, no se sigue de inmediato que un hombre vuele o corra un carro por el mar. Por eso, las cosas pensadas no son entes.

(80) Adems, si las cosas pensadas son entes, los no-entes no pueden ser pensados. A los opuestos convienen cosas opuestas, opuesto al ente es el no-ente. Y por eso, si al ente conviene el ser pensado, al no-ente convendr el no ser pensado. Pero esto es absurdo. Porque tambin Escila y Quimera y muchos de los no-entes pueden ser pensados. Luego, el ente no es pensado.(81) Y tal como lo que se puede ver es llamado por eso mismo visible, porque se lo puede ver, y lo audible se llama audible porque se lo puede or, y como no despreciamos lo visible porque no se pueda or, ni despreciamos lo audible porque no se lo pueda ver (cada uno tiene que ser juzgado por la sensacin propia [th u2pokeimena) y lo que es (ta> o5nta). Por tanto, no declaramos a los dems los entes, sino la palabra, que es otra que lo subsistente. As como lo visible no puede llegar a ser audible ni viceversa, as nuestra palabra no puede llegar a ser [el ente], ya que el ente subsiste fuera (to> o6n e1kto) [de nosotros y de la palabra].

(85) Y al no ser la palabra [el ente], no puede ste ser manifestado (dhlwqeih) a los otros. La palabra, dice [Gorgias], adviene (prospiptontwn) a partir (a1po) de las cosas externas (tw parastatiko), sino que lo exterior hace que devenga declarativa la palabra.

(86) Y no puede decirse que la palabra exista (e5nesti) como ente del mismo modo que subsisten lo visible y lo audible, de suerte que sea poderosa a declarar, a partir (e1x) de lo subsistente mismo, lo que subsiste y es. Pues, dice [Gorgias], aun si la palabra subsistiese, difiere no obstante del resto de lo subsistente, y sobre todo son diferentes los cuerpos visibles a las palabras, porque lo visible es aprehendido (lepton) por un rgano y la palabra por otro. Por lo tanto, la palabra no indica (e1ndeiknutai) las ms de las [cosas] subsistentes, as como stas no se transparentan (diadhloi