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Journal of the World Anthropology Network 2006, (2): 155-165 http://www.ram-wan.org/e-journal INTRODUCCIÓN. ANTROPOLOGÍA BRASILEÑA CONTEMPORÁNEA. CONTRIBUCIONES PARA UN DIÁLOGO LATINOAMERICANO Alejandro Grimson y Pablo Semán ¿Por qué resulta importante publicar en español la antropología que se produce en Brasil? La antropología brasileña es, como cualquier otra de América Latina, una antropología periférica, pero dadas sus dimensiones y, sobre todo, el papel que crecientemente cumple en el continente y en las redes transnacionales de la disciplina se la puede considerar una “gran” antropología periférica. Como afirma Cardoso de Oliveira, la antropología que se hace en Brasil, por sus alcances teóricos y empíricos tiene fuertes rasgos de una “antropología de punta” (Cardoso de Oliveira 1998: 132). La combinación de los dos aspectos mencionados, su carácter periférico y de avanzada, hace necesaria esta publicación. La antropología brasileña ofrece análisis y actitudes teóricas que constituyen una interpelación potente e inspiradora para los practicantes de la antropología social, pero es relativamente desconocida en el mundo hispano parlante, en el que las diversas antropologías nacionales se ignoran recíprocamente y tienden a vivir el carácter internacional de la disciplina como la simple mímesis de algunas corrientes académicas centrales. Multiplicar y jerarquizar la circulación de la antropología brasileña ofrece la posibilidad de enriquecer el arsenal de instrumentos del que cada antropólogo puede disponer y la oportunidad de diversificar una situación de diálogo unipolar y unidireccional que parece conducir la producción a puntos ciegos, como la tendencia a reducir la diversidad cultural a un caso más de la etiqueta de lo políticamente correcto y la politicidad de lo social al formato de algunos movimientos sociales. A partir de esta presentación también esperamos reforzar el desarrollo de estudios comparativos que en sus primeros pasos ya muestran su enorme potencial. En diversos países latinoamericanos parecen generarse en, estos últimos años importantes procesos de renovación teórica, de incremento en la cantidad y calidad de las investigaciones, de surgimiento de una nueva generación que se formó en los países centrales y que regresa a sus países con fuerte compromiso institucional y antropológico. Esta renovación viene a enriquecer y a redimensionar las tradiciones locales de la antropología o del análisis cultural y político fertilizando un campo erosionado por largos períodos de autoritarismo, represión y vaciamiento del mundo universitario y el campo intelectual. En este marco puede percibirse un creciente cosmopolitismo teórico en los modos de abordaje y de selección de objetos potencialmente analizables. Es un riesgo, sin embargo, que esas aperturas sean parcializadas en diálogos bidireccionales con Estados Unidos, Inglaterra o Francia, desconociendo otras tradiciones intelectuales y su producción contemporánea. Acceder a la antropología brasileña es, en ese sentido, un capítulo clave de un proyecto cosmopolita que no se confunda con la ampliación de la escala de circulación de las voces más potentes. La apuesta a la circulación y visibilidad latinoamericana de los productos la antropología brasileña trabaja sobre dos dimensiones de las asimetrías estructurantes de la producción académica. Por un lado busca neutralizar el obstáculo que supone la distancia lingüística y prestigiar el valor de esta contribución con el estatuto de jerarquía que confiere a un texto su traducción. Por otro lado se trata de algo más que dar cumplimiento a un imperativo enciclopedista de completar el mapa de la disciplina haciendo audible una voz generalmente ignorada. En la medida en que la antropología brasileña tiene críticamente presente el contexto transnacional de articulación de sus debates y problemas se trata de posibilitar el despliegue de efectos críticos que vibran en esa voz.

GRIMSON y SEMAN- ANTROP BRASILEÑA- Constribuciones Para Latinoamerica

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    Antropologa brasilea... 155

    INTRODUCCIN. ANTROPOLOGA BRASILEACONTEMPORNEA. CONTRIBUCIONES PARA

    UN DILOGO LATINOAMERICANOAlejandro Grimson y Pablo Semn

    Por qu resulta importante publicar en espaol la antropologa que se produce en Brasil? La antropologabrasilea es, como cualquier otra de Amrica Latina, una antropologa perifrica, pero dadas susdimensiones y, sobre todo, el papel que crecientemente cumple en el continente y en las redestransnacionales de la disciplina se la puede considerar una gran antropologa perifrica. Como afirmaCardoso de Oliveira, la antropologa que se hace en Brasil, por sus alcances tericos y empricos tienefuertes rasgos de una antropologa de punta (Cardoso de Oliveira 1998: 132).

    La combinacin de los dos aspectos mencionados, su carcter perifrico y de avanzada, hacenecesaria esta publicacin. La antropologa brasilea ofrece anlisis y actitudes tericas que constituyenuna interpelacin potente e inspiradora para los practicantes de la antropologa social, pero es relativamentedesconocida en el mundo hispano parlante, en el que las diversas antropologas nacionales se ignoranrecprocamente y tienden a vivir el carcter internacional de la disciplina como la simple mmesis dealgunas corrientes acadmicas centrales. Multiplicar y jerarquizar la circulacin de la antropologa brasileaofrece la posibilidad de enriquecer el arsenal de instrumentos del que cada antroplogo puede disponery la oportunidad de diversificar una situacin de dilogo unipolar y unidireccional que parece conducir laproduccin a puntos ciegos, como la tendencia a reducir la diversidad cultural a un caso ms de laetiqueta de lo polticamente correcto y la politicidad de lo social al formato de algunos movimientossociales. A partir de esta presentacin tambin esperamos reforzar el desarrollo de estudios comparativosque en sus primeros pasos ya muestran su enorme potencial.

    En diversos pases latinoamericanos parecen generarse en, estos ltimos aos importantesprocesos de renovacin terica, de incremento en la cantidad y calidad de las investigaciones, de surgimientode una nueva generacin que se form en los pases centrales y que regresa a sus pases con fuertecompromiso institucional y antropolgico. Esta renovacin viene a enriquecer y a redimensionar lastradiciones locales de la antropologa o del anlisis cultural y poltico fertilizando un campo erosionadopor largos perodos de autoritarismo, represin y vaciamiento del mundo universitario y el campointelectual. En este marco puede percibirse un creciente cosmopolitismo terico en los modos de abordajey de seleccin de objetos potencialmente analizables. Es un riesgo, sin embargo, que esas aperturas seanparcializadas en dilogos bidireccionales con Estados Unidos, Inglaterra o Francia, desconociendo otrastradiciones intelectuales y su produccin contempornea.

    Acceder a la antropologa brasilea es, en ese sentido, un captulo clave de un proyectocosmopolita que no se confunda con la ampliacin de la escala de circulacin de las voces ms potentes.La apuesta a la circulacin y visibilidad latinoamericana de los productos la antropologa brasilea trabajasobre dos dimensiones de las asimetras estructurantes de la produccin acadmica. Por un lado buscaneutralizar el obstculo que supone la distancia lingstica y prestigiar el valor de esta contribucin con elestatuto de jerarqua que confiere a un texto su traduccin. Por otro lado se trata de algo ms que darcumplimiento a un imperativo enciclopedista de completar el mapa de la disciplina haciendo audible unavoz generalmente ignorada. En la medida en que la antropologa brasilea tiene crticamente presente elcontexto transnacional de articulacin de sus debates y problemas se trata de posibilitar el despliegue deefectos crticos que vibran en esa voz.

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    156 Grimson y SemnComo antroplogos argentinos, y a riesgo de ser demasiado domsticos, asumimos que esta

    posibilidad se nos hizo evidente en la prctica, en nuestras trayectorias acadmicas. En nuestras respectivasespecialidades hemos realizado una experiencia que nos ha permitido palpar un entramado de actividad,referencias recprocas, problematizaciones y conflictos que transformaron nuestro hacer. Nuestrasrespectivas tesis doctorales fueron realizadas en programas de posgrado brasileos y de diversas formasbuscaron definir internacionalmente un estado de la cuestin que se beneficiaba con la incorporacin deun captulo brasileo.

    Esa incorporacin permita leer crticamente ese panorama y efectuar acotaciones sustanciales.En el anlisis del campo religioso deben reconocerse las necesidades de relativizacin que imponen losantroplogos brasileos cuando, lejos de describir las vigas y nuevas formas de religiosidad popularcomo simples compensaciones de las carencias materiales, las toman como expresiones de un universosimblico que no por prximo deja de ser diferente. En el anlisis de las zonas de fronteras entre estadosnacionales resulta clave recuperar los aportes que el estudio de las zonas de frontera intertnicas realizaraen las ltimas cuatro dcadas contribuyendo a comprender articulaciones entre procesos sociales yterritoriales, culturales e identitarios. En este terreno se trataba en parte de pensar hasta qu punto unatradicin brasilea de estudios sobre las relaciones entre los indgenas y la sociedad nacional contribuaa pensar los vnculos entre sociedades nacionales en regiones de fronteras polticas.

    Por todo esto es necesaria una acotacin: esta compilacin y estas breves notas introductoriasson realizadas a partir de una experiencia particular y no como consecuencia de un estudio sistemticode Brasil o de la antropologa en general. Las afirmaciones de esta introduccin no son el juicio deespecialistas en Brasil o en el estudio de la disciplina como objeto. Ellas pueden ser mejor ledas como elresultado de la elaboracin de una aspecto clave de nuestras respectivas experiencias de formacin einvestigacin en centros brasileos, as como de los dilogos que liemos tenido entre nosotros a partir deellas, con el simple objetivo de presentar un universo acadmico complejo al lector que se acerca sinconocerlo. Un corolario de esta acotacin es que tampoco pretendemos realizar una exposicin de lahistoria ele la antropologa brasilea: apenas haremos referencia a algunas trayectorias histricas quepermiten ceir mejor algunas de las afirmaciones que hacemos acerca de lo que identificamos comoproducto.

    Antropologa hecha en Brasil

    Hay una antropologa brasilea? Cules son los aportes en los que reconocemos una antropologaperifrica de avanzada? La primera pregunta tendra entre los antroplogos brasileos una respuestanegativa: ms de una decena de programas de posgrado y centenas de profesores e investigadoresconfiguran una base problemtica para el discernimiento de cualquier tipo de unidad mucho mscuando las diferencias de conceptos y estilos de trabajo que existen en la antropologa brasilea seremontan a sus inicios, a los crculos relativamente ms reducidos en que comenz a desarrollarse y auna las tendencias emergentes en el contexto de la ampliacin de la formacin de posgrado en antropologasocial en todo el pas.

    La densidad y productividad de este campo surge de la combinacin de varios factores. Por unlado, el papel que las elites le dieron a la antropologa en la construccin de la idea de nacin, el desarrollode una elite universitaria pluralmente conectada, abierta a la influencia y la presencia directa de cientficosextranjeros, as como los efectos del proceso de modernizacin de la universidad que se dio partir de ladcada de 1960. Con la disponibilidad continua de recursos de formacin e investigacin as como conla formacin de un amplio pblico especializado surgi un terreno propicio para el desarrollo de unadinmica que, sin renunciar al universalismo del proyecto cientfico, fue relativamente autocentrada en laproduccin de conocimiento antropolgico. Esto se combin con que la antropologa adquiri en Brasilconsiderable prestigio social e influencia pblica, incluso en las polticas pblicas (Velho 2003).

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    Antropologa brasilea... 157En ese contexto ha surgido una produccin etnogrfica de estndar elevado y amplitud de

    objetos: la produccin de tesis de un alto nivel se combina con la presencia de varias camadas de profesoresque se han formado en centros neurlgicos de la disciplina y contribuyen a mantener y desarrollar laactividad de la red internacional que fertiliza a la antropologa.

    Escapa a las posibilidades de esta introduccin la exposicin de una historia de la produccinantropolgica brasilea. Queremos, en cambio sealar y exponer brevemente ciertos rasgos que emergendel dispositivo brasileo en la produccin de antropologa y se vinculan con su carcter de antropologaperifrica de avanzada: el nfasis en la aplicacin de las perspectivas tericas y metodolgicas de laantropologa a la sociedad contempornea, la forma en que toma lugar la tensin entre relativizacin yuniversalizacin, el papel crucial que desempean en ella las comparaciones y el correlativo papel de lonacional.

    1. Lo extico y lo familiar en la antropologa brasilea

    Es frecuente que en un Departamento de Antropologa de una universidad brasilea los estudiantes dedoctorado se apliquen a la tarea de analizar fenmenos urbanos de la mano de conceptos y enfoquesderivados de Malinowski, Evans Pritchard o Dumont. La antropologa realizada en Brasil tiene muchasveces la forma de una curva que se aproxima a lo extico, lo integra en una frmula antropolgica y unavez afianzada en ese gesto lo repone dialctica y productivamente con relacin a lo prximo y lo familiar.Las ms diversas influencias constitutivas de la antropologa brasilea han sido ocasin de este ejercicio:del estructuralismo de Lvi Strauss, y todo lo que implic su presencia en Brasil, a la importacin deDumont, as como las diversas influencias de la antropologa inglesa y estadounidense. Sobre qu basesy con qu consecuencias se llega a este desarrollo?

    George W. Stocking (1983) distingua las antropologas nacionales dedicadas a la nacin(antropologas de nation building) de las desarrolladas en las metrpolis en conexin con la constitucinde los imperios (antropologas de empire building). Si en la antropologa britnica paradigma de lasantropologas imperiales fue determinante el encuentro con los otros en los dominios de ultramar,en la antropologa producida en pases de Europa continental result clave la alteridad interna. En Brasil,donde fue asumida tempranamente la relevancia de la antropologa en el proyecto nacional, el estudio delas poblaciones indgenas, que tenan un lugar clave en el imaginario nacional, fue decisivo en el desarrollode la antropologa.1 A pesar de que el estudio de las poblaciones indgenas tiene un peso cuantitativamentemenor en el conjunto de la antropologa brasilea, esta le debe una parte muy relevante de su produccinterica: una parte significativa de la investigacin antropolgica produce una adecuacin de las teoras yconceptos que emergieron del anlisis etnogrfico de los indgenas para pensar problemascontemporneos de las sociedades modernas (Montero, 2004).2

    El caso de la vida terica del concepto de la friccin intertnica, y los debates conceptuales ymetodolgicos que an suscita en la actualidad, es uno de los que ilustra esta situacin.3 La teora delcontacto intertnico que Ramos (1990) describe como la trademark de la antropologa brasilea ylos estudios de la friccin intertnica innovaron en un plano terico metodolgico general mostrandoque el estudio de los indgenas requera considerar sus relaciones con los blancos y no, como erahabitual en la dcada de 1950, concebirlos al margen de entramados econmicos, sociales y polticos conla sociedad nacional. Esto implic el despliegue de un campo de estudios que se prolongaron durantems de cuatro dcadas y permitieron una conceptualizacin poltica de la etnicidad (vase Cardoso deOliveira, en este volumen).4

    Esta perspectiva relacional y conflictiva contribuy a forjar una lnea de estudios en la antropologabrasilea, desde la cual se realizaron debates, crticas y aportes. Por ejemplo, acerca del papel de la historiay la situacin histrica (Pacheco de Oliveira 1988; Cardoso de Oliveira 1996), de la cuestin de los indiosmisturados (Pacheco de Oliveira, en este volumen) o, de otra manera, del proyecto del indigenismo(Ramos, en este volumen).

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    158 Grimson y SemnAlgunos desarrollos de esta perspectiva relacional y conflictiva fueron criticados por Viveiros

    de Castro (1999) un texto que por su extensin no pudimos incluir en este volumen, proponiendoun debate acerca de cmo estudiar a los indgenas, pero cuyo alcance, a nuestro entender al igual que enla perspectiva criticada, presenta un inters terico y metodolgico que excede el estudio de los indgenas.Para Viveiros de Castro (1999: 115)

    la alternativa es clara: o se toma a los pueblos indgenas como criaturas de la miradaobjetivadora del estado nacional, duplicndose en teora la asimetra poltica entre los dospolos, o se busca determinar la actividad especficamente creadora de esos pueblos en laconstitucin del mundo de los blancos como uno de los componentes de su propio mundovivido, es decir, como materia prima histrica para la cultura culturante de los colectivosindgenas. La segunda opcin me parece la nica opcin, si lo que se desea hacer es antropologaindgena (traduccin nuestra).5

    Esta postura halla correlato en la que, precisamente reivindicando la posicin de Viveiros,promueve Fonseca (2004) para el anlisis de los grupos populares: salvadas las enormes diferenciasentre sociedades indgenas y grupos populares, me gustara sugerir que los investigadores que se dedicana uno y otro campo enfrentan demandas persistentes de trabajar sus datos empricos exclusivamente entrminos del impacto de la sociedad dominante y, si no lo abrazan como objetivo principal del anlisis,son tildados de culturalistas.

    Al menos algunas de las vigorosas lneas de investigacin de la antropologa brasilea sedesarrollaron relacionadas con los esfuerzos que movilizaron las poblaciones indgenas, esa presenciaque haca diferencia en el territorio de como dice el himno nacional la mae gentil que debacontener a todos como brasileos. Cmo asumir esa diferencia? Captando su lado radical y exponiendosu inconmensurabilidad? O entendiendo que el hecho de su presencia en un territorio nacional constituyeel paso inicial de un movimiento de ingreso a una dinmica mayor y sobredeterminante? La historia dela etnologa brasilea est atravesada por este dilema y la traslacin de sus hallazgos al mundo urbano haportado ese atravesamiento.

    Ms all de las posiciones que cada uno pueda tener en este debate (y debemos admitir quenosotros mismos tenemos posiciones diferentes al respecto), lo que interesa resaltar es que nuevamenteel estudio de los otros tiene impactos tericos en otras reas de la antropologa. Si estas distintasconceptualizaciones han sido seguidas cor inters es porque, de hecho, presentan una analoga cor losabordajes de sectores populares urbanos. Nos referimos, especialmente, a las tensiones entre perspectivasrelacionales, para las cuales las culturas de los sectores populares necesariamente establecen referenciasdirectas en relacin a las disputas hegemnicas, vis vis perspectivas que enfatizar la autonoma de esosgrupos, en un sentido ms radicalmente relativista, para las cuales hay experiencias populares que implicanun ponto de vista y una actividad que slo se captan pensando que el ser para s no es patrimonioexclusivo de los grupos dominantes. Habiendo dicho que nuestros propios nfasis son distintos en estasalternativas, podemos agregar que no se trata de diluir la tensin cor retricas acerca de sucomplementariedad, sino ms bien de asumir que comprender esta tensin como constitutiva quiz seauna de las posibilidades ms productivas de la prctica antropolgica.

    El pasaje de familiarizar lo extrao a tornar extrao lo familiar es una frmula de RobertoDaMatta (1997: 14) que condensa en su propia carrera otra forma de materializacin del movimientoque transfiere adquisiciones en el campo de la antropologa clsica al anlisis de la sociedad compleja enla que viven los investigadores. Luego de su incursin en sociedades indgenas interrogar a la sociedadnacional brasilea atendiendo un aspecto clave en la perspectiva antropolgica: los rituales y, en especial,el carnaval. Y lo har dando lugar a una obra cuya influencia ha trascendido los lmites de la disciplina yde Brasil. En Carnavales, balandros y hroes (DaMatta 2003) propone una interpretacin de Brasil que,apoyada en la antropologa que Dumont (1992) haba desarrollado sobre la India, dilucida las diferencias

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    Antropologa brasilea... 159de Brasil cor las sociedades prototpicas de la modernidad estableciendo sus dualidades y las reglas de larelacin entre sus diversos momentos. Dumont haba reparado que la sociedad de castas, al definirsepositivamente como holista ofreca un modelo de contraste cor el universo moral del individualismo ysus valores del yo y la libertad: en el universo holista cada individuo se define como parte relativa de untodo siempre jerarquizado. La interpretacin de DaMatta discernir en el anlisis del Brasil contemporneola vigencia simultnea, contrastante y complejamente articulada de principios individualistas y holistasinternalizando en la construccin intelectual del objeto Brasil el anlisis que Dumont refera a un territorioexterno a Francia e incluso a la modernidad en general.

    Ese trabajo, que an hoy conserva vigencia a la hora de pensar cuestiones mayores cle lasciencias sociales tales como los problemas que ofrece la cultura poltica en los procesos de transicin a lademocracia o el insuficiente avance de los principios de ciudadana en los pases latinoamericanos, influynotablemente en los trabajos tericos y empricos de antroplogos que continuaron esa intuicin. Algunosde ellos, notablemente Gilberto Velho (en este volumen), desarrollaron y promovieron una etnografasistemtica y abarcativa de las formas existentes del individualismo en Brasil as como de sus formas derelacin con los principios holistas. Posteriormente, otros, como Luis Fernando Das Duarte (1986),desarrollaron una comprensin profunda y sistemtica de los momentos holistas de la sociedad brasileamostrando hasta dnde poda pensarse su complejidad de la mano de una aguda teora de la diferenciacincultural basada en extraamiento de lo supuestamente familiar.

    2. Una produccin

    Como no hay antropologa sin comparaciones y contrastes que lleven a poner en cuestin los parmetrossiempre problemticamente universales que las ciencias sociales (entre ellas, a veces, la propia antropologa)aspiran a desarrollar, la tensin entre relativizacin y universalizacin es constitutiva de la prcticaantropolgica. La antropologa brasilea ha participado agudamente de esta tensin, ya que su punto departida es la matriz implicada en el punto anterior: una sociedad que tiene en su interior un sistema dediferencias que pases como Inglaterra slo podan contener en su carcter y extensin de imperios.Junto a esta situacin, se planteaba la disputa interpretativa acerca de la forma de la unidad de Brasil y lasdefiniciones acerca de los brasileos.

    Los extremos a los que podra haber llevado esta situacin se han visto temperados en el marcode la consolidacin de una cultura universitaria de investigadores que ha difundido, es verdad quedesparejamente, la experiencia antropolgica por excelencia: la asociacin indisoluble entre investigacinterica y emprica, la del viaje de ida a la alteridad y la del retorno que pone en perspectiva las categorasanalticas de partida, la de la conciencia de la dificultad de las generalizaciones simples y a priori. Sidominacin parece ser una categora del sentido comn de los estudiantes argentinos, diferenciaparece ser una categora del sentido comn de los estudiantes brasileos que testimonian hasta dnde hacalado el impulso del momento relativizador de la produccin de conocimiento social. Pero mucho msimportante es que la vinculacin de la docencia con la investigacin, y el estilo de las generaciones queimpulsaron la antropologa universitaria desde la dcada de 1950 en adelante, pese a todas las diferenciasque puedan invocarse, parece asumir como propia la divisa de Dumont (1992: 52): Slo aquel que sedirige con humildad a la particularidad ms nfima mantiene abierta la ruta de lo universal (nuestratraduccin de la edicin brasilea).

    Esto se remonta al menos a Florestan Fernandes, que, al pensar la cuestin indgena, reclamabauna rotacin de perspectiva (Fernandes, 1975) que permitiese describir los procesos de colonizaciny destribalizacin del lado de las instituciones y organizaciones sociales indgenas. Las antropologasproducidas en Brasil en la actualidad, tanto la mirada dirigida a las sociedades indgenas como la que seproyecta a los diversos grupos de la sociedad nacional, han sido capaces de acceder a diversos juegos desentido nativos y de extraer en ese acceso sus consecuencias perturbadoras.

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    160 Grimson y SemnLa apuesta epistemolgica a la positividad de la alteridad se ha expresado de diferentes formas

    en diversos campos en que actan antroplogos brasileos. Y ms que traducirse en el rostro caricaturaldel etnocentrismo invertido con que se castiga de antemano a toda pretensin de desfamiliarizacin, seha plasmado en imgenes verosmiles y profundamente contextualizadas de distintos segmentos delterritorio y la sociedad nacional. Esta produccin no se opone tanto a las pretensiones universalistascomo ayuda a redimensionarlas y sobre todo a hacer evidente que universalismo y particularismo sonmomentos de una tensin irreductible que slo progresa a travs de un ejercicio permanente dereconstruccin de paradigmas.

    Aunque la antropologa brasilea no es homognea en relacin a la cuestin del compromiso yel relativismo, una vertiente con peso en su interior postula un tipo de equilibrio que nos pareceespecialmente productivo. Al igual que en otros pases, quiz porque sea una caracterstica de la propiadisciplina, el mayor riesgo consiste en que el compromiso con un grupo cualquiera se convierta en unromanticismo que opaque el proyecto de comprensin de los complejos Procesos reales en los cuales losactores estn insertos. En ese sentido, hay una corriente fuerte en la antropologa brasilea que insistecon un momento constitutivo y sine qua non del anlisis etnogrfico y de cualquier conceptualizacin: ladescripcin rigurosa de los sentidos en los propios trminos de los actores. No porque ese sea el limitedel proyecto antropolgico. En absoluto. Pero s porque es su condicin de posibilidad. Es slo a partirde all y desde all que es posible debatir acerca de traduccin, interpretacin, dialoguismo y todo elinstrumental que actualmente se ofrece al acadmico.

    En este sentido cabe subrayar una presencia singular en la antropologa brasilea y en estevolumen. El trabajo de Otvio Velho busca escapar de las estrecheces del relativismo y del universalismoa travs del sealamiento de una lgica de las semejanzas a la que la antropologa no puede renunciar. Nose trata de reafirmar las ilusiones del ideal de conocimiento positivista sino de no negar las realidades quetienen un contexto ms amplio que lo local, y remiten a estructuras abarcativas y profundas como elhorizonte creado por la globalizacin (Velho, 1997) o la cultura bblica brasilea de cuya eficacia dacuenta el trabajo de Otvio Velho que se publica en este libro.

    3. La gran tradicin comparativa

    En las primeras pginas de Casagrande e Setrzala, Gilberto Freyre compara las modalidades que adquirieronlas relaciones interraciales en Brasil con aquellas que se desarrollan en los Estados Unidos. Aqu lacomparacin no procuraba encontrar similitudes entre diferentes sociedades con el objetivo de generalizar,sino que buscaba contrastar procesos histricos distintos para comprender cada uno de ellos. Bastantems tarde la comparacin consolidara ese estatuto en la antropologa social, apuntando a la elucidacinrecproca de los casos particulares.

    Quiz la posibilidad de las comparaciones y, sobre todo, su alcance ms all de las fronterasnacionales podra ser considerada un indicador de la madurez del pensamiento antropolgico en unasociedad determinada. La antropologa necesita monografas de calidad para poder comparar, acceso aesas monografas y capacidad terico metodolgica para desarrollar el contraste de manera productiva.

    En ese sentido, no resulta casual que el estudio de DaMatta que ya mencionamos tenga unfuerte componente comparativo, por ejemplo entre el carnaval de Ro de Janeiro y de New Orleans,entre un Brasil donde predomina la interpenetracin de grupos normatizada por la jerarqua (diferentespero juntos) en oposicin a la ideologa igualitarista con segregacin (iguales pero separados) quecaracteriza a los Estados Unidos. Haba antecedentes en el anlisis de las formas especficas de racismo,como el trabajo de Nogueira (1954), quien planteaba que mientras el esquema del prejuicio racialestadounidense es de origen, el brasileo es de marca. O sea, el sistema norteamericano no admitegradaciones y es axiomtico, mientras Brasil admite y produce diversas gradaciones que establecen toda

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    Antropologa brasilea... 161una jerarqua (blanco, mulato, negro, indio, mameluco, cafuso). El racismo estadounidense teme lamiscegenacin y define que cualquier persona que tenga una gota de sangre negra ser consideradanegra.

    Nuevos y crecientes captulos de este proyecto comparativo se desarrollan en la antropologabrasilea contempornea. En la clave de los textos que mencionbamos, por ejemplo, Segato hacontrastado tres formaciones de diversidad: Estados Unidos, Brasil y Argentina. Los tres pases usanel mismo trmino para referirse a su constitucin como nacin: melting pot en Estados Unidos,crisol de razas en la Argentina, cadinho de raas o fbula de las tres razas en Brasil. Esa mismaexpresin refiere a imgenes completamente diferentes. En los Estados Unidos refiere a un mosaicotnico, un conjunto de unidades segmentadas, segregadas y enfrentadas de acuerdo con una estructurapo-lar de blancos y negros. El relato nacional brasileo habla de la fusin de blancos, negros e indios.Fbula de fusin complementada en la jerarqua ya sealada. El crisol, en cambio, refiere en la Argentinaa la mezcla de razas europeas. No hay lugar para los indgenas ni para los afrodescendientes en el relatoofi-cial de la nacin. Mientras en los Estados Unidos las seales diacrticas de la afiliacin tnica seexacerbaron y, actualmente, el acceso a los derechos se da en gran medida a travs de la pertenencia a unaminora (afro americano, hispano, etc.), en la Argentina hubo un proceso de desetnicizacin por el cualla nacin se construy instituyndose como la gran antagonista de las minoras (Segato 1998: 183).As, estos contrastes permiten comprender que la formacin argentina se asentara en el pnico a ladiversidad y en una vigilancia cultural a travs de mecanismos oficiales y oficiosos. A su vez, esto seexpresa en que el lugar de las minoras y el clivaje poltico es muy diferente en los tres pases.

    Claro que la cuestin racial en Brasil y sus comparaciones con Estados Unidos abarcanmuchos otros trabajos. Pero lo que interesa remarcar aqu no se refiere tanto al tema que se comparacomo al mtodo comparativo. Interesa aqu remarcar que este uso de la comparacin es creciente enBrasil, as como la incorporacin del contraste con otros pases latinoamericanos, algo poco frecuentepero que despierta cada vez ms el inters de los antroplogos brasileos. Las comparaciones incluyentemas de visibilidad indgena y relato nacional (Ramos 1998), de modos de presentar la nacin y denarrarla (Ribeiro, en este volumen; Frigerio y Ribeiro 2002), de estilos de antropologa (Cardoso y Ruben1995), del lugar de la antropologa en relacin a diferentes pases (Peirano 1992) o de procesos en elcampo religioso (Oro 1999).

    Esta larga tradicin comparativa se ha consolidado v se expande incorporando no slo lasreferencias a otras sociedades, sino y esto es novedoso investigacin emprica propia. As, lentamentese estn transformando los alcances y lmites de la antropologa brasilea.

    4. Los lmites brasileos de la antropologa brasilea

    Montero dice que lo que le interesa a la antropologa brasilea es, desde siempre y cada vez msampliamente, nosotros mismos. Lo que resulta complejo, evidentemente, es la definicin del nosotrosy de cmo estudiarlo. Porque si slo podemos conocernos en el contraste con el otro, el captulocomparativo impulsa cada vez ms a los antroplogos brasileos ms all de sus propias fronteras. Dehecho, Cardoso de Oliveira (1998) sealaba como rasgo de las antropologas perifricas que las fronterasnacionales aparecan como lmite de sus propios proyectos. En otras palabras, apuntaba el patrn de queobservan y analizan sus otros internos. Evidentemente, eso tiene implicancias tericas y metodolgicas.La teora antropolgica se constituy, y se seguir produciendo en el futuro, sobre la condicin de quepara comprendernos a nosotros mismos es imprescindible comprender a los otros. Y, en su desarrollo,como aprecian estos y otros autores brasileos, no slo los otros internos, sino tambin los otrosterritoriales, tnicos, nacionales o regionales. Como muchas otras antropologas perifricas, la tradicinde estudio de los otros internos fue en desmedro de atravesar las fronteras y, especialmente, aquellascon otros pases latinoamericanos. Esto fue, y an en parte es, un dficit de la antropologa brasilea. Sin

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    162 Grimson y Semnembargo, poco a poco empieza a ser superado. Los artculos incluidos en este libro incluyen el estudio dey la reflexin sobre otros internos, sobre nosotros mismos, desarrollos comparativos y reflexionessin fronteras.

    As, la antropologa producida en Brasil cada vez ms trasciende las fronteras brasileas. Elestudio de los migrantes brasileos en Portugal (Feldtnan Bianco, en este volumen), estudios sobre elBanco Mundial (Ribeiro 2003), sobre aspectos de la cultura estadounidense (Oliven, en este volumen) ode otras antropologas como la India o Estados Unidos (Peirano 1992) o Canad (Ruben 1995; Baines)o los muy diversos trabajos de Luis Roberto Cardoso de Oliveira acerca de Quebec (por ejemplo, 1999)son ejemplos de avances cualitativos relativamente recientes que se estn produciendo en la antropologabrasilea. Atravesar las fronteras nacionales, tambin en un sentido latinoamericano, es una condicinnecesaria aunque no suficiente para ser una antropologa cada vez menos perifrica.

    La cuestin de las fronteras de estudio de la disciplina implica un verdadero desafo acerca delos lmites que esta u otras antropologas se impondrn a s mismas. Quiz, traducirla, hacerla dialogar encastellano, promover que sea ms leda que lo que puede ofrecer un libro, pueda ser una contribucinpara trascender esas fronteras.

    As, una antropologa nacional puede transformar su lugar y sus proyectos. Como seala OtvioVelho (2003) la nation buil-ding ya no es el horizonte de estas antropologas nacionales. Velho se pregunta:qu puede sustituir el nation building? Los derechos humanos, el empoderamiento de grupos subalternos,el medioambiente, la justicia global? Y afirma que cualquiera sea la cuestin que la reemplace probablementeno ocupar el mismo lugar central.

    Las antropologas perifricas y nacionales no estn destinadas a serlo para siempre y, adems,no slo deben desplazarse hacia el tipo de insercin central o imperial. Una antropologa, como en elcaso de la brasilea, que comienza crecientemente a estudiar ms all de sus fronteras, una antropologaque podra incorporar como captulo central estudiar etnogrficamente a las propias metrpolis, quizno sea fcilmente clasificable en estas etiquetas. Ms all del futuro de la antropologa brasilea, imaginamosa las antropologas latinoamericanas asumiendo el proyecto de estudiar a las elites de nuestros pasestanto como a las culturales metropolitanas y entendemos que tambin all puede haber complejasimbricaciones entre proyectos antropolgicos y proyectos culturales y polticos. Exotizar aquello que seinstituye como el parmetro cultural del mundo, producir etnogrficamente distancia de la racionalidadinstrumental devenida mquina de la cotidianidad, provincializar los Estados Unidos comprendiendoque sus formas de alimentacin, sus concepciones del trabajo y de matrimonio son contingencias histricas,extraarse de aquello que reclama para s mismo el estatuto de nica normalidad, constituye, a la vez, unproyecto disciplinario y mucho ms que un proyecto disciplinario. Puede ser una apuesta a que la rotacinde perspectivas no sea, alguna vez, slo una prctica especializada de la antropologa.

    La seleccin de artculos para este libro

    No ser difcil que el lector concuerde en que la tarea de seleccionar catorce artculos de antroplogosbrasileos est destinada a producir injusticias en un pas que tiene ms de un centenar de grupos deinvestigacin en el CNPq (el Consejo Nacional de Investigacin en Brasil). De todos modos, el objetivose limita a permitir un primer acceso en castellano a muchos autores o a temas de sumo inters y difcilesde conseguir. Para ello se fueron definiendo sucesivas restricciones. La primera fue que la seleccin sloabarcara la antropologa contempornea y no la historia de la antropologa brasilea. La segunda fue novolver a traducir textos que pueden conseguirse con relativa facilidad en espaol, como el caso deDaMatta, Segato, Palmeira o Heredia. La tercera fue ofrecer un cierto panorama de lo que se produce endiferentes regiones y distintas instituciones de Brasil, evitando el riesgo de hacer un libro que contengaslo textos de investigadores de dos o tres universidades. Evidentemente la extensin de los textos fue

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    Antropologa brasilea... 163relevante, pero todos estos sucesivos recortes se hicieron con optimismo porque en las referencias deesta introduccin y de los propios artculos el lector interesado podr encontrar otros textos por dondecontinuar explorando la multifactica antropologa brasilea. Esperamos que otras traducciones y dilogosse sumen este libro.

    Agradecimientos

    Queremos agradecer a la Fundacin CAPES y a la Asociacin Brasilea de Antropologa (ABA), queapoyaron este proyecto desde sus inicios. A nuestro destacado co editor en este volumen, Gustavo LinsRibeiro, con quien formamos un equipo de trabajo para realizar este libro. A todos los autores quecedieron generosamente los derechos y colaboraron de mltiples maneras para que esta publicacin seaposible. A Diana Klinger y Gabriela Binello por las traducciones.

    Agradecemos muy especialmente a Elosa Martn, que no slo tradujo y supervis traduccionescon entusiasmo y rigurosa dedicacin, sino que al tener ella misma una fuerte experiencia de formacinde posgrado en antropologa en dos centros importantes de Brasil ofreci generosamente sus saberespara hacer este libro de la mejor manera que nos result posible. Tambin agradecemos a Lucila Schonfeld,que realiz la correccin de estilo y la maquetacin del libro, revis en detalle cada texto, contribuyendocon mucho esfuerzo y un trabajo puntilloso a editar todo el volumen. Por ltimo, pero no menosimportante para nosotros, queremos agradecer a la Escuela de Humanidades de la Universidad de GeneralSan Martn, donde funciona el Centro de Investigaciones Etnogrficas que integramos, que nos alenty apoy en este y en todos nuestros proyectos.

    Agradecemos las sugerencias y crticas de Eduardo Archetti a una versin anterior de estaintroduccin. Slo nosotros somos responsables de los errores u omisiones que pudiera haber.

    Notas

    1 Como veremos despus, estos estudios se bifurcaron entre las perspectivas que indagaban la alteridadcomo un caso ms de la diversidad humana y las que, de forma pionera, se refirieron a las relacionesentre los indgenas y la sociedad nacional. Pero ms all de las distintas posiciones en (y sobre) laan-tropologa brasilea la cuestin gira en torno al tipo de relacin establecida entre el desarrollo de ladisciplina, la construccin de la nacin y el estudio de las poblaciones indgenas (vanse p.e. Souza Lima2002; Viveiros de Castro 1999; Ramos 1990; LEstoile, Neiburg y Sigaud, 2002).

    2 Aunque eso no es novedoso, ya que de alguna manera la historia de la antropologa consiste en laconstruccin de herramientas terico inetodolgicas a partir del estudio de los otros que transformandespus el estudio del nosotros, hay dos elementos que cabe mencionar en relacin a Brasil. El primeroes que a diferencia de otras antropologas perifricas, Brasil constituye un caso donde su propio estudiode los pueblos indgenas produjo aportes tericos que pueden ser aplicados al estudio de las sociedadescomplejas. El segundo es que, segn constat Montero, las sociedades complejas condensan la granmayora de la investigacin antropolgica actual en el pas, lo cual tampoco es uniforme en las diversasantropologas nacionales.

    3 Nuestra exposicin no aspira a tener carcter sistemtico. Por eso la demostracin que estamos ensayandono acude a ejemplos de otra gran rea de estudios de la antropologa brasilea como es la de los estudiossobre la poblacin de afrodescendientes, y los que discuten y critican la nocin de raza a la luz de losresultados de las investigaciones sobre las relaciones intertnicas. Pero esto no nos impide sealar que eneste terreno la antropologa y las ciencias sociales brasileas han hecho aportes que tambin hablan de sudensidad y relevancia en la articulacin internacional de esta problemtica. Sobre este pun-to, vaseHealey (2000).

    4 El hecho indudable de que los aportes realizados en Brasil en los estudios intertnicos no hayan tenidoel impacto internacional de textos clave como la clebre introduccin de Barth (1976), afirmacin que de

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    164 Grimson y Semntodos modos habra que relativizar respecto de varios pases de Amrica Latina, no niega la originalidadde aquella produccin a inicios de la dcada de 1960 y de la creatividad de los dilogos posteriores conlos autores centrales de la antropologa inglesa, francesa y con la conceptualizacin del propio Barth. Anuestro entender la disociacin entre la relevancia del aporte conceptual y su reconocimiento es sobretodo producto de una asimetra.

    5 Esta intervencin polmica, cuya extensin haca imposible su publicacin en este volumen, desarrollaargumentos que superan airosos las acusaciones automticas de sustancialismo o esencialismo y dialogacon las ms sofisticadas argumentaciones que se puedan imputar en este sentido.

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