"Gramsci y el Marx desconocido" (IIª parte) por Nicolás González Varela

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  • 7/29/2019 "Gramsci y el Marx desconocido" (II parte) por Nicols Gonzlez Varela

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    Gramsci y el Marx desconocido

    (II)

    Por Nicols Gonzlez Varela

    Las grandes ideas no las porta en la espaldaun solo hombre, ni caminan sobre hilo

    de un razonamiento de un discurso.Es necesario pioneros y lentos trabajadores

    de todos los das, espritus ardientes ycalmos polemistas, entusiastas y

    crticos, destructores y reconstructores,y que cada uno haga su parte.

    (Antonio Labriola, 1889)

    Gramsci, es una pena. Ya nadie lee sus escritos(Paolo Spriano, historiador del PCI, 1986)

    La estrecha relacin entre Poltica y Filosofano era un asunto extrao a sus intereses,incluso mucho antes de que comenzara con laescritura de los Quaderni en 1930: hay dos

    aos claves en la vida de Gramsci en elextranjero que sern fundamentales tanto para su evolucin poltico-filosficacomo para su vida personal. Podemos comenzar a encontrar este pathos que

    jams abandonar ya durante su soggiorno moscovita, aunque poco se sabe desu estada en la URSS entre mayo de 1922 y diciembre de 1923. Viaja a la URSSen calidad de delegado del PCI al Comit Ejecutivo al IV Congreso de la IIIInternacional, participando en varias comisiones. All conoce a su futura mujerJulca Schucht, participa en el fermento revolucionario que todava palpita en laURSS y tiene contactos personales con los mximos dirigentes del VKP(b) comode personalidades internacionales. Entre otras grandes influencias directas estla de mayor alcance y profundidad: la de Len Trotsky.1 En este sentido

    podemos reconocer algunas reas que marcaron la posterior evolucin deGramsci, tanto como organizador y tctico, como terico revolucionario,2 apartir de la reflexin que en esos aos realizaba Trotsky: 1) conceptualizacin y1 El gran bigrafo de Trotsky, Isaac Deutscher afirma que se encontr con l y que Gramscihaba during his stay in Moscow enjoyed Trotskys confidence (durante su estada enMosc goz de toda la confidencia de Trotsky); en: Deutscher, Isaac; The Prophet Unarmed:Trotsky, 1921-1929, Verso, London, 2003, Chapter 3, n. 23, p. 411; en espaol: Trotsky: elprofeta desarmado (1921-1929), Era, Mxico, 1968. Gramsci a su vez entreg en mano textossobre el Futurismo, que Trotsky usara en su obraLiteratura y Revolucin de 1923, apareciendoen la seccin IV. Valentino Gerratana, editor de los Quaderni, concluye que la relacin conTrotsky era mucho ms amplia que la mera cuestin poltica de la coyuntura o la rutina obligadaen el protocolo de la IC. Sobre su relacin: Rosengarten, Frank; The Gramsci-Trotsky Question

    (1922-1932), en:Social Text, No. 11 (Winter, 1984-1985), pp. 65-95.2 Giancarlo Bergami: Sui rapporti tra Gramsci e Trotsky, en: Rivista di StoriaContemporanea; Vol. 7, No. 4, 1978, pp. 559-585.

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    aplicacin de la poltica del Frente nico; 2) el anlisis diferenciado delfenmeno del Fascismo como una forma muy particularizada de reaccincapitalista, cuya ms original y peligroso componente era su capacidad paracompetir con xito con los partidos de la clase trabajadora con el apoyo activode la masa descontenta y empobrecida de los pequeos-burgueses;33) la lucha

    bicfala en dos frentes, que Trotsky ya haba asumido hacia 1923, tanto contra lacreciente burocratizacin del sistema poltico dentro de la URSS, como por laextensin de la democracia dentro del partido; 4) la preocupacin por la calidadde la Nueva Cultura (inters por elProletkult), con los usos y costumbres de latransformacin radical de una entera civilizacin y la defensa de la integridad(parcial autonoma) de la Literatura y el Arte contra el acoso de burocratizadosdogmticos proletarios disfrazados de moralistas;4 5) la idea que la Revolucinde Octubre tal como se produjo en Rusia fue sui generis, y que por esta razn losrevolucionarios comunistas de los pases capitalistas avanzados de Occidentetendra que enfrentarse a un conjunto diferente de tareas y perspectivas parafinalmente tomar el poder. Todos estos hilos rojos histricos-polticos-

    filosficos, creativos y antidogmticos, se plasmaron y condensaron mas tardeen los mismos Quaderni.5 Trotsky incluso debati cara a cara con Gramsci(teniendo como blanco a Bordiga y la propuesta del Frente nico) en la reuninde la comisin italiana el 15 de diciembre de 1922, un recuerdo imborrable queaparecer en documentos polticos decisivos, como la poco conocida cartaabierta al PCUS de 1926 o su postura contra el Bordiguismo. Un testigocalificado, que recordaba las discusiones e intercambios, deca que Trotsky noocult el hecho de que en 1922 haba desempeado un papel decisivo en laspresiones ejercidas sobre Gramsci para que adoptara una actitud crtica frente aBordiga.6 A su vez Trotsky nunca olvid la estatura terico-prctica deGramsci, como recordaba nueve aos despus: Los rasgos particulares de

    Fascismo surgen de la movilizacin de la pequea burguesa contra elproletariado algo que el Partido Comunista Italiano no pudo discernir.Camaradas italianos me informan que, con la sola excepcin de Gramsci, nadieen el partido Comunista italiano hubiera podido evitar ni siquiera la posibilidadde la toma del poder por el Fascismo.7

    De Mosc, Gramsci viaja a Austria a fines de 1923, enva una carta desde Vienaal comit ejecutivo del PCI con un programa de traduccin y edicin crtica

    3 Una testigo de primera categora de estos contactos, la dirigente comunista Camilla Ravera,recuerda en las semanas previas al IV Congreso de la IC, Trotsky tuvo largas conversacionescon Gramsci en torno al Fascismo, acerca de los peligros que el Fascismo representaba, y acerca

    de la posibilidad de un golpe de estado fascista en Italia.; en: Ravera, Camilla; Diario ditrentanni, 1913-1943, Editori Riuniti, Roma, 1973, p. 129.4 Sobre las afinidades, similitudes e influencias de las ideas de Trotsky sobre Arte y Literatura,vase: Enrico Bogliolo, Societa civile e prassi nelle note gramsciane sulla letteratura; en:Annali della Facolta di Scienze Politiche, Universita di Cagliari, Cagliari, 1977, pp. 20-21.5 Gerratana, editor de los Quaderni, seala que Gramsci est siempre atento a las posturas deTrotsky, desde el mismo Quaderno I, (por ejemplo, el fragmento 52), y que mucha temticagramsciana sobre la moral y lo cotidiano tienen muchas similitudes con las problemticas dellibro de Trotsky, Problemas de la vida cotidiana, que reuna artculos y reflexiones, unverdadero trabajo de campo (basado en entrevistas y reuniones con militantes de un distrito deMosc) sobre los desafos que el estado obrero, el perodo de transicin al Socialismo, debaenfrentar en la vida cotidiana.6 Los recuerdos de Giuseppe Berti, miembro de la Federacin Juvenil Comunista y delegado en

    el IV Congreso; en:I primi dieci anni di vita del PCI, pp. 36-38.7 Trotsky, Len; What Next? Vital Questions for the German Proletariat, trans. by JosephVanzlerm, Pioneer Publishers, New York, 1932, p. 86.

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    orientado a la escuela del partido para el ao 1925. Se encontraba en la ciudadtratando de organizar el centro del partido para enfrentar tanto a Bordiga (laizquierda, con amplio consenso en la base militante) como a Tasca (el aladerecha). Tambin se propona volver a re-editar en una nueva serie el diarioLOrdine Nuovo, que aparecer de nuevo en 1924.8 En la introduccin al curso

    escrita por Gramsci, seala que el objetivo prioritario es luchar contra laconfusin que se ha creado debido al hecho de que el Marxismo se ha utilizadoen Italia, por tericos de la burguesa con funcin antidemocrtica, por lo quees necesario que el Partido intensifique y haga sistemtica su actividad en elcampo ideolgico, que se exija como un deber del militante el conocimiento dela doctrina de Marx y Lenin al menos en su trminos ms generales. 9 Elcurriculum propuesto al partido comprende no solo textos del Marx juvenil y eldesconocido, sino la versin del Manifiesto Comunista con las notas de DavidRiazanov, adems de heterodoxos como Karl Korsch, proponiendo la traduccindel opsculo Die Quintessenz des Marxismus (La quintaesencia delMarxismo, de 1922),10 que criticaba las dos almas de la vulgata marxista a la

    vez. Recordemos que Korsch y su libro Marxismus und Philosohie haban sidocondenados oficialmente por Zinoviev en el V Congreso de la IC en 1924 juntocon Fogarasi, Lukcs y Revai (grupo calificado de degeneracin del Marxismooccidental, excomulgado por oportunista filosfico y contrabandearelementos del Neokantismo). Y naturalmente muy criticado por Karl Kautsky, elPapa del marxismo evolucionista alemn, lder terico del SPD. Kautsky lecriticaba a Korsch, entre otras cosas, que considerara al Marxismo autntico,reprimido y desfigurado por el Vulgrmarxismus, como una teora de laRevolucin social, adems conclua afirmando la incomprensin en Korsch delMarxismo moderno de la socialdemocracia, la importacin de ideas rusas(filobolchevismo) y la madurez infantil del autor.11 Imaginemos que esta

    execracin ideolgica se haca sobre una personalidad como la de Korsch,delegado elegido al Congreso por el KPD alemn y director de una de las revistastericas oficiales del partido, Die Internationale. No era casualidad que lecombatieran las dos versiones del Vulgrmarxismus, las dos caras de Jano en laizquierda europea: del lado de la II Internacional, Kautsky y el paradigmaorganizativo de la socialdemocracia alemana haban sido maestro y modelo demuchos bolcheviques y del propio Lenin hasta 1914; en esa poca Zinoviev era elporta-parole indiscutido de la IC, aliado de Stalin en contra de Trotsky, y sucrtica era una denuncia anti-intelectual contra profesores que elaboraban undesviacionismo idealista que los llevaba irremediablemente a un extremismode izquierda. La anatema era tajante: en nuestra Internacional Comunista

    8 Gramsci permanecer hasta el 12 de mayo de 1924, volviendo a Italia para asumir comodiputado electo. Sobre Gramsci en Viena: Somai, Giovanni; Gramsci a Vienna-ricerche edocumenti 1922-1924, Urbino: Argalia, Urbino, 19799 Introduzione, en: Gramsci, Antonio;La costruzione del Partito comunista. 1924-1926, a curadi Elsa Fubini, Einaudi, Torino 1971, p. 55.10 Korsch, Karl: Die Quintessenz des Marxismus. Eine gemeinverstndliche Darlegung, Viva,Berlin, 1922; carta del 14 de enero de 1924, en: Gramsci, Antonio;Lettere 1908-1926, a cura diA. A. Santucci, Einaudi, Torino 1992, pp. 189-91. Korsch, considerado con Bloch, Lukcs yLuxemburg uno de los puntales del llamado Marxismo Occidental, era impensable quepudiera ser publicado en los aos 1920s por alguna editorial ligada a los partidos comunistas dela IC.11

    Kautsky, Karl; Besprechung von Marxismus und Philosophie, en: Die Gesellschaft.Internationale Revue fr Sozialismus und Politik, Erster Band, 3 (Hrsg. von RudolphHilferding), Dietz Verlag, Berlin, 1924, pp. 306314, 1924.

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    -deca Zinoviev- no podemos tolerar la presencia de este Revisionismoterico.12 Gramsci conoca este duro mandoble tanto a Korsch como a Lukcs,

    ya que posea el nmero del diario oficial de la IC en edicin francesa, quecontena el diktatum de Zinoviev.13 Nuevamente jugando un rol heterodoxo ymuy peligroso. Gramsci, a contracorriente, declara en los Quaderni que es

    digna de estudiarse la posicin del profesor(sic) Lukcs, y aunque no habapodido leer la famosa obra Geschichte und Klassenbewutsein. Studien bermarxistischeDialektik de 1923, Gramsci haba estudiado con detenimientomuchos de los artculos que luego conformaron el libro.14 Lukcs ya habacriticado el Dia Mat encarnado en la ideologa oficial de Bujarin en 1923,15 yGramsci seguramente la conoca, ya que muchas crticas a su libro Teora delMaterialismo Histrico en los Quadernicoinciden vis-a-vis con las de Lukcs.16

    Por otra parte, Zinoviev le sugiri a Korsch un pedante consejo amistoso: el deestudiar Marxismo y Leninismo, sealando que todos ellos todava necesitanestudiar Marxismo a conciencia; ms adelante lo calific de pequeo burgusque se ha vuelto loco.17 La ofensiva no concluy aqu. El hngaro Bla Kun,

    encargado de la divisin de Agitprop del Comintern, escribi al C.C. del KPDuna dura carta18 en la que ordenaba se controlara al grupo en torno a Korsch; enella Kun sealaba ejemplos de malos artculos en la revista terica del partido,Die Internationale, los ofrecen las crticas del camarada Lukcs querepresentan verdaderos paradigmas de una crtica abstracta muerta quedescansa en un Marxismo puramente verbal (Wortmarxismus)19, para

    12 El furibundo discurso completo de Zinoviev, titulado La lucha contra los extremistas y elRevisionismo histrico, en: Lukcs, Gyorg; Schriften zur Ideologie und Poliitik, Luchterland,Neuwied-Berlin, 1967, pp. 719-726.13 EL informe de Zinoviev apareci traducido al completo en:La Correspondence International,10, julio, 1924, IV, N 43, p. 440 y ss., publicacin que posea Gramsci.14 Gramsci tena en su biblioteca de la crcel los siguientes artculos de Lukcs: RosaLuxemburg como marxista, traducida al italiano en: Rassegna comunista, publicado en variosnmeros sucesivos: 30, noviembre, 1921, I, N 14, pp. 681-686; 15 de diciembre, 1921, I, N 15,pp. 727-734; 30 de diciembre de 1921, I, N 16, pp. 754-757; Sobre la cuestin delparlamentarismo, en:Il soviet, anno III, publicado en varios nmeros a lo largo de 1920: N 13,25 de abril; N 14, 2 de mayo y N 15, 16 de mayo. Citas de Lukcs aparecen tambin enLOrdine Nuovo, por ejemplo: en el ejemplar del ao II, N 5, 12 de junio de 1920, p. 40.15 Lukcs, G.; Literaturbericht, N. Bucharin, Theorie des historischen Materialismus. Gemein-verstandliches Lehrbuch der marxistischen Soziologie, 1922; en:Archiv fr die Geschichte desSozialismus und die Arbeiterbewegung, XI, Leipzig, 1925, pp. 216-224, seguido de: Rudas, L.:Die Klassenbewusstseinstheorie von Lukcs; en:Arbeiter-Literatur, N 10, 1924, pp. 669-697,y Revai, Jzsef: Literaturbericht, Georg Lukcs, Geschichte uber marxistische Dialektik, 1923;en:Archiv fr die Geschichte des Sozialismus und der Arbeiterbewegung; II, 1923, pp. 227-236.16

    El editor de los Quaderni, Gerratana, llega a especular que Gramsci estaba al tanto del debategeneral sobre las tesis de Lukcs, y que incluso conoca el artculo polmico de Abram Deborin,Lukacs and seine Kritik des Marxismus, publicado en:Arbeiterliteratur, Nr. 10, 1924, pp. 624y ss. Deborin, el filsofo oficial de la URSS entre 1925-1930, acusaba al libro de Lukcs de seruna revoltura curiosa de ideas del Hegelianismo ortodoxo adornadas con detalles de Lask,Bergson, Weber, Rickert Marx y Lenin, amarga irona ya que sera acusado en 1931 por Stalinde ser precisamente demasiado hegeliano (o sea: menchevizante e idealista subjetivo).17 Textualmente: wild gewordene Kleinbrger.18 La carta de Kun, pieza clave de la estupidez stalinista ya predominante, en: Korsch, Karl;Kommentare zur Deutschen "Revolution" und ihrer Niederlage. Neunzehn unbekannte Textezur politischen konomie, Politik und Geschichtstheorie; Rotbuck Verlag, Giessen, 1972, pp.131-136.19 Kun se refiere a dos brillantes ensayos de Lukcs: un artculo era un anlisis de la vulgata

    marxista de la II Internacional: Die Triumph Bernsteins. Bemerkungen ber die Festschriftenzum 70. Geburtstag Karl Kautskys, (El triunfo de Bernstein. Observaciones sobre laconmemoracin del 70 aniversario de Karl Kautsky), en: Die Internationale, 21/22 (Nov.),

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    concluir profticamente que uno no puede estar al mismo tiempo por el librode Stalin,Lenin y el Leninismo, y por el otro lado por cosas tan poco marxistascomo Quintaessenz des Marxismus de Korsch y la obra de Lukcs. Uno debedecidir. Korsch tambin fue censurado por el lder del ala ms derechista delpartido bolchevique en la poca, Nikolai Bujarin en persona. Bujarin era,

    adems, el idelogo oficial terico del VPK (B) que controlaba la revista tericaoficial Bolshevik desde su creacin.20 Hegel y Schelling hubieran sonredo silas consecuencias personales y polticas no fueran tan dramticas para losherejes del Idealismo subjetivo.21 Es sintomtico que el texto de Korschapareciera una recensin bibliogrfica en la erudita Marx-Engels Archiv una delas publicaciones centrales del Instituto Marx-Engels de Mosc creada porDavid Riazanov para acompaar el esfuerzo editorial de las obras completas deMarx y Engels.22 El texto de Korsch es sugerente en varios puntos para entenderla posterior evolucin del Marxismo gramsciano. Segn Korsch, la vulgatamarxista (el Kautskismo pero despus de 1917 la naciente ortodoxia del llamadoLeninismus) haba transformado el pensamiento de Marx en un sistema de

    conocimientos cientficos sin conexin inmediata con la lucha de clases, por loque la tarea ms urgente es aplicar a la propia Historia del Marxismo el mtododialctico y materialista de Marx, laKritik!, para conocer los motivos histricosreales que han conducido a la regresin de la doctrina (originariamentesubjetiva-revolucionaria) hasta convertirla en una Teora evolucionista decarcter meramente objetivista. Esta prdida de nivel de Marx se produce porla mediacin de una incomprensin de su contenido filosfico, coincidiendo conLabriola, que ha hecho incomprensible la conexin real entre teora y prctica.La tarea urgente es, como la har propia Gramsci, la reconstruccin delpensamiento de Marx desde la inmanencia de sus propios presupuestos. Larestauracin del autntico Marx (la eliminacin crtica de las ideologas

    marxistas) tendra como consecuencia inmediata la misma configuracin de lapraxis de las organizaciones revolucionarias. Como Gramsci (definidopstumamente por Togliatti como ardiente leninista), Korsch pretendarescatar el pensamiento y la prctica del Lenin verdadero de la liturgiadenominada Leninismo. Korsch (y Lukcs) haban abierto una brecha en lapropia constitucin de la ideologa del Stalinismo. Gramsci coincida, lasuperioridad de Lenin con sus contemporneos haba sido generar una

    1924, p.661-663.; el segundo una resea crtica de la principal literatura sobre Lassalle editadaen esos aos, y en la cual se incluye la segunda edicin deSozialismus und Staatde Kelsen, peroque analizaba la diferencia entre la teora del estado burgus-jacobina y la de Marx: Lassalle alsTheoretiker der VSPD (Lassalle como terico del VSPD.; en:Die Internationale, 19/20 (Okt.),

    1924, p. 622-624.; los trabajos de Lukcs nuevamente salieron reseados a su vez por los Marx-Engels StudienZeitschrift des Marx-Engels-Instituts in Moskau, 1, p. 537 de Riazanov.20 Vase: Weber, Hermann;Die Wandlung des deutschen Kommunismus. die Stalinisierung derKPD in der Weimarer Republik, Band 1, Europische Verlag, Frankfurt, 1969, pp. 82-84.Bujarin le critic pblicamente que en la revista que diriga se hubiera publicado un artculo deRoninger que se atreva a criticar la teora bujarinista de la aristocracia del trabajo y defendalas posiciones de Luxemburg en cuanto al programa de la IC; Roninger, Boris; ZurProgrammfrage, en: Die Internationale, 7, 10/11 (Juni) 1924, pp. 328 y ss.; en el mismonmero sala un elogioso artculo de Korsch sobre Historia y Conciencia de Clase de Lukcs,ber materialistische Dialektik, donde seala que el mtodo materialista de Bujarin esespecficamente burgus.21 Ivn Kvitka en su libro de 1999, La Filosofa rusa y la Poltica, (en ucraniano) realiza unmartirologio de filsofos profesionales (incluyendo marxistas y no-marxistas) ejecutados bajo el

    Stalinismo, contabilizando a 97 personas de 1929 a 1952.22 En:Marx-Engels Archiv:Zeitschrift des Marx-Engels-Instituts in Moskau, Volume 1, Marx-Engels-Archiv Verlags G.M.B.H., Frankfurt a. M., 1927, p. 494.

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    ortodoxia revolucionaria a partir del Marx autntico o ms cercano al original.El Leninismo haba sido una justa popularizacin en las condiciones rusas deMarx, no su vulgarizacin y transformacin en una Ciencia de la Legitimacinde un partido (el VKP-b) y de un estado (la URSS). Contra el creciente cultoreligioso a Lenin (base de la ideologa stalinista) Gramsci afirmaba que al Marx

    autntico no habra que buscarlo en ste o aqul de sus discpulos, en sta oaquella tendencia ligada a corrientes extraas al Marxismo, sino en el conceptode que el Marxismo se basta a s mismo, contiene en s todos los elementosfundamentales.... Gramsci inverta la frmula establecida por Stalin, que decacon fuerza de ley Lenin es marxista, y la base de su concepcin del mundo es,naturalmente, el Marxismo. Pero de esto no se desprende, en modo alguno, quela exposicin del Leninismo deba comenzar por la de los fundamentos delMarxismo.23 sta era la autntica ortodoxia (Ortodossia) para Gramsci, yaque el retorno a Marx implica establecer que su teora es revolucionaria encuanto que es precisamente elemento de separacin completa (elemento diseparazione completa) en dos campos, en cuanto que es vrtice inaccesible para

    los adversarios.Recuperar al Marx autntico es reconstruir su estructura depensamiento completamente autnoma, y entonces que puede afirmarse que elMarxismo no sufre hegemonas (Egemonie). Marx no necesita ningn apoyoheterogneo, y todo recurso a ellos implica que el Marxismo se transforma enun cuerpo de criterios subordinados, de segundo grado. Quin reduce o

    vulgariza a Marx de esa forma, capitula implcitamente ante los adversarios.Un proceso de lucha ideolgica interna y externa que Gramsci denominaReafirmacin (Riaffirmarsi).24 Korsch tambin critica a quienes intentancompletar las aparentes (por inexistentes) incompletitudes de Marxrecurriendo a la feria acadmica de moda (por ejemplo, Korsch cita la nuevaSociologa de corte weberiana), y adems pone en claro la propia estructura

    lgico-histrica de Das Kapital, y la incomprensin del segundo y tercer tomode la obra por la vulgata oficial por olvidarse o incomprender el trmino tcnicomarxiano de especificidad histrica (historische Bestimmung), clave en laarquitectnica de laKritik y en la teora del Valor. Korsch tambin destacaba ladistincin marxiana entre Modo de Investigacin (Forschungswiese) y Modode Exposicin (Darstellungswiese), indispensable para entender el lugar delmtodo dialctico en la crtica de Marx. Pero la afinidad no era meramenteteortica. Los puntos de contacto entre la propia experiencia poltica de Korsch

    y de Gramsci eran mltiples, empezando por la prctica consejista de ambos y elpresupuesto de la democracia de base y directa. Cerrando el rizo terico y lasafinidades electivas, a su vez Korsch elogiar en 1929 el mtodo dialctico de

    maestro de Gramsci, Antonio Labriola, al que considera el mejor interprete delmtodo marxista.25Por mucho que pueda sorprender, los principios tericos yfilosficos de Korsch presentan una gran analoga con la problemtica de

    23 Stalin, I. V.; Informe ante el XVIII Congreso del partido sobre la labor del C.C. del PC (B) dela URSS, 10 de marzo de 1939; en: Obras, XV, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Mosc, 1953,pp. 35-57, apartado Algunas cuestiones de Teora.24 Gramsci, Antonio; Il concetto di ortodossia; en: Quaderni de Carcere, Volume primo,Eiunaudi, Torino, 1977, pp. 435-436; en espaol: El concepto de ortodoxia; en: Cuadernos dela Crcel.2; Era, Mxico, pp. 147-148.25 Korsch, Karl; Gutachten ber Labriola und seine Bedeutung fur Theorie und Geschichte desMarxismus, en:Krise des Marxismus. Schriften 1928-1935, herausgegeben und eingeleitet von

    Michael Buckmiller, Stichting beheer ISSG, Amsterdam, 1996, pp. 183-185; en espaol: Notassobre Antonio Labriola y su importancia para la Teora y la Historia del Marxismo, en: Teoramarxista y Accin poltica, Cuadernos de Pasado y Presente, 84, Mxico, 1979, pp. 131 y ss.

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    Gramsci, y mucho menos con la de Amadeo Bordiga (uno de los fundadores delPCI), con quin intent establecer una plataforma internacional de izquierdaspara enfrentar al Stalinismo y el ala derecha de Bujarin. Pero Bordiga nuncaestuvo dispuesto a llevar la crtica al Leninismo (antecesor del DiaMat) hasta elfinal.26

    El trabajo de reorganizacin es simultneamente, en Gramsci, reconstruccinterica y recuperacin cultural. Su diagnstico implcito era un enorme dficitterico y la posibilidad de reconfigurar los disiecta miembra del Marxismohistrico (realmente existente) en todas su variantes en torno al centrogravitacional del Marx recuperado. Y todo esto encerrado en una crcel especialfascista! Es equivocado, como muchos especialistas han escrito, que laformacin marxiana de Gramsci (que surgira como una especie de Minervaterica, sin ninguna relacin con las nuevas realidades y el nuevo Marx que sedescubra), estuviera en lo fundamental ultimada en la poca de Ordine Nuovo(1920). Nada de elucubraciones de gabinete. En realidad, es al revs: Gramscidesconoca casi en su totalidad al autntico Marx (incluso mucho de Lenin)

    antes de esa fecha. Gramsci no haba profundizado suficientemente su lecturade Marx, ya que Marx se encontraba o bien mutilado o bien indito: haba sidocodificado y arbitrariamente editado por los dos grandes polos de la izquierdaeuropea. Como recuerda un compaero de encierro en Turi Gramsci estabacomprometido en una lucha constante para no ser abrumado y derrotado por elmedio ambiente y la rutina de la vida en prisin, su delicado estado de salud, elsufrimiento, la falta de sueo hecho no le impidi leer un montn de libros,revistas y publicaciones que haban sido cedidas por varias editoriales, as comono le impidi estudiar y escribir durante las horas que pasaba en su celda. 27

    Entre 1929 y 1931 Gramsci llena cuatro cuadernos de ejercicios lingsticos y detraducciones, en especial de textos del Marx desconocido: la Kritik a la Filosofa

    del Derecho de Hegel, La Cuestin Juda, La Sagrada Familia, La Ideologaalemana, Miseria de la Filosofa, Trabajo Asalariado y Capital, el prlogo a laKritik de 1859, y Das Kapital (el libro I).28 Los editores italianos de losQuaderni(como Gerratana) han establecido que estas traducciones tienen un

    valor autnomo y estratgico en relacin al nuevo Marx que intenta re-establecer Gramsci.29 Es sintomtico que leyera en esta poca los trabajos deRosa Luxemburg, citndolos a lo largo de los Quaderni, en particular su artculoStillstand und Fortschritt im Marxismus (Estancamiento y progreso delMarxismo) de 1903:30 muchos diagnsticos gramscianos tiene un eco

    26 Sobre las afinidades electivas entre Korsch y Gramsci, vase: Rusconi, Gian-Enrico; Teora y

    Praxis; en: AA.VV.; Karl Korsch o el nacimiento de una nueva poca; Anagrama, Barcelona,1973, pp. 57-80.27 Testimonio de Giovanni Lai, en: en: AA. VV.; Gramsci vivo, Feltrinelli, Milano, 1976, p. 205.28 Vase el artculo del editor de los Quaderni: Gerratana, Valentino; Punti di riferimento perun edizione critica dei Quaderni del Carcere, en: Critica marxista, Quaderni n. 3, Rome, 1967,pp. 240-259. Se trata de un Marx que escapa de la canonizacin oficial de la poca y rompe elcanon de la ortodoxia oficial, tanto de Stalin como del SPD en su variante kautskista.29 Recientemente han aparecido en Italia: Gramsci, Antonio: Quaderni di traduzione (1929-1932), 2 T., a cura di Giuseppe Cospito e Gianni Francioni, Istituto della Enciclopedia italiana,Roma, 2007. De la traduccin del texto de Marx sobre la Judenfrage elaborar su idea de lasociedad civil, por ejemplo.30 Original: Vorwrts!, Berlin, n62 - 14 mrs, 1903; texto que apareci re-editado por DavidRiazanov en una compilacin de escritos de Marx en su edicin francesa: Karl Marx, homme,

    penseur et rvolutionnaire. ecueil d'articles, discours et souvenirs; collationns par D.Riazanov, Editions Sociales Internacionales, Paris, 1928, pp. 70-77; en espaol: Luxemburgo,Rosa; Estancamiento y progreso del marxismo, en: Obras escogidas, Bogot, Ed. Pluma,

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    luxemburgista sin lugar a dudas. El diagnstico de Rosa sealaba que si,pues, detectamos un estancamiento en nuestro movimiento en lo que hace atodas estas cuestiones tericas, ello no se debe a que la teora marxista sobre lacual descansan sea incapaz de desarrollarse o est perimida. Por el contrario, sedebe a que an no hemos aprendido a utilizar correctamente las armas

    intelectuales ms importantes que extrajimos del arsenal marxista en virtud denuestras necesidades apremiantes en las primeras etapas de nuestra lucha. Noes cierto que, en lo que hace a nuestra lucha prctica, Marx est perimido o lohayamos superado. Por el contrario, Marx, en su creacin cientfica, nos hasacado distancia como partido de luchadores. No es cierto que Marx ya nosatisface nuestras necesidades. Por el contrario, nuestras necesidades todavano se adecuan a la utilizacin de las ideas de Marx. Revelador de la heterodoxiade Gramsci: el pensamiento de Luxemburg ya estaba pblicamente en el Indexdel Stalinismo. El pensamiento de Luxemburg haba sido codificadonegativamente (casi detrs del Trotskismo) por el DiaMaty la IC hacia 1930 conuna etiqueta poltico-policial: Luxemburguismo, sinnimo de Idealismo

    subjetivo en lo filosfico y extremismo infantil en lo poltico, una variantealemana del Menchevismo.31 La fundamentacin terica la complet, comono, una carta de Stalin que afirmaba que el Luxemburguismus es unLiberalismo podrido que actualmente tiene cierta vigencia en un sector de los

    bolcheviques, ya que la socialdemcrata de izquierda Rosa Luxemburg habainventado el plan utpico y semi-menchevique de la Revolucin Permanente,que haba adoptado Trotsky quien lo haba convertido en un arma de luchacontra el Leninismo. Adems contina el Stalin historiador, Luxemburgsiempre se pronunci en favor de los mencheviques y contra los

    bolcheviques.32 El diktatum fue inmediatamente publicado en la principalpublicacin del Comintern, Inprecor. El descrdito de Luxemburg pas a ser

    parte de la campaa general contra Trotski y la oposicin de cualquier tipo.33 Lacensura absolutista de Stalin generar una cruel injusticia histrica: la obra deLuxemburg condenada por el ukase nunca ms ser editada en la URSS.Tambin tuvo consecuencias ms amplias y de gran calado, tanto en la IC (undiscurso especial de Kaganovich, entre otros)34como en el propio PCI. La carta-decreto de Stalin fue publicada en italiano en la revista terica Lo StatoOperario (publicacin semanal del partido) en diciembre de 1931, con unaintroduccin empalagosa de Togliatti, que la declaraba como un documentode la mayor importancia poltica para todos los partidos de la Internacional;Togliatti relacion inmediatamente la hereja denunciada por Stalin con lapropia disidencia dentro del PCI, y hallar los mismos errores de Luxemburg en

    la corriente bordigista.35 Importante para nosotros es que Togliatti volvi a

    Bogot, 1979, tomo I, pp. 169-174.31 Sobre las peripecias de la categoraLuxemburguismus, tanto en el Comintern como dentro delregimen de Stalin, vase: Gupta, Sobhanlal Datta;Marxism in Dark Times: Select Essays forthe New Century, Anthem Press, New Dehli, 2012, p. 83 y ss.32 Stalin, I., Carta Proletarskaya Revolutsia, No. 6 (113), 1931, en: Sochineniya, XIII, pp. 84-102 (en ruso); en espaol, on-line:http://www.marxists.org/espanol/stalin/1930s/sta1931.htm33 Vase: Kinner, Klaus; Die Luxemburg-Rezeption in KPD und Komintern, en: UTOPIEkreativ, H. 129/130 (Juli/August 2001), pp. 595603.34 Como ahora sabemos gracias a la apertura de los archivos de la IC; vase el trabajo de ErwinLewin: Einige Aspekte der Wirkung von Stalins Luxemburg-Urteil 1931 in der Komintern; en:

    Beitrge zur Geschichte der Arbeiterbewegung, 33 (1991), H. 4, pp. 483-493.35 Togliatti, Palmiro; Opere, III, 1, 1929-1935; Edizione di Ernesto Ragionieri, Riuniti, Roma,1973, pp. 451-456.

    http://www.marxists.org/espanol/stalin/1930s/sta1931.htmhttp://www.marxists.org/espanol/stalin/1930s/sta1931.htmhttp://www.marxists.org/espanol/stalin/1930s/sta1931.htmhttp://www.marxists.org/espanol/stalin/1930s/sta1931.htm
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    ocuparse de la carta de Stalin y el vade retro! al Luxemburguismo en unmensaje dirigido a los militantes que estaban presos, entre ellos Gramsci.36

    El nuevo Marx, las nuevas reflexiones en torno al ncleo autntico de laFilosofa de la Praxis, tambin tienen consecuencias en la accin polticacotidiana. Gramsci lanza a Labriola y el Marx autntico contra el Dia Mat,

    contra la vulgata prctica y terica que se haca hegemnica en la izquierdaeuropea. Tena la certeza que estaba bajo sospecha de no estar bien alineadoen la lucha interna en la URSS entre la mayora liderada por el do Stalin-Bujarin (el centro burocrtico y el ala derechista) y la corriente minoritaria deoposicin (Trotsky-Kamenev-Zinoviev), lucha que concluira en 1928 con ladeportacin de Trotski a Alma-Ata. Hay que situarse en la coyuntura paraentender el gesto hertico y valiente de Gramsci: en el otoo de 1926 la feroz

    batalla sostenida por Stalin contra la llamada Oposicin Unida (reducida auna faccin disidente a partir de octubre)37 en Mosc repercuti sobre toda laInternacional y en especial en el partido italiano; Togliatti, delegado del PCI enla Komintern, escribi al secretariado del partido, instndole a que se

    pronunciara en apoyo de la lnea oficial stalinista sobre problemas vitales paratodo el movimiento comunista.38Gramsci respondi con una serie de artculosen la Unit en septiembre de 1926, que desemboc el 14 de octubre en unafranca carta abierta al CC del PC ruso, que misteriosamente no fue publicadasino muchos aos despus.39 En la carta, redactada en un lenguaje muy emotivo,se mostraba equidistante entre las dos facciones, la principal finalidad eraexpresar la incontrolable ansiedad provocada por las amargas polmicas yluchas de poder en Mosc. Aunque aceptaba la lnea mayoritaria comofundamentalmente correcta, observaba que la unidad y la disciplina nopueden ser mecnicas y forzosas, y deben estar basadas en la lealtad y en laconviccin, es decir: utilizaba su propio concepto de Egemonia, todava in

    nuce, contra el bloque de Stalin y la esclerotizacin de la IC. Egemonia es untrmino tcnico de Gramsci que comienza en 1930 con una reflexin de larevolucin sin revolucin en el Risorgimiento italiano, para comprender enprimer trmino la idea como una frmula: Hegemona=direccin (direzione) yluego como: Hegemona=direccin+dominio (direzione+dominio). La idea esque una clase es dominante en dos modos: como dirigente y como dominante, yen el caso del proletariado en el poder,Egemonia se encuentra intrnsecamenteunida a Democrazia, la Egemonia, an con fundamento econmicoindispensable, es tico-poltica, es la encarnacin del verdadero centralismodemocrtico. Sin consenso, con la mera aplicacin mecnica de la fuerza, seproduce una crisis de Hegemona, el establecimiento irreversible de la lgica de

    un Centralismo burocratico. Gramsci en su tctica literaria para proteger laverdad, seala veladamente que el Centralismo burocrtico indica que se haformado un grupo estrechamente privilegiado que tiende a perpetuar sus

    36Ibid.,III, 2, p. 62.37 Vase: Carr, , E. H.; Historia de la Rusia sovitica- Bases de una economa planificada(1926-1929). 2, Alianza Ediitorial, Madrid, 1983, Captulo 39, La Oposicin Unida, p. 15-64.38 Vase: Spriano, Paolo; Storia del Partido Comunista italiano. Storia del Partito comunistaitaliano II. Gli anni della clandestinit; Einaudi, Torino, 1969, p. 47 y ss.39 Gramsci, Antonio; Lettera ai compagni del Comitato centrale del Partito comunista sovietico(ottobre 1926). La carta la public Tasca, que la copi de los archivos de la Komintern, enforma resumida enNuovo Avanti! , en mayo de 1937 y luego completa en el peridico Problemi

    della rivoluzione italiana, II, que se editaba en Pars, en abril de 1938; Se public por primeravez en Italia en la Corrispondenza socialista, I, 22, 29 di novembro, 1957) y nuevamente el 30de mayo de 1964, en el diarioRinascit.

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    privilegios regulando e incluso sofocando el nacimiento de fuerzas contrarias ensu base, y seala que es importante observar que en las manifestaciones delCentralismo burocrtico la situacin se ha formado por el primitivismopoltico y que especialmente en los organismos internacionales la formacinde tales situaciones es extremadamente daina y peligrosa.40 No estar alineado

    automticamente con Stalin en esa poca era arriesgarse a soportar medidaspunitivas en el propio partido o una expulsin de la estructura de la IC. En lamisiva, realiza un dramtico llamamiento a los camaradas bolcheviques:Camaradas, ustedes han sido, en los ltimos nueve aos de la Historia delMundo, el elemento organizador e impulsor de la lucha revolucionaria en todoslos pases: la funcin que han cumplido no tiene precedentes en toda la historiade la raza humana en cuanto a su amplitud y profundidad. Pero ahora se estdestruyendo vuestro trabajo, corren el riesgo de degradarse y cancelar el papelde liderazgo que el Partido Comunista de la URSS haba ganado por el impulsode Lenin.41 Gramsci continuaba subrayando que lo que se pone en discusin esas el principio y la prctica de la hegemona (Egemonia) del proletariado, ya

    que la unidad y la disciplina no pueden ser en este caso mecnicas y obligadas,tienen que ser leales y de conviccin, no las de una tropa enemiga prisionera ocercada que piensa en la evasin o en la salida por sorpresa, para concluirsealando que los camaradas Zinoviev, Trotsky y Kamenev han aportadomucho a nuestra educacin revolucionaria; algunas veces nos han corregido con

    vigor y firmeza; han sido nuestros maestros. Ahora nos dirigimos sobre todo aellos como los responsables de la presente situacin, porque deseamos estarseguros que la mayora del Comit Central de la URSS si gana, no intente llevarsu victoria demasiado lejos, y se muestre partidaria de no emplear medidasexcesivas. Los lderes de la Oposicin Unida maestros de Gramsci? Elmensaje era otra severa crtica a las tcticas de Stalin y su mayora mecnica,

    antihegemnica, centralista burocrtica. Segn Riboldi, un prisionero en Turi,Gramsci defina en esa poca a Stalin como un dirigente que primero es unnacionalista ruso; despus es comunista.42 La carta nunca fue entregada porTogliatti a Bujarin, permaneci en los archivos de la IC durmiendo el sueo delos justos. Gramsci se quej con amargura, Togliatti envi rpidamente, el 18 deoctubre de 1926, una seca respuesta en la que le reprochaba a Gramsci no teneren cuenta las circunstancias de la polmica, no condenar de manera explcita ala Oposicin Unida (Zinoviev-Trotsky-Smirnov) y dar la impresin que dudabade la justicia del Comit Central que manejaba Stalin: La insistencia en que seevitaran medidas excesivas no implicaba una desconfianza hacia el partidoruso?43 Gramsci le respondi con una crtica articulada y amarga: Haramos

    40 Gramsci, Antonio: vase, por ejemplo, los fragmentos: Egemonia e Democrazia (Quaderno8-191) y Maquiavelo. Centralismo organico e centralismo democratico (Quaderno 9-68).41 Lettera al Comitato Centrale del PCUS; en: La costruzione del Partito comunista, op. cit., p.128; en espaol: Al Comit Central del partido comunista sovitico, en: Gramsci, Antonio;Escritos Polticos (1917-1933), Siglo XXI, Mxico, 1981, pp. 290-295. Sobre las circunstanciasque acompaaron a la fallida transmisin de la carta de Gramsci y el conflicto que gener, vaseel trabajo de Giusseppe Vacca: Gramsci 1926-1937: la linea d'ombra nei rapporti con ilComintern e con il partito; en: Togliatti sconosciuto, l'Unit, Roma 1994, pp. 13-59 (la cartaaparece en las pp. 23-30).42 Vase el testimonio de Ezio Riboldi: Vicende socialiste: trent'anni di storia italiana neiricordi di un deputato massimalista, Edizioni Azione Comune, Milano, p. 182.43 Para la versin de Togliatti de sus actos durante 1926 y la respuesta a Gramsci, vase:

    Rinascit, 30 de mayo, 1964 y 13 de junio de 1964. Gramsci replic a Togliatti, pero el texto desu carta nunca fue publicado hasta 1971; vase: Spriano, Paolo;Storia del Partido Comunistaitaliano. Storia del Partito comunista italiano II. Gli anni della clandestinit; Einaudi, Torino,

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    un pobre papel de revolucionarios irresponsables si permanecisemos pasivosante los hechos consumados, justificando a priori su carcter inevitable. Quecumplir con nuestro deber nos lleve indirectamente a servir tambin a losintereses de la Oposicin es algo que nos debe preocupar slo hasta ciertopunto no creo que en nuestra carta haya algn riesgo de debilitar la posicin

    de la mayora del Comit Central, para a continuacin remarcar lo queesconda la crtica de Togliatti: todo tu razonamiento est viciado deBurocratismo (Tutto il tuo ragionamento viziato di 'Burocratismo).Un poco ms adelante, en el ao 1930 se produce un incidente poltico que

    vuelve a presentarnos a un Gramsci heterodoxo y crtico: a fines de 1929, comodijimos, el PCI se hallaba en una situacin desesperada, sin direccin dentro deItalia y con un grupo dirigente en Pars destrozado por las intrigas y elfaccionalismo. Tantas intrigas que el dirigente del Komintern Manuilski lellamaba el partido de Maquiavelo. Se produjo un debate sobre las tareasfuturas del partido y sobre la adopcin de medidas para que la sede del PCI

    volviera al territorio italiano; en el seno del partido se establecieron tres

    posturas enfrentadas dentro del comit central: la de Silone (relacionado con elderechista Tasca), la oficial de Togliatti (apoyando Longo y el comit ampliadode la IC en Mosc), y la de la izquierda de Bordiga, que segua teniendo muchoapoyo en la base del partido. Los disidentes acusaron a Togliatti deaventurerismo y de actitud suicida al querer trasladar actividades en plenaofensiva represora de Mussolini. La lucha termin con la derrota de laoposicin: Tresso, Leonetti y Ravazzoli quedaron expulsados del Politbur;Silone del comit central, y Bordiga, que estaba en la crcel, directamente delpartido.44 Las expulsiones asestaron un golpe mortal a un partido ilegalizado,dividido y desanimado, dejando como secuela un rencor que se mantendra a lolargo de varios aos. Los disidentes gozaban de gran popularidad y apoyo en las

    bases del partido, y era notorio cada vez ms la acumulacin de poder en manosde Togliatti (bendecido por la IC). En esta coyuntura, Gramsci, que estabacumpliendo la condena en Turi precisamente, manifest su solidaridad con losrebeldes y su indignacin por la expulsin autoritaria y precipitada. As locuenta Gennaro, otros de sus hermanos que viva en Paris, que lo visit la crcelen julio de 1930 y le dio la noticia de las expulsiones. Gramsci cuestionaba laimposicin al PCI de la lnea del Tercer Perodo de la Komintern (que no era laadecuada para las condiciones de Italia ni para la idiosincracia de laorganizacin).45 Le impresion tanto la informacin que le traa Gennaro, que leescribi a Tatiana: acabo de tener una entrevista con mi hermano que haimpreso un verdadero zig-zag a mis pensamientos. A finales de ese ao, segn

    el testimonio de Athos Lisa, se propuso re-educar a los militantes en la crcelcon unas lecciones de una hora que se daran durante el tiempo de paseo, elpropsito formar nuevos cuadros libres de todo sectarismo: el trabajo deeducacin poltica que l realizaba entre los compaeros deba conducir, entreotras cosas, a crear un ncleo de elementos que habran de llevar al partido unacontribucin ideolgica ms sana.46 Esta hybris crtica y heterodoxa

    1969, p. 51 y 58.44 Al parecer, la oposicin tena razn: se envo a Italia clandestinamente a la togliattistaCamilla Rivera para que organizara las clulas del partido, dur en el pas menos de dos meses,detenida y condenada a cincuenta y un aos de prisin.45 Tambin se sumo a la postura de Gramsci otro destacado encarcelado, Terraccini; vase: Fiori,

    Giuseppe; Vida deAntonio Gramsci, Pennsula, Barcelona, 1976, pp. 299-300.46 Lisa, Athos; Memorie: In carcere con Gramsci, Feltrinelli, 1973, pp. 81103; en espaol:Discusin poltica con Gramsci en la crcel, en: Gramsci, Antonio; Escritos Polticos (1917-

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    gramsciana, prctico-terica, es lo que explica la desaparicin del nombre deGramsci de las publicaciones del PCI (incluso las conmemorativas) y de laKomintern durante muchos aos.47 Gramsci era sospechoso de sufririnsuficiencia ortodoxa, no solo terica sino tambin prctica, en la bizantina

    jerga del Dia Mat. Se impona una poltica de aislamiento, silencio y de

    manipulacin. (Continuar)

    (*) En la imagen: gafas de Gramsci y carta a su hermano Carlo.

    1933), Siglo XXI, Mxico, 1981, Apndice, p. 379.47 Una muestra: un artculo de Togliatti de febrero de 1931, Due anniversari, en

    conmemoracin del X aniversario del PCI, en el que se pasa revista a su historial y genealogade sus personalidades, no menciona nunca a Gramsci; vase: Togliatti, Palmiro; Opere. III;Editori Riuniti, Roma, 1973, pp. 311-323.